Las simulaciones por computadora muestran que los ancestros humanos habrían tenido más facilidad para dar a luz que las mujeres modernas

Un trío de investigadores de la Universidad de Boston y el Dartmouth College descubrió que uno de nuestros ancestros antiguos probablemente tuvo más facilidad para dar a luz que los humanos modernos. En su artículo publicado en PLOS ONE, Natalie Laudicina, Frankee Rodriguez y Jeremy DeSilva describen cómo crearon modelos informáticos en 3D de algunos de nuestros ancestros antiguos y los compararon con humanos y chimpancés modernos, e informan de lo que encontraron.

Para muchas mujeres el parto es un proceso largo, doloroso y difícil. Investigaciones anteriores han sugerido que la razón por la que el parto es mucho más difícil en humanos, en comparación con los simios u otros animales, es porque hemos evolucionado para caminar erguidos y porque nuestros bebés tienen cabezas muy grandes.

El mayor tamaño del cerebro y del cráneo es una de las claves que explica por qué los nacimientos de los humanos modernos son más dolorosos.

A medida que los humanos desarrollaron una marcha erguida, nuestras pelvis cambiaron de una manera que hizo que el canal del parto estrechara. Durante el parto, un bebé humano moderno debe girar en el útero varias veces cuando los músculos pélvicos lo empujan a través del canal del parto.
En marcado contraste, los chimpancés dan a luz en poco tiempo y parecen experimentar muy poco dolor. En este nuevo estudio, los investigadores se preguntaron sobre la experiencia del nacimiento en uno de nuestros antepasados, el Australopithecus sediba, un homínido que vivió hace aproximadamente 1.95 millones de años.

En el caso de 'Australopithecus sediba', que vivió hace 1,9 millones de años, la cabeza del bebé tenía mucho más espacio.

Para averiguarlo, crearon una representación tridimensional de una pelvis del Australopithecus sediba utilizando imágenes de varios fósiles. Mientras lo hacían, también crearon representaciones en 3D del Australopithecus afarensis y del Homo erectus. Y, a fin de disponer de una comparación adicional, también crearon imágenes en 3-D de un humano moderno y una pelvis de chimpancé. Para estudiar el grado de dificultad de dar a luz, los investigadores también agregaron objetos del tamaño de un cráneo humano a las imágenes tridimensionales, ya que normalmente se asentaban en el canal de parto.

Los investigadores informan que el tamaño del canal de parto del Australopithecus sediba era bastante grande en comparación con el tamaño del cráneo del bebé que necesitaría pasar a través del mismo. Sugieren que esto indica que, en comparación con las mujeres modernas, al Austrlopithecus sediba le habría resultado mucho más fácil dar a luz.
Los investigadores también señalan que, contrariamente a la creencia popular, la evolución del canal de parto no fue un camino claramente definido de grande a pequeño: investigaciones previas han demostrado que un ancestro anterior, Lucy, (Australopithecus afarensis) probablemente tuvo un parto difícil.

Fuente: phys.org | 20 de septiembre de 2019

Un modelo metapoblacional ayudaría a explicar mejor el origen panafricano de la especie humana

Mapa mundial con el área terrestre redimensionada para representar la diversidad genética humana moderna, mientras que el color representa la ascendencia neandertal más la proveniente de los denisovanos. Como puede verse, las contribuciones de otras poblaciones al acervo genético del 'Homo sapiens' son pequeñas y están distribuidas de manera desigual. África es proporcionalmente más grande porque aquí se encuentra la mayor diversidad genética humana, y, por lo tanto, las raíces de la humanidad. © James Cheshire / Mark G. Thomas.

Un grupo de científicos ha concluido que la evolución de la especie humana es resultado de cambios dinámicos en la conectividad o del flujo genético entre poblaciones primitivas aisladas y dispersas por África y adopta así un modelo metapoblacional para explicar un origen panafricano del ser humano.
Así, el hombre moderno evolucionó en África y muchos grupos humanos en todo el continente contribuyeron a este proceso, lo que supone dejar atrás la teoría del proceso evolutivo lineal, según los científicos, encabezados por la arqueóloga Eleanor Scerri (izquierda), líder del grupo de investigación de evolución panafricana en el Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia de la Humanidad.
"Un modelo metapoblacional nos ayuda a hallar una vía para aceptar las evidencias paleontológicas, arqueológicas y genéticas de un origen africano y un flujo genético limitado de metapoblaciones no africanas, como los neandertales, sin necesidad de caer en debates excesivamente polémicos y restrictivos", señala Scerri.

Según el estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, cualquier modelo que explica la evolución humana tendría que argumentar satisfactoriamente los patrones de variación en los componentes de los datos genéticos, morfológicos y culturales y ser coherente respecto a los cambios climáticos que han determinado nuestras ecologías durante la mayor parte del último millón de años.
Según el genetista Lounès Chikhi (derecha), del laboratorio de Evolución y Diversidad Biológica del CNRS de la Universidad de Toulouse y principal investigador del Instituto Gulbenkian de Ciencias en Lisboa: "Un modelo estructural metapoblacional lo puede hacer sin negar ninguna de las más recientes evidencias, y no obliga a hallar una región mítica del origen del hombre, ni fechar eventos de inflexión cuyo significado no está nada claro", subraya.

"En lugar de una serie de divisiones de población que se ramifican en un árbol ancestral, los cambios en la conectividad entre diferentes poblaciones a lo largo del tiempo parecen una suposición más razonable, y ayudan explicar varios patrones de diversidad genómica no explicados por los modelos alternativos actuales. Las metapoblaciones son el tipo de modelo que cabría esperar si las personas se estuvieran moviendo y mezclando durante largos períodos y amplias áreas geográficas. Hoy no podemos identificar objetivamente esta área geográfica solo a partir de datos genéticos", argumenta Chikhi.

"La genética de los humanos contemporáneos está muy clara. La mayor diversidad genética la encontramos en los africanos", explica el genetista Mark Thomas (izquierda), del University College de Londres.
"Los datos genéticos disponibles no confirman la vieja teoría de que descendemos de poblaciones regionales dispersas a lo largo del Viejo Mundo en los últimos millones de años", agrega.

"Es cierto que los humanos modernos no africanos tienen alguna herencia de los neandertales, algunos una notable herencia de los recientemente descubiertos denisovanos y posiblemente otros la tengan de antiguos grupos homínidos todavía no descubiertos", señala.

"Pero nada de esto cambia el hecho de que más del 90 % de los orígenes de cada persona en el mundo se encuentra en África en los últimos 100.000 años", añade.
No obstante, la confirmación de que la especie humana proviene de África plantea la pregunta razonable sobre la "región concreta de origen", para la cual no hay respuesta si se toman en consideración los patrones genéticos, la información extraída de fósiles y herramientas antiguas y el conocimiento que se tiene de los entornos ancestrales, advierte Thomas.

Por eso, agrega: "Tenemos que comenzar a pensar de manera diferente. Esto significa diferentes modelos, y argumentamos en el trabajo de investigación actual que los modelos estructurales de población son el camino a seguir".

Diferentes modelos de historia de la población. T0 y T1 representan segmentos de tiempo en el presente y el pasado, respectivamente. a) Una metapoblación, que incluye fisión de la población, fusión, flujo genético y extinción local. b) Un modelo de árbol, que incluye solo la fisión y extinción de la población. © Claudiu Pantiru / Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana.

“Si observamos los datos disponibles a través de la lente de los cambios en la conectividad, el registro fósil comienza a tener mucho más sentido. Necesitamos tal flexibilidad para poder dar sentido al pasado, o nos perderemos en un malestar de especies nombradas cada vez mayor, con trayectorias fallidas y árboles de población que nunca existieron", continúa el profesor Thomas. "La ciencia siempre favorece la explicación más simple y se está volviendo cada vez más difícil apegarse a viejas narraciones cuando tienen que volverse demasiado complicadas para mantenerse relevantes".

La interpretación de los datos disponibles cambia si se parte de las metapoblaciones, es decir, de los cambios dinámicos de conectividad entre diferentes poblaciones a lo largo del tiempo, que permitirían explicar diversos patrones de diversidad del genoma que otros modelos no aclaran.
"La gente como nosotros comenzó a aparecer en algún momento entre 500.000 y 300.000 años atrás. Esto supone algo así como 8.000 generaciones, un periodo muy largo para los hombres primitivos, para desplazarse y explorar un gran espacio. Sus movimientos, patrones de mezcla e intercambios genéticos son lo que nos dieron origen", recuerda Scerri.

Fuentes: lavanguardia.com | Max Planck Institute | 23 de septiembre de 2019

Hallan la evidencia más temprana de consumo de aceite de oliva en Europa Central

Un fragmento de cerámica hallado en el Mont Lassois, similar a los analizados en el estudio. Victor S. Brigola.

Los arqueólogos que estudian los primeros restos celtas en Francia han descubierto rastros de aceite de oliva en fragmentos de cerámica que datan de alrededor de 500 a. C., lo que proporciona la evidencia más temprana conocida del uso de aceite de oliva en Europa Central. Anteriormente, la evidencia más temprana era del período romano, varios siglos después.
El descubrimiento se realizó al examinar los restos de 99 vasijas de cerámica de la fortaleza de la colina de Mont Lassois en Borgoña, en el centro-este de Francia. Se encontraron rastros de sustancias orgánicas en los vasos, incluyendo cera de abejas, cerveza, vino, mijo, leche y aceite de oliva.

La investigación se llevó a cabo a partir de los recipientes recuperados en el antiguo asentamiento Vix-Mont Lassois, Francia. Victor S. Brigola

Según el estudio, que se publicó en la revista científica Plos One en junio, los celtas viajaron al sur a lo largo del río Ródano para comerciar con las colonias griegas en la costa francesa, particularmente Marsella, trayendo una gama de productos mediterráneos. Estas importaciones incluyeron cerámica griega e italiana, así como vino de uva y aceite de oliva.

El estudio fue realizado por un equipo internacional de investigadores, dirigido por el arqueólogo Philipp Stockhammer (izquierda), de la Ludwig-Maximilians-Universität München.
"Por el momento, esta es la evidencia más temprana, pero también somos uno de los primeros en realizar un estudio de este tipo a gran escala", dijo Stockhammer a Olive Oil Times.

"Sin embargo, como el siglo VI a. C. es la primera vez que la cerámica mediterránea fue traída a Europa Central en grandes cantidades, creo que es muy probable que hayamos encontrado la evidencia más temprana", agregó.

Los primeros celtas habitaban el sur de Alemania, el norte de Suiza y parte del este de Francia durante la Edad del Hierro. Desde hace tiempo se sabe que comerciaron con las comunidades mediterráneas, adoptando no solo sus productos, sino también algunas de sus tradiciones, como la fiesta del vino. Lo que no se sabía hasta ahora era que el aceite de oliva estaba entre sus importaciones extranjeras.

Los primeros celtas usaron una gran variedad de vasijas de cerámica, tanto locales como importadas de lugares como Grecia. En la foto, materiales recuperados en Vix-Mont Lassois. Victor S. Brigola

No obstante, si bien los investigadores creen que el aceite se importó desde la costa mediterránea de Francia, todavía no saben dónde se produjo.

"Las importaciones llegaron a través de Marsella", dijo Stockhammer. "Pero también se importaron vasijas del sur de Grecia continental, el sur de Italia y el sur de Francia, todos ellas con posibles contenidos en aceite de oliva también".

De los 99 recipientes examinados, 16 eran importaciones, mientras que 83 fueron fabricados localmente por los celtas. Según Maxime Rageot, de la Universidad de Tübingen, quien realizó el análisis de residuos de alimentos, se encontró aceite de oliva tanto en las importaciones como en vasijas de fabricación local, lo que sugiere que los celtas realmente usaron el aceite.

Maxime Rageot (derecha) junto a Birgit Schorer en un momento de la investigación sobre residuos de aceite de oliva.

Rageot utilizó cromatografía de gases y análisis de espectrometría de masas GC en su trabajo. Si bien dicha tecnología puede identificar sustancias orgánicas con cierta precisión, el trabajo a menudo es más difícil con muestras más antiguas.

También dijo a Olive Oil Times que el problema de la degradación, que afecta particularmente a los lípidos que se encuentran en los aceites vegetales, significa que es difícil determinar qué tan extendido fue el uso del aceite de oliva.
"Raramente hemos encontrado evidencias de aceite de oliva en contextos arqueológicos basados ​​en residuos orgánicos, porque los marcadores moleculares específicos de la mayoría de los aceites vegetales no son muy estables en el tiempo, y solo en buenos contextos de preservación de los lípidos", dijo.

"Por lo tanto, aún no es posible decir si el aceite de oliva se importó comúnmente en Europa central durante la Edad del Hierro temprana, o si era un bien raro y muy prestigioso restringido a las élites celtas", agregó.

Añadió que dentro de ello se plantea igualmente el problema de identificar cómo se utilizó el aceite. Mientras que la mayoría de los consumidores modernos ven el aceite de oliva como un alimento, las culturas antiguas a menudo encontraron otros usos para el mismo.
Stockhammer dijo que los hallazgos no indican cómo se empleó el aceite, pero que probablemente fue usado para embalsamar cuerpos, no para cocinar.

Esta crátera de bronce gigante, hallada en la tumba de una mujer en Vix-Mont Lassois, fue utilizada para mezclar vino (Flickr: Karsten Wentink).

El estudio es una aportación importante a la historia del aceite de oliva, que muestra cómo y cuándo se extendió hacia el norte desde el Mediterráneo. Puede decirse, relativamente hablando, que los celtas tardaron en adoptar esta sustancia. Los arqueólogos han encontrado evidencias de producción de aceite de oliva en Israel alrededor de 6.000 a. C., mientras que los pueblos neolíticos recolectaban ya aceitunas en el VIII milenio a.C.

"El uso de la aceituna en el Mediterráneo se remonta profundamente en la historia", dijo Stockhammer. "Aunque es difícil decir si solo comían aceitunas y en qué momento comenzaron a producir aceite".

"Ya en el II milenio antes de Cristo, tenemos una producción a gran escala, casi industrial, de aceite de oliva para ser empleado como base de los perfumes en Micenas, Grecia", agregó.

Fuentes: oliveoiltimes.com | abc.net.au | 19 de septiembre de 2019

Un estudio sugiere que los neandertales se extinguieron debido a una enfermedad crónica

Reproducción del rostro de un hombre de neandertal que se exhibe en el nuevo Museo del Neandertal en la ciudad croata de Krapina, en el norte de Croacia.

Es uno de los grandes misterios sin resolver de la antropología. ¿Qué mató a los neandertales y por qué prosperó el Homo sapiens mientras aquellos se precipitaban a la extinción? ¿Fue algún tipo de plaga específica sólo para los neandertales? ¿Hubo algún tipo de evento cataclísmico en Eurasia que condujo a su desaparición?

Un nuevo estudio de un equipo de antropólogos físicos y anatomistas sugiere una causa menos dramática pero igualmente mortal.

Publicado por la revista The Anatomical Record, el estudio Reconstructing the Neanderthal Eustachian Tube: New Insights on Disease Susceptibility, Fitness Cost, and Extinction sugiere que el verdadero culpable de la desaparición de los neandertales no fue un patógeno exótico.
Por el contrario, los autores creen que el camino hacia la extinción bien podría haber sido la más común e inocua de las enfermedades infantiles (y gran preocupación de los padres de niños pequeños): las infecciones crónicas del oído.

"Puede sonar exagerado, pero cuando reconstruimos por primera vez las trompas de Eustaquio de los neandertales, descubrimos que son notablemente similares a las de los bebés humanos", dijo el coinvestigador y profesor asociado de la Universidad de Ciencias de la Salud de Downstate, Samuel Márquez (izquierda).

"Las infecciones del oído medio son casi omnipresentes entre los bebés porque el ángulo plano de las trompas de Eustaquio de un bebé es propenso a retener las bacterias de otitis media que causan estas infecciones, el mismo ángulo plano que encontramos en los neandertales".

En esta era de antibióticos, estas infecciones son fáciles de tratar y relativamente benignas para los bebés humanos. Además, alrededor de los 5 años, las trompas de Eustaquio en los niños humanos se alargan y el ángulo se vuelve más agudo, permitiendo que el oído drene, eliminando todas estas infecciones recurrentes más allá de la primera infancia.
Pero a diferencia de los humanos modernos, la estructura de las trompas de Eustaquio en los neandertales no cambiaba con la edad, lo que significa que estas infecciones del oído y sus complicaciones, incluyendo infecciones respiratorias, pérdida de audición, neumonía, no sólo se convertían en crónicas, sino en una amenaza de por vida para la salud general y la supervivencia.

Esta ilustración muestra la estructura de la trompa de Eustaquio en el hombre de neandertal y su similitud con el bebé humano / foto SUNY Downstate Health Sciences University

"No es sólo era la amenaza de morir de una infección", dice el doctor Márquez. "Si estás constantemente enfermo, no estarías tan en forma para competir con tus primos 'Homo sapiens' por la comida y otros recursos. En un mundo de supervivencia del más apto, no es de extrañar que el hombre moderno, no el neandertal, prevaleciera".

"La fuerza del estudio radica en la reconstrucción de la trompa de Eustaquio cartilaginosa", dijo Richard Rosenfeld (izquierda), profesor distinguido y presidente de otorrinolaringología en SUNY Downstate. "Esta nueva y previamente desconocida comprensión de la función del oído medio en el neandertal es lo que nos permite hacer nuevas inferencias sobre su impacto en su salud y estado físico".
"He aquí otro giro intrigante en la historia, en constante evolución, del neandertal, esta vez involucrando una parte del cuerpo que los investigadores habían descuidado casi por completo", dijo el doctor Ian Tattersall, paleoantropólogo y curador emérito del Museo Americano de Historia Nacional.

"Se añade a nuestra imagen gradualmente emergente de los neandertales como parientes muy cercanos que, sin embargo, diferían en aspectos cruciales respecto del hombre moderno".

Fuentes: downstate.edu | eurekalert.org | 19 de septiembre de 2019

Arqueólogos israelíes confirman la existencia del reino bíblico de Edom

Foto: Excavaciones en antiguas minas de cobre como parte del Proyecto del Valle Central de Timna de la Universidad de Tel Aviv. Cortesía de E. Ben-Yosef.

Nuevos restos arqueológicos fueron hallados en el desierto de Arava, entre Israel y Jordania, y han sido atribuidos al reino bíblico de Edom, que floreció durante los siglos XII y XI antes de Cristo.
En el Génesis 36:31 se describe un reino edomita anterior al siglo X a. C.: "... los reyes que reinaron en Edom antes de que cualquier rey israelita reinara". Pero el registro arqueológico ha llevado a interpretaciones contradictorias de este texto.

Un nuevo estudio de especímenes encontrados en sitios de producción de..., dirigido por Erez Ben-Yosef (izquierda), del Departamento de Arqueología y Culturas del Cercano Oriente Antiguo de TAU (Universidad de Tel Aviv), y Tom Levy (derecha), de la Universidad de California, en San Diego, revela la historia no contada de una sociedad próspera liderada por una "red de alta tecnología" de cobre.
El cobre, utilizado en la antigüedad para producir herramientas y armas, era el recurso más valioso en el antiguo Cercano Oriente. La producción de cobre es un proceso complejo, que requiere diferentes etapas y niveles de experiencia. “La fundición de cobre era esencialmente la alta tecnología de la antigüedad”, señaló Ben-Yosef.

El equipo del profesor Ben-Yosef analizó cientos de hallazgos de antiguas minas de cobre en Jordania (Faynan) e Israel (Timna) para reconstruir la evolución y el refinamiento de la industria manufacturera de cobre a lo largo de 500 años, abarcando el comienzo del primer milenio antes de Cristo (1300- 800 a.C.). Identificaron cambios dramáticos en la escoria de cobre descubierta en los yacimientos de Arava.

Mapa de los principales enclaves productores de cobre en Wadi Arabah (Israel / Jordania).

"Utilizando la evolución tecnológica como un proxy (un sustituto) de los procesos sociales, pudimos identificar y caracterizar el surgimiento del reino bíblico de Edom", explica el profesor Ben-Yosef en un comunicado. "Nuestros resultados demuestran que sucedió antes de lo que se pensaba anteriormente y de acuerdo con la descripción bíblica".

Los análisis de Ben-Yosef sobre la escoria de cobre, el desperdicio de la extracción de cobre por fundición, muestran una clara caída estadística en la cantidad de escoria del cobre a lo largo del tiempo, lo que indica que la producción se había racionalizado por expertos en eficiencia. Los investigadores atribuyen esta mejora repentina a una de las invasiones egipcias más famosas de Tierra Santa: la campaña militar del faraón Shoshenq I (el "Shishak" bíblico, de la XXII dinastía), que saqueó Jerusalén en el siglo X a. C.
La nueva investigación indica que la intervención de Egipto en la tierra de Edom no estuvo acompañada de destrucción. En cambio, desencadenó un "salto tecnológico" que incluyó una producción y comercio del cobre más eficientes.

Principales características de la organización de la producción y de los canales detallados para la industria del cobre en Wadi Arabah durante el Bronce Tardío y la Edad del Hierro temprana (las flechas y cuadros punteados indican componentes opcionales con evidencia débil o nula).

"Demostramos una repentina estandarización de la escoria en la segunda mitad del siglo X a.C., desde los sitios de Faynan en Jordania hasta los sitios de Timna en Israel, un área extensa de unos 2.000 kilómetros cuadrados, lo cual ocurrió justo cuando los egipcios entraron en la región", dice el profesor Ben-Yosef.

"La eficiencia de la industria del cobre en la región estaba aumentando. Los edomitas desarrollaron protocolos de trabajo precisos que les permitieron producir una gran cantidad de cobre con un mínimo de energía".
Pero Egipto en este momento era un poder débil, según el profesor Ben-Yosef. Si bien su influencia en la región es clara, probablemente no controlaba la industria del cobre, que seguía siendo una empresa local de Edomita.

Foto: Recolección de muestras de escoria y carbón en “Slaves 'Hill”, Timna Valley, Israel. Las finas capas de desechos tecnológicos, bien datadas por radiocarbono, proporcionan un registro detallado del cambio tecnológico en el Edom bíblico.

Se excavaron más de 6 metros de desechos de producción de cobre en Khirbat en-Nahas, Jordania. Los materiales excavados aquí y en otros sitios se usaron para rastrear más de cuatro siglos de evolución tecnológica y social en el Edom bíblico. (T. Levy).

"Como consumidor de cobre importado, Egipto tenía un interés personal en racionalizar la industria. Parece que, a través de sus lazos a larga distancia, éstos fueron un catalizador de innovaciones tecnológicas en toda la región. Por ejemplo, el camello apareció por primera vez en la región inmediatamente después de la llegada de Shoshenq I", dice el profesor Ben-Yosef.
"Nuestros nuevos hallazgos contradicen la opinión de muchos arqueólogos de que el Arava estaba poblado por una alianza de tribus, y son consistentes con la historia bíblica de que aquí hubo un reino edomita", concluye el profesor Ben-Yosef. "Una floreciente industria del cobre en Arava solo puede atribuirse a una política centralizada y jerárquica, y esto podría ajustarse a la descripción bíblica del reino edomita".

Minas de cobre en Timna, a 35 km al norte de Eilat. Doron Horowitz / Flash90

Aunque nunca se había dudado de la existencia del reino edomita, se asumió ampliamente que había surgido a finales del siglo VIII a.C,. en la meseta edomita ubicada en Jordania, cerca de Petra y al sureste del Mar Muerto.

“Antes de que construyeran su capital en la meseta, los edomitas eran un reino complejo y organizado, pero aún eran nómadas. Habitaban en tiendas de campaña. No tenían pueblos o ciudades, pero contaban con cementerios y sitios de fundición”.

Los edomitas finalmente se asentaron en ciudades de la meseta y construyeron poblados a lo largo de las rutas comerciales, pero estos hallazgos demuestran que poseían un sistema centralizado de organización mucho antes de que se establecieran.

Fuentes: larazon.es | enlacejudio.com | timesofisrael.com | 19 de septiembre de 2019

Plumas de aves podrían haber sido utilizadas hace más de 300.000 años en Oriente Próximo

La disposición de estas marcas y el tipo de fracturas sobre los huesos indican que no están hechas para la extracción de masas musculares y de médula, como es el caso de este carpo-metacarpo de un cisne.

Ruth Blasco, investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) lidera un estudio tafonómico publicado recientemente en la revista Journal of Human Evolution, que presenta evidencias de que las aves no solo fueron aprovechadas como alimento, sino también por sus plumas hace más de 300.000 años en Oriente Próximo.
Los resultados de este estudio, en el que han colaborado investigadores de la Universidad de Tel Aviv en Israel, la Universitat Rovira i Virgili, el IPHES de Tarragona y el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont de Barcelona, sugieren que la explotación aviar no se limitó sólo a la alimentación, ya sea como complemento a la dieta o como recurso ocasional, sino también como posible uso de plumas con finalidad no nutricional.

“Nosotros proponemos que hubo una combinación entre el aspecto dietético y simbólico de las aves como característica del nuevo modo de adaptación que supuso el complejo cultural Achelo-Yabrudiense del Pleistoceno medio en el Próximo Oriente”, declara Ruth Blasco (izquierda).

Cisne, paloma, cuervo y estornino

La manipulación humana de las aves halladas en el yacimiento israelí de Qesem Cave viene determinada por la identificación de marcas de corte, fracturas por flexión y mordeduras humanas en los huesos de las alas de cisne (Cygnus sp.), de paloma (Columba sp.), de cuervo (Corvus ruficollis) y de estornino (Sturnus sp.).
A pesar de ser especies radicalmente distintas, las modificaciones que presentan algunos de los huesos podrían relacionarse con aspectos que van más allá del nutricional. En el caso del cuervo, las marcas de corte se sitúan en la parte distal del cúbito o ulna, y podrían estar relacionadas con el desplumado. A nivel experimental se ha comprobado que esta zona del hueso suele estar contactada con la herramienta durante el desarrollo de esta actividad, ya que apenas hay masa muscular asociada a este hueso.

“No obstante, el hecho de detectar marcas que posiblemente sean el resultado de la extracción de piel y plumas, no quiere decir que el animal fuera obtenido única y exclusivamente con esta finalidad, sino que esta fase del procesamiento fue llevado a cabo en el yacimiento”, señala Blasco.

Modelo tridimensional de marcas de corte en el hueso distal de un cisne. Qesem Cave. Ruth Blasco

Un caso especial

Sin duda, el caso que cabe resaltar en este estudio es el carpometacarpo (hueso distal del ala) de cisne, ya que es el elemento que presenta mayor número de incisiones y aserrados del conjunto, circunstancia que denota una insistencia en el procesado de esta parte del ala.
Dicha parte anatómica apenas presenta masa muscular, sólo piel, plumas y tendones. Las plumas de esta zona del ala son especialmente largas y estrechas, y la peculiaridad es que están fuertemente adheridas tanto al carpometacarpo como a las falanges, produciendo una elevada dificultad en su extracción.

“El hecho de detectar un número alto de marcas e incluso una fractura intencional por flexión indica que los recursos no alimentarios fueron especialmente buscados en este caso”, comenta Blasco.

El investigador del IPHES Jordi Rosell (derecha) con el profesor Ran Barkai, de la Universidad de Tel Aviv en el yacimiento de Qesem - IPHES

Las aves en el debate científico

La presencia de pequeños animales en el registro arqueológico paleolítico se ha considerado durante mucho tiempo una variable clave para evaluar aspectos fundamentales del comportamiento humano.
El origen de la inclusión de estos animales en la subsistencia humana ha generado un intenso debate durante los últimos cincuenta años vinculando modelos ecológicos con aspectos eco-sociales, medioambientales y culturales.

Las aves dentro de este debate ocupan un lugar destacado no solo debido a su pequeño tamaño o a las dificultades que implica su captura (principalmente debido a sus capacidades de vuelo y evasión), sino también a su posible papel simbólico en relación con los recursos no nutricionales que proporcionan (plumas, garras, etc.).

Fuentes: cenieh.es | iphes-noticies.blogspot.com | haaretz.com | 24 de septiembre de 2019

Una pelvis de hace 10 millones de años cuestiona cuándo y cómo nos pusimos de pie

Resto de una pelvis de Rudapithecus - Carol Ward

El estudio de un fósil de un raro y antiquísimo ancestro humano puede cambiar sustancialmente lo que sabemos sobre la evolución. Se trata de una pelvis de Rudapithecus hungaricus, un extraño homínido parecido a un mono que vivió en el centro de Europa hace 10 millones de años. Desenterrado en 2016 de una antigua mina cerca de la aldea de Rudabanya, en el norte de Hungría, el hueso sugiere que la capacidad humana de moverse sobre dos piernas podría tener orígenes ancestrales más profundos de lo que se pensaba.

Las investigaciones sobre Rudapithecus parecen indicar que era pariente de los simios y humanos africanos modernos, una sorpresa dada su ubicación en Europa. «Rudapithecus era bastante parecido a un mono y probablemente se movía entre las ramas como lo hacen los simios ahora, sosteniendo su cuerpo en posición vertical y trepando con los brazos», dice Carol Ward (izquierda), profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri y autora principal del estudio, que aparece publicado en Journal of Human Evolution. «Sin embargo, habría diferido de los grandes simios modernos al tener una espalda baja más flexible, lo que significaría que cuando caía al suelo, podría haber tenido la capacidad de pararse más como los humanos», explica. Es decir, caía al suelo de pie, no a cuatro patas.

Pelvis fósil de Rudapithecus -en el centro- en comparación con la de un macaco -a la izquierda- y un orangután a la derecha. Foto: University of Missouri.

Transición más directa

Los simios africanos modernos tienen una pelvis larga y una espalda baja y corta porque son animales muy grandes, una de las razones por las que normalmente caminan a cuatro patas cuando están en el suelo. Los humanos tienen espaldas inferiores más largas y flexibles, lo que les permite pararse erguidos y caminar eficientemente sobre dos piernas, una característica distintiva de la evolución humana.

Ward cree que si los humanos evolucionaron de una estructura corporal similar a la de un simio africano, se habrían requerido cambios sustanciales para alargar la espalda baja y acortar la pelvis. Si los humanos evolucionaron de un antepasado más parecido a Rudapithecus, esta transición habría sido mucho más directa.

Como el fósil no estaba 100% completo, durante su estudio el equipo utilizó nuevas técnicas de modelado 3D para completar digitalmente su forma y luego comparó sus modelos con animales modernos. «Pudimos determinar que Rudapithecus habría tenido un torso más flexible que los simios africanos de hoy porque era mucho más pequeño, solo del tamaño de un perro mediano», afirma Ward. «Esto es significativo porque nuestro hallazgo respalda la idea sugerida por otras evidencias de que los antepasados humanos podrían no haberse construido como los simios africanos modernos».


Los investigadores creen que Rudapithecus era bastante parecido a un mono, pero cuando caía se quedaba de pie como un humano - John Siddick.

Cambio radical

«Este fósil sugiere un cambio radical de paradigma para comprender los orígenes de los homínidos. Caminar erguido es el sello distintivo de nuestro linaje, y tradicionalmente nos hemos hecho la pregunta '¿por qué nos pusimos de pie?' para encontrar explicaciones sobre cómo y por qué se originó nuestro linaje. Sin embargo, esta nueva evidencia sugiere que hemos estado haciendo la pregunta equivocada todo el tiempo, y en su lugar deberíamos preguntarnos '¿por qué nuestros antepasados nunca se pusieron a cuatro patas?», explica la investigadora.
«Y si vamos a obtener las respuestas correctas sobre cómo y por qué evolucionamos, necesitamos hacer las preguntas correctas. Y este fósil de Rudapithecus pelvis nos muestra cuál es la pregunta correcta», añade.

Ward cree que el próximo paso será llevar a cabo un análisis 3D de otras partes del cuerpo fosilizado de Rudapithecus para obtener una imagen más completa de cómo se movía, dando una idea más clara de los ancestros de los simios y humanos africanos.

abc.es | nationalgeographic.com.es | 19 de septiembre de 2019

Descubren varias piezas de 60.000 años de antigüedad en la Cueva del Pendo (Cantabria)

Excavaciones Científicas Que Se Están Realizando En La Cueva Del Pendo AYUNTAMIENTO DE CAMARGO


El equipo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) de la Universidad de Cantabria está llevando a cabo a lo largo de esta semana la cuarta campaña de sus investigaciones en la Cueva del Pendo, en Camargo, Cantabria, y ya han hallado varias pieza con 60.000 años de antigüedad.

Se trata de puntas de flecha, además de otras herramientas como arpones para la pesca y huesos decorados con figuras de animales, junto a restos de huesos de diversas especies que dan idea de la dieta que siguieron, dientes de varias especies animales que habitaron la zona como colmillos de hienas, etc, según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de Camargo.
Las numerosas piezas que se están recogiendo en esta campaña científica, en la que colabora el Ayuntamiento de Camargo, se estudiarán a lo largo de los próximos meses en los laboratorios de la Universidad de Cantabria, de tal forma que se pueda seguir analizando las formas de vida del Homo sapiens durante el Paleolítico superior, y la del Homo neanderthalensis durante en el Paleolítico medio.

Estas campañas de investigación en la cueva camarguesa, incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008, tienen como objetivo seguir encontrando pistas que permitan analizar de manera cronológica la evolución de nuestra especie desde sus orígenes hasta alcanzar el pensamiento simbólico y abstracto.

Foto: Uno de los investigadores junto a útiles y herramientas de diversas épocas. / ALBERTO AJA

El primer teniente de alcalde, Héctor Lavín, el concejal de Patrimonio Cultural, José Salmón, el concejal de Turismo, Eugenio Gómez, y la concejala de Juntas Vecinales, Marián Vía, han visitado el desarrollo de estos trabajos que están siendo dirigidos por los investigadores Edgard Camarós y Marián Cueto, y que este año están centrados tanto en la zona donde realizó sus excavaciones Julio Martínez Santaolalla como en el área que hace décadas investigó Jesús Carballo.

Lavín ha destacado el "excelente trabajo que se está llevando a cabo para potenciar el valor científico que tiene El Pendo a la hora de erigirse como lugar clave para comprender la evolución de nuestra especie" dado que en ella se contabilizan "cientos de miles de restos dejados por las cientos de miles de personas que pudieron pasar por allí a lo largo de tantos periodos gracias al uso que tuvo la cueva durante miles de años" como lugar de reunión en el que se compartió conocimiento, mientras que Salmón ha recordado que la cavidad "constituye nuestro principal activo a la hora de poner en valor el patrimonio cultural de Camargo".

Gómez, por su parte, ha subrayado que desde el Ayuntamiento de Camargo se están llevando a cabo desde hace cinco años "importantes acciones encaminadas a promocionar la Cueva del Pendo y a potenciar su importancia arqueológica y turística tanto dentro como fuera del municipio" a través de iniciativas como talleres divulgativos para niños y adolescentes, cursos como los que se han llevado a cabo en verano a través de la UC, acciones de promoción en ferias turísticas y en citas culturales y deportivas, etc., mientras que Vía ha destacado el "orgullo" que supone para Camargo el contar con esta cavidad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008 y Patrimonio Rupestre Europeo por el Consejo de Europa 'Caminos de Arte Rupestre Prehistórico' en 2017. También en 2017 Camargo se sumó al convenio suscrito entre el Gobierno de Cantabria y el Consejo Departamental de La Dordoña (Francia) destinado a potenciar la colaboración en torno al patrimonio prehistórico de ambas regiones, para favorecer que la Cueva del Pendo sea conocida más allá de nuestras fronteras.


CARACTERÍSTICAS DE LA CUEVA

Se trata de una cueva que cuenta con muchos yacimientos dentro de una misma cavidad, lo que supone una importante diferencia con respecto a otras cuevas, ya que fue un área ocupada intensamente desde hace 85.000 años hasta la Edad del Bronce.
La Cueva cuenta además por el Friso de las Pinturas descubierto en 1997 cuyas imágenes destacan, entre otros aspectos, por ser más antiguas que las de Altamira y por el empleo en su confección de la perspectiva.

Esta cavidad se encuentra a sólo unos minutos de una de las principales vías de llegada de turistas a la comunidad autónoma como es el Aeropuerto de Parayas, así como cerca de los principales nudos de comunicación por carretera, ferrocarril, y barco. Además, la zona en la que se ubica está declarada como Área Natural de Especial Interés, que permite también asegurar la conservación de este entorno por su interés botánico, faunístico, ecológico, paisajístico y geológico. Por ello, en las inmediaciones de la cavidad se cuenta con una senda turística pedestre habilitada por el Ayuntamiento de Camargo, que permite conocer en profundidad la riqueza arqueológica y paisajística del lugar. Esta ruta cuenta además con paneles informativos en los que se ofrece información sobre la forma de vida de quienes habitaron la zona en la prehistoria, y en la que se pueden contemplar los dibujos de tres ciervas descubiertas en la cueva mediante análisis multiespectrales de la luz que permiten detectar pigmentos que son invisibles al ojo humano.

Fuente: 20minutos.es | 19 de septiembre de 2019

Marcos García Díez: "El arte paleolítico sirvió como elemento de cohesión, agrupación y creación de identidad"

Marcos García Díez, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense

El profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos García, ofrece esta tarde una conferencia, a las 20.30 horas, que bajo el título "El arte paleolítico: los orígenes del arte, los símbolos y las creencias", repasará la historia de las representaciones empleadas por nuestros antepasados para expresarse.

–Esta tarde ofrece una conferencia en La Alhóndiga. ¿Sobre qué va a versar?
–En la conferencia nos vamos a preguntar sobre el arte paleolítico desde el punto de vista simbólico. Formas, en mi opinión, que tuvimos la necesidad de inventarnos hace al menos unos 400.000 o 500.000 años. También realizaremos un repaso a las diferentes interpretaciones que se ha dado al arte paleolítico, tanto a la hora de construir un lenguaje, como a la hora de transmitir ideas o conceptos. Hablaremos de cuándo surgen los lenguajes gráficos, las formas en que transmiten información, ideas y conceptos y también nos preguntaremos cuándo esas formas realmente suponen un elemento que sirvió como componente de cohesión, de agrupación e identidad.

–¿Qué era lo que intentaban transmitir estos hombres primitivos a través de estas pinturas y grafías?
–Una de las cosas más relevantes es sin duda la idea de grupo. Nosotros hoy en día nos relacionamos socialmente con referentes como las banderas o los himnos. A una escala menor, a través de elementos como la ropa que llevamos. Y son estos elementos los que nos permiten rastrear cómo nos organizamos en la sociedad a diferentes niveles. Creo que el arte de nuestros antepasados va en ese sentido. Entonces, ¿para qué podría servir? Entre otros aspectos, para marcar los territorios, no en el sentido de propiedad, sino en cuanto a uso temporal de una superficie. Porque estas poblaciones eran grupos nómadas que iban marcando los territorios en los que estaban.

–¿Fueron evolucionando este tipo de manifestaciones a lo largo del tiempo?
–Hubo una evolución en cuanto al tipo de forma que se construía. A veces se trataba de signos. Otras veces eran animales o una combinación de los dos. El arte te permite ver cómo los territorios en determinados momentos han tenido una ocupación geográfica particular. Y eso no aclara más que el juego de las alianzas, de las redes sociales que existían en su día. Unas redes, que han ido cambiando a lo largo de la historia. Porque si el arte expresa algo, es el reflejo de esa diversidad, de esa multiculturalidad y de esa flexibilidad que tenemos las personas sobre los territorios.

–¿La aparición del arte supuso de alguna forma un punto de inflexión en la Historia de la Humanidad?
–Generalmente siempre tendemos a ver los cambios como saltos. Es uno de los errores que cometemos. Este arte, o lenguaje gráfico, realmente empieza a aparecer hace 500.000 años, de una forma sencilla, a través de líneas o líneas paralelas. Esas representaciones se van extendiendo, lo que indica que se produjo un proceso de socialización del arte y de la capacidad de transmitir ideas a partir de imágenes, no solo a través de su forma verbal. No se produjo un cambio o una ruptura, sino que a pesar de que la capacidad para realizarlo existía, probablemente tuvo que haber una necesidad social para que explotase, algo que se produjo hace unos 40.000 años. Fue un proceso progresivo de socialización de esta capacidad, de estas herramientas que están vinculadas a un ámbito cognitivo.

–¿Nos queda aún mucho por saber de nuestros antepasados?
–Partimos con una limitación, y es que jugamos con pocas evidencias. Tampoco tenemos ningún testimonio de cómo vivían. Por eso, a la hora de interpretarlo, usamos un razonamiento lógico. Nos basamos en lo que vemos y conocemos de grupos primitivos actuales. Y usamos, entre las diferentes teorías que podemos deducir por la etnografía, la que más se ajusta a los datos que tenemos. Aunque si algo nos muestra la etnografía es que, frente a un mismo significante puede haber varios significados. Es lo que hace que surjan los debates científicos.

Fuente: laopiniondezamora.es| 17 de septiembre de 2019

El norte de Francia ya estaba habitado hace más de 650.000 años

La primera evidencia de ocupación humana en el norte de Francia ha sido retrasada en 150.000 años, gracias a los hallazgos de un equipo de científicos del CNRS y el Musée National d'Histoire Naturelle en el sitio emblemático de Moulin Quignon, en el departamento del Somme. El sitio, ahora ubicado en los jardines de una urbanización en Abbeville, fue redescubierto en 2017, después de caer en el olvido durante más de 150 años.

Ubicación de Abbeville-Moulin Quignon y de algunos núcleos y lascas (puntos azules), yacimientos achelenses (puntos rojos) y de hallazgos fósiles tipo 'Homo heidelbergensis' (Mauer) en Europa. Capa de hielo MIS 12 según la línea de costa de Cromerian (en verde). Las flechas indican posibles rutas de comunicación durante los períodos interglacial (rojo) y glacial (azul).

Más de 260 objetos de sílex, incluidos 5 bifaces o hachas de mano, que datan entre 670.000 y 650.000 años atrás, han sido descubiertos en arenas y gravas depositadas por el río Somme a unos 30 metros sobre el valle actual.

Esto también hace que Moulin Quignon sea el enclave más antiguo del noroeste de Europa donde se han encontrado bifaces. El descubrimiento confirma la posición central del Valle de Somme en los debates actuales sobre los asentamientos más antiguos de Europa y su ocupación por el Homo heidelbergensis.

De hecho, en el sur de Europa, los yacimientos italianos y españoles arrojan rastros de ocupaciones tempranas entre 1,4 y 1,2 millones de años, a pesar de las revisiones críticas, y ocupaciones achelenses de hace más de 600.000 años. La primera evidencia de la cultura achelense en el centro de Francia data alrededor de hace 700.000 años y no se conocen bifaces achelenses en Inglaterra antes de 500.000 años.

Fotografías de tres de los bifaces descubiertos durante la excavación arqueológica en Moulin Quignon. (a) Bifaz con recubrimientos negros de óxidos de Fe-Mn típicos de artefactos líticos descubiertos en la parte inferior de la secuencia de Moulin Quignon. (b) Bifaz de la unidad Grs-j. (c, d) vista facial y lateral de un bifaz de la unidad Grs-j con base gruesa.


Ahora se sabe que las tradiciones caracterizadas por una elaborada tecnología bifacial se produjeron en el noroeste de Europa en el mismo periodo temporal (hace entre 700.000 y 600.000 años) que en el sur de Europa.

El redescubrimiento y la datación absoluta del sitio Moulin Quignon también contribuyen a nuestro conocimiento del origen de la cultura achelense y el momento de su dispersión en Europa. Nuestros resultados confirman la antigüedad de la primera tecnología bifacial tanto en el norte como en el sur de Europa. También indican que los homínidos asociados con la tecnología achelense, con toda probabilidad Homo heidelbergensis, pudieron expandirse a las latitudes del norte tan pronto como hace 670–650.000 años, que es mucho antes de lo previsto anteriormente, y no solo durante los períodos interglaciales.

El estudio fue publicado en la revista Scientific Reports.

Fuente: phys.org | 17 de septiembre de 2019

Descubren una lauda sepulcral visigoda en Oreto (Ciudad Real)

Los últimos trabajos arqueológicos realizados en el yacimiento arqueológico de Oreto, ubicado en la localidad de Granátula de Calatrava (Ciudad Real), han permitido extraer una lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del Obispado visigodo de Oretum llamado Aurelius Vincentius.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en valor estos trabajos, porque la recuperación de esta lauda sepulcral visigoda constituye uno de los mejores exponentes de la epigrafía funeraria sobre mosaico en España y en Europa. Los trabajos de investigación en este yacimiento han recibido este año una subvención de 13.855 euros de la Junta de Comunidades, lo que supone un 74 por ciento de la financiación del proyecto.

Tras el estudio de su estado de conservación realizado en 2018, el equipo de dirección del yacimiento arqueológico -conformado por el profesor de la Universidad de Alicante, Antonio Manuel Poveda, y el arqueólogo José Luis Fuentes- decidió optar por la extracción para su restauración y musealización posterior, dadas las dificultades de conservación y carencias de seguridad que tenía el bien en el yacimiento.


Entre los días 9 al 13 de septiembre, un equipo de restauradores, dirigidos por Cristina Peña, y de arqueólogos, dirigido por José Luis Fuentes, han procedido a la extracción de los elementos integrantes de la lauda, lo que permitirá la excavación de la sepultura de la dignidad eclesiástica.

En este yacimiento se vienen desarrollando diversas investigaciones que tienen como objetivo fundamental ampliar la base de conocimiento de la extensión del conjunto arqueológico de Oretum, mediante la realización de sondeos geofísicos por georradar en el 'Oppidum de Orissia', el Cerro de los Obispos y en el yacimiento de 'Oretum-Urit'. También se están desarrollando estudios de la arquitectura ornamental paleocristiana y visigoda del Obispado Visigodo de Oretum, así como de un conjunto de tumbas de la extensa necrópolis y pertenecientes a la fase visigoda del yacimiento.

Fuente: latribunadeciudadreal.es | 14 de septiembre de 2019

La Colección Visigoda del MNAR de Mérida reabre al público tras las obras en Santa Clara

La Colección Visigoda del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) de Mérida, la "más importante" de la península ibérica sobre cultura visigoda, se reabre al público tras finalizar las obras de reparación llevadas a cabo en la iglesia de Santa Clara de la capital extremeña, sede de la colección.

En concreto, la sala se cerró el pasado 22 de marzo para evitar "posibles desprendimientos de materiales", tras la aparición de "fisuras" en la cúpula de la iglesia.

Así pues, una vez realizados los estudios previos, el Ministerio de Cultura y Deporte inició las obras el 15 de julio para asegurar la estructura de la cúpula y del muro medianero del coro, tal y como informa en una nota de prensa el MNAR, añadiendo que la inversión total ha ascendido a 17.413 euros.

Cabe recordar que la iglesia del Convento de Santa Clara fue la primera sede del Museo Arqueológico de Mérida desde su creación en 1838. Tras el traslado al nuevo edificio de la colección romana en 1986, la Iglesia ha alojado la exposición permanente de la colección visigoda.

Asimismo, el edificio fue construido entre 1625 y 1675, con un esquema clásico de planta de cruz latina y nave única, con cúpula sobre el crucero.

Fuente: regiondigital.com | 11 de septiembre de 2019

La producción de alquitrán de abedul no prueba la complejidad del comportamiento de los neandertales

Configuración experimental para la producción de alquitrán de abedul. Los investigadores quemaron corteza de abedul cerca de superficies planas que los neandertales habrían utilizado. Crédito: Universidad de Tubinga, Bendición de Matías

Los neandertales y otros humanos primitivos produjeron un pegamento alquitranado a partir de la corteza de abedul. Esto ha sido considerado durante mucho tiempo como prueba de un alto nivel de desarrollo cognitivo y cultural. Los investigadores han creído siempre que el alquitrán de abedul, utilizado por los neandertales para fabricar herramientas, solo podía crearse a través de un proceso complejo en el que la corteza tenía que calentarse en ausencia de aire.

Sin embargo, un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Tübingen y que incluye profesores del Departamento de Antropología de la Universidad de Nueva York y la Facultad de Ingeniería Tandon de la Universidad de Nueva York descubrió que hay una manera muy simple de hacer este pegamento útil.

El estudio fue publicado el 19 de agosto en Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

"Nuestro artículo cuestiona las creencias comunes de que la presencia de alquitrán de abedul en los conjuntos arqueológicos neandertales significa que tenían habilidades cognitivas sofisticadas al respecto", dijo el coautor Radu Iovita (izquierda) un paleoantropólogo y arqueólogo paleolítico del Departamento de Antropología de la Universidad de Nueva York y miembro de la facultad de Departamento de Prehistoria Temprana y Ecología Cuaternaria de la Universidad de Tubinga.

Investigadores anteriores habían experimentado con fosas, estructuras de arcilla, montículos de cenizas y recipientes de metal y cerámica como medios para calentar la corteza en ausencia de oxígeno. En cambio, este equipo de investigación experimentó con materiales ordinarios disponibles en la Edad de Piedra.

Recogieron corteza de abedul recién cortada o corteza muerta en el bosque y la quemaron cerca de piedras planas de río. Después de tres horas, el proceso produjo una cantidad utilizable de un material adhesivo negro. El alquitrán podría ser fácilmente raspado de la superficie de las piedras. Sus características moleculares eran similares a las muestras arqueológicas de los sitios neandertales y, lo que es más importante, formó un pegamento más fuerte que el alquitrán producido en procesos libres de oxígeno más complejos.

Después de quemar la corteza de abedul en piedra, la piedra se cubre con alquitrán. Crédito: Universidad de Tubinga, Claudio Tennie

El equipo utilizó el adhesivo obtenido para hacer una herramienta de raspar madera y recurrió a un robot que utilizaba tecnología de control de fuerza desarrollada por Ludovic Righetti y Johannes Pfleging.

Righetti es profesor asociado en los departamentos de Ingeniería Eléctrica e Informática y de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de NYU Tandon, e investigador principal en el Instituto Max-Planck para Sistemas Inteligentes en Tubinga. Pfleging es profesor visitante de antropología en la Universidad de Nueva York y estudiante de doctorado en robótica en el Instituto Federal de Tecnología (ETH) en Zürich, Suiza.

Su brazo robótico arrastró la herramienta con una precisión que los humanos no pueden emular con más de 170 golpes. El enfoque también permitió a los investigadores medir los efectos con precisión: la herramienta no mostró debilitamiento del adhesivo.

Un robot que utilizó tecnología de control de fuerza desarrollado por Ludovic Righetti y Johannes Pfleging probó el adhesivo raspando un bloque de madera 170 veces. Crédito: NYU Tandon, Johannes Pfleging

En otra prueba, los investigadores usaron el adhesivo para pegar un raspador de piedra a un mango de madera, como lo habrían hecho los neandertales. Iovita pudo raspar la dura membrana externa del hueso del muslo de una pantorrilla animal.

Los investigadores dicen que este método de hacer alquitrán de abedul es tan simple que los primeros humanos podrían haberlo descubierto fácilmente por accidente en el curso de sus actividades cotidianas. Por lo tanto, la producción y el uso de alquitrán de abedul no pueden servir como un indicador de comportamiento moderno o complejo.

Los investigadores utilizaron el alquitrán de abedul para unir el pedernal a un palo de madera, tal como lo habrían hecho los neandertales. El palo de madera se transformó en una especie de broca para que el brazo robótico de control de fuerza pudiera probar con precisión la adhesión. Crédito: NYU Tandon, Johannes Pfleging

"La extracción de alquitrán de abedul no prueba, por tanto, la complejidad del comportamiento de los neandertales", escribe Iovita.

Fuente: phys.org | 20 de agosto de 2019