Hallan en Sudáfrica el cráneo de un niño 'Homo naledi' que habría sido "enterrado" hace 250.000 años

Restos del primer cráneo infantil de 'Homo naledi' que han sido excavados en la profundidad de la cueva Rising Star, yacimiento principal del sitio arqueológico sudafricano denominado Cuna de la Humanidad.

Un equipo de arqueólogos encabezado por Lee Berger, de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo (Sudáfrica), ha localizado el cráneo de un niño al que han llamado Leti, de letimela (que en la lengua bantú setsuana significa 'el último'). Estos restos pertenecen a una espacie humana diferente, la del Homo naledi, hallados en las profundidades del sistema de cuevas de Rising Star, en Sudáfrica.

El cráneo infantil se halló a unos 12 metros más allá de la Cámara Dinaledi, el sitio original del descubrimiento de los primeros restos de Homo naledi que se dieron a conocer al mundo en 2015, y donde los investigadores han localizado más de mil huesos esparcidos por el suelo de la misma, a la que solo podían llegar espeleólogos expertos capaces de pasar por espacios reducidos. Sólo el cráneo de Leti fue hallado, el resto del cuerpo sigue perdido o escondido en alguna otra zona de la cueva.

Tal y como recoge New Scientist, el descubrimiento ha tenido lugar en una estrecha fisura de difícil acceso. Por ello, el grupo sostiene que el cráneo fue colocado allí deliberadamente, como parte de un rito funerario. En una conferencia virtual, los investigadores han explicado que es una muestra de que los homínidos han enterrado a sus muertos durante cientos de miles de años, incluso aquellos con cerebros mucho más pequeño que el del ser humano actual.

Foto: El profesor Lee Berger muestra una reproducción a escala real del cráneo infantil de un 'Homo naledi' hallado.

"No vemos ningún otro motivo por el que un cráneo tan pequeño esté en un lugar tan intrincado", ha afirmado Lee Berger. Su equipo ha explorado el sistema de cuevas Rising Star en Sudáfrica durante varios años.

Estos restos tienen una antigüedad de 250.000 años, lo que implica que el Homo naledi coexistió con la especie Homo sapiens y otros homínidos de gran cerebro como los neandertales. Sin embargo, los primeros conservaron rasgos anatómicos de individuos que vivieron millones de años antes.

La pieza consta de 28 fragmentos de cráneo y seis dientes. La reconstrucción del mismo muestra las órbitas frontales y la parte superior del cráneo con algo de dentición.

La edad de Leti

El equipo encabezado por Lee ha indicado que Leti dispone de dos dientes de leche y cuatro adultos. Estos últimos no estaban desgastados, lo que supone que habrían salido recientemente de sus encías. "Leti tenía probablemente entre cuatro y seis años de edad", ha informado Juliet Brophy (derecha), de la Universidad Estatal de Luisiana en Baton Rouge (EE.UU), quien dirigió el estudio sobre el cráneo y la dentición de Leti.

"Este es el primer cráneo parcial de un niño de 'Homo naledi' recuperado y el mismo comienza a darnos una idea de todas las etapas de la vida de esta notable especie", añade Brophy.

Foto: Piezas dentales de Leti. Wits University

Berger estima que los huesos de los ejemplares de Homo naledi fueron colocados en el sistema de cuevas de Rising Star por miembros de su misma especie.

Otras posibles explicaciones parecen poco probables, asegura el miembro del equipo Darryl de Ruiter (izquierda), de la Universidad A&M de Texas en College Station, que anteriormente dirigió un estudio del cráneo adulto de Homo Naledi. "No hay indicios de ninguna actividad carnívora: no hay marcas de dientes, no hay signos de roedores, nada de eso", ha destacado. De este modo, parece poco probable que otros animales llevaran los huesos a las cuevas. "No existen pruebas tampoco de un movimiento de agua a gran escala que deposite estas cosas", ha añadido.

Por otra parte "no había partes replicables cuando reconstruimos el cráneo y muchos de los fragmentos se reajustaron, lo que indica que todos provienen de un solo niño", señala Ruiter.

Foto: El acceso al sistema de cavernas Rising Star resultó ser un desafío para los espeleólogos no experimentados.

El tamaño del cerebro del niño se estima en alrededor de 480 a 610 centímetros cúbicos. «Esto habría sido alrededor del 90% al 95% de su capacidad cerebral adulta», dice la doctora Debra Bolter (derecha), coautora del artículo y especialista en crecimiento y desarrollo. "El tamaño del cerebro de Leti lo hace muy comparable a los miembros adultos de la especie encontrada hasta ahora".

Antes de Leti, hubo otro esqueleto joven encontrado

El hallazgo de Leti no es el único de un individuo joven de Homo naledi encontrado en el sistema de cuevas de Rising Star. En 2020 se descubrieron los restos de un infante de 8 a 15 años de edad. El hallazgo comprendía una mandíbula inferior derecha y 16 fragmentos del resto del cuerpo.

"Lo más emocionante de este hallazgo es que pudimos establecer asociaciones probadas con un solo individuo. Se puede comparar el desarrollo dental con el desarrollo del cuerpo e intentar deducir la forma en que se desarrollaba el 'Homo naledi'", concluye Lee Berger.

Homo naledi: un eslabón fundamental para conocer la historia de la evolución del hombre

La historia del Homo naledi comienza en 2013. Ese año se descubrieron los restos de cerca de 15 individuos de varias edades dentro de la cámara Dinaledi, que forma parte del sistema de cuevas Rising Start.

Cuando los primeros restos del Homo naledi se descubrieron en Sudáfrica, la ciencia se vio ante revelaciones insospechadas. Lo primero fue que quizás los restos encontrados en Rising Star fueron depositados ahí de manera deliberada, es decir, se trataba de un sepulcro.

Esto revela que el Homo naledi era mucho más inteligente de lo que se creía, a pesar de que su cerebro era un tercio del tamaño del que tiene el hombre actual.

Referencias

Immature Hominin Craniodental Remains From a New Locality in the Ri.... Juliet K. Brophy et al. PaleoAnthropology (2021).DOI:https://doi.org/10.48738/2021.iss1.64

Expanded Explorations of the Dinaledi Subsystem, Rising Star Cave S.... Marina C. Elliott et al. PaleoAnthropology (2021).DOI:https://doi.org/10.48738/2021.iss1.68

Fuentes: elconfidecial.com | ngenespanol.com | 5 de noviembre de 2021

El descubrimiento en Pompeya de una habitación de esclavos da nueva información sobre cómo vivían

La estancia recientemente descubierta en Pompeya, en la que vivían unos esclavos. PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYA / EFE.

El equipo de arqueólogos que trabaja desde 2017 en una zona del norte de Pompeya (en el sur de Italia), la ciudad que quedó sepultada en el año 79 por la erupción del Vesubio, ha descubierto una pequeña estancia en la que vivían unos esclavos, posiblemente una familia con un hijo, que se encargaban del mantenimiento de la villa de sus dueños, según ha informado este sábado el Ministerio de Cultura italiano. El hallazgo se ha producido en la zona de la villa de Civita Giuliana, donde en los últimos meses se han llevado a cabo otros descubrimientos, como una carroza ceremonial casi intacta o un establo con los restos de tres caballos.

Según ha explicado el ministro de Cultura, Dario Franceschini (izquierda), en un comunicado, "el descubrimiento de esta habitación en un estado de conservación excepcional enriquecerá aún más el conocimiento de la vida cotidiana de los antiguos pompeyanos y concretamente de una parte de la sociedad de cuyo estilo de vida se sabe bastante poco, los esclavos". El espacio, de unos 16 metros cuadrados, se encuentra cerca del pórtico de la villa. En él se han encontrado tres camas y otros objetos pertenecientes a estas personas, que probablemente eran los empleados que se ocupaban del trabajo diario de una villa romana, como labores de mantenimiento y preparación del carro de caballos.

Vista de la estancia descubierta en la zona de la villa de Civita Giuliana. MASSIMO GRAVILI / PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYA.

“Esta es una ventana a la precaria realidad de gente que en pocas ocasiones aparecen en las fuentes históricas, escritas casi exclusivamente por hombres que pertenecían a la élite”, ha dicho Gabriel Zuchtriegel (derecha), director del Parque Arqueológico de Pompeya, sobre un descubrimiento que ha calificado como “uno de los más emocionantes” de su vida como arqueólogo.

En el lugar se han encontrado tres catres de madera y un cofre, también de madera, con objetos de metal y telas que los arqueólogos creen que podrían formar parte de los arneses de los caballos. Las camas eran unas tablas de madera toscamente trabajadas, que podían ensamblarse según la altura de quienes las utilizaran. Dos camas miden aproximadamente 1,70 metros de largo, mientras la otra es de solo 1,40 metros, por lo que los expertos deducen que podría ser de un niño. Debajo, se guardaban objetos personales, como ánforas para conservar objetos, jarras de cerámica y el orinal.

La habitación tenía una pequeña ventana en la parte superior y carecía de decoración en las paredes. “Además de servir como dormitorio para un grupo de esclavos, tal vez una familia pequeña como sugeriría la cuna del tamaño de un niño, el entorno sirvió como un cuarto de almacenamiento, como lo demuestran ocho ánforas apiñadas en las esquinas dejadas libres para este propósito”, ha explicado el ministerio italiano.

La villa de Civita Giuliana, que desde 2017 cuenta con arqueólogos en la zona, fue durante años objeto de saqueos sistemáticos y parte del patrimonio arqueológico se ha perdido debido a los túneles cavados por los ladrones de tumbas que han generado un daño total estimado en casi dos millones de euros en toda la villa, según los cálculos del ministerio.

Fuentes: elpais.com | lasprovincias.es | 6 de noviembre de 2021

Madrid inaugurará en 2023 el nuevo Museo del Valle de los Neandertales

La presidenta Isabel Díaz Ayuso asiste al acto de colocación de la primera piedra del Museo del Valle de los Neandertales en Pinilla del Valle

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha avanzado hoy que el nuevo Museo-Centro de Interpretación, Estudio y Difusión del Valle de los Neandertales, situado en la localidad de Pinilla del Valle, será una realidad en 14 meses. Así lo ha trasladado tras asistir al acto de colocación de la primera piedra de este proyecto que ha calificado como “la gran ventana al pasado de la Comunidad de Madrid”.

Con este espacio, en el que el Gobierno autonómico va a invertir 1,7 millones de euros, la Comunidad de Madrid se va a convertir en el centro del estudio y la investigación arqueológica del universo neandertal, pues forma parte del reducido grupo de los que contienen restos paleoantropológicos de esta especie en España y en Europa.

“Añadirá valor cultural, científico, turístico y divulgativo al patrimonio natural de la región”, ha señalado la presidenta, quien ha destacado que gracias a las huellas que dejó el pasado en el yacimiento del Calvero de la Higuera, en Pinilla del Valle, se podrá conocer con más detalle cómo vivían y se relacionaban los primeros madrileños que lo habitaban.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el codirector de Atapuerca y promotor del proyecto del Valle de los Neardentales, Juan Luis Arsuaga, intervienen en el acto de colocación de la primera piedra del futuro Museo-Centro de Interpretación, Estudio y Difusión del Valle de los Neandertales.

Como ha explicado Díaz Ayuso, las excavaciones realizadas desde finales de la década de los 70 hasta hoy mismo han permitido encontrar valiosos restos fósiles y situarlo como uno de los más ricos de España. “Extraer toda la riqueza aquí nos ha permitido descubrir que lo que hoy es un tranquilo pueblo de la sierra, hace unos 100.000 años, fue el hábitat común del Hombre neandertal con hienas, osos, leones, bisontes o rinocerontes”, ha subrayado.

Estos yacimientos contienen registro de los animales y plantas que vivieron en el Valle Alto del Lozoya a lo largo de 200.000 años, de los seres humanos que eligieron las cuevas y abrigos como morada, y de las actividades que desarrollaron. Gracias a los objetos que se han recuperado, como molares y utensilios óseos, o restos que presentan quemaduras y golpes, se ha podido aprender cómo vivían, su actividad cazadora y recolectora, los ritos predatorios, su manejo del fuego o herramientas.

Recreación del futuro Museo-Centro de Interpretación, Estudio y Difusión del Valle de los Neandertales. Comunidad de Madrid.

Un museo único en la Comunidad de Madrid

El nuevo Museo-Centro de Interpretación, Estudio y Difusión del Valle de los Neandertales, que estará a cargo del Museo Arqueológico Regional (MAR), será un espacio anexo al Parque Arqueológico existente. Los arquitectos Eduardo Gómez e Ignacio Gías han redactado el proyecto sobre un solar situado en el núcleo urbano y justo enfrente de los yacimientos, por lo que permite la comunicación visual entre ambos.

Valle de los Neandertales en la Comunidad de Madrid. CARMELO JORDA.

Con una superficie construida total de 1.086 metros cuadrados, está diseñado como un lugar de recepción a los visitantes en el que se exhibirán piezas originales y réplicas de los hallazgos realizados en el yacimiento, acompañados por paneles explicativos, vídeos y otros recursos museográficos que harán más comprensible el proyecto para el gran público.

Incluirá también dos maquetas de grandes dimensiones con las que se introducirá al visitante en la nueva realidad que los descubrimientos en Pinilla del Valle desvelan sobre las actividades económicas y subsistenciales de la vida cotidiana de los neandertales.

La presidenta ha explicado que el nuevo edificio contará con un cuerpo dedicado a almacenamiento, investigación y gestión; y otro dedicado a exposición, con una terraza desde la que observar los yacimientos. Se trabaja, además, en una Casa de Recepción de Visitantes al pie de los yacimientos. Estos ampliarán su oferta de visitas guiadas con miembros del equipo de investigación del proyecto, mostrando al público cómo era la forma de vida de los neandertales, así como el antiguo ecosistema en el Valle del Lozoya.

Fuentes: elimparcial.es | comunidad.madrid | 2 de noviembre de 2021

Localizada en el yacimiento de Els Castellans (Teruel) una estela ibérica con un grabado de un caballo

Detalle de la estela encontrada y que representa a un caballo. J.A. Benavente.

Los trabajos de restauración, excavación y acondicionamiento del yacimiento ibérico de Els Castellans, en la linde entre Cretas y Calaceite, en la provincia de Teruel, han dado como resultado el primer descubrimiento de lo que parece ser una estela ibérica con un grabado de caballo, que se encontraba embutida en un muro.

Desde la semana pasada, un grupo de arqueólogos está realizando una serie de trabajos promovidos por el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, que impulsa el Gobierno de Aragón a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, gracias a la financiación del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE).

Para el desarrollo de estas labores cuentan también con el apoyo logístico de la brigada de medioambiente de la Comarca del Matarraña, así como con la participación del alumnado del Taller de Empleo 'Matarraña arqueológico', programa de formación y empleo promovido por la Comarca del Matarraña y financiado por el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), tal y como ha señalado el Gobierno aragonés en una nota de prensa.

El yacimiento de Els Castellans, conocido también como 'Els Castellets', es un pequeño asentamiento ibérico conocido desde principios del siglo XX cuando fue excavado en su mayor parte por Pedro Bosch Gimpera, Lorenzo Pérez Temprado y Juan Cabré.

Estas primeras semanas, arqueólogos, restauradores, alumnos y profesorado del taller de empleo se han distribuido entre los restos de las calles y casas que, desde el siglo IV a.C hasta la segunda mitad del siglo II antes de Cristo construyeron sobre la alargada orografía de un pequeño cerro, los antiguos habitantes de este poblado.

Casi 20 personas trabajan durante estos días en el yacimiento. Comarca Matarraña.

LABORES DE RESTAURACIÓN

En 2020 comenzaron las labores de restauración, acondicionamiento y excavación, después de más de un siglo de las últimas pesquisas arqueológicas realizando un estudio topográfico y fotogramétrico del lugar, utilizando las últimas tecnologías aplicadas a la investigación.

Salvador Melguizo, codirector científico de las excavaciones junto con José Antonio Benavente, están estudiando las aplicaciones y ventajas de las nuevas tecnologías que permiten obtener una visión global del yacimiento en relación al territorio circundante al hábitat, pero también observar algunos detalles del asentamiento que pasaron inadvertidos en aquellas primeras excavaciones de los pioneros de la arqueología.

De hecho, una de las actuaciones que están llevando a cabo el equipo de arqueólogos conformado por Melguizo, Benavente, Fran Castro y Felipe Muñoz se centra en un sondeo del foso situado bajo el núcleo de la antigua población.

Una "nueva" estructura defensiva que se suma al impresionante baluarte del yacimiento compuesto por torres, antemurales y una entrada camuflada bajo la roca, una poterna, con escaleras talladas en la arenisca y que hace pensar a los expertos en un lugar en el que vivirían las élites sociales, frente al resto de la población que se dispondría bajo el cerro.

En la zona noroeste del yacimiento, otro equipo a cargo del arqueólogo y docente del Taller de Empleo, Fernando Galve, excava minuciosamente una de las estancias que se sitúan a los lados de la calle central del poblado.

En las antiguas excavaciones Els Castellans aportó algunos fragmentos cerámicos muy interesantes de técnica ibérica pero también varias importaciones griegas que denotan el trasiego de productos mercadeados por el Mediterráneo ya en la época ibérica.

La excavación arqueológica es una técnica lenta y cuidadosa que conlleva un registro exhaustivo de los artefactos de cultura material que van apareciendo y, posteriormente, un trabajo de estudio en gabinete y laboratorio que permite a los científicos confirmar o desechar hipótesis de trabajo y conocer más acerca de la cultura íbera.

TALLER DE EMPLEO

Los diez alumnos del taller de empleo, que están en periodo formativo se reparten entre las distintas zonas de actuación han recibido formación en Trabajos Auxiliares de arqueología y también en revestimientos continuos de albañilería y ahora tienen ocasión de poner en práctica, mediante la formación en alternancia, estos conocimientos realizando labores auxiliares. Los alumnos del taller de empleo se distribuyen entre el equipo de consolidación dirigido por la restauradora Miriam Tomás y el equipo de arqueólogos y su colaboración contribuirá sin duda al avance del proyecto.

La actividad en este yacimiento situado en la cabecera del conocido Barranco de Calapatá es intensa: alrededor de 18 personas recorren todos los días la pista señalizada a través de la cual se accede al asentamiento ibérico.

Por otra parte, el entorno de Els Castellans también va a ser objeto de algunos sondeos y prospecciones que permitirán verificar ubicaciones de vestigios nombrados por Bosch y Pérez Temprado, localizar y comprobar el estado de conservación de las necrópolis cercanas e intentar establecer las relaciones entre Els Castellans y los asentamientos cercanos.

El Ayuntamiento de Cretas, dentro del programa de actividades 'Iberízate' del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, tiene previsto llevar a cabo una visita guiada por los propios arqueólogos que explicarán los avances en la investigación y el desarrollo de las actuaciones.

CONSORCIO PATRIMONIO IBÉRICO DE ARAGÓN

Los primeros pasos para la puesta en marcha del proyecto de turismo cultural y arqueológico Iberos en el Bajo Aragón se iniciaron en 2004 mediante la colaboración del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, y los grupos Leader de Acción Local, Adibama, Cedemar y Omezyma.

Muy pronto se sumaron al proyecto la Diputación Provincial de Teruel, cinco comarcas (Andorra-Sierra de Arcos; Bajo Aragón; Bajo Aragón-Caspe; Bajo Martín y Matarraña) y doce Ayuntamientos (Alcañiz, Alcorisa, Alloza, Andorra, Azaila, Calaceite, Caspe, Cretas, Foz Calanda, Mazaleón, Oliete y Valdeltormo).

Estas 22 entidades constituyeron en el año 2007 el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, una nueva entidad creada para gestionar la Ruta Iberos en el Bajo Aragón en la que destaca la inestimable implicación de pequeños pueblos y comarcas que han mostrado un decidido interés en participar activamente en la protección, conservación y puesta en valor de una parte singular de su patrimonio histórico y cultural.

En 2011 se integraron en el Consorcio la Diputación Provincial de Zaragoza y Turismo de Aragón y en 2020 el ayuntamiento de Fabara (Zaragoza).

RUTA ÍBEROS

La Ruta Íberos en el Bajo Aragón constituye un innovador producto de turismo cultural y arqueológico basado en la cultura ibérica del área oriental de Aragón cuyo territorio fue ocupado en los siglos anteriores al cambio de era por la etnia de los Ositanos o Ausetanos del Ebro.

El proyecto promueve la recuperación y valorización de una serie de yacimientos arqueológicos de época ibérica del Bajo Aragón, en su mayor parte ya excavados, así como la mejora o la creación de una red de pequeños centros de visitantes con ellos relacionados. Con la creación del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón se ha logrado canalizar en un mismo proyecto las iniciativas locales, comarcales y autonómicas relacionadas con el patrimonio ibérico de Aragón desarrollando un modelo de gestión del patrimonio arqueológico capaz de generar recursos para su mantenimiento y mejora.

Fuentes: diarioalerta.comlacomarca.net 1 28 de octubre de 2021

Descubren la tumba del tesorero y escriba real de Ramsés II en la necrópolis de Saqqara

Una de las paredes decoradas de la tumba de Ptah-m-Wia. Ministerio de Turismo y Antigüedades

Una misión arqueológica de la Universidad de El Cairo ha descubierto la tumba de Ptah-m-Wia, un alto funcionario durante el reinado de Ramsés II, en la necrópolis de Saqqara, situada a unos 50 kilómetros al sur de la capital egipcia y donde en los últimos años se han registrado cuantiosos hallazgos de la antigua civilización de los faraones.

Según ha anunciado el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, este descubrimiento es relevante porque se trata del lugar de sepultura de un mandatario, de nombre Ptah-m-Wia (o Ptahemwia), que ostentó varios e importantes títulos: escriba real, jefe del tesoro, supervisor del ganado y responsable de los sacrificios a las deidades que se realizaban en el templo de Ramsés II en Tebas, uno de los gobernantes más poderoso de la Dinastía XIX.

Hasta el momento, las excavaciones han sacado a la luz una tumba con una gran entrada y varias salas que tienen las paredes de piedra grabadas o pintadas con escenas que representan al funcionario y procesiones ceremoniales. En su parte occidental contaba con un altar coronado por un piramidón. Los arqueólogos van a seguir trabajando para descubrir la totalidad del sitio, incluida la cámara funeraria.

Sin embargo, no se espera poder documentar el contenido original de la misma ya que la tumba probablemente fue saqueada en algún momento del siglo XIX. "Estas tumbas eran visibles desde la superficie y muchos aventureros extranjeros vinieron aquí a excavar para después hacer contrabando con las antigüedades en Europa. Llevo trabajando en Saqqara desde 2005. He descubierto muchos enterramientos, pero pero todos estaban completamente desvalijados. No he encontrado una simple estatua o un sarcófago intacto", ha señalado Ola El-Egazy, la directora de la misión arqueológica.

En la misma zona de la necrópolis de Saqqara se han documentado más tumbas de altos funcionarios del Imperio Nuevo, como las de un par de destacados comandantes militares, la del gobernante de la ciudad de Menfis o la de un embajador real en el extranjero. Los investigadores han destacado que estos nuevos descubrimientos son resultado de la combinación entre el trabajo de campo y la investigación científica por la que se apuesta desde la Universidad de El Cairo.

Ahmed Ragab, el deán de la Facultad de Arqueología, ha explicado que las excavaciones de la universidad en Saqqara, en la necrópolis del Imperio Nuevo situada al sur de la carretera que conduce a la pirámide del faraón Unis, empezaron en 1970. Los trabajos estuvieron liderados por el profesor Sayed Tawfiq entre 1983 y 1986 y se descubrieron muchas tumbas datadas en época de Ramsés II, incluida la del visir real Nefer-Ranpet. La arqueóloga Ola El-Egazy dirige la misión desde el año 2005.

La jefa de la misión agregó que la tumba pertenece al estilo, que caracteriza a este yacimiento, llamado tumba-templo, ya que se consta de una entrada en forma de edificio, seguida por un patio o más; y estas tumbas terminan en el oeste con santuarios para las deidades, coronados por una pirámide.

Lo descubierto hasta ahora de la tumba es su entrada, construida de piedra con escenas del propietario de la tumba. Esta entrada conduce a una primera sala con paredes de yeso pintadas y coloreadas; señalando que, la más importante de estas escenas es la de procesión de las ofrendas, que termina con una escena del sacrificio de un ternero.

Se encontraron varios bloques de piedra bajo la arena; así como distintas columnas de Osiris; algunas de las cuales están en la arena, otras están en su posición original. Todas estas piezas se estudiarán para reponerlas en su lugar original en la tumba.

La Jefe de la misión indicó que ésta continuó los trabajos en la tumba del Comandante Supremo del Ejército durante los reinados del rey Seti I y su hijo, el rey Ramsés II. También, se restauró el santuario del ternero, que se descubrió durante las excavaciones del difunto Dr. Sayed Tawfik, y el trabajo sigue en curso.

Fuentes:elespañol.com | sis.gov.eg | 2 de noviembre de 2021

Arrojan serias dudas sobre la evidencia 'más antigua' (unos 30.000 años) de seres humanos en las Américas

¿Una pequeña herramienta de piedra o simplemente una piedra? Este es uno de los cientos de artefactos similares encontrados en la cueva de Chiquihuite, en México. Imagen: Ciprian Ardelean.

Un documento de investigación en 2020 generó titulares al afirmar que los humanos llegaron a América del Norte hace al menos 30.000 años, aunque algunos arqueólogos creen que las evidencias analizadas fueron malinterpretadas.

Las estimaciones convencionales establecen que los humanos llegaron a América del Norte en algún momento hace entre 20.000 y 15.000. Pero un artículo de Nature publicado en julio de 2020 cambió esta estimación al reclamar una fecha de llegada anterior, con base a las herramientas líticas y lascas de piedras de hace unos 30.000 años halladas en la cueva de Chiquihuite, en Zacatecas, México.

El hallazgo se tomó como una prueba adicional de que los seres humanos llegaron a las Américas al viajar a lo largo de una ruta costera del Pacífico, ya que las gigantescas capas de hielo continentales todavía estaban firmemente en su lugar e impedían el paso. El trabajo de excavación en Chiquihuite, dirigido por el arqueólogo Ciprian Ardelean (izquierda), de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en México, se mantiene, pues, en contra de la hipótesis que supone que los primeros humanos para llegar a las Américas lo hicieron hace unos 13.000 años, después de que la última Edad de Hielo llegara su final.

Así que sí, esto ha supuesto una verdadera bomba, excepto que las evidencias físicas presentadas fueron completamente malinterpretadas, al menos de acuerdo con los autores de una nueva investigación publicada en la revista Science PaleoAmerica. El documento, coautorizado por el arqueólogo Ben Potter (derecha), del Centro de Estudios Árticos de la Universidad de Liaocheng en China, sostiene que los objetos descritos en el estudio de Ardelean no son herramientas y lascas de piedra, sino el resultado de los procesos naturales producidos en la cueva.

Ardelean y sus colegas analizaron casi 2.000 artefactos de piedra hallados dentro de Chiquihuite. Los objetos más antiguos se encontraron en una capa fechada a entre 33.000 y 31.000 años de antigüedad, con evidencias de una ocupación más intensa en la cueva que data de hace unos 26.500 años. Los aparentes artefactos se hicieron de piedra caliza en un estilo litico desconocido, según el estudio de Ardelean. Por otro lado, no se encontraron huesos humanos ni ADN humano dentro de la cueva mexicana de gran altitud.

Miembros del equipo de excavación de la Cueva Chiquihuite ingresan al sitio en 2016. Al comienzo de la temporada de excavación de 2 meses, un serie de mulas lleva más de 1,5 toneladas de equipo a la cueva, incluidos todos los elementos de campamento, comida y agua necesarios para apoyar a alrededor de 8 personas.

Los objetos hallados se clasificaron como núcleos, raspadores, cuchillas y lascas, entre otros tipos de herramientas. Pero donde estos investigadores vieron la fabricación humana, Potter y su equipo ven solo procesos naturales.

“En el entorno de acantilados de alta energía, donde se encuentra la cueva de Chiquihuite, las rocas se golpean entre sí y se alejan de los fragmentos, lo que a menudo provoca algunas de las características de las rocas talladas por personas”, dice James Chatters (izquierda), primer autor del nuevo estudio y arqueólogo de paleociencias aplicadas en Bothell, Washington, a Gizmodo en un correo electrónico. “Una piedra que golpea a otra piedra puede dar lugar a productos de aspecto similar, independientemente de cómo se inicie la fuerza”.

Chatters dijo que el comportamiento humano sistemático tiende a producir lascas superpuestas de tamaño similar, pero ninguno de los artefactos que se muestran en el estudio de Ardelean exhibe esas características. Los patrones de descamación en las piedras no son consistentes con los que se ven en las herramientas de piedra de otros sitios arqueológicos, donde están descamados por ambos lados. Tampoco hay evidencia de fracturas por impacto que demuestre que se han utilizado como herramientas, añadió. Y donde el equipo de Ardelean ve desgaste en los bordes de herramientas, Chatter y su equipo observan patrones de daños producidos por eventos naturales.

Aparentes herramientas de piedra recuperadas en la Cueva de Chiquihuite, México. Imagen: C. F. Ardelean et al., 2021.

El equipo del Ardelean ya ha preparado una respuesta a estas y otras preocupaciones, que también ha sido publicada en PaleoAmerica en octubre de este año, y en ella se muestran muy confiados por su interpretación inicial de las evidencias. Sin embargo, para Chatters las herramientas de piedra descritas en su papel son meras geofactos, es decir, rocas, huesos o conchas que han sido modificadas por procesos naturales que aparecen como artefactos humanos. "Trasladé a Ardelean preguntas específicas al respecto, pero él rechazó la oportunidad de comentarlas, diciendo: Todo lo que puedo decir está escrito allí”, en referencia al documento de respuesta de su equipo.

Es importante señalar que Chatter y sus colegas no inspeccionaron en persona los polémicos artefactos hallados en Chiquihuite, y, en su lugar, se basaron en la evidencia proporcionada en el artículo original y la documentación de apoyo al mismo. Aparte de esa advertencia, Chatter le preguntó a Potter "cómo era posible que dos conjuntos de especialistas llegaran a conclusiones tan drásticamente diferentes cuando miran lo mismo".

“En una palabra: equifinalidad, respondió. “Es un problema muy común en la arqueología, procesos múltiples a menudo pueden dar resultados iguales o similares”.

Un golpe de percusión de una roca que golpea a otra roca puede producir el mismo resultado que un tallador de herramientas humanas, dijo, por lo que "es importante evaluar el contexto de los hallazgos”. Por ejemplo: “Los supuestos artefactos ocurren esencialmente al azar en toda la cueva, pero aparecen más concentrados en estratos con más rocas, una distribución que “se espera bajo la hipótesis natural”, explica Potter.

Potter también dijo que estaba preocupado por lo que no se encontró, cosas como hogares(fuegos) y restos de animales sacrificados, cuya ausencia describió como “señales de alerta”. Además, "la falta de cualquier cambio cultural y material en la forma en que se fabricaron las herramientas durante 10.000 años es algo que no ocurre en las culturas humanas modernas”.

Foto: Investigadores toman muestras en la cueva de Chiquihuite, México. Crédito: Mads Thomsen.

Otro punto clave de la crítica es que los cazadores-recolectores tienden a usar todo tipo de piedras al fabricar sus herramientas, incluidas piedras de herramientas locales y no locales, y piedras de diversa calidad. Las supuestas herramientas líticas halladas en la cueva carecen de esta dinámica, lo que Potter encuentra bastante inusual, especialmente para un sitio ocupado durante milenios. O como dijo Chatters, “cuando hay una variedad de piedras disponibles en un área, como ocurre en el valle de Zacatecas donde se encuentra la Cueva de Chiquihuite, la gente habría dejado ejemplos de esa variedad en sus sitios de vida”.

Los científicos también creen que es poco probable que esta antigua población no haya dejado ninguna evidencia genética. "La posibilidad de que poblaciones humanas persistan durante muchos miles de años, incluso superponiéndose con la cultura Clovis en la región durante más de 1.000 años, y no dejne ningún rastro genético, es extremadamente pequeña”, subraya Potter.

Anna Marie Prentiss (izquierda),antropóloga de la Universidad de Montana y coautora de la crítica, dijo que "el equipo de Ardelean utilizó un 'lenguaje interpretativo' que atribuía un significado cultural a los artefactos de la cueva, sin considerar alternativas. Al hacerlo, el equipo evitó tener que enfrentarse a la posibilidad de que los mismos se hayan formado a través de procesos geológicos", dijo.

“Así, Ardelean et al., describen los objetos como ‘artefactos’ en contraposición a los clastos de rocas no inferenciales”, escribió Prentiss en un correo electrónico. “Ellos aducen que hay ‘retoque fino de percusión’ en elementos que se describen mejor como algo que simplemente tienen desprendimientos de lascas marginales ... y [ellos] señalan que son ‘preformas puntuales’, lo que es una construcción altamente interpretativa para clastos angulares con márgenes laterales rotos”, y agrega que: “El lenguaje empleado provoca una gran diferencia y esperamos que nuestra crítica lleve a considerar estos temas en investigaciones futuras”.

En su respuesta, el equipo de Ardelean dijo: “Chatters et al., han malinterpretado nuestras evidencias y no hay reconocido como elementos de piedra hechos por humanos ofrecidos en las ilustraciones que hemos ofrecido, así como las descripciones concisas que hemos proporcionado en nuestro artículo de un conjunto de artefactos cuyas característica no habrían de forma natural y bajo las circunstancias alegadas por nuestros críticos”. Al mismo tiempo, Ardelean señaló que la investigación era “preliminar” y que “más datos ayudarán a respaldar nuestras afirmaciones”.

Los investigadores claramente están de acuerdo en estar en desacuerdo, pero la buena noticia es que aparentemente habrá más evidencias. El documento de 2020 incluyó los resultados de las temporadas de excavación 2016-2017, pero el equipo llevó a cabo más trabajos en la cueva en 2019. "Un estudio posterior, retrasado por la pandemia ocasionada por el COVID-19, proporcionará evaluaciones más detalladas del lugar y permitirá que los lectores evalúen mejor la participación humana en la elaboración de los artefactos”, según responde Ardelean.

Mapa que muestra la ubicación de la Cueva Coxcatlán dentro del Valle de Tehuacán (fotografía de Andrew Somerville).

Es más, hace solo unos meses se encontraron huellas humanas en el Parque Nacional White Sands, en Nuevo México, las cuales datan de hace 23.000 años.

Otro estudio reciente encontró restos de animales de unos 30.000 años de antigüedad que podrían haber sido depositados por humanos en la Cueva Coxcatlán, en México. Por lo tanto, no parece que podamos descartar por completo ninguno de los escenarios todavía.

En este sentido, estamos ansiosos por la llegada de esta investigación de seguimiento posterior, dadas las serias implicaciones del artículo original. Puede ser que los humanos hayan migrado a las Américas mucho antes de lo que afirma la antigua hipótesis, pero los arqueólogos todavía están buscando pruebas contundentes de ello.

Fuentes: gizmodo.com | sciencealert.com | 3 de noviembre de 2021