Un novedoso escaner permitirá visualizar lo que ocultan las obras de arte

Una empresa asturiana lidera un proyecto europeo para desarrollar un sistema que permitirá visualizar los bocetos previos y las imágenes que se ocultan bajo los lienzos, así como para investigar el interior de otros objetos. Para ello desarrollarán un nuevo tipo de escáner con emisores y receptores de grafeno.

La empresa Treelogic, con sede en Asturias, lidera un proyecto europeo del Séptimo Programa Marco de la UE para desarrollar un sistema que permitirá visualizar los bocetos previos y otras imágenes ocultas bajo los lienzos. También se podrá aplicar en otros soportes de pintura, así como para ver el contenido de vasijas y otros objetos tridimensionales cerrados.

Con este objetivo, crearán un nuevo tipo de escáner que utilizará emisores y receptores de banda de terahercios, una frecuencia que no daña las obras. Los emisores y receptores de la señal serán de grafeno, un material sientetizado por primera vez en 2004.

Desvelar los secretos que encierran las obras de arte y objetos arqueológicos sellados y ponerlos a disposición de los museos, especialistas y el público general es la idea que ha llevado a Treelogic a liderar el proyecto europeo Insidde, en el que también participan otras dos entidades asturianas, el ITMA Materials Technology y la Universidad de Oviedo. A ellos se unen otros cinco socios europeos, que incluyen centros de investigación, museos y una empresa.

“Trabajar en la banda de frecuencias de terahercios implica desarrollar una tecnología innovadora, que nos va a permitir trabajar en un rango de frecuencias por debajo de los dispositivos infrarrojos”, afirmó ayer en Oviedo durante la presentación del proyecto Javier Gutiérrez Meana, investigador de Treelogic y coordinador de la iniciativa.

La banda de terahercios, indicaron los miembros del proyecto, se sitúa en cambio por encima de las que utilizan la telefonía móvil o las comunicaciones vía satélite, “por lo que comenzar a utilizarla supone cubrir un nicho existente entre las frecuencias que utilizan otras tecnologías ya desarrolladas”, señala Gutiérrez Meana.

El desarrollo del escáner de terahercios centrará la primera fase del proyecto, que durante el primero de sus tres años de duración acometerán conjuntamente el ITMA Materials Technology, con experiencia en aplicaciones fotovoltaicas del grafeno, y la Universidad de Oviedo, a través de su área de Teoría de la Señal. El primero aportará bandas de grafeno modificado con el fin de que actúen como emisores y receptores de las frecuencias de terahercios, y la Universidad integrará estos materiales innovadores en los dispositivos que formarán el escáner.

Modelos bi y tridimensionales
En la siguiente fase, la Delft University of Technology (Holanda) y la empresa belga 3DDynamics pondrán a punto el procesado de imágenes para generar, respectivamente, modelos bidimensionales para lienzos, frescos y similares, y modelos tridimensionales para vasijas y otros objetos con volumen.
Respecto a la novedad de Insidde frente a otros métodos existentes, los representantes de la primera reunión de trabajo del consorcio explicaron que con este proyecto pretenden desarrollar una alternativa que no dañe en absoluto los materiales objeto de estudio, y que permita simplificar, trasladar más fácilmente y hacer más asequibles los escáneres de obras de arte.

El retorno económico para la economía asturiana puede superar los 1,3 millones de euros
“Dicen que el grafeno, una forma alotrópica de carbono, es el material del futuro, y este proyecto marcará un hito no sólo en el mundo del arte, sino también en nuestra I+D+i”, afirmó Gonzalo Pescador, Director General de Economía e Innovación del Principado y presidente de FICYT.
Con un presupuesto total de 3,64 millones de euros (de los que casi 2,9 serán aportados por la UE), “el retorno económico para la economía asturiana ascenderá a más de 1,3 millones de euros”, señaló Sergio García Caso, director de I+D de Treelogic, que en la presentación del proyecto agradeció expresamente la existencia en España de recursos como Galactea Plus.

Este es el nodo del noroeste español de la Enterprise Europe Network, coordinado por FICYT, que les permitió incorporar al proyecto a dos de sus socios, concretamente el Doerner Institut (Alemania) y el Regional Museum of History de Stara Zagora (Bulgaria).
Si bien los destinatarios finales de la tecnología desarrollada son los museos, Treelogic difundirá los resultados a través de una tecnología de realidad aumentada y pondrá a disposición de todos los internautas los modelos generados a través de la red Europeana .

Miembros del consorcio Insidde
Lideradas por Treelogic, participan en el proyecto Insidde (Integration of technological solutions for imaging detection and digitalization of hidden elements in artworks) otras siete entidades pertenecientes a seis países europeos: las españolas ITMA Materials Technology y la Universidad de Oviedo, además de la Delft University of Technology (Holanda), el Doerner Institut (Alemania), el Istituto Nazionale di Ottica (Italia), el Regional Museum of History de Stara Zagora (Bulgaria) y la empresa belga 3DDynamics. En el proyecto también participa el INCAR-CSIC, a través de la incorporación de las doctoras Rosa M. Menéndez y Patricia Álvarez Rodríguez al Comité de Expertos que asesorará al consorcio.

Fuente: www.agenciasinc.es

Nuevas investigaciones afirman que Neandertales y Sapiens no coexistieron en la Península Ibérica

Durante las dos últimas décadas pocos han discutido la idea de que los últimos Neandertales y los Sapiens coincidieron en el sur de la Península hace ahora 30.000 años, durante el Pleistoceno superior.
Una nueva datación realizada por científicos australianos y europeos, entre ellos investigadores españoles de la UNED, la Universidad de la Laguna (Tenerife) y el Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena (Córdoba), han llegado a la conclusión de que el paso de los neandertales por el sur de Iberia se remonta a 42.000 años atrás y no a 35.000, años como se pensaba hasta ahora. Por lo tanto, Homo sapiens y Homo neanderthalensis no coexistieron en la Iberia del Pleistoceno superior. La datación se ha realizado a partir de muestras halladas en los yacimientos de Jarama VI (Guadalajara) y Zafarraya (Málaga), consideradas hasta ahora como unas de las últimas "moradas" de los neandertales en la Península. Las conclusiones se publican hoy en la prestigiosa revista PNAS.


Foto: David Santamaría (izquierda)
La propuesta no es nueva. Hace algunos meses, David Santamaría, historiador de la Universidad de Oviedo y uno de los investigadores del yacimiento neandertal del Sidrón (Piloña) ya defendió en una revolucionaria tesis que «neandertales y sapiens nunca coincidieron en la península Ibérica», lo que contradice todas las teorías sobre la evolución humana y la influencia de nuestra especie en la extinción de los neandertales.

En la península Ibérica, a la hora de poner fecha a los restos óseos el principal problema es que “el clima cálido degrada rápidamente una proteína necesaria para la datación por radiocarbono”, según explican los autores del estudio. En esta ocasión, sin embargo, el equipo de investigadores ha utilizado un nuevo método de ultrafiltración, que consiste en purificar el colágeno de las muestras óseas eliminando moléculas de carbono relativamente recientes que podrían haber contaminado los huesos estudiados, haciendo que “parezcan más jóvenes” de lo que realmente son. Los datos así obtenidos indican que la ocupación neandertal de los dos yacimientos se sitúa en torno a 45.000 años atrás.

Cueva Antón (Murcia) es el único sitio que todavía proporciona fechas recientes, según lo que hasta ahora se ha postulado sobre la persistencia de los neandertales, pero ni los restos tecnológicos están claramente relacionados con los neandertales ni las muestras de fecha con carbón están perfectamente asociadas con las herramientas líticas.
«Es improbable que los últimos neandertales del centro y el sur de Iberia hayan persistido hasta una fecha tan tardía», afirma Jesús F. Jordá, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED y coautor del estudio, en referencia a las teorías existentes hasta ahora que fijan la presencia de los últimos neandertales en el sur de la península Ibérica hasta hace 30.000 años. David Santamaría ya había adelantado en su tesis los problemas del carbono 14, que ofrece dataciones poco precisas que rejuvenecen los fósiles.

Foto: Jesús F. Jordá (izquierda)
Los nuevos análisis se aplicaron a restos óseos con señales claras de manipulación humana recogidas en numerosos yacimientos del Sur, pero sólo dieron resultado los de Jarama VI y Zafarraya, puesto que el resto de muestras no contenían colágeno suficiente para obtener una fecha. Jordá sostiene que los nuevos datos obligan a revisar los libros sobre la Prehistoria, porque la tesis de que «neandertales y sapiens no coexistieron en la península Ibérica se acepta cada vez más»

A la vista de estos nuevos resultados, el investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED y uno de los autores del estudio, Jesús F. Jordá, ha augurado que "habría que revisar los libros de Prehistoria", sobre todo, a medida que se vayan obteniendo nuevos resultados. "Aunque en estos momentos hay una controversia para cambiar la teoría vigente, el nuevo paradigma está teniendo una buena aceptación, a fuerza de presentar datos que indican la no coexistencia en la Península Ibérica de neandertales y Homo sapiens", afirma Jordá.

Nuevo sanguinario depredador prehistórico

Emparentado con los modernos cocodrilos, este «monstruo» de gran mandíbula y dientes de sierra devoraba presas de gran tamaño hace 165 millones de años

Unos restos prehistóricos descubiertos hace más de un siglo han sido identificados por científicos de la Universidad de Edimburgo como una nueva especie de superdrepedador marino que debió de ser el terror de los mares hace 165 millones de años. El animal, con dientes de sierra y una gran mandíbula, tiene forma de delfín, pero está emparentado con los modernos cocodrilos.
Los científicos han confirmado que el esqueleto parcial -que incluye un hueso de la mandíbula y los dientes- pertenece a un grupo de antiguos cocodrilos que eran similares a los delfines. El animal se caracteriza por sus dientes de sierra y una gran mandíbula abierta adecuada para alimentarse de presas de gran tamaño.
 
La especie, que es el miembro más antiguo conocido de este grupo de animales, ayuda a los científicos a entender mejor cómo los reptiles marinos fueron evolucionando hace unos 165 millones de años. Según los investigadores, la criatura representa un eslabón perdido entre los cocodrilos marinos que se alimentan de pequeñas presas y otros que eran similares a las orcas de hoy en día, que se alimentaban de presas más grandes.

Como una cizalla

Los científicos llegaron a estas conclusiones mediante el estudio de la forma y tamaño de la mandíbula y los dientes, que mostró que el animal tenía una amplia boca abierta y un mordisco como una cizalla. Por este motivo, nombraron al animal Tyrannoneustes lythrodectikos, que significa algo así como «nadador tirano mordisco de sangre».
Un paleontólogo aficionado encontró el espécimen en un pozo de barro cerca de Peterborough en el año 1900, y desde entonces ha sido conservado por el Museo Hunterian de la Universidad de Glasgow. «Es una satisfacción poder clasificar una muestra que ha estado sin examinar desde hace más de 100 años, y por partida doble al encontrar que este descubrimiento mejora nuestra comprensión de la evolución de los reptiles marinos», ha dicho Mark Young, investigador de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edinburgo. La investigación aparece publicada en la revista Journal of Systematic Palaeontology.
 

Encuentran la cabeza del Rey Ricardo III de Inglaterra

La Universidad de Leicester, junto a la cadena Channel 4, ha presentado la primera fotografía de los restos humanos hallados en una iglesia que, según se ha confirmado este lunes, corresponden al rey Ricardo III de Inglaterra. La imagen ha sido publicada como anticipo del anuncio de la Universidad de Leicester, que ha detallado los resultados de sus investigaciones sobre la identidad del esqueleto.
La imagen muestra la forma del cráneo del esqueleto hallado (Frailes Grises). La Universidad ha investigado el cráneo en busca de signos de daño en la parte posterior de la cabeza, potencialmente causado por lesiones sufridas en batalla.
La Universidad ha publicado la imagen tras meses de análisis del esqueleto a cargo de la doctora Jo Appleby, profesora de Bioarqueología Humana en la Escuela Universitaria de Arqueología e Historia Antigua, quien dirigió la exhumación de los restos en septiembre de 2012.
La doctora Appleby ha dicho: "El cráneo estaba en buenas condiciones, aunque en estado frágil, y fue capaz de darnos información detallada acerca de este individuo. Con el fin de determinar si esta persona es Ricardo III hemos construido un perfil biológico de sus características. Asimismo, hemos examinado cuidadosamente el esqueleto buscando rastros de una muerte violenta".

 Los restos fueron encontrados en el lugar donde se cree que Ricardo III fue enterrado después de su muerte en la batalla de Bosworth en 1485. El esqueleto muestra evidencias de lo que se cree escoliosis y signos de traumatismos sufridos en batalla trauma signos que sugieren que podrían ser los restos del monarca medieval.

La construcción de una presa amenaza la milenaria villa turca de Hasankeyf

Hasankeyf es el hogar de miles de cuevas hechas por la mano del hombre, cientos de monumentos medievales y un rico ecosistema (Images & Stories / Alamy).


Para que un lugar se convierta en Patrimonio de la Humanidad debe cumplir con al menos uno de los 10 requisitos mencionados por la UNESCO. La pequeña localidad de Hasankeyf, en el sureste de Turquía, cumple nueve, pero las autoridades no han hecho ningún esfuerzo por incluirla en la lista ni promocionar el turismo en esta zona.
Situada a orillas del Tigris, cuenta con una fortaleza de 4.000 años de antigüedad, varias mezquitas medievales de piedra y rutas arqueológicas en los alrededores. Diversos estudios indican que el primer asentamiento en el lugar se remonta a hace 12.000 años.

«Hasankeyf es la mejor ciudad de Turquía, pero no está considerada Patrimonio de la Humanidad. Es increíble, nadie da crédito», dice el comerciante Arif Ayhan. Ciertamente, los escasos turistas que la visitan cada año se quedan pasmados, no tanto ante la belleza del lugar, sino de que el sitio no sea más conocido.

Todo tiene una explicación: el gobierno turco planea, desde hace casi seis décadas, la construcción de la llamada presa de Ilisu, que inundará la localidad. Las autoridades defienden el proyecto como una necesidad para satisfacer las necesidades energéticas de la zona. Pero miles de activistas turcos y extranjeros trabajan para tratar de dar a conocer el lugar y su importancia.

El turismo, ¿más rentable que la presa?

«Mucha gente que ama Hasankeyf tiene la esperanza de que sobreviva, de que no sea sumergida bajo las aguas. Pero el plan básico del gobierno, la construcción de la presa para 2014 o 2015, no ha cambiado», explica a ABC John Crofoot, representante de la plataforma «Hasankeyf Importa».

«La presa es importante en términos energéticos, pero la cuestión es si este proyecto resiste un análisis económico comparado con lo que podría sacarse si Hasankeyf se explotase turísticamente. Si se hace un plan de aprovechamiento regional, podría ser un punto tan importante como la Capadocia o Éfeso», asegura.

«Los turistas vienen, pero no se quedan. Visitan el pueblo durante diez minutos, tres cuartos de hora como máximo, suben al castillo y se marchan, no dejan ningún dinero aquí», se queja Ayhan, uno de los habitantes de la localidad que más ha trabajado por conseguir dicho plan, y que, como muchos otros locales, está harto de la incertidumbre.

«Esta vez va en serio»

Durante este más de medio siglo, la idea ha sido abandonada y retomada varias veces. En 2009, una campaña internacional abanderada por numerosas personalidades turcas (entre ellas el popular cantante Tarkan) logró que diversas agencias de crédito europeas retirasen la inversión, paralizando el proyecto. Pero en 2011, el gobierno turco volvió a la carga con nuevos inversores, dando inicio a las obras y construyendo, al otro lado del río, los edificios que alojarán a los habitantes del pueblo cuando estos sean desplazados por la presa.

«Creo que esta vez se va a construir, porque el gobierno ha comenzado a construir las viviendas, podemos verlas desde aquí. Esta vez va en serio», dice Ayhan. «Casi 3.000 personas trabajan ahora en las obras de la presa. Si preguntas a la gente, están felices porque tienen trabajo. Pero naturalmente, es terrible para la historia de nuestro país», comenta.

Este mes, el Consejo de Estado de Turquía ordenó la paralización de las obras a petición del Colegio de Abogados e Ingenieros, puesto que no existía una estimación de impacto ambiental, obligatoria según la legislación actual. «Es evidente, dadas las acciones del gobierno, que la presa de Ilisu nunca podría hacerse si se cumple la ley», afirma Engin Yilmaz, director ejecutivo de la asociación ecologista «Doga Dernegi», muy activa en Hasankeyf.

«En lugar de eso, el gobierno turco ha elegido saltarse las leyes de conservación aprobando nuevas regulaciones para permitir la construcción de la presa a cualquier precio», asegura Yilmaz. Mientras el gobierno decide qué hacer, el destino de Hasankeyf vuelve a ser incierto.



Fuente: ABC  | Daniel Iriarte | 29 de enero de 2013

Nueva teoría sobre la salida de África de los primeros humanos modernos

Poblaciones de homínidos durante el MIS 5 (Estadio Isotópico Marino 5).
El Homo sapiens fue probablemente el principal homínido residente en África en ese tiempo. Los neandertales, antes del MIS 5, se distribuyeron por Europa y el Levante, pero ampliaron su espacio a través de Asia más tarde (Howell, 1999). El Homo erectus, sensu stricto, estuvo confinado probablemente en el este de Asia durante el MIS 5, tal como el Homo erectus de Ngandong, un conjunto que ahora parece haber sido más antiguo (Indriati et al., 2011). Debido a la falta de pruebas de esqueletos en Arabia y Asia del Sur, hace entre 125.000 y 40.000 años, la identidad de sus habitantes es desconocida, pero, según nuestra opinión, probablemente hayan sido Homo sapiens. La identificación de Homo sapiens en Laos ayuda a apoyar este argumento.

Téngase en cuenta las posibles áreas de solapamiento entre los Homo sapiens y el límite sur de los neandertales y el Homo erectus, lo que permite una posible hibridación -tal como se indica en estudios recientes y posiblemente por la evidencia fósil de Zhirendong y otras cuevas chinas. La distribución de los "denisovanos" es desconocida, ya que sólo se dispone del ADN de una falange hallada en la Cueva Denisova, Siberia, y de los modernos estudios genéticos de los asiáticos del sureste y melanesios. Las indicaciones actuales sugieren que son probablemente una población hermana de los neandertales del este asiático, pero poco más se conoce en la actualidad.
Para los neandertales, el área púrpura denota su probable "núcleo" de distribución. Las áreas azules adyacentes muestran su probable extensión máxima, hacia el norte en los episodios climáticos cálidos, y hacia el sur cuando las condiciones climáticas en el área central se deterioran, o cuando surgieron oportunidades para la expansión. Su distribución más oriental hacia el noreste de China y la costa del Pacífico del noreste de Asia se presenta como incierta.

Los puntos en negro muestran yacimientos de Homo sapiens: 1) Jebel Irhoud, Marruecos, 2) Skuhl, Qafzeh, Israel, 3) Herto, Etiopía, 4) Niah, Borneo. Las estrellas en negro muestran yacimientos de neandertales: 5) Tabun, Kebara (Israel), 6) Shanidar (Irak); 7) Teschik Tasch (Uzbekistán); 8) Denisova, Okladinov (Siberia rusa). Las estrellas en blanco (otros): 9) Hatnora (India) (especie Homo indeterminada); 10) Ngandong (Homo erectus del Pleistoceno Medio).

Fuente: PHYSORG | Alex Pele | 30 de enero de 2013

Los seres humanos modernos salieron de África dos veces, y primeramente de lo que antes se pensaba, extendiéndose en una serie de olas impulsadas por cambios climáticos, según sugieren nuevas investigaciones.

El documento, publicado en Quaternary Internacional, vierte una duda fresca sobre el consenso previamente establecido de que los seres humanos se expandieron desde África en una única cohorte o grupo de personas.

"La opinión de consenso ha sido que los humanos modernos salieron de África hace unos 60.000 años por una ruta costera, bordeando algunos lugares muy áridos, y extendiéndose hasta Australia muy rápidamente", explica el profesor Michael Petraglia (izquierda), de la Universidad de Oxford, uno de los autores del estudio.

"Creemos que eso está mal. Pensamos que la gente dejó África en múltiples ocasiones, probablemente mucho tiempo antes, y pensamos que la ruta fue terrestre en lugar de por la costa".

Los intentos anteriores para poner una datación a la salida de los humanos modernos de África se han basado en gran medida en las evidencias proporcionadas por la genética y la arqueología.

Petraglia y su equipo creen que, mediante la adición de datos sobre el clima y el medio ambiente dentro del conjunto, serán capaces de desbloquear nuevas pistas en cuanto a cómo y por qué los humanos se expandieron fuera del continente africano.

"Sabemos que el clima ha cambiado un montón de veces. Creemos que actuó como una fuerza de empuje 'fuera de África', llevando a los individuos en sucesivas ondas hasta el sur de Asia".

"Cuando el clima era húmedo, habría habido ríos y lagos a través de todo el continente asiático. Creemos que los seres humanos modernos los habrían utilizados como rutas, pero lo que no sabemos es qué pasó con esas poblaciones cuando el clima se convirtió en árido de nuevo".


Foto:  Reconstrucción de la vegetación en el oeste de Eurasia en MIS 5

La idea va en contra de un consenso bien establecido y ampliamente mantenido. Pero Petraglia ve señales de que los académicos de todo el espectro están empezando a cambiar de opinión.

"Hay un montón de gente que acepta esta idea en muchos campos diferentes; en la genética, en la arqueología, y en los campos del medio ambiente. Estamos viendo grandes grietas en el consenso", dice.

El equipo se acercará ahora a examinar algunos enclaves importantes con más detalle, en un intento de añadir fundamento a su teoría. Petraglia cree que la investigación tiene implicaciones importantes para entender nuestro presente, así como nuestro pasado.

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"Está en la imaginación del público. La gente está fascinada por nuestra propia especie y cómo se pobló la Tierra", comenta. "Pero también estamos tratando de entender la influencia del clima, es decir, cómo el mismo afectó al movimiento de las poblaciones y a la velocidad a la que ocurrió, y esto podría tener claramente, hoy en día, implicaciones importantes".


Diagrama que muestra la expansión de los humanos desde África. Crédito: Andrea Manica.

Fuente: PHYSORG | 17 de septiembre de 2012


Los científicos usan la genética y las reconstrucciones climáticas para rastrear la propagación mundial de los humanos modernos fuera de África.

Las investigaciones indican que la propagación fuera de África de los humanos fue dictada por la aparición de ventanas climáticas favorables.

Mediante la integración de la genética con reconstrucciones históricas climáticas de alta resolución, los científicos han sido capaces de predecir el momento y las rutas tomadas por los humanos modernos durante su expansión fuera de África. Su investigación revela que la difusión de los seres humanos fuera de África fue dictada por el clima, con su entrada en Europa posiblemente retardada por la competencia con los neandertales. La investigación aparece publicada en la revista PNAS el pasado 17 de septiembre.

El Dr. Anders Eriksson (izquierda), de la Universidad de Cambridge, autor principal del artículo, dijo: "Mediante la combinación de una amplia información genética con el clima y los modelos de vegetación, hemos sido capaces de elaborar la reconstrucción más detallada de la historia humana hasta el presente".

El papel del cambio climático para determinar el momento de la expansión de las poblaciónes humanas se ha debatido durante mucho tiempo. Los restos fósiles más antiguos de humanos anatómicamente modernos se encuentran en África y datan de alrededor de 200.000 años, pero no hay ningún rastro fuera de África hasta 100.000 años después.

El modelo recién publicado ofrece la primera conexión directa entre el cambio climático y el momento de la expansión fuera de África, así como las rutas tomadas.

Para investigar el papel del clima, los científicos de Cambridge elaboraron un modelo muy detallado con el fin de rastrear el destino de todos los individuos sobre el planeta. En el proyecto participaron especialistas de diversos campos. Trabajando en conjunto con climatólogos y modeladores de la vegetación, reconstruyeron el clima y los cambios del nivel del mar y sus efectos en la disponibilidad de alimentos a través del tiempo, con una resolución de 100 km.

Después de explorar varios millones de escenarios demográficos (por ejemplo, las tasas de natalidad, las tasas locales de movimiento, relación entre la disponibilidad de alimentos y el tamaño de la población, etc.), fueron capaces de identificar aquellos que eran más compatibles con los patrones geográficos de la diversidad genética de los seres humanos modernos. Al trabajar con antropólogos y arqueólogos, pudieron comparar estos escenarios con las fechas y localidades conocidas de hallazgos arqueológicos y de fósiles.


Los escenarios demográficos seleccionados por el modelo revelaron que una relación entre la disponibilidad de alimentos y la densidad de población en el pasado era muy similar a la relación hallada entre cazadores-recolectores actuales. Con base a esta relación, el modelo encontró que el clima impidió a los humanos salir de África hasta que una ventana climática favorable apareció en el noreste de África hace aproximadamente 70.000-55.000 años. El mayor movimiento se produjo a través de la llamada ruta sur, a través del estrecho de Bab-el-Mandeb, en la Península Arábiga.

La datación de salida fuera de África, así como el tiempo de llegada a otros continentes identificados por el modelo, fueron también hallados en gran parte de acuerdo con las evidencias arqueológicas y fósiles, con la notable excepción de Europa. Para Europa, el modelo basado en el clima predijo tiempos de llegada en aproximadamente 10.000 años antes que la evidencia arqueológica disponible. Esta discrepancia podría explicarse por la competencia con los neandertales, los cuales no se contabilizaron en el modelo, y probablemente habrían frenado la colonización de Europa por parte de los seres humanos modernos.

El Dr. Andrea Manica, que co-dirigió el estudio, dijo:
"La idea de que podemos reconstruir el clima y estimar la disponibilidad de alimentos, y finalmente determinar los cambios demográficos y los movimientos de nuestros antepasados ​​en todo el mundo es simplemente increíble.
El hecho de que la mayoría de los resultados estén de acuerdo con las evidencias arqueológicas y antropológicas -las cuales no fueron usadas para generar el modelo-, apunta al hecho de que nuestras reconstrucciones basadas en la genética son muy realistas".