Descubren un nuevo conjunto de pinturas rupestres en el Mas de Barberans (Tarragona)

Esta mañana, en la delegación de los Servicios Territoriales en las Tierras del Ebro del Departamento de Cultura, se han presentado las acciones llevadas a cabo en el plan integral de tratamiento de las pinturas rupestres de Cocó de la Gralla y que han permitido poner al descubierto este excepcional conjunto rupestre.

Las pinturas rupestres del Cocó de la Gralla, situadas en el Parque Natural de los Puertos (Tarragona), fueron descubiertas por Domingo Ribas, vecino de Santa Bárbara. En 2014 se informó de su existencia en el Servicio de Arqueología y Paleontología del Departamento de Cultura, que confirmó su autenticidad e inició la redacción del plan integral de recuperación del conjunto pictórico.
Tal conjunto pictórico se encuentra en el barranco de Montpou, en el término municipal de Mas de Barberans, en un abrigo orientado al sureste de unos 10 metros de longitud, entre 0,70 y 1 metro de profundidad y 1 metro de altura. El panel pintado ocupa una franja larga y estrecha de unos 3 metros de longitud por 0,40 de ancho, situado en la parte más alta de la pared del abrigo.

En total, se identifican 69 figuras de estilo levantino o naturalista: 27 arqueros, 4 figuras humanas, 2 huellas, 3 cabras, 1 bolsa, 3 arcos y flechas, 1 personaje particular, 1 antropo-zoomorfo, 1 jabalí, 1 cuadrúpedo y varios trazos y restos de morfología indeterminadas. De entre las diferentes figuras, destacan dos hileras de arqueros orientados a la izquierda ya la carrera, así como varios animales y huellas, que forman una posible escena de caza. Los arqueros llevan arcos, flechas y presentan un atuendo variado, plumas y diversos adornos a lo largo de su cuerpo. El grupo de arqueros de la hilera superior es el más numeroso, unos 20, y de mayor tamaño. En la parte inferior, debajo de las piernas de los arqueros más grandes, hay otro grupo de 5 arqueros más pequeños. Entre los arqueros de la hilera superior también se observa un personaje particular de apariencia mitológica y sobrenatural, con una gran cabeza de forma elipsoidal. En la base del panel pintado, hay otro grupo de figuras con un arquero orientado a la derecha en posición de disparar un arco, un cuadrúpedo y una cabra. En el pequeño techo del abrigo se documenta una escena de caza con un arquero, una cabra herida por una flecha y trazos que podrían representar restos de sangre.


En cuanto a la cronología de las pinturas, podrían datar entre el postpaleolítico y el neolítico y, por tanto, tendrían unos 8000 años de antigüedad.

El conjunto pictórico, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, con categoría de zona arqueológica, fue incorporado al programa Corpus de Pinturas Rupestres de Cataluña dada su singularidad y espectacularidad.

El plan integral de tratamiento de las pinturas rupestres de Cocó de la Gralla ha comportado 4 grandes ámbitos de actuación: protección, documentación, conservación y difusión. En cuanto a la protección, se ha realizado el levantamiento topográfico del conjunto pictórico y se ha implementado un sistema de cierre para garantizar la conservación de las pinturas frente a posibles agresiones incontroladas y así regular el acceso a las pinturas. Asimismo, con la colaboración del Parque Natural de los Puertos, se ha retirado la vegetación que ocultaba el conjunto para proteger las pinturas contra posibles incendios y permitir que el visitado las pueda contemplar íntegramente.

En el ámbito de la conservación, En 2016 se realizó un estudio integral sobre el estado de conservación y se propusieron diversas medidas que se ha ejecutado durante este 2017 y han consistido en la conservación, consolidación y recuperación del color de todo el conjunto pictórico. Entre otros resultados, la intervención ha permitido que actualmente se puedan ver figuras que antes no eran observables a simple vista.

El conjunto pictórico se encuentra en el barranco de Montpou, en el término municipal de Mas de Barberans.

Paralelamente a las tareas de protección y conservación, se ha documentado y estudiado el conjunto pictórico para garantizar su correcta difusión. También se ha instalado un panel informativo donde, mediante un calco, se reproducen las pinturas y un texto breve explica las características y el valor patrimonial.

Para dar a conocer este singular conjunto, el Ayuntamiento de Mas de Barberans tiene previsto incorporar la información del conjunto pictórico del Cocó de la Gralla en el Centro de Desarrollo Rural Museo de la Palma del Mas de Barberans. Actualmente el centro ya actúa como punto de información del Parque Natural de los Puertos y trabaja para poder explicar las pinturas e integrarlas en el discurso museológico del equipamiento. Se utilizará la sala polivalente y también la terraza desde donde es visible la sierra de Godall y se pueden explicar las pinturas de acuerdo con su ubicación geográfica. El Ayuntamiento también está trabajando para facilitar el acceso al conjunto pictórico. Más adelante se elaborará material didáctico y se estudiará la gestión de las visitas guiadas.


Fuente: premsa.gencat.cat | 15 de noviembre 201

Establecen la cronología de las primeras dispersiones de Homo Sapiens en Eurasia

Trabajos arqueológicos en la Cueva de Manot. Credit: Omry Barzilai

Los europeos actuales somos el resultado de constantes movimientos poblacionales, pero quiénes eran, cuándo y cómo se dispersaron por Eurasia los primeros grupos de humanos modernos en el Paleolítico Superior (hace unos 44.000 años) sigue siendo uno de los debates más intensos de la paleontropología y la arqueología.

Desde África, donde comenzó la dispersión del Homo sapiens hacia Eurasia, el Próximo Oriente es una región clave para comprender cómo se expandieron las personas y tradiciones del Paleolítico Superior temprano (hace algo más de 40.000 años).
Por eso, analizar los restos prehistóricos para reconstruir la historia de las primeras migraciones y definir las razones de su éxito colonizador es un proceso complejo en el que el corredor del Levante juega un papel clave.

Otro aspecto de la excavación en la cueva Manot.

Ahora, un estudio publicado en Science Advances y realizado en el yacimiento israelí de la Cueva de Manot, afina en la datación de dos de las culturas del Próximo Oriente implicadas en la extensión humana por Eurasia: la Ahmariense temprana y la Auriñacense levantina; junto al Proto-auriñaciense y el Auriñaciense antiguo europeo.
Actualmente, la hipótesis más respaldada en arqueología propone que los primeros ahmarienses dieron origen a los proto-auriñacienses (una cultura exclusivamente europea) en Europa y que los autores del Auriñaciense europeo regresaron al Próximo Oriente, donde produjeron el llamado ‘Auriñaciense levantino’.

Sin embargo, estas hipótesis no están confirmadas dado que los arqueólogos y paleontropólogos no han sido capaces de determinar los movimientos de ambas culturas en el Levante, ya que los estudios arqueológicos de estas épocas se han basado en dataciones que resultaban contradictorias.

Y es que “la mayor parte de los yacimientos del Paleolítico superior de la región fueron excavados hace décadas y no siempre siguiendo los protocolos de investigación actuales que son mucho más precisos”, explica a Efe el coautor del estudio, José Miguel Tejero (izquierda), arqueólogo del CNRS francés y del grupo de investigación SERP de la Universidad de Barcelona.

Una datación sin errores

Para conseguir una cronología más exacta de las industrias arqueológicas en el Levante, la investigadora de la Universidad de Harvard, Bridget Alex (derecha, líder del estudio), y sus colegas diseñaron su propio programa de investigación para lograr una buena datación.

El estudio, utilizó la datación por radiocarbono (un método de datación radiométrica que utiliza el isótopo carbono-14 para determinar la fecha de materiales de hasta 50.000 años de antigüedad), pero con un pretratamiento de limpieza y purificación de 41 muestras y 6 tipos de sedimento para eliminar los contaminantes que podrían inducir al error en las fechas.

También usaron métodos geoquímicos y geoarqueológicos para definir más cuidadosamente los contextos estratigráficos donde se hallaban las muestras recogidas.

La autora principal del estudio, la Dra. Bridget Alex, recoge muestras de sedimentos y carbón para llevar a cabo la datación por radiocarbono. Específicamente, aquí se prepara para eliminar un bloque de sedimentos para el análisis micromorfológico envolviéndolo en yeso. Crédito: Bridget Alex

Cueva de Manot, un lugar único

Toda esta sofisticada datación se hizo con muestras recogidas en la Cueva de Manot, Israel, cuya entrada quedó sellada en la prehistoria de modo que sus niveles arqueológicos están intactos.
“Este yacimiento es extremadamente rico en vestigios materiales paleolíticos con niveles ocupados por ambas culturas arqueológicas y con restos óseos en un excelente estado de conservación, y restos humanos que confirman la hipótesis del origen africano de nuestra especie y su coexistencia con los neandertales“, explica Tejero.

Las primeras herramientas de piedra del Paleolítico superior excavadas en la cueva de Manot. Crédito: Omry Barzilai.

Con el avanzado análisis de las herramientas y de los restos encontrados en la cueva israelí, el estudio reconstruye un marco cronológico del Paleolítico superior temprano levantino que confirma la hipótesis de que efectivamente el Ahmariense levantino dio lugar al proto-auriñaciense en Europa y que, a su vez, el Auriñaciense europeo está en el origen del Auriñaciense levantino.
El análisis de las fechas y herramientas encontradas sugiere que la cultura Ahmariense temprana existió hace entre 46.000 y 42.000 años en el Levante y la Auriñaciense entre 38.000 y 34.000 años. EFE

Fuente: efefuturo.com | 15 de noviembre de 2017

Arqueólogos descubren un extraordinario tesoro de 2.200 monedas en la abadía de Cluny (Francia)

La histórica abadía de Cluny, en Francia, aún guarda secretos, como el tesoro medieval con más de 2.200 monedas de oro y plata del siglo XII, entre ellos 21 dinares procedentes de España y Marruecos, y otros objetos preciosos que ha sido descubierto bajo la antigua enfermería. A apenas diez centímetros del suelo, junto a una pared, arqueólogos franceses encontraron a mediados del pasado septiembre una bolsa de tela enterrada hace más de ocho siglos.
Trésor médiéval_Copyright Université Lumière Lyon 2 from CNRS Le Journal on Vimeo.
En su interior descubrieron más de 2.200 monedas de plata, en su mayoría acuñadas en Cluny o cerca de la abadía y datadas probablemente en la primera mitad del siglo XII, según ha dado a conocer ahora el equipo de investigadores dirigido por Anne Baud y Anne Flammin, de la Universidad Lumière Lyon 2 y el Laboratorio de Arqueología y Arqueometría ARAR. Es la primera vez que se ha encontrado tal número de estas monedas.


Otra piel anudada en el interior de esta bolsa contenía 21 dinares musulmanes de oro procedentes de la parte de la Península en manos musulmanas y del norte de África (actualmente Marruecos). Monedas de entre los años 1121 y 1131, correspondientes al reinado del almorávide Ali Ben Youssef (1106-1143).

En esta segunda bolsa se ocultó además una hoja de oro de unos 24 gramos en el interior de un estuche, un pequeño elemento circular en oro y una joya de gran valor que pocas personas en la Edad Media podían tener. Se trata de un singular anillo de oro decorado con un grabado en relieve de color rojo con el retrato de un dios y una inscripción que podría ser de la primer mitad del siglo XII.

Vincent Borrel, estudiante de doctorado del laboratorio de Arqueología y Filología de Oriente y Occidente, trata ahora de identificar y datar con mayor precisión estos objetos que plantean nuevas preguntas sobre este importante monasterio medieval.

¿Por qué fue enterrado el tesoro? ¿A quién pertenecía? ¿A un monje? ¿A un dignatario de la Iglesia? ¿A una persona rica y laica? ¿Qué información aportan estas monedas? ¿Por qué había dinares de España y Marruecos en Cluny? En aquella época, las monedas occidentales de uso corriente eran de plata; las de oro estaban reservadas para transacciones excepcionales. El hecho de que tanto los dinares, como el anillo y el resto de monedas de plata fueran escondidas en un mismo conjunto cerrado hace que este descubrimiento sea aún más interesante, a ojos de los investigadores.


Los trabajos de excavación se llevaron a cabo entre el 11 de septiembre y el 20 de octubre, dentro de un amplio programa de investigación sobre la abadía de Cluny. Desde 2015, los arqueólogos estaban centrados en el estudio de la enfermería monástica, de la que se tenía noticia por documentos tardíos de 1623 y 1700. Esta parte del monasterio cobijaba a los monjes enfermos o ancianos de la comunidad y estaba situada junto a la capilla mariana, un lugar litúrgico aún poco definido.


«Estamos interesados en la enfermería, un espacio esencial que funciona como un pequeño monasterio dentro de un monasterio más grande. Solo los monjes enfermos y los ancianos eran bienvenidos allí, con reglas diferentes del resto de la abadía, especialmente con respecto a la dieta, ya que tenían derecho a la carne cuadrúpeda», explica Anne Flammin en CNRS The Journal.

Fuente: Mónica Arrizabalaga | ABC, 16 de noviembre de 2017
Fotos por gentileza de © UNIVERSITE LUMIERE LYON 2

Arqueólogos desacreditan que el yacimiento de Untermassfeld (Alemania) fuera un hogar de homínidos hace un millón de años

El yacimiento de Untermassfeld, en Alemania, ha producido más de 14.000 fósiles de grandes animales que datan de entre 900.000 y 1,2 millones de años atrás.

Una carta ha desatado la polémica. Un grupo de arqueólogos afirmaron, en un texto publicado en la web especializada en biología bioRXiv.org el pasado 31 de octubre, que “al menos un hueso robado” y “otros materiales de procedencia dudosa” cuestionan las últimas investigaciones sobre las primeras ocupaciones humanas en Europa.

La carta fue iniciada por el arqueólogo Wil Roebroeks (izquierda), de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, y Ralf-Dietrich Kahlke (derecha), paleontólogo y jefe de la Estación de Investigación Senckenberg de Paleontología Cuaternaria en Weimar, Alemania, quien lidera las excavaciones en Untermassfeld.

Estos investigadores ponen específicamente en duda tres documentos -publicados en 2013, 2016 y 2017- y consideran que “no se hicieron las preguntas adecuadas”. Además rechazan la conclusión de que el sitio alemán de Untermassfeld, conocido por sus abundantes restos de animales, fuera también el hogar de los homínidos hace 1 millón de años.

Untermassfeld, situado unos 150 kilómetros al noreste de Frankfurt, ha producido más de 14.000 fósiles de grandes animales de hace entre 900.000 y 1,2 millones de años y posee el registro más completo de vida silvestre de esa época en el norte de Europa. En las excavaciones que comenzaron a fines de la década de 1970 no se habían encontrado huesos de homínidos (que se establecieron en el sur de Europa hace entre 800.000 y 1.000.000 de años y se habrían expandido más al norte solo esporádicamente hace unos 500.000 años) ni signos de ocupación.

“Hace entre 600.000 y 700.000 años aparecen en Europa los artefactos achelenses (una industria lítica originada en el Paleolítico inferior) y algo más tarde (hace unos 500.000 años) parece aumentar la presencia de homínidos, parientes ancestrales de los humanos”, apuntan los arqueólogos.


Los investigadores alegan que parte de un hueso de venado que sobresalía del sedimento el 28 de mayo de 2009 (en el recuadro de la izquierda) había desaparecido varios días después.

En el texto de la carta describe desapariciones repetidas de huesos de este espacio arqueológico, así como también fósiles entregados en paquetes anónimos, según apunta Nature. Sin embargo, los autores de los tres estudios en disputa rechazan el hecho de que algunas de las piezas fueran robadas.
En 2013 aparecieron las primeras afirmaciones de que los homínidos vivieron cerca de Untermassfeld hace más de un millón de años. Y en 2017 se publicó un análisis adicional de los huesos. Pero no hay datos claros que vinculen a los coautores de estos estudios con el material del registro fósil con el que trabajaron.

“Los documentos sugieren que Untermassfeld ha proporcionado herramientas de piedra y fauna humanamente modificada, evidencias de una presencia de homínidos de hace un millón de años en latitudes medias continentales europeas. Pero hemos demostrado que estos estudios son muy defectuosos en cuanto a la procedencia de los materiales estudiados y a la interpretación de los restos”, explican los autores de la carta crítica publicada en bioRXiv.org.


Un paquete anónimo enviado a un museo en Schleusingen contenía un fragmento de hueso de ciervo (hueso inferior), que parece coincidir con un fragmento dejado (hueso superior) después de un robo en el yacimiento de Untermassfeld en 2009. (Los fragmentos se muestran unidos en el ejemplo derecho).

El fósil que más hace dudar a estos arqueólogos es un fragmento de hueso de una especie extinta de gamo al que se hizo referencia en 2016. Ralf-Dietrich Kahlke apunta que ese trozo parece coincidir con una pieza del esqueleto de un ciervo que unos ladrones habrían roto de otro sedimento en Untermassfeld en 2009. Las mismas dudas han aparecido con parte de la extremidad de un rinoceronte y un hueso de venado.

Kahlke y los otros arqueólogos analizaron el ‘nuevo’ material y concluyeron que no es compatible con una ocupación de homínidos en Untermassfeld. Argumentan que las supuestas marcas de corte en los huesos de los animales probablemente fueron causadas por roedores u otros animales, y los fragmentos de roca carecen de marcas reveladoras típicas de las herramientas de los homínidos.

Fuentes: lavanguardia.com | nature.com | 14 de noviembre de 2017

El género Homo: entre el azar y la necesidad

Fuente: Quora

Siempre nos hemos considerado muy especiales. Incluso, una vez que Charles Darwin nos abriera los ojos a una realidad muy diferente y desde perspectivas científicas objetivas, nuestra especie ha sido considerada como el resultado necesario de la evolución del género Homo. Cuando se habla del proceso de humanización, o cuando escribimos sobre aquello que nos hizo humanos estamos sin querer admitiendo ese punto omega que preconizó Pierre Teilhard de Chardin ¿Cuánto tenemos de evolución por azar y cuanto por adaptación a determinados ambientes? Lauren Schroeder y Rebeca Ackermann se han planteado esa pregunta y han tratado de responderla estudiando el registro fósil del género Homo. Su trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Journal of Human Evolution.


Schroeder y Ackermann han trabajado con el cráneo y la mandíbula, porque muchas de las conclusiones sobre las relaciones entre especies y poblaciones del pasado se han basado en el estudio de estas regiones anatómicas. Los métodos empleados son muy complejos y buscan patrones de “comportamiento morfológico” en una larga lista de cráneos y mandíbulas del género Homo, desde las más antiguas (2,8 millones de años) hasta las de los primeros representantes de Homo sapiens. Como es habitual en este tipo de estudios, los ejemplares de chimpancés y de una población humana reciente fueron una referencia de comparación obligada.

Los autores parten de la hipótesis de que las diferencias observadas en la muestra de estudio se deben al azar. Si los datos dicen otra cosa, entonces hay que buscar alguna causa concreta para explicar la variabilidad. Sus resultados indicaron que esa variabilidad no sigue patrones concretos y similares en todas las regiones anatómicas consideradas. La mayor parte (95%) de la variación observada en el género Homo pudo ser debida a deriva genética. Este proceso modifica las variantes alélicas de los genes de manera aleatoria (estocástica). Las variantes menos frecuentes tienden a perderse, en particular cuando las poblaciones son pequeñas y están repartidas en un territorio muy amplio. En cambio, las variantes alélicas más frecuentes tienden a conservarse. Puesto que las poblaciones del género Homo se expandieron por todo el planeta, el territorio terminó por ser el mayor posible, mientras que la densidad de las poblaciones fue siempre muy baja.

El 5% restante de caracteres estudiados no se comportan de manera azarosa. Estos caracteres habrían experimentado una selección positiva y direccional y supondrían casos muy claros de adaptación a determinadas circunstancias ¿Cuáles serían esas circunstancias? El estudio de Schroeder y Ackermann sugiere que la dieta puedo jugar un papel importante, puesto que las regiones anatómicas con un claro determinismo se localizan en la mandíbula y en el maxilar. Nuestras migraciones a través de los continentes nos enfrentaron a situaciones y ambientes diversos, donde los recursos eran distintos. Además, Schroeder y Ackermann también sugieren que la cultura pudo tener un papel importante en esta direccionalidad.

Este nuevo estudio y otros similares publicados en estos últimos años se inclinan por otorgar un papel muy importante al azar en la evolución del género Homo y, por ende, de nuestra propia especie. La selección cultural, que pudo tener efectos en nuestro devenir evolutivo en el Pleistoceno, prácticamente ha tomado ya el relevo de la selección natural. De manera muy simple, no somos el resultado de un plan o estrategia concreta, sino el resultado fundamental del azar. Visto de ese modo, si se pudiera rebobinar varias veces el camino recorrido durante los últimos tres millones de años y volviera todo al principio, el resultado final (es decir, nosotros) podría haber sido muy diferente en cada proceso.

Fuente: quo.es | 14 de noviembre de 2017

Arqueólogos valencianos investigan en Roma la necrópolis de San Pablo


La Necrópolis romana conocida como la Necrópolis de San Pablo, se excavó hace 100 años, aunque es ahora cuando han comenzado las tareas de investigación y catalogación de todos los restos encontrados en la instalación.

Este trabajo lo están desarrollando un equipo de arqueólogos gracias al apoyo de la Sovraintendenza Capitolina de Roma, el Colegio de Arqueólogos de Valencia y la Universidad Europea de Valencia. En la dirección del proyecto está el prestigioso arqueólogo valenciano, LLorenç Alapont y Marina Marcelli de la Sovraintendenza Capitolina.

El trabajo de campo consiste en una minuciosa y exhaustiva micro-excavación de los restos depositados dentro de las urnas. Con este proyecto se logrará identificar las características físicas de los individuos incinerados. Esto nos permitirá extraer sus características biológicas, así como conocer las condiciones de vida y muerte e interpretar los rituales funerarios.


Se trata de un proyecto multidisciplinar destinado a analizar todos y cada uno de los materiales depositados dentro de las urnas de cremación: restos humanos, restos de animales y plantas del banquete fúnebre, objetos tales como lucernas, ungüentarios, monedas, ofrendas vegetales, el lecho funeraria, con el fin de poder reconstruir los gestos y comportamientos de la comunidad romana frente a la muerte.

La necrópolis de Via Ostiense, con un gran número de urnas intactas, es un lugar privilegiado para el estudio de los ritos de muerte y la interpretación de los gestos y costumbres de la civilización romana. En particular, el extraordinario estado de conservación de las cremaciones in situ dentro de los contenedores representa una oportunidad única para el estudio bioantropológico y arqueológico aplicando un método que permita un análisis óptimo de los restos humanos de las condiciones de la vida y costumbres y rituales funerarios.

Fuente: cadenaser.com | 12 de noviembre de 2017