Revelan cómo era el rostro de Ramsés II en la plenitud de su mejor momento, hace 3.200 años en Egipto

El software de «regresión de edad» se utilizó para determinar cómo se habría visto el faraón en su mejor momento, aproximadamente a la edad de 45 años. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

El rostro de Ramsés II fue ampliamente reconocido en el Imperio Egipcio por su intención de liberar al territorio de cualquiera que no fuera egipcio. Durante décadas, los esfuerzos militares del faraón se enfocaron en proteger a su territorio de una invasión de migrantes, que huían, asimismo, de las decisiones férreas de su tierra de origen.

El mandato de Ramsés II, además de documentarse en la Biblia, se caracterizó por profundas campañas militares. Tanto así, que extendió sus dominios desde la actual Siria hasta Nubia, que hoy conocemos como Sudán del Sur. A más de 3,200 años de su fallecimiento, un equipo de científicos ‘trajo a la vida’ al faraón nuevamente, con un modelado en 3D de su rostro, alrededor de la mitad de su vida. Esto es lo que sabemos.

La momia de Ramsés II fue encontrada en 1881 en el sur de Egipto; en algún momento fue parcialmente desenvuelto para mostrar su cabeza momificada. (Crédito de la imagen: G. Elliot Smith; "Catálogo General Antiquites Egyptiennes du Musee du Caire: The Royal Mummies"; Wikimedia Commons)

¿Cómo se veía el faraón Ramsés II realmente?

Ramsés II fue un hombre longevo —incluso para los parámetros contemporáneos. De acuerdo con los registros de Britannica, el faraón murió a los 90 años. Aún a pesar de que sus restos dan fe de su edad avanzada, los investigadores de la la Universidad John Moore —en su FaceLab— reconstruyeron su rostro con una técnica conocida como «envejecimiento al revés».

A partir de su cráneo y restos momificados, los científicos utilizaron un modelado tridimensional para obtener cómo era el rostro de Ramsés II en los días próximos a su muerte. Sin embargo, los esfuerzos no se detuvieron ahí.

Por el contrario, los radiólogos egipcios indagaron en cómo se veía el faraón en la plenitud de su juventud, hacia la mitad de su vida. Y lo consiguieron: el retrato digital que encabeza el post lo muestra alrededor de sus 45 años. Al respecto, la directora de FaceLab, Caroline Wilkinson, explica lo siguiente sobre el proceso:

«Llevamos a cabo un proceso de regresión de edad tridimensional para eliminar algunos de los signos del envejecimito, a fin de representarlo en su mediana edad, en la cima de su poder», detalla la especialista en una entrevista a Live Science.

Luego se agregó a la reconstrucción facial la coloración del cabello y la piel basada en lo que se cree que era común en el antiguo Egipto. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

Para reconstruir el rostro de una persona, explica Wilkinson, es necesario partir del cráneo. Con ello, se consideran dos enfoques:

  • Aproximación facial: utiliza datos promedio, plantillas y perfiles biológicos para producir un rostro
  • Reconstrucción facial: un intento más detallado de determinar el aspecto de una persona en particular, en el que se pueden agregar colores y texturas, dijo.

En el caso del Rostro de Ramsés II, los investigadores del Reino Unido llevaron los esfuerzos un poco más allá. Reunieron los datos del faraón para hacer una reconstrucción mucho más detallada: a partir del retrato digital, realizaron una representación facial en 3D. Podría ser que, por primera vez en milenios, el mundo pueda reconocer al faraón casi en persona.

Fuente: National Geographic | 12 de enero de 2022

Los últimos neandertales de la Península se mudaron al sur en busca de hervíboros

Foto: Recreación de un neandertal durante una cacería.

La desaparición de los neandertales es una cuestión clave en el conocimiento de la Prehistoria y uno de los grandes misterios de la evolución humana. Por eso, cada cierto tiempo se publican hipótesis nuevas o complementarias sobre lo que pudo llevar a esta especie, que habitó en Europa y Asia durante más de 350.000 años, a su extinción hace 50.000-30.000 años, justo cuando empezaron a aparecer los primeros Homo sapiens. Una de las últimas tesis la ha aportado un equipo de investigadores de la Universidad de Cantabria (UC), en colaboración con científicos de Alemania y Reino Unido.

En un artículo publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, los autores concluyen que los cambios bruscos y rápidos en las condiciones climáticas que se produjeron durante la transición del Paleolítico Medio al Superior (hace 50.000-30.000 años) tuvieron un fuerte impacto en la disponibilidad de los alimentos que los neandertales consumían (principalmente animales herbívoros). Además, los hechos coinciden en el tiempo con la aparición del Homo sapiens, una especie más avanzada que la neandertal, tanto genética como tecnológicamente, que explotaba sus mismos recursos y ocupaba idénticos paisajes y nichos, lo que pudo influir en el declive de esta especie en la Península.

La investigación de la UC, que se enmarca en el proyecto ERC-Subsilience, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, se basa en la información obtenida en yacimientos arqueológicos de Serbia, Croacia, Italia, Francia y la península ibérica.

"Iberia fue el lugar idóneo para empezar a investigar, porque es la zona de la que más información tenemos desde el punto de vista arqueológico, tanto de últimas poblaciones de neandertales como de las primeras de humanos modernos", cuenta Ana B. Marín-Arroyo (izquierda), coautora del estudio y líder del Grupo de Evolución Humana (EvoAdapta) de la UC.

El problema era que la información estaba muy desorganizada. "El primer paso fue compilar todos los datos para conocer cómo fue el proceso de desaparición espaciotemporal de los neandertales. Teníamos muchas fechas que nos decían cuándo habían desaparecido en cada zona (hace 35.000 años en Murcia, 45.000 años en la región cantábrica.), pero no existía una imagen global de la Península. Eso nos permitió observar que los neandertales desaparecieron primero en la zona cantábrica, después en la meseta y finalmente en las zonas litorales mediterráneas", añade la investigadora.

Al mismo tiempo, los científicos querían saber cómo influyó el medio ambiente en ese proceso. El Paleolítico Superior coincide con la segunda mitad del último periodo glacial, en el que el clima se enfrió a nivel global y extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de hielo que alcanzaron los 3 km de espesor en las islas británicas y el norte de Francia. La península ibérica, por su parte, tenía una temperatura similar a la que tienen los territorios que están a 2.000 km hacia el norte de nuestro país y las nieves perpetuas se encontraban en las principales cordilleras por encima de los 1.500 metros de altitud. De ahí que, además de animales comunes como los caballos salvajes o lo ciervos, también se hayan encontrado en la Península restos arqueológicos de fauna característica de la Edad del Hielo, como renos, rinocerontes lanudos o mamuts.

Foto: Recreación de un grupo de neandertales alrededor de un fuego.

Latitudes más bajas

Esto pudo motivar que las poblaciones se dispersasen hacia latitudes más bajas. Para comprobarlo, los investigadores estimaron la productividad primaria, que es la cantidad de kilos en materia vegetal por unidad de extensión en el entorno, de cada uno de los yacimientos, de forma continua, entre los 55.000 y los 30.000 años antes del presente. "Esta biomasa vegetal es la base de la pirámide trófica, de modo que el impacto negativo del clima sobre ella afecta a los siguientes niveles de la cadena, como los animales herbívoros y los humanos, en este caso los neandertales", explica Marco Vidal Cordasco (izquierda), coautor del estudio e investigador asociado de la UC.

Tras correlacionar los datos, comprobaron que en la región cantábrica hubo un desequilibrio drástico en el ecosistema que coincidió con el momento en que los neandertales dejaron de habitar en esa zona. "Lo que observamos es que no desaparecen, sino que bajan hacia el sur, hacia la meseta castellana y el litoral mediterráneo, donde perviven otros 5.000 años, pues allí las condiciones climáticas son más estables y tanto la biomasa vegetal, como animal, se mantienen", cuenta Vidal.

Es decir, "al contrario de lo que se había planteado hasta ahora de que los neandertales se habían replegado a zonas más empobrecidas por la llegada arrasadora del 'Homo sapiens', nuestro análisis muestra que, en realidad, las últimas poblaciones de neandertales se desplazaron y replegaron latitudes más meridionales en busca de las zonas en las que todavía existía sustento para su propia supervivencia (más herbívoros), hasta que al final desaparecen", agrega Marín-Arroyo.

Estas conclusiones sugieren que las causas de la desaparición de los neandertales difirieron entre las diversas regiones de la península ibérica. El estudio muestra que las regiones mediterráneas fueron más estables y, durante los momentos fríos de la transición, pudieron albergar una mayor biomasa de herbívoros de tamaño medio-grande. Esta consecuencia permite explicar por qué los neandertales desaparecieron primero en la Región Cantábrica y, tiempo después, en el sur peninsular.

Fuentes: heraldo.es | unicam.es | 16 de enero de 2023

Un análisis de ADN antiguo revela que en la Grecia de la Edad del Bronce los matrimonios se realizaban entre primos hermanos

Familia de la Edad de Bronce cosechando grano. © Nikolá Nevenov.

Un equipo internacional de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, logra conocimientos completamente nuevos sobre las reglas del matrimonio y las estructuras familiares de la Edad del Bronce en Grecia. Los análisis de genomas antiguos muestran que la elección de los cónyuges estaba determinada por el propio parentesco.

Cuando Heinrich Schliemann descubrió las tumbas de pozo de Micenas, ricas en oro, con sus famosas máscaras doradas, hace más de 100 años, solo podía especular sobre la relación que mantenían entre sí las personas enterradas en ellas. Ahora, con la ayuda del análisis de genomas antiguos, ha sido posible obtener, por primera vez, información sobre las reglas de parentesco y matrimonio en la Creta minoica y la Grecia micénica.

Un equipo de investigación del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, junto con un equipo internacional de socios, llevó a cabo el análisis de más de 100 genomas de personas de la Edad del Bronce del Egeo. "Sin la gran cooperación de nuestros socios en Grecia, y en todo el mundo, esto no hubiera sido posible", dice el arqueólogo Philipp Stockhammer (izquierda), uno de los autores principales del estudio, el cual ha sido publicado en la revista Nature.

Primer árbol genealógico biológico de una familia micénica

Gracias a los recientes avances metodológicos en la producción y evaluación de conjuntos de datos genéticos antiguos, ahora ha sido posible producir una gran cantidad de los mismos incluso en regiones con problemas de preservación del ADN debido a las condiciones climáticas, tal como Grecia. En una aldea micénica del siglo XVI a. C., incluso ha sido posible reconstruir el parentesco de los habitantes de la casa, el primer árbol genealógico que hasta ahora ha sido reconstruido genéticamente para toda la antigua región mediterránea.

Aparentemente, algunos de los hijos todavía vivían en la aldea de sus padres en la edad adulta. Al menos sus hijos fueron enterrados en una tumba bajo el patio de la finca. Una de las esposas que se casaron en la casa trajo a su hermana a la familia, ya que su hijo también fue enterrado en la misma tumba.

La conocida figura de una diosa minoica, artísticamente apropiada y representada sosteniendo cadenas de ADN en lugar de serpientes. La población nace de su cuerpo "antiguo". La genealogía naranja y roja se refiere al hallazgo de la investigación de la endogamia entre primos hermanos y primos segundos. © Eva Skourtanioti.

Era costumbre casarse con el primo hermano

Sin embargo, otro hallazgo fue completamente inesperado: en Creta y las otras islas griegas, así como en el continente, era muy común casarse con un primo hermano hace 4.000 años. "Se han publicado más de mil genomas antiguos de diferentes regiones del mundo, pero parece que un sistema tan estricto de matrimonio entre parientes no existía en ningún otro lugar del mundo antiguo", dice Eirini Skourtanioti (derecha), autora principal del estudio. que realizó los análisis. "Esto fue una completa sorpresa para todos nosotros y plantea muchas preguntas".

Sobre cómo se puede explicar esta regla particular del matrimonio, el equipo de investigación solo puede especular. "¿Tal vez esta fue una forma de evitar que las tierras de cultivo heredadas se dividieran cada vez más? En cualquier caso, garantizaba una cierta continuidad de la familia en un lugar, que es un requisito previo importante para el cultivo de aceitunas y uvas, por ejemplo", sospecha Stockhammer. "Lo que es seguro es que el análisis de genomas antiguos continuará brindándonos nuevos y fantásticos conocimientos sobre las estructuras familiares antiguas en el futuro", agrega Skourtanioti.

Cuadro de vida: recolección de aceitunas en la Edad del Bronce del Egeo. © Nikolá Nevenov

Por otra parte, y en general, el estudio demuestra, tras el análisis de los genomas estudiados procedentes de Creta, el continente griego y las islas del Egeo, y que abarcan desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro, que los primeros agricultores de Creta compartían la misma ascendencia que otros neolíticos contemporáneos del Egeo. Por el contrario, el final del período Neolítico y en la siguiente Edad del Bronce Temprano estuvieron marcados por el flujo de genes "orientales", los cuales eran predominantemente de origen anatolio en Creta.

También se pudo confirmar hallazgos previos de ascendencia adicional procedente de Europa Central y del Este en el continente griego en la Edad del Bronce Medio, período en el que se intensificó la influencia del continente sobre Creta. La conexión biológica y cultural dentro del Egeo también está respaldada por el hallazgo referido de la endogamia consanguínea, practicada a altas frecuencias y sin precedentes en el registro mundial de ADN antiguo.

Fuente: Instituto Max Planck | 16 de enero de 2023

Cómo los seres humanos perdieron el vello corporal

Una comparación de 62 genomas animales puede revelar cómo los humanos y otros mamíferos perdieron su cubierta de pelo.

Los orangutanes, los ratones y los caballos están cubiertos de pelo, pero los humanos no. Por qué tenemos significativamente menos vello corporal que la mayoría de los otros mamíferos ha sido un misterio durante mucho tiempo. Pero una primera comparación de su tipo de códigos genéticos de 62 animales está comenzando a contar la historia de cómo los seres humanos y otros mamíferos perdieron el mismo.

Los humanos parecen tener los genes para disponer de una capa completa de vello corporal, pero la evolución los ha desactivado, informan científicos de la Universidad de Utah Health y la Universidad de Pittsburgh en la revista eLife. Los hallazgos apuntan a un conjunto de genes y regiones reguladoras del genoma que parecen ser esenciales para producir vello corporal.

La investigación responde a preguntas fundamentales sobre los mecanismos que dan forma a esta característica humana definitoria. Los científicos sospechan que, eventualmente, podría conducir a nuevas formas de recuperar el cabello después de la calvicie y la quimioterapia, o en personas con trastornos que causan la caída del pelo.

El estudio muestra que la naturaleza ha desplegado la misma estrategia al menos nueve veces en mamíferos que se asientan en diferentes ramas del árbol evolutivo. Los antepasados ​​de los rinocerontes, las ratas topo desnudas, los delfines y otros mamíferos sin pelo, pisotearon, se escabulleron y nadaron a lo largo del mismo camino para desactivar un conjunto común de genes con el fin de mudar su cabello y piel.

“Hemos tomado el enfoque creativo de usar la diversidad biológica para aprender sobre nuestra propia genética, dice Nathan Clark (izquierda),un genetista de la Universidad de Utah que ha llevado a cabo gran parte de esta investigación mientras estaba en la Universidad de Pittsburgh con Amanda Kowalczyk, y Maria Chikina. “Esto nos está ayudando a identificar regiones de nuestro genoma que contribuyen a algo importante para nosotros”.

Los beneficios de no tener pelo

Ya sea que se trate del vello corporal áspero de un mono o del pelaje suave de un gato, la vellosidad se ve diferente en todo el reino animal. Lo mismo ocurre con la calvicie. Los humanos tenemos un mechón de cabello característico en la cabeza, pero debido a que nuestro vello corporal es menos llamativo, caemos en la categoría de "sin pelo". Se unen a nosotros otros mamíferos con toques de pelo como elefantes con su escasa cobertura, cerdos de pelaje transparente y morsas bigotudas.

Hay beneficios en tener una línea de cabello que retrocede. Sin pelo denso, los elefantes se refrescan más fácilmente en climas cálidos y las morsas se deslizan sin esfuerzo en el agua. A pesar de las diversas razones, el análisis de Kowalczyk encontró que estos y otros mamíferos sin pelo han acumulado mutaciones en muchos de los mismos genes. Estos incluyen genes que codifican la queratina y elementos adicionales que construyen el tallo del cabello y facilitan su crecimiento.

Las regiones reguladoras del genoma parecen ser igualmente importantes, según se sostiene en la investigación. Estas regiones no codifican las estructuras que forman el cabello, sino que influyen indirectamente en el proceso. Guían cuándo y dónde se activan ciertos genes y cuánto se produce.

Además, el estudio descubrió que hay genes para los que aún no se ha definido qué papel juegan en el crecimiento del cabello. Combinados estos con evidencia adicional, tal como signos de actividad en la piel, estos hallazgos resaltan un nuevo conjunto de genes que podrían estar involucrados en el crecimiento del pelo.

“Hay un buen número de genes de los que no sabemos mucho sobre ellos”, dice Kowalczyk. "Creemos que podrían tener funciones en el crecimiento y mantenimiento del cabello".

Desenredar la pérdida de pelo

Para desentrañar el misterio de la pérdida de cabello en los mamíferos, Clark, Kowalczyk y Chikina buscaron genes en animales sin pelo que evolucionaron a un ritmo más rápido en comparación con sus contrapartes en animales peludos.

“Como los animales están bajo la presión evolutiva de perder pelo, los genes que codifican el mismo se vuelven menos importantes”, dice Clark. “Es por eso que aceleran la tasa de cambios genéticos que permite la selección natural. Algunos cambios genéticos pueden ser responsables de la pérdida de cabello. Otros podrían ser daños colaterales después de que el cabello deja de crecer”.

Para realizar la búsqueda de estos procesos, desarrollaron métodos computacionales que podían comparar cientos de regiones del genoma a la vez. Examinaron 19.149 genes y 343.598 regiones reguladoras que se conservaron en las docenas de especies de mamíferos analizadas. En el transcurso de la investigación, tomaron medidas para descartar las regiones genéticas responsables de la evolución de otros rasgos específicos de la especie, como la adaptación a la vida acuática.

"El hecho de que la evaluación imparcial identificara genes conocidos del cabello demostró que el enfoque funcionó", explica Clark. También sugiere que los genes identificados que están menos definidos podrían ser tan importantes para tener cabello como para no tenerlo.

Clark y sus colegas ahora usan el mismo enfoque para definir las regiones genéticas involucradas en la prevención del cáncer, la extensión de la vida y la comprensión de otras condiciones de salud.

"Esta es una forma de determinar los mecanismos genéticos globales que subyacen a diferentes características", dice Clark.

Fuente: Universidad de Utah | 4 de enero de 2023

Descubren en Eslovaquia una fosa común única del Neolítico con 37 individuos sin cabeza: ¿masacre o ritual?

Imagen de la fosa común de hace 7.000 años hallada en Eslovaquia. Foto: Martin Furholt (Universidad de Kiel).

Durante unas excavaciones realizadas el año pasado en Vráble, Eslovaquia, un equipo de arqueólogos del Centro de Investigación Colaborativo (CRC 1266) de la Universidad de Kiel (en Schleswig-Holstein, Alemania), y el Instituto Arqueológico de la Academia Eslovaca de Ciencias (Nitra) encontró un hallazgo espectacular: los restos de 38 individuos fueron encontrado en una zanja que rodea el asentamiento.

Sus esqueletos bien conservados estaban revueltos y a todos les faltaba la cabeza, con la excepción de un niño pequeño. Cómo, cuándo y por qué se extrajeron las cabezas de estas personas son preguntas centrales para futuras investigaciones. Ya el año pasado, el equipo había descubierto allí esqueletos sin cabeza. "Supusimos que encontraríamos más esqueletos humanos, pero esto superó todas las imaginaciones", informa el líder del proyecto, el profesor Dr. Martin Furholt (izquierda).

37 esqueletos sin cabeza; aquí hay dos de ellos acostados boca abajo. Cómo, cuándo y por qué se extrajeron las cabezas aún no está claro para los científicos. © Dr. Till Kühl, Instituto de Arqueología Prehistórica y Protohistórica/Universidad de Kiel.

Un importante asentamiento neolítico

El enclave de Vráble-Ve`lke Lehemby (5250-4950 a. C.), ubicado al oeste de Eslovaquia, fue uno de los asentamiento más grandes del Neolítico temprano en Europa Central, y ha sido un foco de investigación del CRC 1266 durante varios años. Los artefactos arqueológicos están asociados con la Cultura de la Cerámica Lineal (o de bandas). Mediante mediciones geomagnéticas se identificaron 313 casas en tres pueblos vecinos. Hasta 80 casas estuvieron habitadas al mismo tiempo, una densidad de población excepcional para este período. El sudoeste de los tres asentamientos estaba rodeado por una zanja doble de 1,3 km de largo y, por lo tanto, separado de los demás. Algunas áreas fueron reforzadas con empalizadas, lo que no debe interpretarse como una estructura defensiva, sino como una marca límite del área de la aldea.

Durante las excavaciones del verano de 2022, el equipo eslovaco-alemán descubrió los restos de al menos 38 individuos, repartidos en un área de unos 15 metros cuadrados. Uno encima del otro, uno al lado del otro, estirados boca abajo, agachados sobre los costados, boca arriba con las extremidades abiertas: la posición de los esqueletos no sugiere que los muertos hayan sido enterrados cuidadosamente. Más bien, las posiciones sugieren que la mayoría de ellos fueron arrojados o rodados a la zanja. A todos ellos, con la excepción de un bebé, les falta la cabeza, incluida la mandíbula inferior. "En las fosas comunes con una ubicación poco clara, la identificación de un individuo generalmente se basa en el cráneo, por lo que para nosotros el hallazgo de este año representa una situación de excavación particularmente desafiante", dice Martin Furholt.

Los esqueletos se encuentran apiñados en un área de 15 metros cuadrados. Till Kühl Universidad de Kiel. © Dr. Till Kühl, Instituto de Arqueología Prehistórica y Protohistórica/Universidad de Kiel.

Masacre, cazadores de cabezas o culto pacífico a la calavera: muchas preguntas sin respuesta

Mientras se recuperaban los esqueletos, comenzaron a surgir las primeras preguntas: ¿Estas personas fueron asesinadas violentamente, tal vez incluso decapitadas? ¿Cómo y cuándo se quitaron las cabezas? ¿O la extracción de las cabezas tuvo lugar solo después de que los cadáveres se hubieran descompuesto? ¿Hay alguna indicación de las causas de la muerte, como la enfermedad? ¿En qué orden fueron colocados en la zanja; podrían haber muerto al mismo tiempo? ¿O no es un único entierro masivo, sino el resultado de varios eventos, quizás incluso durante muchas generaciones? No obstante, ya existen algunas pistas para responder a estas preguntas.

“Varios huesos individuales fuera de posición anatómica sugieren que la secuencia temporal podría haber sido más compleja. Es posible que los cuerpos ya esqueletizados fueran empujados hacia el centro de la zanja para hacer espacio para otros nuevos”, explica la Dra. Katharina Fuchs (izquierda), antropóloga de la Universidad de Kiel. "En algunos esqueletos, se conserva la primera vértebra cervical, lo que indica una extracción cuidadosa de la cabeza en lugar de una decapitación en el sentido violento y despiadado, pero todas estas son observaciones muy preliminares que aún deben confirmarse con más investigación".

Los exámenes interdisciplinarios de los esqueletos deberían proporcionar respuestas

Una parte importante de la investigación adicional es averiguar más sobre los muertos. ¿Tenían una edad similar o constituyen una muestra representativa de su sociedad? ¿Estaban emparentados entre ellos o con otros muertos de Vráble? ¿Eran locales o venían de lejos? ¿Compartían una dieta similar? ¿Se puede inferir algún significado social del tratamiento de los muertos?

El enclave de Vráble-Ve`lke Lehemby comprendía tres pueblos vecinos en el período Neolítico. Los esqueletos fueron encontrados en las zanjas que rodean el asentamiento del sudoeste.© Karin Winter, Instituto de Arqueología Prehistórica y Protohistórica/Universidad de Kiel

Las respuestas solo se pueden encontrar en la interacción de investigaciones arqueológicas y osteológicas detalladas, el análisis de ADN, la datación por radiocarbono y análisis de isótopos estables. La red de investigación interdisciplinaria de la Universidad de Kiel, de la Academia Johanna Mestorf, el CRC 1266 y el Cluster of Excellence ROOTS, en colaboración con la Academia de Ciencias de Slowakian, en Nitra, Eslovaquia, ofrece excelentes condiciones para llevar a cabo esta investigación adicional.

Otras consideraciones sobre el significado y la interpretación solo tendrán sentido si se basan en tales resultados de investigación interdisciplinarios.

“Puede parecer obvio asumir que se trató de una masacre con sacrificios humanos, quizás incluso en conexión con ideas mágicas o religiosas. Los conflictos bélicos también pueden desempeñar un papel, importante, por ejemplo, los conflictos entre las comunidades de las aldeas, o incluso dentro de este gran asentamiento. ¿Estas personas fueron víctimas de cazadores de cabezas, o sus compatriotas practicaban un culto especial a la muerte que no tenía nada que ver con la violencia interpersonal? Hay muchas posibilidades, y es importante permanecer abierto a nuevos conocimientos e ideas. Pero es indiscutible que este hallazgo es absolutamente único para el Neolítico europeo hasta el momento”, dice la líder del proyecto, la Dra. Maria Wunderlich (derecha).

Las campañas de excavación de los últimos años ya revelaron otra característica única de Vráble-Ve`lke Lehemby: los hallazgos inusuales de restos humanos. Además de las tumbas regulares con ajuar funerario en la periferia del asentamiento y junto a las casas, algunos esqueletos completos y parciales salieron a la luz en las fosas que rodean el asentamiento en el área de varias puertas; con y sin cabeza. Los hallazgos de esqueletos humanos en zanjas son bien conocidos a principios del Neolítico, pero el patrón de cabezas faltantes es completamente nuevo. Si bien los primeros hallazgos de esqueletos sin cabeza ya eran un rompecabezas para el equipo internacional, el descubrimiento de este año representó una dimensión aún mayor.

Fuente: Universidad de Kiel | 11 de enero de 2023