Los denisovanos tenían dedos más similares a los de los humanos modernos que a los de los neandertales

Reconstrucción virtual de la quinta falange distal hallada en la cueva Denisova. Crédito: © Foto del fragmento distal de la falange: Eva-Maria Geigl, Institut Jacques Monod (CNRS / Université de Paris). Micro-CT y reconstrucción virtual: Bence Viola, Departamento de Antropología, Universidad de Toronto (Canadá).

Los misteriosos homínidos denisovanos tenían dedos más similares a los de los humanos modernos que a los de los neandertales, con los que estuvieron más relacionados, según un artículo que publica hoy, miércoles, la revista Science Advances.

La secuencia completa de un genoma de alta calidad reveló en 2010 la existencia de una población humana en Asia, los denisovanos, relacionada con sus contemporáneos neandertales (Homo neanderthalensis), señalaron los investigadores encabezados por E. Andrew Bennett, del Instituto Jacques Monod de la Universidad de París.

El conocimiento científico de los denisovanos se limita a cinco restos óseos, principalmente molares.
El fragmento proximal de la falange de un quinto dedo, encontrado en la caverna de Denisova, en el sur de Siberia y que se usó para generar el genoma, estaba demasiado incompleto como para obtener información morfológica útil.
Sin embargo, la secuencia mitocondrial de ese fragmento cambió la visión de los autores de la investigación sobre la evolución de los linajes de los homínidos durante el período del Pleistoceno temprano en Eurasia, revelando una población humana arcaica hasta entonces desconocida.
Modelo de la filogenia de las poblaciones de neandertal, denisovanos y 'Homo sapiens' en los últimos 1.400.000 años, deducida de los genomas nuclear (envoltura azul) y mitocondrial (líneas rojas). El eje vertical representa el tiempo en miles de años (ka) atrás. Las fechas de divergencia poblacional estimadas a partir de datos genómicos y estimaciones de fechas de bifurcación del genoma mitocondrial proceden de los estudios de Prüfer et al. y Meyer et al. Los marcadores a la izquierda indican las medias de las estimaciones para las fechas, y las barras de error indican intervalos de confianza del 95%. Los eventos de flujo de genes inferidos a partir de secuencias del genoma se representan como flechas azules punteadas.

Las conclusiones de este análisis indican que las características óseas únicas de los neandertales se desarrollaron después de su separación, en términos de evolución, de los denisovanos hace unos 640.000 años.

Los paleontólogos ya han determinado que los denisovanos vivieron en Asia por cientos de miles de años y, ocasionalmente, se aparearon con los neandertales y tal vez incluso con los humanos euroasiáticos arcaicos, ya que algunas poblaciones humanas del presente son portadoras de ácido desoxirribonucleico (ADN) denisovano.

Bennett y su equipo han cotejado ese fragmento con otros restos mediante técnicas de secuenciación del ADN que permiten obtener toda la secuencia mitocondrial. Luego han analizado repetidas veces los escáneres y fotografías de los fragmentos y los han comparado con huesos de los dedos de los neandertales y de humanos modernos del Pleistoceno.
Esta investigación fue tan detallada que ha logrado determinar que el hueso correspondía a un quinto dedo de la mano derecha de una hembra denisovana adolescente que, probablemente, murió a los 13,5 años de edad.


Comparación de la vista dorsal de la falange de un neandertal (Krapina 206.12), un humano moderno reciente, y la falange de un denisovano reconstruida.

El análisis muestra que las dimensiones y la forma del hueso se encuentran dentro de las variantes del Homo sapiens y, al mismo tiempo, son diferentes de las falanges en el quinto dedo de los neandertales, aunque el ADN muestra que los denisovanos están más estrechamente relacionados con estos últimos.

Los huesos de los dedos de los neandertales son bastante fáciles de distinguir de los huesos de los dedos del Homo sapiens para los paleoantropólogos. La mayoría de los neandertales tenían huesos de los dedos proporcionalmente más largos, con extremos más anchos (llamados mechones). Bennett y sus colegas dicen que "tales características parecen estar más relacionadas con adaptaciones funcionales que con el clima frío", a diferencia de otras distinciones anatómicas entre nosotros y los neandertales. El hueso del dedo denisovano no se ve diferente al de un Homo sapiens, pero sí es bastante ddiferente al de un neandertal.

Una mandíbula parcial denisovana, de hace 160.000 años y hallada en Xiahe, China (derecha), ofrece una visión evolutiva diferente, pero que se alinea bien con lo que nos cuenta el dedo meñique dede la niña denisovana. Algunas de las características de esa mandíbula parcial son muy similares a las de los neandertales, lo que sugiere que ambas especies heredaron tales características de su último antepasado común. Pero algunas características de las mandíbulas de los neandertales no aparecen en en los denisovanos, lo que sugiere que las mismas, al igual que las diferencias en la forma de los dedos, probablemente surgieron más tarde en respuesta a diferentes presiones evolutivas.
Parecen diferencias sutiles, pero son pistas sobre los tipos de presiones evolutivas que dieron forma a los neandertales, a los denisovanos y a nuestros antepasados ​​de manera pequeña pero, en última instancia, importante durante las pocas decenas de miles de años en que los tres compartieron el planeta.

El ADN puede decirnos mucho acerca de cómo se relacionan las especies entre sí, pero aún necesitamos observar los huesos mismos para comprender cómo y cuándo cambiaron los rasgos particulares. La combinación de ADN y evidencia esquelética puede ayudarnos a comprender los detalles que diferencian a los humanos modernos de nuestros parientes homínidos más cercanos, así como las fuerzas ambientales y de otro tipo que configuraron esas diferencias.

Denisovano es el nombre dado a una especie o subespecie del género Homo, identificada a partir de restos óseos hallados en Siberia, y los científicos calculan que este homínido vivió entre hace un millón de años y 40.000 años en regiones compartidas con los neandertales y los Homo sapiens.
El ADN de los denisovanos contiene un 17 % de genoma de los neandertales, y se encuentra ligeramente en los genes de poblaciones actuales de Asia y Oceanía. EFE.

Fuentes: lavanguardia.com | arstechnica.com| phys.org | 4 de septiembre de 2019

Un puñado de euros paraliza el yacimiento arqueológico más importante de España

Vista aérea del Palacio-Santuario (y núcleo comercial) tartésico del S.V a.C.

Esta es la historia inexplicable de un premio de arqueología que despertó la más mezquina de las ambiciones: un poco de dinero. En noviembre de 2018, la Fundación Palarq distinguió con el primer premio Nacional de Arqueología y Paleontología al proyecto Construyendo Tarteso, que descubrió, entre otras cosas extraordinarias, en el yacimiento de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz) el primer sacrificio masivo del Mediterráneo y también la inhumación de un ser humano, muy rara en un tiempo en que a los muertos se les cremaba.

«Es la primera vez que Tarteso pasa del mito a la realidad arqueológica», celebró en su día Sebastián Celestino Pérez, arqueólogo responsable de este trabajo. Llevaban cuatro años excavando el lugar hasta el galardón, pero en 2019 no ha habido campaña. ¿Cómo es posible que el mejor yacimiento de la edad de Hierro en Europa se pare un año entero? No han desenterrado ni desenterrarán nada por un desacuerdo económico: el yacimiento más importante de España, paralizado por tan pedestre motivo.

Foto: Entrega del premio de la Fundación Palarq a los ganadores, el Dr. Sebastián Celestino Pérez y la Dra. Esther Rodríguez González, por parte de D. Antonio Gallardo Ballart, presidente de la Fundación Palarq, y D. Luis Monreal portavoz del jurado.

Ambición del propietario

Los problemas comenzaron poco después de la gala de entrega del premio, celebrada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Entre los asistentes se encontraban los dueños del terreno donde estaba el yacimiento, que durante años lo habían arrendado a un precio razonable. «Sabían que era relativamente importante, porque salíamos mucho en prensa y a cada poco se acercaban colegas investigadores a ver la excavación. Pero fue entonces cuando vieron la verdadera dimensión que tenía el yacimiento y decidieron exigir más dinero», explica a ABC, Celestino Pérez. A partir de ahí comenzaron los problemas. Los dueños mostraron su interés por que declararan su terreno como Bien de Interés Cultural (BIC), para que la expropiación fuese más rentable, y se pusieron en contacto con la Junta de Extremadura para comunicárselo.

Sarcófago aparecido en una habitación contigua al de una inhumación - ABC

Sin acceso

Pero al mismo tiempo impidieron el acceso a los investigadores. Todo esto ocurrió en diciembre de 2018. Por su parte, la Junta trató de llegar a un acuerdo económico con ellos, por considerar esta la forma más rápida de resolver el entuerto. Así que cada una de las partes realizó su valoración de las tierras (5.400 metros cuadrados de yacimiento más otros 7.500 de área de protección). «Las discrepancias son muy elevadas. Los propietarios nos solicitan en torno a los 205.000 euros, y la Junta hizo una valoración que en ningún caso supera los 100.000... Tenemos que velar por el dinero de los contribuyentes», asevera Jesús Alonso Sánchez, secretario general de ciencia, tecnología, innovación y universidad de la Junta de Extremadura.

El último movimiento oficial fue ese: el envío de la valoración a los propietarios. «Está claro que la familia quiere sacar el máximo rendimiento, pero todavía no hemos tenido respuesta a la valoración. Ahora la pelota está en su tejado», continúa Alonso Sánchez. Pero la investigación ha quedado un año paralizada. «Está todo el mundo llamándonos, preguntándonos qué es lo que pasa. Y solo podemos decirles que tenemos varias puertas tapiadas, que no podemos entrar. Estamos ante una situación anómala, en la que tenemos dinero pero no podemos excavar», lamenta Celestino Pérez.

Pies de una escultura griega de mármol cicládico que demuestra el comercio de la época.

Hablamos, no lo olvidemos, de una excavación que está revelando detalles de esa gran civilización que floreció en la península ibérica entre los siglos VIII y IV a.C., y de la que no se tenían muchos conocimientos exactos, más allá de leyendas alimentadas por la mitología griega y romana asociadas a héroes milenarios. Ahí está el edificio protohistórico construido en tierra mejor conservado del Mediterráneo occidental, que nos revela las técnicas que empleaban para levantar sus ciudades. Y hay joyas escultóricas, como una estatua de mármol procedente de las Cícladas… «Para nosotros el yacimiento de Casas del Turuñuelo representa un patrimonio cultural y científico sin parangón», añade Alonso Sánchez.

Con la negociación paralizada, la otra vía por la que se está intentando resolver este embrollo es la declaración de estos terrenos como Bien de Interés Cultural. Para esto no hay plazos fijos porque siempre «depende». Y desde la administración son muy celosos con los detalles. «La Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura está elaborando los informes pertinentes para valorar la posible incoación del expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural», afirman en un muy burocrático comunicado tras la petición de información de ABC.
«Es un proceso más lento, que tiene perjuicios para la investigación, que no se reactivará hasta que no haya una declaración de BIC y una posterior expropiación», aclara Alonso Sánchez. ¿Y cuánto se puede estirar el asunto? «Es un yacimiento muy bien documentado, no sería cosa de años», avanza. Mientras tanto, los investigadores hacen lo que pueden, siempre a distancia, claro, alejados del terreno. Ultiman la reconstrucción 3D del yacimiento y, además, han concluido el análisis de los tejidos allí hallados, realizado en colaboración con el equipo del Proyecto Procon, de la Universidad de Cambridge.

Fuente: elaboración propia - ABC

La lana más antigua

Probablemente, sean los tejidos de lana y de sarga más antiguos que se conservan de España, según anunciaron en el artículo académico publicado tras el estudio. «Seguimos trabajando. Pero lo importante es la excavación y abrir el yacimiento al público. Habíamos calculado que lo conseguiríamos en tres años, pero eso excavando a un ritmo normal», remata Celestino Pérez.
El arqueólogo se lamenta porque llevan ya «un año perdido, y queremos que empiece cuanto antes». Eso sería en febrero próximo. «Hay gente detrás, técnicos, peones... que han perdido todo un año por algo ridículo». Con el dinero del premio sueñan con una campaña de 5 meses en 2020, el doble de lo normal para ganar el tiempo perdido. «No preocupa tanto el dinero como el tiempo». Hay que terminar la excavación de la persona inhumada (rarísimo ejemplo de enterramiento en una época de cremaciones) y ver la estructura total del edificio, la dimensión real que tiene. «Estamos en las puertas de un gran avance de conocimiento», añade.

Las Casas del Turuñuelo (Badajoz) constituyen el edificio protohistórico mejor conservado del Mediterráneo occidental, pues mantiene sus dos plantas, lo que le convierte en un caso de estudio excepcional.

La hecatombe y el banquete

Uno de los hallazgos más importantes, por excepcional, del yacimiento es el gran sacrificio que se ha documentado en el patio del edificio: 52 équidos, 4 vacas, 3 cerdos y un perro. Según barajan los expertos, se trata de un ritual que acompañó a la clausura del edificio: la primera hecatombe documentada de todo el Mediterráneo. Pero hay más; por ejemplo, la estancia denominada «habitación del banquete», donde se han encontrado materiales que permiten rastrear una gran celebración, como un caldero de bronce, tres jarros, un quemaperfumes, un colador, una vajilla de mármol o un conjunto de 19 copas de imitación griega. Ese banquete, suponen los investigadores, está directamente relacionado con la hecatombe y la clausura del edificio, que siguió el milenario rito de quemar y sepultar un lugar antes de abandonarlo. También se ha encontrado una inhumación. Todo son detalles palpables de la confluencia que se dio entre los siglos VII y IV antes de Cristo entre la cultura fenicia y la población indígena en el suroeste de la península ibérica. Porque eso es lo que fue Tarteso.

Fuente: abc.es | 4 de septiembre de 2019

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Este año no ha habido campaña de excavación, pero se siguen estudiando los restos hallados

Urgen a la Junta de Extremadura "acciones pertinentes" para reanudar excavación en Casas Turuñuelo

El Grupo Municipal del Partido Popular en la localidad pacense de Guareña ha registrado una moción en el Ayuntamiento para instar a la Junta de Extremadura a "realizar las acciones pertinentes para que, a la mayor brevedad posible" puedan reanudarse los trabajos de excavación en el yacimiento arqueológico Casas del Turuñuelo.

En concreto, según informa el PP en una nota de prensa, el yacimiento arqueológico Casas del Turuñuelo, dentro del término municipal de Guareña, está considerado como el más importante del país en los últimos años, y recientemente fue galardonado por la Fundación Palarq con el primer premio nacional de Arqueología y Paleontología, lo cual "permitía proseguir con los trabajos de excavación y que ha provocado aparecer en numerosos medios de comunicación nacionales e internacionales, con el consiguiente prestigio que ofrece para la localidad".

A este respecto, el PP local añade que la reciente noticia conocida a través de los medios de comunicación sobre la paralización de la excavación arqueológica en el yacimiento Casas del Turuñuelo ha producido una "enorme preocupación", ya que "los trabajos llevan paralizados casi un año por un problema económico con la propiedad de la finca".

Por tanto, ante esta situación, ha señalado que la paralización de los trabajos en el yacimiento Casas del Turuñuelo "puede provocar un retraso en su apertura al público, que estaba prevista para dentro de unos seis años, aproximadamente", señala.

"El impacto mediático, turístico y económico que ello podría atraer a la localidad, nos invita a todas las fuerzas políticas de esta Corporación a trabajar para encontrar una solución cuanto antes", asegura el PP.

Así, los 'populares' han considerado que la razón esgrimida por la Junta de Extremadura sobre las discrepancias económicas con la propiedad el terreno "no pueden ser un impedimento para que continúen las excavaciones", toda vez que "el Gobierno de España debe a Extremadura casi 200 millones de euros y el gobierno autonómico se niega a reclamárselas", señala.

Por todo ello, el PP de Guareña ha reclamado al resto de fuerzas políticas que se sumen a esta reivindicación para que la Junta de Extremadura "lleve a cabo todas las acciones pertinentes y se retomen los trabajos de excavación a la mayor brevedad posible", concluye.

Fuente: regiondigital.com | 5 de septiembre de 2019

Los seres humanos comenzaron a transformar la Tierra hace 3.000 años

Gordion, Sakarya Valley, Yassıhüyük, en Turquía. / Lucas Stephens

Un mapa que reconstruye la historia del uso del suelo en la Tierra a lo largo de los últimos 10.000 años y que permite observar en una imagen el nacimiento y expansión de la agricultura extensiva e intensiva, la aparición del pastoreo, el largo declive de la caza y recolección y, finalmente, la aparición y auge de las sociedades urbanas, es el resultado de un trabajo realizado con la contribución de 255 arqueólogos de todo el mundo, que han participado en la creación de la mayor base de datos arqueológica sobre el uso del suelo de la Tierra en el marco del proyecto ArchaeoGLOBE.

En este proyecto, liderado por Lucas Stephens (izquierda) y Erle Ellis (derecha), de la Universidad de Maryland (EEUU), han participado los investigadores del CSIC Ferran Borrell y José Antonio López-Sáez, de la Institución Milá y Fontanals (IMF-CSIC) en Barcelona, y del Instituto de Historia del CSIC, en Madrid, respectivamente.

Los resultados, que se publican hoy en la revista Science, revelan que el ser humano empezó a tener un impacto global significativo en el clima y los ecosistemas de la Tierra hace ya 3.000 años, mucho antes de lo que se proponía hasta ahora.

El proyecto ArchaeoGLOBE supone un gran esfuerzo colaborativo para poner en común y sintetizar el conocimiento arqueológico sobre el uso humano del suelo a lo largo de la historia en todo el planeta y establecer así el impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.

(A) Distribución geográfica de las contribuciones de conocimiento en 146 regiones. (B) Histograma que muestra la distribución de 711 contribuciones totales entre regiones.

Una profunda transformación hace 3.000 años

“Las sociedades humanas han transformado y manejado el paisaje a lo largo de miles de años, alterando los patrones de biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y el clima”, dicen los autores. Esa transformación empezó con las sociedades cazadoras y recolectoras y se intensificó con la aparición de la agricultura intensiva y las ciudades.

Los resultados obtenidos indican, dice Ferran Borrell (izquierda)científico del CSIC, “que el ser humano empezó a tener un impacto global significativo en el clima y los ecosistemas de la Tierra antes de lo que se proponía anteriormente. Los datos revelan un planeta intensamente transformado por cazadores-recolectores, agricultores y pastores hace ya 3.000 años, mucho antes de lo que propone el paradigma tradicionalmente planteado de que los cambios medioambientales globales de origen antrópico son esencialmente un fenómeno reciente”.

Borrell también indica que “los resultados de este proyecto masivo de colaboración abren las puertas a una mejor comprensión de la transformación de la Tierra por parte de las sociedades humanas, siendo éste un aspecto esencial para interpretar el origen del Antropoceno”.

Finalmente aclara que “aunque se han observado divergencias entre los resultados de ArchaeoGLOBE y otros obtenidos en otros modelos de reconstrucción del clima y vegetación del planeta, no los invalida, sino que los complementa. Son modelos generados a partir de distintas disciplinas y datos, que han de permitirnos comprender la relación entre la evolución del uso del suelo en los últimos 10.000 y los cambios globales pasados del sistema Tierra, lo cual es clave para mejorar las proyecciones del clima y medio ambiente en el futuro”.


(A) El inicio de la agricultura intensiva que cubre ≥1% de área regional (nivel común) y ≥20% de área regional (nivel general) en los conjuntos de datos ArchaeoGLOBE e HYDE; las regiones coloreadas en gris no superaron el umbral asociado en 1850 CE para ArchaeoGLOBE y en 2000 CE para HYDE. (B) Mapa de diferencias en el inicio de la agricultura intensiva a niveles comunes y generalizados (en miles de años; los números negativos resaltan las estimaciones anteriores de ArchaeoGLOBE). (C) Distribuciones de diferencias de tiempo de inicio a niveles comunes y generalizados, mismos datos y escala que (B).

En el trabajo de ArchaeoGLOBE han participado 255 arqueólogos de todo el mundo aportando datos. De ellos, 120 son autores del artículo. Para la realización del mapa, se ha dividido el planeta en 146 regiones. Los científicos han aportado datos de las regiones de las que son expertos, a partir de evidencias arqueológicas como restos de polen y carbón, huesos y otros hallazgos en excavaciones.
“A pesar del gran esfuerzo hecho para recoger la información existente de todo el planeta, sigue habiendo zonas de las que tenemos escasos conocimientos arqueológicos, ya sea por falta de investigación en dicha región o porque ni con este formato de trabajo tan abierto e inclusivo se ha podido llegar a toda la comunidad científica. No olvidemos que este es un proyecto ideado y liderado desde universidades de EEUU y Reino Unido y por tanto muy vinculado a la comunidad científica angloparlante”, apunta Borrell.

Fuente: agenciasinc.es | 22 de agosto de 2019

Primitiva Bueno: "Nos convence la idea de que las grafías prehistóricas eran un sistema de comunicación"

El dolmen de Azután (Toledo). FOTO: www.arqueologiaprehistorica.es

Un equipo de la Universidad de Alcalá ha descubierto pigmentos de hace 6.000 años que ponen a España en el mapa del megalitismo decorado que hasta ahora lideraba la Bretaña francesa

Se llama Primitiva Bueno-Ramírez, es catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá y miembro del Grupo de Investigación sobre Grafías Prehistóricas de la Península Ibérica. Mimi, así la conocen todos, excavó el primer monumento megalítico conocido en Castilla-La Mancha junto a su equipo. Fue el de Azután (Toledo), declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica, en el que se aprecian decoraciones grabadas y pintadas. Como el descubierto en Navalcán, que permanece sumergido en un embalse.

Son solo dos ejemplos de las investigaciones en torno a las imágenes que han formado parte de la vida de los grupos humanos del Paleolítico en adelante y que tienen relación con el fenómeno que en Europa conocemos como megalitismo, es decir, grandes construcciones a base de piedras.
“Las áreas interiores tienen mala fama. Se dice que no había nada, que hacía mucho frío”. La científica lo desmiente. “Precisamente las llanuras interiores eran las mejores para gente que vivía de la agricultura y la ganadería. Hemos realizado trabajos intensivos para demostrar la importancia del interior”.
Dolmen de Azután, en la provincia de Toledo FOTO: TURISMO DE CASTILLA-LA MANCHA.

Tanto es así que la Real Fundación Toledo le dio un premio por el trabajo sobre la necrópolis del Valle de las Higueras, en el toledano municipio de Huecas. Eso fue en el año 2006 cuando el equipo de investigación formado por Primitiva Bueno, Rosa Barroso y Rodrigo de Balbín recibía el Premio Especial por sus trabajos arqueológicos en el valle de Huecas.

En Huecas, un conjunto de sepulturas del III Milenio a.C. verifica la existencia de pobladores desde hace 5.000 años. “Descubrimos sepulturas, los llamados hipogeos, que están excavadas en las rocas. Gracias a eso se ha descubierto una gran área de hipogeos en el interior de la Península Ibérica”.

Yacimiento arqueológico 'Valle de las Higueras', en la provincia de Toledo. Foto:Hueca.es

Pigmentos de 6.000 años que ponen a España en el mapa del megalitismo

Tanto el dolmen de Azután como el de Navalcán, en la provincia de Toledo, corresponden a la misma cronología que el dolmen de Soto, en Huelva. Allí, varios investigadores de la Universidad de Alcalá, entre los que se encuentra Mimi Bueno, han descubierto restos de pigmentos del IV milenio a.C.
El monumento data de hace unos 6.000 años y según explica la investigadora “el sitio es espectacular. Un gran túmulo o especie de montañita artificial de 60 metros de diámetro que tiene una galería interior o monumento de grandes piedras con forma rectangular y alargada”. El acceso hay que hacerlo agachado en un primer tramo hasta llegar a la cámara funeraria. “En todo ese recorrido encontramos grabados y pinturas que son un descubrimiento de nuestro equipo y no se conocían en absoluto”.

El hallazgo da al traste con la idea generalizada hasta ahora de que los megalitos más espectaculares y con más decoración se encuentran en la Bretaña francesa. “Lo que se pone de manifiesto en el dolmen de Soto es que eso no es así, ambos tipos de construcciones y su decoración fueron simultáneas en Francia y en el sur de España”, explica.

“Estamos seguros de que ambas poblaciones tenían relación por la existencia de unas piedras de color verde (variscitas) que se exportaron, entre comillas, desde Huelva a la zona francesa porque han aparecido allí”. En todo caso, dicen, será difícil saber cuál de las construcciones -las francesas o las españolas- se hicieron antes. “No es fácil, pero lo que sí lo es, es afirmar que la Bretaña no estaba sola, no era el único lugar de Europa con monumentos muy grandes y decorados”.

Interior del dolmen de Soto, en Huelva FOTO: DOLMENDESOTO.ORG / AYUNTAMIENTO DE TRIGUEROS

“La muerte era casi un argumento político” en la Prehistoria

Los dólmenes o túmulos de los que hablamos son funerarios, pero no todos son iguales. “Tradicionalmente se dice que los monumentos cubiertos son funerarios y los que no lo están (los del tipo Stonehenge, los crómlechs) no lo eran. Bueno, no parece que esté tan claro”.

En todo caso, los monumentos funerarios son una constante en la historia humana y también más antiguos que las pirámides. “Es curioso que la mayor parte de los indicios que tenemos de las grandes obras antiguas de la Humanidad son funerarios. Parece que la muerte es casi un argumento político en el sentido en que la entendían los antiguos griegos: la política es hacer sociedad, cultura…y ponerse de acuerdo".

De hecho, opina, "Para construir un sitio como el dolmen de Soto, mucha gente tuvo que ponerse de acuerdo porque los soportes pesan toneladas, pero luego iban y enterraban solo a ocho. Es un acuerdo para crear un monumento que perviva, para guardar a sus muertos”.

El interés por aquellas construcciones contrasta con las que utilizaban en su día a día. “Vivían en cabañas mucho más endebles quizá con base de piedra, pero hechas de adobe. Es decir, no se preocuparon tanto de que sobrevivieran sus casas como del lugar de sus muertos. Parece que es la manera de justificar la posesión de un territorio por parte de un grupo concreto”.

Primitiva Bueno y Rodrigo de Balbín ante el dolmen de Dombate (La Coruña)

¿Se han conservado en su estructura original pese al paso de los siglos?, preguntamos. “La península ibérica es uno de los lugares que tiene más arqueología prehistórica conservada. Todavía hoy encontramos, día sí y día no, sitios sin tocar. Tenemos una arqueología única en ese sentido”.
Este tipo de monumentos también nos dicen mucho de las técnicas constructivas o artísticas de aquella época. “Muchos piensan que no sabrían hacer nada, pero trabajaban de maravilla porque era su especialidad. Una de ellas era mover piedras. En el dolmen de Soto hablamos de algunas con toneladas de peso. Está tan bien pensada que ha llegado a nuestros días”.

Piedras aisladas o menhires, dólmenes o estructuras cubiertas, crómlechs o piedras reunidas en una especie de semicírculo (Stonehenge, en Inglaterra) o alineamientos de menhires, como los de Carnac en Bretaña: los hay de muchos tipos y todavía queda margen para la sorpresa. “Estoy convencida. Trabajamos en detección de este tipo de monumentos antiguos y hay muchas posibilidades, sobre todo en determinados paisajes de la zona mediterránea, que además tienen materias primas muy propicias como el granito”, dice la científica.

Las grafías prehistóricas que estudian los científicos de la Universidad de Alcalá aluden a toda una serie de imágenes pintadas, grabadas y a veces esculpidas por los grupos humanos a lo largo de toda la Prehistoria.

Grabados en el dolmen de Soto (Huelva).

“Sabemos que existen desde hace miles de años y las tenemos muy documentadas. Por ejemplo, la fecha más aceptada para el Arte Paleolítico son 40.000 años, pero ahora sabemos que va mucho más atrás, tenemos constancia de ejemplos de más de 65.000 años”, explica la catedrática.
Son pistas importantes para saber cómo funcionaban los antiguos pobladores de la península ibérica. “A nosotros nos convence la idea de que es un sistema de comunicación que quedó fijo en unos soportes de piedra que se han conservado, aunque seguro que los hubo en otros soportes orgánicos. Estos mensajes se repiten y eso sugiere algún tipo de código”, abunda.

“A muchos políticos no les parece creíble, pero la arqueología le interesa a mucha gente”

Otro de los trabajos de Mimi Bueno está en la excavación del dolmen del Portillo de las Cortes, en Aguilar de Anguita (Guadalajara). Se trata de un proyecto “a largo plazo” del equipo del Área de Prehistoria de la Universidad de Alcalá. Es el único monumento megalítico conocido en esta provincia y los expertos estiman que pudo ser construido en el IV milenio o el V milenio a.C.

Objetos encontrados en el dolmen de Portillo de las Cortes. Aguilar de Anguita (Guadalajara). FUENTE: BOLETÍN DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL.

Su estructura incluye una cámara funeraria y un largo corredor que ya fueron excavados a comienzos del siglo XX por el marqués de Cerralbo y cuyos materiales fueron depositados en el Museo Arqueológico Nacional. Ese fue solo el comienzo. Los investigadores han centrado los últimos trabajos en analizar las materias primas con las que fueron elaborados los objetos depositados junto a los muertos.
A Mimi Bueno los investigadores de la empresa Cota 667 le han consultado sobre otro de los grandes enigmas de los últimos meses, tras el descubrimiento del que se conoce como el Crómlech de Totanés (Toledo) del que se ha dicho ...

Imagen del que podría ser un crómlech en Totanés (Toledo)
Imagen del que podría ser un crómlech en Totanés (Toledo) FOTO: COTA 667.

“La única manera será excavar, ver las fosas y si hay material”, dice la catedrática, quien lamenta que en España haya “lugares donde a la arqueología no se le da la importancia y el valor que tiene. En las zonas interiores es un elemento fundamental para sostener un turismo de interior que no es el sol y playa. Puede tener nichos dignos, porque tenemos unos yacimientos fantásticos y, aunque a algunos políticos no les parezca creíble, le interesa a mucha gente”.

Pone como ejemplo a la desconocida Cueva de los Casares, en Guadalajara. “Las cosas hechas dignamente tienen salida. Estamos en un país en el que la gente tiene cada vez más cultura y que estas cosas le interesan. Hay una demanda clarísima, pero queda mucho camino por recorrer”.

Fuente: eldiario.es | 28 de agosto de 2019

Entrevista a María Martinón-Torres: «Confío en nuestra especie»

María Martinón-Torres, la única persona en España reconocida por la institución más antigua del mundo dedicada a la antropología por la trascendencia de sus estudios

Hace unos años planteó una hipótesis al margen del modelo clásico de la evolución humana al considerar que los primeros europeos tuvieron su origen en Asia y no en África. María Martinón-Torres (Orense, 1974) rompió todos los esquemas. Hoy es noticia porque el Royal Anthropological Institute de Gran Bretaña e Irlanda (RAI) le ha concedido la Medalla Rivers Memorial por el «impacto crucial» de sus investigaciones. Al frente del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), asegura sentirse «muy honrada»
.
- Después de todo lo que ha estudiado sobre la evolución del hombre, ¿qué ha sido lo más revelador?
- Que Asia tenía mucho que contar sobre la evolución humana. Parece que siempre ha tenido un papel secundario y ahora vemos que proporciona evidencias clave para reconstruir la historia principal. Hemos propuesto que los primeros europeos son probablemente descendientes de una población asiática, no africana. Y, ahí, los descubrimientos de Atapuerca han sido fundamentales.

- ¿Hemos tocado techo en esa evolución?
- En absoluto. Seguimos evolucionando, aunque probablemente la gran marca distintiva de nuestra especie es que la evolución cultural es más dramática incluso que la biológica. La tecnología ya es parte de nuestra anatomía: ordenadores, móviles, cuchillos. No sabríamos mantener nuestro estilo de vida sin esa cultura material.

- ¿Cómo una doctora en Medicina acaba estudiando muertos en lugar de vivos?
- En realidad, estudio vivos a partir de sus restos. Aunque el objeto de estudio principal sean los fósiles, mi interés es devolverlos a la vida, reconstruir su anatomía, su estilo de vida, sus inquietudes...

- ¿Y ese interés por las dentaduras de nuestros ancestros?
- Por ser la parte del registro fósil más rica en el tipo de información que puede aportar. Desde inferencias sobre la dieta de nuestros antepasados, a aspectos relacionados con el crecimiento y desarrollo, pasando por la identificación de las especies (taxonomía) y su relación con otras (filogenia).

- ¿Qué ha hallado en esos restos fósiles para que le hayan dado la Medalla Rivers Memorial?
- Se ve que el jurado ha destacado nuestro trabajo en China. Estudiar el registro fósil de este país ha sido algo así como abrir la Caja de Pandora. Ahora vemos que, más allá del Homo erectus, Asia fue probablemente el hogar de varias poblaciones que llegaron a intercambiar genes con nuestra especie, como los denisovanos, y es posible que algún otro grupo humano sin identificar. Hay que seguir investigando. La historia de Asia en el Pleistoceno era monocromática, ahora parece un arcoíris.

- ¿Cree que el hombre, empeñado en buscar vida inteligente, pero acostumbrado a dominar el planeta, podría convivir con otra especie en la Tierra?
- Lamentablemente, creo que nunca lo sabremos. Hubo un tiempo en que convivimos con otra especie inteligente; aquí, en la Tierra, no había que buscarla en las estrellas. Pero su destino ha sido la extinción. Sin embargo, no hace falta otra especie humana para probar nuestra capacidad de convivencia. Las noticias ponen en evidencia nuestros niveles de tolerancia hacia la diversidad.

Sin trampas

- ¿Se ha visto en alguna situación en la que haya pensado para sí misma: ¡Dios mío, qué poco hemos evolucionado!?
- Diré que alguna vez, con algún comportamiento individual de algunas personas. Pero, en global, como especie, no creo que lo hayamos hecho mal. Eso sí, que nadie caiga en la trampa de pensar que estamos más evolucionados que una hormiga o un chimpancé. Cada uno tiene un nicho ecológico diferente, un papel que desempeñar en este planeta, y ninguno es superior o inferior.

- Y hablando de divinidades, ¿hay que tirar de religión y filosofía o la paleoantropología nos sacará de dudas sobre cómo hemos llegado hasta aquí?
- La preocupación sobre qué hacemos aquí, cómo hemos llegado y a dónde vamos no es exclusiva de los científicos. La filosofía, la religión y el arte son otras vías de exploración sobre el sentido de la vida, y todas ellas lícitas. Lo que hay que hacer es no mezclarlas, cada una tiene sus métodos.

- ¿Cuánto ha ayudado Atapuerca a explicar ese enigma?
- Precisamente Atapuerca recoge dos comportamientos aparentemente extremos sobre la naturaleza humana. Uno el canibalismo, en la Gran Dolina, con la especie Homo antecessor; y otro, en la Sima de los Huesos, posiblemente la primera acumulación antrópica de cadáveres y de carácter ritual. Esta evidencia nos lleva a reflexionar, sin duda, sobre nuestro lugar en este planeta.

- ¿Qué cree que pensarán los científicos dentro de 10.000 años sobre el hombre actual?
- Que, sorprendentemente, seguimos siendo los mismos. Apenas hemos cambiado en nuestra anatomía desde hace 200.000 años.

- ¿Sobreviviremos ese tiempo o con el deterioro que acusa el medio natural estamos condenados a extinguirnos como especie?
- Mi visión de la vida, en general, es positiva. Nuestra especie es muy buena creando problemas, pero también resolviéndolos. Confío en ella.

Estudios en Atapuerca. Está adscrita al equipo de Atapuerca desde 1998. Ha sido responsable del Grupo de Antropología Dental del centro entre 2007 y 2015, puesto que dejó para ser durante dos años profesora de investigación en la University College London (UCL). Hoy es catedrática honoraria de esta universidad y directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).

Trabajo de divulgación. A las jornadas de puertas abiertas y conferencias, el CENIEH cuenta con la Campaña Ratoncito Pérez, para que los ciudadanos donen sus dientes de leche para su estudio y colaboren con la investigación.

Fuente: hoy.es| 2 de septiembre de 2019

El misterio del hombre que encontró la Dama de Elche

Dos visitantes del Museo Arqueológico Nacional (MAN) observan la Dama de Elche

Lo único seguro es que la Dama de Elche —escultura icónica de la cultura ibérica fechada entre los siglos V ...— fue descubierta el 4 de agosto de 1897. Todo lo demás está en duda: la hora, el lugar y hasta el nombre de quien la encontró. Los estudios Memorias de una dama. La Dama de Elche como lugar de Memoria, de Sonia Gutiérrez Lloret, catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, y Revisión de los testimonios y documentos sobre el lugar del hallazgo de la Dama de Elche, de Ana María Ronda, arqueóloga de la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia, revisan cómo se realizó este espectacular hallazgo. En ellos aparecen múltiples personajes que ofrecen versiones diferentes de lo ocurrido y que se adjudican el descubrimiento.

Gutiérrez Lloret remacha: “Se ha idealizado que fue encontrada por un muchachito en un relato oficial asumido por todos”. Aquel chico se llamaba Manuel Campello, Manolico, y fue inmortalizado en películas, calles, documentales, artículos, homenajes… Pero la realidad parece muy distinta.

De izquierda a derecha, Manuel Campello 'Manolico', el arqueólogo Alejandro Ramos y el historiador José Rico de Estasen, el 1 de junio de 1946. FONDO COLECCIÓN RAMOS FOLQUÉS DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LA ALCUDIA


La Alcudia era a finales del siglo XIX una finca pedregosa situada a unos dos kilómetros de Elche. Su dueño, el doctor Manuel Campello Antón —que, de ahí la confusión, se llamaba como el muchacho que después se haría famoso como el descubridor del busto, pero no tenía relación con él— ordenó allanarla y limpiarla para cultivarla con alfalfa y granados. Aquellas piedras correspondían a una desaparecida y amurallada población íbera (posiblemente Helike), luego convertida en la romana Colonia Iulia Illici Augusta. Entre ellas apareció la pieza escultórica. La cuadrilla, encabezada por el capataz Antonio Galiano Sánchez, se puso a cavar. Según las primeras versiones, la escultura fue hallada por el bracero Antonio Maciá, aunque el capataz se arrogó su cuidadosa extracción y dejó en segundo plano al trabajador. Una vez localizado el busto, Galiano avisó al dueño de la finca, quien, a su vez, se lo contó al tío de su mujer, Pedro Ibarra Ruiz, un erudito local, que se aprestó a acudir para ver si encontraba más cosas.

¿Y a qué hora ocurrió el descubrimiento? Pues no se sabe, más allá de un vago “antes de oscurecer”, que podría corresponder con las 21.00 en una España que aún no había adoptado el horario de Greenwich.

Manuel Campello, en 1958 ante la Dama de Elche, en una visita al Museo Arqueológico Nacional. FONDO COLECCIÓN RAMOS FOLQUÉS DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LA ALCUDIA

El médico expuso en el balcón de su casa la escultura, como si fuese un trofeo de caza, para que todos los del pueblo admirasen su descubrimiento. Una semana después apareció en escena otro personaje fundamental, el hispanista francés Pierre Paris. Convenció al doctor para que le vendiese la Reina mora, como se conocía ya la escultura. Pagó 4.000 francos y unos días después tomó un barco rumbo al Museo del Louvre. Escribió ufano: “La Dama de Elche, tranquilamente, en mi camarote”. Mientras, Pedro Ibarra se tiraba de los pelos y se preguntaba cómo era posible que algo así sucediese en España.

Columna conmemorativa

Un año después, Paris volvió a Elche para colocar, con Ibarra y Galiano, un monolito que señalase el lugar del hallazgo: una columna de 1,20 metros que se había encontrado labrando la zona. El famoso epigrafista alemán Emil Hübner redactó una inscripción latina conmemorativa que, por diversos avatares, no llegó a ser tallada. En 1923, el numismático Antonio Vives Escudero volvió a abrir los terrenos donde, supuestamente, se había encontrado el busto, pero el monolito le molestaba, así que lo removió y se supone que lo volvió a colocar en el mismo lugar, donde permaneció hasta 1965.

Imagen tomada por Pedro Ibarra del monolito en 1898. FONDO COLECCIÓN RAMOS FOLQUÉS DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LA ALCUDIA

En 1941 la Dama regresó a España por un acuerdo entre los Gobiernos del general Francisco Franco y del francés Philippe Pétain. En esos 44 años de ausencia, habían muerto ya los principales protagonistas y aparecido otro, Alejandro Ramos Folqués, nuevo dueño de La Alcudia y con ganas de seguir las excavaciones.

Lo primero que hizo Ramos en 1944, tras la expectación que había causado el regreso de la Dama, fue buscar a testigos del hallazgo, y así apareció un anciano llamado Manuel Campello, que, recordemos, compartía nombre (y nada más) con el dueño original de la finca. Dijo ser quien encontró el busto cuando ayudaba a sus padres en la finca. Pero este Manuel Campello Esclápez, Manolico le llamaban, no aparece en los relatos de Ibarra y, además, ofrece datos distintos a los recopilados: contó que la escultura la halló él con 14 años a las 10 de la mañana (su partida de nacimiento demuestra que, en todo caso, tendría 18 años), utilizando una herramienta de Maciá, y lo más sorprendente: según su relato, la escultura fue encontrada a 50 metros al sur del lugar donde indicaba la columna conmemorativa. Ramos Folqués intentó afanosamente encajar los datos de Manolico con los que había anotado Ibarra, por lo que redactó una versión ecléctica y conciliadora en la que aparecían todos los personajes al tiempo en la finca (el propietario, el capataz, el niño, sus padres, el bracero..). Realizó, además, una réplica de la Dama, que hoy se puede ver en el yacimiento, y la colocó donde el anciano le dijo que apareció: a 50 metros del mojón.

Memorial dedicado al hallazgo de 'Manolico' y que fue construido en los años noventa. FONDO COLECCIÓN RAMOS FOLQUÉS DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LA ALCUDIA

Manolico, un humilde arriero que solo hablaba valenciano, comenzó entonces a recibir visitas de medios de comunicación de todo el país. Sus relatos eran cada vez más floridos y ofrecían más “detalles”. Comenzaron los reconocimientos oficiales y hasta se le dio su nombre a una calle de Elche.

Dibujo de Pedro Ibarra realizado en 1897. FONDO COLECCIÓN RAMOS FOLQUÉS DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LA ALCUDIA

En los años sesenta, la primera columna conmemorativa se desplomó, quizás Vives no la cimentó bien, y rodó ladera abajo. Desde entonces solo perdura la memoria de Manolico, materializada en un pórtico monumental levantado en los años noventa, donde se conmemora anualmente el descubrimiento. Ana María Ronda la ha encontrado ahora en un terraplén, como símbolo de una historia con muchas grietas.

Sonia Gutiérrez Lloret lo explica así: “En torno a la Dama se ha construido un relato que ha soslayado las obvias incertidumbres, cuando no verdaderas contradicciones, pero que a fuerza de transmitirse a las generaciones venideras ha terminado por convertirse en la memoria histórica dominante, tenida por veraz, tradicional e incuestionable”. Y se encoge de hombros.

Fuente: elpais.com | 30 de agosto de 2019