Las runas nórdicas eran tan avanzadas como la escritura del alfabeto romano, según un nuevo estudio

Inscripciones de runas y letras de la Edad Media. El profesor Johan Bollaert ha encontrado el mismo uso de los recursos visuales en ambas inscripciones. Pero también hay diferencias entre el uso de runas e inscripciones de letras. Entre otras cosas, las runas (a la izquierda) se tallaron en rocas duras como el granito y la cuarcita, mientras que las inscripciones de letras se tallaron en rocas más blandas como el mármol y la piedra caliza.

En la Edad Media el alfabeto romano y el alfabeto rúnico convivieron juntos, si bien una nueva tesis doctoral desafía la noción de que las runas representan más una forma oral y menos aprendida de lenguaje escrito.

"'Aquí descansa el obispo Peter', es una inscripción que podría haber sido realizada en una lápida del año 1200. Algunas inscripciones podrían haberse hecho con runas, otras con letras romanas", dice Johan Bollaert (izquierda), profesor titular del Departamento de Lingüística y Estudios Escandinavos en la Universidad de Oslo el cual ha investigado el lenguaje escrito utilizado en las inscripciones públicas en Noruega desde los años 1100 al 1500. El pasado otoño defendió su tesis doctoral "Visualidad y alfabetización en la epigrafía medieval de Noruega".

Las runas no son más orales que otras inscripciones

La suposición de que las runas representan una tradición más oral se basa en la idea de que las inscripciones rúnicas están ligadas al contexto en el que se enmarcan y rara vez están en latín, el cual se asocia con una cultura académica.

"Pero el nórdico antiguo también se puede escribir, y no se escribe peor solo porque sea la lengua vernácula", dice Bollaert.

Otra razón para esa suposición puede venir derivada de que los investigadores hayan comparado las inscripciones rúnicas con los manuscritos latinos medievales.

“Creo que esto está mal, porque las inscripciones y los manuscritos tienen diferentes formas y funciones. Un manuscrito a menudo se escribe para que pueda leerse y entenderse fuera de contexto, es decir, en otros lugares y tiempos. Las lápidas, por el contrario, son hechas para ser colocadas y entendidas localmente", explica.

"Si bien es fácil escribir una oración o dos en un pergamino, se necesita tiempo y esfuerzo para tallar palabras en un trozo de piedra. Por lo tanto, el texto utilizado en las inscripciones será necesariamente más corto y simple".

Runas encontradas en Trondheim – foto de Marco Bianchi / Flickr.

Recursos visuales al usar tanto runas como letras

Lo que ha investigado Bollaert se llama epigrafía, el estudio de la lectura e interpretación de las inscripciones. Ha comparado inscripciones de letras con inscripciones rúnicas en madera, piedra y metal. Y es la primera vez que se realiza una investigación sobre inscripciones en cartas de la Edad Media en toda Noruega.

Dado que el uso del lenguaje escrito en la Edad Media tuvo lugar en gran medida en un contexto eclesiástico, la mayoría de los textos proceden de lápidas, muchas de las cuales están almacenadas en museos de Noruega. La exposición más grande se encuentra en un sótano de la Catedral de Nidaros, mientras que algunas todavía se pueden encontrar en los cementerios. También ha observado grafitis en las paredes de las iglesias.

Foto: Runas nórdicas encontradas en Nidarosdomen, Trondheim – Foto de Marco Bianchi / Flickr

Bollaert ha analizado cómo se utilizan los puntos, los espacios, las figuras y las imágenes, lo que él llama los recursos visuales de la escritura. Él argumenta que cuanto más se utilizan los recursos visuales, más avanzada es la inscripción en su forma escrita.

"La mayor diferencia entre el lenguaje oral y el escrito es que el lenguaje oral solo se puede escuchar, mientras que el escrito solo se puede ver. Por eso los aspectos visuales son tan importantes en el lenguaje escrito. Una inscripción que tenga una puntuación detallada, un diseño cuidadosamente planificado y una buena ornamentación, ofrece un mejor aprovechamiento de las posibilidades visuales de la escritura que un texto sin puntuación ni espacios", explica.

En este sentido, ha encontrado que los recursos visuales se utilizan en la misma medida en las inscripciones rúnicas que en las que involucran letras. Sin embargo, hay algunas diferencias.

Foto: Oraciones e invocaciones cristianas en inscripciones rúnicas escandinavas de la época vikinga y la Edad Media.

Las inscripciones de letras están más estandarizadas

Las runas son la forma de escritura más antigua conocida en Noruega y estuvieron en uso continuo desde los siglos II-III hasta finales de la Edad Media, e incluso hasta los siglos XV-XVI. El alfabeto romano se introdujo en Noruega al mismo tiempo que la introducción del cristianismo, reemplazando gradualmente a las runas.

Una diferencia importante entre los hallazgos de inscripciones rúnicas y de letras es que las inscripciones de letras están asociadas con ciudades y sedes episcopales, como Nidaros, Oslo, Bergen y Hamar, mientras que los hallazgos de inscripciones rúnicas también se han realizado en lugares más pequeños de todo el país. La mayoría de las inscripciones de letras se han encontrado en Trondheim.

“Las inscripciones de las letras son más estandarizadas y similares entre sí, por ejemplo, comienzan con una cruz y la expresión 'Aquí descansa'. La explicación puede ser que se produjeron en talleres afiliados a las diócesis. En cambio, las runas se hicieron localmente y hay mucha variación”, aclara Bollaert.

Foto: Runas de Noruega – Bengt A Lundberg / Riksantikvarieämbetet.

Los puntos indican espacios

Otra diferencia es el material que se utilizó. Se emplearon tipos de piedra de colores más suaves y claros para las inscripciones de letras, como el mármol y la piedra caliza, mientras que las runas se encuentran talladas en rocas duras como el granito y la cuarcita.

"En Nidaros, usaron principalmente mármol que provenía de una cantera situada aproximadamente a 70 km al norte de la ciudad. Las piedras utilizadas para las runas eran locales, tomaron lo que pudieron encontrar en la comunidad local. Sin embargo, esto no significa que las runas representasen menos conocimiento, o que se ejecutaron de manera más descuidada", continúa Bollaert.

En las inscripciones es común colocar puntos entre los caracteres en lugar de espacios. En las inscripciones de letras se usaban con mayor frecuencia dos puntos, mientras que varios puntos podían ser comunes en las inscripciones rúnicas. Cuanto más importante era una palabra, como el nombre de una persona fallecida, más puntos había después de la palabra para indicar los espacios.

Foto: Inscripciones de la era vikinga y la Edad Media muestran que las runas y las letras se usaban alternativamente. Estas son inscripciones de letras de una iglesia en Inglaterra. Foto: Elise Kleivane.

La enigmática historia de las runas

El alfabeto rúnico más antiguo constaba de 24 caracteres, y cada carácter representaba un sonido. Existe una clara similitud con los alfabetos clásicos, por lo que se supone que quienes crearon el alfabeto rúnico conocían otros alfabetos, como el romano, según la Gran Enciclopedia Noruega (SNL).

Pero, ¿quién dominó la escritura rúnica y cómo se enseñó?

Bollaert dice que en estas cuestiones no existe mucho conocimiento; las runas tienen una historia enigmática. Sin embargo, ha hecho un descubrimiento interesante que indica que se esperaba que una buena proporción de la población pudiera leer textos rúnicos. Hay dos razones para ello: la primera es que ha encontrado escrituras rúnicas inscritas en las entradas de las iglesias, a través de las cuales se movería la mayoría de la gente. La segunda razón es que las inscripciones de letras en las lápidas suelen tener una gran imagen del difunto, mientras que las inscripciones rúnicas no.

"La falta de dibujos en las inscripciones rúnicas muestra que se espera un alto grado de alfabetización, mientras que los dibujos encontrados en las inscripciones de letras pueden indicar que fueron adaptadas a personas analfabetas", dice Bollaert.

Foto: AM 28 8vo, conocido como 'Codex runicus', un manuscrito en vitela de c. 1300 que contiene uno de los textos más antiguos y mejor conservados de la Ley de Scanian (Skånske lov), escrita completamente en runas.

¿Cuál era la tradición de las lápidas?

Las lápidas con inscripciones rúnicas son una tradición que se remonta a la época proto-nórdica, mucho antes de la era vikinga.

"Antes de que se introdujera el cristianismo, las piedras se colocaban donde la gente pudiera verlas, como a lo largo de un camino, y no en el túmulo funerario. Los hombres y mujeres comunes no tenían lápidas erigidas en su memoria, pues las mismas estaban destinadas a las clases altas y otras personas que ocupaban un alto rango. Hacia finales del año 1100 se hizo más común colocar lápidas en los cementerios", dice Bollaert.

Además de la expresión "Aquí descansa", a menudo había versos de oraciones en las piedras. El trabajo y el estatus eran comunes, como hijo, obispo, señor o médico. También se mencionaban las relaciones familiares, como "la esposa de Anders". También se mencionaba, a menudo, el lugar donde vivía alguien; como "Brynjólf de Ága".

Una lápida con inscripciones de letras, procedente del monasterio de Hovedøya, data aproximadamente del año 1350. En la piedra estaba grabado: "Aquí yace Ragnhilder Husfreyja, esposa Holta Biarnar, cuya alma descansa en paz".

Bollaert precisa que Escandinavia se diferencia del resto de Europa en que no se escribió nunca ninguna fecha en las piedras. No fue hasta finales de la Edad Media que las fechas de muerte de alguien comenzaron a hacerse más comunes en Escandinavia.

"Ahora estamos trabajando en la creación de una base de datos de inscripciones rúnicas y de letras, la cual estará disponible gratuitamente en internet y espero que las inscripciones sean más conocidas", concluye Bollaert.

Fuente: Universidad de Oslo | 3 de marzo de 2023

Madrid abre el periodo de visitas guiadas al Parque Arqueológico del Valle de los Neandertales en Pinilla del Valle

La Comunidad de Madrid ha abierto el periodo de visitas guiadas al Parque Arqueológico del Valle de los Neandertales, en Pinilla del Valle, dirigidas al público en general y a grupos escolares. Los interesados pueden realizar la reserva a través de la web www.elvalledelosneandertales.com para participar en una actividad que se extenderá del 1 de abril al 30 de noviembre, salvo entre el 15 de agosto y el 15 de septiembre en que se realizan los trabajos de excavación en los yacimientos, gestionados por el Museo Arqueológico y Paleontológico Regional, con sede en Alcalá de Henares.

Las visitas se ofertan de martes a domingo, en grupos de hasta 25 personas y en diferentes horarios: 10:30, 12:30 y 15:45 (domingos y festivos solo los dos primeros). Se acogen dos grupos en cada franja horaria, de modo que se pueden recibir hasta 150 personas en una sola jornada. El recorrido dura dos horas a lo largo de cuatro kilómetros para conocer todos los yacimientos que componen el Parque (Cueva del Camino, Cueva Des-Cubierta, Cueva de la Buena Pinta, Abrigo de Navalmaíllo y Cueva Chica).

El precio es de 2 euros para adultos y de 1 euro para niños entre 8 y 12 años, y los menores de 8 tienen entrada gratuita. Los grupos escolares pueden hacer su reserva mediante un formulario específico disponible en la misma página. En su caso, el coste es de 1 euro por alumno.

En 2023 se espera una mayor afluencia de público debido al impacto mundial de la publicación en la prestigiosa revista científica, Nature Human Behaviour, de las conclusiones de las investigaciones llevadas a cabo durante catorce años en el yacimiento, que confirman la capacidad simbólica de los neandertales. La publicación, centrada en el santuario de caza, un conjunto excepcional de cráneos de grandes herbívoros hallado en la Cueva Des-Cubierta, ha puesto de manifiesto lo excepcional de este recurso arqueológico en términos científicos.

Reconstrucción del ritual celebrado en la cueva Des-Cubierta / Albert Álvarez Marsal.

Desde su inauguración en 2015, el Parque Arqueológico del Valle de los Neandertales divulga y da a conocer los aspectos más peculiares del modo de vida de estos homininos de la mano de integrantes del equipo multidisciplinar de investigadores de los yacimientos. Este importante proyecto de investigación está dirigido por el arqueólogo Enrique Baquedano, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga y el geólogo Alfredo Pérez-González.

Los yacimientos del Calvero de la Higuera, situados en el Valle Alto del río Lozoya, a unos 80 kilómetros del centro de Madrid, constituyen un lugar único para conocer los modos de vida de los neandertales y el ambiente y la fauna con la que estos convivieron entre 150.000 y 40.000 años atrás.

Para completar la difusión al gran público de las investigaciones, estudios y hallazgos del universo neandertal, la Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, está construyendo en Pinilla del Valle el Museo-Centro de Interpretación, Estudio y Difusión del Valle de los Neandertales.

Fuente: gacetinmadrid.com | 19 de marzo de 2023

El estudio de cerámica neolítica revela el procesamiento de lácteos a partir de leche de múltiples especies

(a) Mapa que muestra la ubicación de Sławęcinek. (b) Filtro cerámico. (c) Matraz con collar (d) Matraz con collar.

Un nuevo estudio, publicado en The Royal Society, ha encontrado evidencias de elaboración de queso, mediante la utilización leche procedente de múltiples animales durante el Neolítico tardío en Polonia.

La investigación sugiere que los primeros agricultores redujeron el contenido de lactosa en la leche al convertirla en queso u otros productos lácteos como el yogur, al tiempo que utilizaban leche de diferentes animales, como vacas, ovejas o cabras.

La intolerancia a la lactosa era una condición común en casi todos los habitantes de Europa durante el Neolítico y hasta finales de la Edad del Bronce, cuando una mutación genética se generalizó permitiendo a los adultos producir lactasa, la enzima que descompone la lactosa en el cuerpo.

Procesamiento de lácteos

Los investigadores observaron la práctica del procesamiento de productos lácteos en el Neolítico tardío e identificaron residuos de alto contenido de cuajada en recipientes de cerámica que indicaban la fabricación de queso a partir de múltiples animales lecheros.

El Dr. Harry Robson (izquierda), del Departamento de Arqueología de la Universidad de York, dijo: “Estos resultados contribuyen de modo significativo a nuestra comprensión del consumo de productos lácteos por parte de algunos de los primeros agricultores de Europa Central.

“Si bien investigaciones anteriores han demostrado que los productos lácteos estaban ampliamente disponibles en algunas regiones europeas durante este período, aquí, por primera vez, tenemos evidencia clara de un rebaño lechero diversificado, que incluye ganado vacuno, ovino y caprino, a partir del análisis de la cerámica”.

Análisis de datos proteómicos

Los científicos y arqueólogos de las universidades de York, Cambridge, Toruń y Kraków utilizaron un enfoque proteómico y de análisis de lípidos de múltiples cadenas para investigar los recipientes cerámicos y los depósitos o restos en su superficie procedentes del enclave Sławęcinek, en el centro de Polonia.

(a) Modelo simplificado de una variedad de métodos de procesamiento de productos lácteos que muestra el cambio en la proporción de contenido de lípidos, proteínas, lactosa y agua mediante datos nutricionales. (b) Modelo simplificado de cambio en la proporción de diferentes fracciones de proteínas lácteas (proteínas de micelas, de caseína, proteínas asociadas a la membrana de glóbulos de grasa láctea y proteínas de suero) durante el proceso de elaboración del queso.

El nuevo trabajo de investigación proporcionó evidencias de que la elaboración de queso (y otros procesamientos lácteos que enriquecen la cuajada) se puede detectar directamente examinando la proporción de proteínas de la cuajada mediante la comparación de los datos proteómicos. Los resultados son también los primeros de su tipo en Europa.

A pesar de la intolerancia a la lactosa generalizada en el período considerado, hay evidencias de consumo de lácteos durante todo el Neolítico, así como huesos de animales con patrones de muerte esperados para rebaños lecheros, lípidos lácteos en recipientes de cerámica y proteínas lácteas en cálculos o placas dentales antiguas.

(a) Proteínas lácteas detectadas en los cuatro vasijas TRB de Sławęcinek, lo que indica la presencia de una gama de proteínas lácteas de 'Bovinae' y 'Caprinae'. (b) Proporción de péptidos por tipo de proteína en los coladores y recipientes modernos para la fabricación de queso: la muestra antigua SLA_3 y el queso feta y de leche moderno (c) Análisis de conglomerados de la proporción de péptidos por tipo de proteína presente en los recipientes de elaboración de queso modernos y muestras antiguas de Sławęcinek (correlación de Pearson, Perseus) , observando la similitud entre los dos coladores modernos y dos cuencos analizados en este estudio.

Evidencias

La autora principal, Miranda Evans (derecha), estudiante de doctorado en el Departamento de Arqueología de Cambridge, dijo: “Los resultados proteómicos mostraron que los residuos antiguos se parecían mucho tanto a los residuos de la fabricación de queso moderno como al queso mismo y no a la leche entera. Esto revela que la gente de Sławęcinek practicaba la elaboración de queso u otra forma de procesamiento de lácteos para enriquecer la cuajada”.

La evidencia de múltiples especies animales utilizadas para la elaboración de queso estuvo respaldada por la presencia de huesos de vaca y oveja o cabra en el sitio”.

Técnicas

La Dra. Jasmine Lundy (izquierda), del departamento de Arqueología de la Universidad de Nueva York, añade: “Este estudio destaca cuán complementarios son los análisis proteómicos y de lípidos, particularmente en la comprensión del uso de vasijas de cerámica a lo largo del tiempo. A partir de esto, por ejemplo, hemos podido ver que no solo algunas técnicas impermeabilizaron o sellaron las paredes de las cerámicas, sino también qué alimentos se producían en ellas".

Fuente: University of York | 15 de marzo de 2023

El filósofo Pedro Insua afirma que nuestro país fue alumbrado como realidad administrativa e idea durante el reinado de Alfonso X

Alfonso X el Sabio fue el primer impulsor de un imperio nacional palpable. Miniatura del Libro de los juegos ABC

Al alumbramiento de España es posible arrimarse desde diferentes prismas. Y cada uno cuenta con una legión de expertos dispuestos a batirse a daga por sus ideas. Están los que se llevan el origen al Imperio Romano –por eso de que ya se llamaba Hispania, 'tierra de conejos'–; aquellos que abogan porque fue el Reino visigodo de Toledo el que puso los mimbres de la nación; los que sostienen que hay que achacarle a los Reyes Católicos el hito y –aunque existen muchos más–, otros tantos que prefieren ser más canónicos y remontarse a la llegada de los Borbones al trono tras la Guerra de Sucesión. Escojan ustedes a su predilecto.

Y ahora, el filósofo Pedro Insua ha llegado para revolucionar toda esta amalgama de teorías desplegadas durante décadas. En 'Cuando España echó a andar' (Ariel), el también autor de '1492, España contra sus fantasmas' (Ariel) sostiene que nuestro país se forjó como idea y como realidad a nivel burocrático gracias a un personaje menos popular que Pelayo o Sus Majestades Católicas, pero también clave: Alfonso X el Sabio fue quien forjó un proyecto nacional palpable desde el punto de vista administrativo y económico; el que repobló los reinos conquistados a los musulmanes con norteños y, en definitiva, el que apostó por crear un verdadero imperio medieval. Así, con nombres y apellidos.

Sus tesis, aunque cuentan con aires renovados y frescos, hunden sus raíces en las de estudiosos como José Antonio Maravall. Todo emana de la ambición de Alfonso X por convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; a ese 'fecho del imperio', su particular obsesión por asirse a la poltrona extranjera sobre la base de sus familiares, dedicó dos décadas de su vida. Y, como no lo logró, trasladó sus pretensiones a la Península. Narra Insua que el Sabio llamó a estos lares Imperio y España. Y no niega tampoco que nuestra nación histórica existe desde mucho antes, allá por la batalla de Covadonga, pero insiste en que aquello del 'Imperator totius Hispaniae' fue mucho más allá.

Pedro Insua. ABC

Insua sabe que su obra agitará el panorama histórico y político, y que navegará en un mar de controversia aderezada por los extremos. Pero no le importa lo más mínimo. A sus favor, sostiene, cuenta con datos palpables. Alfonso X fue, al fin y al cabo, el personaje que consolidó elementos básicos para el nacimiento de un país como el castellano –que cohesionó a nivel cultural los reinos– durante su reinado, entre 1252 y 1284. La lista de reformas es interminable.

El Sabio superó la diversidad legal con un corpus jurídico que fomentó una primigenia unificación; administró justicia como cabeza máxima de la pirámide a pesar de que dejó hacer a señores y municipios, y auspició una fiscalidad estatal. Lo suyo fue una maquinaria administrativa bien engrasada.

Y todo ello, sin enumerar el impulso que dio a la Reconquista –término que Insua coge con pinzas– y que muchos autores han minimizado hasta la fecha. Además de dedicarse a la cultura, ganó territorios a los musulmanes, participó en la toma de regiones como Murcia y se basó en la máxima de que la guerra es clave para el devenir de un territorio: «Mover guerra es cosa en que deven mucho parar mientes los que la quieren fazer, antes que la comiencen, porque la fagan con razón e con derecho».

-¿Cuál es la tesis final de la obra?

La tesis fundamental es que España como nación, como grupo gentilicio, como 'gens', nace en el siglo XIII, a partir de la consumación y desbordamiento de la Reconquista. Es decir, es al terminar la Reconquista, con Fernando III y Alfonso X, cuando nace la nación española. La nación surge en el contexto en el que se producen todas las reformas institucionales, en todos los órdenes (jurídico, urbanístico, económico, cultural, lingüístico), llevadas a cabo con Alfonso X, en cuyo proyecto imperialista se verá comprometido decisivamente Aragón, con Jaime I. España se forja cuando las fronteras con el Islam, una vez que se produce el avance cristiano sobre ellas, tienen que ser repobladas.

-¿El imperio medieval alfonsino es el germen de España?

Sí, esta es la idea de Jose Antonio Maravall y de Gustavo Bueno. Partiendo de una pluralidad de reinos es ese trasfondo imperial, que se hace explícito en la intitulación de algunos reyes y en los diplomas cancillerescos, lo que da razón del carácter unitario de España, y es ese trasfondo lo que produce la cohesión ya nacional.

-¿Se forjó de un golpe, o fue un proceso contínuo?

Sí, naturalmente, es una tesis dialéctica. España como nación se va forjando, pero no tendrá la forma canónica que tiene hoy hasta la conquista de Andalucía (la llamada Castilla novísima) y Murcia. La conquista de Sevilla, en 1248, va a ser decisiva. En su repoblación van a participar todos: gallegos, vascos, navarros, catalanes, valencianos, leoneses, castellanos, etc.

-¿Cuál fue la importancia de Alfonso X el Sabio en la creación de España?

Es el que crea absolutamente todo, el ordenamiento jurídico, las aduanas, las vías pecuarias y la Mesta, la urbanización, el castellano como lengua cancilleresca, etc.

-¿Es difícil encontrar en España elementos diferenciadores palpables sobre el nacionalismo más allá del lingüístico?

Imposible. Las diferencias regionales son eso, regionales. No hay ningún componente nacional. Las lenguas sí lo serían, pero el carácter común de la lengua española los reduce a nada. Cualquiera puede recorrer España entera, detrás de esa ardilla que salta de árbol en árbol, y entenderse en español con cualquier conciudadano que se encuentre.

Alfonso X el Sabio. ABC

-¿Se suele reducir el concepto de nación a la nación política?

No, el concepto de nación política es una novedad contemporánea, surgida de la transformación del Antiguo Régimen (o, mejor, frente al Antiguo Régimen). La nación política significa la destrucción de la sociedad estamental.

-¿Qué es la nación histórica?

Es un grupo de nacidos en un mismo ámbito que está determinado políticamente por una frontera, y que ha ido integrando, en virtud de un orden político determinado, otras naciones periféricas. Por ejemplo, España es una nación histórica que se constituyó a partir del reino de Asturias. Francia, lo mismo (la Francia capeta, o sea, la actual), a partir de la Île-de-France, etc...

-¿Por qué no nace España con la Reconquista?, ¿y por qué tampoco en Toledo?

Porque la cohesión nacional no se produce hasta que el territorio actual no está consolidado y las generaciones se van sucediendo en él, mezclándose (connubium) gallegos, asturianos, montañeses, navarros, vascos, catalanes, aragoneses, valencianos, etc.

-¿Considera el término Reconquista aceptable?

En rigor, si Reconquista significa restauración del orden godo, pues no. Porque el reino godo nunca se restauraró. Pero, bueno, desde un punto de vista historigráfico tampoco es disparatado. Es verdad que los protagonistas de ese proceso pensaban que algo así se estaba produciendo, pero es un concepto emic. El análisis histórico tiene que desbordar los fenómenos ideológicos, y el neogoticismo es una ideología. Funcional, práctica, pero una ideología. Y la historia no es ideología.

¿Es América la que hace a España, o Castilla la que hace a España?

Sí, es América. El plus ultra, el vinculo trasatlántico es lo que da significado a España desde el punto de vista histórico universal. La acción de España en América cambiará el mundo produciendo la caída de la concepción del mundo antiguo y medieval.

-¿Algo que hayamos olvidado...?

Tan sólo decir que el libro busca afirmar la realidad nacional de España en la Edad Media, frente a aquellos que, por haches o bes, la niegan.

Fuente: abc.es | 13 de marzo de 2023

Covadonga: Ferrer-Dalmau lanza una bomba pictórica contra los que niegan la batalla clave de la historia de España

"La primera victoria", de Augusto Ferrer-Dalmau.

A la izquierda, los musulmanes combaten, pero inician poco a poco la huida; a la derecha, los cristianos forman un muro de hierro que cae como una apisonadora sobre el enemigo. Y en el centro de todo, cual enviado celestial, el bueno de Don Pelayo. Augusto Ferrer-Dalmau lo ha vuelto a hacer. Tras meses de documentación y trabajo duro, el 'Pintor de Batallas' ha sacado con sus pinceles una instantánea fidedigna de uno de los momentos clave de la historia de España: la batalla de Covadonga. Esa con la que, según la tradición, arrancó la Reconquista en el 722. Porque sí, a pesar de que todavía existan negacionistas de esta contienda –haberlos haylos, como las Meigas–, el enfrentamiento fue tan real como el lienzo.

«Es un instante clave de nuestro pasado, y necesitábamos que se le pusiera una imagen», explica a ABC Ferrer-Dalmau (izquierda). El artista, experto en fotografiar momentos huérfanos de instantáneas, ha medido al milímetro cada elemento que ha introducido en la composición. No ha dejado nada al azar; desde las hebillas de los cinturones –sí, creánselo, son históricamente precisas–, hasta la misma región de Covadonga, en Cangas de Onís (Asturias). «Recorrí la zona para poder reproducirla de forma exacta», completa. Siempre ha sido previsor, y, por ello, estaba seguro de que 'La primera victoria' –título con el que ha bautizado al cuadro–, iba a agitar el mundo historiográfico. Y vaya si acertó. El debate está servido; que si Reconquista, que si escaramuza... Él lo tiene claro: «La contienda fue real».

Igual de cristalino lo presenta Yeyo Balbás (derecha), asesor del cuadro y autor de 'Cova Dónnica' y 'Espada, hambre y cautiverio'. En declaraciones a ABC, el historiador ríe cuando se le pregunta por la posibilidad de que la batalla de Covadonga no fuera más que una invención posterior. «Existe consenso académico: la batalla fue magnificada durante siglos. Las cifras que dieron las crónicas cristianas del contingente musulmán son disparatadamente altas, pero eso no implica que no existiera», confirma. A su favor cuenta con una infinidad de documentos y crónicas de unos y otros. También le llama la atención que se tengan en cuenta tesis que ya han sido destruidas por expertos como Armando Besga Marroquín o Claudio Sánchez Albornoz.

No existe debate; es absurdo. Hubo contienda, y supuso un momento clave para la historia de aquella España que arrancaría con nombres y apellidos varios siglos después. «El escepticismo es natural por lo tardío de las fuentes, pero contra él hay que hacer una labor pedagógica», añade el historiador. Y qué mejor para colaborar en esta tarea que 'La primera victoria', una obra de dos metros de altura encargada por un grupo de mexicanos del estado de Guanajuato que se presentará a primeros de abril en Cangas de Onís (Asturias), donde quedará expuesta para que los visitantes puedan disfrutarlo. Allí, en la misma región en que Don Pelayo inició una revuelta que el mismo Alfonso II dejó sobre blanco en su testamento.

Revolución artística

Pero no todo es historia; o no debería. Tal y como explica a ABC María Fidalgo (izquierda), docta en Historia del Arte y asesora de la obra, 'La primera victoria' recoge todo lo mejor del 'Pintor de Batallas': «Tiene una orientación vertical, lo que hace que existan dos partes. La primera, paisajística, es la de arriba. Cuenta con una fidelidad topográfica extraordinaria, porque Covadonga está casi igual que hace un milenio y medio. La segunda es la de las figuras».

La experta sostiene que la composición esconde más de una treintena de combatientes –treinta y cuatro, en concreto–, pero cada una ha sido elaborada de forma única. «No son un corta y pega. Cada hombre es una historia en sí misma que integra un todo. Que todas en conjunto tengan sentido es algo muy complejo tan solo a la altura de grandes pintores».

Fuente: abc.es | 7 de marzo de 2023

Cuando el dios Hércules apareció para dar importancia a Talavera de la Reina (Toledo) en Hispania

Foto: La alcaldesa de Talavera, Tita García Élez (izquierda), junto a la consejera de Educación, Cultura y Deportes de la Castilla-La Mancha, Rosa Ana Rodríguez, contemplan la escultura de Hércules.

Aquella mañana del 17 de abril de 1996, los arqueólogos miraron hacia la zona excavada por los operarios y vieron algo parecido a “un rostro”; bajaron los dos metros de desnivel y ante ellos surgió un excepcional Hércules en bronce: han pasado 27 años desde que la escultura apareció para corroborar la importancia que tuvo Caesarobriga (Talavera) en la Hispania romana.

César Pacheco era uno de los dos arqueólogos (junto a Alberto Moraleda) que trabajaban en un sondeo de la calle San Clemente de Talavera de la Reina aquel día. “Me sentí muy satisfecho, sobre todo porque veía que podía aportar a Talavera un nombre, situar a Talavera en el mapa de la Hispania romana. Era una evidencia de la vitalidad social, religiosa y política que habría tenido la ciudad romana Caesarobriga”, rememora a la Agencia EFE en una entrevista.

Después de años fuera de Talavera, el Hércules regresó en diciembre como figura central de la exposición 'Hércules en Talavera. El retorno de un héroe', abierta hasta el 2 de julio de 2023 en el Museo de Cerámica Ruiz de Luna y comisariada por Gema Alonso.

El arqueólogo César Pacheco, descubridor de la escultura de Hércules, contempla la misma en la exposición que se ofrece en el Museo Ruiz de Luna de Talavera de la Reina.

Aquella escultura de Hércules, del siglo II, es excepcional porque apenas hay tres ejemplos más en España de esa tipología: de bronce, mide 54 centímetros, pesa nueve kilos y medio, y reproduce el modelo clásico griego de Lisipo.

Hércules es el héroe más popular de la mitología clásica y su culto en la península ibérica se remonta a los primeros contactos con el mundo Mediterráneo, como continuidad del culto al dios fenicio Melqart.

Pero más allá de su descripción, la escultura y la pierna de tamaño natural hallada a su lado (también de bronce) constataron, arqueológicamente, la importancia en Hispania de Caesarobriga, como ya se había intuido ante el elevado número de epigrafía localizada: es la segunda ciudad de Castilla-La Mancha con más epigrafía romana.

Hay varias explicaciones para situar el culto a Hércules en Caesarobriga: podía ser una deidad para los viajeros, como se hacía en otros sitios del Imperio, y estar enfocada a los militares, ya que está atestiguado que en la ciudad había soldados en activo y veteranos retirados; pero también podía estar ligado a las termas romanas que estaban muy cerca del terreno donde se localizó.

Lo que está claro es que una escultura de estas dimensiones alude a un culto público (no es una pequeña pieza para un oratorio doméstico) en un momento del Imperio anterior a la implantación del Cristianismo (en el siglo IV con el emperador Constantino).

Al localizar la escultura en un revuelto de tierra las sospechas se inclinan a que tanto el Hércules como la pierna se habían depositado ahí para una posterior fundición y reutilización, como ha sido habitual a lo largo de la historia: fundir objetos de bronce para hacer nuevas piezas.

Pacheco ha explicado que ha sido “de relevancia máxima” encontrar a Hércules en aquellos años noventa, porque hasta ese momento muchos especialistas que estudiaban la España romana no la tenían “en el mapa de Hispania”.

Ahora sabemos que en Caesarobriga vivían unas 6.000 personas, había casas (domus) decoradas con estucos y pinturas y dotadas con infraestructuras hidráulicas, y contaba con un complejo termal con un área calefactada, recintos destinados al culto religioso y una muralla tardorromana.

Además, tenía la ventaja de su ubicación estratégica en el valle del Tajo, en el límite oriental de las provincias de Lusitania y Carthaginensis, y estaba bien comunicada con Toletum y Emérita Augusta. Caesarobriga tuvo la categoría de municipium, con lo que sus habitantes podían considerarse ciudadanos romanos, y acuñó moneda propia.

Aquel momento del miércoles 17 de abril de 1996

César Pacheco y Alberto Moraleda estaban en un momento “aburrido” de la mañana. Los operarios estaban excavando y se encontraban, aproximadamente, al nivel arqueológico del siglo IV, en una estancia delimitada por muros y relleno de tierra.

“En un momento dado miramos hacia abajo y vimos algo que parecía un rostro, una cara. Bajamos al sondeo, que estaba a unos dos metros de la superficie, limpiamos y nos dimos cuenta de que, efectivamente, era una escultura, y cuando la vimos completa vimos que era un Hércules”, ha rememorado Pacheco.

Fueron a buscar una cámara de vídeo para grabar el hallazgo (las imágenes también se reproducen en la exposición ‘Hércules en Talavera’), limpiaron la zona y muy cerca, a menos de 20 centímetros, encontraron un fragmento de pierna izquierda con pie (de rodilla hacia abajo) calzada con sandalia, también de bronce.

Esta pierna, de tamaño natural y posiblemente de una escultura femenina, está en proceso de restauración y limpieza en el Museo Ruiz de Luna de Talavera.

“Primero fue expectación pero también perplejidad, porque no te esperas encontrar una escultura de este calibre. Sabíamos que había un potencial romano importante, pero no esperábamos encontrar una escultura y menos de bronce. Fue una alegría. Yo estuve bromeando un montón”, ha señalado con una amplia sonrisa.

El arqueólogo, escritor y director de cine César Pacheco (Talavera, 1964) es una persona conocida por su compromiso cultural con su ciudad. Este próximo miércoles impartirá una conferencia en el Museo sobre la historia de la investigación arqueológica romana en Talavera, dentro del ciclo organizado con la exposición ‘Hércules en Talavera. El retorno de un héroe'.

Fuente: eldiario.es | 12 de marzo de 2023

Un hallazgo en el dolmen de Menga (Antequera) demuestra que en Málaga se producía vino hace 6.000 años

Arqueólogos durante las excavaciones en el dolmen de Menga.

En Málaga se producía vino hace 6.000 años. Así lo afirma un descubrimiento que los arqueólogos andaluces han llevado a cabo en el entorno del Dolmen de Menga en Antequera. Ello demuestra que en el Neolítico ya había técnicas de viticultura y se consumía vino antes de la llegada de los fenicios. Este hallazgo se ha revelado tras analizar unas vasijas neolíticas que se han encontrado en el dolmen de Menga.

Leonardo García Sanjuán (izquierda), catedrático de Prehistoria en la Universidad de Sevilla, es uno de los principales investigadores que ha liderado dichos estudios. Durante cuatro años, García Sanjuán y su equipo han investigado y estudiado el dolmen de Menga, lo que les ha llevado a importantes descubrimientos como esas vasijas encontradas en el túmulo del dolmen: "Hemos estudiado unos fragmentos de cerámica de la tierra que cubre el dolmen y son anteriores al túmulo. En las vasijas hemos encontrado restos químicos de uva fermentada, químicamente un zumo de uva fermentado está compuesto de agua, etanol y la uva", declara.

Los fragmentos analizados proceden sólo de una decena de vasijas, pero había miles de ellas. "El método científico que empleamos es trabajoso. Se llevaron a cabo dos procedimientos: la cromatografía de gases y la espectrometría de masas. Con esto se analizan las moléculas que hay en los recipientes", explica el investigador.

En el dolmen de Menga. Anterior a su construcción ya se consumía vino en su emplazamiento.

García data este hallazgo entorno al 3.800 a.C, "lo que quiere decir que hace 5.800 a 6.000 años había y se producía vino en este territorio", asegura.

Gracias a este descubrimiento se puede llegar a la conclusión de que el vino desempeñó un papel importante en la vida y la cultura de la zona en el pasado: "Es muy interesante, porque es anterior a la construcción del dolmen. Esto quiere decir que el dolmen se construye sobre un foco de socialización, ya que en este terreno se consumía vino, había vida ahí, pues el consumo de vino se da en un contexto social".

Galería del dolmen de Menga. Fernando Barroso 7 Europa Press.

Antecedentes

El investigador recalca que "no se trata de un simple accidente. No es casualidad, esto ocurría habitualmente, era una de sus prácticas. Tenemos pocos datos de cómo se cultivaba y hacía el vino, qué procedimiento empleaban en su elaboración. Estos indicios son interesantes", indica.

Según el catedrático, "la revista 'Science' publicó un estudio que demuestra, a través de la genética de la uva, que la domesticación de ésta ocurrió hace 11.000 años. Además, la uva doméstica, la cultivada por el ser humano, se expande hacia Occidente y se generaliza conforme llega el Neolítico".

La posibilidad de producir vino ya se trata en uno de los 16 capítulos del libro 'Dolmen de Menga. Intervención de 2005-2006: Investigando la génesis de un monumento neolítico’. Ahora el estudio de la revista científica respalda los hallazgos de García y su equipo: "En el libro lo planteamos hipotéticamente, pero ahora se puede afirmar tras este estudio".

Leonardo García Sanjuán es el coordinador y responsable científico de este libro, en el que han participado 33 personas de cinco países, y adelanta que "aún hay muchas cosas que investigar en Antequera, hay prioridades urgentes como el Tholos de El Romeral, del que no se sabe nada".

Fuente: laopiniondemalaga.es | 13 de marzo de 2023

Los pueblos celtíberos trashumantes de Bronchales (Teruel) vestían toga y pectorales de defensa

Detalle de una fíbula con la que se sujetaban la toga los celtíberos.

Los hallazgos descubiertos en la necrópolis de Bronchales (Teruel), del siglo V a.C., destierran la imagen de bárbaros y desaliñados que se asocia a los celtíberos ya que demuestran que iban vestidos con toga, al encontrarse una fíbula para su sujeción, y llevaban pectorales y un gran broche de cinturón, elementos claramente defensivos necesarios para afrontar los posibles ataques de los cuatreros cuando dirigían a sus ganados por las veredas.

Todos estos hallazgos fueron presentados esta semana por el arqueólogo, doctor en Prehistoria e investigador de la Asociación Instituto de Investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, Francisco Burillo, en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

Foto: El broche del siglo V antes de Cristo, con una estrella de diez puntas calada y decoración de espirales. Antonio Garcia/Bykofoto.

El broche anterior reconstruido virtualmente. Mari Cruz Sopena.

Allí el investigador del yacimiento de la Sierra de Albarracín pudo comprobar que la conservación del hierro hallado en Bronchales es mucho mejor que el de los restos de las tumbas que se exponen en el Arqueológico. “Tenemos unos elementos muy bien conservados, excepcionales”, destacó Burillo.

En la excavación, realizada el pasado verano, se han localizado restos de pectorales y de bocados de caballo similares a otros extraídos en zonas de Jaén y Córdoba. Además, se encontraron las mayores tijeras de esquilar ovejas localizadas hasta la fecha, con una longitud de 31,2 centímetros.

Foto: Tijeras de esquilar de hace 2.500 años descubiertas en la necrópolis de Bronchales. Las más grandes de la Celtiberia.

El arqueólogo manifiesta que el broche de más de diez centímetros hallado unido a los pectorales “era un verdadero elemento defensivo”, que debía ser necesario durante la vereda entre los Montes Universales y el Guadalquivir. Precisamente estos pectorales de Bronchales son de mayor tamaño que los que se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid extraídos de la tumba de Aguilar de Anguita. También las fíbulas turolenses son de un tamaño superior a las de la necrópolis de Osera, en la provincia de Ávila, dice el experto.

Foto: Los arqueólogos Francisco Burillo (izquierda) y Raúl Ibáñez, con Elena Almazán, trabajadora del Museo de Albarracín, con armas y objetos procedentes de la necrópolis de Bronchales. A. García / Bykofoto.

Excavación

Francisco Burillo, que codirige la excavación de Bronchales junto con Raúl Ibáñez, detalla que los elementos permiten saber que se trataba de una comunidad de elevado poder adquisitivo derivado de la venta de la lana. Así, recuerda que Roma le cobraba a Numancia un impuesto en capas, para cuya confección hacían falta muchos vellones de oveja.

Otro de los elementos detectados es un pequeño fragmento de cerámica griega, el primero que se localiza en el ámbito de la Celtiberia y que “implica que los celtíberos se traían del sur no solo el vino, sino la copa para beberlo”, comenta Burillo, que precisa que implica todo un ritual asociado a esta cultura.

Mapa que vincula los objetos hallados en la Sierra de Albarracín y en Andalucía.

Lanza de hierro de 2,2 metros de longitud doblada para un ajuar funerario. A. García / Bykofoto.

No obstante, Francisco Burillo recalca que "toda esta información responde exclusivamente a la comunidad de Bronchales, porque en la existente a 20 kilómetros de distancia, en Griegos, no aparecen este tipo elementos”, especifica.

La localización de esta necrópolis, en Castillejo del Vallejo del Sordo, que se realizó a raíz de una entrega anónima de diversas piezas arqueológicas en el Ayuntamiento, ha sido de gran relevancia porque ha permitido constatar que la trashumancia que ahora se sigue llevando a cabo en la Sierra de Albarracín se inició ya hace 2.500 años. Esto se ha logrado mediante la comparativa de algunos de los elementos hallados en esta excavación y que se vinculan con otros de la zona del Guadalquivir.

Foto: Punta de lanza hallada en Bronchales.

Las piezas arqueológicas descubiertas en las excavaciones han sido depositadas temporalmente en la Fundación Santa María de Albarracín por su proximidad al lugar del hallazgo y para proceder a su investigación en laboratorio. Para Burillo, el destino final debería ser un museo en Bronchales enmarcado en el Proyecto Celtíberos Trashumantes.

Fuente: diariodeteruel.es | 12 de marzo de 2023