El Castillo de Gauzón (Avilés, Asturias), como nunca se ha visto: así es la recreación del yacimiento en 3D

Infografía final de la reconstrucción virtual del castillo de Gauzón. Vista general del asentamiento desde el norte

El equipo arqueológico del castillo de Gauzón, en colaboración con el infógrafo Pablo Aparicio Resco, publica las infografías de reconstrucción virtual en 3D del castillo de Gauzón en el último número (12(25) de 2021) de la revista Virtual Archaeology Review. Esta revista está editada por la Universidad Politécnica de Valencia, y es considerada la más prestigiosa en España en el ámbito de las infografías históricas y arqueológicas, contando además con gran difusión y reconocimiento académico a nivel internacional.

Foto: El Peñón de Raíces, donde se asentaba el castillo de Gauzón.

El artículo está firmado por Pablo Aparicio Resco, uno de los infógrafos más valorados en España por su calidad técnica y artística, junto con Alejandro García Álvarez-Busto e Iván Muñiz López (directores científicos del proyecto arqueológico) y Noelia Fernández Calderón (arqueóloga encargada del laboratorio arqueológico del castillo de Gauzón).

El resultado es la elaboración de diferentes vistas aéreas de la reconstrucción infográfica tridimensional de cómo se cree que era el castillo de Gauzón a principios del siglo X, cuando se elaboró en el la Cruz de la Victoria (derecha).

Esta hipótesis de reconstrucción virtual se ha desarrollado a partir de las evidencias científicas recuperadas en las sucesivas campañas de excavación arqueológica realizadas en el sitio, así como mediante la comparación con otras arquitecturas fortificadas de la alta Edad Media peninsular y europea. Otra cuestión muy cuidada en las infografías ha sido la recreación del paisaje de marismas y dunas que rodeaban al Peñón de Raíces en el Medievo, muy diferente por tanto del actual.

Estas infografías se convierten de esta manera en un recurso didáctico fundamental en la futura promoción cultural y turística del yacimiento arqueológico, dentro del plan general de investigación, recuperación y puesta en valor del castillo de Gauzón promovido por el Ayuntamiento de Castrillón en los últimos años.

Localización del castillo de Gauzón en la bocana de la ría de Avilés, en el litoral asturiano.

La reconstrucción virtual de un yacimiento es el espejo en el que se refleja el proceso de investigación arqueológica, con todas sus incertidumbres y certezas, generándose un espacio de reflexión sobre la materialidad perdida a la par que el propio vestigio se reconfigura en recurso patrimonial, didáctico y social.

El Gauzón es la célebre fortificación de los reyes astures en la cual se elaboró la Cruz de la Victoria en el año 908. En la primera parte del artículo que acaba de ver la luz se ofrece un análisis detallado de los componentes morfológicos y arquitectónicos que han sido documentados en este asentamiento defensivo a la luz de la investigación arqueológica, y que proporcionan los principales fundamentos de la reconstrucción infográfica.

Infografías finales de la reconstrucción virtual del castillo de Gauzón: a) Vista general del castillo desde el sur, el poblado y su entorno; b) Vista general del castillo desde el oeste

En un segundo apartado se revisan las fuentes de información histórica y los paralelos arqueológicos y arquitectónicos manejados, y que han ayudado a aquilatar las diferentes hipótesis reconstructivas contempladas aplicando una metodología comparativa. Se explica en último lugar el resultado obtenido con las infografías elaboradas, atendiendo al planteamiento de los bocetos preliminares, a la metodología de trabajo aplicada y al empleo de la escala de evidencia histórico-arqueológica.

El principal interés de los autores era la realización de un trabajo gráfico científico, para lo cual han enfatizado la utilización de la escala que representa evidencia histórica/arqueológica para reconstrucciones virtuales, herramienta que permite asegurar los principios de autenticidad y transparencia científica en cualquier reconstrucción.

Infografía final de la reconstrucción virtual del castillo de Gauzón. Vista general del asentamiento desde el suroeste.

El trabajo constituye un buen ejemplo del uso de esa herramienta gráfica en el desarrollo y consolidación de nuevas hipótesis interpretativas de un sitio arqueológico, a la par que se demuestran sus capacidades en la difusión de los resultados de la propia investigación arqueológica.

Fuente: lne.es | 7 de mayo de 2021

Descubren dos bóvedas del anfiteatro romano de Toledo en las obras de una vivienda

Arqueólogos trabajando en los restos del antiguo anfiteatro romano encontrado en Toledo. PeriódicoCLM

Toledo no para de sorprender. Si hace solo unos días se descubría un tramo de muralla de origen Omeya y tres nuevas torres, este lunes han aparecido dos bóvedas pertenecientes a lo que fuera el anfiteatro romano de Toledo durante unos trabajos en una vivienda particular de la capital regional.

Así lo ha señalado la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, que se ha desplazado a la zona para comprobar la importancia de este hallazgo. Los restos se han encontrado durante los trabajos de rehabilitación que se están realizando en una vivienda de la calle Honda, en el barrio toledano de las Covachuelas, un lugar emblemático para los expertos que ya conocían la existencia del anfiteatro.

Según ha explicado Ana Muñoz, se trataría de dos bóvedas que en su día estarían adosadas a un muro con el fin de poder soportar la estructura del graderío del anfiteatro. «Aunque los restos que han aparecido deben ser estudiados, los primeros indicios apuntan a que pertenecen al periodo Alto Imperial romano», ha señalado.

La viceconsejera de Cultura y Deporte, Ana Muñoz, acompañada de los propietarios del solar donde se han descubierto las bóvedas romanas. Foto: Consejería de Educación, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha.

Muñoz ha explicado que en la zona de las Covachuelas, donde se han hallado las bóvedas en un solar particular, «nunca se había excavado tanto como en esta ocasión, pero debido a que en los trabajos de la vivienda se 'han bajado' más de lo habitual, se han podido encontrar los restos a cinco metros de profundidad». El trabajo sobre los restos arqueológicos está siendo dirigido por Samuel Rodríguez y Manuel Peces.

La viceconsejera ha añadido que se trata de «un descubrimiento muy relevante» que viene a poner de manifiesto la importancia que tenía la capital regional en el mundo romano. Aunque es evidente que Toledo contaba con un circo situado extramuros de la ciudad, y prueba de ello son los restos que se conservan, «no teníamos constancia de restos significativos de la presencia de un anfiteatro y con el hallazgo que se ha producido hoy tenemos la certeza sobre dónde estaba ubicado».

Ana Muñoz ha añadido que «con este descubrimiento se afianzan las teorías sobre la relevancia de 'Toletum' en la época romana, ya que solo disponían de este tipo de edificaciones destinadas al uso lúdico las ciudades importantes».

De forma paralela, Cultura ya ha hablado con el Ayuntamiento de Toledo y con el Consorcio de la ciudad y espera poder mantener una reunión los tres esta misma semana con el objetivo de «sentarnos y pensar un poco, y planificar, que es fundamental en la gestión del patrimonio», ha indicado Muñoz.

Al ser un hallazgo "muy relevante", que viene a confirmar la ubicación del anfiteatro romano del que hasta ahora solo había indicios, la viceconsejera ha señalado: «creo que es una decisión que tenemos que tomar entre todos, tiene que ser consensuada, pensada y, sobre todo, bien planificada por el bien del patrimonio y de la historia de Toledo».

«Es una pequeña sección del anfiteatro y gracias a ella, con estudios, se podría saber la extensión del graderío. Es un descubrimiento muy importante porque nos permite documentar restos in situ y eso nos puede dar mucha información: orientación, altura, dimensiones, ubicación de la arena...», explica Rebeca Rubio, decana de la Facultad de Humanidades y una de las mayores especialistas en el Toledo romano, la cual también tiene muy claro que si se optara por la opción de conservación «hay que apoyar al propietario».

Planta, alzado y situación del anfiteatro de Toledo según A. Rey Pastor

En el siglo XVII, el sacerdote Cristóbal Lozano, en su libro ‘Los Nuevos Reyes de Toledo’, hacía referencia al anfiteatro diciendo que «el barrio de las Covachuelas tomó ese nombre por las muchas cuevas que allí hubo y que cada día se descubren», procedentes de la estructura romana». Además, apuntaba a que tenía «catorce gradas en contorno», un tamaño considerable que, pese a todo, está más que en duda.

Y es que, los estudios del anfiteatro romano de Toledo lo sitúan como uno de los más pequeños en extensión de Hispania, con un aspecto similar al de Segóbriga, conservado hasta nuestros días.

Vista de las obras donde se han encontrado las dos bóvedas del anfiteatro romano de Toledo. EFE.

Rebeca Rubio, en su trabajo ‘El circo romano de Toledo y la Vega Baja en época romana’, reseña que el anfiteatro ya es situado en la calle Honda tanto por Amador de los Ríos padre como por su hijo, a mitad del siglo XIX, así como por el geógrafo Alfonso Rey Pastor en 1932, «en una zona con excelente accesibilidad y aprovechando el pronunciado desnivel natural del terreno para apoyar las gradas de más de la mitad del edificio». Rey Pastor fue más allá y planteó unas posibles dimensiones del edificio, situándolo en unas medidas máximas «de 80x50 metros».

Además, hay que destacar, de cara a encontrar más restos en la zona, que en 1906, tal y como indica el investigador Mariano Maroto Garrido en su obra ‘Fuentes documentales para el estudio de la arqueología de la provincia de Toledo' (1991), se procedió a la voladura de muchas partes del anfiteatro que provocaron el desplazamiento de grandes piezas que, con posterioridad, se han ido descubriendo por la zona.

Fuentes: abc.es | periodicoclm.publico.es | latribunadetoledo.es | 4 de mayo de 2021

Análisis de ADN antiguo revela el origen de las primeras civilizaciones griegas

Representación artística creada por Olga Dolgova. La imagen muestra a una mujer del famoso fresco del Palacio de Knossos de la Edad del Bronce minoica en Creta, una molécula de ADN y una red neuronal, que representa la historia genómica de las civilizaciones egeas de la Edad del Bronce.

Las primeras civilizaciones que construyeron palacios monumentales y centros urbanos en Europa son genéticamente más homogéneas de lo esperado, según el primer estudio en secuenciar genomas completos recolectados de antiguos sitios arqueológicos alrededor del mar Egeo. El estudio ha sido publicado en la revista Cell.

A pesar de las marcadas diferencias en las costumbres funerarias, la arquitectura y el arte, la civilización minoica en Creta, la civilización heládica en la Grecia continental y la civilización cicládica en las islas Cícladas en medio del Mar Egeo, fueron genéticamente similares durante la Edad del Bronce Antiguo (hace 5000 años).

Los hallazgos son importantes porque sugieren que las innovaciones críticas como el desarrollo de centros urbanos, el uso de metales y el comercio intensivo realizados durante la transición del Neolítico a la Edad del Bronce no se debieron solo a la inmigración masiva desde el este del Egeo como se pensaba anteriormente, sino también a la continuidad cultural de los grupos neolíticos locales.

Esqueleto de uno de los dos individuos que vivieron a mediados de la Edad del Bronce y cuyo genoma completo fue reconstruido y secuenciado por el equipo de Lausana. Proviene del sitio arqueológico de Elati-Logkas, en el norte de Grecia. Crédito: Eforato de Antigüedades de Kozani, Ministerio de Cultura de Grecia, Grecia. Dra. Georgia Karamitrou-Mentessidi.

El estudio también encuentra que en la Edad del Bronce Medio (hace 4600-4000 años), los individuos del norte del Egeo eran considerablemente diferentes en comparación con los de la Edad del Bronce Temprano. Estos individuos compartían la mitad de su ascendencia con personas de la estepa póntico-caspio, una gran región geográfica que se extiende entre los ríos Danubio y Ural y al norte del Mar Negro, y eran muy similares a los griegos actuales.

Los hallazgos sugieren que las oleadas de migración de los pastores de la estepa póntico-caspio, o poblaciones al norte del Egeo que tienen una ascendencia similar a la estepa póntico-caspio, dieron forma a la Grecia actual. Todas estas posibles olas de migración son anteriores a la aparición de la forma documentada más antigua del griego, lo que respalda las teorías que explican el surgimiento del proto-griego y la evolución de las lenguas indoeuropeas en Anatolia o en la región de la estepa póntica-caspia.

El equipo tomó muestras de restos óseos bien conservados en sitios arqueológicos. Secuenciaron seis genomas completos, cuatro de las tres culturas durante la Edad del Bronce Temprano y dos de una cultura heládica durante la Edad del Bronce Medio.

Ubicación geográfica de sitios arqueológicos y fechas de radiocarbono

(A) Los sitios arqueológicos están indicados por símbolos cuadrados, coloreados de acuerdo con su grupo cultural egeo correspondiente. Los asteriscos indican sitios arqueológicos para los que se generaron datos de captura de ADN mitocondrial (ADNmt). Los genomas completos de seis muestras individuales (Pta08 , Kou01 , Kou03 , Mik15 , Log02 y Log04) secuenciados se colorean de acuerdo con sus fechas de radiocarbono.

(B) Fechas de radiocarbono de los seis individuos secuenciados de genoma completo junto con 12 individuos de la Grecia actual de estudios anteriores. Para los dos individuos del Mesolítico, solo se dispone de datos de ADNmt. La barra indica el rango de la fecha calibrada Cal 1-sigma OxCal para cada individuo.

Los investigadores también secuenciaron los genomas mitocondriales de otros once individuos de la Edad del Bronce Temprano. La secuenciación de genomas completos proporcionó a los investigadores datos suficientes para realizar análisis demográficos y estadísticos de las historias de las poblaciones.

La secuenciación de genomas antiguos es un gran desafío, particularmente debido a la degradación del material biológico y la contaminación humana. Un equipo de investigación del CNAG-CRG (Centro Nacional de Análisis Genómico) un papel importante en la superación de este desafío mediante el uso del aprendizaje automático.

Según Oscar Lao (izquierda), Jefe del Grupo de Genómica de Poblaciones del CNAG-CRG, "Dada la cantidad de muestras y la calidad del ADN que encontramos era enorme para este tipo de estudio, hemos desarrollado sofisticadas herramientas de aprendizaje automático para superar desafíos como como la baja profundidad de cobertura, los daños y la contaminación humana moderna, abriendo la puerta a la aplicación de la inteligencia artificial a los datos paleogenómicos".

"La implementación del aprendizaje profundo en la inferencia demográfica basada en muestras antiguas nos permitió reconstruir las relaciones ancestrales entre las poblaciones antiguas e inferir de manera fiable la cantidad y el momento de los eventos de migración masiva que marcaron la transición cultural del Neolítico a la Edad del Bronce en el Egeo", dice Olga Dolgova (derecha), investigadora postdoctoral en el Grupo de Genómica de Poblaciones del CNAG-CRG.

La Edad del Bronce en Eurasia estuvo marcada por cambios fundamentales en los niveles social, político y económico, visibles en la aparición de los primeros grandes centros urbanos y palacios monumentales. El creciente intercambio económico y cultural que se desarrolló durante este tiempo sentó las bases para los sistemas económicos modernos, incluido el capitalismo, los tratados políticos de larga distancia y una economía comercial mundial.

A pesar de su importancia para comprender el surgimiento de las civilizaciones europeas y la difusión de las lenguas indoeuropeas, los orígenes genéticos de los pueblos detrás de la transición del Neolítico a la Edad del Bronce y su contribución a la población griega actual siguen siendo controvertidos.

Los estudios futuros podrían investigar genomas completos entre el Mesolítico y la Edad del Bronce en Armenia y el Cáucaso para ayudar a identificar aún más los orígenes de la migración al Egeo y para integrar mejor los datos genómicos con la evidencia arqueológica y lingüística existente.

Fuente: cnag-crg.eu | 6 de mayo de 2021

Hallan el enterramiento más antiguo de un 'Homo sapiens' (78.000 años) perteneciente al continente africano (Kenia)

Según la forma en que los restos habían cambiado de posición, los investigadores sospechan que algún material perecedero se colocó como almohada debajo de la cabeza del niño en el entierro y luego se descompuso.ILUSTRACIÓN DE FERNANDO FUEYO.

La revista Nature publica hoy en portada un estudio coliderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH, Jena) y los Museos Nacionales de Kenia (MNK, Nairobi), en el que se detalla el enterramiento humano más antiguo de África. Se trata de un niño de unos 3 años de edad, enterrado en la entrada de la cueva de Panga ya Saidi (Kenia), hace78.000 años, que pertenecía a nuestra especie, Homo sapiens.

Foto: Cueva de Panga ya Saidi / TW @UiB

A pesar de que África se considera la cuna de la modernidad biológica y cultural, las primeras evidencias de enterramientos en este continente son escasas y, a menudo, ambiguas. Así, el origen y desarrollo de las prácticas mortuorias en África, sigue siendo un misterio. Este estudio contribuye con nuevos datos a nuestro conocimiento sobre cómo las poblaciones de la Edad de Piedra Media (MSA por sus siglas en inglés, Middle Stone Age) interactuaban con los muertos.

Desde que comenzaron las excavaciones en 2010, Panga ya Saidi ha sido un enclave fundamental para investigar el origen de nuestra especie. Las excavaciones son fruto de la colaboración entre los arqueólogos del MPI-SHH y de los NMK. “En cuanto visitamos Panga ya Saidi por primera vez, supimos que era especial”, afirma Nicole Boivin (izquierda), investigadora principal del proyecto de investigación original y directora del Departamento de Arqueología del MPI-SHH. “El yacimiento es verdaderamente único. Las sucesivas temporadas de excavación en Panga ya Saidi lo sitúan como un yacimiento clave en la costa del este de África, con un registro extraordinario de 78.000 años de actividades culturales, tecnológicas y simbólicas".

En 2013 se encontraron los primeros fragmentos de hueso, pero no sería hasta la excavación de 2017 cuando la cavidad en la que se hallaba el cuerpo quedó completamente expuesta. Se trataba de una cavidad circular situada a unos tres metros por debajo del suelo actual de la cueva, rellena de sedimento y una acumulación de huesos frágiles y muy degradados. Dada su delicadeza, el bloque fue estabilizado y escayolado en campo.

“En ese momento, no estábamos seguros de qué habíamos encontrado. Los huesos eran demasiado delicados para estudiarlos in situ”, señala Emmanuel Ndiema (derecha), de los Museos Nacionales de Kenia. "Estábamos entusiasmados con el hallazgo, pero pasaría un tiempo antes de que comprendiéramos su importancia".

Diferentes perspectivas de cómo estaba colocado el esqueleto de Mtoto.

Restos humanos descubiertos en el CENIEH

Una vez escayolado, el bloque fue transportado primero a Nairobi y luego a Burgos, para su excavación y análisis especializado en los laboratorios de Conservación y Restauración, Arqueometría, Cartografía Digital y Análisis 3D, y Microscopía y Microtomografía Computarizada del CENIEH.

Dos dientes, visibles en la superficie durante la excavación inicial de laboratorio del bloque de sedimento en el NMK, llevaron a los investigadores a sospechar que los restos podrían ser humanos. El trabajo llevado a cabo por el Grupo de Antropología Dental del CENIEH, confirmó que los dientes pertenecían a un niño humano de 2,5 a 3 años, que más tarde fue apodado "Mtoto", que significa "niño" en suajili.

Durante más de un año, la responsable del Laboratorio de Conservación y Restauración del CENIEH, Pilar Fernández-Colón (izquierda), trabajó en la minuciosa excavación del bloque de sedimento, con la dificultad añadida de la extrema fragilidad y consistencia pulverulenta de los huesos.

“Comenzaron a perfilarse partes del cráneo y la cara, con la articulación intacta de la mandíbula y algunos dientes cuya raíz aún no se había formado”, explica la paleoantropóloga María Martinón-Torres (derecha), directora del CENIEH. “La articulación de la columna vertebral y las costillas también se conservaban, e incluso se mantenía la curvatura de la caja torácica. Todo esto apuntaba a que se trataba de un enterramiento deliberado y que la descomposición del cuerpo había ocurrido en la misma cavidad en la que se habían hallado los huesos”

El análisis microscópico de los huesos y del suelo circundante confirmó que, tras ser depositado en la cavidad, el cuerpo había sido cubierto con tierra rápidamente, protegiéndolo así del deterioro y la desarticulación. Mtoto se hallaba en posición flexionada, con las rodillas hacia el pecho, recostado sobre su lado derecho. La evidencia tafonómica apunta al uso de un sudario o mortaja o a un enterramiento en tierra densamente apretada.

Aún más importante, como señala Martinón-Torres, es que “la posición y rotación de la cabeza sugiere la utilización de un soporte perecedero, a modo de almohada, lo que indica que la comunidad pudo involucrarse en algún tipo de rito funerario".

Esqueleto parcial de Mtoto (superior) y lado izquierdo del cráneo y la mandíbula (abajo). (Suministrado: Martinón-Torres, et al., 2021).

Enterramientos en humanos modernos y neandertales

La datación por luminiscencia sitúa a Mtoto con 78.000 años de antigüedad, por lo que representa el enterramiento humano más antiguo conocido en África hasta la fecha. Los enterramientos posteriores de la Edad de Piedra en África también incluyen a personas jóvenes, lo que sugiere un tratamiento especial de los cuerpos de los niños en este período de la prehistoria.

Los restos humanos fueron encontrados en niveles arqueológicos con herramientas líticas pertenecientes a la Edad de Piedra Media africana, un tipo de tecnología conocida como MSA y que se había potencialmente relacionado con varias especies de homininos. “La asociación entre el enterramiento de este niño y las herramientas de la Edad de Piedra Media ha jugado un papel crucial a la hora de demostrar que Homo sapiens fue, sin duda, el fabricante de esta industria”, señala Ndiema.

Los restos de Mtoto se encontraron en el fondo de esta trinchera en Penga ya Saidi. Suministrado por Mohammad Javad Shoaee.

Aunque el descubrimiento de Panga ya Saidi representa la evidencia más antigua de un enterramiento intencional en África, las evidencias funerarias de neandertales y humanos modernos en Eurasia son más antiguas —se remontan a los 120.000 años— e incluyen adultos y una proporción importante de niños y jóvenes. El motivo de la falta de enterramientos con cronologías equivalentes en África sigue siendo un misterio y podría reflejar diferencias en las prácticas mortuorias entre continentes o la necesidad de un trabajo de campo más exhaustivo en algunas regiones del continente africano.

“El enterramiento de Panga ya Saidi muestra que la inhumación de los muertos es una práctica cultural compartida por los 'Homo sapiens' y los neandertales”, señala Michael Petraglia (izquierda), del MPI-SHH.

"Este hallazgo plantea nuevos interrogantes sobre el origen y la evolución de la cultura de la muerte en dos especies humanas estrechamente relacionadas, y en qué grado nuestro comportamiento y nuestras emociones eran diferentes".

Colaboraciones

Las excavaciones en Panga ya Saidi están dirigidas por el MPI-SHH y los NMK. La conservación y análisis de los restos óseos de Panga ya Saidi fueron llevados a cabo por el CENIEH. El consorcio internacional de científicos participantes incluye investigadores y técnicos, principalmente, de instituciones y universidades de Kenia, Alemania, España, Francia, Australia, Canadá, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos.

Fuentes: cenieh.es | abc.net.au | 5 de mayo de 2021

Hallan un enigmático recinto militar en Cáceres

El equipo de investigación trabajando en el asentamiento. Carlos Pereira.

La guerra entre romanos que enfrentaba en la península ibérica al rebelde general Sertorio con las tropas senatoriales lideradas por Quinto Cecilio Metelo tuvo su teatro de operaciones, entre los años 79-78 a.C., en la actual región de Extremadura. Probablemente, las legiones de la Urbs asentaron asentaron su campamento en Cáceres el Viejo —también conocido como Castra Caecilia—, cuya fundación la fechan los arqueólogos entre 90-70 a.C., y desde allí organizaron operaciones para "destruir pueblos y quemar culturas", según describen las fuentes clásicas. Los insurgentes, por el contrario, optaron por una estrategia de guerrilla al encontrarse en inferioridad numérica y clara desventaja táctica.

En el entono al norte de la ciudad moderna se conocen varios asentamientos, a priori contemporáneos de la guerra sertoriana, que siguieron unas mismas pautas de implantación: fueron ubicados en la cima de los cerros más altos, con amplia visibilidad, orientados hacia el sur en dirección hacia Cáceres el Viejo y erigidos con técnicas constructivas sencillas que revelan una arquitectura apresurada, tosca y con materia local. Uno de estos sitios es Cáceres Viejo de Santa Marina, en el municipio de Casas de Millán. ¿A qué bando pudieron pertenecer? ¿Qué función desempeñaron? Aunque los interrogantes superan a las certezas, las excavaciones recientes han arrojado hallazgos muy interesantes.

Restos de cerámica hallados durante los trabajos arqueológicos. Carlos Pereira.

La primera conclusión conduce a la ocupación del yacimiento, datada en un momento centrado de la primera mitad del siglo I a.C. Hasta ahora, el sitio estaba clasificado como un castro (oppidum) de la Edad del Hierro, pero no se han documentado vestigios anteriores a la presencia romana tardorrepublicana. El descubrimiento de balas de plomo (glandes plumbeae), proyectiles de piedra y otros materiales en los espacios prospectados ha confirmado, por otra parte, el carácter militar del recinto, que no presenta el característico plano rectangular.

El director de los trabajos ha sido Carlos Pereira (izquierda), investigador del UNIARQ - Centro de Arqueología de la Universidad de Lisboa y el Museo de Cáceres y experto en la arqueología militar romana del occidente peninsular. Las dos campañas de excavaciones —el estudio de los resultados de la última acaba de publicarse en la revista Archivo Español de Arqueología— han sido realizadas por iniciativa propia y gracias a la ayuda de su Facultad y de algunos compañeros, además de la comprensión del propietario del terreno. El proyecto, por desgracia, agoniza ante la dificultad de conseguir financiación pública, un obstáculo permanente en la disciplina tanto en Portugal como España.

"Creo que Cáceres el Viejo [sobre este campamento romano Pereira está preparando una gran monografía junto al catedrático de la Universidad Complutense, Ángel Morillo] y Cáceres Viejo de Santa Marina son casos excepcionales, únicos y que permitirán reconstituir con bastante detalle la historia de la región si se sigue investigando en ellos", explica el arqueólogo a este periódico, reclamando un mayor esfuerzo a las instituciones españolas para el estudio de estos yacimientos.

Los investigadores manejan varias hipótesis sobre la función del recinto de Casas de Millán, que tuvo una corta aunque abundante ocupación. Enmarcado en esa línea de asentamientos que controla la ruta que vendría a fosilizarse en la Vía de la Plata, podría relacionarse con una estrategia militar de defensa —o incluso de ataque— y vigilancia del territorio concienzudamente implantada. Pero no se descarta que el enigmático yacimiento fuese un puesto avanzado del campamento de Cáceres el Viejo o incluso que esté relacionado con eventos bélicos posteriores a la guerra de Sertorio: en el año 61 a.C., Julio César dirigió en la zona una serie de acciones para poner fin a las incursiones de vettones y lusitanos.

Plano de las estructuras identificadas en Cáceres Viejo. El ambiente 1 fue excavado en la campaña de 2016 (elaborado por Carlos Pereira).

Imagen de las estancias excavadas en el yacimiento de Cáceres Viejo de Santa Marina. Carlos Pereira.

Registro material

Los recientes trabajos arqueológicos se han centrado en la excavación de tres estancias y un área externa, probablemente de uso público, que se correspondería con una calle para acceder a los distintos espacios. En el llamado Ambiente 3, además de una estructura de piedra que pudo funcionar como banco o lecho, se han documentado ocho recipientes de cerámica común y un borde de ánfora de cronología claramente romana.

El Ambiente 4, lugar donde aparecieron los proyectiles de piedra junto a tres láminas de cuchillo y un posible elemento de signa equitum, una suerte de insignia militar, se ha asociado además a la producción de actividades textiles —cuatro fusayolas de cerámica— y domésticas —un molino circular— y al abastecimiento de agua —un tonel cilíndrico, también de cerámica—.

El Ambiente 5, con un suelo hecho a base de grandes y medianos bloques de piedra cuarcita, presenta una arquitectura más cuidada, con materiales acarreados de zonas más alejadas, que las otras estructuras. Es llamativo que las cerámicas comunes del yacimiento, fabricadas con un torno manual, presenten una influencia prerromana tanto en las técnicas de fabricación como en la morfología y decoración. Estas características permiten sugerir que el asentamiento tenía una relación más próxima con las comunidades del nordeste, las que estaban entre el Tajo y el Duero, que con las meridionales; y contribuyen al debate sobre su encuadramiento cronocultural.

Conjunto de glandes plumbeae halladas en el ambiente 4

Cuchillo de hierro proveniente del ambiente 4. Se ubicaba cerca de las 'glandes plumbeae'.

"Si asumimos que el campamento militar de Cáceres el Viejo es contemporáneo al asentamiento de Cáceres Viejo de Santa Marina, ¿por qué la cultura material es tan distinta y delata claramente influencias antagónicas?", se pregunta Carlos Pereira. "El estudio que estamos haciendo de los artefactos de Cáceres el Viejo nos está indicando claramente que la mayoría es de influencia itálica, mientras los de Cáceres Viejo de Santa Marina parecen ser mayoritariamente de influencia indígena, con excepción de una moneda de plata [datada en 80 a.C.] y de los proyectiles de plomo. ¿Podría ser este un indicio de dos bandos distintos? ¿Podría ser una zona de conflicto o de frontera?".

Posible fragmento de signum militum en forma de pájaro.

Interrogantes que únicamente se resolverán con más excavaciones en este yacimiento y en los otros que se reparten a lo largo del sistema montañoso de la región. De momento, solo se puede afirmar con seguridad que Cáceres Viejo de Santa Marina responde a una ocupación militar y que puede relacionarse con el estacionamiento de tropas auxiliares romanas, descartando la presencia de un "ejército oculto" al no haber una población anterior.

"Creo que los datos obtenidos son un argumento más que permiten proponer que, en efecto, la zona de conflicto [entre Metelo y Sertorio] podría ubicarse en este lugar, por lo menos en determinado momento y sin prejuicio de que poco tiempo antes o incluso después se haya movido a otros lugares", cierra Pereira analizando las divergencias entre los investigadores —unos defienden que el general rebelde se refugió en el área entre el Duero y el Tajo y otros que no llegó tan al norte—. Un trabajo casi detectivesco para seguir en Hispania el rastro de la guerra sertoriana.

Fuente: elespañol.es | 4 de mayo de 2021