Hace 90.000 años los neandertales cocinaban y comían bueyes de mar en la Gruta da Figueira Brava (Portugal)

Una vista tomada desde el interior de la Gruta da Figueira Brava (Portugal). MARIANA NABAIS /IPHES-CERCA.

Los neandertales que ocupaban el yacimiento de Gruta da Figueira Brava (Portugal) hace 90.000 años marisqueaban grandes cantidades de bueyes de mar, los cocinaban al fuego y los comían. Así lo demuestran restos encontrados en la cueva tras unos trabajos arqueológicos liderados por Mariana Nabais, investigadora en el IPHES-CERCA.

Este estudio, publicado en Frontiers in Environmental Archaeology, demuestra que los neandertales explotaban los recursos marinos de forma intensiva, algo que hasta hace poco se consideraba una práctica exclusiva de los humanos anatómicamente modernos.

Preferencia por el buey de mar

Los resultados de la investigación demuestran que el consumo habitual de recursos marinos había jugado un papel importante en el desarrollo cognitivo en los neandertales. "Las acumulaciones de restos de alimentos marinos en la secuencia estratigráfica de la Gruta de Figueira Brava, que abarca unos veinte milenios, son iguales a las observadas en los yacimientos de conchas del periodo Holoceno en la región, los cuales se encuentran entre los mayores de Europa", explica Nabais (izquierda).

Los restos de marisco documentados en la Gruta da Figueira Brava son muy diversos y corresponden a diferentes especies. Sin embargo, hay una que sobresale por encima del resto: el buey de mar (Cancer pagurus). Del conjunto de restos representados existen fragmentos de caparazones de estos animales y, sobre todo, de las pinzas, que son las partes más duras del animal y más fáciles de conservar a lo largo del tiempo.

En su trabajo, Nebais ha calculado el tamaño de estos ejemplares a partir de la relación entre el caparazón y las pinzas. Se trata de ejemplares adultos con una talla grande, de aproximadamente 16 centímetros. Se ha estimado que este tipo de cangrejos podían proporcionar hasta 200 gramos de carne.

Gruta da Figueira Brava. (A) Ubicación del sitio. (B) Plano de las cavidades (las elevaciones están en m sobre el nivel del mar). (C) Las tres entradas de la cueva vistas desde el mar. (D) Perfil estratigráfico del Área F.

Cocinados ante de comerlos

El 8% de los caparazones encontrados indican que los cangrejos estuvieron expuestos a un calor intenso, concretamente al fuego. Los restos quemados presentan una coloración ennegrecida en su superficie, lo que demuestra que se cocinaron a unos 300-500 grados.

Esto se traduce en que los neandertales no solo se limitaban a marisquear bueyes de mar, sino que los llevaban a la cueva para cocinarlos. Posteriormente, se golpeaba su caparazón para acceder a su carne, de ahí las roturas en las carcasas.

Nabais considera que es probable que los neandertales los hubieran marisqueado aprovechando las piscinas naturales que se forman durante la marea baja en verano. "Al final del último interglaciar, los neandertales cosechaban regularmente grandes cangrejos marrones. Los llevaban a las piscinas de la costa rocosa cercana, eligiendo los ejemplares adultos. Luego eran llevados enteros a la cueva, donde se asaban a la brasa y seguidamente se comían", apunta la principal autora del estudio.

(Arriba a la izquierda) Ancho del caparazón de Cancer pagurus (mm); la línea de regresión revela la relación biométrica entre el tamaño del propodio derecho y el tamaño del caparazón. (Abajo a la izquierda) Distribución de las estimaciones del ancho del caparazón para los cangrejos marrones MIS 5 de Gruta da Figueira Brava. (Arriba a la derecha) Medidas de Propodus. (Abajo a la derecha) Medida de ancho.

El consumo de presas pequeñas

El consumo de presas de pequeño tamaño por parte de los homínidos es un tema controvertido por parte de la comunidad científica. Hay un modelo que considera que este tipo de presas era inviable para los neandertales porque proporcionan poca cantidad de carne y, por tanto, de energía.

"Junto con la evidencia asociada del consumo a gran escala de mejillones, almejas y una variedad de peces, nuestros datos falsifican la idea de que los alimentos marinos tuvieron un papel importante en la aparición de habilidades cognitivas supuestamente superiores entre las primeras poblaciones humanas modernas del África subsahariana", explica Nabais.

"La noción de los neandertales como carnívoros de alto nivel que vivían de grandes herbívoros de la estepa-tundra es extremadamente sesgada -concluye Nabais-. Tales puntos de vista pueden aplicarse hasta cierto punto a las poblaciones neandertales del cinturón periglacial de Europa de la Edad del Hielo, pero no a los que vivían en las penínsulas del sur. Y en esas penínsulas del sur es donde la mayoría de los humanos del continente vivieron durante todo el Paleolítico, antes, durante y después de los neandertales".

Crustáceos de la Gruta da Figueira Brava. (A) Perforatus perforatus recuperado del sedimento reprocesado; nótese su buena conservación y ausencia de concreciones calcáreas. (B) Fragmentos de pinza y caparazón de Cancer pagurus con quemaduras negras; recuperado del depósito MIS-5. (C) Cancer pagurus dactylopoda que muestra escamas de impacto en su lado proximal ventral, lo que refleja una desarticulación en pinza; recuperado del depósito MIS-5. (D) Pinzas de cáncer pagurus con roturas longitudinales; recuperado del depósito MIS-5.

"Nuestros resultados añaden un apunte más para desmentir la idea de que los neandertales eran habitantes primitivos de las cuevas que apenas podían ganarse la vida con las capturas de caza mayor" dice la investigadora.

El yacimiento arqueológico de la Gruta de Figueira Brava está situado a unos 30 kilómetros al sur de Lisboa, en la conocida Sierra de Arrábida. Actualmente, esta cueva está pegada al mar, pero cuando los neandertales la ocuparon debían desplazarse más de dos kilómetros para llegar a la costa. En sus depósitos arqueológicos se han recuperado gran cantidad de herramientas de piedra y huesos, que demuestran que éste era para ellos un espacio de hábitat.

Fuentes: 20minutos.es | abc.es | 7 de febrero de 2022

La oración más antigua dedicada a la Virgen

Este icono del siglo VII representa a María como Madre e intermediaria de los hombres. La Razón.

Es un papiro de reducido tamaño, escrito en griego y de textura frágil. Es legible, a pesar de las pérdidas evidentes que presenta, y se conserva entre dos cristales para preservarlo del deterioro. Apareció en el norte de Egipto, en la ciudad de Oxirrinco, una localidad que adquirió renombre internacional cuando fue excavada en el siglo XIX, en el año 1897, por una pareja de arqueólogos británicos, Bernard Pyne Grenfell y Arthur Surridge, y extrajeron de un antiguo vertedero, que se conservaba en una zona de sus arrabales, un abundante conjunto de manuscritos que después han deparado, y todavía deparan, innumerables sorpresas a los historiadores. Este documento se conserva en la Colección John Rylands de la Universidad de Manchester, en Inglaterra, y se publicó en los años 30 del siglo anterior, pero hasta ahora había pasado con cierta discreción entre los investigadores.

Aunque se conocía su existencia no ha sido hasta este momento, al haberse transcrito su texto de nuevo de manera íntegra y enmendado errores de la traducción anterior, que todavía perduraban, cuando su importancia ha tomado mayor relieve, aunque los estudiosos sospechaban ya lo que albergaba este fragmento.

Está datado por E. Lobel en el año 250 d. C., y durante siglos se conservó bajo la arena del desierto junto a otros materiales arqueológicos. El papiro fue uno de los materiales más extendidos en la antigüedad y el soporte sobre el que se conservaron y transmitieron numerosas obras de la cultura griega y latina. Circuló a lo largo de la cuenca del Mediterráneo, pero en el interior de Europa apenas se han conservado ejemplares debido, sobre todo, a la acción de la humedad, un elemento dañino para su preservación, lo que convierte a esta clase de documentos en unas piezas esenciales para ahondar en el pasado literario de Occidente y Oriente Medio. Este fragmento, de hecho, se ha salvado debido a la sequedad que predomina en el Norte de África. Algo que ha hecho que también sobreviviera su secreto.

Entre sus líneas se conserva la que es hasta ahora la fórmula más primitiva del «Salve Regina». Esto lo convierte en un documento crucial para la historia del cristianismo y la religión. Durante años se había mantenido la creencia de que el culto dedicado a la Virgen tenía unas raíces más tardías. Los historiadores consideraban que sus orígenes estaban en el concilio ecuménico de Éfeso, que se celebró entre el 22 de junio y el 16 de julio del año 431. Fue justo en esas fechas cuando se proclamó que María era «Madre de Dios» o «theotokos», que es el nombre que recibe en griego. Siempre se había tomado este instante como el punto de partida de un culto que, aunque pudiera existir un poco antes, arraigaría a partir de ese instante de una manera plena entre los fieles y prosperó con evidente fortuna a lo largo de la Edad Media.

Esta idea se mantuvo durante siglos, y en la posterior disputa que mantuvieron católicos y protestantes salió a relucir. Estos últimos sostenían que la Iglesia había incorporado dicha devoción y que en realidad no existía ninguna mención a este respecto en la Biblia. Pero el papiro demuestra ahora que ya existía una vocación anterior hacia la Virgen. De hecho, entre sus líneas se mantiene íntegra la oración dirigida a la Madre de Cristo más antigua que se conoce en la actualidad y está datada en un periodo más antiguo de lo que la mayoría podía imaginar.

«Durante muchos años, este documento se ha dejado de lado. Puede que uno de los motivos fue que resultaba controvertido porque contiene a una oración a la Virgen María. El texto ha descolocado a varios teólogos porque aparece en la mitad del siglo III, antes de lo que nadie podía pensar. Algunos sostenían que este título de la Virgen como “Madre de Dios” no se había hecho oficial hasta el siglo V o de ahí en adelante», comenta el filólogo Felipe Hernández Muñoz (izquierda), del departamento de Clásicas de la Universidad Complutense, que ha traducido el texto y confirmado los que tantos intuían: su relevancia para el cristianismo, tanto para su culto como para su pasado. «Podemos deducir que los cristianos entendieron desde el relato de la Pasión, cuando Jesús le dice a Juan: "Ahí tienes a tu madre", que la Virgen no solo era la de Juan, sino también la Madre de toda la Iglesia y de todos los cristianos. Esto lo asumió la religión popular y las primeras comunidades de esta fe», asegura Felipe Hernández.

Aunque conocía el documento, él mismo quiso examinarlo en persona y acudió el diciembre pasado a la Rylands Collection. «Aproveché un viaje personal para acercarme. Hablé con los responsables de la biblioteca y les pregunté si era posible verlo. Me advirtieron de antemano que se encontraba en un estado muy precario. Estos documentos suelen sufrir mucho. Por eso en un principio solo me dejaban consultar una reproducción digital de una enorme calidad. Pero –subraya–, al llegar, el responsable me sacó el papiro y permitió que lo fotografiara. Pude consultar el catálogo que tienen disponible y es cuando reparé que el texto no estaba bien transcrito». Se lo comentó, entonces, al conservador «y le subrayé que era importante, porque lo que puede leerse en el catálogo no es lo que hay en el papiro. Por tanto, dejé una hoja con la transcripción correcta del griego y la traducción en inglés y en latín. Ahora se han puesto en contacto conmigo y lo van a actualizar».

Lo que se lee en este papiro es una oración muy sencilla, pero que cualquiera que conozca el culto cristiano reconocerá: «Bajo tus / entrañas misericordiosas / nos refugiamos, / madre de Dios. Nuestras / peticiones no des-/precies en el apuro / sino que del peligro, / líbranos, / solo tú santa, / la bendita».

Uno de los aspectos que enseguida llamó la atención de Felipe Hernández fue que se usara el plural. «Percibimos una escritura cuidada. Está toda en mayúsculas y en griego, la lengua más extendida entonces. Hay rotos en el papiro, pero las letras se pueden intuir sin problema. Lo que me resultó interesante es que no usa el “líbrame del peligro”, sino el “líbranos del peligro”. Es como si ya existiera entre estas personas la conciencia de formar parte de una comunidad. No es una oración individual. También sobresale que las primeras palabras son “bajo tus entrañas misericordiosas”. Esta expresión es similar al principio de la “Salve Regina”, comparte similitudes con la oración “Bajo tu amparo”. Esto, probablemente, se perpetuó y explique por qué los creyentes se referirían a María como Madre de la Misericordia o también “ojos misericordiosos”. La conexión entre este texto tan antiguo y nuestra “Salve” es bastante emocionante».

Pero, ¿Cuál fue el contexto en el que nació la oración? Parece que el plural hace alusión a las peculiares circunstancias en las que se concretó. «Desde el punto de vista histórico se le pide a la Virgen que los libre del peligro. Este peligro común podría ser una de las persecuciones que padecieron los cristianos en el Imperio Romano. Lo que tendría sentido, porque fue una comunidad cristiana que ruega a María para que acuda y los ayude. Le están pidiendo amparo y protección. Esto nos indicaría también por qué las oraciones a la Virgen pueden ser anteriores a lo que se defendía. De hecho, conocemos representaciones de la Virgen en el arte que también son antiquísimas. La idea de la Virgen como icono medieval hay que reconsiderarla, porque se preservan también imágenes anteriores. Este papiro –asegura– verifica que ya se había asentado su culto en el siglo III y que este título de “madre de Dios” estaba presente en los primeros cristianos. Solo es después cuando se le da un carácter oficial, pero la realidad es que ya circulaba entre las comunidades cristianas y que podría tener relación con las persecuciones de los romanos».

Fuente: larazon.es | 5 de febrero de 2023

Los neandertales habitaron en el norte de la península ibérica más tiempo de lo que se pensaba

Imagen de las excavaciones más recientes en el yacimiento de Lezetxiki. / IPHES

La aplicación de las metodologías más actuales para analizar los restos humanos procedentes del yacimiento de Lezetxiki de Arrasate (Guipúzcoa) han permitido confirmar que se trata de restos pertenecientes a los neandertales y que estos vivieron en el norte de de la península ibérica durante más tiempo del que se creía hasta ahora.

La investigación, que publica la revista American Journal of Biological Anthropology y en la que ha participado el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), ha analizado dos restos dentales aislados recuperados durante los trabajos de excavación arqueológica en este emblemático yacimiento de la cornisa cantábrica y ha confirmado una presencia neandertal tardía en el norte de la península ibérica.

El yacimiento de Lezetxiki está en el municipio de Arrasate, en medio de un complejo kárstico con varias cavidades parcialmente desmanteladas, y, aunque fue descubierto en 1927, no fue hasta casi 30 años después cuando se iniciaron excavaciones en este lugar, la primera de ellas entre 1956 y 1968, y la segunda entre 1996 y 2018.

Yacimiento de referencia

Este lugar está considerado como un yacimiento histórico de referencia para el conocimiento de la prehistoria, especialmente en el norte de la península ibérica, porque a lo largo de su secuencia estratigráfica están representadas prácticamente todas las fases culturales de la prehistoria, con niveles correspondientes al Paleolítico inferior, medio y superior, proporcionando restos correspondientes a diferentes grupos humanos.

Así, en el yacimiento de Lezetxiki han encontrado herramientas de piedra correspondientes al período cultural conocido como Musteriense, es decir, del período cultural correspondiente a los neandertales, pero también herramientas típicas del período Auriñaciense, correspondiente ya al Homo sapiens.

Según los investigadores, este período de transición entre el Musteriense y el Auriñaciense es uno de los aspectos más importantes que proporciona el yacimiento por tratarse de un momento en el que los neandertales fueron sustituidos por los humanos anatómicamente modernos.

Ahora, las dataciones radiocarbónicas de los restos hallados han permitido determinar la importancia cronológica de los diferentes niveles de las excavaciones, que van entre 32.600 y 39.500 años en la cultura auriñaciense y de al menos 46.500 años en la musteriense.

Restos dentales de neandertales hallados en Lezetxiki. A la izquierda, los dientes se muestran en vistas oclusal, mesial, lingual (fila superior), distal y bucal (fila inferior). El modelo de dentina se muestra en vista oclusal, y la representación de los dientes completos y los tejidos están en vista mesial (M 1 ) y vista bucal (P 3). La cámara pulpar está en vista distal. En el lado derecho de la figura, los modelos 3D de esmalte y dentina se muestran a mayor escala para una descripción detallada. La flecha blanca en el molar indica el tubérculo post-paracono y la flecha negra indica el tubérculo de Carabelli. En el premolar, las flechas blancas indican las crestas distales accesorias en esmalte y dentina, mientras que la flecha negra indica la cresta transversal completa. Las barras de escala representan 1 cm. *Basándonos en la inspección del modelo 3D y el estudio del espécimen original, aclaramos que lo que parece ser una cúspide 5 (metacónula) (estrella blanca en fotografía y modelo 3D) en la fotografía oclusal del Lezetxiki UM 1 es una efecto óptico.

Reasignación cronológica

En este contexto de reasignación cronológica y tipológica del material analizado, los investigadores han reestudiado los restos dentales ya que todo ello ponía en duda su asignación taxonómica a los neandertales.

Los dientes estudiados, un diente molar superior y un premolar inferior, procedentes de las excavaciones realizadas en 1966, han sido objeto de un nuevo análisis paleoantropológico, con la aplicación de nuevas técnicas y métodos, entre ellos el análisis de los tejidos dentales a partir de escaneados por microtomografía computarizada y morfometría geométrica.

Los resultados obtenidos los han comparado con otros especímenes conocidos en el registro fósil del Pleistoceno medio, tanto neandertales, como humanos modernos del Paleolítico superior y humanos modernos del Neolítico.

Según el IPHES, la conclusión es tajante: “Todos los indicadores obtenidos son consistentes con una clasificación neandertal de los restos".

A pesar de que existen otros yacimientos como Axlor (Vizcaya) o Arrillor (Álava), que también han proporcionado restos dentales adscritos a los neandertales, en ambos casos se trata de restos pertenecientes a individuos infantiles.

En este caso, pues, los restos dentales del yacimiento de Lezetxiki se convierten en los únicos pertenecientes a neandertales adultos de la región de los Pirineos occidentales recuperados en la actualidad.

Esta reasignación de los restos, junto con los nuevos datos procedentes de las dataciones radiométricas de los niveles de Lezetxiki, confirman una presencia neandertal mucho más tardía de lo que se creía en el norte de la península ibérica en este período de transición entre el Paleolítico medio y el superior.

El trabajo ha sido coordinada por el investigador de la Universidad de Burdeos, Diego López-Onaindia, con la colaboración de la investigadora del IPHES y de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona Marina Lozano; así como Aida Gómez-Robles, de la Universidad College London; Álvaro Arrizabalaga, de la Universidad del País Vasco, y Mª Eulalia Subirà, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Fuentes: agenciasinc.es | naiz.eus | iphes.cat| 3 de febrero de 2023

Recuperan 'cuchillos' de cazadores prehistóricos de hace 60.000 años en Israel

Punta de sílex procedente del yacimiento de Nahal Mahanayeem Outlet (NMO). / Gonen Sharon.

El Nahal Mahanayeem Outlet (NMO) es un yacimiento al aire libre situado en la orilla izquierda del río Jordán. Las excavaciones arqueológicas que se llevan a cabo en este lugar han puesto al descubierto herramientas de piedra y restos esqueléticos de animales de hace más de 60.000 años, período cultural conocido como Paleolítico Medio.

Estos restos aparecen a orillas de lo que se conoce como Paleo-Hula Lake, un antiguo lago anterior a la formación del río Jordán. Según los investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA), del Tel-Hai College y de la Universidad Hebrea de Jerusalén, corresponden a un campamento esporádico de cazadores-recolectores. Es decir, estos grupos humanos iban a este punto a procesar a los animales que habían cazado en las proximidades. Una vez finalizada esta actividad, que podía durar hasta una semana, los cazadores abandonaron las herramientas utilizadas y los restos de los animales procesados.

Los materiales quedaron cubiertos por los sedimentos del lago, lo que favorece su conservación hasta su descubrimiento actual. Los restos que se han recuperado representan un “momento de la vida” de los cazadores prehistóricos, como si fuera una fotografía del pasado, algo muy poco habitual en los yacimientos al aire libre como es este caso.

Vista general del yacimiento de Nahal Mahamayyem Outlet en la orilla este del río Jordán. / Gonen Sharon.

Esta conservación excepcional de los restos ha permitido a los investigadores reconstruir las dinámicas de caza de las poblaciones humanas que produjeron esta acumulación de restos. Además, para conocer cómo se utilizaban las herramientas, los arqueólogos han realizado un análisis traceológico.

El yacimiento de NMO fue descubierto gracias a los trabajos de drenaje del río Jordán y fue excavado por un equipo del Tel-Hai College y la Universidad Hebrea, bajo la dirección del profesor Gonen Sharon (izquierda). Todo esto puso al descubierto una gran cantidad de restos animales de distintos tamaños. Los cazadores apresaban y procesaban ciervos, gacelas, jabalíes e incluso tortugas.

Los arqueólogos han estudiado en profundidad las marcas de desgaste de las herramientas y, de este modo, concluir las actividades por las que fueron utilizadas. Los resultados han sido publicados en la revista Scientific Reports, en un trabajo liderado por Juan Ignacio Martin-Viveros, investigador predoctoral en el IPHES-CERCA. Este estudio se enmarca en su tesis doctoral, codirigida por Gonen Sharon y los también investigadores del centro Andreu Ollé y Gema Chacón.

Según la naturaleza de los trabajos que se realizan con una determinada herramienta de piedra, sus bordes presentan un tipo de desgaste u otro. No es lo mismo el desgaste que se produce por el trabajo sobre la carne que sobre un material vegetal, por ejemplo. Mediante la arqueología experimental y el uso de microscopios electrónicos de alta magnitud, los investigadores han identificado patrones de desgaste en las herramientas líticas que determinan los materiales sobre los que han sido utilizadas.

Material lítico estudiado en ese trabajo. /Juan Ignacio Martin-Viveros/IPHES-CERCA.

Actividades de carnicería y capacidad cognitiva

El estudio revela que la mayor parte de las herramientas de piedra apuntadas que se han recuperado en el yacimiento fueron utilizadas como cuchillos para actividades de carnicería. Incluso herramientas tradicionalmente asociadas a puntas de proyectil, como es el caso de las puntas Levallois, también fueron utilizadas para actividades de procesamiento de las carcasas animales y, en menor proporción, en el trabajo relacionado con la piel y vegetales.

Este aspecto es muy relevante puesto que rompe con los esquemas tradicionales en los que se asocia una herramienta apuntada como punta de proyectil. En el caso de NMO, este tipo de herramientas apuntadas fueron configuradas previamente a la llegada en el lugar y no fueron utilizadas para la caza de los animales sino para actividades de carnicería una vez éstos ya estaban muertos.

Juan Ignacio Martin-Viveros analiza las industrias del yacimiento. / Juan Ignacio Martin-Viveros/IPHES-CERCA

Uno de los datos más sorprendentes es que buena parte de las herramientas habían sido enmangadas. Esto demuestra que las poblaciones tenían un control muy elevado de este tipo de recurso tecnológico y, sobre todo, que estos avances tecnológicos fueron planificados mucho antes de acceder al yacimiento para el trabajo de procesado de los animales.

El descubrimiento supone una de las primeras evidencias de encajes enmangados utilizados como cuchillos de carnicería en yacimientos al aire libre del Paleolítico Medio del Levante, lo que demuestra la gran capacidad cognitiva que tenían las poblaciones de cazadoras-recolectoras que visitaron NMO.

Fuente: agenciasinc.es | 31 de enero de 2023

Una taberna de 5.000 años sale a la luz en Irak: tenía bancos y un patio para comer al aire libre

Foto realizada mediante un dron de las trincheras excavadas en el otoño de 2022. La trinchera más cercana muestra la taberna con un tipo de refrigerador de arcilla llamado "zeer", un horno y bancos. (Imagen: Cortesía del Proyecto Arqueológico Lagash)

Un proyecto arqueológico ha descubierto en el yacimiento iraquí de Lagash, una de las ciudades antiguas más grandes de la zona sur de Mesopotamia, una "taberna" de hace unos 5.000 años donde se alimentaban los habitantes de la urbe sumeria. A menos de medio metro bajo tierra, los investigadores de las universidades de Pensilvania (Estados Unidos) y Pisa (Italia) han documentado un complejo que disponía de horno, un refrigerador de barro que se denomina zeer y todavía se utiliza en la actualidad, bancos repartidos en un patio que actuaba como comedor y recipientes de almacenaje que todavía conservaban restos de pescado.

Estos hallazgos arrojan luz sobre el modo de vida durante el Periodo Dinástico Arcaico (2900-2300 a.C.) de un barrio urbano de este asentamiento que no pertenecía a la élite, según valoran los arqueólogos. Lagash, ubicada hoy en día en una zona conocida con el nombre de Tell al-Hiba por el pueblo cercano, y que está considerada como una de las primeras ciudades-estado del mundo, comprende unas dimensiones enormes —más de tres kilómetros de largo de norte a sur por casi dos de ancho en su extremo de mayor extensión—.

"Es un espacio público para comer que data alrededor del año 2700 a.C. Tiene un parte al aire libre y otra de cocina", ha explicado en un comunicado sobre el hallazgo de la taberna Holly Pittman, directora del Proyecto Arqueológico Lagash y profesora en la Universidad de Pensilvania. "Que haya un lugar de reunión comunitario donde la gente podía sentarse y comer un estofado de pescado indica que no estaban trabajando bajo la tiranía de los reyes. Esto nos ofrece una historia mucho más interesante de la ciudad", ha añadido en declaraciones al canal estadounidense CNN.

Holly Pittman, directora del Proyecto Arqueológico Lagash, en la puerta del dormitorio de una casa en excavación.

El proyecto de investigación se inició en 2019, aunque las prospecciones en el sitio se remontan a la década de 1930 y han estado condicionadas por las guerras que han golpeado a la región. En estas últimas campañas se han empleado metodologías modernas que incluyen fotografía con drones y magnetometría para identificar estructuras bajo tierra. Luego se han efectuado excavaciones microestratigráficas y se han recogido muestras de sedimentos para comprender el contexto histórico ambiental de la ciudad y su desarrollo.

“En el Pleistoceno, el sur de Irak era muy diferente al actual, con ríos caudalosos y profundamente cortados”, dice Reed Goodman (derecha) estudiante de doctorado en la Universidad de Pensilvania. Él y sus colegas están descubriendo que en el apogeo de Lagash, cuando el corazón del delta del Tigris-Eufrates migró hacia el sureste, el clima cambió de húmedo a seco, lo que representó un desafío cada vez mayor para la población local.

"Combinando toda esta información, veremos la evolución deltaica en este caldero ecológico a lo largo de los siglos", dice Pittman. “Esto es algo que la gente ha modelado teóricamente, pero estamos obteniendo fechas reales de cambios en el régimen del agua, lo que será revolucionario. Es ciencia ambiental a la vanguardia”.

Una foto realizada mediante un dron de una de las trincheras excavadas en la que se muestra dos pozos rectangulares que contienen arcilla. Dichos hallazgos brindaron más evidencia de que Lagash fue un sitio donde tuvo lugar una importante producción artesanal. (Cortesía del Proyecto Arqueológico Lagash)

Los trabajos arqueológicos se han centrado en áreas donde se cree que no residió la élite, a fin de recabar datos sobre el resto de habitantes de la urbe. "No vamos a los grandes montículos esperando encontrar un templo antiguo. Usamos nuestras técnicas y luego, según la prioridad científica, buscamos lo que creemos que proporcionará información importante para rellenar las brechas de lo que conocemos", ha señalado Zaid Alrawi (izquierda), otro de los directores del proyecto.

En lugar de excavar de acuerdo con las fases de construcción arquitectónica, el Proyecto Arqueológico Lagash está utilizando un enfoque defendido por Sara Pizzimenti, de la Universidad de Pisa, quien excava por capas microestratigráficas horizontalmente en una amplia franja, "como si se hiciera una cirugía muy cuidadosa", dice Pittman. “Solo al excavar cincuenta centímetros hacia abajo pudimos capturar muchas cosas. Estamos felizmente asombrados”.

Imagen aérea del yacimiento de la antigua ciudad sumeria de Lagash. Proyecto Arqueológico Lagash

Durante las últimas campañas también se han descubierto una vivienda doméstica que disponía de un baño, una cocina y una piedra de moler y un área con cerca de una decena de hornos para fabricar recipientes de cerámica que contaba con bancos y una mesa.

Para los arqueólogos, la densidad de los hornos indica una importante producción de cerámica en Lagash y, desde su descubrimiento, las estructuras han suscitado muchas preguntas de seguimiento: por un lado, ¿cómo se organizaba esa producción artesanal? ¿Estaba políticamente centralizado o dirigido por comunidades locales más pequeñas? ¿A qué temperaturas operaron los hornos? ¿Y cuál fue su vida útil?

El estudiante de doctorado Reed Goodman (izquierda) usa una herramienta manual llamada barrena mientras lo filman para un documental. Durante la temporada de 2019, recolectó alrededor de 12 metros de núcleo de sedimento de 12 ubicaciones. Durante la temporada de campo de la primavera de 2022, los investigadores de Penn trabajaron con técnicos de perforación locales para perforar unos 25 metros en la tierra. (Cortesía del Proyecto Arqueológico Lagash)

"Con más de 450 hectáreas, Lagash fue uno de los asentamientos más grandes en el sur de Irak durante el III milenio a.C. El sitio fue muy importante a nivel político, económico y religioso. Sin embargo, también pensamos que fue un importante núcleo de población con acceso a tierras fértiles y gente dedicada de forma intensiva a la producción artesanal", comenta la arqueóloga Holly Pittman. En este sentido, Lagash, que estuvo ocupada desde el V milenio hasta mediados del II a.C., habría sido una capital, pero también una destacada "ciudad industrial".

Fuentes: elespanol.com | penntoday.upenn.edu | sas.upenn.edu | 3 de febrero de 2023