Encuentran una placa con representaciones de dioses escitas en un túmulo de Rusia

Placa de plata con una representación de dioses escitas y grifos (cuerpo de león y cabeza de águila. Crédito: Instituto de Arqueología RAS.

Los miembros de una expedición del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Rusia han encontrado una placa única que representa a dioses escitas alados rodeados de grifos durante sus excavaciones realizadas en el cementerio Devitsa V, en el distrito Ostrogozhsky de la región de Voronezh. Este es el primer caso de un hallazgo semejante en los túmulos escitas de la cuenca media del río Don. Es esta una zona en la que no se han encontrado otros objetos que representen a dioses del panteón escita.

"El hallazgo ha hecho una contribución importante a nuestros conceptos de las creencias escitas. En primer lugar, un número particular de dioses están representados a la vez en un elemento. En segundo lugar, nunca antes había sucedido que un objeto con dioses representados se haya encontrado tan lejos, al noreste de los principales centros escitas", dijo el jefe de la expedición al río Don, el profesor Valeriy Gulyaev (izquierda).

El cementerio Devitsa V, llamado así por el área de la aldea vecina, fue encontrado en el año 2000 por la expedición arqueológica al río Don del Instituto de Arqueología mencionado. El sitio está situado en una colina de la margen derecha del río Devitsa y es un grupo de 19 montículos que se sitúan en dos cadenas paralelas que se extienden de oeste a este. Sin embargo, una parte importante de los túmulos antiguos ya ha desaparecido: la zona de la necrópolis pertenece a un sector agrícola y está siendo activamente arada.

Desde 2010 este enclave ha sido estudiado sistemáticamente por los especialistas del Instituto de Arqueología y ya se han hecho algunos grandes descubrimientos. En 2019/20, en el túmulo 9 se encontró un entierro que contenía los restos de una mujer guerrera y una anciana con un sombrero ceremonial femenino conocido como calathos.

En una temporada de campo en 2021, la expedición arqueológica continuó estudiando la necrópolis. Los arqueólogos comenzaron la excavación del montículo 7 en la parte central del cementerio Devitsa V en las cercanías del túmulo 9.

Foto: Mujer anciana encontrada en una tumba escita que llevaba un calathos, un tocado ceremonial.

La tumba principal se refería a la época escita y se remontaba al siglo IV a.C. Estaba ubicada casi debajo del centro de un montículo y era una tumba de madera de 7,5 x 5 metros. En la antigüedad se cubrían las tumbas con medias vigas de roble que estaban sostenidas por los diecisiete grandes pilares de roble. Esta es la tumba más grande de todas las encontradas hasta ahora en la necrópolis de Devitsa V.

La misma ya había sido saqueada en la antigüedad. Los ladrones colocaron un amplio pozo de prueba y "limpiaron" una parte central del enterramiento, incluido el esqueleto. Sin embargo, en el momento del saqueo el techo de la tumba ya se había caído, y es por eso que en la mezcla de tierra y restos de árboles en los márgenes de las tumbas se han conservado algunos ajuares. Los elementos encontrados coinciden completamente con los elementos principales de la "tríada" escita. En la tumba de un guerrero se encontraron arneses y artefactos de "estilo animal".

Foto: Vista general de uno de las tumbas.

El esqueleto se correspondía con un hombre de 40 a 49 años. Junto a su cabeza, los arqueólogos encontraron muchas placas pequeñas de oro con forma de semiesferas que decoraban el lecho funerario, así como un cuchillo de hierro y una costilla de caballo (probablemente, los restos de la comida ceremonial), una punta de lanza y tres puntas de jabalinas. Los científicos han podido reconstruir la longitud de la lanza con base a los contrapesos de la parte inferior del asta que se han mantenido intactos. La lanza tenía unos 3,2 metros de largo y la longitud de las jabalinas era de unos 2,2 metros.

Foto: Placas de oro con forma de semiesfera halladas en la tumba principal.

En la esquina sureste de la tumba había fragmentos de tres arneses para caballos: brocas, hebillas de cincha, cenefas de hierro, así como colgantes escitas de hierro, bronce y hueso. Los arqueólogos también han encontrado seis placas de bronce con forma de lobos con mandíbulas que estaban decoradas con mejillas óseas de caballo, dos en cada arnés. Junto al arnés del caballo había una mandíbula cortada de un oso joven que atestigua, según los científicos, el culto al mismo por parte de los escitas del Don medio. Aparte de ella, se halló una copa moldeada y una vasija grande con vidriado negro en diferentes partes de la tumba.

Foto: La placa descrita hallada in situ.

En la parte noreste de la tumba, separada de otros elementos y a pocos metros del esqueleto, se descubrió una placa cuadrada de plata clavada con muchos clavos plateados a una base de madera. La longitud de la placa era de 34,7 cm, con un ancho en la parte central de 7,5 cm, en cuyo centro hay una figura alada frente a una diosa representante de la fertilidad animal y humana. Dicha diosa se conoce como Argimpasa, Cibeles. La parte superior de su cuerpo está despojada y tiene un gorro, probablemente una corona con cuernos, en su cabeza. La diosa está rodeada por ambos lados con las figuras de grifos alados con cabeza de águila. Las representaciones de este tipo, donde se mezclan las tradiciones de Asia Menor y la antigua Grecia, se encuentran a menudo en las excavaciones de los túmulos escitas de la región del Mar del Norte, la región de las estepas forestales del río Dniéper y el Cáucaso septentrional.

Foto: Placas de oro con representaciones de grifos alados.

El lado izquierdo de la placa está formado por otras dos placas cuadradas decoradas con representaciones de criaturas sincréticas de pie en la llamada pose heráldica (una frente a la otra, acercándose una a la otra con sus patas). En el lado derecho, dos hebillas redondas están unidas a la placa, en cada una de las cuales se representa un personaje antropomórfico de pie con una corona en la cabeza y rodeado por dos grifos. Quiénes son esos personajes y qué elemento fue decorado con este plato sigue siendo un tema abierto.

Fuente: phys.org | 19 de noviembre de 2021

Nuevas pruebas muestran que los grandes pozos neolíticos cerca de Stonehenge fueron hechos por humanos

Mapa en el que se muestra la nueva estructura circular de Durrington Shafts (puntos en amarillo) que rodean el espacio circular de Durrington Walls (en rojo).

Cuando se descubrieron una serie de pozos profundos cerca del sitio del patrimonio mundial de Stonehenge el año pasado, los arqueólogos lo describieron con entusiasmo como la estructura prehistórica más grande jamás encontrada en Gran Bretaña, pero posteriormente algunos colegas descartaron tal posibilidad calificándolos como meras estructuras naturales.

Ahora, pruebas científicas llevadas a cabo han demostrado que esos enormes pozos, cada uno alineado para formar un círculo que abarca 2 km de diámetro, fueron definitivamente hechos por seres humanos, excavados en un paisaje, considerado sagrado, hace casi 4.500 años.

Se cree que los ejes sirvieron de límite a un área o recinto sagrado asociado con el 'henge'.

Los datos de teledetección registraron los potenciales pozos de características gigantes perdidos hace mucho tiempo y situado a tan solo 3 km de Stonehenge. Fotografía: Wild Blue Media / Channel 5

La estructura parece haber sido un límite que guiaba a las personas hacia un área sagrada, dado que Durrington Walls, uno de los monumentos henge más grandes de Gran Bretaña, se encuentra precisamente en su centro. El sitio está a unos 3 km al noreste de Stonehenge, en Salisbury Plain, cerca de Amesbury en Wiltshire.

El profesor Vincent Gaffney, de la Universidad de Bradford, un arqueólogo que encabezó el equipo que hizo el descubrimiento, dijo que la ciencia había demostrado que se trataba de un enorme monumento neolítico. “Parte del debate sobre el descubrimiento relizado y Stonehenge me pareció una locura”, dijo.

Vince Gaffney en el lugar del círculo sur de pozos durante este pasado verano, al que regresó para tratar de dar sentido a toda la estructura de pozos colmatados descubiertos.

Poco después de que se anunciara el hallazgo en junio de 2020, un arqueólogo, que dudaba al respecto, se refirió a los pozos como "manchas en el suelo" y dijo que vincularlos a Stonehenge era "completamente hipotético". Otro argumentó que los arqueólogos que habían examinado previamente algunos de los pozos habían sugerido que eran huecos naturales y que se podía "confiar en que reconocerían un rasgo natural cuando se encontraran con uno".

Los argumentos sorprendieron a Gaffney, quien recordó a un arqueólogo que sugirió que su equipo debería haber tenido un geólogo en el lugar para reconocer las características naturales. De hecho, dijo Gaffney, tenían dos.

Si bien parte del círculo no ha sobrevivido debido al desarrollo moderno, Gaffney explicó que el último trabajo de campo involucró el análisis científico de nueve de los pozos. “Hasta ahora hemos analizado casi la mitad de ellos y son todos iguales. Así que, efectivamente, esto realmente nos dice que es una estructura enorme. Puede que haya evolucionado a partir de una característica natural, pero no la hemos localizado. En consecuencia, es la estructura prehistórica más grande encontrada en Gran Bretaña".

El pozo 1A se revela mediante un escaneo de teledetección. Fotografía: Wild Blue Media / Channel 5.

Cada pozo tiene unos 10 metros de ancho y 5 metros de profundidad, y la ciencia respalda la teoría de que las personas del Neolítico que construyeron Stonehenge también cavaron este monumento.

El anillo subterráneo, previamente desconocido, es 20 veces más grande que Stonehenge. Se suma a la evidencia el hecho de que los primeros habitantes de Gran Bretaña, principalmente las comunidades agrícolas, habían desarrollado una forma de medir, mediante el conteo de cientos de pasos, para ubicar los pozos. Ello ofrece nuevos conocimientos sobre la complejidad de las estructuras monumentales de este paisaje. Si bien Stonehenge se colocó en relación con los solsticios, el límite de los pozos puede haber tenido un significado cosmológico.

Los especialistas en tecnología de detección remota, que pueden buscar estructuras bajo tierra, han investigado características antiguas en el paisaje que la arqueología tradicional nunca ha podido detectar. Pueden señalar dónde se ha alterado el suelo, incluso después de miles de años.

Los pozos gigantes fueron excavados en terreno de tiza dura formando un anillo de 2 km de ancho. Fotografía: Wild Blue Media / Channel 5.

La tecnología de vanguardia incluye luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), la cual puede fechar la última vez que un sedimento estuvo expuesto a la luz del día.

Las pruebas fueron realizadas por el Dr. Tim Kinnaird (izquierda), profesor de la Escuela de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente en la Universidad de St. Andrews, quien dijo: "Esto ha demostrado, sin lugar a dudas, que los pozos datan de alrededor del 2400 a. C."

Calificó los hallazgos de "emocionantes", y relató "la notable consistencia existente entre los núcleos, en los que se puede identificar rellenos múltiples y distintos, lo que sugiere que los pozos se colmataron en un momento similar". El trabajo analítico detallado en el laboratorio confirmó además que "estas no eran características naturales".

Añadió: "Está confirmado que los pozos son ​​todos muy similares, lo cual es fascinante". Si estos fueran estructuras naturales, como sumideros, serían de diferentes tamaños.

Gaffney, que ha estudiado Stonehenge durante 20 años, agrega: “Hay una verdadera revolución en tecnología de dataciones con la OSL. Puedes fechar los sedimentos directamente. Las dataciones tradicionales se basan en que encontremos un poco de hueso o carbón para poder datarlo mediante análisis de carbono-14. Pero esto puede datar el suelo. La OSL hace eso".

Los datos mostraron que los pozos se utilizaron desde el Neolítico tardío hasta la Edad del Bronce medio, después de lo cual se dejaron sedimentar, dijo. "Así que estas cosas se mantienen más allá de las fases monumentales de Stonehenge".

Fuentes: theguardian.comdailymail.com.uk| 23 de noviembre de 2021

Hallan en Lora del Río (Sevilla) indicios de una estructura defensiva turdetana datada en el siglo IV a.C.

El Ayuntamiento de Lora del Río (Sevilla) a través de la Concejalía de Patrimonio, presenta la primera valoración, realizada por el equipo arqueológico, de la primera fase del proyecto de consolidación, restauración y puesta en valor de la muralla norte del castillo de Lora del Río, primera fase que dio comienzo en junio de 2021 y que cuenta con una inversión económica de 528.305 euros, con cargo al 1’5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El proyecto persigue como objetivo general recuperar la zona donde se localiza el recinto fortificado, actualmente degradada por la presencia de viviendas marginales y escombreras, a lo que ha de sumarse el estado ruinoso del recinto andalusí, dotando la zona de un espacio urbanizado en torno a los restos conservados en el flanco norte del castillo, que se recupera así para el pueblo y disfrute de visitantes.

De esta manera, entre las acciones que se desarrollan en la actualidad, se destacan las limpiezas manuales y consolidaciones de los lienzos, así como la restitución con tapial de las aristas y pérdidas más significativas, conforme a los criterios de restauración más respetuosos con el BIC. En este sentido, las nuevas fábricas se acometen siguiendo el sistema tradicional de encofrado de tapia, tal y como se hizo en su día para erigir el recinto amurallado almohade. La empresa constructora adjudicataria de las obras es Alberto Domínguez Blanco Restauración Monumentos, S.A., especializada en la rehabilitación de inmuebles históricos.

Gracias a esta actuación arqueológica en el castillo de Lora del Río, se está realizando una investigación y análisis arqueológico de las estructuras emergentes, pasando por la excavación de dos sondeos manuales que permitan auscultar la riqueza estratigráfica del sitio, para destacar la importancia de este enclave arqueológico.
Los trabajos arqueológicos llevados a cabo, dirigidos por Mª Rosa Gil Gutiérrez y coordinados por Florentino Pozo Blázquez, han confirmado la espectacular secuencia arqueológica del yacimiento. En el sondeo 1, localizado extramuros, a los pies de la muralla almohade, se han documentado restos de una posible estructura defensiva turdetana realizada con mampostería, datada, según los indicios actuales, en el siglo IV a. C., que podría conformar parte de un oppidum ibérico, localizado bajo el recinto andalusí.

Entre los materiales exhumados se han localizado cerámicas ibéricas de gran calidad, así como material púnico y romano de procedencia gálica, entre otros que denotan la importancia del enclave como lugar de control del territorio desde tiempos remotos.

En el sondeo 2, localizado en el interior de la torre-puerta, que conformaría el acceso principal al recinto, por el momento, se ha profundizado dos metros y la estratigrafía aún se encuentra en momentos cristianos (siglos XIV-XV), cuando el castillo se encontraba bajo el dominio de la Orden de San Juan de Jerusalén, aunque es posible aventurar, a simple vista en el escarpe de la ladera, otros dos metros más de potencia arqueológica hasta alcanzar el nivel de suelo almohade, situado más abajo. Aún más profundo se advierte otro nivel de pavimento anterior, probablemente de origen califal (S. X).

La continuidad de los trabajos en ambos sondeos determinará los orígenes y tipología del asentamiento humano en la zona o la distribución de la torre principal de la fortaleza andalusí que, a día de hoy, ya ha constatado arqueológicamente que controlaba el acceso al recinto mediante un doble recodo. Se prevé también realizar ensayos para caracterizar los tapiales y permitir conocer su composición química y mineralógica, la cantidad de cal contenida o la resistencia mecánica a la compresión, entre otros. Datos que permitirán realizar comparativas con muestras obtenidas en otros recintos similares y obtener conclusiones sobre las técnicas de edificación empleadas. También está previsto realizar una datación absoluta mediante análisis de radiocarbono de las agujas de madera para concretar al máximo la cronología.

El proyecto cuenta ya con una segunda fase aprobada con una inversión de 286.173 euros, con cargo también al 1’5% Cultural, que pretende dotar al resto del recinto de una urbanización y puesta en valor acordes con la fase primera, ahora en ejecución. El equipo arqueológico ha propuesto la realización de prospecciones geofísicas que aporten datos suficientes y permitan establecer líneas de investigación para el mejor conocimiento del yacimiento, puesto que son visibles perfiles estratigráficos en los flancos oeste, sur, y este de más de cinco metros de potencia arqueológica con evidentes construcciones de mampostería y cantería, entre otros. Con las dos fases proyectadas, se contará con una inversión total de 814.443 euros para la recuperación y consolidación de la muralla del Castillo de Lora.

Fuente: abc.es | 9 de noviembre de 2021

Recuperan restos humanos en el yacimiento Cova dels Diablets (Castellón) de enterramientos de hace 4.800 años

Restos hallados en la Cova del Diablets (Castellón) este año. C. A. D.

La segunda campaña de excavaciones llevada a cabo en la Cova dels Diablets, ubicada en el término de Alcalà de Xivert (Castellón), financiada por el ayuntamiento de la localidad y dirigida y coordinada por la Diputación de Castellón y la Universidad Jaime I (UJI), ha permitido recuperar restos en enterramientos humanos prehistóricos que corresponden, principalmente, a la primera mitad del III milenio antes de Cristo, es decir, hace aproximadamente unos 4.800 años.

Así lo ha indicado este miércoles la UJI en un comunicado, en el que expone que en la misma intervención también se han recuperado restos de cerámicas hechas a mano, en algunos casos con decoraciones complejas de cronología neolítica, y útiles de sílex y elementos de ornamento: principalmente cuentas de collar que acompañarían a los difuntos enterrados en la cueva.

Además, se han encontrado elementos que confirman la presencia de niveles más antiguos a esta utilización como sepulcro funerario de la Cova dels Diablets.

Esta campaña se inscribe en la nueva etapa de excavaciones iniciada el año pasado, en la que, después de más de veinte años sin efectuarse ningún tipo de actuación, se reiniciaron las investigaciones arqueológicas en este importante yacimiento prehistórico de la Sierra de Irta, con el objetivo de obtener nuevos datos para conocer con más profundidad las diversas ocupaciones que se produjeron en esta cavidad a lo largo de la prehistoria.

EXCAVACIÓN METICULOSA

Según explica el equipo investigador, el proceso de excavación en este tipo de intervenciones es lento y meticuloso y los restos obtenidos tienen que ser estudiados y analizados con detalle en laboratorio, por lo que serán necesarias más campañas y estudios específicos para obtener resultados más concretos sobre estos grupos humanos del pasado de Alcalà de Xivert.

En este sentido, señalan que la ejecución de este tipo de intervenciones de investigación, como es el caso de la Cova dels Diablets, es muy compleja y requiere de un método de intervención muy preciso y la participación de diferentes especialistas para obtener el máximo de información posible y garantizar la calidad científica de los resultados. «Esta actuación avanza en el conocimiento científico de la prehistoria de la zona, concretamente de los últimos grupos humanos de cazadores-recolectores y los primeros agricultores y ganaderos de la Sierra de Irta», explican.

Los trabajos de campo han sido financiados por el Ayuntamiento de Alcalà de Xivert, a través de una empresa especializada, mientras que la dirección y coordinación del equipo de investigación, el material técnico, el estudio de los materiales, así como las gestiones administrativas y de las diferentes analíticas se efectúan desde el Servicio de Investigaciones Arqueológicas y Prehistóricas de la Diputación de Castellón, a cargo de Gustau Aguilella, y del Laboratorio de Arqueología Prehistórica de la Universidad Jaime I, por parte de Dídac Roman.

Hay que recordar que la Cova dels Diablets se encuentra dentro de la zona de máxima protección del Parque Natural Serra d'Irta y, por tanto, para la realización de las actuaciones ha sido imprescindible seguir unas directrices específicas y obtener permisos por parte de la dirección del Parque y del organismo pertinente de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Además, el Parque Natural colabora también en las actuaciones efectuando el acondicionamiento del acceso y orientando todas aquellas actividades que puedan afectar a la conservación del entorno.

Fuente: elmundo.es | 17 de noviembre de 2021

Descubren otra vía vasca por la que el 'Homo sapiens' entró a la península ibérica

Nuevos indicios descubiertos a raíz de la reinterpretación de distintos útiles del yacimiento guipuzcoano de Usategi sugieren la existencia de una hasta ahora desconocida vía de entrada a la península ibérica, a través de Euskadi, por la que, entre 25.000 y 20.000 años atrás, el Homo sapiens habría penetrado en nuestro territorio.

Los responsables de este hallazgo, el catedrático de Prehistoria de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Álvaro Arrizabalaga y el profesor Aitor Calvo (izquierda), de la Universidad de Erlangen-Núremberg, advierten no obstante de que la nueva vía descubierta habría tenido una "significación menor" que la del corredor de Txingudi, en la actual frontera entre los estados español y francés, que fue el más utilizado por estas poblaciones para internarse en el norte peninsular, una vez superado el río Bidasoa.

Arrizabalaga explica, que lo más habitual era que estas "bandas de cazadores recolectores" siguieran una ruta paralela a la costa hasta llegar al río más occidental de Guipúzcoa, el Deba, que luego utilizarían como "principal corredor norte-sur" para acceder al valle del Ebro.

Por el contrario, quienes emplearon la nueva ruta ahora descubierta habrían actuado movidos por un propósito muy diferente ya que, según el experto de la UPV/EHU, lo que querían era conseguir el sílex de gran calidad de la sierra de Urbasa, al que accedían desde el sur del actual estado francés, como se deduce de la revisión de los útiles hallados en Usategi (Ataun) en los años 70 por el antropólogo José Miguel de Barandiarán.

Cueva en Usategui. Guipúzcoa.

Se trata, aclara Arrizabalaga, de un yacimiento ubicado en el interior y "relativamente pequeño", una cueva en la que se localizaron unas pocas piezas de sílex y una azagaya isturitziense de hueso "muy poco corriente" (Magdaleniense medio), de las que sólo se conocen cuatro a este lado de los Pirineos, pero que son más habituales al norte, en la actual Francia, la mayoría de ellas halladas en el yacimiento de Isturitz (que les da nombre), pero también en puntos de Aquitania y el Périgord.

Se da la circunstancia de que una parte del sílex de Usategi también era procedente del norte de los Pirineos, mientras que la otra era de la sierra de Urbasa.

Todos estos datos han llevado ahora a los investigadores a conjeturar que "Usategi, fue un alto de caza". Un lugar que, "de manera muy esporádica", en dos o tres ocasiones, fue ocupado "por muy pocos días" por un grupo reducido de personas que hacía expediciones en busca de sílex en partidas, que también podían ser cinegéticas o de exploración del territorio peninsular, a través de una "ruta secundaria" que atravesaría lo que hoy en día es el puerto de montaña de Belate, en Navarra.

Foto: Útiles de sílex del yacimiento de Usategi. EFE/Universidad del País Vasco/Aitor Calvo.

Una hipótesis que plantea en paralelo una curiosa derivada, ya que Usategi es, junto a Altxerri, uno de los dos únicos yacimientos paleolíticos del valle guipuzcoano del río Oria, un punto donde, a diferencia de todos los valles vecinos, existe una llamativa escasez de vestigios arqueológicos conocido por los expertos como el "vacío del Oria".

Al quedar ahora "desvinculado" por esta nueva tesis de "la vía de poblamiento general" que se llevó a cabo a través de Txingudi, el vacío del Oria se queda ahora "más vacío que nunca", describe Arrizabalaga, quien considera que "realmente estamos un poco más huérfanos" de restos paleolíticos en este valle. Una circunstancia que además "hace más misteriosa una incógnita" para la que "faltan explicaciones".

Fuentes: noticiasnavarra.com | efe.com | 14 de noviembre de 2021