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Publican la investigación genética sobre una chamana de 9.000 años de antigüedad (Mesolítico) hallada en Bad Dürrenberg (Alemania)

Foto: Reconstrucción en la que se muestra a la chamana de Bad Dürrenberg con toda su parafernalia de vestimenta en el Museo Estatal de Prehistoria de Halle (Saale, Alemania). Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt

El doble entierro de una mujer adulta y un niño, que data aproximadamente del 7.000 al 6.800 a. C., descubierto en 1934 durante las obras de construcción en los jardines del balneario de Bad Dürrenberg, se considera uno de los hallazgos funerarios más destacados del Mesolítico en Europa Central. Debido al inusual equipamiento de la mujer, que fue enterrada sentada, y a sus anomalías corporales, el entierro se interpreta como el de una chamana.

La investigación genética revela ahora la relación entre la mujer y el niño, el cual no es su hijo, sino que tiene un parentesco de cuarto o quinto grado. Las variantes fenotípicas analizadas en el genoma de la mujer nos informan que tenía una tez relativamente oscura, cabello oscuro y lacio y ojos azules.

El entierro

El inusual equipamiento enterrado con la mujer incluye artefactos de pedernal y herramientas de roca sólida, pero también artefactos de hueso y asta, un trozo de ocre rojo, varios huesos de animales, incluido el caparazón de al menos tres tortugas de agua, y dientes de animales parcialmente perforados. Junto con astas de ciervo y originalmente seis colmillos de jabalí parcialmente perforados, estos hallazgos probablemente sean adornos para la cabeza y el cuerpo. Debido al ajuar funerario y anomalías corporales de la mujer, el entierro se interpreta como el de una chamana.

Los restos óseos y el ajuar funerario de chamana de Bad Dürrenberg. Museo Estatal de Prehistoria de Halle (Saale). Crédito: Juraj Lipták, Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt.

Las excavaciones posteriores en el lugar, como parte de los preparativos para la Exposición Estatal de Jardines de 2024, no sólo arrojaron nuevas revelaciones sobre la deposición y la posición del cuerpo a la luz, sino que también revelaron una multitud de nuevos hallazgos, que podrían atribuirse claramente al entierro. Además de los dientes de animales perforados, también se pudieron recuperar restos de fauna, artefactos líticos y una gran cantidad de restos óseos humanos.

Un artículo reciente, publicado como un capítulo de las actas del congreso Propylaeum, de Jörg Orschiedt (Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt, LDA), Wolfgang Haak (Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva), Holger Dietl (LDA), Andreas Siegl (LDA) y Harald Meller (LDA) detallan los resultados del reciente trabajo sobre el hallazgo, que incluyó un análisis de ADN.

El hueso de la pierna de una grulla (arriba) convertido en un recipiente para pequeñas hojas de pedernal (en el medio), así como puntas de hueso (arriba), se incluyeron en el conjunto único del ajuar funerario. (Fotografía Juraj Lipták).

La chamana

El estudio concluye que la mujer, que tenía una edad de entre 30 y 40 años, era una persona grácil con una altura corporal de aproximadamente 1,55 metros, típica de la época. En particular, su esqueleto carecía de inserciones musculares distintas, especialmente en las extremidades inferiores, que se encuentran comúnmente en los cazadores-recolectores.

En la base del cráneo hay una anomalía en el borde del gran agujero occipital, en forma de una pequeña constricción. Esta área es la huella de un vaso sanguíneo anormalmente desarrollado. La primera vértebra cervical no está completamente formada debido a un defecto de crecimiento congénito y sólo ha alcanzado el 40% del arco. El extremo redondeado del arco vertebral corresponde al defecto observado anteriormente en el gran agujero occipital.

En este contexto, los investigadores plantearon la hipótesis de que, con la correspondiente postura de la cabeza, parece posible que hubiera un pellizco de un vaso sanguíneo con diversas secuelas. El descubrimiento de la segunda vértebra cervical entre los hallazgos de la nueva excavación lo confirmó. Esta vértebra también muestra una anomalía que se limita a la apófisis vertebral en forma de un gancho óseo que sobresale. Ello hace posible una obstrucción de uno de los vasos sanguíneos que conducen al cerebro.

Los caparazones de tortuga (arriba) y mejillón (arriba) son evidencia de una verdadera colección de animales depositada en la tumba de la chamana. (Fotografía Juraj Lipták).

Tal circunstancia puede deberse al adoptar, intencionadamente, una determinada postura de la cabeza. Es poco probable que las consecuencias hayan sido graves o peligrosas para la salud de la persona. Sin embargo, es posible que un nistagmo, es decir, un movimiento involuntario de los globos oculares, pueda deberse a la obstrucción de un vaso sanguíneo. Esta característica inusual podría haber sido percibida como extraña y, cuando se inició a propósito, pudo haber reforzado o incluso justificado su papel como chamana.

La investigación genética reveló que el perfil de ascendencia genómica de esta chamana cae directamente dentro de varias docenas de otros individuos cazadores-recolectores mesolíticos de Europa central y occidental, un perfil que comúnmente se denomina ascendencia de cazadores-recolectores occidentales (europeos).

Las variantes fenotípicas analizadas en el genoma de la chamana de Bad Dürrenberg revelan que tenía una tez relativamente oscura, cabello oscuro y lacio y ojos azules. Esta combinación era bastante común entre los individuos cazadores-recolectores de Europa occidental y la dama chamán compartía esta apariencia con individuos mesolíticos contemporáneos de yacimientos como Loschbour, Mullerthal (Luxemburgo), La Braña, Asturias (España), o Cheddar Man en Somerset (Gran Bretaña).

Los dientes frontales de la chamana habían sido limados hasta la pulpa a temprana edad, un procedimiento insoportable que podría haber ayudado a mejorar su posición. (Fotografía Juraj Lipták).

El niño

Durante las nuevas excavaciones en Bad Dürrenberg se descubrió el esqueleto parcialmente conservado de un niño. El descubrimiento del petroso (zona del hueso temporal) permitió realizar un análisis genético de este individuo. Dado que se disponía de datos de alta calidad de ambos individuos, y especialmente de la mujer, los investigadores también pudieron emplear un método recientemente desarrollado para escanear los datos del genoma en busca de la presencia, cantidad y longitud de tramos en el genoma que comparten dos individuos, los llamados tractos de identidad por descendencia (IBD). Este método, optimizado para abordar los datos ausentes, como es habitual en el ADN antiguo fragmentado, permite detectar parentescos biológicos de mayor grado, y con reservas, hasta el décimo grado.

Con respecto a los dos individuos de Bad Dürrenberg, los investigadores encontraron que el número y la distribución de la longitud de los tractos de identificación por descendencia que comparte la pareja es equivalente a una relación genética de cuarto o quinto grado. Este grado de parentesco podría ser equivalente a cuatro o cinco generaciones de diferencia, suponiendo una línea directa, lo que convertiría a la mujer adulta chamana en la tatarabuela potencial del niño.

Fuentes: phys.org | books.ub.uni.heidelberlg.de | archaeology.org | 29 de noviembre de 2023

Los humanos del Paleolítico Medio en las montañas Zagros de Irán tenían una dieta más diversa de lo que se pensaba anteriormente

El sitio de excavación en las montañas del sur de Zagros (Irán), con una antigüedad de hace aproximadamente entre 81.000 a 45.000 años . Crédito: TISARP

En un estudio publicado en la revista Scientific Reports, investigadores del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente (SHEP) de la Universidad de Tubinga (Alemania) se describe como los primeros humanos del Paleolítico Medio tenían una dieta más variada de lo que se suponía anteriormente.

El análisis de un enclave en las montañas Zagros de Irán revela que hace entre 81.000 y 45.000 años, los homínidos locales cazaban ungulados, además de tortugas y carnívoros. Es posible que también hubiera pájaros en su menú.

Ya en el Paleolítico Superior, el período más tardío del periodo Paleolítico, los antepasados ​​de los humanos modernos cazaban mamíferos grandes y pequeños. "Según diversos estudios, los homínidos del Paleolítico Medio posterior, el período comprendido entre hace 300.000 y 45.000 años, se alimentaban principalmente de ungulados. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que, al menos ocasionalmente, también se alimentaban de tortugas, pájaros, liebres, peces y mamíferos carnívoros, los cuales estaban en el menú de los neandertales y sus parientes", explica Mario Mata-González (izquierda), primer autor del nuevo estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de Tubinga.

"Reconstruir los hábitos alimentarios de los primeros homínidos es uno de los principales objetivos de los estudios arqueozoológicos, los cuales arrojan luz sobre la forma en que nuestros antepasados ​​se adaptaron e interactuaron con diferentes entornos", afirma.

Restos de tortuga del Paleolítico Medio en Ghar-e Boof con modificaciones antropogénicas: (a) fragmento de plastrón quemado; (b) fragmento de caparazón quemado; (c) escápula marcada con cortes; (d) fragmento de plastrón con impacto de percusión.

Junto con otros investigadores de SHEP, Mata-González ha llevado a cabo el primer análisis dietético completo y sistemático en un yacimiento del Pleistoceno tardío en el sur de las montañas Zagros con una edad de entre 81.000 y 45.000 años. "Las montañas Zagros no sólo son la cadena montañosa más grande de Irán, sino que también se consideran una región geográfica clave para el estudio de la evolución humana en el suroeste de Asia durante el Paleolítico Medio, en particular debido a su topografía heterogénea y su gran diversidad ambiental", añade.

Los hallazgos realizados en el enclave de Ghar-e Boof revelan que la dieta de los homínidos locales incluía ungulados, carnívoros y tortugas, entre otros animales. Crédito: N. Conard.

Hasta la fecha, los hallazgos arqueozoológicos de las montañas se han limitado casi exclusivamente a ungulados. Sin embargo, los resultados del sitio de Ghar-e Boof muestran que la dieta de los homínidos locales también incluía mamíferos carnívoros y tortugas.

"Más del 75% de la fauna de Ghar-e Boof está formada por ungulados, desde especies pequeñas hasta muy grandes. Encontramos principalmente restos de cabras salvajes (Capra aegagrus) y gacelas (Gazella sp.). Pero también pudimos documentar cantidades menores de jabalí (Sus scrofa), ciervo (Cervus elaphus), caballos (Equus sp.) y ganado vacuno (Bos primigenius)", explica Mata-González. "Además de los ungulados, las tortugas (Testudo sp.) son las especies más frecuentes cuyos fósiles hemos podido recuperar en la gran superficie de excavación de aproximadamente 18 metros cuadrados".

Restos de leopardo del Paleolítico Medio en Ghar-e Boof, los cuales tienen marcas de corte y quemaduras: (a) epífisis distal de un radio, con marcas de corte ubicadas tanto en la superficie anterior como en la posterior del eje conservado, y la mayoría de ellas son transversales, aunque algunas son también diagonales; y (b) primera falange con un grupo de marcas de corte cortas y transversales en el lado palmar/plantar, cerca de la epífisis distal.

El equipo de investigación también pudo identificar huesos de varias especies de aves y algunos restos de carnívoros, como un zorro rojo (Vulpes vulpes) y un gran felino depredador, probablemente un leopardo (Panthera cf. pardus). Los cortes y huellas del procesamiento en algunos de los huesos fósiles apuntan a los primeros humanos como sus creadores. Según el estudio, las tortugas fueron asadas en sus caparazones antes de ser consumidas; así es como los investigadores interpretan las marcas de quemaduras en las superficies externas de los caparazones de las tortugas fósiles.

El último autor del estudio, el profesor Nicholas J. Conard (izquierda), del SHEP, concluye: "Los restos de fauna de Ghar-e Boof son la primera evidencia de que los homínidos del sur de Zagros utilizaban animales de caza menor como tortugas y pájaros, así como carnívoros. Montañas. Incluso si algunas de estas especies se consumían sólo esporádicamente, nuestros hallazgos muestran que los homínidos de la región de Zagros en el Paleolítico medio tenían una dieta más variada de lo que se suponía anteriormente. Esto es consistente con los hallazgos en otras partes de Eurasia".

Fuente: Universidad de Tubinga | 28 de noviembre de 2023

Hallan en Serbia y Eslovenia restos de grandes enclaves o asentamientos de la Edad del Bronce

Los investigadores utilizaron Google Earth para identificar movimientos de tierra circulares y zanjas profundas como ésta en el norte de Serbia, la cual cubre al menos 40 hectáreas. BARRY MOLLOY Y DARJA GROSMAN.

Serbia y Eslovenia, han descubierto una red previamente desconocida de grandes enclaves o asentamientos arqueológicos en el corazón de Europa que podría explicar el surgimiento de las mega-fortalezas de la Edad del Bronce en el continente, las construcciones prehistóricas más grandes vistas antes de la Edad del Hierro.

Mediante la utilización de imágenes de satélite y fotografías aéreas para unir el paisaje prehistórico de la cuenca sur de los Cárpatos, en Europa Central, el equipo descubrió más de 100 yacimientos pertenecientes a una sociedad compleja.

El uso común de recintos defendibles fue precursor, y probablemente una influencia, de los famosos castros de Europa, construidos para proteger a las comunidades posteriormente, durante la Edad del Bronce.

“Algunos de los enclaves más grandes, a los que llamamos mega-fortalezas, se conocen desde hace algunos años, como Gradište Iđoš, Csanádpalota, Sântana o el alucinante Corneşti Iarcuri, rodeado por 33 km de fosos y que eclipsa en tamaño a las ciudadelas y fortificaciones contemporáneas de los hititas, micénicos o egipcios”, dijo el autor principal, profesor asociado Barry Molloy (izquierda), de la Escuela de Arqueología del Colegio Universitario de Dublín (UCD).

“Lo nuevo, sin embargo, es descubrir que estos grandes enclaves no estaban solos, sino que formaban parte de una densa red de comunidades estrechamente relacionadas y codependientes. En su apogeo, el número de personas que vivían dentro de esta red de enclaves de la Baja Panonia debieron haber ascendido a decenas de miles”.

La cuenca de los Cárpatos se extiende por partes del centro y sureste de Europa, con la vasta llanura de Panonia en su centro, atravesada por el río Danubio.

Detallada en un artículo recién publicado en la revista PLOS ONE, la nueva investigación descubrió más de 100 yacimientos en esta región ubicada en el interior del río Tisza, lo que llevó a que estas comunidades previamente desconocidas se denominaran colectivamente Grupo de Yacimientos del Tisza (TSG).

Casi todos los sitios de TSG se encuentran a unos 5 km unos de otros y están alineados a lo largo de un corredor fluvial formado por el Tisza y el río Danubio, lo que sugiere que la red era una comunidad cooperativa distribuida en muchos lugares diferentes.

Esta nueva investigación indica que el TSG fue un importante centro de innovación en la Europa prehistórica y conformó un importante centro de redes en la región, cuando los micénicos, los hititas y el Egipto del Imperio Nuevo estaban en su apogeo alrededor del 1500-1200 a.C.

Este descubrimiento proporciona nuevos conocimientos sobre las conexiones europeas en el segundo milenio antes de Cristo, lo que comúnmente se considera un importante punto de inflexión prehistórico. Parece que las avanzadas tecnologías militares y de movimiento de tierras de la sociedad se extendieron por toda Europa después de su colapso en el año 1200 a.C. "La importancia y la influencia de estos grupos ayudan a explicar las similitudes en la cultura material y la iconografía en toda Europa a finales del segundo milenio antes de Cristo", dijo el profesor asociado Molloy.

Y añade: “Nuestra comprensión de cómo funcionaba su sociedad desafía muchos aspectos de la prehistoria europea. Sería extremadamente improbable que cada uno de estos 100 enclaves arqueológicos hubieran sido jefaturas individuales compitiendo entre sí. Excepcionalmente, en la Europa prehistórica, no solo hemos podido identificar la ubicación de unos pocos enclaves mediante imágenes satelitales, sino que hemos logrado definir un paisaje poblado completo, con mapas del tamaño y diseño de los sitios, incluso hasta las ubicaciones de los hogares de las personas que se encontraban dentro de ellos. Esto realmente ofrece una visión sin precedentes de cómo estos pueblos de la Edad del Bronce vivían entre sí y con sus numerosos vecinos”.

“Sin embargo, este no fue un perido de paz y abundancia. En aquella época se produjeron importantes innovaciones en la guerra y la violencia organizada. La escala de esta sociedad indica que era relevante y poderosa en el escenario europeo y, entre la fuerza de las armas y las principales características defendibles en los asentamientos, estaban bien equipados para defender sus logros”.

Artefactos para moler grano.

El profesor asociado Molloy dijo que la percepción popular de que la arqueología se basa únicamente en paletas y cepillos, cortando quirúrgicamente el suelo al milímetro, es tan cercana a la realidad como Indiana Jones.

“Empleamos una avalancha de tecnologías de vanguardia y en este artículo nos basamos en gran medida en imágenes del espacio terrestre para descubrir una red previamente desconocida de grandes enclaves en el corazón de Europa continental: la cuenca de los Cárpatos".

“Probamos los hallazgos de imágenes de satélite en el terreno mediante estudios, excavaciones y prospecciones geofísicas. La gran mayoría de tales enclaves se establecieron entre 1600 y 1450 a. C., y prácticamente todos se derrumbaron alrededor del 1200 a. C., siendo abandonados en masa".

Los habitantes de la Edad del Bronce construyeron enormes recintos en la llanura de Panonia, dejando atrás artefactos como este carro de arcilla descubierto en una urna de cremación hace un siglo. MUSEO NACIONAL DE SERBIA

“El año 1200 a. C. fue un sorprendente punto de inflexión en la prehistoria del Viejo Mundo, con reinos, imperios, ciudades y sociedades enteras colapsando en unas pocas décadas en una vasta área del suroeste de Asia, el norte de África y el sur de Europa".

"Es fascinante descubrir estas nuevas entidades políticas y ver cómo se relacionaban con sociedades influyentes y bien conocidas, pero es aleccionador ver también cómo finalmente sufrieron un destino similar en la ola de crisis que azotó a esta región más amplia".

Por: David Kearns , periodista digital/responsable de medios, Relaciones Universitarias de UCD

Fuentes: Colegio Universitario de Dublín | science.org | 17 de noviembre de 2023

Una tumba de hace 4.000 años 'unida' al cielo: hallan un monumento funerario único en Ciudad Real

Conjunto de cámaras funerarias y corredores excavados. Proyecto 'Bocapucheros'’-OPPIDA

Sobre un promontorio natural que sobresale en la comarca volcánica del Campo de Calatrava (Ciudad Real), en un lugar que controla visualmente el paso que comunica la Meseta sur con la Alta Andalucía, se instaló hace unos 4.000 años un singular monumento funerario tumular que fue utilizado durante la Edad del Bronce. Ubicado a seis kilómetros del poblado fortificado en altura de La Encantada (Granátula de Calatrava), el conjunto prehistórico de Bocapucheros —de más de 30 metros de diámetro, con corredores y varias cámaras en su parte superior— "se encuentra en un estado de conservación excepcional".

No obstante, sus estructuras, que fueron desmanteladas parcialmente en la zona sur en época emiral para la instalación de una torre pentagonal, amenazaban con el colapso por la acción geológica de los agentes y el expolio sufrido en los últimos tiempos. Por ese motivo, desde 2022 se viene realizando un proyecto de investigación en un sitio arqueológico "sin igual", que aún esconde alzados originales de más de tres metros de altura en los túmulos, los mejor conservados en toda la península ibérica, y falsas cúpulas por aproximación de hiladas.

Los primeros resultados del estudio topográfico, antropológico-tafonómico y arqueoastronómico de Bocapucheros se han publicado en un artículo de la revista SPAL, editada por la Universidad de Sevilla. Las investigaciones están financiadas por la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Almagro y la empresa privada E2IN2.

Proceso de excavación de la Cámara 3. Proyecto 'Bocapuchero'-OPPIDA.

Tras una limpieza y desescombrado general del yacimiento, el equipo de arqueólogos y prehistoriadores liderado por Alfredo Mederos Martín (Universidad Autónoma de Madrid), José Luis Fuentes Sánchez (Universidad de Granda) y Luis Benítez de Lugo Enrich (Universidad Complutense) ha documentado y excavado tres cámaras funerarias. En todas ellas se han recuperado restos humanos de la llamada Cultura de las Motillas o Bronce de La Mancha, formada por grupos sedentarios que basaban su sustento en la agricultura y la ganadería y que construyeron asentamientos fortificados.

Aunque el estudio se encuentra en proceso y sin finalizar, ya se ha podido identificar una "cámara monumental espectacular" en la que fueron enterrados dos o tres individuos. Uno de ellos es un varón adulto joven o maduro en etapas tempranas, con una estatura de 1,67 metros y apariencia robusta, pero mala salud mental. "Su esqueleto presentaba un buen estado general, salvo algunas lesiones y remodelaciones producto del estrés ocupacional centrado sobre todo en actividad intensa y recurrente de extremidades inferiores (marcha), aunque también en brazos", detallan los investigadores.

Cámara 1 (derecha), Cámara 2 (centro) y Cámara 3 (izquierda). Proyecto 'Bocapuchero'-OPPIDA.

La mandíbula de otro sujeto se corresponde también con una persona adulta madura, probablemente femenina, con una mala salud dental en la que destaca una importante retracción alveolar (periodontitis), fuertes desgastes, un proceso infeccioso y pérdida ante mortem de los molares principales.

Ambos enterramientos fueron casi contemporáneos —se han fechado entre 1884-1632 a.C.— y confirman el uso funerario de este enclave durante de la Edad del Bronce Medio, aunque su construcción puede que fuese anterior, durante el Calcolítico, como desvela el hallazgo de un plato y cuenco de cerámica con decoración del tipo Campaniforme Ciempozuelos. Además, se han identificado en las cámaras motivos de pintura rupestre esquemática.

Vista general hacia el sur del Corredor 1, con la cubierta del Túmulo 1 hundida en primer plano.

Élite social

Bocapucheros es un cerro visible desde un amplísimo territorio del sur de la Meseta y nada más atravesar Sierra Morena desde Andalucía por el paso de Salvatierra. Además de su relación visual con otros hitos del paisaje, probablemente fue un lugar sagrado durante la Prehistoria reciente.

Pero en comparación con otros complejos tumulares de la zona, como Castillejo del Bonete, en Terrinches (Ciudad Real), donde las construcciones se orienten principalmente a los solsticios de invierno y verano, en Bocapucheros se ha constatado un ritual diferente: hacia la constelación de la Cruz del Sur, la más visible del extremo meridional de la bóveda celeste observable desde las llanuras manchegas en torno a 1500 a.C. "Apenas serían visibles durante unas pocas horas durante la noche y se levantarían un máximo de entre 10º y 15º sobre el horizonte, pero serían unos indicadores excelentes del punto cardinal sur; algo parecido a nuestra estrella polar para el norte en la actualidad", explican los investigadores

Orientaciones del Corredor 1 (Co1) y de las Cámaras 1, 2 y 3 a las estrellas de la constelación ‘Cruz del Sur’. Proyecto 'Bocapuchero'-OPPIDA.

La principal conclusión de estos trabajos es que los fallecidos de la Cultura de las Motillas no solo se inhumaban en poblados fortificados en altura, como La Encantada, o en motillas como las del Azuer, El Acequión o El Retamar. También desarrollaron una nueva clase de lugares específicamente funerarios, que son monumentales y fueron ubicados en lugares de alta visibilidad, como Castillejo del Bonete y Bocapucheros.

"La jerarquización detectada en el ámbito funerario y ritual probablemente sea el reflejo de una sociedad desigual", valoran los expertos. "En este contexto, los monumentos funerarios tumulares orientados astronómicamente, que requirieron una importante inversión de trabajo, pudieron funcionar como lugares para legitimar el poder de miembros de la élite social. Son lugares centrales sin poblado asociado, en los que se enterraban personas procedentes de lugares diferentes, como revelan los individuos enterrados en Castillejo del Bonete, en el interior de la Meseta, en cuya dieta estuvo marcadamente presente la proteína marina".

Fuente: elespanol.com | 13 de noviembre de 2023

Excavaciones en la Gruta de Oliveira (Portugal) confirman que los neandertales eran tan inteligentes como el 'Homo sapiens'

Excavaciones en la Gruta de Oliveira (Portugal). Crédito: João Zilhão.

Los neandertales sabían dominar el fuego. Podían encenderlo, alimentarlo y utilizarlo para cocinar, calentarse y defenderse de los animales, al tiempo que reservaban un lugar importante para el mismo en el corazón de los lugares donde vivían.

Esto se desprende de un estudio internacional publicado en la prestigiosa revista científica Plos One que reúne las pruebas y los hallazgos recopilados durante más de veinte años de excavaciones arqueológicas realizadas en una cueva del centro de Portugal. Para la comunidad científica, el estudio es la confirmación de una teoría desarrollada en los últimos años por los arqueólogos, la cual cambia la forma de mirar a los neandertales, esto es, ya no sobre la base de un prejuicio generalizado que siempre los ha considerado inferiores al Homo sapiens, sino más bien como testimonio de la presencia de una forma diferente de la misma especie, cuya reputación de inteligencia y capacidad similares merece ser rehabilitada. Hasta el punto de que es conveniente cuestionarse la necesidad de seguir considerando al neandertal y al Homo sapiens como dos especies diferentes y no, por el contrario, dos formas de una misma especie.

El hecho de que los neandertales fueran capaces de encender un fuego y utilizarlo, entre otras cosas, para cocinar revela lo inteligentes que eran. "Es una confirmación de lo que ya hemos observado y teorizado en estudios anteriores", explica Diego Angelucci (izquierda), arqueólogo de la Universidad de Trento y coautor del estudio. "Dominaban el pensamiento simbólico, producían objetos artísticos, sabían cuidar su cuerpo mediante adornos y tenían una alimentación muy variada. A este dato se suma ahora el hecho de que, del análisis de los hallazgos, podemos afirmar con certeza que habitualmente consumían alimentos cocinados. Una habilidad que confirma un nivel de competencia similar al del 'Homo sapiens' que vivió milenios después".

Pero, ¿cómo resultó que los neandertales sabían manejar el fuego? "La arqueología moderna coincide en que lo conocían. Pero una cosa es tomar el fuego de la naturaleza a raíz de un incendio que se desarrolló naturalmente, por ejemplo a partir de un rayo, y otra es recrearlo, alimentarlo con madera y utilizarlo como alimento, calor o defensa. En este estudio demostramos que, sin duda, sabían hacerlo, y que el fuego ya era un elemento central en su vida diaria".

Yacimientos arqueológicos del sistema kárstico de Almonda descubiertos y excavados desde 1988.

Una excavación de veinte años

El artículo documenta y compara los numerosos vestigios de fuegos estructurados encontrados en un mismo lugar: la Gruta da Oliveira, en el centro de Portugal, uno de los yacimientos arqueológicos europeos más importantes del Paleolítico Medio. La excepcionalidad de esta cueva es que fue excavada sistemática y minuciosamente durante más de veinte años, entre 1989 y 2012. Fue realizada por un grupo internacional de arqueólogos liderados por João Zilhão (Universidad de Lisboa), autor del estudio junto con Diego Angelucci (UniTrento) y Mariana Nabais (IPHES, Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social de Tarragona).

La cueva forma parte de una vasta red kárstica, el sistema de Almonda, situada sobre un manantial de gran capacidad, con cuevas situadas a diferentes altitudes y ocupadas en varias fases de la Prehistoria. En la Gruta da Oliveira, que incluye múltiples túneles y barrancos, las capas más antiguas se remontan a hace unos 120.000 años y las más recientes a unos 40.000: se cree que estuvo habitada por neandertales hace entre 100.000 y 70.000 años.

"Para nosotros, Almonda es una especie de 'supermercado prehistórico' por la variedad y riqueza de artefactos y restos que hemos ido encontrando a lo largo de los años. Desde los restos del Paleolítico Inferior hasta las piedras talladas de la cultura musteriense, hay realmente de todo", comenta Angelucci.

Herramientas de piedra. 1–2. Rascadores denticulados; 3. Cuchilla; 4. Escama laminar; 5. Perforador; 6. Denticulado; 7. Escama laminar Levallois; 8. Hojuelas de Levallois; 9. Núcleo de Levallois reacondicionado (1–2. , 6–9. Pedernal; 3. Cuarcita; 4–5. Cuarzo).

Hogares y restos de comida

Pero lo que llamó la atención de los arqueólogos en este caso fue la presencia repetida de vestigios de hogares construidos intencionalmente en el espacio habitado y utilizados repetidamente. En un área de excavación de aproximadamente 30 metros cuadrados por 6 metros de espesor de relleno, surgieron una decena en varios niveles estratigráficos. La inconfundible forma circular, a modo de palangana, llena de restos, y al lado y en el interior de los hogares, eran signos inequívocos de la costumbre de cocinar alimentos: "Hemos encontramos huesos quemados, madera quemada, restos de cenizas y comidas quemadas. Y debajo el suelo abrasado por el calor: un detalle importante porque nos dice que la estructura estaba en una posición privilegiada. Y siempre ha estado ahí. El fuego era un elemento fundamental en su vida diaria. Hacía que el lugar fuera más cómodo, lo que ayudaba a socializar. Es decir, restaura esa idea rudimentaria de 'hogar', que quizás también podría aplicarse a ellos", comenta Angelucci.

Uno de los hogares/fuego donde se cocinaba y asaba.

Una dieta variada

¿Qué comían los neandertales? "Pudimos reconstruir lo que comían e incluso sus técnicas de cocinar. Había restos cocidos y huesos quemados de cabras, ciervos, caballos, uros (antepasados ​​del buey), rinocerontes y tortugas, que probablemente fueron colocados sobre el caparazón y guisadas ​​sobre piedras calientes. En el interior de esta cueva se comía carne, pero en otras excavaciones, en cuevas que miran al Mediterráneo occidental, cerca de Cartagena (España), se encontraron restos de pescado, mejillones y moluscos, incluso piñones tostados. Ya habíamos demostrado que llevaban una dieta variada en 2020 en un artículo anterior publicado en Science, pero las excavaciones en Portugal han confirmado además el uso del fuego para cocinar los alimentos", explicita Angelucci.

Entre las cuestiones que las excavaciones aún no han resuelto está cómo los neandertales lograban encender el fuego. "Quizás lo hacían como en el Neolítico, golpeando un pedernal sobre una roca y produciendo chispas que encendían otros objetos, por ejemplo un nido seco. Una técnica prehistórica que se descubrió estudiando a Ötzi, el hombre de las nievas hallado en los Alpes. Pero por el momento no hemos encontrado pruebas de ello". Sin embargo, la excavación de una secuencia que abarca un intervalo de 30.000 años ha permitido a los arqueólogos comparar los datos con otros yacimientos de la misma zona, que en cambio se remontan al Paleolítico Superior y se refieren a un período más reciente, en el que la presencia del Homo sapiens esta atestiguada. "No hemos encontrado diferencias entre ambos: los modos de habitar estos lugares eran similares, frecuentaban las cuevas para vivir en las mismas, y las habilidades mostradas son igualmente semejantes, un signo de inteligencia. Por lo tanto, más que hablar de diferentes especies, habría que referirse a diferentes formas humanas".

Restos óseos neandertales.

El estudio

Esta publicación concluye un largo trabajo de análisis de los datos recopilados sistemáticamente in situ durante treinta años. El equipo portugués de João Zilhão estudió el desconchado de las piedras, mientras Mariana Nabais analizó los restos óseos y realizó análisis espaciales, para ver la distribución de los hallazgos en la cueva y la ubicación de los hogares. El grupo de investigación de la Universidad de Trento (Departamento de Letras y Filosofía) se ocupó de la estratigrafía del suelo y de los estudios microscópicos. «Seguimos las técnicas de la arqueología interdisciplinar actual: estudios preliminares sobre el lugar, excavación meticulosa señalando todos los hallazgos y tamización sistemática de todo el suelo; metodología precisa en la recogida de datos sobre el terreno y obtención de muestras para su posterior análisis al microscopio o en el laboratorio. Este tipo de arqueología se realiza con las más técnicas más avanzadas, si bien requieren tiempo y recursos. Y constituyen lo que enseñamos a nuestros estudiantes de la Universidad de Trento.

Fuente: Universidad de Trento | 12 de octubre de 2023

Descubren un raro tatuaje de Jesucristo en el pie de un africano medieval enterrado en un desierto de Sudán

El Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia (PCMA UW) ha comunicado el hallazgo de un raro tatuaje religioso en un individuo enterrado en un cementerio cerca de un monasterio medieval en Sudán. Este emplazamiento arqueológico comenzó a investigarse en 2012, y actualmente se analizan los restos fúnebres de cientos de tumbas de la región.

El hallazgo del tatuaje religioso se produjo gracias a la antropóloga Kari A. Guilbault, de la Universidad Purdue (EE.UU), durante una documentación fotográfica llevada a cabo para su investigación doctoral. El tatuaje se encontraba en el pie derecho de un individuo y, gracias a las imágenes tomadas con una cámara de espectro completo, y mejoradas de manera digital empleando el software ImageJ, con un complemento DStretch, se pudo extraer el diseño completo de tatuaje, relacionado con Jesucristo.

El monasterio cristiano medieval de Ghazali, que data de los siglos VII-XIII, se encuentra en la región Wadi Abu Dom del desierto de Bayuda, en el estado norte de Sudán, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Karima. Se trata de uno de los emplazamientos arqueológicos mejor conservados de Sudán y donde, entre 2012 y 2018, un equipo polaco-sudanés del PCMA UW, dirigido por el profesor Artur Obłuski, realizó las investigaciones arqueológicas que permitieron extraer los restos humanos que actualmente se analizan.

Sitio arqueológico de Ghazali / M. Bogucki vía Centro Polaco de Arqueología Mediterránea.

Una investigación de décadas

Estos restos humanos pertenecen a cuatro cementerios cercanos al monasterio, que cuentan con cientos de tumbas. El bioarqueólogo Robert J. Stark, del PCMA UW, junto con un equipo de investigación, es el encargado de analizar estos restos para determinar su procedencia e intentar dilucidar el modo de vida de esos individuos.

La antropóloga Kari A. Guilbault, descubridora del tatuaje, declaró al PCMA UW que “fue toda una sorpresa ver lo que parecía ser un tatuaje cuando estaba trabajando con la colección Ghazali”. La experta explicó que "al principio, no estaba segura, pero que, cuando se procesaron las imágenes y el tatuaje fue claramente visible, se disiparon todas las dudas iniciales”.

El tatuaje se trata de un cristograma, con las letras griegas “alfa” y “omega”. Los criptogramas son símbolos religiosos que combinan los caracteres griegos “chi” y “rho”, formando así un monograma con la abreviatura del nombre de Cristo.

Por su parte, las letras griegas “omega” y “alfa”, la primera y la última del alfabeto, simbolizan a Dios como el principio y el fin de todo en la religión cristiana. Así, este tatuaje abre varias incógnitas acerca de los signos de la fe en la Nubia medieval, y de cómo se empleaban los tatuajes en la cultura del medievo.

Fuente: elconfidencial.com | 30 de octubre de 2023

Los 'Homo sapiens' y los neandertales se aparearon hace 250.000 años, mucho antes de lo que se pensaba

Anteriormente se creía que los neandertales y los 'Homo sapiens', cuyos cráneos se muestran arriba, se encontraron por primera vez hace unos 75.000 años.(Crédito de la imagen: Shutterstock)

Los neandertales y los humanos anatómicamente modernos se cruzaron inicialmente hace 250.000 años, una fecha mucho anterior a lo que se pensaba, sugiere un nuevo estudio.

Hasta ahora se creía que los neandertales y los humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens) se cruzaron por primera vez hace más de 75.000 años, según un análisis genético de 2016 publicado en la revista Nature. Sin embargo, un nuevo análisis, publicado recientemente en la revista Current Biology, ha revelado que un grupo de Homo sapiens de África se cruzó con los neandertales en Eurasia hace unos 250.000 años.

Este grupo de humanos se extinguió, pero dejó una huella genética en el ADN de los neandertales descendientes de este evento de mestizaje: el 6% del genoma de un neandertal descubierto en Siberia contenía ADN humano. Algunas poblaciones subsaharianas de humanos anatómicamente modernos también heredaron el ADN neandertal cuando grupos de humanos que se habían cruzado con neandertales emigraron de regreso a África.

"La comprensión mejorada que se deriva de esta investigación nos permitirá detectar el ADN neandertal en los genomas humanos modernos, así como el proceso inverso, con mayor precisión", dijo Michael Dannemann (izquierda), profesor asociado de genómica evolutiva y poblacional en la Universidad de Tartu, en Estonia, el cual no participó en la investigación, a Live Science en un correo electrónico.

"Esto ayudará a los científicos a predecir cómo los eventos de mestizaje impactaron en las características físicas de ambos grupos, al tiempo que mejorarán nuestra comprensión de los patrones de migración y las interacciones entre los humanos modernos y los neandertales", añade Dannemann.

En 2020, la idea de que la mayor parte del mestizaje entre humanos y neandertales modernos se produjo en Eurasia fue cuestionada por un estudio de la revista Cell que encontró ADN neandertal en genomas humanos en el África subsahariana. Sin embargo, se desconocía el origen de este ADN y el análisis se limitó a poblaciones con ascendencia principalmente relacionada con Níger-Congo.

En el nuevo estudio, los autores compararon el genoma de un "neandertal de Altai", en Siberia, de 122.000 años de antigüedad, con el de 180 personas de 12 poblaciones modernas del África subsahariana. Luego desarrollaron una herramienta estadística para descubrir los orígenes del ADN neandertal en el genoma de los humanos modernos.

"El análisis estadístico analizó genes compartidos tanto por humanos como por neandertales e intentó determinar si ciertos alelos o variantes genéticas que parecían de origen neandertal llegaron a los humanos modernos o viceversa", dijo Alexander Platt (derecha), coautor del estudio y científico investigador principal del Departamento de Genética de la Universidad de Pensilvania.

Los autores descubrieron que todos los genomas subsaharianos estudiados contenían ADN neandertal que procedía principalmente de este evento de mestizaje entre humanos y neandertales de hace 250.000 años. Algunas poblaciones subsaharianas también tenían ADN neandertal en hasta el 1,5% de sus genomas, el cual fue heredado de Homo sapiens que habían emigrado de regreso a África.

Además, los autores descubrieron que la mayor parte del ADN humano en el genoma neandertal se encontraba en regiones no codificantes (es decir, ADN que no codifica proteínas), lo que implica que los genes humanos habían sido seleccionados durante la evolución neandertal. Además, en el genoma humano faltaba ADN de neandertal en el mismo lugar.

"Eso significa que ninguna región del ADN es particularmente mejor que la otra, simplemente son malas coincidencias para el resto del genoma", dijo a Live Science Fernando Villanea, genetista de poblaciones de la Universidad de Colorado Boulder quien no participó tampoco en el estudio de investigación. "Creo que fue realmente genial alejarse de esta idea de que, oh, los neandertales son inferiores de alguna manera, a esta idea de que somos simplemente dos especies diferentes y que evolucionamos para cosas diferentes en nuestros genomas", añade.

Los autores esperan que los hallazgos actuales ayuden a responder otras preguntas sobre la evolución humana.

"Sería realmente genial aprender más sobre el genoma de esa población que existió hace 250.000 años y compararlo con los genomas de los humanos modernos", dice a Live Science Sarah Tishkoff (derecha), autora principal del estudio y profesora de genética y biología en la Universidad de Pensilvania. "Tal vez eso nos diga algo interesante sobre la historia evolutiva o la adaptación humana", concluye.

Fuente: livescience.com | 24 de octubre de 2023

Descubren una tumba neolítica de 5.000 años de antigüedad en las islas Orcadas (Escocia)

Imagen de los trabajos de excavación en una de las pequeñas cámaras encontradas junto a la sala principal. National Museums Scotland.

Mainland es la isla principal de las Orkney, también conocidas como las islas Orcadas, un archipiélago compuesto por unas setenta islas y situado en el norte de Escocia. Ha sido en este remoto paraje donde un equipo de arqueólogos dirigidos por Hugo Anderson-Whymark, de los Museos Nacionales de Escocia, y Vicki Cummings, de la Universidad de Cardiff, acaba de realizar un fantástico descubrimiento: un túmulo funerario que contenía una tumba neolítica de 5.000 años de antigüedad.

La tumba ha sido descubierta por los arqueólogos después de tres semanas de excavación en el interior de un túmulo, de 15 metros de diámetro, en la pequeña población de Holm, una localidad situada en East Mainland. El túmulo contenía una estructura de piedra a la que se accedía a través de un pasillo de siete metros de largo.

Los muros de piedra seca (un tipo de técnica constructiva) que se han conservado revelaron una gran cámara de piedra de forma casi rectangular situada en el centro del túmulo. Esta cámara estaba rodeada por otras seis laterales más pequeñas y que en su día tuvieron techos de piedra en voladizo.

Uno de los arqueólogos durante los trabajos de recuperación de algunos de los esqueletos encontrados. National Museums Scotland.

DESTRUIDA Y RESCATADA

Estas características han permitido a los investigadores clasificar este recinto funerario como una "tumba de paso" (una sepultura con una o más cámaras funerarias cubiertas de tierra o piedra) del tipo Maes Howe, típico de las Orcadas. A diferencia de otras tumbas parecidas, y que pueden verse a simple vista, la de Holm quedó enterrada bajo un campo ya que fue destruida parcialmente a finales del siglo XVIII o principios del XIX para suministrar piedra de construcción a una granja cercana.

Además, después de que en 1896 el hijo del dueño de la granja realizase una serie de excavaciones en las que aparecieron una maza de piedra, una bola y ocho esqueletos –hallazgos que fueron publicado en el periódico local The Orcadian por el anticuario James Walls Cursiter, quien especuló con que aquel lugar podría ser una tumba–, la ubicación exacta de la tumba se perdió. Hasta ahora.

Fueron aquellos primeros descubrimientos los que impulsaron los trabajos de excavación que actualmente se están llevando a cabo en el túmulo de Holm con excelentes resultados, ya que los arqueólogos han logrado sacar a la luz catorce esqueletos enteros de hombres, mujeres y niños y otros restos óseos que se depositaron en una cámara lateral.

Los arqueólogos llevan a cabo los trabajos de excavación en el interior de la tumba con extrema minuciosidad. National Museums Scotland.

LA RIQUEZA ARQUEOLÓGICA DE LAS ORCADAS

Hugo Anderson-Whymark (izquierda) ha explicado que "las Orcadas son excepcionalmente ricas en arqueología, pero no esperábamos encontrar una tumba de este tamaño en una excavación a tan pequeña escala. Es increíble pensar que este monumento, antaño impresionante, estuvo a punto de perderse sin dejar rastro, aunque afortunadamente ha sobrevivido lo suficiente como para que podamos comprender el tamaño, la forma y la construcción de esta tumba".

Por su parte, Vicki Cummings (derecha) ha declarado que "la conservación de tantos restos humanos en una parte del monumento es asombrosa, sobre todo porque casi toda la piedra ha sido sustraída para obtener material de construcción".

"Es increíblemente raro encontrar estos depósitos funerarios, incluso en tumbas de cámara bien conservadas, y estos restos permitirán comprender mejor todos los aspectos de la vida de estas gentes", concluye la arqueóloga.

Los trabajos de excavación en el túmulo son cuidadosamente documentados por los arqueólogos. National Museums Scotland.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | 26 de octubre de 2023

El festín neandertal descubierto en una cueva de Burgos: las presas que comieron hace 46.000 años

Excavación del nivel 4 de la cueva de Prado (Burgos) en la campaña de 2023.

Hace 46.000 años un grupo de Homo neanderthalensis merodeaba por la actual Merindad de Sotoscueva, al norte de Burgos. Allí se asentaron durante generaciones en la cueva de Prado Vargas, alimentándose con la carne de la caza de cientos de herbívoros y apurando al máximo sus restos.

La cueva donde se encuentra el yacimiento es solamente una de las miles de cavernas que existen en el complejo kárstico de Ojo Guareña. Con sus más de 100 kilómetros de túneles, galerías y simas constituye uno de los conjuntos más grandes de Europa y continúa desvelando enormes misterios hasta el día de hoy, incluida la dieta neandertal.

Un reciente estudio liderado por Héctor de la Fuente Juez, investigador predoctoral de la Universidad de Burgos, y publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences ha analizado los más de 6.000 restos y dientes de animales provenientes en su gran mayoría de las campañas de excavación en el nivel 4 del yacimiento.

Situación geográfica de Prado Vargas. a Localización de Prado Vargas en la península ibérica. b Ubicación del yacimiento en la provincia de Burgos. c Ubicación del sitio en el Monumento Natural Ojo Guareña.

Expertos cazadores

El intensivo estudio taxonómico de estos restos ha permitido demostrar que, en esos momentos, en el ecosistema de Ojo Guareña, vivían, junto a los neandertales, los antepasados prehistóricos de numerosos herbívoros como ciervos, gamos, caballos, rebecos, cabras montesas, conejos, bisontes y vacas.

Una vez identificadas las especies que formaban la colección de fósiles, para la investigación se realizó un estudio tafonómico y zooarqueológico de cada resto hallado. La disciplina se encarga de estudiar la historia de estos animales desde que murieron hasta que sus restos fueron recuperados en el yacimiento, mientras que la zooarqueología se especializa en estudiar los restos que quedan en sus huesos, tras haber sido procesados por los neandertales. Las huellas se corresponden, principalmente, con marcas de corte producidas por las herramientas de piedra, marcas de percusión para quebrar los huesos e incluso marcas dentales producto de mordiscos.

Elementos esqueléticos encontrados en el Nivel 4 de Prado Vargas: una mandíbula de Sus scrofa (jabalí) ; b mandíbula de Cervus elaphus (ciervo); asta de Cervus elaphus.

Los grupos humanos documentados en Prado Vargas cazaban principalmente ciervos, cabras montesas, rebecos y caballos y, en menor medida, bisontes y jabalís. En su gran mayoría preferían los ejemplares adultos, llevando hasta la cavidad las extremidades de estos a juzgar por la enorme cantidad de fémures, tibias, radios y metápodos excavados. Allí apuraban al máximo las piezas, consumiendo su carne y extrayendo el tuétano, una excelente fuente adicional de grasas y proteínas. Estos estudios han permitido identificar a los neandertales como el primer agente acumulador de estos restos de animales en Prado Vargas.

Además de su valor nutricional, también buscaban su uso como combustible y como textil, empleando sus pieles y tendones para la fabricación de cuerdas y ropas. En cuanto a los restos óseos, una vez extraído hasta el último gramo consumible, muchos fueron reutilizados como retocadores con los que modificar el filo de sus herramientas de piedra. Gran cantidad de los restos óseos descubiertos fueron quemados, abriendo la posibilidad de que también usasen los huesos como combustible para alimentar las innumerables hogueras documentadas en la cueva burgalesa.

Alteraciones tafonómicas documentadas en el Nivel 4 de Prado Vargas. a Marcas de corte en la primera falange de Capra pyrenaica (cabra montés); b Marcas de corte en un maxilar de Cervus elaphus (ciervo); c Marcas de corte en un fémur de pequeño tamaño; d Marcas de corte en el metatarsiano de Cervus elaphus; e muesca de percusión en el metatarsiano de Cervus elaphus; f muesca de percusión en un fémur de gran tamaño; g Cilindro diafisario generado en un hueso radio de pequeño tamaño.

Las marcas de corte se encuentran en muchas ocasiones superpuestas con las mordeduras dejadas por otros carnívoros presentes en la región en estos momentos: leones, lobos, zorros y tejones, además del legendario oso cavernario. Esto indica que los neandertales primero consumían a sus presas y que, cuando la cueva no estaba habitada, accedían a la misma lobos, zorros y osos buscando carroña. Esto demuestra que la competencia entre estos grupos humanos y el resto de carnívoros -que también incluiría a leones y tejones- fue más bien escasa.

Finalmente, el análisis del microdesgaste y erupción dental de los restos de animales ha servido para ratificar que los neandertales se establecieron en la cueva de Prado Vargas de manera reiterada y prolongada en diversos momentos. Y establecieron en ella un campamento de larga duración durante varias generaciones, desde la primavera hasta finales del otoño.

El artículo publicado se enmarca dentro de las investigaciones y excavaciones realizadas por el equipo arqueológico liderado por Marta Navazo Ruiz (Profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos), Rodrigo Alonso Alcalde (coordinador del Museo de la Evolución Humana y profesor asociado de Prehistoria en la UBU) y Alfonso Benito Calvo (Investigador del Centro Nacional en Evolución Humana) que desde 2016 han recuperado más de 15.000 restos y que cuentan con el apoyo de la Fundación Palarq y la Fundación Atapuerca.

Fuentes: elespanol.com | agenciasinc.es | 25 de octubre

Un estudio sugiere que un cambio climático probablemente afectó a las poblaciones humanas en el Neolítico y la Edad del Bronce

El Schneiderberg, cerca de Baalberge (Sajonia-Anhalt, Alemania), es un túmulo funerario construido en el Neolítico y ampliado varias veces. Una ampliación tuvo lugar alrededor del año 2000 a. C. y contenía un entierro sorprendente ricamente amueblado. Se trata de uno de toda una serie de enterramientos de este tipo en la región del macizo de Harz y que datan de una época de condiciones climáticas desfavorables. La vinculación de los datos sobre el desarrollo demográfico con los datos climáticos regionales y los hallazgos arqueológicos reales en el estudio proporciona nuevos conocimientos sobre la interconexión de las fluctuaciones climáticas y los cambios sociales en Europa Central hace entre 5.500 y 3.500 años. Crédito: Johannes Müller, CC-BY 4.0 (creativecommons.org/licenses/by/4.0/)

Las poblaciones humanas en la Europa neolítica fluctuaron con los cambios climáticos, según un estudio publicado el 25 de octubre de 2023 en la revista de acceso abierto PLOS ONE por Ralph Großmann de la Universidad de Kiel, Alemania, y sus colegas.

El registro arqueológico es un recurso valioso para explorar la relación entre los seres humanos y el medio ambiente, en particular cómo cada uno se ve afectado por el otro. En este estudio, los investigadores examinaron regiones de Europa Central ricas en restos arqueológicos y fuentes geológicas de datos climáticos, y utilizaron estos recursos para identificar correlaciones entre las tendencias de la población humana y el cambio climático.

Las tres regiones examinadas son la región de Circumharz en el centro de Alemania, la región de la República Checa/Baja Austria y el Foreland alpino del norte del sur de Alemania.

Los investigadores compilaron más de 3.400 dataciones de radiocarbono publicadas de sitios arqueológicos en estas regiones para que sirvieran como indicadores de poblaciones antiguas, siguiendo la lógica de que hay más fechas disponibles de poblaciones más grandes que dejan más materiales. Los datos climáticos provienen de formaciones de cuevas en estas regiones que proporcionan información datable sobre las condiciones climáticas antiguas. Estos datos abarcan el período 3550-1550 a. C., desde el Neolítico tardío hasta la Edad del Bronce Temprano.

El estudio encontró una correlación notable entre el clima y las poblaciones humanas. Durante las épocas cálidas y húmedas, las poblaciones tendieron a aumentar, probablemente impulsadas por mejores cultivos y economías. Durante las épocas frías y secas, las poblaciones a menudo disminuían, experimentando a veces cambios culturales importantes con evidencia potencial de una creciente desigualdad social, como el surgimiento de "entierros principescos" de alto estatus de algunos individuos en la región de Circumharz.

Estos resultados sugieren que al menos algunas de las tendencias de las poblaciones humanas a lo largo del tiempo pueden atribuirse a los efectos del cambio climático. Los autores reconocen que estos datos son susceptibles de estar sesgados por las limitaciones del registro arqueológico en estas regiones, y que será importante contar con más datos para respaldar estos resultados. Este tipo de estudio es crucial para comprender la conectividad humana con el medio ambiente y los impactos del cambio climático en las culturas humanas.

Los autores añaden: "Hace entre 5.500 y 3.500 años, el clima fue un factor importante en el desarrollo de la población en las regiones alrededor de las montañas de Harz, en el promontorio alpino del norte y en la región de lo que hoy es la República Checa y Austria. Sin embargo, no sólo el tamaño de la población, sino también las estructuras sociales cambiaron con las fluctuaciones climáticas".

Fuente: phys.org | 25 de octubre de 2023

¿Los primeros mestizos de Canarias? Tres bebés y un niño hallados en Lanzarote esconden la respuesta

El equipo ha localizado al menos diez moradores en la necrópolis San Marcial del Rubicón, Lanzarote. Gobierno de Canarias.

Un equipo multidisciplinar de arqueólogos fue sorprendido por la sonrisa eterna de una calavera que emergió de la arena en el yacimiento de San Marcial del Rubicón, cerca de Yaiza, en la isla de Lanzarote. El motivo del asombro radica en que junto al difunto han aparecido restos de nueve personas más, incluidos varios menores. Es decir, toda una necrópolis.

El emplazamiento estudiado fue escenario de uno de los primeros contactos entre los europeos y los indígenas canarios, por lo que los tres bebés y el infante desenterrados podrían ser mestizos.

Para salir de dudas, los restos humanos encontrados están siendo sometidos a un minucioso análisis de laboratorio mediante Carbono 14 para obtener una datación aproximada de su antigüedad, un análisis de ADN para esclarecer si son mestizos, indígenas o europeos y un estudio de isótopos estables para conocer su dieta. Si el resultado de las pruebas genéticas determina que existe ADN nativo y europeo, el equipo habrá encontrado a los primeros mestizos canarios.

Una arqueóloga limpiando una calavera en el yacimiento de San Marcial de Rubicón. Gobierno de Canarias.

Su historia

El yacimiento de San Marcial de Rubicón fue uno de los primeros asentamientos europeos del archipiélago que sirvió como base de operaciones para la exploración y conquista de Canarias a inicios del siglo XV. El lugar lleva siendo investigado y excavado desde hace varios años por la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en colaboración con el ayuntamiento de Yaiza.

El normando Jean de Bethencourt, bajo las órdenes de Enrique III de Castilla, llegó a Lanzarote en 1402 y, entre otras acciones, en San Marcial emprendió la construcción de una pequeña torre-fortaleza, una iglesia y unos pozos entre otras estructuras y elementos materiales relacionados con el asentamiento y la convivencia entre las dos poblaciones.

"Este nuevo lugar de enterramientos plantea otras dudas más allá de la identidad de los restos óseos, porque el camposanto ya documentado estaba en torno a la iglesia, por tanto, ahora tenemos que comprobar si esta nueva necrópolis está asociada a un recinto sagrado", explica Esther Chávez (izquierda), codirectora del Proyecto Rubicón.

"Ante la hipótesis de que se tratase de un cementerio indígena, lo más probable sería que se trate de aborígenes cristianizados porque se aprecia un ritual de estas características religiosas", razona.

Para Chávez "es muy importante el hallazgo de estas nuevas tumbas porque ya podemos entrar en contacto con las personas que vivieron aquí en el siglo XV". La datación provisional de uno de los cuerpos arrojó una fecha entre principios y mediados del siglo XV aunque se esperan futuros análisis para ajustar la edad de los restos.

Las tumbas siempre son bien recibidas por los equipos arqueológicos debido a la abundante información que aportan sobre las personas que en ellos reposan. Sin embargo, tampoco son desdeñadas las ruinas. Chávez explica que en un sondeo en la zona "se ha localizado un edificio con dos habitaciones realizado mediante técnicas europeas: por un lado, hay un muro de tapial y por otro lado, mampostería. Además, junto a este muro se ha recuperado tanto cerámica colonial como cerámica indígena, algo muy común en este yacimiento". También ha aparecido un cuchillo de cocina y restos de un hogar, así que se trata de un espacio de hábitat.

Excavaciones en el yacimiento arqueológico de San Marcial del Rubicón en el municipio de Yaiza.

Apertura al público

El equipo lleva excavando en el yacimiento desde 2018 con un gran respaldo de las autoridades públicas y científicas. Tanto es así que recientemente Migdalia Machín, consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura; Miguel Ángel Clavijo, director general de Cultura y Patrimonio Cultural junto al Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancor y el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, han visitado el yacimiento para estar al día de los últimos descubrimientos.

Machín aprovechó para declarar que "el objetivo del Gobierno es continuar con este proyecto ya que se trata de un enclave muy importante para la historia de Canarias, por lo que requiere de una estabilidad y mayores recursos que vamos a conseguir con la ampliación del convenio, que pasará de dos a cuatro años". Además, la consejera anunció que "la intención final de este proyecto es la creación de un centro de interpretación".

En esta línea, Clavijo aseguró que "las instituciones públicas implicadas ya están trabajando conjuntamente para materializar todo este conocimiento en un parque arqueológico abierto a la ciudadanía". Debido a las increíbles noticias que llegan de San Marcial del Rubicón "se confirma que estamos ante un yacimiento extraordinario que merece ser protegido y divulgado", declaró.

El alcalde agradeció al director general su apoyo al municipio y al equipo arqueológico "porque cuando vienes y los ves trabajar, la ilusión con la que lo hacen, creo que no podemos dejar de seguir colaborando con ellos". Desde el Ayuntamiento "lo tenemos claro y dentro de nuestras posibilidades vamos a seguir ayudando en las siguientes fases además de con la creación del centro de interpretación", subrayó.

El "Proyecto Rubicón" cerró su campaña de este año con hallazgos prometedores que podrían cambiar los esquemas dentro de la arqueología e historia de Lanzarote. Todos los materiales y restos excavados pasarán a ser estudiados en el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de La Laguna y, a partir de 2024, el proyecto incluirá la realización de dos sondeos subacuáticos en la costa sur de Lanzarote.

Fuente: elespanol.com | 19 de octubre de 2023