La última campaña de investigación de Orce (Granada) arroja "utensilios del homínido más antiguo de Europa"

Excavaciones arqueológicas en Orce. UGR

La última campaña de excavaciones acometida en los yacimientos de Barranco León, Venta Micena y Fuente Nueva 3 del enclave arqueológico y paleontológico de Orce (Granada), que acaba este mismo martes, ha supuesto el hallazgo de "utensilios del homínido más antiguo de Europa", según un comunicado de la Universidad de Granada.

El delegado territorial de la consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en Granada, Antonio Granados, acompañado por el alcalde de Orce, José Ramón Martínez, y el director del equipo de investigación del proyecto de excavación de Orce que lidera la Universidad de Granada, Juan Manuel Jiménez Arenas, han visitado esta tarde los trabajos de excavación que se llevan a cabo en el yacimiento de Fuente Nueva III para conocer in situ los últimos hallazgos que ha arrojado la campaña que se cierra este martes tras haber arrancado a comienzos de mes.

Antonio Granados ha señalado que durante tres semanas un equipo interdisciplinar e internacional coordinado por la Universidad de Ganada (UGR) ha estado trabajando para generar el máximo de información posible a partir del rico patrimonio que las tierras de Orce atesora, el cual conserva los restos de homínido más antiguos de Europa. "De ahí el compromiso de la Junta de Andalucía en poner en valor los yacimientos e incluso la comarca", ha comentado.

Foto: Juan Manuel Jiménez Arenas, director de la excavaciones en Orce.

Por su parte, Jiménez Arenas ha destacado que los yacimientos de la zona arqueológica 'Cuenca de Orce' no dejan de reportar sorpresas, confirmando que "estamos ante los sitios más importantes para comprender el primer poblamiento humano de Europa occidental". Asimismo, ha apuntado como novedades más significativas de esta campaña de excavación la rica y variada industria lítica objeto de la investigación, con elementos que "son significativamente avanzados para la cronología" abordada en la investigación, que se remonta a unos 1,4 millones de años atrás.
"Los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3 han proporcionado, solo en este año, alrededor de 50 piezas que son fundamentales para entender el modo de vida de nuestros antepasados más remotos. Lascas afiladas para procesar cadáveres y percutores para extraer las lascas antedichas, elementos de mayor peso y contundencia para fracturar huesos y extraer la médula ósea", ha detallado.

Foto: Industria lítica hallada en el yacimiento Fuente Nueva III en una campaña anterior

El director del proyecto ha incidido en que también han sido encontrados huesos con marcas de corte y evidencias de fracturación humana que confirman que los útiles fabricados fueron usados in situ. Asimismo, ha señalado que desde el punto de vista paleontológico y patrimonial, se ha trabajado en las defensas del gran mamut, el Titán del Pleistoceno a cuyo alrededor se han documentado una decena de piezas líticas.

Jiménez Arenas ha explicado igualmente que en el yacimiento de Venta Micena se ha seguido trabajando en la gran acumulación de fósiles del sector noreste y, sobre todo, en la caracterización del clima y hábitat de este momento tan importante, puesto que se trata de los albores de la llegada de los humanos a este rincón de la geografía. "Los resultados preliminares indican condiciones de mayor aridez, lo que posiblemente se convirtió en un factor limitante para la presencia humana. Igualmente, se ha recuperado un hueso con evidentes marcas de mordeduras de carnívoros", ha precisado.

Foto: Investigadores en la excavación / R. G.

Se ha restaurado un asta casi completa del gran ciervo del Pleistoceno Inferior, el Praemegaceros verticornis. El investigador de la UGR ha precisado además que en Fuente Nueva III se ha podido documentar una serie de molares pertenecientes a ejemplares de diferentes edades que ayudarán a los especialistas a entender cómo se desarrollaban estos colosales animales.

Junto a ellos, un diente de hipopótamo juvenil, apenas erupcionado, que no presenta ningún desgaste y muestra todos sus caracteres morfológicos. "Sobre todo los dientes están proporcionando una información muy valiosa para reconstruir el clima de los momentos en que los humanos habitaron por primera vez el continente europeo", ha precisado.

Foto: Restos paleontológicos de Mammuthus meridionalis, Museo de Prehistoria de Orce.

El delegado Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Granada, Antonio Granados, ha garantizado el compromiso del Gobierno andaluz para «poner en valor los yacimientos e incluso la comarca».

La idea, ha dicho, es que el Ayuntamiento de Orce, la Universidad de Granada y la Junta vayan de la mano y los hallazgos redunden en una revitalización de la zona norte de la provincia.
Ha adelantado que la Junta pretende trabajar en un plazo corto, quizá de un año, para sumar a la visión científica e investigadora otra también museística que refleje las singularidades de Orce.


Foto: Otra imagen de la excavaciones que se realizan en Orce

Fuente: lavanguardia.com| 22 de julio de 2019

Descubren los restos de una villa romana que exportaba vino por todo el Imperio en Badalona (Barcelona)

Una intervención arqueológica en el solar de una antigua fábrica de Badalona ha permitido documentar la existencia de una antigua villa romana de más de 2.600 metros cuadrados - EFE

Los preparativos para la construcción de una promoción de edificios en un solar de Badalona (Barcelona) ha sacado a la luz los restos arqueológicos de una villa romana, ubicada en los suburbios de la antigua Baetulo (Badalona), dedicada a la producción y exportación de vino por todo el Imperio Romano.

Se trata de un yacimiento de más de 2.600 metros cuadrados localizado en el terreno que ocupaba la antigua fábrica textil La Estrella, en el que hay proyectadas 369 viviendas y una nueva escuela y cuyas obras podrían empezar en 2021 en función de cómo avancen los trabajos arqueológicos.
Tal como ha explicado durante la visita la arqueóloga del Museo de Badalona, Clara Forn (izquierda), el descubrimiento muestra un «espacio productivo» parecido a lo que actualmente sería una masía y en la que «los amos no vivían directamente, sino que la controlaban, aunque pudieran tener una o dos habitaciones».

El conjunto lo forman los espacios donde se encontraban las prensas de vino, diferentes tipos de depósitos, además de los silos donde se almacenaban granos y donde se maceraba el vino.
«También hemos encontrado otro espacio cercano a la villa que sería un almacén y un reservado para dolia -contenedores cerámicos para fermentar el vino- donde se haría la maceración, los trabajos de reparación e incluso donde podrían dormir los trabajadores de esta explotación agraria», ha continuado Forn.


Según la arqueóloga, uno de los aspectos más destacados del yacimiento es una inscripción de piedra con el nombre «Porcius» que han relacionado con Marcus Porcius, un gran productor local ligado a la ciudad romana de 'Baetulo' que se dedicaba a comerciar por todo el Imperio entre finales del siglo I a.C. e inicios del I d.C.

Tal como ha detallado el director de la intervención arqueológica, Iñaki Moreno (derecha), este empresario romano mandaba marcar con su nombre ánforas que han sido encontradas por el litoral francés, en Roma e incluso en Londres, lo que pone de relieve tanto la importancia de su figura como la posibilidad de que Baetulo fuera el lugar desde donde operaba.
Por ese motivo, ha explicado, «los restos de los fundamentos de esta villa muestran el momento en el que ésta se enriquece, se monumentaliza y se convierte en potencia económica gracias a la exportación de vino».


Foto: candil con forma de reciario

«Pieza única»

Otra de las piezas clave de la excavación y que también pasará a formar parte del acervo del museo de la ciudad es un candil con forma de reciario -gladiador romano-, una «pieza única» que se contrastará ahora con las pocas encontradas en Roma para que expertos internacionales evalúen su significado.

«También ha salido mucho material que nos ha dado información tanto de la época romana como de otras que no teníamos prácticamente conocimiento, como la moderna y la medieval», ha señalado Forn.

Las obras comenzaron el pasado octubre impulsadas por la Generalitat y por al Ayuntamiento como paso previo a la urbanización después de que en 2012 se hiciera una primera excavación con la que constataron la posibilidad de encontrar restos arqueológicos, hipótesis que estudian desde 2008.


La previsión es que los trabajos terminen a finales de agosto, cuando los expertos valorarán qué puede conservarse o trasladarse a un espacio protegido para que pueda construirse la promoción de pisos proyectada, ya que, a diferencia del centro de Badalona, este solar no está protegido.

«Ahora el Museo de Badalona y el Departamento de Cultura de la Generalitat han de determinar qué es preciso hacer con lo que se ha encontrado, si taparlo o si se tiene que trasladar», ha indicado el secretario general de Territorio y Sostenibilidad, Ferran Falcó.

Por su parte, el alcalde de Badalona, Álex Pastor, ha destacado «la magnitud de la explotación agrícola» encontrada y ha aseverado que «parece que la Baetulo romana sigue dando nuevos frutos y quizá estaba prácticamente a la altura de Barcino», la antigua ciudad romana de Barcelona.

Fuente: abc.es | lavanguardia.com | 23 de julio de 2019

Núcleos de tierra desentrañan los misterios de la antigua civilización de la isla de Malta

Los templos de Ġgantija, en Malta, se encuentran entre los primeros edificios independientes conocidos


Los misterios de una antigua civilización que sobrevivió durante más de un milenio en el archipiélago maltés, y luego se derrumbó en dos generaciones, están siendo descifrados por arqueólogos que analizan el polen enterrado profundamente, así como el ADN de antiguos cráneos y huesos, técnicas se están expandiendo en la actualidad en entornos donde antes se creía que no era posible utilizar.
La cultura de los Templos Megalíticos de Malta, en el Mediterráneo, comenzó hace casi 6.000 años y, en su apogeo, probablemente contaba con varios miles de personas, esto es, con una densidad poblacional mucho mayor que en la Europa continental en ese momento. La gente de la isla construyó enclaves sagrados elaborados, como el famoso complejo de los Templos de Ggantija, donde sus edificios constituyen las primeras construcciones independientes conocidas.
Sin embargo, después de 1.500 años, su derrumbe fue efectivo.

La profesora Caroline Malone (izquierda), especialista en prehistoria en la Queen's University Belfast, en Irlanda del Norte, ha querido comprender cómo la frágil ecología de la isla mantuvo a la gente durante tanto tiempo, a pesar de las sequías, las tormentas violentas y la erosión del suelo, y por qué finalmente fracasó.
Ella dirige un proyecto ambicioso, Fragsus, el cual se basa en la utilización de múltiples herramientas arqueológicas tendentes a encontrar algunas respuestas. En este sentido, los científicos han perforado núcleos terrestres de entre 8 y 30 metros de profundidad, a fin de datar los sedimentos mediante carbono 14 y comprender a qué periodo de tiempo pertenecen.

Así mismo, han recopilado el polen a intervalos de 2 cm y y analizado sus firmas químicas impresas por el ambiente circundante con el fin de comprender qué nutrientes absorbían del suelo las plantas parentales. "Además, los moluscos incrustados en el suelo nos revelan detalles del paisaje, ya que los caracoles son muy particulares sobre el lugar dónde viven y no se suelen mover muy lejos", dijo la profesora Malone.

Mientras tanto, otros especialistas evalúan el desgaste de decenas de miles de huesos humanos de un enterramiento para comprender el estilo de vida de los isleños. El equipo ha abierto nuevos caminos al analizar el ADN de los restos óseos, añade la profesora Malone. Generalmente se había pensado que la calidez de cualquier clima al sur de los Alpes destruiría ese ADN antiguo, pero ha resultado que los cráneos enterrados a una profundidad relativamente fría de cinco metros todavía albergaban ADN en la zona detrás del oído.

Foto: El sitio del templo de Santa Verna bajo excavación. La imagen muestra al equipo reabriendo la trinchera de Ashby que atravesaba el pasaje principal del templo.

Erosión

Por lo que han descubierto, el equipo piensa que estas personas entendieron la importancia de la gestión del suelo para evitar la inanición. Cien años después de su llegada al pequeño archipiélago maltés de 316 kilómetros cuadrados habían derribado la mayoría de los árboles y expuesto el suelo a una erosión drástica.

Para sobrevivir, criaron animales lecheros en lugar de priorizar la carne, matando el ganado recién nacido antes de que tuvieran la oportunidad de pastar. Mezclaron el estiércol del ganado con la tierra del suelo e incluso pudieron haber realizado viajes agotadores transportando suelo lavado hacia los valles que se encuentran cuesta arriba con el fin de refrescar los campos de las tierras altas. Las evidencias de esto se encuentran en surcos extraños y paralelos en el suelo que pueden ser huellas de carretas, así como en señales de los esqueletos, en los que los tejidos blandos a veces se encuentran desgastados por completo debido a una actividad dura y repetitiva.

"Curiosamente, casi no comían pescado", comenta la profesora Malone.

Foto: Escaneo láser 3D de los silos de la Edad de Bronce excavados en Nuffara. El silo de la izquierda contenía material de la Edad de Bronce, púnico, romano y medieval (cortesía de John Meneely).

Para lograr ese esfuerzo colaborativo tan complejo, algo poderoso tuvo que haber unido a la comunidad: los templos. Hasta ahora, se pensaba que la Cultura de los Templos se centraba en la adoración de una diosa madre, pero la profesora Malone cree que estaba más orientada hacia una cultura hogareña, basada en el ritual y el banquete, donde la comida, en lugar de una deidad, era más venerada. En los complejos edificados resulta evidente que las gentes exhibían su ganado y la cosecha agrícola en bancos y altares especiales, al tiempo que almacenaban sus alimentos y realizaban fiestas.

"No hay pruebas esqueléticas de muertes violentas ni tampoco de fortificaciones", dice la profesora Malone. "En su lugar, la sociedad parece haber sobrevivido mediante la cooperación y el intercambio".


Foto: Pared / rampa colapsada frente al Templo de Ggantija (fondo), bajo excavación.

Deficiencias

A pesar de la fortaleza y el éxito de tal sociedad, a medida que pasaron los siglos la erosión del suelo y las condiciones climáticas empeoraron, como así lo demuestran los diferentes tipos de polen hallados en el subsuelo, la disminución del número de restos arbóreos y los huesos humanos deteriorados por deficiencias en la dieta.

En los siglos finales de la Cultura de los Templos, entre el 2600 a.C. y el 2400 a.C., la mitad de los fallecidos eran niños.

"Otros factores probablemente contribuyeron a su declive", agrega la profesora Malone. "Los cráneos adultos de ese tiempo son muy variados, su ADN indica la llegada de inmigrantes procedentes de las estepas euroasiáticas y el África subsahariana, lo que posiblemente causó presión en la población, así como nuevas enfermedades".
El golpe decisivo puede haber sido una catástrofe desconocida ocurrida alrededor de 2.350 a.C., un período durante el cual, según el análisis de los anillos de los árboles, toda la región sufrió un evento climático catastrófico, posiblemente una nube de polvo causada por una erupción volcánica.

El ADN paleoambiental registrado en núcleos de sedimentos terrestres proporciona una perspectiva a largo plazo sobre cómo las Islas Canarias resistieron el cambio climático. Crédito: Lea de Nascimento

Laboratorios

Las islas del archipiélago maltés pueden ser usadas como laboratorios para comprender el cambio en el mundo, señala el profesor Malone.

Sin embargo, las peculiaridades geográficas de las mismas también pueden presentar problemas al hacer redundantes las técnicas de investigación convencionales. En las Islas Canarias, en España, por ejemplo, el polen antiguo no está bien conservado en el terreno local. Además, muchas plantas importantes de las islas, como sus emblemáticos árboles de laurel, producen polen nulo o escaso, y las condiciones ambientales también han erosionado otras piezas de evidencia, como los macrofósiles.

La Dra. Lea de Nascimento (izquierda), especialista en ecología en la Universidad de La Laguna, Tenerife, dijo: "Nos falta una buena preservación de todos los elementos convencionales".

Ella busca reconstruir la historia de la vegetación en las Islas Canarias, en particular, cómo era antes de que los humanos llegaran hace más de 2.000 años. Para hacerlo, está utilizando la nueva técnica paleoecológica llamada análisis del ADN paleoambiental.

El ADN paleoambiental queda fijado en el suelo o el agua mediante microorganismos, especies de plantas y animales, y los científicos lo analizan cada vez más para descubrir lo qué está pasando en el entorno actual. Es una herramienta paleoecológica relativamente nueva, que hasta ahora se ha utilizado en lugares mas fríos y secos debido a la vulnerabilidad del polen al calor y la humedad. Sin embargo, la Dra. de Nascimento está tratando de investigar el polen de las Islas Canarias en muestras de núcleos de tierra que abarcan varios miles de años.

A través del proyecto ISLANDPALECO, ella ha pasado dos años en un laboratorio de Nueva Zelanda aprendiendo de expertos cómo buscar ADN paleoambiental en núcleos de sedimentos. Después de un año de contratiempos, ha logrado encontrar ADN de 100 años de antigüedad en una variedad mucho más rica que la que se puede encontrar en el registro del polen, si bien todavía espera poder recuperar ADN paleoambiental.

"Si usted tiene una perspectiva de largo plazo, podrá conocer la resiliencia de los ecosistemas", dijo. "Ello nos ayudará a comprender cómo reaccionará un ecosistema si seguimos presionándolo en el futuro, o cómo responderá al cambio climático".
"Saber más sobre los ecosistemas pasados también ayudará a los conservacionistas actuales a restaurar los paisajes agotados por los humanos y los animales que se trajeron", agrega. "El problema es que puede suponer invertir mucho dinero restaurar un ecosistema que nunca estuvo ahí".



Fuente: phys.org | 11 de julio de 2019

Descubren un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre en la provincia de Salamanca

Cabeza y astas de un ciervo en un grabado paleolítico. Foto Mário Reis.

Investigadores de España y Portugal han descubierto un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre situado junto al Arroyo de las Almas, un paraje ubicado en La Fregeneda (Salamanca) próximo a la desembocadura del río Águeda en el río Duero. Los científicos calculan que hay unos 600 grabados de diversas épocas, pero destacan la importancia de 21 de ellos que pertenecen al Paleolítico Superior y han podido estudiar de forma detallada.

La revista Trabajos de Prehistoria recoge este hallazgo en un artículo de Carlos Vázquez Marcos, investigador del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca, y Mário Reis, arqueólogo de la Fundação Côa Parque. Ambos encontraron los grabados verticales en 2015 sobre rocas de pizarras y esquistos y ahora lo dan a conocer tras los estudios científicos pertinentes.

El nuevo enclave se sitúa cerca de las zonas arqueológicas de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, también en la provincia de Salamanca, y el Valle del Côa, en Portugal, que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. De hecho, tienen mucho en común: “Es arte paleolítico al aire libre, con figuras de estilos muy similares”, explica a DiCYT Mário Reis.

El parecido es mayor con el valle portugués, que queda un poco más cerca. “Existen varias técnicas de grabado en roca, pero en el Valle del Côa predomina la incisión, la única que observamos en Arroyo de las Almas. Consiste en realizar un trazo muy fino rayando la roca con útiles de sílex o cristales de cuarzo”, comenta Carlos Vázquez. Aunque no era propio de la zona, el sílex es un material de intercambio habitual entre los cazadores y recolectores del Paleolítico con grupos de su entorno, a veces de lugares relativamente alejados.

Cabeza de un caballo en un grabado del periodo Magdaleniense. Foto: Mário Reis.

Los animales representados en este enclave de La Fregeneda también son los mismos que se pueden encontrar en los otros dos sitios de grabados rupestres: ciervos, équidos y cabras. De los 21 paneles estudiados, hay 13 con motivos zoomorfos, 7 que representan signos y 1 motivo indeterminable.
Otro aspecto que relaciona Arroyo de las Almas con el Valle del Côa es la amplia cronología de las figuras. Los grabados más antiguos, que son los que han estudiado en profundidad sus descubridores, serían de entre hace 17.500 y 9.500 años, de forma que pertenecen al Paleolítico Superior y a la última de las grandes culturas de este periodo, la Magdaleniense, e incluso a un periodo de transición posterior que va anticipando la llegada del Neolítico.

Pero los grabados de Arroyo de las Almas “no están hechos en un solo momento arqueológico, nos encontramos también con arte muy posterior, de la Edad del Hierro, y arte agropastoril y popular de los siglos XVII, XVIII y XIX, que también es importante, no para nosotros, que somos prehistoriadores, pero sí para antropólogos e historiadores de la Edad Moderna", señala el experto de la Universidad de Salamanca.

Cierva del Paleolítico, uno de los grabados de Arroyo de las Almas. Foto: Mário Reis.

Originalidad propia

No obstante, los grabados paleolíticos de Arroyo de las Almas no son una mera copia de los encontrados anteriormente en el Valle del Côa o en Siega Verde, sino que “tienen su propia originalidad en los cuatro períodos cronológicos considerados, lo que lo hace muy interesante, no es un punto más en el mapa del arte paleolítico”, destaca Mário Reis.

Este arqueólogo portugués comenzó a realizar prospecciones en el Valle de Côa en 2005. Poco después exploró la zona de la frontera entre España y Portugal y, por las características geológicas, pensó que allí también podría haber grabados rupestres. "El Arroyo de las Almas, afluente del río Águeda, discurre por un pequeño valle que parecía ser muy favorable a la existencia de más arte rupestre”. Así que Reis y Vázquez decidieron realizar un proyecto conjunto en el lugar y tuvieron “la suerte de poder descubrir un excelente conjunto de nuevos grabados”.

Difícil acceso
El lugar en concreto “tiene un acceso muy difícil” y además cuesta encontrar a simple vista los grabados más antiguos. Aún así, es evidente que habían sido vistos por la gente del entorno, que a lo largo del tiempo ha ido dibujando nuevos motivos encima o al lado, pero no se había producido el descubrimiento científico, es decir, un estudio riguroso que pudiera revelar de qué se trataba.

“El estado de conservación no es muy diferente del observado en Siega Verde o Côa, y eso tiene mucho que ver con la resistencia de estas superficies de esquisto al paso del tiempo”, señala el arqueólogo portugués. No obstante, algunos grabados están muy desgastados, sobre todo en zonas más cercanas al arroyo, donde ha habido mayor actividad humana.

Dadas las dificultades a la hora de observar todos los detalles, los investigadores utilizaron técnicas de iluminación nocturna específicas para poder estudiar y documentar los principales paneles. “Aún queda mucho por hacer, especialmente utilizando nuevas tecnologías como la fotogrametría, lo que quizás revele nueva información, incluso en paneles ya estudiados pero de percepción visual muy difícil y donde algunos detalles pueden haber escapado a la observación”, apunta Reis.

Detalle de la cabeza de una cierva del Paleolítico. Foto: Mário Reis.

Extraordinaria información sobre un periodo remoto

La información que aporta Arroyo de las Almas es extraordinaria, puesto que consolida el valle del Duero como “la gran región de arte paleolítico al aire libre, desde Portugal hasta España, y evidencia una red importante de contactos y conexiones en este período tan remoto”. Además de Siega Verde, Côa y este nuevo lugar de La Fregeneda, en un radio cercano hay unas cuantas manifestaciones más de este tipo de arte, ubicadas en territorio portugués y especialmente en torno al río Sabor.

“Que haya arte significa que ha habido población y, además, probablemente de forma más continuada de lo que se había pensado. Ahora habría que buscar los lugares de asentamiento, yacimientos de los lugares de habitación, que tienen que estar en el entorno”, comenta el prehistoriador de la Universidad de Salamanca.

Además, cada vez resulta más evidente que “el arte paleolítico al aire libre fue más frecuente de lo que se pensaba hace unos años”. Las representaciones artísticas de este periodo no se limitan a las cuevas, como demuestran estos enclaves y algunos otros de la península ibérica, así como de Francia y Alemania.

“Uñas del diablo”

Los grabados de otras épocas también son muy relevantes, desde los que pertenecen a la Edad del Hierro hasta los de arte popular de la Edad Moderna. Además, hay otra roca con grabados típicos del neolítico esquemático y otras dos con un tipo de grabados muy interesantes: aglomeraciones de trazas lineales que son relativamente abundantes en la cercana cuenca portuguesa del Duero, donde se les conoce con el nombre de "uñas del diablo”. Es la primera vez que se identifican grabados con estas características específicas en España.

“Sería interesante extender la prospección arqueológica a otras partes del valle del Águeda, ya que podría haber más puntos de interés. Uno de los refugios que detectamos con grabados de la Edad de Hierro también parece tener posibles rastros de ocupación de este período, y podría ser muy útil para algunos especialistas de este período intentar excavar”, afirman los investigadores.

Figuras de la Edad del Hierro, del primer milenio antes de Cristo, entre las que destaca un ciervo. Foto: Mário Reis.

¿Un recurso turístico?

Teniendo en cuenta la importancia del descubrimiento, al menos desde un punto de vista científico, cabe preguntarse si Arroyo de las Almas podría convertirse en un lugar turístico, como lo son ya Siega Verde y el Valle del Côa. “Tengo algunas dudas sobre este aspecto, debido a la extrema dificultad de la percepción visual de la mayoría de las figuras, que se suma a los problemas para acceder a varias de las rocas decoradas”, señala el especialista portugués, “pero éste es un aspecto que las autoridades competentes en España podrán analizar mejor, teniendo en cuenta que el sitio es sin duda interesante, especialmente en sus figuras del Paleolítico y de la Edad del Hierro”.

Carlos Vázquez considera que ahora “lo prioritario es la protección y la conservación”, tareas de las que tendría que ocuparse la Junta de Castilla y León. Una vez que se garantice la seguridad frente a posibles actos de vandalismo, podría pensarse en las visitas, aunque algunas de las representaciones se encuentran en rocas casi inaccesibles.

Fuente: dicyt.com | 23 de julio de 2019

Nuevos hallazgos confirman la confluencia de cuatro especies humanas en Atapuerca

Presentación de los resultados de la actual campaña en los yacimientos de Atapuerca. De izquierda a derecha, Juan Luis Arsuaga, el consejero de Cultura y Turismo de Castilla y León, Javier Ortega, Euldald Carbonell y José María Bermúdez de Castro.

La campaña de excavación de la Sierra de Atapuerca (Burgos) de 2019 ha confirmado la confluencia de hasta cuatro especies humanas en estos yacimientos en un lapso de más de 800.000 años, el Homo antecessor, el Homo heidelbergensis, el Homo neanderthalensis y el Homo sapiens, algo único en el mundo.

En varios de los yacimientos de Atapuerca han aparecido en esta campaña de 2019 herramientas de silex y cuarcita, incluido un cuchillo de dorso de tipología musteriense, que confirman la presencia de neandertales, una especie del Paleolítico Medio, en la Sierra de Atapuerca.
Con ello se cierra el círculo de ocupación desde los Homo antecessor (800.000 años) hasta las ocupaciones neolíticas, aunque queda pendiente de establecer la filogenia de la mandíbula fechada en 1,3 millones de años y catalogada como Homo sp (sin filiación).

Estos resultados se han dado a conocer tras concluir la campaña de excavaciones que comenzó el 17 de junio de forma simultánea en nueve yacimientos, en la que ha destacado además la aportación continua de restos fósiles en la Sima de los Huesos de Cueva Mayor, los restos neolíticos del yacimiento del Portalón y en la Cueva del Mirador y la conclusión de la excavación de los niveles TD10 y TD9 en Gran Dolina.

Foto: Restos óseos fósiles de animales hallados en Gran Dolina

En la campaña han participado 283 personas de 22 nacionalidades, con, entre otros trabajos, la excavación sistemática en Cueva Fantasma, con hallazgos atribuidos a la especie neandertal, como una pieza de industria lítica, un cuchillo de dorso tipología musteriense, que evidencia el uso de ese espacio por parte de los neandertales.

En otro de los yacimientos, los de Cueva Mayor, concretamente en la Sima de los Huesos, han aparecido decenas de fósiles humanos que auguran importantes descubrimientos, y destacan, de acuerdo al balance aportado a los medios, un fragmento de pelvis, un tipo de fósil muy raro en otros yacimientos del mundo y un hueso temporal que probablemente pertenezca a algunos de los cráneos descubiertos en campañas anteriores y que ayudará a conocer más aspectos relacionados con la audición.

Foto: Fragmento de pelvis hallada en la Sima de los Huesos

Foto: Resto óseo temporal que puede ayudar a conocer aspectos relacionados con el oído.

En el Portalón, en el nivel Neolítico, se han hallado uros y caballos así como distintos restos de cultura material como colgantes y restos de industria lítica; y se han recuperado restos humanos muy quemados y una pequeña hacha pulida con roca probablemente traída desde Pirineos o Alpes. En el nivel de Edad de Bronce destaca la presencia de fragmentos procedentes del yacimiento de Cogotas, sílex, cuarcita y trozos de areniscas que formaban parte de los molinos de mano.

Y en la Galería de las Estatuas se han excavados dos sectores correspondientes al Pleistoceno Superior que confirman la presencia de neandertales, y se han recuperado restos de fauna, tales como équidos, ciervos y sobretodo bisontes, así como herramientas de piedra, tanto de sílex como de cuarcita.

Foto: Lasca de silex de hace 300.000 años (izquierda) y lasca de arenisca de hace 400.000 años halladas en Gran Dolina

Este año se ha comenzado a trabajar además en La Peredeja en la parte superior, donde han aparecido un rico conjunto de herramientas de sílex y cuarcita realizadas por grupos neandertales posiblemente cazadores y recolectores.

En Cueva del Mirador se han excavado niveles de Neolítico. En el sector 200 se han encontrado restos de episodios de combustión, y de ovejas, cabras, bovinos y caballos salvajes; y en el nivel 100 han aparecido objetos entre los que destaca un brazalete por su rareza, ya que su origen se sitúa en el Levante y sur de la Península.


En cuanto a los Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril, concretamente en Sima del Elefante, se ha conseguido unir las dos áreas excavadas en nivel 7, lo que ha permitido conocer mejor la formación del yacimiento así como reconstruir el medio como un lugar templado y húmedo por la aparición de restos faunísticos.

El nuevo consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, ha confirmado el compromiso de la Junta con los yacimientos y ha pedido ir un paso más, allá incrementando la socialización de los resultados una vez que ya está consolidado este proyecto y se han acometido las infraestructuras necesarias para la investigación, la última de ellas, una cubierta en la Cueva Fantasma, con un coste de 200.000 euros.

Con la finalidad de seguir conociendo más datos sobre otras épocas, el consejero de Cultura y Turismo ha anunciado que se continúa trabajando para completar la protección del yacimiento de El Penal, bajo un presupuesto de 200.000 euros y que espera su finalización para la próxima campaña.

Foto: Participantes en las excavaciones de Atapuerca

Fuente: eldiariodeburgos.es | 23 de julio de 2019

Un buceador encuentra por casualidad un barco romano de hace 17 siglos en una playa de Mallorca

De izquierda a derecha: la directora insular de Patrimonio, Kika Coll; el descubridor del hallazgo, Félix Alarcón, y la vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera de Cultura, Patrimonio Y Política Lingüística, Bel Busquets - EP

Los restos de una nave de diez metros de eslora de la época romana han sido encontrados a escasa distancia de la costa de Playa de Palma por un buceador que vislumbró hace unos 15 días los cuellos de las ánforas y decidió dar aviso a las autoridades pertinentes, de acuerdo con EP.

Así lo anunció la vicepresidenta y consellera de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística del Consell de Mallorca, Bel Busquets, en una rueda de prensa llevada a cabo justo en frente del hallazgo arqueológico, en la que ha explicado que después de recibir el aviso, se destinó un equipo de ocho buceadores, más una arqueóloga especializada, a las tareas de recuperación de la nave.
Aunque no se tienen muchos datos todavía, se calcula que el barco surcaba la costa del Mediterráneo proveniente del sur de la península portando un cargamento de ánforas, cuando naufragó delante de las costas mallorquinas. El barco tendría aproximadamente diez metros de eslora y unos cinco de manga.

«Es un patrimonio que representa nuestro pasado, nosotros tenemos la responsabilidad de recuperarlo y restaurarlo y dejarlo de legado de gran valor para el futuro», explicó Busquets, que adelantó que la pieza formará parte del Museo de Mallorca.


Ánforas en el pecio Cabrera XIV, localizado en aguas de la isla de Cabrera, en Baleares, en 2016. / Jordi Chias (EL PAÍS)

Las tareas de recuperación implicarán el cierre de algunos metros dentro del agua de la Playa de Palma para que el equipo de arqueología pueda trabajar durante los meses necesarios.
Por su parte, la directora insular de Cultura, Kika Coll explicó que aparte del equipo destinado, se establecerán lazos con Ports de Balears, la Guardia Civil, y con la Policía Local para llevar a cabo las tareas de recuperación del barco.

También la Armada va a colaborar con las tareas, puesto que ya ha puesto a disposición del Consell un barco, un patrón, dos buceadores, entre otros recursos para facilitar la extracción de los restos de la arena. Además, desde la institución insular se contratará un servicio privado de vigilancia nocturna para proteger el barco.

El buceador que dio con el hallazgo hace aproximadamente quince días, Félix Alarcón, explicó a los medios que pasaron unos días entre que viera los restos y diera el aviso, puesto que él nunca pensó que no estuviera catalogado.

«Yo pensé que estaba catalogado, hasta que me di cuenta que con todos los años que llevo buceando por aquí no lo había visto nunca antes, y decidí llamar al Consell» ha contado Alarcón, que ha añadido que «inmediatamente técnicos del Consell se desplazaron y confirmaron que era un barco».

En cuestión de hallazgos navales, Mallorca está de suerte. En febrero de este mismo año, se encontraron dos pecios pertenecientes a un navío de carga que data del Alto Imperio Romano (siglo I-II d.C.) y a una embarcación moderna. En este caso, fueron arqueólogos subacuáticos los que realizaron el hallazgo con el apoyo de la Carta Arqueológica, «un documento que gestiona, investiga, conserva y difunde el patrimonio cultural subacuático de las aguas mallorquinas».

Fuente: abc.es| 18 de julio de 2019