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Fundación Palarq anuncia los candidatos para el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología

El yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz), con su impresionante hecatombe animal, y La Garma (Ribamontán al Monte, Cantabria), una cueva prehistórica única en el mundo, ya buscan sucesor para alzarse con el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología que entrega cada dos años la Fundación Palarq. En total, aspiran al galardón 18 proyectos de investigación que se desarrollan actualmente en España y en lugares como Egipto, Argentina, Chile, Italia o África. Un comité de evaluación seleccionará ahora a los seis finalistas que optarán a los 80.000 euros de dotación. El ganador de la tercera edición se dará a conocer el próximo 15 de junio en una gala que tendrá lugar en el Museo Arqueológico Nacional.

El premio, que reconoce la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos, es el primero de sus características concedido por una fundación privada. El Ministerio de Cultura y Deporte no tiene ningún reconocimiento para estas disciplinas científicas.

En la nómina de candidatos destacan algunos proyectos que en los últimos años han protagonizado hallazgos de repercusión internacional, como la investigación de un equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona sobre El Argar, una sociedad guerrera que revolucionó la península ibérica hace 4.000 años creando la primera sociedad urbana y estatal del Mediterráneo occidental; o las excavaciones en la necrópolis de Oxirrinco, uno de los yacimientos más grandes de Egipto, donde un grupo de arqueólogos trata de documentar los rituales, creencias y prácticas religioso-funerarias de un sitio con una cronología que va desde la Dinastía XXVI hasta época cristiana-bizantina.

"Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero", se explica en una nota de prensa. El comité que evalúa estos trabajos está formado por expertos en arqueología y paleontología. La Fundación Palarq, entidad privada sin ánimo de lucro, lleva desde el año 2016 apoyando a los equipos de investigación españoles. Este año el respaldo económico se ha brindado a 170 equipos e instituciones que trabajan en todo el mundo.

Estos son los 18 proyectos aspirantes al III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología:

‘Origen y evolución cultural del Homo erectus en África Oriental’. Dirigido por Ignacio de la Torre desde el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el proyecto aborda la cuestión de cuándo y cómo el Homo erectus y el Achelense emergieron en la historia de la evolución humana.

Proyecto arqueológico subacuático Mar del Ebro. Prospección y docum...’. Bajo los auspicios de la Asociación Nacional de Arqueología Subacuática (SONARS), con los investigadores Manuel J. Fumás Soldevila, Josep María Castellví y Pere Izquierdo Tugas, es uno de los proyectos de arqueología subacuática más importante de época contemporánea.

‘Excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis II... Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga este mítico yacimiento. Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico.

Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas... El equipo formado por Marta Navazo Ruiz, de la Universidad de Burgos; Rodrigo Alonso Alcalde, del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la Universidad de Burgos; y Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza y estudia la dinámica socioeconómica del yacimiento, con el fin de aportar nuevos datos sobre las causas que motivaron los cambios previos a la desaparición neandertal.

Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civili... Desde Murcia, el equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona formado por el Vicente Llull, Rafael Micó, Critina Rihuete Herrada, Eva Celdrán Beltrán, Camila Oliart Caravatti y Miguel F. G. Valério, avanza en la investigación de la sociedad de El Argar.

Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales del Abric... El equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social integrado por +Palmira Saladié, +Josep Vallverdú y María Gema Chacón, trabaja en uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico medio. La excepcional conservación de la madera dará nuevas interpretaciones al estudio de los Neandertales.

La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peni... La Universidad Autònoma de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Institució Milà i Fontanals (IMF) son las instituciones que auspician este proyecto liderado por Antoni Palomo Pérez (UAB), Raquel Piqué Huerta (UAB) y Xavier Terradas Batlle (CSIC-IMF). La Draga es el único yacimiento neolítico lacustre de la Península Ibérica.

‘Evolución de los rituales, creencias y prácticas religioso-funerar... Este proyecto cuenta con un equipo liderado por Ignasi-Xavier Adiego Lajara de la Universitat de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA); Esther Pons Mellado, del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y Maite Mascort Roca. Situado a 190 km al sur de El Cairo, Oxirrinco es uno de los cinco yacimientos arqueológicos más grandes del país con una cronología que abarca desde la época Saita (664 a.C.) hasta el periodo Cristiano-Bizantino (siglo VII d.C.), momento en que se produce la invasión musulmana en Egipto, incluyendo por supuesto, la etapa Persa y Ptolemaico-Romana.

Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia). Desde l... El proyecto está dirigido actualmente por el director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo. Desde hace casi 30 años, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC) dirige un proyecto de investigación arqueológica en la ciudad de Tusculum. Se trata de un proyecto arqueológico institucional y actualmente es el más longevo de una institución extranjera en Italia. El proyecto Tusculum ha permitido mejorar el conocimiento de la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta la época medieval.

Lago Tagua Tagua: vida y muerte de los cazadores recolectores de la... Los doctores Carlos Torneo (IPHES-CERCA), Rafael Labarca y Erwin González de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigen este proyecto que ha permitido obtener documentación inédita de las prácticas funerarias de los primeros grupos de cazadores-recolectores del continente americano.

Proyecto Pintia: creación de bases infraestructurales y museográfic... El proyecto cuenta con el liderazgo de Carlos Mínguez, profesor titular de la Universidad de Valladolid y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg (CEVFW). Pone en relieve el valor de la cultura vaccea, pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero, en la península ibérica.

Autigasta y Huayacama. Arqueología de los espacios campesinos indíg... El Departament de Ciències de l’Antiguitat i l’Edat Mitjana de la Facultat de Filosofía i Lletres de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desarrolla, bajo el liderazgo del investigador Félix Retamero, la investigación de este yacimiento ubicado en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. El proyecto está centrado actualmente en el asentamiento de una comunidad de esclavos establecida a principios del siglo XVIII.

Proyecto Medjehu. Investigando la artesanía de la madera a lo largo.... Gersande Eschenbrenner Diemer, del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares dirige este estudio de los procesos de producción, comercialización e ideologización de la madera durante un largo periodo de tiempo, tomando como foco Egipto.

Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Tempra.... El catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán dirige este proyecto centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo.

Proyecto C2 del Royal Cache Wadi: ¿Por qué las enterraron allí?’ El equipo de investigadores de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid formado por José Ramón Pérez-Accino Picatoste, María del Carmen Pérez Die, Francisco Moreno Arrastio y Bill Manley trabaja en el que se considera el mayor yacimiento arqueológico del mundo, la necrópolis de Tebas.

‘Un viaje al pasado: reconstrucción digital y de las condiciones de...’. Lídia Colominas Barberà y Pere Castanyer Masoliver, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica estudian la evolución de la villa romana de Vilauba y de los efectos de su ocupación desde los siglos II-I a.C. hasta los siglos VII-VIII d.C.

Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Te... Los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen este proyecto que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espac... La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla este proyecto, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González. Este proyecto se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras.

Fuentes: elespanol.com | Fundación Palarq | 12 de abril de 2023

Consiguen reconstruir el cráneo del hombre de Altamura (Italia), un neandertal de hace unos 150.000 años

Solo el cráneo y parte de un hombro son visibles en el Hombre de Altamura. El resto del cuerpo está cubierto por concreciones de calcita sobre la que se han formado coraloides. Crédito: Museo Archeologico di Altamura: Soprintendenza Archeologia della Puglia.

Los avances tecnológicos en el campo de la paleoantropología virtual han sido claves a la hora de describir, por primera vez, los restos humanos conocidos como el 'Hombre de Altamura', uno de los fósiles neandertales más increíbles y enigmáticos del mundo.

Los resultados de este estudio acaban de ser publicados en la prestigiosa revista Communications Biology del grupo Nature, en un trabajo liderado por el Dr. Antonio Profico, de la Universidad de Pisa, y que ha contado con la participación del Dr. Costantino Buzi, investigador postdoctoral Marie Curie Individual Fellowship en el IPHES-CERCAA.

La morfología del cráneo de Altamura encaja perfectamente dentro de la variabilidad neandertal, aunque conserva características que se producen en muestras europeas arcaicas. Algunas de estas características nunca se habían documentado antes, lo que permite a los investigadores plantear que los rasgos arcaicos que conserva este fósil podrían estar originados por el aislamiento geográfico de las primeras poblaciones de neandertales del sur de Italia.

Se utilizaron sondas fotográficas (a) para adquirir fotogramétricamente los componentes basales y posteriores (BP) del cráneo (b), expuestos en la Cámara Trasera. Sus partes frontal y facial (FF) fueron adquiridas por escáner láser del ábside (c), donde también la mandíbula y varios huesos largos son visibles directamente en el suelo de la cueva (c , d).

Una historia increíble para unos restos humanos excepcionales

Los restos neandertales de Altamura son posiblemente uno de los más famosos del mundo, tanto por las características del lugar en el que se encuentran como por el excelente estado de conservación. Son muy conocidas las imágenes de un cráneo humano rodeado de concreciones estalagmíticas. Su historia es muy sorprendente, lo que le confiere especial relevancia.

En 1993 un grupo de espeleólogos se encontraba explorando un sistema kárstico cerca de Altamura, una ciudad de unos 70.000 habitantes del sur de Italia. En una de estas cuevas, concretamente en la cueva de Lamalunga, y después de bajar por un conducto vertical de más de 15 metros, encontraron tres pasillos. El del centro tenía unos 20 metros de largo. Cuando iluminaron esta sala, se dieron cuenta de que en las paredes estaban llenas de huesos animales atrapados entre las estalactitas y estalagmitas. Al final del pasillo accedieron a un pequeña cámara donde, en medio de una gran columna de calcita llena de coraloides (pequeños espeleotemas con forma de coral), sobresalía un cráneo humano.

La Gruta de Lamalunga, donde se hallaron (al fondo de la misma) los restos del "Hombre de Altamura".

Los científicos que bajaron a la cueva siguiendo a los espeleólogos tomaron algunas fotografías y vídeos e interpretaron que se trataba de un hombre adulto que podría haber caído por el conducto vertical en el que se acumulaban gran cantidad de animales muertos. Lo más probable es que hubiera quedado atrapado y muriera de hambre. En ese momento no sabían de qué especie se trataba ni de qué época correspondía, pero sí vieron que, además del cráneo, entre las concreciones había muchos más huesos del propio individuo. Bautizaron estos restos como el Hombre de Altamura.

Durante muchos años, estos restos humanos habían quedado en el olvido ya que la dificultad de su extracción no hacía viable su estudio detallado. En un principio se consideró que estos restos humanos correspondían al Homo heidelbergensis, pero en 2015, investigadores de la Universidad de Sapienza de Roma pudieron acceder a la cavidad y con la ayuda de un brazo robotizado consiguieron extraer una muestra ósea de su escápula derecha. Los resultados de este estudio, incluido su ADN mitocondrial, fueron publicados en la revista Journal of Human Evolution y determinaron que se trataba en realidad de un Homo neanderthalensis. Su datación, entre los 172.000 y 130.000 años, le sitúa entre los neandertales más antiguos hasta ahora conocidos.

a Se adquirieron configuraciones de hitos homólogos en el FF y BP de Altamura y de un ejemplar de referencia, el Cráneo 5, casi completo, del yacimiento de la Sima de los Huesos (SH-5), Atauerca; b las coordenadas de los puntos de referencia se procesaron por separado mediante el análisis generalizado de Procrustes (GPA); c FF y BP se alinearon de acuerdo con la muestra de referencia que mostró la mayor afinidad morfológica; d - f varias vistas del modelo virtual de Altamura alineado en SH-5; g SH-5 vista lateral.

Arqueología virtual en una cápula del tiempo

El esqueleto neandertal de Altamura ha permanecido en esta cavidad durante todos estos años. El difícil acceso a la cavidad y los problemas técnicos derivados de su extracción física, han hecho que los investigadores desarrollen técnicas virtuales para analizar los restos sin producir problemas de conservación.

De hecho, gracias a los avances tecnológicos en el campo de la paleoantropología virtual, los investigadores han sido capaces de recuperar virtualmente el cráneo neandertal del Hombre de Altamura. Para ello, los investigadores adquirieron ambas partes expuestas del cráneo con técnicas digitales por separado: la parte frontal, visible directamente, con sensores láser, y la otra mitad mediante el uso combinado de fotogrametría, ya que sólo es accesible con sondas telescópicas a través de aberturas en la cortina de columnas más allá del esqueleto. Una vez obtenidas ambas partes, mediante un proceso computacional se pudieron volver a montar ambas partes basándose en otras muestras comparativas de referencia como es el caso del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos de Atapuerca.

Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca, junto al 'Cráneo número 5', conocido popularmente como 'Miguelón'.

Según el Dr. Antonio Profico (izquierda), de la Universidad de Pisa :“Las partes digitalizadas en la cueva no tenían puntos de unión, lo que nos obligó a desarrollar un nuevo método para poder ensamblarlas. Así pues, decidimos combinar virtualmente las dos mitades como dos porciones inconexas de un mismo cráneo”.

El estado de conservación del cráneo de Altamura es tan excepcional que se han podido conservar partes tan delicadas como los huesos de la nariz. Según Costantino Buzi (derecha), Investigador del IPHES-CERCA: “El hombre de Altamura representa un ejemplo único: es un neandertal potencialmente completo (no sabemos de otros tan representativos). El esqueleto está desarticulado y cubierto de capas de calcita cuya formación ha favorecido su conservación excepcional, incluso de las estructuras esqueléticas más frágiles, como las del interior de la apertura nasal".

Luz en la evolución de los neandertales

El estudio descriptivo y cuantitativo del cráneo revela que la morfología de este importante hallazgo encaja con la variabilidad de los neandertales, al tiempo que muestra algunos rasgos menos típicos, es decir, más arcaicos que otros fósiles europeos datados entre 300.000 y 40.000 años atrás. Algunos de estos caracteres nunca se han observado en el Homo neanderthalensis, lo que sugiere que su origen puede remontarse a largas fases de aislamiento geográfico de las poblaciones humanas en refugios ecológicos representados por las regiones del sur de la península itálica.

Reconstrucción hiperrealista del rostro y el cuerpo del 'Hombre de Altamura'', realizada sobre la base de un análisis rigurosamente científico realizado por los holandeses Adrie y Alfons Kennis.

Según Giorgio Manzi, coordinador de la investigación "en base a nuestros datos, pensamos que el cráneo de Altamura puede dar luz al debate sobre la evolución de los neandertales. La forma del cráneo del hombre de Altamura entra dentro de la variabilidad de esta especie extinguida, compartiendo características con otros ejemplares clásicos, pero al mismo tiempo muestra afinidades con los antiguos neandertales –como los de Saccopastore, aquí en Roma– o con hallazgos aún más arcaicos, como el cráneo de Ceprano (sur del Lacio), que se remonta a hace unos 400 mil años".

En esta misma línea, el Dr. Fabio Di Vincenzo (izquierda) concluye: "La estrecha similitud encontrada con hallazgos anteriores a lo largo de la línea evolutiva de los neandertales, como el Cráneo 5 de la Sima de los Huesos, datado hace unos 430.000 años, es bastante inesperada. Observamos esta similitud en la expresión de diversas características craneales, así como en la morfología general del hueso occipital, cuya anatomía se puede evaluar con precisión en Altamura”.

Fuente: comunicio.iphes.com | 28 de marzo de 2023

Encuentran el fósil humano más antiguo del sur de Cataluña

Mandíbula humana perteneciente a un individuo infantil de 15.000 años recuperada en el yacimiento del Molí del Salt Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA

Una mandíbula infantil de un niño Homo sapiens de entre 4 y 5 años ha sido descubierta por el IPHES-CERCA en el nivel B2 del yacimiento de Molí del Salt en el término municipal de Vimbodí (Tarragona), cuya cronología se remota a 15.000 años antes del presente. Los investigadores esperan determinar su dieta y procedencia gracias a próximos estudios.

La mandíbula se encontró en un excelente estado de conservación, pues aunque se rompió en dos partes durante los milenios que ha permanecido bajo tierra, en ella aún se conservan cuatro premolares.

Junto a la misma, los arqueólogos han desenterrado un semicírculo de piedras cuya función sigue sin estar clara, aunque los investigadores creen que podría ser un contexto funerario con más restos humanos en los estratos inferiores.

Mandíbula humana del Molí del Salt en el lugar donde fue localizada el pasado mes de mayo. Foto: Manuel Vaquero / IPHES-CERCA.

UN HALLAZGO POCO HABITUAL

Los hallazgos del Paleolítico Superior son poco habituales en Cataluña, con solo otros dos yacimientos (Balma de Guilanyà y Cueva Grande) de una antigüedad parecida. Es de destacar, además, que esta mandíbula del período Magdaleniense es el fósil humano más antiguo encontrado en el sur de esta comunidad.

Tras su descubrimiento la mandíbula ha sido limpiada de sedimento por la investigadora del IPHES-CERCA, Gala Gómez Merino, como paso previo a su análisis en el laboratorio. Allí se espera extraer el ADN para comprobar su relación genética con otros individuos de la época.

Excavación en el Molí del Salt esta primavera - IPHES.

Los investigadores esperan también determinar su dieta y procedencia en base a la composición isotópica y el desgaste de las cuatro piezas dentales conservadas.

El Paleolítico Superior fue una época de cambio demográfico en Cataluña, con la llegada de comunidades extranjeras que sustituyeron o se asimilaron a la población local. De este modo la ascendencia de este niño permitirá al fin saber de dónde procedían los habitantes de Molí del Salt.

La mandíbula humana se halló asociada espacialmente a una estructura de piedras de planta semicircular que podría haber sido construida por los humanos. Foto: Manuel Vaquero / IPHES-CERCA.

UN CAMPAMENTO DE CAZADORES-RECOLECTORES

El yacimiento es una cueva de conglomerados a orillas de río Milans, un afluente del río Francolí que desemboca en Tarragona en el que ya aparecieron importantes yacimientos prehistóricos en 1956 (Cova de la Font Major).

Su situación lo convertía en un lugar de paso habitual para los grupos humanos del Paleolítico, que se refugiaron allí entre los 15.000 y los 9.000 años antes de nuestra era. El lugar sería ocupado de manera estacional coincidiendo con el paso de migraciones animales y la temporada de recogida de frutos.

Mandíbula humana del Molí del Salt en las instalaciones del IPHES-CERCA una vez finalizados los trabajos de consolidación y restauración. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA.

MILES DE RESTOS ÓSEOS EN EL SUR DE CATALUÑA

Buena muestra de las actividades que se realizaban en la zona son los miles de restos óseos pertenecientes en su mayor parte a conejos, aunque también han aparecido fósiles de ciervo, cabra y jabalí. Las marcas de corte relacionadas con el despiece y las fracturas que presentan los huesos han permitido a los arqueólogos afirmar con total seguridad que estos animales que fueron presa de seres humanos.

Del mismo modo parte las herramientas de sílex encontradas se corresponden con las tareas típicas de un campamento de caza: el descarnado de las piezas, el curtido de sus pieles y el procesamiento de las plantas en alimentos y materiales de construcción.

La técnica restauradora del IPHES-CERCA, Gala Gómez, restaura los fragmentos de la mandíbula localizada durante esta campaña en el Molí del Salt. Foto: María D. Guillén / IPHES-CERCA.

ARTE PALEOLÍTICO

Ornamentos que se han localizado en el Molí del Salt. / IPHES.

Además los arqueólogos han descubierto elementos decorativos como conchas perforadas para hacer collares, que demuestran la existencia de contactos con la costa ya fuera porque se trasladaban allí cuando dejaban el campamento o a través de contactos comerciales.

Junto a ellas han aparecido una serie de cantos rodados y placas de esquisto grabados, en los que se representaron a los animales cazados por sus autores: ciervos, caballos y bueyes. Esta colección de arte mueble es la más numerosa descubierta hasta ahora en Cataluña para el Paleolítico Superior.

Foto: Grabado de un animal

Destaca sobre todo una placa de esquisto con unas curiosas formas semicirculares que se han interpretado como un grupo de tiendas hipotéticamente situadas a la entrada del abrigo, por lo que sería la primera representación de un campamento encontrada en el mundo.

Foto: Una de las cabaña grabadas en piedra. MANUEL VAQUERO.

Reconstrucción virtual del campamento de cazadores-recolectores del Molí del Salt. Foto: IPHES-CERCA.

Fuente:nationalgeographic.com.es | 10 de noviembre de 2022

La extinción de los neandertales pudo haber sido causada por su hibridación con el 'Homo sapiens'

Cráneo de neandertal (a la izquierda) y de 'Homo sapiens' (a la derecha). / © The Trustees of the Natural History Museum

Cómo se extinguieron los neandertales sigue siendo uno de los mayores misterios de la evolución humana, pero ahora un nuevo artículo propone que el Homo sapiens pudo haber sido responsable de su extinción por el sexo, no por la violencia ejercida contra ellos. Hacer el amor y no la guerra pudo haber puesto a los neandertales en el camino de su desaparición.

Si bien aproximadamente el 2% del genoma de todas las personas que descienden de quienes viven fuera de África se deriva de los neandertales, hay muy poca evidencia de que este proceso haya sido al revés.

El nuevo artículo, publicado en la revista PalaeoAnthropology, plantea la posibilidad de que el mestizaje con nuestros antepasados ​​habría reducido el número de neandertales que se reproducían entre sí, lo que habría llevado a su eventual extinción.

Aunque hasta la fecha solo se han secuenciado 32 genomas de neandertales, lo que hace posible que la falta de ADN de Homo sapiens en su genoma sea en realidad una peculiaridad del muestreo, los autores esperan que los avances en la tecnología de secuenciación de ADN puedan resolver esta hipótesis creando más genomas disponibles.

El profesor Chris Stringer (izquierda), líder de investigación en evolución humana en el Museo de Hostoria Natural de Londres, es el autor del nuevo artículo, junto con su colega la Dra. Lucile Crété (derecha).

Stringer dice: "Nuestro conocimiento de la interacción entre el Homo sapiens y los neandertales se ha vuelto más complejo en los últimos años, pero todavía es raro ver una discusión científica sobre cómo ocurrió realmente el mestizaje entre ambos grupos".

"Proponemos que este comportamiento podría haber llevado a la extinción de los neandertales si se reprodujeron regularmente con individuos 'Homo sapiens', lo que podría haber erosionado su población hasta que desaparecieron".

Mapa en el que se muestra algunas de los yacimientos clave mencionados en el documento de investigación. En particular, se muestra los enclaves europeos de los primeros 'Homo sapiens' y las cronologías relevantes.

Los primeros encuentros de neandertales y Homo sapiens

Los neandertales y el Homo sapiens se separaron hace unos 600.000 años y evolucionaron en zonas muy diferentes del mundo. Se han encontrado fósiles de neandertales en Europa y Asia, llegando hasta el sur de Siberia, y se cree que pasaron al menos 400.000 años evolucionando en este entorno, tratando de adaptarse a un clima predominantemente más frío que el actual.

Mientras tanto, los ancestros de nuestra propia especie evolucionaron en África. Actualmente no está claro si los Homo sapiens son descendientes directos de un grupo de antiguos homínidos africanos o son el resultado de la mezcla entre diferentes grupos repartidos por todo el continente de África.

A partir de los datos genéticos, parece que ambas especies se encontraron por primera vez cuando el Homo sapiens comenzó a hacer incursiones ocasionales fuera de África hace unos 250.000 años.

"Sin saber exactamente cómo se veían o se comportaban con los neandertales, solo podemos especular sobre lo que los 'Homo sapiens' podrían haber pensado de sus parientes", dice Chris.

"Las diferencias de idioma probablemente habrían sido mayores de lo que podríamos imaginar, dada la profundidad temporal de la separación que hubo entre ambos, unas diferencias que habrían sido mucho mayores que entre cualquier idioma moderno".

La barrera del idioma pudo haber sido reforzada por los atributos individuales de ambas especies, cuyas comparaciones sugieren que los cerebros y el aparato vocal de las dos especies eran diferentes. Los genomas de los neandertales también muestran que casi 600 genes se expresaban de manera diferente en nuestra especie y la de ellos, en particular los asociados con la cara y la voz.

Otra diferencia destacada habría sido la frente, ya que los neandertales poseían un arco superciliar prominente que podría haber sido utilizado para la comunicación social.

Sin embargo, las señales que estas crestas superciliares intentaban transmitir bien podrían haber perdido su significado perdido para nuestros antepasados. Algunos estudios sugieren que los arcos de las cejas reducidos permitieron que los Homo sapiens emplearan más las cejas para transmitir una gama de señales temporales más sutiles.

En cualquier caso, tales estos encuentros llevaron, eventualmente, a la reproducción entre ambas especies, pero cómo ocurrió exactamente esta circunstancia es también un misterio.

La reproducción entre nuestros ancestros 'Homo sapiens' y sus parientes ha llevado a que un pequeño porcentaje de ADN neandertal esté presente en los genomas de muchos humanos vivos en la actualidad. Imágen © Gorodenkoff/Shutterstock.

Cruce de neandertales y Homo sapiens

Como se ha dicho, sabemos que nuestra especie se cruzó con los neandertales desde que se secuenciaron los primeros genomas de nuestros parientes. Sin embargo, los genes neandertales que tenemos hoy en día no son el resultado de las primeras interacciones esporádicas que tuvieron los Homo sapiens con los neandertales cuando abandonaron África por primera vez, sino que provienen de las migraciones mucho más grandes que los humanos modernos emprendieron fuera de África hace unos 60.000 años.

El mestizaje en aquellos momentos pudo haber sido el resultado de un cortejo mutuo o bien pudo haber sido menos amistoso. Los encuentros entre grupos separados de nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés, muestran evidencia de ambos comportamientos.

Si el mestizaje fue exitoso o no, parece depender de la pareja exacta que se estaba reproduciendo. Hasta el momento no hay evidencia de la genética del Homo sapiens en los genomas del neandertal tardío que datan de hace entre 60.000 y 40.000 años.

Es posible que esto se deba al proceso de hibridación en sí mismo, ya que algunas especies solo son capaces de producir descendencia en ciertas direcciones. Por ejemplo, el polen de la planta Capsella rubella puede fertilizar con éxito las semillas de Capsella grandiflora, pero no al revés.

Las plantas individuales de 'Capsella grandiflora' solo son compatibles en una dirección con su pariente 'Capsella rubella', lo que también puede haber afectado a la reproducción entre el 'Homo sapiens' y los neandertales. Imágen © Katie Flenker/Shutterstock.

La falta de ADN mitocondrial -que se hereda a través de las hembras- de los neandertales en los humanos actuales se ha sugerido como una evidencia de que solo los neandertales machos y las hembras Homo sapiens podrían aparearse, pero también hay alguna evidencia de que los híbridos machos pueden haber sido menos fértiles que las hembras.

Con menos neandertales reproduciéndose entre sí, y siendo el tamaño de los grupos neandertales ya pequeños y dispersos debido al medio ambiente, la hibridación fuera de los grupos familiares neandertales podría haber ayudado a empujar a la especie al declive. Por el momento, sin embargo, no hay suficiente evidencia para decidir sobre ello.

"No sabemos si el aparente flujo de genes unidireccional se debe simplemente a que no estaba ocurriendo, a que la reproducción estaba teniendo lugar pero no tuvo éxito, o si los genomas de neandertales que tenemos no son representativos", argumenta Stringer.

"A medida que se secuencien más genomas de neandertales, deberíamos poder ver si algún ADN nuclear del Homo sapiens se transmitió a los neandertales y demostrar si esta idea es precisa o no".

La investigación futura también podría investigar preguntas similares relacionadas con otra especie de homínido conocida como los denisovanos, dándonos una mejor idea de cómo nuestra especie interactuó con sus parientes más cercanos.

Fuente: Natural History Museum | 31 de octubre de 2022

Obtienen el ADN humano más antiguo del Reino Unido, el cual revela la existencia de dos poblaciones paleolíticas distintas

Restos humanos hallados en la Cueva de Gough, Somerset, Inglaterra, que datan de alrededor de unos 15.000 años. Museo de Historia Natural, Londres.

Los primeros datos genéticos de individuos humanos del Paleolítico en el Reino Unido, el ADN humano más antiguo obtenido de las Islas Británicas hasta el momento, indican la presencia de dos grupos distintos que emigraron a Gran Bretaña al final de la última Edad de Hielo, según una nueva investigación.

Publicado hoy en Nature Ecology and Evolution, el nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Arqueología del Colegio Universitario de Londres, el Museo de Historia Natural y el Instituto Francis Crick, revela por primera vez que la recolonización de Gran Bretaña consistió en al menos dos grupos con orígenes y culturas distintas.

El equipo de estudio exploró la evidencia de ADN de un individuo de hallado en la cueva de Gough, en Somerset, y de otro individuo hallado en la cueva de Kendrick, en el norte de Gales, el cual vivió hace más de 13.500 años. Existen muy pocos esqueletos de esta antigüedad en Gran Bretaña, con alrededor de una docena encontrados en seis sitios en total. El estudio, que involucró datación y análisis por radiocarbono, así como extracción y secuenciación de ADN, muestra que es posible obtener información genética útil de parte del material óseo humano más antiguo del país.

Los autores dicen que estas secuencias del genoma representan el primer capítulo de la historia genética de Gran Bretaña, pero el ADN y las proteínas antiguas prometen retrotraernos aún más en la historia humana.

a, Mapa que indica la ubicación de los enclaves del Pleistoceno discutidos en el artículo de investigación y la ascendencia genética de los individuos analizados de ellos. b, valores del núcleo de hielo NGRIP y estratigrafía de eventos INTIMATE (miembros del Proyecto del núcleo de hielo del norte de Groenlandia 2004), ascendencia genética y fecha de los individuos. Los especímenes de la Cueva de Gough y Höhle Fels no están fechados directamente y, por lo tanto, para el espécimen de Höhle Fels, el rango de antigüedad que se muestra tiene un intervalo de confianza del 95% respecto de las fechas de radiocarbono calibradas de los huesos recuperados en la misma área/contexto. Para el espécimen de la cueva de Gough, el rango de antigüedad que se muestra son las fechas de inicio y finalización de la ocupación del sitio obtenida mediante modelo bayesiano basado en la datación por AMS (espectrometría de masas acelerada) de los restos humanos y de fauna modificados por el hombre.

Los investigadores encontraron que el ADN del individuo de la cueva de Gough, que murió hace unos 15.000 años, indica que sus antepasados ​​fueron parte de una migración inicial hacia el noroeste de Europa hace unos 16.000 años. Sin embargo, el individuo de la cueva de Kendrick es de un período posterior, hace unos 13.500 años, con una ascendencia procedente de un grupo occidental de cazadores-recolectores. Se cree que los orígenes ancestrales de este grupo son del Cercano Oriente y emigraron a Gran Bretaña hace unos 14.000 años.

La coautora del estudio, la Dra. Mateja Hajdinjak (izquierda), del Instituto Francis Crick, dijo que "encontrar a dos ancestros tan cercanos en el tiempo en Gran Bretaña, con solo un milenio de diferencia, se suma a la imagen emergente de la Europa paleolítica, constituyendo una región con una población cambiante y dinámica".

Los autores señalan que estas migraciones ocurrieron después de la última Edad de Hielo, cuando aproximadamente dos tercios de Gran Bretaña estaban cubiertos por glaciares. A medida que el clima se calentó y los glaciares se derritieron, se produjeron cambio ecológicos y ambientales drásticos y los humanos comenzaron a regresar al norte de Europa.

Restos humanos de la Cueva de Kendrick (Gales del Norte) que datan de alrededor de 13.600 años. Crédito: R.Stevens.

La coautora del estudio, la Dra. Sophy Charlton (derecha), de la Universidad de Oxford, y que realizó el estudio mientras estaba trabajando en el Museo de Historia Natural, dijo: "El período en el que estábamos interesados, de hace 20.000 a 10.000 años, es parte del Paleolítico, la Edad de Piedra Antigua. Esto es un período de tiempo importante en relación al medio ambiente en Gran Bretaña, ya que habría habido un calentamiento climático significativo, aumentos en la cantidad de bosques y cambios en el tipo de animales disponibles para cazar".

Además de genéticamente, se descubrió que los dos grupos eran culturalmente distintos, con diferencias en lo que comían y cómo enterraban a sus muertos.

Otra coautora del estudio, la Dra. Rhiannon Stevens (izquierda), del Instituto de Arqueología del Colegio Universitario de Londres, añade: "Los análisis químicos de los huesos mostraron que los individuos de la cueva de Kendrick comían muchos alimentos marinos y de agua dulce, incluidos los grandes mamíferos marinos".

"Sin embargo, los humanos en la cueva de Gough no mostraron evidencia de comer alimentos marinos y de agua dulce, sino principalmente comida procedente de herbívoros terrestres como ciervos rojos, bóvidos (como el uro) y caballos".

Los investigadores descubrieron que las prácticas mortuorias de los dos grupos también diferían. Aunque se encontraron huesos de animales en la cueva de Kendrick, estos incluían artículos de arte mueble, como una quijada de caballo decorada. No se encontraron huesos de animales que mostraran evidencia de haber sido comidos por humanos, y los científicos dicen que, tal circunstancia, indica que la cueva fue utilizada como lugar de entierro por sus ocupantes.

Foto: Cráneo-tazón empleado para beber o comer. Credit: © The Trustees of the Natural History Museum, London

En contraste, los huesos de animales y humanos encontrados en la cueva de Gough mostraron una modificación humana significativa, incluidos cráneos modificados para utilizarse como recipientes para beber o comer, algo que los investigadores creen que es evidencia de canibalismo ritual. Los individuos de esta población anterior parecen ser las mismas personas que crearon las herramientas de piedra de la cultura Magdaleniense, conocida también por el arte su arte rupestre icónico y los artefactos realizados con restos óseos.

Recreación del llamad 'Hombre de Cheddar'.

La cueva de Gough es también el sitio donde se descubrió el famoso Hombre de Cheddar en 1903, el cual está datado entre 10.564 y 9.915 años AP. En este estudio, se encontró que el Hombre de Cheddar tenía una mezcla de ancestros, en su mayoría (85%) cazadores-recolectores occidentales y algunos (15%) del tipo más antiguo de la migración inicial.

Otra investigadora, la Dra. Selina Brace (derecha) del Museo de Historia Natural, dijo: "Realmente queríamos saber más sobre quiénes podrían haber sido estas primeras poblaciones en Gran Bretaña. Sabíamos por nuestro trabajo anterior, incluido el estudio del 'Hombre de Cheddar', que los cazadores-recolectores occidentales estaban en Gran Bretaña hace unos 10.500 años AP, pero no sabíamos cuándo llegaron por primera vez a Gran Bretaña, y si esta era la única población que estaba presente".

Fuente: Colegio Universitario de Londres | phys.org | 24 de octubre de 2022

Un estudio de distintos cráneos de homínidos plantea la posibilidad de la existencia de una nueva especie humana

Ilustración de un cráneo humano fósil cortado por la mitad para mostrar todas las estructuras anatómicas internas, incluidos los senos frontales en rojo. © A. Balzeau CNRS/MNHN

Un equipo internacional ha investigado los senos frontales en todas las especies de la evolución humana utilizando imágenes de TAC (Tomografía computarizada). A diferencia de las radiografías tradicionales, el TAC permite estudiar el cráneo en tres dimensiones, como si fuera transparente.

En el trabajo ha participado el director científico del Museo de la Evolución Humana (MEH), Juan Luis Arsuaga, el cual ha estudiado los fósiles de Atapuerca (Burgos) y de Aroeira (Portugal). En concreto, de Atapuerca se han estudiado 6 individuos. 5 cráneos de la Sima de los Huesos (Atapuerca): SH5, SH12, SH13, SH15, SH17 y el cráneo encontrado en Gran Dolina. El artículo de investigación se ha publicado en la revista Science Advances.

Figura sintetizada del seno. Diagrama que resume las variaciones observadas en los senos frontales durante la evolución humana. © A. Balzeau CNRS/MNHN. La línea diagonal separa los taxones con diferentes limitaciones en la morfología de los senos (los especímenes no se muestran a escala; están organizados cronológicamente de abajo a arriba). A la derecha, el tamaño y la forma de los senos depende del tamaño del cráneo (lo que indica una débil restricción en el desarrollo de los senos por parte de las estructuras anatómicas circundantes y grandes superestructuras frontales que proporcionan un espacio potencial para la expansión, dando a los senos la oportunidad de desarrollarse isométricamente con el tamaño endocraneal) en los géneros Pan, Gorilla, Sahelanthropus, Australopithecus y Paranthropus. A la izquierda, el cráneo, el cerebro y los senos paranasales varían juntos. Los resultados confirman la existencia de grupos distintos dentro de los homininos con características propias.

Aunque parezca sólido hay mucho hueco en el cráneo humano. Está, para empezar, la gran cavidad donde se alojan el cerebro y el cerebelo. Y están también los senos maxilares, porque la cara es aire con unas finas paredes de hueso. Finalmente, por encima de los huesos nasales y de las órbitas, en el hueso frontal, hay senos, que han sido el objeto del presente trabajo.

"La enorme cantidad de información publicada en el artículo es una mina para futuros estudios de la neumatización frontal, porque nunca se había puesto a disposición de la comunidad científica un catálogo de fósiles tan completo como este. La gran pregunta que se busca responder es esta: ¿de qué depende el tamaño de los senos frontales en un cráneo?

Las respuestas que se han dado en el pasado, cuando solo se contaba con las placas radiográficas de unos pocos fósiles, son muy variadas. ¿El desarrollo de los senos frontales tiene que ver con el sexo del individuo? ¿Con el desarrollo del toro supraorbitario en cada especie? ¿Con la biomecánica de la masticación y la disipación de esfuerzos, es decir, con la alimentación? ¿Con el aislamiento del cerebro del frío exterior en ambientes árticos? La lista de conjeturas que se han propuesto es larguísima", afirma Juan Luis Arsuaga (izquierda).

En el estudio se analizan todas las alternativas, se descartan algunas y se abren otras posibilidades, porque este es un trabajo que servirá para la reflexión y para el debate. Entre las conclusiones hay una muy interesante para el director científico del MEH: "La forma de los senos frontales y la del lóbulo frontal del cerebro están relacionadas a partir de Homo erectus".

Reconstrucción virtual del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos con los senos frontales en opaco. Vista anterior. © E. Santos y JL Arsuaga UCM

Reconstrucción virtual del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos con los senos frontales en opaco. Vista lateral. © E. Santos y JL Arsuaga UCM.

Reconstrucción virtual del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos con los senos frontales en opaco. Vista superior. © E. Santos y JL Arsuaga UCM.

A los investigadores de Atapuerca les interesan todos los fósiles desde Homo erectus, porque los yacimientos abarcan más de un millón de años. Pero hay tres cráneos que merecen una mención aparte. Son los de Broken Hill (Kabwe), en Zambia, el de Bodo, en Etiopía, y el de Petralona, en Grecia. El desarrollo de los senos frontales es descomunal en estos tres ejemplares, que, por compartir este rasgo, han sido agrupados bajo el nombre específico de Homo rodhesiensis.

"Como son ejemplares aislados, en los tres casos, podría tratarse de simple variabilidad poblacional, pero la Sima de los Huesos, en Atapuerca, que es de la misma época, ha proporcionado muchos cráneos y nada parecido a esos monstruosos senos frontales se ha encontrado. En consecuencia hay que tomarse en serio la posibilidad de que en África y Europa viviera una especie (Homo rodhesiensis) que no pertenecía a la línea de los neandertales ni a la de los humanos modernos", apunta Juan Luis Arsuaga.

Fuentes: museoevolucionhumana.com | agenciasinc.es| 21 de octubre de 2022

El ADN muestra por primera vez cómo era una familia neandertal

Recreación de un padre neandertal con su hija. Tom Bjorklund. Un equipo del que forma parte el último Nobel de Medicina, Svante Pääbo, reconstruye cómo se organizaban socialmente los neandertales gracias al ADN antiguo recuperado de 13 individuos hallados en dos cuevas de Siberia.

Hace unos 54.000 años, en las estribaciones occidentales del macizo de Altái, en la región fronteriza entre China, Rusia y Mongolia, varios grupos de neandertales encontraron un terreno de caza idóneo para subsistir: allí podían cazar los animales salvajes que migraban a través de los valles fluviales y que podían vigilar desde los abrigos rocosos de las montañas. En uno de ellos, la cueva de Chagyrskaya, los vestigios que dejaron atrás han podido ser desenterrados por investigadores del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Academia de Ciencias de Rusia.

En esa gruta, que sirvió de pequeño refugio de caza, los científicos han hallado restos de íbices, caballos, bisontes y otras presas, además de miles de herramientas de piedra elaboradas con materias primas que sus creadores recogieron a decenas de kilómetros de allí. Pero además, en Chagyrskaya y en la cercana cueva de Okladnikov, se han encontrado más de 80 fragmentos de huesos y dientes de neandertales, uno de los mayores conjuntos paleontológicos hasta la fecha, que después pudieron ser analizados por los investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania). Los restos óseos, cuya antigüedad oscila entre los 59.000 y los 52.000 años, han permitido recuperar con éxito el ADN de 17 neandertales, el mayor número de individuos secuenciado en un solo estudio hasta la fecha.

El primer genoma neandertal fue publicado en 2010 por Svante Pääbo, una hito científico que abrió una nueva era de investigación sobre los orígenes de la humanidad y que le ha valido este año el reconocimiento del Premio Nobel de Medicina. Pero recuperar material genético no contaminado de los huesos de hace miles de años sigue siendo un proceso complejo; hasta ahora solo se habían obtenido datos de 18 neandertales. Por eso el nuevo estudio, en el que Pääbo aparece como uno de los coautores, supone un avance importante y una prueba de las mejoras técnicas en la extracción y el aislamiento de ADN antiguo.

Ubicaciones de todos los enclaves con restos neandertales (el número de individuos se da entre paréntesis para sitios con múltiples individuos) de los que se extrajo ADN nuclear, con un primer plano de las cuevas Chagyrskaya y Okladnikov en la región de Altai de Siberia meridional.

Otro aspecto importante del trabajo, cuyos resultados se publican este miércoles en la revista Nature, es que los neandertales estudiados no estaban dispersos en una vasta extensión de terreno, sino que vivían concentrados en un momento y lugar específicos, proporcionando así una mirada única a los vínculos familiares del grupo.

"Nuestro estudio ofrece una imagen concreta de lo que pudo ser una comunidad neandertal", resume Benjamin Peter (izquierda), uno de los autores principales del artículo, "y hace que los neandertales nos parezcan mucho más humanos".

Los restos analizados procedían de trece individuos, siete hombres y seis mujeres, ocho adultos y cinco menores. Entre ellos se identificaron los de un padre y su hija adolescente, además de dos parientes de segundo grado, un niño y una mujer adulta, que podría ser su prima, su tía o su abuela.

Algunas de las piezas dentales de la cueva Chagyrskaya examinadas en el estudio |Laurits Skov et al., Nature 2022.

Además de la relación establecida entre padre e hija adolescente, se comprobó mediante el ADN mitocondrial, que el padre estaba emparentado con otros dos hombres hallados, lo que sugiere que tuvieron una madre o abuela en común.

En cuanto a un cuarto hombre, no se ha podido comprobar el parentesco con el resto de varones cuyos restos fueron encontrados, aunque sí se ha descubierto que era primo de una de las dos mujeres que habitaron en la cueva.

Los investigadores encontraron varias heteroplasmias en el ADN mitocondrial, un tipo especial de variante genética (en la que un individuo tiene dos versiones diferentes de ADNmt en una misma célula) que sólo persiste durante un pequeño número de generaciones, un hecho que les permite confirmar que vivieron en un mismo periodo. Además, los genomas de Chagyrskaya contienen firmas de endogamia, en la forma de largos tramos de ADN idéntico heredado de cada padre.

Se cree que los neandertales vivían en pequeñas comunidades (entre 10 y 30 individuos por grupo). Esos grupos estaban conectados con otros en redes de interacción más amplias, formando la población completa de una región. El estudio confirma que los neandertales no vivían en comunidades completamente aisladas: los restos materiales de las dos cuevas respaldan los datos genéticos que indican que los grupos que habitaban las grutas estaban estrechamente vinculados.

Cueva de Chagyrskaya en las montañas Altai del sur de Siberia. Crédito: IAET

MIGRACIÓN DE LAS MUJERES

Por otro lado, al comparar la diversidad genética del cromosoma Y, que pasa de padres a hijos, con la diversidad del ADN mitocondrial, que se hereda de las madres, los investigadores descubrieron que la diversidad genética mitocondrial era mucho mayor que la del cromosoma Y. Eso sugiere que estas comunidades neandertales estaban vinculadas principalmente por la migración femenina y es consistente con otros análisis que avanzaban la hipótesis de que eran las mujeres las que dejaban la comunidad para unirse a la de quienes serían sus compañeros.

También se ha podido comprobar que, a pesar de la proximidad a la cueva Denisova, estas migraciones no parecen haber involucrado a los denisovanos, a pesar de vivir estos a apenas a 100 kilómetros de distancia: los investigadores no encontraron evidencia de flujo de genes denisovanos en los neandertales de Chagyrskaya.

Otro hallazgo que ha llamado la atención de los autores es la escasa diversidad genética dentro de la comunidad, que debía ser un grupo de entre 10 y 20 individuos. La cifra es más baja que las registradas en cualquier comunidad humana antigua o actual, y se asemeja más al tamaño de los grupos de especies en peligro de extinción, como los gorilas de montaña. "Sin embargo, los neandertales que hemos estudiado vivieron más de 10.000 años antes de que se produjese su extinción, es decir, eso es un periodo de tiempo más largo del que transcurrió desde el inicio de la agricultura en Europa hasta la actualidad", matiza Peter. "Por tanto, no creemos que nuestros resultados estén directamente relacionados con su desaparición".

Artefactos de piedra de la cueva de Chagyrskaya: fotografías (AC), dibujos lineales y perfiles transversales de tres herramientas bifaciales plano-convexas de tipos micoquiense. Barra de escala - 5 cm. Crédito de la imagen: Kolobova et al , doi: 10.1073 / pnas.1918047117.

Por otro lado, el análisis de un fósil hallado en la cueva de Denísova (a sólo 100 km de Chagyrskaya) había establecido que los neandertales habitaron el macizo de Altái desde mucho antes, hace unos 120.000 años. Sin embargo, el estudio que se publica en Nature señala que los habitantes de Chagyrskaya y Okladnikov no descienden de esos primeros grupos, sino que están estrechamente relacionados con los neandertales europeos. Una afirmación respaldada por los restos materiales: las herramientas de piedra de la cueva de Chagyrskaya son más parecidas a la llamada cultura micoquiense conocida en Alemania y Europa del Este. "No hay pruebas de que los neandertales hayan vivido fuera de Europa o Asia", recuerda Peter, "creemos, por tanto, que una migración desde Europa (quizás a lo largo de miles de años) es el escenario más probable".

Reacciones al estudio de investigación

Para la investigadora española María Martinón Torres (izquierda), directora del CENIEH, "lo que vemos en este trabajo es un proceso de empobrecimiento y agotamiento genético en circunstancias demográficas adversas y, en ese momento, probablemente ya irreversible. Era un grupo pequeño, con alto grado de parentesco entre sus miembros y con tan poca variabilidad genética que recoge la esencia de la extinción de los neandertales".

Para la paleoantropóloga, que no ha participado en el estudio, "se trata de una foto congelada de un proceso de extinción, es como el fotograma de la crónica de una muerte anunciada". En su opinión, es ciencia, pero con una carga poética y dramática tan grande, que pone los pelos de punta. "Ojalá algún día lleguemos a ese nivel de precisión con yacimientos como la Sima de los Huesos (en Atapuerca), donde tenemos un acumulación de una treintena de individuos que fueron arrojados allí intencionalmente, o en el nivel de TD6 de la Gran Dolina, para comprender la composición del menú caníbal y estar más cerca de entender qué sucedió allí en realidad", concluye. "Las historias de la Historia, qué maravilla".

Para el investigador español Antonio Rosas (derecha), director del Grupo de Paleoantropología MNCN-CSIC, se trata de un trabajo muy sólido y complejo, con sofisticados análisis estadísticos. Rosas celebra que lleguen a la misma conclusión que alcanzó su grupo con el análisis del ADN mitocondrial de los neandertales de la cueva de El Sidrón, en Asturias.

“En resumen”, señala, “en las sociedades neandertales practicaban la patrilocalidad. Es decir, eran las mujeres jóvenes las que cambian de grupo, permaneciendo los varones en el grupo parental. Es muy agradable ver cómo se confirman hipótesis extraídas del análisis de los neandertales de El Sidrón”.

Fuentes: elmundo.es | vozpopuli.com | 19 de octubre de 2022

Premian con el Nobel de Medicina a Svante Pääbo por sus hallazgos en la evolución humana

El biólogo sueco Svante Pääbo habla durante una rueda de prensa celebrada en Oviedo el 17 de octubre de 2018. / EFE/José Luis Cereijido.

La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska ha concedido el Premio Nobel de Medicina o Fisiología 2022 al investigador sueco Svante Pääbo (Estocolmo, 1955), vinculado actualmente al Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania) y al Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón).

Según el jurado, el galardón se le concede "por sus descubrimientos sobre los genomas de los homininos extintos y la evolución humana". Sus hallazgos también le valieron en 2018 el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

Sus estudios están vinculados a preguntas que han intrigado a la humanidad desde sus orígenes: ¿de dónde venimos y qué relación tenemos con los que nos precedieron?, ¿qué nos diferencia a nosotros, los Homo sapiens, de los demás homininos (homínidos próximos al ser humano)?

Gracias a su investigación pionera, Svante Pääbo logró algo aparentemente imposible: secuenciar el genoma del neandertal, un pariente extinto de los humanos actuales. También hizo el sensacional descubrimiento de un hominino hasta entonces desconocido: el 'Hombre de Denísova' o denisovano.

Y lo que es más importante, descubrió que se había producido una transferencia de genes de estos homininos ya extinguidos al Homo sapiens tras la migración fuera de África hace unos 70.000 años. Este antiguo flujo de genes hacia los humanos actuales tiene relevancia fisiológica hoy en día, por ejemplo, afectando a la forma en que nuestro sistema inmunológico reacciona a las infecciones.

El trabajo de Pääbo incluye estudios genéticos de neandertales y denisovanos, proporcionando una base para explicar lo que nos hace singularmente humanos. / Nobel Prize.

¿De dónde venimos?

La cuestión de nuestro origen y de lo que nos hace únicos ha ocupado a la humanidad desde la antigüedad. La paleontología y la arqueología son importantes para el estudio de la evolución humana. Sus investigaciones aportan pruebas de que el humano anatómicamente moderno, Homo sapiens, apareció por primera vez en África hace aproximadamente 300.000 años, mientras que nuestros parientes más cercanos conocidos, los neandertales, se desarrollaron fuera de África y poblaron Europa y Asia occidental desde hace unos 400.000 años hasta hace 30.000, momento en el que se extinguieron.

Hace unos 70.000 años, grupos de Homo sapiens emigraron de África a Oriente Medio y, desde allí, se extendieron al resto del mundo. Así, humanos modernos como nosotros y neandertales coexistieron en amplias zonas de Eurasia durante decenas de miles de años. Pero, ¿qué sabemos de nuestra relación con ellos? Las pistas se derivan de la información genómica.

A finales de la década de 1990, se había secuenciado casi todo el genoma humano. Este fue un logro considerable, que permitió realizar estudios posteriores sobre la relación genética entre diferentes poblaciones humanas. Sin embargo, los estudios sobre la relación entre los humanos actuales y los neandertales extintos requerirían la secuenciación del ADN genómico recuperado de especímenes antiguos.

El ADN se localiza en dos compartimentos diferentes de la célula. El ADN nuclear alberga la mayor parte de la información genética, mientras que el genoma mitocondrial, mucho más pequeño, está presente en miles de copias. Después de la muerte, el ADN se degrada con el tiempo y al final solo quedan pequeñas cantidades. También se contamina con el ADN de, por ejemplo, bacterias y seres humanos contemporáneos. / Nobel Prize

Una tarea aparentemente imposible

Al principio de su carrera, Svante Pääbo quedó fascinado por la posibilidad de utilizar métodos genéticos modernos para estudiar el ADN de los neandertales. Sin embargo, pronto se dio cuenta de los enormes desafíos técnicos, ya que, con el tiempo, el ADN se modifica químicamente y se degrada en fragmentos cortos.

Después de miles de años, solo quedan trazas de ADN, y lo que queda está masivamente contaminado con ADN de bacterias y humanos contemporáneos. Como estudiante de postdoctorado con Allan Wilson, un pionero en el campo de la biología evolutiva, Pääbo comenzó a desarrollar métodos para estudiar el ADN de los neandertales, un esfuerzo que duró varias décadas.

En 1990, Pääbo fue contratado por la Universidad de Múnich (Alemania), donde, como profesor recién nombrado, continuó su trabajo sobre el ADN antiguo. Decidió analizar el de las mitocondrias neandertales, orgánulos de las células que contienen su propio ADN. El genoma mitocondrial es pequeño y contiene solo una fracción de la información genética de la célula, pero está presente en miles de copias, lo que aumenta las posibilidades de éxito.

Con sus refinados métodos, Pääbo consiguió secuenciar una región de ADN mitocondrial de un trozo de hueso de hace 40.000 años. Así, por primera vez, tuvimos acceso a una secuencia de un pariente extinto. Las comparaciones con humanos y chimpancés contemporáneos demostraron que los neandertales eran genéticamente distintos.

Como los análisis del pequeño genoma mitocondrial solo aportaron información limitada, Pääbo asumió entonces el enorme reto de secuenciar el genoma nuclear neandertal. En ese momento, se le ofreció la posibilidad de crear el Instituto Max Planck en Leipzig al que sigue vinculado. En el nuevo centro, Pääbo y su grupo mejoraron constantemente los métodos para aislar y analizar el ADN de los restos óseos antiguos.

El equipo de Pääbo extrajo ADN de especímenes óseos de homínidos extintos. Primero obtuvo un fragmento de hueso de nNandertal en Alemania, el yacimiento que dio nombre a los neandertales. Más tarde, utilizó un hueso de dedo de la cueva de Denisova, en el sur de Siberia, el yacimiento que dio nombre a los denisovanos (izquierda). A la derecha, árbol filogenético que muestra la evolución y la relación entre el Homo sapiens y los homíninos extintos, así como los flujos genéticos descubiertos por Pääbo. / Nobel Prize

Secuenciación del genoma neandertal

El equipo aprovechó los nuevos avances técnicos, que hicieron que la secuenciación del ADN fuera muy eficiente. Pääbo también contrató a varios colaboradores con experiencia en genética de poblaciones y análisis de secuencias avanzados. Y sus esfuerzos tuvieron éxito, logrando publicar laprimera secuencia del genoma neandertal en 2010. Los análisis comparativos demostraron que el ancestro común más reciente de los neandertales y el Homo sapiens vivió hace unos 800.000 años.

El investigador sueco y sus colaboradores pudieron ahora investigar la relación entre los neandertales y los humanos actuales de diferentes partes del mundo. Los análisis comparativos mostraron que las secuencias de ADN de los neandertales eran más similares a las de los humanos contemporáneos procedentes de Europa o Asia que a las de los humanos contemporáneos procedentes de África.

Esto significa que los neandertales y los Homo sapiens se cruzaron durante sus milenios de coexistencia. En los humanos actuales con ascendencia europea o asiática, aproximadamente el 1-4 % del genoma procede de los neandertales.

Excavaciones en la cueva de Denísova.

Un descubrimiento sensacional: los denisovanos

En 2008, se descubrió un fragmento de hueso de dedo de 40.000 años de antigüedad en la cueva de Denísova, en el sur de Siberia. El hueso contenía un ADN excepcionalmente bien conservado, que el equipo de Pääbo secuenció. Los resultados causaron sensación: la secuencia de ADN era única en comparación con todas las conocidas de neandertales y humanos modernos.

El investigador sueco había descubierto un hominino desconocido hasta entonces: el denisovano. Las comparaciones con secuencias de humanos contemporáneos de diferentes partes del mundo mostraron que también se había producido un flujo de genes entre el hombre de Denísova y el Homo sapiens. Esta relación se observó por primera vez en poblaciones de Melanesia y otras partes del sudeste asiático, donde los individuos llevan hasta un 6 % de ADN de denisovano.

Los descubrimientos de Pääbo han permitido una nueva visión de nuestra historia evolutiva. En la época en que el Homo sapiens emigró de África, al menos dos poblaciones de homininos extinguidas habitaban en Eurasia. Los neandertales vivían en el oeste, mientras que los denisovanos poblaban el este del continente. Durante la expansión de los sapiens fuera de África y su migración hacia el este, no solo se encontraron y cruzaron con neandertales, sino también con denisovanos.

El equipo de Svante Pääbo en 2010, cuando lograron elaborar el primer borrador del genoma neandertal. De izquierda a derecha: Adrian Briggs, Johannes Krause, Svante Pääbo y Richard E. Green del Instituto Max Planck.

Padre de la paleogenómica

La investigación de Pääbo también ha dado lugar a una disciplina científica totalmente nueva: la paleogenómica. Tras los descubrimientos iniciales, su grupo ha completado el análisis de varias secuencias genómicas adicionales de homininos extintos.

Sus descubrimientos ofrecen un recurso único, que es utilizado ampliamente por la comunidad científica para comprender mejor la evolución y la migración humanas. Los nuevos y potentes métodos de análisis de secuencias indican que los homininos arcaicos también pueden haberse mezclado con los humanos modernos en África. Sin embargo, todavía no se ha secuenciado ningún genoma de los primeros en ese continente debido a la degradación acelerada del ADN antiguo en los climas tropicales.

Gracias a los hallazgos del nuevo premio nobel de Medicina, sabemos, además, que las secuencias genéticas antiguas de nuestros parientes extintos influyen en la fisiología de los humanos actuales. Un ejemplo es la versión denisovana del gen EPAS1, que confiere una ventaja para la supervivencia a gran altura y es común entre los tibetanos actuales. Otros ejemplos son los genes neandertales que afectan a nuestra respuesta inmunitaria a distintos tipos de infecciones.

Monje budista en las inmediaciones del Monasterio Rongbo, el más alto del mundo, situado a 5.100 m, a los pies del Everest.

¿Qué nos hace humanos únicos?

Al revelar las diferencias genéticas que distinguen a todos los seres humanos vivos de los homininos desaparecidos, sus descubrimientos sientan las bases para explorar lo que nos hace realmente singulares a los humanos actuales.

El Homo sapiens se caracteriza por su capacidad de crear culturas complejas, innovaciones avanzadas y arte figurativo, así como por cruzar aguas abiertas y extenderse por todo el planeta. Los neandertales también vivían en grupo y tenían un gran cerebro y utilizaban herramientas, pero estas se desarrollaron muy poco durante cientos de miles de años.

Las diferencias genéticas entre nosotros los sapiens y nuestros parientes extintos más cercanos eran desconocidas hasta que se identificaron gracias a los trabajos de Pääbo. Las investigaciones actuales se centran ahora en analizar las implicaciones funcionales que tienen esas características diferentes para aclarar qué es lo que tenemos realmente de humanos únicos.

Los descubrimientos de Pääbo han aportado información importante sobre cómo estaba poblado el mundo en la época en que el ‘Homo sapiens’ emigró de África y se extendió por el resto del mundo. Los neandertales vivían en el oeste y los denisovanos en el este del continente euroasiático. El mestizaje se produjo cuando el Homo sapiens se extendió por el continente, dejando rastros que permanecen en nuestro ADN. / Nobel Prize.

La opinión de Pääbo sobre si los sapiens, neandertales y denisovanos somos o no la misma especie

Los estudios genómicos de Pääbo y diversos restos paleoantropológicos confirman que los sapiens, los neandertales y los denisovanos se reprodujeron sexualmente, una evidencia que suele conducir a una pregunta recurrente: ¿son entonces la misma especie, entendida como organismos que se pueden entrecruzar y tener descendencia fértil?

“Bajo esa definición, los tres grupos serían la misma especie”, explicaba Pääbo a Sinc en 2018, cuando se descubrieron los restos de una hija de neandertal y denisovano, “pero nosotros nos mantenemos alejados del debate de si se trata de especies diferentes o no, porque no existe una definición universal de especie”.

El experto pone un ejemplo: “Los osos polares y los grizzlies tienen descendencia fértil en la naturaleza. Sin embargo, se ven diferentes y se comportan de manera distinta, por lo que la mayoría de las personas los considerarían especies diferentes”.

“Por lo tanto, es una discusión académica estéril hablar de si los neandertales y los humanos modernos o los denisovanos son especies separadas o no”, concluye Pääbo, quien en un artículo publicado en Nature reconocía que tampoco le gusta mucho el término ‘híbrido’ para referirse a casos como el de Denny –como cariñosamente se llamó a la joven neandertal-denisovana–, porque eso implicaría que procede de dos especies distintas, cuando la realidad es que los límites taxonómicos entre estos grupos humanos (que podrían ser subespecies de Homo sapiens) todavía son bastante difusos y objeto de debate.

Reacciones

“Demostrar los cruces de sapiens con neandertales y otros homínidos fue todo un cambio de paradigma en evolución humana”, resalta el genetista del CSIC, Carles Lalueza-Fox (izquierda), que colaboró con Pääbo en la secuenciación del primer genoma neandertal a partir de fósiles hallados en Croacia, Rusia, Alemania y en la cueva de El Sidrón, en Asturias. Lalueza-Fox acompañó al sueco en sus expediciones por esta gruta, donde la temperatura constante permitió que el ADN de los homínidos se conservase a pesar de llevar ahí unos 50.000 años. “Svante tiene una fuerte personalidad y es un visionario. Creo que es el único caso de todo un campo de investigación dominado por una sola persona”, apunta el genetista.

El paleoantrolólogo del CSIC, Antonio Rosas, también coautor del genoma neandertal y colaborador de Pääbo, destaca que su gran aportación científica ha sido unificar dos ámbitos aparentemente incompatibles. “Él ha sido capaz de aglutinar la biología molecular con la arqueología y la paleoantropología en un mismo paradigma”, resalta.

José María Bermúdez de Castro (izquierda), codirector de los yacimientos de Atapuerca, manifiesta: "Se trata de la primera vez que nuestro ámbito científico es reconocido con el Nobel y en mi opinión es un premio muy merecido porque Svante Pääbo ha abierto una caja extraordinaria de posibilidades para la investigación de la evolución humana", valora en conversación telefónica.

"Lo que ha hecho tanto Pääbo como su equipo, porque tiene un equipo magnífico y alumnos aventajados por todas partes, ha supuesto un punto de inicio y de referencia extraordinario, y un punto de inflexión en nuestro ámbito científico", añade Bermúdez de Castro, que recuerda que el genetista sueco ha trabajado también en España con los neandertales hallados en cueva de El Sidrón (Asturias).

El paleontólogo rememora cómo cuando era estudiante, allá por los años 70, ya se hablaba de que la paleontología molecular sería interesante: "Y tanto que lo ha sido. Nosotros siempre hemos estudiado la morfología [de los fósiles], que es lo que teníamos a nuestra disposición y es importantísimo, pero al llegar la genómica se han abierto muchísimas puertas, nuevas líneas de investigación y nuevas preguntas, aunque lamentablemente, no de todos los fósiles se puede sacar ADN".

La secuenciación del genoma de los neandertales, "que son tan característicos y especiales", explica Bermúdez de Castro, fue un salto cualitativo y un punto de inflexión. "Luego apareció el ADN de los denisovanos, y ha creado unas expectativas extraordinarias no sólo en Siberia, también en Asia. Estamos trabajando mucho en China donde hay fósiles que aún no sabemos qué son, y se están relacionando con los denisovanos".

El codirector de Atapuerca señala asimismo que el estudio de las paleoproteínas -cuyo primer estudio en homínidos se publicó en 2020 sobre la especie Homo antecessor- es otro campo vinculado que están desarrollando ahora y para el que tienen grandes expectativas.

Juan Luis Arsuaga (izquierda), codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca (Burgos), ha colaborado en numerosas ocasiones con el biólogo sueco.

"Le han dado el premio a una amigo. A nivel personal, trabajar con un Nobel es impresionante. Además, ha abierto una línea de investigación nueva. Se lo merece porque es un pionero, un visionario", afirma, al tiempo que recuerda queel ADN más antiguo pertenece a la Sima de los Huesos, en Atapuerca.

Robert Sala (derecha), director del Instituto Catalan de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), destaca que el trabajo de Pääbo "ha puesto a nuestro alcance una herramienta muy potente para identificar la evolución, adaptación y movimiento de las poblaciones humanas". "La herramienta genética puesta a punto por Svante Pääbo ha permitido identificar relaciones a larga distancia [entre homínidos] pero también ha mostrado la desaparición de poblaciones en distintos momentos de la prehistoria. Muchas veces ha confirmado hipótesis de los prehistoriadores, pero en otras ha puesto en evidencia cambios no detectados previamente", esgrime el experto.

Fuentes: agenciasinc.eselpais.com | elmundo.es | abc.es | elperiodico.com | 3 de octubre de 2022