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José María Bermúdez de Castro: «El verdadero origen de los humanos modernos sigue siendo un misterio»

«Exploradores», el nuevo libro de José María Bermúdez de Castro, explica las últimas ideas de la Ciencia sobre la aparición de los primeros representantes de nuestra especie 

josé manuel nieves / madrid
Entrevista al Codirector del yacimiento de Atapuerca (Burgos)
Es codirector de los Yacimientos de Atapuerca y protagonista, en primera persona, de una de las aventuras científicas más apasionantes de cuantas se han escrito en nuestro país. Durante casi tres décadas, ha luchado para que en el mundo resuene, y se respete, la voz de un grupo de científicos españoles que está haciendo historia. Ahora, con “Exploradores”, su último libro (Editorial Debate), repasa estos treinta años de trabajo intenso y descubrimientos excepcionales que han colocado a Atapuerca, y a España, entre los países que más tienen que decir sobre el origen del hombre, uno de los misterios científicos más apasionantes de la actualidad. 

-¿Por qué el título de Exploradores?
-Es por el Homo antecessor, uno de los hallazgos más importantes de todos los que se han hecho en Atapuerca. En su origen latino, antecessor significa precursor, explorador. Hace ya un millón de años, estos homínidos llegaron a Europa y la poblaron.

- ¿Cómo empezó Atapuerca?
- Fueron comienzos muy difíciles. Hay que situarse a finales del siglo XX, con una ciencia oficial que rechazaba todos nuestros descubrimientos y conclusiones. Y nos rechazaban por el mero hecho de ser españoles. La ciencia oficial entonces era anglosajona, y veía con reticencia todo lo que no se hacia bajo su ámbito y su control. Cualquier investigación china, española, etc. estaba, por definición, bajo sospecha.

- ¿Sigue siendo así en la actualidad?
- No. Hoy eso ha cambiado, aunque aún quedan algunas reticiencias… Sin embargo, fue precisamente ese rechazo lo que hizo que nos empeñáramos aún más. En 1994 apareció Homo antecessor, y cuando sugerimos que podía ser, por su mezcla de rasgos, un antepasado común de nuestra propia especie, Homo sapiens, y los neandertales, se consideró como una osadía.

- ¿Sigue usted pensando que Homo antecessor es ese antepasado común?
- Ahora, desde la madurez y con la experiencia acumulada durante estos años, estamos repensando las cosas. En el libro trato de reflejar esas reflexiones, que me llevan a ver el genero Homo de una forma muy distinta. Creo que Eurasia tuvo un papel mucho mayor en el origen de los europeos modernos de lo a que se creía. Y estamos reconsiderando algunas de esas criticas de los noventa y reestudiándolas. Ahora pienso que Antecessor pudo no ser ese ancestro común que pensábamos al principio.

- ¿Por qué?
- Porque, sencillamente, es demasiado antiguo. Se han hecho dataciones cada vez más precisas, y el resultado de cada una de ellas arroja más antigüedad que la anterior. Estamos ya rozando el millón de años, y eso es demasiado lejos en el tiempo para ser un antepasado directo. La genética nos dice que el límite para una herencia directa no debería superar los 400.000 años. Podría, eso sí, ser un “primo” muy emparentado con el auténtico antepasado directo de las dos especies.

- ¿Podría ser ese antepasado Homo heildelbergensis, la especie que apareció en la Sima de los Huesos de Atapuerca y a la que se atribuyen más de 500.000 años de antiguedad?
- Creo que tampoco, porque heidelbergensis está muy derivado hacia los neandertales. Antecessor es muy primitivo y con rasgos de sapiens y neandertales. Desde el punto de vista anatómico Antecessor sería mejor candidato, pero desde el punto de vista de la genética es demasiado antiguo.

- ¿Quiere eso decir que el auténtico antepasado común entre sapiens y neandertales aún no se ha descubierto?
- Sí, exacto. Puede que el verdadero antepasado común fuera un homínido aún no descubierto y que hubiera vivido entre Antecessor, hace un millón de años, y los humanos de la Sima.

- ¿Podría ese homínido “intermedio” del que habla aparecer, también, en Atapuerca?
- Claro que podría. Aunque yo estoy más convencido de que aparecerá en Oriente próximo.

- ¿Por qué?
- Porque es la ruta migratoria más probable para salir de Africa. Hace 1,8 millones de años los primeros humanos salieron de África y se dispersaron. Primero, hacia Asia y más tarde hacia Europa. Pasaron a través de lo que se conoce como el “corredor levantino”, una estrecha franja que atraviesa lo que hoy son Israel, Líbano, Jordania… Es una franja muy estrecha y especialmente adecuada para el paso. La cuestión es que, hoy por hoy, el verdadero origen de los humanos modernos y de los neandertales sigue siendo un misterio, un asunto no resuelto.

- ¿Cómo es la situación actual de Atapuerca? ¿Está afectando la crisis a las excavaciones?
- Por supuesto que sí. La mejor etapa de Atapuerca fue entre 2001 y hace dos años. Ahora llevamos dos años con recortes y la situación es cada vez peor. Hasta ahora hemos podido absorber esos recortes, pero existe el riesgo de que haya más y eso afectará muy negativamente a la excavación. 

- ¿Tienen pensada alguna estrategia?
- La base de todo son los fósiles, y la prioridad es que Atapuerca siga produciendo fósiles y que esos fósiles se estudien. Se puede renunciar a tiempo de excavación, incluso al número de excavadores, que habrá que hacerlo. Lo que no se puede renunciar es a excavar, porque esa es la auténtica fuente de riqueza. En 2010 Atapuerca generó, solo en la región de Burgos, 54 millones de euros y 1.130 puestos directos de trabajo.

- En julio empieza la campaña de excavación de este año. ¿Será más modesta que las anteriores?
- No. Este año la campaña se ha planteado exactamente igual que la del año pasado, porque la Fundación Atapuerca ha podido aportar los fondos que ha recortado la administración. Pero eso vale solo para este año, es una situación que no puede durar…

- ¿Qué se espera encontrar en esta campaña?
- Bueno, en Atapuerca hay sorpresas todos los años. Pero, aparte de eso, tenemos excelentes perspectivas de localizar un campamento humano de hace casi un millón de años. La doctrina oficial es que Europa fue “colonizada” no una, sino varias veces. Los primeros pobladores llegaron hace cerca de un millón y medio de años, pero se extinguieron. Después llegaron otros, que también se extinguieron, y así hasta Homo heilderbergensis. Si nosotros encontramos restos humanos de un millón de años, la idea de esa supuesta discontinuidad de los humanos en Europa se iría al traste.

Documentan avances tecnológicos de los homininos que vivieron en Atapuerca tras analizar más de 22.000 utensilios

Herramientas encontradas en el sitio de Gran Dolina en Atapuerca | Fuente: Lombera Hermida, A., et al. (2020). El amanecer del Paleolítico Medio en Atapuerca: el ensamblaje lítico de TD10.1 de Gran Dolina. Diario de la evolución humana, 145.


Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y de la Universidad de Santiago de Compostela han documentado los avances tecnológicos de los homininos que vivieron en Atapuerca (Burgos) hace entre 450.000 y 250.000 años, tras analizar más de 22.000 utensilios hallados en la Gran Dolina.

El trabajo, que publica la revista Journal of Human Evolution, demuestra que, pese a la homogeneidad tecnológica que han observado entre los homininos que ocuparon entonces la Sierra de Atapuerca, estos iniciaron importantes de innovaciones que culminaron en la cultura neandertal, de gran complejidad y que avalan la capacidad de planificación de esta especie.
Los 22.000 utensilios de piedra analizados han sido encontrados en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca y han servido para documentar cómo fue la transición entre el Paleolítico inferior y el Paleolítico medio en Atapuerca, es decir, entre el período comprendido entre los 450.000 y 250.000 años antes del presente.

El trabajo ha sido liderado por Arturo de Lombera Hermida (izquierda), arqueólogo del Grupo de Estudio para la Prehistoria del Noroeste Ibérico de la Universidade de Santiago de Compostela, y han participado los arqueólogos del IPHES y de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Xosé-Pedro Rodríguez, Marina Mosquera, Andreu Ollé, Esther López-Ortega, Antonio Rodríguez-Hidalgo, Palmira Saladié y Eudald Carbonell.

El análisis de los datos obtenidos con los restos de fauna y la arqueoestratigrafía (sucesión de niveles sedimentarios a lo largo del tiempo) junto con los que han aportado los artefactos líticos, constata que la cavidad de la Gran Dolina fue ocupada de diferentes maneras hace entre 350.000 y 250.000 años.

En la base del nivel más antiguo, la cavidad fue habitada a modo de campamento por los homininos durante largos períodos y en ella se desarrollaron diversas actividades (talla de herramientas, procesado de fauna, trabajo de pieles, etc.).

Herramientas encontradas en el sitio de Gran Dolina en Atapuerca y analizadas en el estudio.

Continuidad demográfica

El trabajo ha documentado una homogeneidad tecnológica, lo que implica una continuidad demográfica de los grupos que ocuparon la Sierra de Atapuerca durante el final del Pleistoceno medio, o sea, entre hace unos 450.000 y 130.000 años.
Según los investigadores, el aspecto más significativo de estos conjuntos es que registran varias innovaciones y comportamientos tecnológicos que cristalizarán posteriormente en la tecnología neandertal del Paleolítico medio.
Estos aspectos son la explotación ordenada de los recursos del territorio, una marcada selección de calidad de las materias primas, el menor tamaño de los instrumentos líticos, la pérdida de importancia de los bifaces, la fabricación de útiles enmangados, el recurso a retocadores óseos, el reciclaje de elementos líticos (uso de núcleos como percutores) y, especialmente, la aparición de métodos de talla complejos típicos del Paleolítico medio, como el Levallois o el discoidal.

Excavaciones en la Gran Dolina


"Estos comportamientos evidencian un importante incremento en la complejidad tecnológica y en la planificación de las actividades con respecto a los conjuntos anteriores", según los arqueólogos.
De este modo, el trabajo demuestra que la transición entre el Paleolítico inferior y medio en la Sierra de Atapuerca fue un proceso acumulativo y progresivo apuntando a una transición local.
Este proceso de 'neandertalización' es paralelo al observado en otros yacimientos europeos y coherente con la evolución paleoantropológica de los preneandertales de la Sima de los Huesos, también en Atapuerca.

Estas ocupaciones del nivel más antiguo de la Gran Dolina contemporáneas a otros yacimientos peninsulares con características plenamente achelenses (tecnología más arcaica) muestra que este proceso no fue homogéneo en toda Europa.

Fuentes: publico.es | galiciaconfidencial.com | 16 de julio de 2020

Autovican y la Fundación Atapuerca firman un convenio de colaboración

La empresa automovilística cede un Renault Kangoo a la Fundación como apoyo a la investigación que se realiza en los yacimientos

Burgos, 25 de marzo de 2019. El concesionario Autovican ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación Atapuerca por el que la empresa automovilística cede un vehículo Renault Kangoo. El objetivo es favorecer el trabajo que se desarrolla en el entorno de los yacimientos de la sierra de Atapuerca y durante las campañas de excavación. En marzo del pasado año, Autovican hacía entrega de un vehículo de esta misma marca, un año después renueva su compromiso con Atapuerca, sustituyendo dicho vehículo por uno nuevo. A la firma del convenio y al acto de entrega han acudido Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca; Javier Gutiérrez, director general de la Fundación Atapuerca, y Fernando de Santiago, gerente de Autovican.

Autovican, concesionario oficial Renault y Dacia, cuenta con una experiencia de más de 70 años en el sector de la automoción. Cuenta con sede en Burgos, Miranda de Ebro y Aranda de Duero.

Por su parte, la Fundación Atapuerca tiene, entre otros objetivos, apoyar al Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) a través de ayudas para la investigación predoctoral y posdoctoral; difundir las investigaciones y hallazgos sobre la evolución humana (en especial los vinculados a los yacimientos de la sierra de Atapuerca) mediante el diseño y desarrollo de programas de divulgación científica, y contribuir a mejorar el entorno territorial donde se enmarcan los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Como complemento a la financiación que la Junta de Castilla y León destina a las excavaciones, la Fundación Atapuerca coordina el funcionamiento de la campaña dándola respaldo organizativo, administrativo, económico, logístico, de mantenimiento, de comunicación y de organización de eventos.

Hallan la evidencia más antigua de presencia humana en Atapuerca: 1,4 millones de años

El consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega (segundo por la izquierda), y los codirectores del Proyecto Atapuerca, Juan Luis Arsuaga (izquierda), José María Bermúdez de Castro (derecha) y Eudald Carbonell (tercero por la izquierda), presentan los resultados de la campaña de excavaciones de 2021 en los yacimientos de Atapuerca. RICARDO ORDÓÑEZ / ICAL AGENCIA.

La sierra de Atapuerca, enclave fundamental en la evolución humana, estuvo habitada incluso antes de lo que se creía hasta ahora. Una lasca de cuarzo encontrada en la Sima del Elefante durante la última campaña de excavación, cuyos resultados han sido avanzados este lunes, ha revelado que la sierra burgalesa estuvo ocupada hace ya 1,4 millones de años, al menos cien mil años antes de lo que se había podido demostrar.

"Se ha encontrado en el complejo más antiguo de la sierra, lo que demuestra que hay presencia humana desde que se abre la primera cueva hasta el último momento", explica en conversación telefónica Marina Mosquera (izquierda), investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y una de las paleontólogas que ha participado en la campaña.

En 2008 se recuperó un fragmento de mandíbula datado hace 1,2 millones de años y que hasta el momento, era el resto óseo más antiguo documentado en la sierra. Fue catalogado como Homo sp, es decir, de una especie indeterminado (derecha).

La lasca de cuarzo encontrada en la campaña de 2021 es pequeña, pero supone un gran descubrimiento para el equipo de Atapuerca. Se recuperó en el nivel 7 de Sima del Elefante, la zona de mayor antigüedad, y retrasa la cronología de la llegada a este lugar de las primeras poblaciones europeas hasta hace 1,4 millones de años, un período con escasez de evidencias de ocupación humana en Europa. Este hallazgo, unido al descubrimiento de industria lítica de 700.000 años de antigüedad en el nivel denominado TD8 del yacimiento Gran Dolina, avala la presencia humana continuada en la Sierra durante este largo periodo de tiempo, algo excepcional en el continente.

La lasca de cuarzo hallada en la Sima del elefante en la Sierra de Atapuerca. María Guillén.

La sorpresa de este descubrimiento fue poder demostrar que en el nivel TD 8 de la Gran Dolina, donde se encontraron diez instrumentos, no había despoblamiento, como anteriormente se pensaba. "No se trata de una gran ocupación, pero se trata de una presencia que hace que el asentamiento humano sea continuo, desde ese momento hasta que se colapsan todas las cuevas y se cierran por falta de hueco", declara la investigadora.

Pese a las restricciones de la pandemia, las excavaciones de este año empezaron el 1 de julio y finalizaran el próximo miércoles. El IPHES-CERCA y la Universitat Rovira i Virgili (URV) participan con 52 personas que excavan en Gran Dolina, Galería, Sima del Elefante, Cueva Fantasma y El Mirador, cinco de los 11 yacimientos en activo de la Sierra de Atapuerca. El hallazgo más importante hasta ahora es esta lasca de cuarzo. "Tiene gran relevancia tanto a nivel científico como de interpretación", afirma Mosquera.

Un momento de la presentación de los resultados de la campaña de excavaciones de este año en Atapuerca.

Junto a este descubrimiento que da una nueva perspectiva sobre los asentamientos humanos en Europa, se han evidenciado otros datos, como la continuidad en la ocupación de la zona. Además de verse reforzada la teoría que afirma que hace más de un millón de años las temperaturas eran más templadas y húmedas gracias a los restos óseos de diferentes taxones (entre los que predominan las tortugas y los suidos, un tipo de mamífero no rumiante).

Foto: Cabe mencionar, igualmente, que también se ha hallado en la Sima de los Huesos (430.000 años) un fragmento parietal (cabeza) y un astrágalo (hueso del pie) humanos.

Cueva Fantasma ©Susana Santamaría / Fundación Atapuerca.

Neandertales de hace 70.000 años

La cantidad de industria lítica hallada en el yacimiento Cueva Fantasma es notable en comparación con campañas anteriores. Destacan varias raederas (herramientas para raer) de excelente factura, una magnífica lasca de sílex con marcas de haber sido usada y otros restos que sugieren un proceso de talla. Según el equipo de Atapuerca, estos restos evidencian la presencia de actividad humana y uso de este espacio por parte de las comunidades neandertales hace alrededor de 70.000 años.

También se ha podido averiguar más sobre las actividades agrícolas y ganaderas que llevaron a cabo nuestro antepasados en la zona: las primeras técnicas de pastoreo, la utilización de algunos espacios, como la Galería, para la obtención de recursos cárnicos; o la documentación de diferentes episodios de combustión con una antigüedad de 6.000 años, relacionados con la quema del estiércol de los rebaños que se guardaban en la cueva. Una práctica destinada a reducir el volumen de los residuos y a eliminar parásitos.

En total se han recuperado más de 1.500 restos de fauna y de instrumentos líticos asociados. La fauna se compone principalmente de restos de ciervos y caballos que fueron procesados en el interior de la cueva, como sugieren las marcas de corte identificadas. Otros restos de tipo salvaje encontrados junto a las piezas, como una una mandíbula de rinoceronte de la especie Stephanorhinus etruscus que encaja con un cráneo recuperado en 1991, ayudan a situar cómo era el entorno de la Sierra de Atapuerca. También se han identificado fósiles de osos, hienas, rinocerontes, zorros y bisontes.

Mandíbula de rinoceronte hallada en Atapuerca. Efe

Por último han obtenido numerosos restos de cultura material, de unos 6.700 años de antigüedad, como diversos ornamentos, entre los que destacan colgantes realizados con caninos de ciervo perforados, y nuevos fragmentos de brazaletes de mármol, que se suman a los recuperados durante la campaña de 2019. Se cree que los brazaletes pertenecen a redes de intercambio, ya que ese mármol se sitúa en Andalucía y no en Burgos.

Todos estos hallazgos, arrojan luz sobre el pasado de la sociedad. Cuentan la historia de los primeros habitantes que encontraron un terreno idóneo para asentarse y lo amoldaron a sus necesidades. Permite conocer el avance de la especie, como dice Mosquera: "Tenemos un recorrido de 1'4 millones de años".

Fuentes: elmundo.es | larazon.es | elespanol.com | 26 de julio de 2021

Comienza la campaña de excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca

Cueva Fantasma

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 19 de junio de 2019. El lunes 17 de junio una avanzadilla de excavadores del Equipo de Investigación de Atapuerca comenzó la preparación de las infraestructuras en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Los trabajos dirigidos por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, contarán con la colaboración, durante este mes de junio, de unas 80 personas que excavarán en los yacimientos Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Cueva Fantasma, ─todos ellos en ubicados en la Trinchera del Ferrocarril─ y en la Cueva del Mirador.

En julio llegará el resto del Equipo de Investigación de Atapuerca, llegando a sumar unas 200 personas en total. En julio se excavará, además de en los yacimientos citados, en los de Cueva Mayor (Portalón, Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas) y en las excavaciones al aire libre de La Paredeja. Ese mes se iniciará también la labor de lavado de sedimento a orillas del río Arlanzón.

El grupo de personas que vienen a excavar en la sierra de Atapuerca pertenecen a distintos centros de investigación del Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES - Tarragona), Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (Universidad Complutense de Madrid - ISCIII) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR). También hay investigadores de otras universidades y centros de investigación nacionales e internacionales. Cabe destacar la participación de varios estudiantes de la University College of London y del Museo Nacional de Georgia, gracias a los convenios firmados por la Fundación Atapuerca.

La Fundación Atapuerca, como complemento a la financiación que la Junta de Castilla y León destina a las excavaciones, coordinará el funcionamiento de la campaña con respaldo organizativo, administrativo, económico, logístico, de mantenimiento, de comunicación y de organización de eventos.

A continuación, se detallan las características de los diferentes yacimientos que se excavarán esta campaña y los objetivos planteados para cada uno de ellos.

Sima del Elefante

En este yacimiento, situado en la Trinchera del Ferrocarril ya se ha excavado en los niveles inferiores donde apareció el primer europeo.

El objetivo de esta campaña consiste en abrir la máxima superficie posible del nivel TE7. Este es el nivel más antiguo de toda la Trinchera, con más de 1,3 millones de años. De este modo, la ampliación de la excavación de este nivel permitirá la recuperación de un mayor número de restos fósiles, así como conocer mejor el proceso de acumulación de estos.

Galería

Está también en la Trinchera del Ferrocarril, a unos 50m del yacimiento de Gran Dolina.

El objetivo fundamental es continuar con la excavación del tramo inferior de la Unidad GIII en todos los sectores del yacimiento (TZ, TG, TN), donde se concentran los últimos suelos de ocupación (GSU), siendo éstos los más ricos de este paquete estratigráfico. Esta intervención supone, al mismo tiempo, ir avanzando hacia el interior de la cavidad siguiendo la topografía de la cueva.

Gran Dolina 
Es uno de los yacimientos más famosos de la Trinchera del Ferrocarril, sin duda por el descubrimiento de una nueva especie, el Homo antecessor.

Nivel superior
Durante esta campaña se dará por finalizado el nivel 10 de Gran Dolina, cuya excavación en extensión ha conllevado más de 20 campañas, debido a la extremada riqueza arqueo-paleontológica. Este año también se prevé comenzar la excavación de la unidad TD9 en toda la superficie de excavación, que ocupa aproximadamente 85 m2.

TD4 
El primer objetivo de esta campaña es seguir obteniendo datos de tipo geocronológico que permitan afinar la antigüedad del depósito. El segundo es de tipo paleontológico, y a su vez podría subdividirse en tres: 1) recuperar más restos de la especie Ursus dolinensis para contribuir a mejorar su descripción, 2) aumentar los restos de los ungulados, para afianzar las características de la comunidades de mamíferos existentes en ese periodo en la sierra y como un indicador biocronológico que pueda contribuir a datar otros yacimientos europeos, y 3) obtener más datos de la microfauna del sitio, como un indicador excelente de las condiciones ambientales imperantes en la sierra de Atapuerca en los momentos inmediatamente posteriores al Jaramillo. El tercer objetivo es del todo arqueológico, y trata de recuperar más indicios de presencia humana para comprender los modos de vida de esas comunidades en un entorno como el de la sierra de Atapuerca hace un millón de años.

Cueva del Mirador

Este yacimiento se encuentra en la zona sur de la sierra de Atapuerca. Este año, está previsto continuar interviniendo en los sectores 100 y 200. En el sector 100 se seguirá con la estrategia de profundizar de forma escalonada, pegados a techo y a la pared norte, con el objetivo de conocer la progresión de la cavidad en el plano horizontal. Pese a que durante 2018 se profundizó significativamente, en 2019 se continuará la excavación con el objetivo de conseguir el espacio suficiente para seguir adentrándose hacia el interior de la cueva.

También se continuará excavando los niveles abiertos en 2018, MIR108, 109, 202 y 206, el penúltimo de los cuales presenta restos atribuidos al sepulcro colectivo (MIR203) que siguen apareciendo en el perímetro a medida que se profundiza, las paredes se abren y se va ampliado la superficie. En este sector se descenderá en vertical, como en un sondeo convencional, dado que, de momento, las paredes no se abren lo suficiente como para intentar un avance en horizontal.

Cueva Fantasma

Una vez terminados todos los trabajos de ingeniería y adecuación pertinentes, incluida la construcción de la cubierta del yacimiento, se procederá durante esta campaña a continuar con el sondeo; registrar e inventariar sus restos y  abrir un área de 20m2 aprox. para su excavación en extensión.

La Paredeja

Durante la campaña de 2019 se pretende continuar con la intervención en este yacimiento. Para acometer las labores de excavación son necesarias, primeramente, la limpieza de la zona y del corte completo de la cantera, así como acondicionar el acceso a la zona de excavación. Una vez hechas estas labores se trabajará en el primer nivel fértil localizado en la pasada campaña de excavaciones.

Cueva Mayor

La Cueva Mayor comprende tres diferentes yacimientos: el Portalón, la galería de las Estatuas y Sima de los Huesos. Los trabajos de excavación de todo este complejo comenzarán en el próximo mes de julio.

Portalón

Este yacimiento se encuentra en la entrada de Cueva Mayor. Desde la campaña del año 2014 se está excavando un nivel Neolítico. Este nivel se caracteriza por la presencia de estructuras habitacionales (suelos preparados, hogares, muretes de piedras, etc.) de gran calidad, en los que se han encontrado materiales líticos y cerámicos típicos de este período y abundante fauna doméstica y salvaje. El año pasado se continuó la excavación de un suelo activo aparecido en 2016 sobre el que aparecían pequeñas hogueras y que aún no se ha terminado. El objetivo para la campaña de 2019 es continuar con la intervención en éste área del Sector II, correspondiente al nivel 9 y por tanto a momentos Neolíticos finales.

Del mismo modo se continuará con las excavaciones en la zona ampliada para obtener más información sobre los materiales correspondientes a los últimos momentos de ocupación de la cueva y que en el 2018 se dejó en la fase correspondiente a la Edad de Bronce Final.

Galería de las estatuas

Galería de las Estatuas está a unos 350 metros de la actual entrada a Cueva Mayor, en este yacimiento seguirán con los sondeos abiertos en las dos catas en las que están excavando. En GE-I hay una secuencia entre 80 y 112 mil años. En parte de la cata han alcanzado el nivel más bajo que se conocía hasta ahora (nivel 5) por lo que es posible que puedan continuar la secuencia. Sería muy interesante saber si por debajo del nivel 5 existen niveles fértiles a nivel arqueopaleontológico que podrían dar información sobre cómo vivían los Neandertales en la meseta durante el último interglacial hace 125-130 mil años.

Sima de los Huesos

En la Sima de los Huesos se continuará la excavación en la zona de transición entre la rampa y la cámara distal. En los cuadros situados en el eje central del yacimiento se trabaja en la delimitación del contacto lateral entre las arcillas fosilíferas con restos humanos y la brecha de osos. Junto a la pared de la cavidad se buscarán más restos humanos que completen los cráneos encontrados en las últimas campañas en esos mismos cuadros.

Lavado del río Arlanzón y bioestratigrafía

Tan importante como la propia excavación de cada yacimiento resulta el lavado de sedimentos. Esta actividad, dirigida por la paleontóloga de la Universidad de Zaragoza y miembro del EIA, Gloria Cuenca, sirve para recuperar la microfauna de Atapuerca, es decir los diminutos fósiles de mamíferos, anfibios, aves, reptiles y peces de los yacimientos de la sierra Atapuerca. Se realiza a la orilla del río Arlanzón a su paso por Ibeas de Juarros, y se lava y criba todo el sedimento de cada uno de los yacimientos que se excavan en la sierra de Atapuerca.

Atapuerca abrirá al público una cueva de hace dos millones de años

La Cueva Peluda se encuentra en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y forma parte de un complejo de galerías que se formaron, aproximadamente, hace más de dos millones de años. El acceso no es fácil. Para entrar es necesario reptar por una grieta que da paso a un lugar extraño: un conducto rectilíneo de dos metros de altura del que cuelgan unas raíces que semejan cabellos negros impregnados de brillos, en realidad, son gotitas de agua. Esta imagen de ensoñación, que podrán ver los más curiosos a partir del 17 de junio, se debe a la presencia de árboles en su superficie, sobre todo encinas y quejigos que buscan la humedad.

«Queremos que se visite la Cueva Peluda y se conozca su interior, para que la gente vea de dónde salieron los yacimientos antes de que el ferrocarril cortara las calizas. Como el recorrido para los visitantes de Atapuerca ha sido hasta ahora solo en la superficie, muchos se preguntan dónde están las cuevas. Esta visita permitirá dar una imagen real de donde se han depositado los fósiles humanos», explica Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca quien compañó a ABC durante toda la visita.

La Peluda se descubrió antes de que los yacimientos de Atapuerca existieran como tal. Se encontró cuando empezaron las obras del trazado del ferrocarril, a finales del siglo XIX. Precisamente fueron las obras de estas vías las que dejaron al descubierto los yacimientos al atravesar la Sierra para abrir paso a las vías. La Peluda se conocía como la «Cueva de la vía» por los lugareños, pero se volvió a cerrar. «No fue hasta la década de los 70 cuando los militares, con explosivos, abrieron la cavidad nuevamente. El grupo espeleológico Edelweis la encuentra en 1972, más o menos cuando empieza el equipo de Atapuerca», explica Cristina Cuesta, arqueóloga y miembro de la Fundación Atapuerca.

Dos galerías

La cueva tiene dos galerías, la principal, de unos 105 metros de profundidad y unos dos metros de altura. Alberga también chimeneas que alcanzan los ocho metros de altura. El recorrido obliga a elevar la mirada para admirar un paisaje que tardó millones de años en formarse.

A cada paso, hay un rastro de historia. Y también de belleza. Por ejemplo, por la cantidad de «macarrones», es decir, tubos circulares y huecos, que dan nombre a las estalactitas en su fase inicial de formación. «Estas se forman gracias al agua que llega a la cueva, la cual disuelve el carbonato cálcico de la roca caliza, que se cristaliza y forma estalactitas, de más de un metro», añade Cuesta. Cuando las estalactitas se unen a las estalagmitas (que están en la parte inferior) dan lugar a columnas con formas indescriptibles que permiten dar rienda suelta a la imaginación.

En cuanto a los hallazgos, en la Cueva Peluda no se han encontrado restos humanos pero sí herramientas, que utilizaron nuestros antepasados. El objeto hallado (lasca del modo 2) en sí no se ha datado pero puede que pertenezcan a nuestros antepasados de hace entre 350.000 y 450.000 años, posiblemente preneandertales».

Además, en la cueva hay restos de animales: aves, tortugas y sobre todo de osos, que entraban a hibernar y en ocasiones no sobrevivian. «Hemos hallado restos en conexión anatómica, es decir, todo el esqueleto tal y como se quedó en el momento», recuerda la arqueóloga. De hecho, la primera intervención arqueológica que se hizo fue con Trinidad Torres en los años 70, un ingeniero de minas que hacía una tesis sobre dientes de oso y sabía que en la zona podía encontrarlos. Aparte de restos, pueden verse zarpazos de osos en algunas partes de la cueva.

El paisaje prehistórico

Pero no solo pasaron animales y algún antepasado pasearon por allí. En la cueva pueden verse también grafitis de los años 20. Destaca uno del Ateneo Popular del año 1929, como parte de las actividades culturales que se hacían en el momento, una de ellas, reunirse en cuevas de Atapuerca.

Aparte de esta visita, se propone otra alternativa para conocer la flora y la fauna de la zona. «Queremos que la gente vea el paisaje, la flora y fauna actual y la relación de nuestra prehistoria hasta la actualidad. Tenemos la suerte de encontrar muchas cosas que nos dicen cómo era el paisaje hace un millón de años y conocer los usos de las plantas que se hacían hace millones de años», concluye Cuesta.

Recreación de un neandertal en un bosque

¿Y si también hubiera neandertales?

Atapuerca espera la que puede ser la gran noticia del año: confirmar la presencia de neandertales en el yacimiento. De ser así, Atapuerca albergaría todas las especies humanas que ha habido en Europa desde hace más de 1.200.000 años: Homo erectus (posiblemente), antecessor (al que se le dio nombre en Atapuerca), heidelbergensis (u otra especie preneandertal), neandertal y sapiens. Los restos, que se están estudiando aún, se encontraron en la Cueva Fantasma, descubierta el año pasado. «Este año es posible que tengamos la confirmación científica», señala Carbonell. «Llevo 40 años diciendo que faltan neandertales. Aunque claro, una cosa es decirlo y otra confirmarlo. Pero, parece ser que los tenemos», dice Carbonell.

Vía: ABC

Comienzan las excavaciones en la Sierra de Atapuerca

Comienzan las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Este año la campaña de excavaciones se desarrollará solo durante el mes de julio, por la necesidad de concentrar esfuerzos en la organización del Congreso Mundial de Prehistoria y Protohistoria de la UISPP en septiembre. Solo habrá dos turnos de excavación, con una participación total de 150 personas, en su gran mayoría miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca. Se espera que la campaña 2015, como en años anteriores, vuelva a ser de 45 días.

Los yacimientos y lugares en los que se va a trabajar son:

1 Sima del Elefante: Ubicado en la Trinchera del Ferrocarril. Aquí se han descubierto fósiles humanos de más de 1,2 millones de años. El objetivo de esta campaña es la excavación de una superfície de alrededor de 10m2  de la base del nivel TE9c que permitirá conocer si en la base de ese nivel existen evidencias de presencia humana, ya sea a través de sus fósiles, de restos de animales antropizados (con huellas de intervención humana), o de herramientas. El segundo objetivo se centra en continuar la excavación del nivel TE7 (el más antiguo de toda la Trinchera del Ferrocarril documentado hasta ahora) y poder ver su potencia sedimentaria y la naturaleza de los restos recuperados en ese nivel.

2 Galería: Está en la Trinchera del Ferrocarril, a unos 50m del yacimiento de Gran Dolina. Abarca un rango cronológico amplio, entre 500.000 y 250.000 años de antigüedad. Los objetivos de esta campaña se centran en continuar la excavación de la Unidad IIIb (nivel TG11). Las herramientas líticas y los restos faunísticos que se recuperen tendrán una antigüedad en torno a los 250.000 años.

3 Gran Dolina: También en la Trinchera del Ferrocarril. Es el yacimiento donde se ha hallado la especie Homo antecessor. Se va a continuar excavando en dos niveles distintos: el nivel TD10 con una antigüedad de unos 400.000 años y el nivel TD4 de entre 1.000.000 y 900.000 años de antigüedad. Por un lado, en el tramo superior de Gran Dolina se va a excavar en extensión la unidad TD10.3. Esta unidad tiene una antigüedad de unos 420.000 años, y se conoce solo lo que apareció en el sondeo realizado en 1993 y en el perfilado de una parte de la sección llevado a cabo entre los años 2000 y 2001. Por los datos obtenidos hasta el momento, tras haber documentado en TD10.2 unos campamentos de cazadores de bisontes altamente especializados, se vuelve a encontrar un registro producto de estrategias de subsistencia diversificadas (en cuanto a animales procesados y rocas utilizadas para la producción de instrumentos), características de los yacimientos pleistocenos de Atapuerca.

La excavación durante esta campaña y las siguientes de las unidades TD10.3 y TD10.4 permitirá entrar de lleno en el mundo del Modo 2 Achelense, del que se tiene también información relevante en el yacimiento de Galería y, por supuesto, en el completo registro paleoantropológico de la Sima de los Huesos.

En la parte baja de Gran Dolina se procederá a excavar el nivel TD4 de 1 millón de años de antigüedad. Este nivel se caracteriza por ser el hogar de un antepasado de los osos de las cavernas, el Ursus dolinensis. Junto a estos animales también es frecuente recuperar fósiles de grandes herbívoros, principalmente rinocerontes y ciervos gigantes, que caían al interior de la cueva por la gran fisura que había en el techo. La presencia humana en la cueva está atestiguada por herramientas de piedra (industria lítica) y parece estar relacionada con el aprovechamiento de estos animales caídos. Durante esta campaña se espera aumentar la colección de artefactos líticos, así como de restos de estos magníficos animales.
4 Cueva del Mirador: Se sitúa en el extremo meridional de la sierra de Atapuerca, dominando el valle del río Arlanzón. En Mirador se continuará la excavación de los sectores 100 y 200. En el sector 100 se finalizará la excavación del nivel 105, con una cronología de la Edad del Bronce medio, y se continuará profundizando. En el sector 200 está previsto finalizar la excavación del sepulcro colectivo del Calcolítico durante los primeros días de campaña e iniciar la excavación del nivel de ocupación que se halla por debajo, con una cronología probablemente del Neolítico.

5 Fuente Mudarra: Durante la campaña de 2014 se trabajará en el yacimiento al aire libre de paleolítico medio Fuente Mudarra. Este lugar se abrió hace ya dos años y se trabaja en una cata de 12 m2 en donde se han encontrado varios niveles de cronología neandertal. Un equipo de 8/9 personas, coordinado por la profesora de la UBU, Marta Navazo, trabajarán en este paraje recuperando las herramientas de piedra que allí abandonaron los diferentes grupos de neandertales que habitaron ese paraje durante miles de años.

6 Portalón de Cueva Mayor: Es la entrada de Cueva Mayor. Se trata de un yacimiento excepcional para el estudio de la prehistoria reciente (los últimos 10.000 años). Actualmente se han detectado ocupaciones humanas desde el mundo Medieval y Romano hasta las diferentes fases de la Edad del Bronce, el Calcolítico y el Neolítico.

7 Sima de los Huesos: Es una pequeña cavidad al pie de una sima vertical de unos catorce metros de caída, enclavada a casi un kilómetro de la actual entrada de Cueva Mayor. En este yacimiento se encontraron los primeros fósiles humanos de la sierra de Atapuerca en 1976. Se trata de un lugar único en el mundo, donde se ha hallado el 90% de fósiles humanos encontrados en todo el planeta de la especie Homo heidelbergensis. Recientemente, la revista Science publicaba con el máximo rango un artículo de investigación sobre los 17 cráneos hallados en este yacimiento, único en el mundo.

8 Galería de las Estatuas: Este yacimiento se encuentra ubicado a unos 350 metros de la actual entrada de Cueva Mayor. Aquí se está interviniendo en sedimentos del Pleistoceno Superior que registran ocupaciones de neandertales, siendo el único yacimiento de esta época conocido en la sierra de Atapuerca.

9 Instalación de lavado del río Arlanzón: El lavado de sedimentos sirve para la recuperación de la microfauna de Atapuerca, es decir los diminutos fósiles de mamíferos, anfibios, aves, reptiles y peces de los yacimientos de la sierra Atapuerca. Se realiza en las orillas del río Arlanzón a su paso por Ibeas de Juarros, donde se lava todo el sedimento de cada uno de los yacimientos que se excavan en  Atapuerca.

La mayoría de los investigadores que excavan en la sierra de Atapuerca pertenecen a distintos Centros de Investigación del Proyecto Atapuerca, de los que los principales son: la Universidad de Burgos (UBU), el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, de Tarragona (IPHES), el Centro de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Salud Carlos III, de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM - ISCIII), la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad de Zaragoza (UNIZAR). Pero una buena parte de ellos procede de otras universidades y centros de investigación nacionales e internacionales.

La Fundación Atapuerca, en el marco de su labor de apoyo a la investigación, y como complemento a la financiación de la Junta de Castilla y León para las excavaciones, colabora en coordinar y optimizar los esfuerzos que se reúnen en torno a la campaña de excavaciones.

La Fundación Atapuerca inaugura cuatro exposiciones en Paleomágina

La inauguración coincide con la apertura del centro de investigaciones prehistóricas (Paleomágina) que se inaugura mañana en la localidad de Bedmar y Garcíez, Jaén


9 de abril de 2019, Ibeas de Juarros. Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca, y Juan Francisco Serrano Martínez, alcalde del Ayuntamiento de Bedmar y Garcíez, inaugurarán mañana 9 de abril el nuevo Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina). Al mismo tiempo, se inaugurarán las cuatro exposiciones que la Fundación Atapuerca ha cedido a este centro, ubicado en la localidad de Bedmar y Garcíez (Jaén), y que cuenta 500 metros cuadrados destinados a presentar exposiciones, un laboratorio y una sala de conferencias. Previamente a la inauguración, Eudald Carbonell, impartirá una conferencia sobre los 40 años del proyecto Atapuerca en el Centro Cultural García Lorca, en la misma localidad.

Esta actividad se enmarca en el convenio que la Fundación Atapuerca y el Ayuntamiento de Bedmar y Garcíez (Jaén), firmaron el pasado mes de febrero, cuyo fin es contribuir en la difusión de la evolución humana.

Arco iris de la evolución humana, Darwin y el nacimiento del evolucionismo, Arqueología en clave de género y Sexo en piedra, son las exposiciones que la Fundación Atapuerca ha cedido al Ayuntamiento de Bedmar-Garcíez y que desde mañana 9 de abril se podrán ver en Paleomágina.

PROGRAMA

MARTES 9 DE ABRIL DE 2019

·         Conferencia impartida por Eudald Carbonell sobre los 40 años del proyecto de Atapuerca, a las 18 horas.
·         Inauguración de las exposiciones de la Fundación Atapuerca en Paleomágina, a las 19 horas.



INFORMACIÓN SOBRE LAS EXPOSICIONES

Arco iris de la evolución humana es una exposición de 43 acuarelas sobre Atapuerca, llevadas a cabo por Fernando Fueyo, uno de los más destacados ilustradores científicos de naturaleza de nuestro país. En esta exposición están presentes de forma recurrente los lugares, los hallazgos, la actividad humana y los animales y plantas que conviven con la excavación. Aporta una visión inédita capaz de sintetizar con su pintura los sentimientos y el rigor de los que investigan y defienden los recursos naturales, al mismo tiempo que descubre la plasticidad y belleza que rodea el proceso de investigación del conocimiento sobre la evolución humana.

La exposición Darwin y el evolucionismo tiene como objetivo dar a conocer el contexto en que el biólogo inglés desarrolló la teoría de la evolución. En ella se hace un recorrido por la vida y la obra del ilustre científico Charles Darwin, desde su nacimiento en Shrewsbury (Inglaterra) en 1809 hasta su muerte en 1882, pasando por travesía marítima de 5 años en el bergantín “Beagle”, en el que embarcó como naturalista y donde comenzó a estudiar gran cantidad de especímenes de flora y fauna. La muestra está compuesta por 16 paneles; un retrato de Darwin a la acuarela, obra de Fernando Fueyo; una réplica del navío Beagle; un mapa y diferentes utensilios de la época, como una brújula o una lupa; réplicas de diferentes especies humanas; y escenografías de algunas especies como Australopithecus afarensis, Homo antecessor o un preneandertal.

Arqueología en clave de Género es una exposición fotográfica que muestra una pequeña parte del trabajo que las mujeres científicas desarrollan en importantes proyectos de investigación en la arqueología prehistórica en España. Esta exposición está producida por la Fundación Atapuerca, comisariada por Cristina Fernández- Laso y cuenta con la colaboración del IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social de Tarragona)

El tema central de Sexo en piedra es mostrar lo que se sabe de los comportamientos sexuales del paleolítico a través de las representaciones gráficas que han llegado hasta nosotros en el arte, ya sea plasmado en objetos muebles o sobre paredes.

Carbonell recibe en Atapuerca a miembros de las Academias Hispanoamericanas de la Lengua

Representantes de la Real Academia de la Lengua en la sierra de Atapuerca con Eudald Carbonell y Alejandro Sarmiento, director gerente del Museo de la Evolución Humana y del Sistema Atapuerca.

Ibeas de Juarros, 18 de marzo, 2017.  Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca y codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, ha recibido esta mañana a representantes de las academias hispanoamericanas de la lengua en los yacimientos de la sierra de Atapuerca.

Carbonell les ha explicado la importancia de los yacimientos de la sierra de Atapuerca y ha hecho hincapié en la evolución del lenguaje en Atapuerca. El grupo, encabezado por el Director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, ha visitado los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril (Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina).

Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, y Eudald Carbonell.

Estos días, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua ─con sede en la ciudad de Burgos─ ha acogido la “I reunión de la Comisión Interacadémica del Diccionario de la lengua Española (DLE)”, para sentar la “planta” del nuevo Diccionario de la lengua española, cuyas principales novedades serán su carácter digital y panhispánico. Como colofón, sus representantes han visitado los yacimientos de la sierra de Atapuerca para conocer los orígenes del ser humano y del lenguaje.

Iván De Pedro, monitor de la Fundación Atapuerca, explicando el yacimiento de Galería.

Germán Delibes y Ángel Ramos reciben los "Premios Evolución" 2019 de la Fundación Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 18 de julio de 2019. El Catedrático de Prehistoria, Germán Delibes, junto a Ángel Ramos, quien fue director de la Obra Social y Cultural de Caja de Burgos, reciben hoy los "Premios Evolución" 2019 de la Fundación Atapuerca, por acuerdo unánime del Patronato en su sesión de 30 de noviembre de 2018.

El acto se celebra ante los miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca, coincidiendo con la campaña de excavación, y lo conducirán sus codirectores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Estarán presentes representantes de administraciones públicas e instituciones, buen número de patronos, colaboradores y amigos de la Fundación Atapuerca.

Los "Premios Evolución" se crearon en 2009 para reconocer la labor de aquellas personas o instituciones que han apoyado al Proyecto Atapuerca de forma relevante, y se concede cada dos años, en dos categorías. En esta VI Edición de los Premios, el Prof. Germán Delibes de Castro, recibe el "Premio Evolución" a la labor científica por su trabajo de investigación y de impulso al conocimiento de la prehistoria que ha sido y es muy importante, así como su constante apoyo al proyecto científico. Delibes es prehistoriador, arqueólogo, y Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid.


Por su parte, Ángel Ramos Serna recibe el "Premio Evolución" a los valores humanos por su labor en Caja de Burgos, tan importante para la creación de la Fundación Atapuerca, y su apoyo constante al Proyecto Atapuerca. D. Ángel Ramos Serna fue desde el año 1984 el director de la Obra Social y Cultural, y Relaciones Institucionales de la Caja de Burgos así como Tesorero de la Fundación Atapuerca hasta el año 2003.

Los Premios consisten en dos esculturas donadas por el artista burgalés Oscar Martín. La escultura representativa del "Premio Evolución” a los valores humanos la ha titulado su autor "Adición", y es una figura antropomorfa. La escultura representativa del "Premio Evolución” a la labor científica lleva por título “Dualidad", y representa a dos homínidos que se apoyan espalda contra espalda.


EDICIONES PASADAS DE LOS “PREMIOS EVOLUCIÓN”

En su primera edición, en 2009, el Premio Evolución a los valores humanos fue otorgado a don Antonio Miguel Méndez Pozo, y el Premio Evolución a la labor científica al investigador norteamericano de la Universidad de Berkeley (California), Prof. Timothy White. En la siguiente edición, en 2011, el Premio en sus dos modalidades recayó, de forma excepcional, en un único Premiado: el Profesor Emiliano Aguirre, primer director de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En la tercera edición, en 2013, el Prof. Trinidad de Torres recibió el Premio Evolución a la labor científica, mientras que el Grupo Espeleológico Edelweiss recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la cuarta edición, en 2015, los Profesores Henry de Lumley y Marie-Antoinette de Lumley recibieron el Premio Evolución a la labor científica y la Base Militar Cid Campeador, de Castrillo del Val, recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la quinta edición, en 2017, la Profesora Mina Weinstein-Evron recibió el Premio Evolución a la labor científica y la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, recibió el Premio Evolución a los valores humanos.

La Profesora Mina Weinstein-Evron y la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos reciben los "Premios Evolución" 2017 de la Fundación Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 14 de julio de 2017. La Profesora Mina Weinstein-Evron, junto con la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, reciben hoy los "Premios Evolución" 2017 de la Fundación Atapuerca, por acuerdo unánime del Patronato de la Fundación Atapuerca, adoptada el pasado 27 de junio bajo la Presidencia de la Reina Sofía.

El acto se celebra ante los miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca, coincidiendo con la campaña de excavación, y lo conducirán sus codirectores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Estarán presentes buen número de patronos, colaboradores y amigos de la Fundación Atapuerca.

Los "Premios Evolución" se crearon en 2009 para reconocer la labor de aquellas personas o instituciones que han apoyado al Proyecto Atapuerca de forma relevante, y se concede cada dos años, en dos categorías. En esta V Edición de los Premios, la Profesora Mina Weinstein-Evron recibe el "Premio Evolución" a la labor científica. Mina es Doctora por la Universidad de Tel Aviv (1984), Catedrática de la Universidad de Haifa en Israel, Directora de su Laboratorio de Palinología y del Zinman Institute of Archaeology. Ha contribuido de forma relevante a la declaración en 2012 de las cuevas del Monte Carmelo (en Israel) como Patrimonio de la Humanidad, por ser clave para el estudio de los neandertales. Sus aportaciones científicas al estudio de la evolución humana son fundamentales. Las cuevas de Monte Carmelo están al sur de la ciudad de Haifa en Israel. Es un enclave arqueológico compuesto por cuatro cuevas (Tabun, Jamal, Skhul y el-Wad) ocupadas por diferentes poblaciones humanas durante aproximadamente 500.000 años. Los restos encontrados pertenecen tanto a Homo sapiens como a Homo neanderthalensis. Las excavaciones comenzaron en 1928 y continúan hasta hoy en día, revelando una impresionante riqueza arqueológica que ha permitido a los investigadores mejorar enormemente su comprensión sobre la evolución humana.


Por su parte, la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos recibe el "Premio Evolución" a los valores humanos. El Premio, recogido por D. Alfonso Martín Fernández, Teniente Coronel Jefe Comandancia Guardia Civil de Burgos, reconoce la continuada y relevante contribución a favor del Proyecto Atapuerca. Este año 2017 se cumplen 30 años desde que la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos asumiera la vigilancia de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. La labor de protección y custodia que los agentes de la Guardia Civil han venido desarrollando desde entonces en torno a los yacimientos ha sido decisiva para que se hayan conservado indemnes a disposición de la investigación arqueológica y de la ciencia.

Los Premios están representados por dos esculturas donadas por el artista burgalés Oscar Martín. La escultura representativa del "Premio Evolución a los valores humanos” la ha titulado su autor "Adición", y es una figura antropomorfa. La escultura representativa del "Premio Evolución a la labor científica” lleva por título “Dualidad", y representa a dos homínidos que se apoyan espalda contra espalda.


EDICIONES PASADAS DE LOS “PREMIOS EVOLUCIÓN”

En su primera edición, en 2009, el Premio Evolución a los valores humanos fue otorgado a Antonio Miguel Méndez Pozo, y el Premio Evolución a la labor científica al investigador norteamericano de la Universidad de Berkeley (California), Prof. Timothy White. En la siguiente edición, en 2011, el Premio en sus dos modalidades recayó, de forma excepcional, en un único Premiado: el Profesor Emiliano Aguirre, primer Director de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En la tercera edición, en 2013, el Prof. Trinidad de Torres recibió el Premio Evolución a la labor científica, mientras que el Grupo Espeleológico Edelweiss recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la cuarta edición, en 2015, los Profesores Henry de Lumley y Marie-Antoinette de Lumley recibieron el Premio Evolución a la labor científica y la Base Militar Cid Campeador, de Castrillo del Val, recibió el Premio Evolución a los valores humanos.

Una mandíbula hallada en Atapuerca podría pertenecer a una especie anterior al 'Homo Antecessor'

Paleontólogos españoles proponen un nuevo mapa de la evolución humana
Burgos (España), 28 abr (EFE).- Los científicos del yacimiento paleontológico de Atapuerca (en el norte de España) afirmaron hoy que es preciso cambiar el mapa de la evolución humana, pues hay una rama de homínidos con identidad europea diferenciada y que no procede de África, sino de Asia.

El codirector de Atapuerca y director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), José María Bermúdez de Castro, dijo que es una teoría en la que llevan trabajando desde 2006 y aseguró que ya han publicado algunos apuntes en este sentido y varios miembros del equipo trabajan en otros artículos similares.

Bermúdez participó hoy, con otros responsables de Atapuerca, uno de los yacimientos paleontológicos humanos más importantes del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad, en la presentación de sus investigaciones sobre la evolución humana tras el hallazgo, en 2007, de una mandíbula considerada el fósil de homínido más antiguo de Europa.

El científico precisó que confía en que las referencias a la teoría del origen asiático y no africano en la evolución humana europea venzan las reticencias de la "comunidad científica oficial anglosajona", que ya se opuso a la publicación de un artículo en ese sentido enviado por los directores de Atapuerca a revistas especializadas hace dos años y que finalmente optaron por retirar.

La teoría parte de una tesis elaborada por una de las integrantes del equipo investigador de Atapuerca, también científica del CENIEH, María Martinón, en el año 2006.
Martinón explicó a Efe que, tras estudiar fósiles de Asia y compararlos con los de Atapuerca, donde se encuentran el 95 por ciento de los fósiles de homínidos europeos del Pleistoceno inferior y medio, concluyó que se parecen más entre sí que a los africanos, "que tienen un parentesco más cercano".

En este sentido, Bermúdez de Castro apuntó que esta "identidad europea" se podrá confirmar cuando aparezcan más restos de la época de la mandíbula localizada en 2007 en Atapuerca, en la Sima del Elefante.
Hasta ahora se han localizado también parte de un fémur y una falange que puede ser del mismo individuo, que vivió hace entre 1,2 y 1,3 millones de años, aunque si apareciera su cráneo "seguramente tendría una capacidad menor de mil centímetros cúbicos, realmente pequeño".
Precisamente las conclusiones del estudio de la mandíbula suponen un apoyo para la teoría de la procedencia asiática de los homínidos europeos.

Aunque en el primer artículo en torno a este hallazgo, que ocupó la portada de la revista "Nature" en 2008, se apuntaba que podía tratarse de un Homo Antecesor, de la misma especie de la que aparecieron en Atapuerca restos de hace unos 900.000 años, la revisión realizada tras nuevas investigaciones hizo llegar a Bermúdez de Castro a una conclusión diferente.
Según el director del CENIEH, la mandíbula tiene rasgos similares a las encontradas en el yacimiento georgiano de Dmanisi, de hace 1,8 millones de años, pero otros son más parecidos a los del Homo Antecesor de Atapuerca, de hace 900.000.

La conclusión es que se trata de un "Homo SP", lo que significa que pertenece a una especie no determinada y habrá que concretar "si pertenece a alguna especie conocida o a una nueva", explicó el científico.
En su opinión, la incógnita se despejará después de que se localicen nuevos restos de la misma antigüedad que la mandíbula, lo que permitirá obtener una imagen mucho más completa de la especie.
Bermúdez de Castro insistió en la importancia de contar con un puente de unos veinte metros sobre el suelo de la "trinchera del ferrocarril", donde se encuentra la Sima del Elefante.

Se trata de una estructura que "sería barata" y permitiría a los paleoantropólogos trabajar debajo y retirar unos 20 o 30 centímetros de tierra bajo los que creen que se pueden encontrar más fósiles de hace más de un millón de años.
Esta excavación, sobre una extensión de unos treinta metros cuadrados, podría ser "sumamente esclarecedora" y completar el apoyo a la teoría de la evolución humana alejada de lo que María Martinón calificó como "africacentrismo".

Vía: EFE / Red Española de Historia y Arqueología

'Homo erectus', el descubrimiento que revoluciona la historia de Atapuerca

Cara parcial de un homínido hallada en el yacimiento de la Sima del Elefante (sierra de Atapuerca) la pasada campaña María Dolors Guillén / IPHES. Equipo de Investigación de Atapuerca Fundación Atapuerca.

La vida es un compendio de casualidades... o de caprichos del destino. Que cada uno escoja lo que quiera: creer en la estrella, la ventura, de un dios cualquiera o dejarlo todo en manos del azar. Pero, de una u otra forma, lo que son irrefutables son los hechos. Que los británicos se empeñaron en que su tren pasara por mitad de la sierra de Atapuerca –sus motivos tendrían–, es así. «Partieron el queso Gruyère por la mitad», apunta el paleontólogo Jordi Agustí. Los intereses de Richard Preece Williams para que el ferrocarril atravesara la masa caliza primaron por encima de todo y así se hizo. Y, por otro lado, que aquel antojo supuso el hallazgo arqueológico más importante de nuestra historia, también es innegable.

Foto: Unidad de tren de-la-Sierra-Company que circuló por la vía estrecha del tren que pasaba por Atapuerca.

De inicio, los restos fosilíferos que salieron a la luz pasaron desapercibidos, inútiles para los intereses de finales del siglo XIX. El objetivo, entonces, era facilitar el transporte de mineral hasta las siderurgias vascas, pero más de cien años después de aquello no se puede hablar de Atapuerca más que como un «templo» del pasado, una cápsula del tiempo en la que profundizar para conocernos más a fondo, la excavación más grande del mundo del Pleistoceno. También nos sirve para saber más de los animales que corrían por la meseta y alrededores hace miles y millones de años. Tierra de bisontes antaño, y de tigres, y de rinocerontes, y de algún micromamífero que hoy habita muchísimos kilómetros al norte, en lugares árticos.

«Hace 14.000 años la temperatura de aquí era diez grados inferior a la de ahora», comienza a explicar Eudald Carbonell en el momento en el que una cortina de nieve cae sobre el yacimiento. El geólogo y arqueólogo ni se inmuta; y es que «ya no nieva como antes», añora. Aunque sus trabajos sobre el terreno suelen concentrarse de junio a julio –con lo logrado en esas pocas semanas se consigue material para «entretenerse» durante todo el año–, está más que mimetizado con el lugar y sus adversidades. Para ello es miembro de esa Santísima Trinidad que dirige Atapuerca, junto a José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga.

Foto: Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca (zquierda), Rosa Huguet, coordinadora del yacimiento de la Sima del Elefante (2i) Juan Luis Arsuaga, codirector de los yacimientos (3i), el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja (2d), y Jose María Bermúz de Casto, codirector de Atapuerca (derecha), muestran el nuevo fósil hallado de hace un 1,4 millones de años.

Carbonell es un señor con aires novelescos y con un sombrero listo para cada ocasión. Si por Burgos (ciudad) atiende con un fieltro elegante, estilo Traveller, en su hábitat natural, entre huesos y piedras, se corona con la guinda del buen arqueólogo. Un gorro de paseo y otro de faena. Y es así, equipado e impávido ante el frío, el viento y la nieve del norte de Castilla, cuando sonríe y dice: «No hay dudas, es un “Homo erectus”». Se refiere a la última gran noticia desenterrada en Atapuerca, la pieza del puzle que faltaba y que se había escapado hasta ahora: Homo antecessor (850.000 años), preneandertal (500.000), Homo neanderthalensis (50.000), Homo sapiens y... ¡Homo erectus (1,3 millones de años)!

«Las cinco especies de homínidos que han vivido en Europa», señala, concentradas en un punto muy concreto, en una especie de cruz ficticia en la que el verano se convierte en invierno y en la que el clima atlántico da paso al mediterráneo. «Una zona de paso», define, que ni el Camino de Santiago se ha querido perder. Si Carbonell suelta la bomba (a falta del «ok» final), sobre el terreno, su equipo es algo más cauto y sonríe al ser preguntado: «Bueno... Eso parece, pero hay que esperar a que se termine todo el estudio. Estamos en ello y hay que ir paso a paso hasta que toda la comunidad científica lo dé por bueno». Mientras, en la urbe, frente al río Arlanzón, en el Museo de la Evolución Humana, también dan pistas sobre «el erectus»: «Cuatro especies... Casi cinco», celebran en un paseo entre la «Pelvis Elvis» y el cráneo de «Miguelón».

El cráneo de "Miguelón", expuesto en el Museo de la Evolución Humana (Burgos) Ical Agencia ICAL

El ojo de Carbonell, con miles de restos vistos y desenterrados en su retina, no necesita de demasiados análisis para saber lo que tiene delante: «Solo con verlo ya se sabe lo que es. Es un “Homo erectus”, seguro». La pista fundamental llegó el pasado 30 de junio, obra del trabajo de Edgar Téllez: la cara parcial de un ser humano de hace 1,3 millones de años (aprox.) hallada en la Sima del Elefante. Un pómulo y la mandíbula superior de un homínido que ya se antojaban «trascendentales» para abrir, de nuevo, las puertas de la evolución humana y así descifrar el enigma de la aparición de una cara moderna, confesaba, en verano, el propio Carbonell durante la presentación de los resultados de la última campaña.

Meses más tarde, el arqueólogo habla, sin titubear, sobre el origen de unos restos que vuelven a reescribir la Historia, «una constante en este trabajo», dice.

−¿Cuántas veces le han cambiado los planes?

−La complejidad no se puede controlar. Lo redundante es aburrido. Aquí lo que hay que hacer es dar pasos cortos, pero seguros. Todo lo que sea correcto no se moverá jamás. Si construyes la casa con unos cimientos que están mal, todo se terminará cayendo. Por eso este yacimiento es tan importante, porque desde hace décadas se están haciendo las cosas muy bien. Aquí no se compite, se colabora. Solo el incompetente compite y no le queremos; el competente, colabora. Al final, interpretar lo que encontramos aquí es solo el último paso que damos, y ahí es donde proyectamos nuestra visión del mundo.

2.000 obreros abrieron la trinchera de los yacimientos de Atapuerca.

Contesta el investigador a las preguntas con toda la pasión del mundo. En cada palabra demuestra mucho más que su amplísimo conocimiento de la tierra que tiene bajo sus pies, se palpa su convencimiento de la causa: «Si no conoces el pasado no podrás mejorar el futuro. ¿Podemos intervenir el cambio climático? Si hemos sido nosotros los que lo hemos provocado, entonces, podremos revertirlo en el mismo tiempo (...) El conocimiento no sirve para nada si no se transforma en pensamiento». Es toda esa filosofía la que le ha llevado a colaborar en la biblioteca que Salvat acaba de lanzar sobre la Evolución humana y que coordina Agustí. Colección que abre, junto a Marta Navazo, con un volumen titulado Atapuerca en el que ya se prepara el camino al nuevo/viejo habitante del lugar: «“Homo sp.”, probablemente “Homo erectus”», escriben.

«Una especie que tiene mucha duración en el tiempo, más de un millón de años. El primer descubrimiento de esta especie se realiza en Java en 1891, y el descubridor, Eugène Dubois, lo bautiza con el nombre de “Pithecanthropus erectus” −firman los dos autores−. Se reserva este nombre para los fósiles encontrados en Eurasia, dado que en África se les denomina “Homo ergaster”. Se caracteriza por tener la capacidad craneal en tono a los 950-1.100 centímetros cúbicos. Su bóveda craneal es baja, su cuerpo musculado, y puede medir hasta 1,80 metros. Sus herramientas son características del modo 2 o achelense en todos los lugares en los que se han encontrado registros; estos muestran su asociación a este modo de forma fundamental, un modo que emerge África y se socializa a partir de medio millón de años en Eurasia».

Restos originales de 'Homo erectus' descubiertos por Dubois en Java entre 1891 y 1892. Wikipedia.

Cuando se descubrió en Atapuerca el «Homo antecessor» no se daba por seguro en la comunidad científica que Europa estuviera poblada hace millón y medio de años, pero con el descubrimiento de ese rostro y sus estudios posteriores (todavía por inacabados y sin fecha de presentación) sí se puede afirmar que, por entonces, «Europa estaba petada», sentencia Carbonell sobre el Pleistoceno Inferior. Hace un par de décadas, a raíz de los descubrimientos en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina, se debatía sobre el modelo evolutivo más coherente para explicar el origen de cara moderna. Corría entonces la hipótesis de que en Europa prácticamente no había nadie y que era un continente despoblado, pero esa es ya una hipótesis descartada. Ahora, el yacimiento se sumerge en una nueva etapa «prodigiosa para conocer cómo se ha producido la evolución humana en los últimos 1,5 millones de años».

Fuente: larazon.es | 29 de enero de 2023