La «Pompeya prehistórica» de La Garma (Cantabria), premio Nacional de Arqueología y Paleontología

Caballo del periodo Magdaleniense en la cueva de La Garma - ABC

Más de 76.000 objetos recogidos, una docena de huellas dactilares, rastros de pies de niños de 6 y 7 años, estructuras de piedra perfectamente conservadas, una espátula de hueso con una representación en relieve de una cabra montés, una falange de animal con el grabado de un toro silvestre...

Hace 16.500 años el tiempo se detuvo en La Garma en el municipio de Ribamontán al Monte, Cantabria, y se abrió una privilegiada ventana a la prehistoria y a la época Magdaleniense. Una suerte de «Pompeya prehistórica» y cántabra, en palabras del arqueólogo Luis Monreal Agustí (izquierda), que brinda posibilidades inéditas para el estudio de las viviendas, los espacios rituales y la vida cotidiana de los cazadores del último periodo glacial.

Ahí emergió, por ejemplo, el conjunto de arte rupestre más importante descubierto en Cantabria después de la Segunda Guerra Mundial. También en La Garma se han identificado una decena de cabañas utilizadas como viviendas y espacios rituales y se ha documentado el uso de piel de león de cavernas, un felino que se extinguió al final de la última glaciación. «Es un yacimiento único, una cápsula del tiempo que se detuvo hace 16.000 años gracias a un desprendimiento de tierra que selló una zona de 800 metros cuadrados», subraya Monreal, director general de la Fundación Aga Khan y portavoz del jurado del premio Nacional de Arqueología y Paleontología.

El galardón, impulsado por la Fundación Palarq y que se estrenó en 2018 reconociendo con 80.000 euros el estudio de la hecatombe tartésica del yacimiento de Casas del Turuñuelo (Badaj... ha querido premiar en su segunda edición el proyecto del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria para la exploración de ese campamento paleolítico en La Garma. Un trabajo liderado por los doctores Pablo Arias Cabal y Roberto Ontañón Peredo, quienes recogerán el premio el 24 de noviembre en el Museo Nacional de Arqueología en Madrid.

«La gran diferencia de La Garma es que en cualquier otra cueva aparecen los restos como en un basurero, y aquí está todo perfectamente colocado, como fueron dejados en el Paleolítico. Le da un alcance a la información que de otro modo no tendría», destaca Germán Delibes (izquierda), catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid.

«Es precisamente esa suerte de congelación en el tiempo la que ha permitido a los investigadores trasladar 'literalmente' el laboratorio a la cueva para «analizar en detalle las gentes del Paleolítico, localizar espacios rituales, reconstruir los procesos técnicos y las relaciones sociales». El resultado es que, sin necesidad de practicar excavaciones, se pueden observar los restos de las actividades de los cazadores tal como los dejaron sus últimos habitantes hace miles de años.

Ubicada en una zona en la que se han identificado 13 yacimientos arqueológicos que cubren desde el Paleolítico inferior hasta la Edad Media, el proyecto premiado se centra en la Galería de la Baja Garma, donde un desprendimiento en la entrada original transformó la cueva en una «especie de burbuja» de 800 metros cuadrados en la que se han conservado los vestigios de un asentamiento prehistórico y varias estructuras de piedra. Entre los hallazgos destacan, según la Fundación Palarq, una de las más relevantes colecciones de arte mueble de Europa, con más de treinta objetos de primer orden.

El jurado del premio durante la presentación del ganador del II Premio Nacional de Arqueología y Paleontología que concede la fundación Palarq.

Antes de anunciar el fallo, el presidente de la Fundación Palarq, Antonio Gallardo Ballart, ha subrayado la importancia de labor que desempeña la entidad y ha reclamado mayor implicación pública en asuntos arqueológicos y paleontológicos. «Sin entrar en muchos detalles, nuestro presupuesto es superior al del ministerio de Cultura para estos temas, lo que quiere decir que en este país no se hace lo suficiente. Falta dinero y falta también gente involucrada», dijo.

Contorno de cabeza de una cabra recortada del periodo Magdaleniense. La Garma - ABC

También ha incidido en la dificultad que ha tenido el jurado para escoger entre los candidatos debido a la elevada calidad de todos los proyectos presentados. Monreal ha definido los cinco criterios que ha seguido el jurado a la hora de tomar su decisión: la contribución del proyecto en el avance de la investigación en su ámbito, la originalidad de los enfoques y métodos utilizados, el potencial educativo y de comunicación del mismo (un elemento esencial para la Fundación Palarq), la importancia en términos absolutos del yacimiento o yacimientos que forman el proyecto y el modo en que el proyecto escogido puede contribuir a subrayar la excelencia que la Fundación quiere premiar en este campo de la investigación. Tras desglosar estos criterios, Luis Monreal ha anunciado el proyecto ganador del II Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq, que ha sido, por unanimidad, "La montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma", dirigido por Pablo Arias Cabal y Roberto Ontañón Peredo.

Fuentes: abc.es | nationalgeographic.com.es| 7 de octubre de 2021

Rebecca Wragg, fascinada por los neandertales: “Eran más parecidos a nosotros de lo que creíamos”

Rebecca Wragg Sykes sostiene un cráneo de neandertal, la especie de homínidos a la que ha dedicado sus estudios como arqueóloga.

En las últimas tres décadas las investigaciones sobre los neandertales se han multiplicado. Una sucesión de hallazgos extraordinarios ha llegado a los titulares gracias a restos arqueológicos de alta definición, tras desatarse una fiebre del oro en la genética neandertal. Hoy en día, la esencia de los neandertales persiste a nivel celular, fluye por nuestras venas y la mueve el viento en nuestros cabellos. La arqueóloga británica Rebecca Wragg acaba de escribir sobre todo ello en Neandertales (GeoPlaneta), un libro que está recibiendo encendidos elogios.

Pero estas historias de relumbrón no son siempre las más fascinantes: los neandertales, además de tiritar de frío en glaciares de altura kilométrica, poblaron también la tundra, las costas y las montañas. Más euroasiáticos que europeos, explica Wragg, los neandertales vivieron en un territorio que abarcaba desde el norte de Gales hasta China, mientras que por el sur los límites se situaban en el desierto de Arabia. Encaramados a picos nevados o rebuscando entre las algas, parece que había pocos paisajes que les ahuyentaran, aunque donde mejor se asentaron fue en climas templados, rodeados de llanuras herbosas o valles arbolados.

Unas condiciones de vida agotadoras

Algo más bajos que los Homo sapiens, los neandertales poseían poderosas cajas torácicas, huesos más gruesos, caderas más anchas y músculos más voluminosos, así como piernas ligeramente curvas, aunque existe evidencia anatómica de que caminaban igual de erguidos que nosotros.

Debido a los esfuerzos agotadores que acometían, se estima que necesitaban comer diariamente unos tres kilos de carne para obtener unas 5.500 kilocalorías. Gracias a ello, impulsaban sus lanzas contra leones de las cavernas, marmotas, osos y ciervos, así como abocaban a despeñaderos y callejones sin salida a caballos y bisontes. Pero también comían plantas, legumbres como las lentejas y frutos secos, así como preparaban guisos utilizando madera de pino como combustible.

Los huesos y fragmentos de los 300 neandertales que han pasado por el tamiz de los investigadores encierran historias singulares. Los neandertales fueron indudablemente carpinteros, pero también los primeros en fabricar herramientas compuestas. Incluso es posible que fueran artistas, algo sobre lo que todavía hoy se discute.

Habilidades 'humanas'

Los neandertales fueron carpinteros y los primeros en fabricar herramientas compuestas, incluso es posible que fueran artistas

La tesis que maneja Rebecca Wragg (Londres, 40 años) en su libro es que, contrariamente a las fábulas moralistas que circularon en el pasado sobre la bestialidad de los neandertales, nuestros antecesores fueron profundamente humanos y familiares. Y también que podemos aprender mucho de ellos. He aquí el párrafo con el que concluye su libro:

“Este futuro de sol abrasador, ciudades sofocantes, inundaciones, tempestades y quizás nuevas pandemias es como un bisonte que viene bramando a embestirnos. Si no nos movemos deprisa, nuestros hijos serán corneados. Y en la sangre con que rieguen la tierra estarán los últimos neandertales”.

- Hasta hace poco, se presentaba a los neandertales como lerdos, brutos y feos. Sin embargo, usted señala lo contrario: eran humanos muy adaptables, gracias a lo cual pudieron sobrevivir 350.000 años.

- Desde su descubrimiento en el año 1856, se ha tendido a situar al Homo sapiens por encima de ellos porque representaban al “otro”, a una forma inesperada de humanidad que amenazaba la comprensión de nuestro lugar en el cosmos. Desde entonces, el panorama arqueológico ha avanzado enormemente, pero algunos tópicos han persistido. Hoy sabemos que estaban mucho más cerca de nosotros (evolutiva, cognitiva y culturalmente) de lo que se creía en un principio. Los neandertales representan tanto nuestro deseo de conocernos a nosotros mismos y comprender lo que nos hace únicos, como nuestros temores y miedos sobre quiénes somos. Desde que en 2010 se descubrió que genéticamente no solo eran nuestros primos, sino (en parte) nuestros antepasados, la forma en que nos sentimos respecto a ellos ha cambiado de nuevo. Creo que hoy día la gente siente una nueva fascinación por entender quiénes eran realmente estos otros humanos, nuestros parientes.

- Casi cualquier persona lleva entre un 1,8 y un 2,6% de información genética de los neandertales. ¿Qué ventajas hemos obtenido de esa hibridación?

- Apenas estamos empezando a comprender el legado genético de los neandertales. O, debería decir, los legados, porque sabemos que el ADN neandertal que se encuentra hoy día en las personas vivas es muy variable. Parece que la selección natural actuó para mantener genes relacionados con la inmunidad, probablemente porque eran útiles para los primeros Homo sapiens que entraron en Euroasia, ya que procedían de un medio distinto y se veían atacados por patógenos bastante diferentes. Pero también es interesante pensar si aprendimos algo cultural de los neandertales, pues ellos estaban familiarizados con animales y plantas que no se encontraban en el continente africano. Una posibilidad es su utilización de la corteza de los abedules para fabricar alquitrán, el primer pegamento sintético.

- Cuando los 'Homo sapiens' se extendieron por Asia oriental, se entrecruzaron con los neandertales y alumbraron descendencia. En un principio se creyó que fueron violaciones, pero nuevos trabajos científicos sugieren que fueron encuentros consentidos y que los neandertales no eran más agresivos que los 'sapiens'. ¿Qué opina?

- Dado el larguísimo período de tiempo en el que se produjeron las fases de mestizaje (más de 150.000 años, aunque no de forma continua), debemos asumir que fueron posibles muchos escenarios diferentes. En ocasiones, pudieron ser relaciones no consensuadas, pero no hay base para creer que ni los neandertales ni los sapiens fueron fundamentalmente agresivos. No vemos ninguna prueba directa de violencia real entre estas poblaciones. Así que en algunos momentos estos encuentros probablemente también se basaban en relaciones amistosas y en la curiosidad. Podríamos fijarnos en los bonobos. Ellos están mucho más abiertos a mantener relaciones amistosas con extraños que sus parientes cercanos más grandes, los chimpancés. Lo que realmente me parece significativo es el hecho de que algunos niños híbridos sobrevivieron, fueron criados (presumiblemente dentro de los grupos sociales de sus madres), y pasaron a tener sus propios hijos. Esto parece sugerir que existía una compatibilidad cognitiva y social entre los neandertales y los Homo sapiens para que fueran aceptados, integrados y atendidos.

- El ADN da indicios de que pudieron aparearse más hombres neandertales con mujeres 'sapiens' que a la inversa. ¿Pudo deberse a la escasez de 'sapiens' masculinos en algunas zonas o también pudo existir una atracción genuina?

- Creo haber respondido en la pregunta anterior. Realmente, sentir atracción es algo muy personal y la curiosidad pudo haber sido una baza. Los neandertales eran tan únicos en su aspecto como los humanos de hoy en día. Algunos eran probablemente físicamente bellos a nuestros ojos; tal vez otros también eran atractivos por diferentes razones o… ¡por sus conocimientos o habilidades! Me gusta el hecho de que en algunas reconstrucciones artísticas actuales nos permitimos que los neandertales sean sensuales. Por ejemplo, el neandertal “soñando con el día” de Tom Björklund que puse en el libro. Algunos neandertales son también atractivos. Una escultura de los hermanos Kennis tiene una expresión inspirada en Sean Connery. Incluso yo misma hice una versión en 3D en Twitter (utilizando la función Deep Nostalgia), ante la cual mucha gente reaccionó.

- Usted sostiene que los neandertales tenían algún tipo de comunicación hablada y que podían producir el mismo rango de sonidos que nosotros, con sutiles diferencias en vocales como la “a”. ¿El hecho de que su lenguaje fuera más simple influyó en que perdieran las batallas con los 'Homo sapiens'?

- Tenemos tres maneras de pensar en el lenguaje de los neandertales basándonos en las pruebas de su anatomía, en su genética y también en la arqueología, es decir, en cómo vivían. Las pruebas de sus cuerpos parecen indicar que neandertales y sapiens podían emitir sonidos muy similares y, sobre todo, que su audición se centraba en las frecuencias sonoras del habla, al igual que la nuestra. En cuanto a la arqueología, nos muestra que la cooperación, la vida en común y los recursos compartidos eran fundamentales en las sociedades neandertales; podemos ver literalmente en yacimientos muy bien conservados que solo uno o dos hogares eran compartidos por grupos enteros. Además, hay tecnologías muy complejas, como las herramientas compuestas y la elaboración de pegamento, que es difícil de imaginar que se pudieran realizar sin la existencia de un lenguaje.

- ¿De qué hablaban?

- No podemos saber con seguridad si los Homo sapiens contemporáneos tenían una conversación más compleja, pero algunas cosas podrían indicarlo. Una es que, aunque los neandertales compartían al menos un gen muy asociado con el lenguaje en las personas vivas, este no funcionaba exactamente igual. En segundo lugar, vemos por el ADN que sus redes sociales no eran tan extensas. Asimismo, las pruebas de objetos potencialmente simbólicos son más raras. Así que esto puede reflejar diferencias cognitivas, algunas de las cuales podrían expresarse en el lenguaje, lo que quizás facilitó que los Homo sapiens se reunieran regularmente y mantuvieran conexiones sociales más duraderas.

- ¿Los neandertales tenían posesiones (palos cavadores, lanzas, utensilios para tallar, etc.) o se trataba de proyectos comunales?

- Es una gran pregunta. La respuesta corta es que no lo sabemos, pero tampoco lo sabemos para los primeros Homo sapiens. Algunas cosas que son relativamente sencillas y rápidas de fabricar, como las hachas de mano (herramientas de piedra de dos caras), probablemente eran utilizadas y llevadas por cada individuo. Otras cosas que tardan mucho más en fabricarse, o que se adaptan a individuos concretos, como los palos de cavar o las lanzas, también podrían haber sido objetos personales. En cambio, las herramientas compuestas, fabricadas a partir de múltiples componentes, podrían haber sido objetos en los que los diversos neandertales podrían haber participado. Especialmente si las habilidades requeridas eran variadas, por ejemplo, en la fabricación de alquitrán de abedul u otros engrudos (conocemos una composición de engrudos realizada en Italia con resina de pino y cera de abejas). Lo que está claro es que los neandertales actuaban en colaboración. Por ejemplo, compartían los hogares, y ciertamente cazaban de forma cooperativa animales grandes. El despiece de la carne también es muy sistemático, incluso ordenado, y hay una clara intención de llevarse las mejores partes del lugar de la matanza, presumiblemente para compartirlas con otros.

- El hecho de que utilizaran pigmentos suscita encendidos debates sobre si fueron verdaderamente artistas. ¿Cuál es su opinión?

- Mi intención en el libro es ayudar a la gente a reflexionar sobre lo que entendemos por artista o arte. Tenemos una actitud cultural europea particular hacia el arte, que implica la exhibición pública de algo después de haber sido creado. No tenemos pruebas de que los neandertales entraran en las cuevas y las cubrieran de animales pintados, como vemos más tarde en el Homo sapiens. Pero creo que cada vez hay más pruebas de que tenían un sentido emergente de la estética, basado en la exploración de las cualidades materiales de diferentes sustancias. Incluso hay mezclas de colores de más de un pigmento utilizadas en conchas, en la Cueva de los Aviones, en España (derecha). Pero no sabemos si fueron creadas para el placer estético de un individuo, o algo más.

- Hasta hace poco, se pensaba que la endogamia de los neandertales pudo perjudicar su genética. Sin embargo, los últimos descubrimientos sostienen que los casos de endogamia o incesto tuvieron más que ver con la falta de opciones que con las preferencias. ¿Su extinción sigue siendo un misterio?

- Los avances en la datación muestran claramente que después de hace 40.000 años ya no hay fósiles de neandertales, ni su arqueología típica. Pero los primeros Homo sapiens llevaban dispersándose desde África hacia Eurasia desde hace al menos 180.000 años, por lo que algo debió ser diferente a partir de ese momento. Esto podría estar relacionado con una caza más eficiente, ya que ahora hay pruebas de que las armas de proyectiles (dardos, lanza-picas, arcos y flechas) ya se utilizaban en África hace más de 60.000 años. Pero también hay otras cosas que son claramente diferentes en estas poblaciones posteriores de Homo sapiens, incluyendo más pruebas de un comportamiento claramente simbólico, como el arte rupestre representativo de hace más de 45.000 años (en Indonesia). La genética también forma parte de esto, ya que aunque no todos los grupos neandertales eran endogámicos, claramente tenían poblaciones mucho más pequeñas y aisladas. Y esos objetos y conceptos simbólicos pueden haber sido clave para que los Homo sapiens tuvieran redes sociales mejor conectadas. Por otro lado, lo que también está quedando claro es que las propias poblaciones tempranas de Homo sapiens de Eurasia eran diversas, y muchos linajes también se extinguieron, efectivamente. Una parte de lo que ocurre siempre tiene que ver con la suerte.

- Una de las hipótesis que se barajan sobre el fin de los neandertales es la rápida subida de las temperaturas. ¿Observa algún paralelismo con lo que está ocurriendo hoy día?

- A menudo se discute sobre el clima pero, en realidad, hace 45-40.000 años las temperaturas se estaban enfriando, no calentando. Y los neandertales seguramente habían sobrevivido a condiciones glaciares mucho más extremas que éstas. Lo más sorprendente es que los últimos cinco milenios antes de su desaparición fueron una época de cambios de temperatura muy rápidos e imprevisibles, con efectos en algunas fases perceptibles a lo largo de la vida de una persona. El clima pasó de ser frío a ser un poco más cálido y luego a ser muy frío de nuevo, lo que debió de tener un gran impacto en los animales y plantas de los que dependían. Sin embargo, los neandertales también habían encontrado y superado anteriormente condiciones casi igual de inestables, por lo que creo que otras cosas estaban sucediendo al mismo tiempo, incluyendo la nueva dispersión del Homo sapiens después de 60.000 años.

Un atractivo irresistible. Perfumes y moda neandertal

Las últimas neandernoticias señalan que en 2015 se lanzó un perfume llamado Neandertal, que se vendía en una botella de fabricación artesanal, cuyo envase de 90 mililitros costaba 200 libras esterlinas (unos 231 euros). La fragancia decía inspirarse en el “aroma de pedernal caliente” de la fabricación de herramientas de piedra, pues la fragmentación del pedernal deja un aroma característico que suele compararse con el de un arma cuando se dispara.


A su vez, el Museo del Hombre de París ha celebrado diversas exposiciones en las que ha otorgado a los neandertales la condición de celebridades. En la exposición celebrada en 2018, Kinga, una neandertal de un metro cincuenta de estatura, melena pelirroja y tez tremendamente blanca, fue reconstruida por Élisabeth Daynès, una artista que empezó en el teatro y que luego ha trabajado en la cueva de Lascaux (al sur de Francia). Uno de los objetivos era averiguar qué pensaríamos yendo en el metro o el autobús en caso de encontrarnos con Kinga vestida por Agnes B (izquierda) con una revista femenina en la mano.

Fuente: lavanguardia.com | 9 de octubre de 2021

Las pinturas de Santalla de Bóveda (Lugo) no son romanas, sino del siglo VII

Santalla de Bóveda (Lugo). ROSA BENAVIDES GARCÍA

Los faisanes, los gallos, las palomas, las perdices y los gansos que sobreviven en Santalla de Bóveda (Lugo) no están ahí, con sus ocres, sus rojos y sus azules, desde tiempos de los romanos. No se pintaron en el siglo IV, sino bastante después: durante el dominio germánico de Gallaecia, en el siglo VII. Pero, como el propio edificio que los acoge, los frescos de Santalla son excepcionales.

Según Rebeca Blanco-Rotea (izquierda),la investigadora principal del equipo que los ha datado, "la nueva fecha los convierte en la más destacada muestra de la escasa pintura cristiana tardoantigua y altomedieval del noroeste peninsular”. “Pueden ser, incluso, un precedente de la pintura prerrománica mural asturiana”, ha advertido este jueves en el Museo Provincial de Lugo la arqueóloga del grupo Síncrisis de la Universidad de Santiago.

Varios especialistas de esta Universidad y de La Coruña han logrado identificar los momentos históricos y tres fases principales en la construcción de esta reliquia arquitectónica descubierta bajo la cota del suelo en la parroquia del mismo nombre, Santalla (o Santa Eulalia) de Bóveda, a 14 kilómetros de Lugo.

La nueva datación, financiada por la fundación Palarq, por métodos “arqueológicos, geológicos y geocronológicos” zanja, en parte, el debate inaugurado por los estudiosos de este monumento enigmático hace casi un siglo, después de hacerse público su hallazgo en 1926 y de que se ordenasen las primeras excavaciones. Solo cinco años después, en 1931, Santalla de Bóveda era declarada Monumento Nacional por su singularidad. Desde entonces, el misterioso recinto ha sido objeto de todo tipo de interpretaciones por parte de expertos de varios países que no hallaban apenas paralelismos con otros edificios antiguos en el occidente europeo. La teoría más extendida es la de que se trataba de un templo pagano (dedicado a Mitra o a Cibeles o con uso funerario) del momento en que Galicia permanecía bajo el imperio romano y que después fue reconvertido al culto cristiano. “A partir de esa asociación de Bóveda con un espacio religioso romano, se interpretaron sus elementos decorativos, como los frescos interiores o los relieves de la entrada, desde la perspectiva mitológica”, recuerdan los investigadores.

Las dataciones de las muestras se han llevado a cabo, además de con la técnica del carbono-14, con Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL, según sus siglas en inglés) y Termoluminiscencia (TL) en el Instituto de Xeocronoloxía de la Universidad de La Coruña. Estas pruebas sirvieron para reconstruir la evolución arquitectónica del edificio a lo largo de tres momentos históricos: la fundación del espacio que hoy se puede ver corresponde a la época romana bajo imperial (segunda mitad del siglo IV d. C.). La época de las pinturas se enmarca en el siglo VII. Y por último hay una importante fase de desarrollo altomedieval, entre los siglos X y XI, en la que se construyó la bóveda de la planta superior.

No obstante, después aún hubo más reformas y trabajos de mantenimiento. Estos resultados, según Blanco-Rotea, “abren nuevas incógnitas” sobre su relación “con los poderes y la religiosidad en la primera Edad Media gallega”.

Santalla de Bóveda fue descubierta cuando el párroco ordenó unas excavaciones en las obras de su iglesia, situada junto a este yacimiento. El centro de la bóveda en la que aparecen representadas las aves en un entramado de motivos vegetales se hundió poco después, en una intervención en el recinto. Fue varias décadas más tarde cuando una prospección arqueológica dirigida por Manuel Chamoso Lamas sacó a la luz la piscina central que hoy se puede ver flanqueada por columnas.

Mientras el equipo de la Universidade de Santiago y del Incipit-CSIC (Instituto de Ciencias del Patrimonio) estudiaban los paramentos, el investigador Jorge Sanjurjo-Sánchez, de la Universidad de La Coruña, llevó a cabo el análisis de los morteros y del material cerámico de los muros y David Freire-Lista, de la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro y del Centro de Geociencias da Universidade de Coimbra, efectuó el estudio petrográfico. Gracias a la OSL, hoy es posible datar los áridos de un mortero aunque no exista materia orgánica, como era necesario hasta hace poco tiempo. La técnica es capaz de determinar cuándo el cuarzo que forma parte del mortero estuvo expuesto a la luz por última vez (ese momento marca el tiempo en el que se fabricó la argamasa).

De las más de 30 muestras tomadas desde 2007, las últimas se contrastaron con el carbono-14 y se analizaron carbones y carbonatos. A partir de los carbones localizados en los muros y de la separación del carbonato arqueológico de los morteros, “el laboratorio ICA de Florida obtuvo dataciones que confirmaron los resultados” obtenidos en Galicia. Además, con otros métodos científicos se logró identificar en los morteros los materiales utilizados en cada una de las fases constructivas.

Fuente: elpais.com | 24 de septiembre de 2021

Ciadueña (Soria), un hito en el ámbito arqueológico al haberse hallado un yacimiento celtíbero sin atisbo de romanización

Yacimiento arqueológico de Ciadueña (Soria). CEDIDAS POR ARECO AGENCIA ICAL

Esta oculto, no es visitable, ni accesible al público, quizás algún día con la inversión suficiente se pueda convertir en un lugar de interés casi tanto o más que Numancia. El yacimiento celtíbero de Ciadueña, en el municipio de Barca (Almazán, Soria) es para los arqueólogos e historiadores el mejor ejemplo de una ciudad celtíbera, ya que no fue romanizada y, por lo tanto, conserva intacta su traza urbana.

Además, la “excepcional” conservación de algunos sectores ha permitido documentar los materiales utilizados (barro, madera) en las edificaciones y las técnicas constructivas empleadas. Las evidencias localizadas en el entorno permiten reconocer un área periurbana alrededor de la ciudad donde se realizaron actividades artesanales.

En 2007, la empresa Areco fue la encargada de redactar los bienes patrimoniales de las normas urbanísticas de Barca. Los arqueólogos Carlos Tabernero, Juan Pedro Benito, Manuel López y el fallecido Alberto Sanz Aragonés comenzaron el trabajo. Varios agricultores les trasladaron que cuando labraban aparecían boquetes en el terreno. Se dirigieron al sitio exacto de Ciadueña, pedanía de Barca, y encontraron un horno perteneciente a una casa celtíbera.

Foto: Manuel López y Juan Pedro Benito viendo algunas de las piezas de cerámica halladas

Desde ese momento, el yacimiento se ha convertido en el gran hallazgo arqueológico en la provincia de Soria del siglo XXI. Está intacto, a pesar de que fue quemado. Tras seis campañas de excavación entre 2010 y 2017 los profesionales han encontrado en dos viviendas ajuares de cerámica enteros, el vaso de los caballos (una pieza excepcional), ya depositado en el Museo Numantino, enseres domésticos, proyectiles, hondas y han podido constatar que las casas celtíberas eran avanzadas, tenían techumbre, utilizaban la madera para las estanterías, bastidores y marcos de las puertas, entre otros descubrimientos.

El arqueólogo Juan Pedro Benito señala que Ciadueña es “única”, porque, al contrario que Numancia, Uxama o Tiermes, no fue romanizada y los restos se conservan muy bien. “La altura de los muros de las casas alcanzan el metro y medio y esto es imposible de encontrar en otros yacimientos”, puntualiza.

Los resultados de Carbono-14 realizados sobre los restos excavados, si bien no precisan el momento exacto del origen de la ciudad, si permiten que conocer que en el año 200 antes de Cristo las viviendas del yacimiento de las Eras de Ciadueñas ya estaban construidas, y que el abandono de las mismas se produjo probablemente en la segunda mitad del siglo I antes de Cristo, es decir, que coincide en la época con Numancia.

Fruto de las excavaciones, según explica Benito, se descubrió que “Las Eras” estuvo delimitada por un foso de 25 metros de ancho, que defendía la zona oeste de la ciudad. La excavación del foso se complementó con la construcción de una muralla perimetral de adobe o tapial que sólo queda el testimonio de su derrumbe en las zonas que no han sido labradas ni edificadas.

Recreación de las casas de la ciudad de Ciadueña unto con su muralla.

“Los trabajos colectivos de la comunidad que convivía en la ciudad se prolongaron en el interior para construir una entramado de calles, con aceras y piedras pasaderas para salvar los arroyos empedrados. Estas calles delimitan los espacios ocupados por las viviendas y corrales. Partiendo de la superficie excavada en el noreste, junto a la muralla, suponemos que en las 4,75 hectáreas que tuvo la ciudad pudieron existir un máximo de 300 viviendas”.

En Ciadueña se localizó un horno alfarero en la ladera sur y concentraciones de escorias de hierro en el sector central de los Guijarrales, al oeste de la ciudad, que permiten reconocer un área periurbana alrededor del núcleo en la que se desarrollan diferentes actividades productivas.

Además, según relata el arqueólogo, junto al desarrollo de la producción artesanal creció el comercio, como aparece demostrar la eleccón de la ubicación de la ciudad junto a los valles del río Duero e Izana. “La aparición de algunas piedras de molino circulares en rocas metamórficas, cuya procedencia más cercana sería la sierra de Guadarrama documentan estos intercambios comerciales. A pesar de que la vida de la ciudad coincide con en parte con la conquista del área por los romanos no se documentan productos de fabricación itálica”, destaca.

Los trabajos de excavación pusieron al descubierto que los pobladores de Ciadueña construyeron viviendas de planta rectangular con cimientos de piedras, estructuras portantes de madera, alzados de adobe y cubiertas planas de tierra apisonada. Visualmente las edificaciones estuvieron dominadas por las superficies de barro, que cubren sus fachadas, interiores y cubierta. Además, se determinó que el material más empleado fue el barro.

El vaso de los caballos

Dentro del conjunto cerámico recuperado durante las excavaciones destaca el Vaso de los Caballos. Se trata de una gran vasija, con una capacidad de 68 litros, elaborada con el característico barro naranja de las cerámicas finas a torno celtibéricas. Está decorado con un friso pintado en color negro con cinco figuras de caballo bajo una franja de motivos geométricos, líneas y semicírculos. Los caballos presentan cuellos, cruces y ancas gruesos, mientras la cabeza, hocico y patas llaman la atención por su estilización. Las figuras de los cinco caballos aumentan su tamaño desde un pequeño potro a un animal adulto que es el único al que se dibuja con riendas, representando las etapas de su crecimiento que culminan con su domesticación. “El tema escogido destaca la importancia del caballo y su cría entre estas comunidades urbanas celtibéricas”, indica.

Debido a la fragilidad de las estructuras excavadas, pues son construcciones de barro y adobe, al concluir la excavación se volvió a tapar el yacimiento y se apostó por una documentación tridimensional de las mismas para difundir el yacimiento de forma digital. El museo de la villa romana La Dehesa, en Cuevas de Soria, alberga una exposición sobre este hito arqueológico.

Será la Consejería de Cultura quién determine si se continúa con la investigación en este sitio celtíbero puro y si, en algún momento, se realizan las inversiones necesarias para que sea visitable.

Exposición sobre el enclave de Ciadueña en la villa romana de La Dehesa, en Cuevas de Soria.

Ciadueña solo ha estado un corto periodo de tiempo al descubierto. Ahora ha vuelto a ser una ciudad oculta, a la que Roma obvió, lo que lega a la historia información exacta sobre la cultura propia de la meseta castellana.

Fuente: larazon.es | 02 de octubre de 2021

Hallan un conjunto insólito de grabados rupestres de hace 25.000 años en la cueva Alkerdi 2 (Navarra)

Foto: Hallazgos en la cueva Alkerdi 2 de Urdax.

El jueves el Gobierno de Navarra informaba de los recientes hallazgos de la cueva Alkerdi 2, ubicada en Urdazubi, consistentes en una docena de representaciones figurativas grabadas propias del periodo Gravetiense (entre 28.000 y 20.000 años) y del área continental de Europa. Se trata de 3 bisontes, 3 uros, 2 caballos, 2 animales indeterminados y cinco series de líneas dobles trazadas en pintura roja. Además, el grupo de espeleología Satorrak también ha encontrado cuatro figuras de vulvas, algo menos usual.

El estudio preliminar desarrollado, coordinado por el especialista en arte rupestre prehistórico Diego Garate, de la Universidad de Cantabria, se ha presentado en la Casa de Cultura de Urdazubi, dentro de las Jornadas Europeas de Patrimonio.

Junto a Garate, participaron Jesús García, arqueólogo del Gobierno de Navarra, Alberto Hermoso de Mendoza, espeleólogo del grupo Satorrak, el alcalde de Urdazubi, Juantxo Agirre, el Secretario General Sociedad de Ciencias Aranzadi, Iñaki Ariztia, y el Director General de Cultura, Ignacio Apezteguia.

Diego Garate mostrando la galería de las vulvas.

En la presentación de ayer, el espeleólogo Arturo Hermoso de Mendoza hizo un repaso del trabajo que se lleva desarrollando en las cuevas de Urdazubi, un trabajo multidisciplinar, coordinado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, donde participa mucha gente e instituciones, como el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Urdazubi o el grupo de espeleología Satorrak.

Aprendiz o inexperto

Olivia Rivero, de la Universidad de Salamanca y miembro del equipo de investigación dijo sobre los figuras halladas que "el estudio tecnológico de los surcos grabados demuestra que la persona que los realizó carecía de la destreza propia de los artistas, en este sentido, parece un aprendiz o inexperto porque no es capaz de crear trazos continuos y seguros".

Este detalle aparentemente intrascendente tiene grandes implicaciones en las futuras investigaciones e interpretación del arte rupestre ya que "generalmente, las paredes parecían reservadas a aquellas personas con una maestría artística como si el acceso a las mismas estuviera restringido, pero esta nueva galería nos ha descolocado totalmente", indica Diego Garate.

Recalcó que el mundo subterráneo de Xareta es muy importante desde siempre, aunque "en realidad solamente se conocía una mínima parte de lo que conocemos ahora, gracias al trabajo de mucha gente".

En 2015 dieron a conocer que había un único sistema kárstico, con más de 50 fenómenos espeleológicos que están interconectados entre sí y están preñados de valores de todo tipo. Por aquel entonces conocían alrededor de 3 kilómetros de desarrollo. Poco a poco fueron conociendo más y se dieron cuenta de que era mucho más complejo. Hermoso de Mendoza destacó el tesoro existente en Urdazubi.

Además de la cueva de Ikaburu, que se puede visitar durante todo el año, existe todo un entramado kárstico que todavía debe estudiarse. Afirmó que la colina de Alkerdi está hueca por dentro, "algo espectacular, en un lugar de 300x200 metros hay más de cinco kilómetros de galerías". A estos hay que sumarle los más de 700 metros de cueva que tiene Ikaburu, cerca de Alkerdi-Berroberria-Zelaieta. Un montón de ríos formaron un sistema de cuevas, un laberinto en el que el nivel de karstificación es fuera de serie. Estos ríos que confluyen en el río Urtxume, que pasa por la cueva de Ikaburu, y luego desemboca en el río Ugarana.

Nuevos hallazgos: cuatro vulvas

Diego Garate, por su parte, se centró en los últimos hallazgos de Alkerdi 2, "una cueva que ha permanecido 25.000 años dormida". Hace pocos años se dieron cuenta que era una cueva especial, que estaba intacta, y en 2015 llegaron los primeros hallazgos, pinturas negras y rojas, grabados, y útiles de sílex. En los últimos cinco años los espeleólogos han trabajado mucho, pero todavía queda bastante por hacer.

El año pasado accedieron a una galería, casi inaccesible, pues hay que desplazarse durante 45 minutos por las galerías hasta llegar a ella, tras atravesar un tramo muy estrecho de 20 metros de longitud. En la galería "hay un conjunto de grabados muy singular". Entre ellas destacan cuatro vulvas, "que son fácilmente identificables, porque hay muchas similares en otros lugares".

Señaló que "en aquella época cuando no representaban animales, pintaban a mujeres, aunque es algo excepcional, son las primeras vulvas que se encuentran en Navarra, no son muy habituales en el Cantábrico en general, es algo muy significativo encontrar este tipo de representaciones".

Además de las vulvas, han encontrado bisontes, uros y caballos, "bastante bien conservados". Algo espectacular, según indicó, aunque esperan encontrar más, y mostrar las novedades.

Fuentes: noticiasdenavarra.com | diariodenavarra.es | 2 de octubre de 2021

De isla en isla: la genética revela cómo los humanos se asentaron en el Pacífico remoto

La gente de las islas Marquesas está genéticamente cercana a la gente de la Isla de Pascua, a casi 4.000 kilómetros de distancia.

Los famosos megalitos de la Isla de Pascua tienen parientes en otras islas a miles de kilómetros al norte y al oeste, al igual que las personas que los crearon, según un estudio.

La investigación mostró que, durante un período de 250 años, grupos separados de personas partieron de pequeñas islas al este de Tahití para asentarse en la Isla de Pascua, las Marquesas y Raivavae, archipiélagos que están separados por miles de kilómetros, pero que albergan estatuas antiguas similares.

"Estas estatuas están solo en aquellas islas que están estrechamente conectadas genéticamente", dijo a la AFP el autor principal del estudio, Alexander Ioannidis (izquierda), de la Universidad de Stanford.

Mediante un análisis de vanguardia del ADN moderno, Ioannidis y su equipo pudieron mapear y fechar el primer camino de asentamiento de los polinesios, que comenzó en Samoa y se extendió por el Pacífico entre los años 830 y 1360.

"Este había sido un problema abierto desde que el Capitán Cook notó por primera vez que la gente en las islas polinesias hablaba el mismo idioma", dijo Ioannidis.

La expansión se produjo rápidamente, durante aproximadamente 17 generaciones, superando los cambios importantes en el idioma o la cultura que podrían haber servido como marcadores, según muestran los resultados del estudio.

Los investigadores pudieron armar el rompecabezas de la migración transpacífica comparando el material genético en 430 habitantes actuales en 21 islas.

La expansión hacia el exterior desde Samoa se desarrolló hacia el oeste hasta Fiji, Tonga en el sur y luego hasta Raratonga en el este alrededor del año 830.

Los antiguos polinesios se expandieron a islas remotas del archipiélago de Tuamotu.

Islas pequeñas en forma de anillo

"Unos cientos de años más tarde, los descendientes de Raratonga viajaron para asentarse en la actual Tahití y el archipiélago de Tuamotu un poco más allá. Fue en las pequeñas islas de bancos de arena de Tuamotu (hace mucho tiempo pasadas por alto) desde donde partieron las incursiones más ambiciosas", explica Ioannidis.

En la actualidad, escasamente poblados gracias en parte a su papel como campos de pruebas nucleares, los Tuamotus abarcan un área igual a la distancia existente entre Inglaterra y Grecia.

El estudio señala que las islas bajas probablemente emergieron de debajo del nivel del mar solo unos pocos cientos de años antes de que los polinesios se extendieran allí.

"Necesitaron tener una cultura marítima para meterse entre estas pequeñas islas en forma de anillo", dijo Ioannidis. "Creo que eso explica, en parte, por qué es desde allí que vemos que salen los viajes de mayor distancia".

Esto se convirtió en la zona cero para los pueblos constructores de megalitos que llegaron a habitar las Marquesas, Rapa Nui (Isla de Pascua) y Raivavae.

El momento de esas expansiones encaja con hallazgos anteriores basados ​​en ADN realizados por Ioannidis y su equipo los cuales muestran que los nativos americanos, probablemente de la costa noroeste de América del Sur, y los polinesios se mezclaron alrededor del año 1200.

Mapa de Polinesia que muestra la migración temprana hacia el este que comenzó en el siglo IX.

Pistas antiguas en el ADN moderno

"La fecha que encontramos para ese contacto es muy cercana a las fechas que hemos hallado para estos viajes desde el Tuamotus para asentarse en estas islas remotas", agrega Ioannidis.

Las poblaciones polinesias de hoy tienen una herencia mixta, con rastros de Europa, África y otros lugares en su ascendencia. Si bien los estudios genéticos de los pueblos antiguos han tendido a centrarse en muestras de ADN antiguas desenterradas en enclaves arqueológicos, Ioannidis dijo que su equipo había podido localizar secuencias reveladoras encerradas en el ADN moderno.

A través de un software se analizaron muestras de 430 habitantes en 21 islas diferentes con el fin de identificar patrones de genes recurrentes específicos de los polinesios, bloqueando las secuencias de ADN asociadas con la ascendencia europea o de otro tipo.

De lo contrario, "habría descubierto que las islas con el ADN 'más polinesio' estaban más relacionadas", argumenta Ioannidis, y "Eso no es interesante desde una perspectiva histórica".

Su equipo utilizó las pistas genéticas para dibujar una especie de árbol genealógico a lo largo del Pacífico, de este a oeste.Dado que las cadenas de ADN se acortan a medida que se vuelven a combinar durante generaciones, la longitud de los segmentos compartidos reveló cuántas generaciones pasaron entre cada asentamiento.

El estudio se publicó en Nature .

Fuente: phys.org | 22 de septiembre de 2021