Hallan evidencias de que la élite maya residió en Teotihuacán

Avenida de los Muertos y Pirámide del So, en Teotihuacán, México. (Reuters)

Un grupo de arqueólogos descubrió restos de un mural y diversos materiales en la Plaza de las Columnas, que indican que la élite de la cultura maya residió en la ciudad prehispánica de Teotihuacán, en el noreste de Ciudad de México.

Los materiales, que incluyen fragmentos de cerámica maya, una rica ofrenda de consagración y un depósito compuesto por miles de restos óseos humanos de individuos sacrificados, fueron hallados en esa zona, entre las pirámides del Sol y la Luna, al oeste de la Calzada de los Muertos.


El Instituto Nacional de Antropología (INAH) destacó que con esos hallazgos se confirma la relación entre las dos culturas (mexica y maya) que geográficamente se encontraban separadas por 1.300 kilómetros.

“Textos epigráficos localizados en urbes como Tikal, en el Petén guatemalteco, refieren el contacto que ambas culturas sostuvieron hacia el Siglo IV de nuestra era”.

Ciudad de los Dioses

“Sin embargo, poca evidencia de la misma se había encontrado en la gran metrópoli del Altiplano mexicano, hasta hoy, donde nuevos hallazgos apuntan a la residencia de la élite maya en La Ciudad de los Dioses”.

El equipo de arqueólogos dirigido por los doctores Saburo Sugiyama, Verónica Ortega Cabrera, Nawa Sugiyama y William Fash partió de la hipótesis de su importancia para la organización política de Teotihuacán, en la medida que ahí se desarrollaban actividades para su control.
El Proyecto Plaza de las Columnas empezó hace cuatro años con la idea de explorar el cuarto complejo arquitectónico más grande de la metrópoli prehispánica, luego de los conjuntos de las pirámides del Sol y de la Luna, así como La Ciudadela.

“A través de la excavación de pozos, además del trazo de un túnel, se pudo determinar que las estructuras de la Plaza de las Columnas sirvieron para actividades administrativas, ceremoniales y probablemente como residencia de la élite no sólo teotihuacana, sino maya, al menos hacia 350 años después de Cristo, cuando ambas dominaban el panorama durante el periodo Clásico en Mesoamérica”, indicó el INAH.

Una pieza arqueológica maya encontrada en la “Plaza de las columnas” (AFP)

Revelador hallazgo

Uno de los más reveladores hallazgos se dio en 2016, cuando se rescataron más de 500 fragmentos de pintura mural en la parte septentrional del montículo Norte, muchos de los cuales destacan por poseer estilo maya.

El arqueólogo Saburo Sugiyama, quien ha trabajado los últimos 38 años en Teotihuacán, planteó que el descubrimiento previo en la Pirámide de la Luna de individuos sacrificados acompañados de pendientes de piedra verde de estilo maya apuntaba a la relación de ambas culturas.


“Pero los restos de pintura mural de la Plaza de las Columnas nos permite afirmar la presencia de las élites mayas en Teotihuacán, y que ésta no fue periódica y con fines rituales, sino permanente”, agregó.

“Es probable que los artistas que hicieron estos murales y los funcionarios mayas de más alto rango político habitaran en un edificio al norte de dicho montículo”.
Aunque los fragmentos de mural no han sido reconstruidos todavía se puede identificar una amplia gama de colores (blanco, rojo, ocre, verde, entre otros), incluidas pequeñas figurillas humanas similares a las que se observan en los murales del barrio teotihuacano de Tetitla.

El sur maya

No obstante, por la presencia de glifos mayas, el estilo fluido, dominio de la línea y su naturalismo "son obra de un artista o artistas que conocían a la perfección la iconografía de las Tierras Bajas del Sur maya”.
“Por la ubicación de esos hallazgos, en la zona central de la antigua ciudad de Teotihuacán, creemos que eran parte de un edificio donde el Estado coordinaba interacciones con las élites mayas, o donde los mayas intervenían en asuntos rituales o administrativos”, expresó el investigador de la Universidad Estatal de Arizona.

Una de las piezas halladas en Teotihuacán que confirmarían que ahí se asentó la élite maya Notimex)

El Proyecto Plaza de las Columnas intenta despejar misterios sobre el origen del urbanismo de Teotihuacán, la formación y transformación de una ciudad que mantuvo diversos tipos de relación multiétnica.

Fuente: yucatan.com.mx | 23 de septiembre de 2018

El Museo de Prehistoria de Valencia acoge la muestra "Caps tallats. Símbols de poder" ("Cabezas cortadas. Símbolos de poder")

Los valencianos y valencianas podrán disfrutar de primera mano de la exposición “Caps tallats. Símbols de poder” ("Cabezas cortadas. Símbolos de poder), un espacio donde reflexionar sobre el ejercicio de la violencia desde la antigüedad hasta la actualidad.

Así ha presentado Xavier Rius, diputado de Cultura, esta muestra creada y producida por el Museu Arqueològic de Catalunya, que permanecerá en el Museu de Prehistòria de València desde hoy a las 20 horas hasta el mes de marzo del próximo año.

De este modo, el museo valenciano da la bienvenida a todo un conjunto de objetos arqueológicos y etnográficos, iconografía, material audiovisual y recursos interactivos que representarán la violencia gradual desde la coerción hasta la brutalidad extrema, “un elemento recurrente a lo largo de la historia”, indica la organización.


En este sentido, el protagonismo corresponderá a las cabezas enclavadas del poblado del Puig Castellar, las cuales podrían haber sido clavadas en las murallas. Encontradas en una excavación de 1904, los investigadores se plantean que las cabezas cortadas atravesadas por clavos son un fenómeno de la Edad de Hierro y, en concreto, de la cultura ibérica, especialmente en los siglos III y II a.C. Además, se han encontrado restos de mínimo una treintena de iberos decapitados en los yacimientos de Ullastret, que también sirven de ejemplo sobre rituales e identidades iberas en la exposición.


“La escenificación de esta violencia a través de, por ejemplo, cabezas cortadas, desprende una fuerte carga simbólica que está presente en nuestro imaginario colectivo y traspasa fronteras entre el pasado y el presente”, explica la organización. En este caso, destaca la primera reconstrucción científica del rostro de un guerrero ibero de finales del s.III o principios del s. II a.C. gracias a un minucioso uso de técnicas de laboratorio de última generación.


El Museu de Prehistòria de València ofrecerá esta exposición temporal con piezas del Museu d’Arqueologia de Catalunya, del Museo de América de Madrid, del Museo Nacional de Antropología, del Museu Etnològic i de Cultures del Món de Barcelona y del Museu de Prehistòria de València, entre otras.


Fuentes: valenciaextra.com | dival.es| 26 de septiembre de 2018

Las increíbles pinturas murales de la Tumba del Fundador, hallada en Jordania

Pintura al fresco que representa la fundación del sitio de Capitolias con la ayuda de Dioniso, que aparece en el centro de la escena. En el muro de entrada de la tumba aparecen representadas escenas nilóticas y marinas y, en el techo, el zodiaco y los planetas alrededor de una cuádriga que ocupa el medallón central. Foto: CNRS News.

En noviembre de 2016, unas obras viales frente a la entrada de un colegio en Beit Ras (la antigua Capitolias), en la gobernación de Irbid y al norte de Jordania, sacaron a la luz un hipogeo o tumba subterránea del periodo romano decorada con unos frescos deslumbrantes de gran colorido que contienen información única sobre los ritos funerarios y sobre la vida agrícola y social de aquella época.

La pintura al fresco muestra la vida agrícola y social de la época. Foto: Jordan Tourism Board.

Casi dos años después, se conocen nuevos detalles sobre la tumba, que formó parte de la necrópolis de la antigua Capitolias, una ciudad de la Decápolis (un grupo de diez ciudades helenizadas, situadas en los confines orientales del Imperio romano y conocidas gracias a Plinio el Viejo), fundada a finales del siglo I d.C.

"La nueva tumba de Capitolias, excavada en la ladera de una colina, es un descubrimiento espectacular por la profusión de su decoración y por sus inscripciones. En este hipogeo de 52 m2, compuesto por dos cámaras funerarias y con un único sarcófago de basalto en su interior, los muros interiores y el techo de la cámara funeraria principal están cubiertos de pinturas", explica en un comunicado Julien Aliquot (izquierda), del Laboratorio HISOMA (Histoire et Sources des Mondes Antiques), quien ha investigado el hipogeo en 2017 y en 2018.

Otras tumbas romanas pintadas han sido descubiertas en las ciudades de la Decápolis, pero esta de Capitolias es única por tres motivos: por la abundancia de representaciones, aproximadamente unas 260 figuras que componen una narrativa en las paredes y el techo de la cámara funeraria; por las más de 60 inscripciones pintadas en negro que, cuando describen las actividades constructivas del sitio, tienen la particularidad de estar escritas en arameo, la lengua local, pero con letras griegas, es decir, la combinación de las dos lenguas principales del Oriente Próximo romano, "un fenómeno muy raro" según el comunicado; y, por último, porque el programa iconográfico representaría el mito fundaciónal de la ciudad de Capitolias a finales del siglo I d.C.


Escena en la que aparecen dos canteros trabajando. Foto: CNRS News.

"Aunque la divinidad principal de Capitolias no era otra que Júpiter, del Capitolio de Roma, la nueva ciudad era del tipo griego, como las ciudades vecinas de la Decápolis. Por tanto, la persona que ordenó la decoración de la tumba antes de ser enterrada es muy probable que fuera aquella que aparece representada oficiando en la escena del sacrificio fundacional. Podemos presentarlo como el fundador de la ciudad y a su hipogeo lo podemos llamar la Tumba del Fundador", señala el comunicado.

Sarcófago de basalto con dos cabezas de león talladas en la roca. Foto: Jordan Tourism Board.

"Con todo mi pesar ahora mismo no podemos ser más específicos, pues nuestro equipo forma parte de un consorcio internacional que presentará, con todo detalle, los resultados de los estudios en curso en la próxima conferencia sobre arqueología jordana, que se celebrará en Florencia en enero de 2019", comenta Aliquot a National Geographic España.

Pintura al fresco que muestra a una mujer desnuda junto a una figura alada. Foto: Jordan Tourism Board.

Fuente: nationalgeograhic.com.es | Fotos| 24 de septiembre de 2018

Las máscaras neolíticas de Göbekli Tepe (Turquía)

Máscara del Neolítico Pre-Cerámico B de Er Ram en la colección del Fondo de Exploración de Palestina. Modelado por Hugh Fiske. Utilizado bajo la licencia de Creative Commons. The Er-Rum Mask by MicroPasts on Sketchfab

Hoy en día las personas usan máscaras para esconder su identidad, pero también para hacerse pasar por otro ser real o imaginario. Todas las culturas neolíticas del Cercano Oriente hicieron máscaras. ¿Por qué? ¿Cuáles fueron los rituales e ideas que había detrás de las mismas?
En el corpus de máscaras de piedra del Neolítico, las que proceden de las colinas y el desierto de Judea se encuentran entre las más conocidas. Con un peso de hasta 2 kilogramos, estas máscaras impactan en el observador moderno con sus rasgos faciales casi expresionistas: cada una es individual, como si representara seres humanos específicos. Algunas tienen orificios alrededor del borde, probablemente para permitir que se adhieran a algo o para ser llevar puestas (derecha).

Las más antiguas de estas máscaras del sur del Levante pertenecen al Neolítico Pre-Cerámico B, es decir, son de mediados del IX y VIII milenio a. C. Dado que los ejemplos excavados en la cueva de Nahal Hemar, en Israel, durante la década de 1980, se encontraron en un entorno de "culto", se asumió el uso ritual de estas máscaras. Los ejemplos del sur del Levante son especiales e importantes, pero ya no son únicos. Dentro del rico repertorio de la escultura de los sitios neolíticos contemporáneos en otras partes del Cercano Oriente, hay un corpus creciente de artefactos que podrían interpretarse como máscaras o representaciones de máscaras.

En Jerf el Ahmar, un enclave transicional del Neolítico Pre-Cerámico A al Neolítico Pre-Cerámico B, en el norte de Siria, que data del X milenio a.C., y caracterizado por edificios redondos y rectangulares con cimientos de piedra caliza, se hallaron dos pequeñas cabezas pétreas que muestran una notable cavidad cóncava detrás de las mismas. Están hechas de guijarros, con solo 4 cm de alto, y muestran ojos, nariz y boca. En Nevalı Çori, en el sudeste de Turquía, se conoce otra máscara de piedra en miniatura de tamaño similar.

Máscara en miniatura de Nevalı Çori (Dibujo: K. Schmidt, cortesía de H. Hauptmann).

Los ojos, la nariz y la boca, se representan de nuevo, y la parte posterior es cóncava. Dado el contexto de su hallazgo, se le puede suponer una datación situada a mediados del Neolítico Pre-Cerámico B. Además, este enclave de Nevalı Çori se ha hecho conocido por ser el primer lugar donde se descubrió un elemento característico e importante de la arquitectura del Neolítico Pre-Cerámico de la región: son los pilares en forma de T, aparentemente antropomórficos. Éstos se vinculan a otro yacimiento cercano que también ha producido una serie de máscaras comparables: Göbekli Tepe.

Fotografía aérea de Göbekli Tepe mostrando las áreas de excavación (Foto: E. Kücük, DAI).

Una de ellas es una máscara humana más grande que el tamaño natural y completa. Tiene 42 cm de altura, está hecha de piedra caliza, y se encontró durante los trabajos de limpieza llevados a cabo antes del inicio de las excavaciones realizadas en 1995.

La representación de la cara es minimalista, casi abstracta. Tiene los ojos muy tenues, sin boca, y la frente y la nariz están talladas de forma geométrica, casi como una 'T'. Esta forma de retratar el rostro humano es característica de la escultura antropomórfica tridimensional de Göbekli Tepe y, por lo tanto, es un claro indicador de que aquí se representa un rostro humano. Debido a su altura parece demasiado grande para ser usada, pero podría haber sido fijada a una pared o en otro tipo de soporte.

Máscara de tamaño natural de Göbekli Tepe (Foto: K. Schmidt, DAI).

El segundo ejemplo es otra pequeña máscara de 5,7 cm de altura, también hecha de piedra caliza, que se encontró en las capas superiores del relleno del Recinto D en 2001. Con una parte trasera cóncava, al igual que el espécimen hallado en Nevalı Çori, sigue el mismo principio minimalista que la gran máscara de Göbekli Tepe. De nuevo, está claro que se representa un rostro humano, pero las características individuales no están presentes. Los ojos ni siquiera son sugeridos, y la boca está ausente.

Máscara en miniatura de Göbekli Tepe (Foto: K. Schmidt, Dibujo: Ç. Köksal-Schmidt, DAI).


Colección de cabezas de piedra caliza naturalistas de tamaño natural halladas en Göbekli Tepe (Fotos: N. Becker, DAI).

La tercera máscara encontrada tiene una altura: 4.7 cm, y es de un tipo diferente. No solo está hecha de pedernal, sino que también es mucho más expresiva debido a las marcas curvas grabadas en su frente, no muy diferente de la máscara de Jerf el Ahmar mencionada anteriormente. Esto puede indicar una especie de tocado, pero el ajuste bastante bajo de las líneas también podría insinuar un tatuaje o una escarificación. La parte de atrás no fue acabada. Esta máscara fue encontrada en 2010, en un nivel estratigráfico alto, durante las excavaciones realizadas en el Recinto H, próximo al Pilar 51 (central).

Máscara en miniatura de Göbekli Tepe, hecha de una corteza de pedernal (Foto: N. Becker, DAI).

Una cuarta máscara, de 4,5 cm de altura, también se halló grabada en pedernal. Su forma sigue de nuevo la representación reducida de la cara de los dos primeros ejemplos, con ojos más pronunciados. Fue encontrada en 2008 junto al pilar central oriental del Recinto C.

Máscara en miniatura de Göbekli Tepe, grabada en un núcleo de sílex (Foto: K. Schmidt, DAI).

Mientras que la primera máscara fue hallada en la superficie y solo puede datarse de modo amplio en el Neolítico Pre-Cerámico, la segunda máscara descubierta en el relleno del Recinto D indica una datación en el Neolítico Pre-Cerámico A, al igual que la máscara del Recinto C, encontrada en posición cercana a uno de los pilares centrales. El recinto C ha sido dañado y perturbado en la prehistoria por un gran pozo dirigido hacia los pilares centrales, pero la máscara parece provenir de una capa de suelo intacta. La tercera máscara salió a la luz al lado de un pilar central del Recinto H. El círculo de piedras también fue dañado y perturbado en la prehistoria.

Tres de las máscaras descubiertas en Göbekli Tepe tienen estilos similares al ejemplo de Nevalı Çori, con caras no individualizadas. Sin embargo, en Göbekli Tepe la boca no está representada, mientras que la máscara de Nevalı Çori casi da la impresión de que la cara está gritando. Junto con los hallazgos de otros sitios, existe un gran repertorio de máscaras en diferentes estilos. Todos los tipos, con y sin boca, más individualizados o abstractos, también están bien atestiguados en el gran repertorio de esculturas de piedra caliza encontradas en Göbekli Tepe.
Selección de cabezas de piedra caliza halladas en Göbekli Tepe (Fotos: N. Becker, D. Johannes, K. Schmidt, DAI).

Su tratamiento, tras los episodios de relleno deliberado de zonas del enclave y dejadas en desuso, puede arrojar algo de luz sobre el uso de estas máscaras durante el Neolítico Pre-Cerámico.
Los ritos funerarios en Göbekli Tepe parecen haberse aplicado al sistema jerárquico de representaciones antropomórficas. Los pilares centrales de los recintos son abstractos y claramente antropomórficos. Los pilares circundantes también son estilizados, pero más pequeños, y contienen una decoración zoomorfa. Están orientados hacia los pilares centrales y evocan la asociación de una reunión.

Pilar 43 en el Recinto D, cuya rica decoración indica claramente el carácter aparentemente narrativo de muchos de los relieves (Foto: K. Schmidt, DAI).

La escultura naturalista-antropomórfica, que puede representar en parte a personas enmascaradas, es más pequeña e intencionalmente fragmentada. Las máscaras de piedra están fuertemente relacionadas con esta categoría a través del tratamiento de su forma y deposición.
Durante el relleno de los recintos, una selección de fragmentos, en su mayoría cabezas (¿enmascaradas?), así como máscaras completas, se colocaron dentro de los mismos, y con mayor frecuencia cerca de los pilares centrales.

Recinto interior D: uno de los pilares centrales del recinto (P18) frente al sedimento de relleno original, que ilustra la poderosa capa que forma el montículo (Foto: K. Schmidt, DAI).

Si asumimos que las máscaras de piedra son representaciones en miniatura -o sobredimensionadas- de máscaras orgánicas reales usadas por los humanos, ellas podrían atestiguar que la actividad ritual en Göbekli Tepe y otros enclaves incluían ceremonias con máscaras, donde los individuos representaban partes de una mitología compleja. Cuando los recintos se dejaron de usar, máscaras y miniaturas fueron enterradas en ellos, congelando así los rituales en el tiempo y el espacio.

Durante el Neolítico temprano en el Cercano Oriente las máscaras y el enmascaramiento desempeñaron un papel significativo en los rituales que recreaban relatos mitológicos estrechamente relacionados con la muerte, los cuales tenían lugar en sitios con edificios especiales y rica iconografía. Esta importancia aparentemente justificaba la fabricación complicada y lenta de esta parafernalia de máscaras pequeñas o de tamaño real. Y un pequeño número de las mismas es todo lo que queda de lo que probablemente fue una extendida tradición en el Neolítico primitivo de ceremonias o rituales con máscaras.

Plano esquemático del área de excavación principal de Göbekli Tepe (más el Recinto E) (Plan: K. Schmidt y J. Notroff, DAI).

Oliver Dietrich, Jens Notroff y Laura Dietrich, son asistentes de investigación en las excavaciones realizadas por el Instituto Arqueológico Alemán (DAI) en el Proyecto Göbekli Tepe, las cuales son llevadas a cabo, además, en estrecha cooperación con el Museo Şanlıurfa Haleplibahçe. La investigación arqueobiológica es conducida por el Instituto de Paleoanatomía, Investigación de la Domesticación e Historia de la Medicina Veterinaria de la Universidad Ludwig-Maximilians, en Munich. El proyecto está financiado por la DAI y la Fundación de Investigación Germana (DFG). Para obtener más información sobre su investigación en el sitio, ver el blog "The Tepe Telegrams".

Fuente: asor.org | 24 de septiembre de 2018

¿Un Stonehenge en Toledo?

Foto: Vista global del crómlech de Totanés || Créditos: A. Pérez Verde

Stonehenge es uno de los monumentos más enigmáticos del mundo. De forma circular, fue construido con grandes rocas hace 5.000 años, a finales del Neolítico, en el actual condado de Wiltshire, al sur de Inglaterra. Cinco milenios después, los científicos siguen sin ponerse de acuerdo. Unos piensan que sirvió como enterramiento, otros lo reconocen como templo religioso y hay quienes lo consideran un observatorio astronómico. A miles de kilómetros, en Totanés (Toledo), los arqueólogos de Cota 667 creen haber encontrado una estructura similar que data de la misma época. Un hallazgo que puede cambiar la vida de esta pequeña localidad toledana.

Las piedras, dispuestas en circunferencia, emergen de la tierra de La Dehesilla, una finca particular. Sus 107 hectáreas están divididas por una carretera secundaria, la que conecta Totanés con Pulgar. En su margen derecha hay tres hectáreas repletas de piedras, estériles para la agricultura. Ildefonso Gutiérrez se crió entre ellas. Nació hace 63 años en esta parcela arrendada por su padre que antes gestionaron su abuelo y su bisabuelo. “Era una zona que no se podía labrar y que los días de lluvia servía como refugio de caza”, explica este ganadero, que creció pensando que aquella estructura tenía algún significado.

Disposición de las piedras que forman el crómlech de Totanés, en Toledo. COTA 667

Gutiérrez se convirtió en 2011 en el alcalde de Totanés, un municipio de apenas 380 habitantes situado en la comarca de los Montes de Toledo, en una llanura surcada por barrancos y arroyos que desembocan en el río Tajo. “Nos encontramos en una encrucijada de caminos. Tenemos cierta historia, pero nadie le ha dado importancia”, explica el regidor. El 7 de abril cumplió uno de sus sueños: inaugurar un museo paleontológico y arqueológico. En sus vitrinas se exponen arados romanos y fósiles, entre ellos trilobites de un yacimiento cercano al pueblo.

Hace dos años los miembros de Cota 667, un grupo formado por arqueólogos e investigadores, visitaron Totanés para estudiar el verraco esculpido en granito de origen vetón que preside la Plaza Mayor. El alcalde aprovechó para sugerirles un paseo por el campo con la intención de mostrarles las piedras que le habían intrigado desde que era un niño. Al ver su disposición, uno de los integrantes de la expedición afirmó que se trataba de un crómlech, un monumento megalítico formado por decenas de menhires. “Estamos muy ilusionados. Al pueblo le va a beneficiar”, reconoce Gutiérrez. Una alegría que comparte con Teresa Sendín, de 78 años y propietaria de la finca: “Me quedé perpleja. Nunca me había fijado en las piedras”.


“Es un descubrimiento muy importante porque se trataría del único crómlech de la meseta”, indica María Quejigo, arqueóloga de Cota 667. En la península Ibérica solo hay algo parecido en Oiartzun, Gipuzkoa, y en la región de Évora, en el sur de Portugal.


Quejigo relata que su grupo está trabajando ya en el hallazgo, que tendrán que excavar. “No hay dudas de que es una estructura antrópica, pero nos enfrentamos al problema de que pudo ser construido por el hombre en el siglo XVIII, por ejemplo”. Por eso es necesario datar las piedras, que esta investigadora enmarca entre 5.000 y 2.500 años antes de Cristo, un momento en el que las comunidades dejan de ser nómadas y se convierten en sedentarias.

El consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla La Mancha, Ángel Felpeto, visitó Totanés (Foto: Castilla La Mancha).

Quejigo explica que deberán realizar diferentes pruebas, como la del magnetómetro, un instrumento capaz de localizar metales bajo el suelo. “Encontrarlos nos ayudaría a datar la estructura y a conocer si la usaron como lugar de culto”, indica la investigadora. También se efectuará un estudio palinológico, del polen, para determinar qué tipo de vegetación había en el lugar en el momento que se levantó la estructura, y otro carpológico, para detectar semillas y hallar restos de prácticas rituales, como la quema de ofrendas vegetales.

Elena Gutiérrez, concejal de Cultura, considera que el hallazgo puede paliar la pérdida de demografía y evitar la desaparición de Totanés, cuyos vecinos se dedican principalmente a la agricultura. “Si se confirma, el crómlech puede atraer turismo, crear empleo y darnos vida”.

Fuentes: elpais.com | elconfidencial.com | 23 de septiembre de 2018

Arqueólogos egipcios descubren una antigua e inmensa construcción en Giza

Gran baño romano y cámara probablemente para rituales religiosos descubiertos en la ciudad de Mit Rahina (Ministerio de Antigüedades de Egipto vía AP). Foto: Xinhua.

Arqueólogos egipcios descubrieron una antigua construcción de grandes dimensiones en la provincia de Giza, anunció hoy el Ministerio de Antigüedades de Egipto.

La construcción fue descubierta en la localidad de Mit Rahina, a 20 kilómetros al sur de El Cairo, informó Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, en un comunicado.

La construcción mide 17 metros de largo por 15 metros de ancho, añadió Waziri, lo que sugiere que era parte de un complejo residencial en el área, que fue la antigua capital egipcia de Menfis.


Menfis, fundada alrededor del año 3.100 a.C., fue hogar de Menes, el rey que unió al Alto y al Bajo Egipto.

Una construcción más fue encontrada

Waziri comentó que los antiguos egipcios utilizaron ladrillos de barro para cimentar la construcción, y que los muros exteriores, barda y sótano fueron construidos con ladrillos rojos.
Los arqueólogos también encontraron una construcción anexa que incluye un gran baño romano y una cámara posiblemente para rituales religiosos.

Cubeta hallada en una cámara que probablemente se usó para rituales religiosos (Ministerio de Antigüedades egipcio a través de AP).

Otra habitación en la parte noreste de la construcción podría pertenecer a los sirvientes, agregó.
Egipto ha tenido varios grandes descubrimientos arqueológicos en el último par de años en diferentes partes del país, con lo que espera reactivar el sector de turismo debilitado luego de dos levantamientos en la nación.


Fuentes: chispa.tv | independent.co.k | 25 de septiembre de 2018