Luxor: viaje al mundo antiguo

Los motivos para planear y decidir cuál será el destino de un próximo viaje son innumerables y, siempre, muy personales; pero desde estas latitudes, en las que la historia pocas veces se expresa más allá de algunos pocos siglos, los lugares que invitan a conectarse con el más profundo pasado de la humanidad logran un particular atractivo. Entonces, poniendo la lupa sobre el mundo antiguo, Egipto aparece brillando con luz propia. El Cairo seguramente ameritará al menos un breve paseo, pero valdrá la pena no demorarse para tomar rumbo hacia la milenaria ciudad de Luxor.

Sin temor a exageraciones, Luxor (nombre que significa "Ciudad de los Palacios") puede considerarse el museo al aire libre más grande del mundo. El número de monumentos y ruinas arqueológicas la convierten en una conglomeración de atractivos de tal magnitud que para recorrerlo debe dividirse en tres áreas: la ciudad de Luxor en el lado este del Nilo, Karnak más al norte, y Thebes, que los egipcios antiguos llamaron Waset, en la ribera oeste del río. Más allá de las recomendaciones turísticas, antiguamente se distinguían sólo las dos orillas, con la Ciudad de los Vivos al este, donde el sol nace; y la Ciudad de los Muertos en la orilla oeste, donde el sol se pone despidiéndose de la vida.

Paseos ineludibles

Hay tres calles que no pueden dejar de recorrerse: Sharia al-Mahatta, que pasa por delante de la pintoresca estación de trenes y desemboca en los jardines del templo de Luxor; la Corniche, una costanera que bordea al Nilo, y Sharia al-Karnak, que avanza hacia el norte desde el templo de Luxor al de Karnak, pasando por toda una serie de restaurantes, cafés y bazares donde pueden encontrarse los más variados y típicos recuerdos egipcios.

Desde un primer momento llama la atención ver que edificios tan disímiles como el Banco Nacional de Egipto, la sede sur de la Policía o la estación del ferrocarril muestran un estilo arquitectónico que se emparenta directamente con las construcciones de la época faraónica. No son edificios antiguos, pero sí forman parte de la fascinación por el antiguo Egipto que siguió al descubrimiento de la tumba de Tutankamon por el arqueólogo británico Howard Carter en 1922, en el Valle de los Faraones, cerca de la ciudad.

Sin duda, la primera visita que habrá que hacer es al Templo de Luxor, en pleno centro de la ciudad. Construido por Amenophis III hace casi 3500 años, fue progresivamente ampliado por Tutankamón, Ramsés II y hasta por Alejandro Magno, y fue un centro religioso de vital importancia ya que en él se celebraba la llegada del año nuevo, durante la cual el dios Amón-Ra (el Sol) fecundaba a la diosa Mut. Antes de entrar sorprende un gran pilar con la estatua de Ramsés II y un único obelisco que adorna la entrada principal; eran dos, pero uno de ellos fue el regalo del Sultán Mohamed Alí a Napoleón y hoy se encuentra a miles de kilómetros, en la Plaza de la Concordia de París. Al acceder al templo, prestando necesaria atención a las explicaciones del guía, se pasa a un patio rodeado por columnas que dan paso a la mezquita de Abu El-Haggag, y entre indescriptibles pilares y monumentos se continúa por el patio de Amenophis llegando finalmente hasta el denominado Santuario Sagrado.

Luego habrá que proseguir por la costanera disfrutando de un agradable paseo a lo largo de dos kilómetros hasta el Templo de Karnak, un conjunto edilicio desarrollado por varias dinastías. Pero antes de llegar hasta allí valdrá la pena pasar por la mezquita de El-Mekashkesh, que es la más antigua de la ciudad, y luego por el Museo de Luxor, donde se preservan los restos de las invaluables colecciones faraónicas descubiertas en la zona, incluyendo maravillas como la cautivadora estatua del faraón Akenatón y de Nefertiti, su mujer. Al fin, una avenida de piedra flanqueada por antiguas esfinges con cabeza de carnero y cuerpo de león dan la bienvenida a Karnak, que se alza como la milenaria fortaleza que dio lugar al mayor centro de adoración religiosa de la historia del país. Centenares de columnas colosales, relieves litográficos, patios y templos dedicados a los antiguos dioses se suceden hasta llegar al Lago Sagrado en que se sumergían los sumos sacerdotes. Vale la pena recorrer este lugar guiado por el espectáculo de luces y sonido que se desarrolla dos veces al día; la propuesta consiste en caminar entre las ruinas por un circuito marcado, a oscuras, que se va iluminando a medida que se avanza e invita a hacer paradas para escuchar la curiosa y larga historia de este monumental complejo.

Ciudad de tumbas

Llegará la hora de tomar alguna de las embarcaciones que se ofrecen sobre la costa del Nilo para dirigirse al lado oeste. Ese simple traslado tenía un significado especial para los egipcios, porque simbolizaba el cruce entre la vida y la muerte, entre la actividad de imponentes palacios y la quietud de majestuosas tumbas. Tras pisar la otra orilla los sitios interesantes para ver se despliegan entre el Valle de las Reinas y el Valle de los Reyes, donde fueron enterrados 64 faraones en tumbas excavadas en la roca con laberintos y corredores destinados a eludir la entrada de ladrones. Para realizar la visita no faltan guías de la oficina de turismo local, quienes recomiendan tomarse un día entero ya que es necesario suficiente tiempo para conocer este impresionante conjunto de construcciones y tumbas. z we

Datos útiles

Desde el aeropuerto de Ezeiza, Aerolíneas Argentinas tiene vuelos a El Cairo que conectan en Roma (Fiumicino) con vuelos de Alitalia.
Consultas en: www.aerolineas.com.ar.

En Luxor, entre las opciones de alojamiento sobresale el New Winter & Pavillon Palace (www.sofitel.com) de 237 habitaciones, dos restaurantes y piscina, entre otros servicios de lujo a pasos del templo de Luxor. Dato extra: para los amantes del golf no falta un excelente campo 18 hoyos, el Royal Valley Golf Club (www.golfluxor.com), abierto para visitantes con reserva previa.

El investigador Jorge María Ribero-Meneses Lázaro desmiente rotundamente falsas acusaciones de plagio sobre su teoría de la Atlántida

Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantlogy International Society (SAIS)
El pasado 14 de Junio, de este mismo año de 2013, me vi obligado a crear la encuesta que abajo enlazo, precisamente para acallar ciertas voces que intentaban desacreditarme bajo la indigna, injusta y cruel acusación de que mis investigaciones sobre la Atlántida, toda mi teoría entera, no era más que un vulgar plagio de la teoría del investigador Jorge María Ribero-Meneses Lázaro.
Acusación tan falsa como absurda -además de ridícula- que no podría caber en ninguna mente medianamente inteligente, como no fuera por mera maldad, por simplemente querer ningunearse mi obra y de paso también destruirse mi persona, porque basta un simple vistazo sobre las dos teorías, incluso mediante la Wikipedia, para comprobar cómo lo que se dice de ambas, revela que son diametralmente opuestas, diferentes, sin la menor relación o parecido.
Pero de nada sirvió tal encuesta y el resultado mayoritario determinante en votos negativos, o sea, que NO hay plagio alguno, contra solo dos votos de que sí hay plagio (realizados ayer mismo), a raíz de la nueva campaña que se ha gestado en los últimos cuatro días para intentar destruirme como investigador y persona, donde se ha vuelto a incurrir en la misma falsa acusación, y de nuevo, usándose como garante de tales acusaciones al mismo Sr. Ribero-Meneses, es decir, como si él mismo fuera quien les hubiera informado de que toda mis investigaciones y teoría sobre la Atlántida no era más que una burda copia de la suya.
En aquél entonces, en Junio de este año, escribí el Sr. Ribero-Meneses y aunque él mismo lo negó en su propia web, al parecer no fue lo suficientemente claro, puesto que no solo se ha vuelto a intentar destruirme con las mismas difamaciones y falsas acusaciones, sino que hasta se ha usado -una vez más- al mismo Sr. Ribero-Meneses como garantía de tales acusaciones.
He vuelto a escribir a Jorge María Ribero-Meneses Lázaro, pidiendo que esta vez todo quedara mejor aclarado. Y me ha respondido de un modo que, a mi entender, más claro no puede ser, y como no podía ser de otro modo tampoco, pues confirmando que NO es para na cierto que él haya dicho nada semejante, y reconociendo que -en efecto- ambas teorías son diametralmente opuestas y diferentes.
Aquí os dejo en el link para poder leer correspondencia con el Sr. Ribero-Meneses, donde queda más que aclarada la falsedad de tales acusaciones contra mi persona por parte de dos de sus fieles seguidores: http://georgeosdiazmontexano.files.wordpress.com/2013/08/cartas-entre-georgeos-diaz-y-jorge-maria-ribero-meneses-version-web1.pdf
Aquí el link directo a la votación. http://www.facebook.com/questions/550569254989178/ En el mismo se hallará un enlace al PDF con la tabla comparativa, por si necesitáis confirmar -de un modo bien detallado- cómo es que ambas teorías son completamente diferentes.

Nota aclaratoria:  Los comentarios del Sr. Ribero-Meneses Lázaro sobre la teoría que defiendo, donde parece restarle méritos por el mero hecho de ser (en cuanto a la ubicación de la Atlántida, que es a lo que se refiere) una de las más seguidas, desde la misma antigüedad, y contraponiendo a ello la originalidad de la suya, por ser el primero en decir que estaba en las costas de Cantabria (Ahora en Asturias), es un argumento ilógico o falaz, por que ninguna teoría es mejor que otra por el mero hecho de ser única o la primera en apuntar hacia una dirección determinada. Por esa misma regla de tres, todo el que haya creado después del Sr. Ribero-Meneses una nueva hipótesis o teoría sobre la Atlántida, colocando a la misma en algún lugar del planeta donde nunca antes nadie la hubiera colocado, se merece entonces ser considerada como mejor teoría, más creíble o más merecedora de créditos y elogios que la del Sr. Ribero-Meneses. Por ejemplo, el primero que ubicó la Atlántida en Indonesia (Aunque bien lejos de donde la ubica Platón) merecería mayor crédito y credibilidad y mayores elogios y reconocimientos que el Sr. Ribero-Meneses, por simplemente haber sido el primero en ubicarla en un lugar donde nadie antes la había colocado. Y lo mismo podriamos decir entonces para cualquier otra persona que en el futuro coloque la Atlántida en cualquier otra parte del mundo donde nadie la haya puesto antes, lo cual -y no lo dude nadie- sucederá, pues mientra no aparezca definitivamente la Atlántida, o sea, su metrópolis circular concéntrica bajo el mar, seguirán surgiendo -casi todos los años- nuevas teorías que la colocarán en nuevos lugares del mundo.
El hecho de que al igual que muchos otros investigadores de generaciones anteriores, desde la misma antigüedad, yo me halla decidido a investigar y defender la ubicación de la Atlántida en el Atlántico, delante de Gibraltar, tiene una sencilla explicación, que lejos de ser motivo de ninguneo y desmérito, resulta todo lo contrario, le confiere mayor credibilidad, y tal explicación es que -sencillamente- esta es la única localización que soportan todas las referencias antiguas que clara o explícitamente se refirieron a la misma isla Atlantis, especialmente el mismo Platón, o sea, la principal fuente para la Atlántida.

¿Qué es entonces lo más creíble? Qué merece mayor crédito y elogios, una teoría que la ubique en cualquier lugar que no se corresponda para nada con lo que claramente dijo Platón y también todos los autores que explícitamente hablaron de la localización de la misma, por el mero hecho de tratarse de una hipótesis novedosa, única, original, etc. o una hipótesis que se intenta ajustar, lo máximo posible, a las fuentes primarias, en especial, a lo que claramente expone la principal fuente para la Atlántida, o sea, Platón mismo. No será necesario que yo mismo sea el que responda.

Descubre el Misterio del Jardín del Palacio de Peterhof (San Petersburgo)

Esta residencia de invierno de los zares, con su majestuoso Palacio de estilo Barroco, se esconde un lugar en sus jardines de ensueño donde los viajeros, curiosos y expedicionarios pasan cada vez que visitan este gran complejo residencial de lujo. Una fuente, rodeada de caprichosa vegetación artificial, de forma caprichosa, moja a todo aquel que ose cruzar a su lado.

Dice la leyenda o la historia que si la fuente consigue mojarte, tendrás suerte en el Amor y si la cruzas totalmente seco, la suerte se vuelve hacia el dinero. Al final, desvelamos el Misterio de la fuente mágica, descúbrelo al final del vídeo.

La enigmática inscripción del Templo de Salomón. ¿El más antiguo testimonio de paleohebreo?

Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantology International Society (SAIS)

Inscripción Paleohebrea o Cananea del Palacio de David o de Salomón. Desciframiento, por Georgeos Díaz-Montexano, 2013.
Inscripción Paleohebrea o Cananea del Palacio de David o de Salomón. Desciframiento, por Georgeos Díaz-Montexano, 2013.
Hace unas horas, he tenido conocimiento de una muy interesante noticia, sobre un hallazgo bastante revelador que ha sido realizado en Jerusalénen las ruinas de la que ha sido identificada como laCiudad de David, el muro oeste del Templo. Ha sido a través de la web Los32Rumbos.com. Remito al lector a la misma para leer la noticia completa.
En cuanto al hallazgo epigráfico, ya de por sí, es verdaderamente revelador, en cuanto a que las inscripciones más antiguas descubiertas hasta la fecha, ciertamente son casi 300 años más recientes.
La inscripción ha identificado como cananea, al estar escrita en caracteres similares a los que usaban los cananeos, o sea, una antiguo alfabeto idéntico al usado por los fenicios. Fue escrita mediante simple incisión, cerca del borde de un fragmento de una jarra de cerámica sin cuello.
Ha sido datada en el siglo X A.C., de acuerdo al estilo paleográfico de la escritura usada que se corresponde con el proto-cananeo o cananeo de los siglos XI y X A.C., y el fenicio del siglo X A.C. Y ciertamente, anterior a la instauración de la derivada escritura hebrea.
Leyendo de izquierda a derecha, los expertos israelitas reconocen los siguientes signos: mqphn, y posiblemente una l, y otra n. Pero nada dicen de la g (gaml) que se observa al final, en el extremo derecho. Esta letra se corresponde con el estilo de las inscripciones del siglo XI A.C.
Los expertos concluyen que “dado que esta combinación de letras no tiene sentido en idiomas semíticos conocidos, el significado de la inscripción se desconoce” (Los32Rumbos.com)Aunque sospechanque la inscripción especificaría el contenido de la “jarra” o el “nombre de su propietario”.
Y finalmente concluyen que “debido a que la inscripción no es en hebreo, es probable que haya sido escrita por uno de los no residentes de Jerusalén, tal vez un jebuseo, que formaría parte de la población de la ciudad en la época de los reyes David y Salomón” (Los32Rumbos.com).

Análisis paleográfico

Ciertamente, los caracteres fueron escritos de izquierda a derecha, como la mayoría de las escrituras no semíticas. La norma seguida en todas las inscripciones cananeas, fenicias, arameas y hebreas, entre otras, es siempre de derecha a izquierda.
En principio, y debido a la dirección de la misma, no se trataría de una inscripción que pueda considerarse haya sido escrita en una lengua semítica, y quizá esto es lo que ha primado durante el análisis realizado por los expertos, quienes al no reconocer ninguna palabra hebrea en tal secuencia de caracteres han llegado a la conclusión de que no es hebrea.
En cuanto a las letras mismas, los expertos que la han analizado reconocen los siguientes caracteres: m q p h n (l) (n). La dos últimas letras solamente se infieren de acuerdo a lo poco que se aprecia de las mismas, siendo -por ello- su lectura muy poco segura, a menos que se pueda finalmente reconocer la lengua y, por tanto, las palabras escrita en esta vasija. 



Foto original. Fuente. Los32Rumbos.com


Interpretación de los signos. De izquierda a derecha: ...]m qp Hn(nl) g[...

Creo que la lengua usada sí es de la familia Afroasiática. Obviamente, si se busca una palabra que comenzando con m (mem) tenga la secuencia que le sigue, al menos hasta la n (nun), o sea, mqphn, no aparece nada en ninguna de las lenguas semíticas, ni en el resto de la misma familia Afroasiática. Pero si se considera que la memes en realidad la terminación de un plural semítico, que en la inmensa mayoría de los casos se indicaba con una mem final, o incluso de un nombre femenino, entonces podríamos establecer aquí el final de una voz, por lo que la próxima empezaría por q (qop). En tal caso, veremos como sí que se puede establecer una lectura más que probable, de acuerdo a voces semíticas, como el hebreo antiguo y el fenicio o púnico.

Todas las voces que a continuación describiré, se hallan en el hebreo clásico y en el fenicio, por tanto, voces semíticas noroccidentales que, perfectamente, podrían hallarse en un texto de esta época como el descubierto en los restos del posible “Palacio de David” y que aquí analizamos.

Primera propuesta de lectura e interpretación:


...]m qp Hn(nl) g[...

...(Palabra o nombre desconocido que finaliza en -mem) vasija de Hanniel (Palabra o nombre desconocido que comienza con -gaml)...”

Partimos de la hipótesis de que la primera letra de la izquierda, mem, se corresponde con el final de una voz que podría estar en plural o bien corresponder a un nombre femenino; aunque, en cualquier caso, imposible de poder ni siquiera vislumbrar. Aclarado lo anterior, comenzamos nuestra identificación a partir de la siguiente letra, qop. Hallamos una raíz muy antigua, qp, bastante extendida en un gran número de lenguas afroasiáticas, y que se puede traducir justo como 'vasija', 'jarra', 'olla'. Apenas existen otras voces con igual raíz que cobren algún sentido en un texto como este. Por lo que esta será mi primera propuesta, la hipótesis que considero probable. Antes aclaremos que las equivalencias fonéticas entre p/f/bson perfectamente viables y están bien documentadas.


En cuanto a los signos que le siguen, claramente se lee la secuencia Hny los extremos superiores de otros dos signos que identifico, por orden, con una nun(n) y una lamd (l). Considero que existe mayor probabilidad de que los dos signos que le sigue a la nuncompleta y bien legible (quinto signo de izquierda a derecha), y de los cuales sólo se conservan sus extremos superiores, se correspondan con otra nun(sexto signo) y una lamd (séptimo signo), y no como han creído los primeros expertos, o sea, ln. Sencillamente, considero que se les ha escapado un detalle importante: la inclinación de los extremos superiores de los signos.

El sexto signo, que ha sido identificado como resto de una posible lamd(), se justificaría sólosi tal letra hubiera sido escrita en su dirección habitual, de derecha a izquierda, que es cuando -en efecto- su palo mayor, barra o mástil (como prefiera llamársela), se inclina siempre hacia la derecha. Pero si el resto de la inscripción ha sido escrita a la inversa de la norma, es decir, de izquierda a derecha, es de sentido común esperar que estalamdpresentaría entonces tal inclinación, también a la inversa, o sea, hacia la izquierda, por tanto una lamdsinistrorsa (). Mientras que la nunsí que apuntaría ligeramente hacia la derecha, talcomo vemos en la anterior nun(quinto signo) que está completa.

En fin, que justo esto es lo que vemos aquí. Por tanto, la propuesta más lógica es que se trata de un nunseguida de una lamd, es decir, nl, leyendo de izquierda a derecha. Por tanto, reconstruimos la secuencia Hnnl, y esto se corresponde con un nombre hebreo recogido en la Biblia, חַנִּיאֵ֖ל, Hanniel(ḥannî’êl). Nombre propio masculino que significa “Favor de Dios” o “Favorecido por Dios” (formado de Hanan, 'favor', 'gracia' y Él, 'Dios'), y que se documenta como nombre de un manassita, príncipe de la tribu de Manasseh (Manasés), hijo de Efod (Números 34:23), y también como el nombre de un jefe asherita, hijo de Ulla o Ula (1 Crónicas 7:39). Hanes la misma raíz que aparece en los conocidos nombres púnicos de חנא, 'Hanno', y חנבעל, 'Hannibal', y también en el nabateo חנאל, 'Hanel'.

Segunda propuesta de identificación y lectura. Menos probable.


...]m qp Hn (ln) g[...

La primera mum podría corresponder al final de una voz en plural, como en la mayoría de las lenguas semíticas habladas en toda esa área geográfica, o bien a un nombre femenino, como por ejemplo, Batno'am (La Graciosa).

qp(qapha', pr. en heb. qofoa') 'encoger, 'espesar', 'cuajar' o 'enfriar' algún líquido (leche o vino, por ejemplo, qp: 'leche cuajada' o 'agua congelada' (muy fría) qp).

Hn(pr. Han o Hane con h aspirada fuerte como en inglés heart, 'gracia', 'favor'; 'agraciado', 'favorecido'. Puede aquí haberse usado como nombre propio masculino, o sea Han oHen. Como el nombre bíblico de Hen, hijo de Sefaníasmencionado en Zacarías 6:14: “Y Helem, y Tobías, y Jedaía, y Hen, hijo de Sefanías, tendrán coronas por memorial en el templo de Jehová.” (Edi. Reina Valera, 1909).

ln Típica preposición con sufijo pronominal femenina, “a mi”, “para mi”, usada en el fenicio y otras lenguas semíticas del noroeste.

Propuesta interpretativa


Se trataría de una vasija para 'enfriar' 'cuajar' o 'espesar' leche o vino, por ejemplo, que habría sido regalada por un hebreo o israelita llamado Han oHen a una mujer, cuyo nombre (como propietaria de la vasija) podría haber estado escrito después de la gaml(g) del final, a la derecha, o bien al principio, antes de la mem(m) del extremo izquierdo.

La lectura que propongo, quedaría pues de la siguiente manera:

...]m qp Hn (ln) g[...

...(Nombre de la propietaria que termina en mem?) vasija para cuajar (de) Hen para mi. G... (¿Nombre de la propietaria comenzando con gaml?)...”

Conclusión:


Después de loa aquí analizado y demostrado, considero que se trata de una inscripción semítica paleohebrea o cananea, no sólo por su grafía sino también desde el punto de vista lingüístico. Por tanto, no se justifica el dictamen contrario, es decir, que no se trata de una inscripción en lengua hebrea, tal como han divulgado los arqueólogos que han descubierto esta inscripción, la cual, después de este desciframiento, podría pasar a la Historia como la más antigua inscripción paleohebrea. Y esta es la hipótesis que defiendo. Por tanto, estaríamos ante el texto más antiguo conservado donde se hace mención de cuando menos un nombre propio bíblico: Hanniel.  

Fuente: La enigmática inscripción del Templo De Salomón.
¿El más antiguo testimonio de paleohebreo?, por Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantology International Society (SAIS): http://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2013/08/10/georgeos-diaz-montexano-la-enigmatica-inscripcion-del-templo-de-salomon-el-mas-antiguo-testimonio-de-paleohebreo/trackback/

Breve Historia de Atenas (Grecia)

La ciudad de Atenas ya existía en la época creto-micénica, aunque no tenía ni la cantidad de habitantes ni el poderío económico y militar que lució en el siglo V a.C. Era una ciudad más de la región Ática. En el siglo XIV a.C. fue fortificada. A mediados del siglo IX a.C. la ciudad se anexó los territorios circundantes, entre ellos el puerto de El Pireo. Desde el siglo VIII a.C. la zona se hallaba consagrada a Atenea. En el comienzo el gobierno era ejercido por un monarca, pero Atenas cambió ese sistema por una aristocracia en la que el Consejo de Ancianos (Areópago) gobernaba designando tres magistrados (arcanos), quienes por un lapso de un año se hacían cargo de la conducción de la ciudad. Dificultades políticas y económicas llevaron al poder al reformador Solón (594 a.C.).

Según sus nuevas disposiciones, la ciudad contaba ahora con un Consejo, una Asamblea Popular y Tribunales de Justicia. Solón además reimpulsó el comercio. En el año 560 a.C. tomó el poder el tirano Pisístrato. Durante su gobierno y el de sus hijos, que se prolongó hasta el año 510, se construyeron muchas obras públicas y se organizaron los juegos panatenáicos, que tenían lugar cada cuatro años. La democracia se impuso recién en el año 509, con la revolución de Clístenes, quien derrocó la tiranía de Hipías. La Asamblea Popular, de la que participaban todos los ciudadanos, pasó a ser el órgano de mayor poder. En la batalla de Maratón (490 a.C.), al norte de Atenas, los atenienses vencieron a las tropas persas que desembarcaron allí contando sólo con la ayuda de unos soldados llegados desde Platea.

Los espartanos, a los que les pidieron auxilio sobre la hora, prometieron acudir pero por motivos religiosos no lo podían hacer sino después de seis días. La Acrópolis fue destruida por las tropas de Jerjes y reconstruida durante el gobierno de Pericles para mostrar el nivel artístico y cultural de la ciudad. Luego de su derrota, los persas prepararon una nueva expedición que no pudiese fallar. El rey Jerjes reunió en Sardes, en la primavera del 480 a.C., un ejército como jamás se había visto otro. Paralelamente envió sus embajadores solicitando la rendición de las ciudades griegas. Muchas accedieron; Esparta y Atenas no. 

Luego de la invasión persa del año 480 a.C., el político Temístocles, quien venció a los persas en Salamina, construyó las murallas de defensa que rodeaban a Atenas y El Pireo, y unían a la ciudad con el puerto. Esta tarea fue continuada por Pericles. Pericles le dio a la ciudad su explendor. Construyó el Partenón, el templo de Niké y el Erecteion, entre otros monumentos. En su mercado se podían adquirir productos de las más variadas procedencias. La liga de Delos, formada en el año 477 a.C. para prevenir una nueva invasión persa, tenía a Atenas como capital. Los fondos aportados por las ciudades que componían la liga aumentaron el poderío ateniense.

Pericles tenía un trato especial con los hombres de la cultura y favorecía la llegada a Atenas de filósofos y poetas. Durante su gobierno se representaban importantes tragedias y comedias en el teatro de Dionisio, tras la Acrópolis. En tiempos de Pericles se calcula que la ciudad tenía unos 200.000 habitantes de los que sólo 50.000 eran ciudadanos y tenían derechos políticos (los varones nativos adultos). Atenas se enfrentó con Esparta en la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) y fue derrotada. En el año 338 a.C. la ciudad cayó bajo el poder de Macedonia, aunque no dejó por ello de tener una vida cultural importantísima. En el año 146 a.C. los romanos tomaron Atenas. Éstos saquearon la ciudad y destruyeron muchos monumentos en el año 86 a.C. Hasta la caída del Imperio Romano de Occidente mantuvo su prestigio como centro de enseñanza al que acudían jóvenes tanto de Grecia como de Roma. En el año 529, habiendo caído ya el Imperio de Occidente, el emperador Justiniano de Bizancio, buscando favorecer el desarrollo del pensamiento cristiano en detrimento del pagano, ordenó cerrar las escuelas filosóficas de Atenas.

Champollion, el traductor de la lengua egipcia

Filólogo y egiptólogo francés, considerado el padre de la egiptología por haber conseguido descifrar la piedra de los tres idiomas, la Piedra Rosetta y haber encontrado el sonido de cada uno de los jeroglíficos. Decía de sí mismo:

«Soy adicto a Egipto, Egipto lo es todo para mí».

Champollion creía que para entender los textos egipcios, era necesario conocer, traducir e interpretar sin error alguno el copto, capacidad de la que carecían todos aquellos eruditos que aspiraban a descifrar los jeroglíficos. Su esquema de estudio predecía que a través del copto entendería las inscripciones en demótico (una forma abreviada de la escritura hierática) y con la ayuda de la lengua egipcia, alcanzaría a descifrar la escritura jeroglífica.

Para ello estudió el copto en El Colegio de Francia, en la Escuela de Idiomas Orientales y en la Biblioteca Nacional de París. También aprendió el copto litúrgico de la mano de un sacerdote egipcio. Siendo apenas un adolescente logró compilar un diccionario de copto conformado por 2000 palabras. El experto en jeroglíficos Silvestre de Saçy, fue uno de sus nuevos maestros. Por desgracia, y debido a la gestión de Napoleón, que no cesaba en su empeño de orquestar constantes campañas militares que desmoralizaban a la nación entera, y ante la escasez de alimentos y la elevada inflación, no existía tiempo para el estudio, y quien quisiera sobrevivir en tales circunstancias, debía de tener la enorme suerte de poseer un trabajo constante y remunerado, algo de lo que carecía Jean-François.

Vivía con el eterno temor a ser reclutado en el ejército, escaseaban los jóvenes sanos; su salud estaba muy deteriorada, estaba hundido en una profunda depresión, terriblemente delgado y prácticamente vestido con harapos. El que sería uno de los padres de la egiptología, y el hombre que descifró la piedra Rosetta, era poco más que un pordiosero.