Lo que ayudó a osos de cavernas a hibernar pudo causar su extinción

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Los osos de las cavernas fueron una especie de osos que vivieron en Europa y Asia y que se extinguieron hace unos 24.000 años. Foto: istockphoto

La dieta de los osos de las cavernas y cómo esta pudo afectar a su desaparición ha sido motivo de controversia entre la comunidad científica. Ahora, un nuevo estudio revela una nueva hipótesis que puede explicar su extinción durante el último máximo glacial del Pleistoceno.

En concreto, el trabajo señala que una adaptación evolutiva a períodos de hibernación más largos también pudo causar su extinción. Los resultados, gracias, entre otros, a simulaciones 3D de la mordida de estos animales (Ursus spelaeus), se publican en Science Advances, en un artículo que firman científicos de la Universidad de Málaga, de La Coruña y de Valladolid, y de las universidades de Buffalo en EE.UU y de Viena.

Los osos de las cavernas fueron una especie de osos que vivieron en Europa y Asia y que se extinguieron hace unos 24.000 años. La comunidad científica ha propuesto diferentes dietas en estos osos que van desde la puramente herbívora hasta la carnívora e incluso la carroñera, recuerda el investigador Borja Figueirido, del departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga.

"Entender el tipo de dieta del oso de las cavernas no es un aspecto trivial porque el comportamiento de alimentación se relaciona íntimamente con su declive y la posterior extinción", apunta por su parte en una nota de prensa Alejandro Pérez-Ramos (izquierda), también del centro malagueño y autor principal de este estudio.

Hasta ahora, explica este científico, se barajaban dos hipótesis para explicar la extinción de este gran oso: un declive poblacional motivado por el ser humano -bien por la competencia indirecta o bien por su caza directa-; o una disminución poblacional resultado del enfriamiento climático que ocurrió durante el Pleistoceno y que se tradujo en un gran descenso de los recursos vegetales existentes.

Esta última hipótesis, subraya Pérez-Ramos, cobraría especial interés si los
osos de las cavernas fueran herbívoros
. El nuevo trabajo ahonda precisamente en este último escenario y señala que estos plantígrados se alimentaban exclusivamente de recursos vegetales, incluso durante los períodos de enfriamiento más intensos y con escasez de víveres.

Los investigadores proponen que esta dieta tan restringida, junto con la influencia de los humanos -que podrían cazarlos en sus hábitats cavernarios durante la hibernación-, llevó a los osos hasta su extinción. Para esclarecer si estos animales llevaban realmente una dieta restringida al consumo de recursos vegetales, los científicos hicieron una serie de simulaciones tridimensionales de diferentes escenarios de la mordida, con el objetivo de evaluar sus adaptaciones craneodentales.


Configuraciones biomecánicas utilizando el modelo 3D de U. ingressus como ejemplo.
(A) Modelo de cráneo de U. ingressus que muestra la disposición de los senos en el domo frontal (izquierda) y su relación topográfica con el cerebro. (B) Centros de gravedad (círculos negros) de las áreas de inserción del músculo mandibular. Los centros de gravedad están representados por círculos negros. (C) Simulación de las fuerzas musculares de carga utilizadas en simulaciones biomecánicas. (D) Accesorios musculares del cráneo utilizados en las simulaciones biomecánicas y la restricción nodal (puntos rojos) utilizados para cada escenario de mordedura.

En concreto, se centraron en los senos craneales y lo hicieron por su vinculación con el metabolismo; los investigadores vieron cómo los senos podían afectar a la biomecánica de la masticación.
El gran volumen de los senos paranasales, como en el caso de estos osos, está relacionado con un mayor control metabólico, fundamental para la hibernación, y, según este trabajo, probablemente los senos grandes se seleccionaron evolutivamente en los osos de las cavernas para poder hibernar por períodos más largos de tiempo con costes metabólicos muy bajos.
Justamente este gran tamaño en los senos fue lo que desacopló la función biomecánica efectiva para comer carne, lo que ocasionó a su vez que la biomecánica se limitara solo a los molares más posteriores, cosa que les obligó a ser herbívoros estrictos, detalla a Efe Pérez-Ramos.

Esta limitación biomecánica puso a los investigadores en la pista de que estos úrsidos probablemente no serían capaces de cambiar su dieta en momentos difíciles, con climas fríos y escasez de recursos. Esto, unido a los fuertes ciclos glaciales del final del Pleistoceno, a la disminución de los recursos vegetales, más la expansión del ser humano, trajo un final trágico: su extinción.

Paradójicamente, por tanto y en este caso, la adaptación de los osos de las cavernas a sobrevivir durante las hibernaciones prolongadas los pudo llevar a su extinción, concluye el trabajo.

Fuente: eltiempo.com | 1 de abril de 2020

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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