Mostrando entradas con la etiqueta Prehistoria. Mostrar todas las entradas

Hallan las marcas de arado más antiguas de Europa, con una datación de hace unos 7.000 años en Suiza

Huellas de pezuñas de cabras y ganado doméstico en el yacimiento de Anciens Arsenaux. Crédito: ARIA SA/s. van Willigen et al. / Comunicación de humanidades y ciencias sociales. Nature (2024)

Excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el enclave de Anciens Arsenaux, Sion, cantón de Valais, Suiza, han arrojado conocimientos innovadores sobre las primeras prácticas agrícolas, poniendo en cuestión creencias previas y remodelando nuestra comprensión del período Neolítico en Europa.

En este sentido, un equipo de arqueólogos ha descubierto evidencias que sugieren que los agricultores neolíticos de la región suiza mencionada empleaban tracción animal para tirar del arado hace entre 5.100 y 4.700 años a.C., casi un milenio antes de lo que se pensaba.

Situado en el fértil cono aluvial del Sionne, un torrente alpino que atraviesa la ciudad de Sion antes de unirse al Ródano, la excavación del lugar en 2017 por arqueólogos que trabajan para los Archivos Cantonales del Valais reveló capas de ocupación humana entremezcladas con depósitos aluviales que abarcan el período Neolítico desde aproximadamente entre el 5200 y el 3500 a.C.

Mapa que muestra la ubicación del yacimiento de Anciens Arsenaux (Sion, cantón de Valais, Suiza; punto amarillo). Crédito: S. van Willigen et al., Comunicaciones en humanidades y ciencias sociales (2024)

No se puede subestimar la importancia de estos depósitos aluviales, ya que desempeñaron un papel crucial en la conservación de las antiguas huellas de arado. Susceptibles a la erosión, o a perturbaciones agrícolas, los surcos hallados en Sion han perdurado debido a la rápida sedimentación del arroyo circundante y el encapsulamiento de las huellas de arado dentro de las capas del suelo.

El descubrimiento de surcos paralelos y huellas de pezuñas en el sitio aludido proporciona evidencia convincente de la utilización de herramientas similares a arados tirados por ganado o bueyes domesticados durante el período Neolítico temprano. Este hallazgo desafía las suposiciones anteriores de que el norte de Alemania y Dinamarca fueron los primeros epicentros europeos donde se utilizó la tracción animal en la agricultura, con evidencias que se remontan aproximadamente al 3.700 a.C.

a) plan de excavación; b) marcas de arado (grupo 499 en a) halladas durante la excavación; c) marcas de arado (grupo 499 en a ); d) excavación del bloque micromorfológico EM97 a través de una de las ranuras de marcas de arado en el grupo 499 con la sección delgada analizada mostrada en rojo. Imágenes: ARIA SA.

La datación por radiocarbono de materiales orgánicos encontrados encima y debajo de las alteraciones del suelo proporcionó evidencia concluyente de la antigüedad de las marcas de arado. Los hallazgos sugieren que la tracción animal surgió simultáneamente con el advenimiento de la agricultura misma, lo que representa una innovación fundamental que revolucionó la productividad agrícola y la dinámica social.

“Nuestra investigación ha proporcionado un marco cronológico sólido para las primeras marcas de arado conocidas en Europa, que datan de entre 5100 y 4700 a.C. Estos restos demuestran que el uso de la fuerza animal apareció poco después de los primeros indicios de una economía de producción en los Alpes”, escriben los arqueólogos en su artículo publicado en la revista Nature.

Las implicaciones de estos hallazgos se extienden más allá de la innovación tecnológica y remodelan nuestra comprensión de la intensificación agrícola y sus repercusiones sociales durante la expansión neolítica en toda Europa. La capacidad de cultivar campos más grandes con tracción animal probablemente impulsó la estratificación económica y la complejidad social durante el período Neolítico, principalmente en términos de aumento de la producción y posterior desigualdad de riqueza, lo que desafía narrativas convencionales, o de larga tradición, sobre el ritmo y la trayectoria del desarrollo agrícola.

(a) Resumen cronológico de los Conjuntos N1, AG1 y N2. (b) Fotogrametría de la parte inferior de la estratigrafía del yacimiento de Anciens Arsenaux. (c) Selección de cerámicas del Conjunto N1. Los números 2 y 3 son fragmentos de un jarrón de fondo hueco característico de la fase temprana de la cultura Vasi a Bocca Quadrata en la llanura del Po, que data de principios del quinto milenio a. C. (d) Selección de cerámicas del Conjunto N2. Crédito: ARIA SA; fotografías y dibujos de los tiestos: S. van Willigen, InSitu SA / Comunicaciones en humanidades y ciencias sociales (2024).

La capacidad de trabajar campos más grandes con tracción animal pudo haber sido más una parte integral de los procesos iniciales de la neolitización del continente europeo que fruto de un desarrollo revolucionario posterior.

El entorno alpino único de Sion probablemente jugó un papel crucial en la preservación de las evidencias de un uso temprano del arado, y ofrece un terreno fértil para futuras exploraciones sobre los orígenes de la tracción animal en la agricultura. Para investigar más a fondo estos orígenes, el equipo arqueológico planea extender sus excavaciones a entornos alpinos similares en toda Suiza e Italia.

Fuente: archaeologymag.com | 8 de marzo de 2024

El pasado evolutivo de la India vinculado a una enorme migración hace 50.000 años y a parientes humanos ya extintos

El mayor estudio sobre los genomas de los pueblos del sur de Asia ha revelado conocimientos extraordinarios sobre la variación genética en la India. (Crédito de la imagen: hadynyah a través de Getty Images)

Un equipo de investigadores ha obtenido nuevos conocimientos sobre la historia evolutiva de la India después de realizar el estudio genómico más grande de su tipo. Los científicos analizaron más de 2.700 genomas indios modernos de 17 estados, incluido el ADN de individuos de la mayoría de las regiones geográficas, hablantes de las principales lenguas y grupos tribales y de castas.

Su estudio revela que uno de los tres principales grupos ancestrales de la India, los antiguos agricultores iraníes, se remonta a un grupo de agricultores procedentes de Sarazm, en lo que hoy es Tayikistán. También descubrieron la extraordinaria diversidad de ADN heredado de los neandertales y denisovanos, los parientes más cercanos y ahora extintos de los humanos modernos.

Además, el equipo descubrió que la mayor parte de la variación genética dentro de la población india actual proviene de un único e importante evento migratorio de humanos modernos a la India desde África hace unos 50.000 años.

Los investigadores describieron sus hallazgos en un artículo publicado en la base de datos de la página de bioRxiv.

"Las poblaciones del sur de Asia a menudo están subrepresentadas en los estudios genómicos", dijo a Live Science en un correo electrónico Elise Kerdoncuff (izquierda), autora principal del estudio y genetista de poblaciones de la Universidad de California, Berkeley (UCB). "El estudio de las poblaciones indias nos ayuda a comprender la historia de la India y, como demuestra nuestro estudio, también proporciona información valiosa sobre aspectos más amplios de la historia humana".

India, hogar de más de 1.400 millones de personas, es uno de los países más poblados del mundo, con más de 4.500 poblaciones antropológicamente bien definidas, incluidas castas, tribus y grupos religiosos. Sin embargo, a pesar de esta amplia diversidad, las poblaciones indias a menudo han estado subrepresentadas en los estudios genómicos, que se han centrado principalmente en personas de ascendencia europea.

Para pintar una imagen más clara de la variación genética en la India, los autores del nuevo estudio analizaron los genomas de miles de personas que participaron en el Estudio de envejecimiento longitudinal en la India: evaluación diagnóstica de la demencia (LASI-DAD). Los participantes tenían más de 60 años y aceptaron que se les tomaran muestras de sangre para su análisis.

La mayoría de los indios tienen ascendencia de tres grupos ancestrales: los antiguos agricultores iraníes, los pastores de la estepa euroasiática y los cazadores-recolectores del sur de Asia. Los investigadores ya entendían cómo llegaron estos dos últimos grupos a la India, pero no sabían cómo y cuándo llegó a la región el ADN de los antiguos agricultores iraníes, según la coautora del estudio Priya Moorjani (derecha), profesora asistente de genética, genómica, evolución y desarrollo. en UCB.

En un análisis del nuevo estudio, el equipo comparó el ADN de los indios modernos con el de individuos relacionados con Irán desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro. Descubrieron que el ADN antiguo relacionado con Irán, y heredado por las poblaciones indias, se originó a partir de individuos de Sarazm del Neolítico temprano.

En un análisis separado, los investigadores compararon el ADN de los indios modernos con el de los genomas secuenciados del neandertal y denisovano y descubrieron que los indios, como la mayoría de los no africanos, heredaron entre el 1% y el 2% de su ADN de estos grupos. Este ADN es muy diverso: casi el 90% de todos los genes neandertales conocidos encontrados en humanos fuera de África se detectaron en los genomas indios estudiados.

El equipo también descubrió que la mayor parte de la variación genética encontrada en los indios modernos proviene de una única migración importante de individuos de África hace unos 50.000 años. Esto contrasta con estudios arqueológicos anteriores que sugerían que los humanos modernos se asentaron en la India antes, por ejemplo, antes de que el volcán Toba entrara en erupción hace unos 74.000 años .

"Quedan muchas preguntas, en particular sobre la población que vivía en la India hace 50.000 años. Por ejemplo, los investigadores aún no saben si el rango de neandertales y denisovanos se extendía hasta el sur de Asia, o si los humanos modernos encontraron neandertales y denisovanos más al este de Eurasia de lo que se creía", dijo Moorjani. "Es posible que estos genes hayan sido llevados consigo a la India, por ejemplo".

"En el futuro, al combinar conocimientos de otros campos como la arqueología y la lingüística, espero que la historia, a escala fina de nuestro pasado evolutivo, se vuelva más clara", concluye.

Fuente: livescience.com | 11 de marzo de 2024

El enigma de la excepcional tumba con joyas de oro ¿Una princesa de Europa central en el Alicante de la Edad del Bronce?

Conos de oro hallados en la tumba de Orihuela y recreación del aspecto de la "princesa de los Cárpatos". López Padilla, J.A., et al.

Las excavaciones realizadas a principios del siglo XX en San Antón, Orihuela,uno de los yacimientos de la Edad del Bronce más relevantes de la provincia de Alicante, sacaron a la luz una gran cantidad de tumbas prehistóricas. El encargado de los trabajos, el sacerdote jesuita Julio Furgús, interpretó el sitio, con casi 800 enterramientos, como una necrópolis, aunque se trataba en realidad de un asentamiento argárico, una sociedad guerrera con organización jerárquica y construcciones monumentales que inhumaba a sus muertos bajo las viviendas. El 1905 dio a conocer los datos de una sepultura particular que incluía un excepcional ajuar con objetos de oro.

La revisión, gracias a la nueva información proporcionada por el registro arqueológico, de los restos humanos y materiales conservados en la tumba y su contexto revela ahora unas sorprendentes conexiones sociales entre el sureste de la península ibérica y la cuenca carpática, en Europa central. En un estudio publicado en la revista Antiquity, un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico de Alicante propone que la mujer enterrada en el yacimiento argárico con los elementos típicos de la élite social pudo ser una 'princesa' llegada desde el otro lado del continente.

Territorio argárico del sureste de la península ibérica ( c. 1700 a. C.

En este enterramiento singular de San Antón, fechado entre 1900-1650 a.C., el jesuita Furgús documentó el esqueleto —hoy perdido— de una mujer, recostada en posición encogida sobre su lado derecho y con el cráneo, totalmente embadurnado de negro, orientado al oeste. El excavador reseñó que a cada lado de la cabeza había una espiral de plata, usadas probablemente como pendientes o adornos para sujetar el cabello, y una vasija de gran tamaño muy fragmentada. A la altura de la cintura descubrió un cuchillo de 14 cm de largo adherido a un pequeño pañuelo de tela y dos punzones, uno de metal y otro de hueso.

No obstante, lo más significativo era una colección de 73 "conos huecos" de oro, de los que solo se conservan 42, localizados entre las vértebras del cuello. La aparición de conchas marinas perforadas y dos pequeños discos de marfil de 5 mm de diámetro empujó a Furgús a pensar que se trataban de los elementos de un collar. Pero tras un siglo de investigaciones sobre el mundo argárico, que floreció aproximadamente entre 2200 y 1550 a.C., ese extraordinario conjunto de pequeños conos representa un unicum dentro del legado arqueológico de esta misteriosa civilización que revolucionó la península ibérica.

Ajuar funerario conservado de San Antón. (a, b) Espirales de plata; c) conos de oro perforados; (d) Daga de cobre arsénico con restos de tela adheridos.

Juan A. López Padilla, Francisco Javier Jover Maestre, Ricardo E. Basso Rial y María Pastor Quiles, autores del artículo científico, explican que este conjunto es el único ejemplo de joyería argárica elaborado con una técnica que consiste en embutir una pequeña laminilla de oro dispuesta encima de una matriz con una oquedad de forma cónica y, más destacable todavía, el único que no encuentra un paralelo hecho en plata, el material más abundante en la orfebrería de esta sociedad.

¿Viaje o regalo?

¿Pero cuál era la verdadera utilidad de estas diminutas piezas? A finales del siglo pasado algunos investigadores ya señalaron el parecido de los conos de oro del yacimiento de San Antón con los que formaban parte del tesoro de Kápolnahalom, hallado en el norte de Hungría. En una necrópolis de Eslovaquia perteneciente a la cultura Otomany-Füzesabony, también de la Edad del Bronce (2100-1600 a. C.), han aparecido 144 artefactos de oro casi idénticos en seis tumbas femeninas, y en torno a las clavículas de los esqueletos, pertenecientes a mujeres del más alto rango social. Diversas investigaciones han desvelado que el uso de una amplia variedad de objetos de oro y bronce cosidos a materiales textiles para decorar las ropas fue una tradición extendida en Europa central en esta época.

Conos de oro huecos perforados del tesoro de Jászdozsa-Kápolnahalom (diám. 4-5 mm). Damjánich János Múzeum (Szolnok, Hungría). (Fotografía: Péter Makrai.)

Objetos de oro del ajuar funerario de la tumba 404 de Nižná Mysl'a, Eslovaquia (fotografías: Instituto de Arqueología de Nitra; Academia de Ciencias de Eslovaquia) y boceto del entierro con la distribución del ajuar funerario.

Los arqueólogos españoles aseguran que existen parecidos evidentes entre los conos de la zona de los Cárpatos y los de San Antón, dos regiones separadas por más de 2.000 kilómetros, tanto a nivel de diseño y fabricación como por su distribución en los esqueletos. Sería por lo tanto un lujoso adorno que se colocaba en algún dobladillo de los vestidos de mujeres de alto estatus.

El gran interrogante a resolver es que el enterramiento hallado en Orihuela resulta extraordinario y único para el mundo argárico. Un estudio reciente de una serie de tumbas de La Almoloya, uno de los principales núcleos de El Argar, reveló que esta sociedad practicó la exogamia femenina. López Padilla y el resto de autores del artículo de Antiquity recuerdan que el movimiento de mujeres entre asentamientos también fue común en la Europa de la Edad del Bronce, incluyendo las poblaciones de la cuenca carpática.

Los arqueólogos ven más probable la presencia de una "princesa de los Cárpatos" en el suroeste de la península ibérica como resultado de estas prácticas sociales que el largo viaje de un artesano para elaborar este artefacto exclusivo o que un orfebre local hubiera copiado dicha tradición externa para las élites argáricas. "El hecho de que ningún equivalente de plata se haya descubierto hasta el momento es una evidencia muy significativa en este sentido. Esto también hace improbable que el vestido fuese un regalo enviado desde el otro lado de Europa para una 'princesa' argárica, aunque esto no debe descartarse completamente a la luz de nuevas pruebas de un comercio e intercambio textil en la Edad del Bronce", concluyen los investigadores.

Fuente: elespanol.com | 14 de marzo de 2024

Descubren evidencias del uso de pírsines, de hace 11.000 años, posiblemente como ritual de mayoría de edad en Turquía

Diagrama que muestra ejemplos de los adornos encontrados e indica cómo pudieron haber sido usados. Crédito: Antigüedad (2024).

Un equipo de arqueólogos ha descubierto más de 100 adornos para uso corporal en entierros de adultos de hace aproximadamente 11.000 años de antigüedad en Turquía, lo que proporciona la evidencia concluyente más temprana de pírsines (piercings, en inglés) y sugiere que las perforaciones en la piel pudieron haber sido un ritual para denotar la mayoría de edad.

Se han encontrado anteriormente objetos parecidos a pendientes en yacimientos neolíticos del suroeste de Asia, pero no había pruebas claras del uso de pírsines.

"Sabíamos que en el Neolítico existían artefactos en forma de pendientes, los cuales se han encontrado en muchos yacimientos", dice la coautora de la investigación, la Dra. Emma Lousie Baysal (izquierda), de la Universidad de Ankara. "Pero nos faltaban hallazgos 'in situ' que confirmaran su uso en el cuerpo humano antes del Neolítico tardío".

Para abordar esta circunstancia, un equipo de investigadores de varias instituciones turcas ha analizado una serie de entierros en el yacimiento del Neolítico temprano de Boncuklu Tarla, Turquía, en los que se descubrieron más de 100 adornos destinados a ser utilizados como pírsines corporales. Sus conclusiones se han publicado en la revista Antiquity.

Ejemplos de labrets de Boncuklu Tarla. Tipo 1: c1–3; tipo 2: a1 y a4; tipo 3: a2 y a3; tipo 4: c4; tipo 5: b1 y b2; tipo 6: d1–6; tipo 7: e (fotografías del Archivo de Excavación Boncuklu Tarla).

"Queríamos conocer los primeros ejemplos de perforaciones corporales, qué materiales se utilizaban con fines decorativos y quiénes perforaban sus cuerpos", dice la Dra. Baysal.

Los adornos fueron descubiertos en las tumbas de personas al lado de sus orejas y barbillas, lo que proporciona una fuerte evidencia de que se usaban como pírsines.

De los adornos encontrados, 85 están completos y la mayoría están elaborados con piedra caliza, obsidiana o guijarros de río. Sus diferentes tamaños y formas sugieren que fueron hechos para usarse tanto en perforaciones en la oreja como en el labio inferior (llamados labrets). Esto está respaldado por el análisis de los esqueletos, al haberse encontrado un desgaste en los incisivos inferiores, lo que es consistente con ejemplos del uso del labret en varias culturas pasadas y modernas.

La ubicación de Boncuklu Tarla y la distribución de pírsines y adornos para las orejas en el suroeste de Asia (figura de E. Kodaş).

Un examen más detallado de los esqueletos encontró que tanto los hombres como las mujeres tenían perforaciones, pero eran usadas exclusivamente por adultos. Ninguno de los entierros de niños tenía evidencia de estos adornos.

Ello sugiere que los pírsines no eran sólo estéticos, sino que también tenían un significado social. Es probable que actuaran como un rito de iniciación que significaba que una persona había alcanzado la madurez. Tales descubrimientos proporcionan la primera indicación sobre el propósito para el cual se hicieron y usaron los primeros pírsines.

Un ejemplo de 'labret' tipo 5 desde el interior de la boca (ilustración insertada). La mitad superior de la figura muestra el desgaste labial de los incisivos inferiores del individuo causado por el adorno del 'labret' (fotografías del Archivo de Excavación Boncuklu Tarla, figura de los autores).

Según la Dra. Baysal, "Esto demuestra que las tradiciones que todavía forman parte de nuestras vidas hoy en día ya se desarrollaron en el importante momento de transición neolítica cuando la gente comenzó a establecerse en aldeas permanentes en Asia occidental hace más de 10.000 años".

También proporciona un medio adicional para explorar cómo las personas en el pasado expresaban sus identidades a través de sus apariencias personales. "Tenían prácticas de ornamentación muy complejas que incluían cuentas, pulseras y colgantes, incluido un mundo simbólico muy desarrollado que se expresaba a través del cuerpo humano", dice la Dra. Baysal.

Una cuenta de piedra excavada en una tumba de Boncuklu Tarla, Turquía, en 2023, se encontraba entre los más 100.000 artefactos decorativos hallados en el sitio. (Emma L. Baysal vía CNN Newsource)

Cantidad 'increíble' de adornos

"Los cazadores-recolectores ocuparon Boncuklu Tarla aproximadamente entre el 10.300 a. C. y el 7.100 a. C., cuando la gente comenzó a alejarse de un estilo de vida nómada y formar asentamientos. El sitio fue excavado por primera vez en 2012 y desde entonces ha arrojado una gran cantidad de objetos ornamentales del período Neolítico, con aproximadamente 100.000 artefactos decorativos encontrados hasta la fecha, una cantidad asombrosa", explica la Dra. Baysal.

“El número de adornos hallados es increíble. Este es un sitio donde la gente adoraba los adornos más que en cualquier otro sitio”, subraya la Dra. Baysal. "Tenían montones y montones de cuentas y hacían engarces complicados con ellas, incluidos collares, pulseras, colgantes con formas de animales, así como adornos que podían coserse en la ropa", concluye la Dra. Baysal.

"Esta forma de expresión personal puede tener sus raíces en las mitologías de las sociedades tradicionales en las que un género específico de mitos se relaciona con el origen de los adornos y la decoración corporal, lo que sugiere una importancia fundamental en decorar el cuerpo como un acto que va más allá de las preocupaciones puramente estéticas”, añade Dusan Boric (izquierda), profesor asociado de la Universidad La Sapienza, Roma, Italia, en un correo electrónico. "Usar adornos corporales podría haber sido, más bien, un acto de construcción y protección de la personalidad".

Fuentes: phys.org | ctvnews.ca | 12 de maro de 2024

La catastrófica razón que forzó a los humanos a escapar de África hace 0,9 millones de años

En agosto de 2023, un equipo de investigadores chinos publicó un controvertido artículo en Science en el que analizaron los genes de 3.154 humanos actuales de diferentes regiones del planeta. Con sus resultados crearon un nuevo y complejo modelo genético (FitCoal) que permitió proyectar hacia el pasado la variabilidad genética y crear estimaciones del tamaño de las poblaciones de individuos. Los escalofriantes resultados indicaron que entre hace 930.000 años y 813.000, a finales del Pleistoceno inferior, la mayor parte de los humanos pereció en un brutal cambio climático en el que tan solo sobrevivió el 2,3 % de nuestros antepasados.

Estos casi 1.300 individuos que mantuvieron viva a la Humanidad estuvieron asediados por intensos periodos glaciares y una aridez y sequía extremas que acabaron con especies vegetales y animales. Sin embargo, el cuándo ocurrió este apocalíptico evento sigue siendo motivo de debate. Pocas semanas después, otro estudio publicado en Science sugirió que el "cuello de botella" poblacional pudo ser causado por una glaciación ocurrida hace 1,1 millón de años. En ese momento se cree que el hábitat de los homínidos disminuyó de forma drástica coincidiendo con la desaparición de vida humana en Europa, incluyendo los primeros moradores de Atapuerca.

Basándose en un riguroso estudio estratigráfico de los yacimientos de humanos más antiguos que se conocen en Europa y Asia, el último estudio publicado por la revista PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias (EEUU), afirma que el evento glacial ocurrió hace 0,9 millones de años y forzó la migración hacia Europa de las poblaciones africanas.

Foto: Los investigadores detectaron una reducción en el tamaño de la población de nuestros antepasados ​​de aproximadamente 100.000 a aproximadamente 1.300 individuos, que persistió durante unos 100.000 años. Crédito de la imagen: Instituto de Nutrición y Salud de Shanghai, Academia de Ciencias de China

El equipo comenzó estudiando los cambios en los isótopos de oxígeno que se encuentran en las capas de sedimentos rocosos), lo que les permitió ver que el primer Pleistoceno importante comenzó hace aproximadamente 900.000 años. Dirigieron su atención a los resultados de estudios anteriores que mostraban un cuello de botella en la población aproximadamente 200.000 años antes. En ese trabajo, el equipo descubrió que los resultados no eran confiables; señalan que es posible que el número de población fuera mayor, pero había áreas donde no se estaban contando.

Luego señalaron que la evidencia de investigaciones anteriores mostraba que la ocupación de homínidos en toda Eurasia comenzó hace aproximadamente 90.000 años, lo que coincide con el inicio de la primera Edad de Hielo del Pleistoceno. Cuando comenzó la Edad de Hielo, los niveles del océano habrían bajado, lo que habría permitido a los homínidos una ruta más fácil desde África. Además, las condiciones en África se habrían vuelto más difíciles para los homínidos que vivían allí, lo que hacía que la migración fuera una propuesta tentadora. Y los investigadores señalan que muchos animales también comenzaron a migrar fuera de África aproximadamente al mismo tiempo.

"Sugerimos que la aridez que causó la expansión de la sabana y las zonas áridas por gran parte de África continental obligó al género Homo a adaptarse en África o migrar para evitar la extinción", sostiene el equipo de investigadores, liderados por Giovanni Muttoni (izquierda), del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Milán, y Denis V. Kent (derecha), investigador del Observatorio Terrestre Lamont-Dorherty de la Universidad de Columbia.

Ventana de oportunidad

De forma irónica, esta salvación solo pudo ser posible gracias al cambio climático que amenazó con acabar con la humanidad. En este periodo glacial, la temperatura del mar descendió varios grados, el polvo comenzó a poblar el Sáhara y el nivel del mar disminuyó hasta casi 110 metros en algunos puntos. Este retroceso del agua abrió grandes puentes de tierra en el mar Negro y el Mediterráneo que no solo fueron aprovechados por nuestros antepasados.

Aquel frío devastador que cubrió de hielo gran parte del planeta y desertificó una inmensa porción de África también empujó a gran parte de la red de fauna y flora africana, incluyendo elefantes y grandes mamíferos. Estos puentes hacia la vida arrinconan, una vez más, la desfasada y tradicional explicación de que esta migración pudo realizarse a través del estrecho de Gibraltar, cuya profundidad es de cerca de 300 metros.

Estudio climático realizado en Cracovia-Zwierzniec, Polonia. El investigador está al mismo nivel que una capa de ocupación temprana del Homo sapiens. Giovanni Muttoni.

"Al parecer, los homínidos se extendieron rápidamente hacia el norte de África (donde se encontró el cuello de botella genético en las poblaciones modernas de África central) y por toda Eurasia hacia el este, llegando hasta Java (Sangiran) y al sur y norte de China. (...). Al mismo tiempo, los homínidos se expandieron hacia el oeste de Europa atravesando la extensión entre los ríos Danubio y Po, llegando tan al oeste como la península ibérica y tan al norte como las Islas británicas", explican los científicos.

No hay que olvidar que en este momento, los 1.300 individuos desconocidos de los que descienden denisovanos y nenandertales y, por ende, el Homo sapiens moderno, vivió junto a varias especies del género Homo que ya estaban distribuidas por África y Eurasia, como el Homo antecessor, Homo erectus, Homo ergaster u Homo floresiensis.

Para llegar a estas conclusiones sobre la glaciación que separó el Pleistoceno inferior y medio, los investigadores estudiaron los yacimientos arqueológicos con presencia humana anterior a los 1,1 millones de años y los que rondaban cerca del hito de los 0,9 millones de años buscando el origen de este cuello de botella. El filtro aplicado fue severo y para empezar todos los yacimientos debían contar con un contexto estratigráfico claro. Además, su antigüedad debía haberse confirmado con métodos radiométricos, magnéticos, estudios de mineralogía o de nucleidos cosmogenéticos, como el carbono 14.

Mapa que muestra la ruta de migración de 0,9 millones y señala los yacimientos analizados. PNAS.

Entre estos yacimientos de todo el mundo se analizaron cuatro españoles: la Sima del Elefante y la Gran Dolina, ambos en Atapuerca, junto a los granadinos Cúllar y Solana Zamborino. Los investigadores afirman en su estudio que muchos sitios arqueológicos cuya cronología va más allá del millón de años -como en Dmanisi (Georgia) o Shangchen (China)- no se pueden asociar con facilidad a eventos climáticos determinados.

"Por otro lado, existe una fuerte concentración de yacimientos de homínidos euroasiáticos a los 0,9 millones de años, lo que coincide con otros yacimientos en África y una inferencia genómica en el cuello de botella humano", concluyen en su estudio.

Fuentes: elespanol.com | phys.org | 11 de marzo de 2024

Descubren que la.'Cova dels Xaragalls' (Barcelona) tuvo un uso sepulcral durante más de 4.000 años

Proceso de excavación de la Boca B de la 'Cova dels Xaragalls'. Autoría: Alfredo Suesta / IPHES-BÚSQUEDA.

Hace unos 7.000 años, los humanos antiguos en lo que hoy es el noreste de España enterraron a sus muertos en lo profundo de una cueva, creando una especie de necrópolis que abarca unos cuatro milenios y que ahora contiene más de 7.000 huesos, según los arqueólogos. Y hay indicios de que pudo haber sido utilizada durante decenas de miles de años antes.

La Cova dels Xaragalls (Cueva de los Barrancos) era "un lugar de enterramiento colectivo", explicó a Live Science el arqueólogo Antonio Rodríguez-Hidalgo, investigador del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y del Instituto de Arqueología de Mérida en un correo electrónico. Dijo que "varios individuos fueron enterrados en fosas comunes dentro de la cueva desde hace unos 7.000 años, durante el Neolítico tardío, aunque la mayor parte aconteció durante el período Calcolítico ("Cobre-Piedra") y durante toda la Edad del Bronce, la cual terminó en España aproximadamente hace 3.000 años".

Un análisis del ajuar funerario enterrado con los muertos (generalmente cerámica, herramientas de pedernal y collares) sugiere que individuos de alto estatus fueron enterrados solos en la cueva durante el Calcolítico tardío y la Edad del Bronce, mientras que los entierros comunitarios dentro de la cueva todavía se usaban para las personas de menor categoría social, encontraron los investigadores.

"Los ajuares funerarios fueron especialmente abundantes durante la Edad del Bronce, cuando algunos individuos fueron enterrados con ricas colecciones de armas y otros artículos", explica Rodríguez-Hidalgo.

Cráneo procedente de la Cova dels Xaragalls, cerca de Barcelona, ​​que data de la Edad del Bronce. El agujero en su cráneo es resultado de una trepanación y posiblemente de un intento de curar una enfermedad. Crédito de la imagen: Antonio Rodríguez-Hidalgo, Instituto de Arqueología de Mérida (CSIC-Junta de Extremadura).

"Uno de los cráneos de la Edad del Bronce tiene un agujero en el cráneo realizado mediante una trepanación; este individuo parece haber sufrido varias enfermedades por lo que esto puede haber sido un intento de cura", añade. "Sin embargo, también sabemos que no sobrevivió a la intervención ya que no hay regeneración ósea en el agujero".

"Este es el único cráneo trepanado encontrado hasta el momento en la 'Cova dels Xaragalls', pero se han encontrado más de 100 cicatrices de trepanación en otros cráneos prehistóricos de España", afirma Rodríguez Hidalgo.

En la cueva se han encontrado más de 7.000 huesos humanos, lo que demuestra que fue utilizada para enterramientos durante al menos 4.000 años, desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce. Crédito de la imagen: Museu Terra, L'Espluga de Francolí.

¿Conexión neandertal?

La Cova dels Xaragalls se encuentra en las montañas a unos 90 kilómetros al oeste de Barcelona. Fue excavado varias veces durante el siglo XX y en 2008; Rodríguez-Hidalgo y sus colegas del IPHES excavaron más en marzo de 2019 y diciembre de 2023.

Además de los indicios de que la cueva se utilizó para entierros desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce (un lapso de aproximadamente 4.000 años), las últimas excavaciones revelaron huesos de cabras salvajes y carbón en una zona de de la cueva que datan de hace más de 45.000 años atrás. En aquella época, la región estaba habitada por los neandertales. Los paleoantropólogos creen que los humanos modernos (Homo sapiens) reemplazaron a los neandertales en toda Europa hace unos 40.000 años, aunque la genética moderna demuestra que llegaron a hibridar entre ellos.

Materiales descubiertos en la campaña de 2021. A: Fragmento de cerámica campaniforme. B: Punta de un puñal de bronce. C: Mandíbula humana. – Miguel Ángel Moreno/IPHES.

"Esto abre la posibilidad de que los neandertales también pudieran haber utilizado la cueva, pero esto es algo que debemos confirmar, dice Rodríguez-Hidalgo. "De hecho, no está claro si la cueva se usó continuamente para entierros o si fue utilizada por varios grupos en diferentes períodos".

"Por el momento tenemos algunas fechas que nos permiten entender que la cueva fue utilizada como tumba durante milenios, pero ahora tenemos que resolver si fue de modo continuo o no; necesitamos llevar a cabo una datación por radiocarbono exhaustiva para aclarar este punto".

Restos humanos (fémur y tibia) registrados en la excavación del testigo estratigráfico de la Boca C de la 'Cueva de los Xaragalls'. M. Á. Moreno/IPHES

Lugar de enterramiento

Los últimos descubrimientos pueden ayudar a trazar cómo las costumbres funerarias cambiaban con el tiempo. Y aunque muchos detalles de los entierros han variado a lo largo de los milenios en que la cueva fue utilizada para este propósito, cada tumba parecía tener su propio lugar de enterramiento.

"La gente que vivía en las zonas fértiles de los valles tenía que subir a una pequeña montaña con los cuerpos de los muertos para depositarlos allí", informa Rodríguez-Hidalgo, quien añade que "parece que diferentes grupos, desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce, respetaban los entierros anteriores".

El equipo arqueológico del IPHES tiene previsto regresar este mes a la Cova dels Xaragalls.

"Estamos haciendo análisis de ADN antiguo, análisis de cerámica, estudios paleoantropológicos, así como análisis de la composición y origen de los metales que hemos encontrado como ajuar funerario. Debido a que la cueva fue utilizada para entierros durante tanto tiempo, este es un lugar importante", concluye Rodríguez Hidalgo.

Fuentes: livescience.com | diaridigital.urv.cat | 7 de marzo de 2024

Hallan herramientas de piedra con 1,4 millones de años, las más antiguas de Europa en Korolevo (Ucrania)

Vista panorámica de la cantera de Korolevo (Ucrania) y uno de los artefactos hallados en el yacimiento. Roman Garba.

Herramientas de piedra encontradas en Ucrania que datan de hace 1,4 millones de años pueden ser la evidencia sólida más antigua de la existencia de humanos en Europa, revela un nuevo estudio. Los creadores de estas herramientas probablemente no fueron Homo sapiens, sino un pariente cercano ahora extinto.

Los científicos analizaron hallazgos del sitio arqueológico de Korolevo, en el oeste de Ucrania, donde los investigadores han desenterrado herramientas de piedra del Paleolítico Inferior (que abarca desde hace 2,6 millones hasta 125.000 años) desde el descubrimiento del sitio en 1974.

Los artefactos en Korolevo fueron hechos por homínidos, el grupo que incluye a los humanos modernos y demás especies extintas estrechamente relacionadas con los humanos, pero se desconoce qué especie los creó. Otros homínidos llegaron a Europa mucho antes que el Homo sapiens. Los humanos modernos abandonaron el continente africano hace unos 270.000 años, mientras que las especies humanas ahora extintas ya habían migrado de África a Eurasia hace al menos 1,8 millones de años (restos fósiles hallados en Dmanisi, Georgia).

Otro de los artefactos hallados en el yacimiento arqueológico de Korolevo, en el oeste de Ucrania.
Roman Garba.

Los artefactos más antiguos hallados en Korolevo son herramientas de piedra abandonadas en el lecho de un río y habían sido hechas en estilo Olduvayense, la forma más primitiva de fabricación de herramientas humanas, señalaron los investigadores. Se han encontrado herramientas similares en los sitios de ocupación humana más antiguos de África, Europa y Asia. Los artefactos de Korolevo habían sido enterrados por sedimentos del río y más tarde por polvo arrastrado por el viento, para, finalmente, ser descubiertos por trabajadores de una cantera de piedra.

Investigaciones anteriores no lograron fechar con precisión los artefactos más antiguos de Korolevo. En el nuevo estudio, los científicos han empleado una técnica llamada datación de núclidos cosmogénicos, que se basa en rayos cósmicos, esto es, partículas de alta energía que bombardean constantemente la Tierra desde el espacio exterior. Los rayos cósmicos pueden desencadenar reacciones nucleares dentro de las rocas de la superficie terrestre, creando isótopos radiactivos (diferentes versiones de elementos) que normalmente son extremadamente raros en la Tierra. Como estos llamados núclidos cosmogénicos se forman cuando estas rocas quedan expuestas en la superficie, pero no cuando están enterradas bajo tierra, los investigadores pueden analizar los niveles de diferentes núclidos cosmogénicos para estimar cuándo fueron enterrados.

El arqueólogo Roman Garba en el yacimiento de Korolevo (Ucrania), en verano de 2023. Roman Garba.

Los científicos descubrieron que las primeras herramientas de piedra elaboradas en Korolevo pueden tener alrededor de 1,4 millones de años (con un margen de error de 100.000 años arriba o abajo), lo que significa que el sitio contiene la evidencia más antigua conocida de homínidos en Europa. Los resultados del trabajo, liderado por Roman Garba, de la Academia Checa de Ciencias, se han publicado en la revista Nature y arrojan luz sobre la posible ruta de esta primera migración y el misterio de qué ocurrió en el amplísimo territorio comprendido entre ambos extremos del continente europeo.

"Los yacimientos de homínidos primitivos fechados con seguridad son escasos en Europa", dijo a Live Science Toshiyuki Fujioka, investigador principal de datación de núclidos cosmogénicos en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de España, el cual no participó en este estudio. "La datación llevada a cabo proporciona un yacimiento fechado de modo muy fiable, lo que es necesario para agregar combustible a nuestra discusión sobre los momentos en que se produjo la migración humana prehistórica".

Si bien las herramientas son demasiado antiguas para ser obra de humanos modernos o de nuestros parientes extintos más cercanos, los neandertales y los denisovanos, podrían ser obra del Homo erectus, una especie humana extinta que apareció por primera vez en África hace unos 2 millones de años y luego se extendió por Asia y Europa, dijeron los investigadores.

"Korolevo es el puesto avanzado más septentrional encontrado hasta ahora de lo que suponemos que es 'Homo erectus', y es testimonio de la personalidad intréìda de este ancestro", dice el coautor del estudio John Jansen (derecha), investigador principal del Instituto de Geofísica de la Academia Checa de Ciencias, en Praga. "Es posible que sitios incluso más al norte estén profundamente enterrados o hayan sido destruidos por los glaciares".

Colonización de este a oeste

Investigaciones anteriores encontraron que los homínidos ocuparon las montañas del Cáucaso, en Asia, hace unos 1,8 millones de años y lo que hoy son Francia y España hace unos 1,2 millones de años. Korolevo se encuentra a medio camino entre Asia y Europa, y la evidencia surgida ahora sugiere que los homínidos pudieron haber colonizado Europa de este a oeste.

Mapa con las posibles rutas de las primeras migraciones humanas en Europa. Roman Garba

"La edad de las herramientas de piedra de Korolevo confirma una antigua hipótesis sobre la dirección desde la que Europa fue colonizada por primera vez", afirmó Jansen. "Una ruta potencial para los homínidos hacia el oeste desde Ucrania habría sido a través de la cuenca de Panonia, en el sureste de Europa central", dijeron los investigadores.

Sin embargo, este argumento de una ruta de este a oeste se basa en sólo tres yacimientos situados en España, Francia y Ucrania. "La clara historia de la migración de este a oeste desde Asia occidental hacia Europa podría cambiar de la noche a la mañana si se encontrara en Europa occidental un yacimiento con una datación de hace 1,6 millones de años, por ejemplo, pero así es la naturaleza de la paleoantropología", dice Richard Roberts (izquierda), director del Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio del Consejo de Investigación de Australia, quien tampoco participó en el estudio de investigación.

"Aún así, creo que este nuevo trabajo de investigación llena muy bien un enorme vacío en nuestro conocimiento actual sobre las primeras migraciones humanas llegadas a Europa", añade Roberts. "Se necesitan yacimientos muy bien fechados para aumentar nuestra confianza sobre cuándo Europa fue colonizada por primera vez y qué rutas se utilizaron".

Excavaciones en el yacimiento de Korolevo. Campaña 1984-1985. Instituto de Arqueología de la Academia Ucraniana de Ciencias

Migración cálida

Durante los períodos cálidos de la historia de la Tierra, conocidos como interglaciares, los glaciares se retiraron dejando nuevos paisajes que los primeros humanos podían explorar, tal como Europa, explica Jansen. Los artefactos más antiguos de Korolevo fueron enterrados durante tres interglaciales que estuvieron entre los más cálidos de los últimos millones de años, lo que podría ayudar a explicar por qué los homínidos que los fabricaron pudieron dispersarse tan al norte.

Aunque hace 1,4 millones de años marcó un período cálido en esta región, su ubicación al norte todavía habría experimentado una gran variabilidad a través de las estaciones, señala Michael Petraglia (derecha), director del Centro Australiano de Investigación para la Evolución Humana de la Universidad Griffith, quien tampoco participó en este estudio. "Esto significa que "la evidencia de Korolevo sugiere que los primeros homínidos eran conductualmente más flexibles en sus adaptaciones de lo que se reconocía anteriormente", dijo.

Fósil de Atapuerca con similar antigüedad

Toda la expectación pasa ahora al yacimiento de Atapuerca, donde en verano de 2022 se encontró un fragmento de cara de hasta 1,4 millones de años, lo que le situaría como el fósil humano más antiguo de Europa, aunque aún no se ha datado con precisión. Este resto óseo ha sido bautizado con el nombre de Pink, un posible homenaje en inglés a una de sus descubridoras, Rosa (Pink) Huguet (izquierda).

María Martinón-Torres (derecha) directora del Centro Nacional de Evolución Humana, destaca que "el estudio de Korolevo es robusto e importante, porque se suma a la lista de los pocos yacimientos que en Europa pueden documentar la presencia de humanos con más de un millón de años con solidez”. Y añade: “Atapuerca sigue siendo el único que además de industria lítica proporciona también restos humanos que pueden ayudarnos a determinar quién fue el protagonista de estas primeras incursiones. Los autores sugieren que por la cronología podría pertenecer a 'Homo erectus', pero habrá que esperar al estudio de Pink para poder resolver el misterio”.

Huguet, corresponsable de las excavaciones en la Sima del Elefante, explica: “Esperamos que el trabajo de Pink y todo su contexto se publique como más tarde después del verano”. El hallazgo de Korolevo, añade, “es una magnífica noticia”, y destaca que es el yacimiento más septentrional en el que se han encontrado rastros humanos. Atapuerca y Dmanisi están mucho más al sur y cuadran mejor como refugios climáticos en tiempos de glaciación.

Esto apoya la teoría de que los humanos no llegaron a Europa de una sola vez, sino en pulsos sucesivos, aprovechando los periodos entre glaciaciones, de unos 40.000 años. Al volver el frío se extinguían o huían de nuevo hacia el sur.

Se piensa que nuestra propia especie, el Homo sapiens, surgió en África hace unos 300.000 años, probablemente a partir de Homo erectus. Nuestra especie salió varias veces de África, probablemente aprovechando los periodos cálidos. Todos los habitantes actuales del planeta descendemos de uno de esos pulsos migratorios salidos del continente africano hace unos 70.000 años.

"Los restos de 'Homo erectus' se hacen tan abundantes y distintos que posiblemente 'haya que hilar más fino' y nombrar nuevas especies para diferenciar unas poblaciones de otras", apunta Juan Luis Arsuaga (izquierda), codirector de Atapuerca. Lo que no le cabe duda es el camino a través de Europa marcado por el hallazgo ucraniano: “Seguro que la ruta que siguieron fue por ahí”, concluye Arsuaga.

Fuentes: livescience.com | elpais.com | elespanol.com | 6 de marzo de 2024

Establecen una nueva cronología en la fabricación de herramientas de los homínidos del este de Asia

Patrones de herramientas retocados en el conjunto CJW. (A–E) Las escamas delgadas se rompen intencionalmente y se utilizan como espacios en blanco para retocar herramientas con punta. (G–I) Puntos retocados unifacialmente. (J – M) Barrenadores. Crédito: IVPP

Un nuevo estudio de la cuenca Nihewan de China ha revelado que los homínidos que poseían capacidades avanzadas de talla equivalentes a las características tecnológicas del Modo 2 ocuparon el este de Asia hace 1,1 millones de años, 0,3 millones de años antes de la fecha asociada con la primera hachas de mano encontradas en el este de Asia. Esto sugiere que los homínidos del Modo 2 se dispersaron en el este de Asia mucho antes de lo que se pensaba.

El estudio, que fue realizado por un equipo conjunto dirigido por el profesor Pei Shuwen, del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados (IVPP) de la Academia China de Ciencias, y el profesor Ignacio de la Torre, del Instituto de Historia del Consejo Nacional de Investigaciones de España (CSIC), se publicó en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) el 4 de marzo y proporciona información sobre las primeras dispersiones y adaptaciones de los homínidos en Eurasia.

Al reconstruir los conjuntos de reacondicionamiento de Cenjiawan en la cuenca de Nihewan, el equipo de investigación descubrió técnicas de descamación lítica organizada que tenían como objetivo producir lascas delgadas mediante la preparación del núcleo, tanto en la plataforma de impacto como en la superficie de descamación. El proceso operativo estandarizado no solo quedó demostrado por los conjuntos de reacondicionamiento: muchos productos se desprendieron en cada etapa del proceso, lo que proporcionó una fuerte evidencia de la preparación estandarizada del núcleo.

Las tecnologías centrales preparadas se caracterizaban por métodos organizados para obtener lascas predeterminadas que requerían una planificación detallada y una comprensión profunda de los mecanismos de descamación que se originaron en la cultura Achelense y, en particular, hace más de un millón de años.

El sitio CJW y la litología del perfil CJW y la escala de tiempo de polaridad magnética correspondiente. Crédito: IVPP.

En cuanto a las herramientas retocadas, el análisis tecnológico de los productos reacondicionados desprendidos de la tecnología central preparada indica la rotura intencionada de lascas delgadas en dos mitades. Luego se seleccionaron uno o más de los fragmentos resultantes como espacios en blanco para retocar, con el objetivo de crear herramientas con punta con dos lados convergentes, alterando así significativamente la forma original de los espacios en blanco.

Además, los patrones de herramientas de retoque como puntas y barrenadores, que mostraban una estandarización de la forma de las herramientas, también estaban bien documentados en el conjunto de Cenjiawan, lo que sugiere plantillas mentales complejas entre los fabricantes de herramientas de Cenjiawan.

La tecnología central preparada, los productos predeterminados estandarizados y las formas de herramientas de retoque, junto con el alto nivel de precisión manual, las secuencias de reducción fragmentadas, las secuencias de reducción largas y la gestión organizada de materias primas documentadas en el conjunto de Cenjiawan, proporcionan evidencia convincente de habilidades técnicas complejas y comportamientos de planificación en profundidad entre los homínidos del Pleistoceno temprano en el este de Asia.

Esquema operativo de tecnología central preparada (A y B) y productos predeterminados en CJW (C y D). Crédito: IVPP.

"Los comportamientos tecnológicos avanzados documentados en el sitio de Cenjiawan son similares a los de la tecnología Modo 2, en lugar de la simplicidad técnica atribuida al Modo 1", dijo el Dr. Ma Dongdong, primer autor del estudio, quien realizó la investigación durante su doctorado en el IVPP y actualmente se desempeña como investigador postdoctoral en el Instituto de Historia del CISC.

La tecnología del Paleolítico Inferior en China se ha considerado durante mucho tiempo como simple (tipo Olduvayense/Modo 1) y homogénea antes del Pleistoceno tardío. La evidencia convincente del conjunto de Cenjiawan proporciona una nueva perspectiva para comprender el sistema de pequeños débitos (fragmentos o desechos producto del tallado lítico) en China y puede obligar a reconsiderar las percepciones actuales de que hubo un estancamiento tecnológico en el este de Asia.

Los autores argumentan que las características tecnológicas, más que la mera presencia o ausencia de tipos de herramientas específicos (por ejemplo, hachas de mano), deberían ser la base para estudiar los conjuntos del Pleistoceno temprano y medio en el este de Asia. Esto permite una comprensión más integrada de la tecnología del Modo 2, así como de las conexiones humanas, culturales y biológicas entre el este de Asia y otras regiones del Viejo Mundo.

Fuente: phys.org | 5 de marzo de 2024

La estrategia de los cazadores-recolectores durante los periodos Mesolítico y Neolítico para evitar la endogamia

Restos de un hombre enterrado en una rica tumba en Téviec (Francia). El análisis osteológico reveló que recibió el impacto de dos artefactos microlíticos, probablemente lanzados con un proyectil, los cuales perforaron la sexta y undécima vértebra dorsal, la primera de las cuales pudo haberle provocado la muerte inmediata al cortar la vena aorta. Foto: Vivement Lundi!/France Télévisions

Las relaciones de sangre y el parentesco no fueron tan importantes para la forma en que vivían las comunidades de cazadores-recolectores durante la Edad de Piedra en Europa Occidental. Un nuevo estudio genético, realizado en varios lugares de enterramiento franceses conocidos de la Edad de Piedra, muestra que varias familias distintas vivían juntas. Probablemente se trataba de un sistema deliberado para evitar la endogamia.

Estos hallazgos se revelan en un nuevo estudio académico dirigido por investigadores de la Universidad de Uppsala en colaboración con varias instituciones francesas. El estudio se publica en la revista PNAS.

En el estudio, los investigadores lograron obtener datos biomoleculares de esqueletos humanos enterrados en lugares emblemáticos de Francia, como Téviec y Hoedic en Bretaña, así como Champigny. Los restos datan de las últimas etapas del Mesolítico (hace aproximadamente 6.700 años), cuando vivieron los últimos cazadores-recolectores de Europa occidental, superponiéndose con el Neolítico, cuando los agricultores asentados tomaron el control.

Ubicación de individuos y tumbas comentadas en el trabajo de investigación. (A) Mapa que indica el lugar de los yacimientos Paleolíticos y Mesolíticos utilizados en el análisis genético comparativo, destacando la ubicación de los sitios investigados de ocupación Neolítica de los cuales no hay datos genéticos disponibles. (B) Representación esquemática de las tumbas excavadas en los concheros de Téviec y Hoedic a partir del mapa de campo de M. Péquart y S.-J. Péquart.

Dinámica social

Este es el primer estudio que analiza el genoma de varios cazadores-recolectores de la Edad de Piedra del mismo lugar y que vivieron al mismo tiempo, en las proximidades de las comunidades agrícolas neolíticas recién llegadas.

“Esto ofrece una nueva imagen de las últimas poblaciones de cazadores-recolectores de la Edad de Piedra en Europa occidental. Nuestro estudio ofrece una oportunidad única para analizar estos grupos y su dinámica social”, afirma el profesor Mattias Jakobsson (izquierda), de la Universidad de Uppsala, quien dirigió el estudio.

Hace unos 7.500 años, las últimas poblaciones de cazadores-recolectores de Europa occidental se encontraron con agricultores neolíticos y fueron gradualmente reemplazadas y asimiladas. La coexistencia de estos grupos ha planteado muchas preguntas sobre hasta qué punto interactuaron.

Mezclado con otros grupos

Estudios anteriores, basados ​​en datos isotópicos, han sugerido que las últimas comunidades de cazadores-recolectores asimilaron deliberadamente a mujeres de las comunidades agrícolas del Neolítico. Este nuevo estudio muestra, en cambio, que los grupos de cazadores-recolectores se mezclaron con otros grupos de cazadores-recolectores, pero no con los agricultores del Neolítico.

“Nuestros análisis genómicos muestran que, aunque estos grupos estaban formados por pocos individuos, en general no estaban estrechamente relacionados. Además, no había signos de endogamia. Sin embargo, sabemos que había unidades sociales distintas –con diferentes hábitos alimentarios– y emerge un patrón de grupos que probablemente era parte de una estrategia para evitar la endogamia", afirma Luciana G. Simões (derecha), investigadora de la Universidad de Uppsala y primera autora del estudio.

Ilustración generada por IA de un grupo de humanos prehistóricos en una cueva. Stable Diffusion XL

Enterrados juntos

El estudio se ha realizado en colaboración con investigadores de varias instituciones francesas, incluida la Universidad de Rennes, en Bretaña, y el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de París.

Los conocidos yacimientos de Téviec y Hoedic, en el sur de Bretaña, contienen numerosas tumbas en las que fueron enterradas juntas varias personas. Esto es inusual en los cementerios mesolíticos. Anteriormente se suponía que ser enterrados juntos significaba que los individuos estaban relacionados biológicamente.

“Nuestros resultados muestran que en muchos casos –incluso en el caso de mujeres y niños en la misma tumba– los individuos no estaban relacionados. Esto sugiere que existían fuertes vínculos sociales que no tenían nada que ver con el parentesco biológico y que estas relaciones seguían siendo importantes incluso después de la muerte”, afirma la Dra. Amélie Vialet, del Museo Nacional de Historia Natural.

Fuente: Uppsala Universitet | 28 de febrero de 2024