Atapuerca: La Sima de los Huesos a debate

Uno de los estrechos pasadizos entre la entrada a la Cueva Mayor y la sima de 14 metros de profundidad, donde se encuentra el yacimiento de la Sima de los Huesos. Foto: Javier Trueba.

Hace pocas semanas, una amable lectora comentaba sobre las posibles similitudes entre la cámara de Dinaledi de la cueva de Rising Star, en Sudáfrica y la Sima de los Huesos de la sierra de Atapuerca. En Dinaledi se han obtenido 1.550 restos de la especie Homo naledi, recientemente datados entre 350.000 y 220.000 años. La cronología ha resultado muy sorprendente, dadas las características morfológicas de esta especie. Todos asumíamos que la antigüedad estaría en torno a los dos millones de años, debido a las similitudes de Homo naledi con Homo habilis y los australopitecinos. Lee Berger, líder de las investigaciones en Rising Star, ha hipotetizado una acumulación intencionada de cadáveres en la cámara Dinaledi, apostaría que inspirado en una de las sugerencias propuesta para explicar la acumulación de cadáveres en el yacimiento de la Sima de los Huesos de la sierra de Atapuerca.


Los humanos de la Sima de los Huesos vivieron hace unos 400.000 años en la sierra de Atapuerca. Esta cronología ha sido aceptada de manera unánime, entre otras razones porque cuadra perfectamente con la antigüedad de las especies fósiles halladas en la cavidad. La presencia de un bifaz de cuarcita roja en la Sima de los Huesos también encaja en esa fecha. Hace 400.000 años la tecnología achelense estaba en pleno auge en Europa. El tamaño del cerebro de los homininos de la Sima de los Huesos estaba ya próximo al nuestro, con un promedio de unos 1.200 centímetros cúbicos (c.c.), y un rango de entre 1.050 y 1.400 c.c. La presencia de un número significativo de caracteres compartidos con los neandertales certifica que los homininos de la Sima de los Huesos pueden ser incluidos en el clado Neandertal. En otras palabras, aquellos humanos del Pleistoceno Medio comparten un origen común con los neandertales y tal vez con otros grupos afines (Denisovanos, por ejemplo). Recordemos que los neandertales enterraban a sus muertos.

Como siempre explica mi colega Juan Luis Arsuaga la causa de una acumulación tan excepcional en la Sima de los Huesos requiere una explicación también excepcional. La información para responder a esa pregunta se encuentra tanto en las características del propio yacimiento como en los restos fósiles obtenidos. Las evidencias que se observan en la colección de fósiles humanos conducen a la conclusión de que la acumulación de cadáveres sucedió por algún suceso de tipo catastrófico. La edad de muerte de los individuos oscila entre los diez y los 35-45 años, aunque aproximadamente el 65% de los cadáveres pertenecieron a adolescentes y adultos jóvenes de entre diez y veinte años; es decir, en la Sima de los Huesos aparecen los individuos que se encontraban en plena capacidad reproductora (mortalidad de tipo catastrófico). En un modelo de mortalidad de tipo atricional nos encontraríamos con muchos individuos infantiles y seniles. Sabiendo, además, que se trata de humanos pertenecientes a la misma población biológica, cabe imaginar que su fallecimiento pudo suceder en un lapso de tiempo muy corto. Las claras evidencias de agresión en los cráneos de algunos de ellos permiten plantear la hipótesis de muerte con violencia.

Por otro lado, en la Sima de los Huesos se acumularon cadáveres y no simplemente huesos. De no haber sido por la remoción realizada durante años por quienes destrozaron parte del yacimiento de manera inconsciente y por los eventos geológicos que debieron de suceder en el yacimiento a lo largo de 400.000 años, se podrían haber obtenido los 28 esqueletos casi completos. Se observan algunas mordeduras en los huesos, atribuidas a osos de las cavernas. Puesto que los osos no cazan humanos, las mordeduras pudieron deberse a razones circunstanciales, difíciles de probar.
No se ha encontrado por el momento ninguna entrada próxima a la Sima de los Huesos. El único acceso posible para llegar hasta ese lugar se encuentra a unos 800 metros de distancia, siguiendo un tortuoso camino por las galerías del interior de la Cueva Mayor. Casi se puede asegurar que algún punto de ese camino estuvo cegado hace 400.000 años, en particular el que conecta la llamada Galería del Silo con la Sala de los Cíclopes por un estrecho pasadizo (ver figura). Es por ello que el acceso a la Sima de los Huesos tuvo que realizarse por alguna entrada próxima, hoy en día desaparecida.

La acumulación de cadáveres debida a un evento geológico o natural (derrumbe, riada, etc.) queda descartada, precisamente por la distribución de edades de muerte. De haberse dado esa circunstancia se habrían encontrado individuos de todas las edades. Tampoco existen evidencias geológicas en el yacimiento para proponer esa hipótesis. El agente acumulador no fue una especie depredadora, como Panthera leo, porque se habrían encontrado centenares de dentelladas en los huesos y, muy posiblemente, habrían quedado pocos restos fósiles reconocibles. La caída accidental repetida de seres humanos por una sima abierta en el carst de la sierra tampoco parece una hipótesis razonable. Se conoce un yacimiento en la sierra de Atapuerca de la misma cronología que la Sima de los Huesos, en el que se ha observado una trampa natural. Por ella cayeron algunas docenas de animales, sobre todos caballos y ciervos, y fueron precisamente los humanos los que accedieron a ese lugar para aprovechar la carne de los cadáveres. Mi impresión, por tanto, es que los humanos de aquella época eran demasiado inteligentes como para caerse de manera repetitiva por la cavidad abierta del techo de alguna cueva. Recordemos de nuevo que las edades de muerte apuntan a un evento catastrófico colectivo y no individual.

Así llegamos a la hipótesis de la acumulación intencionada de cadáveres por otros humanos. Y remarco que se trata solo de una hipótesis. Las certezas no existen en la Ciencia. No me canso de repetirlo. Aunque todas las evidencias señalen en la misma dirección y no se hayan encontrado por el momento pruebas en contra de la acumulación intencionada, no quiere decir que se haya llegado a la respuesta definitiva. Quizá algún día la hipótesis de la acumulación intencionada se descarte por algún tipo de evidencia, o tal vez no. Es cuestión de seguir investigando.

Fuente: quo.es | 22 de junio de 2017

Espectacular hallazgo arqueológico de hace 14.000 años en el Molí del Salt, en Vimbodí i Poblet (Tarragona)

Excavación en el Molí del Salt esta primavera - IPHES

Cerca de 4.000 herramientas de piedra y restos de fauna, así como tres nuevas piezas de arte mueble, de una cronología comprendida entre los 14.000 y 15.000 años, es el balance de la campaña de excavación realizada esta primavera en el Molí del Salt (Vimbodí i Poblet, Tarragona), bajo la codirección de Manuel Vaquero y Susana Alonso, investigador y colaboradora del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) respectivamente.

Para entender el valor de las nuevas piezas de arte mueble que se han recuperado este año, hay que tener en cuenta que la estratigrafía, o secuencia de niveles arqueológicos, del Molí del Salt se divide en dos conjuntos principales: el A y el B. La campaña de 2017 se ha centrado en la excavación de la parte superior del conjunto B, de una cronología comprendida entre los 14.000 y los 15.000 años antes del presente. Desde el punto de vista cultural corresponde al Paleolítico superior y, más concretamente, al período que se conoce como Magdaleniense superior.

“Es importante haber encontrado piezas de arte mueble en el conjunto B, ya que confirma –apunta Manuel Vaquero (izquierda)- que las evidencias de esta expresión artística se distribuyen por toda la secuencia estratigráfica. Hasta ahora, la mayoría de las piezas se habían hallado en el conjunto A, con una cronología de entre los 13.000 y los 14.000 años antes del presente. El hecho de que en las últimas campañas se hayan identificado evidencias de arte en el conjunto B indica que la realización de representaciones artísticas tuvo lugar a lo largo de toda la ocupación del Molí del Salt. Esto es muy importante, ya que nos permitirá conocer la evolución del estilo y las técnicas artísticas durante un período de 2.000 años, entre los 13.000 y los 15.000 años antes del presente”.

Las tres nuevas piezas se añaden a las que se han obtenido en el Molí del Salt desde que se iniciaron los trabajos arqueológicos en 1999, constituyendo ya una colección de 22 piezas. “Esto confirma que este yacimiento es un referente para el estudio del arte mueble paleolítico, no sólo en Catalunya, sino también en el conjunto de la península ibèrica”, remarca Manuel Vaquero.
Hay que recordar que las evidencias de arte paleolítico siempre habían sido muy escasas en Catalunya, cosa que representaba una clara anomalía en relación al resto de la península. Las piezas de arte mueble son tres placas de esquisto con grabados. “Ahora las tendremos que someter a un trabajo de limpieza muy laborioso, razón por la cual la descripción de los motivos representados es aún muy preliminar. No obstante, se han podido identificar ya algunas representaciones de animales”, comenta Susana Alonso (derecha).

Como es habitual en los yacimientos de esta cronología que se encuentran en la vertiente mediterránea peninsular, la mayoría de los restos de fauna corresponden a conejos. No obstante, hay también fósiles de animales más grandes, como ciervos, cabras y jabalíes. De los restos recuperados esta campaña hay que destacar un fragmento de asta de ciervo muy bien conservada. Todos presentan evidencias claras (marcas de corte, fracturas...) que indican que los animales fueron cazados y consumidos por los humanos.

Fragmento de asta de ciervo muy bien conservado hallado durante esta campaña - IPHES
En cuanto a las herramientas de piedra, casi todas son de sílex, material bastante abundante en el entorno del yacimiento. Se encuentra todo el abanico de herramientas típicas de un campamento de cazadores, tanto domésticas utilizadas en diferentes actividades – trabajo de las pieles, procesamiento de los recursos animales y vegetales – como puntas de proyectil para la caza.

Puntas de proyectil de silex encontradas en el Molí de Salt.

En la excavación de esta primavera han participado 10 personas, distribuidas de la siguiente manera: dos eran personal IPHES, seis estudiantes del Máster Erasmus Mundus de Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona (URV), uno del mismo máster pero de la Universidad de Ferrara, y un estudiante de grado de la Universidad Complutense.

Para la realización de los trabajos se ha contado con la aportación económica del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y del Ajuntament de Vimbodí i Poblet. Es una excavación que se efectúa en el marco del proyecto de investigación “Evolución paleoambiental y poblamiento prehistórico en las cuencas de los ríos Francolí, Gaià, Siurana y rieras del Camp de Tarragona”.

Fuente: IPHES.com | 22 de junio de 2017

Descubren una magnífica estatua romana de mármol en Toledo

Foto: La pieza ha aparecido durante los trabajos de rehabilitación de un edificio – FOTOS: ANA PÉREZ HERRERA.

Una estatua romana de mármol, de un metro de longitud aproximadamente, ha aparecido en las obras que se están acometiendo en un edificio del Casco Histórico de Toledo, bajo la calle de Navarro Ledesma, en el que también se localizó, el pasado mes de febrero, una galería subterránea de 30 metros de longitud por cuatro de ancho, que formó parte de un gran edificio civil fundacional del Toledo romano, hace 2.000 años.

El Consorcio de la ciudad de Toledo ha informado del hallazgo de la estatua de mármol en las obras que se realizan en la plaza Amador de los Ríos, bajo la calle Navarro Ledesma.


La estatua representa a un personaje masculino, desnudo, del que han aparecido, por el momento, el torso y parte de las extremidades, que revelan «una buena factura técnica», según el Consorcio.
La pieza ha aparecido durante los trabajos de rehabilitación de un edificio, donde también se localizó una galería subterránea (criptopórtico) de unos treinta metros de longitud.


El hallazgo de la nueva estatua contribuye a añadir una pieza más al complejo puzzle del Toletum romano, en cuyo análisis y configuración historiográfica trabaja el Consorcio de la Ciudad de Toledo desde su creación, hace más de quince años. Y aunque la mayor parte de sus conclusiones, trasladadas a una completa planimetría de la ciudad romana, tienen que ver con estructuras y materiales arqueológicos, especialmente los relacionados con infraestructuras hidráulicas, también sería posible destacar la aparición de otros restos estatuarios en el pasado, como el personaje togado descubierto en 2008 en unas obras de la calle de la Plata que el Consorcio subvencionaba.




Fuente: ABC, 21 de junio de 2017

El equipo de Atapuerca retoma la teoría del 'Homo Antecessor' como antepasado común

El equipo de investigación de Atapuerca ha retomado la teoría de que el Homo antecessor, especie que hasta ahora solo se ha encontrado en esta sierra burgalesa, donde vivió hace unos 900.000 años, pudo ser el antepasado común entre los neandertales y los hombres modernos.

Uno de los tres directores de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, ha recordado esta mañana, durante la presentación de la nueva campaña de excavaciones, que elaboraron esta teoría en 1997 pero que la habían marginado parcialmente por la opinión de otros científicos.
La combinación de esta teoría con la de la "evolución del cráneo en mosaico" ha inducido al equipo a retomar el punto de vista que ya argumentaron en 1997 dentro de un artículo publicado en la revista Science, y que en breve motivará otro en una publicación especializada.

Otro de los directores, Juan Luis Arsuaga, ha destacado el reconocimiento que supone que su teoría de la "evolución del cráneo en mosaico" haya sido tomada como referencia para la publicación de otro artículo en la revista científica Nature, elaborado por un equipo que sitúa en Marruecos los restos de los Homo Sapiens más antiguos.

Foto: Los codirectores de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell dando detalles a la prensa sobre los inicios de la campaña de excavaciones de este año.

Arsuaga ha precisado que esa teoría, que los directores de Atapuerca publicaron en Science en 2015, sostiene que el cráneo de los homínidos no evolucionó de forma homogénea, sino por partes, de manera que primero lo hizo la cara y después el resto del cráneo, que seguía siendo arcaico.
El restante director de Atapuerca, Eudald Carbonell, ha explicado que se tardará varios años, probablemente quince o veinte en confirmar plenamente esa teoría con estudios científicos, aunque en este momento, ha sostenido, parece acertada.
Una de las claves radica precisamente en el Homo Antecessor, que tenía una maxilar moderno pero un cráneo antiguo.

Bermúdez de Castro ha explicado que es muy probable que los estudios se puedan completar en unos años, cuando se llegue a excavar en extensión el nivel TD-6 de Gran Dolina, donde aparecieron los primeros restos del Homo Antecessor y los directores de Atapuerca creen que habrá muchos más que permitirán definir mejor la especie. EFE

Fuente: la vanguardia.com | 20 de junio de 2017

Nuevo reto de Atapuerca: Localizar "Homo sapiens" de hace más de 40.000 años

Excavaciones en el yacimiento de la Sima del Elefante. SANTI OTERO / EFE

Localizar restos de Homo sapiens de hace más de 40.000 años en la sierra burgalesa de Atapuerca es el nuevo reto que se marca el equipo de investigadores de este yacimiento, aunque uno de los codirectores, Eudald Carbonell, estima que podría ocurrir en un horizonte de entre 5 y 10 años.
Considera que sería clave para confirmar el carácter único de Atapuerca, porque se concentraría en un mismo complejo toda la evolución material, climática, geológica y humana, hasta llegar prácticamente a nuestros días.

En el caso de que se localizaran Homo sapiens de esa antigüedad, Atapuerca se convertiría en un yacimiento único en Eurasia, porque "sería un caso tan extraño de permanencia en un mismo asentamiento en el tiempo que se podría considerar difícilmente repetible", ha reflexionado Carbonell.

En declaraciones a los periodistas a la entrada de los yacimientos, Carbonell ha explicado que hoy han comenzado a trabajar en los yacimientos 80 personas, aunque los trabajos se intensificarán en julio, cuando el equipo estará formado por 280 científicos.
Una de las novedades es que ha quedado aparcado el proyecto de excavar en extensión en el nuevo yacimiento de la Cueva Fantasma, donde en la pasada campaña se localizó un fragmento de cráneo que, a falta de algunos estudios, parece corresponder a un neandertal, especie de la que había bastantes indicios en Atapuerca aunque todavía no habían aparecido restos.

Las máquinas han comenzado a retirar escombros de Cueva Fantasma. GIT

Otro de los codirectores, José María Bermúdez de Castro, ha explicado que este año se realizarán trabajos de prospección a unos 40 metros de la cata que realizaron el año pasado, pero sobre todo se preparará el yacimiento para que puedan entrar máquinas para instalar una cubierta que proteja la zona, que se ha comprometido a colocar la Junta de Castilla y León.

Para Carbonell, se trata de parte de una "renovación científica" de los trabajos en Atapuerca, porque forma parte de una estrategia de trabajo en la zona alta del karst donde están los yacimientos, situada entre 10 y 20 metros por encima del suelo de la parte más emblemática: la trinchera del ferrocarril.
De esta manera se completará en los próximos años el estudio de la evolución desde hace 1,5 millones de años de la Sima del Elefante hasta los yacimientos romanos de Cueva Mayor.
Precisamente en la Sima del Elefante, se acometerán este año trabajos de excavación en una zona de aproximadamente 1,5 millones de antigüedad después de la excavación en la pasada campaña en una antigüedad de un millón de años.

"No apareció demasiada información, pero eso permite deducir que hace 400.000 años los homínidos utilizaban con frecuencia las cuevas pero hace un millón de años vivían prácticamente al aire libre", ha explicado Bermúdez de Castro.

Tanto Bermúdez de Castro como Carbonell han considerado que la especie neandertal estuvo en Atapuerca y se encontrarán muchos más restos, porque en un yacimiento al aire libre, Fuente Mudarra, se han delimitado grandes zonas de campamentos de estos homínidos, alguna de ellas de varias hectáreas. EFE

Fuente: elperiodico.com | 20 de junio de 2017

Atapuerca 2017

Acaba de comenzar un nuevo período de campo en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. La pregunta tradicional de los medios de comunicación se repite incansable: ¿qué esperáis encontrar en esta campaña? Puestos a ello prefiero otra pregunta: ¿qué deseáis encontrar? Esta última cuestión encierra una cierta dosis de romanticismo, y se contesta desde el corazón.

En realidad, la pregunta más académica sería: ¿qué respuestas queréis encontrar durante los próximos 40 días de trabajo en la Sierra? En efecto, las excavaciones representan algo así como el experimento que se lleva a cabo en un laboratorio a la espera de encontrar la solución a nuestras preguntas. Los hallazgos que eventualmente se puedan producir permitirán, bien rechazar alguna hipótesis y plantear propuestas alternativas, bien mantener las hipótesis vigentes. Así es como funciona la Ciencia.

Resulta imposible olvidar las emociones vividas durante mi primera campaña de excavación en Atapuerca, allá por el año 1983. Tampoco puedo olvidar las ideas que conformaban el paradigma sobre la evolución humana en Europa en ese tiempo. No cabe duda de que los descubrimientos en los yacimientos de Atapuerca han contribuido a cambiar el paradigma, pero también se han producido acontecimientos muy importantes en otros lugares. Y, pese a lo que pueda parecer, 35 años más tarde de aquel verano de 1983, la preguntas se han multiplicado de manera exponencial. Es una buena señal. Se ha trabajado mucho desde entonces y de un modelo sencillo para entender la evolución humana hemos pasado a otro de una enorme complejidad. La experiencia me dice que por cada pregunta respondida surgirán como mínimo otras dos cuestiones ¿Es que acaso es el cuento de nunca acabar? Pues ciertamente, así parece. Y no se trata de una peculiaridad de la evolución humana. Sucede lo mismo en todos los ámbitos científicos.

Nunca me canso de repetir que las excavaciones en la sierra de Atapuerca forman parte de un programa de investigación que, a su vez, forma parte de un programa universal sobre el estudio de nuestros orígenes. La sierra de Atapuerca y alrededores están repletos de yacimientos de épocas distintas, que cubren el último millón y medio de años. El proyecto trata de abordar cada una de esas épocas, mediante la excavación en una docena de yacimientos. Las respuestas que potencialmente puede ofrecer cada lugar pueden llegar después de muchos años de trabajo.

Pondré un ejemplo. Desde hace tiempo se conoce la existencia de un posible yacimiento, que en la década de 1980 alguien bautizó como Cueva Fantasma. Hace un par de años se decidió investigar en este lugar, tras realizar una primera prospección mediante pruebas geofísicas y un sondeo mecánico. Puesto que los resultados fueron positivos, en 2016 se acometieron las labores de limpieza de lo que fue una antigua cantera. En ese proceso se encontraron algunas herramientas, fósiles de diferentes especies de mamíferos y un parietal humano bastante completo. Ante lo prometedor de esos resultados, este año terminarán las labores de limpieza, que finalmente habrán movido cientos de toneladas de rocas. Desde el punto de vista científico se realizará una inspección preliminar de la estratigrafía de lo ya está a la vista, se tomarán muestras para diversos métodos de datación y se llevarán a cabo nuevas prospecciones geofísicas. En 2018 la Junta de Castilla y León protegerá el yacimiento con una cubierta similar a las que ya cubren otros lugares de interés, y si las obras terminan a tiempo, ese mismo año se podrán iniciar las labores de excavación. De no ser así, tendremos que esperar a 2019. Siendo optimistas, el yacimiento de Cueva Fantasma responderá preguntas durante la tercera década de este siglo. Tendremos paciencia.

Desde 1983 se ha multiplicado exponencialmente la precisión en la obtención y procesado de los datos. Los métodos de datación han progresado de manera espectacular. Las técnicas para trabajar en el laboratorio no dejan de asombrarnos y la profesionalidad de los expertos es ahora mucho mayor. Pero los tiempos de excavación son los que son. Es más, cada vez se progresa más despacio en el trabajo de campo, a medida que sabemos la cantidad de información que se puede perder por las prisas en llegar a determinado nivel.

Si me preguntan por mis deseos para este año no dudaría en responder que me gustaría encontrar un cráneo lo más completo posible de la especie Homo antecessor. Y no solo es un deseo caprichoso, sino la posibilidad de responder a muchas preguntas sobre esta especie. La realidad del trabajo de campo tiene menos glamour de lo que se puede describir en un medio de comunicación. Los grandes hallazgos solo son la punta del iceberg de un trabajo profesional, silencioso y muchas veces agotador. Pero también son la culminación de nuestros deseos legítimos, que nos estimulan a seguir adelante.


Labores de recogida en el yacimiento de la Gran Dolina en 2016. La nueva campaña empieza donde lo dejamos. Fotografía del autor.

En un plano estrictamente profesional, tenemos cientos de preguntas encima de la mesa. Listarlas sería tedioso y aburrido. Así que lo más sencillo y mediático para responder a la pregunta de todos los años es que esperamos encontrar un buen puñado de buenos restos arqueológicos y fósiles, a ser posible de alguna de las especies humanas que ya se conocen en Atapuerca. Como cada año, haré un seguimiento de la campaña de excavación en el blog.
Fuente: quo.es | 20 de junio de 2017