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El hallazgo de un taller para embalsamar cuerpos desvela los misterios de la momificación egipcia

Recreación de la momificación de un cadáver egipcio. Ilustración: Nikola Nevenov

Saqqara, uno de los principales complejos funerarios del Antiguo Egipto, situado al sur de El Cairo, es uno de los yacimientos que más sorpresas arqueológicas ha reportado en los últimos años sobre la civilización de los faraones. En 2018, una misión germano-egipcia anunció el descubrimiento del primer taller de momificación subterráneo intacto a unos metros al sur de la pirámide del faraón Unas

Datado en la época de la Dinastía XXVI (664-525 a.C.) esta suerte de funeraria incluía una estructura multifuncional en la superficie, un pozo de 13 metros de profundidad donde se preparaban los cuerpos para el viaje hacia el más allá, y un espacio comunitario de enterramiento a unos 30 metros bajo tierra con medio centenar de momias.

El excepcional hallazgo, que protagonizó además un documental de National Geographic, se completó -en el taller subterráneo donde se embalsamaban los cadáveres- con un conjunto de 121 recipientes cerámicos utilizados por hábiles artesanos durante el proceso. Los tiestos y vasijas conservaban restos orgánicos y estaban inscritos con instrucciones en escritura hierática y demótica sobre qué sustancia aplicar sobre cada parte del cuerpo o sobre las vendas de lino, con los nombres de los propios ungüentos o incluso con el título de un administrador de la funeraria de la necrópolis.

Zona de excavación del Proyecto Tumbas Saítas de Saqqara. Detrás, la pirámide de Unas y, al fondo, la pirámide escalonada de Zoser. Foto: S. Beck (Saqqara Saite Tombs Project, Universidad de Tubinga, Alemania).

El análisis científico de los restos moleculares de 31 de estos recipientes ha permitido a un equipo de investigadores de las universidades Ludwig Maximilian (Múnich) y de Eberhard Karls (Tubinga) comprender qué sustancias químicas se usaron durante la momificación, cómo se mezclaban, cómo se las denominaba y cómo fueron aplicadas. Por ejemplo, se han determinado tres combinaciones diferentes (que incluían sustancias como resina de elemí, resina de árbol de pistacia, subproductos de enebro o ciprés y cera de abejas) las cuales se usaban específicamente para embalsamar la cabeza, algo totalmente desconocido hasta ahora, y otras eran empleadas para limpiar el cuerpo o ablandar la piel.

"El descubrimiento de las instalaciones de embalsamamiento que presentamos cambia nuestro conocimiento y comprensión de la momificación egipcia", destacan los arqueólogos en un artículo publicado este miércoles en la revista Nature. Hasta ahora, el famoso tratamiento de los cadáveres que desarrolló la civilización egipcia se conocía gracias a dos fuentes principales: los relatos recogidos en los papiros —y en otros textos clásicos como las obras de Heródoto o Diodoro de Sicilia— y los análisis de residuos orgánicos identificados en las momias. Sin embargo, aunque algunos estudios habían podido determinar los ungüentos empleados, quedaban todavía varios enigmas por resolver.

Recipientes cerámicos recuperados en el taller de momificación de Saqqara. M. Abdelghaffar.

El arte de momificar

Durante más de 3000 años, los antiguos egipcios conservaron artificialmente los cuerpos de humanos y animales con el objetivo de proporcionar un hogar permanente para sus almas. En el transcurso de alrededor de 70 días, se pensaba que la momificación y los rituales religiosos asociados (oraciones, quema de incienso, unción y envoltura del cuerpo) transformaban al difunto -un ser terrenal- en un ser divino. El cuerpo vulnerable se convertía en una momia resistente. La momificación evolucionó con el paso del tiempo y varió según la riqueza del fallecido, las preferencias personales, los cambios de moda y creencias, y la habilidad y el estilo de los embalsamadores.

"Conocemos los nombres de muchos de estos ingredientes para embalsamar desde que se descifraron los antiguos escritos egipcios", explica Susanne Beck (izquierda), de la Universidad de Tubinga y codirectora de las excavaciones en el yacimiento (Ramadan Hussein, que lideraba los trabajos, falleció el año pasado de forma repentina). "Pero hasta ahora solo podíamos intuir qué sustancias había detrás de cada nombre".

Maxime Rageot (derecha), arqueólogo también de la Universidad de Tubinga y responsable del proyecto científico, y que igualmente ha contado con la colaboración del Centro Nacional de Investigación de El Cairo, añade en este sentido: "La sustancia etiquetada por los antiguos egipcios como 'antiu' se ha traducido durante mucho tiempo como mirra o incienso. Pero ahora hemos logrado demostrar que, en realidad, es una mezcla de ingredientes muy diferentes que pudimos separar con la ayuda de cromatografía de gases/espectrometría de masas". El antiu utilizado en la necrópolis de Saqqara era una combinación de aceite de cedro, aceite de enebro y ciprés y grasas animales. El sefet, uno de los siete aceites sagrados, resultó ser un ungüento a base de grasa perfumada con aditivos vegetales.

En sus conclusiones, los investigadores consideran que los especialistas en el proceso de momificación fueron conscientes tanto de las propiedades químicas como de la bioactividad de las sustancias utilizadas y desarrollaron un conocimiento complejo sobre la preparación de diferentes bálsamos de ingredientes particulares.

Una persona momificada junto a frascos canopos, utilizados para albergar los organos del fallecido

Pero lo que más les ha sorprendido ha sido la procedencia de algunos de los materiales para embalsamar. La resina de elemí —uno de los dos materiales que hasta ahora nunca se había identificado en las excavaciones junto a la de damar— llegaba a Egipto desde el África tropical o las selvas del sudeste asiático, la de Pistacia de algún rincón del Mediterráneo, el betún —solo recuperado en las vasijas del pozo funerario— probablemente venía de la zona del mar Muerto y el aceite de cedro también del Levante, de las actuales regiones de Líbano y Siria. Según los arqueólogos, estos descubrimientos confirman no solo la complejidad de las prácticas de embalsamamiento, sino que desvelan redes de comercio a larga distancia a través del Mediterráneo y el océano Índico.

"En última instancia, la momificación egipcia probablemente desempeñó un papel importante en la aparición de las redes globales", dice Rageot. "Se necesitaban grandes cantidades de estas resinas exóticas". Philipp W. Stockhammer (izquierda), arqueólogo de la Universidad Ludwig Maximilian, concluye: “En el proceso de embalsamamiento, una vez sacado el cuerpo de la sal de natrón [para desecarlo], la piel enseguida corre el riesgo de ser colonizada por microbios, que la devorarían. Sabían qué sustancias necesitaban poner en la piel, compuestos antibacterianos y antifúngicos para mantenerla bien conservada”. Tenían conocimientos microbiológicos, sin saber de bacterias. "Además, gracias a todas las inscripciones en los recipientes, en el futuro podremos descifrar aún más el vocabulario de la química del Antiguo Egipto de la que no entendíamos lo suficiente hasta la fecha".

Fuente: elespanol.com | elpais.com | 1 de febrero de 2022

Zahi Hawass asegura haber descubierto la momia más antigua de Egipto, de hace 4.300 años, así como las ruinas de una ciudad romana

La momia de 4.300 años de antigüedad adornada con oro. Zahi Hawass cree que es la más antigua encontrada hasta ahora.

Un equipo de arqueólogos ha descubierto la momia de un hombre de hace 4.300 años envuelta completamente en oro cerca de la pirámide escalonada, en Saqqara, y podría ser la más antigua jamás encontrada.

El individuo, llamado Hekashepes, fue encontrado dentro de un sarcófago de piedra caliza en el fondo de un pozo de 15 metros de profundidad que conducía a una tumba en la que se descubrió también un tesoro de hermosas estatuillas y otras de tamaño natural talladas para parecerse a sirvientes, hombres, mujeres y familias.

El descubrimiento es parte de un grupo de tumbas de la V y VI dinastía encontradas unos 30 kilómetros al sur de El Cairo, cerca de la pirámide escalonada (en la foto).

Puerta situada frente a una tumba en la parte inferior de uno de los pozos excavados.

Estos hallazgos son parte de un grupo de tumbas de la V y VI dinastías encontradas a unos 30 kilómetros al sur de El Cairo, y las autoridades esperan que revivan el interés del turismo en la región.

"Desafortunadamente, la expedición no encontró ninguna inscripción que pudiera identificar a los dueños de las estatuas", señala el egiptólogo Zahi Hawas, quien dirigió la excavación.

Foto: Zahi Hawass, anunciando los nuevos descubrimientos en una imagen compartida en sus redes sociales.

El enclave de Saqqara fue parte de una necrópolis en expansión de la antigua capital de Egipto, Menfis, la cual incluye las famosas pirámides de Giza y otras pirámides más pequeñas en Abu Sir, Dahshur y Abu Ruwaysh. Las ruinas de Menfis fueron designadas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la década de 1970.

Se descubrieron dos pozos en el sitio, uno con los restos de Hekashepes, y otro de nueve metros de profundidad que conduce a otras tres tumbas y numerosas estatuillas y estatuas.

Foto: Una de las tumbas con pinturas de la vida cotidiana.

Foto: Interior de otra de las tumbas del Reino Antiguo. Mohamed Abd El Ghany.

"La tumba más importante pertenece a Khnumdjedef, un inspector de funcionarios, supervisor de los nobles y sacerdote en el complejo piramidal de Unas, el último rey de la quinta dinastía", dijo Hawass. "Esta tumba está decorada con escenas de la vida cotidiana".

"Otra tumba pertenecía a Meri, 'guardián de los secretos y asistente del gran líder del palacio'. Era el hombre de confianza de un antiguo faraón que supervisaba y archivaba los documentos del mismo. También era conocedor de los secretos de elaboración de letras y palabras, lo cual se asociaba con la magia, así como del saber cósmico en una sociedad egipcia analfabeta", agrega Hawas.

Foto: En las tumbas se encontraron numerosas estatuillas. Una detalla una escena de una familia.

Además se encontraron tres estatuas de una persona llamada Fetek junto a una mesa de ofrendas y un sarcófago de piedra que contenía su momia. Dentro del conjunto se encontraron también muchos amuletos, vasijas de piedra, herramientas para la vida diaria y estatuas del dios Ptah-Sokar.

Foto: Una de las piezas encontradas.

Ruinas de una ciudad romana

Cerca de la ciudad sureña de Luxor, las autoridades dijeron que encontraron docenas de sitios de enterramientos que datan de 1800 a. C. a 1600 a. C., esto es, durante el transcurso del Imperio Nuevo, así como ruinas de una antigua ciudad romana que los antiguos griegos la llamaban Thebai y los romanos Thebae.

Panorámica de los restos romanos que han sido localizados en Luxor. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

Restos de una "ciudad residencial" romana descubierta cerca del templo de Luxor. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Mostafa Waziri (izquierda), secretario general del Conejo Aeneral de Antigüedades de Egipto, ha explicado que el descubrimiento de esta ciudad romana "aporta mucha información acerca de la ciudad residencial más importante y antigua en la orilla oriental de la provincia de Luxor, que consideramos como una extensión de la antigua ciudad de Tebas". Las excavaciones han exhumado los restos de varios edificios residenciales y dos palomares, además de varios talleres para la fabricación y fundición de metales, recipientes cerámicos, frascos de vidrio, lámparas, utensilios para moler, y monedas romanas de cobre y de bronce.

Respecto a los palomares, un hallazgo ciertamente curioso, el director general de Antigüedades del Alto Egipto, Fathi Yasin, ha dicho que "en su interior se encontraron varias vasijas de cerámica que se usaban como nidos para las palomas. Estos elementos comenzaron a utilizarse en el ámbito funerario a partir de época romana".

Imagen de uno de los dos palomares descubiertos en la ciudad romana de Luxor. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

En un anuncio separado, un grupo de científicos de la Universidad de El Cairo reveló detalles previamente desconocidos sobre un adolescente momificado que data de alrededor del año 300 a.C. Mediante el uso tomografías computarizadas, los científicos pudieron arrojar nueva luz sobre el alto estatus social del mismo, al constatar los numerosos y elaborados amuletos insertados dentro de su cuerpo momificado y el tipo de entierro que recibió.

Foto: Tomografías computarizadas de la momia de un adolescente datada en el año 300.a.C.

Foto: Detección de los amuletos que portaba la momia del adolescente.

Egipto a menudo promociona públicamente sus antiguos descubrimientos para atraer a más turistas, una fuente importante de divisas para este país del norte de África con problemas de liquidez. El sector turístico sufrió una recesión prolongada después de la fuerte agitación política que siguió a un levantamiento popular en 2011.

La industria turística de Egipto también se vio muy afectada por la pandemia del coronavirus y actualmente sufre las consecuencias de la guerra en Ucrania. Tanto Rusia como Ucrania constituían anteriormente una gran fuente de turistas que visitaban Egipto.

Fuentes: dailymail.co.uk | nationalgeographic.com.es | elespanol.com | 26 de enero de 2023

Encuentran Saqqara un 'Libro de los Muertos' en un papiro de 15 metros de largo por primera vez en 100 años

Una sección del Papiro de Ani (c.1250 a.C., durante la Dinastía XIX). Todavía no hay imágenes del Libro de los Muertos recién encontrado. | Crédito: Getty Images

Los egipcios no tenían un problema con la muerte. Por el contrario, la consideraban como el paso necesario para acceder al A’aru, o el Paraíso en la mitología local. Para ello, sin embargo, habrían de pasar por el Juicio de Osiris: el evento místico en el que sus corazones serían puestos a prueba al final de su tránsito por la Tierra. Para ello, escribían en papiros inmensos un código sagrado que les mostraría el camino en el Más Allá: el 'Libro de los Muertos'.

Hace al menos un siglo que no se encontraba un papiro de esta relevancia funeraria en la necrópolis de Saqqara, al sur del Cairo. Con al menos 16 metros de largo, un equipo de investigadores exhumó un 'Libro de los Muertos' que quedó encerrado en un sarcófago con 2.000 años de antigüedad, en el interior de la Pirámide escalonada de Djoser.

Un fragmento del Papiro de Ani (c.1250 a.C., durante la Dinastía XIX). Todavía no hay imágenes del Libro de los Muertos recién encontrado. / Getty Images.

Un papiro cuajado de conjuros y pasadizos para el Más Allá

El anuncio del hallazgo se realizó el 14 de enero de 2023, el cual coincidió con el Día Nacional de la Arqueología en Egipto. Hay muchos textos del 'Libro de los Muertos', y el análisis del nuevo hallazgo puede arrojar luz sobre las antiguas tradiciones funerarias egipcias. De acuerdo con los investigadores a cargo de las excavaciones, el trabajo de conservación ya está prácticamente terminado, y ahora está siendo traducido al árabe, de acuerdo con un comunicado del Consejo Supremo de Antigüedades.

La Pirámide escalonada de Djoser fue la primera que los egipcios construyeron. El edificio se consagró como un espacio funerario para el faraón con el mismo nombre, alrededor del año 2.611 a.C. A partir de entonces, el área circundante se utilizó como camposanto durante miles de años.

"El 'Libro de los Muertos' encontrado recientemente está datado en el periodo tardío (alrededor de 712 a.C. a 332 a.C)", según explicó el ex-ministro de Antigüedades, Zahí Hawass a LiveScience. "La información sobre quién era el propietario del papiro y su fecha precisa se anunciará pronto", añadió el afamado arqueógo.

Un fragmento del Papiro de Ani, a la izquierda, Osiris-Seker se encuentra en un santuario en forma momificada. / Getty Images

Aunque todavía no hay imágenes ni más detalles sobre el contenido de este 'Libro de los Muertos', es la primera vez en 100 años que un papiro de estas dimensiones se encuentra en la necrópolis de Saqqara. La longitud, precisión y maestría artística con la que se confeccionaban estos documentos dependía, en gran medida, del grado social que tuviera el difunto.

Este parece ser el segundo papiro que contiene textos del Libro de los Muertos que se ha encontrado en Saqqara el año pasado. En 2022, se encontró en este enclave un papiro fragmentario de 4 metros de largo que contenía textos del Libro de los Muertos en un pozo de entierro cerca de la pirámide del faraón Teti (reinó alrededor de 2323 a. C. a 2291 a. C.). Tenía, además, escrito el nombre de su propietario, un hombre llamado "Pwkhaef".

Si bien es cierto que se han encontrado papiros mucho más extensos, explica Foy Scalf, jefe de archivos de investigación de la Universidad de Chicago, las dimensiones de éste no son despreciables en absoluto. Ahora, el mundo está a la espera de que los arqueólogos egipcios revelen el nombre y algunos detalles sobre los hechizos que se inscribieron en este documento, hace 2 milenios atrás.

Fuentes: ngenespanol.com | livescience.com | 26 de enero de 2023

La rareza descubierta por arqueólogos españoles en Egipto: hallan una tumba con 10 momias de cocodrilos

Trabajos arqueológicos en la tumba de la necrópolis de Qubbet el-Hawa. PATRICIA MORA.

Aunque no es la primera vez que se encuentran cocodrilos en enterramientos egipcios, arqueólogos de la Universidad de Jaén han realizado un descubrimiento inusual en Qubbet el-Hawa, un sitio cerca de la ciudad de Asuán, en el sur de Egipto: una tumba intacta que contenía diez cocodrilos momificados.

«Se trata de un hallazgo extraordinario, ya que es una de las raras ocasiones en las que especialistas han podido estudiar las momias de cocodrilos in situ y con metodologías modernas», señalan los miembros del Proyecto Qubbet el-Hawa en una nota en la que informan de que los restos han sido analizados por arqueozoólogos del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales de Bruselas.

La tumba excavada en la roca que contenía cinco esqueletos y cinco cráneos de grandes cocodrilos fue descubierta en 2019 por investigadores de la Universidad de Jaén. En esa misma zona se enterraron siglos atrás los gobernadores de la frontera sur de Egipto, pero estos cocodrilos datan de la época anterior a los Ptolomeos, es decir, de antes del 304 a. C.

Los arqueólogos trabajan con delicadeza uno de los 11 cocodrilos encontrados, pues las termitas han hecho mella en las vendas de lino que los protegían. PATRICIA MORA

Intermediarios con el dios Sobek

Según los investigadores, «es muy posible que estos cocodrilos pudieran haber sido utilizados de intermediarios entre los humanos y el dios Sobek, que era el dios del agua y la fertilidad, a menudo representado con una cabeza de cocodrilo». Esta divinidad egipcia tuvo mucha importancia en la cercana localidad de Kom Ombo, a solo 50 kilómetros de Asuán. «De hecho, Kom Ombo fue un importante centro de culto a los cocodrilos, pero no se tenía noticia de que sucediera lo mismo en Asuán», añaden los arqueólogos.

Según refiere la investigadora belga Bea De Cupere (izquierda), en el comunicado de la Universidad de Jaén, «se conocen más de 20 lugares de enterramiento con momias de cocodrilos en Egipto, pero encontrar 10 momias de cocodrilos bien conservadas juntas en una tumba intacta es extraordinario».

«De la mayoría de las momias recolectadas por los museos a fines del siglo XIX y principios del XX, a menudo crías, no sabemos exactamente de dónde provienen», añade.

Junto a algunos de los cocodrilos, los arqueólogos encontraron rastros de lino, hojas de palma y cuerdas que indican que los animales estuvieron envueltos, pero sus vendajes fueron devorados por insectos en la antigüedad. Sin embargo, no fueron cubiertos con grandes cantidades de resina o betún, como era habitual en épocas más modernas, y los investigadores han podido medirlos y estudiarlos a fondo. Este hecho indica además que «son más antiguos que la mayoría de las momias de cocodrilos que se tiene», añaden.

Uno de los cráneos de los cocodrilos hallados frente a la ciudad egipcia de Asuán, en la necrópolis de Qubbet el-Hawa.

Uno de los cocodrilos hallados en una tumba a 1.000 kilometros al Sur de El Cairo, tiene piedras en su estómago. Otros estaban atados. Eso indicaría que los dejaron morir de hambre para enterrarlos.

Desecación natural

El reptil más pequeño mide 1,8 metros de largo, mientras que el mayor alcanza los 3,5 metros. Gracias a la aplicación de métodos de estudio moderno, Alejandro Jiménez (derecha), director del Proyecto Qubbet el-Hawa, señala que «se han podido diferenciar hasta dos especies de cocodrilo que vivían en el Valle del Nilo (en la actualidad solo hay una especie): el cocodrilo del Nilo y el cocodrilo de África Occidental».

Tres esqueletos estaban casi completos, pero a los otros dos les faltaban bastantes partes. Esto indica, según De Cupere, que «los cocodrilos fueron enterrados primero en otro lugar, posiblemente en pozos de arena, donde se secaron de forma natural, y después sus restos fueron exhumados, envueltos y trasladados a la tumba en Qubbet el-Hawa». Durante el embalaje y el transporte se debieron perder las partes que les faltan.

Los arqueólogos afirmaron que el hallazgo es una "sorpresa" por sus características únicas..

En ellos no se han encontrado marcas de sacrificio. Por la iconografía, se sabe que los antiguos egipcios solían atrapar a los cocodrilos con redes. «Posiblemente los cocodrilos se ahogaron, asfixiaron o sobrecalentaron al exponerlos al sol por largos periodos de tiempo», estiman desde el Proyecto Qubbet el-Hawa, el cual financia la Junta de Andalucía y la Fundación Palarq.

«Un cocodrilo estaba tan bien conservado que los gastrolitos aún estaban presentes», añaden los investigadores antes de explicar que estas piedras en los intestinos ayudan a estos animales a mantenerse equilibrados en el agua. «Se trata de un descubrimiento excepcional -subrayan- por la rareza de la conservación de los cuerpos de los animales, porque confirma que los egipcios eran capaces de sacrificar a los animales que luego iban a dedicar a los dioses y porque el método de conservación utilizado, la desecación natural de los cuerpos, es bastante rara».

Fuentes: abc.es | clarin.com | 19 de enero de 2023

Revelan cómo era el rostro de Ramsés II en la plenitud de su mejor momento, hace 3.200 años en Egipto

El software de «regresión de edad» se utilizó para determinar cómo se habría visto el faraón en su mejor momento, aproximadamente a la edad de 45 años. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

El rostro de Ramsés II fue ampliamente reconocido en el Imperio Egipcio por su intención de liberar al territorio de cualquiera que no fuera egipcio. Durante décadas, los esfuerzos militares del faraón se enfocaron en proteger a su territorio de una invasión de migrantes, que huían, asimismo, de las decisiones férreas de su tierra de origen.

El mandato de Ramsés II, además de documentarse en la Biblia, se caracterizó por profundas campañas militares. Tanto así, que extendió sus dominios desde la actual Siria hasta Nubia, que hoy conocemos como Sudán del Sur. A más de 3,200 años de su fallecimiento, un equipo de científicos ‘trajo a la vida’ al faraón nuevamente, con un modelado en 3D de su rostro, alrededor de la mitad de su vida. Esto es lo que sabemos.

La momia de Ramsés II fue encontrada en 1881 en el sur de Egipto; en algún momento fue parcialmente desenvuelto para mostrar su cabeza momificada. (Crédito de la imagen: G. Elliot Smith; "Catálogo General Antiquites Egyptiennes du Musee du Caire: The Royal Mummies"; Wikimedia Commons)

¿Cómo se veía el faraón Ramsés II realmente?

Ramsés II fue un hombre longevo —incluso para los parámetros contemporáneos. De acuerdo con los registros de Britannica, el faraón murió a los 90 años. Aún a pesar de que sus restos dan fe de su edad avanzada, los investigadores de la la Universidad John Moore —en su FaceLab— reconstruyeron su rostro con una técnica conocida como «envejecimiento al revés».

A partir de su cráneo y restos momificados, los científicos utilizaron un modelado tridimensional para obtener cómo era el rostro de Ramsés II en los días próximos a su muerte. Sin embargo, los esfuerzos no se detuvieron ahí.

Por el contrario, los radiólogos egipcios indagaron en cómo se veía el faraón en la plenitud de su juventud, hacia la mitad de su vida. Y lo consiguieron: el retrato digital que encabeza el post lo muestra alrededor de sus 45 años. Al respecto, la directora de FaceLab, Caroline Wilkinson, explica lo siguiente sobre el proceso:

«Llevamos a cabo un proceso de regresión de edad tridimensional para eliminar algunos de los signos del envejecimito, a fin de representarlo en su mediana edad, en la cima de su poder», detalla la especialista en una entrevista a Live Science.

Luego se agregó a la reconstrucción facial la coloración del cabello y la piel basada en lo que se cree que era común en el antiguo Egipto. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

Para reconstruir el rostro de una persona, explica Wilkinson, es necesario partir del cráneo. Con ello, se consideran dos enfoques:

  • Aproximación facial: utiliza datos promedio, plantillas y perfiles biológicos para producir un rostro
  • Reconstrucción facial: un intento más detallado de determinar el aspecto de una persona en particular, en el que se pueden agregar colores y texturas, dijo.

En el caso del Rostro de Ramsés II, los investigadores del Reino Unido llevaron los esfuerzos un poco más allá. Reunieron los datos del faraón para hacer una reconstrucción mucho más detallada: a partir del retrato digital, realizaron una representación facial en 3D. Podría ser que, por primera vez en milenios, el mundo pueda reconocer al faraón casi en persona.

Fuente: National Geographic | 12 de enero de 2022

Descubren una tumba real en Luxor, Egipto, que dataría de la dinastía XVIII

Una vista de arqueólogos trabajando en el emplazamiento de una tumba recién descubierta en la provincia meridional egipcia de Luxor. AFP.

Una misión conjunta egipcia-británica compuesta por investigadores del Consejo Supremo de Arqueología y el Instituto de Investigación Estatal Moderna de la Universidad de Cambridge ha descubierto un cementerio real durante las excavaciones en la orilla occidental de Luxor, en el conocido valle C o Wadi Gabanat el-Qurud, justo en la zona baja del acantilado donde fue localizada por Howard Carter la tumba de la princesa Neferura correspondiente a la XVIII dinastía.

En un breve comunicado del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, el director del proyecto arqueológico, Piers Litherland, afirma que por el emplazamiento y por la tipología, la tumba podría pertenecer a una reina o princesa igualmente de la dinastía XVIII.
Por su parte, Mostafa Waziry, secretario general del Consejo Supremo de Arqueología, ha desvelado que «la tumba se encuentra en mal estado, con muchas construcciones e inscripciones destruidas». Esto se debe a las «diversas inundaciones que se produjeron en aquel entonces y que llenaron las cámaras mortuorias de sedimentos arenosos y calcáreos», detalló el arqueólogo. Además, Waziry ha afirmado que las inscripciones hacen pensar que podría tratarse de un enterramiento destinado a miembros de la familia del faraón Tutmosis III, de las que muy pocas han salido a la luz.

Escalinata por la que se accede al enterramiento. AFP.

Para acceder al enterramiento se debe bajar por una escalinata que da paso a dos corredores y al menos una cámara. El director general de Arqueología de Egipto, Fathi Yassin, ha explicado que la misión continuará con los trabajos de excavación y la documentación arqueológica del yacimiento, la cual contribuirá a desenredar los misterios que rodean estas tumbas.

Egipto ha revelado varios descubrimientos arqueológicos importantes en los últimos años, sobre todo en la necrópolis de Saqqara, al sur de la capital, El Cairo. Los críticos dicen que la ráfaga de excavaciones ha priorizado los hallazgos que han demostrado atraer la atención de los medios por encima de la investigación académica.

Pero los descubrimientos han sido un componente clave de los intentos de Egipto por revivir su industria turística vital, cuya joya de la corona es la inauguración largamente retrasada del Gran Museo Egipcio al pie de las pirámides.

El país de 104 millones de habitantes sufre una severa crisis económica. La industria del turismo de Egipto representa el 10 por ciento del PIB y unos dos millones de puestos de trabajo, según cifras oficiales, psi bien se ha visto afectada por la inestabilidad política y la pandemia de COVID.

Fuentes: eldebate.com | phys.org | 16 de enero de 2023

Hallazgo español del Antiguo Egipto: dos tumbas que escondían 60 momias

Exterior de la tumba del visir Amenhotep Huy restaurada por la misión arqueológica española. Al fondo, el templo de la reina Hatshepsut. Foto: Efe / Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.

La misión arqueológica española Proyecto Visir Amenhotep Huy, liderada por el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, ha descubierto dos tumbas que albergaban casi 60 momias y extremidades al término de su campaña en 2022.

"Lo más importante de este año es el descubrimiento de dos tumbas, de casi seis metros de profundidad formadas por dos cámaras cada una y que albergan alrededor de sesenta momias y restos de momias", aseguró a la Agencia Efe el arqueólogo y director de la misión, Francisco J. Martín (izquierda).

Martín, que lidera un equipo de 22 egiptólogos españoles y ocho expertos egipcios, aclaró a Efe que los dos enterramientos son de épocas posteriores a la fecha de la tumba del visir Amenhotep Huy (Dinastía XVIII). "Esto muestra una riqueza muy importante del estilo de arquitectura y una evidencia de que la tumba del visir en algún momento se convirtió en una necrópolis", indicó.

Estas dos tumbas secundarias se comunican con dos cámaras de entierro y se caracterizan por la falta de epigrafías, al contrario de lo que ocurre en la tumba del visir Amenhotep Huy, que es una capilla de 30 columnas con escrituras, revela el arqueólogo.

Capilla de la tumba del visir AmenHotep Huy, situada cerca de la ciudad egipcia de Luxor.

Amenhotep Huy fue visir del faraón Amenhotep III durante el último tercio de su reinado. Era originario del norte de Egipto y fue el considerado "líder de la oposición" contrario a las nuevas corrientes religiosas impulsadas por el hijo y heredero del faraón, el futuro Akenatón. Por eso, su tumba en Tebas nunca se terminó. "Es un señor importantísimo, ya que tiene fama de santo y líder de la oposición contra Akenatón", dijo Martín.

Foto: En la sala de cuatro columnas, encontramos escenas que representan a Huy y su esposa rezando ante Osiris y Khonsu, así como representaciones de la vida cotidiana.

El trabajo más importante, aparte de la excavación y restauración, es la interpretación del área: "Tenemos el privilegio de tener una zona donde tenemos entierros desde la época del visir de la dinastía XVIII (1550 a.C.) hasta el siglo II d.C., de la época copta", indicó.

Por su parte, la codirectora del proyecto, Teresa Bedman (izquierda), aseguró a Efe que "hasta el momento lo que hemos hallado en las momias enterradas en la zona eran siempre altos funcionarios del clero de Amón en Tebas". Además, aseveró que "otra ventaja importante del área es que, a través de la momificación, se puede decir que pertenecían a las clases sociales altas".

"El origen era la tumba del Visir, pero, al convertirse en un mártir, se hace el nombre santo y mucha gente se quiere enterrar ahí, ya que es una zona de prestigio. Es una necrópolis dentro de la tumba del visir", aduce Bedman.

Exposición en el Museo de Luxor con el sarcófago del escriba de la mesa de ofrendas al dios Amón (izquierda) y del sarcófago de la cantora del dios Amón (derecha) entre otros múltiples objetos.

Futuros trabajos

La misión ha organizado una exposición del contenido de la necrópolis del visir con la coordinación del Museo de Luxor, donde se muestra un sarcófago con una momia de la cantora del dios Amón de la Dinastía XX y otro sarcófago de otra momia de un escriba de la mesa de ofrendas del dios Amón. La exposición, que continuará el año que viene, cuenta con enterramientos intactos y objetos de plata que en aquella época tenía más valor que el oro, subrayó Martín.

Piezas de la exposición «Los tesoros del visir Amenhotep Huy», en Luxor (Egipto) FOTO: IEAE.

Asimismo, apuntó que la misión se reanudará a finales de septiembre de 2023 para continuar con la restauración de la capilla con la reconstrucción de seis columnas. "Dentro de la capilla había treinta columnas; hemos reconstruido catorce inmensos pilares de seis metros de altura y el próximo año se prevé que terminaremos otros seis", aseveró el director, que trabaja en Egipto desde hace 22 años.

La misión empezó su trabajo en 2008 y eligió la tumba del Visir Amenhotep Huy, ya que era un mausoleo que no había sido excavado antes. Durante sus catorce años de campañas, han descubierto alrededor de 200 momias completas y 400 extremidades. La misión arqueológica del Proyecto Visir Amenhotep Huy cuenta con el patrocinio de decenas de entidades púbicas y privadas, entre ellas, el Gobierno de España, de Egipto, el Instituto de Estudios de Alto Egipto y la aerolínea egipcia Egyptair.

Fuente: elespanol,com | 31 de diciembre de 2022

Excavaciones en la necrópolis egipcia de Tell el-Amarna sacan a la luz espléndidas joyas de oro e identifican pinturas murales

Mural del Palacio Norte de Amarna conocido como la Sala Verde, en el que un reciente estudio ha identificado varias especies de aves. Foto: Proyecto Amarna.

Construida hacia el año 1346 a.C., la ciudad de Amarna (la actual Tell el-Amarna) situada en el Egipto Medio, fue fundada por el faraón "hereje" Akenatón para convertirse en la próspera y sofisticada capital de Egipto durante su reinado. Tras suceder a su padre Amnehotep III con el nombre de Amenhotep IV, al poco tiempo el nuevo faraón abandonó el culto a los dioses tradicionales de Egipto y en su lugar implantó un nuevo culto centrado en el disco solar, el dios Atón, que se convertiría en la religión oficial del Estado faraónico.

Su reforma culminaría con el cambio de su propio nombre por el de Akenatón (Atón está satisfecho) y por la fundación de una nueva ciudad dedicada al culto a esta divinidad, Aketatón (Ciudad del Horizonte de Atón). Akenatón inició entonces la construcción de templos y santuarios dedicados a Atón por todo el país, y proscribió los antiguos cultos y a su clero. Tras su muerte, el faraón fue borrado de las listas reales y llegó a ser calificado como "hereje". Su capital, Amarna, fue abandonada y cayó en un olvido milenario.

Anillo de oro encontrado en Tell el-Amarna, Egipto. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

UN AJUAR DE ORO

En el año 1977, la Universidad de Cambridge puso en marcha el Proyecto Amarna, encaminado a excavar la antigua capital de Akenatón, y desde el pasado 2005 se han llevado a cabo varias campañas con el objetivo de estudiar la necrópolis norte de la ciudad. Y los resultados no han decepcionado a los investigadores. Durante la actual campaña de excavaciones, los arqueólogos han realizado un sensacional descubrimiento: una tumba de pozo, datada del reinado de Akenatón, en la que se había enterrado a una mujer joven envuelta en una estera tejida con fibras vegetales.

Anillo con la imagen del dios Bes encontrado en la necrópolis de Amarna. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

La mujer llevaba un espléndido collar de colgantes en forma de pétalos y tres anillos de oro y esteatita. Uno de los anillos está decorado con la imagen del dios Bes, una enano de forma grotesca que era la divinidad protectora de las parturientas y de la infancia. En los otros dos anillos se grabó una inscripción jeroglífica que puede leerse como "Señora de las Dos Tierras", en referencia al Alto y el Bajo Egipto.

Anillo de oro procedente de la tumba recientemente descubierta en Amarna. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Respecto al lugar donde se ha producido el magnífico hallazgo, Anna Stevens (izquierda), del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge, ha manifestado que "el entierro está ubicado en el cementerio del desierto norte de Amarna, en el desierto bajo, al oeste de las tumbas del norte. El sitio incluye una pequeña cantidad de pozos de entierro y tumbas, así como tumbas de pozo".

Stevens ha añadido que, además de este hermoso ajuar funerario, se han descubierto en el lugar otros objetos y que el equipo está llevando a cabo un ambicioso programa de restauración.

Collar de oro con colgantes en forma de pétalos encontrado en la necrópolis norte de Amarna. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Hoy en día, el yacimiento de Amarna, de difícil acceso (aunque sigue atrayendo a muchos turistas que viajan a Egipto), alberga las ruinas de varios templos dedicados al dios Atón, así como las de diversas residencias reales, que son testigos mudos de la gloria pasada de esta ciudad de breve historia.

Fuente: nationalgeographic.com.es| 16 de diciembre de 2022

Identifican las aves que decoran la maravillosa pintura de la sala verde del Palacio Norte de Amarna

Propuestas de identificación de las aves del muro oeste de la Sala Verde: a–f) Paloma bravía (Columba livia); g) Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio); h) Lavandera blanca (Motacilla alba); i) Martín pescador de varios colores (Ceryle rudis); j–l) No identificado (imagen original: N. de Garis Davies, pintura facsímil de la pared oeste de la "Sala Verde" en el Palacio Norte en Amarna.

La princesa Meritatón, la hija primogénita de Akenatón y de su esposa, la reina Nefertiti, fue durante años la segunda dama de la corte y la mujer más importante de Egipto, tan solo por detrás de su madre, la Gran Esposa Real. Tras la desaparición de Nefertiti de la historia, su propio padre Akenatón se casó con ella, convirtiéndola en su nueva Gran Esposa Real. Pero las huellas de esta joven princesa se desvanecen tras la muerte del faraón, que daría paso a años convulsos.

Durante su corta vida (se cree que murió a los 17 años), Meritatón vivió en el Palacio Norte en Amarna, una estructura de planta rectangular de 160 metros cuadrados y rodeada de gruesas murallas. En su interior se abrían varios patios y amplias salas hipóstilas. Es precisamente en una de estas salas donde los arqueólogos se toparon con una auténtica obra maestra del arte egipcio antiguo, un hermoso mural que representa una escena naturalista. Tiene tal nivel de detalle que ha permitido a los investigadores identificar en él varias especies de aves que aún hoy viven en la zona, como los alcaudones (Laniidae) y las lavanderas (Motacilla alba).

Aves a y b: palomas bravías ( Columba livia ) (detalle de N. de Garis Davies, pintura facsímil de la pared oeste de la “Sala Verde” en el Palacio Norte en Amarna (Dominio Público; Museo Metropolitano de Arte, Nueva York).

ARTE NATURALISTA EGIPCIO

En Amarna, la capital del faraón Akenatón (1347-1332 a.C.), los arqueólogos llevaron a cabo en 1924 el descubrimiento del Palacio Norte, con sus salones lujosamente decorados. Precisamente en uno de ellos, que fue bautizado como la Sala Verde, puede admirarse una rara representación de varios pájaros revoloteando en un pantano donde proliferan los papiros, sin la presencia de seres humanos.

"Son consideradas obras maestras del arte egipcio antiguo. En estas pinturas se muestran algunas de las imágenes naturalistas y las aves conocidas más hábilmente representadas del Egipto dinástico", han afirmado el Dr. Christopher Stimpson (izquierda),de la Universidad de Oxford, y el profesor Barry Kemp (derecha), de la Universidad de Cambridge y director del Proyecto Amarna.

Pero hasta ahora estas imágenes han recibido relativamente poca atención por parte de los estudiosos, a pesar de su evidente calidad artística. "El arte de la Sala Verde no ha recibido tanta atención como cabría esperar", lamentan los investigadores. En cuanto a las causas, manifiestan que "esto puede deberse a que los paneles de yeso originales no sobrevivieron bien", según apunta Stimpson. La realidad es que los intentos por preservar la pintura original en 1926 dañaron y decoloraron accidentalmente la milenaria obra.

Busto de Meritatón, hija de Akenatón y Nefertiti. Wikipedia

UN LUGAR PARA EL RELAX

Los dos investigadores han querido poner remedio a este olvido y se propusieron identificar las aves que aparecen en el mural. Para ello consultaron con varios reputados ornitólogos y estudiaron una copia en alta calidad del mural realizada en el año 1924 por la egiptóloga Nina de Garis Davies. Los resultados de este minucioso estudio acaban de ser publicados en la revista Antiquity.

De este modo, Stimpson y Kemp pudieron identificar, además de los alcaudones y las lavanderas, otras especies como martines pescadores y palomas (que ya habían sido identificadas en trabajos anteriores). También observaron que los antiguos artistas egipcios podrían haber incluido anotaciones para los posibles observadores, como un triángulo tal vez para identificar a las aves migratorias.

Arriba: pájaros g y h, interpretados como alcaudón dorsirrojo ( Lanius collurio ) y lavandera blanca (Motacilla alba), respectivamente (detalle de N. de Garis Davies, pintura facsímil del muro oeste de la “Sala Verde” en el Norte Palace at Amarna. Dominio público, The Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Abajo a la izquierda) alcaudón dorsirrojo (fotografía: Lehava Kiryat Shmona Pikiwiki Israel; usada bajo una licencia CC-BY 2.5: https://creativecommons.org/licenses/by/2.5/deed.en ). Abajo a la derecha) lavandera blanca (usada bajo una licencia CC0 1.0: https://creativecommons.org/publicdomain/zero/1.0/deed.en).

Por otra parte, los investigadores han mostrado su extrañeza por la presencia en el mural de palomas bravías (Columbia livia), puesto que no son aves nativas de las marismas de papiro, sino que son originarias de los acantilados del desierto. Los expertos sugieren que tal vez podrían haberse visto sido atraídas por la actividad humana y por eso se desplazaron a zonas de marisma.

Sin descartar esta posibilidad, se cree que tal vez los artistas podrían haber incluido las palomas bravías simplemente para dar una atmósfera más silvestre a la escena. Sea como fuere, los expertos sugieren que todas estas imágenes podrían haber hecho de la Sala Verde un lugar sumamente acogedor.

"Nadie lo sabe con certeza, aunque lo más probable es que ese espacio fuera un lugar de descanso y relajación. Las pinturas en las tumbas excavadas en la roca en Amarna también muestran escenarios similares donde las mujeres se relajan, socializan y tocan música", concluye Stimpson.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 20 de diciembre de 2022