El Museo de Huesca reabre la sala dedicada a la arqueología medieval y renueva su discurso expositivo con nuevas propuestas

El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, asistió a la reapertura, después de más de veinte años, de la Sala 4, dedicada a las colecciones alto-medievales.
El museo ha aprovechado, también, para renovar su discurso expositivo aportando una visión más actual del Medievo. Para ello propone a los visitantes un nuevo recorrido en el que se incluyen las instalaciones de los artistas Antonio Fernández Alvira y Lina Vila.

El proyecto “La leyenda en el imaginario”, que se podrá contemplar hasta el 22 de enero, es una reinterpretación contemporánea de la leyenda de la Campana de Huesca y de la propia estancia de Doña Petronila.

“Esto supone pensar en una nueva disposición para el museo, que gana un nuevo espacio, y en contar con nuestros artistas contemporáneos aragoneses para representar nuestro arte y todo nuestro patrimonio”, señalaba Nacho Escuín, quien estuvo acompañado por la directora del Museo de Huesca, Laura Asín.

Un espacio de transición hacia la sala 5, en la que se exhiben las colecciones de arte gótico y renacentista, y que va a permitir presentar al público las obras pertenecientes a la época musulmana y cristiana durante el Medievo de forma más coherente y comprensible.

Fuente: Noticias Huesca

FONCALADA, CULTO A LAS AGUAS por BORGE CORDOVILLA



Las muestras, como la de este enlace, de CULTO A LAS AGUAS, con realización de rituales y deposición de exvotos, en la antigua Roma, nos sirven, sobre todo, para ilustrar como una potente y antigua tradición cultual a las aguas desarrollada en todo el ámbito europeo, se cristianiza claramente en el ejemplo de Foncalada, sin descartar en absoluto fines sacramentales dentro de -y tal vez con carácter principal- las funciones del monumento, así, en las Etimologías de San Isidoro se recoge:
"Los antiguos daban el nombre de DELVBRA a los templos dotados de fuentes en las que se purificaban antes de entrar en ellos (...) Hoy día se da ese nombre a los templos provistos de fuentes sagradas, en los que los fieles son regenerados y purificados. Se les denominó delubra con un buen presagio, pues sirven para la ablución de los pecados. En los delubra, la fuente es el lugar de los regenerados. En ella se forman siete gradas en el misterio del Espíritu Santo: tres de bajada y tres de subida; el séptimo grado -que es el cuarto escalón- equivale al Hijo del hombre, el cual extingue el horno del fuego, sirve de apoyo estable a los pies y da fundamento al agua; en él habita corporalmente la plenitud de la divinidad."

Hay que resaltar, respecto a la posible aplicación del texto de S. Isidoro a Foncalada -dentro de una posible función sacramental-, que las "tres gradas" de bajada y de subida mencionadas en el mismo, se hallaban presentes en el monumento ovetense (se conservan 2 en el deambulatorio S. y uno en el N), siendo el cuarto escalón el suelo de la plataforma, situado justo enfrente del afloramiento del agua por el edículo -el hijo del hombre-; allí, el mensaje catecumenal de las inscripciones, y el romper del agua, extinguiría el fuego del pecado, fundamentando la fe del neófito, y poniéndole en comunión con la plenitud de la divinidad, que allí moraba...


Reseña histórico-artística:

La fuente de Foncalada, a raíz de las investigaciones de los años 90 del pasado siglo XX, ha sido objeto de una completa reinterpretación (Ríos, Estrada, Chao, 1994).
Hasta entonces se pensaba que se trataba de una humilde fuente pública edificada en forma de edículo en época de Alfonso III. Sin embargo, a raiz de los mencionados estudios, ahora sabemos que se trata de un importante monumento tanto por su concepción, calidad de ejecución material, y significado.
El monumento, se encuentra ubicado junto a una calzada romana (Borge Cordovilla, 1993); hallándose su origen tipológico en los ninfeos pompeyanos, siendo su probable destino inicial el de establecimiento balneario (Ríos González, 1997, 1999), no descartándose que formase parte de un complejo mayor.
Pendiente el análisis arqueológico que pueda certificar o desmentir su posible origen romano,  el análisis de su epigrafía (G. de Castro, 1995) relacionan tipológicamente las inscripciones conservadas con el reinado de Alfonso II (791-842), más que con la época de Alfonso III (866-910).
Además, recientes trabajos (Borge Cordovilla, 2008), han puesto en relación la fuente con el dominio regio de carácter territorial existente al N. de la colina Ouetdao, correspondiente a Alfonso II, y que comprendería los baños de  Foncalada, la iglesia de Santullano con su monasterio adyacente, y el propio palacio  real, cuya ubicación ha sido igualmente propuesta recientemente (Ríos González, García de Castro, 2008), dentro de dicho dominio territorial.

El edificio consta de tres partes diferenciadas (Ríos González, 1997, 1999):
  • Un canal de suminsitro de agua, desde el manantial, cuya ubicación se desconoce, hasta el afloramiento a través del edículo. Está formado por una base de grandes losas calizas, sobre la que se disponen sendos paramentos laterales de sillares de arenisca, cubriéndose el conjunto, igualmente, con grandes losas calizas, como puede verse, aún hoy, en la parte posterior del edículo.
  • El edículo o templete, de proporciones cúbicas, remate en frontón a dos aguas, bóveda de cañón seguido que desemboca en arco de medio punto por donde aflora el agua procedente del canal. Está ejecutado al modo romano, conformándose sus paramentos por sillares unidos con argamasa de ladrillo y cal, los cuales presentan la particularidad de  sus alargadas proporciones, que alcanzan triple longitud respecto a la altura. En el frontón, sobre el arco, se dispone la famosa inscripción, tradicionalmente atribuída a Alfonso III, pero que ya aparece en la Cruz de los Ángeles, de Alfonso II: "HOC SIGNO TVETUR PIUS, HOC SIGNO VINCITUR INIMICVS. SIGNVM SALVTIS PONE DOMINE IN FONTE ISTA VT NON PERMITAS INTROIRE ANGELVM PERCVTIENTEM" (Con este signo se ampara el justo, con este signo se vence al  enemigo. Pon, Señor, el signo de salud en esta fuente, y no permitas entrar al angel golpeador), cuyo tipo, capital romano cuadrado, es análogo al de las inscripciones de la iglesia de San Tirso, obra indiscutida del reinado de Alfonso II.
  • Estanque, de grandes dimensiones, cuyo destino inical tuvo que ser el del baño por inmersión, estructurado, a su vez, en dos partes: la inmediata al edículo, con proporciones dobles a las del mismo, alberga unos deambulatorio laterales, con función de acceso a la piscina, y se cierra por un muro perimetral, que, en esta parte, se elevaba hasta una altura pareja con la de las impostas sobre las que asienta el arco de medio punto de la fachada del edículo. La parte posterior del estanque, cuyo muro testero se encuentra actualmente soterrado bajo el inmueble que cierra el lado E. de la plaza, tiene, previsiblemente, unas proporciones dobles de las del tramo anterior (y por tanto, triples de las del edículo). Carece de deambulatorios, cerrándose directamente por el muro perimetral, que, en esta parte, tendría un alzado parejo al de los deambulatorios del tramo anterior del estanque.



GRAN ESCÁNDALO ARQUEOLÓGICO ESPAÑOL






http://www.lne.es/aviles/2016/11/30/sopesan-llevar-juez-destruccion-patrimonio/2021312.html

GOZÓN

Sopesan llevar ante el juez la destrucción de patrimonio en el castro de Podes

El arqueólogo Alfonso Fanjul denuncia que el Principado impide recoger material que ya se está cayendo

30.11.2016 | 08:41
El director del proyecto del Castro de Podes sopesa acudir a los tribunales ante la pasividad del Principado de Asturias para frenar el deterioro de ese yacimiento arqueológico, en el que impiden actuar o llevar a cabo medidas preventivas. Alfonso Fanjul ya interpuso hace unos días una denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente por un delito de destrucción de patrimonio histórico debido "a las constantes caídas de material arqueológico del castro". "La denuncia por la nueva destrucción de estrato y la caída de materiales, que a partir de ese momento quedan descontextualizados y sin valor de información arqueológica, se centra en el técnico del servicio de Patrimonio Cultural encargado de impedir el desarrollo del proyecto de rescate de dichos materiales", afirma Fanjul.
Y se basa en tres motivos. El primero, la "incorrecta tramitación" de un proyecto de emergencia que presentó el equipo hace un año: "Fue supervisado como proyecto de investigación por dicho técnicos, por lo que no se nos dio permiso para poder recuperar y estudiar esos materiales". El segundo, por la "negativa administrativa a que en un segundo proyecto pudiésemos al menos recoger y estudiar aquellos materiales que estaban a punto de caer". Y el tercero, "por la falta de actuaciones desde la consejería de Cultura, pese a las continuas advertencias del doctor en arqueología Alfonso Fanjul".

Arqueólogos descubren un antiguo cementerio de mascotas en Egipto

Esqueleto de gato. Excavación de un esqueleto de gato de unos 2.000 años de antigüedad.

El cementerio de mascotas hallado en la ciudad portuaria de Berenice, a orillas del mar Rojo, no tenía una finalidad sagrada o mágica, como era habitual en el Antiguo Egipto

Casi cien esqueletos completos de animales han sido excavados cerca de un templo consagrado a Serapis, en las afueras de un puerto de inicios de la era romana en Berenice, en Egipto.

Esqueletos de animales. Los arqueólogos han descubierto 86 esqueletos de gato doméstico, nueve esqueletos de perro y, al menos, dos especies de monos: tres cercopitecos verdes y un papión oliva.

Los arqueólogos han descubierto 86 esqueletos de gato doméstico, nueve esqueletos de perro y, al menos, dos especies de monos: tres cercopitecos verdes y un papión oliva, según explica Marta Osypińska, de la Academia de Ciencias de Polonia, en un artículo publicado en Antiquity. Dos esqueletos de gatos jóvenes poseían cuentas decorativas de cáscara de huevo de avestruz a la altura del cuello y otros tres gatos y un cercopiteco verde fueron enterrados con collares de hierro. "Los hallazgos deberían de ser interpretados como un cementerio de mascotas y no como entierros relacionados con ritos sagrados o mágicos", sostiene Osypińska. El cementerio de animales de Berenice, situado a orillas del mar Rojo, demuestra que la posesión de mascotas no es un fenómeno moderno.
Esqueleto de gato. Imagen ampliada de un esqueleto de gato del cementerio de mascotas de Berenice, en Egipto.

Los restos esqueléticos corresponden a 86 gatos domésticos, nueve perros y cuatro monos

Los entierros se localizaban dentro de una zona amplia que fue un vertedero en época romana, pero los animales no fueron arrojados como escombros sino cuidadosamente depositados en sus respectivas tumbas. Los entierros de la ciudad portuaria de Berenice, establecida con fines militares para proteger el tránsito de elefantes africanos, han sido fechados entre el último cuarto del siglo I d.C. y la primera mitad del siglo II d.C. "En la mayoría de los esqueletos completos y bien conservados no se observa patología alguna.

Excavaciones arqueológicas. Excavaciones arqueológicas en el cementerio de mascotas.

Se le ha dado importancia a la muerte intencionada de animales, una práctica conocida por las momias de animales del valle del Nilo, de la cual no hay evidencias en Berenice", afirma la arqueóloga. El entierro de animales ha sido documentado en Egipto desde el período predinástico hasta la época romana, y el cementerio de mascotas de Berenice constituye un caso único por sus características.

Animal momificado. Animal momificado del cementerio de Berenice.

Por ALEC FORSSMANN
Fotos: Marta Osypińska
Fuente: National Geographic

La gran sequía entre los siglos IV y VII pudo forzar a los romanos la salida de la Península

Foto: Los investigadores sacan los sondeos de los sedimentos desde una plataforma flotante en el lago Montcortés. / Fondo documental IPE_CSIC, vía Agencia SINC

La escasez hídrica podría haber estado detrás del declive del imperio romano en la Península Ibérica, ya que el final de su presencia coincidió con los tres siglos más secos y en los que apenas hubo tormentas, según un estudio sobre las tormentas mediterráneas de los últimos 2.275 años.

MADRID, 2 de Dic.- El artículo, realizado por investigadores de distintos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se publica este viernes en Scientific Reports, reconstruye las tormentas desde el año 763 antes de Cristo hasta el año 2012 con la intención de entender las fluctuaciones del clima en el Mediterráneo.

Las grandes tormentas documentadas se produjeron en Lérida, gracias a los registros sedimentarios del lago Montcortés, donde los depósitos son anuales.
En la investigación han participado también científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Instituto Pirenaico de Ecología(IPE) y el Instituto de Física Química Rocasolano (IQFR).

Los investigadores han logrado reconstruir año a año las lluvias extremas y relacionarlas con la Oscilación del Mediterráneo, un patrón atmosférico a gran escala que condiciona la precipitación de este área del planeta.
El hecho de contar con un registro de casi tres milenios tan completo y homogéneo ha permitido a los investigadores calcular con precisión los diferentes periodos de retorno de las tormentas en el pasado.

El científico del IQFR Juan Pablo Corella, ha explicado que gracias a las características del lago, el registro sedimentario es muy detallado por lo que han podido determinar hasta la estación del año en la que se produjeron las tormentas.

El trabajo reconstruye también las fases negativas de la Oscilación del Mediterráneo en los últimos tres milenios, un patrón climático determinado por el gradiente de presión entre el este y el oeste del Mediterráneo y que controla las lluvias en el sur de Europa. Así, cuando la Oscilación del Mediterráneo es negativa llueve más en la Península Ibérica.

“Este detallado registro paleoclimático del oeste mediterráneo nos muestra que las etapas secas de varias décadas a siglos de duración con menos episodios tormentosos han sido una tónica bastante habitual durante los últimos 3000 años del Holoceno”, apunta el investigador del MNCN Gerardo Benito (izquierda).

Además, ha añadido que los datos obtenidos pueden ayudar a comprender el comportamiento del clima ante el cambio global. Mediante esta resolución anual, los investigadores han comprobado como entre los años 370 y 670 después de Cristo la península vivió una etapa especialmente seca, con pocas lluvias ala vez que las temperaturas en Europa eran frías.

Por ello, consideran que “posiblemente” estas condiciones climáticas tuvieran una influencia socio-económica en el declive final del Imperio Romano y el auge del periodo migratorio europeo.

Durante la Edad Media cuando las temperaturas fueron algo más cálidas que en la actualidad hubo una alternancia de episodios muy secos y lluvias extremas. Una mayor estabilidad hídrica ocurrió entre 1537 y 1805 coincidiendo con la bajada generalizada de las temperaturas que se produjo y que ha llevado a bautizar esta etapa como la Pequeña Edad del Hielo europea.

Fuentes: EUROPA PRESS  |  LA VANGUARDIA

La antigua y misteriosa ciudad subterránea del siglo X reutilizada por los nazis en Francia


En el norte de Francia, cerca de Amiens, se halla la ciudad subterránea de Naours, construida en el siglo X, redescubierta en 1887 y utilizada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Esa zona de Francia sufrió numerosos avatares, guerras y conflictos desde la Edad Media. Con frecuencia los habitantes de la aldea de Naours, que hoy cuenta con unos mil habitantes, veían como los ejércitos asolaban sus tierras y se llevaban las provisiones que necesitaban para mantener a las tropas, amenazando la propia subsistencia del lugar.

Por ello en algún momento del siglo X decidieron construir un refugio, donde poder esconderse ellos mismos, el ganado y el grano, en tiempos difíciles. Poco a poco fueron horadando la tierra y excavando galerías, según aumentaba la población, bajo una colina cercana y a unos 33 metros de profundidad.

Para el siglo XVII la ciudad subterránea tenía ya 28 galerías y más de 300 habitaciones de una altura de entre 1,60 y 2 metros, con capacidad para albergar a mas de 3.000 personas. Además habían construido numerosas plazas en las intersecciones, tres capillas, establos, canales y pozos de agua, huecos de ventilación y chimeneas para la extracción del humo de las cocinas y hornos de pan.

Plano de la ciudad subterránea / foto: Raphodon en Wikimedia Commons

El lugar fue ocupado regularmente entre esos siglos, a veces por largos períodos de tiempo, como demuestran las numerosas inscripciones que se han encontrado en las paredes, con fechas que van del año 1340 al 1792. Parece que fue precisamente durante la primera mitad del siglo XVII, durante la Guerra de los Treinta Años, cuando la ciudad subterránea llegó a su apogeo de ocupación.

Fue redescubierta el 15 de diciembre de 1887 por el sacerdote Ernest Danicourt, que dedicó buena parte de su vida a explorar, investigar y restaurar las galerías. En ellas encontró multitud de objetos cotidianos y utensilios que permitieron realizar una datación de las fechas en que el lugar había sido ocupado. También huesos humanos y de animales, así como gran cantidad de monedas, fósiles de inoceramus (un bivalvo extinguido parecido a las ostras) y hasta un tesoro de 20 piezas de oro.

Ernest Danicourt en la entrada de las grutas / foto Le Monument préféré des Français

De sus investigaciones se dedujo que el lugar había sido empleado por última vez en la época de Luis XVI, a finales del siglo XVIII, probablemente por contrabandistas de sal, que establecieron allí un depósito para evadir el impuesto que gravaba ese elemento.

Luego las cuevas quedaron olvidadas hasta que fueron utilizadas durante las dos guerras mundiales. Primero por los británicos, que las usaron como almacén de munición y combustible en la Primera Guerra Mundial, dejando de paso en ellas la mayor concentración de grafitis conocida de ese conflicto. Y luego por los nazis en 1941 con el mismo fin, y en 1943 como parte del Muro Atlántico, reforzando sus paredes con mampostería.

Foto: Raphodon en Wikimedia Commons

Con el avance de las tropas aliadas, los alemanes se llevaron en su retirada todo lo que pudieron del interior de las grutas, donde todavía se hallaban las colecciones reunidas por Danicourt, de las que no se ha vuelto a saber nada.


Desde 1949 la ciudad subterránea de Naours está abierta al público y se puede visitar, siendo uno de los principales atractivos turísticos de la zona, con un pequeño museo, restaurante, zona de picnic y parque infantil.

Por Guillermo Carvajal
Fuente: La Brújula Verde