Detectan huella genética paleolítica en las poblaciones norteafricanas actuales

El norte de África ha tenido un origen y una historia poblacional diferente al resto del continente y mucho más similar a la historia demográfica fuera de África. Fuente de la imagen: Michael Gaida, Pixabay.


Un equipo internacional de científicos ha hecho por primera vez un análisis del genoma completo de la población del norte de África y han detectado una pequeña huella genética de los pobladores de la región en tiempos paleolíticos. Por tanto, descartan que migraciones recientes de otras regiones borraran completamente el rastro genético de los antiguos norteafricanos. El trabajo ha sido liderado por David Comas (izquierda), investigador principal en la Universidad Pompeu Fabra y del Instituto de Biología Evolutiva (IBE : CSIC-UPF) y se ha publicado en la revista Current Biology .

En los últimos años se ha producido un gran desarrollo de la genómica, la secuenciación del ADN es cada vez más asequible y existen grandes proyectos de estudio de los genomas a nivel poblacional. Aún así, hay poblaciones humanas como las del norte de África que han sido sistemáticamente ignoradas. Este ha sido el primer estudio genómico que pone en contexto esta región del mundo.

El norte de África ha tenido un origen y una historia poblacional diferente al resto del continente y mucho más similar a la historia demográfica fuera de África: Oriente Medio, Europa o Asia. Hay restos paleontológicos que prueban la existencia de humanos en la región hace más de 300.000 años. Sin embargo, estudios genéticos previos habían demostrado que las poblaciones actuales del norte de África provienen de un back to Africa, es decir, de migraciones recientes que, desde Oriente Medio, poblaron el norte del continente africano.

Por eso el debate que se plantea es el de continuidad versus reemplazo. Por un lado, la hipótesis de la continuidad dice que las poblaciones norteafricanas actuales descienden de grupos paleolíticos, es decir, que aquellos humanos tan antiguos son los antecesores de las poblaciones humanas actuales. Por otra parte, otra hipótesis plantea que hubo un reemplazo de estas poblaciones existentes en tiempos paleolíticos, y que los humanos que hay actualmente en el norte de África son resultado de migraciones más recientes que llegaron allí posteriormente, a partir del periodo Neolítico.


Representación de las muestras del norte de África que han utilizado para este estudio.

En este estudio los investigadores han comparado datos genéticos de individuos norteafricanos actuales con datos recientemente publicados de ADN de restos fósiles de diferentes yacimientos de Marruecos. "Vemos que las poblaciones actuales del norte de África son resultado de este reemplazo, pero detectamos pequeñas trazas de continuidad desde tiempos paleolíticos, es decir, que el reemplazo no fue total en las poblaciones del norte de África", detalla David Comas. "No sabemos si los primeros pobladores de hace 300.000 años son los antepasados pero sí podemos detectar huellas de esta continuidad desde tiempos paleolíticos, al menos desde hace 15.000 años", añade.

"Hemos visto que la huella genética de las poblaciones paleolíticas del norte de África es exclusiva de las actuales poblaciones norteafricanas y que está distribuida de manera decreciente de oeste a este en la región, de manera inversamente proporcional a la componente neolítica procedente de Oriente Medio, que afectó más la región del este, más cercana geográficamente", dice Gerard Serra-Vidal (izquierda), primer autor del artículo.
"Por lo tanto, nuestros resultados confirman que migraciones de otras regiones como Europa, Oriente Medio o África subsahariana hacia esta área no borraron completamente el rastro genético de los antiguos norteafricanos", explica David Comas.

Estos resultados de las poblaciones del norte de África contrastan con lo que se conoce del continente europeo, donde las poblaciones europeas actuales muestran un fuerte componente paleolítico, es decir, más continuidad y menos reemplazo que en el norte de África.

Todavía faltan muchos datos genómicos, tanto de poblaciones actuales como de restos fósiles, para establecer la historia poblacional de la especie humana. "Este hecho es especialmente preocupante en poblaciones como las del norte de África, de las que tenemos muy poca información en comparación con otras poblaciones del planeta. Con el fin de disponer de un panorama completo de la diversidad genómica humana aún tenemos que hacer un esfuerzo de investigación considerable", concluye David Comas.

En el estudio han participado investigadores de la Universidad de Taibah (Arabia Saudita), la Universidad de Túnez El Manar (Túnez), la Universidad de Orán (Argelia) y la Universidad Libanesa Americana (el Líbano).

Artículo de referencia:
Sierra-Vidal et al., Heterogeneity in Palaeolithic Population Continuity and Neolithic Expansion in North Africa, Current Biology (2.019), https://doi.org/10.1016/j.cub.2019.09.050 .
Fuente: Universidad Pompeu Fabra | 5 de noviembre de 2019

Buscan a un misterioso mártir al que se dedicó una gran iglesia bizantina de Tierra Santa

Uno de los mosaicos descubiertos en la iglesia del «Glorioso Mártir», cerca de Jerusalén - Efe

Un tal Maljos costeó el mármol del templo del siglo VI y el cobre de la cripta dedicada a un misterioso mártir. Lo desvela un mosaico perfectamente conservado que presentó Israel en los restos del patio de una de las basílicas bizantinas más grandes y mejor conservada de Tierra Santa.
La identidad del mártir sigue siendo desconocida, reconoce a Efe el director de la excavación Benjamin Storchan (izquierda), pero la iglesia ha tomado ya por nombre «Glorioso Mártir», por el que hasta 300 lámparas de aceite, expuestas, junto al resto de hallazgos, en el Museo de Tierras Bíblicas de Israel, aparecieron en la cripta como símbolo de la gran veneración.

«Se desconoce la identidad del mártir, pero la excepcional opulencia de la estructura y sus inscripciones indican que esta persona era una figura importante», explica Storchan sobre los hallazgos en Beit Shemesh, a 40 kilómetros de Jerusalén.

Dos escaleras que conducían a los peregrinos hacia y desde la cripta en la iglesia de la era bizantina en Ramat Beit Shemesh. (Asaf Peretz, Autoridad de Antigüedades de Israel)



La cripta, que estuvo revestida de losas de mármol que le daban «una apariencia impresionante», contiene una cámara funeraria subterránea que aparentemente albergaba los restos (reliquias) del mártir venerado, y se accedía a ella «a través de unas escaleras paralelas».

Una de estas bajaba a su interior y la otra conducía a una sala de oración, lo que indica que el lugar fue un destino relevante de peregrinación para grandes grupos de cristianos.


En el suelo del templo, desenterrado durante los últimos tres años, relucen sus mosaicos con diseños de hojas, pájaros, frutas y elementos geométricos, y partes de las paredes que en su día estuvieron decoradas «con coloridos frescos y pilares altos coronados con impresionantes capiteles».


En el interior del templo - Efe

El edificio se erigió de acuerdo con el plano de una basílica y se constituye por una estructura alargada alineada con dos filas de columnas que dividían su espacio interno en tres sectores, a lo que se añade una nave central flanqueada por dos pasillos.
En el patio es donde aparece la inscripción en griego que indica que Maljos fue el benefactor al costear el mármol, el cobre y el trabajo mosaístico del templo, que quedó abandonado sin grandes deterioros en su estructura, por lo que se considera hoy uno de los mejores conversados.

La iglesia bizantina descubierta cerca de Jerusalén (Foto: Autoridad de Antigüedades de Israel)

Mecenazgo de Tiberio II

Según el equipo de la Autoridad de Antigüedades de Israel, se han descubierto pocas iglesias en la región «con criptas completamente intactas» como la de este yacimiento, por el que el Ministerio de Construcción y Vivienda israelí invirtió casi 1,8 millones de euros para excavarlo.
Otro de los mosaicos hallados en la iglesia, construida en tiempos de Justiniano - Efe

La primera etapa de construcción del templo fue en el reinado del emperador Justiniano (527-565 d.C.). Más adelante, con el mecenazgo de Tiberio II (574-582 d.C.), se le añadió una capilla lateral. Una inscripción en griego en el mismo lugar señala su apoyo financiero. «La participación imperial en la ampliación del edificio también es evocada por la imagen de una gran águila con alas extendidas, el símbolo del Imperio Bizantino, que aparece en uno de los mosaicos», remarca Storchan.

Fuentes: abc.es | timesofisrael.com | ynetnews.com | 25 de octubre de 2019

Las tumbas de la familia de Alejandro Magno en Vergina a punto de desvelar sus secretos después de 2.300 años

Fachada de la Tumba II en Vergina, posiblemente el lugar de descanso de Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno [Crédito: Alamy]

Los antropólogos y científicos de materiales que trabajan en las tumbas de Vergina, en el norte de Grecia, pueden estar a solo unos 'pasos forenses' de resolver uno de los grandes enigmas de la Historia: qué miembros de la familia de Alejandro Magno fueron enterrados en tales tumbas abovedadas subterráneas.

En noviembre de 1977, el profesor Manolis Andronikos y su equipo de arqueólogos desenterraron la primera de dos tumbas no saqueadas que contenían riquezas nunca antes vistas, incluidas armas y armaduras de elaboración exquisita. En la denominada Tumba II yacían los restos esqueléticos incinerados de lo que parecía ser un rey y una reina, mientras que la denominada Tumba III contenía los huesos de un 'príncipe'. El grupo de estructuras subterráneas también reveló un santuario y otras dos tumbas saqueadas decoradas con impresionantes pinturas murales. El hallazgo fue considerado el "descubrimiento arqueológico del siglo".


Foto: La Tumba II emergiendo de la tierra tras su excavación en 1977.


Foto: Arqueólogos removiendo la bóveda de la Tumba II a fin de penetrar en ella.

Los artefactos funerarios fueron datados entre mediados y finales del siglo IV a.C. (350 a 310 a. C.), corroborados por inscripciones, cerámica, metalurgia y el diseño macedonio de la tumba abovedada. Curiosamente, este periodo abarca los reinados de Filipo II (359-336 a.C.) y Alejandro III, el Magno (336-323 a. C.). El emblema único del 'Sol de Vergina' o 'Estrella de Vergina' de la dinastía real de los Argéadas estaba grabado en las tapas de los dos cofres de oro que contenían restos esqueléticos incinerados.

La segunda estructura no saqueada, la Tumba III, contenía los huesos cremados de un adolescente, probablemente un varón. El hijo de Alejandro Magno y de su esposa bactriana Roxana, Alejandro IV de Macedonia, fue ejecutado alrededor del año 310 a.C., durante su adolescencia, por un usurpador del trono, y los historiadores lo vincularon a dicha tumba. Pero opiniones en contrario han nublado esta identificación desde entonces.

El cofre de oro o ‘larnax’ que contenía los huesos masculinos en la cámara principal de la Tumba II con la real ‘Vergina Sun’ o el símbolo ‘estrella’con el símbolo solar o estrellado de Vergina.

Filipo II: un tesoro nacional
Manolis Andronikos creía que la Tumba II contenía los restos de Felipo II, el vigésimo cuarto monarca de la línea real de los Argéadas, y el primer rey en unir a la antigua Macedonia, por lo cual triplicó la masa terrestre bajo su dominio constituyendo el primer 'Imperio Europeo'. Sus reformas militares y su estado de gobierno pusieron a toda Grecia de rodillas, permitiendo a su hijo, Alejandro Magno, conquistar el Imperio Persa. Filipo fue un diplomático astuto y culto cuya corte polígama albergó a siete esposas.

En octubre del año 336 a C., Filipo II fue apuñalado hasta morir en la boda de su hija Cleopatra de Macedonia; fue un evento que sacudió al mundo y que anunció el reinado de Alejandro, el cual, impulsado por su linaje heroico, conquistó el Imperio Persa en once años, pero murió misteriosamente en Babilonia, y su cuerpo fue llevado a Egipto donde permaneció hasta la era romana tardía.

Foto: Este esqueleto masculino cremado puede pertenecer al padre de Alejandro Magno, Filipo II ... o su medio hermano, Filipo III Arrideo. Crédito de la imagen: Jonathan Musgrave, Universidad de Bristol.

Cómo desaparecieron las tumbas reales
La capital política de Macedonia fue trasladada de Aegae (la actual Vergina) a Pella un siglo antes de Filipo y Alejandro. Después de sus muertes, en la década de 270 a.C., invasores celtas galos saquearon el antiguo cementerio de Aegae. Cuando pasó el peligro, las tumbas reales aún no saqueadas fueron enterradas bajo un gran montículo de tierra para protegerlas de un mayor expolio por parte de algún monarca desconocido.

Cuando Roma derrotó a Macedonia en la batalla de Pidna en el año 168 a.C., tanto Aegae como Pella fueron parcialmente destruidas. Un deslizamiento de tierras cubrió gran parte de lo que quedó en Aegae en el siglo I d.C., y, a medida que la influencia de Roma se expandió, la importancia de las dos ciudades disminuyó. Cuando el imperio de Roma finalmente fue invadido, el nombre de la ciudad de piedra caída sobrevivió solo en la leyenda oral.

Lo que probablemente fue un terremoto causó el colapso de la parte superior del túmulo de tierra y destrozó las puertas de las tumbas de abajo, pero la robusta estructura de piedra permaneció oculta bajo el paisaje durante los siguientes dos mil años.

Plano de situación del santuario y las tumbas bajo el Gran Túmulo en Vergina.

Redescubriendo Aegae
Las excavaciones modernas comenzaron en la Grecia ocupada en 1855, al ser todavía parte del Imperio Otomano, pero no se encontró nada más que tumbas saqueadas y ruinas del período bizantino. Sin embargo, la escala intrigante de los cimientos de piedra sugirió que una ciudad sustancial alguna vez estuvo en las colinas que dominaban el golfo termal al suroeste de Tesalónica, el corazón de la antigua Macedonia.
Los pantanos de malaria obstaculizaron las excavaciones y los refugiados griegos que habían sido reasentados allí desde Anatolia, después de la Guerra greco-turca, no sabían nada de su historia. Los mismos utilizaron las antiguas piedras caídas de las ruinas anónimas para construir sus casas en el moderno pueblo de Vergina.

En 1968, el historiador inglés Nicholas Hammond propuso la idea "herética" de que las ruinas de Vergina en realidad se encontraban en el sitio de la antigua Aegae, el cementerio de los reyes de nación macedónica. Pocos acreditaron su teoría; prevaleció la creencia de que esta era la ciudad perdida de Valla o un palacio de verano de realeza desconocida.

En 1976, el profesor Andronikos y su equipo finalmente excavaron la antigua necrópolis, donde las tumbas habían sido volcadas y las lápidas destrozadas en la antigüedad. Esto se correlacionaba fuertemente con los textos antiguos que afirmaban que los celtas habían saqueado el cementerio de Aegae unos cincuenta años después de la muerte de Alejandro; el cementerio de los reyes de la nación finalmente se había encontrado.

Confusión sobre las identidades
Las edades de los fallecidos en la Tumba II se determinaron por el desgaste de los huesos: la cámara principal contenía a un hombre de mediana edad y la antecámara a una mujer mucho más joven. Esto redujo la lista de reyes y reinas a ambos extremos del reinado de Alejandro.
Pero una "simetría desafortunada" ha oscurecido el trasfondo del doble entierro de la Tumba II, dice el historiador con sede en Londres, David Grant (izquierda), quien ha colaborado con los científicos que estudian los restos óseos. Esto llevó a una 'batalla de los huesos' entre los historiadores, causando una grieta que ha dividido a la comunidad académica 'obsesionada' en probar sus identidades.
Los ocupantes de la Tumba II podrían ser el padre de Alejandro, Filipo II, y su última esposa adolescente, Cleopatra Eurídice de Macedonia, como creía Andronikos, o el hijo de Filipo II, el deficiente mental Filipo III Arrideo, el cual fue ejecutado veinte años después, cuando tenía una edad similar y una esposa igualmente joven. Las preguntas sobre el ritual o el suicidio forzado de su mujer hicieron levantar la cabeza, porque los reyes y las reinas rara vez morían juntos.

Filipo II fue un héroe nacional al que correspondía una tumba de tales características, y tenía siete esposas que conocemos. Pero la investigación de Grant señala 'el elefante' en la habitación: ninguna de las fuentes antiguas menciona a ninguna mujer enterrada con Filipo II en Aegae. "Lo que superficialmente parece ser una construcción en dos fases de la Tumba II, más las diferentes condiciones de cremación que sufrieron los huesos femeninos, sugieren que la mujer fue enterrada más tarde que el hombre en la segunda cámara aún vacía o incompleta".
Por otro lado, Filipo III Arrideo y su joven esposa Adea-Eurídice fueron ejecutados juntos por orden de la madre de Alejandro, Olimpia de Epiro, cuando recuperó el control político de la capital del estado. También asesinó a la última esposa de Filipo II, Cleopatra, junto con su hija recién nacida. Este "doble asesinato" de Filipo III Arrideo y Adea-Eurídice explica el "doble entierro" que se les dio después de que Olimpia fuera ejecutada, argumenta el equipo opositor de académicos.

La entrada al Museo Arqueológico subterráneo de Vergina.

Cuando Alejandro Magno murió en Babilonia en el 323 a.C., sus vestimentas reales, incluyendo su manto, cetro y armas ceremoniales, pasaron al recién coronado rey Filipo III Arrideo, al que escoltaron junto a Adea-Eurídice de regreso a Macedonia. Por lo tanto, se propuso que los artefactos de la Tumba II podrían ser las mismas armas propiedad de Alejandro, lo que explicaría los lujosos objetos enterrados con Arrideo.

Los argumentos giraron en torno a heridas evidentes o invisibles en los huesos masculinos, pinturas murales, frescos de la entrada e incluso saleros encontrados en el piso; pero era discutible si los veinte años de diferencia entre estos reyes podían discernirse interrogando a las tumbas de esta manera.

La pregunta que permanecía era: ¿quién fue enterrado en la adyacente y saqueada Tumba I? Debido a que los informes iniciales concluyeron que los restos dispersos encontrados eran de un hombre, una mujer y un bebé, estos debían ser de Filipo II, Cleopatra y su hija recién nacida. La lógica de este argumento ganó impulso en la comunidad académica.

Foto: Armadura, escudo y espada hallados en la tumba de Filipo II de Macedonia.© AP PHOTO / PETROS GIANNAKOURIS.

La misteriosa 'Amazonas' escita
En la tumba II, en la antecámara de la mujer, yacía un arma de gran misterio: un carcaj de flechas y arco chapado en oro como los que llevan los arqueros escitas a caballo. Excavaciones de tumbas en Rusia y Ucrania han demostrado la existencia de mujeres guerreras. El profesor Andronikos reflexionó que, por tanto, la mujer de la Tumba II tenía "inclinaciones amazónicas".

Otros fueron más escépticos. "Las armas eran para los hombres lo que las joyas eran para las mujeres", dice una placa en el museo subterráneo de Vergina. Muchos comentaristas creían que las armas de la antecámara pertenecían al hombre de al lado, como podría indicar su posición vertical contra la puerta divisoria. El enigma de la tumba permaneció sin resolver.

El padre de Alejandro hizo campaña contra los escitas en el río Danubio, pero Filipo II perdió todo el botín a su regreso, cuando casi fue asesinado en un ataque tracio y, por lo cual, cojeó para siempre. La mujer de la Tumba II podía ser, por lo tanto, una novia escita o una concubina capturada, postularon algunos comentaristas.

Grant no está convencido: "Los escitas no eran reconocidos como orfebres; las exquisitas joyas que encontramos en sus tumbas son obra de mano griega local, probablemente del Reino del Bósforo. Pero también había una próspera industria metalúrgica en Macedonia, donde se diseñaron armas y armaduras para Filipo II. La posible fabricación doméstica en la que se pudo haber incluido artículos ornamentales para los señores de la guerra escitas significa que la 'Amazonas' de Vergina podría haber nacido más cerca de casa".


El carcaj oro y grebas de la mujer hallada en la Tumba II apilados contra la puerta de la antecámara.

Análisis forense de 'La solución final'
En 2009, la 'batalla de los huesos' llegó a un punto muerto cuando los académicos que argumentaban sobre las identidades de las tumbas se quedaron sin municiones para el debate. El American Journal of Archaeology solicitó incluso una moratoria sobre los "documentos de Vergina" hasta que salieran a la luz nuevas pruebas, señalando que las posiciones de los arqueólogos se remontaban a rivalidades políticas de décadas anteriores.

Un impulso hacia adelante se reinició en 2010, cuando un equipo de antropólogos, dirigido por el profesor Theo Antikas (izquierda), y financiado por una modesta donación de la Universidad Aristóteles, en Tesalónica, comenzó una tarea de seis meses de catalogación de los huesos de la Tumba II; su innovador estudio duraría cinco años.

El equipo de Antikas encontró nuevas pruebas de edad incontrovertibles en huesos previamente no analizados, así como traumas no documentados, que redujeron aún más la lista de candidatos. La sínfisis púbica de la mujer determinaba que tendría 32 +/- 2 años al morir, descartando a Cleopatra, la esposa adolescente de Filipo II, y descontando también por completo a Arrideo y su esposa.
Disipando el caso por su 'sesgo de arqueología de género', fue una herida en la espinilla lo que se pasó por alto y que demostró que la armadura y las armas pertenecían a la mujer, puesto que las grebas de bronce dorado, de tamaño desigual, fueron diseñadas para adaptarse a su pierna deformada y acortada. De hecho, ella estaba siendo honrada como una guerrera en la muerte.

Las supuestas piernas esqueléticas de Cleopatra Eurídice de Macedonia, las cuales se hallaron con los restos del supuesto Filipo II. ANTONIS BARTSIOKAS.

El equipo de Antikas estaba compuesto por antropólogos y científicos de materiales, como se dijo. Sus hallazgos microscópicos adicionales, que incluyen manchas textiles, fragmentos de materiales compuestos y metales fundidos en los esqueletos incinerados, indicaban antiguos rituales funerarios, una máscara de muerte y una profunda creencia en el más allá.

El raro mineral de huntita blanco y la púrpura de Tiro se habían unido con clara de huevo en capas para crear una vívida imagen de un rito funerario místico-órfico desconocido que implicaba la creación de una máscara facial. El oro derretido en las vértebras superiores planteó la cuestión de si el hombre inicialmente llevaba una corona mientras las llamas lamían la pira funeraria, ya que la corona incompleta encontrada dentro de la tumba mostraba signos de intenso calor. Lo que también quedó claro en el estudio fue que los huesos del "rey" y la "reina" estuvieron sujetos a condiciones de cremación diferentes, lo que respaldaba la idea de que fueron incinerados en distintos momentos.
Incluso puede haber fragmentos de una cubierta de asbesto a prueba de fuego usada por el rey incinerado, tal como el naturalista romano Plinio afirmó que era práctica común de los antiguos reyes griegos para ayudar a separar los huesos del resto de escombros de la pira.

Los huesos de la pierna que supuestamente evidencian la 'terrible' herida en la rodilla que Felipe II pudo haber sufrido, mostrando la posición fusionada de la espinilla y el fémur con el orificio de perforación. Crédito: PNAS

El equipo de Antikas realizó un descubrimiento final demoledor. Se encontraron restos esqueléticos "olvidados" y no analizados de la Tumba I almacenados debajo del laboratorio de Vergina; probablemente fueron dejados treinta y cinco años en la oscuridad tras el gran terremoto de Tesalónica del 20 de junio de 1978, cuando la preservación de las tumbas II y III fueron el centro de atención. Estos huesos adicionales de la Tumba I contenían los restos de al menos siete personas, aparte de los dos adultos y un bebé.

Los hallazgos del equipo se publicaron en una revista académica en 2015. Aunque obstaculizados por la falta de fondos y la falta de apoyo de aquellos que temían resultados no deseados, continuaron presionando para que se llevase a cabo un análisis forense de 'nueva generación': pruebas de ADN, datación por radiocarbono y análisis de isótopos estables de los huesos de las Tumbas II y III.
El permiso fue denegado en 2016, revela Grant. A cambio, se les permitió analizar los huesos dispersos encontrados en la Tumba I saqueada, pero sin proporcionar fondos para ello. Aunque estos huesos estuvieron expuestos en el suelo durante más de 2.000 años, su datación y ADN se pudo obtener con éxito, refutando aún más las teorías sobre su identidad. Además, los polémicos huesos de las piernas, que supuestamente evidenciaban la terrible herida en la rodilla que Filipo II pudo haber sufrido en Tracia, parecían ser 'intrusos', provenientes de una tumba completamente diferente. Los resultados aún no se han publicado y Grant dice que sorprenderán a todos.

Lo que ha quedado claro es que el gran túmulo de tierra en la antigua Aegae fue 'mordido' por saqueadores en más de una ocasión, y cuando la Tumba I fue expuesta se convirtió en un vertedero para los muertos.

Ahora, el nuevo libro de Grant, "Unearthing the Family of Alexander the Great, the Remarkable Discovery of the Royal Tombs of Macedon", revela todo esto, y sin duda la presión estará sobre el Ministerio de Cultura griego para que adopte una nueva postura tendente a permitir el análisis de forenses sobresalientes en los huesos 'reales' de las tumbas no saqueadas.

Con las posibles identidades reducidas en gran medida por el estudio del equipo de Antikas, la obtención de ADN, la datación mediante radiocarbono y el análisis de isótopos estables del 'rey', la 'reina' y el 'príncipe' de la Tumba II, es posible resolver el rompecabezas de una vez por todas.

Fuentes: archaeologynewsnetwork.blogspot.com | classicalwisdom.com y (2) | 23 de octubre de 2019

Un nuevo estudio vincula la extinción de los neandertales a las enfermedades de los humanos modernos

El 'Homo sapiens' pudo haber infectado a los neandertales con distintas enfermedades - Michael Smeltzer, Vanderbilt University.

Las enfermedades pueden haber influido en la extinción de los neandertales (y en la supervivencia del humano moderno) más de lo que se había pensado hasta la fecha, según se afirma en nuevo estudio publicado en la revista científica Nature Communications.

"Nuestra investigación sugiere que las enfermedades pueden haber jugado un papel más importante en la extinción de los neandertales de lo que se pensaba anteriormente. Incluso pueden ser la razón principal por la que los humanos modernos son ahora el único grupo humano que queda en el planeta", ha declarado a Phys.org Gili Greenbaum (izquierda), primer autor del estudio e investigador postdoctoral en el Departamento de Biología de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
La evidencia arqueológica sugiere que el encuentro inicial entre los neandertales euroasiáticos y la nueva especie humana proveniente de África (nuestros antepasados) tuvo lugar hace más de 130.000 años en el Levante mediterráneo. No obstante, pasarían decenas de miles de años antes de que los neandertales comenzaran a desaparecer y los humanos modernos se expandieran. ¿Cómo sucedió esto? ¿Por qué unos sobrevivieron y otros no?

Modelos matemáticos

Greenbaum y un equipo de investigadores internacional emplearon modelos matemáticos de transmisión de enfermedades y flujo genético, y demostraron cómo las enfermedades únicas que sufrían los neandertales y los humanos modernos podrían haber creado una barrera invisible que desalentaba las incursiones de ambos bandos en el territorio enemigo.
Sin embargo, fue la unión de nuestras dos especies, a través del mestizaje, la que supuso la salvación de los humanos modernos. Los humanos híbridos nacidos de estas uniones pudieron haber heredado genes inmunes de ambas especies, que se habrían extendido lentamente a través de las poblaciones humanas y neandertales modernas.

A medida que estos genes inmunes se propagaban, se llegó a un punto en el que los humanos modernos adquirieron suficiente inmunidad para aventurarse más allá del Levante mediterráneo y adentrarse en el territorio neandertal sin que fuera un peligro para su salud.


Ilustración de humanos modernos superando la carga de la enfermedad antes que los neandertales. Crédito: Vivian Chen Wong

En ese momento, otras ventajas que los humanos modernos tenían sobre los neandertales, como armas más letales o estructuras sociales más sofisticadas, podrían haber adquirido mayor importancia y haberles conferido una ventaja para sobrevivir a los neandertales.
Para comprender por qué los humanos modernos reemplazaron a los neandertales y no al revés, los investigadores modelaron lo que sucedería si el conjunto de enfermedades tropicales que albergaron nuestros antepasados ​​fueran más mortales o más numerosas que las llevadas por los neandertales.

Similar a la conquista de América

"La hipótesis es que la carga de enfermedad de los trópicos era mayor que la carga de enfermedad en las regiones templadas. Una asimetría de la carga de enfermedad en la zona de contacto podría haber favorecido a los humanos modernos, que llegaron allí desde los trópicos", indica el coautor del estudio, Gili Greenbaum (izquierda), profesor de Genética de Poblaciones y Sociedad en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Stantford.
"Podría ser que cuando los humanos modernos se libraron casi por completo de la carga adicional de las enfermedades de los neandertales, los neandertales aún eran muy vulnerables a las enfermedades humanas modernas", añade Greenbaum.

Según Greenbaum, "A medida que los humanos modernos se expandieron más profundamente en Eurasia, se habrían encontrado con poblaciones de neandertales que no recibieron ningún gen inmune protector a través de la hibridación", lo que hacía más fácil que los neandertales contrajeran esas enfermedades y murieran.

Los investigadores señalan que el escenario que proponen es similar al que sucedió cuando los europeos llegaron a las Américas en los siglos XV y XVI y diezmaron a las poblaciones indígenas con sus enfermedades más potentes.

Si esta nueva teoría sobre la desaparición de los neandertales es correcta, entonces se podría encontrar evidencia de respaldo en el registro arqueológico. "Predecimos, por ejemplo, que las densidades de población humana neandertal y moderna en el Levante durante el período de tiempo en que coexistieron serán más bajas en relación con lo que eran antes y en relación con otras regiones", dijo Greenbaum.

Fuentes: elconfidencial.com | phys.org | 8 de noviembre de 2019

Una exposición en Santiago de Compostela, con motivo del Xacobeo 21, exhibe el Itinerario de Egeria, escrito por una aristócrata gallega del siglo IV

El itinerario está entre las joyas bibliográficas expuestas - ABC

El primer relato de viajes del que se tiene constancia en España fue escrito hace más de 1.600 años por Egeria, aristócrata de la provincia romana de Gallaecia. A finales del siglo IV, su afán de saber la llevó a protagonizar una asombrosa peregrinación desde Galicia hasta Tierra Santa. En el Museo Centro Gaiás de Santiago de Compostela se exhibirá el manuscrito que recoge el relato de esta gallega, considerada la primera escritora conocida de la Península.
La exposición «Galicia, un relato en el mundo» cumple así con el deseo expresado en su última carta: «Tenedme en vuestra memoria, tanto si continúo dentro de mi cuerpo como si, por fin, lo hubiere abandonado».



«Egeria ha de colocarse con todo derecho al frente de las escritoras españolas», se afirma en la Historia de España de Menéndez Pidal, elogiando el valor y la fortaleza de una mujer que tuvo el arrojo de emprender un viaje que la llevaría desde la antigua Gallaecia hasta el Mediterráneo oriental, donde visitó Egipto, Tierra Santa y los lugares bíblicos, Antioquía, Edesa y terminando en Constantinopla. «Como soy un tanto curiosa, quiero verlo todo», afirmará la propia Egeria en las cartas que dirige a sus compañeras describiendo sus andanzas.

El «Peregrinatio Egeriae» está recogido en el Codex Aretinus 405, descubierto en 1884 por Gian Francesco Gamburrini en la Biblioteca de Arezzo (Italia). El texto está datado en el siglo XI, cuando fue transcrito –posiblemente en el monasterio de Monte Cassino– a partir de un manuscrito anterior.


Desde su descubrimiento, el Itinerario de Egeria ha sido objeto de numerosas ediciones y traducciones en todo el mundo. Pese a que el manuscrito se conserva incompleto y solo nos han llegado los fragmentos correspondientes al Mediterráneo oriental, es una de las fuentes más valiosas para conocer el papel de la mujer al final del Imperio Romano, la espiritualidad de esa época e incluso la transición entre el latín culto y el vulgar, que luego daría lugar a las lenguas romances.
La exposición, que se puede visitar de forma gratuita en la Ciudad de la Cultura entre el 15 de noviembre de 2019 y el 12 de abril de 2020, explora la presencia y relación entre el territorio histórico gallego y el resto del mundo, la conexión de Galicia con otros países y civilizaciones, así como su impacto en momentos históricos cruciales.

En este recorrido destacan piezas clave del patrimonio universal, como la Biblia Kennicott (derecha) –obra maestra de la iluminación medieval y uno de los manuscritos hebreos más valiosos y hermosos del mundo, creado en La Coruña en el siglo XV–, los «códices calixtinos» del Vaticano y Salamanca o el «Libro de las Invasiones», que relata mitos fundacionales y que, por vez primera, sale de Irland.
La exposición está organizada por la Consejería de a.ultura y Turismo a través de la Fundación Ciudad de la Cultura de Galicia y cuenta con la colaboración del Consejo de Cultura de Galicia, la Secretaría General de Emigración y la Fundación Hispano Judía.

Fuente: abc.es | 8 de noviembre de 2019

La mayor cueva funeraria aborigen de Gran Canaria, hallada con un dron

Imagen tomada desde un dron en la que se observa la magnitud de la cueva y los miles de huesos allí acumulados y desperdigados. / El Legado.

Un grupo de entusiastas de la arqueología que trabajan bajo la denominación de 'El Legado' acaba de descubrir la que, según los expertos, es «la mayor cueva funeraria aborigen de Gran Canaria». Los cálculos son estimativos, pero podría albergar a decenas de individuos. A simple vista se aprecian numerosos restos óseos, revueltos y desperdigados tanto dentro como fuera de la cavidad, por lo que todo apunta a que este enterramiento de filiación prehispánica ha sido ya expoliado. 'El Legado' alertó al Cabildo de este hallazgo, que ya ha iniciado una primera intervención en el lugar. Por lo pronto, han obtenido muestras para tratar de datarlo.

Los integrantes de 'El Legado' dieron con esta cueva gracias a un dron. Está emplazada en un punto de muy difícil acceso, lo que a buen seguro ha facilitado que todavía conserve tanto material arqueológico. De todas formas, y para evitar nuevos expolios o posibles agresiones de desaprensivos, no se ofrecen datos muy concretos sobre su localización, salvo que se halla en un espacio natural protegido en el que ya se sabía de la existencia de este tipo de cuevas sepulcrales.


Impactados por la imagen de los restos óseos de decenas de antiguos canarios, abandonados y olvidados por la sociedad actual, 'El Legado' optó por avisar de la existencia de tan espectacular necrópolis. Se reunieron con técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo y les solicitaron la adopción de medidas. Por lo pronto, desde la institución insular se encargó una primera inspección a una empresa especializada. Ahora mismo están en fase de valoración científica y técnica del hallazgo. Para completar la información, se han obtenido muestras que se han mandado a datar a un laboratorio para tratar de situar en el tiempo estos restos humanos.

La principal motivación de 'El Legado', que ha solicitado ser informado de todos los avances que se produzcan en la investigación, ha sido la de poner fin al estado de abandono que sufre ese cementerio aborigen, contribuir a la protección del espacio y de la memoria de los que allí yacen y propiciar una mayor concienciación en la ciudadanía para que valore y proteja estos vestigios.

Colectivo altruista

'El Legado', formado por Ayose Himar González Padilla, Jonay García Melián y Jesús Díaz Mendoza, se autodefine como un grupo de trabajo e investigación del patrimonio histórico y arqueológico canario para su difusión y protección. Dedican parte de su tiempo libre, de forma altruista, a ir tras las huellas de los antiguos canarios. Lo fundaron en 2016. En principio, sus integrantes piden que, de acuerdo a la nueva ley de Patrimonio, no se trate a estos restos como una pieza de museo, sino que, una vez estudiados, se recoloquen en la cueva y se cierre.

Fuente: canarias7.es | 7 de noviembre de 2019