Arqueólogos hallan un mosaico extraordinario romano de carreras de cuadrigas en Chipre

Un piso de mosaico del siglo IV que muestra escenas de una carrera de carros en el hipódromo se ha descubierto en Chipre, el único de su tipo en la isla y un ejemplar de los cuales hay apenas un puñado en el mundo, dijo una arqueóloga chipriota el miércoles.

Fryni Hadjichristofi (izquierda), del Departamento Chipriota de Antigüedades, dijo a la Associated Press que de los cientos de pisos de mosaicos descubiertos en el mundo apenas siete muestran carreras en el hipódromo. Este en particular se distingue por la riqueza de los detalles y por mostrar escenas completas de una carrera en la que compiten cuatro cuadrigas, carros tirados por cuatro caballos.

Posiblemente representaban a distintas facciones que competían en la antigua Roma. "El hipódromo era muy importante en la época romana antigua, era el lugar donde el emperador aparecía ante su pueblo y proyectaba su poder", dijo Hadjichristofi.

El mosaico, que mide 11 metros por cuatro, no ha sido destapado en su totalidad. Parece ser parte de una villa perteneciente a un hombre rico o un noble en la época en que Chipre estaba bajo la dominación romana.


Se encuentra 30 kilómetros al oeste de Nicosia, la capital, y puede echar luz sobre la antigüedad en el interior de la isla, de la que se sabe poco. La mayoría de las excavaciones importantes en la isla se encuentran cerca de las costas, donde florecieron las poblaciones grandes y pequeñas. La población más antigua en Chipre data del X milenio a.C.






"Un campesino de la zona que cultivaba su parcela descubrió una pequeña parte del mosaico en 1938. Las autoridades delimitaron la zona, pero la excavación hubo de esperar casi 80 años debido a que el Departamento de Antigüedades había dado prioridad a otras de las muchas que hay en la isla", señala Hadjichristofi.


Añadió que la zona, junto a un río, era conocida por su tierra fértil y sus huertas. Chipre era una isla rica en la antigüedad gracias a la producción de cobre -de donde proviene su nombre, de acuerdo con una teoría aceptada-, la madera de sus bosques entonces extensos y la cerámica, de la cual se han hallado muchos ejemplares en países vecinos. "Sabemos que Chipre era rica, los descubrimientos más recientes lo confirman", dijo. El mes pasado, las cuadrillas que trabajaban en las cloacas de la ciudad costera de Larnaca descubrieron otro mosaico de la era romana que mostraba los Trabajos de Hércules.




Fotos
Fuente: 20minutos.es | 10 de agosto de 2016

Arqueólogos descubren una extraña estructura de anillos concéntricos de hace 4.600 años en Valencina de la Concepción (Sevilla)

Foto: The newly discovered circular earthwork enclosure La Loma del Real Tesoro II (near Carmona). Image: SFB 1070 RessourcenKulturen, Javier Escudero Carrillo and Helmut Becker. Universidad de Tubinga.

Un equipo de arqueólogos de la Universidad alemana de Tubinga ha descubierto en las cercanías de la ciudad española de Sevilla una estructura de anillos concéntricos que han datado en la época de la Cultura del Vaso Campaniforme, surgida en la zona entre los años 2600 y 2200 a.C.

Tal y como se indica desde el magazine digital La Brújula Verde, dicha estructura constituye un ancestral complejo que pudo ser utilizado para la celebración de rituales. Se trata de un hallazgo sumamente importante porque es el primero de este tipo que se encuentra en el sur de Europa: hasta dar con él todas las estructuras semejantes conocidas habían sido localizadas en la mitad norte del continente europeo.

El yacimiento prehistórico de Valencina de la Concepción

El yacimiento donde apareció la estructura en cuestión es el de Valencina de la Concepción, un importante centro de la Edad del Cobre ubicado a las afueras de la capital sevillana. Un yacimiento prehistórico que se dio a conocer a partir del descubrimiento del dolmen de La Pastora en 1860: una gran tumba megalítica.

Foto: Corredor del dolmen de la Pastora, primer hallazgo descubierto en el yacimiento de Valencina de la Concepción, en Sevilla. (Cazalla Montijano, Juan Carlos/CC BY SA 3.0)

Transcurridos los años, a partir de 1970, lograron sacarse a la luz las primeras estructuras del poblado interpretadas como silos, cabañas o fosos. Las estimaciones realizadas proponen una superficie total para el yacimiento de unas 470 hectáreas: una extensión única en toda la península Ibérica.


Valencina era un poblado donde ya se practicaban la agricultura y la cría de ganado. Además existen claras evidencias de que comerciaban sus productos agrícolas con otros asentamientos más lejanos, puesto que se han recuperado artículos de lujo como colmillos de elefantes de África y Oriente Medio y cuentas de ámbar del norte de Europa. También es muy probable para los expertos que comerciasen con el mineral de cobre extraído de las montañas cercanas.

Anillos concéntricos

La estructura de anillos concéntricos, recientemente descubierta, se encontró a unos 50 kilómetros al este de Valencina. Abarca unas seis hectáreas, y en ella también se hallaron joyas y fragmentos de huesos, cuya datación por radiocarbono ha confirmado que dicho asentamiento fue habitado durante la cultura del Vaso Campaniforme, hace unos 4.600 años. Los rastros de quemaduras aparecidos en los grandes ladrillos de arcilla parecen indicar que se trataba de un recinto ritual, aunque los arqueólogos todavía no están completamente seguros de ello.

Foto: Rastros de quemaduras sobre la superficie de un gran bloque de arcilla hallado en el fondo del recinto circular: ¿un lugar de culto? (Fotografía: RessourcenKulturen/Javier Escudero Carrillo/Elisabet Conlin/Universidad de Tubinga)

La estructura, formada por varios fosos circulares con aberturas de entrada a intervalos regulares, presentaba en su centro un profundo agujero circular de unos 19 metros de ancho, donde precisamente aparecieron los grandes ladrillos de arcilla con marcas de quemaduras. Sin embargo, por el momento no se han recuperado evidencias que demuestren que el lugar fuese utilizado después de la Edad del Cobre, por lo que los investigadores creen que fue ocupado de manera intensiva durante un período de tiempo relativamente corto.

“Es muy inusual en España, ya que este tipo de estructuras circulares solo se encuentran al norte de los Alpes, y la mayoría tiene mil años más de antigüedad que ésta. El lugar está estratégicamente situado cerca de una antigua fortaleza en el río Guadalquivir, cerca de las montañas de Sierra Morena, ricas en mineral de cobre”, ha explicado Javier Escudero Carillo, uno de los investigadores que hallaron esta estructura.

Los arqueólogos intentarán descubrir ahora la procedencia de los muchos materiales encontrados, entre los que destacan piedras de moler y herramientas de piedra. Asimismo intentarán recabar información acerca de la dieta y el estilo de vida de los habitantes del asentamiento, mediante análisis de sedimentos, polen y huesos de animales.


Foto: Fragmentos de piezas cerámicas de la Edad del Cobre hallados en el yacimiento de Valencina de la Concepción (Fotografía: La Brújula Verde |Universidad de Tubinga.)

EPIFANÍA DE GAÑANES

La arqueología en Asturias esta en manos de una epifanía de gañanes teledirigidos desde Cantoblanco y que obedecen con  sumisión perruna a la Dirección General de Patrimonio del Principado copada ésta por  zipayos  y paracaidistas.

Los arqueólogos oriundos de Asturias no pueden excavar, salvo cuatro zipayos, están vetados en tanto en cuanto se les da carta blanca a arqueólogos de variada procedencia, aterrizados en Ranón, adoctrinados en la U.A.M, y con un odio enfermizo a todos los episodios de grandeza escritos con letras de oro en la historia de los pueblos que han protagonizado nuestros antepasados.
Para muestra un botón POL POT, EL GULAG,CAMPOS DE ADOCTRINAMIENTO
Así es que llegan a negar la resistencia astur al Imperialismo Romano, la Reconquista, la Batalla de Covadonga, la Monarquía Asturiana y aún dentro de poco, tiempo al tiempo, llegarán a negar incluso  la no muy lejana Revolución de 1934.

Les acuso de mala praxis, de arqueología fraudulenta, de trasvase de la pseudociencia y la ufología a la arqueología  para configurar lo que se ha venido a llamar  "arqueología fantástica".
Sus peplums configuran un rosario de dimensiones asombrosas siendo sus cuentas más sonadas las inventadas vías romanas en Asturias, Gigia el Gijón romano, la conquista incruenta en el marco de una propaganda Augústea, la romanización atlántica, el cultivo del maíz por los astures, la cronología romana de los castros asturianos made in Carrocera y un largo e interminable etc, etc.

La" Pataca" fue su signifer, guía y estandarte y caído éste en manos del enemigo por su notoria inepcia y surrealismo ahora van comandados por "el Propagandista del Occidente".
¡Cuánto Carpanta! ¡cuánto zipayo en la prensa regional!,escribiendo a destajo en la gacetillería amarilla supuestos estudios arqueológicos que no son mas que una retórica esotérica y paranormal.
Célebre fu su "viaje al centro de la tierra" protagonizado en Lucus Asturum en busca de la primera ciudad romana que habrían de encontrar "por la Gracia de Dios", aunque éste les dio la espalda. Escaldados en Gijón y en Lugo de Llanera entonces sacaron de la chistera la ópera bufa de "la romanización atlántica" para justificar la falta de monumentalidad y urbanismo.
¡La silla romana de Cimavilla!, ¡la necrópolis romana de Argandenes! falsedades propagadas con gran trompetería; he aquí, sobre la marcha, otros dos episodios grotescos que señalan su actividad fraudulenta.


Becarias que escapan corriendo desnudas, aterrorizadas por las campiñas gallegas, huyendo de viejos chivos alucinados ; becarias a las que se negó la justicia por la posición dominante del sátiro.
¡Sí! podríamos escribir una serie de novela negra con vuestras andanzas. Célebre fue el episodio de la filtración de exámenes y de los empadronamientos ilegales para poner la alfombra roja a los arqueólogos de vuestro palo y echar para atrás a los más capaces y fuísteis sentenciados por la justicia salvándose la Pataca in extremis por su no condición de funcionaria. Siempre pasa lo mismo; se sacrifican los peones para salvar a la "reina".

Reina de la mentira, reina del enjambre, reina del colmenar de Cantoblanco desplazada ahora por el abejorro del Occidente.

También esta investigado, ya le llegará el turno.

La arqueología que debiera ser una eficaz herramienta para conocer el pasado se convierte en vuestras manos en una suerte de apostolado difusor de las teorías más estrambóticas y destinado a apuntalar las directrices políticas que os imparten en Madina Mayrit corte de la berbería.
Vuestra actividad contaminante sobre las comunidades no doctas en la materia se ejecuta fundamentalmente a través de la prensa escrita comprando a los plumillas de turno.
Da asco ver a todos estos profanadores divulgando en pésimos artículos la doctrina cuciplada en Cantoblanco. Apenas saben escribir distanciándose poco del ágrafo.

Artículos- por llamarlos de algún modo- marcados siempre por el infantilismo y la puerilidad ,inofensivos para la gente versada en la materia, pero que tienen su razón de ser en su falacia propagandística destinada al gran público al que tratan de engañar de la forma más abyecta.
La arqueología asturiana, con las honrosas excepciones de los que no doblegan su cerviz cumpliendo a rajatabla su código deontolótico y sufriendo una persecución implacable, es una MERIENDA DE NEGROS.

La arqueología asturiana sería, asimilada al campo de la medicina, una suerte de curanderismo, medicina china o alternativa en manos de chamanes  que danzan borrachos alrededor de una hoguera.
Por todo ello es mi obligacion moral combatiros en todo momento y en todo lugar, con cualquier herramienta a mi alcance, en una suerte de cruzada que no ha de cesar mientras la fuerza me acompañe.

MUSEO SANTA CLARA. ZAFRA (BADAJOZ)

Reportaje fotográfico realizado por Aníbal Clemente e Inma Estévez en el Museo de Santa Clara de Zafra, en Badajoz.

El Museo Santa Clara de Zafra es un museo público cuya temática (convento, nobleza y ciudad) se integra en un espacio monumental de los siglos XV al XVIII.

La Ministra de la Vivienda, María Antonia Trujillo, el Consejero de Cultura, Francisco Muñoz; el Alcalde de Zafra, Manuel García Pizarro y el Arzobispo Santiago García Aracil inauguraron el día 22 de enero de 2007 el espacio museístico del Monasterio de Santa María del Valle, más conocido como Convento de Santa Clara, que mostrará al público la riqueza de su colección histórico-artística y su arquitectura monumental, al tiempo que permitirá ver cómo es la vida en el convento. Unas mil piezas, una cuarta parte de las que posee el convento, son expuestas desde ese día en los apartados a los que han llamado: intramuros, la piedad nobiliaria, la urbe ducal, y el legado de la magnificencia.


El museo, que se ha incorporado a la Red de Museos de Extremadura, nace para mostrar un aspecto de la identidad de la región extremeña: la vida en un convento de clausura a través de los casi ya seis siglos de existencia del Monasterio y para recordar la memoria de la casa nobiliaria que hizo posible la Zafra que conocemos: la Casa de Feria, los Suárez de Figueroa. Además, muestra unas pinceladas sobre la historia de Zafra.


El Monasterio de Santa María del Valle fue mandado erigir por el I Señor de Feria, Gómez I Suárez de Figueroa en 1428 como panteón del linaje de los Suárez de Figueroa, bajo la advocación de la Virgen del Valle, patrona de la ciudad de Écija de donde procedía Lorenzo Suárez de Figueroa, XXXII Maestre de la Orden de Santiago y padre del I Señor de Feria. Se puebla con monjas clarisas procedentes de Tordesillas y las dos primeras abadesas serán dos de sus hijas. Desde hace casi seis siglos las clarisas han mantenido en pie este monasterio que hoy tenemos la inmensa suerte de poder ver gracias al museo. Fundado en la Segunda Regla de las clarisas, desde 1969 es de la Primera Regla, la regla original de la Santa Fundadora.


El Museo del Convento de Santa Clara de Zafra quiere mostrar lo que fue y es la espiritualidad y la sencillez de la vida claustral de las hermanas clarisas, lo que supuso para la comunidad histórica el patronazgo de la Casa de Feria y cómo el monasterio se ha ido integrando en la ciudad de Zafra y relacionado con sus gentes hasta la actualidad. Esas tres líneas temáticas (convento, patronazgo nobiliario y ciudad) se integran en un espacio expositivo monumental e histórico en el que se han distribuido de manera clara y coherente los cuatro capítulos de que consta la muestra:

Intramuros: este primer capítulo de la exposición, quiere mostrar el convento como espacio espiritual y de vida cotidiana; quiere dar a conocer quiénes fueron y son las monjas clarisas que habitan este monasterio; el capítulo está dividido para ello en cuatro ámbitos.

La piedad nobiliaria: los Suárez de Figueroa (Casa de Feria) son la familia nobiliaria a la que los Reyes de Castilla conceden el Señorío de Feria donde crean un estado nobiliario que ya en el siglo XV tiene a Zafra como centro del mismo. Desde entonces la villa será reflejo de su autoridad y de la largueza del linaje. Su espíritu religioso los llevará a fundar este monasterio en el año del Señor de 1428 en cuya iglesia tras su muerte encontrarán descanso. En su defensa de la fe de la contrarreforma será significativo el patronazgo tanto al Convento de Santa Clara, como a la Colegiata y a los conventos en los que despliega un intenso mecenazgo artístico. Con estas obras, la Casa de Feria buscaba adoctrinar en las verdades de la fe, mostrar su poder y magnificencia y alcanzar una recompensa en el más allá.

La urbe ducal: si los capítulos anteriores muestran cómo es un convento de clarisas y nos adentran en la historia de este convento y su vinculación con la Casa de Feria, este tercer capítulo vincula el convento con la ciudad en la que se encuentra. De ahí que este tercer capítulo del Museo esté dedica a la historia de Zafra.

El legado de la magnificencia: el cuarto capítulo del museo la constituye la iglesia conventual, a su vez Panteón de los Suárez de Figueroa. Pretende actuar de síntesis: que el visitante comprenda cómo ese pasado visto en los capítulos previos perdura y se materializa en un espacio religioso.

La iglesia monástica cuenta con los mismos espacios que una parroquial: una capilla mayor, el lugar donde está el altar y su retablo, la nave para los fieles laicos y la sacristía para revestirse los clérigos. A los que se suma, el coro de las monjas, aislado por una gruesa reja, un diminuto relicario y la capilla funeraria ducal.

Nota: El Museo contaba con una exposición temporal sobre la figura de Cervantes con motivo del IV Centenario de su muerte por eso os muestro una serie de imágenes donde se pueden observar retratos y obras de nuestro escritor más universal.

www.anibalclemente.com
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El origen ibérico de los cartagineses, los enemigos de Roma

El hombre de Birsa, recontruido por expertos a partir de un esqueleto - Wikimedia Commons

En 1994 unos jardineros estaban plantando árboles en el monte Birsa (Túnez), muy cerca del lugar donde se levantó Cartago y una imponente ciudadela del Imperio Cartaginés. Sin quererlo, dieron con un sarcófago dejado allí por los antiguos pobladores, siglos antes de que en el año 146 a. C., el romano Escipión el Africano arrasara la ciudad y acabara con la Tercera Guerra Púnica.

Este pequeño accidente llevó a un importante descubrimiento. En el interior del sarcófago encontraron un esqueleto (izquierda) de más de 2.500 años de antigüedad que perteneció a un joven cartaginés. Se le llamó «El joven de Birsa» o «Ariche» (que significa «el hombre deseado», por la voluntad de las autoridades tunecinas de tenerlo en su territorio) y se comenzó a estudiar sus restos. Gracias a esto, los expertos reconstruyeron sus facciones y le dieron un rostro. Años después de que ocurriera todo esto, un estudio publicado en PLOS ONE este miércoles ha concluído que aquel cartaginés tenía raíces europeas, y que probablemente sus antepasados vivieron en la Península Ibérica.

El hallazgo se ha producido después de secuenciar (leer) el ADN mitocondrial, un material genético que está presente en las mitocondrias, las fábricas de energía de las células, y que se hereda exclusivamente de las madres. Este análisis ha permitido revelar que «Ariche» perteneció a una «rara familia» europea. Se trata del haplogrupo U5b2cl, un conjunto de individuos que comparten una serie de rasgos genéticos y un ancestro común a todos ellos.

«Se cree que U5b2cl es uno de los haplogrupos más antiguos de Europa y que está asociado a poblaciones de cazadores-recolectores. Es bastante raro en las poblaciones actuales, y apenas aparece en Europa en el uno por ciento de la población», ha explicado Lisa Matisoo-Smith (derecha), investigadora en el Departamento de Anatomía de la Universidad de Otago y primera autora del estudio. Esto indica, en su opinión, «que las ciudades cartaginesas eran bastante cosmopolitas».

La odisea de los genes «primitivos»

La historia de U5b2cl es compleja y convulsa. En anteriores investigaciones se comprobó que estos genes «primitivos» quedaron relegados a algunos refugios. Por ejemplo, Matisoo-Smith ha recordado en el artículo que en anteriores investigaciones se ha informado de la presencia de U5b2c1 en poblaciones de cazadores recolectores hallados en el yacimiento de La Braña, en León, y en otras zonas del noreste de Europa.

Pero en realidad, U5b2cl estuvo a punto de desaparecer: «Una oleada de granjeros del Próximo Oriente reemplazó a los cazadores-recolectores, aunque algunos de sus linajes pudieron persistir más tiempo», ha explicado Matisoo-Smith. En opinión de esta investigadora, fueron las rutas comerciales las que permitieron que «estos genes fueran trasladados desde la Península Ibérica y algunas islas, hasta el crisol de Cartago, en el Norte de África».

¿Fue esta la historia del joven fenicio? Podría ser. Se sabe que los fenicios proceden de la zona del actual Líbano y que su influencia se expandió como la pólvora gracias al comercio en el Mediterráneo. Así es como comenzaron a fundar asentamientos y puestos comerciales que luego se convertirían en ciudades como Cádiz, Cartagena, Barcelona o la propia Cartago, en el actual Túnez, conectadas con las importantes ciudades de Tiro o Sidón.

Gracias a esto, la cultura fenicia y el comercio tuvieron un fuerte impacto en la civilización occidental. Por ejemplo, tal como ha recorado la autora del estudio, fueron ellos los que introdujeron el primer alfabeto.

Parte del alfabeto fenicio- LUCA/WIKIPEDIA

«Sin embargo, aún sabemos muy poco sobre los fenicios, excepto por las referencias de romanos y griegos. Esperamos que nuestros resultados y otras investigaciones aclaren los orígenes y el impacto de los fenicios y de su cultura», ha concluido la investigadora. Por ello, los científicos tratarán de buscar este material genético mitocondrial en otros asentamientos fenicios, y al final «recrar la mobilidad humana en el pasado para entender las variaciones que vemos hoy en día», ha dicho la científica. Y además, hacer estos análisis con el ADN nuclear, que puede proporcionar mucha más información.

La historia de los navegantes

De momento, al menos sí se sabe algo acerca del «Joven de Birsa». Gracias al trabajo de expertos en reconstrucción dermoplástica, se puede intuir qué aspecto tenía. Gracias a un estudio antropológico, se concluyó que aquel hombre medía 1,70 metros, que era bastante robusto y que frisaba los 19 o 24 años. Estaba enterrado junto a dos ánforas, una lámpara y una caja de marfil cargada de ricos amuletos y ofrendas de comida, por lo que se cree que formaba parte de las élites de Cartago.
Los fenicios suelen ser reconocidos como una de las más grandes civilizaciones del mediterráneo. Descendían de los cananeos, habitantes de las costas del Mediteráneo, y fueron los creadores del primer alfabeto. Documentaban su historia en papiros, pero el tiempo los desintegró y las guerras y conquistas en sus ciudades principales, como Tiro, Sidón o Biblos, hoy en Siria y Líbano, dificultaron que fueran exploradas en profundidad por los científicos.

Conocidos por sus capacidad para viajar, comerciar y construir barcos, se ganaron su nombre de los griegos por ser los únicos capaces de acceder al tinte púrpura en el Mediterráneo. Sea como sea, sus viajes les llevaron desde Líbano hasta España y Marruecos, y algunos han sugerido que incluso circunnavegaron Africa o que llegaron al sur de Gran Bretaña. Por todo eso, su herencia parece estar profundamente sumergida en las raíces de Europa.

Fuente: ABC.es | 25 de mayo de 2016

El topónimo romano de Jerez se aclara a partir del hallazgo de unas monedas

Francisco Jordi Páez, mostrando dos de las monedas 'Cerit' del siglo I y II a.C. mejor conservadas.

Francisco Jordi Páez es un jerezano de 23 años estudiante de Derecho y amante de la historiografía local desde que era un niño. Lleva varios meses sumergido en la investigación de la procedencia de unas monedas 'Cerit' datadas del siglo I y II a.C que halló en las colecciones privadas de varios aficionados a la numismática. El buen estado de conservación de varios de los ejemplares le ha permitido estudiar con detenimiento cada uno de los detalles vinculados a estas monedas, lo que le ha llevado a detectar pistas que clarifican la ubicación de la casa que acuñaba estos ejemplares durante el Imperio Romano, así como a descubrir uno de los pasos de la evolución del topónimo de nuestra ciudad. Todos los entresijos de su labor investigadora saldrán publicados próximamente en un estudio monográfico titulado 'Tras las pistas de Cerit a través de sus monedas' y editado por Peripecias Libros.

"Hay constancia de muy pocas monedas 'Cerit'. Se conserva una en el Museo Arqueológico de Jerez, otra en el Museo de Villamartín y una en la Real Academia de la Historia de Madrid. Los historiadores Eugenio José Vega y Francisco Antonio Romero García documentaron el hallazgo de una moneda en un cortijo de Nueva Jarilla, y según Sáez Bolaños y Blanco Viñero hay otras tres en los cuerpos numismáticos. Yo por ahora he podido localizar 15 de las 22 existentes. Sobre los ejemplares que pueda haber en las colecciones privadas no puede saberse con exactitud", aclara Francisco.
Moneda de Cerit. Anverso y reverso. Museo Arqueológico Jerez.

Durante la entrevista muestra tres de las monedas mejor conservadas de todas las emisiones que ha localizado. Piensa que dos fueron acuñadas durante los siglos II y I a. C., y la otra, al tratarse de una variante, corresponde a una versión posterior datada del siglo I d. C. Todas pertenecen a emisiones de Hispania Ulterior, de la provincia Bética. En el reverso se encuentra inscrito el topónimo 'Cerit' acompañado de dos espigas horizontales, una arriba y otra abajo. En el anverso se aprecia el rostro de la diosa Ceres. "Hay cierta disconformidad sobre si la diosa porta en el pelo espigas o una corona radiada, siendo esto último algo anómalo al no corresponder con el modelo estándar en una deidad femenina. Yo creo que es una trenza de espigas o simplemente espigas, pues es la diosa del trigo y tiene sentido que estos elementos la representen", afirma.

Encontrar estas monedas en varias colecciones privadas le han permitido elaborar un mapa de localización que lo acerca a la ceca que pudo emitir este tipo de ejemplares. "Según mis indagaciones todo indica que se encontraba en la Sierra de Gibalbín", asegura. Francisco basa su hipótesis en la cercanía a este lugar de los diferentes puntos de localización en los que se han hallado las monedas, lo que evidencia que si la moneda circuló por esta zona, debió existir un núcleo urbano administrativo. "Entre todas las monedas Cerit encontradas, tan sólo de 6 de ellas se conoce su procedencia. Una se halló en Mesas de Santiago, otra en Esperillas, otra en Mesas de Asta, dos en la cima de la Sierra de Gibalbín, cerca del cortijo de Mazmorra, y una última en Utrera, la más alejada de Gibalbín", aclara.

Foto: Sierra de Gibalbín desde las marismas de Morabita. A. García Lázaro

El perfecto estado de conservación y el color verde oliváceo de algunas de las monedas le ha llevado a pensar que en realidad no fueron objeto de circulación, sino que se utilizaron para colocarlas sobre difuntos, de ahí el deterioro en el color provocado por la putrefacción del cadáver. Además, la buena preservación ha llevado a Francisco a descartar que las razones filológicas del topónimo urbano latino 'Ceret' o 'Ceri' sean ciertas, postulando que 'Cerit' es realmente el nombre con el que se debió conocer a Jerez en aquel periodo de tiempo.

"La leyenda urbana no sería 'Ceri' ni 'Ceret', sino 'Cerit', puesto que los errores en los trazados de las leyendas eran muy habituales en los talleres del bajo Guadalquivir debido a la falta de pericia de los abridores de cuños. No es por tanto extraño que nos encontremos con monedas cuyos rasgos paliográficos sean anómalos. En la ceca de Carissa, muy cercana, ocurre lo mismo. Además, muchas veces se retocan los cuños debido a su desgaste y esto crea este tipo de alteraciones en el resultado final de la moneda. Es cierto que no existe unanimidad sobre la ceca de Cerit, pero de ahí que los hallazgos sean claves para decantarse por la ubicación. Estas monedas procedentes de las inmediaciones de Gibalbín y sus alrededores se sumarían a otros hallazgos ya conocidos que apoyarían esta propuesta de ubicación. Esto lo han corroborado especialistas en epigrafía latina y numismática", explica Francisco.

Según este amante de la historia, tanto 'Ceret' como 'Ceri' bien podrían ser maneras de representar topónimos mediante abreviaturas, acortando y eliminando consonantes, y provocando que el término sufriera modificaciones con el paso del tiempo. "El étimo está muy claro. De 'Cerit' podría haber derivado a 'Sharish', después a 'Xerez' y por último terminar en 'Jerez', como se nombra hoy", puntualiza.

Jordi asegura que en ningún caso las monedas de estos coleccionistas son falsificaciones - siendo esto un delito contra el patrimonio español- aunque afirma que durante su investigación se topó con varias monedas Cerit que se subastaban por internet y que resultaron no ser auténticas.

"Es una pena que Gibalbín todavía no se haya excavado, no se sabe lo que hay allí, pero el descubrimiento de estas monedas indica que puede haber muchos restos debajo de tierra de gran valor histórico", señala Francisco quien dice sentirse muy agradecido por que estos coleccionistas le hayan permitido estudiar estas monedas, pues "tener cosas las tiene cualquiera, pero pocos son los que dan un paso hacia delante y las promulgan para la comprensión y deleite del público".

Fuente: diariodejerez.es | 1 de mayo de 2016