La escritura es uno de los avances tecnológicos más importantes de la historia de la humanidad y los testimonios escritos que se conservan de las antiguas civilizaciones nos acercan a la sociedad que los generó. A través de esta web podrás acceder a una selección de inscripciones romanas que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid) y en el Museo Nacional de Arte Romano (Mérida), a través de modelos en 3D que te acercarán a estos testimonios escritos de la Hispania romana.
Con los conocimientos que podrás adquirir a través de los recursos elaborados para esta web y de otros que hemos seleccionado en la sección de enlaces, podrás iniciarte en el apasionante oficio de epigrafista, resolviendo la lectura de algunas inscripciones seleccionadas.
No olvides descargarte de Google Play nuestra app gratuita Epigraphia 3D que te permitirá disfrutar en tu smartphone o tablet con las 60 inscripciones romanas del Museo Nacional de Arte Romano digitalizadas y modeladas en 3D que puedes ver en esta web.
Este proyecto de innovación científica suma la experiencia en investigación básica en Humanidades con la investigación tecnológica de la ingeniería gráfica, para acercar las inscripciones romanas a los estudiantes más jóvenes y al público en general, en el marco de los proyectos "Descifrando inscripciones romanas en 3-D. Ciencia epigráfica virtual" (FCT-13-6025) e "Inscripciones romanas de Augusta Emerita en 3D: del Museo a los dispositivos móviles" (FCT-14-8668), financiados por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Economía y Competitividad y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Fuente: epigraphia3d.es | 13 de abril de 2018
En el año 542, la plaga de Justiniano mató aproximadamente a la mitad o más de los habitantes de lo que entonces se consideraba el Imperio Romano de Oriente. La culpable, la bacteria Yersinia pestis, se extendió a través de Europa desde el Mediterráneo, probablemente llegando a Finlandia, y matando a decenas de millones de personas para el siglo VIII.
En el hemisferio norte, se vivía un período inusualmente sombrío y frío debido a grandes erupciones volcánicas ocurridas durante el siglo VI, y las duras condiciones climáticas fueron significativamente perjudiciales para la agricultura y redujeron la producción de vitamina D entre la población.
"Nuestra investigación muestra que la anomalía climática, que cubrió todo el hemisferio norte, fue el resultado de varias erupciones volcánicas", indica Markku Oinonen (izquierda), director del Laboratorio de Cronología de la Universidad de Helsinki (Finlandia). Los materiales emitido a la atmósfera durante las erupciones cubrieron el sol durante mucho tiempo. Así que las personas que ya estaban debilitadas por el hambre también tenían que lidiar con un sistema inmune comprometido.
Los árboles son un registro del pasado
El estudio se basa en la dendrocronología o datación de los anillos de crecimiento de los árboles. La serie de anillos de crecimiento anuales de depósitos de árboles subfósiles o intactos abarca los últimos 7.600 años. Estos árboles se encuentran a menudo en el fondo de pequeños lagos, y Luke ha estado tomando muestras y registrando los hallazgos desde la década de 1990.
"Los investigadores han creado un calendario anual de anillos de crecimiento del pino en el límite de su bosque, lo que abarca más de 7.600 años. Varios eventos históricos pueden contrastarse con el calendario, el cual es un indicador importante del cambio climático global", dice el investigador Samuli Helama (derecha), de Luke.
Las muestras del estudio reciente fueron datadas con la ayuda del calendario del anillo de crecimiento en Luke, y se recortaron muestras de virutas para cada año del calendario. El Laboratorio de Cronología luego realizó un análisis de los isótopos en las muestras.
Los isótopos de carbono indican el clima de verano
Los resultados del estudio se basan en el análisis de la variación de los isótopos de carbono en los anillos de crecimiento anuales de los árboles. La variedad de isótopos de carbono refleja la fotosíntesis de los árboles, que a su vez depende en gran medida de la cantidad de radiación solar disponible durante el verano.
El nuevo estudio, publicado en Scientifc Reports, rastrea la correlación de la variación de isótopos de carbono y las erupciones volcánicas desde el siglo XIX hasta los últimos años, y muestra la dramática reducción de la luz solar disponible en 536 y entre 541 y 544 d.C. La variación de las temperaturas veraniegas se reconstruyó de manera similar sobre la base de la densidad de los anillos anuales de crecimiento de los árboles.
El equipo de investigadores sacando un tronco de árbol subfósil de un lago.
Los tiempos difíciles trajeron la plaga
Los años inusualmente pobres coinciden con la epidemia de peste bubónica que devastó el Imperio Romano. La epidemia causada por la bacteria Yersinia pestis comenzó en 542 d.C. y mató aproximadamente a la mitad, o más, de los habitantes de lo que entonces se consideraba el Imperio Romano de Oriente. La plaga se extendió por Europa, desde el Mediterráneo, posiblemente tan al norte como Finlandia, y había matado a decenas de millones de personas en el siglo VIII.
Una ilustración del siglo XVI sobre los efectos de la peste en los humanos. WIKIPEDIA
El estudio fue realizado como un proyecto de consorcio por la Universidad de Helsinki y Luke, con la participación de investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental, el Instituto Meteorológico de Finlandia, el Servicio Geológico de Finlandia y la Universidad de Turku. La investigación fue financiada por la Academia de Finlandia.
Fuente: Universidad de Helsinki | nmas1.org | 12 de abril de 2018
Alberto Labarga, Aurora Martín, Ángel Carrancho, Rodrigo Alonso y Carlos Díez. - ECB
El Museo de la Evolución Humana (MEH) ha presentado hoy el proyecto divulgativo ‘Orígenes. Cuadernos de Atapuerca’, de la editorial ‘Diario de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca’ dirigido a todas aquellas personas interesadas en el patrimonio arqueológico, la evolución humana y la divulgación científica. El proyecto ha sido dado a conocer por Aurora Martín, coordinadora del MEH, Alberto Labarga y Carlos Díez, editor y coordinador de la publicación, respectivamente.
Esta nueva colección de cuadernos aspira a mostrar, en 30 números, las claves de lo que nos hace humanos. Será una publicación bimestral que, a lo largo de los próximos cinco años, acercará la arqueología a todas las mentes inquietas, bajo un lenguaje divulgativo y con un diseño muy visual. Los cuadernos son de lectura rápida e ideales para dominar un tema en poco tiempo, un formato muy de moda en el entorno europeo universitario. Cada cuaderno será realizado por un especialista de reconocido prestigio de las principales universidades y centros de investigación, que contarán los últimos avances en las materias en las que son referentes.
Cada número tiene una edición de 1000 ejemplares y se venderá en librerías de toda España a un precio de 6'50 euros. Para alcanzar este precio de venta ha sido necesaria la colaboración público-privada de diversas empresas e instituciones. Los dos primeros números que hoy se presentan ven la luz gracias al patrocinio de ‘Empty’, una empresa con enorme prestigio internacional en el campo de la museografía, el diseño y la arquitectura y que tiene entre sus proyectos el diseño museográfico del MEH, el Museo Arqueológico Nacional o el Museo Nacional de Qatar, cuya ejecución se está desarrollando a día de hoy.
El primer número de la colección se dedica al propio Museo de la Evolución Humana y es obra de Rodrigo Alonso, arqueólogo y responsable de Didáctica y Dinamización del MEH. El segundo número, también presentado hoy, muestra cómo fue la conquista del fuego, el origen de esa particularidad tecnológica y que métodos se utiliza para estudiar su registro arqueológico. Este cuaderno ha sido realizado por Ángel Carrancho, Doctor en Física, profesor de Prehistoria en la Universidad de Burgos y experto en el estudio de fuegos y hogares arqueológicos.
En los próximos números se irán presentando cuestiones como los orígenes del arte, la evolución de las herramientas de piedra, diversas conquistas como la primera ocupación de Europa, los neandertales o algunas de nuestras características sociales como cuándo surgió la división sexual del trabajo o por qué construimos casas para nuestros muertos. En definitiva, será una colección imprescindible para todos aquellos que disfrutan con la divulgación científica, completamente novedosa en nuestro país e ideada con el ánimo de servir de modelo a la innovación docente.
Antecedentes
Este año se cumplen 40 años desde que Emiliano Aguirre comenzara las excavaciones en la Sierra de Atapuerca con la finalidad de ir formando un equipo interdisciplinar preparado para dirigir los principales yacimientos e investigaciones sobre la evolución humana. Desde entonces Atapuerca ha colocado a la Prehistoria en la primera línea de la divulgación científica. Esto se debe a que desde los orígenes del equipo de Atapuerca ha mantenido la premisa de que no puede existir conocimiento si no se comparte, si no se socializa. Por este motivo las acciones de divulgación (visitas a los yacimientos, publicaciones para el gran público, documentales científicos, etc.) siempre han acompañado a los principales hallazgos producidos en estos yacimientos.
En 1997, tras la concesión del Premio Príncipe de Asturias al Equipo Investigador de Atapuerca, el Área de Prehistoria de la Universidad de Burgos comenzó a recibir profesores y estudiantes, muchos de los cuales forman parte de este nuevo proyecto editorial, que asumieron que la divulgación el patrimonio arqueológico en general y de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca en particular iban a ser una de sus señas de identidad.
Así, se han editado tesis de licenciatura; se divulgó la prehistoria burgalesa dentro de la colección ‘Temas y figuras de nuestra historia’; se creó el libro catálogo del Museo de la Evolución Humana y se colaboró con la Fundación Atapuerca en la producción cómics, catálogos de exposiciones temporales o talleres educativos y se colaboró con de medios de comunicación locales y regionales. Paralelamente la editorial ‘Diario de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca’ ha ido llenado los quioscos y librerías de álbumes de cromos sobre nuestros orígenes, pósters sobre la Prehistoria, guías sobre Atapuerca o un novedoso periódico trimestral gratuito 'Diario de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca', que desde 2001 al 2011, se encargó de divulgar el proyecto Atapuerca, los yacimientos y la evolución humana.
Fuente: dicyt.com | 12 de abril de 2018
Petroglifo de la cueva de Asfendou que representa a un cuadrúpedo, probablemente un ciervo de tamaño enano y con unos cuernos descomunales. Se trata de un ciervo endémico del género extinto Candiacervus. Foto: S. Murray and C. Kolb / Thomas Strasser.
La datación de los petroglifos de la cueva de Asfendou, en el oeste de Creta, ha sido recalculada gracias a los avances tecnológicos en la imagen digital y los recientes hallazgos arqueológicos y paleontológicos en la isla más grande de Grecia.
Un estudio, publicado este mes en Journal of Archaeological Science: Reportsy firmado por Thomas Strasser y otros investigadores, asegura que algunos de los petroglifos fueron realizados a finales del Pleistoceno o en el Paleolítico Superior.
Cuadrúpuedos, probablemente ciervos, corriendo o galopando. Las figuras aparecen en vertical, con unos cuernos curvados y extremadamente largos. Foto: S. Murray and C. Kolb / Thomas Strasser.
"La comparación de la iconografía con la información procedente de los fósiles demuestra que un ciervo endémico extinto (Candiacervus) está representado en la cueva de Asfendou. Se trata del arte figurativo más antiguo que se ha descubierto hasta ahora en Grecia", afirman los autores.
Grabados geométricos complejos. Foto: S. Murray and C. Kolb / Thomas Strasser.
En los años 60 del siglo XX fue descubierto un espeleotema, una colada de calcita que conservaba grabados geométricos complejos y arte figurativo, en la cueva de Asfendou, cerca de las Montañas Blancas de la Creta occidental. Los primeros informes aparecieron a comienzos de los años 70 y se creó un debate sobre si dicho arte rupestre debía de ser datado en la Edad del Bronce, aproximadamente entre los 5.000 y 3.000 años de antigüedad, o en el Paleolítico, al menos 11.000 años de antigüedad.
A la izquierda un grabado que representa un barco y a la derecha figuras geométricas y cuadrúpedos. Foto: S. Murray / Thomas Strasser.
"El estudio reciente ofrece evidencias paleontológicas e iconográficas que confirman una fecha del Paleolítico (muy probablemente el Paleolítico Superior) para los grabados más antiguos".
La última aparición del ciervo enano Candiacervus en algún momento después de hace 21.500 años "proporciona un terminus ante quem [la fecha más cercana o reciente en la aparición de un objeto arqueológico] para el estrato más antiguo de los petroglifos de la cueva de Asfendou y los confirma como el arte figurativo más antiguo que se ha descubierto en Grecia".
Vista exterior desde el sur (Thomas Strasser) y vistas interiores de la cueva de Asfendou con el espeleotema en el suelo. Detalle de los petroglifos a la derecha (S. Murray). Foto: S. Murray / Thomas Strasser
La cueva de Asfendou y otros sitios arqueológicos cretenses mencionados en el estudio. Imagen: E. McClellen and S. Murray / Thomas Strasser.
Fuente: National Geographic | 12 de abril de 2018
Los cinco espejos de plomo sin sus respectivos vidrios centrales, que probablemente no sobrevivieron debido a su fragilidad. Foto: Bulphoto agency / Kalin Chakarov
Tres de los marcos de plomo presentan los mismos motivos decorativos: la imagen estilizada de una crátera con sus asas y racimos de uvas alrededor; y una inscripción: "Alma buena"
Cinco espejos de mano de plomo, sin sus respectivos vidrios centrales, han sido excavados entre las ruinas de una villa romana que funcionó como un centro productor de cerámica en los siglos II y III d.C., cerca de Pavlikeni, en el centro-norte de Bulgaria, según explica a este medio Kalin Chakarov, el director de las excavaciones y conservador de la sección arqueológica del Museo de Historia de Pavlikeni.
La vivienda rural, que perteneció a un veterano militar romano, ha sido fechada a finales del siglo I o comienzos del siglo II d.C. La villa romana fue destruida en el 170 d.C. por los costobocos, fue reconstruida y finalmente abandonada para siempre tras el 235 d.C., posiblemente debido a las invasiones bárbaras de los godos y los carpos. Los espejos de plomo han sido excavados entre los restos de un edificio cuadrado situado en el exterior de la villa rústica y junto a monedas romanas y fragmentos de cerámica de finales del siglo II y comienzos del siglo III d.C. El hallazgo de los antiguos espejos sugiere que la estructura cuadrada pudo ser un templo.
Los espejos de plomo han sido fechados a finales del siglo II y comienzos del siglo III d.C.
Chakarov comenta que "los espejos romanos normalmente han sido descubiertos en templos".
Foto: Bulphoto agency / Kalin Chakarov
Tres de los marcos de plomo presentan los mismos motivos decorativos: la imagen estilizada de una crátera con sus asas y racimos de uvas alrededor. Estos tres espejos contienen una inscripción en griego antiguo: "Alma buena". Chakarov comenta que "los espejos romanos normalmente han sido descubiertos en templos". Los espejos romanos se fabricaban a partir de metales muy pulidos y los que incluían una delgada capa de vidrio son menos comunes para la arqueología, sobre todo por su fragilidad.
Por Alec Forssmann
Vía: NG