Análisis de ADN confirma que la uva francesa es la misma que se consumía en el Imperio Romano

Las semillas antiguas de uva romana como estas fueron probadas genéticamente para investigar sus variedades en el pasado. Crédito: L. Bouby, CNRS / ISEM

Algunas uvas que se cultivan hoy en Francia están relacionadas genéticamente con ciertas variedades de la vid de época medieval o incluso romana. Según el artículo publicado en Nature Plants, los científicos lo descubrieron cuando analizaron el ADN de semillas de uva encontradas en asentamientos antiguos y medievales. En particular, resultó que una variedad romana que se cultivó en el siglo I d.C., era casi similar genéticamente a la vid moderna llamada Savagnin, que se utiliza ahora para producir vino blanco. Ello significa que tal uva ha existido en su forma moderna durante al menos 900 años.
Se cree que las uvas fueron domesticadas hace seis u ocho mil años en el territorio de países modernos como Georgia, Irán o Turquía. Desde allí el cultivo fue trasladado a Oriente Medio, y luego las uvas se extendieron por Egipto y Grecia. En la península de los Apeninos, la elaboración del vino comenzó a desarrollarse en los siglos VII-IX a.C., y en la colonia griega Massalia, hoy la ciudad de Marsella en el sur de Francia, en el siglo VI a.C.

Excavación arqueológica de la granja romana en Mont Ferrier, Tourbes, Francia. Semillas de uva estrechamente relacionadas con Pinot Noir y Savagnin Blanc fueron excavadas en un pozo que data del primer siglo d.C.. Crédito: M. Compan, Inrap

Sin embargo, solo en el umbral de nuestra época, la producción de vino en el sur de Francia llegó a adquirir proporciones considerables. En aquel tiempo, los romanos trajeron allí sus nuevas tecnologías, comenzaron a usar la propagación vegetativa y cultivar las uvas. Aunque los investigadores no puedan comparar las antiguas variedades de la vid con las modernas, algunos opinan que las romanas todavía se cultivan en Europa. Después de la caída del Imperio Romano, la vinificación en Francia no desapareció, y en la Edad Media, en las fuentes escritas, surgieron nombres nuevos de vides. Sin embargo, hasta la fecha no se sabía si los enólogos franceses cultivaban las mismas uvas desde hace varios siglos o si las nuevas variedades simplemente recibieron nombres antiguos.

Mondeuse blanche, la vid del viñedo de Saboya. Wikimedia Commons

Comparando el genoma de las uvas

Investigadores de ocho países, liderados por Nathan Wales de la Universidad de York, Reino Unido, han analizado el genoma de la uva Vitis vinifera, tras encontrar 28 semillas en diferentes partes de Francia, las cuales datan del año 510 a.C. hasta los 1200 d.C. En cuanto a los genomas de referencia, los autores utilizaron 783 variedades de la vid que se utiliza en la producción del vino (Vitis vinifera), 112 especies de la vid silvestre (Vitis vinifera sylvestris) y 11 tipos más.

Resultó que todas las variedades de uva, incluso las más antiguas, pertenecen a la variedad Vitis vinifera. Al mismo tiempo, el genoma de las vides medievales era casi idéntico al de las modernas. Por ejemplo, el genoma de un hueso de uva, que se data en 1100 d.C., es similar al genoma de la variedad moderna Savagnin. Este tipo de uva ahora se cultiva en Francia y Alemania y se utiliza para producir vino blanco.

Esto significa que el Savagnin se ha cultivado en su forma actual por lo menos 900 años. El genoma de otra vid moderna, Mondeuse Blanche, era casi similar al genoma del hueso de uva encontrado en el este de Francia, en el pueblo medieval. Esta semilla probablemente tenga más de 1000 años de antigüedad.


Las relaciones genéticos entre las uvas antiguas, medievales y modernas cultivadas en Francia. Las variedades romanas son de color naranja, las medievales de azul, y las modernas de blanco.
J.Ramos-Madrigal et al. / Nature Plants, 2019

En 2017, científicos hallaron los restos del vino más antiguo jamás encontrado en Georgia. Los fragmentos de cerámica de la crátera que contenía el vino, de acuerdo a los arqueólogos descubridores, tenía entre 8000 y 7900 años.

Yana Berman
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
Fuentes: nmas1.org | phys.org | 12 de junio de 2019

Hallan en Ronda (Málaga) el núcleo de sílex de mayor tamaño datado en Europa

Entrega de la pieza a la alcaldesa de Ronda / JAVIER FLORES (RONDA)


El Museo Arqueológico de Ronda cuenta desde este miércoles con una nueva pieza de gran relevancia, al ser el núcleo de sílex para la extracción de grandes láminas de la época calcolítica (Edad de Cobre) de mayor tamaño que está datado en Europa hasta el momento, con una lámina de 36 centímetros. Hasta ahora era una pieza encontrada en Cataluña que ostentaba este primer puesto con 32 centímetros.

El delegado municipal de Patrimonio Histórico, Ignacio Alonso, ha agradecido públicamente a Francisco Sarmiento, el ciudadano que encontró la pieza de forma casual en el campo y que ha querido donarla al museo, "su comportamiento ejemplar y responsable”.

Asimismo, ha añadido que, con este gesto, se dará la posibilidad de que todos los visitantes del museo puedan disfrutar de esta pieza que será expuesta en estas instalaciones municipales, “quiero invitar a todos los ciudadanos que posean material arqueológico lo depositen el museo municipal para su estudio científico, exposición y disfrute del público en general”.

Una pieza de valor entre setas

Francisco Sarmiento explicó que le llamó la atención esta pieza mientras paseaba por el campo cogiendo setas, una piedra que le pareció extraña y decidió ponerse en contacto con el museo hace unos meses descubriendo el valor del hallazgo, “estoy muy orgulloso de haber podido aportar algo tan importante al Museo de Ronda".

La alcaldesa, María de la Paz Fernández, ha dado las gracias al que ha calificado como “ciudadano ejemplar, ya que su manera de actuar ante esta situación es digna de reconocimiento y admiración”. Ha destacado que el patrimonio es de todos y por ello tenemos que conservarlo como parte de nuestra historia, “tenemos que cuidarla y mostrarla para que todos la conozcamos”.

Fuente: malagahoy.es | 10 de julio de 2019

La primera cultura hidráulica de Europa estuvo en La Mancha

Motilla del Azuer, en Daimiel, Ciudad Real.

La primera cultura hidráulica de Europa surgió en La Mancha en el 2000 antes de Cristo como respuesta a una gran sequía, frente a la cual los pobladores de la época buscaron una respuesta colectiva, construyendo una red regional a gran escala de pozos.

Expertos españoles y estadounidenses en la materia se ha reunido este martes en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) para hablar de la "cultura de la Motillas", promontorios artificiales en la llanura manchega cuyo propósito era acceder al agua almacenada en sus acuíferos.
El experto de la Universidad Autónoma de Madrid y la UNED en las cultura de las Motillas, Luis Benítez de Lugo (izquieeda), ha explicado que una sequía de unos 600 años hizo que desapareciera el agua en La Mancha, lo que supuso un problema para las primeras comunidades complejas de la Prehistoria en la zona.

"Y lo solucionaron de forma resiliente, no de forma individual, sino comunitaria y para eso construyeron una red regional a gran escala hidráulica, de pozos. Es la primera cultura hidráulica de Europa y lo que hizo fue explotar el acuífero que hay en esta zona", indica Benítez de Lugo en un comunicado del IGME.

Benítez se ha reunido hoy con expertos de la Universidad estadounidense de Iowa, encabezados por la profesora Katina Lillios, experta en Prehistoria reciente del sur de Europa, así como con Miguel Mejías, hidrogeólogo especialista en La Mancha y experto también la Cultura de las Motillas.
La visita del equipo de Iowa, con quien ya han colaborado y firmado estudios científicos, "permitirá avanzar en el conocimiento de esta fascinante cultura que excavó esta red prehistórica de pozos, y hacerlo desde un enfoque interdisciplinar e internacional", ha dicho Benítez.

Imagen: Recreación ideal de la Motilla del Azuer. A su alrededor se han detectado construcciones de diferentes clases, así como evidencias de agricultura y ganadería. Tumbas y construcciones interpretadas como depósitos o silos se han encontrado en su interior. Largos, estrechos y sinuosos corredores comunican el exterior de la motilla con el interior del pozo.

Lillios y su equipo están realizando una estancia de investigación en España para estudiar los procesos de cambio cultural sucedidos en La Mancha en los comienzos de la jerarquización social.
Esta semana el equipo participará en la campaña de estudio arqueológico en Castillejo del Bonete, lugar sagrado de la Prehistoria cuya relación con el agua también fue estudiada por el IGME, agrega la nota.
Foto: Río y motilla de El Azuer en marzo de 2010, en el entorno de Las Tablas de Daimiel.

Fuente: cope.es | 9 de julio de 2019

Los restos hallados en un solar de Palencia son de una antigua casa romana y pinturas murales del siglo III

Los restos que se han encontrado a la altura del número 4 de la calle Gil de Fuentes de la capital palentina podrían corresponder a una antigua casa romana y pinturas murales del siglo III, además de los cuerpos de dos individuos previsiblemente de la misma época.

Hace algo más de una semana, en las obras que la constructora Palencia Promueve está llevando a cabo en ese lugar para levantar un edificio de planta baja, más tres alturas y ático, se encontraban unos restos antiguos tras excavar el 10 por ciento obligatorio como refleja el Plan General de Ordenación Urbana de la capital, tal y como ha explicado a Europa Press el arqueólogo de la empresa Antequam Arqueología y Medio Ambiente, Luis Villanueva, que está efectuando las catas.

Desde entonces, hasta cinco arqueólogos y restauradores están excavando en el solar para sacar a la luz lo que existe bajo la tierra, aunque "los primeros hallazgos han sido un muro de una casa romana del siglo III totalmente expoliado, una pintura mural del interior de la misma y los restos de dos individuos, probablemente relacionados con la casa y que habrían sido enterrados en los alrededores de la misma por diversas razones".

En un primer vistazo la casa no se reconoce porque está cortada por elementos modernos, ya que la ciudad ha ido creciendo y el tiempo avanzando y está afectada por elementos bajo medievales y modernos ha manifestado el arqueólogo, aunque hay una porción limpia.
Además, en la antigüedad se tendía a aprovechar todo el material de las casas, por lo que todo lo que estuviera bien conservado se habría trasladado a otro lugar, bien fueran tejas o paredes, lo que ha hecho que a día de hoy "no se conversen todos los elementos de la misma".

De hecho, la pintura del muro se ha caído sobre el suelo de la casa, ha explicado Luis Villanueva, quien ha precisado que existen zanjas, hoyos y agujeros de la época bajo medieval que "han alterado toda la estratigrafia".

"Igual que los restos del siglo III han acabado con los del siglo I porque están por debajo, ellos mismos están muy alteradas por los elementos bajo medievales" ha reiterado.
Villanueva cree que al haberse encontrado diferentes elementos se tendrá que excavar hasta un 50 por ciento. Después será la Comisión de Patrimonio de la Junta quien decida si los restos son importantes y dónde deben guardarse.

Fuente: 20minutos.es | 10 de julio de 2019

Nuevos estudios sitúan el origen de la torre de Hércules un siglo antes de lo que se creía

Torre de Hércules en La Coruña

La construcción de la Torre de Hércules no se llevó a cabo en los siglos I o II de nuestra era, sino en el I antes de Cristo, según el historiador Antonio Rodríguez Colmenero, quien presentó ayer 'El faro romano de Brigantium Flavium, Torre de Hércules de A Coruña', libro en el que recoge cinco años de investigaciones sobre este monumento. El investigador estima que se levantó durante el mandato del emperador Augusto y que no fue solo una señal marítima, sino que tuvo también funciones militares, para lo que albergó un destacamento de soldados de la legión Gemina X
"La Torre de Hércules es única en todo el Imperio Romano, ya que hay otros faros que se conservan pero no pueden hacerle sombra", manifestó ayer el historiador Antonio Rodríguez Colmenero sobre el faro coruñés durante la presentación en la Autoridad Portuaria del libro publicado por este organismo que recoge las investigaciones sobre el mismo realizadas durante los últimos cinco años, en las que aporta importantes descubrimientos sobre su construcción, su diseño original y el sistema de iluminación empleado. En su opinión, "la Torre es un referente en la arqueología romana y La Coruña tiene la obligación de promoverla, difundirla y promoverla porque tiene mucho que presumir de ella".

La más importante de las novedades que revela Colmenero es que la Torre es más antigua de lo que hasta ahora se pensaba, ya que se databa en el siglo I e incluso principios del II después de Cristo, cuando, en su opinión, su construcción pudo iniciarse entre los años 13 y 5 antes de Cristo. El investigador considera que el faro forma parte de una serie que se extendía por el Cantábrico a lo largo de una ruta que llegaba hasta Germania y que se levantó en homenaje al emperador Augusto.

También interpreta que la mención que hace el geógrafo griego Ptolomeo a la costa gallega en la que menciona "tres claros" se refiere al faro coruñés porque el prisma con espejos existente en su linterna hacía que a lo lejos se vieran tres luces para diferenciarlas de otras posibles que hubiera en la costa. Para apoyar su tesis, relaciona el río Mearou que el autor heleno menciona en su obra con el Mero, que además ubica en las mismas coordenadas que Brigantium Flavium , nombre que los romanos dieron a la población que levantaron en la actual La Coruña.

Foto: El profesor Antonio Rodríguez Colmenero (izquierda) en la presentación de su libro junto al presidente de la Autoridad Portuaria de La Coruña, Enrique Losada Rodríguez, y Ana Goy, de la Universidad de Santiago.

Colmenero explica además que fuese un arquitecto lusitano -Cayo Sevio Lupo- el elegido para dirigir la obra por la razón de que Brigantium Flavium pertenecía entonces a la provincia de Lusitania, que años más tarde pasó a la Citerior. El historiador señala además que el faro se construyó mediante una rampa y no con el uso de armazones que a su entender habrían sido derribados por el viento y que en su parte superior contaba con una cúpula que protegía la linterna. La alimentación del fuego que divisaban los navegantes se efectuaba con aceite y no con leña o paja como se apuntaba hasta ahora, para lo que se usaba un depósito del que sobresalía una mecha.

Colmenero relaciona además el diseño idéntico de las tres primeras plantas de la Torre con su uso militar, ya que piensa que alojaron a 40 soldados de la legión Gemina X, que se encargarían de garantizar el cobro de los derechos aduaneros a los barcos que recalasen en el puerto coruñés, así como de proteger la ciudad, para lo que se apoya en las inscripciones halladas en los sillares del faro, a su juicio realizadas por los legionarios y que hacen referencia a esa unidad militar, destacada en esta parte de Hispania en aquellos años. Según sus estudios, el faro comunicaría también este asentamiento con el campamento romano de Sobrado dos Monxes.

Representación del diseño original de la Torre de Hércules y de su acceso, según la investigación de Colmenero

Excavaciones

El investigador defendió que continúen las excavaciones en la Torre..., ya que las últimas realizadas le permitieron conocer las dimensiones de la rampa de acceso al edificio y apuntó que lo ideal sería que las acabase el mismo equipo y que para él sería un placer participar en esos trabajos. "La Torre de Hércules es excepcional desde todos los puntos de vista, tanto desde el civil como el militar", destacó sobre el faro coruñés Colmenero, quien recordó que fue incluida en el patrimonio de la humanidad de la Unesco antes de que se conocieran estos importantes datos sobre su antigüedad y construcción.

Durante la presentación, Ana Goy, directora del Centro de Estudios de la Ciudad de la Universidad de Santiago, puso de relieve que la publicación de esta obra se produce durante la celebración del décimo aniversario del ingreso de la Torre en el patrimonio mundial. El libro de Colmenero está editado en colaboración con esa entidad universitaria, que según Goy "ofrece a las administraciones una investigación de calidad, de manera que el patrimonio pueda ser conocido por la sociedad con el rigor necesario".

Fuente: laopinioncoruna.es | 4 de julio de 2019

Identifican la ubicación exacta de la necrópolis ibérica de Los Collados (Córdoba)

Foto: Poblado ibérico del Cerro de la Cruz, en Córdoba

A finales del siglo XIX, el mundo vivía una fiebre arqueológica. La provincia de Córdoba no se quedó al margen y justo el mismo año en el que se fundó el Museo Arqueológico Nacional (en 1867) se produjo en un cerro de Almedinilla el que probablemente es uno de los grandes hallazgos del momento: un antiguo poblado ibero y una necrópolis con más de 250 tumbas de las que salieron ajuares y al menos 44 armas únicas (las famosísimas falcatas), muchas de las cuales están repartidas por museos de medio mundo.

Este martes, el Ayuntamiento de Almedinilla ha informado oficialmente de que por fin ha sido “descubierta la famosa necrópolis ibérica de Los Collados”. El lugar, arrasado por los expoliadores prácticamente desde que se descubrió, permanecía oculto desde finales del siglo XIX. Ahora, con la financiacion del Ayuntamiento de Almedinilla y el Ecomuseo del río Caicena/Museo Histórico de Almedinilla, y con los permisos pertinentes de la Junta de Andalucía, un equipo formado por Manuel Abelleira, Nacho Muñiz, Andrés María Adroher Auroux, Andrés Roldán Díaz y Francisco J. Matas (y sus compañeros de la asociacion de detectoristas) han dado con la necrópolis de Los Collados.

Foto: Restos en el poblado íbero del Cerro de la Cruz donde se encuentra la necrópolis.

Este lugar fue excavado por Luis Maraver (uno de los fundadores de la Real Academia de Córdoba) y Alfaro a finales del siglo XIX. De hecho, se considera que éste es el yacimiento arqueológico decano en la provincia de Córdoba. Todo lo que se encontró fue a parar al Museo Arqueológico Provincial, aún pendiente de crearse en aquellos años. Después, pasaron por la necrópolis Pierre Paris y Arthur Engel, “padres de la Arqueología Ibera”, con mayúsculas, como destaca el Ayuntamiento.

Y tras ellos, nadie más. Los franceses no documentaron el lugar exacto en el que estaba la necrópolis, imprescindible para entender a la población ibera previa ya a la romanización de la provincia. Ahora, una vez localizado el yacimiento se inicia un nuevo periodo de investigación. Las técnicas de excavación de finales del siglo XIX fueron muy rudimentarias comparadas con las de la actualidad, y es probable que de un posterior estudio a lo ya exhumado se produzcan nuevos descubrimientos.

Detalle del hallazgo en una imagen distribuida por el Ayuntamiento de Almedinilla.

Los Collados se localiza en las inmediaciones del Cerro de la Cruz, uno de los más interesantes poblados de época ibérica de la provincia de Córdoba que han podido estudiarse científicamente, según refleja el estudio de la Junta de Andalucía publicado en su catálogo de patrimonio. Los 650 metros cuadrados de superficie excavada lo convierten en uno de los escasos ejemplos de asentamientos de baja época excavados de manera intensiva en toda Andalucía, a lo que debe añadirse su buen estado de conservación.

Foto: Falcata hallada en la necrópolis de Los Collados. - CÓRDOBA

Los principales hallazgos (muchos repartidos por museos de medio mundo) de Los Collados son las falcatas (las poderosas armas que fascinaron a los romanos tras la conquista de Hispania) con nielados de plata, cuchillos, soliferro y peines, datados en los siglos V y IV a. C. De igual modo, es de destacar la cerámica ática del siglo IV antes de Cristo: kylix, cráteras y cerámicas de figuras rojas; así como la cerámica ibérica: vasos y cráteras. La necrópolis está formada por una gran concentración de tumbas, con urnas cinerarias.

Los resultados de las últimas excavaciones, lideradas por el catedrático de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo, que dirigió las primeras en el poblado en 1985-87-89. Después, en cuatro campañas de 2005 a 2009 dirigidas por Ignacio Muñiz (Arqueólogo Municipal de Almedinilla), E. Kavanag y F. Quesada (Universidad Autónoma de Madrid), se confirmó la destrucción violenta del poblado en el contexto de la romanización (Viriato y las Guerras Lusitanas) con niveles de incendio y restos humanos con evidencias de muerte violenta.

Fuente: cordopolis.es | 10 de julio de 2019