La Ruta de la Seda ya albergaba a pastores de alta montaña hace más de 4.000 años

El valle de Ferganá, rodeado por altas montañas, es una de las regiones agrícolas más ricas de Asia Central. Foto de William Taylor.

Al analizar proteínas antiguas y ADN recuperado de pequeñas piezas de hueso animal, arqueólogos del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH) y del Instituto de Arqueología y Etnografía (IAET) de la Academia Rusa de Ciencias-Siberia han descubierto evidencias de que animales domésticos -vacas, ovejas y cabras- se abrieron camino hacia los corredores de alta montaña del sur de Kirguistán hace más de cuatro milenios.

Mucho antes de la creación formal de la Ruta de la Seda, los pastores que vivían en las montañas de Asia Central ayudaron a formar nuevos vínculos culturales y biológicos en toda la región, según se describe en un artículo sobre un estudio que se publica en la revista PLOS ONE.


Sin embargo, en muchos de los canales más importantes de la Ruta de la Seda, incluido el Valle de Alay, en Kirguistán (un gran corredor de montaña que une el noroeste de China con las ciudades oasis de Bujara y Samarcanda), se sabe muy poco acerca de las formas de vida de los primeros habitantes en los siglos y milenios anteriores a la era de la Ruta de la Seda.


En 2017, un equipo internacional de investigadores, dirigido por la Dra. Svetlana Shnaider (IAET), la Dra. Aida Abdykanova (Universidad Americana de Asia Central) y el Dr. William Taylor (MPI-SHH), identificaron una serie de enclaves nunca antes vistos habitados a lo largo de los márgenes de las montañas que forman la frontera sur de Kirguistán con Tayikistán. Las excavaciones de prueba y el estudio en estos sitios dieron como resultado huesos de animales que prometían arrojar luz sobre cómo los habitantes del valle de Alay habían gestionado la región en el pasado.

Sin embargo, cuando Taylor y sus colegas analizaron los huesos que se habían recuperado, eran tan pequeños y se habían roto tanto que los investigadores ya no podían usar su tamaño y forma para identificar a qué especies pertenecían originalmente. «Llegar tan cerca de comprender la economía temprana de una de las vías más importantes de la Ruta de la Seda, y llegar con las manos vacías, fue increíblemente desalentador», dice Shnaider.

La Dra. Svetlana Shnaider, el Dr. Andrei Krivoshapkin y el Dr. M Krajcarz analizan una capa cultural en la roca epipaleolítica de Obishir-V. Foto byM. Krajcarz.

Pastoreo de ovejas, cabras y reses

Taylor y sus colegas aplicaron entonces una técnica conocida como Zooarqueología por Espectrometría de Masas, o ZooMS. Se trata de un método que utiliza una espectrometría de masas basada en el láser para identificar los bloques péptidos que forman el colágeno dentro del propio hueso (los péptidos difieren entre los taxones animales y producen «huellas digitales» únicas que se pueden usar para identificar piezas de hueso que de otra manera no serían reconocibles).

Con esta técnica, Taylor y sus colegas descubrieron que las personas que vivían en el Valle de Alay comenzaron a pastorear ovejas, cabras y reses hace al menos 4.300 años. Al combinar su trabajo con la investigación de ADN antiguo en la Universidad de Toulouse, Francia, también encontraron que, en los siglos posteriores, cuando el comercio de la Ruta de la Seda floreció en toda la región, el transporte de animales como caballos domésticos y camellos bactrianos se hizo cada vez más importante en el valle de Alay.


Conducción de caballos a lo largo de una carretera que une el valle de Alay, una parte importante de la antigua Ruta de la Seda, con la ciudad de Osh, en el extremo oriental del valle de Ferganá. Crédito de la imagen: William Taylor.

Para Taylor, esta investigación es especialmente importante debido a la variedad de posibilidades que apunta la investigación arqueológica en las altas montañas del interior de Asia. En muchas partes de la región, los conjuntos óseos fragmentados como los analizados en este estudio son comunes en el registro arqueológico. «Este estudio nos muestra que los métodos biomoleculares como el ZooMS y el ADN antiguo pueden analizar huesos fragmentados que casi no tienen valor para los arqueólogos y abrir un mundo completamente nuevo de ideas sobre la historia humana en Asia Central», concluye.


Grabados de la Edad del Hierro en los que se muestra una cabra y un caballo en un sitio arqueológico cerca de la ciudad de Osh, en Kirguistán. Foto de William Taylor

Fuentes: eurekalert.org | thediplomat.com | dailymail.co.uk| 31 de octubre de 2018

Descubren en dos niños neandertales la contaminación por plomo más antigua en homínidos

El diente de uno de los niños neandertales analizado © Tanya Smith y la Universidad de Griffith

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto, gracias al análisis de los restos de dos niños neandertales, la más antigua contaminación por exposición al plomo en el hombre hasta la fecha, unos hallazgos que datan de hace 250.000 años.
El descubrimiento, realizado en el sitio arqueológico de Payre en Ardèche, región del sureste francés, demostró la contaminación por plomo que sufrieron los dos menores a partir de la presencia de este elemento químico en sus esmaltes dentales.

"Visiblemente murieron por envenenamiento de plomo, pues los individuos vivieron en una zona -cerca de minas- con suficiente plomo como para que se registrara en sus dientes", afirmó a Efe la investigadora del Centro francés para la Investigación Científica Marie-Hélène Moncel (izquierda).
Moncel aseguró también que "los investigadores han aplicado métodos innovadores para descubrir su manera de alimentarse o las fechas de sus nacimientos, recurriendo al hecho de que los dientes crecen en ritmo y forma similar a los anillos de los árboles".

Moncel, investigadora que lidera el proyecto, fue quien encontró los restos humanos que datan de hace 250.000 años de estos dos ejemplares denominados "neandertales antiguos o preneandertales".

Los científicos también pudieron realizar otros hallazgos como que los menores cayeron enfermos durante la temporada invernal o que uno de ellos nació en primavera.
Después de analizar las concentraciones de bario -un marcador del consumo lácteo en el organismo-, se ha llegado a la conclusión de que los niños fueron amamantados hasta la edad de dos años y medio.


Ver vídeo en este enlace.

El estudio, publicado hoy en la revista Science Advances, supone un avance significativo en el conocimiento de los hábitos de vida de los neandertales.

"El objetivo es saber cómo se supieron adaptar al clima en Europa y a las bruscas variaciones climáticas a las que fueron sometidos unos seres que sobrevivieron durante 300.000 años. No creo que nosotros sobrevivamos tanto", vaticina la investigadora. EFE.

Fuente: lavanguardia.com | lefigaro.fr | 31 de octubre de 2018

Un estudio plantea la ruta más probable de los primeros humanos que llegaron a Australia

Mapa de islas del sudeste asiático que muestra las rutas de Birdsell (1977) de Sunda a Sahul. La ruta 1 se dibuja en rojo con tres alternativas (1A, 1B y 1C) indicadas. La ruta 2 se dibuja en azul con dos alternativas (2A y 2B) también indicadas. La extensión de las plataformas continentales hace 65.000 alos se indica mediante un sombreado gris oscuro. La investigación realizada por la Universidad Nacional de Australia muestra que la ruta roja del norte fue la más probable. Mapa suministrado por Shimona Kealy / ANU.


Un nuevo estudio de la Australian National University (ANU) indica la ruta más probable que tomaron los ancestros de los aborígenes para llegar a Australia por primera vez hace decenas de miles de años.

La co-investigadora principal del estudio, Shimona Kealy, dijo que estas gentes probablemente viajaron a través de las islas del norte de Indonesia hacia Nueva Guinea y luego a Australia, las cuales formaban parte de un solo continente hace entre 50.000 y 70.000 años, cuando los niveles del mar estaban entre 25 y 50 metros por debajo del nivel actual.

"Hemos creado un tipo de mapa del tesoro con la probable ruta a través de la tierra y el agua que estas increíbles gentes tomaron para llegar a Australia", dice la profesora Kealy, doctora en la Escuela de Cultura, Historia y Lenguaje, e investigadora asociada al Centro de Excelencia ARC para la Biodiversidad y el Patrimonio de Australia en la ANU.

"Hemos recorrido todas las islas que queremos explorar más a fondo para encontrar pruebas arqueológicas y comprobar si este es el camino que tomaron. Los arqueólogos aún tienen que explorar la mayoría de las islas del norte de Indonesia en busca de asentamientos humanos que precedan a los sitios más antiguos que se encuentran en Australia. Estas islas podrían ser la clave del misterio de cómo los primeros humanos llegaron a las costas de Australia", explica la Dra. Kealy.

Foto: Shimona Kealy (izquierda) y la profesora Sue O'Connor de la Escuela de Cultura, Historia y Lenguaje de ANU.

Los hallazgos cuestionan la teoría popular de que estos primeros aventureros viajaron desde el sudeste asiático a través de Indonesia y Timor, y luego a través del mar hasta llegar a las costas de Australia y la zona que hoy forma parte del Territorio del Norte.

El estudio modeló la ruta de menor coste desde el sudeste asiático hasta Australia, considerando factores como la dificultad para viajar cuesta arriba, la visibilidad en el mar, el acceso al agua dulce a lo largo de las muchas vías potenciales y la sofisticación de la tecnología marítima en ese momento.
La Dra. Kealy dijo que las dataciones más antiguas para la ocupación humana del continente Australia-Nueva Guinea (conocido como Sahul) representaban la evidencia más temprana e indirecta de seres humanos en cualquier parte del mundo.

Caminos de menor coste entre Sunda y Sahul hace 65.000 años. Las líneas negras indican caminos: H = alta favorabilidad marítima; M = moderado; L = bajo. Los puntos negros indican los posibles puntos de salida de Sunda. La línea azul marino indica orillas de desembarco de Sahul. Las líneas azules indican la extensión de la isla reconstruida hace 65.000 años. El sombreado de fondo representa la superficie de coste de favorabilidad (con tonos más oscuros se indica un coste más alto).

"Este estudio ayuda a contar la historia de Australia, en particular para los pueblos indígenas, y reconoce la valentía, la innovación, las tecnologías y habilidades marítimas, de estos primeros humanos modernos", afirma la Dra. Kealy.

Las islas directamente al norte y al oeste de Sahul (conocidas como Wallacea) nunca estuvieron conectadas con el continente, lo que requirió múltiples cruces de agua exitosos al este del continente del sudeste asiático (Sunda).

Caminos de menor costo entre Sunda y Sahul hace 70.000. Las líneas negras indican caminos: H = alta favorabilidad marítima; M = moderado; L = bajo. La línea más grande y sólida indica los caminos más probables; la línea delgada/punteada indica la ruta alternativa secundaria. Los puntos negros indican los posibles puntos de salida de Sunda. La línea azul marino indica orillas de desembarco de Sahul. Las líneas azules indican la extensión de la isla reconstruida hace 70.000 años. El sombreado de fondo representa la superficie de coste de favorabilidad (con tonos más oscuros se indica un coste más alto).

"Estas personas saltaron a lo largo de estas islas, probablemente buscando un lugar para vivir donde pudieran tener acceso a alimentos básicos, materias primas y otros recursos. La visibilidad entre islas habría sido un hecho muy favorable para permitir este espíritu aventurero", sostiene la Dra. Kealy.

Mapa: La ruta más probable tomada por los antepasados ​​de la población indígena de Australia. KEALY, ET AL.

La investigadora y coautora del estudio, la profesora Sue O'Connor, de ANU, dijo que la ruta alternativa propuesta a través de Timor hacia la costa noroeste de Australia se considera ahora menos probable como resultado del modelado de la ruta de menor coste realizado en este estudio.
"La ruta sugerida a través de Timor también se considera menos probable, dado que la evidencia arqueológica más completa indica que los primeros asentamientos humanos en Timor son mucho más recientes que los encontrados en Madjedbebe, en Arnhem Land, en el Territorio del Norte", añade la profesora O'Connor.

Fuentes: Australian National University | theguardian.com | 31 de octubre de 2018

La exposición 'Galaicos. Un pueblo entre dos mundos' llega al Museo Arqueológico Nacional para "romper tópicos"

El ministro José Guirao y la presidenta de la diputación pontevedresa Carmela Silva, atienden al comisario de la muestra Rafael Rodríguez .

Con el objetivo de "romper tópicos" del pasado de la provincia de Pontevedra y dar a conocer este punto de la geografía española que fue estratégico entre el Atlántico y el Mediterráneo, así llega al Museo Arqueológico Nacional (MAN) "Galaicos. Un pueblo entre dos mundos".

Desde mañana y hasta el 3 de febrero de 2019, el MAN propone esta nueva muestra en la que a través de 65 objetos arqueológicos , réplicas, imágenes y fotografías, así como 21 ilustraciones, textos y recursos audiovisuales, confluirán el "paisaje, patrimonio y emociones" del pasado de la cultura galaica.
Así lo ha explicado la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, en la presentación de esta propuesta que llega a Madrid como un relato para visibilizar el patrimonio cultural de esta provincia gallega en el que se puede comprobar, según sus palabras, cómo era una "sociedad abierta y muy creativa".

El alcalde de A Guarda, Antonio Lomba, en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid.

"Nuestra posición era muy estratégica, estábamos a cuatro días de navegación de Cádiz y a cuatro días de navegación de Cardiff (Reino Unido)", ha matizado sobre el pasado de este territorio que guarda una de las arquitecturas de la Edad del Hierro mejor conservadas de la Península Ibérica.
Así, y "a modo de viaje", la muestra se articula alrededor de cinco ámbitos cronológicos: Campesinos y guerreros. Edad del Bronce Final (1.500 -800 a.C.); Poblados fortificados de la primera Edad del Hierro (800-400 a.C.); el Atlántico se abre al Mediterráneo (400 -19 a.C.); en la esfera de Roma: Gallaecia (siglos I-III) y la provincia de Gallaecia (finales del siglo IV-siglo VI).

Y entre los objetos representativos de cada etapa se encuentran, entre otros, el casco de Leiro, la estela de guerrero de Castrelo do Val, el puñal de A Lanzada, la diadema de Elviña, el ara del Monte do Facho o el brazalete de Meis.

Casco de Leiro (Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón, A Coruña)

Tessera hospitalis, Caurel. Museo Provincial de Lugo (Deputación de Lugo)


Comisariada por el arqueólogo Rafael Rodríguez y el experto en patrimonio cultural Antoni Nicolau, "Galaicos", según ha coincidido, es "fruto de la investigación científica" y no una "exposición para frikis de la arqueología".

"Queremos contar ese proceso de transición en el noroeste donde se pasó de estar en un marco cultural atlántico a un marco mediterráneo. Y con eso queremos luchar contra la estigmatización de esta Galicia como un lugar apartado", ha destacado.

Ánfora para vino del Mediterraneo oriental hallada en Galicia, lo que demuestra las conexiones culturales entre ambos extremos.


Por su parte, para Román Fernández-Baca, director general de Bellas Artes, se trata una propuesta expositiva en la que "los protagonistas son las personas, los objetos y las ideas" y en la que se podrá compartir "lo que nos une y admirar lo que nos separa".


Inaugurada por el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, la exposición presenta también dos audiovisuales, siete proyecciones asociadas a objetos del mundo atlántico y mediterráneo que aparecen en yacimientos galaicos, así como 24 vitrinas que ocupan 210 metros cuadrados de exposición.

"Galaicos" ha sido organizada por el Ministerio de Cultura y Deportes, a través del Museo Arqueológico Nacional y la Diputación de Pontevedra, y ha contado también con la participación de 10 museos gallegos y de comunidades limítrofes y 12 empresas implicadas.
Tras su paso por Madrid, la muestra viajará a Valencia y después a Jaén.

Fuente: eldiario.es| 31 de octubre de 2018

La exposición 'El arte de reproducir el arte', en Altamira (Cantabria)

El Museo de Altamira, en colaboración con el Pole International de la Préhistoire de la Dordoña, exhibe hasta finales de diciembre una muestra sobre las técnicas para reproducir el arte rupestre, y su evolución desde los primeros dibujos del siglo XIX hasta los actuales modelos 3D.

La exposición propone una inmersión en el universo de los facsímiles, tanto físicos o virtuales, de las cuevas con arte rupestre, tomando como ejemplo la Neocueva de Altamira en Cantabria, Lascaux Centre International de l'Art parietal y la Caverne du Pont d'Arc, ambos en Francia.
La muestra lleva como título 'El arte de reproducir el arte. Pared, Pigmento, Pixel' y en ella se puede contemplar uno de los fragmentos de la réplica de la cueva de Lascaux, procedente del Atelier des Fascimiles de Périgord.

Otra de las piezas centrales de la exposición es el dibujo del techo de los polícromos de Altamira realizado por Paul Ratier, obra perteneciente a la colección del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander.

Esta obra fue realizada por encargo personal de Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor del arte de Altamira, para ilustrar sus «Breves apuntes», publicación donde dio a conocer su hallazgo en 1879.
El recorrido se cierra con un audiovisual inédito, realizado expresamente para esta exposición, y en el que el espectador puede sumergirse, virtualmente, en la cueva de Altamira y compartir la vida recreada de las mujeres y hombres paleolíticos en su interior.
La inauguración de la muestra contó con la presencia del director del Pole International de la Préhistoire, Gilles Muhlach-Chen; del subdirector general de Museos Estatales del Ministerio de Cultura, Miguel González Suela; del alcalde de Santillana, Isidoro Rábago; y la directora de Altamira, Pilar Fatás.

La exposición reúne diversos instrumentos tecnológicos utilizados en la construcción de la Neocueva de Altamira, como los cedidos por el Instituto Geográfico Nacional, organismo encargado de realizar los trabajos topográficos y fotogramétricos para la réplica.

Fotogametría

Así, y mediante la fotogrametría, se llegó a definir de forma exhaustiva la topografía del techo de la sala de polícromos, llegándose a medir 40.000 puntos por metro cuadrado, hasta un total de 5.800.000 puntos.

Junto a ello, se pueden contemplar paneles y maquetas sobre los diferentes yacimientos, las cámaras fotográficas de uno de los pintores de la Neocueva, Pedro Saura, y otras piezas cedidas por diferentes museos como la ortoimagen del techo de los polícromos procedente del Museo de San Isidro de Madrid.

En la presentación, Fatás aseguró que la exposición brinda la oportunidad de contar al público, por primera vez, el proceso de conceptualización y ejecución de la reproducción de la cueva de Altamira, la primera de las reproducciones modernas de cavidades con arte rupestre.
A su vez, Gilles Muhlach-Chen destacó el «enorme valor» de las réplicas del arte rupestre en el desarrollo cultural, científico y turístico, así como en la puesta en valor de los territorios donde se ubican.

Por su parte, Miguel González Suela resaltó la importancia de las copias del arte rupestre «porque difunden su conocimiento, despierta la curiosidad y fomenta la sensibilidad hacia el patrimonio que reproduce».



Fuente: eldiariovasco.com | 3 de octubre de 2018

Homo sapiens pudo originarse gracias a un cambio climático

Lago Magadi. Fuente: Biashara.

El clima ha tenido un impacto decisivo en el devenir de la evolución del linaje humano. Hace unos tres millones de años, el progresivo enfriamiento del planeta y la consecuente aridez sobrevenida en el continente africano propició la consolidación del Sahara y la formación de enormes extensiones de sabana en este y el sur del continente. Ese fue el momento del surgimiento de homininos diferentes a los australopitecos, que terminaron por extinguirse. Su lugar fue ocupado por las especies de los géneros Paranthropus y Homo, que tuvieron capacidad genética para adaptarse a las nuevas condiciones. Cuando desaparecieron los parántropos, hace aproximadamente un millón de años, la genealogía humana quedó reducida a las especies de Homo. Su capacidad adaptativa les permitió primero salir de África y más tarde expandirse por toda Eurasia. En África prosperó la especie Homo ergaster, que inventó la tecnología achelense hace 1.700.000 años y reinó en buena parte de África durante milenios. El clima fue perfecto para su vida en las sabanas de África, incluyendo la franja del norte de este continente, entre el desierto del Sahara y el Mediterráneo.

Pero el clima cambia continuamente y condiciona la estabilidad de las especies. Un equipo internacional de 17 especialistas liderado por Bernhart Owen (Universidad Baptista de Hong Kong) ha realizado un estudio de los cambios climáticos en el este de África durante el último millón de años. Sus resultados se han publicado a mediados de octubre en la revista de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos (PNAS). Los efectos del clima quedan registrados en los sedimentos que se acumulan en las cuencas marinas o en el fondo de los lagos. La propia composición de los sedimentos acumulados o su contenido en polen revela cambios en el clima. Los investigadores realizaron en 2014 una perforación de 187 metros de profundidad en los sedimentos depositados en el lago Magadi, que se localiza en el sur de Kenia, en la tierra habitada por los Masai. Este lago forma parte del Rift africano, donde prosperaron los miembros de las especies del género Homo durante los dos últimos millones de años.

En este tipo de investigaciones es importante conocer la composición geoquímica de los sedimentos, que se forman y depositan en condiciones muy particulares. Además, las diatomeas, algas unicelulares que forman parte del fitoplancton, son excelentes marcadores climáticos. Lo mismo puede decirse del polen de las plantas, que dan una excelente visión de la vegetación de cada momento y, por tanto, de las condiciones climáticas reinantes en un determinado lugar. Las diatomeas y el polen quedan atrapados en los sedimentos, donde fosilizan lentamente. El trabajo de identificación de las diferentes especies que se obtienen a lo largo de la columna extraída por la perforación conlleva un trabajo ímprobo, pero sus resultados son muy reveladores de las variaciones climáticas a lo largo del tiempo. Por descontado, es necesario conseguir buenos datos de la antigüedad de cada tramo de la columna recuperada por la perforación, un trabajo que requiere el concurso de profesionales de la geocronología.

Los resultados del estudio muestran una progresiva aridez del este de África, que tuvo un pico importante hace entre 525.000 y 400.000 años. Durante este período se produjo una extinción de diferentes especies de mamíferos de gran tamaño en la región, que más tarde fueron sustituidas por otras especies de menor tamaño. A partir de 400.000 años la tendencia a la aridez fue constante, pero con épocas de bonanza climática (mayor humedad) ligadas a los cambios orbitales del planeta. Todo parece indicar que el período transcurrido entre hace 500.000 y 400.000 años fue crítico para las poblaciones de Homo ergaster. La tecnología achelense comenzó a desaparecer, como atestigua el registro arqueológico. Es muy probable que esa época fuera la última que vivieron nuestros ancestros de la especie Homo ergaster. Su capacidad de adaptación a las nuevas condiciones fue insuficiente y terminaron por extinguirse. De aquella época existe alguna constancia de otros humanos diferentes, que resistieron el cambio. Hace unos 320.000 años el registro arqueológico ofrece un cambio sustancial. Las herramientas del período denominado “Middle Stone Age” (MSA) empiezan a ser muy frecuentes en el este de África. Esta tecnología se generalizó hace unos 280.000 años y persistió hasta hace unos 50.000-25.000 años. La presencia del MSA está ligada al surgimiento de humanos atribuidos a las primeras poblaciones de Homo sapiens, que habrían terminado por sustituir a la especie Homo ergaster de todos los ecosistemas habitables de África.

Una vez más han vuelto a obtenerse inferencias que muestran una clara relación entre las modificaciones climáticas y el recambio en los humanos que poblaron un determinado territorio. Si el origen del género Homo está ligado al progresivo enfriamiento del planeta, nuestra especie prosperó gracias al empeoramiento de las condiciones climáticas en el este de África. La reflexión es muy evidente, ¿qué sucederá cuando el clima sufra un nuevo cambio drástico?, ¿tendremos avances tecnológicos suficientes para hacer frente a ese cambio? Solo hay algo seguro: el clima cambiará sí o sí. Y no me refiero solo a la elevación de la temperatura provocada por el efecto antrópico de nuestra civilización, cuyas consecuencias ya estamos notando.

Fuente: quo.es | 30 de octubre de 2018