Estudian una de las colecciones más amplias de colorantes minerales de la época paleolítica

Imágenes de las piezas estudiadas y del yacimiento. Foto: Rosso et al.

El uso de colorantes es un indicio importante para conocer el grado de complejidad de las sociedades prehistóricas. Una investigación publicada en la revista PLOS ONE ha analizado cuarenta kilos de colorante mineral correspondientes al yacimiento de la cueva de Porc-Epic, en Etiopía, con unos 40.000 años de antigüedad. Se trata de una de las colecciones más amplias de este tipo encontradas en un yacimiento paleolítico, y corresponde a un período de 4.500 años, además de estar situada en un área considerada clave para el origen del Homo sapiens, como es África oriental.

«La investigación ha demostrado que las poblaciones estudiadas utilizaron este material de forma continua durante miles de años», explica Daniela Rosso (izquierda), primera firmante del artículo e investigadora del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Barcelona (SERP-UB)
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La investigación de Rosso, realizada conjuntamente con Francesco d’Errico y Alain Queffelec, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y de la Universidad de Burdeos, se ha basado en el material hallado por expediciones anteriores en el yacimiento, descubierto en 1929.

Concretamente, se ha estudiado una colección excavada entre 1975 y 1976 por Kenneth D. Williamson, que está integrada por cuarenta kilos de colorante, veintiún molinos y utensilios para aplastar los colorantes minerales, y dos guijarros con residuos rojos. Según Rosso, «Se trata de una colección excepcionalmente amplia, que permite reconstruir las diferentes fases de tratamiento de los colorantes, y que muestra cómo los habitantes de Porc-Epic procesaban una gran variedad de ellos con útiles de diferentes materias primas para producir polvo de colorantes de diferentes tipos, adaptados a usos diversos, simbólicos o funcionales». A modo de ejemplo, un guijarro con residuos rojos repartidos de forma homogénea, interpretado como guijarro pintado u objeto utilizado como tampón, indica un posible uso de los pigmentos para actividades simbólicas.

La investigación ha permitido saber que, en las sociedades paleolíticas, los colorantes se procesaban con distintas técnicas: abrasión, raspado y talla. Estas técnicas no variaron sustancialmente a lo largo del periodo de 4.500 años estudiado, lo que «parece reflejar una adaptación cultural transmitida a lo largo del tiempo», afirma Rosso, que en breve leerá en la UB una tesis basada en este estudio exhaustivo de los colorantes de Porc-Epic, bajo la dirección de los investigadores D'Errico, João Zilhão (SERP-UB e ICREA) y Josep M.ª Fullola (SERP-UB).

Los colorantes con marcas de uso se han analizado mediante microscopia óptica y confocal. También se han recogido colorantes encontrados alrededor del yacimiento con objeto de reproducir experimentalmente las técnicas para moler. Asimismo, la investigación incluye un estudio comparativo de muestras de polvo producidas por las mujeres hamer (izquierda) del sudoeste de Etiopía, que utilizan en la actualidad los colorantes de forma cotidiana, y les dan múltiples funciones.

Piezas de ocre halladas en la cueva de Porc Epic, Etiopia.

Fuente: Universidad de Barcelona | 24 de mayo de 2017

Una misión arqueológica española descubre un gran dintel grabado del Reino Medio en Heracleopolis Magna


La misión arqueológica de la veteranísima egiptóloga española Carmen Pérez Die, con varias décadas a sus espaldas excavando Egipto, sigue ofreciendo nuevos descubrimientos. El Ministerio de Antigüedades egipcio ha anunciado hoy el hallazgo de un gran dintel de granito rojo durante las excavaciones en el templo de Heryshef, en el yacimiento de Heracleopolis Magna.

La pieza de granito, hallada durante la 51 temporada de la misión arqueológica hispano-egipcia del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, estaba adornada con dos cartuchos grabados con el nombre del faraón del Reino Medio Sesostris II (hacia el 1895 - 1889 a.C). «Este descubrimiento es muy importante porque la presencia de este dintel grabado con el nombre de Sesostris II en el templo de Heryshef prueba el interés de este faraón en este área, y la zona de Fayum en general», ha apuntado el director del departamento de Antigüedades del Ministerio, Mahmud Afifi. Sesostris II, faraón de la Dinastía XII construyó la pirámide de Lahun, a 10 kilómetros del templo de Heryshef.


La directora de la misión, Carmen Pérez Die, ha añadido que su equipo ha continuado las excavaciones en la zona noroeste de Heracleópolis Magna, que fue capital de Egipto durante dos dinastías antes que Tebas (actual Luxor), donde han hallado varios restos arquitectónicos nuevos de la dinastía XVIII (hacia el reinado de Tutmosis III, 1479 -1425 a.C.) y de Ramses II (1279 - 1213 a.C.).


Heracleópolis Magna (en la provincia moderna de Beni Suef), pese a haber sufrido años de expolio que han diezmado sus restos faraónicos, es uno de los yacimientos más grandes del país, lleno de templos y necrópolis.

Fuente: A. ALAMILLOS El Cairo | ABC, 26 de mayo de 2017
Fotos por gentileza del Ministerio de Antigüedades Egipcio

El ADN antiguo revela la íntima relación entre cazadores y agricultores del Neolítico

Reconstrucción del rostro de la mujer hallada en Galicia (izquierda) y esqueleto de uno de los genomas rumanos analizados (derecha). / Serrulla, F., and Sanín, M. (2017) / Clive Bonsall

En la historia de la humanidad, la transición de la caza y la recolecta a la agricultura supuso profundos cambios culturales y tecnológicos. En el oeste y centro de Europa, esta transformación se produjo rápidamente y de manera simultánea tras la llegada de los primeros agricultores procedentes de Anatolia (en la actualidad la parte más asiática de Turquía). Más al este, en la región báltica, la transición fue más gradual, con poco o ninguna contribución genética por parte de los agricultores que llegaban.

Un equipo internacional de científicos, con participación de varios centros españoles, ha analizado las relaciones entre los cazadores-recolectores y agricultores en la cuenca baja del Danubio, un área intermedia en la que se produjo una rápida transición y en la que se han encontrado evidencias arqueológicas del intercambio culturas entre esas dos comunidades. Los resultados se publican en Current Biology.

“Los arqueólogos habían supuesto esas relaciones entre los grupos indígenas (cazadores-recolectores) y los de inmigrantes (agricultores-ganaderos), sobre bases de intercambios culturales, pero sin que se hubieran podido demostrar hasta ahora desde el punto de vista genético”, comenta a Sinc María Dolores Garralda, una de las autoras del trabajo e investigadora en el departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad Complutense de Madrid.

Genomas españoles

Los investigadores recuperaron tres antiguos genomas humanos de Rumanía de hace entre 8.800 y 5.400 años. También analizaron los genomas de dos mujeres cazadoras-recolectoras del Mesolítico procedentes de España: la mujer de Chan do Lindeiro, en Galicia –fallecida posiblemente al caer por una sima–, y la otra de Los Canes, en Arriondas, Asturias –hallada en una compleja sepultura–.
Los resultados del análisis de este ADN antiguo revelan que en el área que ahora conocemos como Rumanía, cazadores-recolectores y agricultores convivieron, mezclándose unos con otros y teniendo hijos.

“Esperábamos cierto nivel de mestizaje entre estos dos grupos, dadas las evidencias arqueológicas entre estas comunidades”, indica Michael Hofreiter (derecha), coautor del estudio y científico en la Universidad de Potsdam, en Alemania. “Pero nos sorprendieron los altos niveles de integración entre las dos comunidades cuando se reconstruyó el ADN antiguo”, añade.

Para Garralda, “la investigación confirma la relativa homogeneidad genética de los grupos de cazadores-recolectores, a la vez que, en el caso de Rumanía, demuestran el intercambio de genes que debió existir desde que fueron llegando los primeros agricultores. Son una base para seguir ampliando nuestros conocimientos sobre la evolución de las poblaciones del pasado”.
La pregunta sobre cómo se produjo esta transición ha sido un tema recurrente de debate entre científicos. El abandono de la caza y la recolección hacia la agricultura pudo ser impulsado por el movimiento de personas –como en Europa occidental– o de ideas –como ocurrió más al este en Letonia y Ucrania–.

Relación compleja

Sin embargo, el trabajo demuestra que la relación entre cazadores y agricultores en la cuenca del Danubio pudo ser más compleja. El ADN analizado revela que los genomas rumanos de hace miles de años tenían ascendencia significativa de los cazadores-recolectores occidentales. Pero, también tuvieron una contribución menor, aunque importante, de los agricultores de Anatolia, lo que sugiere múltiples mezclas entre cazadores-recolectores y agricultores. Un análisis de los huesos también confirmó que tenían una dieta variada.

“El estudio muestra que estos contactos entre cazadores-recolectores y agricultores fueron más allá del intercambio de alimentos y artefactos”, dice Hofreiter. “A medida que se recopilan los datos de diferentes regiones, vemos un gradiente en toda Europa, con una mezcla creciente de cazadores-recolectores y agricultores cuanto más se avanza hacia el este y el norte”, añade.
Los análisis de dos de los mesolíticos rumanos señalan que tenían cabello y ojos oscuros con haplogrupos de los cromosomas Y, comunes entre los europeos modernos. A nivel mitocondrial, tenían haplogrupos comunes entre los grupos europeos de cazadores-recolectores y otros identificados en individuos de similar cronología de Escandinavia y Letonia. El tercer genoma, cuyo individuo tenía pelo oscuro y ojos claros, corresponde al haplogrupo común entre los agricultores europeos más antiguos.


Mapa que muestra la ubicación de los sitios arqueológicos analizados.

“Esos datos reflejan un complejo panorama de intercambios genéticos entre los pequeños grupos de esas diferentes sociedades, que, en comparación con datos europeos similares, reflejan diversos grados de mestizaje”, indica Garralda.

En el caso de los genomas españoles, los haplogrupos mitocondriales pertenecen a uno muy antiguo en Europa, común entre las muestras de cazadores-recolectores europeos. “Con respecto a datos fenotípicos, Chan debía ser morena y de ojos marrones, mientras que la mujer de Los Canes 1 parece haber tenido color de pelo castaño y ojos azules”, detalla la investigadora de la UCM.
Los científicos también estimaron la proporción de genes neandertales en todos estos fósiles españoles y rumanos, y sus valores se reparten de acuerdo con la mayor o menor antigüedad de cada uno de ellos. “Además, la intolerancia a la lactosa aparece claramente para todos los individuos de ambas regiones europeas, incluso en el rumano más reciente”, recalca Garralda. Ahora, el siguiente paso de los investigadores es entender por qué las interacciones entre estas diferentes personas llevaron a resultados tan variados.

Fuente: SINC | 26 de mayo de 2017

Aparece una escultura romana durante las excavaciones arqueológicas en Caldes de Montbuí (Barcelona)

Aparece una escultura romana durante las excavaciones arqueológicas en Caldes de Montbuí CALDES DE MONTBUÍ (BARCELONA) | EUROPA PRESS

Un equipo de arqueólogos dirigido por Pere Artigues que trabaja en las excavaciones arqueológicas de las termas romanas de Caldes de Montbuí (Barcelona) ha descubierto esta semana una cabeza de escultura romana, de mármol blanco y de tamaño natural.
Según ha explicado la Conselleria de Cultura este viernes en un comunicado, "está en buen estado de conservación" y es la primera cabeza de escultura que aparece en la localidad asociada a una estratigrafía.

Ahora, la catedrática del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Isabel Rodà de Llanza, será la encargada de estudiar el hallazgo y determinar su procedencia, datación e identificación, aunque se ha apuntado que "se podría trata de una divinidad vinculada con las aguas termales".


El descubrimiento, hecho en el marco de la reurbanización de la plaza de la Font de Lleó de la población, se ha sumado a otro, el de una nueva piscina romana de dimensiones más reducidas en el subsuelo de la plaza y ante el Museo Thermalia (abajo) siendo cuatro las piscinas localizadas y entre las que hay una de 13 metros de largo que está considerada una de las más grandes de Cataluña y de toda la península Ibérica.


Las excavaciones, bajo la supervisión de la Conselleria de Cultura y financiadas por el consistorio vallesano, están previstas de acabarse en junio y permitirán tener una visión de cómo eran las instalaciones termales hace 2.000 años.

Fuente: la informacion.com | 26 de mayo de 2017

Hallan restos humanos y útiles de la Edad del Hierro en una cueva de Peñamellera Baja (Asturias)

Alis Serna Gancedo, en el Museo Arqueológico, muestra la punta de lanza encontrada en Peñamellera Baja (Asturias). A su lado, Alfonso Fanjul Peraza.

«Parece un basurero de la Edad del Hierro completamente intacto». Así lo describe el arqueólogo asturiano Alfonso Fanjul Peraza, que se encarga en los últimos meses de estudiar este yacimiento, hallado en diciembre de 2016 por el espeleólogo Alis Serna Gancedo mientras realizaba una exploración deportiva de varias cavidades del concejo de Peñamellera Baja, en el Oriente asturiano. En una de ellas, el deportista cántabro, que es además arqueólogo y ha realizado numerosos estudios sobre hallazgos en cuevas en la comunidad vecina, se encontró en superficie una serie de objetos y restos óseos que han resultado ser de la Edad del Hierro, esto es, de entre los siglos V y I antes de Cristo. Los investigadores han confirmado que se trata de restos humanos, hallados en superficie, entre ellos un gran fragmento de cráneo y, a su lado, varios dientes, aún sin datar ni estudiar. También han aparecido piezas de cerámica y «una potente colección de fauna».

Según explicaba ayer Alfonso Fanjul, que también participaba en aquella excursión espeolológica y fue avisado por su compañero del hallazgo, «la cueva constituye un ejemplo excepcional en Asturias de ocupación subterránea tardía dentro de la Prehistoria reciente y, teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de las piezas, así como la escasez de yacimientos en cueva de esta época, podríamos decir que el yacimiento descubierto no tiene parangón en Asturias, donde la presencia de un vertedero protohistórico intacto, con cerámicos y fauna de la Edad del Hierro sobre el que aparecen en superficie una punta de lanza perfectamente conservada y restos humanos, convierten a este yacimiento en la gran cueva de la Edad del Hierro asturiana». Añade que el único paralelo claro está en Lledías, en Llanes, al que se podría sumar -con varios siglos de mayor antigüedad- la sima de Fuentenegroso, en la sierra del Cuera.

Los descubridores comunicaron el hallazgo a la Consejería de Cultura, que envió una semana después a dos arqueólogos del servicio de Patrimonio para realizar una visita técnica. Tras reconocer los restos, se trasladó la punta de lanza al Museo Arqueólogico de Asturias, donde quedó depositada. La pieza, «excelentemente conservada», mide 30 centímetros de longitud, es de sección plana y dispone de un mango de madera circular.

Al pasar casi cinco meses desde el hallazgo sin que los descubridores hayan recibido el encargo de realizar una actuación de emergencia -tal y como exige la Ley de Patrimonio-, y ante el riesgo de que el yacimiento sea saqueado, han decidido presentar un proyecto y solicitar esa actuación de emergencia. En la misma, según ha podido saber EL COMERCIO, se plantea una topografía de todo el yacimiento, la recuperación y estudio de las piezas y la obtención de muestras para realizar una datación con Carbono 14, aprovechando que la punta de lanza mantiene inctacta la madera del arma. Igualmente, plantean un presupuesto para realizar un análisis de ADN y un estudio antropológico de los restos humanos para poder datarlos y confirmar su importancia arqueólogica.

«Preferimos no dar el nombre de la cueva ni su ubicación exacta para evitar posibles expolios», explicaba Fanjul, quien de todas formas cree que es necesario realizar «cuanto antes» esa intervención de urgencia para recuperar los restos, que siguen en el mismo lugar donde fueron encontrados a finales del año pasado.

Fuente: elcomercio.es| 25 de mayo de 2017