Encuentran en Ucrania un monumento megalítico más antiguo que Stonehenge

Excavaciones del montículo cerca del pueblo de Novoaleksándrovka. facebook.com / @archdnipro

Arqueólogos ucranianos descubrieron un crómlech (monumento megalítico de piedras que forman un espacio cerrado) más antiguo que el famoso Stonehenge británico durante las excavaciones de un montículo cerca de la localidad de Novoaleksándrovka (región de Dnepropetrovsk), donde se está construyendo una nueva carretera, informa el portal local Informator.

Las excavaciones están en curso desde hace más de un mes. Además del crómlech de piedra de la Edad del Cobre, en la parte interior del montículo han sido hallados entierros humanos y fragmentos de cerámica.

El crómlench encontrado dataría de la Edad de Cobre

La estructura de losas de piedra dispuestas en círculo, con un cono truncado en la parte superior, fue erigida hace unos 5.500 años y mide 120 por 80 metros.

Según los científicos, el objetivo con el que se construyó la estructura megalítica fue puramente tecnológico: fijarla la tierra para que el montículo no colapsara.

A día de hoy los arqueólogos han encontrado 20 entierros humanos, algunas de las tumbas eran grupales. El entierro más antiguo pertenece al Eneolítico (también llamado Calcolítico o Edad del Cobre), el período de transición del Neolítico a la Edad del Bronce.

Fuentes: actualidad.rt.com | sdpnoticias.com | 26 de mayo de 2021

Un misterioso montículo en Siria puede ser el monumento de guerra más antiguo del mundo, dicen los arqueólogos

Un montículo enigmático construido en el noreste de Siria hace unos 4.400 años puede ser el monumento de guerra más antiguo conocido que alberga restos de hombres y niños soldados, algunos posiblemente de tan solo ocho años, junto con su equipo militar, dicen los arqueólogos.

El monumento de tierra se levantó a las afueras de Tell Banat, que son los restos de un antiguo asentamiento en la orilla este del río Éufrates el cual fue ocupado hace 5.000 años, en los albores de la Edad del Bronce. El montículo artificial puede haber sido un intento temprano de una civilización mesopotámica desconocida en honrar a sus muertos en la guerra, o bien afirmar el control sobre la región proyectando una imagen de poder, informa un estudio publicado el viernes en la revista Antiquity.

El 'Monumento Blanco', llamado así porque estaba cubierto de yeso con el fin de darle un brillo blanquecino, fue visible una vez a varios kilómetros en la llanura circundante, al sobresalir de modo destacado.

Decimos "una vez" porque el sitio ahora se ha perdido en gran medida. La mayor parte de Tell Banat se inundó a fines de la década de 1990 debido a la construcción de la presa Tishreen, unos kilómetros río abajo. Los pocos restos que se mantuvieron por encima del nivel del agua fueron luego gravemente dañados por el Estado islámico denominado ISIS, quien se apoderó del área al principio de la Guerra Civil Siria, dice la profesora Anne Porter (izquierda), de la Universidad de Toronto.

No sabemos mucho sobre Tell Banat, incluido cómo se llamó a la ciudad en la Edad del Bronce o a qué civilización pertenecía. Probablemente era una ciudad independiente, si bien era parte de la esfera cultural más amplia de Ebla y Mari, dos importantes ciudades-estado que dominaban la antigua Siria en aquellos momentos, dice Porter.

Con 22 metros de altura y 100 metros de diámetro, el imponente 'Monumento Blanco' tiene una historia compleja y desconcertante. Su reinterpretación como un monumento de guerra se basa en el examen de datos y artefactos recuperado en la excavación de rescate que Porter y su esposo, Thomas McClellan, llevaron a cabo en Tell Banat entre 1988 y 1999 cuando el sitio se inundó.

"Pero ahora, cuando miramos más de cerca los datos, especialmente los objetos enterrados con los muertos, hemos visto algo que no habíamos entendido antes", dice Porter.

El monumento tenía 22 metros de altura y estaba cubierto de yeso. Se podía ver desde kilómetros de distancia Crédito: Antiquity Publications Ltd / Anne Porter et al / Euphrates Salvage Project

Ejército de los muertos

El 'Monumento Blanco' fue inicialmente una serie de montículos más pequeños, o túmulos, utilizados para enterramientos locales desde al menos 2700 a. C. En algún momento, alrededor del 2400 a. C., las fases más antiguas del monumento se cubrieron para crear un solo montículo gigante. Con el tiempo, la erosión suavizó los lados de la loma, pero inicialmente habría tenido la forma de una pirámide escalonada, informan los arqueólogos. En los escalones de esta pirámide, los antiguos mesopotámicos crearon instalaciones con huesos humanos y ofrendas funerarias.

Durante las excavaciones se recuperaron al menos 30 cuerpos en los escalones, y son estos inusuales cadáveres los que apuntan a que el sitio se usó como cementerio y monumento de guerra.

En primer lugar, la mayoría de estos cadáveres eran varones; ninguno pudo identificarse positivamente como mujer, señala Porter.

El misterioso montículo en Siria que puede albergar el primer monumento conocido a los muertos en la guerra Crédito: Antiquity Publications Ltd / Anne Porter et al / Euphrates Salvage Project.

Además, en el lugar fueron realizados entierros secundarios de esqueletos no articulados, lo que significa que los restos fueron transportados al 'Monumento Blanco' después de que los cuerpos se hubieran descompuesto en otro lugar. Dado que tales restos humanos estaban muy fragmentados y mal conservados, es posible que su entierro inicial fuera fortuito o que los cuerpos se hubieran descompuesto directamente en el campo de batalla.

Balines bicónicos de Tell Banat North: fueron encontrados enterrados con los soldados de infantería Crédito: Antiquity Publications Ltd / Anne Porter et al / Euphrates Salvage Project.

Un lado de la pirámide contenía entierros individuales acompañados de grandes cantidades de perdigones bicónicos, munición común para lanazar con tirachinas en aquellos tiempos. Estas armas de infantería efectivas y fáciles de producir podrían ser utilizadas por casi cualquier persona, incluido un niño.

De hecho, uno de los cuerpos encontrados en este grupo pertenecía a un menor de entre 8 y 10 años, informa el estudio. Cualquier sorpresa por la corta edad de estos combatientes debería atenuarse con la idea de que los niños soldados todavía son comúnmente reclutados en los conflictos de nuestra era moderna, supuestamente ilustrada, señala Porter.

Saltando arriba y abajo

Un segundo grupo de entierros en el 'Monumento Blanco' consistió en parejas de humanos, generalmente un adulto y un adolescente, acompañados de cráneos y pezuñas de kungas, una especie de burro. Estas tumbas se interpretan como pertenecientes a equipos de aurigas, dice Porter.

El carro de dos ruedas tirado por caballos que vemos en películas como Ben-Hur fue una máquina de guerra rápida que se introdujo más tarde, solo en el II milenio a. C. Durante el III milenio a. C., los mesopotámicos luchaban con "carros de guerra" pesados de cuatro ruedas tirados por burros u onagros.

Panel de la guerra del Estandarte de Ur.

Sabemos por los antiguos textos mesopotámicos y otros enterramientos que estos saltadores eran a menudo acróbatas profesionales o personas muy jóvenes y ágiles, lo que podría ayudar a explicar las parejas de adultos y adolescentes halladas en el 'Monumento Blanco': uno era el conductor y el otro el saltador. Estos eran guerreros especialmente entrenados, acompañados de kungas, los cuales, sabemos por los textos, eran animales caros y muy apreciados.

Los textos y representaciones mesopotámicas nos dicen que los ejércitos victoriosos a menudo amontonaban los cuerpos de los enemigos derrotados después de una batalla, como se muestra en la Estela de los Buitres (izquierda). Pero el 'Monumento Blanco' no es nada de eso. Aquí, los soldados fueron transportados al lugar en algún momento después del aontecimiento bélico y cuidadosamente enterrados con honor junto con su equipo.

Todo lo cual sugiere que los soldados enterrados en Tell Banat pertenecían a un ejército patrocinado por un Estado bien organizado, concluye Porter.

Qué ejército pudo haber sido, no lo sabemos. Pero la naturaleza elaborada e imponente del 'Monumento Blanco' sugiere que, además de servir como un lugar de enterramiento de los guerreros de la comunidad, pudo haber funcionado como un símbolo de poder para cualquier organización política que hubiera obtenido el control de la región.

“No sabemos si estos fueron los vencedores o los perdedores de alguna batalla. Sólo sabemos que trasladaron los cuerpos de los muertos de algún otro lugar, quizás mucho después de un evento de guerra, y los enterraron en un enorme montículo que era visible a varios kilómetros a la redonda”, dice la arqueóloga Porter. "Esto no es solo una conmemoración, es una declaración real, una declaración de poder y una afirmación de control".

Fuente: haaretz.com | 28 de febrero de 2021

El Museo Arqueológico de Asturias presenta la 'espada de Sobrefoz', datada en el 1.100 a.C.

El presidente del Gobierno del Principado, Adrián Barbón, ha presentado hoy en el Museo Arqueológico de Asturias la espada de Sobrefoz (hallada en el concejo de Ponga), un objeto único de la Edad de Bronce asturiana donado al centro cultural en 2019 por María Victoria Blanco del Dago, junto con diversos útiles de piedra de distintas procedencias.

Blanco del Dago, que ha estado presente en el acto, ha manifestado que la donación la hizo en memoria de su hermano Maximino, que dedicó gran parte de su vida a coleccionar y a salvaguardar el patrimonio cultural. El Museo Arqueológico de Asturias ha querido celebrar el Día Internacional de los Museos con este singular evento, al que han asistido también la consejera de Cultura, Berta Piñán; el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, y la directora del museo, María Antonia Pedregal.

El que fuera catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, Miguel Ángel de Blas, gran especialista en la Edad de Bronce asturiana, ha sido el encargado de explicar la importancia histórica y el contexto cultural de la espada pistiliforme de Sobrefoz.

En la tesis doctoral de De Blas, publicada en 1983, se detallan las circunstancias del hallazgo de la pieza y de la antigüedad que le atribuyen los especialistas. La espada fue descubierta en 1878 en una cuerria del pueblo de Sobrefoz (Ponga), se identifica como perteneciente a la familia de las espadas con lengüeta tripartita y, dentro de ellas, al grupo de las pistiliformes atlánticas.

Los especialistas estiman que la pieza se enmarca en una cronología a partir del año 1.100 a.C., y destacan reiteradamente su carácter atlántico por sus paralelismos con piezas halladas en Galicia, el occidente de Francia y las islas británicas. La espada de Sobrefoz es un objeto único en el repertorio arqueológico de Asturias e ilustra un periodo del que se poseen muy escasos testimonios, ninguno de la entidad de esta pieza. La calidad de su factura técnica y la excelente conservación de su cuerpo metálico hacen pensar que procede de un depósito votivo o funerario relacionado con algún personaje importante de la época.

Con su llegada al Museo Arqueológico, la valiosa pieza podrá someterse a estudios tipológicos y metalográficos que aporten datos hasta ahora desconocidos. Del mismo modo, se abre la posibilidad de profundizar en el conocimiento de las técnicas metalúrgicas practicadas durante la Edad del Bronce en Asturias, y de verificar si los armeros que la fundieron y forjaron utilizaron el cobre que durante siglos proporcionaron las minas de El Aramo o El Milagro a los artesanos prehistóricos.

La donación

Tras su descubrimiento en Sobrefoz y su pertenencia a la colección de bienes arqueológicos de Sebastián de Soto Cortés, uno de los grandes coleccionistas de Asturias, el rastro de la espada se difuminó y es muy probable que ya en los años 30 del pasado siglo no estuviera localizada. En 1998, Maximino Blanco del Dago la redescubrió al realizar reformas en una vivienda próxima al palacio de Labra, casa familiar de Soto Cortés.

Blanco fue un arquitecto técnico establecido en Cangas de Onís que se especializó en la rehabilitación de edificios históricos, como el propio palacia de Labra, y en la construcción de hoteles rurales y casas de aldea. No obstante, su labor más reconocida fue la de adquirir, conservar y dar valor a un rico patrimonio popular y formar una gran colección de cerámica con piezas de alfareros asturianos, muchos de ellos ya desaparecidos. En 1995, inauguró el Museo Basilio Sobrecueva para dedicarlo al mundo de la cerámica.

La voluntad de donar la espada al Museo Arqueológico es una decisión de su hermana María Victoria para preservar el valioso bien arqueológico y ponerlo a disposición para la investigación y también para el disfrute de la ciudadanía. Así, en memoria de su hermano Maximino, María Victoria Blanco donó al museo en noviembre de 2019 la espada pistiliforme de la Edad de Bronce, un hacha de talón y dos anillas de bronce, así como un conjunto de ocho útiles de piedra de diferentes procedencia.

Fuentes: ondacero.es | lavozdeasturias.es | 18 de mayo de 2021

El MARQ de Alicante acoge por primera vez una exposición internacional sobre la cultura Etrusca

Los fondos de los dos mayores museos especializados en la cultura etrusca, el Arqueológico de Florencia y el Guarnacci de Volterra, llegan al Museo Arqueológico de Alicante. Será a partir de agosto cuando las 150 piezas que preparan ocupen tres de las salas del centro alicantino hasta mediados de diciembre.

La exposición Los etruscos. El amanecer de Roma es una oportunidad única para descubrir la cultura que floreció en la Toscana en el siglo VI antes de nuestra era. Como señala el director del Marq, Manuel Olcina, no se había visto en España una serie de piezas así desde 2007, cuando los fondos florentinos pasaron por el Museo Arqueológico Nacional.

"La mejor manera de vender y exportar nuestra cultura es desde la tradición y desde la relación con los otros pueblos del Mediterráneo", indica el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. En la presentación en Fitur tanto él como la vicepresidenta Julia Parra han subrayado el atractivo turístico de las exposiciones que prepara el Marq.

Carlos Mazón y Julia Parra muestran en Fitur el cartel de la exposición sobre la cultura etrusca. Madrid.

"La cultura es importante en sí misma por su valor dinamizador y creativo y porque impulsa el entendimiento entre instituciones de diversos países", explica Parra. "Y porque enriquece la oferta turística de la Costa Blanca", prosigue. De hecho, lo pone de ejemplo del "compromiso de la Diputación de Alicante con el turismo como generador de riqueza".

Presentar en Fitur la nueva muestra etrusca del Marq también aporta otro valor. "Alicante vuelve a sonreír, Alicante vuelve a ser cultural. Si nos hubiéramos quedado en el sol y playa no sería la provincia que es", afirma Mazón. Por eso, en referencia al estilo que aplicaba la civilización en sus esculturas, asegura que "la mejor sonrisa etrusca es la de volver a recibir los visitantes".

La apertura de los museos

La mejor situación sanitaria en España y que estos centros se hayan mantenido abiertos supone una ventaja para conseguir traer esta exposición que antes solo había salido a Seúl. «Ayer abrieron los museos en Francia, en Italia están algunos abiertos y otros cerrados. Aquí vamos mucho mejor», ha explicado el director de la Fundación Marq, Josep Albert Cortés.

«Ese factor es el que ha permitido que los directores de museos sean más proclives a ceder las piezas». Como destaca Cortés, también abre la oportunidad a completar el proyecto que gestionan con Contemporanea Progetti con otras obras.

Producción propia

A la selección de piezas que llegan desde Italia se sumarán las que ofrecerá el Marq en otra muestra de producción propia. Objetos etruscos en Alicante reflejará los aspectos más cotidianos de esta civilización. Un rallador, coladores, una jarra o una ánfora servirán para «hablar de la importancia del ritual del vino en los ibéricos», explica Olcina.

La antesala del museo alicantino mostrará estos restos arqueológicos que han reunido en colaboración con los museos de La Vila Joiosa y Xàbia. «Son testimonios del intercambio comercial que se producía en la zona», explica Cortés. Y también de sus costumbres gastronómicas, tercia Olcina. «En La Ilíada ya se menciona que se rallaba el queso para mezclarlo con el vino», indica.

Fuente: elespañol.com | 20 de mayo de 2021

De cómo Cla-Cla-Claudio se enamoró de la sonrisa etrusca de Alicante

El poder de una sonrisa en el mundo del arte es capaz de maravillar a los espectadores a lo largo de los siglos. En el caso de la civilización etrusca llega hasta la actualidad porque la solían usar en las estatuas de los sarcófagos. ¿Por qué sonreír a la muerte?

Son muchas las preguntas que aún quedan por resolver en lo que respecta a la cultura de una población que precedió al Imperio Romano. Y un emperador pudo haberlo resuelto. ¿Su nombre? El tartamudo Cla-Cla-Claudio, el sucesor de Calígula y el predecesor de Nerón.

Manuel Olcina, director del Marq, se siente ahora un privilegiado. El museo que dirige en Alicante acogerá la mayor exposición dedicada a los etruscos que ha llegado a España desde 2007. Y uno de los primeros nombres que saca a relucir para hablar de ella es el del emperador que popularizó la ficción de Robert Graves y su adaptación televisiva.

Claudio, sobrino y nieto de emperadores, no estaba predestinado a dirigir el mayor imperio de la tierra en el siglo primero de nuestra era. Se le define como un joven enfermizo y torpe. Quizás fue eso lo que le permitió dedicarse al estudio de la historia y por ello escribió hasta una veintena de libros sobre los etruscos. Sin embargo, ninguno ha llegado a nuestros días.

Transición cultural

Eso mantiene abiertas todas esas cuestiones sobre un pueblo que dominó el norte de Italia entre los siglos VIII y IV antes de nuestra era. Y del que apenas se conservan textos, pese a introducir la escritura en la península itálica.

Como explica Olcina, una civilización no desaparece de la noche al día. La transición de una a otra es gradual. Y, de hecho, a la primera mujer de Claudio se la considera etrusca.

Plaucia Urgulanilla estuvo casada durante quince años con el que era entonces un miembro arrinconado de una familia noble. Algunos estudiosos consideran que ella fue la que podría haber proporcionado acceso directo a una cultura de la que se alimentó el Imperio Romano.

Una de las figuras de 'Etruscos. El amanecer de Roma' junto al busto del emperador Claudio.

Las piezas

"Traer como arqueólogo esta colección culmina lo que todos los estudiantes veíamos como una de las grandes civilizaciones de la historia", señala con orgullo Olcina. Y que aún con esa consideración es mucho menos popular que la griega o la romana. Por tanto, también menos presente en el panorama expositivo.

Eso es lo que valora Olcina de Etruscos. El amanecer de Roma. Esta exposición le pondrá frente a frente con las 150 piezas que han seleccionado los dos museos más centrados en ella, el Arqueológico de Florencia y el Guarnacci de Volterra.

¿Qué nos pueden decir piezas como el sarcófago de la necrópolis de Rosavecchia? ¿Y la urna de Ulises y las sirenas? ¿Y el rapto de Proserpina? Estas serán algunas de las caras que llegarán al Marq. Y en alguna de ellas se encontrará esa forma de esculpir los labios que sigue fascinando a los estudiosos.

La sonrisa

"La sonrisa etrusca nace del estilo arcaico griego, que tenía un rictus muy característico", explica Olcina. La novela de José Luis Sampedro, apunta, dejó marcada esa expresión en la cultura popular al usarla como símbolo frente a la muerte. Y en ella es donde se encuentran hoy día más ejemplos de lo que era esta cultura.

"Eran muy religiosos", señala Olcina. Un legado que perduró porque "las divinidades etruscas se emparentan con las romanas sin ser las mismas". Ese eco de su forma de pensar se verá en una figura de Baco que traerán. Otra muestra de la potencia artística la encuentra en esa adopción de sus muchos elementos culturales, como los ritos adivinatorios o su forma de estructurar las ciudades.

Lo que no se asimiló fue el papel de la mujer en su sociedad, recuerda el director del Marq. "Los contemporáneos decían que eran libertinas y promiscuas", explica. "Griegos y romanos rechazaban esa independencia y menor sometimiento a los hombres". Borrada su voz de la historia, y de quienes como Claudio quisieron dejarla a la posteridad, seguirá el misterio de su sonrisa.

Fuente: elmundo.com | 21 de mayo de 2021

Los púnicos protegían Ibiza con un sistema de vigilancia costero

Un equipo del Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante ha confirmado la existencia de un sistema de vigilancia costero que protegía la ciudad de Ibiza en época púnica, en aquel tiempo Iboshim.

Tras dos campañas de prospección en 2018 y 2019 y una excavación en 2021, la investigación, que ha contado con la colaboración del Consell Ibiza, ha constatado la existencia de dos líneas de vigilancia del mar, ha informado la institución insular en un comunicado.

Una de las líneas se ubicaba en el litoral este para la defensa del puerto y la ciudad de Iboshim, y la segunda estaba en el oeste para el puerto de Sant Antoni de Portmany, Portus Magnus para los romanos.

Los investigadores han detallado en su estudio que una cosa tan sencilla como torres circulares, construidas sobre cumbres de promontorios costeros y conectadas visualmente, cumplían la misión de alertar a la ciudad cuando se divisaban naves en el horizonte, impidiendo también que en las calas próximas “pudieran recalar y desembarcar piratería o tropas enemigas“, han explicado.

La investigación comenzó con los trabajos de prospección realizados por el técnico de Patrimonio del Consell, Joan Ramon Torres, en los años 80, cuando descubrió restos de construcciones en las cumbres de puntos estratégicos como Cap des Llibrell, Talaia de Jesús, Puig Rodó y Puig des Jondal, con una conexión visual que alcanzaba prácticamente toda la costa este y sur, incluyendo un área vital para la economía como las salinas.

La prospección de 2019 descubrió otra red de vigilancia, esta vez en la costa oeste, con la interconexión visual de los promontorios en Puig d’en Joan Andreu, Puig Nunó y Talaia de Sant Antoni, desde los que se alertaba de la presencia de naves aproximándose a la isla por el norte y el oeste.

La excavación arqueológica realizada en abril de 2021 en un yacimiento de cada red ha permitido confirmar una de las hipótesis iniciales: se trata de torres circulares de entre 5 y 6 metros de diámetro y no excesivamente altas, que obedecían a un plan diseñado desde la autoridad del puerto y la ciudad.

Los investigadores han destacado que la “sorpresa” ha sido su cronología y los contextos históricos ya que, a juzgar por los fragmentos cerámicos recuperados, la red de vigilancia de la costa este pudo construirse entre los siglos V y IV a. C. coincidiendo con el momento de “esplendor comercial” del puerto de Iboshim.

Según añaden, algunos pasajes de Herodoto, Tucídides o Pausanias aluden a la presencia de naves por esta parte del Mediterráneo, entre las Baleares y el Estrecho, que podrían estar causando “graves perjuicios a la navegación comercial” y a la existencia de algún choque con la flota cartaginesa tratando de acabar con la “lacra de la piratería”.

La red de vigilancia se reutilizó en momentos conflictivos posteriores, ya que la presencia de algunas cerámicas del siglo V d. C. importadas desde el norte de África, indican que el sistema de vigilancia estuvo de nuevo activo durante el periodo de ocupación vándala de la isla, cuando el nuevo poder bárbaro con sede en Cartago dominó Ibiza durando casi 80 años.

Los hallazgos recuperados durante los trabajos de campo han sido depositados en el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

Fuente: noudiari.es | 20 de mayo de 2021

Descubren una pirámide prehispánica de 9 metros de altura enterrada en una ciudad de México

Vista del muro norte del tercer cuerpo, en proceso de liberacion. - Hervé Monterrosa

En Tlalmanalco (Estado de México), donde Hernán Cortés pasó una noche camino de Tenochtitlan, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han descubierto vestigios del basamento una pirámide prehispánica de 12 por 18 metros de base y unos 9 metros de altura, con tres niveles.

La construcción, que hoy se encuentra rodeada de edificaciones contemporáneas, en las céntricas calles de El Naranjo y Guerrero, cruce con la avenida de La Rosa, fue parte del centro urbano de la capital de Tlacochcalco, el altépetl o señorío principal de la liga de pueblos chalcas: la Chalcayotl, durante el periodo de ocupación mexica.

Según señala el arqueólogo Hervé Víctor Monterrosa Desruelles en una nota del INAH, los restos de la edificación son parte del totehuacan, el barrio central de Tlalmanalco. El experto detalló que es un continuo de plataformas y nivelaciones, reflejo de una ocupación prehispánica, «pero desgraciadamente se han levantado casas sobre ellas». Por fortuna, el dueño del predio donde se localizaron los vestigios, antes de construir en el lugar recurrió al Instituto para que examinara un montículo que existía en el terreno, donde se descubrió la estructura.

Monterrosa explicó que los elementos del basamento descubierto son solo una tercera parte del volumen de la construcción, el resto fue arrasado por la mancha urbana. Sin embargo, se ha detectado un cuerpo arquitectónico de tres niveles, cuya base mide 12 por 18 metros, aproximadamente, y cerca de 9 metros de altura, desde el desplante de los muros hasta la parte superior.

«En la liberación del edificio, por medio de calas de aproximación, ubicamos distintos elementos como las paredes, las cuales se van atendiendo conforme lo largo de cada fachada. Una vez hecha esta intervención, la segunda fase será darle volumen y solidez a la estructura, la cual está deteriorada, sobre todo, en su parte norponiente, por medio de trabajos de consolidación y restitución», relató.

Otro de los especialistas que forma parte del proyecto, el arqueólogo y arquitecto Ricardo Arredondo Rojas, destacó que en el primer cuerpo se encontraron unas cuarterías con restos de pisos de estuco, con las que se determinó la altura de los muros.

Arquitectónicamente, dijo, la estructura presenta dos fases de ocupación. La primera, de 1350 a 1465 —durante el momento hegemónico de Chalco—, muestra clara influencia chalca, con un sistema constructivo que utiliza argamasas a base de cal y tezontle triturado, así como fango del lago como aglutinante, destacando, por su técnica, el trabajo canterano de piedra.

La segunda etapa, con ocupación del Imperio mexica en esa región (a partir de 1465 y hasta al momento del contacto con los españoles), corresponde a la fase de ampliación del basamento, lo que se aprecia con la serie de cajones para rellenos constructivos edificados en esa área. La calidad de la obra decae completamente, se vuelve más tosca, lo que indica cambios en la ocupación y el sentido del espacio urbano. «Esto último nos muestra cómo le ganaron terreno a la barranca cercana, atiborrando la estructura con estas casillas que la sustentaban, las cuales llenaron de material cerámico de desecho de una época anterior», explica Arredondo Rojas.

Este arqueólogo considera que, si fuera restituido el volumen original del basamento piramidal, «estaríamos hablando de dimensiones aproximadas de entre 35 y 45 metros de lado, en su primer cuerpo».

Otro detalle del cuarto adosado en la fachada oeste - Hervé Monterrosa

Un área palaciega

De acuerdo con los datos arqueológicos obtenidos hasta el momento, ambos investigadores plantean que se trata de una estructura de tipo habitacional de élite, quizá, un área palaciega, dado que el material cerámico hallado en el lugar es fino, aunque falta analizarlo.

Subrayaron que además se necesita corroborar las secuencias de ocupación, porque aun cuando se tienen los restos de la edificación, el material arqueológico, cerámica principalmente (tepalcates y malacates), se encuentra revuelto con los rellenos constructivos o en las deposiciones de los derrumbes. «Necesitamos localizar y excavar contextos más sellados para determinarlas, por lo que las excavaciones concluirán en septiembre, y después se analizarán los materiales arqueológicos en gabinete», concordaron.

Detalle de algunos malacates encontrados entre muros de nivelacion - Ricardo Arredondo

Hervé Monterrosa expuso que cuando se habla de sitios del periodo Posclásico, como este, se abordan con una visión etnocéntrica respecto a lo mexica; «sin embargo, el que se excava es chalca, cuya importancia radica en haber sido, como Tlacochcalco, la cabecera del altépetl (en la etapa mexica) y uno de los cinco señoríos originales de Chalco, junto con Tenango-Tepopula, Xico-Chalco-Atenco, Amecameca y Xochimilco-Chimalhuacán».

Tlalmanalco fue uno de los reinos chalcas que se fundó tardíamente, a mediados del siglo XIV. Al final de la incursión mexica en el sitio, en la etapa de Contacto, se convirtió en la entidad sociopolítica principal de la Chalcayotl, la liga de pueblos de la región. «Fue en este asentamiento donde Hernán Cortés, de acuerdo con la tercera de sus Cartas de relación, pernoctó para negociar la alianza con los señores de Chalco, quienes lo guiarían a la entrada de México-Tenochtitlan», finaliza.

Fuente: abc.es| 21 de mayo de 2021