Una gran villa descubierta en Gandía aporta más luz a la colonización romana del litoral entre Valencia y Dénia

Reconstrucción en superficie de los restos de las termas

La construcción de una nueva carretera de acceso al puerto de Gandía (Valencia) por el sur para desviar el tráfico de camiones pesados ha permitido descubrir parte de los restos de una gran villa romana de los siglos I a IV d. C., en la llamada Partida de Rafalcaid, muy cerca de la desembocadura del río Serpis. Y curiosamente, según los expertos, muy probablemente estaría dedicada en parte al tráfico marítimo de mercancías gracias a un embarcadero que podría estar situado en un antiguo estuario del río.

Aunque se intuía su existencia desde los años 80, cuando se realizó una prospección visual y aparecieron algunos restos, han sido la expropiación de campos de naranjos y la construcción de la nueva carretera las que han permitido a los arqueólogos excavar parte de la zona (solo la afectada por las obras) y confirmar que se trata de una villa romana que podría tener grandes dimensiones. “Es solo una estimación, pero suponemos que hemos excavado solo el 10% de la villa, que podría tener unas 65 hectáreas de superficie”, afirma con cautela David López, miembro de la empresa Estrats Treballs d’Arqueologia y director de la excavación.

Restos de la villa romana de Rafalcaid, hallados durante las obras del acceso sur al puerto de Gandía.

Ante la previsión de las obras del Ministerio de Fomento para abrir el nuevo acceso sur al puerto, el ayuntamiento de Gandía alertó de la posibilidad de toparse con restos arqueológicos en esa zona. Las excavaciones, que finalizaron en enero de este año, dieron sus frutos: se encontraron los muros de unas termas o baños pertenecientes a la parte residencial, restos de unas estancias industriales “que pueden interpretarse como de almacenamiento y viviendas de esclavos o trabajadores de la villa, con un pequeño horno doméstico”, dice López, y otros habitáculos en torno a un patio, peor conservados, con estructuras posiblemente ligadas a un lagar para la obtención de vino o aceite.

Los restos situados bajo el trazado de la carretera han sido cubiertos de nuevo tras su documentación, y los hallados al margen, como las termas, han sido soterrados también pero reconstruidos en superficie en un pequeño parque por el Ministerio de Fomento para que los visitantes (se puede acceder por el carril bici anejo a la carretera) puedan hacerse una idea del descubrimiento.


Entre los restos hallados destacan un balsamario de bronce (recipiente para almacenar sustancias aromáticas), varias placas de mármol con relieves florales, un fragmento de mosaico, otro de una estatua de mármol, más de medio centenar de monedas de bronce, amuletos y “un ingente volumen de material cerámico que ahora es objeto de estudio.

El 90% de la villa que quedaría por descubrir podría aportar muchos más objetos y, sobre todo, mucha más información sobre la romanización de este tramo de la costa valenciana situada entre Valencia y Denia. “La intención del ayuntamiento era localizar el resto de la villa con un georadar y con el tiempo excavar la zona”, señala López. El problema es que las parcelas de naranjos bajo las que se encontrarían los restos son de propiedad privada.

Joan Negre, el arqueólogo municipal de Gandía, va más allá y apunta otra posibilidad: que la villa de Rafalcaid “pudiese tener alguna relación con el tráfico marítimo por su cercanía a la desembocadura del Serpis, donde pudo haber un pequeño embarcadero”. El puerto de referencia en época romana era Denia, y el de Gandía pudo haber sido un punto auxiliar a aquél. “Podría ser que la parte rústica de la villa estuviera dedicada, en parte, a las mercancías que llegaran o salieran del embarcadero del río, y que eso generara unas rentas que serían invertidas en la parte residencial”.

Excavación de la villa de Rafalcaid en Gandía

Un camino romano hasta Dénia

La Vía Augusta, la calzada romana que unía los Pirineos con Cádiz, no pasaba por la comarca de la Safor, sino que en Valencia se adentraba hacia el interior hasta Cartagena en un trayecto que reproduce actualmente la autovía A-7. Pero había numerosas vías menores, y una de ellas comunicaba Gandía con Oliva en paralelo a la costa, en lo que se conoce indistintamente [JNP1] como Camí del Comte, Assagador o Camí Vell de Piles, según señala Negre en su libro Calçades, camins i carreres. Breu història sobre l'origen de la xarxa viària de les Comarques Centrals Valencianes. Las estancias industriales de la villa de Rafalcaid son paralelas a este camino. “Ambas márgenes del Serpis en la llanura de la Safor, así como las cercanías de este camino, están bajo vigilancia arqueológica, y cualquier obra pública o privada debe ser controlada”, advierte el arqueólogo municipal.


De hecho, toda esa zona está plagada de yacimientos neolíticos, como el de La Vital, y romanos como la villa dels Rajolars, de unas 6 hectáreas, o el desaparecido sepulcro de Baebia Quieta de Daimús, una espectacular torre funeraria de la que se tiene noticias por algunas crónicas y por un grabado descriptivo realizado por el viajero francés Alexandre de Laborde a principios del siglo XIX. Al parecer, la costa de la Safor estuvo densamente poblada desde tiempos prehistóricos. Las transformaciones agrarias de los últimos siglos han podido hacer desaparecer muchos restos, pero bajo los actuales naranjales pueden quedar otros muchos, como han demostrado los trabajos en Rafalcaid.

Fuente: eldiario.es | 14 de junio de 2019

La villa romana de Camarzana de Tera (Zamora) abre sus puertas a las visitas en horario matinal

La villa romana de Camarzana de Tera (Zamora) abre sus puertas al público durante las mañanas de toda la semana a excepción de la jornada de los lunes en que permanece cerrada. La contratación de una guía turística permite dejar atrás las visitas a la demanda durante, al menos, en lo que resta de año. No obstante, desde el Ayuntamiento se seguirá prestando el servicio a la demanda para las visitas en grupo fuera del horario establecido, como las excursiones durante las tardes.

El recinto arqueológico de la villa romana de Orpheus dispone desde ahora de un horario para las visitas desde las 12,00 horas a las 14,00 horas de los martes a los viernes. Durante los sábados, domingos y festivos en horario de las 11,00 horas a las 14,00 horas. Los lunes permanece cerrado.
El visitante que se acerca hasta el recinto arqueológico de esta villa tardo romana de Orpheus en Camarzana de Tera podrá contemplar la riqueza de los restos musivos, de los mosaicos que reflejan la importancia de sus moradores con la distribución de las dependencias de la domus. La Junta de Castilla y León, a través de Patrimonio Cultural, como propietaria del enclave arqueológico, ha suscrito un convenio con el Ayuntamiento de Camarzana para la apertura del recinto a las visitas, de una de las joyas arqueológicas más importantes de Castilla y León.





Fuente: interbenavente.es | 14 de junio de 2019

La exposición ‘Vltra Tumba’ muestra el epígrafe funerario de Junia Rufina en Baelo Claudia (Cádiz)

La delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo, acompañada del comisario de la Exposición y director del Proyecto, Fernando Prados Martínez, y del arqueólogo Iván García, ha inaugurado la exposición ‘Vltra Tuimba, Luz y sombra en las necrópolis de Baelo’, donde se van a mostrar los resultados científicos del Proyecto General de investigación ‘Muerte y Ritual Funerario en Baelo Claudia’, un estudio arqueológico y documental de la necrópolis oriental (2012-2017).

Según ha indicado la Junta en una nota, este proyecto ha sido dirigido por la Universidad de Alicante. Asimismo, ha señalado que la exposición que ha abierto sus puertas este viernes en la sede del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz), permanecerá abierta hasta diciembre de este año.

Está compuesta por paneles informativos explicando el proceso de excavación y los resultados obtenidos durante los seis años de duración del Proyecto. Igualmente, está acompañada de materiales arqueológicos documentados durante el proceso de excavación, entre los que se expone el sensacional hallazgo del epígrafe funerario de ‘Junia Rufina’, cuyas características lo convierten en un hallazgo único en la península Ibérica.


La losa aparecida en junio en la que se ve el nombre de Junia Rufina. MUSEO DE BAELO

El descubrimiento más reseñable es sin duda la inscripción monumental, realizada con letras de bronce, que se emplaza en el arquitrabe o dintel que formó parte de la portada del mausoleo. Se trata de un hallazgo excepcional y único en España, dado que las letras de metal eran sistemáticamente fundidas tras el abandono y expolio de los edificios de los que formaban parte, y por este motivo se trata de una pieza extraordinaria.

El carácter excepcional del hallazgo viene a ofrecer nuevas potencialidades de cara a la puesta en valor del espacio funerario de Baelo. El epígrafe puede ser un magnífico recurso expositivo y pasar a formar parte de una futura anastilosis (reconstrucción) que podrá ser incorporada al discurso museográfico del yacimiento (mediante copias) y del museo (con los originales). Ello contribuirá notablemente a incrementar la riqueza patrimonial del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia y se podrá renovar la exposición permanente del mismo.

La escultura que representa a Junia Rufina, expuesta en el Museo de Baelo.

La oportunidad prácticamente única a escala nacional de poder plantear un nuevo acceso al circuito de visitas al yacimiento a partir de uno de sus ejes principales, el mismo que se usó hace 2000 años, supondría un “incuestionable valor añadido”, ha señalado la Junta, que ha añadido que esto mejoraría sustancialmente la calidad informativa/didáctica de las visitas, convirtiéndola en una “experiencia única, al nivel de las que se pueden realizar en Pompeya, Ostia y otras célebres ciudades romanas”.

Fuente: elfunerariodigital | 14 de junio de 2019

Análisis de ADN confirma que uva francesa es la misma de que consumía el Imperio Romano

Mondeuse blanche, la vid del viñedo de Saboya . Wikimedia Commons

Algunas uvas que se cultivan hoy en Francia están relacionadas genéticamente con ciertas variedades de la vid de época medieval o incluso romana. Según el artículo publicado en Nature Plants, los científicos lo descubrieron cuando analizaron el ADN de semillas de uva encontradas en asentamientos antiguos y medievales. En particular, resultó que una variedad romana que se cultivó en el siglo I d.C. era casi similar genéticamente a la vid moderna llamada Savagnin, que se utiliza ahora para producir vino blanco. Significa que esa uva ha existido en su forma moderna durante al menos 900 años.

Se cree que las uvas fueron domesticadas hace seis u ocho mil años en el territorio de países modernos como Georgia, Irán o Turquía. Desde allí el cultivo fue trasladado a Oriente Medio, y luego las uvas se extendieron en Egipto y Grecia. En la península de los Apeninos, la elaboración del vino comenzó a desarrollarse en los siglos IX-VII a.C., y en la colonia griega Massalia, hoy la ciudad de Marsella en el sur de Francia, en el siglo VI a.C.

Sin embargo, solo en el umbral de nuestra época, la producción de vino en el sur de Francia llegó a adquirir proporciones considerables. En aquel tiempo, los romanos trajeron allí sus nuevas tecnologías, comenzaron a usar la propagación vegetativa y cultivar las uvas. Aunque los investigadores no puedan comparar las antiguas variedades de la vid con las modernas, algunos opinan que las romanas todavía se cultivan en Europa. Después de la caída del Imperio Romano, la vinificación en Francia no desapareció, y en la Edad Media en las fuentes escritas surgieron nombres nuevos de vides. Sin embargo, hasta la fecha no se sabía si los enólogos franceses cultivaban las mismas uvas desde hace varios siglos o las nuevas variedades simplemente recibieron los nombres antiguos.

Las relaciones genéticos entre las uvas antiguas, medievales y modernas cultivadas en Francia. Las variedades romanas son de color naranja, las medievales de azul, y las modernas de blanco.
J.Ramos-Madrigal et al. / Nature Plants, 2019

Comparando el genoma de las uvas

Investigadores de ocho países, liderados por Nathan Wales de la Universidad de York, Reino Unido, analizaron el genoma de la uva Vitis vinifera. Se tomaron 28 semillas encontradas en diferentes partes de Francia, las cuales datan del año 510 a.C. hasta los 1200 d.C. En cuanto a los genomas de referencia, los autores utilizaron 783 variedades de la vid que se utiliza en la producción del vino (Vitis vinifera), 112 especies de la vid silvestre (Vitis vinifera sylvestris) y 11 tipos más.
Resultó que todas las variedades de uva, incluso las más antiguas, pertenecen a la variedad Vitis vinifera. Al mismo tiempo, el genoma de las vides medievales era casi idéntico al de las modernas. Por ejemplo, el genoma de un hueso que se data 1100 d.C. es similar al genoma de la variedad moderna Savagnin. Este tipo de uva ahora se cultiva en Francia y Alemania y se utiliza para producir el vino blanco.

Esto significa que el Savagnin se ha cultivado en su forma actual por lo menos 900 años. El genoma de otra vid moderna, Mondeuse Blanche, era casi similar al genoma del hueso, encontrado en el este de Francia, en el pueblo medieval. Esta semilla probablemente tenga más de 1000 años de edad.

Fuente: nma1.org | 12 de junio de 2019

Sale a la luz el pasado romano de Tortosa (Tarragona)

Tortosa mostrará pronto su esplendoroso pasado a través de una estructura ubicada en la Plaza de la Catedral. (Ayuntamiento de Tortosa)

Tortosa (Tarragona) reivindicará su esplendoroso pasado romano a través de un centro interpretativo en la Plaça de la Catedral. Esta estructura mostrará los principales restos de una ciudad que tuvo su papel estratégico en la época romana, como eje comunicativo de la Hispania Citerior Tarraconensis hasta el siglo III d.C.

Hasta ahora en el libro del pasado de la capital de Terres de l’Ebre sobresalían los capítulos dedicados a la ocupación árabe a partir del siglo VIII o el auge económico del Renacimiento, una etapa que la localidad rememora con una fiesta de recreación histórica que se celebra cada verano. Los descubrimientos más recientes de los arqueólogos han permitido localizar ahora restos de la muralla que se construyó en la época de la dominación romana, cuando la capital del Baix Ebre era conocida como Dertosa.

En un primer momento existía poca información arqueológica sobre la Dertosa romana, aunque se sabía de su importancia estratégica. Destacan el hallazgo de estructuras monumentales del siglo I d.C. que muestran el centro económico y religioso de la ciudad romana, así como los restos de una basílica y de parte de la plaza monumental asociada al antiguo Foro y un fragmento de una parte de la muralla construida en el sigo III d.C. en la Plaça de la Catedral.


El hallazgo cuenta con estructuras monumentales del siglo I dC que muestran el centro económico y religioso de la ciudad romana. (GRESEPIA)

“Hace mucho tiempo que buscábamos los restos de la muralla de la antigua 'Dertosa' y con este descubrimiento podemos decir que los hemos encontrado”, explica el coordinador de las excavaciones y miembro del Grup de Recerca Seminari de Protohistòria i Arqueología (GRESEPIA) de la Universitat Rovira i Virgili (URV), Jordi Diloli.

No duda en calificar los últimos hallazgos como “un descubrimiento importante, que certifica la importancia de Tortosa en la época romana, de la que hasta ahora teníamos noticia, pero no habíamos demostrado”.

La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, y el arqueólogo Jordi Diloli mostrando algunos de los detalles del proyecto. (Ayuntamiento de Tortosa)

Elevada categoría jurídica. Los ciudadanos de Dertosa podían participar en las elecciones de Roma

El hallazgo es un punto y aparte en un largo proceso de años de excavaciones, que permite visualizar la importancia ancestral del municipio como enclave estratégico. De hecho, Dilioli detalla que se conocía que "la antigua 'Dertosa' contaba con una elevada categoría jurídica en época romana, y que sus ciudadanos podían participar en las elecciones de Roma, ya que así lo atestiguan los restos numismáticos”.

“'Dertosa' era, desde Tarraco, la puerta de entrada hacia la parte inferior de la península y hacia el interior, ya que las comunicaciones con otras ciudades importantes como Caesar Augusta, la actual Zaragoza, se hacían a través del Ebre”, explica Diloli, que reafirma la importancia del río a través de los siglos para configurar el carácter propio de Tortosa.

“La importancia de la navegación fluvial como eje comunicativo y del transporte de mercancías justificarían que el centro monumental de la antigua ciudad romana se encontrara tan próximo al río”, añade Diloli. En ese sentido, apunta que aunque el proyecto de encontrar el pasado romano de Tortosa nace en 2004, no es hasta el 2016 cuando el equipo de arqueólogos empiezan a trabajar en el área próxima a la Catedral donde se han encontrado los restos monumentales de Dertosa.


Los restos reafirman la importancia del Ebre como eje estratégico de la ciudad desde hace miles de años. (GRESEPIA)

“Habíamos empezado a excavar en otras zonas, sin encontrar la muralla y sabíamos que debíamos encontrarla en alguna parte, hasta que surgió en este punto”, prosigue el coordinador de las excavaciones, que avanza que una vez el proyecto finalice mostrará el pasado de la ciudad a escasos metros del río.

Restos visitables. Un proyecto para viajar en el tiempo

El proyecto de construcción de la plaza que se ha empezado a construir enfrente de la catedral prevé hacer visitables los restos que evidencian la importancia histórica de Dertosa para convertirlos en un activo turístico y cultural de primera magnitud.
Por este motivo, el Consistorio anunció, ya en 2018, que había escogido un proyecto de Olga Felip y Josep Camps para museizar la zona de la plaza que conecta con el paso del río. Esta iniciativa se financiará a través de la ayuda de 1,8 millones de euros proveniente de los fondos FEDER y permitirá, según fuentes municipales, “completar la construcción de la plaza y dignificar el valor del hallazgo arqueológico”.


El equipo de arqueólogos trabajaba desde hacía tiempo con el fin de encontrar la muralla de la antigua ciudad de Dertosa. (Gresepia)

Pese a que pronto se podrá visitar este conjunto monumental, la búsqueda de Dertosa no ha finalizado. Diloli asegura que "su objetivo es seguir excavando hasta encontrar más restos de Dertosa y de la Tortosa medieval y moderna”.

De momento surgen nuevos frentes abiertos a la investigación, ya que las actuaciones arqueológicas realizadas recientemente en la Avinguda Josep Pedrell han permitido descubrir la fachada fluvial de Tortosa durante los siglos XIV-XV. Otra vía que abre nuevos proyectos para mirar al pasado con los ojos del presente.

Fuente: lavanguardia.com | 14 de junio de 2019

Las únicas minas de esmeraldas del Imperio Romano pudieron ser de propiedad privada

Edificación estudiada (Large Temple) por el equipo Sikait Projet en Egipto - Sikait Project

Las únicas minas de esmeraldas del Imperio Romano, situadas en el Alto Egipto, pudieron ser de propiedad privada, según la investigación liderada por el Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y dirigida por el profesor Joan Oller.

El equipo de investigadores de la UAB ha identificado una entrada a las minas en unas construcciones en el yacimiento de Sikait, próximo a la ciudad portuaria de Berenike, en el desierto oriental egipcio. El emplazamiento se encuentra en un valle seco de una zona montañosa, con viviendas junto al cauce del río y edificaciones en las laderas del valle.

Hasta ahora estos edificios de las laderas se habían identificado como viviendas, pero con los datos recogidos a lo largo de la campaña arqueológica de 2018, que ahora se publican en la revista Nilus, los arqueólogos creen que «es muy probable que fueran en realidad las entradas a una serie de minas de carácter privado», indica la UAB en una nota.

Los investigadores del proyecto Sikait Project en el yacimiento arqueológico - UAB

Durante el estudio de uno de los edificios, que identifican como Six Windows Building, los investigadores se dieron cuenta de que formaba parte de un complejo para la extracción de esmeraldas, con espacios de descanso, vestuarios y avituallamiento. Allí encontraron monedas, un recipiente cerámico relleno de fruta desecada y también elementos militares que podrían pertenecer a los soldados que custodiaban estas entradas.

Los arqueólogos excavaron en lo que parecía un armario o un nicho en la pared apoyada en la roca y descubrieron que se trataba de la boca de una mina que se introducía en forma de galería. «Al cabo de aproximadamente medio metro, la galería se transformaba en un pequeño pozo vertical de acceso a las vetas de mineral», según explican. El hallazgo de abundantes fragmentos y restos de berilio en la habitación confirman esta propuesta.

La excavación del complejo alrededor del “Six Windows Building” ha transformado totalmente la forma de concebir el proceso de extracción de las esmeraldas en este tipo de asentamientos, documentando una boca de mina en el interior de lo que previamente se identificaba como un ámbito doméstico – Sikait Project.

El yacimiento de esmeraldas, una variante verde del mineral de berilio, estaba probablemente vinculado a la ciudad de Berenike, fundada por Ptolomeo II en el siglo III a.C., y fue ocupado en época romana entre los siglos I y VI d.C.

«El hecho de que no haya textos en esta zona multiplica la importancia de estos hallazgos, ya que dan mucha información de cómo se vivía en aquella época», afirma el coordinador de la investigación, Joan Oller (izquierda). De hecho, «el modelo económico que inferimos es diferente al esperado en este área, ya que se trata de minas protegidas que podrían ser de propiedad privada, mientras en el imperio había muchas minas y canteras de titularidad pública».

El hecho de que fuera un espacio cerrado y la posible presencia de militares, «indicaría que no sería una explotación minera abierta, sino que existirían concesiones mineras privadas donde familias o grupos determinados podrían explotar una veta de berilio concreta. Si esta hipótesis se pudiera confirmar, esto podría variar radicalmente la visión sobre este asentamiento, ya que las estructuras situadas en la ladera rocosa de la montaña podrían estar vinculadas con la explotación minera de berilio y no con las áreas residenciales, que se concentrarían en el nivel del suelo del valle», explica Oller.

El 'Administration Building' de Sikait (Sikait Project)

El complejo arqueológico cuenta con entre 150 y 200 estructuras documentadas. Los investigadores también han observado que uno de los edificios de la población, una imponente construcción situada en una terraza que parecía de uso administrativo, era en realidad un templo. «Su estructura, su posición preeminente y los materiales recuperados con una clara vinculación ritual, como estatuillas, pebeteros, vidrio de mosaico, deposiciones monetarias y una plaquita con iconografía posiblemente copta» hacen pensar al profesor Joan Oller que «en realidad no estamos ante un edificio administrativo, sino más bien ante un templo».


Imagen del campamento del Sikait Project durante la campaña de 2018.

El proyecto arqueológico Sikait Project trabaja en el Desierto Oriental egipcio. Hizo la primera campaña en 2018 con financiación de la Fundación Palarq y el último mes de enero de 2019 llevó a cabo una segunda campaña. El interés principal es la zona del Parque Nacional de Wadi Gemal, donde están los únicos yacimientos arqueológicos de época romana dedicados a la explotación de esmeraldas. Cuenta con la participación de las universidades de Delaware (EE.UU.) y de Varsovia (Polonia) y con el apoyo del Ministerio de Antigüedades egipcio.

Fuentes: abc.es | fundacionpalarq.com | 13 de junio de 2019