Ocupación de los últimos grupos neandertales de la región cantábrica

Cueva de Amalda I en el valle de Alzolaras (Guipúzcoa, País Vasco)

Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), han participado en un estudio publicado hoy en la revista Scientific Reports sobre los patrones de asentamiento de los últimos grupos de neandertales de la región cantábrica en la cueva de Amalda I (Guipúzcoa), que desvela la organización de las actividades desarrolladas en la cueva y la alternancia de su ocupación por parte de humanos y carnívoros.

A través de los análisis de los hallazgos, como los llevados a cabo en el Laboratorio de Cartografía Digital y Análisis 3D y en el Laboratorio de Tecnología Prehistórica del CENIEH, se ha podido comprobar que, en la zona más próxima a la entrada de la cueva, los neandertales llevaron a cabo labores de procesado de presas medianas y de talla lítica, en lo que parecen actividades que se desarrollaron de manera simultánea.

Por otro lado, como explica la autora principal del estudio Laura Sánchez-Romero (izquierda), del Human Evolution Research Center (HERC) de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), “los carnívoros también habitaron la cueva, pero en momentos posteriores a los humanos y en zonas más interiores, acumulando presas de menor tamaño”.

La alternancia en la ocupación de las cuevas se ha observado en otros yacimientos, pero en el caso de Amalda I resulta especialmente interesante porque se ha podido constatar con precisión los momentos de ocupación del yacimiento por parte de neandertales y carnívoros. Además, se ha podido ahondar en el tipo de estructuración tanto del espacio como de las actividades a desarrollar, percibiéndose un alto grado de organización social y de grupo.

Modificaciones antropogénicas identificadas dentro del conjunto de fauna no identificable del Nivel VII en Amalda I. (A) Metáfisis de mamíferos de gran tamaño con marcas de corte. (B) Metapodial de Cervus elaphus con rotura antrópica fresca y marcas de corte (C) Radio proximal de Equus sp. con marcas de corte oblicuo en el lado craneal. Imagen: Lucía Agudo.

Este trabajo, en el que también ha participado la Universidad de Cantabria, se enmarca en un proyecto financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, que coordina el arqueólogo del CENIEH Joseba Rios Garaizar. Su objetivo es evaluar las ocupaciones neandertales en la parte oriental de la región cantábrica, investigando la cronología, los patrones de movilidad y ocupación del territorio, así como las formas de organización económica de estos grupos.

Fuente: cenieh.es | 26 de mayo de 2020

La tecnología inicial del Paleolítico Superior llegó al norte de China hace aproximadamente 41.000 años

Ejemplos de artefactos de piedra de T3, SDG2: 1–3 núcleos, 4–6 piezas retocadas, 7 lascas.
Una nueva ola de tecnología en el Paleolítico Superior tardío habría llegado al norte de China hace unos 41.000 años, según un estudio en la revista de acceso abierto PLOS ONE realizado por Fei Peng, de la Universidad Minzu de China, Beijing, y sus colegas.

Hace unos 40.000 años, el continente asiático vio la difusión de nuevas formas de tecnología asociadas con lo que se conoce como el Paleolítico Superior Inicial. Este cambio trajo una nueva tecnología de cuchillas junto con materiales simbólicos como cuentas y colgantes, y se cree que marcan la propagación de los humanos, posiblemente nuestra propia especie Homo sapiens, en todo el continente. Pero el momento exacto y la ruta de esta dispersión han sido difíciles de determinar en estudios anteriores.

La estrella roja indica la ubicación del complejo arqueológco de Shuidonggou.

Shuidonggou es un yacimiento arqueológico en el norte de China que proporciona los ejemplos más meridionales de la tecnología del Paleolítico superior inicial en el norte de Asia. En este estudio, Peng y sus colegas proporcionan dataciones mediante radiocarbono de 18 muestras de collares de cáscara de huevo de avestruz y de carbón vegetal procedentes de múltiples capas estratigráficas del yacimiento de Shuidonggou 2. Sus resultados indican que esta nueva ola de tecnología había llegado a la región hace entre 43.000 y 39.000 año, es decir, un poco más tarde que las dataciones obtenidas en yacimientos más al norte.
SDG2 T3 estratigrafía. A la izquierda, la columna esquemática resume la característica general del sedimento y la distribución de restos arqueológicos de la secuencia estratigráfica del sitio. A la derecha, las fotografías y los dibujos esquemáticos muestran una vista en primer plano de las diferentes partes de la secuencia estratigráfica. La distribución de los tres tipos principales de restos arqueológicos recuperados (líticos, restos de fauna y fragmentos de cáscara de huevo de avestruz) correspondientes a las secciones fotografiadas se superponen en los dibujos esquemáticos. La división de las siete capas culturales (CL1a-7) se denota al lado de los dibujos esquemáticos. Crédito: Peng et al, 2020 (PLOS ONE) CC BY

Los resultados respaldan hipótesis anteriores de que la difusión de esta tecnología del Paleolítico Superior Inicial se originó en la región de Altai, en Rusia, hace unos 47.000 años, antes de extenderse hacia el este y el sur de Asia. Si bien será necesario realizar más dataciones para delimitar aún más el momento de este evento, este estudio muestra de manera importante que, incluso en una región con condiciones desfavorables para preservar los materiales, la selección cuidadosa y el tratamiento de las muestras pueden arrojar resultados fiables sobre múltiples fuentes de datos que lo corroboran.

Fei Penga (izquierda) agrega: "Hemos llevado a cabo un análisis sistemático mediante radiocarbono de las muestras de cáscara de huevo de avestruz y de carbón vegetal obtenidas den la excavación 2014-2016 a lo largo de toda la secuencia del yacimiento de Shuidonggou 2. Con base en el modelo bayesiano sobre la cronología, hay dos fases: una primera que oscila entre los 43.0000 y 35.000 antes del presente, y segunda una fase posterior entre hace 35.000 y 28.000. Este resultado respalda la interpretación de que la tecnología de cuchillas apareció en esta región hace por lo menos ~ 41.000 años".

Fuente: phys.org | 27 de mayo de 2020

Niño israelí halla una pequeña tablilla de hace 3.500 años que representa una lucha de poderes

Pieza de arcilla cananea de 3.500 años de antigüedad encontrada en Tel Gama (la ciudad cananea de Yarza). Autoridad de Antigüedades de Israel.

Un niño excursionista de seis años que paseaba con su familia antes del cierre por el coronavirus en marzo encontró una representación única de 3.500 años de antigüedad de un prisionero cananeo desnudo y humillado junto a su vencedor.
La escena, impresa en una tablilla de arcilla cuadrada por un maestro cuyas huellas dactilares aún pueden verse en el reverso de la misma, fue encontrada por Imri Elya, de seis años de edad, durante un paseo en el Tel Jemmah (también llamada Tel Gama) cerca de la frontera con Gaza, según un comunicado de prensa emitido por la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) el pasado lunes. El niño recibió un certificado de buena ciudadanía por entregar el artefacto a la AAI.

La tablilla de arcilla, que mide 2.80 x 2.80 centímetros, era probablemente un recuerdo de una victoria, similar a una insignia de honor o una medalla, dijo Saar Ganor (izquierda), un arqueólogo de la AAI, a Times of Israel. Dado que la tablilla fue creada a partir de un molde, dijo que muchas pueden haber sido creadas y distribuidas. Podrían haber sido usadas como adornos, quizás añadidas a otros objetos como cinturones o muebles, los cuales mostrarían la completa victoria de sus dueños.

Ganor cree que el escenario está compuesto por dos individuos cananeos. Las manos del prisionero, desnudas y delgadas, están tan atadas detrás de él que su espalda está recta. Está cautivo por un vencedor vestido, ligeramente más gordo, con el pelo rizado y la barba cortada. Ambos son cananeos, dijo Hanor, pero en términos generales se refiere a una mezcla ecléctica de lugareños de diferentes tribus, en las que “todos estaban luchando por lo mismo que luchamos hoy en día: agua y tierra”.

“El artista que creó esta tablilla parece estar influenciado por representaciones similares conocidas en el arte del Próximo Oriente Antiguo. La forma en que el cautivo está atado se ha visto anteriormente en relieves y artefactos encontrados en Egipto y el norte del Sinaí”, dijo Ganor y los investigadores de la IAA Itamar Weissbein y Oren Shmueli en el comunicado de prensa.

Imri Elya, de 6 años, del Kibbutz Nirim, descubrió la pieza de arcilla cananea, de 3.500 años de antigüedad, mientras caminaba con sus padres por el Tel Gama (la ciudad cananea de Yarza) en marzo de 2020. (Autoridad de Antigüedades de Israel).

Mediante la comparación y el contraste de su hallazgo con otros ejemplos del mundo antiguo, los investigadores de la AAI datan el artefacto a finales de la Edad del Bronce (entre los siglos XII y XV a.C.). Ganor dijo que la Edad del Bronce tardía es una de las capas más representadas las excavaciones del lugar donde se encontró.

Durante esta época, la zona de Tel Jemmah fue testigo de feroces batallas entre Egipto y los reyes de esta ciudad/estado que llegó a gobernar, así como entre los propios reyes locales. Asimismo, los nómadas llamados Habiru también asaltaron la zona, situada a orillas del arroyo Besor, una de las principales fuentes de agua del Néguev, y cerca de un antiguo camino utilizado para llegar al puerto de Gaza, a unos 10 kilómetros de distancia.
Tel Jemmah es identificada por algunos arqueólogos como la ciudad cananea de Yurza (también llamada Yarza). Otros arqueólogos sitúan el sitio de Yurza en otro lugar de la región.

Vista aérea de Tel Jemmah/Tel Gama, la ciudad cananea de Yarza. (Valdick Lipshitz / AAI)

Yarza es uno de los sitios cananeos mencionados en tres cartas dentro de un tesoro de 350 misivas acadias entre el faraón egipcio y los reyes cananeos descubiertas en la ciudad egipcia de Tell el-Amarna, antigua capital egipcia del faraón Akhenatón, quien la fundó alrededor de 1350-1330 a.C. También está registrado en los anales de Tutmosis III como el extremo sur de Canaán y se menciona en la frase “Desde Yurza hasta los confines de la tierra”.

Dado que la tablilla no fue encontrada en una excavación científica y estratificada, su datación es difícil de asegurar. Los arqueólogos la compararon con otros artefactos similares, siendo el más cercano un relieve muy similar de arcilla de la Edad del Bronce tardío descubierta en el norte del Sinaí hace 100 años, en una excavación dirigida por el pionero arqueólogo británico Flinders Petrie, dijo Ganor.

Según Ganor, la escena representada en la tablilla de arcilla tiene elementos parecidos de varios otros artefactos de finales de la Edad del Bronce, incluyendo una inscripción de marfil encontrada en Tel Megiddo, así como en representaciones de prisioneros de la batalla de Qadesh que se encuentran en los relieves del Templo de Abu Simbel, en Egipto, bajo Ramsés II.

Aunque de tamaño diminuto, los investigadores de la AAI creen que "la escena impresa en la tablilla abre una ventana visual para entender la lucha por el dominio en el sur del país durante el período cananeo”.

Fuente: israelnoticias.com | 25 de mayo de 2020

Hallan en Australia arte rupestre a pequeña escala muy 'inusual' en el mundo

Representaciones artísticas rupestres halladas en el enclave de Yilbilinji, en el Parque Nacional de Limmen, Australia. Fotos: L. M. Brady.

Una investigación reciente en la región del Golfo de Carpentaria, en el norte de Australia, identificó un conjunto de motivos antropomorfos, miniaturas a pequeña escala con apenas unos diseños lineales. A simple vista no parecían gran cosa, pero un análisis más detallado permitió los arqueólogos descubrir que tanto el tamaño como las formas de ese arte rupestre eran realmente “inusuales”.

Tan raros eran esos hallazgos que, tras una serie de estudios, se ha concluido que solo hay otros dos lugares del mundo en los que se haya identificado la técnica pictórica utilizada, según explican en un artículo publicado en la revista Antiquity. Y, evidentemente, están a centenares de kilómetros de distancia. Pero mejor, comencemos por el principio.

Las representaciones artísticas del refugio rocoso de Yilbilinji, en el Parque Nacional Limmen, se hallaron hace apenas tres años. El sitio, lugar ancestral del pueblo aborigen Marra, se conocía desde hace décadas. Aún así, nadie se había percatado del arte en miniatura. Una vez documentado completamente, en el año 2017, sorprendió a los especialistas que las imágenes descubiertas eran “demasiado pequeñas”.



La mayor parte del arte rupestre estampado en todo el mundo se realizó utilizando dimensiones completas (o de tamaño natural), ya fuera para inmortalizar partes del cuerpo humano o animal, objetos e incluso materiales vegetales. Sin embargo, muchas de las plantillas de Yilbilinji son demasiado pequeñas para haber sido hechas usando partes u objetos reales como modelo.
Los investigadores de la Flinders University argumentan que "los motivos se crearon con una técnica de stencilling (estarcido) que no se había descubierto hasta ahora y que utilizaría plantillas en miniatura y en pequeña escala esculpidas a partir de cera de abejas”, escriben. “Esta cera y otras resinas maleables y adhesivas pueden haber jugado un papel más importante en la creación de motivos estampados de lo que se pensaba anteriormente”, añaden.

Solo hay otros dos ejemplos conocidos de este tipo en todo el mundo: uno se encuentra en Nielson’s Creek, en Nueva Gales del Sur; y el otro está en la isla Kisar, en Indonesia. "Ambas representan figuras humanas, lo que hace que la muestra australiana constituya la concentración más grande y diversa encontrada de este tipo de arte”, dice Liam Brady (izquierda), autor principal del artículo.

El Dr. Liam Brady agregó que “las figuras representadas probablemente no tengan más de 400-500 años de antigüedad, pero esto es sólo especulativo y requiere un trabajo más detallado al respecto”.
El equipo de arqueólogos y antropólogos, ayudados por los Marra y los guardabosques de la zona, recopilaron un total de 17 imágenes hechas con estas plantillas de entre las más de 300 encontradas en Yilbilinji. Representaban una amplia gama de motivos: humanos, animales, objetos como bumeranes y también formas geométricas.



Para averiguar cómo se hicieron tuvieron que echar mano de sus dotes detectivescas. Una pista provenía de la forma de las figuras, que indicaban que estaban hechas de algo que podía ser fácilmente moldeado y pegado a la roca. Otro detalle apareció a partir de otra investigación que registró a niños aborígenes jugando con cera de abejas para hacer artículos en miniatura. Los aborígenes australianos también la han utilizado como adhesivo para reparar lanzas y arpones ya que es maleable, pegajosa y está disponible en toda región.

Los expertos sumaron A y B y probaron si el método era efectivo. Comenzaron experimentando cómo calentar y dar forma a la cera y luego la estamparon sobre una losa de roca para confirmar que este material era “excelente para hacer plantillas en miniatura”.


Los investigadores crearon sus propios moldes simulando las imágenes encontradas en Yilbilinji para estudiar el resultado a la hora de utilizarlos en la roca (Antiquity)

En algunos grupos aborígenes, la cera de abejas tiene un significado espiritual, ya que se asocia con seres ancestrales o la bujería, razón por la cual el equipo de investigación estima que las imágenes podrían estar asociadas con la magia y la hechicería. Por otra parte, el hecho de que los niños fueran los que habitualmente jugaban con esta materia ha llevado también a los investigadores a considerar la posibilidad de señalar a los más jóvenes de la comunidad como responsables de este inusual arte rupestre, ya fuera como práctica para su futuro artístico o como copia de las figuras más grandes que hacían los adultos. El Dr. Brady reveló, además, que “este arte rupestre no es un fenómeno aislado, ya que prece estar ligado a muchos aspectos diferentes de la vida de los Marra como el intercambio, la interacción social y el recuerdo de sus antepasados.”

El arte aborigen australiano representa la tradición ininterrumpida más larga del mundo, ya que sus primeras evidencias se remontan a hacen al menos 28.000 años. Para sus obras, usaron sus manos, sus bumeranes e incluso los pies de los emús (un ave no voladora nativa de Australia, el único miembro viviente del género Dromaius).

“Desde que finalizamos este trabajo, ya hemos descubierto tres nuevos motivos en miniatura: una figura humana, una tortuga de agua dulce y un equidna (un mamífero de apariencia similar a los erizos)”, concluye el doctor Brady.

Refugio rocoso con arte rupestre aborigen en Yilbilinji, Parque Nacional Limmen. (L. M. Brady / Antiquity)

Fuentes: lavanguardia.com | ancient-origins.net | sciencemag.org | 26 de mayo de 2020

Los deberes escolares más antiguos del mundo

Una de las tabletas de un niño egipcio del siglo II d.C. Arriba está el texto escrito por el profesor, y que el estudiante copió sin demasiada fortuna en las de abajo. Biblioteca Británica.

Muchos, pocos, ninguno... Los deberes escolares son objeto de discusión desde hace decenios, es más, desde que los profesores empezaron a prescribirlos. Pero ¿cuándo empezó ese suplicio para los padres (y para los alumnos)? No tenemos pruebas de que los estudiantes se lamentaran de su suerte cada vez que tenían que llevarse las tablas de multiplicar a casa, pero sí de que lo hacían, ya en tiempos tan remotos como el siglo II de nuestra era. Hace justo ahora un año, con ocasión de la gran exposición Writing: making your mark (Escritura: dejando tu huella), la Biblioteca Británica sacó a la luz uno de sus tesoros: los deberes de un niño egipcio de hace casi 2.000 años.

Perfectamente conservados, llama la atención lo mucho que se parecen a los actuales: la copia de un texto y unos ejercicios de multiplicar y de lectura; ya ven, dos mil años no son nada. Si el contenido no ha cambiado tanto, sí lo ha hecho el continente; se trata de dos tabletas de madera del tamaño de un kindle, huecas por el centro y rellenas de cera para escribir en ellas con un punzón metálico y alisadas en el extremo.

En una de ellas encontramos un ejercicio de escritura, que al mismo tiempo es una lección para la vida. En las dos primeras líneas el maestro ha escrito una sentencia en griego: “Acepta el consejo de alguien sabio/ no debes confiar en todos tus amigos”. En las líneas inferiores vemos la sentencia copiada por el alumno, con una letra mucho más torpe, “tal como sucede ahora con los niños de primaria, que copian las frases de sus maestros”, señaló entonces Peter Toth (izquierda), conservador de los manuscritos antiguos y medievales en la Biblioteca Británica.

Desde la conquista de Egipto por Alejandro Magno en el siglo IV a.C., el griego se convirtió en el idioma oficial de la administración del país, de forma que todo aquel que quería hacer carrera en los estamentos oficiales debía aprenderlo correctamente. Y a ello se dedicaba, no muy brillantemente por cierto, nuestro estudiante de la antigüedad: en la primera línea se come una “C” y se sale del margen a la derecha con una “N”; dos líneas más abajo lo intenta otra vez, pero de nuevo se come la “C”. Y en la última línea la escritura se hace muy pequeña y compacta, sin duda tenía mucha por prisa por acabar. Peter Toth explica en un muy interesante vídeo que se puede descargar en la web de la institución londinense (www.bl.uk) que la elección de la sentencia para copiar demuestra que no se trataba únicamente de aprender a escribir, de una forma por cierto “no muy diferente de como lo hacemos ahora”, sino de ejercitar la ética con ejemplos prácticos.


La otra tableta del estudiante egipcio, a la izquierda aparecen unas tablas de multiplicar, a la derecha unas sílabas para practicar la lectura. Las condiciones de sequedad del desierto permitieron la conservación de este cuaderno excepcional. Biblioteca Británica

En la otra tableta, el maestro ha copiado una tabla de multiplicar del 1 X 1 al 3 X 10, sin duda alguna, según Peter Toth, para que el alumno practicara en su casa. A la derecha, nos encontramos con una selección de palabras que empiezan con “Th”, a fin de que el alumno practique la lectura al reconocer estas sílabas. Los dos orificios que vemos en los bordes más largos sirvieron como agujeros para pasar por ellos las cuerdas para unir las tabletas, mientras que los más cortos servirían para atarlas y cerrarlas. Casi casi como un cuaderno actual que un día utilizó un niño de unos ocho años, a tenor del tipo de deberes, de sexo masculino sin duda alguna, ya que las mujeres no recibían formación, y pertenecientes a la clase alta, para podérselo permitir.


Una tablilla mesopotánica del siglo XVI a.C. El profesor escribía en la parte superior o en una cara y el alumno copiaba los caracteres en la inferior o en el reverso de la piedra. Metropolitan Museum, Nueva York

Próximo Oriente
Mucho más pedestres, porque también son mucho más antiguos, son los deberes encontrados en Mesopotamia, en la antigua Babilonia, así como en Israel. Se trata de tabletas -aunque más bien parecen una piedra- utilizadas por ambos lados. La mayor parte iban destinadas a formar a los futuros escribas en las edubas de Mesopotamia, algo así como “casa de las tablillas”. En muchos casos se trataba de casas privadas, y de ahí que numerosas muestras fueran encontradas en estas residencias en diferentes lugares del Próximo Oriente, datadas entre el 2000 y 1600 a.C. Existían cuatro tipos, la que aparece aquí corresponde a la lentils, redondas, de pequeño tamaño (6 a 8 centímetros), con el texto del maestro encima o en una cara y el del estudiante debajo o en el reverso.

Los futuros escribas empezaban su formación de niños, también alguna niña, y debían memorizar textos. Para que se hagan una idea, esta es la experiencia de un estudiante, reconstruida a lo largo de cuarenta años, entre 1909 y 1949, gracias a una serie de 21 tabletas y fragmentos –lo que da idea de su popularidad–encontrados en diferentes lugares, entre ellos Nippur, y datados sobre el 1600 a.C. El joven es regañado por sus maestros por no memorizar las lecciones y enredar en clase. El niño pide entonces a sus padres que inviten al maestro a su casa a vino y comida y le hagan regalos; parece que la estrategia funciona, porque el maestro acaba alabando al alumno... nada nuevo bajo el sol del cohecho (fuente: Samuel Noah Kramer, Schooldays, a sumerian composition relating to the education of a scribe, 1949).

Los consejos de Plinio el Joven
Otro salto en el tiempo nos lleva en la Roma antigua, a Plinio el Joven, en el siglo I d.C. Escritor, científico, orador y senador romano, Plinio pidió a sus alumnos de oratoria que practicaran en casa, creyendo que en un ambiente más informal podrían desarrollar mejor sus habilidades. Los resultados fueron extraordinarios y por eso es considerado por muchos como el padre de los deberes, aunque otros citen al pedagogo italiano Roberto Nevilis, quien en 1905 habría empezado a cargar a sus alumnos con trabajos como forma de castigarlos.

La verdad es que existen muchas discusiones sobre si Nevilis existió realmente, pero los deberes han estado de una u otra forma presentes a lo largo de los siglos incluso en la antigua China. Por cierto, que fue en la antigua China donde se inventaron los exámenes: en el siglo VII a.C. se establecieron unas durísimas pruebas que duraban tres días “en celdas separadas para no copiar; a los candidatos se les proveía con un orinal, escritorio y tinta”, según explicó hace unos años a la BBC la historiadora y escritora Mary Beard (izquierda). Muchos no conseguían pasar la prueba: “Si un candidato moría, envolvían su cuerpo en una estera de paja y lo tiraban por los altos muros que rodeaban el complejo”. Eso sí era estrés.

Fuente: lavanguardia.com | 27 de mayo de 2020

Los restos arqueológicos más antiguos de El Provencio (Cuenca) tienen 830.000 años

Fotografía de Santiago David Domínguez-Solera, ARES arqueología.

Davinia Moreno, geocronóloga del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), colidera un artículo publicado en la revista Quaternary International sobre El Provencio, en el que se realiza el primer estudio exhaustivo de este yacimiento paleolítico de la provincia de Cuenca, situado en la llanura manchega, a orillas del río Záncara.

El análisis geocronológico realizado en el CENIEH aplicando las técnicas de datación por Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR) y Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) ha proporcionado las primeras dataciones numéricas en esta región. Se han datado los niveles más recientes y más antiguos de la secuencia arqueológica y se han obtenido fechas de 41.000 (OSL) y 830.000 años (ESR).

El rico registro arqueo-paleontológico de El Provencio presenta herramientas líticas elaboradas en sílex y cuarcita catalogadas en los modos tecnológicos 1, 2 y 3 (Olduvayense, Achelense y Musteriense), así como restos óseos de especies características del Pleistoceno como caballos, bisontes y mamuts.

Este estudio sugiere que, en los últimos 800.000 años, los grupos de cazadores-recolectores ocuparon este territorio desarrollando diversas actividades de forma recurrente y continuada lo que deja sin fundamento las teorías de una discontinuidad en el centro de la península ibérica o aquellas que defienden un poblamiento más intenso en la costa que en el interior peninsular.

Proyecto de investigación y divulgación

Los trabajos de investigación de El Provencio se enmarcan dentro un proyecto mucho mayor que comenzó en 2013 y que, actualmente, abarca docenas de localizaciones a lo largo de la provincia de Cuenca. Este proyecto dirigido por Santiago David Domínguez-Solera (izquierda), autor principal de este estudio, a través de la empresa ARES (Arqueología y Patrimonio Cultural) se lleva a cabo en estrecha colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Cuenca y el Ayuntamiento de El Provencio.

Desde sus inicios, este proyecto ha dado una especial importancia a la divulgación científica de los resultados, y se ha puesto en marcha un aula didáctica para escolares y visitantes, y se han realizado reportajes documentales, exposiciones y cursos universitarios (Universidad Internacional Menéndez Pelayo) en el propio municipio de El Provencio.

"Desde hace ya varios años hemos empezado a abrir una ventana hacia el pasado prehistórico, haciéndola coincidir con las tres zonas naturales que concurren en lo que hoy es la provincia de Cuenca, Mancha, Sierra y Alcarria, con sus respectivas particularidades. Esta ventana se asoma a un área hasta ahora poco o nada estudiada y, por lo tanto, desconocida para la Ciencia”, declara Domínguez-Solera.

Fuente: cenieh.es| 22 de mayo de 2020