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Publican la investigación genética sobre una chamana de 9.000 años de antigüedad (Mesolítico) hallada en Bad Dürrenberg (Alemania)

Foto: Reconstrucción en la que se muestra a la chamana de Bad Dürrenberg con toda su parafernalia de vestimenta en el Museo Estatal de Prehistoria de Halle (Saale, Alemania). Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt

El doble entierro de una mujer adulta y un niño, que data aproximadamente del 7.000 al 6.800 a. C., descubierto en 1934 durante las obras de construcción en los jardines del balneario de Bad Dürrenberg, se considera uno de los hallazgos funerarios más destacados del Mesolítico en Europa Central. Debido al inusual equipamiento de la mujer, que fue enterrada sentada, y a sus anomalías corporales, el entierro se interpreta como el de una chamana.

La investigación genética revela ahora la relación entre la mujer y el niño, el cual no es su hijo, sino que tiene un parentesco de cuarto o quinto grado. Las variantes fenotípicas analizadas en el genoma de la mujer nos informan que tenía una tez relativamente oscura, cabello oscuro y lacio y ojos azules.

El entierro

El inusual equipamiento enterrado con la mujer incluye artefactos de pedernal y herramientas de roca sólida, pero también artefactos de hueso y asta, un trozo de ocre rojo, varios huesos de animales, incluido el caparazón de al menos tres tortugas de agua, y dientes de animales parcialmente perforados. Junto con astas de ciervo y originalmente seis colmillos de jabalí parcialmente perforados, estos hallazgos probablemente sean adornos para la cabeza y el cuerpo. Debido al ajuar funerario y anomalías corporales de la mujer, el entierro se interpreta como el de una chamana.

Los restos óseos y el ajuar funerario de chamana de Bad Dürrenberg. Museo Estatal de Prehistoria de Halle (Saale). Crédito: Juraj Lipták, Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt.

Las excavaciones posteriores en el lugar, como parte de los preparativos para la Exposición Estatal de Jardines de 2024, no sólo arrojaron nuevas revelaciones sobre la deposición y la posición del cuerpo a la luz, sino que también revelaron una multitud de nuevos hallazgos, que podrían atribuirse claramente al entierro. Además de los dientes de animales perforados, también se pudieron recuperar restos de fauna, artefactos líticos y una gran cantidad de restos óseos humanos.

Un artículo reciente, publicado como un capítulo de las actas del congreso Propylaeum, de Jörg Orschiedt (Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt, LDA), Wolfgang Haak (Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva), Holger Dietl (LDA), Andreas Siegl (LDA) y Harald Meller (LDA) detallan los resultados del reciente trabajo sobre el hallazgo, que incluyó un análisis de ADN.

El hueso de la pierna de una grulla (arriba) convertido en un recipiente para pequeñas hojas de pedernal (en el medio), así como puntas de hueso (arriba), se incluyeron en el conjunto único del ajuar funerario. (Fotografía Juraj Lipták).

La chamana

El estudio concluye que la mujer, que tenía una edad de entre 30 y 40 años, era una persona grácil con una altura corporal de aproximadamente 1,55 metros, típica de la época. En particular, su esqueleto carecía de inserciones musculares distintas, especialmente en las extremidades inferiores, que se encuentran comúnmente en los cazadores-recolectores.

En la base del cráneo hay una anomalía en el borde del gran agujero occipital, en forma de una pequeña constricción. Esta área es la huella de un vaso sanguíneo anormalmente desarrollado. La primera vértebra cervical no está completamente formada debido a un defecto de crecimiento congénito y sólo ha alcanzado el 40% del arco. El extremo redondeado del arco vertebral corresponde al defecto observado anteriormente en el gran agujero occipital.

En este contexto, los investigadores plantearon la hipótesis de que, con la correspondiente postura de la cabeza, parece posible que hubiera un pellizco de un vaso sanguíneo con diversas secuelas. El descubrimiento de la segunda vértebra cervical entre los hallazgos de la nueva excavación lo confirmó. Esta vértebra también muestra una anomalía que se limita a la apófisis vertebral en forma de un gancho óseo que sobresale. Ello hace posible una obstrucción de uno de los vasos sanguíneos que conducen al cerebro.

Los caparazones de tortuga (arriba) y mejillón (arriba) son evidencia de una verdadera colección de animales depositada en la tumba de la chamana. (Fotografía Juraj Lipták).

Tal circunstancia puede deberse al adoptar, intencionadamente, una determinada postura de la cabeza. Es poco probable que las consecuencias hayan sido graves o peligrosas para la salud de la persona. Sin embargo, es posible que un nistagmo, es decir, un movimiento involuntario de los globos oculares, pueda deberse a la obstrucción de un vaso sanguíneo. Esta característica inusual podría haber sido percibida como extraña y, cuando se inició a propósito, pudo haber reforzado o incluso justificado su papel como chamana.

La investigación genética reveló que el perfil de ascendencia genómica de esta chamana cae directamente dentro de varias docenas de otros individuos cazadores-recolectores mesolíticos de Europa central y occidental, un perfil que comúnmente se denomina ascendencia de cazadores-recolectores occidentales (europeos).

Las variantes fenotípicas analizadas en el genoma de la chamana de Bad Dürrenberg revelan que tenía una tez relativamente oscura, cabello oscuro y lacio y ojos azules. Esta combinación era bastante común entre los individuos cazadores-recolectores de Europa occidental y la dama chamán compartía esta apariencia con individuos mesolíticos contemporáneos de yacimientos como Loschbour, Mullerthal (Luxemburgo), La Braña, Asturias (España), o Cheddar Man en Somerset (Gran Bretaña).

Los dientes frontales de la chamana habían sido limados hasta la pulpa a temprana edad, un procedimiento insoportable que podría haber ayudado a mejorar su posición. (Fotografía Juraj Lipták).

El niño

Durante las nuevas excavaciones en Bad Dürrenberg se descubrió el esqueleto parcialmente conservado de un niño. El descubrimiento del petroso (zona del hueso temporal) permitió realizar un análisis genético de este individuo. Dado que se disponía de datos de alta calidad de ambos individuos, y especialmente de la mujer, los investigadores también pudieron emplear un método recientemente desarrollado para escanear los datos del genoma en busca de la presencia, cantidad y longitud de tramos en el genoma que comparten dos individuos, los llamados tractos de identidad por descendencia (IBD). Este método, optimizado para abordar los datos ausentes, como es habitual en el ADN antiguo fragmentado, permite detectar parentescos biológicos de mayor grado, y con reservas, hasta el décimo grado.

Con respecto a los dos individuos de Bad Dürrenberg, los investigadores encontraron que el número y la distribución de la longitud de los tractos de identificación por descendencia que comparte la pareja es equivalente a una relación genética de cuarto o quinto grado. Este grado de parentesco podría ser equivalente a cuatro o cinco generaciones de diferencia, suponiendo una línea directa, lo que convertiría a la mujer adulta chamana en la tatarabuela potencial del niño.

Fuentes: phys.org | books.ub.uni.heidelberlg.de | archaeology.org | 29 de noviembre de 2023

Nuevas dataciones en el Tell Gezer apuntan a la posible existencia del reino bíblico de David y Salomón

Restos arqueológicos en Tell Gezer.

Los restos de puertas, de murallas defensivas y de un gran edificio administrativo en Gezer datan de principios del siglo X a. C., lo que los sitúa en el momento adecuado para que hubieran sido construidos por el rey Salomón, tal como afirma la Biblia.

El estudio mediante radiocarbono de las ruinas de Gezer, de 3.000 años de antigüedad, un sitio antiguo en el centro de Israel, fue publicado el miércoles en la revista PLOS ONE y pretende introducir nuevas evidencias en el largo debate sobre hasta qué punto puede la Biblia considerarse una historia real. En particular, cómo dicha obra se relaciona con la historicidad del legendario reino de David y Salomón.

El estudio no pretende probar que la monarquía unida de los israelitas descrita en la Biblia fuera una realidad histórica, pero sí mostrar que no se puede descartar la existencia de dicho reino y su participación en importantes construcciones en el enclave de Gezer, dicen los autores.

Ubicación de la excavación por el Instituto Tandy de Arqueología del Seminario Teológico Bautista Southwestern en relación con el trabajo de campo arqueológico anterior en Gezer.

La época de Salomón

Mientras que algunos arqueólogos han elogiado los esfuerzos del equipo, otros han descartado el estudio por considerarlo irrelevante.

Muchas investigaciones realizadas en las últimas cuatro décadas han demostrado que los restos antiguos esparcidos por Israel y que alguna vez fueron atribuidos a David y Salomón, en realidad databan de aproximadamente un siglo después de la supuesta época de su reinado, lo que significa que no había evidencias concretas que respaldaran la historicidad de su reino.

Sin embargo, algunos arqueólogos han rechazado este paradigma, desenterrando en los últimos años impresionantes restos del siglo X a. C. en diferentes sitios, particularmente en el centro y sur de Israel, y afirmando que estos pueden ser evidencias de que el reino de David y Salomón sí existió después de todo.

Vista aérea de las excavaciones de Tandy, con una amplia exposición de estratos de la Edad del hierro en el borde centro-sur del montículo Gezer entre los campos VII y III del Hebrew Union College.

En medio de este furioso debate, a menudo mezclado con acritud académica y contaminado por los conflictos políticos y religiosos modernos en el Medio Oriente, surgen los nuevos datos de radiocarbono publicados por investigadores del Instituto Arqueológico Austriaco, la Universidad Lipscomb en Nashville, Tennessee, y la Fundación de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Su artículo, bajo el prolijo y aparentemente inofensivo título de “La cronología de Gezer desde el final de la Edad del Bronce hasta la Edad del Hierro II: un punto de encuentro para el radiocarbono, la arqueología, la egiptología y la Biblia”, no necesariamente se propone cambiar lo que sabemos sobre David y Salomón.

"No esperaba estos resultados", dice la Dra. Lyndelle Webster (izquierda), autora principal del estudio. “Esperaba fechas posteriores, similares a las que vemos en los asentamientos más al norte. Pero aquí está sucediendo algo diferente que aún no podemos explicar”.

Échale la culpa a Merneptah

Gezer es un Tell, un montículo artificial formado por la acumulación de capas de viviendas humanas una encima de otra durante milenios. Su historia se remonta al menos a la Edad del Bronce Medio, hace más de 3.600 años, cuando era una importante ciudad-estado cananea en la Sefelá, la región montañosa entre Jerusalén y la llanura costera.

El equipo internacional de investigación arqueológica se centró en algunos siglos críticos de la historia de Gezer y de toda la zona del Levante: desde la Edad del Bronce Final, que marca el fin del dominio egipcio sobre Canaán, hasta los primeros siglos de la Edad del Hierro, en los que surgieron pueblos locales, entidades políticas como Israel y Judá en las tierras altas al este de Gezer, así como las ciudades-estado filisteas en la llanura costera, al oeste.

Ruinas en el Tell Gezer. Credit: Tomer Appelbaum

Los investigadores recogieron muestras de materiales orgánicos, principalmente semillas carbonizadas, de las capas arqueológicas de Gezer que eran relevantes para este período que abarca alrededor de 400 años, del 1300 al 900 a. C. "Dado que Gezer se menciona con frecuencia en textos antiguos, no solo en la Biblia, sino también en papiros egipcios y registros asirios, uno de los objetivos del estudio era ver si los eventos descritos en estas fuentes podían coincidir con los hallazgos arqueológicos datados mediante radiocarbono", explica Webster.

Por ejemplo, tomemos la ardiente destrucción de la encarnación de Gezer durante la Edad del Bronce Final, conocida por los arqueólogos como Estrato 12 (lo que significa que hay al menos 11 versiones más de la ciudad encima del mismo). Se sospechaba que esta devastación fue provocada por el faraón egipcio Merneptah, quien se jactaba de haber tomado Gezer y otras ciudades de Canaán en una famosa estela de la victoria, también conocida como la Estela de Israel (derecha) porque incluye la primera mención extra-bíblica de los israelitas.

Pero, ¿las ruinas del Estrato 12 respaldan el reclamo de una victoria por parte de Merneptah?

Así es, afirman Webster y sus colegas. Las muestras de radiocarbono tomadas de la capa destruida datan de finales del siglo XIII a. C., justo cuando se dice que el faraón hizo campaña en Canaán.

El misterio de las puertas de seis cámaras

Avanzando unos siglos, hasta el período que los arqueólogos llaman Edad del Hierro IIA, llegamos al Estrato 8 de la ciudad, que incluye una impresionante puerta de seis cámaras, un muro de casamatas y un gran edificio administrativo.
En la década de 1960, el renombrado jefe militar israelí convertido en arqueólogo Yigael Yadin descubrió puertas de seis cámaras en Megiddo y Hazor –dos importantes ciudades antiguas del norte de Israel– y en Gezer.

Yadin interpretó estas estructuras estandarizadas de la Edad del Hierro como el sello distintivo de un Estado fuerte y centralizado que se extendía por todo el territorio. El arqueólogo rápidamente las asignó a Salomón, basándose en el versículo bíblico de que este rey construyó Meguido, Gezer y Hazor (1 Reyes 9:15). La Biblia duplica esta afirmación específicamente para Gezer, diciendo que Salomón la reconstruyó después de que un faraón anónimo le prendiera fuego, y luego se la regaló a una hija que le dio en matrimonio al rey israelita (1 Reyes 9:16).

A partir de la década de 1990, muchos estudiosos adoptaron un enfoque más crítico respecto del uso de la arqueología para confirmar las narrativas bíblicas. El principal de ellos es el profesor Israel Finkelstein (izquierda), de la Universidad de Tel Aviv, quien demostró a través de sus estudios de datación de cerámica y radiocarbono, principalmente en Megiddo y Hazor, que esas enormes puertas de la ciudad databan del siglo IX a. C., un siglo después de la época en que David y Salomón han vivido, según la cronología bíblica.

En consecuencia, Finkelstein y otros han asignado tales estructuras a la dinastía Omride, que gobernó el Reino norte de Israel (a diferencia de su vecino más pequeño del sur, el Reino de Judá) en la primera mitad del siglo IX a. C.

Si las puertas de la ciudad sólo se construyeron un siglo después de la época teórica de la supuesta Monarquía Unida de David y Salomón, entonces no queda nada para apuntalar la historicidad de semejante Monarquía Unida. Si David y Salomón existieron, es posible que hayan sido simplemente jefes locales que gobernaban una pequeña Jerusalén y poco más, según los eruditos de este campo.

Ahora bien, las nuevas dataciones mediante radiocarbono del Estrato 8 en Gezer parecen desafiar todo eso, aunque los autores del estudio son cautelosos a la hora de interpretar sus hallazgos.

Sus datos de la versión monumental de Gezer en la Edad del Hierro muestran que realmente fue construida en la primera mitad del siglo X a. C., lo que podría coincidir con la afirmación bíblica de que Salomón reconstruyó Gezer.

Vista aérea del Gezer bíblico Crédito: Sam Wolff.

Las fechas de Gezer también coinciden aproximadamente con las de otros asentamientos de los siglos XI - X a. C. en la Sefela que han sido recién desenterrados, principalmente Khirbet Qeiyafa y Khirbet al-Rai. Estos sitios, excavados por equipos dirigidos por el profesor Yosef Garfinkel (derecha),de la Universidad Hebrea, han sido aclamados por los arqueólogos más tradicionalistas como evidencia de que hay cierta verdad histórica en la historia bíblica del gran reino de David y Salomón.

Por supuesto, la datación mediante radiocarbono no puede decirnos quién construyó algo. Sólo puede ayudarnos a descartar a alguien que no se ajuste a ese período de tiempo, señala Webster. Ella y sus colegas enumeran una serie de hipótesis sobre lo que podría haber llevado a la expansión de Gezer y otros asentamientos de la Sefelá en el siglo X a. C.: la formación de jefaturas cananeas locales, la creciente influencia de los filisteos en la cercana llanura costera, una temprana expansión de Judá o Israel, o una combinación de algunos de estos factores.

Pero principalmente: “Esto vuelve a poner a David y Salomón sobre la mesa por estar involucrados en al menos parte de la arquitectura monumental de la zona, o al menos no podemos descartarlos de la misma manera que estos resultados parecen descartar a los Omrides” dice Webster al diario Haaretz.

"Además, las investigaciones de los últimos años muestran cada vez más que los asentamientos de la Edad del Hierro IIA, que aparentemente comparten cerámica similar y otras características culturales (como las puertas de seis cámaras), datan de períodos ligeramente diferentes, dice. En el norte de Israel parecen remontarse a finales del siglo X y principios del IX a. C., mientras que los enclaves situados al sur, como Gezer y Qeiyafa, datan de principios del siglo X a. C.", señala.

"Se supone que estos desarrollos culturales ocurrieron simultáneamente, pero los datos sugieren un panorama más matizado, con una diferencia entre el norte y el sur", precisa Webster. "Necesitamos más datos de sitios de todo Israel para entender lo que está pasando".

La línea de tiempo bíblica Crédito: Ariel David.

Los restos del Estrato 8 en Gezer, muestran que, a pesar de estar la ciudad bien defendida, no duró mucho, ya que las nuevas fechas de radiocarbono muestran que el asentamiento fue destruido a mediados del siglo X a. C., cincuenta años o menos después de su construcción, informan Webster y sus colegas.

Tradicionalmente, esta destrucción se atribuyó al faraón Sheshonq I, también conocido como Shishak en la Biblia, el cual se cree que asaltó múltiples asentamientos en Canaán. La fecha de destrucción del Estrato 8 encaja bien con otros estudios de radiocarbono para el reinado de Sheshonq I (alrededor de 950 a. C.), pero en realidad no coincide con la fecha basada en la Biblia para su incursión de 925 a. C., dice Webster. "Aun así, dadas todas las incertidumbres involucradas y el margen de error de la datación por radiocarbono, Sheshonq/Shishak sigue siendo un probable culpable de acabar con el Estrato 8 de Gezer", añade.

Después de esta destrucción, Gezer fue rápidamente reconstruido, en lo que los arqueólogos llaman Estrato 7, y luego nuevamente destruido apenas medio siglo después, a finales del siglo X o principios del IX a. C., afirma el nuevo estudio. Tradicionalmente se había achacado esta catástrofe al rey arameo de Damasco, Hazael, que invadió gran parte del Levante y destruyó la cercana ciudad filistea de Gat. Sin embargo, la invasión de Hazael se produjo a finales del siglo IX a. C., por lo que no se puede culpar al rey arameo por el fin del Estrato 7 de Gezer. Más bien, puede estar relacionado con la creciente rivalidad en ese momento entre los reinos de Judá e Israel, o con el conflicto con los filisteos vecinos, o por causas naturales, dice Webster.

La puerta de seis cámaras de Gezer Crédito: Ian Scott. Wikimedia Commons.

Alguien dejó caer una semilla

Como era de esperar, el nuevo estudio ha provocado reacciones encontradas entre los arqueólogos bíblicos. Finkelstein, la voz líder en el enfoque más escéptico de la historicidad bíblica, dice que "la publicación carece de sentido porque no ofrece datos sobre los contextos arqueológicos en los que se recolectaron las muestras y los restos de cerámica circundantes. Sin esta información es imposible estudiar la relación entre los estratos” y los resultados “tienen muy poco valor para la cronología del yacimiento”, afirma.

"En otras palabras, está muy bien encontrar una semilla que data del siglo X a. C., pero hay que proporcionar pruebas que demuestren que realmente pertenecía al estrato 8 en disputa, y no, por ejemplo, a una capa anterior", dice Finkelstein.

"Si bien es cierto que el equipo no tomó muestras del material asociado con la tan debatida puerta de seis cámaras, recolectaron material orgánico del edificio administrativo de al lado, del cual están seguros que pertenece a la misma capa", dice el Dr. Samuel Wolff, arqueólogo. quien codirige la excavación en Gezer.

“Tomamos muestras de buenos contextos”, insiste. "Y estamos trabajando en la publicación de los datos y características de la cerámica".

Otros expertos, aunque mantienen algunas reservas sobre el estudio, son más optimistas sobre sus resultados. "Es necesario tener cierta precaución", ya que la datación por radiocarbono del estrato 8 se basa sólo en un puñado de muestras, afirma Garfinkel, el excavador de Qeiyafa y una de las principales voces del bando tradicionalista.

"Debido al amplio margen de error en la datación por radiocarbono, los investigadores deberían confiar en al menos 20 muestras de cada capa para obtener una fecha promedio creíble", dice Garfinkel. "Aun así, el estudio tiene valor porque la datación del Estrato 7 se basó en un mayor número de muestras e indican que esta ciudad posterior fue destruida a finales del siglo X a.C.", señala.

"Esto limita indirectamente las fechas del Estrato 8 más antiguo que se encuentra debajo, colocándolo sólidamente en la época de Salomón y mostrando que la atribución de las puertas de seis cámaras a los Omrides fue una ilusión”, concluye Garfinkel.

"Lo más probable es que este estudio no resuelva el debate sobre la existencia y el alcance de la Monarquía Unida", dice el profesor Aren Maeir (derecha) arqueólogo de la Universidad Bar-Ilan, el cual dirige la excavación en la antigua ciudad filistea de Gath.

"El documento publicado proporciona una datación aparentemente sólida del siglo X a. C. para las fortificaciones y estructuras públicas del Estrato 8 de Gezer. Esto, muy lógicamente, podría estar conectado con la Monarquía Unida”, dice Maeir a Haaretz. "Pero dudo que esto pueda proporcionar una respuesta final a la historicidad de David y Salomón".

Fuente: Haaretz.com | 15 de noviembre de 2023

Descubren un raro tatuaje de Jesucristo en el pie de un africano medieval enterrado en un desierto de Sudán

El Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia (PCMA UW) ha comunicado el hallazgo de un raro tatuaje religioso en un individuo enterrado en un cementerio cerca de un monasterio medieval en Sudán. Este emplazamiento arqueológico comenzó a investigarse en 2012, y actualmente se analizan los restos fúnebres de cientos de tumbas de la región.

El hallazgo del tatuaje religioso se produjo gracias a la antropóloga Kari A. Guilbault, de la Universidad Purdue (EE.UU), durante una documentación fotográfica llevada a cabo para su investigación doctoral. El tatuaje se encontraba en el pie derecho de un individuo y, gracias a las imágenes tomadas con una cámara de espectro completo, y mejoradas de manera digital empleando el software ImageJ, con un complemento DStretch, se pudo extraer el diseño completo de tatuaje, relacionado con Jesucristo.

El monasterio cristiano medieval de Ghazali, que data de los siglos VII-XIII, se encuentra en la región Wadi Abu Dom del desierto de Bayuda, en el estado norte de Sudán, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Karima. Se trata de uno de los emplazamientos arqueológicos mejor conservados de Sudán y donde, entre 2012 y 2018, un equipo polaco-sudanés del PCMA UW, dirigido por el profesor Artur Obłuski, realizó las investigaciones arqueológicas que permitieron extraer los restos humanos que actualmente se analizan.

Sitio arqueológico de Ghazali / M. Bogucki vía Centro Polaco de Arqueología Mediterránea.

Una investigación de décadas

Estos restos humanos pertenecen a cuatro cementerios cercanos al monasterio, que cuentan con cientos de tumbas. El bioarqueólogo Robert J. Stark, del PCMA UW, junto con un equipo de investigación, es el encargado de analizar estos restos para determinar su procedencia e intentar dilucidar el modo de vida de esos individuos.

La antropóloga Kari A. Guilbault, descubridora del tatuaje, declaró al PCMA UW que “fue toda una sorpresa ver lo que parecía ser un tatuaje cuando estaba trabajando con la colección Ghazali”. La experta explicó que "al principio, no estaba segura, pero que, cuando se procesaron las imágenes y el tatuaje fue claramente visible, se disiparon todas las dudas iniciales”.

El tatuaje se trata de un cristograma, con las letras griegas “alfa” y “omega”. Los criptogramas son símbolos religiosos que combinan los caracteres griegos “chi” y “rho”, formando así un monograma con la abreviatura del nombre de Cristo.

Por su parte, las letras griegas “omega” y “alfa”, la primera y la última del alfabeto, simbolizan a Dios como el principio y el fin de todo en la religión cristiana. Así, este tatuaje abre varias incógnitas acerca de los signos de la fe en la Nubia medieval, y de cómo se empleaban los tatuajes en la cultura del medievo.

Fuente: elconfidencial.com | 30 de octubre de 2023

El hallazgo de un collar del periodo Neolítico en la tumba de un niño revela una cultura funeraria compleja

Reconstrucción física final del collar, hoy expuesto en el nuevo Museo de Petra, Jordania.

Un solo accesorio, un collar adornado hallado en la tumba de un niño de la antigua Jordania, brinda nuevos conocimientos sobre la complejidad social de la cultura neolítica, según un estudio publicado en la revista PLOS ONE por Hala Alarashi, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España, y la Université Côte d'Azur, Francia junto con otros colegas.

Los adornos corporales son símbolos poderosos que comunican valores culturales e identidades personales, por lo que son de gran valor en el estudio de las culturas antiguas. En este estudio, Alarashi y sus colegas analizan los materiales que adornaban el cuerpo de un niño de ocho años enterrado en una tumba de la aldea neolítica de Ba'ja, en Jordania, que data de entre 7400 y 6800 a.C.

Los materiales en cuestión comprenden más de 2.500 piedras y conchas de colores, dos excepcionales cuentas de ámbar, las más antiguas conocidas hasta ahora en el Levante, junto con un gran colgante de piedra y un anillo de nácar delicadamente grabado.

Diversidad de elementos que componen el conjunto ornamental del CG7: A) Cuentas planas, B) Cuentas cilíndricas tubulares. CD) Cuentas de disco. E) Cuentas de conchas tubulares. F) Anillo de nácar multiperforado y grabado visto por ambas caras. G e I) Cuentas de piedra subesféricas compactas. H) Colgante doble perforado visto por ambas caras. Fotos: AE, GH: H. Alarashi, F: A. Burkhardt, Parque Nacional Ba'ja

Al analizar la composición, la artesanía y la disposición espacial de estos artículos, los autores concluyen que pertenecían a un solo collar compuesto de varias filas, el cual, desde entonces, se había desmoronado. Como parte de este estudio, los investigadores crearon una reconstrucción física del collar original que ahora se exhibe en el Museo de Petra, en el sur de Jordania.

El collar de varias filas es uno de los ornamentos neolíticos más antiguos e impresionantes que ha sido hallado, y proporciona nuevos conocimientos sobre las prácticas funerarias de la época que afectaban a individuos de un estatus social aparentemente alto. La confección del collar parece haber implicado un trabajo minucioso, así como la importación de ciertos materiales exóticos de otras regiones.

El estudio de este collar revela dinámicas sociales complejas entre los miembros de la comunidad de Ba'ja, incluidos artesanos, comerciantes y autoridades de alto nivel que habrían encargado tales piezas, lo que sin duda merece una mayor investigación de esta cultura neolítica.

Ejemplos de cuentas de concha Tridacna de la tumba CG7 que muestran tres patrones de líneas de crecimiento. AB) Longitudinales. C) Oblicua. DG) Horizontales. Fotos: H. Alarashi, Parque Nacional Ba'ja.

Ejemplos de cuentas planas y tubulares de calcita de CG7. AC) Ejemplos de cuentas planas bitruncadas con sección lenticular. DF) Ejemplos de cuentas tubulares de calcita de tipo cilíndrico. F) Desgaste de uso observado por erosión de la estría de perforación, adelgazamiento y fractura de las paredes de las perforaciones por fricción e inserción del extremo del cordón vecino en la perforación. Fotos: H. Alarashi, Parque Nacional Ba'ja

Los autores concluyen: "La recuperación de tal ornamento de la vida y su atribución a un niño pequeño muerto destaca el importante estatus social de este individuo. Más allá de las funciones simbólicas relacionadas con la identidad, se cree que el collar jugó un papel clave en la realización de los rituales de inhumación, entendidos como un evento público que reunía a familias, parientes, y gente de otros pueblos. En este sentido, el collar no es visto solo como perteneciente completamente al ámbito de la muerte, sino también al mundo de los vivos, materializando una memoria colectiva y momentos compartidos de emociones y cohesión social".

¿Fue la especie 'Homo naledi' la primera en enterrar a sus semejantes?

Foto: Restos fósiles de 'Homo naledi" en estudio. Robert Clark. National Geographic.

Una especie humana extinguida que vivió hace cientos de miles de años podría haber enterrado deliberadamente a sus muertos y grabado símbolos significativos en las profundidades de una cueva sudafricana: un comportamiento avanzado que generalmente se consideran exclusivos de los neandertales y de los Homo sapiens modernos. De confirmarse, tales enterramientos serían los más antiguos conocidos hasta la fecha, con una diferencia de al menos 100.000 años.

El paleoantropólogo Lee Berger también anunció estas afirmaciones en dos artículos de investigación publicados en el servidor bioRxiv (aquí y aquí) y en una conferencia celebrada en la Universidad Stony Brook de Nueva York (Estados Unidos).

Las publicaciones se producen ocho años después de que Berger informara por primera vez del descubrimiento de una nueva especie de homínido en el interior del sistema de cuevas de Rising Star, a 40 kilómetros al noroeste de Johannesburgo. Denominada Homo naledi, la especie se caracteriza por su pequeño tamaño (incluido un cerebro de aproximadamente un tercio del tamaño de los humanos actuales) y una desconcertante mezcla de rasgos anatómicos muy antiguos y relativamente modernos.

Los restos óseos descubiertos en la cueva se concentran en un único subsistema de difícil acceso y están datados entre hace 335.000 y 241.000 años, un periodo en el que los humanos modernos apenas empezaban a emerger en África.

"Hemos encontrado el espacio cultural de una especie humana no moderna", afirma Berger. La investigación está patrocinada por la National Geographic Society, donde Berger es explorador residente.

Lee Berger en el área de entrada al sistema de cuevas de Rising Star. Como 'Cuna de la Humanidad', la región es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Foto: AFP / Luca Sola.

La explicación más plausible

El equipo de Berger ya planteó la posibilidad de enterramientos intencionados en 2015, cuando anunció por primera vez el descubrimiento del Homo naledi. Esa parecía la explicación más plausible para explicar cómo más de 1800 fragmentos óseos acabaron en las profundidades de una cámara subterránea a la que solo se podía acceder mediante una caída vertical de cuatro pisos a través de una ranura de 20 centímetros de ancho (la longitud de un lápiz) que bautizaron como el Chute (tobogán).

Además, la posición y la integridad de algunos restos óseos sugerían que los muertos podían haber sido depositados cuidadosamente en el suelo de la cámara, en lugar de haber sido arrojados por el Chute para formar un amasijo de huesos en su base.

Los miembros del equipo, conocidos como "astronautas subterráneos", navegan por los estrechos toboganes que conducen a cámaras remotas donde se han encontrado más de 1800 fragmentos de huesos fósiles. El trabajo requiere un físico delgado y nervios de acero. FOTOGRAFÍA DE ROBERT CLARK, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

Muchos expertos se mostraban escépticos ante la posibilidad de que un homínido de cerebro pequeño pudiera adoptar un comportamiento tan humano y sugerían que los restos habían sido arrastrados por el agua hasta la cueva o por depredadores. Pero los fragmentos óseos no mostraban marcas de roeduras y el análisis del entorno y los sedimentos de la cueva descartó que se hubieran depositado por el agua.

Otros escépticos sugirieron que los humanos modernos, que probablemente coincidieron con el Homo naledi en el sur de África durante al menos 50.000 años, podrían haber transportado los cuerpos a través del Chute o de algún otro pasadizo que se hubiera derrumbado desde entonces. Pero el equipo de Rising Star no encontró señales de humanos modernos ni indicios de una entrada secundaria.

Lee Berger, líder de la expedición Rising Star, se cuela por un estrecho pozo conocido como Superman's Crawl. "Tuve que adelgazar 24 kilos para pasar por ahí", dice. FOTOGRAFÍA DE ROBERT CLARK, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

Los investigadores volvieron a Rising Star en 2017 y empezaron a hacer una serie de descubrimientos que hasta ahora no se habían revelado por completo. Incluyen concentraciones de fragmentos óseos de Homo naledi que pueden pertenecer a uno o más individuos en fosas poco profundas que atraviesan las capas del suelo de la cueva y no siguen su pendiente natural, lo que sugiere que las fosas fueron excavadas para enterrar restos de individuos de Homo naledi. Además, la composición del material de relleno de las fosas difiere de los sedimentos circundantes.

Un grupo de huesos se excavó en bloques completos y se estabilizó con yeso. Las tomografías computarizadas de los bloques revelaron los restos de al menos tres individuos, incluido un joven de más edad. Los restos del joven parecen inalterados y notablemente intactos, e incluyen 30 dientes en el orden correcto, dos series de costillas parciales, un pie derecho, un tobillo y huesos de las extremidades inferiores. Cerca de una parte de la mano derecha hay una roca que, según la hipótesis de los investigadores, podría ser un artefacto o herramienta de piedra, pero algunos expertos externos descartan de plano esta asociación.

Una reconstrucción artística del 'Homo naledi' basada en restos craneales de la cueva Rising Star pone de relieve su singular mezcla de rasgos primitivos y avanzados. FOTOGRAFÍA DE MARK THIESSEN, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

El primate "peculiar"

Los argumentos en torno a la inhumación deliberada de los muertos suelen girar en torno a las diferencias entre lo que los científicos denominan comportamiento mortuorio y comportamiento funerario, afirma André Gonçalves (izquierda), que estudia cómo interactúan los animales con los muertos. Los chimpancés y los elefantes, por ejemplo, muestran un comportamiento mortuorio cuando vigilan un cadáver o interactúan físicamente con él esperando que vuelva a la vida.

El comportamiento funerario, por el contrario, implica actos sociales intencionados por parte de seres capaces de pensamiento complejo que se entienden a sí mismos como separados del mundo natural y que reconocen la importancia del difunto. Hasta ahora, las primeras pruebas registradas de comportamiento funerario y enterramiento intencionado entre las especies de homínidos (incluidos tanto los humanos modernos como los neandertales) datan de al menos 100.000 años después del Homo naledi.

"Los humanos somos realmente peculiares como primates porque enterramos a nuestros muertos", dice Gonçalves. "Ningún otro primate parece hacerlo".

Los expertos externos que revisaron los trabajos para National Geographic plantearon diversas preocupaciones en torno a las pruebas de enterramiento deliberado. Algunos siguen sosteniendo que el agua podría haber arrastrado los fragmentos óseos hasta las depresiones naturales del suelo de la cueva, que luego se llenaron de sedimentos con el paso de los años.

Pero, según el antropólogo John Hawks (derecha), miembro del equipo de Rising Star y coautor de los trabajos, "la prueba más sólida que tenemos es que los enterramientos alteran la estratigrafía existente en la cueva".

La imagen muestra dos elementos funerarios descubiertos en la Cámara Dinaledi de la cueva Rising Star. Un cuerpo pertenecía a un 'Homo naledi' adulto y el otro era un juvenil.

Otra crítica tiene que ver con el estado de los huesos, la mayoría dispersos y desconectados. "La mayoría de los desplazamientos no pueden explicarse por el curso natural de la descomposición", afirma la paleoantropóloga María Martinón-Torres (izquierda), que estudió el enterramiento humano más antiguo conocido en África.

Los nuevos descubrimientos, sin embargo, han hecho cambiar un poco la opinión del antropólogo Chris Stringer (derecha). "Yo podría haber sido una de esas personas escépticas ante la idea de que una criatura de cerebro pequeño como el 'Homo naledi' pudiera adentrarse en la cueva para deshacerse de sus muertos", afirma. "Pero tengo que decir, por lo que he visto hasta ahora, que sí, que cambia mi punto de vista sobre el equilibrio de probabilidades".

Para Gonçalves, que considera que los descubrimientos son "prometedores", pero también mantiene una actitud de espera, la idea de que el Homo naledi tuviera comportamientos similares a los humanos no es especialmente sorprendente dada la proximidad espacial y temporal de los pequeños homininos con los humanos modernos. "De los chimpancés y los bonobos nos separan seis millones de años", afirma. "300.000 años no es nada".

Izquierda: En 2022 se descubrieron en las paredes de la cueva una serie de grabados y aguafuertes de figuras geométricas como cuadrados, escaleras, triángulos y cruces. Aún no se ha determinado si están relacionados con enterramientos cercanos. FOTOGRAFÍA DE BERGER ET AL., 2023B.
Derecha: Una imagen tomada con un filtro polarizador revela débiles rastros de grabados anteriores que fueron borrados y escritos encima. Estas marcas podrían demostrar que el Homo naledi era mucho más sofisticado de lo que se pensaba. FOTOGRAFÍA DE BERGER ET AL., 2023.

¿Escrito en la pared?

En un segundo artículo, los investigadores describen otro nuevo descubrimiento: formas y dibujos abstractos grabados en las paredes de las cuevas cercanas a los presuntos enterramientos. Las superficies inscritas parecen haber sido preparadas con una sustancia y alisadas, y algunas de las marcas parecen haber sido borradas y grabadas encima, lo que indica que se hicieron a lo largo de un periodo de tiempo.

La naturaleza de las paredes de caliza dolomítica de la cueva dificulta mucho la datación, y los investigadores admiten que "será un reto evaluar si los grabados son contemporáneos de las pruebas de enterramiento de 'Homo naledi' que se encuentran a sólo unos metros de distancia".

El arqueólogo Curtis Marean (izquierda) señala que "los diseños en forma de cruz que aparecen en las paredes de la cueva son muy similares a los encontrados en yacimientos posteriores de 'Homo sapiens' de la región, así como a la imaginería indígena khoi-san".

Aunque los investigadores advierten que se necesitan más estudios para identificar y analizar todos los grabados, señalan que la producción de diseños (ya sean pintados, grabados al aguafuerte o grabados) en las paredes de las cuevas u otras superficies se reconoce "como un importante paso cognitivo en la evolución humana".

El encéfalo de este cráneo compuesto masculino de 'Homo naledi' mide apenas 560 centímetros cúbicos de volumen, menos de la mitad que el cráneo humano moderno que tiene detrás. FOTOGRAFÍA BY STEFAN FICHTEL, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

¿Un cerebro más grande implica un comportamiento más complejo?

En un tercer artículo, Berger y sus colegas sintetizan sus datos sobre enterramientos y arte rupestre para poner en tela de juicio otra hipótesis muy arraigada: que un cerebro más grande implica un comportamiento más complejo, como fabricar herramientas, controlar el fuego y crear símbolos.

El registro fósil muestra que el tamaño relativo del cerebro de muchas poblaciones de homínidos aumentó en el transcurso de dos millones de años, alcanzando su punto álgido con el Homo sapiens. Mientras que el cerebro de un varón adulto moderno tiene una capacidad aproximada de 1500 centímetros cúbicos, el del Homo naledi no llegaba a los 600.

Si este homínido de cerebro pequeño realizaba comportamientos avanzados como el enterramiento deliberado y la creación de símbolos asociados a esos enterramientos, argumentan los investigadores, entonces el tamaño del cerebro no debería ser un factor importante a la hora de determinar si una especie de homínido es capaz de una cognición compleja.

Señalan que muchos avances clave en la evolución humana se produjeron entre homínidos de cerebro pequeño, como la creación de herramientas de piedra, la expansión inicial de África a Asia y el uso del fuego. Además, se sabe que otra especie de cerebro pequeño, Homo floresiensis, utilizaba herramientas y fuego. Según ellos, la estructura y el cableado del cerebro pueden haber desempeñado un papel más importante que su tamaño.

Aunque en los documentos no se mencionan específicamente pruebas de la existencia de fuego en Rising Star, Berger afirma que el equipo tiene pruebas de fuego controlado en el sistema de cuevas, incluidas docenas de hogares. "Ese lugar está lleno de hollín, fuego y huesos quemados. Está por todas partes", afirma. Está previsto datar las pruebas con carbono en el futuro.

Hay que esperar análisis más detallados y estudios revisados ​​por expertos sobre el hallazgo de las hogueras en Rising Star. Foto: Lee Berger.

"Una conversación humana global"

La decisión del equipo de investigación de hacer públicas sus extraordinarias afirmaciones sin publicarlas antes en una revista revisada por pares es motivo de frustración para algunos paleoantropólogos, pero Berger defiende la decisión. Los trabajos aparecerán finalmente en la revista digital eLife, junto con reseñas y un resumen editorial, con lo que "el proceso será transparente", afirma.

"Sus lectores podrán ver cómo los autores (nuestro gran equipo) interactúan con los revisores y editores como parte de la política de acceso abierto", explica Berger. Los autores tienen entonces la opción de mantener los artículos tal como están o de incorporar los comentarios de los revisores y otros científicos. "Efectivamente, estamos dejando que la gente observe el proceso de revisión y la forma en que funciona la revisión por pares".

Los expertos que revisaron los trabajos coinciden en que la paleoantropología está entrando en una nueva era con la creciente conciencia de que hay otras especies humanas que tienen comportamientos que hasta hace muy poco pensábamos que eran exclusivamente de "humanos modernos".

Con ello vienen las expectativas de más descubrimientos sobre cómo vivía el Homo naledi, y cómo están relacionados con nosotros (o no). "Si esta especie estaba adaptada a vivir en cuevas y a adentrarse en ellas, como se insinúa en Rising Star, entonces debe haber más pruebas de ello en muchos otros yacimientos de Sudáfrica", señala Stringer.

"Esto merece una conversación humana global", añade Berger. "¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo continuamos? Acabamos de descubrir un espacio cultural de otra especie que no es humana [moderna], que no está en nuestro nivel. No es como nosotros. ¿Cómo lo tratamos? Y estoy esperando a oírlo".

Fuentes: nationalgeographic.es | amp.cnn.com | 6 de junio de 2023

El estigma de la crucifixión: por qué el arte tardó cientos de años en representar a Jesús muriendo en la cruz

Pavias Andreas: detalle de 'La Crucifixión', segunda mitad del siglo XV. Galería Nacional - Museo Alexandros Soutsos, Atenas.

Podría decirse que la cruz, o crucifijo, es la imagen central del cristianismo. ¿Cuál es la diferencia entre los dos? Una cruz es solo eso: una cruz vacía. Se erige como una declaración de que Jesús ya no está en la cruz y, por lo tanto, simboliza su resurrección. Un crucifijo, en cambio, incluye el cuerpo de Jesús para recordar más vívidamente a los espectadores su muerte.

Muchos cristianos contemporáneos, desde obispos hasta gente común, usan algún tipo de cruz o crucifijo alrededor del cuello y sería raro encontrar una iglesia que no tuviera al menos una en un lugar destacado del edificio.

Si bien es un símbolo de fe, no son solo los piadosos los que llevan cruces. Madonna usó constantemente aretes y collares con crucifijos durante las décadas de 1980 y 1990. Se dice que lo hizo de modo provocativo, porque, según ella, "pensaba que Jesús era sexy".

Madonna ha empleado durante mucho tiempo imágenes de la cruz. Rich Fury/Invisión/AP

La reciente ubicuidad de la cruz como artículo de moda significa que se vende en todo tipo de establecimientos, desde tiendas de moda juvenil baratas hasta joyerías famosas por sus cajitas turquesas, donde un collar con una cruz de diamantes puede costar más de $ 10,000.

El tema de la Met Gala 2018, Heavenly Bodies: Fashion and Catholic Imagination, otorgó aún más a las imágenes religiosas el estatus de ícono de la moda al convertirlas en el centro de uno de los eventos clave de esta industria.

Sin embargo, la cruz no siempre fue el símbolo dominante del cristianismo que es ahora, y ciertamente los primeros cristianos no la habrían usado como un accesorio de moda. De hecho, los cristianos tardaron siglos en comenzar a representar la cruz en su arte.

Jennifer Lopez en la Met Gala 2018, con el tema Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination. Evan Agostini/Invisión/AP.

Una muerte indigna

Si bien algunos quieren dar crédito al emperador Constantino por el uso de la cruz que generalizó después del siglo IV, el asunto no es tan simple. Parte de la respuesta radica en la naturaleza de la crucifixión misma.

Aunque la crucifixión incluía cierta variedad en su realización en la antigüedad, era típicamente una forma de ejecución reservada a personas que no pertenecían a la élite ni a los ciudadanos en el Imperio Romano del siglo I.

Los esclavos, los pobres, los delincuentes y los manifestantes políticos fueron crucificados a miles por “crímenes” que hoy podríamos considerar delitos menores. Los tipos de estructuras en cruz pueden diferir, pero como forma de ejecución la crucifixión era brutal y violenta, diseñada para avergonzar públicamente a la víctima mostrándola desnuda en un patíbulo, afirmando así el poder de Roma sobre los cuerpos de las masas.

Que Jesús sufriera una muerte tan indigna supuso una vergüenza para algunos cristianos primitivos. El apóstol Pablo describe la crucifixión de Jesús como un "escollo” o un “escándalo” para determinados judíos. Otros lo imbuirían con un significado sacrificial para dar sentido a cómo habría sufrido, de tal modo, el que se proclamó Hijo de Dios. Pero la vergüenza asociada con este tipo de muerte permaneció.

Una pieza de grafito ahora infame, que data de principios del siglo III y hallada en Roma, podría decirse que se burla de la forma de muerte que sufrió Jesús. Esbozado en una pared de Roma, el grafito de Alexamenos representa una figura masculina con cabeza de burro en una cruz debajo de la cual está escrito "Alexamenos, adora a Dios". La sugerencia es que esta parodia estaba dirigida a los cristianos, precisamente porque adoraban a un hombre que había muerto por crucifixión.

El grafito de Alexamenos en Roma. Wikimedia Commons.

Imágenes cristianas

Felicity Harley-McGowan, experta en crucifixión y arte cristiano primitivo, argumenta que los cristianos comenzaron a experimentar creando sus propias imágenes específicamente cristianas alrededor del año 200, aproximadamente 100 a 150 años después de que comenzaron a escribir sobre Jesús.

La lentitud para representar a Jesús en una cruz no se debió a una sensibilidad general hacia las artes visuales, aunque parecen haber sido muy selectivos en lo que retrataron. Las obras de arte generalmente representaban historias bíblicas y usaban imágenes bucólicas para mostrar a personas siendo rescatadas de la muerte o para contar las historias de héroes bíblicos como Daniel o Abraham.

Los primeros trabajos que representan la muerte de Jesús no siempre mostraban una cruz abierta, como en esta imagen del año 440 d. C. de la iglesia de Santa Sabina. Wikimedia Commons, CC BY-SA.

En el siglo IV, los cristianos comenzaron a representar otras escenas de muerte de la Biblia, como la resurrección de la hija de Jairo, pero aún no la muerte de Jesús. Harley-McGowan escribe: "Está claro que las primeras representaciones de muertes en el arte cristiano primitivo apuntaban su enfoque a las acciones posteriores al evento aludido". Tales representaciones enfatizaban la curación, la nueva vida y la resurrección de la muerte. Este énfasis es una explicación de por qué los cristianos tardaron en describir la muerte real de Jesús.

Una de las primeras representaciones existentes de Jesús se puede encontrar en los Marfiles de la Pasión de Maskell, los cuales datan de principios del siglo V, más de 400 años después de su muerte. Estos marfiles formaban parte de un ataúd que incluye una escena de muerte en medio de una variedad de escenas que cuentan la historia de Jesús.

Marfiles de la Pasión de Maskell. Una de las primeras representaciones existentes de Jesús. © Los fideicomisarios del Museo Británico, CC BY-NC-SA.

Como mucho del arte cristiano anterior, el énfasis se mantuvo en la victoria de Jesús sobre la muerte, en lugar de cualquier deseo de representar la realidad o la violencia de su crucifixión. Una forma de mostrar esto fue retratar a Jesús en una cruz, pero con los ojos abiertos, vivo e invicto por la cruz; en los marfiles de Maskell el estado de atención de Jesús contrasta claramente con el Judas muerto.

Si bien hay un amuleto mágico del siglo III que incluye una imagen de crucifixión (y puede haber otras gemas y amuletos perdidos a través de la historia que asociaban su resurrección de la muerte en términos mágicos), las representaciones de la cruz solo comenzaron a surgir en el siglo V y seguiría siendo raro hasta el siglo VI.

Este amuleto mágico, tallado en jaspe, data del siglo III. © Los fideicomisarios del Museo Británico , CC BY-NC-SA.

A medida que se comenzaron a construir iglesias, aparecieron crucifijos grabados en las puertas de las iglesias y seguirían siendo la imagen más estándar hasta la influencia de la Reforma con la representación de la cruz vacía.

La cruz sigue teniendo una historia compleja, ya que grupos como el Ku Klux Klan la utilizan como símbolo del poder eclesial cristiano y de la supremacía blanca. Puede haber belleza, intriga, magia y terror en estas cruces tradiciones. Por un lado, se erige como un símbolo de la fe cristiana en la muerte y resurrección de Jesús. Por otro, es un recordatorio de la violencia de los Estados y la pena capital.

Tal vez, 2000 años después, siga siempre siendo ambas cosas, incluso cuando tiene incrustaciones de diamantes.

Este colgante bizantino temprano data del siglo VI o VII. © Los fideicomisarios del Museo Británico , CC BY-NC-SA

Fuente: theconversation.com | Por | 6 de abril de 2023

La oración más antigua dedicada a la Virgen

Este icono del siglo VII representa a María como Madre e intermediaria de los hombres. La Razón.

Es un papiro de reducido tamaño, escrito en griego y de textura frágil. Es legible, a pesar de las pérdidas evidentes que presenta, y se conserva entre dos cristales para preservarlo del deterioro. Apareció en el norte de Egipto, en la ciudad de Oxirrinco, una localidad que adquirió renombre internacional cuando fue excavada en el siglo XIX, en el año 1897, por una pareja de arqueólogos británicos, Bernard Pyne Grenfell y Arthur Surridge, y extrajeron de un antiguo vertedero, que se conservaba en una zona de sus arrabales, un abundante conjunto de manuscritos que después han deparado, y todavía deparan, innumerables sorpresas a los historiadores. Este documento se conserva en la Colección John Rylands de la Universidad de Manchester, en Inglaterra, y se publicó en los años 30 del siglo anterior, pero hasta ahora había pasado con cierta discreción entre los investigadores.

Aunque se conocía su existencia no ha sido hasta este momento, al haberse transcrito su texto de nuevo de manera íntegra y enmendado errores de la traducción anterior, que todavía perduraban, cuando su importancia ha tomado mayor relieve, aunque los estudiosos sospechaban ya lo que albergaba este fragmento.

Está datado por E. Lobel en el año 250 d. C., y durante siglos se conservó bajo la arena del desierto junto a otros materiales arqueológicos. El papiro fue uno de los materiales más extendidos en la antigüedad y el soporte sobre el que se conservaron y transmitieron numerosas obras de la cultura griega y latina. Circuló a lo largo de la cuenca del Mediterráneo, pero en el interior de Europa apenas se han conservado ejemplares debido, sobre todo, a la acción de la humedad, un elemento dañino para su preservación, lo que convierte a esta clase de documentos en unas piezas esenciales para ahondar en el pasado literario de Occidente y Oriente Medio. Este fragmento, de hecho, se ha salvado debido a la sequedad que predomina en el Norte de África. Algo que ha hecho que también sobreviviera su secreto.

Entre sus líneas se conserva la que es hasta ahora la fórmula más primitiva del «Salve Regina». Esto lo convierte en un documento crucial para la historia del cristianismo y la religión. Durante años se había mantenido la creencia de que el culto dedicado a la Virgen tenía unas raíces más tardías. Los historiadores consideraban que sus orígenes estaban en el concilio ecuménico de Éfeso, que se celebró entre el 22 de junio y el 16 de julio del año 431. Fue justo en esas fechas cuando se proclamó que María era «Madre de Dios» o «theotokos», que es el nombre que recibe en griego. Siempre se había tomado este instante como el punto de partida de un culto que, aunque pudiera existir un poco antes, arraigaría a partir de ese instante de una manera plena entre los fieles y prosperó con evidente fortuna a lo largo de la Edad Media.

Esta idea se mantuvo durante siglos, y en la posterior disputa que mantuvieron católicos y protestantes salió a relucir. Estos últimos sostenían que la Iglesia había incorporado dicha devoción y que en realidad no existía ninguna mención a este respecto en la Biblia. Pero el papiro demuestra ahora que ya existía una vocación anterior hacia la Virgen. De hecho, entre sus líneas se mantiene íntegra la oración dirigida a la Madre de Cristo más antigua que se conoce en la actualidad y está datada en un periodo más antiguo de lo que la mayoría podía imaginar.

«Durante muchos años, este documento se ha dejado de lado. Puede que uno de los motivos fue que resultaba controvertido porque contiene a una oración a la Virgen María. El texto ha descolocado a varios teólogos porque aparece en la mitad del siglo III, antes de lo que nadie podía pensar. Algunos sostenían que este título de la Virgen como “Madre de Dios” no se había hecho oficial hasta el siglo V o de ahí en adelante», comenta el filólogo Felipe Hernández Muñoz (izquierda), del departamento de Clásicas de la Universidad Complutense, que ha traducido el texto y confirmado los que tantos intuían: su relevancia para el cristianismo, tanto para su culto como para su pasado. «Podemos deducir que los cristianos entendieron desde el relato de la Pasión, cuando Jesús le dice a Juan: "Ahí tienes a tu madre", que la Virgen no solo era la de Juan, sino también la Madre de toda la Iglesia y de todos los cristianos. Esto lo asumió la religión popular y las primeras comunidades de esta fe», asegura Felipe Hernández.

Aunque conocía el documento, él mismo quiso examinarlo en persona y acudió el diciembre pasado a la Rylands Collection. «Aproveché un viaje personal para acercarme. Hablé con los responsables de la biblioteca y les pregunté si era posible verlo. Me advirtieron de antemano que se encontraba en un estado muy precario. Estos documentos suelen sufrir mucho. Por eso en un principio solo me dejaban consultar una reproducción digital de una enorme calidad. Pero –subraya–, al llegar, el responsable me sacó el papiro y permitió que lo fotografiara. Pude consultar el catálogo que tienen disponible y es cuando reparé que el texto no estaba bien transcrito». Se lo comentó, entonces, al conservador «y le subrayé que era importante, porque lo que puede leerse en el catálogo no es lo que hay en el papiro. Por tanto, dejé una hoja con la transcripción correcta del griego y la traducción en inglés y en latín. Ahora se han puesto en contacto conmigo y lo van a actualizar».

Lo que se lee en este papiro es una oración muy sencilla, pero que cualquiera que conozca el culto cristiano reconocerá: «Bajo tus / entrañas misericordiosas / nos refugiamos, / madre de Dios. Nuestras / peticiones no des-/precies en el apuro / sino que del peligro, / líbranos, / solo tú santa, / la bendita».

Uno de los aspectos que enseguida llamó la atención de Felipe Hernández fue que se usara el plural. «Percibimos una escritura cuidada. Está toda en mayúsculas y en griego, la lengua más extendida entonces. Hay rotos en el papiro, pero las letras se pueden intuir sin problema. Lo que me resultó interesante es que no usa el “líbrame del peligro”, sino el “líbranos del peligro”. Es como si ya existiera entre estas personas la conciencia de formar parte de una comunidad. No es una oración individual. También sobresale que las primeras palabras son “bajo tus entrañas misericordiosas”. Esta expresión es similar al principio de la “Salve Regina”, comparte similitudes con la oración “Bajo tu amparo”. Esto, probablemente, se perpetuó y explique por qué los creyentes se referirían a María como Madre de la Misericordia o también “ojos misericordiosos”. La conexión entre este texto tan antiguo y nuestra “Salve” es bastante emocionante».

Pero, ¿Cuál fue el contexto en el que nació la oración? Parece que el plural hace alusión a las peculiares circunstancias en las que se concretó. «Desde el punto de vista histórico se le pide a la Virgen que los libre del peligro. Este peligro común podría ser una de las persecuciones que padecieron los cristianos en el Imperio Romano. Lo que tendría sentido, porque fue una comunidad cristiana que ruega a María para que acuda y los ayude. Le están pidiendo amparo y protección. Esto nos indicaría también por qué las oraciones a la Virgen pueden ser anteriores a lo que se defendía. De hecho, conocemos representaciones de la Virgen en el arte que también son antiquísimas. La idea de la Virgen como icono medieval hay que reconsiderarla, porque se preservan también imágenes anteriores. Este papiro –asegura– verifica que ya se había asentado su culto en el siglo III y que este título de “madre de Dios” estaba presente en los primeros cristianos. Solo es después cuando se le da un carácter oficial, pero la realidad es que ya circulaba entre las comunidades cristianas y que podría tener relación con las persecuciones de los romanos».

Fuente: larazon.es | 5 de febrero de 2023