La exhumación del anfiteatro de Porcuna (Jaén) revela que es "uno de los coliseos romanos más importantes de España"

Los trabajos arqueológicos han sacado a la luz en Porcuna (Jaén) un anfiteatro romano del siglo primero antes de Cristo, que tras las primeras catas de exhumación, los expertos han colegido que es "uno de los coliseos más importantes de España".

Según informa el Ayuntamiento de Porcuna en una nota, por su dimensión, superior a la de un campo de fútbol, implica que tenía capacidad para más de 10.000 espectadores, de forma que el anfiteatro de la entonces romana Obulco es uno de los principales monumentos de su etapa histórica construidos en la Península Ibérica.
Los trabajos iniciales han propiciado que emerjan muros de gran envergadura en tan perfecto estado de conservación que el resultado ha sorprendido al impulsor del proyecto, el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno.

El regidor ha admitido que la apuesta municipal ha dado un fruto impensable, pues se "sabía que el hallazgo era importante y por eso se invirtió en él, pero lo cierto es que lo que se ha descubierto sobrepasa las expectativas más optimistas".
Moreno ha explicado que a pesar de que la excavación acaba de comenzar, ya han sido desenterrados los pilares de la fachada meridional, con un vano cegado de época, que muestran una sólida sillería de enormes bloques, ciclópea y almohadillada.

Para el director de la excavación arqueológica, Rafael Saco, las perspectivas son excelentes por la magnífica conservación de los muros exhumados, de casi tres metros de altura, sin bien admite que otras zonas están más alteradas.

Muro del anfiteatro descubierto durante la primera cata arqueológica.

En ese aspecto, su buen estado se deriva de los grandes derrumbes de estructuras con una altura de diez metros, ya que protegió a los sillares de los frecuentes saqueos que se llevaban a cabo en otras épocas para utilizar las piedras en diversas construcciones.

El anfiteatro de Porcuna, que se encuentra bajo calles y viviendas, casi rozaba la superficie. De hecho, los arqueólogos apenas habían excavado medio metro en el subsuelo cuando surgió el coliseo, cuya magnitud es coherente con la de la antigua ciudad de Obulco, sobre la que se asienta Porcuna.
Tal y como indican los arqueólogos, la superficie de Obulco era mayor que la de la Córdoba romana, de ahí la presencia de los numerosos vestigios arquitectónicos romanos que jalonan el municipio, como las cisterna de la Calderona, los recintos fortificados del Comendador y Jabonero y las fachadas de las casas nobles del sector de San Benito.

Parte de los contrafuertes del anfiteatro / Ayuntamiento de Porcuna

La obra cuenta con la autorización de la Junta de Andalucía, una de cuyas inspectoras ha visitado recientemente la zona en la que ha surgido el anfiteatro. Precisamente, Moreno planteará a la administración autonómica, y también a la central, que respalden financieramente el proyecto para que Andalucía cuente con un monumento de la época romana a la altura de los anfiteatros de Mérida, Tarragona y Sagunto.

El alcalde porcunense está convencido de que el coliseo apuntalará el atractivo turístico del resto de los yacimientos del municipio, lo que, al propiciar un incremento de visitantes, lo convertirá en un "importante recurso económico para la población".

Fuente: lainformacion.com | 23 de julio de 2017

Hallan un extraordinario sepulcro faraónico en una zona de construcción de viviendas en Egipto

El Egipto moderno se asienta sobre los restos de arqueológicos de civilizaciones de miles de años, cubiertos de arena y tierra: fragmentos de un enorme coloso fueron descubiertos entre la basura y el barro de un suburbio cairota, mientras que en Luxor las casas rurales se construyeron sobre necrópolis. Esta vez, un gran sepulcro de piedra de época faraónica ha sido hallado durante los trabajos de prospección para la ampliación de una vivienda en la provincia de Al Sharquiya, en el noreste de Egipto, según ha informado el Ministerio de Antigüedades egipcio.


Se trata de un sepulcro de piedra con un peso aproximado de 65 toneladas, tallado en un único bloque y apoyado sobre una base de losas también de piedra, lo que puede indicar que «fue tallado en una montaña, luego trasladado durante la época faraónica a su lugar actual», según ha detallado el director de los trabajos de Restauración, Garib Sonbul.

En el interior del pesado bloque se ha encontrado un ataúd de un material que «podría ser basalto o diorita», adornado con los restos de un texto jeroglífico que podría ofrecer más pistas sobre la época o para quién estaba destinado. Una vez desenterrado, el sepulcro ha sido trasladado a los almacenes del museo provincial para su estudio y conservación.


Según ha detallado el director del Departamento de Antigüedades, Ayman Ashmaui, el sepulcro ya había sido descubierto en los años cincuenta por el arqueólogo británico Flinders Petrie. El hallazgo fue desestimado y pronto quedó enterrado de nuevo, hasta su redescubrimiento un equipo de arqueólogos egipcios. Los egiptólogos estudiaron el terreno a petición de un vecino de la ciudad moderna de Al Husayniya, que pretendía ampliar su vivienda adyacente al lugar donde se encontró el sepulcro.



Fuente: ABC.es | 25 de julio de 2017

Nuevos hallazgos en Orce revelan que la complejidad cultural de los homínidos de hace 1,4 millones de años es mayor de lo que se creía

Un equipo interdisciplinar e internacional de investigación, liderado por la Universidad de Granada, acaba de finalizar las excavaciones de la campaña 2016/2017 en los yacimientos pleistocenos de Orce (Granada), los más antiguos del continente europeo. Los resultados de las intervenciones en dichos yacimientos de la cuenca están ofreciendo grandes resultados, y han cumplido, en palabras de los investigadores, con los objetivos marcados en el Proyecto General de Investigación.

Los sitios arqueopaleontológicos de Orce se revelan, una vez más, claves para entender la primera ocupación humana. Los yacimientos orceños se caracterizan por la cantidad y variedad de actividades humanas, combinadas con la gran diversidad de otras especies de vertebrados que convivían en un gran lago convertido, a día de hoy, en barrancos y cañadas.
El yacimiento de Barranco León recibe el privilegio de ser el lugar con ocupación humana más antigua en el continente europeo. En él, los arqueólogos registran buena parte de la variedad de actividades que llevarían a cabo nuestros antepasados más remotos: talla de la piedra y procesado de cadáveres de herbívoros. En Barranco León, dominado por dos especies muy vinculadas al agua, el hipopótamo y la tortuga, se han recuperado percutores con los que los homínidos fracturaban otras rocas para obtener filos cortantes y también elementos útiles pesados con los que romper huesos para acceder a la médula ósea.

De la misma forma, se documentan los efectos del uso de dichos útiles a través de las características marcas de corte y de fracturación en los restos óseos. Pero lo más reseñable, según indican los investigadores, son los núcleos que sirvieron como raspadores de piedra masivos y los becs que resultan de la conformación de un pico en uno de los extremos del útil. “Tanto los unos como los otros son elementos poco frecuentes hace 1,4 millones de años, y añaden una mayor complejidad al repertorio cultural de nuestros antepasados más remotos”, según los investigadores.

El yacimiento de Fuente Nueva destaca por la imponente figura de los mamuts. “Este lugar, que debió funcionar como trampa natural, se convirtió en zona de aprovechamiento ocasional de cadáveres de herbívoros por parte de los homínidos. De ahí la concentración de industria lítica tanto en sílex como en caliza. Al margen de los proboscídeos, en este yacimiento hemos recuperado en esta campaña restos de hipopótamos, rinocerontes o caballos. De entre los primeros destaca el húmero de un mamut para el que se ha calculado una masa corporal de más de nueve toneladas”, explica el investigador responsable del proyecto, Juan Manuel Jiménez Arenas, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR.

Alonso Morilla y Juan Manuel Jiménez, investigadores de la UGR y Robert Sala coordinador.

El corte IV de Venta Micena es algo más antiguo que los anteriores. Según explican los expertos, en este yacimiento sólo se han recuperado restos faunísticos de especies extintas. “Destaca por la enorme cantidad y diversidad de fósiles. Así las cosas, dos de las cuadrículas (apenas dos metros cuadrados) encierran prácticamente toda la diversidad de vida animal de Orce hace un millón y medio de años: restos de proboscídeos, rinocerontes, caballos, hienas, bóvidos de diferente tamaño, licaones (una serie de dientes decíduos –de leche-), dos especies de ciervos y un canino completo de Megantereon whitei (uno de los dos tigres de dientes de sable)”, destaca Jiménez Arenas.
Los investigadores de Orce han hallado en esta campaña un elevado número de ciervos, especialmente representados por las enormes cuernas de la especie Praemegaceros. Dicha abundancia podría estar relacionada con unas condiciones climáticas diferentes a las que se pueden registrar en los yacimientos con presencia humana, las cuales quizás ayuden a entender por qué hace 1,5 millones de años no se registran homínidos en Orce.

Imagen actual de Orce sobre los sedimentos producto de la evaporación del lago. IPHES

Paralelamente, durante esta campaña se ha llevado a cabo un intenso programa de divulgación, destacando cuatro charlas en diversos bares de Orce, una conferencia en Huéscar, tres jornadas de puertas abiertas a los yacimientos, dos para todos los públicos y otra con niños de Orce, así como la visita de niños del Centro de Menores “Tierras de Oria”. Para finalizar la campaña, se llevó a cabo una Feria de la Prehistoria en la que participaron, sobre todo, niños y niñas y se aunó un binomio indisoluble: ocio y cultura.

Las nuevas tecnologías se mezclan con la investigación de los primeros pobladores del continente europeo. Toma de imágenes con drones y pértigas para reconstruir tridimensionalmente los valles y la superficie de los yacimientos y un sistema de registro a través de una aplicación de teléfono móvil se han puesto en Orce al servicio del estudio y de la generación de conocimiento.


La siguiente fase que iniciarán los investigadores será estudiar los materiales y se desarrollará durante el resto del año bajo el amparo del Proyecto General de Investigación “Primeras ocupaciones humanas y contexto paleoecológico a partir de los depósitos pliopleistocenos de la cuenca Guadix-Baza, Zona arqueológica de la cuenca de Orce (Granada, España)”, financiado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Su desarrollo se prolongará hasta 2020.

Además de la Universidad de Granada, en este trabajo han participado prestigiosas instituciones académicas y de investigación, entre las que destaca el IPHES de Tarragona, la Universidad de Helsinki, la Universidad Autónoma de Barcelona, el CENIEH de Burgos, Universidad de Zurich o el Centro GeoGenetics de Copenhague.

Fuente: Universidad de Granada | 28 de julio de 2017

El ADN cananeo sigue presente en los libaneses 5.000 años después

Foto: Una jarra funeraria en Sidón con los restos de un individuo de la Edad del Bronce. CLAUDE DOUMET-SERHAL.

Canaán, antigua región del Oriente Próximo situada entre el mar Mediterráneo y el río Jordán en el año 3000 antes de nuestra era, abarcaba lo que ahora es parte de Siria, Líbano, Jordania, Israel y Palestina, con la Franja de Gaza y Cisjordania. Cuna de diversas culturas como la de los cananeos, su nombre procede del hijo de Cam y nieto de Noé y, como dicen los antiguos escritos de la Biblia, la historia de Canaán fue la de un pueblo maldito.


"Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado; para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios". (Deuteronomio 20:16-18).

¿Se cumplió la maldición que recoge la Biblia? Parece ser que no, según un último estudio de un grupo de investigadores del Wellcome Trust Sanger Institute en Reino Unido que, tras analizar el ADN de cinco individuos de la Edad del Bronce, han encontrado grandes coincidencias con el de los libaneses actuales, estudiados a partir del ADN de 99 personas, lo que indicaría que los cananeos siguen, en cierto sentido, vivos.

El alto número de muestras de ADN actual estudiado ha permitido, a su vez, catalogar la diversidad levantina moderna, que conserva en sus genes el rastro del gran número de migraciones que ocurrieron en esta zona a lo largo de toda su historia. Los resultados de este trabajo se han publicado este jueves en la revista American Journal of Human Genetics.

Las nuevas técnicas para la extracción de ADN antiguo a partir de la región pétrea del hueso temporal del cráneo, la zona que rodea al oído, han permitido al equipo de científicos liderado por el experto en genética humana Chris Tyler-Smith secuenciar el genoma completo de los restos óseos estudiados.

Las muestras cananeas provienen de un yacimiento arqueológico de la ciudad de Sidón y tienen 3.700 años de antigüedad, lo que se corresponde con las etapas más tempranas de la Edad del Bronce. Se trata de una importante ciudad-estado de la época, situada en la costa del Mediterráneo oriental.

Foto: Yacimiento arqueológico de Sidón en Líbano CLAUDE DOUMET-SERHAL.

Esta ascendencia cananea de la Edad del Bronce fue compartida entre poblaciones urbanas que habitaban la costa (como la de la ciudad de Sidón) y las del interior de Jordania, cuyos habitantes vivían en sociedades rurales que se dedicaban a la agricultura y convivían con pastores nómadas.
"En la Edad del Bronce, vemos que la misma ascendencia fue compartida también en Jordania, pero no tenemos datos de otros lugares en el Levante para este período de tiempo", ha explicado a EL MUNDO Tyler-Smith. "En cuanto a nuestros días, nuestro principal estudio se centró en el Líbano, pero los datos de otros investigadores sugieren que estos ancestros los comparten además muchas otras zonas del Levante", ha añadido.

Los investigadores aportan también otro dato sobre el origen de los actuales libaneses. A la ascendencia cananea de la Edad del Bronce se le une una mezcla eurasiática que llegó al Levante hace alrededor de 3.750-2.170 años, durante un período convulso de conquistas por poblaciones lejanas.
Sobre la expansión de estos ancestros, tanto las evidencias obtenidas de yacimientos arqueológicos, como los datos que aporta ahora Tyler-Smith, llevan la herencia cananea a todo el Mediterraneo. "Sin embargo, en países mediterráneos como España, Italia y Grecia existe un patrón genético ligeramente diferente, más europeo", ha comentado Tyler-Smith.

Continuidad cultural de los cananeos

La cultura cananea tuvo su origen a partir de la Edad del Bronce medio, en torno al año 2.000 antes de nuestra era, con la aparición de una serie de importantes ciudades-estado o pequeños reinos de la costa de la actual Siria, Líbano e Israel, lo que más tarde dio lugar a las ciudades fenicias.
"A partir del fin de la edad del bronce entorno al 1200 a.C., esta edad del bronce acaba con una serie de complejos acontecimientos que producen el colapso de la civilización urbana. Es un periodo de grandes crisis a nivel global en el Próximo Oriente", ha relatado a este medio Andrés Piquer Otero, historiador del Departamento de Estudios Hebreos y Arameos de la Universidad Complutense de Madrid. "Gran parte de estas ciudades estado desaparecieron, por destrucción o reducidas a su mínima expresión", ha añadido.

En cuanto a los nuevos datos que aporta el estudio de Tyler-Smith sobre la continuidad de este pueblo bíblico, Piquer sostiene que "los 'herederos' de la cultura cananea en la edad del bronce, en la zona de lo que es el Líbano, acabaron siendo estas ciudades-estado fenicias, como Biblos, Tiro y Sidón, que tienen una continuidad con la cultura cananea", ha afirmado. "A veces de una forma genérica o laxa se habla del continuo cultural cananeo desde la Edad del Bronce y entrando también en la Edad del Hierro, a partir del año 1200 a.C., con la civilización fenicia y algunos elementos de la civilización siria o incluso de la israelita. Pero se habla de una continuidad cultural".

Los llamados pueblos del mar, como el de los filisteos que menciona la Biblia, "formaron reinos que asumieron la cultura cananea, una cultura cananea evolucionada, trasformada y adaptada. Los fenicios también la mantuvieron", ha contado Piquer.

"En cambio, en las zonas montañosas de Israel hubo una cultura rural distinta. Pero en un espacio tan pequeño, a medida que esos territorios dejaron de estar bajo el dominio de Egipto, se establecieron lazos y contactos. Por tanto no hay una desaparición de la cultura cananea. Hay una reducción de su área de influencia y una transformación por la llegada de nuevos elementos culturales", ha remarcado.

El estudio sobre el ADN de estas poblaciones urbanas y rurales que aporta el grupo de Tyler-Smith no aporta sin embargo diferencias significativas en cuanto a aspectos genéticos, lo que indica que a pesar de los distintos modos de vida, existía un parentesco genético entre ellos.

Textos cananeos, el gran enigma

Se dice de los cananeos que gran parte del desconocimiento que se tiene de lo que ocurrió con estos pueblos se debe a la falta de textos que de ellos han llegado hasta nosotros. El propio estudio de Tyler-Smith y sus colegas menciona este hecho y apunta al uso de papiros, en lugar de tablillas de arcilla, al origen de esta carencia.

Sin embargo, los estudiosos de las antiguas civilizaciones del Oriente Próximo, como Piquer Otero, discrepan de esta afirmación y explican esta circunstancia. Según Piquer, en la Edad del Bronce, toda la cultura cananea sí era una cultura de la tablilla. "Hemos encontrado en muchos yacimientos, desde Siria hasta Israel, tablillas de arcilla de escritura cuneiforme. Pero hay un pequeño problema. La lengua administrativa y la lengua diplomática que se utilizaba en aquella época era el acadio", ha aseverado.


Los cananeos, que poseían una serie de dialectos de lenguas semíticas, muy fragmentadas a lo largo del tiempo por las distintas zonas en las que se practicaba, no obstante, como otros pueblos, importaron la escritura de la cultura mesopotamia acadia y sumeria.

La escritura cuneiforme, el uso de tablillas de arcilla y el sistema de formación de escribas y funcionarios, fue adoptado por estos pueblos en detrimento de su propio lenguaje. "Es como lo que sucede hoy en día en la administración o en la diplomacia, que todo el mundo se entiende en inglés, aunque ninguna de las lenguas nativas sean esta. Con la cultura cananea pasa lo mismo, aunque ellos hablaban sus propias lenguas y dialectos, cuando escribían utilizaban una lengua extranjera, el acadio", ha aclarado Piquer.

Sin embargo, en la ciudad de Ugarit, donde se han encontrado textos cananeos propios, "por alguna razón la dinastía reinante decidió empezar a escribir la documentación administrativa y económica, la mitología y los textos rituales, no en acadio, sino en su propia lengua. Crearon un sistema de escritura cuneiforme en su propia lengua", ha sostenido Piquer.

El descubrimiento de la antigua ciudad de Ugarit, en 1929, permitió conocer estos escritos cananeos tan peculiares en su propia lengua, lo que ha provocado en la comunidad científica la idea de que los escritos cananeos, en general, sean escasos.

Fuente: Mar de Miguel | El Mundo, 28 de julio de 2017

El Arca Santa podrá verse desde el sábado en la Catedral de Oviedo tras una restauración "perfecta"

Foto: El Arca Santa de Oviedo, lista para su exposición tras su restauración

La restauración del Arca Santa, caja en la que según la tradición se guardaban el Santo Sudario y otras reliquias, prácticamente ha concluido y, en palabras de la directora técnica de los trabajos y restauradora del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), Paz Navarro, "está perfecta". El relicario del siglo XI luce ya el color plateado y dorado que tuviera antaño, antes de la voladura de la Cámara Santa en 1934. A lo largo de tres meses, el Arca Santa ha sido desmontada, limpiada, saneada, recompuesta y protegida frente a futuros deterioros.

El nuevo aspecto del Arca se ha conocido hoy, pero no volverá a la Cámara aún, a falta de algunos remates y trabajos de documentación gráfica. El deán de la Catedral, Benito Gallego, espera que el traslado pueda efectuarse este próximo viernes por la noche, para que pueda ser expuesta al público de nuevo el sábado.

Por su parte, Paz Navarro ha señalado que la restauración deja en la Catedral un arca "totalmente sólida", cuya estructura y materiales sólo van a requerir renovar la capa de protección cada cinco años.
Una restauradora retira el revestimiento de la parte posterior del Arca Santa.

Navarro, responsable del proyecto, ha explicado que en los próximos días se procederá a terminar la restauración incorporando pequeños fragmentos traídos del Museo Arqueológico de Asturias al Arca y aplicando la capa de protección pertinente para su conservación en la vitrina de la Catedral.


En la intervención, llevada a cabo por diez profesionales, han participado también un arqueólogo, una historiadora especializada en técnicas, un restaurador, dos plateros, un carpintero y un gemólogo.
Uno de los aspectos fundamentales ha sido la elaboración de estudios químicos, físicos, biológicos y radiológicos llevados a cabo por el IPCE, que mostraron alteraciones, "reintegraciones" que tapaban parte de los originales y el gran deterioro de la cubierta de plata del arca.

Navarro ha señalado que lo más complicado de la intervención ha sido reparar la plata, sobre todo en la parte trasera, lo que ha obligado al equipo a un "trabajo muy meticuloso".



El Arca, que ya sufriera un ataque de carcoma en algún momento de su historia, no tiene actualmente ataques de carácter biológico, aunque sí ha habido que reparar la madera, material de la que está construida la estructura y cuyo deterioro ha sorprendido a los responsables del proyecto.

Otra de las curiosidades de la restauración del Arca, datada entre los siglos XI y XII, ha sido la localización de unas monedas de esa época y una cruz de peregrino en una parte de su estructura que seguramente no fue desmontada en 1935, fecha en la que fue restaurada por Gómez Moreno tras sufrir importantes daños durante la Revolución de 1934.

Navarro ha destacado que pronto se sabrán los resultados sobre las técnicas de fabricación estudiadas, y ha adelantado que se sabrán las aleaciones de platas y dorados utilizados y los tipos de nielados, que son técnicas ornamentales consistentes en incrustar esmaltes en la plata.
"Es de las pocas veces que tenemos en nuestro país unos análisis de nielado distintos tan precisos", ha concluido Navarro, que señala la "profundización" en las técnicas de la época como lo más "novedoso" de la intervención en el Arca Santa.

Fuente: elcomercio.es | 27 de julio de 2017

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«Recuperamos la joya europea más importante del siglo XI con diferencia»

«Está perfecta». Así resumió la restauradora del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) Paz Navarro los trabajos de reparación del Arca Santa de la Catedral que comenzaron el pasado 16 de marzo bajo su dirección. Ya están prácticamente concluidos, a falta de añadir unas pequeñas piezas de plata y aplicarle un barniz protector nitrocelulósico, que se deberá renovar cada cuatro o cinco años. De esta forma «se ha recuperado la joya europea más importante del siglo XI», en palabras del arqueólogo César García de Castro. Y podrá verse de nuevo en la Cámara Santa a partir del sábado.

Esta era la primera vez que se intervenía sobre el arca desde 1935, cuando el arqueólogo granadino se hizo cargo de la reparación después de que el relicario quedase seriamente dañado a consecuencia de la voladura de la Cámara Santa en 1934, cuando perdió la base y las bisagras. Ahora, desveló Navarro, «se han encontrado dentro dos monedas del siglo XII que están estudiándose, y una cruz de peregrino doblada» en una parte que «probablemente no se desmontó» hace ochenta y dos años. También se sabe ahora que la única gema que conserva la tapa no es más que un cristal de cuarzo.

A simple vista se aprecia cómo la caja ha recuperado el color plateado y la tapa también el dorado, volviendo al esplendor que tenía antaño. Se ha desmontado, limpiado, saneado y recompuesto. Había sufrido carcoma y, a consecuencia de ochenta años sin intervenciones, estaba extraordinariamente ennegrecida y deteriorada, con algunas partes, en palabras de la restauradora, «como un colador».
Hubo que levantar toda la plata para poder tratar la estructura original, de madera de roble y castaño, que las radiografías revelaron más estropeada de lo que se esperaba y limpiarla con mucho mimo, incluso con goma de borrar. Aunque, especificó Navarro, no como quien borra un escrito, sino «con pulverización y aglutinante».



Además, la epigrafía del arca se ha vuelto a colocar ordenada y se le ha dado la vuelta al pantocrátor, obra del joyero ovetense Félix Bascarán hacia 1931, que estaba tapando un original románico. Asimismo, se le han restituido pequeños trozos de plata que Gómez-Moreno había depositado en el Museo Arqueológico de Asturias.

«Toda la intervención ha sido complicada porque la plata estaba en muy mal estado y el tratamiento ha sido muy meticuloso. El arca está totalmente sólida y va a aguantar», declaró Navarro.

La restauración ha sido ejecutada por un equipo multidisciplinar de la empresa madrileña, fundada por un sacerdote lenense, Taller de Arte Granda, en dos fases: primero la caja y luego la tapa. Navarro especificó que en el taller había (unos iban y otros venían) «una media de diez profesionales»: un arqueólogo, una historiadora, un restaurador, dos plateros, un gemólogo y un carpintero. Este último, el luanquino Cristóbal Gomero, puso el toque asturiano. Todo en un taller 'secreto' (por seguridad y comodidad de los trabajadores) en la misma Catedral, en el claustro alto.
La financiación -56.000 euros- ha corrido íntegramente a cargo del propietario del bien, el Cabildo de la Catedral. Como Administración responsable del patrimonio, el Principado de Asturias dio su orientación y aprobación a los trabajos.


El pantocrátor del frontal del arca, obra del joyero ovetense Félix Bascaránl escondía otro románico debajo

Leyendas y exposición

El Arca Santa es un relicario del siglo XI con unas dimensiones de 119 centímetros de altura por 93 de anchura y 70 de profundidad, que contenía varias reliquias de Jesucristo, la Virgen María, los apóstoles y múltiples santos, entre las que destaca el Santo Sudario. Las leyendas cuentan que vino de Jerusalén y estuvo en África, Toledo y el Monsacro antes de llegar a Oviedo. En 1075, el rey Alfonso VI mandó abrirla para inspeccionar su contenido y ordenó recubrirla de plata. Fue un centro de atracción para los peregrinos.

El arca muestra, en su parte frontal, a Jesús Todopoderoso con los doce apóstoles. En el lateral izquierdo, los misterios de la infancia de Cristo; en el derecho, La Ascensión y la lucha de San Jorge contra el dragón, y en la parte superior, la Crucifixión. Una inscripción árabe bendice al dueño.
Quedan por procesar los datos que han arrojado los análisis químicos, físicos, biológicos y radiológicos del Arca, así como los del nielado (procedimiento ornamental de fundido de la plata), que permitirán conocer mejor las técnicas de elaboración del relicario. En el IPCE se está elaborando un estudio de conservación preventiva para que el Arca no vuelva a sufrir.
Finalizada la intervención, el Arca volverá a la Cámara Santa, «el viernes a última hora, cuando todo cierre», indicó el deán, Benito Gallego. Estará de nuevo expuesta al público el mismo sábado, si no hay ningún retraso.


Ver vídeo en este enlace

Fuente: elcomercio.es | 27 de julio de 2017

Arqueólogos descubren el emoticono más antiguo del mundo en Turquía

Un equipo de arqueólogos italianos y turcos han realizado un hallazgo de todo punto inesperado durante una excavación llevada a cabo en la frontera entre el país otomano y Siria: una vasija que lleva grabada la cara sonriente más antigua de todos los tiempos.

Esta pieza, de unos 3.700 años de antigüedad, ha sido descubierta en el yacimiento de la ciudad hitita de Karkemish. Según palabras del líder de la excavación -el Dr. Nicolo Marchetti, de la Universidad de Bolonia- recogidas por la web anglosajona Independent supone «un ejemplo único entre todas las piezas antiguas que se han encontrado en este territorio».


La vasija forma parte de un ajuar funerario. En un principio toda su superficie era de un tono blanquecino a excepción de la sonrisa y los ojos dibujados en un desgastado color negro. Según parece, este recipiente tendría por objetivo ser el continente de algún tipo de bebida dulce.

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Tras haberse producido el hallazgo, ninguno de los miembros de la excavación reparó en la existencia de la cara, hasta que la cerámica fue trasladada a un laboratorio con el objetivo de realizar labores de restauración en la misma. La vasija será expuesta en el Museo Arqueológico de Gaziantep (Turquía), el cual se encuentra muy próximo al lugar de la excavación.

Un total de 25 expertos han trabajado en el gran yacimiento que comprende Karkemish durante los últimos siete años. El sitio en sí tiene una larga historia, después de las primeras excavaciones que fueron dirigidos por Lawrence de Arabia entre 1911 y 1914. En 2018, se abrirá al público como un museo al aire libre, dijo el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía.

La vasija sonriente es uno de sus últimos descubrimientos, pero no es el único. Sus otros trofeos incluyen 250 bullae de arcilla, las cuales fueron impresas con símbolos a modo de sellos y servido para proporcionar prueba de autenticidad a los documentos legales o comerciales. Algunas presentan los sellos de las élites hittitas de la ciudad, sobre todo las de Taya o Tahe, príncipe y "auriga de la diosa Kubaba".


Algunas de las 'bullae' de arcilla desenterradas en Karkemish.

Las bullae fueron encontradas en la capa de la Edad de Bronce tardía, y probablemente datan del siglo XIII a.C., cuando Karkemish sirvió como sede del virrey hitita que controlaba la región. Los investigadores esperan que un gran número de bullae ofrezca una visión de cómo la gente, el comercio y los sistemas administrativos de Karkemish, encajan todos juntos durante la edad de oro de la ciudad.

Otro hallazgo interesante ha sido un gran relieve de basalto que muestra dos grifos, y que probablemente fue tallado en la última parte del siglo X a.C., bajo el rey neohitita Katuwa, conocido por sus proyectos de construcción. El relieve fue probablemente emparejado con una escultura similar de un toro alado que fue descubierto durante la excavación del año pasado. También se han descubierto los restos de una fortaleza enorme y un silo de granos,los cuales datan alrededor de 1100 a.C.

Relieve con dos grifos.

Fuentes: ABC.es | zmescience.com | 26 de julio de 2017