Tutmosis III, el Faraón Guerrero

Tutmosis III fue el más excepcional de los reyes guerreros del Antiguo Egipto, valiente comandante, magnífico estratega y militar imbatido: éste fue Tutmosis III, conocido entre los egiptólogos como el "Napoleón de Egipto". ¿Cómo consiguió este Faraón vencer a tantos de sus enemigos y situar el Imperio egipcio en la cumbre de su máximo esplendor? Analizamos los hechos que llevaron a Tutmosis III a distinguirse como un gran guerrero. Siga sus campañas militares en campos de batalla azotados por la arena y sea testigo de cómo los arqueólogos actuales ponen a prueba su armamento primitivo.

José Manuel Galán nos habla sobre la Tumba de Djehuty (Luxor - Egipto)

En enero de 2002 comenzaba la primera campaña del Proyecto Djehuty; el pistoletazo de salida a un trabajo que en realidad se venía barruntando desde mucho tiempo antes. Después de solventar los problemas de financiación y la creación de un equipo joven de especialistas la tumba tebana de Djehuty abría sus puertas a un gran sueño arqueológico. El director del proyecto, el Dr. Dr. José Manuel Galán acaba de publicar En busca de Djehuty (RBA National Geographic), una apasionante aventura arqueológica en donde descubrimos las cuatro primeras campañas de trabajo en Luxor (www.excavacionegipto.com).

El Proyecto Djehuty implica la excavación, restauración y publicación de las tumbas TT11 y TT12 de Dra Abu el-Naga (Luxor) pertenecientes a los funcionarios Djehuty y Hery respectivamente. La primera campaña se desarrolla en 2002 de la mano de su creador el Dr. José Manuel Galán, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid. En diciembre del año 2000, José Manuel Galán viaja a Luxor buscando un proyecto de investigación que aunara arqueología, restauración y estudio epigráfico. Lo encontró en la tumba de Djehuty (TT11), excavada en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en la montaña tebana. Djehuty fue un alto funcionario de la reina Hatshepsut, que vivió en la época de oro de la XVIII dinastía hacia el siglo XV a. de C. Ligada a su tumba se encuentra la de Hery (TT12) otro funcionario de este mismo periodo y que debió de vivir unos cincuenta años antes. En febrero del año 2002 el equipo comenzaba la primera campaña del Proyecto Djehuty.

Cinco años después el equipo ha crecido y multiplicado sus esfuerzos en diferentes especialidades. La Tabla del Aprendiz, expuesta hoy en el Museo de Luxor, es sin duda la pieza estelar de la misión. Se trata de una especie de 'pizarrín' de madera estucada en el que escriben y dibujan uno al lado del otro el maestro y el alumno. La tabla ilustra de una forma excepcional cómo era la enseñanza en el antiguo Egipto. El elemento añadido de valor que tiene la tabla es que el dibujo representado es un faraón de frente. La investigación que han hecho hace pensar que sería el dibujo de una estatua de la propia Hatshepsut. El hecho de que hoy esté en el Museo de Luxor no solamente nos está diciendo el valor de la pieza en sí sino que reconoce el trabajo y el cuidado que emplean los españoles a la hora de restaurar.


El Proyecto Djehuty presenta los resultados de... por historiayarqueologia

Pasión por el Antiguo Egipto

Egipto y su milenaria cultura faraónica siguen despertando la fascinación de turistas, estudiosos y científicos. Las pirámides, las momias, sus tesoros y los jeroglíficos tienen algo misterioso y mágico que nos atrapa a casi todos en algún momento de nuestra vida. La Red Española de Historia y Arqueología, dedica este video a todos aquellos que sienten una gran fascinación y admiración por el Antiguo Egipto.


Más información en: www.historiayarqueologia.com

El Nacimiento de Egipto

La historia de Egipto es la historia de un éxito sin igual. ¿Pero cómo se unificó el Imperio Egipcio en primer lugar? Para resolver el misterio sobre cómo nació Egipto, seguimos a los arqueólogos mientras examinan el inicio del gobierno de los faraones.

Es el período denominado "Dinastía Cero" (período protodinástico de Egipto), una etapa poco conocida que encauza a Egipto en el camino hacia la realización de algunos de los mayores logros de la Humanidad. El capítulo descubre, cómo tanto en la guerra y la paz, el misterioso Rey Narmer pone las bases sobre las que se asentará la autoridad de los faraones, una historia de éxito que durará más de 3000 años.

Investigaciones de ADN confirman hipótesis de un atlantólogo sobre los Atlantes y los Minoicos

Pruebas genéticas demuestran que los Minoicos provenían de Occidente, no de Oriente como se creía, y vivieron en países del occidente con costas al Atlántico como España, Portugal, Francia, Marruecos y otras islas del Norte.

Ariel Díaz, Scientific Atlantology International Society (SAIS), 2013.

Los que han leído los libros del atlantólogo hispanocubano Georgeos Díaz-Montexano o han seguido sus entrevistas y artículos, al menos en los últimos diez años, habrán comprobado cómo el citado atlantólogo ha venido defendiendo que los Minoicos podrían ser una extensión de la misma confederación de los pueblos Atlantes o Atlánticos, y que Creta, muy probablemente -es la hipótesis que defiende- sería la colonia más importante del Mediterráneo de los mismos Atlantes, los cuales estaban conformados por una confederación de pueblos Íbero-Mauretanos y Hyksso-Minoicos.

No pocas personas le han atacado por esta teoría y hasta se han burlado de Díaz-Montexano, porque -obviamente- la tesis dominante era que los Minoicos provendrían del Asia Menor o de Anatolia. Pues bien, resulta que un reciente estudio genético realizado por un equipo multidisciplinario internacional, demuestra científicamente, que aunque los Minoicos comparten algún porcentaje con algunas poblaciones de la actual Turquía, o sea, Anatolia, este porcentaje es pequeño, y casi inexistente en poblaciones del resto del Asia Menor, mientras que los mayores porcentajes -con gran diferencia- de correspondencia o afinidad se hallaron, precisamente, con poblaciones del Occidente y el Noroeste de Europa, especialmente con las regiones de Iberia occidental y Marruecos, Francia y las Islas Británicas (Reino Unido e Irlanda), es decir, justo en las zonas donde más se han reportado símbolos -en petroglifos- del típico laberinto que aparece en las monedas cretenses, motivos de armas similares a las usadas por los Minoicos, y hasta barcos similares a los Minoicos, como el que identificó -en parte- y publicó hace ya casi diez años en la revista “Arqueología y Enigmas de la Historia”, el mismo Díaz-Montexano cuando el destacado petroglifólogo, D. Pablo Novoa Álvarez, uno de sus descubridores, le condujo al lugar donde se halla este grabado en una superficie rocosa de más de dos metros, en Santa María de Oia, Galicia.

Distribución del ADN mitocondrial de los Minoicos. A mayor intensidad del color azul, mayor afinidad o correspondencia. Como puede observarse, el origen de los Minoicos se hallaría en las costas Atlánticas de Europa o entre Iberia y Francia. Distribución del ADN mitocondrial de los Minoicos.

A mayor intensidad del color azul, mayor afinidad o correspondencia. Como puede observarse, el origen de los Minoicos se hallaría en las costas Atlánticas de Europa o entre Iberia y Francia. Resulta sorprendentemente revelador ver el mapa de la distribución genética publicado por los científicos que han realizado el estudio genético del ADN mitocondrial de los Minoicos, y ver cómo se hallaron muestras antiguas del mismo ADN en varios puntos de Iberia y Marruecos y cómo el color azul mas intenso, que indica la mayor correspondencia o afinidad con las muestras de ADN de los minoicos que vivieron en Creta, se halla distribuido en las costas Atlánticas de Iberia, Marruecos y las Islas al norte del Atlántico. Esta es precisamente el área de expansión principal de la Civilización Atlántica que, al menos desde el Calcolítico (Tiempos Megalíticos) hasta la Edad del Bronce, donde es conocida justamente como cultura de Bronce Atlántico, fue la autora también de los más antiguas inscripciones de un sistema de Escritura Lineal Atlántica (ELA), como viene demostrando desde 1994 el citado atlantólogo, y la misma civilización autora de millares de representaciones petroglíficas del mismo símbolo de la capital o metrópolis de Atlantis, o sea, varios anillos o círculos concéntricos atravesados por un canal o varios y de los mismos laberintos tipo Knossos o tipo minoico-cretense. Ahora, gracias a estos estudios genéticos, ya sabemos que hace unos 5000 o 4000 años, o sea, entre el 3000 y el 2000 A.C., Creta fue colonizada, en su mayor parte, por gente que provendría del occidente de Europa, muy probablemente desde Iberia y Francia.

También se pudo demostrar que esta misma población fue la que colonizó las mayoría de las otras islas como Córcega, Cerdeña y Sicilia, lo que encaja con lo que viene sosteniendo Díaz-Montexano, a través de las antiguas fuentes escritas, acerca de cómo fueron los antiguos habitantes de Iberia -esto dicen las fuentes- quienes colonizaron a estas islas y también la Tirrenia o península itálica y parte del Asia Menor o Anatolia, hasta llegar a la otra Iberia, la oriental (Georgia) y el Cáucaso. Expansión esta que se corresponde casi exactamente con la que describe Platón, en los diálogos Timeo y Critias, que llevaron a cabo los mismos pueblos del Atlántico.

“Si todo esto que ahora vemos corroborado por los análisis del ADN mitocondrial de los Minoicos no es una demostración científica de una parte importante de mi teorías obre la Atlántida, qué alguien me explique qué otra cosa puede ser entonces… Sólo espero que no se me diga que una mera coincidencia” -Comenta Georgeos Díaz-Montexano.

Según el polémico atlantólogo, la teoría que ha estado defendiendo de que los Minoicos en realidad provendrían de un país con costas en el Atlántico -que bien podría ser Atlantis o Iberia misma- ya es un hecho. Ya es, por tanto, una tesis confirmada por la ciencia genética ¿A quién le seguirá extrañando o sorprendiendo a partir de ahora que hayan semejanzas entre el culto al toro practicado por los Minoicos -aunque en plan más lúdico- y la tauromanía de Iberia y Francia, donde hasta se ha conservado justo el mismo estilo de acrobacia o saltos sobre toros como en Creta? Ahora, según estos estudios genéticos, podemos asumir -con base científica- que tales ritos ya se practicarían muy probablemente en el occidente de Europa, como mínimo en Iberia y Francia, y desde el Calcolítico y durante la Edad del Bronce, aunque los autores del estudio genético remontan sus estimaciones hasta el Neolítico.

Dicen los autores del estudio genético: “In fact, the highest percentage of Minoan haplotype sharing (33.33%) is observed with Neolithic populations from Southern Europe (including samples from Neolithic sites of Treilles and Iberia).” (A European population in Minoan Bronze Age Crete, Jeffery R. Hughey, Peristera Paschou, Petros Drineas, Donald Mastropaolo, Dimitra M. Lotakis, Patrick A. Navas, Manolis Michalodimitrakis, John A. Stamatoyannopoulos, George Stamatoyannopoulos, may, 2013). "Cada vez nos vamos acercando más a la verdad histórica y la solución definitiva del Enigma de Atlantis"- Comenta Díaz-Montexano.

Nota: El estudio fue realizado por Jeffery R. Hughey de Hartnell College; Peristera Paschou de la Universidad Demócrito de Tracia; Drineas del Rensselaer; Manolis Michalodimitrakis de la Universidad de Creta, y Donald Mastropaolo, Dimitra M. Lotakis, Patrick A. Navas, y Stamatoyannopoulos de la Universidad de Washington.

Fuentes:
http://www.nature.com/ncomms/journal/v4/n5/pdf/ncomms2871.pdf
http://www.aktuality.sk/clanok/230188/minojci-na-krete-boli-europskeho-povodu

"ATLANTIS . TARTESSOS. Aegyptius Codex . Clavis . Epítome de la Atlántida Histórico-Científica . La Atlántida de España. Una confederación talasocrática Íbero-Líbico-Mauretana y Hycso-Minoica. Un estudio de la Atlántida -a modo de exordio- desde las fuentes documentales primarias y secundarias.

Tomo I": http://www.AtlantidaHistorica.com “ATLANTIS . TARTESSOS. Aegyptius Codex . Clavis . Epítome de la Atlántida Histórico-Científica . La Atlántida de España. Una confederación talasocrática Íbero-Líbico-Mauretana y Hycso-Minoica. Un estudio de la Atlántida -a modo de exordio- desde las fuentes documentales primarias y secundarias. Tomo I”: http://www.AtlantidaHistorica.com

Luxor: viaje al mundo antiguo

Los motivos para planear y decidir cuál será el destino de un próximo viaje son innumerables y, siempre, muy personales; pero desde estas latitudes, en las que la historia pocas veces se expresa más allá de algunos pocos siglos, los lugares que invitan a conectarse con el más profundo pasado de la humanidad logran un particular atractivo. Entonces, poniendo la lupa sobre el mundo antiguo, Egipto aparece brillando con luz propia. El Cairo seguramente ameritará al menos un breve paseo, pero valdrá la pena no demorarse para tomar rumbo hacia la milenaria ciudad de Luxor.

Sin temor a exageraciones, Luxor (nombre que significa "Ciudad de los Palacios") puede considerarse el museo al aire libre más grande del mundo. El número de monumentos y ruinas arqueológicas la convierten en una conglomeración de atractivos de tal magnitud que para recorrerlo debe dividirse en tres áreas: la ciudad de Luxor en el lado este del Nilo, Karnak más al norte, y Thebes, que los egipcios antiguos llamaron Waset, en la ribera oeste del río. Más allá de las recomendaciones turísticas, antiguamente se distinguían sólo las dos orillas, con la Ciudad de los Vivos al este, donde el sol nace; y la Ciudad de los Muertos en la orilla oeste, donde el sol se pone despidiéndose de la vida.

Paseos ineludibles

Hay tres calles que no pueden dejar de recorrerse: Sharia al-Mahatta, que pasa por delante de la pintoresca estación de trenes y desemboca en los jardines del templo de Luxor; la Corniche, una costanera que bordea al Nilo, y Sharia al-Karnak, que avanza hacia el norte desde el templo de Luxor al de Karnak, pasando por toda una serie de restaurantes, cafés y bazares donde pueden encontrarse los más variados y típicos recuerdos egipcios.

Desde un primer momento llama la atención ver que edificios tan disímiles como el Banco Nacional de Egipto, la sede sur de la Policía o la estación del ferrocarril muestran un estilo arquitectónico que se emparenta directamente con las construcciones de la época faraónica. No son edificios antiguos, pero sí forman parte de la fascinación por el antiguo Egipto que siguió al descubrimiento de la tumba de Tutankamon por el arqueólogo británico Howard Carter en 1922, en el Valle de los Faraones, cerca de la ciudad.

Sin duda, la primera visita que habrá que hacer es al Templo de Luxor, en pleno centro de la ciudad. Construido por Amenophis III hace casi 3500 años, fue progresivamente ampliado por Tutankamón, Ramsés II y hasta por Alejandro Magno, y fue un centro religioso de vital importancia ya que en él se celebraba la llegada del año nuevo, durante la cual el dios Amón-Ra (el Sol) fecundaba a la diosa Mut. Antes de entrar sorprende un gran pilar con la estatua de Ramsés II y un único obelisco que adorna la entrada principal; eran dos, pero uno de ellos fue el regalo del Sultán Mohamed Alí a Napoleón y hoy se encuentra a miles de kilómetros, en la Plaza de la Concordia de París. Al acceder al templo, prestando necesaria atención a las explicaciones del guía, se pasa a un patio rodeado por columnas que dan paso a la mezquita de Abu El-Haggag, y entre indescriptibles pilares y monumentos se continúa por el patio de Amenophis llegando finalmente hasta el denominado Santuario Sagrado.

Luego habrá que proseguir por la costanera disfrutando de un agradable paseo a lo largo de dos kilómetros hasta el Templo de Karnak, un conjunto edilicio desarrollado por varias dinastías. Pero antes de llegar hasta allí valdrá la pena pasar por la mezquita de El-Mekashkesh, que es la más antigua de la ciudad, y luego por el Museo de Luxor, donde se preservan los restos de las invaluables colecciones faraónicas descubiertas en la zona, incluyendo maravillas como la cautivadora estatua del faraón Akenatón y de Nefertiti, su mujer. Al fin, una avenida de piedra flanqueada por antiguas esfinges con cabeza de carnero y cuerpo de león dan la bienvenida a Karnak, que se alza como la milenaria fortaleza que dio lugar al mayor centro de adoración religiosa de la historia del país. Centenares de columnas colosales, relieves litográficos, patios y templos dedicados a los antiguos dioses se suceden hasta llegar al Lago Sagrado en que se sumergían los sumos sacerdotes. Vale la pena recorrer este lugar guiado por el espectáculo de luces y sonido que se desarrolla dos veces al día; la propuesta consiste en caminar entre las ruinas por un circuito marcado, a oscuras, que se va iluminando a medida que se avanza e invita a hacer paradas para escuchar la curiosa y larga historia de este monumental complejo.

Ciudad de tumbas

Llegará la hora de tomar alguna de las embarcaciones que se ofrecen sobre la costa del Nilo para dirigirse al lado oeste. Ese simple traslado tenía un significado especial para los egipcios, porque simbolizaba el cruce entre la vida y la muerte, entre la actividad de imponentes palacios y la quietud de majestuosas tumbas. Tras pisar la otra orilla los sitios interesantes para ver se despliegan entre el Valle de las Reinas y el Valle de los Reyes, donde fueron enterrados 64 faraones en tumbas excavadas en la roca con laberintos y corredores destinados a eludir la entrada de ladrones. Para realizar la visita no faltan guías de la oficina de turismo local, quienes recomiendan tomarse un día entero ya que es necesario suficiente tiempo para conocer este impresionante conjunto de construcciones y tumbas. z we

Datos útiles

Desde el aeropuerto de Ezeiza, Aerolíneas Argentinas tiene vuelos a El Cairo que conectan en Roma (Fiumicino) con vuelos de Alitalia.
Consultas en: www.aerolineas.com.ar.

En Luxor, entre las opciones de alojamiento sobresale el New Winter & Pavillon Palace (www.sofitel.com) de 237 habitaciones, dos restaurantes y piscina, entre otros servicios de lujo a pasos del templo de Luxor. Dato extra: para los amantes del golf no falta un excelente campo 18 hoyos, el Royal Valley Golf Club (www.golfluxor.com), abierto para visitantes con reserva previa.