Hallan en el Foro de Roma un hipogeo con un sarcófago y un altar vinculados al culto de Rómulo

El sarcófago de toba y la estructura circular (posiblemente un altar) descubiertos en una zona subterránea del Foro Romano, en el entorno donde se hallaba el 'Comitium'.

Aproximadamente un año después del inicio de los estudios sobre la documentación producida por el arqueólogo Giacomo Boni a principios de la década de 1900, se pudo plantear la hipótesis de la presencia en el Foro Romano, a pocos metros de la Lapis Níger (Piedra Negra) y el Comitium (Asamblea), de un santuario dedicado a fundador de la ciudad de Roma: Rómulo.

Vista del Foro Romano con el Lapis Niger en primer término / Foto: Cortyn – Shutterstock

Las investigaciones arqueológicas planificadas por el 'Parque Arqueológico del Coliseo' dieron como resultado un descubrimiento excepcional: un entorno subterráneo con un sarcófago de aproximadamente 1,40 metros ha resurgido en la zona del Comitium asociado con un elemento circular, probablemente un altar. El sarcófago fue realizado con la toba procedente del Capitolio y, por lo tanto, debe remontarse al siglo VI a.C.

Entrada a la escalera debajo de la Curia, donde los arqueólogos han hallado el hipogeo. Foto: Parco Colosseo

El contexto subterráneo está ubicado debajo de la escalera que conduce a la Curia, construida en la década de 1930 por Alfonso Bartoli, se conserva evidentemente por su propio significado simbólico, dada la Curia suprayacente, y coincide con lo que las fuentes dicen ser el punto post rostra (detrás de los Rostra republicanos), donde se encuentra el lugar de entierro de Rómulo (según la lectura de un pasaje de Varrón comentando la obra de Horacio, Epodos, XVI). Los expertos señalan que no es casualidad que en eje con el entorno subterráneo se encuentre Lapis Níger, la piedra negra indicada como un lugar fatal, dado que está relacionada con la muerte de Rómulo.

Otra vista del Foro Romano con el 'Lapis Niger' en primer término y la Curia al fondo.

La excavación y las perspectivas de valorización de este monumento del culto a Rómulo y de la historia de Roma y sus orígenes serán ilustradas por el director del Parque Arqueológico del Coliseo, Alfonsina Russo y por el equipo de arqueólogos y arquitectos dedicados a la investigación el próximo viernes 21 de febrero.

Fuente: lanotiziagiornale.it | abc.es | 17 de febrero de 2020

Algunos africanos occidentales pueden tener genes de un antiguo 'homínido fantasma'

Los africanos occidentales modernos, como estas personas Mende de Sierra Leona, tienen una herencia genética pequeña, pero útil, de una población de homínidos previamente desconocida y ahora extinta, según sugiere un nuevo estudio. GEORG BERG / ALAMY FOTO DE STOCK.

Una población antigua, similar a la humana, aún sin descubrir en fósiles, dejó un legado genético en los africanos occidentales actuales, según sugiere un nuevo estudio.

Estos parientes extintos del Homo sapiens transmitieron genes a los antepasados ​​africanos de los modernos Yoruba (Nigeria) y Mende (Sierra Leona) a partir de hace unos 24.000 años o más tarde, dicen los genetistas de UCLA, Arun Durvasula (izquierda) y Sriram Sankararaman (derecha). El ADN surperviviente de esos antiguos homínidos es lo suficientemente diferente del de los neandertales y los denisovanos como para sugerir que era un homínido completamente distinto.

Los genomas de los grupos Yoruba y Mende contienen del 2 al 19 por ciento del material genético de esta misteriosa 'población fantasma', informan los científicos en Science Advances. Algunos segmentos del ADN transmitido por esta misteriosa especie Homo influyen y mejoran las funciones de supervivencia, incluida la supresión tumoral y la regulación hormonal. Esos genes probablemente se diseminaron muy rápido entre los africanos occidentales modernos, sospechan los investigadores.

Durvasula y Sankararaman encontraron que el ADN de los chinos Han, en Beijing, y los residentes de Utah con ascendencia del norte y oeste de Europa, también mostraron signos de ascendencia de la antigua 'población fantasma'. Pero el ADN de esos dos grupos no se estudió tan de cerca como el de los pueblos Yoruba y Mende.


El trabajo de investigación se suma a la evidencia reciente de que el mestizaje de personas antiguas con varias especies Homo jugó un papel más importante en la evolución de los africanos modernos de lo que generalmente se ha supuesto. Por ejemplo, después de abandonar África hace unos 60.000 a 80.000 años, los grupos de Homo sapiens se cruzaron con los neandertales europeos antes de llevar el ADN neandertal a África a partir de hace aproximadamente 20.000 años, según concluyó la investigación de otro equipo al respecto. Ese estudio encontró que el ADN neandertal representa, en promedio, alrededor del 0,5 por ciento de los genomas individuales de los africanos, mucho más de lo que se había informado en estudios anteriores. La mayoría de las personas actuales fuera de África tienen aproximadamente el triple de ADN neandertal que los africanos.
"El ADN del 'homínido fantasma' y el ADN neandertal parecen haber incursionado por separado entre los Homo sapiens africanos aproximadamente al mismo tiempo", dice el genetista Iain Mathieson (derecha), de la Facultad de Medicina Perelman en la Universidad de Pensilvania, el cual no participó en el nuevo estudio.

Aunque los antiguos humanos que regresaban a África ya habrían podido aparearse anteriormente con miembros de la antigua 'población fantasma', "lo más probable es que la hibridación sucediera en su vuelta a África", dice Sankararaman. Esa posibilidad está respaldada por el hecho de que varios fósiles africanos de Homo sapiens, algunos de los cuales datan de hace unos 13.000 años, muestran rasgos de especies Homo mucho más antiguas, incluidos los neandertales, recuerda Mathieson.

"Es difícil saber con precisión cómo se desarrollaron estos intercambios genéticos, dado que los investigadores carecen de fósiles de esta antigua 'población de fantasma' para extraer ejemplos de su ADN", dice el genetista Pontus Skoglund (izquierda), del Instituto Francis Crick, en Londres. "Sin embargo, el nuevo estudio es un buen caso sobre la transmisión de ADN de una población de homínidos no conocida a los antepasados ​​de los africanos occidentales en la actualidad", agrega.

Durvasula y Sankararaman compararon los genomas de 405 africanos occidentales -más de la mitad correspondiente a Yoruba y Mende- con el ADN antiguo de un fósil neandertal de Europa oriental de hace aproximadamente 44.000 años y con un fósil denisovano de Siberia que data alrededor de 51.000 años. Los patrones de cambio de un solo nucleótido, o SNP (Single Nucleotide Polymorphism), permitieron a los investigadores identificar áreas a través de los genomas Yoruba y Mende que fueron heredados de una línea de homínidos antiguos distintos de los neandertales y los denisovanos. Los científicos estiman que esa 'población fantasma' se separó de los ancestros directos de los actuales Yoruba y Mende hace más de 1 millón de años.

Una investigación de 2012 sugirió que 15 cazadores-recolectores africanos modernos habían heredado alrededor del 2 por ciento de su ADN de una especie homínida desconocida que se separó de los antepasados ​​de las personas de hoy en día hace aproximadamente 1,1 millones de años.
"No está claro si el ADN antiguo identificado en ese estudio y en el nuevo informe se remonta a la misma especie de 'homínido fantasma'", dice Sankararaman.

El cráneo Iwo Eleru de Nigeria (a la derecha) se remonta a hace 13.000 años, pero muestra características antiguas como las del cráneo de Laetoli, de 140.000 años (a la izquierda).

En 2011, un equipo de científicos examinó con más cuidado el cráneo de Iwo Eleru y concluyó que era una forma intermedia entre los humanos modernos y el Homo erectus. Tanto Durvasula como Sankararaman especulan que fósiles como el de Iwo Eleru podrían pertenecer a la 'población de fantasmas' arcaicos.

"De hecho es posible", dijo Isabelle Crevecoeur (izquierda), paleoantropóloga de la Universidad de Burdeos en Francia. Pero advirtió que los científicos aún necesitaban aprender mucho sobre la diversidad física y genética de los africanos antes de llegar a una conclusión tan drástica. "Yo preferiría un enfoque conservador", dijo.
La mejor prueba del nuevo estudio sería, en última instancia, extraer ADN de un fósil, como el de Iwo Eleru, y encontrar una coincidencia con los segmentos identificados por los científicos.

Fuente: sciencenews.com | nytimes.com | theguardian.com | 12 de febrero de 2020

Encuentran un misterioso disco solar en una urna de la Edad del Bronce en Dinamarca

En 2008 y 2009, los arqueólogos excavaron un yacimiento en Løgstrup, ubicado al noroeste de Viborg en Dinamarca. Se trataba de un asentamiento de la Edad del Bronce con restos de casas, fosas y hornos de fundición de bronce, levantado y ampliado en varias fases alrededor del 900–700 a.C., donde aparecieron diversos objetos de bronce, ámbar, cerámica, y dos urnas funerarias que contenían restos de entierros de cremación.

Las dos urnas se depositaron en el Museo de Viborg. Diez años después, en octubre de 2019, las urnas fueron escaneadas mediante tomografía computerizada, y, sorprendentemente, no había restos de huesos quemados por ninguna parte en las urnas, tan solo cenizas. Hacia la mitad de una de ellas los arqueólogos descubrieron un objeto curioso, el cual tenía la forma de un disco de hockey en la imágenes escaneadas.

Escaner del disco dentro de la urna / Foto: Museo de Viborg


Una vez extraído cuidadosamente resultó ser un pequeño y fino disco de ámbar que mide 3 centímetros de diámetro y 0,9 centímetros de grosor, y que debió ser colocado en la urna sobre los restos cremados de un chico o chica en su etapa adolescente.

"Cuando lo limpiamos y le pusimos detrás una luz supimos que teníamos algo muy especial: un llamado disco solar de la Edad del Bronce temprana", dice Lars Agersnap Larsen, conservador del Museo Viborg.

El ámbar era muy valioso en la Dinamarca de la Edad del Bronce, ya que era a la vez una mercancía y un símbolo religioso. Se lo consideraba una manifestación del poder del Sol. Algunas fuentes griegas lo describen incluso como las lágrimas del dios del Sol, Apolo.

Lars Agersnap Larsen, del Museo de Viborg, muestra cuán hermoso se ve el disco solar simplemente usando la linterna de un teléfono móvil. Foto: Morten Dueholm.

La simbología solar es un motivo frecuente en objetos y esculturas de la Edad de Bronce. En este caso el disco pudo colocarse en la urna como una señal de la posición social de la persona o como una especie de ofrenda para que el alma de la persona muerta viajase al otro mundo bajo la protección del Sol. Así, se creía que, igual que el sol atravesaba el cielo durante el día, también atravesaba la oscuridad del inframundo por la noche.

Aunque a primera vista el disco de ámbar no parece gran cosa, todo cambia cuando se hace brillar una luz tras él. Entonces es cuando revela su auténtica belleza y función de disco solar. Se trata de un descubrimiento único en Dinamarca, el primero de su tipo hallado en la zona.

"En contraste, en 1875, el Museo Nacional de Dinamarca adquirió un disco solar similar del que se desconoce su procedencia. Dicho disco solar está enmarcado en un soporte de bronce, y es muy probable que el disco solar de Løgstrup haya estado en un soporte similar. Sin embargo, no tenemos pruebas de ello", dice Lars Agersnap Larsen.

Foto: Aquí puede verse el soporte de bronce, de aproximadamente 7 cm de alto, con el disco solar que adquirió el Museo Nacional de Dinamarca en 1875.

Fuentes: labrújulaverde.com | viborg-folkeblad.dk | de febrero de 2020

Confirman la existencia de un campamento especializado de caza de ovejas en el Líbano prehistórico

Vistas de la cueva de Nachcharini y sus alrededores. Crédito: PLOS ONE.

Los antropólogos de la Universidad de Toronto han confirmado la existencia hace más de 10.000 años de un campamento de caza en lo que ahora es el noreste del Líbano, y que se extiende a horcajadas sobre el período que marca la transición de sociedades nómadas de cazadores-recolectores a asentamientos agrícolas en el inicio de la última Edad de Piedra.

El análisis de los datos recopilados durante décadas en la cueva Nachcharini, en lo alto de la cadena montañosa que forma la frontera moderna entre Líbano y Siria, muestra que el sitio era un campamento de caza temporal que servía como puesto de avanzada para pueblos emergentes de otras partes de la región, y que las ovejas eran la caza principal.

El hallazgo confirma la hipótesis del arqueólogo retirado la Universidad de Toronto, Bruce Schroeder, que excavó el sitio en varias ocasiones a partir de 1972, pero que tuvo que suspender su trabajo cuando comenzó la Guerra Civil Libanesa en 1975.

"El sitio representa la mejor evidencia de un campamento con un propósito especial, no una aldea o asentamiento en la región", dijo Stephen Rhodes (izquierda), un candidato a doctorado en el Departamento de Antropología de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Toronto y autor principal de un estudio publicado hoy en PLOS ONE.
"La cueva era contemporánea de los asentamientos más grandes al sur del Valle del Jordán, y es el primer enclave de este tipo que muestra un predominio de las ovejas entre los animales cazados por parte de sus habitantes temporales".

La datación por radiocarbono de huesos de animales recuperados en el lugar muestra que se corresponde con un periodo conocido como Neolítico Pre-Cerámico A (PPNA), comprendido aproximadamente entre 10.000-8.000 a.C., y durante el cual los cultivos, la construcción de viviendas de adobe y otras prácticas de domesticación, comenzaron a surgir. Las herramientas de piedra halladas son en su mayoría pequeñas puntas de flecha utilizadas para la caza.

Puntas y variantes de las mismas halladas en la cueva de Nachcharini.

"Las dataciones anteriores establecidas en la década de 1970 feran problemáticas y demasiado recientes por razones desconocidas, posiblemente debido a la contaminación de los materiales analizados o a un procesamiento incorrecto", dijo Rhodes, coautor del estudio con los profesores Edward Banning y Michael Chazan, ambos miembros del Departamento de Antropología de la Universidad de Toronto. "Los resultados destacan el hecho de que las personas del Neolítico Pre-Cerámico A aprovecharon una amplia variedad de hábitats con un complejo sistema de prácticas de subsistencia".

Ya se sabía que la caza de ovejas se practicaba en esta región durante los períodos que precedieron al PPNA, y la evidencia encontrada en la cueva de Nachcharini refuerza esa comprensión. Según Rhodes, consolida nuestro conocimiento sobre rango natural de las ovejas, el cual supondrá un comienzo de domesticación de las mismas en los años posteriores.

"No estamos diciendo que los cazadores en Nachcharini estaban involucrados en las primeras etapas de esta domesticación", dijo. "Sino que la evidencia de una tradición local hace que esta área haya sido un posible centro de domesticación de ovejas más adelante".

Fuente: phys.org.com | 22 de enero de 2020

Descubren varios petroglifos circulares en las cumbres de Cervantes, lo que demuestra que estas fueron paso de pastores desde la Prehistoria

La huella del hombre en las montañas de Os Ancares (Lugo) es milenaria. A día de hoy podemos intuir parte del pasado secular gracias a algunas construcciones y yacimientos tanto castrexos como romanos, pero desde los últimos años se ha evidenciado que el asentamiento humano en las cumbres gallegas ya viene del Neolítico y, además, con unos usos y costumbres que aún hoy perviven, como es el de la trashumancia del ganado.

Tenemos huellas del pasado visibles en poblados como Piornedo (Cervantes), con el conjunto de pallozas quizás mejor conservado de Europa; o de asentamientos castrexos como el de Santa María (recientemente declarado BIC); o la explotación aurífera que llevaron a cabo los romanos en los ríos de la comarca; y hasta el reciente descubrimiento de campamentos militares romanos o el tramo del trazado de la Vía XIX de Astorga a Lugo.

Pero en la última década se han producido varios hallazgos que muestran que esta parte oriental de Galicia y del noroeste de la península estuvo ocupada desde el Neolítico y la Edad del Bronce. Ha sido el trabajo del Colectivo Patrimonio dos Ancares el que ha permitido sacar a la luz restos megalíticos que explican mejor la historia de la comarca. Este colectivo acaba de comunicar a la Xunta la localización de un nuevo grupo de petroglifos en el municipio de Cervantes, en concreto en el paraje conocido como Río de Agua, situado a 1.310 metros de altitud, entre los montes de O Pico da Legua y O Teso de Acevedo, perteneciente a la parroquia de O Pando.

«No centro da parte superior dunha pena granítica lixeiramente inclinada, duns tres metros de longo por dous de ancho, foi gravada unha combinación de tres círculos concéntricos con coviña central cuxo círculo exterior ten unhas medidas aproximadas duns 30 centímetros de diámetro. En dúas esquinas da rocha tamén foron insculpidas dous grupos de dúas e catro cazoletas cunhas medidas que oscilan entre os 3 e 5 centímetros de diámetro», explica el historiador y miembro del colectivo patrimonial, Xabier Moure.

Tipo de figuras

Moure explica que las cazoletas que se hallan en la mayoría de los complejos rupestres gallegos no tendrían un único significado: «recipientes para ofrendas, lugares para recoller a auga que sería utilizada nalgún tipo de ritual, receptáculos para sacrificios, símbolos de carácter sexual feminino relacionados coa fertilidade, delimitadores de espazos sagrados ou relixiosos, etc. Como no caso das coviñas, os círculos concéntricos tamén son figuras enigmáticas, sendo obxecto de varias interpretacións: representacións do sol, escudos, ofrendas votivas, etc». En definitiva, señala, tendrían un significado simbólico-religioso de difícil interpretación «xa que ao tratarse dunha arte simbólica son para nós de natureza inintelixible e co único que xogamos son con hipóteses xa que este sistema de comunicación desapareceu xunto coas persoas que os xeraron, incluso cabe a posibilidade de que o seu significado só sería comprensible a determinados integrantes daquela sociedade da Idade do Bronce, hai uns 4.000 anos, período ao que corresponderían estes petroglifos».

Particularidades

Con el nuevo hallazgo de estos petroglifos, ya son veinte los grupos que el Colectivo Patrimonio dos Ancares llevan documentados en el concello de Cervantes, «case todos compostos por coviñas, excepto tres combinacións circulares, incluída esta, un semicírculo e a representación dun ungulado (pezuño de animal)». Pero Moure destaca como muy llamativo que en todos los municipios situados en la parte más oriental de la provincia de Lugo, limítrofes con Asturias y León, desde Ribadeo hasta Quiroga, excepto en Cervantes, la presencia de petroglifos es casi nula, documentándose solo un grupo por municipio en Ribadeo, A Fonsagrada, Folgoso do Courel y Quiroga. Además, como particularidad, los petroglifos de Cervantes se hallan en las zonas más elevadas; incluso uno, el de Mustallar, que fue grabado a 1.800 metros, se convirtió en noviembre del 2015, cuando fue descubierto, en el que más altitud de encuentra de Galicia, superando al petroglifo de As Arcas, en el concello ourensano de Manzaneda, a 1.770 metros de altitud.

Fuente: lavozdegalicia.es | 6 de febrero de 2020

Encuentran evidencias de un enfrentamiento entre los primeros agricultores del Neolítico en la cueva de Els Trocs, en los Pirineos

Ubicación de la entrada de la cueva Els Trocs / foto H. Arcusa Magallón

En el yacimiento de la cueva Els Trocs, en los Pirineos (San Feliu de Veri, Bisaurri, Huesca), grupos rivales de agricultores primitivos migrantes o de agricultores y cazadores-recolectores indígenas chocaron violentamente alrededor del año 5300 a.C. Este choque resultó una masacre de los agricultores de Els Trocs. La violenta reacción fue posiblemente desencadenada por la xenofobia o las disputas masivas por los recursos o privilegios, según un estudio publicado en Nature.
El estudio se ha realizado bajo la dirección del profesor Manuel Rojo (izquierda), de la Universidad de Valladolid, y de José Ignacio Royo (derecha), arqueólogo del Gobierno de Aragón, y las investigaciones antropológicas son fruto de una cooperación con las universidades de Krems (Austria), Basilea (Suiza), UAM y el Incipit del CSIC.

La cueva de Els Trocs se halla en medio de un altiplano, donde se eleva una montaña con la entrada de la cueva en su ladera. Además de los restos materiales de sus antiguos ocupantes, como herramientas de cerámica y piedra, contiene huesos de animales domésticos y salvajes masacrados, así como restos óseos humanos de niños y adultos. Los 13 individuos identificados hasta ahora pueden asignarse a tres fases diferentes de ocupación del Neolítico que están muy separadas en el tiempo. Por lo tanto, estos “entierros” no son un grupo que compartió un único destino común.

Situación de Els Trocs / foto H. Arcusa Magallón

Los investigadores centraron el análisis en nueve individuos (cinco adultos y cuatro niños) de la ocupación más temprana de la cueva hacia 5.326–5.067 a.C., cuyas fechas de radiocarbono se agrupan estrechamente y todos ellos muestran rastros de violencia peri y post mortem. El estudio del genoma de las víctimas de la matanza indica que dos de ellos (un varón de unos 30 años y un niño de unos 6) son padre e hijo. Los otros tres niños tienen madres diferentes, cuyos genomas no se han detectado en el resto de huesos.

Así pues, los individuos de esta fase I se distinguen por estar separados cronológicamente por más de 1.000 años de los de la fase II y por presentar un conjunto específico y único de lesiones que sugieren un episodio singular de conflicto del que fueron víctimas estos individuos.
Los adultos presentan lesiones consistentes por disparos de flecha en el cráneo. Los niños y los adultos muestran además rastros de una violencia contundente similar en el cráneo y en todo el esqueleto. El uso de armas de proyectiles como arcos y flechas en situaciones de conflicto se evidencia no sólo por los arcos del cercano asentamiento contemporáneo de La Draga, sino también por las pinturas rupestres de este período que representan varios tipos de actos violentos. Además de los rastros directos e inequívocos de violencia, esta evidencia indirecta apoya la suposición de que los individuos de Els Trocs fueron víctimas de una masacre.

Para José Ignacio Royo (él y Héctor Arcusa son los especialistas aragoneses que participan en la investigación), la reconstrucción de los hechos permite varias hipótesis. "No nos atrevemos a decir que se trató de una matanza ritual. Parece que fueron heridos con flechas en las inmediaciones de la cueva, y que posteriormente fueron introducidos en ella, donde continuaron los golpes y las heridas incluso después de muertos", señala. La violencia de estas agresiones lleva a Manuel Rojo a calificarlas como una "segunda ejecución". "Un frenesí asesino. Es como si, además de quitarles la vida, hubieran querido eliminar hasta su recuerdo", añade Royo. Señales encontradas en los huesos de las víctimas llevaron a los investigadores hace años a pensar incluso en posibles actos de canibalismo, algo que ahora descartan.

Imagen de distintos restos humanos entre el pavimento de cerámicas de la primera ocupación de la cueva. Heraldo.es.

La importancia del conflicto violento que se presenta aquí radica en la temprana evidencia de violencia intencional en el período Neolítico. Las fuentes existentes datan los primeros eventos de violencia colectiva, de los que fueron víctimas comunidades enteras de asentamientos, en Europa Central a finales del VI y principios del V milenio a.C. Los violentos acontecimientos en Els Trocs no tienen paralelo ni en España ni en el resto de Europa en esa época. Otro rasgo inusual es la remota ubicación geográfica del sitio, lejos de las primeras rutas migratorias neolíticas de la península ibérica, que se encuentran en la costa o a lo largo del valle del Ebro, respectivamente.
Los análisis genéticos poblacionales caracterizan a las víctimas de Els Trocs como los primeros migrantes del Neolítico, miembros de las comunidades que establecieron la agricultura y la ganadería en la Península Ibérica. Podrían representar a los miembros mayores y a los hijos de una comunidad neolítica más amplia que, separados del grupo principal, pasaban los meses de verano en los Pirineos en el curso de la trashumancia estacional, es decir, la migración de ganado.

Evidencias de lesiones por arma en los huesos analizados / foto T. Schuerch

Los autores de la masacre podrían haber sido cazadores-recolectores indígenas que vieron cómo el grupo neolítico invadía sus territorios de forrajeo. Alternativamente, puede haber sido un altercado entre dos grupos neolíticos en el que se intensificaron las disputas sobre los derechos territoriales. Este razonamiento considera como motivo que el terreno en el que tuvo lugar el evento violento es una meseta que ofrece múltiples recursos.

Es posible que se tratara de un grupo local que todavía vivía tradicionalmente como forajidos, y que decidiera oponerse a los migrantes de manera decisiva y con toda su fuerza. O puede haber sido otro grupo neolítico, ya sea extranjero o local, que le disputaba a las víctimas de Els Trocs sus pastos de verano.
Escena de batalla en el abrigo de Les Dogues, Castellón / foto E. López Montalvo.

Els Trocs probablemente documenta una temprana escalada de violencia intergrupal entre personas de orígenes y visiones del mundo posiblemente diferentes, entre nativos y migrantes o entre rivales económicos o sociales. El conflicto transmite la impresión de una acción xenófoba; el tipo de agresión sugiere un choque entre grupos enemigos.

Según asegura José Ignacio Royo, el equipo de investigación ha decidido suspender de momento las excavaciones arqueológicas. "El volumen de información que nos está dando el yacimiento es enorme, y creeomos que ha llegado el momento de hacer balance y estudiar lo que hemos ido encontrando. Hay que tener en cuenta que en cada campaña de excavación sacamos entre 5.000 y 7.000 fragmentos de cerámica, que tenemos ya la mayor colección de huesos de animales del Holoceno de toda Europa... Excavar por excavar no nos lleva a nada. La cueva está bien protegida y creemos que ha llegado el momento de parar un poco y analizar lo que hemos encontrado", concluye.

Fuentes: labrujulaverde.com | elheraldo.es | 10 de febrero de 2020