Una investigación arroja nueva luz sobre la migración humana prehistórica en Europa

Doble entierro en Kargadur, ubicado en el condado de Istria, Croacia. Los restos esqueléticos se encuentran entre los 225 restos óseos analizados en un estudio sobre dos grandes migraciones en el sureste de Europa durante la prehistoria. Los resultados se han establecido en un documento titulado "Historia genómica de Europa sudoriental", publicado en la revista Nature. Crédito: Darko Komšo.

Dos investigadores de la Universidad de Wyoming han contribuido con un nuevo estudio -en el que se analizado ADN de antiguos restos esqueléticos de personas del sureste de Europa- a determinar los patrones de migración en Europa durante la prehistoria.

Ivor Jankovic (izquierda), profesor asociado, e Ivor Karavanic (derecha), profesor adjunto, ambos en el Departamento de Antropología de la Universidad de Wyoming, han llevado a cabo un nuevo estudio que se titula "Historia genómica del sudeste de Europa", y que se ha publicado en la revista Nature.

"El estudio confirma que la región del sudeste de Europa fue un gran nexo y una zona de contacto genético entre Oriente y Occidente durante la prehistoria", dice Jankovic, quien trabaja a tiempo completo como director adjunto del Instituto de Investigación Antropológica de Zagreb, Croacia. "Dos importantes migraciones que pasaron por el sudeste de Europa fueron confirmadas por medio de estudios arqueogenéticos".

La primera migración fue al comienzo del período Neolítico, 6.000 años a.C., cuando los primeros agricultores se extendieron desde Anatolia hacia Europa.

La segunda migración se produjo durante los inicios de la Edad del Bronce (3.000-2.500 a.C.), cuando la llamada "población esteparia”, procedente de la estepa euroasiática, reemplazó a gran parte de la población anterior del norte de Europa.

Los primeros agricultores del norte y el oeste de Europa pasaron por el sudeste de Europa con una mezcla genética limitada proveniente de los cazadores-recolectores, algo que ocurre cuando dos o más poblaciones previamente aisladas comienzan a hibridar entre ellas. Sin embargo, algunos grupos se mantuvieron mezclados ampliamente, pero sin el sesgo masculino de los cazadores-recolectores que prevaleció más tarde en el norte y el oeste, según se establece en el estudio. El sudeste de Europa siguió siendo un nexo entre Oriente y Occidente, con un contacto genético intermitente con la gente de la estepa hasta 2.000 años antes de las migraciones que reemplazaron a gran parte de la población del norte de Europa.

"En algunos lugares, los cazadores-recolectores y los agricultores entrantes parecen haberse mezclado muy rápidamente", dice Iain Mathieson (izquierda), un genetista de la Universidad de Pensilvania y que es el primer autor del artículo. "Pero, en su mayoría, los dos grupos permanecieron aislados, al menos durante los primeros cientos de años. Los cazadores-recolectores, que habían estado viviendo en Europa durante miles de años, debieron haber sido un gran 'shock' cuando aparecieran estas nuevas personas, los agricultores, con un estilo de vida y apariencia completamente diferentes".
Karavanic, profesor también en el Departamento de Arqueología de la Universidad de Zagreb, fue el director de las excavaciones arqueológicas del sitio Paleolítico / Neolítico de la cueva de Zemunica (Croacia), en la cual varios restos humanos fueron desenterrados y utilizados en el estudio. Los descubrimientos proporcionaron la información necesaria sobre el origen y antecedentes del objetivo de la investigación.

Jankovic, junto con Mario Novak (izquierda), investigador asociado en el Instituto de Investigación Antropológica de Zagreb, participaron en el estudio bioarqueológico de las muestras de restos humanos empleados en el estudio.

La intervención de Jankovic y Karavanic en este estudio comenzó a través de Novak, quien visitó la Universidad de Wyoming el año pasado para presentar una charla. Jankovic y James Ahern (derecha), ex jefe del Departamento de Antropología y ahora rector asociado de la misma Universidad, colaboraron con Novak en varias publicaciones anteriores.

Antes de la llegada de la agricultura al sureste de Europa, hubo interacciones entre grupos de cazadores-recolectores divergentes, las cuales continuaron después de que llegara la agricultura. Después de la primera aparición de las prácticas agrícolas, a mediados del VII milenio a.C., la agricultura se extendió hacia el oeste a través de una ruta mediterránea y hacia el noroeste a través de la ruta del Danubio. La agricultura se estableció tanto en Iberia (Portugal y España) como en Europa central hacia el año 6.600 a.C.

Los estudios de ADN antiguo han demostrado que la propagación de la agricultura en Europa estuvo acompañada por un movimiento masivo de personas estrechamente relacionadas con los agricultores del noroeste de Anatolia. Pero, casi todo el ADN antiguo de los primeros agricultores europeos proviene del centro y oeste de Europa, y solo los restos de tres agricultores mostraron que provenía del sureste de Europa, dice el estudio.

Para comprender la dinámica de este proceso de migración, Jankovic, Karovanic, Novak, y muchos otros investigadores, contribuyeron al análisis de los datos de ADN antiguo proveniente del genoma de 225 restos esqueléticos de individuos que vivieron en el sureste de Europa y las regiones circundantes entre hace 12.000 y 500 años a.C. Estas áreas incluían la península de los Balcanes, la cuenca de los Cárpatos, norte de la estepa póntica y regiones circundantes.

"Los resultados revelan la relación entre las migraciones, la mezcla y la subsistencia en Europa, y muestran que, incluso entre los primeros agricultores europeos, las personas difieren en sus ancestros, lo que refleja un mosaico dinámico de mestizaje entre cazadores y agricultores", dice Ron Pinhasi (izquierda), codirector del estudio y antropólogo en la Universidad de Viena, Austria.

Si bien la investigación ha aclarado la historia genómica del sudeste de Europa desde el Mesolítico hasta la Edad del Bronce, los procesos que relacionaron a estas poblaciones con las gentes que viven hoy en día siguen siendo en gran medida desconocidos, se detalla en el estudio. Una dirección importante para futuras investigaciones será tomar muestras de poblaciones de la Edad de Bronce, la Edad de Hierro y los períodos romanos y medievales, y compararlas con las poblaciones actuales, a fin de comprender cómo ocurrieron estas transiciones poblacionales, según se afirma en el estudio.

Fuente: University of Wyoming | 21 de febrero de 2018

La acumulación de restos humanos en la Sima de los Huesos de Atapuerca podría ser natural, no ritual

Excavaciones en la Sima de los Huesos, Atapuerca.

La acumulación de restos fósiles en los yacimientos Dinaledi (Sudáfrica) y la Sima de los Huesos (Atapuerca) hicieron pensar a los paleontólogos que el hombre practicaba ritos funerarios desde hace unos 500.000 años. Ahora, un estudio sugiere que esa acumulación de huesos podría deberse a causas naturales.
Pese a estar tan lejos geográficamente, ambos yacimientos son parecidos: los dos tienen una cámara en sendas cuevas que durante milenios ha conservado miles de fósiles de una cronología similar.
La cámara Dinaledi, de la cueva Rising Star de Sudáfrica, contiene más de 1.500 fósiles humanos -excavados en solo un metro cuadrado- de una quincena de individuos de la misma especie, el Homo Naledi, un homínido muy primitivo que vivió hace entre 230.000 y 330.000 años en la zona.

En el yacimiento de Atapuerca, la Sima de los Huesos alberga también miles de fósiles de Homo heidelbergensis, un homínido que agrupaba a sus muertos, lo que los paleontólogos del yacimiento burgalés han calificado siempre de comportamiento ritual y simbólico.


Determinar cuándo comenzó el hombre a cobrar consciencia de su mortalidad y a preocuparse de los muertos es uno de los temas más controvertidos de la paleontología, ya que los rituales funerarios son una de las características que más definen al hombre.

Ahora, un estudio publicado hoy en PNAS, sostiene que la acumulación de huesos en la Sima y en Dinaledi podría deberse a causas naturales y no a la intervención del hombre.
El trabajo es una colaboración entre varios centros de investigación de Florencia (Italia), Birmingham (Reino Unido), Sudáfrica, Carolina del Norte (EEUU), y España.

"Hasta hace poco, se creía que esta característica exclusivamente humana comenzó con los neandertales, pero recientes estudios han atribuido las acumulaciones de cadáveres de Dinaledi y Atapuerca a comportamientos funerarios, por lo que la evidencia más antigua de conciencia de la muerte podría tener 500.000 años", explica a Efe Manuel Domínguez-Rodrigo (izquierda), investigador del Instituto de Evolución en África de la Universidad de Alcalá de Henares y coautor del estudio.

Para comprobarlo, los investigadores han llevado a cabo una revisión de las dos cámaras y los han comparado con los restos de otros yacimientos mucho más recientes, de menos de 100.000 años (e incluso actuales), "cuando no hay dudas de que esos comportamientos son funerarios", precisa.

El estudio analiza las acumulaciones antrópicas (intencionadas) de 16 yacimientos, entre ellos los de Fontbrégoua (Francia), el Portalón (Atapuerca), Krapina (Croacia), Skhul (Haifa), y Misgrot (Sudáfrica), con restos de humanos y primates de diversos periodos.
Para ello han usado herramientas de inteligencia artificial, en concreto, algoritmos de máquina de aprendizaje, que aprenden a clasificar información cuantitativa.


"Estas herramientas han visto que ni la cámara de Dinaledi ni la de la Sima de los Huesos se parecen a las acumulaciones humanas en los que no hay ningún tipo de alteración. Lo más parecido a ellas es la cueva Misgrot, donde la acumulación de fósiles es estrictamente natural, y la cantidad de restos de primates es similar a la de la Sima y Dinaledi", afirma Domínguez-Rodrigo.
Para el autor, el estudio demuestra que "hay procesos naturales que pueden generar las mismas acumulaciones que se ven en estas cuevas, por lo que no se puede estar tan seguro de que las cámaras de Dinaledi y la Sima contengan acumulaciones de origen humano, ni hablar de comportamientos funerarios más antiguos de 100.000 años".

Para Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca, "el artículo es muy claro en sus conclusiones" y no se puede estar "más de acuerdo".

Tras revisar las prácticas mortuorias del Paleolítico, el estudio especifica que aunque la acumulación de cuerpos sea intencionada, hay dudas de que tenga un significado ritual, es decir "que no se considera que la evidencia de ritual funerario sea inequívoca", interpreta Arsuaga.

"Lo que viene a decir el trabajo es que hay una acumulación antrópica pero que no se parece a los ritos modernos, y con esa consideración el equipo de Atapuerca no puede estar más de acuerdo", entiende el paleontólogo.

Y es que, "los miembros de Atapuerca nunca hemos dicho que la Sima de los Huesos sea un enterramiento como el de los neandertales, por ejemplo, que son fosas excavadas con cuerpos depositados, sino que en la Sima hay una acumulación de cadáveres que no es utilitaria (no se ha hecho con fines prácticos) pero que es intencionada. Pero no es un enterramiento como tal", concluye Arsuaga.

En cualquier caso, advierte el paleontólogo, "es un tema apasionante que seguirá dando mucho que hablar y donde la Sima de los Huesos estará siempre en el centro del debate". EFE.

Fuente: lavanguardía.com | 2 de abril de 2018

Hallan más de 500 piezas de unos 4.000 años de antigüedad en el noreste de China

El descubrimiento apunta a que en aquellos tiempos los niveles de productividad eran relativamente altos

Arqueólogos chinos han descubierto más de 500 piezas que tienen unos 4.000 años de antigüedad en ruinas de la provincia de Heilongjiang, al noreste de China, informa la agencia Xinhua.

Se trata de lozas de barro, herramientas de corte, contenedores, así como objetos hechos de piedra y hueso.

Estos objetos fueron excavados en ruinas esparcidas a lo largo del río Nenjiang en la ciudad de Qiqihar, ha explicado Zhang Wei, subdirector del instituto provincial de patrimonio cultural. Según Zhang, la excavación de estas ruinas neolíticas, que comenzó en el 2013, ha refutado la suposición anterior de que las tribus homínidas en la región nororiental de China no tenían residencias permanentes a gran escala.

También se encontraron trincheras anulares, similares a fosos, y se cree que estos se usaron para fines de defensa lo que apunta a que en aquel tiempo hubo niveles relativamente altos de productividad, existía el instituto de privatización y que había conflictos entre las diferentes tribus, según el científico.

Vía| Xihuanet
Imagen| Menahem Kahana / Reuters

El patrimonio rupestre une a La Dordoña y Cantabria a través de sendas muestras itinerantes

Dos exposiciones itinerantes, una producida por el Departamento de La Dordoña y otra por Cantabria, constituyen el primer gran fruto de las iniciativas nacidas al abrigo del Protocolo General de colaboración entre ambas regiones en materia de patrimonio arqueológico rupestre. Un acuerdo firmado en Périgueux hace un año. Este programa está destinado a «dar a conocer y colaborar en la gestión de los yacimientos de arte rupestre paleolítico de ambos territorios, que se encuentran entre los más importantes del mundo».

El protocolo es un proyecto con una sólida vocación de cooperación entre ambas regiones que comparten, como principal nexo de unión, el ser referentes mundiales en materia de arte rupestre y patrimonio prehistórico. Tras esta firma, ambos territorios se han propuesto «compartir experiencias y trabajar de manera coordinada, con un claro objetivo de aprender y mejorar». Con una vigencia de cuatro años, el protocolo definirá anualmente un plan de actuaciones. Este programa está coordinado por la Red Cántabra de Desarrollo Rural, entidad gestora del Itinerario Cultural del Consejo de Europa ‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico’. Forman parte de este acuerdo también los ayuntamientos de Puente Viesgo, Ramales de la Victoria, Rionansa, Ribamontán al Monte, Santillana del Mar, San Felices de Buelna y Camargo, así como los Grupos de Acción Local Saja Nansa, Campoo Los Valles y Valles Pasiegos.

El programa expositivo conjunto se ha denominado ‘Unidos por el primer arte’. En el caso de la exposición que presentará el departamento francés, ‘Dordogne-Cantabrie. Patrimoine rupestre préhistorique’, muestra de una manera sencilla, didáctica y funcional, información no sólo sobre su cueva más reconocida, como es Lascaux (izquierda), sino también sobre los otros sitios con arte rupestre paleolítico.

El discurso se desarrolla a través de una serie de paneles que ofrecen información geográfica, cultural y turística sobre esa zona de Francia. Será inaugurada a finales de mayo en el Mupac, y el acto contará con la presencia del presidente del Departamento de La Dordoña, Germinal Peiro. De allí comenzará su itinerancia por el Centro de Estudios Lebaniegos y las Casas del Águila y la Parra hasta fin de año.

Por su parte, la exposición que está diseñando la Consejería de Cultura de Cantabria para que visite La Dordoña estará dividida en varios módulos temáticos: desde el referente al Paleolítico Superior (entre 42.000 y 10.000 años atrás), cuando el Suroeste de Europa, en general, y las regiones Franco-Cantábricas, en particular, compartieron poblaciones humanas, culturas y creencias.
A la presentación geográfica de cada región describiendo aspectos socioeconómicos de cada una de ellas, además de mostrar sus paisajes señalando las analogías que existen; y diversos módulos sobre destinos turísticos imprescindibles, cuevas y museos, relación y descripción de las cavidades con arte rupestre, gastronomía, folclore y tradiciones. La cita se podrá ver a partir de junio y se inaugurará en el Pôle International de la Préhistoire, en Les-Eyzies-de-Tayac (derecha), itinerando luego por otras sedes.

Intercambio de estudiantes

En el marco del Protocolo de colaboración, el pasado día 15 cincuenta estudiantes franceses protagonizaron unas jornadas de intercambio y encuentro en el IES Valle de Camargo, cuyos alumnos devolverán la visita a Francia el próximo mes de junio.

Fuente: eldiariomontanes.es | 1 de abril de 2018

Denuncian la construcción de un centro de visitantes en Göbekli Tepe (Turquía)

Expertos arqueólogos han levantado una voz de advertencia y denuncia sobre las descuidadas obras que se llevan a cabo en torno al emblemático yacimiento de Göbekli Tepe, considerado el templo más antiguo del mundo, en medio de informes que señalan que el lugar está siendo dañado irreparablemente mediante la utilización de hormigón y maquinaria pesada.

"Mi dolor es difícil de expresar. Cada vez que visito Göbeli Tepe, veo salir a la luz otra fragmentación", dijo la arqueóloga Çiğdem Köksal Schmidt (izquierda) después de su visita al yacimiento, en la provincia de Şanlıurfa, sudeste de Turquía, el pasado 14 de marzo.

"Como parte de la construcción de un techo protector, se han eliminado partes de la pasarela de madera con el supuesto de que se volverán a colocar adelante. Pero ahora mismo están construyendo una pasarela de hormigón en su lugar", agregó Schmidt, la esposa del legendario fallecido profesor Klaus Schmidt (izquierda), quien previamente encabezó las excavaciones en Göbekli Tepe y murió en 2014.

Las fotos y videos donde se muestran la construcción de una nueva pasarela, así como equipos de construcción en el lugar, han provocado la ira de Schmidt que la ha compartido en las redes sociales.


Techo completado

El techo protector de 4.000 metros cuadrados, construido con un coste de 6,6 millones de euros, y la nueva pasarela se planificaron en el marco de la candidatura promocionada por Turquía para incluir a Göbekli Tepe en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO a finales de este año. El sitio ya fue incluido en la lista provisional de la UNESCO hace cinco años.

"Por lo que puedo ver en las fotos, han usado hormigón, y no deberían haber empleado ese material, o deberían haberlo empleado lo menos posible. Ya había un techo muy grande en medio del sitio natural. No deberíamos utilizar materiales muy modernos en semejantes yacimientos", dijo el profesor Necmi Karul (derecha), miembro del Consejo Científico de Göbekli Tepe.

Ceremonia de apertura en abril

Se planea completar el trabajo de construcción antes de que el yacimiento se vuelva a abrir a los visitantes en abril.
"El trabajo de construcción de un centro de visitantes, tal como se refleja en los medios, parece un desastre ... Deberían haberse movido con mucha sensibilidad en la zona protegida, pero podemos ver que se está utilizando equipo pesado de construcción. Es muy preocupante que los extraordinarios restos neolíticos y el templo redondo situado a la entrada hayan estado expuestos a tal acción. Es inaceptable que un trabajo de construcción tan descuidado pueda dañar este extraordinario sitio arqueológico", advirtió el arqueólogo Nezih Başgelen (izquierda).

Tras las críticas al trabajo constructivo que se realiza en Göbekli Ttepe, el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía ha emitido un comunicado en que dice que "solo se ha empleado equipo de construcción", al tiempo que niega que se haya utilizado hormigón o asfalto.


En el comunicado también se lee que se ha colocado un fieltro protector en el suelo antes de que comenzara la construcción de la pasarela de 900 metros, que se colocaron piedras cúbicas sobre dicho fieltro, y que para fijar estas piedras se pusieron gruesas capas de mortero de 30 centímetros debajo de los bordes de las mismas.

En una declaración separada, el Ministerio describió las denuncias como "infundadas y no científicas", negando rotundamente que el asentamiento prehistórico hayan sido dañado.
El ministerio también anunció que próximamente se organizaría una visita de observación a Göbekli Tepe con una delegación de expertos y periodistas.


Fuente: hurriyetdailynews.com | 21 de marzo de 2018

¿Tutankamón combatió? Su coraza muestra signos de desgaste

Lucy Skinner examina los restos de la coraza original de Tutankamón. Foto: Blink Films

De complexión delgada, Tutankamón murió antes de los 20 años de edad. Las imágenes por transformación de reflectancia, una técnica fotográfica relativamente nueva, han revelado claros indicios de desgaste en la coraza de cuero del joven faraón que cuestionan la imagen de Tutankamón como un faraón endeble y enfermizo.

"La abrasión ha sido observada a lo largo de los bordes de las escamas de cuero, lo que significa que la coraza fue usada considerablemente. Y eso sugiere que Tutankamón la llevó puesta, quizá incluso en combate", afirma Lucy Skinner, de la Universidad de Northampton y experta en cuero del Antiguo Egipto. Skinner ha descubierto la sorprendente evidencia durante la realización de un documental para el canal de televisión británico Channel 5, denominado Secrets of Tutankhamun’s Treasures y que fue emitido el pasado sábado.

Restos de la coraza original de Tutankamón. Foto: Blink Films

Los realizadores del documental contactaron con Lucy Skinner cuando supieron que era una de las pocas personas fuera de Egipto que habían podido examinar los frágiles restos de la coraza de Tutankamón, de más de 3.000 años de antigüedad, que se exhibirán en el futuro Gran Museo Egipcio, cerca de las pirámides de Gizeh.

Las escamas de cuero de la coraza de Tutankamón muestran signos de desgaste en los bordes. Foto: Blink Films

La coraza sufrió grandes daños, probablemente al ser retirada de su caja original en los años 20 del siglo XX, durante la excavación de la tumba de Tutankamón por Howard Carter. A pesar de que la tumba fue excavada hace casi un siglo aún sigue siendo un misterio cómo se elaboraron las escamas de cuero solapadas de la coraza y también si llegaron a tener algún uso militar.

Reconstrucción de la coraza. Foto: Blink Films

"Los antiguos métodos usados para hacer este tipo de cuero realmente no se han comprendido del todo. Los materiales cambian de forma invariable tanto química como físicamente después de haber estado enterrados durante miles de años y, para conocerlos, primero hay que comprender muchos procesos científicos complicados", asegura Skinner.

La momia de Tutankamón en una fotografía del 4 de noviembre de 2007. Las últimas investigaciones cuestionan la imagen de Tutankamón como un faraón endeble y enfermizo. Foto: Ben Curtis, File / AP Photo / Gtres

Fuente: National Geographic| 28 de marzo de 2018