Tras las huellas del coliseo de Barcino

La piedra en forma de anillo que se pensaba formaba parte de la estructura del velarium del circo romano (Xavi Casinos)

Todavía queda mucho por desenterrar y descubrir de la Barcelona romana. Una de las grandes incógnitas es saber dónde estaba el coliseo, donde tenían lugar los espectáculos deportivos y de lucha. Una extraña piedra en forma de anillo en una fachada de la calle de la Volta del Remei hizo pensar durante décadas que se había erigido en este lugar, entre las actuales calles de la Boqueria i Ferran, aunque investigaciones más recientes lo descartan y apuestan por otros lugares.

La curiosa piedra está incrustada en lo alto del edificio que se asienta sobre el arco que da nombre a la pequeña calle, desde donde es visible. En el siglo XVII, algunos estudiosos sugerían que la piedra sería un resto del circo romano, en concreto, una de las piezas que habrían sostenido los postes del velarium, un gran toldo que cubría parte de la arena del anfiteatro.

Además de la piedra, la existencia de una plaza llamada de las Arenas frente a lo que hoy es la iglesia de Sant Jaume hacía pensar también que era un recuerdo del antiguo circo. La plaza desapareció con la apertura de la calle Ferran.

Antigua puerta que se creía que era del establo donde guardaban la fieras (Xavi Casinos)

El folclorista Joan Amades recoge asimismo la creencia que una pequeña puerta de medio punto actualmente tapiada bajo el arco de Volta del Remei habría sido la entrada del establo donde se guardaban las fieras utilizadas en los espectáculos. Si bien es cierto que sus dimensiones son inferiores a las de la altura de una persona, es también improbable que tuviera el citado uso.

Hoy, los historiadores descartan del todo que el anfiteatro romano se encontrara en este lugar y apuestan por una ubicación fuera de la muralla. Lo que sí parece cierto es que la antigua Barcino tuvo un coliseo, a raíz de las evidencias arqueológicas de que existió una intensa actividad de este tipo en la ciudad. De hecho, en la Barcelona romana vivió un verdadero campeón, Lucio Minicio Quadronio Vero, quien llegó a ser cónsul y está documentado que se proclamó vencedor de la carrera de carros en la Olimpiada del año 129 después de Jesucristo.

La piedra en la calle Volta del Remei (Xavi Casinos)

Actualmente existen diversas teorías. Una sitúa el coliseo donde hoy se levanta la basílica de Santa Maria del Mar, y la segunda donde se halla la iglesia del Pi. Ambas se sustentan, básicamente, en el trazado elíptico de algunas calles que rodean ambos templos. Los muros del anfiteatro se habrían aprovechado con posterioridad para levantar nuevos edificios, como ocurrió por ejemplo con las murallas. Así, parte de la forma del circo habría llegado hasta nuestro días en un proceso que se define como de fosilización urbana.

En el caso de Santa Maria del Mar, se añade la circunstancia de que antiguamente se la conocía como Santa Maria de les Arenes, lo que podría ser de nuevo un recuerdo del antiguo circo, y la hipótesis de que la actual calle de la Argenteria habría sido originariamente un camino de acceso al coliseo desde la puerta romana que se alzaba en lo que hoy es la plaza del Àngel. Por lo que se refiere al Pi, estudios basados en excavaciones bajo la iglesia indican que se habrían identificado lo que podrían ser estructuras empleadas en un edificio del tipo de un anfiteatro.

Imagen de la calle la Volta del Remei (Xavi Casinos)

Fuente: lavanguardia.com | 21 de enero de 2017

Exposición 'Vinum Vita Est' en el Museo Provincial de Ciudad Real

El lema In vino veritas trascribe de forma singular la expresión griega: En el vino la revelación (la aleceia), la verdad como desvelamiento de algo que existe previamente. Alétheia es el concepto filosófico que se refiere a la sinceridad de los hechos y la realidad.

A partir de la colonización fenicia, comenzó a cultivarse la vid y el olivo en nuestro país y a desarrollarse la producción de los productos derivados de estos cultivos, la vid y el aceite, y junto a ello las industrias próximas, especialmente la alfarería para la fabricación de recipientes para su almacenamiento y trasporte.

Inicialmente eran las familias pudientes las que tenían acceso a estos productos reservados para ceremonias o celebraciones importantes. Según los arqueólogos, a partir del siglo IV antes de Cristo se extiende el cultivo de la vid y la producción del vino que, llega así a muchos lugares y niveles sociales. Sin embargo, había vinos como los griegos o los italianos que eran considerados de especial calidad y por tanto de precios mucho más elevados.
En el Museo de Ciudad Real se presenta una interesante exposición bajo el título Vinum vita est que presenta diferentes piezas de yacimientos arqueológicos de Castilla-La Mancha y nos habla de la historia del vino en nuestra región.

La exposición comienza por la presentación de unas excelentes piezas griegas: una pátera ática de El Toril (El Salobral), una crátera cerámica ática del siglo V antes de Cristo conservada en el Museo de Albacete o una copa tipo Cástulo del yacimiento del Cerro de las Cabezas (Valdepeñas). Cerámicas de colores negros con la elegancia y el cuidado de diseño de una cultura elaborada. El griego sigue teniendo la belleza de sus objetos y su lenguaje y la palabra crátera es una de esas palabras de sonoridad llena de armonía. Una crátera (del griego κράτηρ) es una vasija grande en la que se mezclaba el vino con el agua para luego servirlo en las copas.

El vino de los íberos y los fenicios

Según los historiadores griegos, los íberos tomaban el vino al modo bárbaro, es decir, puro, sin mezclar con agua, al contrario que los griegos que llegaban a rebajarlo hasta un 75 %. La copa en la que se bebía era también importante y por ello los vasos griegos daban una solemnidad y categoría al consumo del vino en las fiestas y celebraciones rituales. El vino era un alimento esencial para los guerreros que podían beberlo en los días que duraba la batalla para tener las fuerzas y energías necesarias.

Los fenicios pudieron traer nuevas técnicas y tal vez nuevas variedades que vendrían a unirse a las ya existentes. Con el tiempo éstas fueron extendiéndose por toda la península. Pero ya en época ibera el cultivo de la vid y la producción del vino estaban presentes en la Península Ibérica. Un excelente ejemplo de ello nos lo ofrecen los estudios del yacimiento del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas. Yacimiento con diferentes ánforas para el trasporte del vino y con la constancia de la vitis vinífera en la zona. Es decir, el cultivo de la vid para la obtención del vino está documentado en este espacio en época ibera.

Las piezas de época ibérica tienen nuevos diseños y tratamientos decorativos, pero están llenos de belleza en esa sencillez de la arcilla con decoraciones de colores armónicos y de una austeridad máxima. La tinajilla del cerro de las Nieves de Pedro Muñoz es del siglo IV antes de Cristo, la crátera ibérica del opidium de Alarcos, en Ciudad Real, es una pieza de calidad singular como lo es también la pieza de cerámica del siglo IV antes de Cristo para la mezcla de líquidos.

El vino de los romanos. In vino veritas

Las obras de los escritores romanos como Catón, Columela, Horacio, Paladio, Plinio, Varrón y Virgilio nos hablan del papel del vino en la cultura romana y de sus costumbres. Para los romanos el vino griego fue el más apreciado, teniendo las variedades locales precios mucho más bajos. El siglo II a. C. empezó la producción de vino romano de calidad y el desarrollo de los viñedos. Hay cosechas que se recuerdan como especialmente buenas como la del 121 a. C., cosecha opimia, nombre que toma del cónsul de la época, Lucio Opimio. Plinio el Viejo habla de los primeros crus de Roma y en Sicilia estaba la primera finca viticultora de mamertinum. En esta época se estima que Roma consumía cerca de 1,8 millones de hectolitros de vino al año, aproximadamente medio litro diario por cada hombre, mujer y niño.

Los vinos españoles llegaban con frecuencia a Roma. El poeta Marcial describió un vino muy apreciado conocido como Ceretanum y originario de Ceret (la actual Jerez de la Frontera). ​ El comercio del vino español llegó más lejos a través del imperio romano que el vino italiano, habiéndose encontrado ánforas de España en Aquitania, Bretaña, el valle del Loira, Normandía, Britania y la frontera germana. El historiador Estrabón señaló en su Geografía que los viñedos de la Bética eran famosos por su belleza. El escritor agrícola romano Columela fue un nativo de Cádiz influido por la viticultura de la región.

El lema In vino veritas trascribe de forma singular la expresión griega: En el vino la revelación (la aleceia), la verdad como desvelamiento de algo que existe previamente. Alétheia es el concepto filosófico que se refiere a la sinceridad de los hechos y la realidad. Literalmente la palabra significa aquello que no está oculto, aquello que es evidente, lo que es verdadero. También hace referencia al des-ocultamiento del ser. El vino nos ayuda a manifestarnos en la realidad que somos a descubrir la verdad de las personas dice la expresión griega.

Vinum vita est

Uno de los centros vinícolas más importantes del mundo romano fue la ciudad de Pompeya con una vasta extensión de viñedos, y servía como importante centro comercial con las provincias romanas extranjeras. Era la fuente principal de vino para la ciudad de Roma. Se han encontrado ánforas estampadas con los sellos de mercaderes pompeyanos por todo el imperio romano. A medida que Roma extendía su poder por el mundo aumentaba el comercio del vino aumentó. Y sus potentados disponían en sus casas de espacios para el almacenamiento de este preciado líquido como ocurre en la casa de Materno en Carranque. Recientemente se están documentando en Carranque espacios para la elaboración del vino. Los visigodos continuarán apreciando el vino y la uva como lo prueban algunos de los materiales aparecidos en las excavaciones de la Vega Baja de Toledo o el sillar visigodo de Oreto decorado con racimos de uvas.

Petronio cuenta la celebración que el liberto Trimalción, hizo en su casa. Para impresionar a sus invitados les ofreció un falerno opimiano de cien años en ánforas de cristal. Y cuando lo probaron gritó Vinum vita est para inaugurar el banquete. Este es el lema que ha escogido la exposición que ahora se presenta en el Museo de Ciudad Real.

Un recorrido que muestra una selección de piezas arqueológicas de yacimientos importantes de Castilla-La Mancha que nos ayudan a seguir la presencia del vino y sus usos sociales en este territorio en épocas remotas. Probablemente sería bueno que este rastro estuviera presente en un catálogo y en las redes sociales, en la red de redes. Cuando uno busca vino en la época ibérica o romana parece que Iberia se reducía a la Tarraconense o a la Bética con un desierto en el resto del territorio. Una buena web de la exposición y los materiales presentados sería una buena aportación a la cultura del vino en Castilla-La Mancha presente en esta excelente exposición.

Fuente: lanzadigital.com| 19 de enero de 2018

Hace 9.000 años que nadie veía el rostro de esta muchacha de Tesalia (Grecia)

Tenía entre 15 y 18 y (o un máximo de 25), pómulos prominentes, frente alta y un hoyuelo en la barbilla. Y medía 1,57 metros. Se llama Avgí -o así la han bautizado los arqueólogos-. Significa Aurora, y le han puesto ese nombre porque vivió en el amanecer nuestra civilización, hace 9.000 años. Desde entonces nadie había vuelto a contemplar el rostro de esta muchacha, pero la tecnología forense asociada a unos restos arqueológicos lo ha hecho posible.

Vivió en Tesalia, en el centro de Grecia, al final del periodo Mesolítico. Un equipo de científicos griegos y suecos ha sido capaz, gracias a las más punteras tecnologías forenses, de recrear con todo detalle el aspecto y la expresión de Avgí. El resultado de la investigación fue presentado ayer en el Museo de la Acrópolis de Atenas.


El cráneo de Avgí fue excavado en 1993, en la cueva Theopetra, un yacimiento que guarda pruebas de ocupación humana desde la friolera de hace 130.000 años. Está cerca de la ciudad de Trikala. «Ella vivió durante lo que se ha considerado la "aurora" de la civilización actual», declaró Nina Kyparissi-Apostolika, directora de las excavaciones en la cueva Theopetra, que tienen como objetivo entender mejor la historia y cultura griega, especialmente la mesolítica.

Aparte de su edad y altura, los estudios forenses han revelado que pudo padecer anemia o tal vez escorbuto y tenía pequeñas alteraciones óseas debidas a inflamaciones. Sus huesos se han datado en el 8070 antes de Cristo. Ese es justo el momento en el que los cazadores recolectores comenzaron a cultivar la tierra.

En su día, los restos de Avgí fueron la primera confirmación de la existencia actividad humana del Mesolítico en Tesalia. Se trata del periodo de la prehistoria que forma la transición entre el Paleolítico y el Neolítico, también denominado la Edad Media de la Piedra.

La presentación de los resultados de la investigación en el Museo de la Acrópolis de Atenas

Los expertos, bajo la dirección del Profesor de Ortodoncia, Manolis Papagrigorakis, de la Universidad de Atenas han relatado que no se conocen otros detalles sobre su vida y muerte. El rango de edades manejado se debe a que en el caso de Aurora los restos de su esqueleto indican que tenía 15 años mientras que sus dientes muestran que podría tener hasta 18 años. Y aunque los indicios médicos son aún preliminares, la anemia y falta de vitaminas parecen una hipótesis firme.
En el equipo que estudió los restos de esta chica trabajó, además de este dentista y arqueólogos, un ortopeda, un neurólogo, un radiólogo y un patólogo, con la colaboración de un laboratorio sueco especializado en reconstrucciones humanas que ya había colaborado con expertos griegos en la reconstrucción de la cabeza de Myrtis, una niña de 11 años que falleció de fiebres tifoideas cerca de la Acrópolis en el s.V a.C (alrededor del 430 a.C.). Myrtis fué presentada a la comunidad científica en Atenas durante el 2010. En el equipo sueco destaca Oscar Nilsson, un arqueólogo y escultor especializado en este tipo de reconstrucciones detalladas y basadas en los restos obtenidos y muchos estudios.

Rostro de Myrtis, de 11 años, que murió de tifus en Atenas en el siglo V a.C. FOTOGRAFÍA DE OSCAR NILSSON.

"Avgi tiene características y funciones únicas, no especialmente femeninas. Myrtis era todavía un niña y no difería en absoluto en las características que encontramos a nuestro alrededor hoy en día", dice Nilsson. "Después de haber reconstruido muchas mujeres y hombres de la Edad de Piedra, creo que algunas características faciales parecen haber desaparecido o 'suavizado' con el tiempo. En general, nos vemos hoy menos masculinos, tanto hombres como mujeres".

Fuentes: ABC.es | National Geographic | 20 de enero de 2018

Descubren grabados en una piedra de 5.000 años de antigüedad en Irán

En un reciente descubrimiento, un equipo de arqueólogos encontró grabados en una piedra de 5.000 años de antigüedad en la provincia central de Isfahan, en Irán.

Las antiguas artesanías rupestres se han descubierto en las cercanías de las ciudades de Shahinshahr y Meymeh, cerca de lo que parecen ser antiguas rutas de comunicación económica y cultural.
Según un informe de lengua persa de la Agencia de Noticias Mehr, el Director General de Patrimonio Cultural de Isfahán, el Departamento de Artesanía y Turismo, Fereydoun Alahyari, aseveró que un equipo de arqueólogos llegó al sitio cuando estaban de visita en la ciudad de Meymeh.
“El equipo también logró descubrir una antigua colina perteneciente al Imperio Sasánida, así como una zona minera en la misma región perteneciente a la dinastía Samánida, agregó Alahyari.

“También se han descubierto varias tumbas antiguas que pertenecen a tiempos preislámicos”, señaló.

Foto

Además recalcó que las investigaciones arqueológicas iniciales muestran que estas tallas conocidas como Negarkand pertenecen al tercer milenio a.C., es decir, hace unos 5.000 años.
“La gente que grabó estos carteles en muros rocosos vivió en la era de la civilización y grabó varios signos a través de comunicaciones comerciales con sus centros circundantes”, agregó.

Cabe mencionar que otro funcionario del Departamento de Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo de Isfahan dijo que los grabados en las rocas se encuentran entre los primeros indicadores de la comunicación no verbal e intuitiva de los seres humanos desde la prehistoria.

Fuente: ifpnews.com | 17 de enero de 2018

Excavaciones en la isla de Keros (Grecia) revelan una arquitectura monumental y sofisticación tecnológica en la Edad de Bronce Cicládica

Excavaciones en marcha en Dhaskalio, frente a Keros. Proyecto Michael Boyd / Cambridge Keros

Nuevas excavaciones en la remota isla griega de Keros han revelado evidencia de hazañas espectaculares de ingeniería y obras arquitectónicas monumentales que, según los investigadores, lo convierten en uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del Egeo.

La isla cuenta con un promontorio rocoso natural, en forma de pirámide, conocido como el promontorio de Dhaskalio, que está cubierto de construcciones «notables». Hace unos 4.500 años, constructores expertos tallaron enormes paredes de terrazas en la roca natural, por lo que el promontorio se parece a una pirámide escalonada hecha por el hombre.

Ubicación de Keros, al sur de Naxos, Islas Cícladas, Grecia.

En las superficies planas creadas por las terrazas, construyeron impresionantes y relucientes estructuras con alrededor de mil toneladas de piedra, minuciosamente importadas de la isla de Naxos.

Y escondidos debajo de la rocosa «pirámide», los arqueólogos encontraron una compleja red de túneles de drenaje, que son anteriores a la avanzada instalación de fontanería del palacio micénico en Knossos por mil años. No está claro en este momento, si este sistema fue diseñado para aguas residuales o agua dulce.

Impresionante molde para metalurgia encontrado en el sitio arqueológico. Crédito: Universidad de Cambridge

Además, descubrieron evidencias de trabajos avanzados de metales, incluidos dos talleres, un hacha de plomo y fragmentos de equipos de trabajo de metales.

Foto: restos de enormes muros adosados. 

El promontorio de Dhaksalio es ahora esencialmente un pequeño islote debido al aumento del nivel del mar. Sin embargo, hace 4.500 años se adjuntó a través de una estrecha calzada a Keros, que, según investigaciones anteriores, era un santuario marítimo, centro de poder y destino de peregrinación donde se llevaban a cabo rituales misteriosos con objetos de mármol rotos.

La isla, una vez parte de la llamada civilización cicládica, es conocida por sus miles de extrañas estatuas de mármol de cara plana, que inspiraron el trabajo de artistas como Pablo Picasso y Henry Moore.

Según Colin Renfrew (izquierda), de la Universidad de Cambridge, que fue codirector de la excavación, Dhaksalio «se convirtió en el centro de atención porque formaba el mejor puerto natural de Keros y tenía una excelente vista del norte, sur y oeste del mar Egeo.».

Dhaskalio es ahora un sitio desierto y protegido, pero hace 4.500 años estaba densamente poblado. Sin embargo, la evidencia sugiere que era poco probable que hubiera sido autosuficiente, lo que significa que el mantenimiento del acuerdo habría requerido un gran esfuerzo comunitario. La comida, la piedra y el mineral para la metalurgia deberían importarse.

«Lo que estamos viendo aquí con el trabajo del metal y de otras maneras es el comienzo de la urbanización: centralización, es decir, el dibujo de comunidades remotas en redes centradas en el sitio, la intensificación en la producción artesanal o agrícola, el engrandecimiento en la arquitectura y la gradual subsumiendo los aspectos rituales del santuario dentro de la operación del sitio», dijo Michael Boyd (derecha) de la Universidad de Cambridge, codirector de la excavación.

«Esto nos da una idea clara del cambio social en Dhaskalio, desde los primeros días en que las actividades se centraban en las prácticas rituales en el santuario hasta el creciente poder de Dhaskalio en sus años intermedios», dijo.

El estudio científico ha sido publicado en el sitio web de la Universidad de Cambridge.

La isla de las montañas sagradas: Gran Canaria a través de la huella de los antiguos

El sol se pone tras el Roque Bentayga, uno de los lugares sagrados de los antiguos canarios.

Un yacimiento arqueológico cada kilómetro cuadrado. Algunos impresionantes poblados de casas de piedra; cuevas pintadas con complicados motivos geométricos o imponentes graneros colectivos excavados en las laderas de montañas inaccesibles. Otros son sencillos rastros de los hombres y mujeres que habitaban en la isla antes de que la llegada de los europeos acabara con su forma de vida e impusiera las reglas de la sociedad occidental de hace 500 años. Algunos de estos ecos del pasado aparecen ante el viajero casi por casualidad: como las Casas de Punta Mujeres (Paseo de Meloneras, sn), seis estructuras de piedra que responden a los esquemas típicos de los asentamientos costeros de aquel periodo y que se encuentra en uno de los paseos turísticos más concurridos de la isla –junto al emblemático Faro de Maspalomas- y que ha sido habilitado para la visita con paneles informativos y pasarelas.

Otro lugar que está casi a pie de playa es la Cañada de los Gatos (La Puntilla sn -Playa de Mogán-; Tel: (+34) 638 810 621; Ver Horarios ; e-mail: cañadadelosgatos@arqueocanaria.com) pero en esta ocasión nos topamos con una pequeña aldea de una docena de casas, corralones y muros que extiende su influencia barranco arriba a través de viejas cuevas excavadas y hasta un pequeño cementerio con más de trece siglos a cuestas. Un espectáculo para los amantes de la arqueología y la historia.


Y así con los 1.500 kilómetros cuadrados que nos restan de isla. Porque una de las señas de esa cultura única es que logró imponerse a las dificultades y ocupar hasta el último rincón de una isla que, según las crónicas de la conquista, era fértil, verde, generosa… El cuándo parece ser en torno al cambio de era y el dónde el norte de África . Lo que sigue siendo un misterio es porqué y cómo: algunos hablan de tribus díscolas deportadas desde el norte africano para evitar más problemas a los romanos; otros hablan de una colonización mediterránea vinculada a la explotación de materias primas de grandes imperios como el fenicio, el cartaginés o el romano. Quizás algún día lo sepamos. Hoy nos quedan esos rastros que, como decíamos, aparecen casi de la nada detrás de cualquier curva.

Visitantes en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria.

Si sólo te gusta la playa y el sol, pues allá tú. Ahí tienes algunas de las mejores del mundo con garantía de sol y aguas tibias durante todo el año. Pero si eres de los que gustan volver a casa con algo del lugar que visitaste, agradecerás ese rompecabezas de curvas, montes, pueblos y sabores que es Gran Canaria. Un continente en miniatura, dicen. Y no es una exageración. Pero a lo que íbamos. El patrimonio histórico, cultural y etnográfico de la isla es brutal . Y una de sus manifestaciones más auténticas es la que sacó a la luz los últimos ciento y pico años de Arqueología. Una buena manera de ver que esto no es cosa de los últimos años es visitar el Museo Canario (Dr Verneau, 2 –Las Palmas de Gran Canaria-; Tel: (+34) 928 336 800; Ver Horario ), un museo en sí mismo que recuerda a los gabinetes de curiosidades del siglo XIX (fue fundado en 1879) y en el que se mezclan la exposición de objetos (arqueológicos)en sus salas más antiguas y la didáctica, en las más modernas. Es una buena manera de aproximarse al universo de los antiguos canarios antes de iniciar la exploración de la isla y un buen complemento a la visita del barrio colonial de Vegueta ( VER GUÍA DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA ).

Cenobio de Valerón, granero colectivo prehispánico en la isla de Gran Canaria VIAJAR AHORA / GRAN CANARIA

Uno de los puntos fuertes del legado arqueológico de Gran Canaria es que permite explorar casi todos los aspectos de la vida cotidiana de las mujeres y hombres que vivieron en la isla hasta la llegada de los europeos: desde los modos de producción al pensamiento simbólico y religioso pasando por la muerte o el poder. Y son pocos los lugares que pueden presumir de esto. Un ejemplo claro es el Cenobio de Valerón (Cuesta de Silva, sn –Santa María de Guía-; Tel: (+34) 618 607 896; E-mail: museosyarqueologia@arqueocanaria.com; Ver Horarios ) un inmenso granero colectivo excavado en la ladera de una montaña en la que se horadaron unas 300 pequeñas cámaras independientes que servían para guardar el grano. Este yacimiento, que es de los más espectaculares de la isla, nos habla de dos realidades: la primera es una economía fundamentada en la agricultura intensiva en la que la cebada y el trigo eran los elementos centrales del sistema económico. Y la segunda es la división social en clanes familiares y clases sociales.

Sala policromada de la Cueva Pintada de Gáldar. Cabildo de Gran Canaria MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA / GRAN CANARIA

Otro punto fundamental para entender el día a día de aquellos hombres y mujeres es el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Audiencia, 2 –Gáldar-; Tel: (+34) 928 895 489; Ver Horarios) un milagro que se conservó bajo las terrazas de cultivo de la ciudad de Gáldar hasta que a finales del XIX un agujero fortuito abrió un hueco hacia la pequeña cueva pintada decorada con motivos geométricos. Tuvieron que pasar más de 100 años para que los arqueólogos pudieran echarle mano a los alrededores de la cueva y lo que apareció superó todas las expectativas. Debajo de las plataneras se conservó una buena parte del Gáldar prehispánico; varias decenas de casas de piedra ordenadas en andenes y organizadas en torno a la Cueva Pintada que suponen una superposición de dos mundos: el del día a día, que se manifiesta a través de las casas y el simbólico-religioso que representa la cueva. Y alrededor de todo, un moderno museo centrado en ofrecer una explicación sobre conjunto y, de paso, dar bastantes claves sobre la sociedad prehispánica y el proceso de conquista y aculturación de la sociedad isleña. Este es uno de los lugares que hay que visitar sí o sí si viajas a Gran Canaria y tienes mínimas inquietudes culturales.

Estructuras en la cima de la Fortaleza de Ansite. Cabildo de Gran Canaria.

Otro lugar similar a la Cueva Pintada se encuentra en la Caldera de Tirajana a los pies de la Fortaleza de Ansite un lugar especial para el imaginario insular ya que la tradición sitúa aquí los últimos episodios de la conquista castellana en abril de 1483. En lo alto de la fortaleza, un impresionante ‘cuchillo’ de piedra que se eleva sobre el Barranco de Tirajana coronado con curiosas estructuras de piedra que se han identificado como un templo de los antiguos canarios. En las paredes de este imponente muro de piedra natural, los canarios excavaron cuevas, construyeron andenes y pasadizos en una verdadera ciudad vertical. También enterraron a sus muertos en cuevas y hendiduras y construyeron sus típicas casas de piedra en la explanada que da acceso a la ‘Fortaleza’, un espacio que fue alterado con paredes, andenes y terrazas para el cultivo. El Centro de Interpretación de la Fortaleza (Hoya del Rábano, sn; Tel: (+34) 928 79 85 80; Horario MD 10.00 – 17.00; E-mail: info@lafortaleza.es) ofrece muy buena información sobre el yacimiento y visitas guiadas de enorme calidad.

El Roque Nublo desde el Almogarén del Bentayga.

Las montañas sagradas
La Fortaleza es sólo la punta de un iceberg gigantesco que ha puesto a la isla en el podio de la arqueoastronomía mundial y a las puertas de lograr su primer Patrimonio Mundial de la Unesco. Por toda la isla se reparten lugares sagrados de montaña en los que los antiguos canarios y canarias determinaron el paso de las estaciones a través del tránsito del sol por el firmamento. Muy cerca de Tirajana se encuentra Cuatro Puertas (Acceso GC-100 –Cuatro Puertas-; Tel: (+34) 928 139 050) una enorme cámara excavada en la cima norte de una montaña que sólo deja pasar los rayos del sol en su interior en el atardecer del solsticio de verano. Justo encima hay una curiosa estructura que también se ha vinculado al movimiento del sol y su salida y a espaldas de la gran sala un pequeño poblado de cuevas artificiales con símbolos púbicos que aluden a rituales de fertilidad. Como decíamos, hay otros marcadores estacionales en la isla. El llamado Almogarén del Bentayga (Acceso: GC-671 desde GC-60; Tel: (+34) 928 474 851; Horario: L V 10.00 - 16:00; S y D 10.00 – 18.00) marca los equinoccios (primavera y otoño) y en otros lugares como la Monataña de Tauro o los Llanos de Gamona viejas estructuras canarias se alinean con la cima del Teide para determinar el solsticio de verano al atardecer. Todo un espectáculo.

Interior de la Cueva C-6 de Risco Caído, en Arterana. CABILDO DE GRAN CANARIA

Pero la joya de la corona es Risco Caído (Tel: (+34) 928 666 102; E-mail: artenaraturismo@gmail.com; Ver régimen de visitas ) un conjunto de cuevas excavadas de las que destaca la número seis, que cuenta con una abertura por la que entra el sol en el periodo comprendido entre los dos equinoccios proyectando la luz solar sobre paredes cuajadas de símbolos que van marcando el paso de tiempo entre el inicio de la Primavera y la llegada del Otoño, justo el periodo en el que se produce la época de recogida y almacenamiento de los productos agrícolas. Son seis meses de abundancia y los símbolos de la cueva número seis están relacionados con la fecundidad; con la vida. Vida y muerte. Los ciclos agrícolas que fluctúan entre los tiempos de abundancia y escasez que tienen su reflejo en el bienestar o la hambruna. No es extraño que aquellos hombres y mujeres vieran en el tránsito de los astros el reflejo de lo divino y que vincularan el sol a sus rituales de vida y muerte.

Momia del Museo Canario.

Una devoción por los ciclos que también tuvo su reflejo en algunos de los cementerios que los canarios construyeron a lo largo y ancho de la isla. El ejemplo paradigmático es la Necrópolis de Arteara (Arteara, sn –acceso por GC-60-; Tel: (+34) 638 810 591; E-mail: necropolisdearteara@arqueocanaria.com ; Ver Horarios) un extenso depósito de piedras producto del derrumbe de una montaña que los primeros pobladores de la isla convirtieron en cementerio cavando cistas y levantando túmulos de piedra. Uno de los túmulos más grandes, llamado Tumba del Rey, se alinea a la perfección con la salida del sol y un hueco de la vecina Montaña de Amurga cada equinoccio. Y el Túmulo de la Guancha (Calle La Guancha –El Agujero, Gáldar-), una de las estructuras funerarias más complejas de la isla –vinculada tradicionalmente con la antigua familia gobernante de Gáldar, los Guanartemes- se alinea con el pico de la montaña de Gáldar y la salida del sol en el solsticio de invierno.

Maipes de Agaete, uno de los cementerios prehispánicos mejor conservados de Gran Canaria. VIAJAR AHORA / GRAN CANARIA

Pero para comprender el fenómeno de la muerte para los antiguos canarios hay que ir al Valle de Agaete. Como en otros espacios de la isla, los canarios eligieron un terreno baldío e inútil para la agricultura para construir su cementerio; esta vez en un campo de escorias volcánicas. El Maipés de Agaete (Calle Chapín, sn; Tel: (+34) 928 171 777; E-mail: museosyarqueologia@arqueocanaria.com ; Ver Horarios ) es uno de esos lugares que impresionan. Mimetizadas con el entorno hay hasta 700 túmulos funerarios construido siguiendo un complicado sistema de relaciones que los expertos creen tiene relación con los vínculos familiares de los difuntos. En el yacimiento, que ha sido perfectamente habilitado para la visita, también hay un completísimo centro de interpretación que no sólo explica el propio Maipés sino que hace un repaso riguroso pero sencillo de las costumbres funerarias de aquel pueblo que llenó la isla de huellas.

Barrio de casas cueva en Guayadeque.

OTROS YACIMIENTOS INTERESANTES

Grabados rupestres de Los Letreros .- Acceso a pie desde GC-140 –Barranco de Balos- En un afloramiento basáltico de unos 600 metros de longitud se practicaron gran cantidad de grabados rupestres con ejemplos de motivos antropomorfos, geométricos y textos en alfabeto líbico bereber.

Poblado de Tufia .- Acceso Carretera de Tufia desde GC-1. Este pequeño poblado se sitúa en un roquedo sobre el mar en la costa Este de la isla. Hay varias casas de piedra seca y grandes recintos cerrados por muros que se han identificado como plaza de reuniones y celebraciones. En la costa hay varios charcos artificiales para la pesca y cazoletas de uso ritual. El actual pueblo de Tufia es uno de los enclaves más singulares de la isla.

Casas de La Garita .- Paseo Marítimo de La Garita. Se trata de una casa canaria prehispánica típica a orillas del mar.

Barranco de Guayadeque .- Más allá de su interés como espacio natural único, Guayadeque es una de las muestras más interesantes de la pervivencia de viejas costumbres y modelos de vida desde antes de la conquista a nuestros días. A la entrada del barranco hay un pequeño centro de interpretación (Carretera de Guayadeque sn –GC-104-; Tel: (+34) 928 172 026) que explica las peculiares condiciones ecológicas y culturales del lugar y, cómo no, su impresionante legado arqueológico. Un patrimonio vivo ya que es uno de los pocos lugares dónde aún hay casas cuevas habitadas.