Comienza la campaña de excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca

Cueva Fantasma

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 19 de junio de 2019. El lunes 17 de junio una avanzadilla de excavadores del Equipo de Investigación de Atapuerca comenzó la preparación de las infraestructuras en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Los trabajos dirigidos por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, contarán con la colaboración, durante este mes de junio, de unas 80 personas que excavarán en los yacimientos Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Cueva Fantasma, ─todos ellos en ubicados en la Trinchera del Ferrocarril─ y en la Cueva del Mirador.

En julio llegará el resto del Equipo de Investigación de Atapuerca, llegando a sumar unas 200 personas en total. En julio se excavará, además de en los yacimientos citados, en los de Cueva Mayor (Portalón, Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas) y en las excavaciones al aire libre de La Paredeja. Ese mes se iniciará también la labor de lavado de sedimento a orillas del río Arlanzón.

El grupo de personas que vienen a excavar en la sierra de Atapuerca pertenecen a distintos centros de investigación del Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES - Tarragona), Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (Universidad Complutense de Madrid - ISCIII) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR). También hay investigadores de otras universidades y centros de investigación nacionales e internacionales. Cabe destacar la participación de varios estudiantes de la University College of London y del Museo Nacional de Georgia, gracias a los convenios firmados por la Fundación Atapuerca.

La Fundación Atapuerca, como complemento a la financiación que la Junta de Castilla y León destina a las excavaciones, coordinará el funcionamiento de la campaña con respaldo organizativo, administrativo, económico, logístico, de mantenimiento, de comunicación y de organización de eventos.

A continuación, se detallan las características de los diferentes yacimientos que se excavarán esta campaña y los objetivos planteados para cada uno de ellos.

Sima del Elefante

En este yacimiento, situado en la Trinchera del Ferrocarril ya se ha excavado en los niveles inferiores donde apareció el primer europeo.

El objetivo de esta campaña consiste en abrir la máxima superficie posible del nivel TE7. Este es el nivel más antiguo de toda la Trinchera, con más de 1,3 millones de años. De este modo, la ampliación de la excavación de este nivel permitirá la recuperación de un mayor número de restos fósiles, así como conocer mejor el proceso de acumulación de estos.

Galería

Está también en la Trinchera del Ferrocarril, a unos 50m del yacimiento de Gran Dolina.

El objetivo fundamental es continuar con la excavación del tramo inferior de la Unidad GIII en todos los sectores del yacimiento (TZ, TG, TN), donde se concentran los últimos suelos de ocupación (GSU), siendo éstos los más ricos de este paquete estratigráfico. Esta intervención supone, al mismo tiempo, ir avanzando hacia el interior de la cavidad siguiendo la topografía de la cueva.

Gran Dolina 
Es uno de los yacimientos más famosos de la Trinchera del Ferrocarril, sin duda por el descubrimiento de una nueva especie, el Homo antecessor.

Nivel superior
Durante esta campaña se dará por finalizado el nivel 10 de Gran Dolina, cuya excavación en extensión ha conllevado más de 20 campañas, debido a la extremada riqueza arqueo-paleontológica. Este año también se prevé comenzar la excavación de la unidad TD9 en toda la superficie de excavación, que ocupa aproximadamente 85 m2.

TD4 
El primer objetivo de esta campaña es seguir obteniendo datos de tipo geocronológico que permitan afinar la antigüedad del depósito. El segundo es de tipo paleontológico, y a su vez podría subdividirse en tres: 1) recuperar más restos de la especie Ursus dolinensis para contribuir a mejorar su descripción, 2) aumentar los restos de los ungulados, para afianzar las características de la comunidades de mamíferos existentes en ese periodo en la sierra y como un indicador biocronológico que pueda contribuir a datar otros yacimientos europeos, y 3) obtener más datos de la microfauna del sitio, como un indicador excelente de las condiciones ambientales imperantes en la sierra de Atapuerca en los momentos inmediatamente posteriores al Jaramillo. El tercer objetivo es del todo arqueológico, y trata de recuperar más indicios de presencia humana para comprender los modos de vida de esas comunidades en un entorno como el de la sierra de Atapuerca hace un millón de años.

Cueva del Mirador

Este yacimiento se encuentra en la zona sur de la sierra de Atapuerca. Este año, está previsto continuar interviniendo en los sectores 100 y 200. En el sector 100 se seguirá con la estrategia de profundizar de forma escalonada, pegados a techo y a la pared norte, con el objetivo de conocer la progresión de la cavidad en el plano horizontal. Pese a que durante 2018 se profundizó significativamente, en 2019 se continuará la excavación con el objetivo de conseguir el espacio suficiente para seguir adentrándose hacia el interior de la cueva.

También se continuará excavando los niveles abiertos en 2018, MIR108, 109, 202 y 206, el penúltimo de los cuales presenta restos atribuidos al sepulcro colectivo (MIR203) que siguen apareciendo en el perímetro a medida que se profundiza, las paredes se abren y se va ampliado la superficie. En este sector se descenderá en vertical, como en un sondeo convencional, dado que, de momento, las paredes no se abren lo suficiente como para intentar un avance en horizontal.

Cueva Fantasma

Una vez terminados todos los trabajos de ingeniería y adecuación pertinentes, incluida la construcción de la cubierta del yacimiento, se procederá durante esta campaña a continuar con el sondeo; registrar e inventariar sus restos y  abrir un área de 20m2 aprox. para su excavación en extensión.

La Paredeja

Durante la campaña de 2019 se pretende continuar con la intervención en este yacimiento. Para acometer las labores de excavación son necesarias, primeramente, la limpieza de la zona y del corte completo de la cantera, así como acondicionar el acceso a la zona de excavación. Una vez hechas estas labores se trabajará en el primer nivel fértil localizado en la pasada campaña de excavaciones.

Cueva Mayor

La Cueva Mayor comprende tres diferentes yacimientos: el Portalón, la galería de las Estatuas y Sima de los Huesos. Los trabajos de excavación de todo este complejo comenzarán en el próximo mes de julio.

Portalón

Este yacimiento se encuentra en la entrada de Cueva Mayor. Desde la campaña del año 2014 se está excavando un nivel Neolítico. Este nivel se caracteriza por la presencia de estructuras habitacionales (suelos preparados, hogares, muretes de piedras, etc.) de gran calidad, en los que se han encontrado materiales líticos y cerámicos típicos de este período y abundante fauna doméstica y salvaje. El año pasado se continuó la excavación de un suelo activo aparecido en 2016 sobre el que aparecían pequeñas hogueras y que aún no se ha terminado. El objetivo para la campaña de 2019 es continuar con la intervención en éste área del Sector II, correspondiente al nivel 9 y por tanto a momentos Neolíticos finales.

Del mismo modo se continuará con las excavaciones en la zona ampliada para obtener más información sobre los materiales correspondientes a los últimos momentos de ocupación de la cueva y que en el 2018 se dejó en la fase correspondiente a la Edad de Bronce Final.

Galería de las estatuas

Galería de las Estatuas está a unos 350 metros de la actual entrada a Cueva Mayor, en este yacimiento seguirán con los sondeos abiertos en las dos catas en las que están excavando. En GE-I hay una secuencia entre 80 y 112 mil años. En parte de la cata han alcanzado el nivel más bajo que se conocía hasta ahora (nivel 5) por lo que es posible que puedan continuar la secuencia. Sería muy interesante saber si por debajo del nivel 5 existen niveles fértiles a nivel arqueopaleontológico que podrían dar información sobre cómo vivían los Neandertales en la meseta durante el último interglacial hace 125-130 mil años.

Sima de los Huesos

En la Sima de los Huesos se continuará la excavación en la zona de transición entre la rampa y la cámara distal. En los cuadros situados en el eje central del yacimiento se trabaja en la delimitación del contacto lateral entre las arcillas fosilíferas con restos humanos y la brecha de osos. Junto a la pared de la cavidad se buscarán más restos humanos que completen los cráneos encontrados en las últimas campañas en esos mismos cuadros.

Lavado del río Arlanzón y bioestratigrafía

Tan importante como la propia excavación de cada yacimiento resulta el lavado de sedimentos. Esta actividad, dirigida por la paleontóloga de la Universidad de Zaragoza y miembro del EIA, Gloria Cuenca, sirve para recuperar la microfauna de Atapuerca, es decir los diminutos fósiles de mamíferos, anfibios, aves, reptiles y peces de los yacimientos de la sierra Atapuerca. Se realiza a la orilla del río Arlanzón a su paso por Ibeas de Juarros, y se lava y criba todo el sedimento de cada uno de los yacimientos que se excavan en la sierra de Atapuerca.

Localizan en Gran Canaria la montaña sagrada de Umiaya

Estructuras prehispánicas existentes en uno de los riscos del macizo de Amurga que un estudio histórico identifica como el enclave de Umiaya, la montaña sagrada de los antiguos habitantes de Gran Canaria. Imagen cedida por el Cabildo de Gran Canaria

La montaña sagrada de Umiaya, el lugar al que según las crónicas peregrinaban los antiguos pobladores de Gran Canaria, está en los riscos de Amurga, el macizo casi inexpugnable que separa los barrancos de Tirajana y Fataga.

El equipo arqueológico responsable del estudio de los diferentes yacimientos que circundan el enclave de La Fortaleza, en la caldera de Tirajana, cree haber resuelto uno de los misterios que más polémicas ha suscitado entre los estudiosos del pasado prehispánico de Gran Canaria: la localización del sitio sagrado de Umiaya.

El director de la empresa de arqueología Tibicena, Marco Antonio Moreno (izquierda), ha recordado este martes que a Umiaya se le han adjudicado en el pasado hasta tres ubicaciones diferentes, pero siempre con el mismo problema: al explorar cada lugar candidato (como Risco Blanco o El Campanario), no se encontraban pruebas arqueológicas que relacionasen ese enclave con un uso ritual previo a la Conquista.

Y se trata de un problema común con otros dos riscos sagrados citados en las crónicas históricas en el caso de Gran Canaria, Tirma y Amagro, donde los restos hallados muestran un uso doméstico, pero no acreditan que esos lugares tuvieran un papel ceremonial.

Los últimos trabajos realizados en el entorno de la caldera de Tirajana, uno de los enclaves más prometedores para estudiar el pasado prehispánico de la isla, con casi medio centenar de yacimientos datados desde el siglo V hasta el XVI, llevan al equipo de Tibicena a defender que Umiaya existió y que estaba en Amurga.

En una rueda de prensa celebrada en el Museo Canario, que colabora con las investigaciones, Moreno ha explicado que en el trabajo de investigación de archivos históricos complementario a la arqueología de campo han descubierto un plano de 1792 levantado con motivo de un litigio sobre el uso de las aguas de la zona con toponimia antigua que sugieren que Umiaya está en Amurga.


Foto cedida por Tibicena Arqueología y Patrimonio de una de las estructuras prehispánicas existentes en uno de los riscos del macizo de Amurga que un estudio histórico identifica como el enclave de Umiaya, la montaña sagrada de los antiguos habitantes de Gran Canaria. EFE

Y lo más importante de todo, ha subrayado este arqueólogo, al explorar sobre el terreno ese enclave, han encontrado un viejo camino acondicionado para acceder a los riscos, restos de una antigua muralla, grabados rupestres, cazoletas (agujeros en el suelo de roca con posible uso ceremonial) y ocho pequeñas plataformas que no son naturales, sino fruto de un trabajo para explanar el terreno.

Solo falta conocer qué dice el Carbono 14 sobre la antigüedad de los restos orgánicos allí recuperados, pero el equipo de Tibicena cree que puede defender de forma "fehaciente" que allí estaba Umiaya. Y, además, sostiene que ese lugar de fortificación natural por su orografía muestra muchos signos de haber sido un antecedente de lo que después sería, con mayor planificación, el sitio hoy conocido como La Fortaleza, al otro lado de la caldera de Tirajana.
Ese plano y otra documentación de la época señalan en Amurga lugares identificados como "Insite" o "Ansitio". A juicio de este equipo de arqueólogos, se trata de un dato más para revisar la localización de Ansite, el risco donde los últimos indígenas que se resistían a la Conquista se rindieron el 26 de abril de 1483.

Según Moreno, parece más coherente pensar que Ansite no estaba en La Fortaleza de Santa Lucía, sino en el macizo de Amurga, donde la última resistencia a las tropas castellanas se habría acantonado buscando un doble refugio: la protección natural de sus riscos casi inexpugnables y la sobrenatural de los dioses de Umiaya.

Fuente: rtvc.es | 18 de junio de 2019

Cómo sobrevivió el Coliseo a los terremotos: la razón que nunca se había dado

Las características estructurales complejas de los anfiteatros romanos, incluido el Coliseo, podrían explicar cómo se mantienen en pie a pesar de su proximidad a las líneas de falla.


Existe una creencia generalizada de que los romanos se limitaron a reproducir e imitar el arte creado por los griegos. Sin embargo, su amplio conocimiento de las ciencias y las artes les permitieron mejorar las condiciones de sus obras en los ámbitos de la escultura, la higiene o las infraestructuras. Buscaban un equilibrio y una representación de las leyes de la belleza, como diría el arquitecto romano Vitruvio, que además las acompañaba con una monumentalidad que se alejaban del arte helenístico.

Una de las incógnitas que concierne al Imperio romano es la supervivencia de edificios de hasta más de 2.000 años, como puede ser el caso del Panteón de Roma, el Coliseo o de los diferentes arcos y columnas que conmemoran las exitosas campañas militares. Una investigación en Francia en relación con los seísmos ha determinado que los romanos ya empleaban sistemas que evitaban el derrumbe de sus hogares y edificaciones tras un temblor de tierra.

Stéphane Brûlé, miembro de la investigación, se encontraba en los alrededores de Dijon analizando ruinas romanas cuando observó que dichas ruinas albergaban distintas barreras "invisibles" que evitaban que las ondas sísmicas sacudieran el edificio. Asimismo, según informa The Times, han llegado a la conclusión de que los elementos arquitectónicos que aligeraban el movimiento de las construcciones romanas están presentes en anfiteatros y teatros de todo el Imperio.

El monumento más representativo del Imperio romano, el Coliseo, tiene toda una red de rejillas en sus cimientos formando un conjunto elíptico que distribuye la potencia de las ondas sísmicas. De esta forma, una de las maravillas del mundo moderno era capaz de mantenerse firme ante los terremotos que sacudían la península itálica.

El Dr. Brule dijo a Physics World que el diseño romano podría haber evolucionado como resultado de la construcción en regiones altamente sísmicas, o puede haber sido una coincidencia en que los diseños más adecuados para soportar las cargas relevantes funcionaron como interruptores de terremotos.

El Coliseo de los 2.000 años

Conocido también como el Anfiteatro Flavio, debe su nombre a la dinastía Flavia, quien lo mandó construir en el siglo I. En su momento llegó a tener un aforo de 65.000 personas y su actividad como anfiteatro duró medio milenio. Fue en la Alta Edad Media cuando su uso se limitó a actividades secundarias que nada tenían que ver con el propósito original de su edificación —fue empleado como cantera y como sede de distintas órdenes religiosas—.

El Coliseo, que ha llegado a la actualidad en un estado envidiable, se enfrentó a incendios y a terremotos a lo largo de su historia. Los movimientos sísmicos italianos se deben principalmente a la falla que se encuentra en el centro de Italia. Así, en el año 443 el monumento romano sufrió daños por un terremoto que derivó en unas obras que duraron 25 años. Ya en la Edad Media, en los años 801 y 847, el anfiteatro resistió a nuevos temblores.

Grabado del Coliseo a mediados del siglo XVIII. Giovanni Battista Piranesi

No obstante, el seísmo más dañino tuvo lugar en el año 1349. Esta vez, la parte meridional sufrió desprendimientos y las piedras fueron utilizadas para la construcción de iglesias, palacios y hospitales de la ciudad.
Pese al evidente deterioro del monumento es todo un hito el hecho de que el Coliseo romano haya llegado en tan buenas condiciones a nuestros días. Aunque gracias al avance tecnológico los arquitectos actuales tienen sus propios mecanismos, según explican los investigadores franceses, el antiquísimo sistema anti-seísmo de los romanos podría influir en las futuras construcciones sismorresistentes.

Fuentes: elespañol.com | theaustralian.com.au | 18 de junio de 2019

La mujer que busca la desigualdad de género en la prehistoria

Izquierda: entre los años 2.900 y 2.800 a.C. (Edad del Cobre) fueron enterradas 19 mujeres en el yacimiento de Tholos de Montelirio, cerca a Sevilla. Derecha: Marta Cintas Peña. Cortesía del grupo de investigación Atlas, España.

Unos defienden que el machismo tiene su raíz en la biología, otros se lo atribuyen a la cultura. La historiadora española Marta Cintas Peña buscó entre huesos, tumbas y representaciones gráficas pistas sobre el origen de esta organización social.
Las horas invertidas visitando museos, las maratones de películas sobre la prehistoria y las lecturas ambientadas en ese período le sembraron a Marta Cintas Peña una sospecha. En sus palabras: “ese pasado, descrito a menudo en liderazgos masculinos, enfrentamientos entre hombres o el intercambio de esposas ha sido el de ellos, no el de ellas”. Entender el porqué la llevó a estudiar historia, antropología y a escribir una tesis que le acaba de merecer el título de doctora de la Universidad de Sevilla, en España. La obra, publicada en la revista de la Asociación Europea de Arqueólogos, es considerada el primer examen panorámico sobre desigualdad de género en la prehistoria, enfocada solo en la Península Ibérica.

En ello tardó cinco años buscando pruebas de si existieron o no diferencias entre mujeres y hombres en aquel período, cuando no había escritura, y si esas diferencias representaban una desigualdad. Este embrollo, omnipresente en los debates de género actuales, divide opiniones. Unos creen que el machismo tiene sobre todo una raíz biológica y otros defienden su origen en una cuestión cultural.
La disputa se remonta siglos atrás con postulados como el del padre de la teoría de la evolución, Charles Darwin, quien escribió en 1871 que las características de la fuerza, la creatividad o la inteligencia les correspondían a los hombres, mientras que a las mujeres les pertenecían rasgos diferentes como la belleza y la sociabilidad. Otros autores contemporáneos, como el antropólogo Johann Jakob Bachofen, asimilaban una postura más equitativa entre los géneros, asegurando incluso que la primera organización social natural de la humanidad había sido el matriarcado, derribado después por el patriarcado.
A esa bibliografía, revisada por Peña, se le suman posturas más cercanas, como las reflexiones de Simone de Beauvoir durante los años sesenta o la hipótesis de Gerda Lerner, que sostuvo en la década de los ochenta que “toda la historia era para las mujeres prehistoria” gracias a la hegemonía masculina y a su voz dominante.

Tal bagaje alimentó la búsqueda de la española, que exploró huesos, tumbas y jeroglíficos con la ayuda de su director de tesis, Leonardo García Sanjuán. Esto es, en resumen, el análisis óseo de 2.478 sujetos identificados en 93 yacimientos de la Península Ibérica de esqueletos enterrados en el Paleolítico Superior, Mesolítico, Neolítico y Calcolítico o Edad del Cobre. De ellos, 422 son 12 femeninos o femeninos probables, 522 masculinos o masculinos probables, 729 indeterminados adultos y 805 no adultos de sexo desconocido. Además de una revisión de muestras gráficas y plásticas fijadas sobre las piedras de 122 yacimientos. Esta entrevista es una pizca de sus conclusiones sobre la desigualdad de género en la prehistoria que, como dice ella, “nos expliquen también a nosotras”.

¿Cuál fue la metodología de la investigación?
Nos basamos en tres variables: bioarqueología, prácticas funerarias y representaciones iconográficas. La primera corresponde al bloque más objetivo, por ser el estudio de los esqueletos encontrados en tumbas, que nos hablan de las condiciones de vida de esas personas en el pasado: cómo vivían, las enfermedades marcadas en sus huesos, sus dietas y los desplazamientos por el territorio. El segundo se refiere más a prácticas culturales sobre cómo se enterraba a esas personas; al igual que el tercer bloque, que refleja la manera como se representaban gráficamente estas sociedades. A partir de esas tres diferencias hicimos una comparación, por eso es un estudio multivariable.


¿Cuáles fueron las conclusiones?

En la tesis se abordan distintos períodos desde el Paleolítico Superior, que son sociedades cazadoras recolectoras, hasta el final de la Edad del Cobre, en torno al tercer milenio a. C. Es un período de tiempo que abarca entre el 35.000 y el 3.000 aproximadamente. La conclusión es que antes del Neolítico casi no hay evidencia de diferencias entre hombres y mujeres. La evidencia material de aquella época es mucho más escasa, así que no sabemos si es una ausencia de diferencias o de material. Del Neolítico, que son sociedades sedentarias que ya conocen la agricultura y la ganadería, y empiezan a tener excedentes, hay muchas más tumbas, más esqueletos, más representaciones y es ahí cuando empiezan a haber las primeras diferencias susceptibles, en mi opinión, de desigualdad. Aunque esto siempre hay que tomarlo con mucha cautela, porque son datos que surgen de ciertos contextos, es una propuesta en la que habría que profundizar.

¿Cuáles son esas diferencias que podrían originar la desigualdad de género?
Las que nos parecieron más importantes están relacionadas con el factor de la violencia y en todas ellas prevalecen los hombres. Entre las variables analizadas se encuentra la presencia de traumas en los huesos —ellos tienen traumas de manera más frecuente que ellas; eso no quiere decir que ellas no los tengan nunca— y presencia de proyectiles en sus restos. Puntas de flechas en las tumbas de ellos de manera más frecuente que en ellas, teniendo en cuenta que hay una diferenciación muy importante a escala demográfica entre el número de hombres y número de mujeres enterradas, hay más hombres que mujeres. Mientras que en el plano iconográfico se observa una sobrerrepresentación de los hombres, casi siempre mostrados en escenas de violencia.

¿Por qué cree que se enterraban más hombres que mujeres?
En la base de datos que yo he creado para la tesis doctoral, del conjunto de individuos que se han estudiado para el Neolítico, hay una gran mayoría de hombres frente a una minoría de mujeres y también de sujetos infantiles: niños o niñas. Es completamente imposible que esa diferenciación sea natural, tiene que ser necesariamente cultural. Porque según el índice de masculinidad o razón de sexo, que se emplea para expresar la proporción de sexos en una población, de forma natural nacen 104 o 105 hombres por cada 100 mujeres, pero en los datos en la península ibérica el número no es 104 o 105, sino que es 151. Podrían entenderse varias hipótesis: quizás ellas eran enterradas en otro sitio o sus prácticas funerarias eran distintas, no sabemos justamente por qué.

¿Qué diferencias reflejan las representaciones gráficas entre ellos y ellas?
En el Neolítico, en la península ibérica hay un conjunto de representaciones artísticas que son patrimonio mundial de la Unesco, llamadas arte levantino. Son naturalistas en tanto que representan la figura humana de manera natural y pueden diferenciarse sexualmente. Hay figuras que tienen pecho y otras, pene. El 100 % de las veces en que aparecen hombres estos aparecen con arco y flechas, cazando o enfrentándose entre ellos. Sin embargo, cuando aparecen ellas, las actividades que están realizando no se entienden muy bien. Aparecen en grupo y hay interpretaciones de que están recolectando miel o cuidando. Para la Edad del Cobre, por su parte, las representaciones se resumen en pequeñas figuritas que suelen llamarse ídolos y que tienen ojos, nariz, cejas, una especie de pelo dibujado, pero no caracteres sexuales, por lo que no parece que las sociedades de esa época tuviesen un interés de representarse sexualmente.

¿Que los hombres estuvieran más relacionados con la violencia los hacía superiores a las mujeres?
Habría que ver algunas cosas más, no es solo la violencia. Otras investigaciones hacen pensar que en el Neolítico pudo estar existiendo una manera incipiente de desigualdad en términos de poder, pero no podemos afirmar de manera tajante que hubiera patriarcado. Es muy difícil decir eso con los datos que hay ahora mismo. Sí parece que al menos la violencia puede estar empezando a ser un marcador de género; es decir, un acto, un hecho, un elemento más asociado a los hombres que a las mujeres, y teniendo en cuenta la capacidad coercitiva de la violencia eso podría ser entendido como un elemento de desigualdad. Hay que ser cauteloso, porque no sabemos si fue la causa pero sí sabemos que tiene un papel fundamental.

¿Cuál es el aporte de su investigación al movimiento feminista?
Creo que aporta al feminismo en la medida en que si se busca el origen de algo es porque hay un comienzo de ese algo, porque la desigualdad entre hombres y mujeres es realmente algo cultural. Si encontramos el origen se acabaría el debate entre determinismo y posición sociocultural, porque si algo ha empezado es porque no siempre ha sido así. Si por el contrario no encontramos un origen, también es positivo abordar grandes cuestiones de manera amplia, no considerando solo a los hombres como se ha hecho hasta hace poco. El feminismo ha permitido que se hagan estudios sobre individuos infantiles de cómo eran los niños y las niñas del pasado, y en esa medida está haciendo más democrática la ciencia.

¿Hay un rastro en la prehistoria del modelo tradicional de familia: papá, mamá e hijos?
Si antes se encontraba una tumba de dos adultos y un infantil se decía casi automáticamente que eran el padre, la madre y el niño, antes incluso de que se hiciera un estudio antropológico y físico de los huesos. Eso cada vez es más impensable, porque probablemente no lo sea. Yo no he encontrado ninguna evidencia de nada en particular: ni se repite la familia nuclear estándar ni lo contrario. Lo que hay es una enorme diversidad de formas de enterramiento de tumbas con una persona, con dos, con una mujer o con 18 mujeres. Ese es el caso de un enterramiento llamado Tholos de Montelirio cerca a Sevilla, en Valencina de la Concepción, donde se encontraron más de una decena de mujeres.

Fotografía del yacimeinto Tholos de Montelirio, en Valencina de la Concepción (de la Edad del Cobre) / Cortesía del grupo de investigación Atlas, Universidad de Sevilla, España. Autor: Álvaro Fernández Flores.

Si hay indicios de la desigualdad en el Neolítico, ¿qué pasa en la Edad del Cobre?, ¿hay más rastros?
Eso fue un poco extraño, porque yo hice la tesis cronológicamente. Así que en el Neolítico estábamos muy entusiasmados por la serie de evidencias que había sobre la violencia y la posible diferenciación y desigualdad. Pero cuando empezamos con el siguiente período esperábamos que hubiera más, a manera de línea evolutiva; sin embargo los datos de la diferencia no eran más sino menos. En algunos casos, en las tumbas de esta época, son las mujeres quienes tienen ajuares de mayor cantidad y calidad que ellos. No era entonces un retroceso, pero tampoco fue una continuidad y eso sí que nos sorprendió. Sin embargo, los datos son los datos y quizá tengan relación con nuestra visión lineal de los procesos históricos. Si ha pasado esto primero necesariamente después tiene que aumentar y sin embargo no siempre es así, no siempre hay un proceso de transformación necesariamente exponencial que vaya a más, sino que puede haber retrocesos o avances más adelante.

¿Cuál es su lectura del momento histórico actual frente a la desigualdad de género?
Hay un avance en el sentido de que hay un movimiento de consecución de derechos e igualdad por parte de las mujeres, quienes estaban y están en situación de discriminación, pero también es un momento de alerta precisamente por eso de que los cambios no son necesariamente siempre hacia adelante, sino que puede haber retrocesos y modificaciones distintas en otros sentidos. Hay una tendencia hacia la igualdad, pero a la vez hay una reacción fuerte para que ese avance no continúe. No hablo de una oposición entre hombres y mujeres, sino de una oposición entre quienes quieren avanzar hacia la igualdad y quienes se resisten a ella por falta de privilegios, miedo de perder la identidad o la tradición.

¿Cómo es que apenas estamos hablando de feminismo si desde la prehistoria encontramos indicios de desigualdad?
Porque desde hace mucho tiempo sucede. Cuando hay algo que está tan profundamente anclado en lo social es como que siempre ha sido así y se produce una ausencia de cuestionamiento, porque no piensas que eso pueda ser distinto. Lo naturalizas, aunque en sí mismo no hay nada de normal o natural. No nos han dejado espacio para pensar que fuera de otra manera. En ese sentido, creo que la pregunta quizá sea al contrario: ¿cómo puede ser que haya gente que a pesar de que le hayan dicho que esto siempre ha sido así, se lo cuestione?Por eso la evidencia material del pasado nos ayuda a entender cómo hemos llegado al momento presente. No podemos buscar el origen de la desigualdad de género o de la desigualdad social en el Imperio romano, porque ya existía; tenemos que buscarlo antes, en sociedades que han dado lugar a ese tipo de imperio y eso sucede casi siempre en la prehistoria, en sociedades en las que no tienen escritura todavía, en la que todo está un poco por hacer, incluyendo la desigualdad de género.

Fuente: El Espectador

Hijos de Roma: los habitantes de la villa de Cuenca más ostentosa de Hispania y la polémica generada

Entrada a la aldea de Noheda, Cuenca, donde está la villa romana. / José Gómez

"¿Qué si me siento romano? ¡Yo soy católico, apostólico y romano! ¡Romano por partida doble soy yo!", bromea Federico, uno de los once habitantes de la pedanía conquense de Noheda, que depende el pueblo conquese de Villar Domingo García. A Federico le hemos pillado frente a la iglesia parroquial de Nuestra Señora, de la Asunción vigilando la evolución de un joven nogal. "Esa piedra junto a la Iglesia es romana. Todos tenemos cosas en nuestras casas, antiguamente se construía con lo que había y las piedras del yacimiento y estaban ya cortadas. Aquí si escarbas un poco sale un trozo de cerámica romana o una tesela (fragmento de mosaico)", dice señalando los alcorques de unos olmos recién plantados
.
"Toda la aldea está sobre una gran villa romana; la necrópolis está por allí y encima, en este cerro, hay restos íberos. Hay alguna moneda roñosa, pero poca cosa", dice mientras baja la mirada y se vuelve a su casa para hacer la comida a su mujer enferma. Federico Alcalde tiene 85 años y ha sido toda la vida maestro encuadernador en Cuenca. Es padre de ocho hijos y después de vender el piso "que le dio Franco" se ha vuelto a su pueblo, que casualmente está en el lugar donde se emplaza una la villa romana más ostentosa de toda la Hispania Romana. Un hecho que fascina a este anciano, que tiene un vicio confesable: buscador de tesoros "con licencia, ¿eh?".

Mosaico de la villa romana de Noheda, Cuenca. / José Gómez

Y sabe que los romanos ricos amaban la 'rurs in urbe' (el campo en la ciudad en latín), por lo que tiene claro que lo más jugoso está por desenterrar. También que tres poderosas ciudades romanas también son conquenses: Segóbriga, Valeria y Ercávica y que Noheda no está muy distante de esta última. Conoce al dedillo que la conquista de estas tierras llevada a cargo por Tiberio Sempronio Graco en el año 179 a.C., la romanización dejó sus huellas en Cuenca. La riqueza de la tierra, y las posibilidades de explotación económica fueron el móvil que condujo al pueblo romano hasta ellas. Pero vayamos por partes.

Federico Alcalde, maestro encuadernador y habitante de Noheda, Cuenca. / José Gómez

Hace la friolera de 17 siglos un misterioso noble romano, que algunos apuntas que podría ser el propio emperador Teodosio I de origen hispano, levantó una gigantesca hacienda rural. Diez años de excavaciones han permitido desenterrar el 5% del yacimiento y han sacado a la luz, de momento, el mayor mosaico figurativo del Imperio y una gran colección de esculturas de mármol con las principales divinidades clásica. Un lujo para un anciano buscador de tesoros. Y una potencial fuente de riqueza para este pequeño municipio de 225 habitantes que ve como se ha cerrado la escuela, se ha abandonado el cuartel de la Guardia Civil con sus familias con niños y donde la cercanía con Cuenca (15 minutos en coche) juega más en contra que a su favor.
De la mano de Federico, conocemos a Agustina, casada con Andres, descendiente de los colonos de Noheda. Tanto que la familia sigue refiéndose inconscientemente a José Luis Lledó, un afamado psiquiatra que adueña el 50 % del pueblo "y las tierras hasta donde llega la vista", como "el amo". Noheda era en un principio tierras del Cabildo de Cuenca pero en la desamortización del siglo XIX lo compró un antepasado de Lledó. Como no podía ser de otra manera el rico galeno tenía el mosaico en su finca, lo descubrió porque se le enganchó un arado a uno de sus operarios en los años 80. El titular fue expropiado por el Ayuntamiento en 2013, reclama 48,9 millones de euros por el valor del yacimiento romano. Una comisión académica lo valoró en 2014 en seis millones, mientras que el municipio ofreció 7.500 euros por las cinco hectáreas de suelo rústico.

Agustina con Federico en Noheda, Cuenca. / José Gómez

Ahora todos quieren un pedazo de la hacienda de un romano inmensamente rico que tuvo su paraíso de 80 kilómetros cuadrados con edificaciones que ocupan 10 hectáreas. Un misterioso hombre que hace traer los mejores materiales del mundo conocido para decorar las estancias y ordena diseñar un gigantesco mosaico figurativo, que los expertos consideran que es el más grande del Imperio romano: 291 metros cuadrados de teselas elaboradas con los mármoles y piedras más preciados. Tesalas de hasta quince tamaños para simular proporciones. De oro y de cristal. Y toda la gama de colores y sus matices. Un virtuosismo que pocos podían costearse.
Esta mañana en Noheda apenas hay vecinos. La pareja joven que vive con dos niñas en la parte alta están trabajando en Cuenca y el resto, están laborando en las viñas, una costumbre romana que perdura en esta serranía. El alcalde Javier Parrilla nos conduce hasta la villa. Lleva 20 años en el cargo por el Partido Popular y nos abre un yacimiento cerrado al público, porque se ha acabado para seguir haciendo catas en el yacimiento y desenterrando el tesoro que esconde el subsuelo. "Todo lo que se ha invertido aquí ha sido gracias a la Diputación. Ahora hemos conseguido una subvención de Fomento de 500.000 euros, pero para sacar esta Villa se necesitan millones", asegura. Parrilla, como el 80% de los habitantes de este pueblo tiene los ojos claros, dice que aquí más que romanos con gallegos, de repoblación después de la Reconquista y es muy fuerte en el pueblo el apellido Carballo.

Uno de los mosaicos de la villa romana de Noheda, Cuenca. / José Gómez

Parrilla habla como un arqueólogo explicando los impresionantes frescos del triclinum, una estancia de la casa romana que ocupa más de 700 metros cuando en las villas de Pompeya no llega a 50. El rictus político le sale cuando habla de Lledó y la reclamación millonaria por su expropiación: "La Ley de Patrimonio Histórico establece en su artículo 44 que el descubridor deberá comunicar a la Administración competente su descubrimiento en el plazo máximo de 30 días e inmediatamente cuando se trate de hallazgos casuales", alega. Como se descubrió en los años 80 y al no haber avisado en el plazo que marca la ley, no le correspondería el “premio”.
No fue hasta 2004 cuando las autoridades fueron conscientes del hallazgo. Ramón Villa, jefe de servicio de Patrimonio de la Junta, da su versión: “Lo encontraron y no hicieron nada. Se callaron. Es cierto que durante más de 20 años pararon la actividad agrícola en la finca, por lo que ha llegado hasta nosotros en buen estado, esto hay que reconocerlo, pero no dieron el aviso a que obliga la ley”. Ahora, el edificio permanece cerrado y el yacimiento parado por falta de financiación.

El alcalde popular Javier Parrilla en el centro de interpretación de Villar, Cuenca. / José Gómez

Son las 16.00 En el Bar Goyo hay varios miembros de la Asociación Villa Romana de Noheda, que congrega a unas 50 personas del pueblo que se consideran "muy romanos". Están preparando las jornadas romanas que llevan en el pueblo ocho ediciones. Todos han participado en las excavaciones y relatan con pasión de arqueólogo sus descubrimientos. "Yo me había dedicado siempre a la limpieza y trabajar en el yacimiento como voluntaria se convirtió en mi pasión. Yo les preguntaba a los arqueólogos, y ¿por qué este mármol se limpia tan bien? Y me decían que porque era más caro. Hay treinta tipos de mármoles aquí, esto no tiene precedentes en ningún edificio del Imperio Romano". Lo relata María del Mar Arribas, una mujer que se siente orgullosa de haber encontrado una escultura de mármol blanco. "Isabel, la arqueólogo, me dijo: 'sácalo, tú'. Nunca lo olvidaré".
Ella, como Carmen Ballesteros, llevan una década formándose de manera autodidacta sobre Roma. Carmen se siente también muy afortunada por haber sacado mosaicos. "Con una postura malísima, tumbada en el suelo con un cepillito. Entonces no estaba el edificio construido y estábamos en el campo con sombrillas y luego con una carpa. Es una pena que solo se haya sacado el 5%, queda el edificio de recepciones, todas las estancias de la villa, solo hemos sacado una, las termas....", relata. Y es que a estas señoras no les falta vocabulario y tan pronto te hablan de la 'terra sigilata Hispánica', como de las teselas doradas o de los mitos de sus mosaicos que conocen al dedillo.

María del Mar Arribas, en el centro de interpretación Villa de Noheda, Cuenca. / Jose Gómez

Ellas también forman parte de la comitiva que organiza las jornadas romas que trufan con obras satíricas de teatro. Todos claman para que la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha venga, de algún modo, a visitarles e inyecte dinero para poder abrir el mosaico al público y seguir descubriendo tesoros. "Es que aquí, señora, somos muy de Roma", afirman. Pues eso.

Fuente: lainformacion.com | 15 de junio de 2019

Javier Parrilla zanja la polémica generada con el yacimiento de Noheda


Después de muchos años de esfuerzos por parte del ayuntamiento de Villar de Domingo García, la Villa romana de Noheda está cada vez más cerca de abrir sus puertas al público.
Este yacimiento arqueológico, de valor incalculado, presenta una gran riqueza patrimonial. Desde el consistorio esperan que sea uno de los lugares más visitados de la provincia de Cuenca.
Todavía no se pueden concretar fechas de apertura al público, pero el alcalde del pueblo, Javier Parrilla, asegura que su intención es que se abra antes de acabar el año. No obstante, todo dependerá del transcurso de las labores de restauración. Aunque como señala el alcalde, ambas cosas son compatibles porque el edificio que alberga el yacimiento está preparado para ello.

El mayor mosaico figurativo del mundo está en Noheda

De manera fortuita, así fue cómo unos agricultores descubrieron esta maravilla romana oculta bajo el suelo de Noheda, una pequeña aldea perteneciente al municipio de Villar de Domingo García. En el año 1984, durante unas labores de labranza, la familia propietaria del suelo descubría el yacimiento, aunque por causas que se desconocen, lo volvieron a enterrar.
Años más tarde, el consistorio puso en marcha toda la maquinaria necesaria para sacar a la luz esa joya oculta, que sería de interés general. Lo que nadie pensaba es que después de tantos años, el asunto diese tanto de qué hablar.

Pues bien, en declaraciones exclusivas de Javier Parrilla (izquierda) a Globalnews10, desde el 2005, el ayuntamiento de Villar de Domingo García tiene constancia de que existe un yacimiento arqueológico en la zona. Es entonces cuando comienzan los trabajos y las excavaciones para determinar la importancia de los restos, hasta que finalmente pueden constatar que se trata de una Villa romana de gran valor.

El origen de la polémica

Es cierto que en 2013 estos terrenos fueron expropiados por el ayuntamiento a cambio de 7.500 euros. Sin embargo, como señala Javier Parrilla, «hasta que se llega ahí pasa mucho tiempo«.
En primer lugar, destaca que antes de eso se realizaron excavaciones en los terrenos pagadas con dinero público desde el 2005, gracias a que el propietario del terreno permite los movimientos. Sin embargo, «llega un momento en el que los restos arqueológicos son de tal naturaleza y tanta importancia que se tenía que acometer una obra para protegerlos. Pero eso tendría que ser con dinero público porque no se puede acometer una obra en una propiedad privada con dinero público«.
«Lo que se expropia es el suelo del terreno«, asegura. Y es que el yacimiento arqueológico es de dominio público, ya que se trata de un bien de interés general. Por ese motivo, los 7.500 euros se hicieron sobre el valor del suelo, sin contemplar el valor de la reliquia romana. En este sentido, niega que el expropietario reclame una cantidad de casi 49 millones de euros.

Zanja la polémica con los terrenos

«Esperemos que la polémica se quede zanjada porque hemos obrado en beneficio del interés general y del pueblo, dejando a un lado los intereses particulares», asegura Parrilla.
«El propietario, si finalmente cree que tiene derecho una cantidad superior al valor de las tierras, tal y como dice la sentencia TSJ de Castilla-La Mancha, podría tener derecho a lo que el valor de patrimonio otorga al descubridor, el derecho a un premio, y eso se lo tendría que reclamar a la comunidad autónoma y no al ayuntamiento«, explica.

Una gran oportunidad para el pueblo

Por otro lado, el alcalde se muestra satisfecho con los trabajos de restauración de la Villa romana de Noheda. «Al hacerlo visitable, pensamos que el turismo va a ser una gran fuente de riqueza a un pueblo tan pequeño como este», declara.
«Tenemos previsto solicitar en el transcurso de las obras, que sea visitable en sus inicios de una forma ordenada. Podríamos acoger una afluencia de turistas razonable y el pueblo también podría crecer de esa manera», explica Javier Parrilla.
En cuanto a la fecha estimada de apertura al público «finales de verano, otoño, finales de año. Depende del transcurso de las obras», asegura.

Fuente: globalnews10.com | 17 de junio de 2019