La migración humana fuera de África pudo haber seguido el desarrollo de los monzones en el Próximo Oriente

Ian Orland en la cueva Soreq, Israel, donde algunas formaciones de cuevas de calcita tienen 185.000 años. Crédito: Ian Orland


El año pasado, un equipo de científicos anunció que una mandíbula humana y herramientas prehistóricas encontradas en 2002 en la Cueva Misliya, en el extremo occidental de Israel, tenían entre 194.000 y 177.000. Tal hallazgo sugiere que los humanos modernos, que se originaron en África, comenzaron a emigrar de este continente al menos 40.000 años antes de lo que los científicos pensaban anteriormente.

Pero la historia de cómo y cuándo los humanos modernos se originaron y se extendieron por todo el mundo todavía está en forma de borrador. Esto se debe a que la ciencia no ha determinado cuántas veces los humanos modernos abandonaron África, o cuántas rutas pudieron haber tomado.
Un nuevo estudio publicado esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) por geocientíficos y climatólogos estadounidenses e israelíes proporciona evidencias de que los monzones de verano de Asia y África pudieron haber llegado al Próximo Oriente durante períodos de tiempo que se remontan a hace por los menos 125.000 años, proporcionando corredores adecuados para la migración humana.

El momento probable de esta expansión de los monzones hacia el norte correspondió a cambios cíclicos en la órbita de la Tierra que habrían acercado el hemisferio norte al Sol y provocado un aumento de las precipitaciones de verano, lo cual, a su vez, pudo haber un aumentado la vegetación y favorecer la migración de animales y humanos.

"Podría ser un contexto importante para los expertos que estudian cómo, por qué y cuándo los primeros humanos modernos estaban migrando fuera de África", dice el autor principal Ian Orland (izquierda), un geocientífico de la Universidad de Wisconsin-Madison, y ahora en Estudios de Historia Natural y Geológica de Wisconsin. "El Mediterráneo oriental fue un cuello de botella crítico en esa ruta fuera de África, y, si nuestra sugerencia es correcta, hace 125.000 años y potencialmente en otros períodos, pudo haber habido lluvias más consistentes durante todo el año que habrían mejorado la capacidad de los humanos para migrar".

Mientras los humanos han realizado registros climáticos, los inviernos han sido húmedos y los veranos calurosos y secos en el Levante, una región que incluye a Israel, Siria, Líbano, Jordania y Palestina. Antes de los tiempos modernos esos veranos calurosos y secos habrían representado una barrera significativa para los individuos que intentaban moverse por aquellos paisajes.

Sin embargo, a los científicos les ha resultado difícil determinar qué tipos de patrones de precipitación podrían haber existido en el Levante prehistórico. Algunos estudios que han examinado una variedad de evidencias, entre las que se incluyen registros del polen, lechos de lagos antiguos y sedimentos del Mar Muerto, junto con algunos estudios de modelación climática, indican que los veranos en la región pudieron, en ocasiones, haber sido húmedos.

Foto: Estalactitas en la Cueva de Shorek

Para tratar de comprender mejor esta estacionalidad, Orland y sus colegas observaron formaciones de cavidades llamadas espeleotemas en la cueva de Shoreq, en Israel. Los espeleotemas, como las estalactitas y las estalagmitas, se forman cuando el agua gotea en una cueva y deposita un mineral llamado calcita. El agua contiene huellas dactilares químicas llamadas isótopos que mantienen un registro -como un archivo- del tiempo y de las condiciones ambiantales en las que han crecido los espeleotemas.
Entre estos isótopos hay diferentes formas de moléculas de oxígeno: una forma ligera llamada O16 y una forma pesada llamada O18. Hoy en día, el agua que contribuye al crecimiento de los espeleotemas durante gran parte del año tiene tanto oxígeno pesado como ligero, y el oxígeno ligero es proporcionado, predominantemente, por las tormentas de lluvia durante la estación húmeda de invierno.

Orland y sus colegas plantearon la hipótesis de que podrían ser capaces de discernir, a partir de los espeleotemas, si dos estaciones de lluvias habían contribuido a su crecimiento en el pasado, dado que podrían mostrar una firma similar de oxígeno ligero tanto en su crecimiento en invierno como en verano.
Imagen escaneada de una muestra de espeleotemas (sección transversal y vertical) analizada en el trabajo de investigación. Las muestras se cortaron en bloques de 1,5 cm de largo. Los cuadros rojos describen las áreas analizadas.


Para hacer esta comparación los científicos tuvieron que hacer mediciones de isótopos a través de bandas de crecimiento individuales, las cuales son más estrechas que un cabello humano. Mediante el uso de un instrumento de precisión del Departamento de Geociencia de la UW–Madison, llamado microprobeta iónica, el equipo midió las cantidades relativas de oxígeno ligero y pesado en los desarrollos estacionales a través de las bandas de crecimiento de dos espeleotemas de hace 125.000 años en la cueva de Shoreq.
Esta ha sido la primera vez que cambios estacionales pudieron ser directamente medidos en un espeleotema tan antiguo.

Al mismo tiempo que Orland estaba en busca de respuestas geológicas, su colega de la UW–Madison en el Instituto Nelson del Centro de Estudios Ambientales para la Investigación Climática, Feng He (izquierda), estaba usando independientemente modelos climáticos para examinar cómo la vegetación del planeta había cambiado a través de las fluctuaciones estacionales en los últimos 800.000 años. Colegas desde la escuela de posgrado, él y Orland se unieron para combinar sus respectivos enfoques después de apreciar que sus estudios eran complementarios.

Un estudio previo realizado en 2014 por el climatólogo y profesor emérito de la UW-Madison, John Kutzbach, mostraba que el Próximo Oriente pudo haber sido más cálido y húmedo de lo normal durante dos períodos de tiempo que corresponden aproximadamente a 125.000 años atrás y a hace 105.000 años. Por contra, en un punto intermedio, hace 115.000 años, las condiciones fueron más similares a las actuales.

Los períodos de tiempo más húmedos correspondieron a un pico de insolación durante el verano en el hemisferio norte, cuando la Tierra pasa más cerca del Sol debido a cambios sutiles en su órbita. El período de tiempo más seco correspondió a una de sus órbitas más lejanas del Sol. Las estaciones del monzón tienden a ser más fuertes durante la insolación máxima.

Esto le brindó a Feng He la oportunidad de estudiar las precipitaciones durante las altas y bajas insolaciones en las temporadas de verano del Próximo Oriente y observar sus firmas isotópicas. El modelo climático empleado "alimentó la hipótesis del monzón de verano”, pues sugirió que "bajo estas condiciones, los monzones podrían haber llegado al Próximo Oriente y tendrían una firma baja de O18", dice He, coautor del estudio. "Es un período muy intrigante en términos climáticos y de evolución humana".

Su modelo mostró que la expansión hacia el norte de los monzones de verano de África y Asia fue posible durante este período de tiempo, y habrían traído precipitaciones significativas al Levante en los meses de verano, y por tanto duplicado casi la precipitación anual en la región, al tiempo que habrían dejado una firma isotópica del oxígeno similar a las lluvias de invierno.

Por su parte, el análisis isotópico de los espeleotemas llevado a cabo por Orland también sugería que los veranos habían sido más lluviosos durante la insolación máxima hace 125.000 y 105.000 años.
Por razones similares, el Próximo Oriente también pudo haber sido cálido y húmedo hace unos 176.000 años, es decir, cuando la mandíbula de la Cueva de Misliya llegó a la misma, dicen los investigadores. Y anteriormente a esta mandíbula, fósiles humanos más antiguos y modernos fuera de África fueron hallados en la cueva de Skhūl, en Israel, los cuales datan entre 120.000 y 80.000 años atrás.

En general, el estudio sugiere que durante un período de tiempo en que los humanos y sus antepasados exploraron más allá del continente africano, las condiciones climáticas pudieron haberles sido favorables para atravesar el Levante.

"La migración humana fuera de África ocurrió a impulsos, lo que definitivamente es consistente con nuestra idea de que, cada vez que la Tierra estaba más cerca del Sol, el monzón de verano era más fuerte y esa fue una ventana climática que se abrió y brindó oportunidades para la migración humana fuera del continente africano”, concluye Feng He.

Fuente: Universidad de Wisconsin-Madison | 25 de noviembre de 2019

El campo de menhires del Guadiana es el más importante de Europa

Amontonamientos de piedras donde se detectan algunos menhires. / M. G.

En el término municipal de Ayamonte se encuentra el campo de menhires más importante de Europa, es a la conclusión a la que llegan expertos de distintas universidades españolas. Se trata de cientos de menhires decorados, de tamaño entre los 20 centímetros y los tres metros, en muy distintas posiciones. En la zona donde se realizaron destoconamientos de eucaliptos quedan majanos con grandes amontonamiento de menhires.

En la Finca la Torre y La Janera, que se extiende además desde Ayamonte (Huelva) por una pequeña parte del término municipal de Villablanca, se encuentra un yacimiento megalítico que corresponde con la importancia que tiene esta zona de la desembocadura del río Guadiana en la frontera con Portugal. En el país vecino también se han encontrado evidencias arqueológicas relevantes.

En esta zona fronteriza hay dos yacimientos catalogados, correspondientes a una cata arqueológica de la Mancomunidad Beturia y otro que aparece en la prospección de una línea eléctrica, para la evacuación de la corriente de un parque eólico.
Igualmente, en el termino municipal de Paymogo (Huelva) existen registros de interés prehistóricos. Donde ahora se fija la atención arqueológica es en esta finca, que supera todas las expectativas encontradas hasta el momento.


Estos menhires aparecieron en la prospección arqueológica que marca Cultura ante la petición de la propiedad de la finca para convertir 400 hectáreas en regadío, para lo que cuenta con la aprobación de Medioambiente. Esta cautela, que se pone en 2005, es la que va a aconsejar una posterior intervención para conocer con más detalle las características del yacimiento.
En este primer informe solicitado por Cultura consta que aparecen cientos de amontonamientos de piedras de menhires prehistóricos, más un número indeterminado distribuidos en la finca, unos movidos y otros clavados in situ.

Se encuentran estructuras de menhires de tipo crómlech, monumentos megalíticos circulares de gran interés, y cientos de estos con decoraciones. Existen varias hileras de menhires de más de 100 metros de largo y 50 de ancho, que se alinean con el sol.
El estudio de especialistas geólogos confirma la existencia de grabaciones en las piedras. Mientras que hay arqueólogos que destacan la importancia del yacimiento prehistórico, señalando que en Europa no hay nada que se pueda comparar con esto, dada su relevancia.


Lo cierto es que en este campo de menhires no se sabe cuántos cientos puede haber en toda la finca. El proyecto agrícola se reactiva en 2018 y con ello se tiene que volver a las indicaciones de Cultura, que marca la necesidad de una intervención arqueológica de mayor estudio, ante los interesantes resultados hallados en la primera prospección.

La Delegación de Cultura mandó a primeros de 2019 que se realizara una investigación en profundidad que hasta el momento no se ha realizado. En este sentido cabe destacar el compromiso manifestado en su momento por las universidades de Huelva, Sevilla y Alcalá de Henares para realizar la investigación, ante los conocimientos que pueden aportar en esta materia.
Por otra parte, señalar que hay una segunda resolución por parte de Cultura destinada a una zona de 100 hectáreas, donde se indica que hay menos evidencias arqueológicas. Aquí se realiza un vuelo topográfico de precisión en el que al parecer solo se detectan varias anomalías de interés arqueológico, que quedarán balizadas y, con ello, liberado el resto del espacio. Mientras, expertos entienden que no se cumple con lo mandado por Cultura, que incide en la necesidad de un estudio en profundidad y no en una prospección visual.

Fuente: huelvainformacion.es | 26 de noviembre de 2019

“Los menhires del Guadiana pondrán a la provincia en el primer plano internacional”


La Delegación de Cultura ha confirmado la importancia del conjunto megalítico de menhires del Guadiana, que ayer adelantó Huelva Información, y que se encuentra en una finca de Ayamonte (Huelva), para cuyo estudio hay una dotación económica por parte de la Junta de Andalucía que asciende a 75.000 euros. José Correa, delegado de Fomento y Cultura, señala que “este campo de menhires es muy importante para nuestra provincia, la va a poner en el primer plano internacional en megalitismo”.

Se trata de una concentración de menhires que superan los cien, algunos de ellos se ven alineados con el sol y en estructuras circulares tipo crómlech; y algunos con grabados en la piedra. Como adelantó este periódico, en 2015 se llevó a cabo una prospección arqueológica para la instalación de unos molinos eólicos en la Finca la Torre y la Janera, “entonces se realizó una prospección arqueológica y no había prácticamente nada”, confirma el delegado.Ahora es la empresa Valle del Guadiana la que solicita en 2018 la transformación de la finca de forestal a agrícola, según información de Cultura que destaca que “desde una visualización de la zona se comprueba la existencia de elementos que pueden tener relevancia”.

Es por lo que, como señala el delegado José Correa, “se le exige al Valle del Guadiana un estudio arqueológico que realiza la empresa Ánfora”. En el informe elaborado, que llegó a la Delegación de Cultura el pasado mes de agosto, se resalta el interés por este entorno. “Al leer la memoria se da cuenta que tiene importancia relevante para proceder a una cautela de la finca”, por lo que Cultura quiere conocer ahora “qué parte está afectada o cuál es menor o muy poco significativa”.
En este sentido, Cultura recuerda que en el interés por conocer más a fondo la importancia del yacimiento prehistórico “se solicitó el criterio de especialistas, se contó con la valoración de técnicos de las universidades de Alcalá de Henares y de Huelva, y se encontraron evidencias de su importancia y relevancia”.

Cabecera de menhir decorado. / M. G.

Este campo de menhires del Guadiana será estudiado en más profundidad como adelanta José Correa, con lo que deja fuera todo tipo de especulación que se pueda crear sobre el conjunto megalítico. “Se promueve el estudio integral que se realizará en 2020; con esta investigación sabremos hasta qué punto de relevancia estamos hablando”, dice.Un estudio que no está asignado aún y José Correa espera “que intervengan la Universidad de Huelva y otras universidades, que “aporten sus conocimientos los mayores expertos en megalitismo; serán los técnicos los que nos digan la importancia del yacimiento”.

La dotación económica por parte de la Junta de Andalucía es de 75.000 euros que, según el delegado, “se podrá disponer a primeros de 2020, ya que se trata de una partida que está incluida ya en los presupuesto, a la que se podrá unir otras anualmente dependiendo de la importancia de lo que se encuentre”.

Hay más de cien menhires, algunos de pie, pero lo importante está ahora en lo que señala el delegado, el hecho de conocer en verdad la dimensión del yacimiento. “Es un lugar de matorral de más de un metro -destaca-, en el que ahora mismo lo más que se puede hacer es intuir lo que hay, por lo que se está a la espera de lo se encuentre”.

Insiste en la importancia de este yacimiento prehistórico para la provincia, a la vez que tranquiliza de su futuro. “Es una finca de 600 hectáreas y no toda está afectada; donde se ha encontrado restos de interés arqueológicos se ha realizado la cautela y no se puede tocar; ahora se verá a lo que afecta el resto”, dice José Correa.

La alcaldesa de Ayamonte espera su puesta en valor

La alcaldesa de Ayamonte, Natalia Santos, dijo ayer sobre el yacimiento prehistórico que espera que “no sean ciertas algunas informaciones que me están llegando en el día de hoy y que, presuntamente, podrían afectar a estos hallazgos arqueológicos”, a la vez que espera que el actual delegado de Cultura, “sea lo suficientemente sensible” y “que no esté permitiendo actividad alguna que pueda atentar contra tan extraordinario patrimonio”.

Natalia Santos manifiesta que “desde el Ayuntamiento de Ayamonte apostaremos por el desarrollo de este yacimiento arqueológico del gran valor”. Al igual, recuerda que en su etapa de delegada de Cultura es cuando se pone la cautela y la petición del informe de 2018.

Fuente: huelvainformación.es | 27 de noviembre de 2019

Madrid ha preservado una de las mayores concentraciones de yacimientos paleolíticos de Europa

Los investigadores Susana Rubio-Jara y Joaquín Panera, del Programa de Arqueología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y el geoarqueólogo Alfredo Pérez-González, son los editores de un volumen especial de la revista Quaternary International sobre el Pleistoceno de los valles de los ríos Manzanares y Jarama (Madrid). Situados estratégicamente en el centro de la península ibérica, han preservado una de las mayores concentraciones de yacimientos paleolíticos de Europa que abarcan un período de unos 800.000 años.
Un equipo multidisciplinar coordinado por los editores de este volumen monográfico ha desarrollado durante los últimos años un proyecto de investigación, cuyos resultados se recogen en parte en los diez artículos científicos de este número especial, sobre evolución climática, paisaje, restos paleontológicos y comportamiento de diferentes especies humanas. Parte de estos trabajos han sido financiados por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, y por el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.

Las características geológicas de los valles de los ríos Manzanares y Jarama, en combinación con la explotación de áridos y la proximidad de la ciudad de Madrid han favorecido el hallazgo de numerosos descubrimientos de herramientas del Paleolítico y restos paleontológicos desde que en 1862 se identificaran útiles líticos en el Cerro de San Isidro.
Dicho yacimiento es uno de los primeros de Europa que permitieron plantear una antigüedad para el origen del ser humano muy alejada de lo que se suponía en ese momento. Desde entonces, esta zona ha sido objeto de especial atención en la prehistoria europea.

Prácticamente todos los depósitos fluviales preservados en estos valles madrileños, desde finales del Pleistoceno Inferior al final del Pleistoceno Superior, conservan vestigios de ocupaciones humanas, que se corresponden con el Paleolítico Inferior ("conjuntos de núcleos y lascas" y achelenses), Paleolítico Medio, y Paleolítico Superior, "lo que posibilita el estudio de la variabilidad del comportamiento de grupos humanos a lo largo de este período en un mismo marco geográfico, el estudio de la coexistencia entre grupos con diferentes tradiciones tecnológicas, y sus dinámicas de población", explica Joaquín Panera.

Fuente: burgosnoticias.com | 27 de noviembre de 2019

El caballo era el rey de los animales... miles de años antes de ser domesticado

Los caballos prehistóricos representados en la gruta Chauvet, en Francia (PNAS)

En el arte rupestre, el caballo tenía una papel especial. Acostumbra a ser la imagen principal dentro de la “jerarquía” de los animales representados hace miles de años por humanos en las paredes de distintas cuevas repartidas por toda Europa. “A menudo se destacan por su notable ubicación, tamaño y la calidad estética de sus representaciones”, señala el investigador Georges Sauvet.
Este arqueólogo (izquierda), del Centre de Recherche et d’étude préhistorique (CREAP) de la Universidad de Toulouse ha reunido una base de datos con más de 4.700 representaciones de animales y ha constatado que "Los caballos son marcadamente diferentes de las de otras especies que comienzan en el Auriñaciense y continúan en todo el Paleolítico Superior, y en toda el área franco-cantábrica”.
El equino era visto como un rey por los humanos miles de años antes de que estos decidieran (o consiguieran) su domesticación. Las pinturas analizadas son de un periodo situado hace entre 12.000 y 30.000 años, mientras que la evidencia más clara y temprana del uso de este animal como medio de transporte se halla en los enterramientos con carros alrededor del 2.000 antes de Cristo.
“La representación de los equinos en las imágenes paleolíticas puede entenderse como un dominio conceptual y una posición clave en los principios de organización. El caballo comprende más de una cuarta parte del bestiario y está presente en más de tres cuartas partes de las regiones de Europa en el Paleolítico superior”, señala el investigador en un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports .

Cueva de Lascaux. Friso de los cinco pequeños caballos.

Según escribe Georges Sauvet, “Hubo una cohesión significativa y expansiva en las creencias subyacentes y la expresión artística de estos cazadores-recolectores paleolíticos” que pueden entenderse como “un indicador de la existencia de redes de intercambio”. Las variaciones regionales observadas en los corceles son “principalmente estilísticas y temáticas”.


Foto: cabeza de caballo grabada en la Cueva de Comarque (Francia)

“Incluso el mayor número de representaciones posteriores en la región cantábrica o la ‘preferencia’ por las representaciones de mamut en el Périgord (suroeste de Francia) no socavan la primacía del caballo como el sujeto preferido”, concluye el investigador. De hecho, por cada cuatro animales (leones, rinocerontes, mamuts, bisontes y osos, entre otros), seguramente uno será un caballo.

El hecho de que los humanos del Paleolítico le dieran tanta preeminencia a los equinos sorprenden no solo por el hecho de que ocurrió miles de años antes de domesticar esta especie. También es destacable que, en aquella época, eran los renos los que proporcionaban la mayor parte de la carne que se consumía.

Mientras que la mayoría de los animales se dibujan orientados hacia la izquierda, los caballos son la única especie predominantemente orientada hacia la derecha. Además, eligieron lugares notables, altos y visibles, para dibujar grandes equinos que estaban “en la cima”, sobre el resto de las especies.

Foto: Caballo de la cueva Rouffignac (Francia)

Un caballo de 2,70 metros de largo dibujado en el gran techo de la cueva Rouffignac, en Dordoña, en el suroeste de Francia, es probablemente el equino más grande del arte rupestre paleolítico descubierto hasta este momento. Debajo hay un anillo formado por bisontes, ibex, mamuts y rinocerontes.

Fuente: lavanguardia.com | 25 de noviembre de 2019

Hallan en Roma, bajo la Basilica de Majencio, la "farmacia" imperial que Galeno frecuentaba

Roma es una eterna sorpresa. El último descubrimiento de la ciudad eterna ha sido el almacén de especias imperial (Horrea piperiana) bajo la Basílica de Majencio, en unas excavaciones realizadas a unos cuatro metros de profundidad, en el área del Foro Romano, a un paso del Coliseo. Por el momento se ha excavado un edificio de planta rectangular, con un patio porticado y una bañera en medio, dividido en una serie de salas que servían como almacén. La trama es de novela.

Investigadores la Universidad La Sapienza de Roma, dirigidos por el profesor de arqueología Domenico Palombi (izquierda) ha identificado el almacén de especias que visitaba Galeno de Pérgamo (Pérgamo, 129 – Roma, 210/216 d.C.), el médico más famoso de la antigüedad. Sus puntos de vista y dominaron la medicina europea durante mas de mil años en diversos campos: anatomía, fisiología, neurología y farmacología, además de la filosofía y la lógica.
La investigación del equipo de La Sapienza se concentró en el complejo de los Horrea piperiana, construido por el emperador Domiciano (51-96 d.C.) con almacenes para pimienta y las preciadas especias que llegaban a Roma desde todos los ángulos del imperio, para ser utilizadas en fármacos y ungüentos.
Los médicos acudían a este complejo para obtener ingredientes para sus pócimas curativas, o para estudiar sus propiedades, aunque siempre tenían prioridad los que servían a la familia imperial.


Sin embargo también recurrían a este almacén los catorce médicos públicos que atendían a los ciudadanos romanos en los distintos barrios, pagados por las arcas del Estado, e incluso el doctor específico que trataba a las vírgenes sacerdotisas de Vesta.

Palombi ha explicado el gran valor que tenían las especias: «Representaban una riqueza que el emperador apreciaba de forma especial, de ahí que construyera los almacenes cerca del palacio. Algunas provincias del imperio pagaban los impuestos con bienes prestigiosos: las especias y el papiro eran un ejemplo. La primera elección de las especias correspondía al emperador, para la corte y el ejército; el resto se comercializaba con precios establecidos por el emperador».


Los Horrea piperiana o Piperataria eran muy frecuentados por médicos que utilizaban las especias para sus preparaciones farmacéuticas. Era el caso de Galeno, que era el médico de la corte imperial, ligado a Marco Aurelio y su hijo Cómodo.

Se sabe que este afamado médico, filósofo y teórico, con permiso de Hipócrates, estuvo en este lugar, pues así lo reconoce él mismo en los numerosos documentos escritos que legó para la posteridad. En estos textos hablaba de un distrito dedicado a las ciencias médicas enclavado en los Foros romanos, a los pies de la colina del Palatino, donde se podía comprar toda clase de productos, materias primas e instrumental quirúrgico.

Pero también reconocía su aprecio por un edificio triunfal que colinda con los almacenes, el Templo de la Paz, mandado construir por el emperador Vespasiano entre el 71 y el 75 d.C para conmemorar la victoria sobre los hebreos y la toma de Jerusalén. Este complejo contaba con una imponente biblioteca, una de las más importantes del momento, y en sus auditorios Galeno demostró sus dotes científicas con clases magistrales y disecciones animales.


Palombi insiste en que no se ha descubierto el laboratorio de Galeno, tal y como se empeñan en escribir los medios en Italia, sino un lugar muy importante para el poder, por el control que tenía sobre la medicina, que seguramente frecuentó y usó el famoso médico.

Por ello apunta que sí se puede considerar esta botica pública romana como un lugar importante en el desempeño de su labor, e incluso se sabe que se hizo con un inmueble en el que guardaba objetos de valor cuando abandonaba aquella Roma caput mundi.

Una nueva página en la historia de los Foros

Los horrea, estos almacenes de especias, son "un lugar jamás estudiado e inédito", según Palombi. Por esa razón los gestores del Parque Arqueológico ultiman un proyecto que permitirá la visita del público previsiblemente a finales de 2020.
La idea es que el visitante encuentre este lugar intacto, tal y como ha quedado tras el paso del tiempo: "Dejaremos todo como lo hemos encontrado", explica a Efe la arquitecta encargada del proyecto, Cristina Collettini.


Las visitas serán en pequeños grupos, pues el espacio es ciertamente reducido, y discurrirán por una pasarela suspendida desde la que se podrán ver proyecciones explicativas. La directora del Parque Arqueológico, Alfonsina Russo (izquierda) celebró que las excavaciones en este lugar han sacado a la luz fases importantes de su historia, con asentamientos arquitectónicos que transcurren a lo largo de cuatro siglos.
Y destaca que los Foros, con sus 77 hectáreas de extensión, siguen sorprendiendo: «La historia se enriquece cada vez más mediante la investigación arqueológica», zanja.

Fuentes: abc.es | lasprovincias.es | ilmessaggero.it | 28 de noviembre de 2019

El Museo Arqueológico de Murcia expondrá de forma continua la ´Venus de Bullas´

El Museo Arqueológico de Murcia (MAM) cuenta desde hoy con una pieza señera de la escultura romana de la Región de Murcia, la Venus de Bullas, que hoy recibió la consejera de Educación y Cultura, Esperanza Moreno, después de que la Comunidad consiguiera que el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid diera el visto bueno a un préstamo de larga duración de la pieza.
La Venus de Bullas procede de la villa romana de Los Cantos, situada en el citado municipio murciano, y fue descubierta el 3 mayo de 1867 mientras se realizaban trabajos agrícolas. Las piezas halladas fueron depositadas en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid en diciembre de ese mismo año. Sin embargo, la pieza no estaba expuesta en el MAN, sino que reposaba en sus almacenes, sin poder ser disfrutada por el público.

Según la consejera, "La incorporación de la Venus de Bullas a la colección escultórica romana que atesora el Museo Arqueológico de Murcia supone una significativa mejora de la misma, ya que es de los pocos ejemplares escultóricos procedentes de la Región de Murcia que no estaban todavía en este territorio por diversos avatares históricos".

Con motivo de la exposición temporal 'Villae. Vida y Producción rural en el Sureste de Hispania', que se desarrolló en el MAM entre marzo y junio de 2019, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte autorizó el préstamo de esta pieza escultórica para su exhibición por primera vez en la Región de Murcia.
A raíz de esa exposición se propuso a los conservadores del Museo Arqueológico Nacional la posibilidad de que el museo regional tuviese acceso a un préstamo de más larga duración, para que pudiera tener una mayor difusión y papel social en la región murciana. En los últimos meses los técnicos del MAM han tramitado el citado préstamo ante el Ministerio de Cultura y Deportes, con el visto bueno de la dirección del MAM y de su Patronato.

Foto

Historia de la Venus

La escultura de la diosa Venus formaría parte, presumiblemente, del programa estatuario decorativo de la villa de Los Cantos, dentro de la conocida como escultura ideal que decoraba y presidía jardines, peristilos o las habitaciones más importantes del hogar.

Fue esculpida para ser vista en posición casi frontal, erguida y flexionando la pierna derecha. El manto, más que ceñido a su cuerpo, va sobrepuesto en la parte inferior, sin anudar, ligero y suelto. En la parte baja de su espalda, el manto va colocado con un amplio doblez horizontal para conseguir crear pliegues de los que salen las caídas verticales y paralelas que tapan las piernas por detrás y se abren por delante.

Con su desnudez pura y resplandeciente, Venus es la diosa de la belleza y del amor, la madre de la que Julio César dice descender y en la que creían y era alabada por los romanos. De esta manera, pasa del panteón oficial y de estar representada en espacios públicos, a formar parte con total naturalidad y una gran aceptación a la religión privada y al carácter intimista del hogar romano, convertido en templo familiar.
La Venus de Bullas tiene sus precedentes más lejanos en el siglo IV a.C., cuando el escultor griego Praxíteles crea la imagen desnuda de la diosa. Más tarde, durante el siglo II a.C., el Helenismo realiza numerosas variantes escultóricas sobre ella, de manera que las representaciones de la diosa siguieron siendo un icono durante el Imperio Romano, siglos en los que se van ampliando los modelos creados.

Esta escultura de Bullas pertenece a una de las variantes de las denominadas Venus Tipo Landolina de Siracusa (derecha), del siglo I a.C. y también a las llamadas Venus Mazarín. En ambas tipologías la diosa está representada de pie, de manera frontal, lleva manto y muestra toda su esplendorosa desnudez.

Fuente: murcia.com | 26 de noviembre de 2019

Pequeñas poblaciones, endogamia y fluctuaciones demográficas podrían haber sido suficientes para la extinción de los neandertales

Hubo un tiempo en el que diferentes humanidades compartían el planeta. Además de los neandertales y denisovanos, el Homo luzonensis, el Homo erectus, el Homo naledi y el Homo florisiensis coincidieron con los Homo sapiens en diferentes etapas de la Prehistoria.

Los neandertales son los que más se nos acercan en tamaño corporal y cerebral, además de ser la última especie en extinguirse. Durante cientos de miles de años, poblaron los bosques y montañas de Europa, pero desaparecieron hace 40.000 años, poco después de que los primeros sapiens anatómicamente modernos comenzaran a asentarse en el continente.

Esa coincidencia hace que el papel que los sapiens pudieron desempeñar -si es que desempeñaron alguno- en su extinción sea aún objeto de debate. Las hipótesis van desde el conflicto directo entre las dos especies hasta la mera ocupación de las regiones que el neandertal dejó vacías en su declive. Una investigación publicada este miércoles en la revista PLOS One refuerza esta última idea: de acuerdo con sus autores, los factores demográficos son suficientes para explicar la desaparición del Homo neanderthalensis.

Los neandertales vivían en grupos pequeños y aislados geográficamente. Fluctuaciones demográficas aleatorias -variaciones en la tasa de nacimientos y muertes o en la proporción de sexos- podrían haber sido suficientes para causar su desaparición en un periodo de 10.000 años.

"Eso no descarta completamente que los humanos tuvieran algún papel en la extinción", matiza Krist Vaesen (izquierda), investigador de la Universidad Tecnológica de Eindhoven. "Sin embargo, nuestros modelos sugieren que ese papel podría no haber sido el que algunos científicos suelen reivindicar. Según esos científicos, los neandertales fueron superados por una especie más inteligente y numerosa, pero nuestros resultados sugieren como alternativa más plausible una coexistencia pacífica".
Los investigadores han partido de datos de poblaciones actuales de cazadores-recolectores como los hadza de Tanzania, los achés de Paraguay, o los !Kung de Namibia y Bostwana. Con esa base han desarrollado modelos estadísticos para simular la evolución de poblaciones neandertales en largos periodos de tiempo. Además, tuvieron en cuenta el impacto que añadiría la endogamia (habitual en los aislados clanes neandertales) y el llamado efecto Allee: la reducción del tamaño de la población hace descender la tasa de reproducción al escasear los individuos.

RIVALIDAD

Según esas estimaciones, si un 25% o menos de las hembras neandertales hubieran dado a luz (una cifra común en los cazadores-recolectores actuales), eso habría significado la desaparición de poblaciones de hasta 1.000 individuos. Los autores no descartan que la aparición de los sapiens pudiera haber agravado ciertos factores. "Una competencia fuerte por los recursos habría hecho que los neandertales fueran aún más vulnerables a la extinción", reconoce Vaesen, "pero es razonable pensar que la competencia era muy débil, vista el área de distribución geográfica de los neandertales (desde el Mar Negro hasta la costa atlántica) y que la población era pequeña (70.000)".

Los neandertales fueron considerados durante mucho tiempo como un pariente tosco y poco evolucionado del sapiens. En parte por su apariencia y fuerza física y en parte porque admitir la cercanía entre las dos especies restaba excepcionalidad a la nuestra. "En muchos aspectos, los neandertales eran una especie humana muy similar a la nuestra, porque ambos heredaron las mismas cualidades de antepasados comunes y porque en la evolución ambas especies adquirieron capacidades similares", señala Antonio Rosas (derecha), investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).

La conclusión del estudio en PLOS One enlaza con un trabajo publicado este año por Rosas y otros investigadores del CSIC, que apuntaba a una combinación de factores ecológicos y demográficos como responsables de la extinción. En concreto, las pruebas realizadas en la cueva de El Sidrón (Asturias) revelaban una elevada endogamia que habría limitado la viabilidad del clan.
Aquel estudio se centró en un grupo familiar que vivió en la gruta asturiana (compuesto por 13 individuos) y reveló hasta 17 anomalías congénitas distribuidas por todo el esqueleto, todas ellas compartidas por varios miembros.

Reconstrucción de un hombre 'Homo neanderthalensis' (La-Chapelle-aux-Saints 1, Francia) con un niño (Gibraltar 2, Devil's Tower, Reino Unido). Museo de Historia Natural, Viena (Austria).

CONEXIONES SOCIALES

A pesar de tener un tamaño cerebral similar al de los humanos modernos (aunque una mayor masa corporal), el cerebro de los neandertales tenía una estructura diferente. Una parte significativa estaba dedicada a la visión, en detrimento de otras funciones como la conexión social. En contraste, los sapiens, procedentes África, no necesitaron esta adaptación y en su lugar desarrollaron lóbulos frontales, que se asocian con un mejor procesamiento de la información.

"Es posible que capacidades cerebrales y cognitivas sutiles diferenciaran la manera de pensar y razonar de neandertales y humanos modernos", explica Rosas. "Esas pequeñas diferencias básicas pudieron determinar aspectos clave como el tamaño del grupo, la capacidad de previsión o de conexiones a larga distancia, lo que en última instancia determinaba que sus áreas geográficas de distribución eran más restringidas. Y consecuentemente el intercambio genético era menor".

El antropólogo de la Universidad de Oxford, Robin Dunbar (izquierda), desarrolló en los años 90 la famosa 'Teoría del Cerebro Social', en la que demostraba que el tamaño del cerebro es el principal indicador del tamaño de los grupos sociales en los primates. Cuanto más grande es el neocórtex (la capa más externa) de la especie, mayor es el número de individuos que viven en comunidad.

Sin embargo, si los cerebros de los neandertales estaban esencialmente dedicados a la visión y al movimiento, esto puede significar que tenían otras áreas del cerebro más pequeñas. Así, habrían estado limitados cognitivamente a grupos más pequeños, lo que acabó condenándolos desde un punto de vista evolutivo.

Fuentes: elmundo.es | phys.org | 27 de noviembre de 2019

Hallan una estela de guerrero en la ribera del río Gargáligas (Badajoz)

Estela decorada encontrada cerca de Navalvillar de Pela. :: ANP

El Museo Arqueológico Provincial de Badajoz expone una nueva estela decorada, también conocidas como estela de guerrero, que fue hallada el pasado 7 de noviembre junto a la ribera del río Gargáligas, en el término municipal de Navalvillar de Pela. Según el Consistorio peleño, los técnicos que analizaron la piedra determinaron la originalidad de las misma, pudiendo identificar algunos elementos particulares con respecto a las estelas conocidas en la región.

En ella hay ausencia de elementos habituales en este tipo de piezas como armas, escudos, espejos, peines o carros. La figura ha sido realizada con la técnica del piqueteado, y destaca la representación de una diadema que rodea la cabeza de una figura antropomorfa. La presencia de este elemento, unido a la ausencia de indicación sexual implícita, permite plantear la posibilidad de que se tratase de una figura femenina, según el Ayuntamiento.

Las estelas de guerreo son losas de piedra de forma irregular que tienen grabados en una de sus caras y que suelen representar a guerreros. El museo pacense tiene entre sus fondos una colección de estelas decoradas del siglo VIII al siglo V a.C.

Fuente: hoy.es | 27 de noviembre de 2019

Una pieza de hierro desenterrada en Turquía puede cambiar la historia sobre el origen de esta metalurgia

Pieza de hierro hallada en Kaman Kalehöyük, Turquía. Se considera que es la fabricación de hierro más antigua hallada en la región de Anatolia. Instituto Japonés de Arqueología de Anatolia.

Una pequeña pieza de hierro hallada en unas antiguas ruinas de Turquía puede alterar las creencias comunes sobre la historia de la fabricación del hierro, ya que tal reliquia ferrosa parece provenir de otro lugar. La pregunta es, ¿de dónde?

Un equipo de investigación japonés descubrió dicha reliquia -la más antigua de su clase relacionada con la fabricación de hierro- en una excavación arqueológica en la región de Anatolia, el área central del Imperio Hitita (1.400 a.C.-1.200 a.C.). El Imperio Hitita fue una gran potencia, junto con el Imperio Nuevo de Egipto, en el antiguo Oriente.


La reliquia en cuestión es un pequeño trozo en forma de peso con un diámetro de aproximadamente 3 centímetros y contiene una gran cantidad de hierro oxidado. El Instituto Japonés de Arqueología de Anatolia (JIAA), perteneciente al Centro de Cultura del Medio Oriente en Japón (MECCJ), lo descubrió en septiembre de 2017 en una capa geológica que data entre 2.500 a.C. y 2.250 a.C.
Kaman Kalehöyük y sus alrededores. Instituto Japonés de Arqueología de Anatolia.


El instituto se dedica a la investigación de las ruinas de Kaman Kalehöyük, en Turquía, desde 1986, las uales se encuentran en el área central del Imperio Hitita, el cual prosperó en el antiguo Oriente al utilizar carros ligeros de hierro como arma de guerra.

Se dice que el Imperio Hitita adquirió ventajas militares al adoptar la fabricación del hierro inventada por los pueblos indígenas. En aquellos días, tal fabricación se consideraba la tecnología más avanzada.

Después del colapso del Imperio Hitita la tecnología de fabricación del hierro se extendió a las regiones circundantes, y su proliferación se convirtió en un punto de inflexión hacia la Edad del Hierro, propiamente dicha.

Según el director del JIAA, Sachihiro Omura (izquierda), se cree que la reliquia desenterrada es la más antigua de su tipo en la historia de la fabricación de piezas de hierro, lo cual comúnmente se cree se originó en la región de Anatolia. Sin embargo, el análisis de la reliquia mostró que fue producida en un área diferente y traída posteriormente a la región.
Los productos de hierro del período inicial de la historia de su fabricación están procesados a partir de meteoritos de hierro. En consecuencia, el instituto le pidió a Takafumi Matsui (derecha), profesor emérito de planetología comparada en la Universidad de Tokio, que analizara la reliquia encontrada.

Mediante el aprovechamiento de las tecnologías más avanzadas del mundo en microfabricación y análisis de precisión, utilizados para examinar partículas finas procedentes del asteroide Itokawa, traído en 2010 por la sonda espacial Hayabusa, se llevó cabo un examen de las superficies de las partículas de hierro -con un diámetro de aproximadamente 0,1 milímetro- de que estaba compuesta la reliquia. Los resultados mostraron que la composición de tales partículas difería de la de los meteoritos de hierro.

Como el análisis mostró, además, una composición de círculos concéntricos que aparecen cuando se aplica calor artificialmente, se determinó que los humanos produjeron la pieza de mineral de hierro usando fuego.

El análisis también analizó la composición de una pequeña cantidad de plomo en la reliquia, y luego descubrió que la proporción de isótopos era diferente de la del mineral de hierro producido en la región.

Según los resultados del análisis, Matsui dijo: “La pieza es probablemente un producto semimanufacturado de mineral de hierro de la etapa intermedia de la Edad del Hierro. Alguien lo trajo de una región distante".


El equipo desenterró posteriormente varias piezas de hierro similares que se encontraban justo por encima de una capa de suelo chamuscado de un metro de espesor, a unos doce metros por debajo de la superficie del suelo. Huellas encontradas en la misma capa geológica que las piezas de hierro halladas mostraron que hubo personas que excavaron en el suelo quemado y construyeron cimientos de edificios mediante la instalación de materiales de madera y paredes de barro. Tal estilo de construcción difería del de la región, en la que se habían utilizado principalmente ladrillos secados al sol.
“Todo ello muestra que una antigua ciudad allí existente fue destruida a gran escala, y luego un grupo de personas llegó a un área en el sector norte que había sido arrasada por las llamas", expone Omura.

Añadió que en ese tiempo las tecnologías de fabricación del período inicial de la Edad del Hierro probablemente fueron llevadas al área mencionada.

Las huellas de los edificios en Kalehöyük se remontan a más de 4.000 años. Los materiales de madera, que sirvieron de base a los edificios, se quemaron y se fijaron al suelo rojo marrón. Se cree que los agujeros se usaban como almacenamiento. Instituto Japonés de Arqueología de Anatolia.


“Realizaremos más comparaciones de la reliquia hallada con el mineral de hierro de otras regiones, pues nos gustaría averiguar dónde se originó su fabricación y aclarar el papel clave que desempeñó Anatolia en la llegada de la Edad del Hierro", dijo.

Tatsundo Koizumi (izquierda), representante del Instituto de Educación Arqueológica de Mesopotamia, dijo: "Es un descubrimiento extremadamente importante que tiene un gran impacto, ya que propone un cambio en la interpretación de la historia mundial presentado por las autoridades europeas y estadounidenses".
Los desafíos, agregó, son determinar el lugar de origen de las piezas halladas y aclarar cómo se extendió y desarrolló la fabricación de hierro en Anatolia.

“Al mismo tiempo, para determinar quién invadió la región y quemó la ciudad, será necesario reunir más conocimientos sobre varias regiones de manera cuidadosa", concluye.

Fuentes: asahi.com | arkeofili.com | 25 de marzo de 2019

Una pieza de ajedrez de arenisca, hallada en Jordania, puede ser la más antigua del mundo (s. VII d.C.)

La pieza de ajedrez hallada. Imagen: © John Peter Oleson


El profesor y arqueólogo John Oleson (izquierda), de la Universidad de Victoria, ha informado que un pequeño objeto encontrado en Jordania, hecho de piedra arenisca, podría ser la pieza de ajedrez más antigua que se haya encontrado. En su presentación en las Escuelas Americanas de Investigación Oriental la semana pasada, habló sobre el objeto y lo que podría representar.

Los historiadores creen que el juego del ajedrez se originó en la India hace aproximadamente 1.500 años, aunque también se cree que su nombre, reglas y denominación de las piezas, han cambiado con el tiempo. Desde su invención, el juego se ha extendido por todo el mundo. En su resumen para la conferencia, Oleson señaló que las referencias al juego de ajedrez en el mundo islámico se remontan al siglo VII d.C., y aparentemente fue un pasatiempo muy popular.

En su presentación, Oleson describió el objeto conformado por dos puntas y manifestó que ha sido datado (usando el contexto) en hace aproximadamente 1.300 años. El mismo fue encontrado en 1991, tiene una forma rectangular y Oleson afirma que se parece mucho a otras piezas de ajedrez islámicas tempranas, específicamente a una torre.

Este juego de ajedrez iraní, creado en el siglo XII, presenta cuatro torres de piedra con dos cuernos puntiagudos cada una, que representan carros tirados por caballos. El diseño es casi idéntico a la "torre" descubierta en Humayma. (Crédito de la imagen: Museo Metropolitano de Arte).


Señaló que otros objetos identificados como torres, y hallados en Jordania y otros lugares del Próximo Oriente, ya sea en madera, piedra o marfil, son casi idénticos a esta pieza de arenisca. En los juegos de ajedrez modernos, la torre se mueve horizontal o verticalmente a través de cualquier número de casillas desocupadas. En épocas anteriores, la torre fue diseñada para parecerse a un carro de dos caballos, lo que puede explicar el aspecto doble de las primeras figuras islámicas.
La historia de las piezas de ajedrez en territorios islámicos ha sido muy estudiada. Según distintas fuentes, el juego aparece en textos islámicos antiguos y posteriormente se mostraron partidas de ajedrez entre musulmanes y cristianos, inicialmente en la etapa de Al Andalus. Hay que recordar que el ajedrez llego a Europa a través de la península ibérica de la mano del cantor persa Ziryab (789-857), procedente de Bagdad y quien recaló en Córdoba en la corte de Abderramán II (792-886).

Imagen: el ajedrez reunió a personas de diferentes creencias religiosas. En esta imagen del siglo XIII se representa a un judío y un musulmán jugando ajedrez en al-Andalus


La pieza de ajedrez fue encontrada en un sitio llamado Humayma, que Oleson señala se encuentra a lo largo de lo que fue la concurrida Via Nova Traiana, una ruta comercial entre Arabia y el Próximo y Medio Oriente. Parece probable que el juego de ajedrez se expandió a lo largo de esta ruta. Humayma fue un puesto comercial controlado por el califato abásida. Oleson señala que dicho califato se mantenía al día con lo que estaba sucediendo en Irak y Siria a través del enclave de Humayma.
En conjunto, la evidencia sugiere que el hallazgo sea posiblemente el diseño más antiguo de una pieza de ajedrez. No obstante, se requiere más trabajo para verificar que el objeto sea, de hecho, una pieza de ajedrez, antes de que pueda ser designado como tal con total seguridad.

Fuentes: phys.org | livescience.com | periodistas-es.com | 27 de noviembre de 2019

La misteriosa civilización que precedió a la egipcia

La historia del antiguo Egipto todavía alberga muchos enigmas sin resolver, pero si de algo se sabe menos aún es de la civilización anterior, la precursora de la que después sería una de las culturas más conocidas e importantes del mundo.

Un grupo internacional de científicos ha descubierto cementerios que datan de esta etapa de la que tan poco se sabe. Forman parte de una antigua población neolítica (alrededor del 9300 al 4000 a.C) que existió en el desierto de Libia.

El florecimiento de estas enigmáticas civilizaciones, sus estilos de vida y las innovaciones culturales fueron los que proporcionaron la base para que el antiguo Egipto y los siguientes avances pudieran desarrollarse. Una de las razones por las que se sabe tan poco sobre ellas es porque a menudo los lugares son inaccesibles o se encuentran bajo las llanuras que el Nilo inunda o en los desiertos periféricos.

Extensión del paleo-lago Gebel Ramlah y ubicación de los cementerios neolíticos (dibujo: J. Kabaciński).

¿Quiénes eran?

Los miembros de la Combined Prehistoric Expedition, con permiso del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto (SCA), han estado estudiando estos sitios de entierro del Neolítico Final (4.600-4.000 a.C.) a lo largo de las antiguas orillas de un lago estacional extinto cerca de un lugar llamado Gebel Ramlah y han proporcionado nuevos datos para resolver cómo y quiénes eran estos pobladores.

En el estudio, publicado en African Archaeological Review, se asegura que el clima desértico de aquella época era mucho más húmedo, lo que permitió a los antiguos agricultores poblar aquel área. Esta civilización se caracterizó por el cultivo de ganado y la creación de estructuras megalíticas, santuarios e incluso círculos que servían como calendarios, similares a Stonehenge.


Durante la parte final del período Neolítico, la gente comenzó a enterrar a sus muertos en cementerios. Los esqueletos proporcionan información reveladora sobre su salud, las relaciones, la dieta e incluso sus experiencias psicológicas.

Gebel Ramlah. Mapa del cementerio para recién nacidos (dibujo: K. Juszczyk y J. Kabaciński)

Cementerio de niños

De las seis zonas de enterramiento neolíticas finales investigadas hasta la fecha, solo una de ellas no tiene precedentes, no solo en el norte de África sino también a nivel mundial en una fecha tan temprana. Por poco menos de 200 años sirvió exclusivamente para la inhumación de bebés que murieron al nacer o poco después. Treinta y dos fosas funerarias contenían restos de esqueletos de 39 individuos, no solo bebés, sino también al menos dos mujeres adultas acompañadas de neonatos.

Según los resultados del análisis, estas personas eran bajas, había un alto grado de mortalidad infantil y tenían una corta esperanza de vida. Además, descubrieron herramientas cosméticas, armas de piedra, cerámica ornamentada, conchas, joyería y cáscaras de huevo de avestruz.

Gebel Ramlah. Cementerio para recién nacidos. Entierro 33 (foto: A. Czekaj-Zastawny)


Al reflexionar sobre las razones de las tremendas diferencias en los cementerios, los investigadores exponen una serie de teorías. Es posible que algunos sitios estén destinados a personas de un alto estatus social, mientras que otros fueron para la clase trabajadora.

Aseguran que pueden ser de las "primeras evidencias de estratificación de clases de Egipto". "Estas personas, con su arquitectura ceremonial y tecnológica, mostraron un alto nivel de sofisticación más allá de los pastores comunes de los distintos ganados", añaden.

Fuente: elconfidencial.com | 2 de noviembre de 2019