Descubren un túmulo funerario prehistórico que fue reutilizado durante unos 2.000 años cerca de Burdeos

El equipo de arqueólogos trabajando en el yacimiento "Le tumulus des sables". Foto P. V. VALLADE PIERRE.

En el año 2006 niños de un jardín de infancia, situado en la pequeña ciudad de Saint-Laurent-Médoc, a 40 kilómetros al noroeste de Burdeos, hallaron por casualidad un cementerio de hace 5.600 años. La escena tuvo que ser desagradable, aunque los niños quizás ni se dieron cuenta de lo que habían encontrado. Los pequeños estaban jugando tranquilamente (al menos todo lo tranquilamente que se puede jugar en una escuela llena de monstruitos) en su patio cuando se toparon con los restos humanos.

Lo sorprendente del caso es que, cuando los arqueólogos comenzaron a estudiar este sitio de Le Tumulus des Sables (El túmulo de las arenas) se dieron cuenta que los pueblos prehistóricos rhabían reutilizado la zona de forma constante durante alrededor de 2.000 años. Pero lo que atrajo a tanta gente hasta este montículo sigue siendo un misterio.

Los investigadores de la Australian National University de Canberra acaban de publicar un estudio en la revista Journal of Archaeological Science: Reports en el que afirman que, inicialmente, se asumió que el espacio fue utilizado únicamente por gentes de la cultura del vaso campaniforme. "Es una de las primeras culturas que se extiende por toda Europa", dice la científica arqueológica Hannah James (izquierda), de la Universidad Nacional de Australia.

En Francia, el período de la cultura del vaso campaniforme duró desde alrededor de 2.500 a 1.800 a.C. No se sabe cómo se extendió la cultura de la cultura del vaso campaniforme en Europa. Los posibles impulsores son la migración, el comercio o la transmisión de conocimientos tecnológicos, pero los hallazgos del túmulo funerario aunque se agregan a esta imagen no necesariamente lo aclaran.

La cuestión es que, conforme avanzaban los trabajos, se dieron cuenta que la población local prehistórica “regresó a este sitio una y otra vez para enterrar los cuerpos de sus difuntos, desde el Neolítico hasta la edad de Hierro”. Es decir, que los arqueólogos están buscando restos de alrededor del año 3.600 a.C. hasta el 1.250 antes de Cristo.

Recipientes y utillaje de la cultura del vaso campaniforme. Crédito:GALLAY, A, Y HOUOT, A, 2006. DES ALPES AU LÉMAN: IMÁGENES DE LA PRÉHISTOIRE

”Esto es inusual porque (el lugar) no es realmente obvio ni prestigioso. Es un montículo de unos 50 centímetros de profundidad. No está situado en una colina ni tampoco en un lugar obvio, así que hay algo más en este sitio que hizo que la gente volviera y lo usara”, señalan en un comunicado los investigadores.

El carbono y el nitrógeno analizados indicaron que esos humanos comían productos autóctonos extraídos de la tierra, aunque no parece que estuvieran cazando y recolectando alimentos del río cercano o incluso del océano, que está a 10 kilómetros de distancia. Los estudios incluso han indicado que uno de los individuos nació en un clima mucho más frío, quizás en los Pirineos.

Una imagen del yacimiento.

Los investigadores no tienen claro si esta persona migró a la región de Le Tumulus des Sables para vivir allí, o si todo su esqueleto (o un solo diente), fue llevado a la zona para ser arrojado en el túmulo funerario que los niños descubrieron en 2006. Los otros restos hallados, en cambio, tienen “una firma muy local”.

”Encontramos muchos dientes de leche, así como dientes sin raíces completas, lo que significa que la persona murió en la infancia, mientras el diente aún se estaba formando”, indican. Los arqueólogos también encontraron una mezcla de metal, cerámica y huesos de animales en el sitio, lo que dificultó la identificación de los restos humanos porque estaba todo mezclado.

Fuentes: lavanguardia.com | sciences-faits-histoires.com | de mayo de 2019

Hallan en Etiopía herramientas líticas elaboradas por homínidos de hace unos 2,6 millones de años

Un gran artefacto verde encontrado in situ en el sitio de Bokol Dora. Derecha: Imagen del mismo artefacto y un modelo tridimensional del mismo artefacto - David R. Braun

Hace dos millones y medio de años, un pequeño primate se acuclilló junto a un riachuelo y empezó a chocar dos piedras con una destreza nunca vista por aquellos territorios de África. Después de unos cuantos golpes se detuvo y miró su creación, una lasca afilada de apenas unos centímetros de largo que sujetó con orgullo entre sus dedos. Era la primera tecnología humana, el inicio de un largo periplo de innovación que continuó hacia la flecha, el arte, la espada, la música, los cohetes espaciales y los teléfonos móviles cuyo control informático puede llegar a causar conflictos internacionales.

En 2013 un equipo de arqueólogos caminaba cerca de aquel riachuelo extinto y vio sobresalir del terreno la punta de una de esas herramientas. Estaban en una zona desértica del sur de Etiopía conocida como Bokol Dora. Tras varios años de excavaciones, los investigadores rescataron del subsuelo unas 300 herramientas, la mayoría pequeñas y afiladas, el tipo de tecnología que solo podría haber fabricado una mente más avanzada que la de un chimpancé, quizás para cortar carne y alimentar un cerebro hambriento de pensamientos y energía. Las herramientas tienen una antigüedad de unos 2,58 millones de años, lo que podría convertirlas en las más antiguas atribuibles a un humano, según explica hoy un equipo de paleoantropólogos de EE.UU, Alemania, Portugal, Suráfrica, Francia, Etiopía y otros países en un estudio publicado en la revista PNAS de EE.UU.

Herramientas de piedra en lascas de Bokol Dora 1 se muestran como modelos 3D sin características de superficie. DAVID BRAUN

El mismo equipo de científicos halló a apenas cinco kilómetros al sur de Bokol Dora, en Ledi-Geraru, los restos del humano más antiguo conocido. Se trata de una mandíbula inferior con unas muelas pequeñas, estilizadas, características de un homínido que ya comía carne y que vivió hace 2,8 millones de años (abajo). Era el miembro más antiguo que se conoce del género Homo, el mismo al que pertenecemos los Homo sapiens actuales.

La mandíbula hallada en Ledi-Geraru (Etiopía) / BRIAN VILLMOARE

Junto a las herramientas han aparecido 330 huesos fosilizados de antílopes, hienas, elefantes, cocodrilos y otros animales. Lamentablemente, los huesos están muy desgastados y no conservan marcas de corte, pero dan una idea del entorno en el que vivieron estos humanos: una sabana con pocos árboles, muy diferente a los bosques en los que vivían los primates más primitivos, como el australopiteco Lucy, que habitó en esta misma zona hace unos 3,2 millones de años. Este cambio de paisaje pudo contribuir a que los australopitecos bajasen de los árboles para adoptar una vida más bípeda. De algunos de esos australopitecos surgieron los primeros humanos unos 400.000 años después.

Una vista aérea del sitio de excavación con capas sedimentarias que contienen artefactos y huesos, y que fueron parte del estudio. ERIN DIMAGGIO / PENN STATE.


Los arqueólogos del Instituto Max Planck y la Autoridad Etíope de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, así como los geólogos de la Universidad de Algarve, estudian los sedimentos en el sitio de Bokol Dora. Se colocaron piedras en la superficie de contacto durante la excavación para preservar los frágiles contactos estratigráficos.


Las herramientas líticas más antiguas que se conocen son de hace unos 3,3 millones de años y se atribuyen a chimpancés y otros simios. Eran martillos para abrir nueces y moluscos. Hace unos 2,5 millones de años surge una nueva generación tecnológica llamada olduvayense porque se halló por primera vez en la garganta de Olduvai, en Tanzania. Eran puntas y lascas afiladas como bisturíes que denotan una capacidad de planificación característica de una mente superior. Las nuevas herramientas de Etiopía encajan entre ambos tipos, no son toscos martillos, pero tampoco son tan refinadas como las herramientas olduvayenses posteriores, según los autores del hallazgo.

“Es probable que en África muchos ancestros de los primeros humanos fueran descubriendo formas de usar herramientas de piedra”, explica Will Archer (izquierda), investigador del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y coautor del estudio. Después aparecen las herramientas halladas en Bokol Dora que, por ahora, marcan un punto de inflexión. “Si nuestra hipótesis es correcta, deberíamos ver que las herramientas de piedra son todas parecidas después de hace unos 2,6 millones de años, pero no antes”, resalta.
Los restos han aparecido a ocho metros por encima de una capa de cenizas volcánicas datadas en 2,59 millones de años. El estudio ha analizado también la polaridad magnética de la tierra al nivel donde se hallaron los restos, que apunta una datación anterior a 2,581 millones de años, aunque los investigadores no han encontrado sedimentos de polaridad magnética inversa, lo que haría la datación más concluyente.

En Gona, otro punto de esta misma región de Etiopía, se descubrieron las que hasta ahora eran las herramientas humanas más antiguas. Aparecieron en una capa de terreno situada justo encima de sedimentos cuya polaridad indica los 2,58 millones de años y cinco metros por debajo de cenizas de 2,52 millones de años, es decir, que el podio de herramientas más antiguas se disputa por una diferencia de unos 1.000 años arriba o abajo y unos pocos metros de profundidad. “La datación de Bokol Dora es incierta, puesto que la polaridad solo debe ser usada como una datación de apoyo, nunca de referencia”, clama Sileshi Semaw (derecha), descubridor de las herramientas de Gona, presentadas en 1997, que trabaja en el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh), en Burgos. “Además señala que el nuevo estudio se desprende de un solo yacimiento, mientras que en Gona son 12 sitios”.

“Hasta que investigaciones posteriores confirmen la datación, no creo que las herramientas de Bokol Dora sean las más antiguas”, opina Mohamed Sahnouni (izquierda), también del Cenieh. El año pasado este investigador presentó otra caja de herramientas humanas halladas en Argelia, que son de hace 2,4 millones de años. Estas también podrían haber sido fabricadas por un humano descendiente de aquel primer Homo que vivió en Ledi Geraru 400.000 años antes.

Aunque discrepa de los métodos de comparación de herramientas de otros yacimientos empleados, Manuel Domínguez-Rodrigo (derecha), paleoantropólogo que trabaja en la garganta de Olduvai, sí cree que estas son las herramientas más antiguas.
“El hallazgo es muy importante porque es una segunda ventana abierta para saber qué hacían los humanos hace 2,58 millones de años. Vemos que ya hay un refinamiento para producir lascas de forma ordenada. Normalmente, los homínidos transportaban la materia prima y tallaban las herramientas en otro lado. Eran como navajas multiusos con las que no solo procesaban carne de animales, sino también cortaban vegetales y tenían otros usos. Todo esto, junto con la mandíbula humana hallada cerca, refuerza la idea de que los primeros humanos ya estaban aquí”, resalta.


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¿Tiene la primera tecnología humana casi 2,6 millones de años de antigüedad?

Blade Engda, de la Universidad de Poitiers, levanta un artefacto de un sedimento de 2,6 millones de años, dejando expuesta una herramienta lítica que estaba debajo.

Algunos animales, como los chimpancés, se sirven de objetos de su alrededor para ayudar a partir duras cáscaras o machacar alimentos. Así empezaron nuestros antepasados a usar herramientas «accidentales». Sin embargo, lo que distinguió a nuestra especie del resto fue que cayeron en la cuenta de la utilidad de aquellas piedras y las fueron refinando para hacerlas más eficaces. Sin embargo, ¿en qué momento ocurrió aquel paso, clave para la humanidad?

Un nuevo estudio elaborado por un equipo internacional asegura haber encontrado las herramientas de piedra tallada más antiguas por el hombre primitivo, construidas hace más de 2,58 millones de años. El artículo, publicado en la revista PNAS, explica que las 300 herramientas recuperadas en el sitio de excavación conocido como Bokol Dora 1 (Etiopía) así lo demuestran. Los «cuchillos» primitivos eran pequeños y afilados, y se encontraron al lado de cientos de huesos de animales.

«Primero encontramos varios artefactos diseminados en la superficie, pero no sabíamos de qué sedimentos provenían», explica Christopher Campisano (izquierda), de la Universidad estatal de Arizona (EE. UU.), quien vio piedras aguzadas en sedimentos de una ladera empinada y erosionada. «Pero cuando miré sobre el borde de la hondonada vi piedras que sobresalían del barro. Fui hasta el fondo y subí por la ladera usando mi martillo para piedras. Y allí encontré dos hermosas herramientas que empezaban a estar desgastadas por el agua y el viento», rememora.

Cerca de la mandíbula de homo más antigua encontrada hasta la fecha

Se da la circunstancia de que el yacimiento también está cerca del lugar donde el mismo equipo halló los restos del homínido más antiguo atribuido al género Homo, en Ledi-Geraru. En 2013 se encontró la famosa mandíbula, que data de unos 2,78 millones de años y esto es unos 200.000 años antes de las herramientas de piedra tallada encontradas hasta entonces.
Fueron necesarios varios años de excavación a mano a través de metros de sedimentos hasta encontrar una capa arqueológica con huesos de animales y cientos de pequeños trozos de piedra astillada que marcan las evidencias más tempranas de que nuestros ancestros hacían y usaban cuchillos de piedra.

Los arqueólogos filtran la tierra en busca de herramientas de piedra en frma de lascas y otros artefactos en Bokol Dora 1: Erin DiMaggio / Penn State.

«Cuando observamos los sedimentos bajo el microscopio pudimos ver que el sitio estuvo expuesto por un período muy corto», afirma Vera Aldeias (derecha), geoarqueóloga del Centro Interdisciplinario para Arqueología y Evolución de la Conducta en la Universidad Algarve, de Portugal. «Los humanos primitivos dejaron estas herramientas al borde de un curso de agua y quedaron enterradas rápidamente», agregó. «El sitio ha permanecido así durante millones de años».

La abuela Lucy también se hallaba cerca

El artículo señala que los humanos primitivos que hicieron estas herramientas de piedra vivieron en un hábitat totalmente distinto al de Lucy, un famoso ejemplar de una especie más antigua de homínido conocido como Australopithecus afarensis, descubierto en 1974 en Hadar, unos 45 kilómetros al sudoeste de Bokol Dora.

Las conclusiones de este estudio indican que las herramientas de piedra pueden haber sido inventadas muchas veces y en muchas formas antes de convertirse en parte esencial del linaje humano, ya que no serían las únicas de la época ya descubiertas: en el yacimiento de Gona, también en Etiopía, se han hallado otros restos similares que difieren en tan solo 1.000 años de «modernidad». Concretamente, se databan entre 2,58 y 2,55 millones de años, abriéndose una polémica por saber cuál de los restos es más antiguo.

David Braun (izquierda), un arqueólogo de la Universidad George Washington y autor principal del artículo, señaló: "Dado que las especies de primates en todo el mundo utilizan habitualmente herramientas de piedra para buscar nuevos recursos, parece muy posible que en toda África muchos ancestros humanos diferentes hayan encontrado nuevos formas de usar tales artefactos para extraer recursos de su entorno. Si nuestra hipótesis es correcta, entonces esperamos encontrar algún tipo de continuidad en forma de artefacto después de hace 2.6 millones de años, pero no antes de este período de tiempo. Necesitamos encontrar más sitios".

El momento en el que tallamos la roca de forma concienzuda

En julio de 2011, un equipo arqueológico de la Universidad Stony Brook, en Nueva York, encontró algunos artefactos de piedra que datan de 3,3 millones de años, cerca del lago Turkana, en Kenia, donde en 1999 se habían hallado restos fósiles de Kenyanthropus platyops, una especie de homínidos extinta.
Los descubrimientos recientes de herramientas hechas por chimpancés y monos han puesto en duda las ideas de un origen humano en el llamado «simio tecnológico». Las diferencias mayores, al parecer, están en la destreza de los ancestros del Homo para astillar sistemáticamente afilando piedras de nódulos de roca más grandes produciendo herramientas punzantes o cortantes. Es decir, las herramientas de aquellos primates no estaban talladas, al menos de forma consciente. «Algo cambió hace unos 2,6 millones de años y nuestros ancestros se tornaron más precisos y habilidosos en la percusión de los bordes de las piedras para hacer herramientas», señala el artículo.

Fuentes: elpais.com | Universidad de Penn State | eurekalert.org | abc.es | lavanguardia.com | phys.org | 4 de junio de 2019

Hallan en Inglaterra un escudo de corteza de madera, de hace 2.300 años, «único» e «incomparable» en Europa

El profesor Adam Clapton registra el escudo de Enderby in situ © ULAS

Un escudo de la Edad de Hierro, de 2.300 años de antigüedad, ha sido hallado por arqueólogos durante una excavación cerca de Leicester, Inglaterra. La peculiaridad es que estaba hecho de corteza de sauce pintada, endurecido con palos de madera, y rodeado de un borde de madera de ...
Según The Guardian, los arqueólogos dicen que el descubrimiento del escudo, realizado entre el 395 y el 250 a. C., es «único», «incomparable» y «asombroso», puesto que ofrece una visión que amplía la imagen de la tecnología utilizada durante la Edad del Hierro que se conocía.
El análisis del artefacto, realizado por el servicio arqueológicode la Universidad de Leicester, mostró que había sido gravemente dañado, probablemente por lanzas y armas afiladas, antes de dejarlo en un pozo (causa de su conservación) y ser encontrado en 2015. El escudo posee una protuberancia tejida con madera de sauce para proteger la mano.

El escudo de Enderby después de su restauración. Crédito: © Mike Bamforth / ULAS

El análisis del artefacto, realizado por el servicio arqueológicode la Universidad de Leicester, mostró que había sido gravemente dañado, probablemente por lanzas y armas afiladas, antes de dejarlo en un pozo (causa de su conservación) y ser encontrado en 2015. El escudo posee una protuberancia tejida con madera de sauce para proteger la mano.

Los arqueólogos sí explican que tales escudos podrían haber sido incluso comunes en la Edad del Hierro, pero sus materiales orgánicos, de los que estaban hechos, significaba que rara vez sobrevivían.

Reconstrucción de la parte frontal del escudo. © ULAS

Una reconstrucción mostró que, si bien no era tan fuertes como los de madera maciza, el escudo podía detener los golpes y era mucho más ligero.

Julia Farley (izquierda), del Museo Británico, dijo: “Este es un objeto absolutamente fenomenal, uno de los hallazgos más maravillosos e internacionalmente importantes que he encontrado en mi carrera. Muy a menudo es el oro el que acapara los titulares, pero este escudo de corteza de madera es mucho más raro. Los objetos de corteza y cestería probablemente eran un lugar común en la antigua Gran Bretaña, pero rara vez sobreviven, por lo que poder estudiar este escudo es un gran privilegio. Posee una gran cantidad de información sobre la sociedad de la Edad de Hierro y las prácticas artesanales. Agradecemos a Everards y a la Universidad de Leicester por donar un objeto tan importante al Museo Británico, donde se exhibirá el próximo año después de una investigación y preparación adicionales”.

Fuentes: abc.es | ulasnews.com | 24 de mayo de 2019

El tesoro romano de Tomares tiene un valor de casi medio millón de euros

Una de las ánforas con monedas romanas halladas en Tomares (Sevilla). PACO PUENTES

Si aún quedan lagunas de conocimiento en torno a la crisis y descomposición del Imperio Romano, entre los siglos III y IV d.C., cuando el emperador Diocleciano inauguró la forma de gobierno denominada como Tetrarquía -en la que cuatro personas (tetrarcas) se repartían el poder-, quizás puedan ser completadas a raíz del hallazgo casual de un conjunto de más de 53.000 monedas almacenadas... que salieron a la luz durante unas obras de canalización eléctrica en el municipio sevillano de Tomares en 2016.

Tres años después, un estudio técnico encargado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía acaba de determinar que el botín contenía exactamente 53.208 piezas o numos de bronce valorados en 468.230 euros -a razón de ocho euros la pieza-, aunque su valor histórico y científico es "incalculable" -aseguró ayer la consejera de Cultura, Patricia del Pozo (izquierda)- como fuente de información sobre la acuñación monetaria o las relaciones comerciales en el Bajo Imperio Romano.

Patricia del Pozo, durante la presentación de las conclusiones acompañada por el alcalde de Tomares, José Luis Sanz, y la secretaria general de Patrimonio, Macarena O'Neill.

Se trata de pequeñas piezas en las que figuran los tetrarcas Diocleciano, Maximiano, Galerio Maximiano y Constancio, y que habrían sido acuñadas en diferentes cecas pertenecientes a ciudades del Imperio muy alejadas entre sí, como Londres, Lyon, Roma o Treveris. Al igual que durante toda la Antigüedad, el pecunio básico del pueblo romano no fue la moneda de oro o de plata, que se reservaban exclusivamente para grandes transacciones, sino la partición más pequeña, de bronce o cobre, dedicada al uso corriente.

De ahí "el valor de estas piezas que proporcionarán información sobre la vida cotidiana de los romanos, sobre los flujos monetarios y la dinámica poblacional del sur de la Península", según han previsto los investigadores que se han hecho cargo del que ya ha sido denominado como Tesoro de Tomares: las 53.208 monedas de bronce distribuidas en 19 ánforas, de las que 9 fueron halladas intactas y así permanecen en determinación de futuros estudios.

Parte de las ánforas y monedas halladas en Tomares (Sevilla). PACO PUENTES.

La consejera andaluza de Cultura, que presentó este jueves los primeros datos obtenidos del estudio de las monedas y sus ánforas, quiso destacar el carácter excepcional e infrecuente de hallazgos de estas características, hasta el punto de que los investigadores -técnicos del Museo Arqueológico de Sevilla y del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH)- carecen de descubrimientos similares con los que poder compararlo.

Descubierto de manera fortuita un 27 de abril de 2016 por unos operarios que trabajaban en el acondicionamiento del conocido como olivar de El Zaudín al arrastrar la pala de su máquina retroexcavadora, este hallazgo constituye de hecho el mayor descubrimiento arqueológico de los últimos tiempos en la provincia de Sevilla y de los más importantes en el ámbito estatal, toda vez que su localización tuvo un impacto mediático de carácter mundial, al hacerse eco medios de comunicación de varios países.

De esas monedas han sido catalogadas ya unas 7.800 y un total de 24.000 han sido preparadas para su estudio, acuñadas todas entre los años 294 y 310, y guardadas en el primer tercio del siglo IV bajo un suelo del siglo III, según los estudios efectuados en el parque metropolitano del Zaudín.

Un técnico introduce el equipo de videoendoscopia en una de las ánforas. (Foto IAPH).

Las nueve ánforas intactas -las otras diez fueron quebradas por la máquina excavadora en el momento del hallazgo- han sido estudiadas mediante vídeo-endoscopia (derecha) con una sonda de cuatro milímetros de ancho. El estudio de la estatigrafía de las monedas será básico para que los investigadores determinen cómo fueron reunidas, y tal vez aclarar su destino o motivo de su acumulación. Otra de las incógnitas a esclarecer es por qué fueron guardadas en ánforas destinadas al transporte y conservación de aceite, que en este caso fueron empleadas a modo de hucha o caja fuerte.

A raíz de todos estos datos, además de que se maneja la hipótesis de que el tesoro fue escondido a conciencia, los técnicos barajan la posibilidad de que las monedas pertenecieron a "un cambista, banquero o recaudador", aseguró la consejera.

125.000 euros para sus descubridores

Otro de las grandes novedades en relación a hallazgos arqueológicos de estas características es que los operarios que descubrieron el tesoro recibirán el 25 por ciento de la cantidad en la que se ha tasado el lote de monedas y ánforas, unos 125.000 euros, a repartir entre quienes lo hallaron. Así lo dictaminó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en mayo de 2018, después de la reclamación promovida por cuatro de los operarios.

Los descubridores solicitaban dicho premio invocando las leyes nacional y andaluza de Patrimonio Histórico, según las cuales "la persona que descubra y la propietaria del lugar en que hubiere sido encontrado el objeto o los restos materiales tienen derecho, en concepto de premio en metálico, a la mitad del valor que en tasación legal se le atribuya".

Por último, el alcalde del municipio de Tomares, José Luis Sanz (PP), ha anunciado que el Ayuntamiento ha expropiado los terrenos de la antigua hacienda de Montefuerte, en pleno casco urbano de la localidad, al objeto de promover un centro cultural que acoja en exposición parte del tesoro, aunque el grueso del lote será custodiado en el Museo Arqueológico de Sevilla.

Fuentes: elpais.com |juntadeandalucia.es | 23 de mayo de 2019

Descubren las huellas de homínidos más antiguas de Europa en Álora (Málaga)

La paleontología vivió hace un par de años una revolución con la aparición de un grupo de huellas de 5,7 millones de años en la isla de Creta (Grecia) que ponían en entredicho que África fuera la cuna de la Humanidad. Precisamente, uno de los integrantes de aquel descubrimiento, el paleontólogo y director del Museo de Historia Natural de Sofía (Bulgaria), Nikolai Spassov, ha presentado esta mañana el hallazgo de otro conjunto de huellas fósiles en Alhaja Prieta (Álora) que pueden pertenecer a diferentes especies de homínidos, entre los que destacan huellas de un Australopithecus, primer primate que caminó erguido. De confirmarse este descubrimiento serían las pisadas más antiguas del continente, lo que además reforzaría la teoría de que la humanidad aparece en Europa de forma paralela a África.

Spassov (izquierda), acompañado por los arqueólogos Juan Manuel Muñoz Gambero y María Ángeles Muñoz Morillo, ha asegurado que se trata de «un descubrimiento prometedor», aunque ha señalado que la investigación se encuentra todavía en un estado preliminar. «El primer estudio va ser geológico para conocer el nacimiento de estas rocas, ya que la antigüedad es un dato imprescindible», ha señalado el paleontólogo búlgaro, que también ha comentado que está por determinar la especie de la que proceden estas icnitas (huellas fósiles): «Es posible que fueran humanas».


«Es un hallazgo complejo, pero muy prometedor», ha insistido Spassov, que ha reconocido que «la confirmación de este descubrimiento será de especial importancia por su relación con las huellas descubiertas en Creta de casi seis millones de años». De esta forma, la hipótesis de los expertos que han analizado el descubrimiento es que las pisadas se traten de homínidos o primates y que tengan una antigüedad de unos cinco millones de años, entre el Mioceno superior y el Plioceno inferior.

Huella de homínido.

Las huellas de Alhaja Prieta cobran así una relevancia especial en este momento del debate paleontológico mundial. Hasta hace un par de años, todos los antepasados fósiles de más de 1'8 millones de años procedían de África, lo que situaba aquel continente como cuna de la Humanidad. El descubrimiento de los fósiles de Australopithecus en África del Sur y del Este hace 60 años y las posteriores huellas de Laetoli, en Tanzania, hizo que los científicos consolidaran la teoría de que los primeros homínidos se originaron en África y permanecieron allí aislados durante varios millones de años antes de dispersarse a Europa y Asia.

No obstante, la confirmación del origen de las pisadas halladas en Álora confirmaría lo apuntado por las aparecidas en la isla de Creta, que «retrotraen la presencia de homínidos en Europa a una fecha más antigua y propone un cambio con respecto al origen geográfico del hombre», ha explicado el director del Museo de Historia Natural de Sofia, que, en todo momento, ha insistido en la cautela hasta los resultados definitivos ya que la investigación se encuentra «casi al principio».


Huella de homínido.

Investigación internacional

Al estudio, que está siendo financiado por la Fundación Madeca, dependiente de Diputación de Málaga, se incorporarán en próximas fechas nuevos paleontólogos internacionales que participarán en esta investigación que busca certificar científicamente la antigüedad y la procedencia de estas huellas. Entre los expertos que vendrán a Málaga se encuentran los profesores Fassoulas Charalampos, doctor en Geología y jefe del departamento de Geodiversidad del Museo de Historia Natural de Creta, y Gerard Gierlinski, del Instituto Geológico Polaco y el Museo Paleosafari Moab Giants de Estados Unidos.

Huellas de felino y ungulados.

El presidente de la Fundación Madeca, Jacobo Florido, ha destacado la importancia de colaborar en este proyecto para que pueda llevarse a cabo la investigación, ya que, si se confirma la importancia de los hallazgos, puede tener una repercusión de alcance mundial.

Además de pisadas de homínidos, los análisis previos indican que las huellas fósiles encontradas en Álora también pertenecen a animales, entre ellos felinos, aves e incluso un gran primate. Sobre el estado y origen de las icnitas, el paleontólogo Nikolai Spassov ha señalado que las pisadas se encuentran sobre roca arenisca y muy compactadas, y que se formaron cuando esta zona de la provincia malagueña estaba cubierta por una laguna.

Fuentes: diariosur.es | malaga.es| 23 de mayo de 2019

Descubren una singular estatua de la época imperial en el subsuelo de Roma


Cabeza de la estatua encontrada en Roma - ABC

Eterna sorpresa en Roma, cuyo subsuelo sigue ofreciendo maravillas y emociones cada día. La última se ha producido este pasado viernes, con la aparición de una bella cabeza de estatua de mármol blanco de la época imperial (entre el siglo I a.C y el V d.C.) en óptimas condiciones de conservación. Ha sido encontrada casualmente durante las excavaciones que se realizan en Via Alessandrina para reunificar los dos sectores del Foro Trajano, a los pies del Campidoglio, una de las siete colinas de Roma, donde hoy se encuentra el ayuntamiento de la capital.

La cabeza, con la boca semiabierta y el cabello que recae sobre la nuca, muestra facciones delicadas que parecen femeninas, pero se trata de una figura masculina, que representaría una divinidad, según Claudio Parisi (izquierda), director de los Museos arqueológicos: «Pensamos que se trata del dios Dionisio. En efecto, sobre la cabeza tiene una cinta decorada con dos flores típicamente de culto dionisíaco, el corimbo. Los ojos huecos probablemente estaban hechos con pasta de vidrio o piedras preciosas. Todo lo cual nos lleva a los primeros años del imperio», ha explicado Claudio Parisi.

El director de los Museos arqueológicos recuerda que «el subsuelo romano conserva muchos tesoros» y en este caso confía que en la misma zona, a los pies del Campidoglio, aparezcan «otros fragmentos de la estatua» para una eventual reconstrucción.
El descubrimiento se considera excepcional, porque además la excavación se realiza en un contexto posterior a la Roma antigua, pues Via Alessandrina fue construida en el siglo XVI, en el área de los Foros Imperiales y completamente destruida por la apertura de via del Imperio, realizada por orden de Mussolini e inaugurada en 1932, hoy denominada vía de los Foros Imperiales.


«Los arqueólogos estaban excavando un muro medieval cuando les apareció una cabeza de mármol blanco. Se encontraba incrustada en la pared, utilizada como material de construcción, como a menudo sucedía en la época medieval», escribe en su página de Facebook el Parque Arqueológico del Coliseo. Extraída del subsuelo, se ha reflejado su gran belleza.

«Nos hace pensar en el mejor periodo de la escultura romana», afirma Claudio Parisi. Para alegría de los arqueólogos y autoridades municipales que le han dado una cálida bienvenida en su incorporación al patrimonio de Roma, comenzando por la alcaldesa, Virginia Raggi, que ha escrito en Twitter: «Roma sorprende y nos regala emociones cada día».

Fuente: abc.es | 24 de mayo de 2019