La estrella que adoraban en Canarias desde Risco Caído

Foto: Fortaleza de Chipude (La Gomera)

Los antiguos grancanarios adoraban a la estrella VY Canis Majoris desde Risco Caído, declarado este verano Patrimonio Mundial de la Humanidad por Unesco. La astronomía de los aborígenes canarios era bastante sofisticada pues llevaban cuentas lunares, solares, siderales e incluso controlaban los eclipses, y sus estrellas predilectas eran las dos más brillantes, Canopo en Tenerife y Sirio en Gran Canaria (VY Canis Majoris).
La imagen del vídeo proviene del instrumento Sphere por el telescopio ESO en Chile. VY Canis Majoris, una de las estrellas más grandes conocidas de la Vía Láctea. Es de 30 a 40 veces la masa del Sol y 300.000 veces más luminosa.

El profesor de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna, José Barrios (izquierda), sostiene que «en La Gomera el lugar privilegiado de observación de Canopo utilizado por los antiguos gomeros no sería otro que la llamada cueva de San Blas, situada en la cara sur de La Fortaleza de Chipude, emblema religioso de los antiguos pobladores de la isla», argumenta el profesor.
El culto a Canopo está bien documentado en la etnografía norteafricana del siglo pasado y su presencia en Canarias prueba la considerable antigüedad de este sistema religioso norteafricano, además de proporcionar una importante información sobre los primeros habitantes de las islas, señala el investigador.

Explica José Barrios que el orto helíaco de Canopo, es decir, la primera aparición por el horizonte de la estrella tras su período de invisibilidad, se produce a mediados de agosto y habría servido a los aborígenes para marcar la primera luna del calendario y sincronizar el calendario lunar con el ciclo de las estaciones.
Las fiestas guanches de comienzos del año canopial perviven en las actuales fiestas de agosto en honor de la Virgen de Candelaria, apunta el investigador, quien comenzó a relacionar el origen del culto a dicha imagen en Tenerife y en La Gomera.

En el municipio gomero de Chipude se celebra también la festividad de Candelaria el 15 de agosto y al experto le llamaron la atención estos paralelismos con el culto a la misma virgen en Tenerife. Ello coincidía además con el hecho de que la cueva se encuentra al sur de la Fortaleza de Chipude, un emblema religioso de los antiguos gomeros.


Al acceder a la cueva de San Blas, que está vacía de restos arqueológicos, se percató de que ofrece una visión astronómica enfocada al sur desde donde se ve Canopo en el horizonte todo el año, además de Sirio.

La festividad de San Blas se celebra el 3 de febrero, al día siguiente del culto católico a Candelaria, y también estaría relacionada con la aparición de Canopo tras la puesta del Sol, lo que sucede a finales de enero y principios de febrero.

Hay pruebas de que en Tenerife los guanches hacían celebraciones en febrero en el actual municipio de Candelaria, según recoge la historia del padre Espinosa al relatar que en 1497 los conquistadores asentados en La Laguna tuvieron que dirigirse a la citada localidad sureña para buscar los guanches que se habían ausentado de la ciudad.

José Barrios detalla además que en documentos antiguos recogen la existencia de una ermita antigua de Candelaria «la vieja» en un barranco cercano a la fortaleza de Chipude. El personal del Museo Arqueológico de La Gomera pudo localizar el emplazamiento exacto de la ermita porque se conservaba en la memoria oral del pueblo.

Este lugar consistía en una estructura de piedra con una cruz de madera que podría tener más de 500 años, pues sería anterior a la actual iglesia de Candelaria en Chipude, que data de 1530, y podría simbolizar el contacto inicial entre indígenas y conquistadores.

Fuente: abc.es| 17 de julio de 2019

La villa romana de Noheda, en Cuenca, abre sus puertas 'sine die'

A las 11.30 horas, multitud de curiosos, vecinos y representantes políticos de Villar de Domingo García -localidad donde se ubica el yacimiento-, Cuenca y Castilla-la Mancha han acudido hasta el yacimiento arqueológico de Noheda para dar por abierta la villa romana al público en general.
El director arqueológico, Miguel Ángel Valero, ha explicado que, por la dimensión del mosaico figurativo, por la ornamentación, por la opulencia de las construcciones, "Noheda se ha convertido desde el punto de vista científico en uno de los yacimientos más requeridos en congresos internacionales". "Ahora devolvemos a la sociedad este mosaico después de las inversiones realizadas".

Miguel Ángel Valero, ha avanzado que a lo largo de la campaña de excavaciones de este verano que financia el Gobierno de Castilla-La Mancha se va a realizar una reconstrucción del paisaje y se va terminar la definición a través de georadar de la parcela para conocer más detalles del complejo.
Ya se ha conseguido determinar la posible localización de una estructura de 850 metros que podría corresponder a un salón de recepciones y del que por el momento se ha localizado un muro a través de la campaña de excavaciones.


Del mismo modo, el arqueólogo ha explicado que la idea es ya abrirlo 'sine die', es decir, para siempre, y aprovechando las excavaciones que están en marcha, de tal manera que "durante julio los estudiantes universitarios que están participando en las mismas serán los propios guías del mosaico".

El alcalde del municipio, Francisco Javier Parrilla, ha explicado que hace un año, cuando el exconsejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, visitó la villa romana, ya le pidió su apertura, viéndose cumplida 365 días después. Asimismo, espera que las próximas inversiones"que el yacimiento merece" sean jugosas y cuantiosas para que cuanto antes los turistas puedan conocer el mosaico "en todo su esplendor".

Parrilla ha puesto de relieve "inversiones superiores a un millón de euros" por parte del anterior equipo de gobierno de Diputación de Cuenca para construir el edificio que hoy da cobijo al yacimiento.


LAS VISITAS NO INTERRUMPEN LOS TRABAJOS

La consejera de Cultura de Castilla-la Mancha, Rosa Ana Rodríguez, ha destacado que "con la apertura al público del yacimiento no se interrumpen los trabajos, al contrario, se fortalece y reconoce aún más el trabajo de los arqueólogos y voluntarios que están trabajando". Así, a juicio de la consejera, los visitantes podrán contemplar cómo se sacan a la luz restos tan antiguos que datan del siglo I antes de Cristo. "Estamos dando al yacimiento un sentido social, que es lo que queremos hacer con el resto de los yacimientos de Castilla-la Mancha", ha señalado.

Aquellos interesados en visitar el yacimiento arqueológico de la Villa Romana de Noheda así como su mosaico pueden reservar cita a través del correo electrónico red.arqueologica.CLM@tragsa.es, y que figura en el portal de Cultura de Castilla-La Mancha www.culturacastillalamancha.es con toda la información al respecto.

Durante julio y agosto las visitas serán gratuitas de lunes a sábado de 9.00 a 13.00 horas y de 18.00 a 20.00 horas. Los domingos de 10.00 a 13.00 horas. La visita guiada, de una hora de duración aproximada, será también gratuita los lunes y sábados a las 11.00 horas y a las 19.00 horas y los domingos a las 11.00 horas.

Fuentes: 20minutos.es | miciudadreal.es | 19 de julio de 2019

Descubren pinturas rupestres de tradición esquemática plasmadas sobre granito en Orense


Pinturas en el yacimiento de Ceadá das Laxes das Chas. TWITTER (@uvigo)

Un equipo de investigadores de la Universidad de Vigo descubre pinturas rupestres de tradición esquemática, realizadas sobre granito, en el yacimiento del Castelo de Lobarzán/A Ceadá das Laxes das Chas (Orense), que se encuentra en los concejos de Monterrei y Oímbra.

La directora del proyecto y arqueóloga del Grupo de Estudios de Arqueología, Antigüedades y Territorio (Geaat), Beatriz Comendador (izquierda), destaca que "se trata de los primeros motivos que se encuentran en Galicia sobre este tipo de soporte". El hallazgo se realiza dentro del marco del proyecto de recuperación patrimonial, paisajístico y etnográfico que realiza la Universidad de Vigo en esta zona.

Beatriz Comendador explica que, en el transcurso de los trabajos preparatorios, tuvieron conocimiento de la existencia de unas posibles pinturas, a través de J. L. Arias, que había visitado el lugar de forma conjunta con otros vecinos de O rosal (Oímbra). Una vez localizado el enclave, los arqueólogos Beatriz Comendador, Víctor Rodríguez y Nieves Amado, confirmaron la existencia de pintura prehistórica, conjuntamente con los restos arqueológicos "característicos de una cronología correspondiente al tercer milenio antes de nuestra era", destaca la profesora de Historia del campus de Orense.

Las pictografías localizadas, se encuentran en una pequeña cavidad de bloques y grandes piedras desplazadas, parcialmente a la intemperie y situadas en la pendiente del yacimiento. Beatriz Comendador destaca que se puede integrar dentro de la tradición del arte esquemático y que "el abrigo natural se encuadra en la categoría de locales ocultos, de acceso difícil e incluso peligroso, y los motivos se encuentran en la pared de un corredor natural semiabierto, con una apertura con dominio visual sobre el valle".



La directora del proyecto destaca que "el hallazgo está compuesto por dos motivos aislados, situados cerca de la base, a una altura de unos diez centímetros del suelo". Y subraya, como aspecto importante, que "están realizados sobre granito, siendo los primeros en Galicia que se encuentran en este tipo de soporte, teniendo en cuenta que se conocía pintura en el interior de cámaras funerarias, pero no en este tipo de abrigos naturales".


Sobre las pinturas descubiertas, la arqueóloga de la Universidad de Vigo explica que "se trata de figuras realizadas en tinta plana roja, aparentemente de colores semejantes, con una fuerte abstracción y hieratismo". Uno de los motivos localizados es "una figura antropomorfa, asimilable al tipo de los antropomorfos cruciformes o los sexuados conocidos en Las Batuecas (Salamanca), Cáceres, Cabeza del Buey (Badajoz) y otras zonas más meridionales".

La cronología en estas áreas sería consecuente con la primera ocupación conocida del enclave del Castelo de Lobarzán/A Ceadá das Laxes das Chas, caracterizada por un importante conjunto de cerámicas prehistóricas, entre ellas las del tipo Penha, propia de los asentamientos del Neolítico final/Calcolítico en el noroeste peninsular, y especialmente en el valle del Támega.

Fuente: farodevigo.es | lavozdegalicia.es | 16 de julio de 2019

Arqueólogos israelíes afirman haber encontrado el lugar de nacimiento de San Pedro

Foto: Vista aérea de la estructura de la iglesia bizantina hallada en El Araj.

Arqueólogos israelíes anunciaron el pasado viernes el hallazgo de una iglesia en la región de Galilea, la cual aseguran fue erigida en el lugar de la antigua casa de los apóstoles Pedro y Andrés.

Esta iglesia bizantina fue encontrada en El Araj, entre los lugares bíblicos de Cafarnaúm y Kursi, anunció Mordechai Aviam (izquierda), director de las excavaciones arqueológicas.
Según Aviam, se trataría de Betsaida, un pueblo de pescadores donde nacieron Pedro y su hermano Andrés, según el Evangelio de Juan.

San Pedro, expescador, es considerado por la religión cristiana como uno de los primeros discípulos de Jesús. Para la Iglesia católica, es el primer Papa. La iglesia hallada se corresponde con la descripción que hace de ella el arzobispo bávaro Willibald, durante su viaje a Betsaida en 725: en aquel entonces indicó que una iglesia había sido construida en el lugar donde vivieron Pedro y Andrés, según Aviam.

Foto: Excavaciones de iglesia hallada supuestamente donde vivió San Pedro.

“Entre Cafarnaúm y Kursi solo hay un único lugar que este visitante del siglo VIII describe como una iglesia”, subraya Aviam. “Y hemos descubierto este templo. Solo se ha excavado un tercio del mismo, incluso algo menos, pero sí, se trata de una iglesia, estamos seguros”, declaró. “La estructura es la de una iglesia, las fechas [de construcción] son de la época bizantina y los mosaicos en el suelo son típicos del periodo".


Piso de mosaico de la iglesia encontrado en el-Araj. Crédito: Zachary Wong.

En base a más de 100 monedas halladas, la iglesia parece haber sido construida en el siglo V, casi 500 años después de que los apóstoles hubieran vivido y se hubiera abandonado a fines del siglo VII o siglo VIII.

Los arqueólogos también encontraron fragmentos de mármol de la pantalla del presbiterio que habría separado a la congregación del sacerdote en el altar. La pantalla de piedra había sido decorada con una corona de flores. Otros descubrimientos incluyeron, aparte de mosaicos, tejas características de grandes edificios y un fragmento de una talla de tiza con una cruz.

Cruz tallada en piedra encontrada en el-Araj. Crédito: Zachary Wong.

Las excavaciones, que comenzaron hace dos años, "sacaron a la luz un pueblo romano, con cerámica, monedas, vajilla de piedra dura característica de los hogares judíos del siglo I”, precisó el director de la exploración arqueológica.

Otros sitios, como lugar de nacimiento de San Pedro, compiten con el hallazgo A dos kilómetros de El Araj, el lugar de Et Tell es objeto de una excavación desde 1987, en la cual se han encontrado ruinas de un antiguo templo romano. A este respecto, el profesor Rami Arav (derecha), del Hebrew Union College, argumenta a Haaretz: "Es bastante irrazonable pensar que los constructores de esta estructura eclesial del siglo VIII supieran de cualquier cosa, por no hablar de la casa de Pedro del siglo I, estaba enterrada a tres metros bajo el edificio. Habrían necesitado de de inspiración divina, e imaginación, para saber esto".

Para el profesor estadounidense Steven Notley, asociado a las excavaciones en El Araj, hay que continuar las investigaciones antes de establecer con certeza que se trata de Betsaida. “Hallar una inscripción que describiera en memoria de quién fue construida la iglesia sería una buena manera de garantizarlo", declaró al diario israelí Haaretz.

Fuentes: elcomercio.com | haaretz.com | 19 de julio de 2019

Núcleos de tierra desentrañan los misterios de la antigua civilización de la isla de Malta

Los templos de Ġgantija, en Malta, se encuentran entre los primeros edificios independientes conocidos


Los misterios de una antigua civilización que sobrevivió durante más de un milenio en el archipiélago maltés, y luego se derrumbó en dos generaciones, están siendo descifrados por arqueólogos que analizan el polen enterrado profundamente, así como el ADN de antiguos cráneos y huesos, técnicas se están expandiendo en la actualidad en entornos donde antes se creía que no era posible utilizar.
La cultura de los Templos Megalíticos de Malta, en el Mediterráneo, comenzó hace casi 6.000 años y, en su apogeo, probablemente contaba con varios miles de personas, esto es, con una densidad poblacional mucho mayor que en la Europa continental en ese momento. La gente de la isla construyó enclaves sagrados elaborados, como el famoso complejo de los Templos de Ggantija, donde sus edificios constituyen las primeras construcciones independientes conocidas.
Sin embargo, después de 1.500 años, su derrumbe fue efectivo.

La profesora Caroline Malone (izquierda), especialista en prehistoria en la Queen's University Belfast, en Irlanda del Norte, ha querido comprender cómo la frágil ecología de la isla mantuvo a la gente durante tanto tiempo, a pesar de las sequías, las tormentas violentas y la erosión del suelo, y por qué finalmente fracasó.

Ella dirige un proyecto ambicioso, Fragsus, el cual se basa en la utilización de múltiples herramientas arqueológicas tendentes a encontrar algunas respuestas. En este sentido, los científicos han perforado núcleos terrestres de entre 8 y 30 metros de profundidad, a fin de datar los sedimentos mediante carbono 14 y comprender a qué periodo de tiempo pertenecen.

Así mismo, han recopilado el polen a intervalos de 2 cm y y analizado sus firmas químicas impresas por el ambiente circundante con el fin de comprender qué nutrientes absorbían del suelo las plantas parentales. "Además, los moluscos incrustados en el suelo nos revelan detalles del paisaje, ya que los caracoles son muy particulares sobre el lugar dónde viven y no se suelen mover muy lejos", dijo la profesora Malone.

Mientras tanto, otros especialistas evalúan el desgaste de decenas de miles de huesos humanos de un enterramiento para comprender el estilo de vida de los isleños. El equipo ha abierto nuevos caminos al analizar el ADN de los restos óseos, añade la profesora Malone. Generalmente se había pensado que la calidez de cualquier clima al sur de los Alpes destruiría ese ADN antiguo, pero ha resultado que los cráneos enterrados a una profundidad relativamente fría de cinco metros todavía albergaban ADN en la zona detrás del oído.

Foto: El sitio del templo de Santa Verna bajo excavación. La imagen muestra al equipo reabriendo la trinchera de Ashby que atravesaba el pasaje principal del templo.

Erosión

Por lo que han descubierto, el equipo piensa que estas personas entendieron la importancia de la gestión del suelo para evitar la inanición. Cien años después de su llegada al pequeño archipiélago maltés de 316 kilómetros cuadrados habían derribado la mayoría de los árboles y expuesto el suelo a una erosión drástica.

Para sobrevivir, criaron animales lecheros en lugar de priorizar la carne, matando el ganado recién nacido antes de que tuvieran la oportunidad de pastar. Mezclaron el estiércol del ganado con la tierra del suelo e incluso pudieron haber realizado viajes agotadores transportando suelo lavado hacia los valles que se encuentran cuesta arriba con el fin de refrescar los campos de las tierras altas. Las evidencias de esto se encuentran en surcos extraños y paralelos en el suelo que pueden ser huellas de carretas, así como en señales de los esqueletos, en los que los tejidos blandos a veces se encuentran desgastados por completo debido a una actividad dura y repetitiva.

"Curiosamente, casi no comían pescado", comenta la profesora Malone.

Foto: Escaneo láser 3D de los silos de la Edad de Bronce excavados en Nuffara. El silo de la izquierda contenía material de la Edad de Bronce, púnico, romano y medieval (cortesía de John Meneely).

Para lograr ese esfuerzo colaborativo tan complejo, algo poderoso tuvo que haber unido a la comunidad: los templos. Hasta ahora, se pensaba que la Cultura de los Templos se centraba en la adoración de una diosa madre, pero la profesora Malone cree que estaba más orientada hacia una cultura hogareña, basada en el ritual y el banquete, donde la comida, en lugar de una deidad, era más venerada. En los complejos edificados resulta evidente que las gentes exhibían su ganado y la cosecha agrícola en bancos y altares especiales, al tiempo que almacenaban sus alimentos y realizaban fiestas.

"No hay pruebas esqueléticas de muertes violentas ni tampoco de fortificaciones", dice la profesora Malone. "En su lugar, la sociedad parece haber sobrevivido mediante la cooperación y el intercambio".


Foto: Pared / rampa colapsada frente al Templo de Ggantija (fondo), bajo excavación.

Deficiencias

A pesar de la fortaleza y el éxito de tal sociedad, a medida que pasaron los siglos la erosión del suelo y las condiciones climáticas empeoraron, como así lo demuestran los diferentes tipos de polen hallados en el subsuelo, la disminución del número de restos arbóreos y los huesos humanos deteriorados por deficiencias en la dieta.

En los siglos finales de la Cultura de los Templos, entre el 2600 a.C. y el 2400 a.C., la mitad de los fallecidos eran niños.

"Otros factores probablemente contribuyeron a su declive", agrega la profesora Malone. "Los cráneos adultos de ese tiempo son muy variados, su ADN indica la llegada de inmigrantes procedentes de las estepas euroasiáticas y el África subsahariana, lo que posiblemente causó presión en la población, así como nuevas enfermedades".

El golpe decisivo puede haber sido una catástrofe desconocida ocurrida alrededor de 2.350 a.C., un período durante el cual, según el análisis de los anillos de los árboles, toda la región sufrió un evento climático catastrófico, posiblemente una nube de polvo causada por una erupción volcánica.

El ADN paleoambiental registrado en núcleos de sedimentos terrestres proporciona una perspectiva a largo plazo sobre cómo las Islas Canarias resistieron el cambio climático. Crédito: Lea de Nascimento

Laboratorios

Las islas del archipiélago maltés pueden ser usadas como laboratorios para comprender el cambio en el mundo, señala el profesor Malone.

Sin embargo, las peculiaridades geográficas de las mismas también pueden presentar problemas al hacer redundantes las técnicas de investigación convencionales. En las Islas Canarias, en España, por ejemplo, el polen antiguo no está bien conservado en el terreno local. Además, muchas plantas importantes de las islas, como sus emblemáticos árboles de laurel, producen polen nulo o escaso, y las condiciones ambientales también han erosionado otras piezas de evidencia, como los macrofósiles.

La Dra. Lea de Nascimento (izquierda), especialista en ecología en la Universidad de La Laguna, Tenerife, dijo: "Nos falta una buena preservación de todos los elementos convencionales".

Ella busca reconstruir la historia de la vegetación en las Islas Canarias, en particular, cómo era antes de que los humanos llegaran hace más de 2.000 años. Para hacerlo, está utilizando la nueva técnica paleoecológica llamada análisis del ADN paleoambiental.

El ADN paleoambiental queda fijado en el suelo o el agua mediante microorganismos, especies de plantas y animales, y los científicos lo analizan cada vez más para descubrir lo qué está pasando en el entorno actual. Es una herramienta paleoecológica relativamente nueva, que hasta ahora se ha utilizado en lugares mas fríos y secos debido a la vulnerabilidad del polen al calor y la humedad. Sin embargo, la Dra. de Nascimento está tratando de investigar el polen de las Islas Canarias en muestras de núcleos de tierra que abarcan varios miles de años.

A través del proyecto ISLANDPALECO, ella ha pasado dos años en un laboratorio de Nueva Zelanda aprendiendo de expertos cómo buscar ADN paleoambiental en núcleos de sedimentos. Después de un año de contratiempos, ha logrado encontrar ADN de 100 años de antigüedad en una variedad mucho más rica que la que se puede encontrar en el registro del polen, si bien todavía espera poder recuperar ADN paleoambiental.

"Si usted tiene una perspectiva de largo plazo, podrá conocer la resiliencia de los ecosistemas", dijo. "Ello nos ayudará a comprender cómo reaccionará un ecosistema si seguimos presionándolo en el futuro, o cómo responderá al cambio climático".
"Saber más sobre los ecosistemas pasados también ayudará a los conservacionistas actuales a restaurar los paisajes agotados por los humanos y los animales que se trajeron", agrega. "El problema es que puede suponer invertir mucho dinero restaurar un ecosistema que nunca estuvo ahí".



Fuente: phys.org | 11 de julio de 2019

Germán Delibes y Ángel Ramos reciben los "Premios Evolución" 2019 de la Fundación Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 18 de julio de 2019. El Catedrático de Prehistoria, Germán Delibes, junto a Ángel Ramos, quien fue director de la Obra Social y Cultural de Caja de Burgos, reciben hoy los "Premios Evolución" 2019 de la Fundación Atapuerca, por acuerdo unánime del Patronato en su sesión de 30 de noviembre de 2018.

El acto se celebra ante los miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca, coincidiendo con la campaña de excavación, y lo conducirán sus codirectores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Estarán presentes representantes de administraciones públicas e instituciones, buen número de patronos, colaboradores y amigos de la Fundación Atapuerca.

Los "Premios Evolución" se crearon en 2009 para reconocer la labor de aquellas personas o instituciones que han apoyado al Proyecto Atapuerca de forma relevante, y se concede cada dos años, en dos categorías. En esta VI Edición de los Premios, el Prof. Germán Delibes de Castro, recibe el "Premio Evolución" a la labor científica por su trabajo de investigación y de impulso al conocimiento de la prehistoria que ha sido y es muy importante, así como su constante apoyo al proyecto científico. Delibes es prehistoriador, arqueólogo, y Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid.


Por su parte, Ángel Ramos Serna recibe el "Premio Evolución" a los valores humanos por su labor en Caja de Burgos, tan importante para la creación de la Fundación Atapuerca, y su apoyo constante al Proyecto Atapuerca. D. Ángel Ramos Serna fue desde el año 1984 el director de la Obra Social y Cultural, y Relaciones Institucionales de la Caja de Burgos así como Tesorero de la Fundación Atapuerca hasta el año 2003.

Los Premios consisten en dos esculturas donadas por el artista burgalés Oscar Martín. La escultura representativa del "Premio Evolución” a los valores humanos la ha titulado su autor "Adición", y es una figura antropomorfa. La escultura representativa del "Premio Evolución” a la labor científica lleva por título “Dualidad", y representa a dos homínidos que se apoyan espalda contra espalda.


EDICIONES PASADAS DE LOS “PREMIOS EVOLUCIÓN”

En su primera edición, en 2009, el Premio Evolución a los valores humanos fue otorgado a don Antonio Miguel Méndez Pozo, y el Premio Evolución a la labor científica al investigador norteamericano de la Universidad de Berkeley (California), Prof. Timothy White. En la siguiente edición, en 2011, el Premio en sus dos modalidades recayó, de forma excepcional, en un único Premiado: el Profesor Emiliano Aguirre, primer director de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En la tercera edición, en 2013, el Prof. Trinidad de Torres recibió el Premio Evolución a la labor científica, mientras que el Grupo Espeleológico Edelweiss recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la cuarta edición, en 2015, los Profesores Henry de Lumley y Marie-Antoinette de Lumley recibieron el Premio Evolución a la labor científica y la Base Militar Cid Campeador, de Castrillo del Val, recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la quinta edición, en 2017, la Profesora Mina Weinstein-Evron recibió el Premio Evolución a la labor científica y la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, recibió el Premio Evolución a los valores humanos.