Presentan los resultados del hallazgo en Zürich de los restos de una mujer celta enterrada en un ataúd de árbol

Reconstrucción del ataúd de árbol de una mujer celta hallada en Zürich. Amt für Städtebau, Stadt Zürich

La tumba de una mujer celta que fue enterrada aproximadamente en el 200 a.C. reveló un hallazgo sorprendente: fue enterrada en un ataúd de árbol y adornada con joyas preciosas.
Según una declaración de la Oficina de Desarrollo Urbano en Zürich, Suiza, la mujer tenía aproximadamente 40 años cuando fue enterrada y "dibuja una imagen bastante precisa de la fallecida".

"El examen del esqueleto y especialmente de los dientes muestra, entre otras cosas, que murió a la edad de unos 40 años, habría realizado poco trabajo físico durante su vida y probablemente habría comido muchos alimentos ricos en almidón o endulzados", de acuerdo con el comunicado ofrecido.
"Un especialista determinó el orden de las capas de ropa sobre la base de los restos textiles, pieles y cuero conservados en la tumba", agrega el comunicado. "En consecuencia, la mujer probablemente llevaba un vestido hecho de fina lana de oveja, sobre otra tela de lana y un abrigo de piel de oveja".


Excavación de la tumba celta en Kernschulhaus, 2017 (Crédito: Oficina de Desarrollo Urbano, Ciudad de Zürich)

El ataúd, que todavía tenía corteza de madera en el exterior, fue descubierto en marzo de 2017 durante unos trabajos de construcción en el Schulhaus Kern (Escuela Central de Zürich), y ha sido examinado de modo interdisciplinario por el Departamento de Arqueología de la ciudad de Zürich cuyos resultados se presentan ahora.
Aunque a menudo se piensa que los celtas vivieron durante la Edad del Hierro en las Islas Británicas, en realidad lo hicieron en toda Europa. La Oficina de Desarrollo Urbano de Suiza descubrió, mediante el análisis isotópico de sus dientes, que la mujer probablemente era oriunda del área en que se halló su ataúd.

Reconstrucción de la apariencia de los celtas cuyas tumbas fueron encontradas en Zúrich. Amt für Städtebau, Stadt Zürich

El comunicado agrega que la mujer pudo haber conocido a un hombre celta cuya tumba fue descubierta en 1903, ya que ésta no sólo se corresponde con la misma datación, sino que fue enterrada a unos 80 metros del mismo. La tumba del hombre celta estaba adornada con una espada, un escudo y una lanza. "Su atuendo de guerrero completo también lo identifica como una personalidad de estatus superior".

Objetos encontrados en la tumba de la mujer. Incluyen una cadena de cinturón, una pulsera, cuentas de vidrio y ámbar, y dos broches

Entre los adornos encontrados destaca, en particular, un collar de perlas de vidrio y cuentas de ámbar, que se sujeta con dos broches en sus extremos y es único en su forma.

Reconstrucción del collar de la mujer celta. Amt für Städtebau, Stadt Zürich.

Los arqueólogos aún están desenterrando secretos sobre los celtas en Europa. A finales del pasado año, se encontraron más de 100 cráneos humanos fragmentados enterrados en un área abierta de Le Cailar, Francia, una ciudad de 2.500 años de antigüedad en el río Ródano.

Los cráneos, que fueron descubiertos entre armas antiguas en el pueblo amurallado, datan del siglo III a. C., cuando Le Cailar era un asentamiento celta. Los cráneos tenían cortes, lo que indicaba decapitación, así como la extracción de la lengua y el cerebro, signos de que pudieron haber sido expuestos hasta que el área fue cubierta de tierra alrededor del año 200 a.C.

Restos humanos encontrados en el sitio de excavaciones arqueológicas de Cailar (Gard), Francia.
© Programmed Fury La Cailar-UMR5140-ASM.

Fuentes: foxnews.com | nmas1.org | 31 de julio de 2019

«Fui a Roma y te traje este 'stylus'»

La inscripción en el lápiz romano "te da una idea real de la persona que lo escribió". Fotografía: Juan José Fuldain / MOLA

Un stylus (o estilete) es un instrumento de escritura de la Antigua Roma, una especie de aguja alargada, similar a un lápiz moderno, que se usaba para escribir en tablillas. Era un elemento bastante común dentro del Impero a no ser que llevara una inscripción, como ocurre con uno que ha sido encontrado recientemente en Londres.

En realidad, los stylus con frases añadidas son extremadamente raros y se han encontrado apenas un puñado a lo largo de todo el Imperio Romano hasta la fecha. Los arqueólogos de la empresa MOLA encontraron el que se presenta en la foto durante unas excavaciones en la nueva sede europea de Bloomberg, en la orilla del río Walbrook, un antiguo afluente del Támesis.

Los artefactos hallados en la ubicación de Bloomberg se exhiben en un museo dentro de la sede; otros, incluido el 'stylus', son parte de una exposición en el Museo Ashmolean de Oxford. Museo de Arqueología de Londres.


El estilete de hierro, usado para escribir en tabletas de madera rellenas de cera, data de alrededor del año 70 después de Cristo. Aparecieron más de 200 de estos ‘bolígrafos’ romanos en el sitio y solo éste tenía una inscripción. Según los expertos de MOLA, el texto es “incomparable en cuanto a longitud, poesía y humor”.

El texto en latín decía lo siguiente:

"Ur ab urbe v [e] n [i] munus tibi gratum adf (e) ro
acul [comer] um ut habe [a] s memor [ia] m nostra (m)
rogo si fortuna dar [e] t quo possem
largius ut longa vía ceu sacculus est (v) acuus"
Lo que vendría a decir:
"He venido de la ciudad. Te traigo un regalo de bienvenida
con una punta afilada para que puedas recordarme.
Me pregunto, si la fortuna lo permite, si podría (dártelo)
tan generosamente como el camino es largo (y) mi bolso está vacío".


La arqueóloga de la empresa MOLA, Lucie Altenburg mostrando el 'stylus' hallado.

Los investigadores señalan que el stylus era un regalo. “El remitente reconoce que es barato y desea haber podido dar más. Su sentimiento irónico recuerda los tipos de recuerdos que todavía damos hoy. El texto proporciona una visión conmovedora del humor de alguien que vivió hace casi 2000 años”, señalan en un comunicado.

Las letras de la inscripción son pequeñas y excepcionalmente difíciles de leer. Por suerte, el excelente estado de conservación del estilete ha facilitado la tarea. “Es posible que inscripciones similares en otros 'stylus' romanos simplemente no hayan sobrevivido o hayan sido identificadas”, admiten los arqueólogos.

El texto incluso contiene errores ortográficos a partir de los cuales es posible tener una idea de la forma de pensar de la persona que lo escribió. El final –m en nostram, por ejemplo- se ha perdido en un lugar donde parece que el escritor se quedó sin espacio. La “ciudad” mencionada es muy probablemente Roma y el estilete sugiere un vínculo directo entre la Italia romana y la provincia de Britannia.

En ese momento, Londinium se encontraba cerca de la fronera del Imperio Rromano, pero lejos de ser un lugar cualquiera de provincias, se había convertido en un importante centro de comercio y gobierno, interconectado con el mundo romano más amplio. El stylus y su inscripción resaltan el papel crucial que desempeñó la escritura y la alfabetización al permitir que comerciantes, soldados y funcionarios se mantuvieran en contacto con sus compañeros, amigos y familiares, algunos de los cuales vivían a más de mil millas de distancia.


Tablilla con la referencia escrita de 'Londinium' (Londres)

Las excavaciones en la sede de Bloomberg descubrieron más de 14.000 artefactos que revelan cómo era la vida de los primeros londinenses, incluida la primera referencia escrita al nombre de la ciudad. El estilete se exhibirá por primera vez en una nueva exposición en el Ashmolean, el Museo de Arte y Arqueología de la Universidad de Oxford, titulada Last Supper in Pompeii.
Michael Marshall, especialista principal de MOLA en hallazgos romanos, dijo: “La investigación de los artefactos romanos hallados en Bloomberg continúa aportando información emocionante. Este 'stylus' inscrito proporciona una nueva ventana a las conexiones internacionales de 'Londinium' y su cultura literaria, pero también nos proporciona una conexión humana muy tangible con el propietario y con la persona que dió este regalo cariñoso, aunque de bajo costo”.
El vino favorito de Plinio el Viejo: la tapa de un barril inscrita, hallada también durante las excavaciones en Bloomberg, y que menciona una variedad de uva muy apreciada, se exhibe igualmente en la exposición del Ashmolean.


Tapa de barril de vino romano inscrita encontrada por arqueólogos de MOLA durante excavaciones para la sede europea de Bloomberg en Londres (c) MOLA

Su inscripción arroja luz sobre cuál era el contenido del barril, de dónde vino e incluso quién pudo haberlo hecho. La primera palabra de la inscripción, AMIN, revela que el barril contenía vino elaborado con Amineum, la mejor variedad de uva disponible, según Plinio el Viejo, la cual también se usaba en el famoso vino Falerno de la Bahía de Nápoles. Se cree que ello provocó un gran impacto en la calidad del vino, el cual tenía un contenido en alcohol del 16% y se le dejaba madurar entre 15 y 20 años antes de ser bebido.

La inscripción de la tapa también nombra el origen de su contenido: MASSIL, abreviatura de Massilitanum, el nombre romano de Marsella, y los nombres de dos personas: Cornelius, que probablemente hizo o envió este vino desde Provenza, y Messor, quien pudo haber hecho el barril.

Fuentes:lavanguardia.com | heritagedaily.com | mola.org.uk | 1 de agosto de 2019

Desentierran en la ciudad de Sion (Suiza) 6 estelas con grabados del Neolítico tardío

Vista del yacimiento y la alineación de las estelas.


En el marco de la construcción de un edificio en la Avenue du Petit-Chasseur, en Sion (capital del cantón de Valais, Suiza), un equipo de arqueólogos ha descubierto una alineación de seis estelas ubicadas en una zanja. Este hallazgo es de primordial importancia para la comprensión de los rituales sociales del Neolítico tardío (alrededor de 2.500 a.C.) en Europa central, y, una vez que se termine el estudio, permitirá revisar o completar el rompecabezas arqueológico iniciado en 1961 en la zona denominada Don Bosco, a unos 400 metros del hallazgo actual.

Vista general del dolmen descubierto en el sitio de Don Bosco, en Sion. Foto: ARIA SA, Sion

Pocos meses después del cierre del sitio denominado Don Bosco, que reveló la existencia de un dolmen y varias estelas grabadas, datadas igualmente alrededor del año 2.500 a.C., la posibilidad de construir más edificios en la zona llevó a los arqueólogos a hacer nuevas prospecciones y descubrimientos en el distrito de Petit-Chasseur, un lugar importante de la prehistoria europea desde el descubrimiento, a partir de la década de los sesenta, de varios dólmenes más y una treintena de estelas antropomórficas que representan personajes, quizás los jefes de clanes de tribus locales, así como tres tumbas excepcionalmente ricas, pertenecientes a una gran necrópolis celta fechada entre el 850 y el 400 a.C.

Foto: Estela antropomorfa recuperada en el verano de 2018.

Contrariamente a las excavaciones ya realizadas en este sector, los nuevos trabajos no proporcionaron restos de dolmen alguno, sino una doble alineación de estelas erigidas, de las cuales tres tienen grabados. La principal de ellas es una magnífica estela de dos toneladas en la que se encuentra representada una figura masculina que lleva un cinturón estilizado junto con una prenda de intrincados diseños geométricos y cuyo rostro esta adornado con motivos radiantes que evocan al sol.

Estela con una figura masculina grabada y motivos solares.

Entre las seis estelas descubiertas una de ellas ostenta varias cazoletas (pequeñas depresiones circulares), un elemento inédito hasta la fecha en la región de Valais, pero que sí está atestiguado, en la misma época, en la región italiana de Saint-Martin-de-Corléans, en Aosta.

Foto: Estela con cazoletas.

Las observaciones de campo han permitido precisar que algunos de estos megalitos estaban incompletos, que fueron rotos y depositados deliberadamente en el suelo. ¿Podrían los fragmentos que faltan haber sido utilizados para construir los primeros dólmenes descubiertos en Petit-Chasseur y cuyas paredes están compuestas precisamente de estelas grabadas? "Imaginamos que estas estelas representaban jefes de clanes y que, para establecer un nuevo poder o una nueva divinidad, los nuevos líderes rompieron las estelas de los antiguos jefes", dijo la arqueóloga del cantón de Valais, Caroline Brunetti. Los descubrimientos realizados este verano dejan abierta esta hipótesis. Las excavaciones permitirán reabrir la investigación en Petit-Chasseur iniciada hace años y auguran nuevos escenarios cuyos beneficios científicos pueden ser de primordial importancia.

Ver vídeo en este enlace.

Por lo tanto, el estudio sistemático, el diagnóstico, seguido de excavaciones de emergencia antes de la realización de nuevas edificaciones, podrán posibilitar el rastreo de los ritos complejos de nuestros antepasados. En el caso presente, también agregarán un nuevo capítulo a los cómics de "El sol de los muertos" de André Houot, así como a la investigación que se lleva a cabo desde hace casi 60 años sobre el megalitismo en la ciudad de Sion.


Fuentes: www.vs.ch | nmas1.org | lenouvelliste.ch | 25 de julio de 2019

¿Quiénes fueron los misteriosos pueblos neolíticos que permitieron el surgimiento del antiguo Egipto?

Cráneo neolítico hallado en Gebel Ramlah, Egipto.

Para muchos, el antiguo Egipto es sinónimo de los faraones y las pirámides del Período Dinástico Temprano, el cual comenzó alrededor del 3.100 a.C. Sin embargo, mucho antes de eso, alrededor de 9.300-4.000 a.C, florecieron los enigmáticos pueblos neolíticos. De hecho, fueron los estilos de vida y las innovaciones culturales de estos pueblos los que proporcionaron la base de las civilizaciones avanzadas que estaban por venir.

¿Pero quiénes fueron estos pueblos? Tal como se constata, en realidad no se les ha estudiado mucho, al menos en relación con sus sucesores. Sin embargo, excavaciones realizadas en seis yacimientos -con algunos de los análisis al respecto publicados recientemente- nos han proporcionado importantes conocimientos sobre sus misteriosas formas de vida.

Una razón por la que sabemos tan poco sobre el Egipto neolítico es que los yacimientos a menudo son inaccesibles al estar por debajo de la antigua llanura de inundación del Nilo o en desiertos periféricos.

Con el permiso del Egypt’s Supreme Council of Antiquities (SCA), nosotros, miembros de la Combined Prehistoric Expedition, hemos podido explorar enclaves neolíticos en el desierto occidental de Egipto. Estos yacimientos que estamos actualmente excavando se encuentran a lo largo de las antiguas orillas de un lago estacional extinto cerca de un lugar llamado Gebel Ramlah.


Aunque el emplazamiento no es exuberante, durante el periodo Neolítico era más húmedo que hoy en día, lo que permitió a los antiguos pastores asentarse en medio de la nada. Nos hemos centrado en el Neolítico Final (4.600-4.000 a.C), el cual fue construido sobre el éxito del Neolítico Tardío (5.500-4.650 a.C) con base a vacas y cabras domesticadas, procesamiento de plantas silvestres y entierros de ganado. Estas personas también hicieron aparentes megalitos, santuarios e incluso círculos de piedra, los cuales parecen un poco a un pequeño Stonehenge.

Durante la fase final del período Neolítico, la gente comenzó a enterrar a los muertos en cementerios formales. Los esqueletos nos proporcionan información importante, dado que son de personas que alguna vez vivieron e interactuaron con los entornos culturales y físicos de aquellos tiempos. La salud, las relaciones, la dieta, e incluso las experiencias psicológicas, pueden dejar signos reveladores en los dientes y restos óseos.

Entre 2001 y 2003 excavamos tres cementerios de esta época -el primero en el desierto occidental-, donde descubrimos y estudiamos 68 esqueletos. Las tumbas estaban llenas de artefactos, con cerámica decorada, conchas marinas, piedras y adornos de cáscaras de huevo de avestruz. También descubrimos mica tallada (un mineral de silicato) y restos de animales, así como elaboradas herramientas cosméticas para mujeres y armas de piedra para los hombres.

Artefactos hallados en las excavaciones realizadas entre 2001 y 2003.

Hemos averiguado que estas gentes disfrutaron de una baja mortalidad infantil, eran altos y tuvieron una larga vida. Los hombres tenían un promedio de 170 cm de estatura, mientras que las mujeres ostentaban unos 160 cm. La mayoría de los hombres y mujeres vivieron más de 40 años, y algunos tenían más de 50 años, edades avanzadas para aquellos tiempos.

Curiosamente, entre 2009 y 2016, excavamos dos cementerios más que resultaron muy diferentes. Después de analizar otros 130 esqueletos, descubrimos que pocos artefactos los acompañaban en sus tumbas, que sufrieron una mayor mortalidad infantil, y que su estatura y sus vidas fueron más cortas. Estamos hablando, respecto del caso anterior, de varios centímetros menos y quizás diez años menos de vida en los adultos de ambos sexos.

Sorprendentemente, el más grande de estos dos cementerios tenía un área de enterramientos separada y destinada a los niños menores de tres años, en su mayoría eran bebés, incluidos fetos avanzados. También se encontró tres mujeres enterradas con bebés, por lo que cabe deducir que tal vez murieron en el parto. De hecho, este es el cementerio infantil más antiguo que se conoce en el mundo.

Gebel Ramlah. Cementerio para recién nacidos. Entierro 33 (Foto: A. Czekaj-Zastawny)

Interpretación de los hallazgos

En consecuencia, ¿qué nos puede decir todo esto sobre tales pueblos, dejando de lado sus descendientes? Resulta que mucho. Podemos emplear los hallazgos para hacer interpretaciones sobre el género, las etapas de la vida, el bienestar del que disfrutaban, su estatus y otras cosas.
Por ejemplo, ¿por qué había tales diferencias entre los dos tipos de enterramientos excavados? Podían haber pertenecido a poblaciones separadas, pero semejante circunstancia es poco probable debido a las similitudes físicas generales entre los mismos. Entonces, tal vez ello implique la existencia de una variación debido al estatus, con un cementerio destinado a la élite y otro para los trabajadores. Tal evidencia se constituye en la más antigua hallada en Egipto.

Izquierda: restos óseos en una tumba bien conservada. Derecha: restos óseos muy erosionados por la acción del viento.

Los enterramientos también arrojan luz sobre las estructuras familiares de la época. La proporción general de sexos en todos los cementerios es de tres mujeres por cada hombre, lo que puede indicar la práctica de la poligamia. Por otra parte, el número total de tumbas y la falta de referencia a casas individuales sugiere que estos sitios fueron cementerios familiares extendidos.

También creemos que el logro de la "personalidad", es decir, la edad en que los niños eran socializados y convertidos en "personas", se alcanzaba a los tres años, dada su inclusión, a partir de esta edad, en los cementerios para adultos.

Foto: Las flechas indican inserción incorrecta de los premolares
Se ha constatado, asimismo, que hay una clara evidencia de respeto hacia las personas previamente enterradas por parte de aquellos que reutilizaban las tumbas para depositar a sus muertos. Al encontrarse con viejos esqueletos, a menudo reposicionaron cuidadosamente los huesos de estos antepasados. En algunos casos interesantes hicieron incluso intentos de "reconstruir" los esqueletos al reemplazar, por ejemplo, aquellos dientes que se habían caído, si bien no siempre de forma correcta.

Todos estos indicadores de conducta, junto con la arquitectura tecnológica y ceremonial aparentemente innovadora, mencionada anteriormente, como son los círculos de piedra y los santuarios, implican un nivel de sofisticación que va más allá de unos simples pastores. Tomados en su conjunto, los hallazgos nos brindan una idea de lo que estaba por venir en el antiguo Egipto.

Conservación de los yacimientos

Un componente clave de nuestro trabajo implica la conservación del patrimonio egipcio (y mundial). No hemos encontrado evidencias de saqueos de tumbas, a diferencia de los enterramientos en el Valle del Nilo. Las últimas personas en tocar material neolítico en Gebel Ramlah vivieron en aquel tiempo. Sin embargo, la erosión relacionada con el viento ha llegado a un punto donde los restos que fueron enterrados comienzan a estar en o cerca de la superficie.

De hecho, el ritmo de destrucción ha aumentado significativamente desde 2001. Una vez expuestos, el contexto de estos enterramientos puede perderse y el material orgánico convertirse en pedazos. Ello significa qu,e si no hubiéramos descubierto estos restos cuando lo hicimos, se habrían perdido muy pronto para siempre. Desgraciadamente, esto significa, con mucha probabilidad, que otras tumbas de la época estén desapareciendo.
Por esta razón, nosotros y el SCA hemos decidido que, cuando hayamos estudiado el material excavado, sea de nuevo enterrado en el lugar para que pueda, con suerte, sobrevivir otros miles de años más.

Fuente: theconversation.com | 1 de agosto de 2019

  1. Profesor y Líder de Materia, Antropología y Arqueología, Liverpool John Moores University
  2. Profesor Asociado, Academia Polaca de Ciencias
  3. Investigador en el Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Polonia.

Científicos armenios se unen para resolver el misterio de Carahunge

Dos instituciones que durante años han tenido diferencias sobre la naturaleza del 'Stonehenge armenio' finalmente han aunado fuerzas para estudiarlo conjuntamente. El objetivo de las dos organizaciones es resolver si el complejo arqueológico de Carahunge, también conocido como Zorats Karer, es un antiguo observatorio astronómico o un asentamiento que tuvo funciones de mausoleo.
Ubicada cerca de la ciudad de Sisian, en el sur de Armenia, esta estructura prehistórica está compuesta por 223 rocas dispuestas en círculo de tal manera que asimilan la formación del enigmático monumento megalítico de Stonehenge, en el Reino Unido. Actualmente se desconoce su marco temporal de construcción, pero los expertos señalan que se erigió en algún momento entre la Edad del Bronce Medio y la Edad del Hierro.




Su investigación ha causado controversia y ha dividido las opiniones de los arqueólogos. Para la ONG histórico-cultural Bnorran, el sitio arqueológico constituye el observatorio astronómico más antiguo conocido, ya que consideran que varias de las piedras que lo conforman están dirigidas hacia la mayor estrella de la constelación del Cisne, Deneb.

"Creemos que Carahunge, donde se encuentran más de 200 piedras, 80 de las cuales presentan agujeros, es un antiguo observatorio astronómico", aseguró Arevik Sargsyan, uno de los miembros de la citada institución. Además indica que, de acuerdo a antiguos estudios, el complejo dataría del año 5500 a.C.


El físico armenio Paris Herouni argumentó que algunas de las piedras habían sido colocadas deliberadamente para alinearse con Deneb, la estrella más brillante de la constelación de Cygnus.

Mientras tanto, el Instituto de Arqueología y Etnografía, de la Academia Nacional de Ciencias de Armenia, señala que se trata de un asentamiento prehistórico que tiene el estatus de un mausoleo. El director del instituto, Ashot Piliposyan, asegura que durante las excavaciones no se ha descubierto en Carahunge ni una sola herramienta astronómica, y que algunas de las piedras también presentan orificios en la parte inferior, lo que significa que no apuntan al firmamento. Piliposyan enfatizó la singularidad del monumento en toda Transcaucasia.

Compuesto por más de 200 piedras, y con una estructura circular en su interior, se ha argumentado que Carahunge es anterior a Stonehenge por 2.500 años, pero su propósito ha sido durante mucho tiempo motivo de discordia.

A pesar de estas diferencias, ambas organizaciones firmaron el 30 de julio un acuerdo para trabajar en las investigaciones de manera conjunta y poder obtener una conclusión final sobre el propósito del monumento megalítico.

“La cuestión requiere estudios en todos los aspectos. Hemos discutido muchos problemas durante la firma del acuerdo, incluso consideramos que tal vez en el futuro sea posible construir un museo cerca del monumento para mostrar todos los materiales relacionados con este antiguo complejo arqueológico", dijo Piliposyan.

80 de las piedras tienen agujeros perforados, según los informes, haciendo que las piedras silben al paso del viento. De esto se deriva el nombre Carahunge: 'piedras que hablan'.

Ambas partes acordaron suspender las excavaciones en Carahunge hasta que se realice un seminario conjunto de astrónomos, arqueoastrónomos, arqueólogos, etnógrafos, naturalistas y muchos otros expertos para desarrollar un plan y llevar a cabo una investigación, lo que conducirá a una conclusión general.



Fuentes: canal13sanjuan.com | armenpress.am | dailymail.co.uk | 2 de agosto de 2019

Hallada la tumba de un príncipe y 24 aristócratas guerreros íberos en Alarcos (Ciudad Real)

Foto: Sepulcro del príncipe íbero hallado en Alarcos. UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA

Visión general de la península ibérica tres siglos antes de Cristo: un revoltijo de pueblos (celtas, celtíberos, lusitanos, íberos…) y dos potencias en lucha a muerte (Roma y Cartago) justo sobre el territorio donde esas culturas habitaban. En el 235 a.de C., el general cartaginés Amílcar Barca irrumpe en Iberia. Arrasa a los diversos pueblos íberos que encuentra en su camino. Finalmente, estos se coaligan y se enfrentan a él en la batalla de Helike (posiblemente Elche o Elche de la Sierra, Albacete). Le dan muerte en el 228.

Año 2018 después de Cristo, los arqueólogos e historiadores María del Rosario García Huerta, Francisco Javier Morales Hervás y David Rodríguez González terminan su investigación —después de tres años de excavaciones y dos de laboratorio— sobre la necrópolis íbera de Alarcos (Ciudad Real): hallan 25 tumbas de aristócratas guerreros íberos, incluida una que los expertos consideran que puede corresponder a un príncipe, excavadas en el periodo histórico en el que Amílcar fallece en la batalla.

“No sabemos el papel concreto de estos íberos de Alarcos en los sucesos de la época de la Segunda Guerra Púnica”, señala el profesor de Prehistoria de la Universidad de Castilla-La Mancha David Rodríguez, “pero es muy tentador [aunque muy poco probable] imaginar que estuvieran con el cartaginés o quizá lucharon al lado del rey oretano Orisón u Orisos en Helike, ciudad sitiada por Amílcar a la que acudieron diversos contingentes de oretanos [pueblo íbero] para liberarla de los cartagineses. Pero no debe ser casualidad que la mayoría de las tumbas más ricas de la necrópolis de Alarcos y adscritas a aristocracias guerreras sean precisamente de este período y posteriores", entre los años 220 y 90 antes de nuestra era.

Foto: Cerro de Alarcos. A la izquierda, ubicación del yacimiento íbero. UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA

De las 25 tumbas —dos de ellas corresponden a mujeres enterradas con armas— destacan tres enterramientos por su riqueza, tanto por la calidad como por la abundancia del armamento (falcatas, escudos, lanzas…), la evidencia de poseer caballos (bocados), orfebrerías de lujo (oro, plata, colgantes de cornalina) y por los sacrificios hechos tras su fallecimiento. Una de las tumbas guardaba 453 tabas (astrágalos) de cordero, para lo que hubo que sacrificar 222 animales, según los cálculos de los expertos. Los cuerpos de los fallecidos fueron incinerados y guardados en vasijas que la excavación ha devuelto a la luz.

Otra de las tumbas pudo pertenecer a un príncipe, ya que se emplearon grandes bloques de piedra, escalonados y bien trabajados, si bien fue saqueada en la antigüedad por los valiosos objetos que encerraba. En el resto de sepulcros se han encontrado 327 objetos, de los que el 9% fue fabricado con oro. También se ha hallado otra tumba, que en realidad es un cenotafio, que corresponde a un enterramiento sin cuerpo, ya que el guerrero habría muerto muy lejos del poblado y no se pudieron recuperar sus restos. Sin embargo, se le abrió una tumba con todo el ajuar que le correspondía como aristócrata y guerrero.

Foto: Varios arqueólogos trabajan en las tumbas halladas en Alarcos. UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA

Los análisis han demostrado que existían diferencias notables entre las tumbas halladas —que han sido clasificadas en tres grupos: opulentas, intermedias y más sencillas—, pero todas pertenecientes a "un elevado estatus incluso comparadas con otras de su mismo ámbito cultural" en diferentes yacimientos íberos de la Península. Lo que llama la atención a los investigadores es que apenas se hayan detectado fuera de esta necrópolis cuerpos del "pueblo llano". "No sabemos qué hacían con los restos de esta gente, quizás usaban para ellos otro tipo de rito funerario como la inmersión, es decir, que los tirasen al río o algo así. Es un misterio", explica Rodríguez, y más teniendo en cuenta que el poblado donde vivían podía albergar a más de mil personas y el asentamiento se extendió durante casi cinco o seis siglos.

El oppidum (colina) de Alarcos, un yacimiento de 33 hectáreas, se alza sobre un cerro de 100 metros de altura y está rodeado de buenas defensas naturales (río Guadiana), lo que permitió que fuera un establecimiento apto para un hábitat permanente. "La necrópolis de Alarcos", dice David Rodríguez, "supone un notable salto cualitativo en el conocimiento de la realidad funeraria ibérica, al poder presentar contextualizados un conjunto de tumbas y materiales que nos permiten abordar con más garantías una mejor definición del ritual funerario ibérico en general y del oretano en particular".


Foto: Falcatas halladas en Alarcos, las temidas espadas íberas. UNIVERSIDAD DE CASTILA-LA MANCHA


Nunca se podrá saber con certeza si estos guerreros mataron a Amílcar, pero sí se conoce cómo murió este, según el historiador romano Apiano. "Los reyes íberos [refiriéndose a las huestes oretanas de Orisos] lo mataron de la siguiente forma: llevaron carros cargados de troncos a los que uncieron bueyes y los siguieron provistos de armas. Los africanos al verlos se echaron a reír. Pero cuando estaban muy próximos, prendieron fuego a los carros y los arrearon contra el enemigo. El fuego provocó el desconcierto de los africanos. Al romperse la formación, los íberos, cargando a la carrera, dieron muerte a Amílcar y a un gran número de los que estaban defendiéndolo”. A lo mejor, el príncipe de la tumba hallada en Alarcos fue el que diseñó la estrategia.
ALARCOS, LA GRAN DERROTA CRISTIANA

El poblado íbero al que corresponde la necrópolis desenterrada se ubicaba justo donde ahora se erigen las ruinas del castillo medieval de Alarcos (Poblete, Ciudad Real). La fortaleza es el testigo de la batalla que enfrentó a las tropas de Alfonso VIII, el 19 de julio de 1195, con el califa Abu Yaqub al-Mansur. La derrota castellana fue completa, porque el monarca no esperó los refuerzos del resto de reyes cristianos. Tuvo que esperar hasta 1212, en Las Navas de Tolosa, para tomarse la venganza. En esta ocasión, aceptó la ayuda de Aragón, Navarra y caballeros francos.

Fuente: Vicente G. Olaya | El País, 6 de agosto de 2019