El Museo Arqueológico Benahoarita albergará la exposición ‘África: el arte de un continente’

El Museo Arqueológico Benahoarita (MAB), en Los Llanos de Aridane, en Santa Cruz de Tenerife, albergará desde el jueves 15 de junio y hasta el 15 de julio la exposición África: el arte en un continente. Se trata de una muestra un amplio abanico de objetos que, de manera cotidiana, son utilizados por diferentes pueblos primitivos del continente africano.

La actividad se enmarca en el proyecto cultural Tussna (Sabiduría) de Benahoare, que organiza la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, que dirige Primitivo Jerónimo.

Foto: De izquierda a derecha, Jorge Pais, Fernando Barrera y Primitivo Jerónimo en la muestra 'África el arte de un continente'.

África: el arte de un continente reúne en el MAB objetos tan diversos como máscaras, figuras, armas, tirachinas, cerámicas, gorros, marionetas, escudos, postes ceremoniales, taburetes, tejidos, puertas, monedas primitivas, objetos religiosos… El comisario de esta exposición es el anticuario y especialista en arte africano, Fernando Barrera Torres que, además, es el propietario de las 101 piezas expuestas para cuya realización se han utilizado distintos tipos de materiales: hierro, madera, cerámica, cuentas de vidrio y tejidos vegetales.

Las piezas que forman parte de la exposición constituyen una amplia representación del arte africano en todas sus manifestaciones y de un buen número de países como la República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Malí, Chad, Benín y Togo. Algunas de las tribus primitivas representadas en esta muestra son los Bámbara, Mossi, Gurunsi, Ibo, Tuareg, Senufo o los Baulé, entre otros.

Fuente: elapuron.com | 14 de junio de 2017

Constructores de hace 4.200 años en Callosa de Segura (Alicante)

Arqueología en Callosa de Segura. Mary Parra

Un pequeño toro con un gran valor. La excavación arqueológica desarrollada por el Marq en Callosa (Alicante) culminó ayer con el hallazgo de un pequeño toro de barro que supone una de las pocas representaciones de tipo figurativo de la Cultura del Algar. El trabajo de campo durante tres semanas ha permitido documentar que el asentamiento estuvo ocupado desde el 2200 hasta el 1500 antes de Cristo.

El yacimiento «Laderas del Castillo» de Callosa de Segura sigue teniendo un valor incalculable para la arqueología y así se ha vuelto a poner de manifiesto en una nueva excavación, realizada durante el último mes. El equipo dirigido por la dirección del Museo Arqueológico Provincial de Alicante (Marq) ha sacado a la luz evidencias que avalan que se trata de uno de los más antiguos de la Edad de Bronce y que documentan que el asentamiento humano se remonta al menos al año 2200 antes de Cristo.

Las terrazas que se construyeron sobre la falda del macizo rocoso dan fe de que en este asentamiento se hizo una gran obra de ingeniería construida piedra a piedra para aplanar el terreno y conseguir levantar casas y disponer de superficie para mantener cultivos y ganado.


«Hemos encontrado los pisos de varias casas bien conservados, restos del pavimento, molinos que utilizaban para moler el trigo, huellas de tinajas donde almacenaban alimentos, hogares donde cocinaban y también hemos podido documentar cómo eran sus técnicas constructivas. Es algo que científicamente tiene mucho valor. Los materiales eran distintos a los de ahora, pero algunas de sus ideas para construir enormes terrazas no se diferencian mucho de las que se utilizan en la actualidad», apuntó ayer el director técnico del Marq, Juan Antonio López. Ha sido él quien se ha encargado de la dirección técnica de la excavación en colaboración con el profesor de Prehistoria de la Universidad de Alicante Francisco Javier Jover.

Hallazgo «excepcional»

Una de las piezas encontradas con más valor se halló precisamente ayer, cuando INFORMACIÓN acompañó a los arqueólogos durante su última jornada de trabajo. Se trata de una pequeña figura de barro que representa un toro. Es algo excepcional porque «se conocen muy pocas representaciones de tipo figurativo de la Cultura del Algar», explicó López. El mismo dijo que en los últimos años se han empezado a descubrir algunas pinturas en paredes pero no con motivos figurativos, sino geométricos, y este «es uno de los pocos ejemplos de figuras que existían en la Edad de Bronce».


El yacimiento callosino es uno de los más antiguos de la provincia relativos a la Edad de Bronce, un periodo que comenzó en la península ibérica en el 2.200 antes de Cristo . «Hoy sabemos con seguridad que hasta el 1500 antes de Cristo se continuó ocupando un perímetro de casi dos hectáreas y media de esta ladera, que brindaba una posición estratégica de carácter defensivo», concluyó el director técnico del Marq.

Fuente: diarioinformacion.com | 15 de junio de 2017

Catedral Metropolitana de Santa María la Real de Pamplona

Está situada en La Navarrería, que es el punto más alto y más antiguo de la ciudad. Se extiende a ambas orillas del río  Arga. Es  sede de la Archidiócesis de Pamplona y Tudela. La actual Catedral de Santa María la Real de Pamplona se levanta sobre un solar cargado de historia desde la fundación de la ciudad por el general romano  Pompeyo Magno el año 74 a.C. La primera vez que se tiene constancia de la iglesia de Pamplona es en el año 589, en un documento en el que se menciona al obispo de dicha ciudad en el Concilio III de Toledo. Por iniciativa del rey Sancho el Mayor la diócesis de Pamplona se restaura entre los años 1022 y 1032.
      La catedral románica inicia su andadura bajo el mandato del obispo Pedro de Roda, quien ocupa la diócesis pamplonesa en el año 1083. El prelado creó una cofradía con la que obtener los fondos necesarios para afrontar las obras, al tiempo que el papa Urbano II exhortaba al monarca Pedro I y a sus súbditos a través de una bula de marzo de 1097, a colaborar mediante donaciones en la nueva empresa. El templo era de grandes dimensiones 70 de largo por 50 de ancho siendo sólo superada en esa época por la catedral de Santiago de Compostela. En su construcción se sabe que intervino el maestro Esteban, que trabajó en la catedral de Santiago de Compostela hicieron posible que la iglesia pudiera ser consagrada el 12 de abril de 1127 en presencia del rey Alfonso el Batallador; aunque la empresa del claustro se prolongó unos años más, aproximadamente hasta 1137.
      Definida por tres naves de mayor anchura la intermedia con crucero saliente y triple cabecera formada por un ábside central, semicircular al interior y poligonal al exterior; y dos laterales de diseño semicircular situados sobre el crucero.se abría una cripta organizada en tres pequeñas naves que separaban columnas situaba la puerta principal que constaba de un doble vano de medio punto abocinado siguiendo el esquema de la puerta de Platerías de la catedral de Santiago de Compostela, la fábrica románica han llegado a nuestros días la cillería y el palacio episcopal. A consecuencia de la guerra de la Navarrería de 1276, en la que las tropas francesas saquearon el templo catedralicio y sus dependencias, el claustro románico quedó en estado ruinoso, 1391 se derrumbó la Catedral románica quedando en pie únicamente la fachada y la cabecera, del hundimiento de la parte oriental de las naves de la catedral románica, lo que obligó a una nueva reedificación del templo, esta vez siguiendo los postulados del gótico. Parece ser que hacia 1391 comenzaron a elaborarse las trazas de este edificio siendo colocada la primera piedra el 27 de mayo de 1394.
      La ejecución de tan ambiciosa fábrica se llevó a cabo gracias a la aportación económica de los reyes navarros  Carlos III y su esposa Leonor otorgaron importantes donaciones entre 1394 y 1420, como también su hija Blanca, de los prelados que ocuparon la sede episcopal durante el proceso constructivo Martín de Zalba, Sancho Sánchez de Oteiza y Martín de Peralta, el clero y de los fieles. Las obras concluidas en 1501, año en el que el papa  Alejandro VI promulga una bula que concede indulgencias a quienes ofrecieran limosnas para la conservación de los edificios y no para la ejecución de obras.
      Como resultado del proceso constructivo el edificio se configuró en una amplia planta de cruz latina articulada en cinco naves de seis ramos, la central más ancha y las exteriores de capillas entre contrafuertes. A ello se añade una cabecera poligonal con un pilar en eje, rodeada de una girola con capillas.
      Entre los años 1632-1634 se añadió al tramo norte de la girola que se adosa al brazo del crucero, la capilla de San Blas. De las cuatro estancias la primera que se ejecutó fue precisamente esta última, la sacristía de los canónigos, construida en 1599 por iniciativa del obispo Antonio Zapata. Sin embargo su aspecto varió sustancialmente con la remodelación que a mediados del siglo XVIII llevó a cabo el tallista Silvestre de Soria, incorporando una densa decoración rococó que afectó a muros, pinturas de las bóvedas y mobiliario. Entre 1783-1803. Se terminó con la gran obra de levantamiento de la fachada: se derribó la antigua románica y se construyó otra neoclásica.
FACHADA
      A pesar del derrumbe parcial de la catedral románica en 1390, la iglesia mantuvo intacta su fachada, construida en dicha época y de escaso valor y falta de simetría, pues sus torres eran desiguales. De esta primitiva fachada únicamente nos queda el dibujo de la planta, en un plano de Ventura Rodríguez de 1783, cuando iba a ser sustituida por la actual, y algunas tallas que se conservan en el Museo de Navarra. Que fue fundada en 1956.
      Las torres, situadas a los extremos de la fachada, tienen un cuerpo inferior macizo, abierto solo por dos ventanas superpuestas, la inferior con frontón y la superior con imposta. Es de planta octogonal, o cuadrada achaflanada.
PUERTA SAN JOSÉ
      Al brazo saliente del crucero, sobre una grada destinada a salvar el desnivel de terreno, se abre la llamada puerta de San José flanqueada por dobles contrafuertes, realizada hacia 1425 y atribuida al escultor Jehan Lome. Después de la remodelación del siglo XVIII de la fachada principal, se trata de la única puerta medieval que conserva la catedral abierta hacia el exterior.
INTERIOR DE LA CATEDRAL
      Las naves se dividen en seis tramos, rectangulares en la mayor y casi cuadrados en las laterales. El último se añadió al levantar la fachada en los años finales del siglo XVIII. Las bóvedas son de crucería sencilla en las naves, en las capillas abiertas a las laterales y en los brazos del crucero. El tramo central de éste se cubre por bóveda estrellada, con terceletes. Los arcos son agudos y los pilares, de planta romboidal, se componen de doce finas columnas que separan molduras verticales cóncavas. La nave mayor carece de triforio y, sobre la imposta que corre encima de la clave de los arcos que la comunican con los laterales, hay grandes paños de muro liso, hasta el alféizar de las ventanas. Estas no son muy grandes y alternan en la nave mayor las de diferente altura.

PRESBITERIO
      Ante la imagen de Santa María Real se coronaban y prestaban juramento los Reyes de Navarra. Es una talla de madera, románica del siglo XII, chapeada de plata en esa misma época. Posteriormente ha sufrido restauraciones.
      La mesa de altar se construyó con fragmentos del retablo de Orayen, del siglo XVII. Al fondo del ábside se halla la sillería del coro, que antes estuvo en el centro de la nave y de la que se suprimió una tercera parte, ahora en el Museo de Navarra. Estaba dispuesta, en su primera organización, en dos órdenes, con 57 sillas el superior y 45 el inferior. Se cree que fue empleado roble de Inglaterra en su construcción. El autor principal fue Esteban de Obray, con quien colaboraron otros como Pierres Picart, Guillén de Holanda, Diego de Mendiguren, y Peti Juan de Melún. La sillería se terminó en 1539.
CAPILLAS DE LA CATEDRAL
Capilla Barbazana
      Actualmente y desde hace varios siglos, se usa como capilla y alberga el sepulcro del obispo  Arnaldo Barbazán  que promovió su construcción. Y en la que hoy descansa su cuerpo incorrupto. Consta de una  cripta  y sobre ella la capilla propiamente dicha, que se habría creado para salvar el gran desnivel del terreno. Es de base cuadrada. Estos se sitúan a unos 6 metros del suelo. Actualmente sirve como enterramiento y posee diferentes nichos adosados al muro en el que descansan varios obispos de Pamplona.
Capilla de San Juan Bautista
      Ocupa el espacio de dos tramos de las naves. Fue la parroquia de la Catedral, para lo que está dotada de todos los elementos correspondientes: sacristía, coro, púlpito y sagrario. El retablo es renacentista, de los primeros años del siglo XVII y consta de predela y tres cuerpos distribuidos en tres calles con relieves de la vida del Bautista y su talla en el centro.
Capilla de Santa Catalina
      Dedicada a ésta. En 1683 se construyó su retablo. En el primer cuerpo, junto a la talla de Santa Catalina, está la escena de los Santos Inocentes, único relieve del retablo, y la talla de un Obispo.
Capilla de las Ánimas y de la Trinidad
      La ocupa el retablo de San José, que antes estuviera junto a la puerta del crucero norte. Es barroco, de dos cuerpos y ático, el primero cobija en una hornacina una talla del titular, el segundo, un relieve del mismo y el ático un calvario de pintura.
Capilla de San Martín
       Alberga un retablo barroco del siglo XVII. Lleva en su cuerpo principal un retablito de reliquias con muchos santos pintados, varios de ellos benedictinos. Se ven también los escudos del obispo Fray Prudencio de Sandoval, a quien perteneció. En el ático, un lienzo reproduce la famosa Madonna del Popolo, de Roma. En la base del retablo va colocada una urna con reliquias de San Inocente, mártir, y dos ricos relicarios barrocos que enmarcan sendas cartas de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier. En el crucero norte están, uno frente a otro, dos grandes retablos barrocos, mandados construir por Fray Mons. Pedro Roche, obispo de Pamplona, en 1675. Constan de dos cuerpos y ático, aquellos distribuidos en tres calles.
Capilla de San Juan Evangelista
      En ella se instaló en 1929 un retablo gótico del siglo XVI, procedente de Itoiz, cuando se suprimió otro neoclásico que ocultaba desde 1808 el sepulcro de Sánchez de Oteiza.
Capilla de San Jesucristo
      En el lado más oriental del conjunto catedralicio, tras el dormitorio, o la capilla del obispo de Pamplona, Pedro de Roda. De estilo románico, fechada a finales del siglo XII, es una de las edificaciones más antiguas que se conservan. Una  reja  gótica, divide los dos tramos de la nave.
La Capilla del Relicario
      La sacristía de los canónigos comunica con la sala capitular a través de un pequeño pasillo en el que se habilitaron  dos pequeñas capillas  para contener el conjunto de reliquias de la catedral, en el paso a la sala capitular, son dos capillitas con rejas de madera y sendos retablos barrocos. En ellos se guardan los bustos relicario de plata de San Fermín y San Francisco Javier (siglo XVIII) y los de Santa María Magdalena siglo XVIII y Santa Úrsula siglo XVI.
SALA CAPITULAR
      Tiene un espacio rectangular de esquinas ochavadas, fue construida en 1727, aunque a mediados de este mismo siglo y más concretamente en 1765, se decide sustituir la cubierta original por otra. Las obras se adjudicaron al maestro albañil  Esteban de Múzquiz y a los carpinteros Miguel de Goicoechea y José de Huici, y fue el pintor Pedro de Rada el encargado de pintar imitando el mármol moldura.
LA SACRISTÍA DE LOS BENEFICIADOS
      Conocida por los capellanes, de arquitectura mucho más sencilla, guarda algunos lienzos. Un pequeño espacio de planta rectangular del siglo XVIII con yeserías barrocas da paso a la segunda de las sacristías,  de 1747.
LA SACRISTÍA DE LOS CANÓNIGOS
      Fue adornada en el siglo XVIII con una espléndida decoración de estilo rococó. Los elementos se disponen con simetría y en ellos se aprecia una atinada combinación de las líneas recta y curva.
EL ÓRGANO
      Está a los pies del retablo de San Jerónimo, colocado sobre la puerta que sale a la Plaza de San José. Es el mayor órgano de Navarra, con tres teclados y 34 juegos. Fue construido por Organería Española en 1946. Se trata de un órgano eléctrico que consta de tres teclados, 34 juegos y cientos de tubos, lo que lo convierte en el mayor de Navarra. En el año 2008, por encargo del director de la Capilla de Música de la Catedral de Pamplona, se instaló un órgano barroco en la capilla del Santísimo, construido expresamente para tal fin. Fue una donación de la fundación Navarra Fuentes-Dutor. Se trata de un pequeño órgano de estilo barroco, cuya caja se inspira en otras españolas del siglo XVII.
EL CORO
      La sillería del coro fue realizada entre 1539 y 1541, dirigiendo las obras  Esteban de Obray, aunque labrada por numerosas manos, entre ellas las de Guillén de Holanda, al que se le atribuyen las mejores tallas. Constituye uno de los últimos eslabones de las grandes sillerías renacentistas que se construyeron en el norte peninsular.

MUSEO DE LA CATEDRAL

      El Museo Catedralicio y Diocesano de Pamplona comprende los edificios del conjunto catedralicio, casi todos góticos (catedral, claustro, capilla Barbazana, refectorio, cocina y cillería) y las obras de arte en ellos expuestas. En 2005 se han recuperado una carraca manual, ubicada en una pequeña estructura, que se sube a la torre para la Semana Santa. En realidad se trata de una matraca de lados circulares y cuatro aspas con martillos.
 
      En 2010 se hace una nueva que lleva, además del escudo municipal, la siguiente inscripción  Réplica de la Carraca original del siglo XVIII, realizada por la Escuela Taller de Construcción y donada por el Ayuntamiento de Pamplona al Cabildo Catedralicio. Pamplona, 30 de marzo de 2010. Debajo hay cuatro logos. Ambas carracas se muestran en las salas del Museo Catedralicio. En esta sala de más de 300 metros cuadrados y 7 ámbitos expositivos, se relatan a través de nuevas tecnologías pantallas táctiles, audiovisuales animadas, acontecimientos relativos al diseño y a la construcción de la fachada, la importancia arquitectónica de la obra.

REFECTORIO
      Está situado en el lado sur del claustro, en el lado opuesto a la iglesia. Fue construido entre 1328 y 1335. Está formado por una única nave rectangular de 31 metros de largo por 10,50 metros de ancho y 13 metros de altura, cubierta toda ella por una bóveda de crucería simple, con claves decoradas y con escudos heráldicos tanto en las bóvedas como en los arcos fajones. La iluminación de la sala se resuelve por seis ventanales de gran altura en los lados, mientras que en el frente hay otros dos y un rosetón en el centro.
      Es notable la escultura monumental en ménsulas, claves, puertas, ventanales y púlpito. En el refectorio están expuestas un grupo de tallas marianas, románicas y góticas, de los siglos XII - XV así como pinturas renacentistas y barrocas. El cabildo de la catedral de Pamplona abrirá el antiguo refectorio de los canónigos, en los últimos años una de las estancias del Museo Catedralicio, como sede de conferencias, presentaciones de libros, o conciertos.

CILLERÍA
      Es uno de los pocos vestigios románicos que quedan en pie. Es una edificación estrecha y larga, que en origen tenía dos alturas, aunque hoy no existe tal división. En su día, era utilizado como almacén y despensa para el cabildo. Tiene gruesos muros de sillarejo, y unas pequeñas ventanas en el muro occidental a modo de saeteras. En ambos extremos presenta dos torreones cuadrados, en uno, que ahora está recrecido con ladrillo, se encuentra la magnífica escalera de caracol de acceso al sobre claustro, y en el otro las puertas que comunican el claustro con el exterior del edificio.
       Actualmente se muestran en la cillería las principales piezas de orfebrería de la catedral y de algunas parroquias navarras, de diversas épocas y estilos. Están expuestas, además, algunas arquetas y piezas de marfil, como un crucifijo del siglo XVIII, así como un gran crucifijo de madera policromada de Juan Bazcardo (siglo XVII). Sobresalen un conjunto de cruces parroquiales, el relicario, que a continuación se detalla en orfebrería.
ORFEBRERÍA
      La catedral de Pamplona alberga una de las más notables y ricas colecciones de orfebrería de España, tanto por originalidad de alguna de sus piezas que se pueden considerar únicas. De especial relevancia son el relicario  del  Lignum Crucis  y el del  Santo Sepulcro, ambos góticos, y la  Custodia  de plata y un evangeliario del mismo metal de época renacentista.
Talla románica de Santa María la Real de Pamplona. Siglo XII.
      Se considera a  Santa María la Real de Pamplona, como una de las tallas marianas más antiguas que se conserva en la  Comunidad Foral, junto con la del  monasterio de Irache. En la población navarra de Ayegui. Data del siglo XII. Se trata de una imagen sedente sobre trono. Toda la talla, de 93 centímetros de altura, fue chapada en planta a excepción de rostro y manos, como era habitual en aquella época, por encargo de Carlos II de Navarra  llamado el Malo en el siglo XIV.

CLAUSTRO
      El actual claustro fue levantado entre 1280 y 1360. Es considerado uno de los mejores ejemplos de claustro gótico de toda Europa y sin duda, el mejor del siglo XIV. Existía otro en el mismo lugar de factura románica, pero que al parecer se encontraba en mal estado tras la guerra de la Navarrería en 1276, por lo que bajo el episcopado de Miguel Sánchez de un castillo, se llevó a cabo su reconstrucción en el nuevo estilo imperante. De este claustro primitivo se conservan algunos capiteles magníficamente labrados en el  Museo de Navarra. El claustro es de planta cuadrada, en torno a un jardín central. En cada lado se cierra con seis arcos ojivales sostenidos por haces de columnas. Los calados de las ojivas, que son más complicados en las alas Sur y Oeste, se apoyan, a su vez, en tres finos maineles y todo el conjunto en un zócalo de piedra sobre el que va colocada una verja de hierro.

EL ÓRGANO
      Está a los pies del retablo de San Jerónimo, colocado sobre la puerta que sale a la Plaza de San José. Es el mayor órgano de Navarra, con tres teclados y 34 juegos. Fue construido por Organería Española en 1946. Se trata de un órgano eléctrico que consta de tres teclados, 34 juegos y cientos de tubos, lo que lo convierte en el mayor de Navarra. En el año 2008, por encargo del director de la Capilla de Música de la Catedral de Pamplona, se instaló un órgano barroco en la capilla del Santísimo, construido expresamente para tal fin. Fue una donación de la fundación Navarra Fuentes-Dutor. Se trata de un pequeño órgano de estilo barroco, cuya caja se inspira en otras españolas del siglo XVII.
REJAS
      Actualmente se conservan dos valiosas y grandiosas rejas, que cierran el presbiterio y la capilla del Santísimo, siendo ésta la que la reja del presbiterio es gótica y su autor fue Guillermo de Ervenant, que hizo figurar su nombre en ella en 1517. Consta de dos cuerpos y una crestería superior, que cubren el espacio entre los dos pilares. La reja del coro, ofrece una semejante grandiosidad y perfección en su forja y es de estilo renacentista, siendo muchos los que opinan que pudo ser obra del mismo maestro, cuando hacia 1540, realizada y a la sillería, se hubo de encargarla para cerrar el coro.
VIDRIERAS
      Al terminar la obra de la catedral en el siglo XVI, se colocaron vidrieras de colores en todo el templo. En un memorial dirigido al Cabildo, en el siglo XVII, aparece como autor Juan Carlos Bionde. De aquellas primeras solo restan las cuatro de la nave central más cercanas al crucero en el lado de la epístola, ya que las restantes perecieron a consecuencia de explosiones de pólvora. La casa Maumejean, de San Sebastián instaló, entre 1919-1937, seis vidrieras en la nave central. Entre 1974 y 1983, Carlos Muñoz de Pablos, pintor y vidrierista segoviano, ejecutó las cuatro de la cabecera, las cuatro del crucero, las tres de la girola y la que hay sobre la puerta del claustro.
CAPILLA MUSICAL
      En 1523, con ocasión de la visita del emperador Carlos V a Pamplona, recibió un nuevo impulso y adquirió la típica estructura de las capillas catedralicias españolas. Los siglos XVII y XVIII constituyen uno de los puntos culminantes de su larga historia. Como dato curioso, cabe señalar el viaje del coro y la pequeña orquesta de la Catedral en 1660 a San Juan de Luz (Francia), acompañando al rey de España Felipe IV con motivo de las bodas reales de Luis XIV de Francia el Rey Sol con la infanta María Teresa de Austria.
      Ha sido testigo excepcional de la historia de Navarra ya que, hasta bien entrado el siglo XX, no ha habido un solo acontecimiento de relevancia en la vida religiosa y social de Navarra en el que no hayan actuado el coro y orquesta catedralicias: jura de los reyes navarros, toma de posesión de los obispos de Pamplona, La Capilla de Música de la catedral está compuesta en la actualidad por 35 miembros, todos ellos seglares, excepto el organista, D. Julián Ayesa, y el maestro de capilla D. Aurelio Sagaseta, ambos canónigos de la catedral. Tiene una media anual de  más de 50 actuaciones, la mitad en el culto catedralicio y la otra mitad en conciertos. Ha cantado en las principales catedrales y auditorios de España.

SEPULCROS
      Presenta la forma de lecho sepulcral, con las figuras yacentes de los reyes sobre la superficie en los cuatro frentes. Otro sepulcro realizado por Jehan Lome y su taller es el sepulcro de Sancho Sánchez de Oteiza, obispo de Pamplona (1420-1425). Está situado al fondo de la capilla de San Juan Evangelista, la primera del lado del Evangelio, una zona de la Catedral cuya construcción él promocionó durante su pontificado. Como el de Sánchez Asiain, construido antes en el claustro (1364).
      El Sepulcro de Carlos III el Noble. Una de las piezas más importantes del conjunto catedralicio es el sepulcro de  Carlos III el Noble  y Leonor de Trastámara. Este monumento funerario, está considerado como una obra maestra del la escultura funeraria de principios del siglo XV. Situado en el centro del segundo tramo de la nave central, presenta forma de lecho sepulcral exento con unas dimensiones de 2,73 metros de largo, 2,12 de ancho y 1,08 de alto.
LAS CAMPANAS DE LA CATEDRAL
       Las campanas, fundidas entre 1519 y 1836, y distribuidas en las dos torres. En la torre sur hay siete campanas, de uso litúrgico, que ocupan los distintos vanos. Y la Torre norte. Se encuentra, en el centro y en la parte superior, la gran campana María, la mayor en uso en todas las Catedrales de España, y que se toca de manera exclusivamente manual. En los vanos externos están las dos campanas del reloj de cuartos y de horas así como una gran campana gótica, dotada de yugo de madera para bandearla, pero rajada y por tanto sin sonido.
      Hasta las campanas cantaron en la catedral más de 1000 personas acudieron al evento y quedó abierta la Sala de Fábrica, que muestra todo el proceso de construcción de la fachada. Pamplona celebró la restauración de la fachada de la catedral con un peculiar concierto, en el que las también remozadas campanas de la seo tuvieron especial protagonismo. Se inauguraron los trabajos. Y hasta las campanas cantaron en un espectáculo en el atrio de la catedral. D. Aurelio Sagaseta, director de la Capilla de Música de la Catedral, dirigió a un heterogéneo grupo musical, en el que cada uno aportó texturas tan distintas que hicieron disfrutar a los asistentes. Todos los asistentes pudieron seguir al detalle los movimientos de los campaneros en las dos torres gracias a dos grandes pantallas colocadas a ambos lados del escenario. Aunque el cielo amenazó lluvia, las únicas gotas llegaron, cuando la interpretación llegaba a su fin. Antes del concierto se abrió al público la Sala de Fábrica, un nuevo museo.
      Al acto asistieron representantes de las instituciones firmantes del convenio que impulsó las obras. Las obras de restauración finalizarán en otoño de 2011. Las campanas de la catedral de Pamplona volvieron,  a ser volteadas, casi un siglo después, ya que dejaron de hacerlo en los años 30. Pero los  bronces restaurados permanecieron expuestos al público en el Arcedianato de la catedral, mientras duraron las obras de la fachada neoclásica del templo.
      Entre ellas, La Gabriela, la campana más antigua de Pamplona data de 1519, que ha recuperado la voz y su sonoridad después de haber sido soldada en un taller alemán. La Gabriela, inservible desde hace años para la música, fue salvada entonces de la fundición y ahora sonará.
Autor: ©. Narciso Casas - Profesor de Arte y Escritor
Todos los derechos reservados.        
Mi libro: Historia y Arte en las Catedrales de España
ISBN: 978-84-686-3200-1 
              

Martín Almagro: “El descubrimiento de Castillejo del Bonete (Ciudad Real) es uno de los más importantes en la Europa Occidental del s. XXI”

La visita del profesor Martín Almagro con Luis Benítez de Lugo / Lanza.

El académico de la Real Academia de Historia, el prestigioso profesor Martín Almagro, ha asegurado que el yacimiento arqueológico de Castillejo del Bonete de Terrinches, que es “único en Europa”, va a ser “un revulsivo en el futuro para la gente que vive en estas tierras” y ha indicado que su descubrimiento es uno de los “más importantes que se han hecho en la Europa Occidental del siglo XXI”.

Almagro, que recientemente ha realizado una visita técnica a los túmulos prehistóricos, guiada por el director de las excavaciones arqueológicas, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Luis Benítez de Lugo, ha reconocido el esfuerzo que están haciendo los terrinchosos por poner en valor sus yacimientos. “Es admirable que en estos momentos de crisis, gentes con ideas avanzadas sean capaces, en un pueblo como Terrinches, de potenciar la Cultura y valorar yacimientos excepcionales como éste”.

Martín Almagro ha sido conservador de museos, catedrático de Prehistoria en las universidades de Valencia y Complutense de Madrid, Director de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma y Director del Museo Arqueológico Nacional. Es académico de la Real Academia de la Historia y su Anticuario Perpetuo.

Foto: Yacimiento funerario del Castillejo de Bonete

El alcalde de Terrinches, Nicasio Peláez, por su parte, ha mostrado su satisfacción por la visita del profesor Almagro, “una eminencia de prestigio internacional cuya visita y aval nos confirman que vamos en el camino correcto y nos dan impulso para salir adelante". Además, ha recordado que este yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural, y que ha propuesto a la Viceconsejería de Cultura su inclusión dentro de la Red de Parques Arqueológicos de Castilla-La Mancha.

“La excepcionalidad de Castillejo del Bonete radica en que no se conoce otro yacimiento con sus características. Además, los datos que aporta permiten avanzar mucho en el conocimiento de la arquitectura, el mundo funerario, el comercio, el modo de vida y la religión que nuestros antepasados tenían en La Mancha hace 4.000 años”, ha declarado además el profesor Benítez de Lugo.

Tumba en Castillejo del Bonete.

El reconocimiento del profesor Almagro se suma a los ya emitidos por el Centro Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Granada, la Universidad de Alcalá de Henares, el Instituto Astrofísico de Canarias y la Universidad Complutense de Madrid, que publicó el estudio de las cerámicas encontradas. Además el Instituto Arqueológico Alemán (DAI) publicó los hallazgos de marfil encontrados y el Instituto Anatómico Forense y la Escuela de Medicina Legal -de la Universidad Complutense- han desarrollado un minucioso estudio antropológico.

El resultado de los trabajos realizados en la campaña 2014 en los túmulos despertó el interés de la arqueología internacional e interdisciplinar, lo que permitió la colaboración de profesionales llegados desde EEUU, Australia o Canadá. El prestigioso profesor de la Universidad de California y experto en la Prehistoria de la Península, Antonio Gilman, visitó el yacimiento. Mostraron su interés también investigadores procedentes de Suecia y Colombia como Liliana Patricia Londoño, antropóloga de la Universidad de Caldas (Colombia) y Birgitta Gustafson, arqueóloga y editora de la revista “Popular Arkeologi”.

Fuente: lanzadigital.com | 13 de junio de 2017

Una de las momias del Museo Arqueológico Nacional era sacerdote de Imhotep

El MAN ha acogido la presentación de los resultados de la investigación.

De todos los enfermos que han pasado por una tomografía computarizada (TAC), difícilmente alguno habrá tenido peor aspecto que los cuatro pacientes que analizó el 6 de junio del año pasado la potente máquina del Hospital Quirón Salud Madrid. Cuatro momias, tres egipcias y una guanche, transportadas en secreto desde el Museo Arqueológico Nacional (MAN), se sometieron entonces a una reconstrucción tridimensional para revelar sus secretos. El equipo investigador responsable del estudio, fruto de la colaboración entre ambas instituciones, ha presentado este pasado martes en Madrid sus resultados: dos de los cadáveres egipcios —que ingresaron en el MAN en 1887— eran mujeres de 25 y 40 años (una, embarazada), mientras que el otro, donado en 1925 y conocido como Nespamedu, corresponde a un varón de unos 50 que fue médico del faraón y sacerdote de Imhotep, el divinizado sabio del siglo XXVII a.C.


El cuerpo canario, llegado desde Santa Cruz de Tenerife en 1864, ha servido además para demostrar una diferencia entre ambos tipos de momias: “Aunque comparten ciertas similitudes, la principal diferencia es que las egipcias se descerebraban y evisceraban, mientras que la guanche conserva todos sus órganos”, ha explicado la radióloga del centro médico Silvia Badillo.
Era domingo 5 de junio de 2016 cuando, tras la salida del último visitante del MAN a las tres de la tarde, el director del centro Andrés Carretero y su equipo se lanzaron –con trajes aislantes, guantes y mascarillas- a su insólito plan: envolver las cuatro momias del museo con todo tipo de cuidados y enviarlas en un camión, por una ruta con pocos baches trazada de antemano, al hospital. Allí, miles de imágenes anatómicas de alta resolución reconstruyeron en tres dimensiones unos cuerpos que revelaron detalles sorprendentes.



Nespamedu albergaba entre sus vendajes 25 piezas ocultas: 9 adornos (diadema, collar, brazaletes, pulseras y sandalias) y 16 amuletos. “Sobre la frente tenía algo, y enseguida todos los arqueólogos coincidieron en que era una diadema”, recuerda el especialista en radiodiagnóstico Javier Carrascoso, para quien “fue algo impresionante poder ver el rostro de una momia momificada hace más de 2000 años”. El escarabeo alado invertido de la diadema —“símbolo de la resurrección”— y las representaciones de los hijos de Horus y del dios Thot de otras piezas también estaban presentes en los “cartonajes exteriores” de la momia, que están hechos con el mismo material de los objetos encontrados, lo que permitió a los investigadores determinar que Nespamedu era el médico y sacerdote del que hablaban los textos escritos en dicha envoltura.

Evolución de la reconstrucción del rostro de Nespamedu. HOSPITAL QUIRÓN SALUD

Además de restos óseos, los investigadores se sorprendieron por la presencia en Nespamedu de fragmentos de ligamentos, tendones, músculos y corazón, pese a que la momia había sido eviscerada. “Solo dejaban el corazón porque pensaban que allí estaba la esencia del ser, los sentimientos”, ha explicado jefe del departamento de Diagnóstico por la Imagen, Vicente Martínez de Vega, que ha incidido en que la reconstrucción tridimensional del cadáver fue clave para “confirmar que se trataba de una persona de alto rango social”. Esa misma tecnología permitió a un escultor forense dar forma al rostro verdadero del hombre que una vez fue la momia, desvelado este martes por el grupo de investigadores.

Nespamedu, quien vivió en el periodo Ptolemaico (entre el 300 y el 200 a. C.), “era un médico que ejerció su función en el templo de Imhotep y curaba a los peregrinos”, ha contado la egiptóloga Mª Carmen Pérez Die, quien ha asegurado que aquel hombre trabajó en la pirámide escalonada de la necrópolis de Saqqara (Egipto), diseñada por el sabio y patrón de los médicos, porque “era normal que dentro de los templos existieran sanatorios donde iban los enfermos a curarse”.


El equipo de investigación, junto a la reconstrucción facial de Nespamedu. LUIS MILLÁN EFE

Un equipo de rodaje ha filmado todo el proceso de la investigación, que ha durado un año, sobre el que se estrenará el documental La historia secreta de las momias, coproducido por TVE y Story Producciones. “Es un proyecto bastante inaudito en España”, ha señalado el productor Regis Francisco López sobre el hecho de que una colaboración público-privada de estas características haya salido adelante, como también ha apuntado el director de La 2 de TVE, Juan Manuel Hidalgo. “Es difícil transmitir las emociones que se han vivido”, ha recordado López, quien viajó con su equipo hasta Saqqara para rodar algunas secuencias del filme: “Fue como volver al origen de Nespamedu”.


La momia guanche del Barranco de Herqués, la mejor conservada del mundo

LA "DENTADURA PERFECTA" DE LAS MOMIAS GUANCHES

G.R.P.

El estudio de la momia guanche, encontrada en una cueva de un barranco tinerfeño en 1763, ha servido para demostrar que, a diferencia de las momias egipcias, las de las islas Canarias conservan mucho mejor las piezas dentales. "En el Antiguo Egipto la salud dental era mala. Era gente que padecía muchos dolores de boca. En cambio la momia guanche tiene una dentadura perfecta", ha explicado el jefe del departamento de Diagnóstico por la Imagen del Hospital QuirónSalud, Vicente Martínez de Vega, para quien fue "muy impactante" ver aquel cuerpo tumbado sin vendajes en la máquina de TAC.


"Esto quiere decir que consumían una dieta baja en azúcares", ha apuntado su colega Teresa Gómez Espinosa sobre "la momia guanche mejor conservada", que tras su descubrimiento pasó por el Gabinete de Antigüedades de la Real Biblioteca (1764) y el Real Gabinete de Historia Natural fundado por Carlos III (1776), antes de recalar en el Museo Arquológico Nacional en 1864.
El cadáver también conserva todas sus vísceras, lo que confirma lo que ya se conocía por fuentes documentales sobre las costumbres funerarias de estos habitantes prehispánicos de las Islas Canarias.

Fuente: elpais.com | 13 de junio de 2017

Arqueólogos descubren uno de los mayores centros ceremoniales preincaicos del norte de Chile

Hace unos 3.000 años las comunidades que habitaron el norte de Chile iniciaron un proceso llamado Periodo Formativo, donde pasaron de ser cazadores recolectores a pueblos sedentarios con capacidad agrícola y domesticación de animales, principalmente camélidos.

Este complejo período es el que un grupo de arqueólogos estudió por más de cuatro años gracias al proyecto FONDECYT 1130279, investigando la Pampa del Tamarugal en toda su extensión, desde Camiña hasta el río Loa. Recorrieron 48.280 hectáreas a pie esperando encontrar hallazgos que proporcionaran más información sobre cómo vivían estos antiguos grupos humanos.

En este territorio se encontraron alrededor de 4.000 sitios arqueológicos, contando con 674 que corresponden al Formativo. “Nuestra investigación abordó apenas a un 5% de la pampa, por lo que, si multiplicamos por 100, podríamos decir que debe haber muchos más sitios ocupados por las antiguas poblaciones humanas”, señaló Mauricio Uribe, académico de la Universidad de Chile y líder del estudio.

Campos de cultivo

Dentro de estos sitios, hubo uno que llamó su atención: un centro ceremonial de casi 3.000 años de antigüedad, ubicado en Pampa Iluga -comuna de Huara-, cerca del geoglifo denominado Gigante de Tarapacá. Este centro cuenta con una extensión de unas 46 hectáreas y con más de 80 túmulos, que son acumulaciones de tierra, vegetales y ofrendas que, muchas veces, se levantan sobre entierros humanos. El tamaño de los túmulos encontrados es variado, alcanzando hasta cuatro metros de altura. “Son muy típicos del Período Formativo y hay muchos en Arica y Quillagua, pero aquí está la concentración más grande y bastante intacta del norte de Chile”, enfatizó el arqueólogo.

Lejos de ser considerado como un simple cementerio de las primeras poblaciones agrícolas de la pampa, este lugar, además, albergó grandes plazas y espacios públicos, contando con esculturas, monolitos, extensos campos de cultivo, talleres de manufactura y artesanías, por lo que en aquella época habría sido visitado por una gran cantidad de población.

Palas y maíces en campo de cultivo

“Este centro alcanza una complejidad que no conocíamos. Es un espacio ceremonial, pero también está asociado a labores productivas, lo que hace aún más particular este descubrimiento”, destacó Uribe. Agregó que por las construcciones encontradas se sabe que es de los primeros años del Formativo, aunque se mantuvo activo en el tiempo por miles de años, siendo visitado por los Incas e incluso por los primeros españoles.

La importancia de este lugar fue tal a lo largo de su historia, que los Incas lo consideraron como un sitio de culto, lo que se evidencia con los artefactos hallados, que tienen relación con su alta jerarquía social, como cerámica imperial polícroma, con colores e iconografía propios del Cusco, metalurgia y campanas de bronce. En momentos coloniales, los españoles transitaron por el lugar y plantaron trigo en los campos de cultivo asociados, dejando evidencias de botijas europeas.

Debido a su importancia y como una manera de conservar este centro ceremonial para que sea reconocido como un patrimonio arqueológico relevante, Uribe señaló que “es necesario seguir estudiándolo de manera sistemática y considerar estrategias para su protección con las autoridades y comunidades locales”.

Fuente: elmostrador.cl | 13 de junio de 2017