Arqueólogos entran en una tumba Maya de 1.500 años de antigüedad en Palenque

El sitio arqueológico de Palenque, en el Estado mexicano de Chiapas, continúa revelando secretos siglos después de que fuera habitado por los mayas. Un grupo de expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entró el martes de la semana pasada por primera vez en una cámara funeraria de unos 1.500 años de antigüedad aunque la noticia no se ha comunicado hasta este jueves. El equipo cree que la estancia podría contener los restos de K'uk Bahlam I uno de los primeros gobernantes de esa ciudad maya. El soberano ascendió al poder en el año 431 d.C. y fundó la dinastía a la que perteneció el célebre gobernante maya Pakal.

En un comunicado del INAH se explica que la cámara funeraria se encuentra en el interior del Templo XX de la zona arqueológica y es al menos dos siglos anterior al sepulcro de Pakal, descubierto en ese mismo sitio hace 50 años. A pesar de que se descubrió su existencia y su localización hace 13 años, los arqueólogos no han podido acceder a ella hasta ahora.

"Por las fechas estamos ante el nacimiento de la dinastía palencana, hacia el año 400 después de Cristo, porque podríamos estar hablando del recinto funerario de su fundador", ha dicho el arqueólogo Arnoldo González, responsable junto con el restaurador Rogelio Rivero del proyecto. Sin embargo, ha advertido de que esto no deja de ser especulación, mientras no comience la exploración arqueológica. "Incluso este espacio podría tratarse de una antecámara, pues no sabemos qué hay más abajo", ha añadido.

La tumba se encuentra a seis metros de profundidad con respecto a la parte superior del templo y tiene planta rectangular y el techo abovedado. El espacio mide de media 3,4 metros de largo, 1,43 de ancho y 2,5 de alto.

Hasta el momento no se han localizado restos óseos en la estancia ni sarcófago pero los arqueólogos han halado 11 vasijas y cerca de un centenar de pequeñas piezas como cuentas de piedra verde - posiblemente jade, muy utilizado por los mayas -, un colgante y un anillo. Tres de los muros de la cámara están cubiertos de pintura mural en vivos tonos rojos. En ellos se representa a los Nueve Señores del inframundo o Xibalbá.

"Lo importante de los recintos funerarios de esta época, el Clásico Temprano (400-550 d.C.), es la pintura. Estamos ante uno de los pocos ejemplos de murales descubiertos en contextos funerarios de Palenque; de ahí la importancia del trabajo que estamos realizando", ha declarado González.
González y Rivero han destacado que los hallazgos arqueológicos no serán explorados ni recuperados hasta estabilizar la pintura mural. Rivero ha dicho que las acciones emergentes para la preservación de los murales se prolongarán por tres semanas como mínimo y consistirán en el fijado y consolidación de la capa pictórica, a la vez que su registro gráfico y fotográfico.

El sitio arqueológico de Palenque es uno de los mejor conservados de la cultura maya. Está situado en plena selva y se calcula que tan solo una pequeña parte de su superficie - en torno al 15 % - ha sido explorado.

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Arqueólogos hallan los restos de Ricardo III de Inglaterra bajo un Parking

Un equipo de la Universidad de Leicester halla un cuerpo que podría ser del monarca inglés, inhumado en el lugar de un antiguo convento medieval ahora convertido en aparcamiento

«Voy a ser muy franco con ustedes. Los restos tendrán que ser sometidos a un riguroso examen de laboratorio y un análisis de ADN antes de confirmar los resultados de la búsqueda de Richard III». Con euforia contenida, Richard Taylor, de la Universidad de Leicester, anunció hace apenas dos horas que un equipo de arqueólogos había dado con los restos humanos de un individuo que podría ser el rey Ricardo III de Inglaterra. Pero «no estamos diciendo hoy que hayamos encontrado al rey», ha reiterado Taylor.
 
El equipo de arqueólogos aseguró ayer que se encontraba «tentadoramente cerca» de resolver un misterio que ha durado 500 años: el paradero de los huesos del último rey de Inglaterra que murió en una contienda. Una de las evidencias que hace pensar en Ricardo III es que el esqueleto presenta marcas que se corresponderían con los daños sufridos en una batalla. Además, se ha encontrado una punta de flecha cerca de la columna vertebral del cuerpo.
 
Otra evidencia ha sorprendido a los investigadores: «Creemos que el individuo tenía una escoliosis severa», han señalado, y la curvatura de la columna hace que su hombro derecho esté más elevado que el izquierdo. Estas características son importantes teniendo en cuenta que, en el imaginario colectivo, Ricardo III era un hombre jorobado. Los arqueólogos también han hallado restos humanos de mujer.

Trabajo de campo

Los especialistas iniciaron las excavaciones hace tres semanas en Leicester, en el lugar que ocupó una hermandad franciscana conocida como los Grey Friars, que acogió los restos del rey tras su muerte en la Batalla de Bosworth (1485). Pero el cuerpo de Ricardo III se perdió en el olvido al igual que la localización exacta del convento.
Cinco siglos después, la Universidad de Leicester se embarcó en una búsqueda histórica: determinó la ubicación del antiguo convento y localizó el lugar que ocupaban el claustro y la capilla de la iglesia. «Las posibilidades de encontrar a los 'Greyfriars' son de en torno al 80 por ciento. En cuanto a Ricardo III, es una posibilidad remota», señaló Richard Buckley, codirector de los servicios arqueológicos de la Universidad, cuando empezaron los trabajos.
 
Buckley también reconoció que el apoyo de los ciudadanos ha supuesto «una enorme motivación» para que sigamos adelante con esto. «Tanto si lo encontramos como si no, esta excavación habrá supuesto un enorme éxito, al haber revelado algunos aspectos fundamentales del pasado de Leicester», añadió.
 
Los arqueólogos tienen acceso al ADN del monarca, después de que hace unas semanas se tomaran muestras de un descendiente directo de la hermana del rey, el canadiense Michael Ibsen. Si los restos resultan ser del monarca, serán sepultados en la catedral de Leicester, a unos pasos del lugar de la excavación, informó la agencia Reuters.
 
Vía: www.abc.es

James Harrell: 'Parece que Angela Micol es uno de los llamados pyridiots que ven pirámides por todas partes'

Los anuncios de hallazgos científicos, particularmente cuando se trata de temas que despiertan la imaginación, deben ser tratados con prudencia. ¿Qué habría sucedido si el diario no se hubiera acercado con saludable escepticismo al experimento de un equipo italiano que aseguró haber detectado neutrinos que se desplazaban más rápido que la luz cuando, posteriormente, se comprobó que dos fallos en la fibra óptica y un temporizador habían dado erróneamente 60 nanosegundos de adelanto de los neutrinos sobre el tiempo que tardarían las partículas de luz en recorrer la misma distancia? Pues bien, el 14 de agosto, una noticia, firmada por el diario pero calcada de una nota de agencia, en la edición digital anunciaba: “El ojo de Google halla rastros de pirámides”. Un equipo de científicos estadounidenses (se citaba solamente a Angela Micol) afirmaba que había descubierto dos emplazamientos de posibles pirámides en la ribera del Nilo. Es más, una de ellas podía triplicar las dimensiones de la gran pirámide de Giza. En la información, al margen del cauteloso “posiblemente”, no se citaba ninguna sospecha s obre el hallazgo ni se indagaba sobre sus autores.

Únicamente, la propia Micol, tras asegurar que “es obvio que ambos lugares pudieron acoger en su día unas pirámides”, admitía que debía verificarse. La noticia, que habría sido un bombazo de confirmarse, apenas fue recogida por los medios internacionales generalistas y, si lo hicieron, la titularon dubitativamente y la acompañaron de contundentes descalificaciones de expertos. Las autoridades egipcias no se habían pronunciado sobre el descubrimiento, del que, seguramente, no tuvieron noticia. En el penúltimo párrafo se afirmaba: “Los científicos han señalado que este hallazgo es importante porque casi todas las pirámides conocidas fueron construidas alrededor de El Cairo, mientras que, ahora, estos dos nuevos emplazamientos son más al sur”. Sin embargo, no se mencionaba por su nombre a estos científicos que avalaban el descubrimiento, cuya rareza, en lugar de suscitar dudas sensatas, incrementaba su relevancia.

La publicación de esta noticia fue señalada por un lector, Jaime Almansa, arqueólogo, quien afirmaba en su carta: “Cuando alguien dice haber encontrado una pirámide tres veces más grande, lo primero que hay que hacer es sospechar. Y en un periódico serio como se supone es EL PAÍS, contrastar las fuentes y la noticia. Yo tardé menos de 15 minutos en localizar la fuente original e investigar a Angela Micol, solo con Google, sin superherramientas de arqueólogo”. Según su indagación, el supuesto hallazgo fue publicado en Archaeology News, que es un distribuidor de noticias que recoge una nota “de un medio local estadounidense tomada de un SEO de noticias llamado Press King y que airea tus notas de prensa previo pago, sin preguntar (…), el tipo que le ha echado una mano no ha hecho nada y es otro seudoarqueólogo vinculado a un centro llamado APEX Institute que se dedica a buscar la Atlántida”.


La autoridad científica la dan los experimentos que prueban hipótesis
Entre los expertos que descartaron la verosimilitud del hallazgo, quien utilizó las palabras más gruesas fue James Harrell, profesor emérito de geología arqueológica en la Universidad de Toledo (EE UU). “Parece que Angela Micol es uno de los llamados pyridiots que ven pirámides por todas partes”. Para Harrell, el descubrimiento son formaciones rocosas naturales y únicamente pueden ser contempladas como restos arqueológicos “por un ignorante con una imaginación hiperactiva”.

Donde la noticia tuvo alguna repercusión fue en los medios dedicados a la tecnología porque la herramienta empleada era Google Earth. José Manuel Galán, (CSIC), director de las excavaciones españolas en la necrópolis de Dra Abu el Naga (Luxor), a quien pedí una opinión sobre el tema, me remitió un texto en el que afirma que “es indudable que Google Earth no solo es un estupendo divertimento informático, sino que, además, es una gran ayuda para distintos trabajos científicos, como puede ser la arqueología”. Con todo, por una cuestión de resolución de imagen y su posterior tratamiento informático, los arqueólogos suelen trabajar con otros proveedores de imágenes aéreas digitales. “La fotografía aérea y las herramientas informáticas de teledetección son, efectivamente, extremadamente útiles en arqueología y pueden ayudar al descubrimiento de estructuras enterradas y/o difícilmente visibles”. Sin embargo, el tema es por qué “los sueños de una noche de verano de un aficionado iluminado pueden llegar a ocupar un lugar en un medio de información de prestigio como si fueran una verdad objetiva y científica”. Galán admite que el carácter misterioso de las pirámides aviva la imaginación de muchas personas. Pero el carácter misterioso de cualquier asunto se basa, prosigue, en gran medida en el desconocimiento. “Por un lado, del curioso que se interesa de forma superficial y anecdótica por un tema, en este caso las pirámides de Egipto, y que, en lugar de documentarse leyendo libros solventes, por ejemplo, rellena sus lagunas con la imaginación propia o de otros como él, pero que no han sentido pudor en hacer públicas sus elucubraciones gratuitas. Por otro lado, interviene el desconocimiento del público general y la falta de un sentido crítico sobre lo que otros nos cuentan, lo que permite que opiniones e interpretaciones poco o nada documentadas adquieran una credibilidad, impacto y relevancia que no merecen”. El otro problema es “la cada vez más débil capacidad de los medios de información de contrastar las noticias”.

Días después, recibí una carta de Daniel Rodríguez (investigador en la Universidad de Nottingham), a propósito de que en el Acento del 30 de agosto sobre la circuncisión se calificara la revista Pediatrics de la “biblia de la especialidad”. El propio remitente comprendía el empleo de esta expresión. Sin embargo, su carta añadía una reflexión general sobre la ciencia y su acercamiento a la verdad que resulta pertinente.

Pediatrics es una buena revista en su campo, pero no es ninguna autoridad”. Como todas las buenas revistas publica mejores y peores artículos. Ni las grandes revistas ni los científicos famosos, proseguía, tienen acceso garantizado a la verdad. “La ciencia es un conjunto de teorías que compiten y se refuerzan en base a la evidencia que existe, y no a quien propone la teoría. Una idea de Stephen Hawking no es por sí misma más válida de lo que pueda ser una idea de su estudiante de doctorado, depende de la evidencia que ambos produzcan. De hecho, en la ciencia, la autoridad puede suponer un obstáculo al fortalecer ideas preconcebidas”. La Biblia, por el contrario, subrayaba, es dogma. Los creyentes no cuestionan su autoridad porque está dictada por Dios. “Por desgracia, una gran parte de la población no tiene ni idea de lo que es el método científico (...). Como ciudadano, me parece fundamental comprender un poquito cómo funciona la ciencia”. En otro mensaje destacaba que lo fantástico del método científico es que la autoridad la dan los experimentos que prueban o descartan hipótesis. “El valor del cientifico reside (simplemente) en definir experimentos adecuados y sintetizar los resultados objetivamente”. El caso de las supuestas pirámides muestra la necesidad de analizar los respaldos con que cuenta un hipotético descubrimiento para evitar ser voceros de lo que puede ser finalmente una banal fanfarria. Estas precauciones sirven para evaluar su publicación y, en caso de hacerlo, incluir, cuando las hay, las reservas prudentes de otros especialistas. Como señalaba Almansa, sin confirmación no hay descubrimiento y sin descubrimiento no hay noticia.

Aníbal Clemente, editor de la Red Española de Historia y Arqueología, cree que las supuestas nuevas pirámides halladas en Egipto a través de Google Earth no son tal sino que son formas caprichosas de la naturaleza o accidentes del terreno que asemejan pirámides y opina que "Ante éste tipo de descubrimientos que se realizan a través de Google Earth, deben tratarse con la máxima cautela ya que la naturaleza también es caprichosa y que todo descubrimiento debe de ser verificado, analizado, estudiado y difundido con el mayor rigor científico posible" y afirma que "éste tipo de descubrimientos en Egipto son "muy golosos" para engordar la imaginación de los estudiosos y curioso de la historia del Antiguo Egipto, por lo que se debe tener mucho cuidado cuando se afirman descubrimientos arqueológicos a través de éste método y más aún cuando se trata de Egipto".

Tenemos ganas de hallar nuevos templos y pirámides en Egipto, pero nunca hay que precipitarse.
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Descubren en Tel Moza (Israel), dos estatuillas de animales del VIII milenio a. C.

Dos estatuillas de la Edad de Piedra Nueva (Neolítico Pre-Cerámico B) fueron descubiertas en las excavaciones que la Autoridad de Antigüedades de Israel está llevando a cabo en el yacimiento arqueológico de Tel Moza, previas al trabajo que se realizará en la nueva autovía 1 de Sha'ar Hagai a Jerusalén por la Compañía Nacional de Carreteras.

Según Anna Eirikh (izquierda) y el Dr. Hamoudi Khalaily, directores de la excavación mencionada en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel, "Las estatuillas, que tienen 9.000-9.500 años, fueron encontradas cerca de un gran edificio redondo, cuyos cimientos fueron construidos de piedra labrada y las partes superiores de las paredes realizadas con ladrillos de barro, aparentemente.

La primera estatuilla, con forma de un carnero con los cuernos enroscados, fue realizada a partir de piedra caliza y tiene 15 cm de altura. La talla es extraordinaria y describe con precisión detalles de la imagen del animal; la cabeza y los cuernos sobresalen enfrente del cuerpo y sus proporciones son extremadamente ajustadas. El cuerpo fue alisado y las piernas de la figurilla se cortaron a fin de distinguirlas del resto del cuerpo.

"La segunda estatuilla, que fue creada en dolomita duramente suavizada, es un diseño abstracto; sin embargo, también parece representar un gran animal con cuernos prominentes que separan el cuerpo alargado de la cabeza. Los cuernos emergen de la mitad de la cabeza hacia un lado y se asemejan a los de un bovino salvaje o búfalo".


Según el Dr. Khalaily: "El Neolítico Pre-Cerámico del período B (VIII milenio a.C.) es considerado uno de los capítulos más fascinantes de la historia de la humanidad; muchos cambios tuvieron lugar en el mismo, conformando una sociedad humana durante miles de años. Durante este período comenzó la transición del nomadismo, basado en la caza y la recolección, a la vida sedentaria, basada en la agricultura y el pastoreo.


Fue en este momento cuando la humanidad comenzó a habitar en enclaves permanentes e inició la construcción de asentamientos que se extendían a través de grandes áreas. En varios yacimientos que fueron expuestos en nuestra región se descubrieron restos que indican una planificación preliminar arquitectónica de esos mismos asentamientos, así como capacidades complejas de ingeniería, incluyendo la construcción de casas de dos pisos. El proceso de domesticación de plantas y animales se aceleró durante este período. La evidencia arqueológica del Neolítico Pre-Cerámico B, en particular los objetos artísticos, como las estatuillas que se descubrieron en Tel Moza, nos enseña acerca de la vida religiosa, el culto y las creencias de la sociedad neolítica. Otra evidencia sobre el asunto también ha sido derivada del estudio de las tumbas y las costumbres funerarias de la misma sociedad prehistórica".


El Dr. Khalaily añade: "Se sabe que la caza era la actividad principal en este período. Presumiblemente, las estatuillas servían como objetos de buena suerte que aseguraban el éxito de la misma y podrían haber sido el centro de una ceremonia tradicional de los cazadores realizadas antes de salir al campo a perseguir su presa".

Otra teoría, presentada por la arqueóloga Anna Eirikh, su socia en la investigación, vincula la estatuillas de Moza al proceso de domesticación de los animales, tales como bovinos salvajes y diferentes especies de cabra.

Las figurillas descubiertas en las actuales excavaciones de Tel Moza se unirán a otros hallazgos únicos que fueron expuestos anteriormente en este lugar. Podemos concluir a partir de estos artefactos que el sitio de Tel Moza fue probablemente el mayor de su tipo en la región montañosa alrededor de Jerusalén.

Vía: Autoridad de Antigüedades de Israel

Fósiles hallados en China indican que los carnívoros cazaban congéneres más pequeños y aves primitivas

¿Qué comían los dinosaurios?¿Los carnívoros se alimentaban de criaturas mucho más pequeñas que ellos o se atrevían con las de un tamaño comparable con el suyo? Es algo que hasta hace muy poco no hubo más remedio que dejar a la imaginación, pero ahora los pocos datos disponibles se enriquecen con un estudio detallado sobre un tipo de pequeño dinosaurio terópodo natural de China. En dos ejemplares de Sinocalliopteryx gigas, que alcanzaba una longitud máxima de unos 2,3 metros, se han podido identificar los animales a los que corresponde su contenido abdominal, conservado en los fósiles hallados.

El trabajo, hecho por científicos chinos y canadienses y dirigido por Phil Bell, confirma que en uno de los ejemplares, que además es el ejemplar tipo u holotipo por su excelente conservación, se encuentra la pierna de un dromeosaurio Sinornithosaurus, un dinosaurio de un tamaño aproximado de un tercio del que se lo comió. En el otro se encuentran los restos de dos ejemplares de un ave primitiva, el Confuciusornis sanctu, además de otros posibles restos, en una fase más avanzada de digestión, de un pequeño dinosaurio.
Los investigadores no han podido comprobar con seguridad (los fósiles tienen 130 millones de años) si las víctimas estaban muertas antes de ser ingeridas, pero otras características de estos dinosaurios de un riquísimo yacimiento chino y el hecho de que hubiera dos ejemplares de una misma ave en uno de ellos indican que eran depredadores y no carroñeros.

En el estudio, publicado en la revista PLOS One se recuerda que ya se encontraron el año pasado en un microraptor (similar al Sinornithosaurus en tamaño) restos de pequeñas aves primitivas. Entonces, se lanzó la hipótesis de que este pequeño dinosaurio podía trepar a los árboles para capturar las aves. Con los nuevos hallazgos, esta hipótesis se pone en duda, ya que el Sinocalliopteryx se considera un animal terrestre. Este tipo de dinosaurio se presentó en el mundo científico, hace solo cinco años y su nombre es “bella pluma china”, ya que tenía plumas primitivas.

Sin embargo, señalan los autores, existen muchos ejemplos actuales de depredadores terrestres cuya dieta es rica en aves, como los leopardos y otros félidos, y los zorros. Todo depende de su habilidad para el sigilo en la caza y también hay que recordar que el ave primitiva Confuciusornis no tenía la capacidad de elevar el vuelo rápidamente que tiene la mayor parte de las aves actuales.

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El hombre de Atapuerca practicaba el Canibalismo con individuos más jóvenes

Un estudio explica que el canibalismo humano de hace 800.000 años es casi idéntico al que puede observarse hoy en día en chimpancés que compiten por el territorio

En 1994 se descubrió el caso de canibalismo entre homínidos más antiguo el mundo. Sucedió hace unos 800.000 años y lo perpetró una especie hasta entonces desconocida que sus descubridores bautizaron como Homo antecessor, el hombre de Atapuerca. Aquel homínido, posible ancestro del Homo heildelbergensis y los neandertales, vivía en excelentes cazaderos situados a unos 15 kilómetros al este de Burgos. Sus restos aparecieron en el yacimiento de la Gran Dolina mezclados con abundantes huesos de ciervo que le habían servido de comida. Lo más chocante fue que, a juzgar por el número de huesos, la segunda especie más consumida en Atapuerca era el propio antecessor, como probaban los restos de al menos 11 individuos, la mayoría niños de corta edad, que fueron devorados por sus congéneres. Las razones de aquella matanza siguen sin aclararse y, hasta ahora, no se habían encontrado prácticas comparables en ningún otro homínido.

Un nuevo estudio explica ahora el canibalismo del antecessor desde un nuevo punto de vista. Aquel comportamiento registrado hace 800.000 años es casi idéntico al que puede observarse hoy en día en chimpancés que compiten por el territorio, según un estudio que será publicado en Journal of Human Evolution.
El trabajo, liderado por los directores de las excavaciones de Atapuerca, recorre las evidencias de canibalismo entre homínidos desde aquel primer caso hace 800.000 años. Tanto neandertales como sapiens lo han practicado a lo largo de la prehistoria y la historia por muchos motivos. El trabajo repasa casos de canibalismo por placer, por hambruna, por guerra o por respeto ritual. Pero en ningún caso pasado o actual se reproduce un patrón tan marcado en el que una especie se coma sólo a los niños y no los adultos.
La única excepción a esta regla, resalta el trabajo, son los chimpancés, los homínidos actuales más emparentados con los humanos. El trabajo cita varios casos en los que un grupo atacante mata y se come a las crías de sus rivales. El primero fue documentado por la célebre primatóloga Jane Goodall en 1977 y la lista de casos se extiende durante los 30 años siguientes. Las edades de los fallecidos son muy parecidas a las de los antecessor que fueron aniquilados en la Gran Dolina, resalta el estudio.


Los niños de Atapueca fueron víctimas de la lucha por el territorio, opinan los autores. Los homínidos de Atapuerca «montaban ataques de bajo riesgo a grupos rivales para defender su acceso a los recursos en sus territorios y para expandirse a costa de otros grupos», detalla el trabajo. En la mente de aquellos miembros del género Homo estaba «impedir que evolucionasen otros animales que pudieran ser competencia», explica el paleoantropólogo Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca y coautor del trabajo. «Eliminar a los niños era más eficaz y menos peligroso», añade.

Una espece «lejana y próxima»

El estudio es novedoso en su comparación del canibalismo de un miembro del género Homo con el que se da en chimpancés. «Es muy interesante porque rompe el círculo vicioso de establecer comparaciones sólo con el Homo sapiens e introduce una especie como el chimpancé que está lejana pero próxima a nosotros», opina el paleoantropólogo del CSIC Antonio Rosas, que no ha participado en el trabajo pero conoce a fondo el canibalismo de los neandertales de la cueva de El Sidrón (Asturias). «Es una hipótesis bien fundada», añade sobre el nuevo estudio.
Pero a fin de cuentas el trabajo no explica el canibalismo del antecessor en sí. Matar a los infantes del grupo rival bastaba para conseguir echar al grupo de sus territorios, ¿por qué comérselos además? «La única explicación», reconocen los autores, «era el beneficio nutricional».

¿Comportamiento animal o cultural?

Descifrando las claves genéticas del hombre de Denisova, el hermano de los Neandertales

Exposición fotográfica "Neandertales y ritos funerarios" en 2008 en Francia (AFP/Archivo, Pierre Andrieu)
PARÍS — Investigadores lograron descifrar el genoma de un homínido primitivo, el hombre de Denisova, y compararlo con el de los hombres de Neanderthal y los seres humanos modernos, usando una muestra de ADN extraída de un hueso que tiene unos 80.000 años.

Sus análisis, publicados este jueves en la revista estadounidense Science, indican que la diversidad genética de los hombres de Denisova era muy escasa, pero que una parte considerable de sus genes se transmitieron a habitantes actuales de Asia del Sudeste, en particular a los papúes.
Se dispone de muy pocos restos fósiles del hombre de Denisova. Se trata de fragmentos de una falange de dedo meñique que perteneció a una niña de unos siete años de edad, los cuales se descubrieron en 2010 cerca de un diente, en una gruta de Siberia.

Svante Päabo, del Instituto Max Planck de Leipzig (Alemania) y su equipo inventaron una técnica para desenredar la doble hélice del ADN y analizar separadamente cada una de las hebras.
"El descifre de un genoma extinto fue de una precisión sin precedentes", aseguró el principal autor del estudio, Matthias Meyer.
Los científicos lograron determinar que la diversidad genética de los hombres de Denisova era muy inferior a la de los hombres actuales. Esto probablemente se deba a que la población inicial de hombres de Denisova era reducida y que aumentó rápidamente a medida que se extendían por una vasta zona geográfica, de Siberia al sur del Pacífico.

Vía: AFP

El genoma del homínido de Denisova, disponible en Internet

No era Homo sapiens, ni tampoco un neandertal. Los restos encontrados en la cueva de Denisova pertenecieron a un grupo de homínidos extintos que abandonaron África en un movimiento migratorio distinto al de nuestros ancestros. Ahora, los científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva han hecho público el genoma completo del homínido de Denisova, lo que servirá a científicos de todo el mundo para investigar acerca de nuestros orígenes.

En el año 2010, un grupo de arqueólogos rusos encontraba en la cueva de Denisova, al sur de Siberia, unos restos que causaron sensación entre la comunidad científica. Las secuencias de DNA mostraban que se trataba de una especie hasta entonces desconocida que fue llamada homínido de Denisova. Junto a los neandertales, estos homínidos serían los parientes extintos más cercanos a los actuales humanos.
Dos años después, los investigadores del Instituto Max Planck han desarrollado una nueva técnica que ha permitido secuenciar de forma mucho más específica el genoma completo del hombre de Denisova, utilizando para ello menos de 10 miligramos del hueso del dedo. En la versión anterior, el nivel de resolución permitía establecer el parentesco entre los denisovianos y los neandertales con los humanos modernos, pero no era posible estudiar la evolución de partes específicas del genoma.

Esta es la primera secuencia completa y de alta calidad que se tiene del genoma de un grupo de homínidos extintos. Aunque los científicos pretenden publicar un artículo describiendo su trabajo, la nueva versión del genoma ya está accesible de forma gratuita a través de Internet. La razón de compartir su descubrimiento es, en palabras del investigador principal Svante Pääbo, "que biólogos de todo el mundo puedan descubrir cambios genéticos que fueron importantes para el desarrollo de la cultura y tecnología humana y que permitieron a los homínidos modernos salir de África y extenderse rápidamente por todo el planeta".

www.muyinteresante.es