Científicos chinos presentan una nueva especie hermana del 'Homo sapiens': el 'Homo longi' (Hombre dragón)

Foto: El cráneo de Harbin (Homo Longi). CELL

Un equipo liderado por científicos chinos dice que ha encontrado los restos de una nueva especie humana que vivió en Asia hace al menos 146.000 años y que sería el pariente evolutivo más cercano del Homo sapiens, nuestra propia especie.

Los investigadores lo han bautizado como Homo longi, Hombre dragón, en referencia al nombre de la región del noreste de China donde se halló el cráneo fósil. El análisis de esta calavera apunta a que se trataba de un hombre de unos 50 años, probablemente alto y fuerte. Este humano era una especie de Frankenstein con rasgos primitivos y modernos: una cabeza aplanada, gruesos arcos sobre las cejas, una boca ancha y unos dientes bastante más grandes que los de cualquier persona actual. Pero también tenía uno de los cráneos más grandes que se conocen en el género humano y podía albergar un cerebro del mismo tamaño que el nuestro.

“Este fósil tiene características clave para entender el origen del género 'Homo' y la aparición de nuestra especie”, explica Quiang Ji (izquierda), investigador de la Universidad GEO de Hebei y coautor de los tres estudios que describen la nueva especie y su datación, publicados en The Innovation.

La propuesta de estos científicos es un nuevo clavo en el ataúd de esa teoría que ve en el Homo sapiens una especie única y elegida, pues indica que hace unos 200.000 años había en la Tierra siete especies humanas diferentes que en ocasiones compartían hábitat e incluso tenían sexo e hijos. “Serían el 'Homo sapiens', 'Homo neanderthalensis', 'Homo daliensis', 'Homo erectus', 'Homo floresiensis', 'Homo luzonensis' y esta nueva”, explica Chris Stringer (derecha), investigador del Museo de Historia Natural de Londres y coautor de dos de los estudios sobre el Hombre dragón.

La historia de este fósil es rocambolesca. En 2018, un campesino le llevó el cráneo a Ji. El fósil lo halló un compañero de su abuelo en 1933 mientras trabajaba en la construcción de un puente sobre el río Songhua en la ciudad de Harbin, al noreste de China, según China Daily, un diario del Ministerio de Propaganda chino. El abuelo escondió la calavera en un pozo para que no se la llevasen los japoneses durante la guerra que enfrentó a ambos países. La calavera pasó de generación en generación hasta llegar a las manos de ese campesino, que decidió donarlo a la ciencia.

El principal problema de esta historia es que se desconoce el entorno en el que se halló el fósil. Y así es muy difícil datarlo. En los estudios publicados hoy, los científicos chinos han analizado los compuestos químicos del sedimento que el fósil tiene aún pegado en la cavidad nasal y lo han comparado con el de una columna de tierra extraída de la orilla del Songhua donde supuestamente apareció la calavera hace casi un siglo. Las edades coinciden y arrojan esa antigüedad de al menos 146.000 años.

Desde hace tiempo, los fósiles humanos encontrados en China plantean un enigma sin resolver. En este país se han hallado cráneos y otros huesos de homínidos que no encajan en ninguna de las especies conocidas. Tienen por un lado rasgos que los acercan al Homo erectus, un homínido alto y corpulento que fue el primer miembro de nuestro género que salió de África hace 1,9 millones de años y se expandió por Asia. Por otro lado presentan características similares al Homo sapiens, que llegó a esta zona del planeta hace unos 50.000 años.

Los científicos responsables del estudio dicen ahora que todos esos fósiles son de Homo longi. Sus estudios apuntan a que esta sería la especie más cercana a la nuestra en la evolución, más que los neandertales, pues proponen que la separación de estos y los sapiens se dio 400.000 años antes de lo que se pensaba hasta ahora.

“El fósil hallado en la ciudad de Harbin y otros de China pertenecen a un tercer linaje de humanos que coexistieron con neandertales y sapiens”, comenta Stringer. “Si aceptamos que los neandertales son una especie distinta, también lo es esta”, señala. Pero el paleontólogo británico prefiere adscribir el nuevo fósil al Homo daliensis, uno de esos cráneos a medio camino entre el Homo erectus y el Homo sapiens.

Cráneo del Pleistoceno medio de Dali, China, (Homo daliensis).

Hace ya siete años, un grupo de científicos españoles propuso la existencia de una nueva especie de humanos en China. En aquel caso se basaban en los restos de un niño que vivió hace unos 60.000 años y que también tenía rasgos mezclados. Una de las autoras de la propuesta era María Martinón-Torres (izquierda), directora del Museo Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, que es muy escéptica sobre el nuevo hallazgo chino. “Es un fósil espectacular, pero decir que es una nueva especie va demasiado lejos, sobre todo porque no se conoce el contexto [el terreno] en el que fue descubierto”, opina la paleoantropóloga.

Entre los fósiles que los científicos chinos etiquetan como Hombre dragón está la mandíbula de Xiahe, hallada en plena meseta de Tíbet. En 2019, un equipo consiguió extraer proteínas del hueso y estas mostraron que se trataba de un denisovano, la especie hermana de los neandertales que habitó Asia. “No se puede ser hermano de los neandertales y de los 'Homo sapiens' a la vez. El análisis que han hecho tiene inconsistencias y yo opino que lo más lógico es emparentar esta nueva especie con los neandertales”, añade Martinón-Torres.

Antonio Rosas (derecha), experto en neandertales del CSIC cree que “es un trabajo revolucionario”. Se refiere sobre todo al análisis morfológico del cráneo y su comparación con el resto de fósiles humanos conocidos, una tarea que tiene una importante componente de computación y que, por eso mismo, es vulnerable, pues todo depende de la programación previa que se introduzca, por ejemplo al elegir qué rasgos son primitivos y cuáles modernos.

“Esta aproximación es tan potente que puede rivalizar con la paleogenética, asegura Rosas en referencia a la disciplina que analiza genes y proteínas extraídas de los fósiles y que ha aportado la mayoría de los grandes descubrimientos en evolución humana de los últimos años. ”Este podría ser el primer cráneo conocido de un denisovano, pero el análisis lo sitúa más cerca de los Homo sapiens. Es una conclusión muy compleja que aún habrá que discutir mucho. Lo que queda claro es que ya no estamos ante un paradigma unidireccional en el que los ancestros humanos salen de África para ir al resto del planeta, sino que posiblemente hubo viajes de vuelta de especies humanas desde Asia hacia África”, resalta.

Fuente: el pais.com | 25 de junio de 2021

Del Homo Nesher Ramla al Hombre dragón: Oriente Medio y Asia cobran protagonismo en la evolución humana

Foto: Una reconstrucción digital facial del 'Homo longi' (Hombre dragón). Crédito: Chuang Zhao

Al libro de la evolución humana le quedan bastantes capítulos por escribir y reescribir, como demuestran esta semana sendas investigaciones sobre fósiles hallados en Israel y China, respectivamente, que han reavivado el debate sobre el origen de nuestra especie y han añadido nuevas piezas al puzle de la evolución humana.

La investigación sobre Israel, publicada en la prestigiosa revista Science (aquí y aquí), describe un nuevo grupo humano arcaico, el Homo Nesher Ramla, que implicaría que los neandertales, una especie con la que hibridaron los Homo sapiens y acabaron por extinguirse hace unos 40.000 años, tuvieron su origen en Oriente Próximo y no en Europa, como muchos paleontólogos daban por sentado. Por otro lado, otro trabajo publicado este viernes en The Innovation, defiende que el denominado cráneo de Harbin, hallado en China en los años 30, pertenecería a una especie humana desconocida que han bautizado como Homo longi (Hombre dragón).

Como reflexiona en conversación telefónica María Martinón-Torres (izquierda), directora del Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana (CENIEH) y coautora de la investigación con fósiles israelíes, "la historia de la evolución humana se ha estado contando con los hallazgos encontrados en los lugares más excavados tradicionalmente, que son África y Europa, pero hay partes completamente inexploradas, como toda la zona de Arabia, India, Mongolia o El Tibet, cuyos fósiles aún desconocemos".

LA POBLACIÓN 'MADRE'

Hace ya una década, María Martinón-Torres, José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, y Robin Dennell, profesor emérito de la Universidad de Sheffield, propusieron una hipótesis en la que situaban a Oriente Medio -al llamado Corredor Levantino o Levante mediterráneo- como un punto caliente de la evolución humana.

"Empezamos a plantear un modelo en el que defendíamos que el origen de las poblaciones neandertales europeas no estaba en África sino en Asia, y probablemente en Oriente Próximo. En primer lugar porque estratégicamente era un verdadero cruce de caminos, y por otro lado, si haces una reconstrucción paleoambiental, ves que es una zona relativamente estable, lo que favorece que haya estado habitado de forma continua", señala.

Europa, argumenta, fue bastante inhóspita durante el Pleistoceno medio, con glaciaciones recurrentes, picos de frío y muchas dificultades para que una población prosperase: "Oriente Próximo nos parecía el lugar ideal para el establecimiento de una población madre que, cuando las condiciones fueron favorables, fue mandando a otros sitios poblaciones, dando lugar a poblaciones hijas tanto en Europa, que habrían sido los neandertales, como en Asia, con los denisovanos. Así que nuestra hipótesis es que esa población madre estaba en Oriente Próximo. Hasta ahora en el Corredor de Levante sólo sabíamos que había 'Homo sapiens' y 'Homo neanderthalensis', y una serie poblaciones que aún no tenemos muy claro a dónde pertenecen", añade la paleontóloga.

Hueso parental y mandíbula de la nueva especie encontrada en Nesher Ramla (Israel). Avi Levin and Ilan Theiler, Sackler Faculty of Medicine, Tel Aviv University.

Ahora, la bóveda de un cráneo y una mandíbula con características neandertales arcaicas encontradas en Nesher Ramla, un yacimiento al aire libre cerca de Ramala, parece darles la razón o al menos respalda su teoría. Como detallan en el artículo científico de Science, liderado por el paleoantropólogo Israel Hershkovitz, los restos pertenecen a un individuo que vivió hace entre 140.000 y 120.000 años.

"Para nosotros ha sido una alegría, lo consideramos 'un fósil eureka' porque desde hace tiempo incidíamos en que Asia había tenido un papel más importante que Europa en el origen de los neandertales", señala Martinón-Torres.

Su colega José María Bermúdez de Castro (derecha) admite que "pocos comparten esta hipótesis de que el origen de los neandertales y de otras poblaciones anteriores está en el suroeste de Asia, donde el Corredor Levantino jugó un papel muy importante como cruce de caminos continental (y no en Europa) porque el paradigma actual está muy metido en la mente de los investigadores. Se irá viendo en el futuro".

Desde su punto de vista, "Nesher Ramla es una nueva pieza (importante) de un puzle complejo. Hay que seguir la pista de este hallazgo y otros que se pueden producir en el mismo lugar y en yacimientos próximos", señala.

Tal y como describe Martinón-Torres, "los fósiles de Nesher Ramla presentan características singulares, pues combinan rasgos típicos neandertales en mandíbulas y dientes con un cráneo con rasgos primitivos. Esto significa que hace 120.000 o 130.000 años tenemos una población que por sus características, es anterior al origen de los neandertales. Es como un superviviente tardío de una población anterior que podría haber estado viviendo allí desde hace unos 400.000 años".

El neandertal clásico, contextualiza, se suele situar hace unos 120.000 años, pero el linaje neandertal se remonta a hace entre 400.000 y 500.000 años: "En Atapuerca, por ejemplo, tenemos una población relacionada con los neandertales de hace 430.000 años", precisa la paleontóloga. "El pre-neandertal israelí es más arcaico que los neandertales de la Sima de los Huesos de Atapuerca, donde tenemos un registro muy completo con dientes, mandíbulas y cráneos", sostiene la científica.

Este hallazgo en Israel dará pie también a que de nuevo, se revisen los fósiles neandertales hallados en Europa, como señala Bermúdez de Castro, el cual afirma que, de hecho, "los fósiles de la Sima de los Huesos de Atapuerca, aún teniendo sus peculiaridades, no se diferencian demasiado de los Nesher Ramla".

La directora del CENIEH cree que "esta investigación generará debate porque afecta directamente a la historia del origen de los neandertales, que se extinguieron, y es la que genera más romanticismo. Así que decir que una especie eminentemente europea porque ha florecido en Europa y ha dominado el territorio durante medio medio millón de años tuvo su origen fuera de Europa probablemente genere mucho debate y me alegro. Bienvenido sea cuando genera controversia de la buena porque así es como avanzamos".

Mientras el Homo Nesher Ramla vivía en la zona que hoy es Israel hace unos 400.000 años, el Homo sapiens habría llegado a esa región hace 200.000 años, tal como muestran otros fósiles hallados en ese país que ya lo perfilaban como un lugar importante en la historia de la evolución humana. En su colección se alternan, durante los últimos 200.000 años, restos de neandertales y de humanos modernos.

Foto: Reconstrucción virtual de la mandíbula hallada en Misliya. Gerhard Weber, University of Vienna.

Así, un estudio anterior de Science, de 2008, también liderado por Israel Hershkovitz y con la participación del codirector de Atapuerca Juan Luis Arsuaga y otros miembros de su equipo, mostró el fósil más antiguo de Homo sapiens fuera de África: el maxilar de la cueva Milsiya, con una antigüedad de entre hace 194.000 y 174.000 años. En las cuevas de Skhul y Qafzeh se han encontrado restos de Homo sapiens de hace 100.000 años y en otros yacimientos se han hallado restos neandertales de hace entre 70.000 años y 50.000 años. A partir de esa fecha, más o menos, se cree que los Homo sapiens modernos reemplazamos a los neandertales en el territorio que hoy es Israel y en todo el mundo.

Sapiens y neandertales mantuvieron encuentros sexuales e hibridaron. Gracias al análisis de ADN recuperado de la Sima de los Huesos de Atapuerca los científicos saben que el flujo de genes entre neandertales y humanos modernos se produjo en ambas direcciones. Según han explicado los autores en una nota de prensa, "es probable que el Levante mediterráneo, un pasillo entre África y Eurasia a fin de cuentas, fuera el lugar donde se produjeron estos intercambios genéticos".

¿UNA NUEVA ESPECIE HUMANA EN CHINA?

Y tras un nuevo análisis de un fósil conocido hace tiempo, un completo cráneo hallado en la ciudad china de Harbin en los años 30 por dos vecinos y escondido durante años, otros equipos de paleontólogos proponen que se establezca una nueva especie humana que han bautizado con el nombre de Homo longi (Hombre dragón) y que, según argumentan en tres estudios, sería un pariente muy cercano al Homo sapiens. Incluso defienden que podría reemplazar a los neandertales como la especie hermana más próxima.

El fósil tiene una antigüedad de al menos 146.000 años, según la última datación, y habría pertenecido a un adulto de unos 50 años con rasgos primitivos y modernos. Los autores, de la Universidad GEO de Hebei, señalan que, al igual que el Homo sapiens, debía cazar mamíferos y aves, y alimentarse de frutas y vegetales. Debido a su gran tamaño y al lugar donde se encontró el cráneo, creen que el Homo longi se habría adaptado bien a su duro entorno, lo que le habría permitido dispersarse por Asia.

Recreación artística de la especie 'Homo Longi', descrita a partir del cráneo de Harbin. Chuang Zhao.

Tanto José María Bermúdez de Castro como María Martinón-Torres subrayan que el gran problema de este fósil es la falta de contexto por lo que consideran que hay que interpretar este estudio con todas las precauciones.

"Es un cráneo espectacular y precioso, pero no podemos saber cuál es su origen, hay poca información fiable sobre dónde lo encontraron y creo que atribuirlo a una nueva especie humana es prematuro y forzado", dice Martinón-Torres.

"Puesto que el cráneo no tiene contexto propio, sino inferido a través de estudios en lugares próximos de donde presumiblemente pudo llegar este resto, todo es muy circunstancial. Al igual que al investigar un crimen, el escenario es esencial para detener al culpable y las pruebas circunstanciales rara vez son decisivas para encontrar al culpable, aquí pasa lo mismo. No hay escenario del crimen, solo está la víctima, encontrada hace 80 años", coincide el codirector de Atapuerca.

Aunque Bermúdez de Castro no cree que prospere o permanezca esta propuesta de nueva especie, "como ha sucedido con otras especies nombradas en circunstancias similares (sin contexto o con contexto escaso y problemático)", subraya la importancia del cráneo de Harbin para realizar otros estudios, pues "se trata de una región muy interesante para el estudio de la evolución humana, después de décadas de investigaciones escasas y realizadas bajo un paradigma impuesto por la política de China".

Fuente: elmundo.es | 25 de junio de 2021

Descubren en Israel los restos de una especie humana desconocida hasta ahora de hace 130.000 años

Foto: Reconstrucción de los fragmentos de Nesher Ramla que han dado lugar al hallazgo. (Universidad Complutense).

Los huesos de un humano primitivo, desconocido para la ciencia, que vivió al menos hasta hace 130.000 años, han sido descubiertos en las excavaciones del yacimiento de Nesher Ramla, cerca de la ciudad de Ramala (Israel). Al reconocer la similitud con otros especímenes de Homo arcaico de hace 400.000 años, encontrados en Israel y Eurasia, los investigadores han llegado a la conclusión de que estos fósiles representan una población única del Pleistoceno Medio, ahora identificada por primera vez.

Este descubrimiento, publicado en la revista Science (aquí y aquí) y en el que participa el español Juan Luis Arsuaga, catedrático de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pone en entredicho la hipótesis predominante de que los neandertales se originaron en Europa, sugiriendo que al menos algunos de los antepasados de los neandertales procedían en realidad del Levante.

El nuevo hallazgo sugiere que dos tipos de grupos de Homo convivieron en el Levante durante más de 100.000 años (hace entre 200.000-100.000 años), compartiendo conocimientos y tecnologías de herramientas: los Nesher Ramla, que vivieron en la región desde hace unos 400.000 años, y los Homo sapiens que llegaron más tarde, hace unos 200.000 años.

Este descubrimiento también da pistas sobre un misterio de la evolución humana, el de cómo penetraron los genes del Homo sapiens en la población neandertal que presumiblemente había vivido en Europa mucho antes de la llegada del Homo sapiens. Los investigadores afirman que al menos algunos de los fósiles de Homo más tardíos encontrados anteriormente en Israel, como los desenterrados en las cuevas de Skhul y Qafzeh (derecha), no pertenecen a Homo sapiens arcaicos (tempranos), sino a grupos de linaje mixto de Homo sapiens y Nesher Ramla.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv y de la Universidad Hebrea de Jerusalén señalan que la morfología de los humanos de Nesher Ramla comparte rasgos tanto con los neandertales (especialmente los dientes y las mandíbulas) como con los Homo arcaicos (concretamente el cráneo). Al mismo tiempo, este tipo de Homo es muy diferente a los humanos modernos, ya que presenta una estructura craneal completamente diferente, no tiene barbilla y tiene dientes muy grandes.

Especie «fuente» de la mayoría de los humanos del Pleistoceno Medio

Según los resultados del estudio, los investigadores creen que el tipo de Homo de Nesher Ramla es la población «fuente» a partir de la cual se desarrollaron la mayoría de los humanos del Pleistoceno Medio.

Además, sugieren que este grupo es la llamada población «desaparecida» que se apareó con el Homo sapiens que llegó a la región hace unos 200.000 años, del que se tiene constancia por un estudio reciente sobre los fósiles encontrados en la cueva de Misliya.

De izquierda a derecha: la Dra. Rachel Sarig, la Dra. Hila May y el Prof. Israel Hershkovitz sosteniendo los fósiles de Nesher Ramla. Crédito: Avi Levin e Ilan Theiler, Facultad de Medicina Sackler, Universidad de Tel Aviv.

En este importante descubrimiento han participado dos equipos de investigadores: uno de antropología de, la Dra. Hila May y la Dra. Rachel Sarig, y otro de arqueología, dirigido por el profesor Israel Hershkovitz, de la Universidad de Tel Aviv, el cual resalta que «este descubrimiento de un nuevo tipo de Homo es de gran importancia científica. Nos permite dar un nuevo sentido a los fósiles humanos encontrados anteriormente, añadir otra pieza al rompecabezas de la evolución humana y comprender las migraciones de los humanos en el mundo antiguo. A pesar de haber vivido hace tanto tiempo, en el Pleistoceno medio tardío (hace 474.000-130.000 años), los Nesher Ramla pueden contarnos una historia fascinante, que revela mucho sobre la evolución y el modo de vida de sus descendientes», asegura.

El importante fósil humano fue encontrado por el Dr. Yossi Zaidner (izquierda), del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, durante unas excavaciones de salvamento en el yacimiento prehistórico de Nesher Ramla, en la zona minera de la fábrica de cemento de Nesher (propiedad de Len Blavatnik), cerca de la ciudad de Ramla.

Al profundizar unos ocho metros en la tierra, los excavadores encontraron grandes cantidades de huesos de animales, como caballos, gamos y uros, así como herramientas de piedra y huesos humanos. Un equipo internacional dirigido por los investigadores de Tel Aviv y Jerusalén identificó la morfología de los huesos como pertenecientes a un nuevo tipo de Homo, hasta ahora desconocido para la ciencia. Se trata del primer tipo de Homo que se define en Israel y, según la práctica habitual, se le dio el nombre del yacimiento donde se descubrió: el tipo de 'Homo Nesher Ramla'.

Zaidner resalta que «es un descubrimiento extraordinario. Nunca habíamos imaginado que, junto al 'Homo sapiens', el 'Homo arcaico' vagara por la zona en una época tan tardía de la historia de la humanidad -asegura-. Los hallazgos arqueológicos asociados a los fósiles humanos demuestran que el ‘Homo Nesher Ramla’ poseía tecnologías avanzadas de producción de herramientas de piedra y muy probablemente interactuó con los 'Homo sapiens' locales».

Hueso parental y mandíbula de la nueva especie encontrada. Avi Levin and Ilan Theiler, Sackler Faculty of Medicine, Tel Aviv University.

El profesor Hershkovitz añade que el descubrimiento del tipo de Homo Nesher Ramla cuestiona la hipótesis predominante de que los neandertales se originaron en Europa. «Antes de estos nuevos descubrimientos, la mayoría de los investigadores creían que los neandertales eran una ‘historia europea’, en la que pequeños grupos de neandertales se vieron obligados a emigrar hacia el sur para escapar de los glaciares en expansión, y algunos llegaron a la Tierra de Israel hace unos 70.000 años».

Añade que «los fósiles de Nesher Ramla nos hacen cuestionar esta teoría, sugiriendo que los ancestros de los neandertales europeos vivieron en el Levante hace ya 400.000 años, migrando repetidamente hacia el oeste, hacia Europa, y hacia el este, hacia Asia. De hecho, nuestros hallazgos implican que los famosos neandertales de Europa occidental son sólo los restos de una población mucho mayor que vivió aquí en el Levante, y no al revés», apostilla.

Según la Hila May, de la Facultad de Medicina Sackler y el Centro Dan David de Investigación de la Evolución Humana y la Biohistoria y el Instituto de Antropología de la Familia Shmunis, situados en el Museo Steinhardt de la Universidad de Tel Aviv, «a pesar de la ausencia de ADN en estos fósiles, los hallazgos de Nesher Ramla ofrecen una solución a un gran misterio en la evolución del 'Homo': cómo penetraron los genes del 'Homo sapiens' en la población neandertal que presumiblemente vivía en Europa mucho antes de la llegada del 'Homo sapiens'».

Excavaciones en la cantera de Nesher Ramla, en el centro de Israel. YOSSI ZAIDNER.

Se han encontrado restos fósiles de la nueva población de Homo junto con fósiles de animales y algunos artefactos humanos. Foto: Yossi Zaidner.

«Los genetistas que han estudiado el ADN de los neandertales europeos han sugerido anteriormente la existencia de una población similar a la de los neandertales, a la que llamaron la «población perdida» o la «población X», que se había apareado con el 'Homo sapiens' hace más de 200.000 años», recuerda, pero en los artículos de Science los investigadores sugieren que el tipo de 'Homo Nesher Ramla' podría representar a esta población, hasta ahora desaparecida del registro de fósiles humanos.

Además, los investigadores proponen que los humanos de Nesher Ramla no son los únicos de su tipo descubiertos en la región, y que algunos fósiles humanos encontrados anteriormente en Israel, que han desconcertado a los antropólogos durante años –como los fósiles de la cueva de Tabun (hace 160.000 años), la cueva de Zuttiyeh (250.000) y la cueva de Qesem (400.000)– pertenecen al mismo nuevo grupo humano ahora llamado tipo Homo Nesher Ramla.

«La gente piensa en paradigmas. Por eso se ha intentado atribuir estos fósiles a grupos humanos conocidos como el 'Homo sapiens', el 'Homo erectus', el 'Homo heidelbergensis' o los neandertales. Pero ahora decimos: no, este es un grupo en sí mismo, con rasgos y características distintas», afirma la Dra. Rachel Sarig.

Fuente: naiz.eus | 24 de junio de 2021

Hallado en Israel un misterioso grupo humano que pudo originar a los neandertales

En 2010, un grupo de arqueólogos se lanzó a una misión desesperada. Tenían que evitar que una gran cantidad de huesos animales y herramientas de piedra fabricadas hace decenas de miles de años acabasen en los hornos de la mayor fábrica de cemento de Israel. Algunos de los restos recuperados durante aquella campaña de salvamento aportan hoy un hallazgo que puede cambiar la historia evolutiva del género humano y también la de nuestra especie: la cantera de Nesher Ramla, en el centro de Israel, pudo ser la cuna de los neandertales, una especie humana que se pensaba genuinamente europea y con la que los Homo sapiens tuvimos sexo e hijos hace decenas de miles de años.

En los niveles más profundos de la excavación se rescataron varios fragmentos de la bóveda craneal y una mandíbula inferior casi completa de un adulto del que se ignora el sexo. El análisis detallado de la morfología de estos fósiles desvela que perteneció a un grupo humano desconocido hasta ahora que ha sido bautizado como 'Homo Nesher Ramla'. El nombre hace referencia al grupo Homo, que engloba a los humanos actuales, los Homo sapiens, y a sus parientes más cercanos, los neandertales, entre otros.

Mandíbula /Ariel Pokhojaev, Sackler Faculty of Medicine, Tel Aviv University.

El 'Homo Nesher Ramla' vivió hace unos 130.000 años. Sus restos muestran una mezcla de rasgos primitivos, sobre todo en el cráneo y la mandíbula, y otros muy evolucionados en los dientes que lo acercan a los neandertales posteriores que habitaron Europa. Estos rasgos se asemejan a los de los dientes de Quesem, que se remontan casi 400.000 años, y a los cráneos de Zuttiyeh y Tabun, de entre 150.000 y 250.000 años. Los responsables del trabajo creen que todos estos restos hallados en Israel pertenecían a este nuevo grupo humano de preneandertales. El 'Homo Nesher Ramla' sería uno de los últimos supervivientes de este grupo, que vivió en Oriente Próximo durante más de 300.000 años, un periodo 60 veces más largo que toda la historia desde la invención de la escritura, hace unos 5.000 años.

“Esto es lo que llamamos un fósil eureka”, explica María Martinón-Torres (izquierda), directora del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) y coautora del estudio, publicado en Science. La palabra griega hace referencia a un descubrimiento repentino que cambia la historia. “Este hallazgo nos muestra que el origen de los neandertales no está en Europa, sino en Oriente Próximo. Esta era la población madre que generó después poblaciones hijas tanto en Europa, con los neandertales clásicos, como en Asia, con los denisovanos, detalla Martinón-Torres.

El hallazgo tiene importantes implicaciones para entender los orígenes de nuestra especie. Lo que hoy es Israel y antes era la cabeza de puente entre África y Eurasia comienza a parecer una enorme tarta cuyas diferentes capas dan testimonio de una alternancia casi constante entre sapiens y neandertales.

En 2018 el equipo del paleoantropólogo Israel Hershkovitz encontró en esta misma zona los restos de un sapiens de hace 180.000 que puede ser el más antiguo conocido. En los yacimientos de Skhul y Qafzeh se han hallado sapiens de hace 100.000 años. Y en 2015, el equipo de Hershkovitz publicó un estudio que mostraba que hace unos 55.000 años había en esta zona grupos de neandertales y de sapiens que vivían a apenas 40 kilómetros unos de otros y que tal vez algunos de los cráneos generalmente atribuidos a sapiens son en realidad hijos híbridos entre esta especie y los neandertales.

El profesor de la Universidad de Tel Aviv, Israel Hershkovitz, sostiene lo que los científicos dicen que son dos piezas de hueso fosilizado de un tipo de humano temprano previamente desconocido descubierto en el sitio de Nesher Ramla en el centro de Israel. REUTERS / Ammar Awad.

“Este fósil nos cuenta una historia completamente distinta de la evolución humana en este periodo”, explica Hershkovitz, autor principal del nuevo estudio. “Los neandertales europeos serían en realidad descendientes de migrantes que salieron de Oriente Próximo en diferentes oleadas y fortalecieron así las debilitadas y reducidas poblaciones de Europa y Asia”, resalta.

El análisis genético de fósiles ha mostrado que cuando sapiens y neandertales se encontraban tenían sexo e hijos de forma habitual. El principal cruce entre ambos sucedió hace unos 70.000 años. Fruto de ello, todos los humanos actuales de fuera de África llevamos unas gotas de ADN neandertal. Esto implica que nuestros antepasados aceptaron en su seno a los hijos híbridos sin problema. Pero los fósiles de neandertales muestran que también hubo cruces más antiguos. Los neandertales clásicos tienen por ejemplo un cromosoma masculino Y que es sapiens y también es sapiens su genoma mitocondrial, la parte del ADN que pasa de madres a hijos. En estos primeros cruces es probable que fuesen los neandertales los que asumieron en sus tribus a los bebés híbridos. Hasta ahora se ignoraba dónde y cuándo habían sucedido estos encuentros.

“Seguro que los cruces sucedieron aquí”, explica el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga (izquierda), coautor del estudio. “Esta es una tierra de conexión. Esto apoya que la geografía es la madre de la historia”, añade el experto, que, sin embargo, se desvincula de la teoría de sus compañeros. A él le parece demasiado “complicado” que esta sea la cuna de todos los neandertales. Él prefiere verlo como un punto de interacción entre diferentes poblaciones de humanos.

El yacimiento israelí no solo habla de intercambio de genes a través del sexo, sino también de cultura y tecnología. En enero se anunció el hallazgo en Nesher Ramla de un dibujo con seis trazos lineales realizados por un homínido en un hueso de tor.... Según Yossi Zaidner, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, es una prueba de que los homínidos que vivieron aquí hace unos 130.000 años tenían “pensamiento complejo y eran capaces de crear símbolos”.

Foto: Las herramientas de piedra fabricadas por la antigua población de 'Homo' hallada en Nesher Ramla se parecen a las creadas en la misma época por los 'Homo sapiens' cercanos, lo que sugiere que los dos grupos tenían contactos estrechos. TAL ROGOVSKI.

Zaidner firma hoy un segundo estudio en Science analizando las herramientas de piedra halladas junto a los huesos humanos. Son muy sofisticadas. Este tipo de tecnología, conocida como Levallois, solo se había atribuido a sapiens y neandertales muy posteriores. “Nadie podría fabricar este tipo de puntas y cuchillos si alguien no te explica cómo hacerlo, bien de palabra o bien fabricándolas delante de ti”, explica Zaidner. “La existencia de estas herramientas tan avanzadas nos muestran que los 'Homo Nesher Ramla' tenían una capacidad cognitiva muy avanzada. También implica que tuvo que haber un intercambio de conocimiento entre ellos y los sapiens; probablemente sentados al calor de una hoguera”, resalta.

En la actualidad, el yacimiento de Nesher Ramla ha sido arrasado por las excavadoras que explotan la roca caliza para fabricar cemento. La excavación de emergencia terminó en 2011. Aún hay “decenas de miles” de huesos de animales pendientes de analizar. Es posible, aventura Zaidner, que entre todos ellos haya alguno que sea humano y que esté aún por descubrir.

“Es un estudio muy correcto y bien trabajado”, opina Antonio Rosas, paleoantropólogo del CSIC experto en neandertales. Para Rosas, la interpretación más plausible del trabajo no es que Oriente Próximo fuese el origen de los neandertales, sino que este trabajo desvela una nueva población de esta especie que demuestra que su rango geográfico no solo comprendía Europa y Asia.

“Es como si de repente dejasen participar en Eurovisión a un país nuevo”, comenta.

Fuente: elpais.com| 24 de junio de 2021

La diosa Juno de Regina, estrella de la nueva exposición del Museo Arqueológico de Badajoz

Las autoridades presenciando la escultura (en dos partes) de Juno.

La consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores Redondo, ha visitado la nueva exposición del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, que incluye nuevas piezas destacadas de sus fondos, como el torso de la estatua sedente de la diosa Juno, procedente del yacimiento romano de Regina en Casas de Reina, que completa la pieza de las piernas de la diosa que ya se exhibía en el centro museístico pacense, pudiéndose contemplar ahora la estatua completa.

También se ha incorporado a los nuevos contenidos expositivos una escultura romana de excepcional calidad que representa a una mujer joven, procedente de las campañas de excavación realizadas en el Teatro Romano de Medellín, con el patrocinio de la Junta de Extremadura.

La consejera ha afirmado que "la exposición de estas nuevas piezas es una demostración de la riqueza arqueológica que tiene Extremadura” y responde a una reivindicación que existía y que con esta nueva propuesta expositiva ha podido llevarse a cabo.

Junto a las nuevas piezas, el Museo Arqueológico pacense ha puesto a disposición de sus visitantes dos nuevos idiomas en su audioguía (francés y alemán) y una nueva signo-guía dirigida a hacer accesibles los contenidos del museo a personas con discapacidad auditiva.

Han acompañado a la consejera en la visita la secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas; el director del Museo Arqueológico de Badajoz, Guillermo Kurtz, el alcalde de Casas de Reina, Agustín Castelló y representantes del Ayuntamiento de Medellín.

Foto: Escultura romana de excepcional calidad que representa a una mujer joven, procedente del Teatro Romano de Medellín.

ESCULTURA SEDENTE DE LA DIOSA JUNO

En 1987 el Ministerio de Cultura compró para depositar en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, las piernas de una estatua sedente femenina, aparecida en Llerena, claramente romana de hacia el siglo I-II d.C, que en el siglo XVI había sido retallada en su dorso para labrar un escudo nobiliario. Dicho escudo corresponde al Contador don Sancho de Paz, un alto funcionario de la corte de Carlos V.

Dicha pieza ha estado expuesta en el Museo desde su inauguración en 1989, y se supuso que procedería en origen de algún edificio público de la antigua ciudad romana Regina Turdulorum (Casas de Reina).

En 2010, en el curso de las excavaciones patrocinadas por la Junta de Extremadura en el yacimiento arqueológico de Regina, apareció en la zona del foro el torso de la diosa Juno, esposa de Júpiter, reina por tanto de los dioses, y patrona del hogar y de la familia (entre otras atribuciones).

Estudios realizados por el arqueólogo del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, Andrés Silva Cordero, mientras la pieza permanecía custodiada en los almacenes del museo, demostraron que estas dos piezas correspondían a una sola estatua de Juno sedente, plausiblemente colocada en origen en un templo dedicado a la diosa. Recordemos que en este yacimiento está atestiguado un altar con inscripción dedicada a Juno.

INTERPRETACIÓN Y ACCESIBILIDAD

En el año 2013 el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz implantó una audioguía novedosa, pues para utilizarla no eran necesarios dispositivos adicionales, sino que cada usuario accedía a ella a través de su propio dispositivo móvil. Esta audioguía contaba con veintiocho puntos de información que daban una visión selecta del contenido del museo. Todo ello presentado en tres idiomas: castellano, portugués e inglés.

En el año 2019 se empezó a preparar una ampliación de esta audioguía, de forma que se informara a los visitantes del museo de todas las piezas expuesta. Así, se pasó a ofrecer ochenta y siete (87) puntos de información, un aumento considerable sobre la audioguía original. Igualmente, se decidió mantener los tres idiomas originales (castellano, portugués e inglés) y ampliarlos en dos: francés y alemán, con el fin de dar un mejor servicio a los visitantes extranjeros.

Durante el proceso de preparación, se tomó la decisión de complementar la audioguía con una signo-guía que explicara el museo a personas con necesidades auditivas especiales. En estos momentos tal signo-guía, en castellano, está preparada, en doble versión con lenguaje de signos y subtítulos para mayor comodidad de quien la utilice.

La incorporación de esta signo-guía es una mejora notable en la accesibilidad del museo y se suma a la labor de promoción de la accesibilidad que realiza el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. Ya desde 1996, de forma pionera, el centro museístico oferta una exposición de piezas originales para personas con discapacidades visuales, y su gabinete didáctico lleva tiempo trabajando con centros de educación especial.

Fuente: directoextremadura.com | 22 de junio de 2021

Descubren una inscripción ibérica en una lámina de plomo datada entre los siglos IV y III a.C.

Vista de la lámina de plomo por las dos caras, una vez limpia y restaurada. Foto: Museo de Prehistoria de Valencia

Un equipo multidisciplinar de investigadores compuesto por David Quixal, Ana Serrano, Consuelo Mata y Gianni Gallello, de la Universidad de Valencia; Joan Ferrer y Javier Velaza, de la Universidad de Barcelona, y Trinidad Pasíes, del Museo de Prehistoria de Valencia, acaba de presentar los resultados del análisis de la escritura contenida en una lámina de plomo descubierta durante unas excavaciones arqueológicas en el yacimiento íbero del Pico de los Ajos, en Yátova (Valencia), un poblado que estuvo habitado al menos desde el siglo VII a.C., y fue abandonado entre los siglos I a.C. y I d.C.

El estudio, que se titula "Una pequeña lámina de plomo con inscripción ibérica de paleografía arcaica del Pico de los Ajos", acaba de publicarse en la revista Veleia.

Dibujo del plomo por ambas caras. Asumiendo que el texto está completo, la lectura sería:

tořaibeleś de·teřargeida · kutuŕ

UNA INSCRIPCIÓN MISTERIOSA

Los arqueólogos hallaron la lámina de plomo, datada entre los siglos IV y III a.C., doblada sobre sí misma, y se procedió a su limpieza y restauración en el Museo de Prehistoria de Valencia. Tras ello, se pudieron identificar en ambas caras algunos símbolos ibéricos de los cuales los científicos conocen la sonoridad.

El descubrimiento resulta interesante porque fue realizado en un contexto arqueológico posterior, correspondiente a los siglos III y II a.C., cuando esa lámina había perdido ya su función original y se trataba de un metal más a reciclar, junto con otros utensilios metálicos.

Proceso de desplegado de la lámina de plomo. Foto: Museo de Prehistoria de Valencia.

Las láminas de plomo fueron usadas por los íberos como soporte de escritura durante toda su historia y son relativamente comunes en los yacimientos de esta cultura en la península ibérica, como ha ocurrido en el Pico de los Ajos.

"Este yacimiento posee uno de los mayores conjuntos de textos escritos en ibérico de toda la península", asegura David Quixal, uno de los autores del estudio.

Excavación arqueológica en el Pico de los Ajos (Yátova, Valencia). Foto: Universidad de Valencia.

En el caso de la lámina del Pico de los Ajos, la escritura es arcaica y aunque los arqueólogos no pueden descifrarla, sí que ha podido ser transcrita fonéticamente. Pero la temática de la inscripción sigue siendo desconocida, por lo que el mensaje y el contexto histórico son difíciles de establecer, aunque los autores del estudio se inclinan a pensar que posiblemente sea un texto de contenido religioso.

Según explica Quixal, "el ibérico es una lengua que continúa sin poder traducirse, pero en la que los expertos avanzan poco a poco en la identificación de palabras y esto ayuda a interpretar qué tipo de textos eran".

Lo que sí han podido identificar los investigadores ha sido un nombre: Tořaibeleś. Tal vez se tratase de la persona que escribió ese texto o que lo encargó...

Fuente: nationalgeographic.com.es | 22 de junio de 2021

El ADN obtenido del sedimento de la cueva de Denísova (Siberia) rastrea la presencia de homínidos y animales durante 300.000 años

La entrada a la cueva Denísova, el famoso sitio en el sur de Siberia donde se han encontrado restos tanto de neandertales como de sus parientes asiáticos, los denisovanos. CRÉDITO: Richard G. Roberts.

En un estudio histórico, científicos de Australia, Alemania y Rusia han utilizado ADN antiguo recuperado de muestras de sedimentos de la cueva de Denísova, en Siberia, para revelar una historia ocupacional detallada de este sitio único por tres grupos distintos de humanos antiguos y una variedad de animales sobre un pasado de 300.000 años.

En las estribaciones de las montañas rusas de Altai, la cueva de Denísova es famosa por ser el lugar donde se descubrió por primera vez los restos fósiles de un enigmático grupo de humanos arcaicos apodados los denisovanos. Es el único sitio en el mundo que se sabe que también fue habitado por sus parientes evolutivos cercanos, los neandertales, y por los primeros humanos modernos.

Durante los últimos 40 años, los arqueólogos rusos han recuperado alrededor de una docena de fósiles de denisovanos y neandertales en dicha cueva, incluido un hueso de la hija de una madre neandertal y un padre denisovano, pero no se han recuperado fósiles humanos modernos de los depósitos. Esta escasez de fósiles humanos ha frustrado los intentos de establecer cuáles de ellos ocuparon la cueva de Denisova en el pasado en distintas ocasiones y qué grupo hizo las herramientas de piedra y otros artefactos excavados en los depósitos.

En este nuevo estudio, un equipo interdisciplinario de científicos reunidos por el profesor Michael Shunkov (izquierda), del Instituto de Arqueología y Etnografía (rama siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia), incluidos geocronólogos de la Universidad de Wollongong (UOW), revela la secuencia de la ocupación humana en la cueva, así como de otros animales que habitaron en las mismas, incluidos osos, hienas y lobos, a partir del análisis genetico de más de 700 muestras de sedimentos.

La investigación, publicada en Nature es el análisis más grande jamás realizado de ADN procedente de sedimentos de un solo sitio.

La identificación de ADN humano antiguo en 175 muestras de sedimento amplía en gran medida nuestro conocimiento de los denisovanos y neandertales en este lugar, y también proporciona la primera evidencia directa de humanos modernos en la cueva de Denísova.

- Los investigadores descubrieron que los denisovanos habitaron la cueva, de forma intermitente, desde hace 250.000 años hasta hace 60.000 años, y fueron responsables de las primeras herramientas de piedra encontradas en el sitio.

- Los neandertales aparecieron por primera vez hace unos 200.000 años, con una variedad particular de ADN que antes se desconocía y había desaparecido hace 40.000 años, similar al momento de su desaparición en otras partes de Eurasia.

- El ADN antiguo de los humanos modernos aparece por primera vez en sedimentos depositados entre hace unos 60.000 y 45.000 años.

Kieran O'Gorman, Zenobia Jacobs y Bo Li recolectan muestras de ADN de sedimentos de depósitos extensamente fosfatados en la Cámara Sur de la Cueva Denisova. Crédito: Richard 'Bert' Roberts, Universidad de Wollongong.

Los geocronólogos de la Universidad de Wollongong, el profesor Richard 'Bert' Roberts, la profesora Zenobia Jacobs, el profesor asociado Bo Li y el estudiante de doctorado, Kieran O'Gorman, recolectaron 728 muestras de sedimentos en una densa cuadrícula de perfiles de sedimentos expuestos en la cueva.

"El análisis del ADN de los sedimentos brinda una oportunidad maravillosa para combinar las fechas que determinamos previamente para los depósitos en la cueva de Denísova con evidencia molecular de la presencia de personas y fauna", dice el profesor Roberts (izquierda).

"Solo recolectar cientos de muestras de las tres cámaras de la cueva y documentar sus ubicaciones precisas, nos llevó más de una semana, pero obtuvimos un conjunto completo de muestras que abarcan más de 300.000 años de historia en Siberia", añade la profesora Jacobs (derecha).

El nuevo estudio se basa en la cronología detallada obtenida mediante datación óptica de los sedimentos de la cueva Denisova por la Universidad de Wollongong y publicada en Nature en 2019 (aquí y aquí).

"La cronología generada previamente para los sedimentos de la cueva nos permitió elegir los mejores lugares para recolectar las muestras de ADN y aprovechar al máximo los conocimientos extraordinarios del ADN de los sedimentos", precisa la profesora Jacobs.

En el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, la estudiante de doctorado, Elena Zavala (izquierda), autora principal del estudio, extrajo y secuenció pequeños rastros de ADN mitocondrial humano y animal antiguo de la enorme colección de muestras.

"Estos esfuerzos dieron sus frutos y detectamos el ADN de denisovanos, neandertales y humanos modernos antiguos en el 24 por ciento de las muestras", dijo.

Al hacer coincidir los perfiles de ADN con las edades de las capas, los investigadores encontraron que los primeros humanos en visitar el sitio fueron los denisovanos hace unos 250.000 años, seguidos por los neandertales hace unos 200.000 años. Solo se encontró ADN de neandertal en sedimentos depositados entre 130.000 y 80.000 años atrás. Los denisovanos que regresaron después de este tiempo portaban un ADN mitocondrial diferente al de los denisovanos que estaban allí antes, lo que sugiere que una población diferente había llegado a la región.

El ADN humano moderno aparece por primera vez en las capas iniciales del Paleolítico Superior, las cuales contenían colgantes y otros adornos hechos de huesos y dientes de animales, marfil de mamut, cáscara de huevo de avestruz, mármol y piedras preciosas. "Esto proporciona no sólo la primera evidencia de humanos modernos en este lugar, sino que también sugiere que pudieron haber traído una nueva tecnología a la región", señala Zavala.

Kieran O'Gorman, Zenobia Jacobs y Bo Li recogen muestras de ADN de sedimento de la cámara principal de la cueva Denisova. Crédito: Richard 'Bert' Roberts, Universidad de Wollongong.

Los científicos también encontraron ADN animal en casi todas las muestras e identificaron dos períodos de tiempo en los que ocurrieron cambios climáticos tanto entre las poblaciones de animales como en las de humanos. El primero, hace unos 190.000 años, coincidió con un cambio de condiciones relativamente cálidas a relativamente frías, cuando las poblaciones de hienas y osos cambiaron y los neandertales aparecieron por primera vez en la cueva.

El segundo gran cambio climático ocurrió entre hace 130.000 y 100.000 años, en el que las condiciones relativamente frías se tornan relativamente cálidas. Durante este período, las poblaciones de animales cambiaron nuevamente, los denisovanos desaparecieron y los neandertales quedaron como los únicos ocupantes humanos de la cueva.

"La coincidencia de estos cambios de población con las transiciones climáticas entre los períodos interglacial y glacial sugiere que los factores ambientales jugaron un papel clave en la configuración de la historia humana y faunística de esta región", subaraya el profesor Roberts.

El profesor Matthias Meyer, líder del grupo de Técnicas Avanzadas de Secuenciación de ADN en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y autor también principal del nuevo estudio,concluye: "Ser capaz de generar datos genéticos tan densos a partir de un lugar arqueológico es como un sueño hecho realidad. Hay tanta información escondida en los sedimentos que nos mantendrá ocupados a nosotros ya muchos otros genetistas durante toda la vida".

Fuentes: phys.org | eurakalert.org | 23 de junio de 2021

El Museo de Prehistoria de Valencia inaugura la exposición ‘La Prehistoria y el mar. Recursos marinos en el pasado’

El Museo de Prehistoria de Valencia nos acerca a las últimas investigaciones zooarqueológicas realizadas en el sector central del litoral mediterráneo peninsular sobre el aprovechamiento de recursos marinos con la exposición temporal ‘La Prehistoria y el mar. Recursos marinos en el pasado. Comisariada por el conservador del Museo de Prehistoria, Josep Lluís Pascual Benito, forma parte de la serie ‘Tesoros del Museo’ que, en este caso, presenta colecciones de moluscos y peces marinos, muchas de las cuales no habían sido expuestas hasta ahora.

Para el diputado de Cultura, Xavier Rius, "la exposición es un ejemplo más de la gran calidad de las propuestas que plantean nuestros conservadores y técnicos. Una muestra con un diseño muy esmerado y una museografía comunicativa excelente que, además, iniciará una itinerancia en 2022”.

"La muestra forma parte de la serie Tesoros del Museo, exposiciones de pequeño formato que presentan una pieza o una colección de piezas del museo, con el objetivo de mostrar al público no especializado las últimas investigaciones o nuevas intervenciones, siempre de una manera innovadora para experimentar en nuevos recursos museográficos”, explica el jefe de exposiciones, Santiago Grau.

El comisario Josep Lluís Pascual Benito pone en valor que "la exposición nos muestra la variedad de usos que las sociedades del pasado dieron a los productos de procedencia marina, como es el uso alimentario, la fabricación de adornos personales o la simbología”.

“Un caso excepcional es la presencia de un delfín mular depositado en un enterramiento humano de carácter secundario ubicado en una fundición junto a la desembocadura del Serpis. Se trata de un hecho único y extraordinario porque se conocen depósitos de animales terrestres como perros, vacunos y cerdos, pero nunca se había encontrado un cetáceo en contexto funerario”, explica el comisario Josep Lluís Pascual Benito.

Dividida en cinco ámbitos, muestra más de un centenar de piezas procedentes de yacimientos arqueológicos valencianos que se conservan en el Museo de Prehistoria de Valencia y que cubren una cronología de entre 30.000 y 3.000 años. A partir de estos restos se hace patente como los recursos marinos fueron aprovechados por las comunidades prehistóricas de formas muy diversas.

Uso alimentario

En el Golfo de Valencia la información sobre el uso alimentario de productos marinos durante el Paleolítico superior es escasa. Los yacimientos costeros de entonces se encuentran actualmente bajo el agua, por la inundación de las plataformas costeras a causa de la subida del nivel del mar al acabar el periodo glacial. Posteriormente, se constata el consumo de varias especies de moluscos como berberechos, lapas y bígaros, y de peces como doradas, lisas y corvinas, entre otras. Estos productos del mar llegaron a veces a yacimientos del interior situados a más de 40 km de la costa, lo que muestra el uso de sistemas de conservación, como el secado al sol o el ahumado.

Fabricación de enseres

Moluscos y peces no solo sirvieron de alimento. Varias conchas se aprovecharon para la decoración cerámica o como recipientes, algunos de ellos con colorantes y alisadores. Con otras conchas se confeccionaron cucharas, cucharones, agujas e instrumentos musicales (trompas), mientras que grandes huesos de cetáceos -costilla y vértebras- fueron utilizados como mesas de trabajo o yunques.

Adornos personales

Otro uso de las conchas de numerosas especies de moluscos fue la fabricación de adornos personales, dotándolas de perforación como elemento de suspensión. En este ámbito, presentamos tres procesos completos de fabricación de adornos: perlas discoidales a partir de berberechos; colgantes o botones arciformes a partir de labios de Semicassis undulata (derecha); y colgantes ovales a partir de recortes rodados de bivalvos.

Se muestran piezas de adorno de conchas, sueltas o engarces en collares de más de una docena de yacimientos valencianos, donde se puede ver las diferentes especies características de cada periodo prehistórico, consecuencia de motivos culturales o de su disponibilidad por la temperatura del mar. A partir del Neolítico también se fabricaron otros adornos más elaborados: perlas discoidales durante toda la Prehistoria reciente, colgantes ovales, anillos y brazaletes durante el Neolítico antiguo y botones durante el Calcolítico. Como adornos se usaron también las vértebras de peces cartilaginosos, entre las que se han identificado varias especies de rayiformes y tiburones.

Valor simbólico

Muchos de los adornos tendrían un valor simbólico añadido, pero también hay otros que se asocian con el mundo de los muertos, como por ejemplo conchas no perforadas ni manipuladas, documentadas en cuevas de entierros del Neolítico final/Calcolítico, hace unos 5.000 años, las cuales formarían parte del ritual funerario y que pueden considerarse como amuletos-ofrendes funerarias y, excepcionalmente, como ofrenda alimentaria. Asimismo, otras conchas marinas no manipuladas han servido para la fabricación de ídolos.

La exposición ‘Prehistoria y el Mar’, de producción propia del Museo de Prehistoria, entrará a formar parte del circuito de exposiciones itinerantes del museo de la Diputación a partir de próximo año.


Fuentes: comarcalcv.com | 18 de junio de 2021