Descubren en Pompeya un espectacular salón de banquetes con frescos de personajes y dioses de la guerra de Troya

Los frescos representan a personajes dela guerra de Troya: Paris secuestra a Helena.

Una serie de impresionantes obras de arte han sido descubiertas en una nueva excavación en Pompeya, la antigua ciudad romana que quedó sepultada tras una erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.

Los arqueólogos dicen que los frescos se encuentran entre los mejores de las ruinas de esta antigua ciudad romana. Figuras míticas griegas como Helena de Troya están representadas en las altas paredes negras de un gran salón de banquetes.

El piso de mosaico casi completo de la habitación incorpora más de un millón de azulejos blancos individuales.

La excavación actual, la más grande en una generación, refuerza la posición de Pompeya como la principal ventana del mundo desde donde poder observar a la gente y la cultura del antiguo imperio romano.

El director del parque, Gabriel Zuchtriegel (izquierda), presentó el jueves, en exclusiva a la BBC, la "habitación negra".

"Es probable que el color de las paredes se haya elegido para ocultar los depósitos de humo de las lámparas que se utilizaban cuando se reunían socialmente después del atardecer. Bajo la luz brillante, las pinturas casi habrían cobrado vida", explica Zuchtriegel.

Hay dos frescos que dominan la sala. En uno, se ve al dios Apolo intentando seducir a la sacerdotisa Casandra. Su rechazo, cuenta la leyenda, dio como resultado que sus profecías fueran ignoradas.

La trágica consecuencia se cuenta en la segunda pintura, en la que el príncipe Paris conoce a la bella Helena, una unión que Casandra sabe que los condenará a todos a la Guerra de Troya.

La habitación negra apareció en las últimas semanas.

La 'habitación negra' es el último tesoro que surgió de la excavación -que comenzó hace 12 meses-, una investigación arqueológica que aparecerá en una serie documental de la BBC y Lion. Entretanto, los investigadores están limpiando un amplio bloque residencial y comercial, conocido como "Región IX", sobre el que cayeron varios metros de piedra pómez y cenizas arrojadas por el Vesubio hace casi 2.000 años.

El personal tiene que actuar rápidamente para proteger los nuevos hallazgos y llevar lo que se pueda a un depósito. En el caso de los frescos, que deben permanecer en su sitio, se inyecta en su parte trasera un pegamento de yeso para evitar que se despeguen de las paredes. La mampostería se está apuntalando con andamios y se está colocando un techo temporal por encima.

El dios Apolo aparece representado en uno de los frescos intentando seducir a la sacerdotisa troyana Casandra.

La jefa de restauración, la Dra. Roberta Prisco (derecha) pasó el martes de esta semana tratando de evitar que se derrumbara un arco. "La responsabilidad es enorme; mírame", dice, como si el estrés fuera visible en su rostro. "Tenemos una pasión y un amor profundo por lo que estamos haciendo, porque lo que estamos descubriendo y protegiendo es también para el disfrute de las generaciones que vienen después de nosotros".

La Región IX se convirtió en una historia de detectives para los arqueólogos. Las excavaciones de finales del siglo XIX descubrieron una lavandería en un rincón, pero las últimas obras han revelado ahora una panadería mayorista al lado, así como la gran residencia con su 'habitación negra'.

El equipo cree que las tres áreas pueden estar conectadas, físicamente a través de tuberías y pasillos especiales, pero también en términos de su propietario. La identidad de este individuo queda insinuada en numerosas inscripciones con las iniciales "ARV". Las letras aparecen en las paredes e incluso en las piedras del molino de la panadería.

"Sabemos quién es ARV: es Aulus Rustius Verus", explica la arqueóloga del parque, la Dra. Sophie Hay (izquierda). Lo conocemos por otra propaganda política existente en Pompeya. Era un político muy rico. Creemos que puede ser el dueño de la casa elegante detrás de la panadería y la lavandería".

Lo que está claro, sin embargo, es que todas las propiedades estaban en proceso de renovación en el momento de la erupción. Los trabajadores que escaparon dejaron las tejas cuidadosamente apiladas; sus botes de mortero de cal todavía están llenos, esperando ser usados; sus palas y picos perduran, aunque los mangos de madera se pudrieron hace mucho tiempo.

Hace falta inyectar pegamento para yeso detrás de los frescos para evitar que se desprendan de la pared.

La Dra. Lia Trapani (abajo) cataloga todo lo que encuentra en la excavación. Toma una de las mil o más cajas de artefactos que hay en su depósito y saca un cono de color turquesa. "Es el peso de plomo de una plomada". Al igual que los constructores actuales, los trabajadores romanos lo utilizaban para nivelar superficies verticales. "Si miras de cerca, puedes ver que todavía hay un pedacito de cuerda romana", dice sosteniendo el cono entre sus manos.

La arqueóloga Trapani muestra la plomada descubierta.

El Dr. Alessandro Russo (izquierda) es el otro arqueólogo codirector de la excavación. Quiere mostrarnos un fresco del techo recuperado de una habitación. Destrozado durante la erupción, sus piezas halladas se han dispuesto, al estilo de un rompecabezas, sobre una gran mesa. Después de mojar los pedazos de yeso con un rocío de agua, los detalles y los colores se ven más vivos.

La imagen muestra paisajes con personajes egipcios; alimentos y flores; y unas imponentes máscaras teatrales. "Este es mi descubrimiento favorito en esta excavación porque es complejo y raro. Es de alta calidad para un individuo de alto estatus", explica Russo.

Otro fresco representa a Leda y Zeus en forma de cisne, cuya unión dio lugar al nacimiento de Helena de Troya.

Pero si el fresco del techo de la gran propiedad puede describirse como exquisito, lo que revela el descubrimiento de la panadería es un aspecto mucho más brutal de la vida romana: la esclavitud. Es obvio que las personas que trabajaban en el negocio vivían encerradas en condiciones deplorables, al lado de los burros que hacían girar las piedras del molino.

Al parecer había una ventana, y esta tenía rejas de hierro para impedir que se escaparan. Es en la panadería también donde se han descubierto los únicos esqueletos de la excavación. Dos adultos y un niño que fueron aplastados por las piedras.

Los arqueólogos tuvieron que reconstruir un fresco del techo que se hizo añicos durante la erupción volcánica.

Se piensa que pudieron haber sido esclavos que quedaron atrapados y no lograron huir de la erupción. Pero son conjeturas. "Cuando excavamos, nos preguntamos 'qué estamos mirando'", explicó el Dr. Gennaro Iovino (izquierda), arqueólogo codirector.

"Al igual que el escenario de un teatro, tienes la escenografía, el telón de fondo y el culpable, que es el Monte Vesubio. El arqueólogo tiene que ser bueno llenando los vacíos: contando la historia de los actores desaparecidos, las familias y los niños, la gente que ya no está".

También se conservaron cornisas ornamentadas bajo los escombros volcánicos.

Fuente: bbc.com | 11 de abril de 2024

El hallazgo de restos cerámicos de más de 2.000 años de antigüedad cuestiona que aborígenes australianos aprendieran alfarería tras la llegada de los colonos europeos

Selección de restos cerámicos hallados en la isla de Jgurru / isla Lagarto.

El descubrimiento de la cerámica más antigua jamás encontrada en Australia, en Jiigurru / Isla Lagarto, frente a la costa de Queensland, desafía la idea de que las comunidades aborígenes australianas desconocían la fabricación de cerámica antes de la colonización europea.

Sean Ulm (izquierda), profesor de la Universidad James Cook, e investigador jefe del Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano del Consejo Australiano de Investigación (CABAH), dijo: "Las cerámicas fueron descubiertas en una excavación arqueológica realizada en Jiigurru por el CABAH en asociación con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu, para las cuales Jiigurru tiene una fuerte importancia cultural.

“Los arqueólogos excavaron un basurero de 2,4 metros de profundidad en Jiigurru durante un período de dos años para descubrir evidencias de ocupación, como restos de mariscos y peces recolectados y consumidos por la gente de la isla, que tienen más de 6.000 años.

"A menos de un metro bajo la superficie, el equipo encontró docenas de fragmentos de cerámica que tienen entre 2.000 y 3.000 años de antigüedad, y es, por tanto, la cerámica más antigua jamás descubierta en Australia" .

El profesor Ulm dijo que el descubrimiento, publicado en Quaternary Science Reviews, desafía las nociones previas de que las comunidades aborígenes australianas desconocían la fabricación de cerámica antes de la colonización europea, sugiriendo en cambio una rica historia de intercambios culturales a larga distancia e innovación tecnológica mucho antes de la llegada británica.

El sitio de excavación en isla de Jiigurru (Isla Lagarto).

“El análisis geológico de la cerámica indica que se produjo localmente utilizando arcillas y temples procedentes de Jiigurru. La edad de la cerámica se superpone con un período en el que se sabía que el pueblo lapita del sur de Papúa Nueva Guinea producía cerámica”, dijo el profesor Ulm.

Kenneth McLean (derecha), miembro del clan Dingaal y presidente de la Corporación Aborigen Walmbaar, declaró: “Trabajar en colaboración arqueólogos y propietarios tradicionales del país es algo que nunca antes se había hecho con mi gente, la cual no solo ha compartido cada uno su historia personal, sino también colaborado desde el punto de vista arqueológico con la historia de nuestro antiguo pueblo, lo que ha proporcionado un buen resultado. Resulta claro que podemos cuidar el país juntos”.

El miembro de la comunidad Ngurrumungu, Brian Cobus (izquierda), dijo: “Cada conocimiento que adquirimos nos ayuda a contar la historia del país. Proyectos de investigación como este nos ayudan a todos a comprender mejor el país y a comprender cómo cuidarlo”.

El profesor Ulm señala que el descubrimiento revela que las comunidades aborígenes del norte de Queensland tenían conexiones con las comunidades alfareras de Nueva Guinea.

"El descubrimiento nos brinda información sobre las sofisticadas capacidades marítimas de las comunidades de las primeras naciones de esta región, y estos restos cerámicos son cruciales para comprender los intercambios culturales que ocurrieron en Jiigurru hace miles de años", subraya el profesor Ulm.

Un escáner láser terrestre en acción en la isla Jiigurru/Isla Lagarto. Crédito: Ian McNiven

“Creemos que los antepasados ​​de los propietarios tradicionales participaban en un sistema comercial muy extendido. Es decir, comerciaban con tecnología, bienes e ideas, sabían cómo hacer cerámica y la hacían localmente”.

El investigador jefe de el CABAH, el profesor Ian McNiven (derecha), de la Universidad de Monash, dijo que "las evidencias apuntan a una historia de conexiones profundas a través del Mar del Coral, facilitadas por tecnología avanzada de viajes en canoa y habilidades de navegación en mar abierto, lo que contradice la noción obsoleta del aislamiento indígena.

Estos hallazgos no sólo abren un nuevo capítulo en la arqueología australiana, melanesia y del Pacífico, sino que también desafían los estereotipos colonialistas al resaltar la complejidad y la innovación de las comunidades aborígenes. El descubrimiento de restos cerámicos añade una nueva capa a nuestra comprensión del papel de la comunidad de los Jiigurru y los australianos indígenas en la red más amplia de intercambio marítimo e interacción cultural a través del Mar del Coral".

Según el profesor McNiven, la isla de Jiigurru marca el límite sur de antiguas redes marítimas internacionales que unían el este del norte de Queensland, el sur de Nueva Guinea y el Estrecho de Torres, formando la 'Esfera de Interacción Cultural del Mar del Coral'.

Conexiones culturales a través del Mar del Coral. Ulm et al. Quaternary Science Review, 2024.

“Estas redes facilitaron el intercambio de objetos e ideas entre las comunidades costeras de Australia y Nueva Guinea durante los últimos 3.000 años. Mientras que algunos objetos, como los adornos corporales de conchas cónicas y las pipas de bambú, indican un intercambio generalizado de cultura e ideas, otros, como la cerámica, también sugieren el intercambio de tecnología”, concluye el profesor McNiven.

Notas adicionales

La investigación de el CABAH, realizada en colaboración con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu, formó la base de la exposición del Museo de Queensland Conexiones a través del Mar del Coral: una historia de movimiento. Lea más aquí al respecto, y explore en un recorrido virtual la exposición aquí y explore los objetos de la exposición en este enlace.

Esta investigación fue realizada por el Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano del Consejo Australiano de Investigación (número de proyecto CE170100015) con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu como socios. El equipo de investigación está compuesto por 40 investigadores de 26 instituciones y está dirigido por los investigadores jefes del CABAH, el distinguido profesor Sean Ulm (Universidad James Cook) y el profesor Ian McNiven (Universidad de Monash).

Fuentes: James Cook University | sciencealert.com | 10 de abril de 2024

Descubren un misterioso grafiti en la catedral de Cuenca: la sorprendente conexión con la de Burgos

Líneas grabadas halladas en la catedral de Cuenca coincidirían con el esquema de la girola de la catedral de Burgos.

La catedral de Santa María y San Julián de Cuenca ha sacado a la luz unos "grafitis escondidos" en su cimborrio que coinciden con lo que podrían ser, según los expertos, la equivalencia de los planos arquitectónicos de la girola de la catedral de Burgos. Este descubrimiento se realizó en 2009 durante las obras de rehabilitación del claustro y la torre del cuerpo cilíndrico que sirve de base a la cúpula del templo, pero acaba de ser desvelado por los investigadores.

Los arqueólogos y profesionales a cargo de esta restauración, tras años de estudio, defienden la hipótesis de que el arquitecto encargado de la segunda fase de la obra de la catedral de Cuenca es el mismo que planificó la catedral de Burgos, a la vista de la similitud y equivalencia del plano encontrado.

Así lo ha detallado el arqueólogo e historiador Santiago David Domínguez (izquierda), quien asegura que "tras desmontar las maderas en la zona del cimborrio colgadas en su día para apear y sujetar la torre del cimborrio y evitar derrumbamientos, fue tras la caída de la torre del Ángel a principios de siglo cuando aparecieron los dibujos".

Domínguez, uno de los arqueólogos que en el momento de la aparición formaba parte del mando de control de este monumento histórico, afirma que a medida que iban rehabilitando la parte caída del cimborrio apareció un "plano muy raro" grabado en una de las paredes, que correspondía con la cabecera de una iglesia con girola. Tras compararla con las plantas de las catedrales hispanas construidas en época medieval, concluyó que reproduce fielmente el esquema de la girola de la catedral de Burgos.

Domínguez ha explicado que se desconocía el nombre del maestro arquitecto que desarrolla la segunda fase de la catedral de Cuenca a principios del siglo XIII, "pero sí que se conocía el obispo que la encargó, Mateo Reinal, quien fue el responsable del proceso en Cuenca" antes de recalar en Burgos.

El arquitecto de la catedral de Burgos es el maestro Enrique, razón por la cual el grafiti que se conserva en la catedral de Cuenca vendría a demostrar que "Enrique era el maestro desconocido de Cuenca y que allí empezaría a pensar en cómo construir la catedral burgalesa, a donde fue a trabajar llevado por el obispo que fuera de Cuenca y después de Burgos", confirma el investigador.

Catedral de Cuenca. Imagen de archivo

Pese a ese desconocimiento, la similitud en varias de las estructuras de ambas catedrales fueron los detonantes para descubrir que compartían "maestro" y obispo. Por esto, los arqueólogos e historiadores decidieron poner "el propio dibujo como testimonio de cómo se diseñaban y se hacían las catedrales, que sirvió para identificar así al maestro y arquitecto desconocido" ya que su nombre no regía en la documentación de las obras de la catedral de Cuenca.

"De esta forma, el humilde dibujo, conservado casi por casualidad en la torre central de la catedral de Cuenca, sirve para aportar un gran argumento para la Historia del Arte y para la arquitectura medieval de Castilla, uno más de las grandes sorpresas por descubrir y estudiar en la interesantísima catedral de Cuenca".

Símbolos y dibujos

Además del gran descubrimiento en los grafitis del cimborrio de la catedral de Cuenca durante su rehabilitación, Domínguez ha manifestado que se encontraron "otra serie de dibujos en el cimborrio como pruebas de geometría y otro tipo de diseños".

Entre ellos, ha destacado diseños posteriores a la época medieval como "oraciones, avemarías, cruces, fechas y un montón de grafitis de la colección", pero haciendo hincapié en la girola y planta de la catedral de Burgos -los planos encontrados- como el descubrimiento más interesante.

La catedral de Santa María y San Julián de Cuenca empezó su historia evolutiva después de la conquista cristiana de la medina islámica en 1177, y es por ello que Domínguez y el resto de arqueólogos e historiadores pudieron confirmar la existencia de las ruinas de la Mezquita Mayor de la Cuenca Islámica situada debajo de la catedral. "Fase a fase y época a época se va pudiendo contar la arquitectura, decoración, historia del arte y todo lo que es el principio de la península ibérica desde la época islámica", manifiesta el investigador.

Otro elemento de la catedral que Domínguez destaca es la forma de la misma, la que describe como "catedral colgada", ya que cuelga, a semejanza de los iconos de la ciudad, de una hoz. "Cuando se va ampliando en el siglo XV y XVI, que es el momento de mayor auge y de mayor esplendor de Cuenca, su catedral también crece y se queda sin espacio, porque ya tiene la hoz del Huécar a la espalda, en la cabecera, de modo que lo que hace es colgarse", explica.

Catedral de Burgos.

De modo que, tras esta estructura y remodelación y ampliación, "se comenzaron a generar una serie de capillas para ocupar la calle de Ronda -donde se ubica la catedral-, de manera que la estructura inicial se cuelga de la muralla".

Tras este gran descubrimiento, la catedral conquense espera que sus salas se llenen cada vez más, ya que "es un ejemplo", asegura Domínguez, que ha querido tener especial mención al director del templo, Miguel Ángel Álvarez, quien ahora tiene la ambición de "sacarle partido más allá de lo típico".

"Hay zonas inaccesibles, y es imposible que el público pueda acceder al cimborrio de la catedral porque es muy complicado hacer el tránsito, pero se van abriendo poco a poco espacios desconocidos, intentando que todos esos secretos, más que secretos, todas esas joyas que no estaban tan promocionadas o que no estaban tan estudiadas, que se van estudiando poco a poco, vayan teniendo un poco de publicidad", concluye Domínguez.

Fuente: elespanol.com | 3 de abril de 2024

Los homínidos de la península ibérica se alimentaban de elefante hace 1,2 millones de años

Recreación de la explotación del 'mamut meridionalis' de FN3 realizada por algunos de los primeros pobladores del continente europeo. Jesús Gamarra.

La presencia de marcas de corte sobre restos óseos de elefante Mammuthus meridionalis procedentes del yacimiento Fuente Nueva 3, en Orce, Granada, confirman que los homínidos de hace 1,2 millones de años comieron de este animal, según una investigación en la que participan la Universidad de Granada (UGR), la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universidad de Jaén y la Universidad de La Laguna, entre otras.

Estas marcas de corte sobre una hembra de elefante son las más antiguas conocidas para este tipo de animal, tanto en la península ibérica como en Europa hasta el momento, según ha detallado la UGR en una nota de prensa.

En 2013 se publicó el descubrimiento de los restos de un elefante en semiconexión anatómica asociado a restos de industria lítica y coprolitos de Pachycrocuta brevirostris, un tipo de hiena extinta del Pleistoceno. La novedad de este artículo, publicado en la revista Quaternary Science Reviews, es que los estudios tafonómicos -formación de fósiles- y la aplicación de inteligencia artificial (IA) demuestran que los humanos se alimentaron de este gran animal.

"Cuando no hay marcas de corte sobre un resto fósil que aparece en un yacimiento arqueológico, no hay pruebas directas que permitan sostener que ese animal pudo ser aprovechado por los seres humanos, solo permiten especular con la posibilidad de... Es como un crimen, si no hay cuerpo ni arma solo se puede especular, pero teniendo el arma y el cuerpo tienes la prueba directa. Las marcas de corte sobre los huesos del elefante son la prueba que confirman que los humanos comieron del animal", señala José Yravedra (izquierda), catedrático de Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología y director de la Unidad de Arquemetría y Análisis Arqueológico del CAI de Ciencias de la Tierra y Arqueometría de la UCM.

Otra de las novedades que destacan en el artículo es que el elefante presenta también marcas de dientes. Para determinar qué carnívoro dejó marcas de dientes sobre los huesos se utilizó un análisis tridimensional de documentación de alteraciones tafonómicas (en este caso marcas de dientes), en combinación con técnicas de inteligencia artificial que ayuda a clasificar con un alto índice de probabilidad qué carnívoro hace las marcas.

Foto: Esqueleto parcial de elefante (Mammuthus meridionalis) exhumado en el yacimiento paleontológico de Fuente Nueva-3. Su edad de muerte la ha estimado Sergio Ros Montoya, especialista en proboscidios fósiles, en 55-60 años conforme al desgaste del tercer molar inferior. Conserva la mandíbula (la curvatura de la sínfisis indica que era una hembra), la columna vertebral, las costillas y la pelvis en articulación anatómica, aunque algunos huesos están ligeramente desplazados.

Felinos sí, hienas no, según la IA

El análisis asocia las marcas a tigres de dientes de sable y se confirma que ellos también marcaban los huesos cuando comían, sugiriendo que “apuraban” más el alimento, según nos investigadores.

Para sorpresa de los investigadores, sobre el elefante no se han encontrado marcas de dientes de hienas Pachycrocuta. "Tradicionalmente se dijo que las hienas actuaron sobre este individuo, pero en realidad no se ha podido ver nada que lo refleje", reconoce Yravedra.

Por último, con base a la posición anatómica del corte y de las marcas de dientes, los investigadores proponen que tanto los homínidos como los tigres con dientes de sable tuvieron acceso temprano al animal.

El mamut murió de muerte natural

La elefanta encontrada en Fuente Nueva 3, entre los años 2001-2003, es el cadáver casi completo de una hembra de mamut que murió por causas naturales a los 50-60 años de edad. Este mamut está representado casi en su totalidad faltando solo las extremidades y la cabeza, desconociéndose por el momento el paradero de estas partes.

A partir de la micromorfología de sedimentos asociados a este animal se pueden obtener informaciones muy relevantes según desvelan los investigadores de las universidades de Jaén y La Laguna. Estos estudios consisten en el análisis de bloques de sedimentos que se convierten en láminas de 30 micras de grosor que luego se analizan bajo el microscopio desvelado características imperceptibles para el ojo humano.

"La micromorfología ha demostrado que la hembra de proboscídeo falleció cuando el entorno de Fuente Nueva 3, hace 1,2 millones de años, estaba cubierto por las aguas. Esto explica también el excelente estado de conservación del esqueleto”, comenta Juan Manuel Jiménez Arenas (izquierda), investigador de la UGR. Lo cual indica que los homínidos y los grandes felinos tuvieron que aprovechar la elefanta muerta antes de que quedara completamente cubierta por las aguas.

"Estos resultados sirven a la comunidad científica para abrir una ventana al pasado, y continuar desentrañando los misterios de las vidas de las poblaciones humanas del pasado", concluye Yravedra.

Fuente: canal.ugr.es | 4 de abril de 2024

Ötzi, el 'Hombre de Hielo', utilizó una técnica sorprendentemente moderna para hacer sus tatuajes hace 5.300 años

Recreación de cómo pudo haber sido el aspecto de Ötzi, el hombre del hielo. South Tyrol Museum of Archaeology / Ochsenreiter

Cuando en el mes de septiembre del año 1991 Helmut y Erika Simon, un par de experimentados montañeros alemanes, se toparon con lo que parecían la cabeza y los hombros de un cadáver humano, mientras iniciaban el complicado descenso desde los Alpes de Ötztal, a 3.600 metros de altitud, no podían imaginar que, en realidad, acababan de descubrir el cuerpo de un ser humano que murió cinco mil años atrás, hacia 3.255 a.C.

El cadáver localizado pertenecía a un varón que fue bautizado por los expertos como Ötzi en referencia al lugar en el que había sido encontrado, el recóndito rincón de los Alpes que fue su lugar de reposo durante cinco milenios. Trasladado para su estudio al Museo de Arqueología del Tirol del Sur, en la ciudad italiana de Bolzano, las sucesivas pruebas forenses llevadas a cabo sobre el también conocido como 'Hombre del Hielo' no han dejado de proporcionar informaciones sorprendentes.

Esto muestra al coautor Danny Riday tatuándose su propia pierna usando un punzón hecho con hueso de un venado de cola blanca. Las comparaciones indican que esta fue la técnica utilizada para los 61 tatuajes de Otzi. (Crédito de la imagen: Danny Riday).

Los primeros estudios revelaron, entre otras cosas, que en el momento de su muerte Ötzi tenía cuatro costillas rotas y un corte en la mano derecha que estaba empezando a cicatrizar. Pero, tal vez, uno de los aspectos que más llamaron la atención de los investigadores fue la gran cantidad de tatuajes que lucía su cuerpo, concretamente 61. Hasta ahora se creía que estos tatuajes se habían realizado mediante pequeños cortes en la piel que más tarde se frotaban con hollín, pero ahora un nuevo estudio propone otra explicación.

Esto muestra a Danny Riday tatuándose su propia pierna usando una aguja hecha de un hueso de alcatraz (pájaro) para tirar de un hilo con pigmento debajo de la piel. Esta técnica fue utilizada comúnmente por los inuit y la gente del extremo sur de América del Sur. (Crédito de la imagen: Danny Riday).

TÉCNICAS "MODERNAS"

Según Aaron Deter-Wolf (izquierda), un experto en tatuajes antiguos que trabaja para el Departamento de Medio Ambiente y Conservación de Tennessee, y que es uno de los autores del estudio, publicado en European Journal of Archaeology, los tatuajes de Ötzi se habrían realizado con algún tipo de punzón o aguja muy similares a los que se emplean en la actualidad. "Pinchar implica perforar la piel con un punzón o una aguja y tiene algunas similitudes con los artilugios de tatuar modernos", comenta el investigador.

En el estudio se han comparado los tatuajes de Ötzi con los tatuajes modernos hechos en piel humana que un grupo de investigadores hicieron en 2022 como parte de un estudio que tenía como objetivo analizar las técnicas de tatuaje premodernas. Entre ellos se incluyen tatuajes realizados con incisiones, golpeando puntos con un mazo (tradicionalmente utilizados en toda la región del Pacífico) y subdérmicos, que pueden utilizar un hilo pigmentado para "coser" la piel y que han sido tradicionalmente elaborados por los pueblos inuit.

La pierna de Danny Riday tatuada por otro tatuador usando un peine de colmillo de jabalí; ésta es la técnica utilizada tradicionalmente en Austronesia.(Crédito de la imagen: Aaron Deter-Wolf, Danny Riday).

SIN CORTES

Para llevar a cabo el estudio de 2022, el tatuador neozelandés Danny Riday (derecha), que también ha participado en el estudio actual, se tatuó la pierna utilizando una gran variedad de herramientas y técnicas: agujas de hueso para tatuajes subdérmicos, la punta de una fina lasca de obsidiana para realizar tatuajes por punción e incisión, y punzones de cobre y hueso de una sola punta para tatuar mediante punciones. Posteriormente, los tatuajes se documentaron con un microscopio digital para examinar el proceso de cicatrización y así poder compararlos con los tatuajes cicatrizados de Ötzi.

Finalmente, los análisis revelaron que ninguno de los tatuajes de Ötzi se hizo mediante incisiones, ya que forman líneas estrechas en los extremos donde la piel empieza a cicatrizarse. Sin embargo, sí coincidían con "los realizados con un punzón (una herramienta para perforar agujeros en el cuero, generalmente un poco más grandes que los agujeros hechos por una aguja) en los que un pigmento (hollín negro, en el caso de Ötzi) se retiene dentro de las diminutas perforaciones de la piel", ha explicado Deter-Wolf.

Los investigadores sugieren que los tatuajes de Ötzi fueron realizados con un punzón de hueso similar a este, encontrado cerca de su cuerpo. Aaron Deter-Wolf et al.

Dibujo que muestra la localización de los tatuajes encontrados en el cuerpo de Ötzi. South Tyrol Museum of Archaeology/Ochsenreiter

¿CARENTES DE SIMBOLOGÍA?

En cuanto a su significado, según el experto, a diferencia de los tatuajes observados en las momias peruanas o escitas, los tatuajes de Ötzi carecen de simbolismo e, incluso, según estudios anteriores, muchos de los tatuajes de Ötzi podrían haber sido sido realizados con fines terapéuticos, para tratar algún tipo de herida. En realidad, todos ellos, a excepción de uno que representa un brazalete en su muñeca izquierda, no habrían sido visibles.

Esto muestra a Danny Riday tatuándose su propia pierna usando una hojuela de obsidiana para hacerle un corte o una incisión antes de frotarla con pigmento. Así es como algunos estudios anteriores habían sugerido que se hizo los tatuajes Otzi, pero el último estudio indica que este no parece ser el caso.(Crédito de la imagen: Aaron Deter-Wolf, Danny Riday)

Por su parte, Marco Samadelli (izquierda), que estudia los restos de Ötzi en el Instituto para Estudios de Momias en Bolzano, pero que no ha participado en esta última investigación, ha declarado que "el nuevo estudio es de un alto nivel científico, y aunque los autores no afirman con absoluta certeza que la técnica utilizada en Özi fuera la del tatuaje por punción con un instrumento de una sola punta, dan explicaciones extensas y plausibles al respecto".

Samadelli, que está de acuerdo en que la mayoría de los tatuajes de Ötzi se realizaron con fines terapéuticos, afirma también que "el hecho de que no todos los tatuajes estén colocados en lugares de heridas o enfermedades no significa que deban tener un significado simbólico, sino que su correlación probablemente aún no ha sido identificada", concluye el experto.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | livescience.com | 3 de abril de 2024

Los primeros humanos utilizaban madera cortada hace 300.000 años para cazar animales y limpiar pieles

Las lanzas de madera encontradas en Schöningen, Alemania. Foto: Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baja Sajonia (NLD).

Durante las excavaciones arqueológicas de 1994 en la mina de lignito a cielo abierto de Schöningen (Alemania), el descubrimiento de las armas de caza más antiguas y totalmente conservadas de la humanidad causó gran revuelo internacional.

Lanzas y un palo arrojadizo se encontraban entre huesos de animales en antiguos depósitos a orillas de un lago, a unos diez metros por debajo de la superficie del lugar. En los años siguientes, extensas excavaciones fueron descubriendo gradualmente numerosos trozos de madera en la capa de finales del período cálido, hace 300.000 años.

Los hallazgos sugirieron que era un lugar de caza a orillas del lago. Ahora, un equipo de investigación interdisciplinario de las universidades de Göttingen y Reading (Gran Bretaña) y de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos (NLD) de Baja Sajonia ha examinado por primera vez todos los artefactos de madera encontrados. Los métodos más modernos de obtención de imágenes, como la microscopía 3D y los escáneres micro-CT, han producido resultados sorprendentes. El estudio fue publicado en la revista PNAS.

Para la caza mayor y menor se utilizaban lanzas y palos arrojadizos del yacimiento de Schöningen. Los fragmentos se complementaron con dibujos. Foto: Volker Minkus/MINKUSIMAGES, Christa Fuchs, Matthias Vogel. Gráfico: Dirk Leder, Oficina Estatal de Conservación de Monumentos (NLD) de Baja Sajonia

Por primera vez, los investigadores pudieron demostrar nuevas formas de procesamiento de la madera, como la técnica de división. Se afilaban pequeños trozos de madera partida, por ejemplo para procesar presas de caza. El primer autor del estudio, eñ Dr. Dirk Leder (izquierda), de la NLD, afirma: “Hay pruebas de que el procesamiento de la madera de abeto y de pino fue mucho más amplio y variado de lo que se pensaba. Con los troncos seleccionados se hicieron lanzas y palos para arrojar y se llevaron al lugar, mientras que los restos inutilizable se repasaron y reciclaron en el lugar”.

Sin embargo, al menos 20 lanzas y palos para arrojar quedaron en la orilla del lago. Esto duplica la cantidad de armas de madera conocidas en este enclave. El Dr. Tim Koddenberg (derecha),de la Universidad de Göttingen, explica: "El sorprendente buen estado de conservación de los bosques de Schöningen nos permite por primera vez documentar e identificar en detalle las técnicas de procesamiento de la madera utilizando los métodos de microscopía más modernos".

La restauradora Anna-Laura Krogmeier y el Dr. Tim Koddenberg examina una lanza de madera en el Museo de Investigación de Schöningen. Foto: Jens Lehmann, Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baja Sajonia (NLD).

La amplia gama de técnicas de procesamiento utilizadas, así como las diferentes armas y dispositivos utilizados por los primeros humanos, muestran la extraordinaria importancia de la madera como materia prima, la cual casi nunca se ha conservado de esa época. Los hallazgos de Schöningen atestiguan una larga experiencia en el procesamiento de la madera, conocimientos técnicos y procesos de trabajo complejos.

El líder del proyecto, el profesor Dr. Thomas Terberger (izquierda), que trabaja en la NLD y en la Universidad de Göttingen, afirma: "La madera fue una materia prima fundamental para la evolución humana, pero sólo en Schöningen se ha conservado en tan alta calidad desde el Paleolítico". Por lo tanto, Schöningen forma parte del patrimonio cultural del hombre primitivo de importancia internacional. Recientemente, a petición del estado federado de Baja Sajonia, el lugar fue incluido en la lista de nominaciones para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Detalle microscópico de un arma de madera: Se pueden ver claramente astillas en la madera causadas por una herramienta de corte. Los colores muestran diferencias de altura de 2,6 milímetros en total: el azul indica el punto más bajo y el rojo el más alto. Foto: Tim Koddenberg, Universidad de Göttingen.

El estudio fue financiado por la Fundación Alemana de Investigación (DFG) y el Ministerio de Ciencia y Cultura de Baja Sajonia.

Fuente: Universität Göttingen | 3 de abril de 2024