Myanmar, la cuna de la humanidad.



Asia se postula, con nuevas evidencias, como la cuna de los primates antropomorfos, la rama evolutiva humana, un papel que disputa al continente africano, considerado durante décadas el lugar de origen de los simios.
Estas nuevas pruebas son los fósiles de un primate, bautizado como 'Afrasia djijidae' encontrado en el yacimiento del Ecoceno de Pondaung, en Myanmar, al que se le calcula una edad de 37 millones de años.
El hallazgo, realizado por un equipo internacional y publicado en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' da luz a un periodo muy primitivo de la evolución de los antropoides. Según el análisis de los fosiles, este 'Afrasia' es muy similar al 'Afrotarsius libycus', que fue descubierto no hace mucho en el desierto del Sáhara, concretamente en Libia.
La similitud entre ambos sugiere que estos primates primitivos llegaron a África poco antes del hallazgo de estos fósiles, un viaje que fue crucial en su evolución, y por tanto, en la humana. De hecho, antes que este fósil ya se habían encontrado en Asia otros restos que apuntaban a este continente como la verdadera cuna de los antropoides.
Chris Beard, paleontólogo del Museo Carnegie de Historia Natural (Estados Unidos), coautor del trabajo, destaca el papel de 'Afrasia' para conocer cuándo pudo producirse ese viaje intercontinental. "Sin esa migración tan antigua, nosotros nunca hubieramos estado aquí", asegura.
Pero ese viaje pudo ser bastante complicado. El Mar Tetis, la versión ampliada del Mediterráneo, separaba África de Asia, por lo que el camino tuvo que ser poco antes de la fecha de los primeros primates africanos encontrados. De hecho sus dientes son similes a los de 'Afrasia' y coetáneos.
Fueron necesarios seis años de cribado de toneladas de sedimentos para hallar los cuatro dientes del Eoceno. Estaban en la misma formación donde en 2009 el mismo equipo ya descubrió de el 'Ganlea megacanina', un fósil algo posterior que ya situó a los primeros antropoides en Asia. Lo que no se sabe es si hay una salida anterior de África.
Por su dentadura, se sabe que se alimentaban de insectos y que no pesaban más que 100 gramos, como un roedor. Jean-Jacques Jaeger, de la Universidad de Poitiers (Francia), cree que los de Libia son los primeros primates africanos, y por ende, los primeros en la evolución humana.
El descubrimiento de 'Afrasia' demuestra que hubo una primera colonización en África hace 37 millones de años, pero la diversidad de antropoides en Libia sugiere que la realidad era compleja, porque hay otros fósiles que parecen no estar emparentados con éstos. Quizás son descendientes de otros colonos asiáticos diferentes o quizás eran africanos.
"En todo caso, este hallazgo pionero de investigación pone de relieve la vitalidad de las colecciones museos de historia natural", afirma Sam Taylor, director del Museo de Historia Natural Carnegie.

Fuente: el Mundo.es 

Dos 'Vampiros' en Bulgaria

Sofía, 6 jun (EFE).- La verdad sobre los vampiros está lejos de su leyenda romántica. Así ha quedado patente en Bulgaria, dónde el hallazgo de la tumba de un supuesto "bebedor de sangre" ha revelado su vinculación con algunas costumbres paganas precristianas de los Balcanes.

El descubrimiento, realizado el pasado domingo cerca de un monasterio medieval en la pequeña ciudad de Sozopol, a orillas del Mar Negro, muestra a un hombre que había sido enterrado con un hierro clavado en el corazón, explicó a Efe el director del Museo Nacional de Historia, Bozhidar Dimitrov.

"El muerto, cuya identidad, origen o rango social todavía no hemos confirmado, tenía clavado en el pecho una pieza de un arado de hierro", reveló Dimitrov, un exministro búlgaro y uno de los historiadores más célebres del país.
Este descubrimiento, que data según los primeros indicios del siglo VIII ó IX, revela una costumbre pagana que subsistía entonces entre los cristianos de la época y que consistía en atravesar el corazón de algunos fallecidos con una hoja metálica para que no volviesen de entre los muertos.
"Practicaban este rito contra personas que en su vida se consideraban malvadas, hacían maldades contra la gente o simplemente se ocupaban de algo que la sociedad no entendía, como por ejemplo investigaciones científicas o médicas. Se creía que después de morir, tales personas se convertían en vampiros y torturaban y atormentaban a los vivos y se bebían su sangre", explicó.
El supuesto vampiro podría ser una persona de alto nivel social, quizá un alcalde, un recaudador de impuestos, un consejero o un sacerdote riguroso en su persecución de los violadores de la moral cristiana.
Poco después del primer hallazgo, se encontró una segunda tumba con un cadáver también atravesado por un hierro, del que se sospecha que, por la constitución de los huesos y la cercanía al primer túmulo, podría ser la esposa.
Según la costumbre, en la noche inmediatamente después del entierro, y siempre antes de medianoche, cuando se creía que el difunto se convertía en vampiro, un grupo de valientes exhumaba el cadáver y le clavaba un hierro en el pecho, explicó Dimitrov.
"Se creía que el peso del metal presionaba al muerto y no le permitiría levantarse y vagabundear en la noche, bebiendo sangre de la gente", aclaró.
El profesor avanzó que las investigaciones arqueológicas continúan y que se han hallado en esa localidad y en otras cercanas alrededor de 80 tumbas que se sospecha fueron sometidas al mismo ritual.
Varios medievalistas búlgaros consultados por Efe explicaron que en aquella época se creía que las personas con anomalías físicas, como por ejemplo, tener un cráneo más grande de lo habitual o joroba, eran vampiros.
Otro arqueólogo búlgaro, Nikolay Ovcharov, reveló que el caso del "vampiro de Sozopol" no es el primero y no hace mucho tiempo se descubrió un cadáver de la misma época enterrado cerca de una iglesia en la ciudad de Veliko Tarnovo, en Bulgaria central.
"Se trata de una costumbre pagana que llegó de la antigüedad y que los cristianos preservaron. Además del hierro, a los muertos se los cubrían con ascuas o sus extremidades se ataban con cuerdas", explicó Ovcharov.
Y añadió que algunos de los ritos se hacían de forma secreta durante la noche, pero hubo también otros que se realizaban durante el entierro en pleno día.
Aunque las leyendas sobre el vampirismo en los Balcanes tienen muchos siglos de antigüedad, el mito moderno se debe a la novela "Drácula", publicada en 1897 por el irlandés Bram Stoker y basada en cuentos populares de la región.
Ahora este mito ha vivido una nueva juventud gracias a la popular saga "Crepúsculo", de la novelista Stephenie Meyer, cuya adaptación a la gran pantalla ha sido un gran éxito de taquilla. 
Fuente:Vanguardia.es, yahoo.es agencia efe.

Tras los pasos virtuales de los íberos

Una ruta virtual por Murcia y Albacete fomenta el turismo cultural a través de la historia de sus asentamientos y museos

Un cuerpo mas ligero les ayudo a sobrevivir.


Tanto el Homo heilderbergensis como los neandertales tenían una altura similar a la de las actuales poblaciones mediterráneas. Es la conclusión extraída tras la reconstrucción de 27 huesos completos de extremidades humanas encontrados en Atapuerca (Burgos).
El buen estado de conservación de los fósiles de la Sima de los Huesos de Atapuerca ha hecho posible la restauración de estos restos, que tienen500.000 años de antiguedad.
«La increíble colección nos permite hacer estimaciones de la estatura en especies como Homo heidelbergensis –que habitó Europa durante el Pleistoceno Medio y es antepasado de los neandertales–, basándonos exclusivamente en huesos largos completos, como todos los del brazo y la pierna», explica a SINC José Miguel Carretero Díaz, investigador delLaboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos y autor principal del estudio que publica el Journal of Human Evolution.
Además, al estar los huesos completos, los investigadores han podidoatribuir cada uno a un sexo determinado para calcular la estatura tanto en hombres como en mujeres. «Las estimaciones que habíamos hecho hasta ahora se basaban en huesos incompletos, cuya longitud había que estimar, y utilizábamos fórmulas basadas en una sola población de referencia, que no sabíamos si era o no la más adecuada», señala el investigador.
Dado que no conocían cuál sería la afinidad racial y ecológica más adecuada para estos humanos, los científicos utilizaron fórmulas multirraciales y multisexuales para estimar la estatura con todos ellos para reducir el margen de error y acercarse más a la realidad. «Calculamos un promedio general para la muestra y uno para cada sexo. Lo mismo se ha hecho con los fósiles de neandertales y cromañones», apunta Carretero Díaz.
Sus resultados indican que tanto los hombres como las mujeres de la población de la Sima de los Huesos eran solo ligeramente más altos en promedio que los hombres y mujeres neandertales. «Ni unos ni otros pueden calificarse como humanos de baja estatura, sino que se sitúan dentro de las categorías de individuos medianos y supermedianos, aunque entre ellos haya también individuos altos», aseguran los expertos.
La estatura de estas dos especies se parece mucho a la que presentan las poblaciones actuales que viven en latitudes medias, como las de Europa central y mediterránea.
Los humanos que llegaron a Europa en el Paleolítico superior, y que sustituyeron a las poblaciones neandertales, son los ‘cromañones’ o humanos anatómicamente modernos. Presentan una estatura significativamente superior a la de las otras especies humanas, con promedios más elevados que caen dentro de la categoría de individuos muy altos en los dos sexos.

La altura se mantiene estable durante dos millones de años

Según los investigadores, dejando al margen las especies de biotipo pequeño como Homo habilis (Este de África), Homo georgicus (Georgia) y Homo floresiensis (Isla de Flores), todos los humanos conocidos del Pleistoceno Inferior y Medio que habitaron África (Homo ergaster, Homo rhodesiensis), Asia (Homo erectus) y Europa (Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis) parecen presentar durante la mayor parte de este período tambiénestaturas medianas y supermedianas, «aunque entre todas ellas podamos encontrar siempre algún individuo alto o muy alto», señalan.
En su opinión esto quiere decir que la estatura del género Homo ha permanecido más o menos estable en el tiempo durante casi 2 millones de años, hasta la aparición hace tan solo 200.000 años en África «de una especie rompedora en este sentido», el Homo sapiens, cuyos primeros representantes eran significativamente más altos que los de cualquier otra especie que hubiera existido hasta ese momento.
«La explicación la encontramos en el cambio morfológico general del biotipo corporal que protagonizó nuestra especie respecto a las anteriores. El Homo sapiens presenta un cuerpo más estrecho, huesos más ligeros, estatura más elevada y piernas más largas», añade el investigador.

Un cuerpo más ligero les ayudó a sobrevivir

Se han apuntado varias ventajas para que el biotipo del sapiens fuera más adaptativo, entre ellas las de carácter termorregulador, obstétrico y nutricional, pero a juicio de los expertos, la mayor ventaja de este nuevo cuerpo es de tipo energético.
«Unas piernas más largas, una cadera más estrecha, una mayor estatura y unos huesos más ligeros, además de significar un menor peso corporal (menor masa muscular), favorecen una zancada más larga, mayor velocidad y menor coste energético para mover el cuerpo, caminar y correr», indica Carretero Díaz.
Esta anatomía pudo ser una gran ventaja para la supervivencia en Eurasia durante el Pleistoceno Superior, cuando dos especies humanas inteligentes (los neandertales y los cromañones de cuerpo ligero) tuvieron que afrontar duras condiciones climáticas, cambios drásticos en los ecosistemas y competencia ecológica entre ellas.

Fuente. ABC.ES

Bombardeo de rayos cósmicos hace 1237 años.



A finales del siglo VIII, la Tierra fue alcanzada por una potente y misteriosa oleada de radiación procedente del espacio exterior. Sus huellas, impresas en los anillos de los árboles de la época, han sido encontradas ahora por científicos japoneses. El impacto de aquellos rayos cósmicos habría sido más que suficiente para inutilizar en todo el mundo una buena parte de los ordenadores y de los sistemas de comunicaciones por satélite. El estudio se acaba de publicar en Nature.
Las pistas son muy claras. Hace exactamente 1.237 años, algo muy extraño sucedió en nuestro vecindario espacial. Algo que provocó un "bombardeo" de rayos cósmicos de una intensidad nunca vistacontra nuestro planeta. Los restos de aquél evento han quedado registrados en los anillos de árboles de todo el mundo.
Aunque muy pocas veces nos demos cuenta de ello, la Tierra sufre de forma constante el impacto de billones de protones y otras partículas de altas energías procedentes de fuentes espaciales muy energéticas. El Sol, las supernovas y otros objetos mucho menos evidentes, como lejanísimos púlsares, quasares, magnetares y estrellas de neutrones, emiten de forma constante cantidades ingentes de radiación en todas las direcciones posibles, incluída la nuestra. Sin embargo, la procedencia de estos rayos sigue siendo desconocida.
Ahora, en la Universidad japonesa de Nagoya, un equipo de investigadores dirigido por Fusa Miyake ha encontrado en dos cedros milenarios una tasa espectacularmente elevada de carbono-14 (un isótopo radiactivo del carbono) en los anillos correspondientes a los años 774 y 775 de nuestra era. Lo cual significa que durante ese periodo nuestro planeta sufrió un intenso bombardeo de rayos cósmicos.
Y no es el único caso. Otro equipo de científicos, de la Universidad de Queen, en Belfast, también ha encontrado tasas inusualmente altas de carbono-14 en anillos de árboles que sugieren un evento cósmico de grandes proporciones sucedido alrededor del año 770. Su trabajo, sin embargo, no ha sido aún publicado.

Huellas reconocibles

¿Pero qué tiene que ver el carbono-14 con los rayos cósmicos? Cuando las partículas espaciales llegan a la atmósfera, colisionan y reaccionan con el oxígeno y el nitrógeno terrestres y crean nuevas partículas, entre ellas carbono-14, elemento que es absorbido por la biosfera y que deja, por lo tanto, huellas reconocibles. Por ejemplo, los árboles lo capturan durante la fotosíntesis y lo fijan de manera indeleble en sus anillos anuales de crecimiento.
Fue precisamente así, midiendo el índice de carbono-14 de dos viejos cedros japoneses, cuando Miyake y su equipo se dieron cuenta de que, en los anillos correspondientes a los años 774 y 775 había un incremento del 1,2% de ese elemento con respecto a los demás años. Y aunque un 1,2% puede parecer poca cosa, no lo es si se tiene en cuenta que la variación anual típica del carbono-14 es apenas de un 0,05%. De hecho, ese 1,2% supone un incremento masivo en la cantidad de carbono-14 absorbido durante esos años por los dos árboles.
De inmediato, surgió la pregunta. ¿De dónde vino el bombardeo de radiación del finales del siglo VIII? Las respuestas pueden ser varias. Una posible fuente de rayos cósmicos es el Sol, cuya actividad, como se sabe, varía en periodos de once años de duración y que, en ocasiones, nos sorprende con intensas llamaradas cuyos efectos llegan hasta la Tierra.
La otra posibilidad para un evento tan poderoso sería la explosión de una supernova, la muerte violenta de una estrella en nuestro "vecindario" espacial. Sin embargo, ninguna de estas dos posibles explicaciones convence a los investigadores. Si el bombardeo lo produjo el Sol, debió de ser durante una erupción solar como jamás hemos visto, y de una intensidad tal que resulta casi inimaginable. Si algo así se produjera hoy en día aniquilaría sin contemplaciones y de un solo golpe las redes eléctricas y de comunicaciones de todo el mundo.
si hubiera sido una supernova, deberíamos seguir viendo su brillo, que puede durar fácilmente varios miles de años antes de extinguirse del todo. Además, no existen documentos del año 775 que reflejen un acontecimiento que, si se produjo, debió de llamar poderosamente la atención de los habitantes del planeta. Investigaciones recientes muestran que, por aquella época, sí que se produjeron dos supernovas, Casiopea A y Vela Jr. Pero ambas tan lejos y tan poco potentes que no habrían podido provocar un aumento masivo de carbono-14 en la Tierra...

«Serpientes en el cielo»

Así que, mal que les pese a los científicos, el origen del mayor bombardeo de rayos cósmicos del que se tiene noticia sigue siendo un misterio. "Con nuestros actuales conocimientos -admite Miyake- no podemos especificar la causa de ese evento. Sin embargo, sí que podemos decir queun acontecimiento extremadamente energético sucedió en nuestro entorno espacial alrededor del año 775, sin que la causa fuera una llamarada solar o una supernova".
Para llegar al origen de la cuestión, Miyake y su equipo tendrán que seguir trabajando. Los pasos siguientes para intentar aclarar el misterio son estudiar la abundancia de otros elementos, como el berilio, y bucear a fondo en los archivos históricos para comprobar si, hace 1.237 años, alguien, en algún lugar, vio una extraña llamarada en el cielo.
En este sentido, según publica New Scientist, Mike Baillie, investigador de la Universidad de Queen que estudia los anillos de los árboles, ha encontrado ya un registro histórico, aunque posterior, que hace referencia al fenómeno. Se trata del cronista inglés Roger de Wendover, que en el siglo XIII escribió: "En el año de nuestro Señor de 776, espantosos signos de fuego fueron vistos en los cielos tras el anochecer. Y aparecieron serpientes en Sussex, surgiendo del suelo, para el asombro de todos".
Fuente: ABC Ciencia.

Prim fuera de la Nevera.


El general Prim, el reusense ilustre que gobernó España hasta que en 1870 fue asesinado, yace en una cámara frigorífica del tanatorio de Reus desde hace un año y medio. La momia espera un tratamiento que garantice su conservación, pero las elecciones municipales y la crisis han retrasado el proyecto. El Ayuntamiento negocia desde hace meses un convenio con una universidad madrileña para que estudie el cuerpo del general y frene su deterioro.

"El general Prim ha sido y es un referente para la ciudad de Reus, es un mito y una leyenda y queremos que esté en el lugar que le corresponde", mantiene el alcalde de Reus, Carles Pellicer. Al parecer, el convenio que debe garantizar el tratamiento de la momia está a punto de firmarse: "Sólo falta cerrar unos flecos jurídicos", asegura el concejal de Cultura, Joaquim Sorio, quien reconoce que el presupuesto que se encontraron encima de la mesa cuando llegaron al gobierno municipal (antes gobernaba PSC, ERC e ICV y desde hace un año, CiU y PP) era "excesivo". Según Sorio, con este convenio -no quiere revelar la universidad para no entorpecer las negociaciones- el Ayuntamiento se asegura un estudio multidisciplinar del cuerpo del general Prim y su conservación para la posteridad sin que suponga una carga para las arcas municipales. 

En paralelo, el Consistorio está buscando una fórmula para financiar la restauración del mausoleo de Prim, que hasta hace un año y medio podía contemplarse en el cementerio de la ciudad. El alcalde quiere tenerlo todo listo antes de dos años, para la celebración del bicentenario del nacimiento del general. Una efeméride que se celebrará por todo lo alto en Madrid, donde la figura del valiente, decidido y audaz Prim -un conspirador nato, según destacó en su obra el historiador Pere Anguera- levanta pasiones y donde hace ya más de un año que se constituyó la Sociedad Bicentenario del General Prim 2014. 

Mientras tanto, la momia del histórico personaje descansa en la cámara frigorífica del tanatorio reusense y se muestra en contadas ocasiones. Jaume Massó, director del Museu d'Arqueologia Salvador Vilaseca de Reus, es uno de los privilegiados que han podido observar de cerca el cuerpo embalsamado del general Prim. "El hedor es muy fuerte, se tiene que usar mascarilla", dice este historiador, gran conocedor de la figura del ilustre reusense.

Massó pudo constatar la degradación que ha sufrido la momia a lo largo de las últimas décadas, en un proceso de corrosión acelerado por el plomo, material usado inusualmente en la construcción del ataúd original.

Los efectos de los rayos solares sobre el ataúd, expuesto durante casi cuarenta años en el mausoleo ubicado en el cementerio de Reus, habrán contribuido a la degradación de los restos mortales del general, a pesar de que el mausoleo se protegió hace algunos años con una gran cristalera para que la temperatura y la humedad se mantuvieran estables, al margen de las inclemencias meteorológicas. 

"El plomo es un material muy tóxico", constata Massó. El traslado de la momia, junto a todo el mausoleo, hasta el cementerio de Reus, procedente de Madrid, en 1971 (cuando se celebraba el centenario de su muerte), no habría contribuido, pues, a la perfecta conservación del cuerpo embalsamado del general Prim. No es extraño que los familiares del ilustre mandatario reusense destacaran, cuando se procedió a abrir el ataúd, el empeoramiento del estado de la momia, desde que la vieran en 1971, cuando se trasladó desde la capital española. 

Precisamente, cuando en otoño del 2010 se abrió el ataúd, los responsables del proyecto de restauración alertaron de que la intervención tenía que ser rápida, para evitar así que el proceso de degradación detectado se agudizase. Incluso antes de realizar los análisis químicos y la endoscopia, en una primera observación visual, los especialistas ya detectaron que el estado de los restos mortales estaba empeorando, aunque entonces se atribuyó a la degradación de los propios restos mortales.

Pese al retraso en el tratamiento del cadáver, los expertos coinciden en que, mientras esté en la cámara frigorífica, la momia no corre peligro. "Hemos estado preocupados desde el primer día por este asunto, pero estas cosas no son sencillas...", insiste el actual concejal de Cultura. No en vano, sólo la primera parte de la intervención se presupuestó en 35.000 euros. El proyecto que estudiaba el equipo de gobierno anterior suponía una inversión de unos 300.000 euros, según recuerda la anterior concejal de Cultura, Empar Pont: "Queríamos potenciar la figura de Prim, que junto a Gaudí y Fortuny es un símbolo de la ciudad, y teníamos pensado diseñar un centro de interpretación sobre el personaje". 

Pero la crisis ha tocado de pleno el Consistorio reusense, que, como tantos otros, ha tenido que aprobar un riguroso plan de austeridad para pagar facturas pendientes. "Si hubiéramos tenido dinero habría sido más fácil, pero hemos tenido que negociar mucho las condiciones", reconoce Carles Tubella, comisario del año Prim de Reus. El convenio que están a punto de firmar supone la implicación de varias universidades, lideradas por una madrileña, y la participación de especialistas de diferentes campos. 

Así, se pretende que un equipo multidisciplinar -en el que también habría investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (URV)- estudie los restos de la momia, que se someterá a varias pruebas en el propio hospital Sant Joan de Reus. Y una vez comprobado cuál es exactamente el grado de deterioro del cuerpo se determinará el tratamiento para garantizar su conservación. 

"Nuestra idea es devolver al mausoleo todo su esplendor para que pueda ser visitado de nuevo en el cementerio de la ciudad", explica el alcalde, que se ha encargado personalmente de mostrar la momia de Prim a los especialistas o estudiosos que lo han solicitado. Este fue el caso del escritor e historiador cordobés José Calvo Poyato, quien pudo contemplar de cerca los restos mortales del militar reusense, cuando en otoño del pasado año visitó Reus para presentar Sangre en la calle del Turco, una exitosa novela sobre el asesinato del general Prim.

Las publicaciones no cesan. Este mismo año, José María Fontana ha presentado El magnicidio del general Prim. Los verdaderos asesinos, que concluye que el general Serrano y el duque de Montpensier fueron los autores intelectuales del asesinato. Pere Anguera también expuso las tres hipótesis más creíbles sobre quién pudo ordenar el atentado. Antes, otros, como el abogado catalán Antonio Pedrol Rius, apuntaron a José Paul, republicano, e incluso alguno habló de una traición de los masones. "Prim era masón y fue enterrado siguiendo el rito masón", descarta Jaume Massó.


Fuente: La vanguardia.es