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Datan con mayor precisión el famoso barco helenístico de Kyrenia (Chipre)

Entre 1967 y 1969, los arqueólogos excavaron el naufragio del Kyrenia, descubierto en la costa norte de Chipre en 1965.

Sturt Manning, profesor de la Universidad de Cornell, lo tiene claro: para él los naufragios son "cápsulas del tiempo" que nos abren una ventana a la historia desde el fondo de los océanos. En ocasiones, sin embargo, la visión que nos dejan está algo borrosa. No siempre es fácil aclarar el origen de un pecio. Ni datarlo. Buen ejemplo es el Kyrenia, un buque mercante de la época helenística, de 14 metros de eslora, que se recuperó en la costa norte de Chipre en la década de 1960. Pese a que se descubrió hace casi seis décadas y los arqueólogos se ha dedicado a estudiarlo en detalle, aún no habían podido responder una cuestión clave: ¿Cuándo se hundió el navío?

Ahora Manning y sus compañeros han logrado despejar ese misterio. Y en gran medida ha sido posible gracias a unos frutos secos.

Los restos recuperados del barco denominado Kyrenia.

Un barco llamado Kyrenia

Aunque ahora entendemos mejor su historia, el Kyrenia es un barco bien conocido por los arqueólogos. Se descubrió en noviembre de 1965 en la costa norte de Chipre, cerca de la ciudad portuaria de la que toma el nombre, y entre 1867 y 1969 los arqueólogos se dedicaron a excavar los restos del pecio. A medida que avanzaban sobre el terreno se encontraron con antiguo buque mercante griego de 14 metros de eslora, como se ha dicho, cargado con cientos de vasijas de cerámica.

El hallazgo del Kyrenia fue crucial no tanto por el pecio en sí o su cargamento, como por lo que supuso para la arqueología: como recuerdan desde la Universidad de Cornell, "fue el primer gran barco griego del período helenístico que se encontró con un casco prácticamente intacto". Su buen estado permitió, de hecho, excavar el pecio y reensamblar más tarde las piezas en el exterior para su análisis.

"Fue un momento histórico". La frase es de Manning (izquierda), convencido de que el descubrimiento del Kyrenia marcó un hito para la arqueología y la comprensión de los pecios. "Kyrenia fue una de las primeras veces que se comprendió que este tipo de pruebas del mundo clásico pueden encontrarse prácticamente intactas más de 2000 años después en el lecho marino", reconoce el experto: "Los naufragios son cápsulas del tiempo únicas y su conservación puede ser asombrosa".

De los maderos que componían el Kyrenia los expertos han extraído valiosas conclusiones sobre la tecnología naval de la época, cómo se construían los navíos o el comercio marítimo. Tan crucial ha sido el pecio para los científicos que desde la década de 1960 se han fabricado y botado al menos tres réplicas. Al estudiarlas, los expertos han comprendido mejor el rendimiento de los barcos griegos.

Réplica experimental del antiguo barco de Kyrenia "KYRENIA LIBERTY".

Asombroso… y misterioso

Que se conserven más o menos bien, teniendo en cuenta que han pasado miles de año sumergidos en el mar, no significa que pecios como el del Kyrenia se lo pongan fácil a los arqueólogos. En su caso quedó botando una incógnita. Una crucial además para comprender la historia del navío. Se sabía que el mercante era del período helenístico (IV - I a.C.), pero… ¿Era posible datarlo con mayor precisión? ¿Podían los científicos ir un paso más allá?

"La cronología del origen del Kyrenia y la fecha exacta de su hundimiento siempre han sido vagas, en el mejor de los casos", reconoce la Universidad de Cornell. Para despejar dudas en un primer momento los investigadores estudiaron los artefactos recuperados del naufragio, como la cerámica localizada a bordo o un pequeño lote de monedas. Su conclusión fue que el mercante se hundió a finales del IV a.C.

Prueba de eliminación de PEG en una serie de anillos de árboles de edad conocida.

El PEG, el gran enemigo

Confirmar esa primera estimación o ir más allá con un grado de certeza razonable no resultaba sencillo. Y en gran medida era así por el polietilenglicol (PEG), un compuesto a base de petróleo que los conservadores del siglo XX solían aplicar a la madera para evitar que se descompusiera. "El problema es que el PEG tal vez conserve los tablones fuera del agua, pero también los contamina e imposibilita la datación por radiocarbono", señala Manning.

Para superar ese obstáculo él y su equipo, mano a mano con investigadores de la Universidad de Gronongen, desarrollaron un método para retirar el 99,9% del PEG de la madera. Sus esfuerzos tuvieron resultados. Gracias a su método y el estudio de un diminuto trozo de madera rescatada en el Kyrenia y que no se había incluido en su reconstrucción, Manning y sus colegas estimaron que los árboles originales pudieron talarse después del período comprendido entre el 355 y 291 a.C.

Laboratorio de anillos de árboles de Cornell.

Desvelando el misterio

Ahora los investigadores han podido ir varios pasos más allá y aportar "la cronología más probable" del hundimiento del Kyrenia. Con el apoyo del Laboratorio de Anillos de Árboles de Cornell, calculan que el mercante pudo irse a pique entre los años 296 y 271 a.C. Es más, creen que hay muchas posibilidades de que ese episodio fatal ocurriera del 286 al 272 a.C.

"El modelo identificó que el rango de fechas más probable para la singladura final se encontraba entre 305 y el 271 a. C. (95,4 %) y, muy probablemente, entre el 286 y el 272 a. C. (68,3 %), varios años más reciente que las estimaciones actuales".

Los restos del Kyrenia y almendras recuperadas en envases de cerámica sirvieron para datar la cronología de la última travesía del barco.

Pero… ¿Cómo lo han logrado?

He ahí la clave. Los científicos han aprovechado las tablas de madera del pecio, pero también un aliado inesperado: las miles de almendras conservadas en frascos y que se encontraron en su día entre los restos del naufragio. "Combinadas con muestras de madera limpias y la experiencia del equipo en modelado y datación, llevaron al Laboratorio de Anillos de Árboles de Cornell a identificar la cronología probable del hundimiento", recuerda Manning.

El equipo examinó la cerámica y las monedas, pero se ha "centrado" en los materiales orgánicos, incluidas las miles de almendras verdes localizadas en grandes ánforas y los restos de un astrágalo, un hueso extraído de la pata de una oveja o cabra y que en usaba para juegos o practicar rituales de adivinación. "Estos materiales de muestras 'efímeras' ayudaron a definir la fecha del último viaje".

Grupo de ánforas antes de la excavación y recuperación del Kyrenia.

Despejando el camino

El trabajo es interesante no solo por despejar un misterio que llevaba décadas desafiando a los arqueólogos. El equipo presume de haber despejado el camino para otras dataciones futuras. ¿El motivo? Durante sus pesquisas, los investigadores se dieron cuenta de que las fechas que obtenían no coincidían con la curva de calibración de radiocarbono internacional, que se usa para convertir las mediciones en fechas concretas del hemisferio norte.

Tras analizar en detalle la causa de esa disparidad, Manning descubrió una falta de datos en el período comprendido entre 350 y 250 a.C. que le permitió junto a su equipo "recalibrar" la curva para casi todo ese lapso. "Los nuevos hallazgos no solo aclararán la cronología del Kyrenia y su carga, sino que también ayudarán a los investigadores para proyectos muy diferentes", argumentan.

Su trabajo se ha publicado en la revista académica PLoS One.

Fuentes: xataka.com | Cornell University | Wikipedia | 4 de julio de 2024

El descubrimiento de dos esqueletos en Pompeya muestra que otro desastre natural pudo haber hecho que la erupción del Vesubio fuera aún más mortal

Los científicos descubrieron dos esqueletos en las ruinas de un edificio de Pompeya y concluyeron que sus muertes debieron ser causadas por derrumbes de muros provocados por terremotos. Imagen: Parque Arqueológico de Pompeya.

La muerte de los habitantes de Pompeya durante la erupción del Vesubio en el año 79 d. C. se atribuye principalmente a causas volcánicas, como la caída de cenizas y gases calientes. Sin embargo, es posible que no sea así. En un estudio reciente, vulcanólogos, geólogos y antropólogos se unieron para volver a centrar la atención en los efectos de los fenómenos relacionados con los terremotos. Al examinar dos esqueletos recién descubiertos, concluyeron que sus muertes deben haber sido causadas por derrumbes de muros provocados por terremotos, que contribuyeron en gran medida a la destrucción de la antigua ciudad.

Hace casi 2000 años, Plinio el Joven escribió cartas en las que describía un temblor de tierra durante la erupción del Vesubio. Ahora, un estudio colaborativo dirigido por investigadores del Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia (INGV) y el Parque Arqueológico de Pompeya ha arrojado luz sobre los efectos de la sismicidad asociada a la erupción del año 79 d. C.

El estudio es el primero que aborda la compleja tarea de informar sobre los efectos de terremotos concurrentes, una tarea complicada debido a la posibilidad de que los efectos volcánicos y sísmicos se produzcan simultáneamente o en rápida sucesión, lo que significa que los efectos volcánicos pueden eclipsar los efectos causados ​​por los terremotos y viceversa.

Ubicación de las salas excavadas donde se encontraron los esqueletos en Pompeya. Imagen: Parque Arqueológico de Pompeya.

“Estas complejidades son como un rompecabezas en el que todas las piezas deben encajar para desentrañar el cuadro completo”, dijo el Dr. Domenico Sparice (izquierda), vulcanólogo del INGV-Osservatorio Vesuviano y primer autor del estudio Frontiers in Earth Science . “Demostramos que la sismicidad durante la erupción jugó un papel significativo en la destrucción de Pompeya y, posiblemente, influyó en las decisiones de los pompeyanos que se enfrentaron a una muerte inevitable”.

Pistas de un colapso mortal

“Reconocer correctamente la relación causa-efecto es esencial para reconstruir la interacción entre los fenómenos volcánicos y sísmicos, y sus efectos sobre los edificios y los seres humanos”, añadió el coautor, el Dr. Fabrizio Galadini (derecha), geólogo e investigador principal del INGV.

Durante las excavaciones en la "Casa de los pintores trabajando", los investigadores notaron algo extraño en los edificios derrumbados. “Encontramos características peculiares que no se correspondían con los efectos de los fenómenos volcánicos descritos en la literatura vulcanológica dedicada a Pompeya. Tenía que haber una explicación diferente”, afirma el coautor del estudio, el Dr. Mauro Di Vito (izquierda), vulcanólogo y director del INGV-Osservatorio Vesuviano.

Cuando los investigadores encontraron dos esqueletos con graves fracturas y traumatismos se sintieron aún más motivados para descubrir la razón.

Esqueleto del 'individuo 1', un hombre de unos 50 años. La posición sugiere que fue aplastado repentinamente por el derrumbe de un gran fragmento de pared, lo que le produjo graves traumas que le provocaron la muerte inmediata. Imagen: Parque Arqueológico de Pompeya.

Pintores trabajando

La erupción sorprendió a los habitantes de Pompeya en medio de la vida cotidiana. Durante unas 18 horas, cayeron sobre la ciudad pequeñas partículas de piedra y ceniza, lo que obligó a la gente a buscar refugio. Cuando la erupción se detuvo, los habitantes que habían sobrevivido tal vez se creyeron a salvo, hasta que comenzaron fuertes terremotos.

“Las personas que no huyeron de sus refugios posiblemente se vieron abrumadas por los derrumbes provocados por el terremoto de edificios que ya estaban sobrecargados. Este fue el destino de los dos individuos que recuperamos”, dijo la coautora Dra. Valeria Amoretti (derecha), antropóloga que dirige el Laboratorio de Investigación Aplicada del Parque Arqueológico de Pompeya.

Los investigadores encontraron dos esqueletos masculinos, ambos de unos 50 años de edad. Su posición sugiere que el "individuo 1" fue aplastado repentinamente por el derrumbe de un gran fragmento de pared, lo que le produjo graves traumas que le causaron la muerte inmediata. Sin embargo, el "individuo 2" pudo haber sido consciente del peligro y haber intentado protegerse con un objeto redondo de madera del que los investigadores encontraron débiles rastros en los depósitos volcánicos.

Existen varios indicios de que estos individuos no murieron por inhalación de cenizas o calor extremo, como el hecho de que se encontraban sobre el lapilli de piedra pómez, en lugar de debajo de él. Esto sugiere que ambos sobrevivieron a la primera fase de la erupción y luego fueron aplastados por los muros que se derrumbaron durante el declive temporal de los fenómenos eruptivos y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas, dijeron los investigadores.

Esqueleto del 'individuo 2', un hombre también de unos 50 años, que pudo haber sido consciente del peligro y trató de protegerse con un objeto redondo de madera. Los investigadores encontraron tenues rastros de él en los depósitos volcánicos. Imagen: Parque Arqueológico de Pompeya.

Decisiones difíciles

Si bien no todos pudieron llegar a un lugar seguro temporalmente, la cantidad de víctimas recuperadas en los depósitos de ceniza hace que la huida de la gente sea un escenario plausible, aunque desesperado, dijeron los investigadores. No hay estimaciones fiables sobre cuántas personas murieron por causas relacionadas con el volcán o debido a los daños causados ​​por los terremotos.

“Los nuevos datos sobre la destrucción de Pompeya nos acercan mucho a la experiencia de las personas que vivieron aquí hace 2.000 años. Las decisiones que tomaron, así como la dinámica de los acontecimientos, que siguen siendo el foco de nuestra investigación, decidieron la vida y la muerte en las últimas horas de la existencia de la ciudad”, concluyó el coautor Dr. Gabriel Zuchtriegel (izquierda), director del Parque Arqueológico de Pompeya.

Fuente: frontiersin.org | 18 de julio de 2024

Descubren por primera vez un hábitat etrusco con más 43 kilogramos de cerámica en la isla de Córcega

Vista de la excavación en Ghisonaccia (Córcega).

En el marco de un proyecto de construcción de una vivienda unifamiliar en el municipio de Ghisonaccia, en la Alta Córcega, y por recomendación del Servicio Regional de Arqueología (Drac de Corse), se llevó a cabo una excavación preventiva desde mediados de octubre hasta principios de diciembre de 2023 sobre una superficie de 605 m². La zona afectada por la excavación se encuentra a 3,5 km al este de la ciudad de Ghisonaccia, en el centro de la llanura oriental de Córcega, delimitada al este por el mar Tirreno y al oeste por las estribaciones de la cadena Hercínica. El sitio de Chiusevia está situado a unos veinte metros al norte de un meandro del arroyo Alzetta y a unos 800 m del mar.

Vista aérea del sitio de Ghisonaccia con el arroyo de Alzzeta que fluye hacia el mar Tirreno al fondo. © B. Caballos, Inrap.

Restos de un hábitat y actividades domésticas de los siglos VI-IV a.C.

El terreno corresponde a una terraza aluvial que está marcada por una ligera pendiente del 3% de norte a sur hacia el arroyo Alzetta. Al norte, sobre un terreno llano natural, se sitúa un edificio sobre cimientos de cantos rodados. Parece estar desarrollándose más allá del derecho de vía a lo largo de un eje noroeste/sureste. Su desarrollo está precedido por la nivelación antropogénica del terreno. Tres tapajuntas de guijarros definen un espacio interior de 6,35 metros de ancho para una longitud observada de 5,30 metros, es decir, una superficie interior de al menos 34 m². La superficie del edificio es de al menos 50 m².

Vista general del edificio sobre tapajuntas de guijarros. © B. Caballos, Inrap.

Los tres cimientos del edificio siguen los mismos principios constructivos. Están formados por guijarros de módulos variables, unidos por un sedimento limoso de color marrón oscuro, depositados dentro de una zanja de cimentación con paredes abocinadas. Su disposición es irregular y descuidada. Se mantienen en tres hileras como máximo y tienen un ancho que varía entre 0,60 y 1 metros. Alrededor de los bordes de las construcciones de guijarros se identificaron varias pequeñas excavaciones destinadas a alojar un poste de madera. Su posición estratigráfica y ubicación sugieren que podrían tratarse de elementos estructurantes de los alzados y de la cubierta del edificio fabricados con materiales perecederos.

Vista aérea de Ghisonaccia con la columna vertebral montañosa que recorre la isla al fondo. © B. Caballos, Inrap.

La presencia de numerosos fragmentos de mazorca en el nivel abandonado habla a favor de la hipótesis de paredes de acacia rellenas de tierra de construcción sostenidas por tapajuntas de guijarros. Un estudio antracológico (P. Poirier, I. Figueiral, Inrap) proporcionará vías de interpretación sobre este tema. Toda la superficie interna del edificio está cubierta por una capa de limo fino procedente de su ocupación. Está lleno de pequeños nódulos de mazorca, microcarbón y, sobre todo, varios centenares de fragmentos de cerámica que atestiguan su frecuentación. En el corazón del edificio se dispone un suelo de hogar formado por fragmentos de jarrones de almacenamiento reutilizados y un gran foso, excavado en el nivel de ocupación del edificio, recibe las emisiones de combustión y los residuos resultantes del uso de estos últimos.

Excavación en curso del nivel de ocupación del edificio. © B. Caballos, Inrap.

Promociones en las afueras de la casa

Se identificó una gran zanja a unos veinte metros al sur del edificio. La estructura excavada tiene una longitud de 15 metros y una anchura de 1,70 metros. Parece desarrollarse hacia el suroeste, más allá del derecho de paso hacia el meandro del curso de agua de Alzetta, del que podría captar sus aguas para abastecer al establecimiento. La acequia también podría considerarse como un elemento estructurante de sus límites y de su extensión.

En las afueras del hábitat se detectaron una veintena de agujeros para postes, en algunos de los cuales se conservaba el fantasma del poste. Parecen estar involucrados en la construcción de varias urbanizaciones utilizando materiales perecederos. Cerca del edificio también se excavaron varios pozos de desechos domésticos, que contienen paredes de hornos enrojecidas y obstruidas con matrices carbonosas, que atestiguan actividades vinculadas al ámbito doméstico.

Vista en corte del agujero de un poste y el fantasma del poste conservado. © A. Jamai-Chipon, Inrap.

Vista en corte de una tapajuntas de guijarros. © F. Tacchini, Inrap.

Un rico corpus cerámico y su enfoque multidisciplinar

El nivel de ocupación del edificio está plagado de fragmentos de jarrones arrojados en el lugar. Además, el suelo del hogar está compuesto principalmente por fragmentos de grandes contenedores destinados al almacenamiento que aquí se utilizan para su reutilización. El corpus cerámico recogido en el hábitat reúne así un mobiliario excepcionalmente rico para este tipo de ocupación (peso: 43,3 kg).

La tasa de fragmentación es muy alta, particularmente para las unidades estratigráficas vinculadas al foco y al nivel de abandono del hábitat. Todos los fragmentos están realizados al torno y ninguno está decorado. Las principales formas de contenedores identificadas son formas cerradas con bordes acampanados o rebajados, paredes gruesas, toscas o semifinas. Se trata de cerámicas y vasijas de almacenamiento etruscas comunes. No se observaron rastros de quemaduras o residuos carbonizados contra las paredes ni fragmentos de fondos presentes en el cuerpo, excluyendo el uso de los recipientes para cocinar. El corpus homogéneo se caracteriza en particular por la ausencia de cerámicas modeladas locales, pero también por la de refinadas producciones etruscas (barniz negro, sobrepintado, figuras rojas) o helenísticas.

Fragmentos de cerámica aplastados y rechazados dentro del edificio en el nivel de ocupación. © R. Antonietti, Inrap.

Todos los elementos tipológicos, las composiciones de los cuerpos cerámicos y otras características destacadas tienden a indicar una ocupación del yacimiento en una época cronológica aún amplia, situada entre los siglos VI y IV a.C.

El estudio tipocronológico del mobiliario (A. Jamai-Chipon, Inrap), unido al análisis de marcadores orgánicos potencialmente conservados en algunos vasos (N. Garnier, laboratorio LNG) y al estudio petrográfico de las pastas (F. Convertini, Inrap), permitirá sin duda definir un corpus de referencia para Córcega y ofrecerá perspectivas interesantes para la interpretación y comprensión de este lugar y del lugar de la isla dentro de los circuitos de intercambio del área mediterránea.

Fuente: inrap.fr| 9 de julio de 2024

Espectacular hallazgo de la Hispania romana: un circo con capacidad para 5.000 espectadores en Vitoria

Imagen aérea del circo romano de Iruña-Veleia. Arkikus

Iruña-Veleia, la ciudad romana más importante del País Vasco, una pujante urbe durante época imperial, acaba de desvelar una espectacular sorpresa bajo los campos de cultivo. Los investigadores de la empresa Arkikus, encargada del estudio del yacimiento situado a las afueras de Vitoria, ha descubierto desde el aire un circo romano que según las primeras estimaciones pudo albergar en torno a 5.000 espectadores.

Según han explicado el arqueólogo Javier Ordoño, responsables de la empresa, el hallazgo ha sido posible gracias a la teledetección de la superficie del yacimiento a través de fotografías aéreas históricas y modernas, cartografía de escáner láser LiDAR e imágenes obtenidas mediante vuelos de dron.

Se trata de un recinto de 280 metros de longitud por 72 de anchura, claramente semicircular. Según los investigadores, se trataría del tercer circo romano conocido en la mitad norte de España tras los de Tarragona y Calahorrra y el que único que conservaría su trazado original al no estar oculto por edificaciones modernas. En toda la península ibérica, la antigua Hispania, se conocen menos de una veintena de ejemplos de estas edificaciones, escenario de las populares carreras de carros de la Antigua Roma.

Se trata de un circo de dimensiones algo reducidas si se compara con los más conocidos de Toledo (400x85 m) o Mérida (495x95 m), pero muy similar al de Segóbriga (272x75 m). "Un circo (sea del tamaño que sea) es una estructura de gran importancia para el prestigio de una ciudad. La construcción de un edificio de espectáculos como este demostraba poder, religiosidad y hacía que toda la población de los alrededores se reuniera en ese lugar para las celebraciones lúdicas", ha valorado en sus redes el arqueólogo Néstor Marqués, responsable del canal de divulgación de Antigua Roma al Día.

El hallazgo, desvelado por la cadena SER y que será anunciado oficialmente este miércoles en una rueda de prensa por la Diputación foral de Álava, debe confirmarse mediante trabajos de prospección sobre el terreno. Además del circo, desde el aire se han visto también restos de calles, viviendas y lo que podría ser el foro con sus edificios públicos (templo, basílica, pórticos) y el paso de la Iter XXXIV, la calzada romana que iba de Astorga a Burdeos.

Fuente: elespanol.com | 16 de julio de 2024

Descubren en Pompeya la tumba de un militar que combatió en el norte de Hispania

La inscripción de la tumba descubierta en Pompeya. Crédito: Ministero della Cultura.

El hallazgo de una tumba de la antigua ciudad romana de Pompeya, sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 d.C., arroja luz sobre la historia de España y sobre la organización del poder romano en los tiempos del emperador Augusto. Su descubrimiento se ha presentado este martes en un artículo científico publicado en el E-Journal del Parque Arqueológico de Pompeya.

La inscripción en el respaldo del banco de la tumba reveló quién era el difunto, reservando más de una sorpresa a los encargados del trabajo:

N(umerius) AGRESTINUS N(umerii) F(ilio) EQUITIO PULCHRO TRIB(uno) MIL(itum) PRAEF(ecto) AUTRYGON(um) PRAEF(ecto) FABR(um) II D(uum) V(iro) I(ure) D(icundo) ITER(um) LOCUS SEPULTURAE DATUS D(ecreto) D(ecurionum)

A Numerius Agrestinus, hijo de Numerius, Caballero justo, tribuno militar, prefecto de los autrigones, prefecto de ingenieros, duumviro por la jurisdicción (es decir, titular de la magistratura más alta en la ciudad de Pompeya) por dos veces, el lugar de la sepultura fue dado por decreto del consejo de la ciudad.

En la tumba se puede leer «Praefecto Autrygonum», es decir, prefecto de los autrigones, un pueblo procedente de las regiones del norte de la península ibérica —ocupaba aproximadamente las actuales provincias de Álava, Vizcaya, Burgos, Logroño y Santander— , donde el primer emperador romano participó en las «guerras cántabras» entre los años 29 y 19 a.C., a fin de completar la ocupación de Hispania. Al terminar sus servicios en la península bérica regresó o se mudó a Pompeya —se desconoce su lugar de origen— donde fue elegido en dos ocasiones como duunviro, titular de la más alta magistratura en la urbe romana.

La inscripción de este cargo ocupado por Numerio Agrestino, a quien honra la sepultura, hasta ahora no había sido verificado y ayuda a comprender mejor la organización del poder romano en una fase de transición hacia el modelo imperial.

Vista aérea del monumento funerario dedicado al hispano Numerio Agrestino. Parque Arqueológico de Pompeya.

“Aquí vemos el surgimiento de la red de poder que conectaba a las élites del Imperio, a cuyos miembros se les pedía que se comprometieran en las zonas de conflicto, con la promesa de recompensas económicas, pero sobre todo de prestigio social en la comunidad de residencia", explicó el director del Parque Arqueólogo de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel.

"Haber ocupado dos veces la máxima magistratura de Pompeya, el 'duunvirato', y haber sido honrado con un monumento funerario en terreno público son expresiones de reconocimiento y lealtad hacia alguien que literalmente había luchado en primera línea", añade Zuchtriegel. Sin embargo, las excavaciones han permitido documentar que el monumento funerario estaba empezando a caer en el olvido en el momento en que el Vesubio sepultó la ciudad: el semicírculo, falto de limpieza y mantenimiento, se encontraba ya semienterrado hasta la altura del banco.

La tumba fue encontrada durante las obras de construcción de una cavidad funcional para recuperar la humedad de las salas subterráneas del edificio San Paolino, nueva sede de la biblioteca del Parque Arqueológico de Pompeya.

Detalle del banco del monumento funerario. Parque Arqueológico de Pompeya.

En la excavación se encontraron los dos extremos de la tumba con forma de semicírculo, un tipo de sepultura muy popular en Pompeya, las tumbas 'a schola', que constan de un banco en hemiciclo realizado en toba y decorado en los extremos con zarpas de león y que puede datarse en el reinado de Augusto (27 a.C. – 14 d.C.).

La escritura en el respaldo del banco reveló quién era el fallecido, y los expertos se sorprendieron al descubrir que era el mismo personaje conocido por otra inscripción funeraria en la necrópolis de Porta Nocera, también en Pompeya, y donde su esposa, Veia Barchilla, había creado un monumento cilíndrico para ella y su marido, pero más tarde el consejo de decuriones decretó honrar a Numerio Agrestino en un terreno público.

Para el ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, Pompeya «puede considerarse cada vez más como un modelo de gestión y conservación del patrimonio cultural italiano».

Fuentes: eldebate.com | elespanol.com | 16 de julio de 2024

Las antiguas erupciones volcánicas no fueron un catalizador para las innovaciones culturales del 'Homo sapiens'

Zanja de excavación de las capas del Paleolítico superior en la Grotta di Castelcivita, Italia. Crédito: Universidad de Tubinga.

Un equipo internacional de investigadores de las Universidades de Tubinga (dirigido pot el Dr. Armando Falcucci), Siena y Bolonia ha analizado los restos culturales dejados por grupos de Homo sapiens tempranos en la Grotta di Castelcivita, en el sur de Italia, los cuales datan de antes de la gran erupción conocida como Ignimbrita Campaniense.

Este evento explosivo, que se originó en los Campos Flégreos, todavía activos, hace unos 40.000 años, se considera la erupción volcánica más potente jamás registrada en el Mediterráneo. Fundamentalmente, la Grotta di Castelcivita es uno de los pocos sitios arqueológicos donde la ceniza volcánica ha sellado una secuencia arqueológica de alta resolución.

Al emplear un conjunto de metodologías de vanguardia para reconstruir meticulosamente los métodos utilizados en la elaboración de herramientas de piedra (los artefactos más perdurables desenterrados en excavaciones prehistóricas), los investigadores demostraron que el desarrollo cultural en Castelcivita es anterior tanto a la deposición de las capas volcánicas como a la fase de clima frío subcontemporáneo conocida como Heinrich Stadial 4, que duró aproximadamente dos milenios.

La ubicación de la cueva (indicada por una flecha blanca) en la base del macizo de Alburni en la región de Campania, Italia.

La innovación cultural más notable registrada en el yacimiento es la producción de puntas de piedra miniaturizadas a partir de rocas recogidas cerca de la cueva con las propiedades de fractura más adecuadas. Estas microherramientas probablemente estaban destinadas a ser enmangadas para fabricar armas de proyectil de varios componentes.

Este descubrimiento desafía las especulaciones sostenidas durante mucho tiempo de que los desastres naturales, como las erupciones volcánica y los eventos de enfriamiento, fueron impulsores cruciales de cambios importantes en las formas de vida de los cazadores-recolectores a lo largo de la prehistoria humana.

Entrada a la Grotta di Castelcivita, Italia.

El estudio, publicado en Scientific Reports, plantea, en cambio, la hipótesis de que las innovaciones culturales entre los primeros Homo sapiens se originaron a partir de mecanismos de transmisión cultural y el establecimiento de redes sociales a gran escala que se extendieron más allá de los Alpes.

En general, esta investigación representa un paso significativo hacia la comprensión de cómo las sociedades de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior desarrollaron estrategias sofisticadas para prosperar en entornos cambiantes.

Ejemplos de restos de cultura material descubiertos en las capas superiores de la Grotta di Castelcivita, antes del cierre definitivo de la secuencia arqueológica por la erupción volcánica. Las micropuntas (a) se extrajeron de núcleos (b) que presentan los negativos de estas extracciones. Además de herramientas de piedra, se recogieron más de cien conchas marinas de diferentes especies en las costas del Mediterráneo y se perforaron con fines decorativos (c). A la derecha, se muestra una de las micropuntas sobre la punta de un dedo. Crédito: Universidad de Tubinga

La Grotta di Castelcivita es uno de los depósitos prehistóricos más importantes de Europa y contiene una secuencia estratigráfica de alta resolución con evidencia del reemplazo de los neandertales por grupos tempranos de Homo sapiens hace unos 43.000 años.

Las excavaciones e investigaciones este yacimiento se llevaron a cabo con la autorización del Ministerio de Cultura italiano por la Unidad de Investigación de Prehistoria y Antropología del Departamento de Ciencias Físicas, de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Siena, bajo la dirección de Adriana Moroni.

Fuente: Universidad de Tubinga | 10 de junio de 2024

Descubren el lugar del enfrentamiento épico entre Espartaco y los romanos

Parte del muro hallado -cubierto de musgo- se encuentra en un bosque del suroeste de Italia. Crédito de la imagen: Andrea Maria Gennaro, et al.

Un antiguo muro de piedra escondido en un bosque de Italia fue utilizado en el pasado por las fuerzas romanas para acorralar al líder de la revuelta de esclavos y gladiador Espartaco y a sus hombres.

Los arqueólogos se enteraron de la existencia del muro, que ahora está cubierto de musgo y se extiende por aproximadamente 2,7 kilómetros de largo, después de que un grupo ambientalista local les informara sobre el sitio de su ubicación en el bosque Dossone della Melia, en Calabria, una región en el sur de Italia, según el Instituto Arqueológico de América (AIA).

Un equipo dirigido por el arqueólogo de la Universidad de Kentucky, Paolo Visonà, utilizó entonces un radar de penetración terrestre, LiDAR (láseres disparados desde una aeronave para mapear la topografía del suelo), magnetometría y muestreo de núcleos del suelo para estudiar el lugar.

El arqueólogo Paolo Visonà encima de una estructura defensiva romana.

Descubrieron que, en un tiempo, había un foso profundo paralelo a la muralla, una construcción conocida como sistema de defensa romano de foso y montículo (agger). Este tipo de fortificación era empleado a menudo por los romanos, incluido Julio César en el asedio de Avaricum en lo que hoy es Francia, según la Universidad de Chicago .

"El muro es una especie de barrera debido a su emplazamiento topográfico y otros factores, como la ausencia de puertas", dijo a Live Science en un correo electrónico Andrea Maria Gennaro (izquierda), superintendente de arqueología del Ministerio de Cultura de Italia que trabajó en la excavación. "Divide toda la gran zona plana en dos partes".

Los arqueólogos creen que el muro fue construido como medida de seguridad, concretamente para contener a Espartaco, un gladiador tracio que inició la Tercera Guerra Servil (también conocida como la Guerra de los Gladiadores), cuando él y otros 70 gladiadores esclavizados escaparon de una escuela en Capua. Durante la rebelión (73 a 71 a. C.), Espartaco y sus hombres derrotaron a las fuerzas romanas una y otra vez hasta la muerte del gladiador en la Batalla de Cantenna.

En cuanto al nuevo muro, "esta barrera puede identificarse como el muro de contención o fortificación erigido por el general romano Marco Licinio Craso en el año 71 a. C. para detener y atrapar a Espartaco y sus fuerzas", dijo Gennaro. "Después de intentar ir a Sicilia, Espartaco no pudo avanzar por los caminos costeros debido a la presencia de los romanos, por lo que la única forma de llegar a la península y escapar era cruzar el Aspromonte" (un macizo montañoso en la región italiana de Calabria).

La construcción en sí ha sido mencionada en fuentes históricas, más notablemente en el libro "La vida de Craso", escrito por el filósofo e historiador griego Plutarco, recuerda Gennaro.

Paolo Visonà encontró estos fragmentos de armas (parte de una hoja y una punta de lanza) en un bosque del sur de Italia, cerca de Calabria. Fotos proporcionadas. Gráfico creado por Lindsay Travis.

Además del muro, los arqueólogos desenterraron numerosos artefactos enterrados en el suelo, incluidas armas de hierro rotas, como mangos de espadas, hojas curvas, puntas de jabalina y una punta de lanza, según la AIA.

"Hemos empezado a estudiar las armas recuperadas a lo largo del muro y las comparaciones más cercanas son con armas del período republicano tardío", señala Gennaro. "Con base a ello, creemos que hemos identificado el lugar del enfrentamiento entre Espartaco y las legiones romanas dirigidas por Craso".

Los estilos de armas sugieren que en ese lugar se desarrolló una batalla épica durante el período de tiempo considerado. “En los próximos días y meses se dispondrá de datos más precisos”, añade Visonà. “Un museo alemán colabora en el estudio de las armas, que están siendo restauradas por el Servicio Arqueológico Italiano. Se presentará un informe sobre este hallazgo en la reunión anual del AIA en Filadelfia del 2 al 5 de enero de 2025, en la que estará presente un funcionario italiano”.

George Crothers, a la derecha, profesor asociado del Departamento de Antropología de la Universidad de Kentucky, toma una muestra de suelo de la zanja que precede al muro. Lo ayuda su hija Margo Crothers. Foto proporcionada por Paolo Visonà.

Visonà contó con la ayuda de su colega británico George Crothers, profesor asociado del Departamento de Antropología de la Universidad de Kentucky, quien dirigió el estudio geofísico, mientras que Visonà fue el investigador principal. Crothers fue uno de los cuatro investigadores que trabajaron bajo la dirección de Visonà y en colaboración con la Superintendencia Arqueológica de Calabria.

“Hoy es un lugar tranquilo, salvo por algún cuco ocasional”, dijo Crothers al describir el lugar del descubrimiento, “pero es fácil imaginar al ejército de esclavos de Espartaco enfrentándose a los legionarios romanos en su desesperado intento de romper sus líneas de ataque. Ahora que se ha identificado el lugar, espero que se realicen más estudios y se tomen medidas para garantizar su preservación e interpretación para el público”.

Fuentes:livescience.com | University of Kentucky | lanereport.com | 12 de julio de 2024

La desconocida maravilla romana de un yacimiento de Jaén que ha salido a la luz en Porcuna y se puede visitar

Foto: La cisterna romana la Calderona está a punto de abrir sus puertas a los turistas.

La Hispania romana está salpicada de impresionantes ciudades, monumentos y vestigios que testifican la presencia y el legado de los antiguos romanos en la península ibérica. Más allá de los monumentos romanos más populares y que todo el mundo conoce, como el imponente acueducto de Segovia, cabe destacar que Hispania está repleta de yacimientos arqueológicos de época romana que han permanecido escondidos durante siglos y que solo han salido a la luz gracias a la arqueología.

Es el caso de una cisterna romana situada en la ciudad de Porcuna, en Jaén, conocida como "la Calderona", una maravilla romana que ha sido recuperada y restaurada y que podrá ser visitada posiblemente desde finales de este mismo mes.

El alcalde de Porcuna Miguel Moreno.

La cisterna romana de Obulco

Resurge del pasado una joya del Imperio Romano en Hispania: Porcuna lleva años intentando recuperar las maravillas de su pasado antiguo. La Obulco romana fue el origen de la actual localidad, confirmado por los hallazgos epigráficos y los textos de autores clásicos como Plinio, Ptolomeo y Estrabón.

En este sentido, los vecinos de Porcuna deben estar orgullosos porque han conseguido recuperar una de las joyas de Obulco, la cisterna romana de la Calderona. Se trata de una estructura que permite conocer cómo era el funcionamiento hídrico del asentamiento. Está formada por bancos de piedra duros, que eran impermeables, y blandos, una suerte de esponja por la que transitaba el agua. Se trataba de un espacio que permitía conservar agua in situ y no traerla mediante una gran construcción como un acueducto.

La desconocida maravilla romana de un yacimiento de Jaén: data del siglo I a. C.

De hecho, cabe destacar que las obras de restauración de esta cisterna han durado tres años. Sin embargo, después de mucho esfuerzo, esta joya del siglo I a.C. se podrá visitar, tal y como ha anunciado en sus redes sociales el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno.

Así lo compartía con sus vecinos el regidor: "Todo llega en la vida, y el día 11 de julio se inaugurará la cisterna romana de la Calderona en la Noble Ciudad de Obulco. Decir que es impresionante es poco. Así pues, los porcunenses vamos a enseñar al mundo un nuevo espacio arqueológico único en el planeta".

El director del proyecto arquitectónico, el arquitecto Pablo Millán, y el director del Museo Arqueológico Municipal de Obulco, Pablo Casado, explicaron a Europa Press que el proyecto ha sido de gran dificultad principalmente debido a la ubicación de la cisterna, situada a niveles subterráneos bajo construcciones actualmente en el uso. Y además, también señalan otro problema: la gran envergadura de este monumento.

Foto

Se ha trabajado sobre dos áreas dentro del yacimiento arqueológico. Por un lado, en la zona externa se ha descubierto un sector de casas romanas junto a espacios artesanales y comerciales con un magnífico estado de conservación y elevada calidad material.

"Ha aportado una enorme información histórica sobre la evolución de la ciudad durante más de 700 años desde la época romana clásica hasta la antigüedad tardía, en un ejemplo extraordinario dentro las ciudades romanas de Hispania", ha resaltado Casado.

De otro lado, en la terraza inmediatamente superior, a la se accede a través de un túnel que realizaron los zapadores del ejército, se llega al conjunto hidráulico subterráneo de la cisterna. Su función original de abastecimiento público de agua a este sector del Municipium Pontificiense Obulco "se ve superada por su soberbia monumentalidad constructiva a base de bloques y losas megalíticas de piedra autóctona y el estado intacto en que ha llegado a la actualidad".

El director del Museo anteriormente mencionado explicaba también dijo lo siguiente: "Culminamos un proceso de trabajo de tres año, con el esfuerzo de más de dos centenares de personas coordinadas por los arqueólogos de Porcuna". En consecuencia, la apertura de esta joya al público "es un resultado tangible y espectacular de un proyecto de arqueología científica que comenzó hace 50 años, de ahí, parte de su importancia".

Foto: Restos de La Calderona.

De la misma manera, el director del proyecto, el porcunense Pablo Millán, profesor de la Universidad de Sevilla de Proyectos Arquitectónicos, ha asegurado a Jaén Hoy que "el resultado es único a nivel arquitectónico, a nivel arqueológico y a nivel de diseño contemporáneo. El monumento se ha multiplicado".

"Cuando lleguen se van a encontrar un edificio contemporáneo que los recibe con una estructura muy singular, dado que no hay una estructura como esta en Jaén. Son 18 metros de luz sin nada en el medio, salvo una pasarela suspendida para que nada toque los restos. Es algo que se hace en puentes e ingenierías hidráulicas. Esta pasarela helicoide, que te va bajando poco a poco a la cota de los restos, esta inspirada en la construida por Bernini en la entrada a los Museos Vaticanos. Baja así en dos anillos y llegas a la cota romana".

Cabe destacar que La Calderona, declarada Bien de Interés Cultural, ha sido el resultado de un proyecto de 1,7 millones de euros con cargo al 1,5 por ciento cultural en la convocatoria publicada por el Ministerio de Fomento. Además, el Gobierno ha puesto así el 70% del total de la inversión, el Consistorio asume el 18% y la Diputación, el 12% restante.

Fuente: elespanol.com| 8 de julio de 2024

Los romanos descubrieron Canarias antes que los bereberes, los cuales, posteriormente, poblaron en 200 años todas las islas

Los arqueólogos Idaira Brito y Aitor Brito excavando en la Cueva La Herradura, en la isla de El Hierro. ISOCAN.

Los romanos descubrieron Canarias en el siglo I antes de nuestra era, pero fueron los grupos bereberes del norte de África, las poblaciones amazigh, las que se dispersaron por todas las islas en menos de 200 años entre los siglos I y II. Así lo pone de relieve una investigación entre científicos y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y La Laguna (ULL) liderada por el historiador de Gran Canaria Jonathan Santana titulada 'The chronology of the human colonization of the Canary Islands' que publica la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States (PNAS).

«Lo que hemos presentado es una nueva cronología de la colonización de las islas Canarias», explica Santana (izquierda) en conversación telefónica. «Hay distintos modelos sobre cómo se colonizaron las islas con fechas similares, hacia el siglo I de nuestra era, y modelos que abarcan solo una isla o varias. Esta es la primera propuesta que abarca todo el archipiélago», explica el historiador de la ULPGC para señalar la importancia de la investigación.

Entender la «aventura migratoria»

La novedad de este nuevo cronograma radica también en cómo se ha elaborado. «Hemos construido modelos bayesianos de colonización usando los datos de radiocarbono más fiables disponibles», afirma. «El estudio aporta casi 100 yacimientos nuevos en las islas que tenían pocas dataciones, por lo que pueden ofrecer un cronograma del archipiélago. Y, además, hemos aplicado un protocolo de higiene cronométrica centrado en materiales fechados por radiocarbono claramente asociados con actividades humanas para obtener datos más fiables», señala. «Y todo ello con la intención, de conocer con mayor exactitud la cronología, dado que eso nos permite entender las posibles causas que hay detrás de esta aventura migratoria», añade Santana.

Jonathan Santana trabajando en la Cueva de El Tendal, en La Palma. Isocan.

De Lanzarote a El Hierro

En el estudio se apunta a que los romanos fueron los primeros en descubrir las islas Canarias, algo que hicieron en el siglo I antes de nuestra era. «Los bereberes, que son considerados los 'aborígenes' isleños, «llegaron entre el siglo I el III de nuestra era». Primero a Lanzarote, y en menos de 200 años se expandieron por todas las islas llegando a El Hierro y La Palma casi al mismo tiempo», informa el científico.

Con esta investigación plantean que «al no tener presencia de romanos en las islas centrales ni orientales, y de los bereberes sí, las poblaciones del norte de África se adaptaron a entornos costeros, a la explotación de recursos marinos y a la navegación».

Aún así, añade, «esto no contradice que la presencia de los romanos no esté detrás, en parte; quizás los bereberes supieron de las islas por los propios romanos. Es posible que la propia presencia humana y la transmisión del conocimiento a las poblaciones del norte de África alentara esta experiencia migratoria», añade Jonathan Santana.

Lo que también sugiere este nuevo cronograma de la colonización de Canarias, es que la población romana y la bereber «probablemente no cohabitaron mucho tiempo en las islas, e incluso es probable que no lo hicieran simultáneamente».

Y, según los datos genéticos, añade Santana, «fueron unos pocos cientos de individuos» los que se expandieron por todas las islas y lo hicieron de forma intencionada, ya que trajeron animales domésticos y plantas para hacer de las islas un hábitat posible». Y fueron estas poblaciones las que se convirtieron en los pueblos indígenas que los europeos se encontraron en la Edad Media.

Parte del equipo excavando en Playa Chica, Gran Canaria. Isocan

El estudio «sienta las bases» para vincular «los cambios ecológicos» insulares a los seres humanos

«Las islas no tenían recursos alimenticios capaces de sostener a poblaciones humanas como las que llegaron entre el siglo I y III de nuestra era a Canarias, puesto que había pocos animales terrestres de cierto tamaño», explica Jonathan Santana. «Por eso las poblaciones bereberes que llegaron trajeron consigo plantas y animales domésticos».

En palabras de otro de los investigadores del estudio, Jacob Morales (izquierda), quien difundió una nota de prensa del equipos al respecto de su trabajo de investigación. «Las primeras personas que llegaron a las islas estaban equipadas con un kit de supervivencia hecho de cultivos domésticos y animales que les permitió establecer asentamientos permanentes en cada isla durante más de mil años».

Precisamente por eso, el estudio que publica como investigador principal en PNAS, Jonathan Santana, «sienta las bases de cuándo podemos empezar a achacar al ser humano los cambios en los sistemas ecológicos insulares».

«Hubo cambios en la cobertura vegetal, en la distribución de especies y en las extinciones de otras, y no estaba muy claro el rol de los seres humanos, de los aborígenes», explica el investigador. «Ahora, en cambio, podemos distinguir qué impactos se pueden vincular con el ser humano y cuáles fueron los impactos causados por causas naturales, por las fluctuaciones climáticas», aclara.

La investigación se enmarca en el proyecto IsoCAN (Isolation and evolution in oceanic islands: the human colonisation of the Canary Islands), del programa ERC Starting Grant de la Comisión Europea.

Fuente: Canarias7.es | 2 de julio de 2024

Un túmulo de hace 6.000 años hallado en la República Checa podría ser uno de los monumentos funerarios más antiguos de Europa

El túmulo neolítico y otros artefactos fueron encontrados durante excavaciones llevadas a cabo a lo largo de una autopista cerca de la ciudad de Hradec Králové, al este de Praga. Crédito de la imagen: Departamento de Arqueología de la UHK.

Un equipo de arqueólogos ha desenterrado lo que puede ser el túmulo prehistórico más grande de Europa antes de llevar a cabo los trabajos de adecuación junto al tramo en construcción de la autopista D35 Plotiště-Sadová en la República Checa.

El túmulo tiene aproximadamente 190 metros de largo, casi el doble que la longitud de un campo de fútbol americano, y alrededor de 15 metros en su punto más ancho, y está orientado a lo largo de un eje de noreste a suroeste, en el límite de los catastros de los pueblos de Dlouhé Dvory y Lípa, cerca de la ciudad de Hradec Králové, a 88 kiñómetros de Praga, según una declaración de la Universidad de Hradec Králové (UHK).

Otra vista aérea del gran túmulo hallado.

Los arqueólogos creen que dicho túmulo data del IV milenio a. C., lo que lo convertiría en uno de los monumentos funerarios más antiguos jamás encontrados en Europa. Tambien es excepcional por el hecho de ser el primer túmulo de este tipo encontrado en Bohemia Oriental, pues hasta el momento, tales monumentos estaban vinculados al noroeste de Bohemia.

Vaso en forma de embudo hallado en un enterramiento colectivo de Escania, Suecia.

La fecha se corresponde con la cultura neolítica del pueblo Funnel-Beaker (cultura de los vasos de embudo) que se desarrolló en el área entre 3800 y 3350 a. C. Su nombre se debe a los distintivos recipientes de cerámica que se entregaban como ajuar funerario en muchos de sus entierros.

"El hallazgo representa el túmulo prehistórico más largo no sólo de nuestra región, sino probablemente de toda Europa", afirmó en el comunicado Petr Krištuf (izquierda), arqueólogo de la UHK.

Además de dos entierros centrales dentro del túmulo, que probablemente eran de miembros de alto estatus de la comunidad prehistórica que lo construyó, se han localizado cerca unas 30 tumbas que se cree datan aproximadamente de la misma época, según una publicación realizada en Facebook por el departamento de Arqueología de la Universidad de Hradec Králové (UHK).

Cada uno de los dos entierros centrales dentro del túmulo incluía esqueletos de adultos acostados sobre su lado izquierdo con sus cabezas apuntando hacia el norte, así como ajuares funerarios. Crédito de la imagen: Departamento de Arqueología de la UHK.

Segundo enterramiento central dentro del gran túmulo.

Descubrimiento cerca de la autopista

El túmulo hallado ya no era visible en la superficie, dado que estaba ubicado en un área densamente cultivada que había sido nivelada en algún momento de la historia, según la publicación de Facebook.

Como resultado de ello, los arqueólogos encontraron, primero, evidencia enterrada de la zanja que rodeaba el túmulo funerario. Trincheras similares alrededor de otros túmulos hallados en el área contenían pozos para postes de una empalizada de madera, pero esta característica no se ha encontrado en este lugar, según relata la publicación de Facebook.

Los dos entierros centrales del túmulo presentan esqueletos de individuos solitarios que yacen sobre su lado izquierdo y con la cabeza orientada hacia el norte.

Según la publicación de Facebook, una de las personas fue enterrada en un hoyo con canalones a cada lado y agujeros para postes en las esquinas, lo que implica que originalmente pudieron haber sido colocadas dentro de una estructura de madera dentro del túmulo, pero que desde entonces se ha podrido. Esa persona fue enterrada con una vasija de cerámica que presumiblemente había sido ofrecida como ajuar funerario, y el segundo entierro central también contenía cinco piezas de pedernal trabajadas, incluida una punta de flecha y una cuchilla afilada.

Tumba en las proximidades del gran túmulo en el que se constata una posible construcción interna.

Enterramientos prehistóricos

El equipo de arqueólogos siguen todavía analizando el yacimiento. En el interior del túmulo se han descubierto restos de cuatro tumbas posteriores y esperan averiguar si las personas allí enterradas estaban emparentadas con las personas de alto rango que ocupan las tumbas centrales.

"Los túmulos funerarios que son similares en Europa Central suelen estar compuestos por una o dos tumbas como máximo", explica Krištuf. "Desde este punto de vista, será interesante comprobar cómo se relacionan entre sí las tumbas descubiertas y si representan enterramientos de familiares. No obstante, en las cercanías del túmulo hay muchas otras tumbas prehistóricas".

“Registramos unas 30 tumbas que tuvieron lugar muy cerca del gran túmulo. O sea, que el el mismo se convirtió en la base de una extensa necrópolis que se usó, quizás, durante siglos”.

Otras de la tumbas halladas en las cercanías del gran túmulo.

Los arqueólogos creen, en consecuencia, que el túmulo grande fue construido inicialmente en este lugar y que los demás enterramientos se realizaron allí a lo largo de generaciones posteriores.

"Los primeros resultados muestran que el túmulo monumental estuvo aquí durante muchos siglos y que en sus inmediaciones se celebraban ceremonias funerarias y rituales de la población local", afirma Krištuf. De hecho, a unos cientos de metros del gran túmulo fue descubierto, asimismo, un asentamiento prehistórico de la cultura de La Tène de la época de los celtas, o bien tumbas de un grupo de guerreros del período de las grandes migraciones de los siglos V y VI de nuestra era, lo que permite estudiar el hallazgo por primera vez en un contexto más amplio de la zona geográfica implicada."En aquella época en este lugar se llevaban a cabo rituales funerarios importantes, y era, por tanto, un punto de referencia en el paisaje".

Fuentes: livescience.com | espanol.radio-cz | Facebook | 3 de junio de 2024