Investigan los restos humanos posiblemente más antiguos de Europa en la Cueva del Ángel de Lucena (Córdoba)

Trabajos arqueológicos en la Cueva del Ángel de Lucena - ABC

Un equipo multidisciplinar compuesto por una treintena de investigadores de China, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Francia y España han participado durante el pasado julio en la primera fase del programa de estudio de la cueva y sima del Ángel en Lucena. El equipo ha trabajado en el interior de la sima, abandonando la excavación el 30 de julio, fecha en la que expiró el permiso de dos años concedido en julio de 2015 por la Junta de Andalucía.

Ahora, los investigadores han iniciado la segunda fase, ya en los laboratorios del complejo educativo de Los Santos, centrándose en la limpieza de sedimentos, clasificación de los restos óseos encontrados y selección de materiales; dejándolo así todo preparado para su posterior estudio.

El director del proyecto, Cecilio Barroso (izquierda), señaló que «en esta primera fase se ha hecho una tomografía geológica de la sima, que nos indica que tenemos una potencia de entre 8 y 9 metros de espesor de sedimentos». El equipo que dirige Barroso comenzó el trabajo en la sima hace ahora cuatro años con el convencimiento de que «los homínidos que vivían arriba en la cueva podrían haber arrojado sus muertos en el interior de la misma». El objetivo de estos trabajos es precisamente encontrar fósiles humanos de cientos de miles de años, que podrían dar con los restos de homínidos más antiguos del continente europeo.
Para sorpresa del equipo de arqueólogos, nada más empezar la excavación comenzaron a aflorar restos humanos actuales, Homo Sapiens Sapiens. Este año se ha seguido trabajando en este lugar llegando a profundizar en torno a dos metros y medio en la capa de sedimentos. Allí se han encontrado más restos humanos, con una cronología que, según Barroso, va entre los años 7.000 y 2.000 a.C.

«Hay una cantidad brutal de restos humanos que nos confirmarn lo que habíamos percibido anteriormente, que la covacha, que está en la parte más alta, fue usada durante el Neolítico como un lugar de culto a los muertos», señala el director de la excavación. Durante el Neolítico los restos de esos cadáveres, descuartizados, sin conexión anatómica, habrían sido arrojados a la sima de forma sistemática. Además, se ha observado que este mismo ritual se repite en restos pertenecientes al tercer milenio a. C.; un periodo, una cultura y un ritual diferentes.

Metodología

Barroso destacó que «este año se está trabajando con ADN de los restos encontrados porque los huesos de esta cavidad tienen una peculiaridad, es uno de los pocos lugares de España donde se encuentra ADN antiguo». Para ello es necesario utilizar una metodología muy precisa, que obliga a los arqueólogos a ir provistos de guantes, mascarillas y gorros durante el trabajo de excavación para no transferir su ADN a los huesos. Después, los restos se trasladan al laboratorio en una nevera portátil con hielo seco que «nos permite trasladar el material desde la sima sin que los huesos se desintegren debido a las altas temperaturas».


Una vez en el recinto de Los Santos los restos se depositan en una habitación que se encuentra a 16 grados centígrados de forma permanente y allí comienza el trabajo de la segunda fase, actualmente en curso. Los restos se secan, se adaptan y se limpian para trasladarlos al almacén.

Barroso hizo hincapié en que «se trata de un proyecto muy potente y a la vez complejo y riguroso debido a los planteamientos metodológicos que se están realizando». En su opinión, se trata de uno de los proyectos arqueológicos más importantes de Europa, donde se está generando un banco de ADN único en el mundo para que instituciones que lo necesiten puedan trabajar con el mismo.


Fuente: ABC.es | 9 de agosto de 2017

El origen del cultivo agrícola del maíz

Estos dibujos de teosinte y maíz muestran grandes diferencias entre las dos plantas, pero este último surgió tras unos cambios en solo unos pocos genes del teosinte, produciéndose frecuentemente la hibridación y retrocruzamiento. (Foto: A'ndrea Elyse Messer/Penn State)

El maíz es un importante cultivo agrícola que proporciona alimento e incluso también combustible. Conocer bien la historia evolutiva de este cultivo de primera necesidad es esencial, pero los yacimientos arqueológicos que contienen maíz bien conservado son escasos. Una nueva investigación, en un yacimiento arqueológico de Honduras, puede aportar algunas pistas importantes que permitan resolver algunos de los misterios del inicio del cultivo agrícola del maíz.

El equipo de Douglas J. Kennett (izquierda), de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos, ha estado datando mediante la técnica del carbono maíz antiguo y otro material orgánico del abrigo rocoso El Gigante en Honduras. Todo apunta a que hace 4.300 años el maíz ya estaba lo bastante domesticado (adaptado al cultivo agrícola) como para servir de alimento de primera necesidad entre los pobladores de las tierras altas hondureñas.
La abundancia de objetos y la conservación excepcionalmente buena en el refugio rocoso ubicado en la escarpadura occidental del río Estanzuela, en las tierras altas del oeste de Honduras, lo hacen un yacimiento ideal para explorar la domesticación del maíz y su transición hacia el estatus de cultivo de primera necesidad en América.

La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que el maíz evolucionó desde la planta conocida como teosinte, en alguna parte del área de Balsas de la región sudoccidental de México, apareciendo hace unos 9.000 años. Pero las mazorcas del maíz original tenían pocos granos.
El maíz en El Gigante es interesante debido a la rapidez de su aumento de tamaño. Estas mazorcas son mayores que las conocidas en otras áreas de México para el mismo periodo de tiempo.
Si bien existe un tipo de teosinte en el área de El Gigante, no es el que se hibrida con el maíz.


Foto: Mazorcas de maíz conservadas en la roca de El Gigante, Honduras, datadas directamente por AMS 14C. La mazorca más grande, representada en el centro, tiene aproximadamente 10 cm de longitud. Las primeras cuatro mazorcas de la izquierda datan del período Formativo Tardío (aproximadamente 2.200 años BP), mientras que la mazorca en el extremo derecho data del periodo Arcaico Tardío, casi dos milenios más antigua (aproximadamente 4.100 años BP). La investigación de especímenes de El Gigante revela que los antiguos agricultores seleccionaban por numerosos rasgos, el desarrollo y el cultivo de una amplia gama de variedades de maíz. Crédito: Thomas Harper

Los datos de El Gigante sugieren ahora que el maíz, en algunas partes de Mesoamérica, era lo bastante productivo como para ser un alimento cotidiano hace 4.300 años.

Fuente: noticiasdelaciencia.com | 9 de agosto de 2017

La feroz competencia fue clave en la desaparición de los neandertales de la faz de la Tierra

El Homo sapiens desplazó al neandertal en apenas tres milenios.

La desaparición, hace 40.000 años, de la especie arcaica humana neandertal ha sido un misterio para la ciencia. La estirpe neandertal sobrevivió durante cientos de miles de años, en medio de severas fluctuaciones de temperatura, solo para ser testigos de la colonización de Europa por el Homo sapiens, los ancestros del humano moderno, hace 43.000 años.

El declive y eventual extinción del neandertal, apenas tres milenios después, se ha atribuido a que el Homo sapiens tenía una dieta más flexible y variada, y pudo ajustarse mejor a los tiempos de escasez.

Sin embargo, un equipo internacional de científicos de Tubinga, Alemania, echa por tierra esa teoría. En un reciente estudio publicado en el periódico especializado Scientific Reports, sostienen que el menú de nuestros ancestros era básicamente mamut y plantas, igual que el de los neandertales.
En consecuencia, esta última especie fue desplazada y desapareció en una feroz competencia directa por los recursos disponibles, concluyeron.

Tanto los neandertales como los Homo sapiens se alimentaban de plantas y mamuts principalmente. Derechos de autor de la imagen: GETTY IMAGES

"Muchos estudios examinan la cuestión de lo que produjo este desplazamiento", comentó el profesor Hervé Bocherens (izquierda), del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoecología (HEP), de la Universidad de Tubinga.

"Una hipótesis sostiene que la dieta del humano anatómicamente moderno era más diversa y flexible y frecuentemente incluía pescado", explicó.


Bocherens y su colega Dorothée Drucker (derecha), una biogeóloga de la misma institución, decidieron poner a prueba la hipótesis analizando los hábitos dietéticos de estos ancestros humanos en base a los fósiles más antiguos encontrados en las cavernas de Buran Kaya, en la península de Crimea, en Ucrania.

"En el transcurso de este estudio, examinamos los restos de los antiguos humanos en el contexto de la fauna local", señaló Drucker. "Hasta ahora, todos los análisis de la dieta de los humanos modernos estaban basados en descubrimientos aislados, de manera que son muy difíciles de interpretar".


Los científicos analizaron huesos fosilizados de hombres anatómicamente modernos encontrados en Buran Kaya, tal como este trozo de occipital. Derechos de autor de la imagen: S. PRAT.

Ubicación del sitio Buran Kaya III y la cueva Emine-Bair-Khosar en la Península de Crimea

A pesar de la falta de un registro fósil de dieta, el equipo de Tubinga reconstruyó el menú de nuestros ancestros midiendo el porcentaje de carbón estable y los isótopos de nitrógeno en los huesos de los antiguos humanos y de los animales presentes que potencialmente cazarían como antílopes saiga, caballos y venados.

También analizaron el contenido de nitrógeno-15 en aminoácidos individuales, permitiéndoles determinar no solo el origen del nitrógeno (uno de los elementos más importantes en la química orgánica), sino la proporción de este nitrógeno.
"Nuestros resultados revelan una proporción muy alta del isótopo de nitrógeno 15N en los humanos modernos del pasado", dijo Hervé Bocherens.

"Sin embargo, estos no tienen su origen en el consumo de pescado y productos afines, sino principalmente de mamuts", resaltó.

Los neandertales competían por la misma presa con el Homo sapiens. Y salieron perdiendo. Derechos de autor de la imagen: SCIENCE PHOTO LIBRARY

El mamut también figuraba ampliamente como fuente de proteína en el plato de los neandertales, según lo establecido por otros estudios anteriores. Huesos de estos enormes paquidermos y otros grandes mamíferos han sido encontrados cerca de los huesos de neandertales.
A través de análisis de los isótopos en el colágeno de esos huesos se pudo determinar que la dieta principal de la especie neandertal fue de grandes mamíferos herbívoros, como el mamut, con una quinta parte compuesta por plantas.

Aunque la nueva investigación del equipo de Tubinga demostró una sorpresivamente alta proporción de plantas en la dieta de los humanos anatómicamente modernos, comparativamente mayor que la de los neandertales, las principales fuentes de carne en ambas especies eran las mismas.
"Según nuestros resultados, los neandertales y los ancestrales humanos modernos estaban en competencia directa en cuanto a su dieta", afirmó la doctora Drucker. "Y parece que los neandertales salieron perdiendo en esta competencia", concluyó.

Foto: Tres ornamentos hechos de marfil de mamut encontrados en el yacimientos estudiado.

Fuente: BBC Mundo | 9 de agosto de 2017

Hallan un fragmento de mandíbula de un nuevo neandertal en la Sima de las Palomas (Murcia)

Mandíbula de un niño neandertal encontrada en la Sima de las Palomas (Murcia).


Las excavaciones de la Sima de las Palomas en Torre Pacheco, que coordina la Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario, continúan arrojando nuevos datos sobre el hombre de neandertal. Durante la última campaña los expertos han hallado nuevos restos, entre los que destaca un fragmento de la mandíbula de un niño, según anunció hoy el director de las excavaciones, Michael J. Walker (primero por la derecha en la foto de abajo), quien estuvo acompañado por el consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, y el alcalde del municipio, Antonio León.

Este fósil se suma a los dientes encontrados el pasado año en los niveles profundos y aumenta el número de individuos en este yacimiento hasta los once o doce; una cifra de gran relevancia respecto a otros yacimientos europeos. Además, se han descubierto nuevos restos de animales, así como numerosas piezas de utillaje de sílex, mármol, cuarzo.

El estudio de las capas más profundas arroja datos sobre una antigüedad superior a la que se calculaba. Si el año pasado se hablaba de una antigüedad entre los 65.000 y los 90.000 años, superior a los 50.000 de los que datan los tres esqueletos articulados hallados hace ya una década, los últimos análisis señalan que se podría llegar hasta los 130.000 años.

Foto: Las dos piezas dentarias de un individuo neandertal halladas en 2016 en las excavaciones llevadas a cabo en la Sima de las Palomas.

Respecto al yacimiento de la Sima de las Palomas, Celdrán avanzó que “la Consejería ya ha autorizado el traslado de más de medio centenar de piezas del yacimiento, custodiadas por el Museo Arqueológico de Murcia (MAM), para su limpieza y estudio en Torre Pacheco”. Una práctica que no es habitual, pero que ha sido posible gracias al acondicionamiento de un espacio que garantizará la seguridad y el mantenimiento de los restos.

Por otra parte, “en otoño se exhibirán algunas de las piezas de este relevante yacimiento en la exposición que se prepara para conmemorar el décimo aniversario del Museo Arqueológico, donde se reunirá una colección única que retratará la historia de la Región”.
Además, hoy se anunció que el Museo Paleontológico y de la Evolución Humana de Torre Pacheco finalizará sus obras en 2018. La Comunidad ha contribuido con 8 millones de euros en la construcción y puesta en marcha de esta importante infraestructura cuyas obras retomará el ayuntamiento.

El Museo Regional Paleontológico y de la Evolución Humana sin terminar de Torre Pacheco.

El museo mostrará al visitante toda la riqueza paleontológica que atesora la Región, centrándose en los hallazgos de la Sima de las Palomas, “uno de los yacimientos del hombre de neandertal más importantes del arco Mediterráneo y un enclave de gran relevancia paleontológica, pero también geológica y biológica”, tal y como recordó el consejero, quien avanzó que “su declaración como Bien de Interés Cultural se iniciará tras este verano con la publicación en el BORM”.

Historia del yacimiento

Desde principios de los años 90 del siglo pasado se trabaja en el Cabezo Gordo, se comenzó bajo la dirección de los doctores Walker, de la Universidad de Murcia, y José Gibert, del Instituto Paleontológico de Sabadell, este último fallecido en 2007. En los últimos años, codirigen la investigación el profesor Walker, catedrático emérito honorífico en el Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia y presidente de Mupantquat, junto a los arqueólogos Mariano López y María Haber.

Las diferentes campañas han sacado a la luz la presencia de unos once o doce individuos del hombre de Neandertal representados por centenares de huesos y dientes. Tres esqueletos, pertenecientes a dos adultos y un joven y con una antigüedad de 50.000 años, fueron hallados casi completos y en conexión anatómica, un hecho excepcional en el panorama mundial. Uno de los adultos, llamado ‘Paloma’, está considerado el esqueleto neandertal más completo de todo el litoral mediterráneo europeo y posee la pelvis femenina neandertal más completa del mundo.

Foto: Restos óseos de Paloma, un individuo neandertal de sexo femenino con el esqueleto más completo de todo el litoral mediterráneo europeo y con la pelvis femenina neandertal más completa del mundo.

Fuente: el diario.es | 10 de agosto de 2017

Sa-Nakht el faraón de la III dinastía con una altura inusual para su época

Foto: Fragmento donde se menciona al Faraón, que se encuentra en el Museo Británico.

Hace poco más de un mes, arqueólogos chinos descubrieron una ciudad inusual que fue habitada por personas inusuales. Las excavaciones, realizadas cerca de la localidad de Jinan, al este del país, revelaron estructuras de más de 100 edificios con más de 200 enterramientos de hace 5 mil años, muchas de las tumbas contenían personas de 1,90 metro de altura.
Si bien en la actualidad medir, 1,90 m no resulta significativo, en esa época era totalmente desproporcionado y más si se tiene en cuenta que el promedio actual de los hombres chinos es de 1,65 m.

Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Zurich, Suiza, reveló un hallazgo bastante similar: descubrieron que el faraón egipcio Sa-Nakht también tenía una altura fuera de registro para su época.
Los científicos, que pertenecen al Instituto de Medicina Evolutiva, analizaron por años de manera minuciosa los restos los restos del faraón para concluir que debió medir casi dos metros.
"Sa-Nakht o Sanajt era un hombre notablemente alto para su tiempo, ya que tenía alrededor de 1,87 m. de altura. Estudios previos sobre momias egipcias han demostrado que la altura promedio para los hombres en ese entonces era de alrededor de 1,68 m.", explicó Michael Habicht, egiptólogo de la universidad y co-autor del trabajo publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology.

Foto: La calavera desproporcionada del emperador, hallada hace más de un siglo, fue el disparador de la investigación.

El especialista explicó que si bien "la mayoría de la antigua realeza egipcia estaban mejor alimentados y en mejor estado de salud que el resto", por lo que era posible que sean más altos, "no hay antecedentes de este tipo en toda la historia de Egipto". "Hasta el momento -dijo Habicht a Live Science– el testimonio de mayor altura correspondía a Ramses II, que vivió más de un milenio después de Sa-Nakht y medía 1.75m".

Los restos fueron encontrados en 1901, en la mastaba k2, en el yacimiento de Bet Jalaf. Y lo que más llamó la atención entonces fue el gran tamaño de su cráneo. Sin embargo, durante muchas décadas, estas tumbas faraónicas fueron "abandonadas" por los científicos, hasta que el equipo de Zurich decidió indagar más en aquella famosa calavera de medidas fuera de lo ordinario.

Sa-Nakht fue un soberano de la III dinastía egipcia (que comienza en el 2700 a.C. con su reinado y termina c. 2630 a.C. con Huny) y da comienzo al periodo que los historiadores modernos denominan como "Imperio Antiguo de Egipto".

De acuerdo a los científicos, las pruebas realizadas parecen confirmar que Sa-Nakht padecía gigantismo, provocado por un mal funcionamiento de la hipófisis y que genera un crecimiento desmesurado de varias partes del cuerpo. De esta manera afirman que sería el caso oficial más antiguo sobre la enfermedad.

Fuente: Infobae, 8 de agosto de 2017

Arqueólogos hallan un pecio hispano con gran cantidad de ánforas del siglo I-II d.C. en el mar Egeo

Arqueólogos griegos han hallado los restos de un barco ibérico del siglo I o II después de Cristo en aguas del archipiélago de Furni, en el mar Egeo, que iba cargado de ánforas, un tesoro sin parangón por la cantidad de vasijas descubiertas.

«Se trata de ánforas del tipo Dressel 38 y Beltran IIA, fabricadas en los alrededores de Cádiz, y es la primera vez que se halla en el Egeo un cargamento de este tipo», explica a Efe el arqueólogo responsable de la investigación, Yorgos Kutsuflakis.

El cargamento se halló en un zona marítima de alta actividad comercial durante los primeros siglos después de Cristo.


«En los tiempos romanos el Mediterráneo se había transformado en un inmenso mercado único gracias a la seguridad que ofrecía la Pax Romana a las rutas marítimas», explica el arqueólogo para añadir que esto explica la presencia de productos de España y de Túnez en esa zona del Egeo.
«La gran cantidad de ánforas halladas durante toda la operación indica que el principal cargamento de los naufragios eran líquidos, como aceite y vino», dice Kutsuflakis, que añade que han sido hallados también cargamentos de salsas para pescado.
La investigación arqueológica submarina en Furni comenzó en 2015 con la contribución de RPM Nautical Foundation, un organismo no lucrativo que se dedica al apoyo de la arqueología marítima.

Investigación previa

El motivo para lanzar una investigación arqueológica submarina en este lugar fue un estudio previo que había hecho este arqueólogo sobre una colección de ánforas que se exponen en el museo arqueológico de Icaria hallada allí por pescadores.
El arqueólogo destaca que para la realización del proyecto «el apoyo incondicional de la población local» fue un factor determinante y añade que los pescadores dieron a los arqueólogos información crucial para la localización de los naufragios.
Las ánforas que se exponen en el museo arqueológico de Icaria indicaban, según Kutsuflakis, que el estrecho entre esta isla y la de Samos, donde está el archipiélago de Furni, formaba parte de una ruta marítima del pasado y que allí podía haberse producido un número considerable de naufragios.


La operación arqueológica ha conseguido localizar y estudiar hasta ahora 53 naufragios, la mayoría de los cuales se sitúan a una profundidad de entre 60 y 120 metros, por lo que es necesario el uso de un submarino operado por control remoto.

Además del barco que transportaba las ánforas fabricadas en la actual Cádiz (la entonces Gades romana) este año han sido descubiertos otros siete naufragios.
De las embarcaciones hallada se extraen solo los objetos más indicativos del cargamento, para un estudio más detallado.

Los hallazgos prueban que por el estrecho entre Icaria y Samos pasaba una ruta marítima que «unía el mar Negro con las islas de Rodas y Chipre» y que «era muy frecuentada desde el inicio de los tiempos romanos hasta el siglo VII», destaca Kutsuflkakis.
«La fundación de Constantinopla, a comienzos del siglo IV, por el emperador romano Constantino I el Grande, intensificó el comercio en esta ruta», precisa el arqueólogo.

Territorio local

A partir de la llegada de los árabes a la costa del Mediterráneo en el siglo VII, y del consiguiente comienzo de la actividad de corsarios en esa zona, la ruta declina y tan solo operan allí pequeñas embarcaciones locales.
El coste de cada operación de investigación, que dura entre veinte y treinta días, oscila entre 40.000 y 50.000 euros.

El arqueólogo precisa que esta cifra no incluye el coste diario de 8.000 euros del barco de investigación, pues la RPM Nautical Foundation lo pone a disposición de forma gratuita.
Kutsuflakis espera que, algún día, en el archipiélago de Furni sean posibles visitas guiadas de buceadores a los naufragios.

«Desgraciadamente, en tiempos de crisis es difícil disponer de los fondos para organizar este tipo de actividades», dice.

Además de Furni, hay un gran número de restos de naufragios de la antigüedad potencialmente accesibles a los buceadores en otros lugares del mar Egeo, como en el golfo sur de Eubea, en el estrecho entre Lavrion y Macrónisos, cerca del cabo de Sunion, o en Alonnisos, en las Espóradas del norte.

Fuente: EFE | ABC, 9 de agosto de 2017