Hallan más evidencias de la presencia de humanos hace 6.000 años en la Cueva de los Toriles de Carrizosa (Ciudad Real)

Trabajos en la Cueva de los Toriles. Ayuntamiento de Carrizosa.

El equipo multidisciplinar de 12 personas que ha estado trabajando cerca de dos semanas en la Cueva de los Toriles de Carrizosa (Ciudad Real), ha encontrado más evidencias de cerámica y herramientas que confirman la presencia de humanos al final del Neolítico y principios de la Edad del Cobre, hace unos 6.000 años.

En su cuarta excavación, Daniel García Martínez, paleoantropólogo que lidera el grupo junto al arqueólogo Pedro Reyes Moya Maleno, ha comentado que, tras el descubrimiento de la falange humana en la anterior excavación de 2021, este 2022 se han encontrado más hallazgos de cerámicas y herramientas de hace 6.000 años, de final de Neolítico y principios de la Edad del Cobre tanto en la Cueva como alrededores. "Incluso en los alrededores hemos hallado materiales y evidencias más antiguas, del Paleolítico, así como otros fragmentos de un telar árabe, más elementos romanos y medievales, materiales que hemos de estudiar estos meses”, ha añadido García Martínez.

Punta de flecha hallada.

La intención es, una vez estudiadas y limpiadas las piezas, exponerlas en Carrizosa durante la celebración de unas jornadas divulgativas que pretende organizar el Ayuntamiento el próximo invierno, así como acompañarlo de material fotográfico para que se vea hasta qué punto han profundizado en la Cueva.

El alcalde de Carrizosa, Pedro Antonio Palomo, ha informado que el Ayuntamiento apoya al equipo también en esta excavación, en esta ocasión gracias a un proyecto que subvenciona la Asociación Alto Guadiana Mancha con fondos Leader, asociación a la que pertenece la localidad carrizoseña.

Este equipo multidisciplinar incluye arqueólogos, geólogos, paleoantropólogos y biólogos de Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla y León, equipo de investigación que cuenta con el apoyo de diferentes instituciones científicas de ámbito local y nacional, como el Centro de Estudios del Campo de Montiel, la Universidad Complutense de Madrid y Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), vinculada al yacimiento de Atapuerca.

Falange de un hueso humano, hallada el año pasado en la cueva de los Toriles y datada ahora de hace 6.000 años / Daniel G.M.

En los trabajos del año pasado encontraron una falange de un humano de la que no sabían la antigüedad en la campaña pasada. “Sin embargo, gracias a las técnicas del carbono 14, hemos constatado que tiene entre 5.000 y 6.000 años, durante la Edad del Cobre. Esto demuestra la presencia humana en la Cueva en la Prehistoria reciente, y es una buena pista para seguir trabajando en ello”, ha explicado Daniel García.

El equipo persiste en seguir intentando encontrar evidencias de neandertales en este yacimiento, a caballo entre el Alto Guadiana Mancha y Campo de Montiel, donde ya hallaron hace años un tejón y otros mamíferos del Pleistoceno, lo que indica que puede haber fauna de gran tamaño, y cabría la posibilidad de que los humanos lo hayan traído y cazado. “Estamos bastante esperanzados de encontrar más fauna y potenciales evidencias de homínidos y neandertales de la región”, ha detallado el paleoantropólogo.

Fuente: eldiario.es | 2 de agosto de 2022

La forma del cerebro humano ha cambiado poco en los últimos 160.000 años

Restauración digital de cráneos de niños y adultos de hace 160.000 años. M. Ponce de León y Ch. Zollikofer/Univ. de Zúrich.

Científicos de la Universidad de Zúrich, Suiza, concluyen en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que la transformación física de cráneo humano en los últimos 160.000 años ha sido impulsado por alteraciones faciales, provocadas por cambios en la dieta y el estilo de vida. Por lo tanto, la transformación no vendría de la evolución del cerebro como se pensaba anteriormente, en base a teorías aún válidas y aceptadas.

Aparentemente, el análisis de los fósiles de humanos antiguos y su comparación con la anatomía actual sugiere que los cambios en la forma del rompecabezas fueron producidos por variantes de la estructura maxilofacial, que se habría desarrollado a partir de cambios en la función masticatoria y respiratoria. A su vez, estos cambios encontrarían su origen en nuevos hábitos alimentarios y nuevos comportamientos socioculturales, adquiridos a lo largo del tiempo.

Resultados concluyentes

El equipo de investigadores, dirigido por Christoph Zollikofer (izquierda), restauró digitalmente los cráneos de 50 homínidos recuperados de Etiopía e Israel, incluidos especímenes de Homo sapiens, Homo erectus y neandertales. Posteriormente, los modelos 3D de los fósiles se compararon con 125 especímenes humanos modernos.

Según un artículo publicado en New Scientist, la comparación de cajas de cerebro del hombre a lo largo de la historia permite aislar por primera vez el papel del cerebro en la evolución del cráneo.

La gran sorpresa se produjo cuando los científicos descubrieron que, aunque el tamaño y las proporciones de los cráneos de los niños Homo sapiens de hace 160.000 años eran comparables a los registrados en los niños de hoy, la personas mayores tenían diferencias notables con sus contrapartes modernas, como caras mucho más largas y rasgos más pronunciados.

Estos datos cobran importancia cuando entendemos que si los rostros humanos siguen creciendo hasta los 20 años, el cerebro, en cambio, alcanza aproximadamente el 95% de su altura adulta a los 6 años.

Por tanto, la conclusión es lógica: si los fósiles de niños de hace 160.000 años, con cerebros casi completamente desarrollados, se asemejan a los niños de hoy en día en su estructura craneal, mientras que los fósiles de los adultos mostraban cráneos muy diferentes, podemos descartar que los cerebros hayan cambiado significativamente de forma. “Si no es el cerebro el que impulsa este cambio, debemos buscar otra cosa, tal como respirar, comer o moverse”, dice Zollikofer.

Cambios de morfologías endocraneales y viscerocraneales después de completar el crecimiento cerebral (del estadio dental M1 a M3) en fósiles (fila superior) y en Homo sapiens recientes (fila inferior). (A) Las formas endocraneales se muestran en adultos, el cambio de forma endocraneal se visualiza mediante una expansión alométrica positiva (amarillo) frente a una negativa (azul) del área de la superficie local. Nótese un cambio de forma más intenso en el fósil en comparación con el Homo sapiens reciente. (B) Los cambios en la forma y el tamaño viscerocraneal se ilustran con formas medias en las etapas dentales M1 (izquierda) y M3 (derecha, adulto), respectivamente, mientras que el tamaño viscerocraneal se escala en relación con el tamaño medio del grupo más pequeño, el de M1 en un Homo sapiens reciente (gráfico inferior izquierdo). Nótese un viscerocráneo más grande en la etapa M1 y un crecimiento viscerocraneal más intenso en el fósil en comparación con Homo sapiens reciente.

Cambios en la alimentación y los hábitos.

En el estudio, los científicos concluyen que los resultados sugieren que la forma particular de los cráneos de los primeros adultos del Homo sapiens probablemente provenga de diferencias en la dieta y el estilo de vida en lugar de una anatomía cerebral diferente.

Los investigadores plantean con cautela la hipótesis de que los cambios en la dieta o una menor necesidad de oxígeno podrían haber sido los responsables. Los rostros de los humanos modernos son mucho más pequeños y sutiles que los de sus antepasados: el cambio se habría acelerado cuando los cazadores-recolectores se convirtieron en agricultores hace unos 12.000 años, al comenzar a ingerir alimentos más blandos y generando una menor carga sobre el cráneo al masticar.

Aunque esta hipótesis aún debe ser verificada y contrastada, los resultados marcan un nuevo papel del cerebro en comparación con el resto de la estructura craneal, mientras que hasta ahora se pensaba que la evolución de los dos era inseparable. Al mismo tiempo, señalan que la dieta y el estilo de vida tienen un impacto transformador a largo plazo cuya huella y profundidad apenas descubrimos.

"Los autores del trabajo de investigación tienen razón al permanecer cautelosos en sus hipótesis", dice Chris Stringer (izquierda), del Museo de Historia Natural de Londres.

"Hay pocas evidencias de cambios importantes en la dieta entre la Edad de Piedra Media y Tardía, cuando ocurrieron estas transformaciones", dice. "De las muchas causas posibles, una reducción en la ingesta de oxígeno podría ser más probable, ya que los humanos han desarrollado cajas torácicas más pequeñas y tienen menos capacidad pulmonar".

Fuente: cuba.eseuro.com | 4 de agosto de 2022

Documentan producción de vino de hace 2.000 años en el yacimiento íbero de Requena (Valencia)

Vista del yacimiento desde el Cerro de la Cabeza.

La revista de prehistoria Pyrenae ha sacado a la luz un estudio basado en el hallazgo de una producción de vino de más de 2.000 años de antigüedad en la Casa de la Cabeza, en el municipio de Requena (Valencia). Pertenece a un pueblo íbero indígena que vivió la conquista romana, lo que supone una fantástica oportunidad para estudiar cómo afectó su llegada al mundo rural ibérico.

La investigación ha sido llevada a cabo por el departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, liderada por los profesores David Quixal, Consuelo Mata, Yolanda Carrión y Guillem Pérez.

1) Vista de la bodega del sector 2 desde el oeste, con el agujero en posición central. 2) Vista de la bodega desde el sur, con la posible tapa central. 3) Cubeta adosada a la bodega. 4) Bodega tradicional de Castellote (Teruel) (Benavente et al., 2016), de similar estructura a la aquí presentada.

Los descubrimientos

El asentamiento rural ibérico se puede observar desde el Cerro de la Cabeza, integrado en el territorio de la ciudad ibérica de Kelin (Caudete de las Fuentes, Valencia). Desde este punto, se observa una llanura fértil en la que los investigadores descubrieron una bodega, un lagar y semillas de uva de los siglos II-I a.C.

Se trata de un asentamiento inmediatamente posterior a la llegada de los romanos, por lo que permite a los arqueólogos investigar cuáles fueron los cambios estructurales y de producción del mundo íbero de la fase rural anterior (siglos IV-III a.C.) con respecto a los modelos posteriores, de influencia romana.

Cerámicas ibéricas pintadas, engobadas, impresas o perforadas (izquierda). Monedas ibéricas (derecha.).

Continuidad y ruptura

Se sabe que el nuevo contexto derivado de la conquista romana generó una estrategia de poblamiento con el objetivo de aumentar la productividad. Sin embargo, el estudio concluye que, aunque se produzcan algunos cambios, las estructuras rurales anteriores se mantienen. Esto se explica en el estudio por la "resiliencia cultural en zonas de interior, aparentemente secundarias y lejos de los principales focos de poder como podría ser la recién fundada colonia itálica de Valentia".

Además, evidencia la larga tradición de producción de vino en el área de Requena desde hace milenios, como muestran las estructuras rupestres (pilillas) de las próximas ramblas de Los Morenos y La Alcantarilla, detalla la Universidad de Valencia.

Semillas de 'Vitis vinifera' halladas en el yacimiento.

El yacimiento peligra

Asimismo, el artículo aporta información sobre la metalurgia en el ámbito doméstico y cubre el déficit de estudios paleobotánicos de cronología ibérica tardía en la zona. La Casa de la Cabeza se excavó hace una década dentro del programa de intervenciones del Museo de Prehistoria de Valencia, una trabajo que ya fue parcialmente publicado.

Actualmente, según informa la Universidad, este yacimiento está "amenazado" por un proyecto de instalación de una planta fotovoltaica en su entorno.

Fuente: 65ymas.com | 3 de julio de 2022

Hallan en Rielves (Toledo) un mosaico de una villa romana del siglo IV

Hallazgo del mosaico que buscaban en la villa romana de Rielves (Toledo) Foto: Carmen Herrero (Diputación de Toledo)

El pasado lunes comenzaban en Rielves (Toledo) los primeros trabajos de recuperación que se realizan en el yacimiento de la villa romana 'El Solado'. Cuatro días después, mientras se presentaba ante los medios esta campaña con la que quieren recuperar y poner en valor el mismo, han dado con uno de los 19 mosaicos que albergó.

En el momento del hallazgo, el alcalde de la localidad -de unos 750 habitantes-, Luis Vicente Arellano, detallaba la historia de este yacimiento que se documentó en el año 1780, cuando los miembros del equipo de voluntariado juvenil que están trabajando en él comenzaban a aplaudir. Antonio, uno de los que participa en este programa, ha encontrado parte de uno de los mosaicos que alberga esta villa romana del sigo IV.

“Lo importante para nosotros es preservar el yacimiento y ponerlo en valor para nuestros vecinos y vecinas y quienes nos puedan visitar”, apuntaba Arellano cuando la ovación y la alegría por el hallazgo cortaban su intervención. “Lo han encontrado”, señalaban.

Momento del hallazgo del mosaico Fidel Manjavacas.

Los últimos trabajos que se hicieron en el yacimiento fueron en los años 60, precisa el alcalde, quien resalta que desde entonces la actividad agrícola no ha cesado en una parcela que el Ayuntamiento adquirió el pasado mes de septiembre para comenzar una campaña que ha dado sus primeros frutos a los pocos días de iniciarse.

“Sabíamos de su existencia, siempre hemos tenido la intención de recuperarlo”, agregaba Arellano sobre el yacimiento, donde en el mes de mayo se llevó a cabo un estudio de georradar -financiado por la Diputación de Toledo con 16.000 euros- que detectó diversas estructuras en las que han comenzado los sondeos arqueológicos.

Trabajos en la campaña de excavación en la villa romana de Rielves Foto: Diputación de Toledo.

“Pensamos que quizás se lo habrían llevado”

Gema Garrido, arqueóloga (Global Arqueología) y directora de la excavación, precisaba después que en estos primeros días realizaron una cata pegada al muro en el que se ha encontrado el mosaico pero no encontraron nada. “Pensamos que quizás se lo habrían llevado”, añade con una sonrisa de satisfacción tras comprobarse que el mosaico sigue ahí y que pueden seguir trabajando estos días para descubrirlo.

Hasta el momento, explica la arqueóloga, han realizado cuatro catas para verificar los datos recabados por el georradar en toda la parcela, ubicada a unos 3 kilómetros de Rielves. “En esta hemos encontrado justo lo que esperábamos y ahora tenemos que terminar de sondear el terreno”, apunta.

Por el momento, los más de 30 voluntarios y voluntarias que participan en el programa 'Verano Joven' de la Junta estarán hasta el próximo 15 de agosto trabajando en este yacimiento, pero el equipo de 'Global Arqueología' podría continuar “si hubiera que seguir excavando”.

Cadáveres de época visigoda

Rielves continuará redescubriendo su pasado en esta villa en la que en el siglo XVIII, con la excavación que se llevó a cabo por parte de Carlos III, se documentaron cadáveres de época visigoda. Confían en encontrar, después de tantos siglos, algunos de los mosaicos en un aceptable estado de conservación pese a las actividades agrícolas que se han desarrollado en la parcela. De momento, ya hay uno.

En el acto que han convocado ante los medios estaban también la vicepresidenta de Educación, Cultura, Igualdad y Bienestar Social, Ana Gómez, la diputada de Educación y Cultura, Cristina Cebas, y el concejal de Educación y Cultura de Rielves, Diego Ralo Aparicio.

Ana Gómez afirmaba que “es un momento para felicitarnos y demostrar que el trabajo de las entidades locales con la recuperación del patrimonio va a contar en todo momento con la ayuda de la Diputación de Toledo”, como es el apoyo a Rielves con esos 16.000 euros que han permitido financiar el estudio del georadar.

Aludiendo al descubrimiento en directo de ese primer mosaico, la vicepresidenta de la Diputación aseguraba que “debemos felicitarnos todos como toledanos y toledanas, porque es nuestra cultura y, sin duda alguna, es nuestra historia y es la historia de Rielves”.

También agradecía el interés del Gobierno municipal que dirige Luis Vicente Arellano “de poner en valor y sacar a la luz esta Villa Romana que, por un lado, contribuye a recuperar el patrimonio de nuestros municipios y, por otro, puede actuar como foco de atracción cultural y turística de futuro para el pueblo de Rielves”.

Fuentes: eldiario.es | lacerca.com | 5 de agosto de 2022

Localizan en el Cerro de los Almadenes (Segovia) la cabeza de una escultura que parece corresponder con el cuerpo de una matrona hallada en 2019

Imagen de la cabeza encontrada en el yacimiento.

Un nuevo hallazgo ocurrido en las excavaciones que se realizan en el Cerro de los Almadenes (Segovia) ha servido para ir completando el puzle de este tesoro arqueológico situado en Otero de Herreros. La localización se produce coincidiendo con la edición número trece de las excavaciones en el lugar, que ha conseguido ser declarado Bien de Interés Cultural.

Las labores arqueológicas han destapado la cabeza de una escultura que parece corresponder con el cuerpo de una dama que salió a la luz en el verano de 2019. De este modo se completaría la figura del que puede ser uno de los principales hallazgos de las investigaciones en este importe enclave minero y metalúrgico de la antigüedad. Se trata de una matrona romana sedente que ya fue depositada en el Museo de Segovia ese mismo año.

Foto: Meinardo Sanz, alcalde de Otero, el delegado de la Junta y los directores de las excavaciones, junto a la escultura de una matrona hallada en el Cerro de los Almadenes en 2019 / Nerea Llorente.

Aunque las investigaciones más exhaustivas deben confirmar si la cabeza localizada ahora corresponde a dicha escultura hallada el 24 de julio de 2019, todo apunta a que se completaría así la figura escultórica. La escultura corresponde al tipo de matrona sedente común en los primeros siglos del Imperio Romano, etapa de la que se conservan distintos ejemplos que se identifican, generalmente, con representaciones de distintas divinidades (Juno, Ceres…) o de mujeres de alto rango, destacando especialmente dentro de este grupo las que se identifican con Livia Drusila, tercera esposa de Octavio Augusto.

La de los Almadenes está realizada sobre piedra caliza. En un primer momento apareció sin cabeza y sin la base. Con unos 80 centímetros de altura, ahora podrá verse de forma íntegra. Este elemento está considerado de suma importancia por cuanto puede identificarse con los modelos ‘oficiales’ de la etapa imperial y constituye, por tanto, una prueba relevante de la importancia que tuvieron las construcciones romanas de Los Almadenes.

Tanto es así que los responsables de las excavaciones sostienen que con este hallazgo se abría una nueva línea de investigación sobre el contexto que lleva a la presencia de la escultura en esta zona de la actual provincia de Segovia. Nace un nuevo proyecto, continuidad de las investigaciones realizadas en la última década en la que también se han localizado elementos importantes como una batería de hornos de fundición de cobre o lavaderos en lo que fue un centro neurálgico de la captación de cobre, un metal estratégico en la Antigüedad.

Base romana encontrada en las excavaciones del Cerro de Los Almadenes, en Otero de Herreros en 2020. / E.A.

En el año 2020 también apareció la base de un elemento ornamental romano que parecía pertenecer a una fuente, lavabo o algo similar. La pieza también fue trasladada al Museo de Segovia para precisar su datación exacta y su funcionalidad. Esta base consta de una placa de pizarra o esquito, labrada y con incrustaciones de mármol con los bordes decorados. Sobre la base se dispone otra pieza de mármol octogonal con los bordes moldurados. En el momento del hallazgo presentaba numerosas roturas y disgregaciones, lo que obligó a que su extracción se realizara mediante poliuretano expandido para inmovilizar la pieza en un molde rígido para evitar daños mayores.

Ese mismo año de 2020 se encontró una cabeza de piedra caliza que, aunque en principio se pensó que podría formar parte de la escultura de la dama sedente, los estudios posteriores confirmaron que era la reproducción de un soldado romano y, por tanto, de una escultura más.

Cabeza de piedra caliza que representa a un soldado romano. Hallada en el año 2020.

Gracias a la relevancia de este conjunto, la Junta de Castilla y León aprobó el pasado mes de junio la declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica.

El expediente fue incoado en 2021. En esta declaración se delimita un entorno de protección atendiendo a la ubicación del complejo minero metalúrgico. Es una amplia zona de explotaciones de cobre que ha sufrido la profunda transformación del lugar desde tiempos protohistóricos hasta comienzos del siglo XX. Se conoce como un lugar vinculado al trabajo de la minería y metalurgia del cobre durante los primeros tiempos del Imperio Romano.

Fuente: eladelantado.com| 2 de agosto de 2022

El hallazgo en Nuevo México de restos de mamuts cazados está entre las mejores evidencias de humanos en América del Norte anterior a la cultura Clovis

Restos de dos mamuts descubiertos en Nuevo México muestran que los humanos pudieron haber vivido en América del Norte mucho antes de lo que se ha venido pensando. Crédito: NPS.

Hace unos 37.000 años, una madre mamut y su cría encontraron su fin a manos de los seres humanos.

Los huesos del sitio donde ocurrió la matanza registran cómo los humanos elaboraron, a partir de los huesos largos, cuchillas desechables para desollar sus cadáveres y quemar su grasa. Pero un detalle clave distingue a este sitio de otros de esta época. Está en Nuevo México, un lugar donde la mayoría de evidencias arqueológicas no sitúan a los humanos hasta decenas de miles de años después.

Sin embargo, un estudio recientemente publicado en Frontiers in Ecology and Evolution y dirigido por científicos de la Universidad de Texas, en Austin, ha encontrado que el lugar ofrece algunas de las pruebas más concluyentes de que los humanos se establecieron en América del Norte mucho antes de lo que se pensaba convencionalmente.

Los investigadores encontraron una gran cantidad de evidencias que rara vez se hallan en un solo lugar. Entre las mismas hay fósiles con fracturas por fuerza contundente, cuchillos de escamas de hueso con bordes desgastados y signos de fuego controlado. Y gracias al análisis mediante datación por carbono-14 del colágeno extraído de los huesos de mamut, se ha podido establecer la antigüedad del lugar entre 38.900 y 36.250 años, lo que lo convierte en uno de los sitios más antiguos por el que discurrieron los humanos en América del Norte.

Primer plano de la pila de huesos sacados a la luz durante la excavación. Esta mezcla aleatoria de costillas, huesos craneales rotos, un molar, fragmentos de huesos y adoquines de piedra es un montón de restos de los mamuts masacrados. Se han conservado debajo del cráneo y los colmillos de un mamut adulto. Crédito: Timothy Rowe / Universidad de Texas en Austin.

"Lo que tenemos es increíble", dijo el autor principal Timothy Rowe (izquierda), paleontólogo y profesor de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Texas Jackson. "No es un sitio carismático con un hermoso esqueleto de lado. Está todo destrozado. Pero esa es la historia".

Rowe no suele investigar mamuts ni humanos. No obstante, se involucró en el trabajo de investigación porque los huesos aparecieron en su patio trasero, literalmente. Un vecino vio en 2013 un colmillo desgastado en la ladera de una colina en la propiedad de Rowe, en Nuevo México. Cuando Rowe fue a comprobarlo, encontró un cráneo de mamut aplastado y otros huesos que parecían haber sido rotos de modo deliberado. Era un lugar de carnicería. Pero los presuntos sitios en los que pudo haber humanos tempranos están envueltos en la incertidumbre, dado que es notoriamente difícil determinar qué fue moldeado por la naturaleza en comparación con las manos humanas.

"Esta incertidumbre ha llevado a un debate en la comunidad antropológica sobre cuándo llegaron los humanos por primera vez a América del Norte. La cultura Clovis, que data de hace 16.000 años, dejó herramientas de piedra talladas. Pero en enclaves más antiguos, donde las herramientas de piedra están ausentes, la evidencia de humanos presentes se vuelve más subjetiva", dice el profesor retirado de la Universidad Estatal de Texas, Mike B. Collins (derecha), quien no participó en la elaboración del artículo, pero que sí ha supervisado la investigación arqueológica en Gault, un conocido yacimiento cerca de Austin con abundante restos de la cultura Clovis y artefactos anteriores a esta.

Aunque el gigantesco lugar hallado carece de herramientas de piedra claramente asociadas a humanos, Rowe y sus coautores pudieron aportar una serie de pruebas de apoyo en favor de ello al someter muestras encontradas a análisis científicos desarrollados en el laboratorio.

El sitio de excavación contiene principalmente huesos rotos de las costillas y la columna vertebral de los mamuts. El fósil más destacado es una porción del cráneo del mamut adulto. Crédito: Timothy Rowe / Universidad de Texas en Austin.

Entre otros hallazgos, las tomografías computarizadas de rayos X de alta resolución obtenidas en la Universidad de Texas revelaron escamas de hueso con redes de fracturas microscópicas similares a las de los huesos de vaca recién cortados, así como heridas punzantes bien ubicadas que habrían ayudado a drenar la grasa de las costillas y huesos vertebrales de los animales.

"Realmente solo hay un par de formas eficientes de despellejar a un gato, por así decirlo", afirma Rowe. "Los patrones de descuartizamiento son bastante característicos".

Además, el análisis químico del sedimento que rodeaba los huesos mostró que las partículas existentes de quemaduras provenían de un fuego sostenido y controlado, no de un rayo o un incendio forestal. El material hallado también contenía huesos pulverizados y restos quemados de pequeños animales, en su mayoría peces (aunque el sitio está a más de 60 metros del río más cercano), pero también aves, roedores y lagartijas.

Marcas de descuartizamiento en costillas de mamut. La costilla superior muestra una fractura por impacto de fuerza contundente; la costilla central muestra una herida punzante, probablemente hecha con una herramienta; la costilla inferior muestra marcas de corte. Crédito: Timothy Rowe et al. / La Universidad de Texas en Austin.

Con base en la evidencia genética de las poblaciones indígenas de América del Sur y Central, así como de artefactos hallados en otros sitios arqueológicos, algunos científicos han propuesto que América del Norte tuvo al menos dos poblaciones fundadoras: la llamada Clovis y una sociedad anterior a a esta con un linaje genético diferente.

Los investigadores sugieren que el yacimiento hallado en Nuevo México, con su antigüedad y herramientas de hueso (en lugar de una tecnología de piedra elaborada), puede respaldar la teoría anterior. Collins dijo que el estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencias de sociedades anteriores a la cultura Clovis en América del Norte, al tiempo que proporciona un conjunto de procedimientos de análisis que pueden ayudar a otros a encontrar evidencias que de otro modo se podrían pasar por r alto.

"Tim ha realizado un trabajo excelente y minucioso que representa una investigación de vanguardia", sostien Collins. "Ha forjando un camino del que otros pueden aprender y seguir".

Fuente: Universidad de Texas, Austin | 1 de agosto de 2022

Encuentran los restos de la que podría ser una de las aldeas más antiguas del sur de la península ibérica

Uno de los sondeos en el Cerro del Cercado de Zamoranos.

En el VI milenio antes de Cristo comenzaron a asentarse las primeras comunidades agrícolas en el sur de la península ibérica. Se sabe que comenzaron a edificar las primeras aldeas, pero son muy escasos los testimonios de esta proto-urbanización que han llegado al día de hoy. El carácter precario de las estructuras con que se construía, el paso del tiempo y el uso agrícola de las tierras donde se asentaron ha impedido que lleguen testimonios arqueológicos de aquellas primeras aldeas. Sin embargo, gracias a un modesto, pero ambicioso trabajo arqueológico a un kilómetro de Zamoranos, una pedanía de Priego, en Córdoba, se ha descubierto lo que podría ser una de las aldeas más antiguas jamás estudiadas en el sur de la Península.

En estos calurosos días de agosto ha concluido la primera campaña de excavación arqueológica en el Cerro del Cercado, en la localidad de Zamoranos, Priego de Córdoba, dirigida por Rafael M. Martínez (izquierda), profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, y en el que han colaborado profesores de las universidades de Huelva (J. Carlos Vera), Córdoba y Granada (A. Maldonado), así como distintos estudiantes e investigadores vinculados a las universidades de Córdoba, Sevilla, Huelva, La Laguna y Granada.

Esta actividad, autorizada por la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico en Córdoba y financiada por el Ayuntamiento de Priego (Córdoba), desde el Servicio Municipal de Arqueología (Museo Histórico Municipal), ha supuesto una primera toma de contacto con la ocupación del territorio en la depresión Priego-Alcaudete durante el Neolítico antiguo, siguiendo trabajos previos realizados en la cercana Cueva de los Mármoles, de la misma localidad (2018). “Esta vez, se ha empleado de forma sistemática herramientas de digitalización tridimensional como parte de las tareas de documentación arqueológica”, detalla el arqueólogo Rafael Martínez.

Participantes en la campaña arqueológica que se está llevando a cabo en el Cerro del Cercado. MUSEO ARQUEOLÓGICO PRIEGO

Martínez detalla que en el territorio que hoy ocupa Andalucía, así como en gran parte del Mediterráneo occidental, “los testimonios conservados de los asentamientos de las primeras sociedades agrícolas y ganaderas, donde se realizaría una parte importante de sus actividades económicas y productivas, así como de sus rituales simbólicos y funerarios, resultan muy escasos, siendo muy pocos los yacimientos identificados como poblados al aire libre ocupados entre 7.500 y 6.800 años antes de la actualidad”, señala. “El carácter precario de estas estructuras, junto con la acción del tiempo y el uso del suelo, ha limitado en gran medida que testimonios de estas características hayan llegado a nuestros días, frente a una mejor conservación, aunque de carácter muy diferente, en cuevas, abrigos y en el medio subterráneo”, expone.

En la excavación de estas semanas desarrollada en el Cerro del Cercado de Zamoranos, en una zona de olivares, "se han realizado dos sondeos estratigráficos que han desvelado la realidad de un yacimiento con más de una fase de ocupación dentro de este período”, detalla el director de esta interesante excavación. “Entre otros hallazgos, destaca la existencia de estructuras constructivas, que podríamos considerar entre las más antiguas del sur de la península ibérica; disposiciones estructurales a base de bloques de piedra, agujeros y calzos de poste, así como contextos formados por multitud de fragmentos de arcilla con improntas de entramado vegetal, testimonio de antiguas paredes de bareque”, agrega.

Pequeñas arandelas prehistóricas halladas en la excavación de Zamoranos.

“Entre los artefactos y otros restos recuperados destaca una gran cantidad de cerámica realizada a mano, con destacados testimonios de cerámica impresa, incisa y a la almagra (un característico engobe rojo); ejemplos de adorno personal en concha y piedra (incluyendo fragmentos de brazaletes), y multitud de artefactos de piedra y sílex, láminas que fueron usadas como cuchillas, componentes de hoces destinadas a la siega, o puntas de proyectil y taladros”, relata el arqueólogo. En la excavación también se han encontrado una multitud de huesos de animales, sobre todo especies domesticadas como ovejas y cabras, vacas y cerdos, aunque también se han reconocido ciervos y conejos.

Después de “esta primera toma de contacto”, el equipo pretende continuar los trabajos con el objetivo de “ajustar la secuencia y definir y documentar con mayor resolución las estructuras constructivas detectadas, de cara a un estudio futuro centrado en un yacimiento rico y complejo, como es el Cerro el Cercado”, concluye Martínez.

Foto de familia de los arqueólogos que han llevado a cabo esta excavación.

Fuente: cordopolis.eldiario.es | 4 de agosto de 2022